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DE LA EPIDEMIOLOGIA A LA SALUD PUBLICA

Charles du V Florey
Depxtamento de Epidemiología y Salud Pública. Universidad de Dundee, Reino Unido.

Quisiera agradecer a los organizadores doso examen que realizó dc la evidencia, le


de este importante encuentro por haberme llevara a concluir que el escorbuto era una
honrado invitandome a pronunciar estaspa- enfermedad nutricional. En mayo de 1747
labras.Soy conocedordel alto concepto que “escogió a 12 pacientesenfermos de escor-
setiene de Marcelino Pascuay es, por eso, buto a bordo del Salisbury. Sus casoseran
un motivo de satisfacciónespecialque seme tan análogoscomo podía desearpara mis fi-
haya pedido participar y celebrar los logros nes” ;Fue ésteel primeratisbode comprensión
del Dr. Pascua. de las ventajasque presentala randomización?
“La dieta era igual para todos: por la maña-
ANTECEDENTES na, unapapilla acuosaendulzadacon azúcar;
para comer, a menudo tomabanconsoméde
carne; como tentempié, pudines, galletas dc
Mi cometido es considerar la relación agua con azúcar y para cenar, cebada, uvas
que existe entre la epidemiología y la salud pasas,arroz y pasasde Corinto, vino de sagú
pública. A los efectosde definir la epidemio- o parecido.”
logía, éstaseráparamí el estudiode la distri-
bución y los determinantesde la saluden las
poblaciones.En estecontexto, la Salud Pú- Lind creó seiscomplementospara la die-
blica esel mediopor el cual los resultadosde ta, cadauno de los cualesfue suministradoa
la epidemiologíaseaplican al control de pro- dos de los hombres.Un cuarto de galón de
blemassanitarios.Segúnestemodelo, la epi- cidra, elixir de vitriolo, vinagre, aguadc mar,
demiología informa a los médicos sobre la naranjasy limonesy por último un “electua-
prevención, promoción de la Salud y trata- rio” diseñadopor un cirujano. “Los mejores
y mús rCípid0.s efectos se percibieron u purtir
mientos, a fin de que ellos puedan tomar
medidas basándoseen la evidencia antes del consumo de nut7mju.s 1: limoms”. En un
que en la ideología. Durante los próximos mismo intento, el Dr. Lind había avanzado
25 minutos, esperodemostrar que la epide- en el campo de la biología y recomendadocl
miología nos ha sido valiosísima al haber tratamiento adecuado.Ejerció la cpiderniolo-
descifrado problemas biológicos de modo gía a la par que adoptókasmedidasneccsarkas.
tal que se tomaron medidasprácticas desde Pero, como muchosque vinieron despuésde
el campode la Salud Pública, y también pre- él, sufrió la indiferencia de los demás ante
tendo sugerir que todavía no sehan agotado sus ideas innovadoras y suspruebas: a pc-
las posibilidadesdc utilidad en estecampo. sar de susdescubrimientos, las implicacio-
nes de este elegante experimento fueron
En primer lugar, quisiera recordar la la- ignoradas durante más de 50 años, por la
bor que JamesLind realizó sobreel cscorbu- jerarquía de la Marina y durante más de
to, ya que esde interéspara los fines actuales 1OOaños,por el resto del mundo. Con todo,
dc la epidemiología. El Dr. Linci diseñó un los resultados fueron Iïnalrmente valorados y
ensayo controlado, despuésde que el cuida- considerados.
LA EPIDEMTOLOGIA Y LA II~LIC~O más alto entre fumadores ~LV.Z entre
PREVENCION DE LAS no fumadores,y quecl incrementoencl riesgo
ENFERMEDADES SCrelacionabadircctamcntc con el númerode
cigarrillosfumadospor dfa. Estewudio marc
cl comienzo del cambio operadocn el Reino
Ej verdadero al!gc clt: ia cj3idcmiología Unido. para pasardc ser ~111 paísdonde l’umar
modcrná SC inicií) cn la dtk& dc ios años cra la norma, a ser uno en donde solo unos
50. Apartado muy dcspresligiaclo entre los pocos j3roKcsionalcstodavia persisten cn cl
médicos j3or considerarlo poco irnportanw ’ hlíbito y, aún cntrc los no profèsionalcs, Ta
para su profesión c ignorado por los científi- norma acluaj cs no fumar.
cos basicos por no ser lo suficicntcmcnte bki-
co, fa mejor cüjificacirín 2 cluc fuc mcreccda~ L.acornjwacicín realizada j’or el Dr. An-
es fa scudociencia. Se creó un grupo baslank ccj Kcys entre jos nivcjes dc cojestcrol cn
reducido formado por- personas dc un Lufc11l0 suero cn homhrcs americanos c italianos,
excepcional, cjuienes observaron cjuc niu- descritacn Lancct dc j 952, creó cl csccnario
chos de los problemas de la Cpoca solo cn- j>roplcio para la invcstigaci6n cpidcmiojcígi-
contrarían una solucicín usando un en1C>cjuc ca realizada sobrela rclaci6n enu-cja presen-
basado en una población. Esle grupo, debido cia de jíj>idos cn la sangre y las
a la oposicicín que encontraban sus métodos, ent’ermedades dc las arrerias coronarias.
tuvo cjuc actuar con Loda la clurcza y rigor Aunque la rclaciõn entre la atcroscjerosisy
científico cjuc una invcstigaci6n poblacional cl colesterol cn sueroya había sido deducida
permitiera. Así naci6 cl aparejo de Epidc- dc experimentosrcalik~doscn animalesy dc
miología de Enfermedades No Infècciosas, ia observación clínica, mucho anlcs de la

