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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

“EL TITULO VALOR EMITIDO INCOMPLETO. ALTERACIÓN DEL


TÍTULO VALOR”.

Asignatura:
Derecho Comercial II

Docente:
Gómez Cáceres, David

Alumna:
Cárdenas Mendoza, Dannitza Pilar

CICLO:
IX

LIMA – PERÚ
2019
“EL TITULO VALOR EMITIDO INCOMPLETO. ALTERACIÓN DEL
TÍTULO VALOR”.

En el artículo 10|° de la LTV refiere que se puede emitir un título valor de llenado
incompleto refiriendo que para poder ejercitar cualquier derecho o acción derivada de un
título valor emitido o aceptado en forma incompleta, este deberá haberse completado
conforme a los acuerdos adoptados. En caso contrario, el obligado podrá contradecir
conforme el art. 19° inciso e). asimismo quien emite o acepta un título valor incompleto,
tiene el derecho de agregar en la cláusula que limite su transferencia , así como recibir
del tomador una copia del título valor, debidamente firmado en el momento de su entrega,
y del documento que contiene los acuerdos donde consten la forma de completarlo y las
condiciones de transferencia. En tal caso salvo que se trae del cheque, su transferencia
surte efectos de la cesión de derechos, si el título valor incompleto al emitirse, hubiera
sido completado contraviniendo los acuerdos adoptados por los intervinientes, la
inobservancia de esos acuerdos no puede ser opuesta a terceros de buena fe que no haya
participado o conocido de dichos acuerdos. Las menciones y requisitos del título valor o
de los derechos que en el deben consignarse para su eficacia deber ser completado hasta
antes de su presentación para su pago o cumplimiento.

El Titulo Valor como Titule Ejecutivo y el Ejercicio de las Acciones Cambiarias El


artículo 18º de la Ley señala que los títulos valores tienen mérito ejecutivo, si reúnen los
requisitos establecidos por la ley, según sean su clase. Es indispensable que el título reúna
los requisitos exigidos por la ley, debido a que las obligaciones documentales tienen el
carácter de formales, de modo que el juez al dictar el auto de pago tiene que examinar
cuidadosamente el documento. El artículo 65 de la Ley otorga merito ejecutivo a la copia
certificada notarial o judicial del título valor con la constancia de haber sido parcialmente
pagado; la Carta Porte negociable confiere a su legítimo tenedor acción ejecutiva para
reclamar la entrega de las mercaderías (Art. 254.1); los valores mobiliarios constituyen
títulos ejecutivos conforme a la ley procesal, sin que se requiera de su protesto para el
ejercicio de las acciones derivadas de ellos (art. 255.6);El Pagaré bancario, emitido en
forma individual o masiva no requiere de protesto para el ejercicio de los derechos
cambiarias, constituyendo título ejecutivo (Art.273.6);El certificado de depósito
negociable, emitido en forma individual o masiva, no requiere de protesto para el ejercicio
de los derechos cambiarios, constituyendo título ejecutivo (Art.274.6);Los valores
mobiliarios representativos de deuda, emitidos por oferta pública o por oferta privada
constituyen títulos valores ejecutivos según la ley de la materia (Art. 81 Dec. Leg.861).

La acción ejecutiva no es de orden público puede renunciarse a él, e interponerse la


acción cambiaria respectiva utilizando el proceso de conocimiento o abreviado, según
corresponda. El artículo 18.2 de la Ley precisa que el tenedor podrá ejercitar las acciones
derivadas del título valor en proceso distinto al ejecutivo, observando la ley procesal.
Cuando se trata de ejercitar los valores con representación en cuenta o valores
desmaterializados, el monto ejecutivo, recae en la constancia de inscripción y titularidad
que expida la respectiva Institución de Compensación y Liquidación de Valores,
conforme a la ley de la materia. El título ejecutivo confiere a su tenedor legítimo una
protección especial, inmediata y provisional, que posterga la indagación de las
circunstancias que invalidad la fuerza del título. Se trata pues de una acción privilegiada
que concede la ley por determinadas motivaciones y que, tratándose de los títulos valores,
se concede en favor de quienes figuran en el ámbito formal de dichos títulos.

La acción cambiaria es una acción de sustantividad propia que faculta a ejercitar,


judicial o extrajudicialmente, el derecho contenido en el título valor. En cambio la acción
ejecutiva es una de las vías procesales para movilizar el aparato jurisdiccional y obtener
el cumplimiento de la obligación. Las normas sustanciales, regulan en derecho cambiario,
la relación obligacional existente entre los diversos sujetos que han tomado parte en la
creación del título circulatorio, sus recaudas de validez, los limites y contenido, los
recaudas para mantener su vigencia, las circunstancias de tiempo, lugar y modo del
ejercicio. Las normas procesales, por su parte se orientan a una mejor instrumentación
jurisdiccional del ejercicio de los derechos, y, partiendo de la pretensión accionada,
regulan sus recaudas formales, reglamentando la defensa, la prueba y la actuación en los
tribunales, en sus diversas instancias o grados. No existe inconveniente en interponer la
acción cambiaría por el proceso de conocimiento o abreviado, según el monto.

Ello significa en todo caso que el titular del documento habría renunciado a los
beneficios procesales de la vía ejecutiva, lo que podría ocurrir por negligencia en la
conservación de la acción ejecutiva a través del protesto. La acción cambiaria intentada
en el proceso de conocimiento o abreviado, no varía su naturaleza, ya que tendrá su fuente
en el título valor presentado por su legítimo tenedor y éste no tendrá necesidad de invocar
en su demanda otros documentos o títulos. Medidas de Defensa contra las Acciones
emergentes de los Títulos Valores Otro de los medios de asegurar la eficacia del título
valor es la limitación de los medios procesales que el puede hacer uso el demandado
frente a las acciones derivadas de tales documentos.

La ley hace referencia a las causales de contradicción para el ejercicio de la acción


cambiaria, señalando que cualquiera que fuere la vía, en la que se ejerciten las acciones
derivadas del título valor, el demandado puede contradecir fundándose en el contenido
literal del título valor o en los defectos de forma legal de éste: la falsedad de la firma que
se le atribuye: la falta de capacidad o representación del propio demandado en el momento
que se firmó el título valor; la falta de protesto, o el protesto defectuoso, o de la forma
sustitutoria, en los casos de los títulos valores sujetos a ello; que el titulo valor incompleto
al emitirse, haya sido completado en forma contraria a los acuerdos adoptados,
acompañando necesariamente el respectivo documento donde consten tales acuerdos
transgredidos por el demandante; la falta de algún requisito señalado por la ley para el
ejercicio de la acción cambiaria. El deudor también puede contradecir al tenedor del título
valor, proponiendo las defensas que se deriven de sus relaciones personales y las que
resulten procedentes, según la ley procesal, como lo estable el artículo 700 del Código
Procesal Civil.

El demandado no puede ejercer los medios de defensa fundados en sus relaciones


personales con los otros obligados del título valor, ni contra quienes no mantenga relación
causal vinculada al título valor, a menos que al adquirirlo, el demandante hubiese obrado
a sabiendas del daño de aquél, con lo cual se consagra el principio de la autonomía y
abstracción de los titulas valores. La relación causal y el Titulo Valor Si las calidades de
tenedor y obligado principal del título valor corresponden respectivamente al acreedor y
al deudor de la relación causal de la que derivó la emisión sin que éste hubiese sido
endosado, el tenedor podrá promover, alternativamente la acción derivada del título o la
acción causal (art. 94.1, de la Ley). Igual derecho funcionará entre el endosante y el
endosatario. Igual derecho asistirá al endosatario respecto a su inmediato endosante,
siempre que el endoso fuere absoluto y derivase de una relación causal, en la que uno y
otro tuvieren las calidades de acreedor y deudor, respectivamente.

Subsiste la acción causal correspondiente a la relación jurídica que dio origen a la


emisión y transmisión del título valor no pagado él su vencimiento, a menos que se pruebe
que hubo novación. En los títulos abstractos no se revela la causa o el motivo que genera
la emisión del título. No obstante ello, todo título tiene una causa generadora. En otros
titulas si se revela la causa (conocimiento de embargue). Si el título entra en circulación
se pierde la relación causal generadora del documento, cada uno de los posteriores
endosatarios es también ajeno a las causas que originaron la creación del título, y no tiene
otra relación con el primer tomador y con los sucesivos endosatarios, que resulten del
título, en virtud de la colocación de las firmas en el reverso del documento y que forman
la cadena de endosas. Los títulos al circular se liberan de su causa. Nadie lo adquiriría si
tuvieran que indagar su procedencia. Hay que abstraerlos de su procedencia para permitir
una circulación económica fuerte y solvente. Abstractos son los derechos en ellos
consignados, por valer tan solamente la fuerza de su literalidad. En títulos de tradición, o
sea aquellos representativos de mercaderías, la acción emergente del título aparece
vinculada a la relación causal, es decir, al contrato que origina el documento. Respecto a
la novación, se ha debatido si la emisión de un título valor produce novación de la
obligación fundamental o subyacente, o sea si ésta queda extinguida y surge la cambiaria
que vendría a remplazarla. La posición vigente en doctrina afirma que la letra de cambio
no produce novación de la obligación, sino que la cambia, origina una obligación nueva,
de carácter abstracto, que no anula la anterior, coexistiendo dos obligaciones por una
misma causa. Desde el punto de vista del Derecho Civil, el pago con un documento de
crédito no produce novación, porque propiamente no es pago. Constituye una promesa de
pago que está sujeta a las condiciones resolutorias de todo contrato bilateral. Ennencerus
afirma que el acuerdo cambiario tiene dos créditos. Si se satisface uno, se extingue el otro,
y si no consigue ser satisfecho, puede hacer valer su primer crédito, aceptando que
primero debería ejercitarse la acción cambiaria, y de fallar ésta se intente la causal. Si las
acciones propias de los títulos valores se han extinguido, considera la ley injusta que no
pueda reclamarse los derechos resultantes de las relaciones básicas o fundamentales que
generaron la creación o transmisión del título, así como que se produzca por ese hecho
una situación de enriquecimiento indebido (Art. 20). Estas acciones, según el artículo 99º
de la Ley están sujetas a sus propios plazos de prescripción.

La acción de enriquecimiento sin causa a la que se refiere al artículo 20º, prescribe a


los dos años de extinguida la correspondiente acción cambiaria derivada del título valor.
Para que proceda la acción de enriquecimiento indebido se requiere el triple requisito del
enriquecimiento del demandado, el empobrecimiento del actor y la conexión entre tales
enriquecimiento y empobrecimiento: todo lo que habrá de acreditarse en el proceso de
conocimiento o abreviado en el que se ejercite la acción, pues se trata de una acción propia
del Derecho Civil.

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