fruto de j~rsonas exigentes. En esc momên- apariciiin del artículo del Dr. Keys, y tam-
to, su intcrks se centraba cn descubrir cuáles bien SChabían llevado a cabo algunos cstu-
eran los faactorcs de riesgo dc las cnl‘crmeda- dios sohrc los niveles dc colcsleroj cn
des principales y dc las dolencias mortales distintas poblaciones, dicho arlic~~lo sigue
cn la sociedad occidental: enl‘cr~ncdacic~ dc consider5ndosecomo un hito cn ej inicio de
las arterias coronarias, infiarto y cáncer. Los los esfuerzostitzkcos, cpidcmiológico y dc
medios cienríficos dc entonces declararon otras índolcs. que se destinaron al dcscubri-
que no importaba cluc no se dicsc un uso miento de lascausasde la cnf’crmedadisquk-
práctico inincdiíw a los resultados dc la in- mica del corazón.
vestigación. Bastaba con saber cjue los cono-
cimientos adcjuiridos podrían ser de utilidad La tendenciadc los niveles dc colesterol
algún día, cuando f’uescn necesarios. Adc- en sucre por edades,con respectoa hombres
más, ja nueva cpidcmiojogía evolucionaba americanos de Minnesota que consumían
en una época en la que el planteamiento so- una diekl típicamente americana,rica en gra-
bre un posible deber de los científicos Para sas,y que eran propensosa una tasade mor-
con la sociedad solo había empezado n susci- talidad alta por enfermedadesde las arterias
tarse y en la que los mecanismos para la coronarias, fue comparadacon la tendencia
puesta en marcha de descubrimientos impor- correspondientea hombresitalianos de Ncí-
tantes, aún no eran operativos. poles. cuya dieta era típicamente pobre en
arasasy eran propensosa una tasadc morta-
Las raíces de nuestrit actitud actua1 hacia lidad baja por cnf’crmcdndcsde las arterias
cl consumo dc tabaco, están en ~‘1renom bra- coronarias. La tendencia correspondiente a
do estudio elaborado jwr Sir Richard Dojl y los niveles dc cojcstcroj cn suerode los hom-
sir Austin BradfOrd I-Iill, que SC public6 en bres americanos cn cuestión, aument6 cn
19SOen ia Britisjl Medical Jo~uniil. Doll y proporcibn directa con cl aumento dc edad
Hilj demostraron que cl riesgo dc contraer rnientrüsque, con respectoa jos hombresita-
carcinoma de los bronquios y p~~lmón era iianos, no se registró ningin cambio a parli1

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DE LA EPIDEMIOLOGIA r\ LA SALUD PUBLICA

de los 35 allos. Keys escribió: Es ~>~-o”h~hic pertos, a las actividadesde dirusión sanitaria
que estos luxl~os gua/-derl relación cm el de- y a una política impositiva de tnotivación y
sarrollo de la uteiusclerosis y la iwideticia disuasión.
de las er$ermedades de las arterias corma-
rias. Como consecuencia de este plantea- EL FUTURO
miento, la actitud pública mantenidahoy con
respecto a las dietas es considerablemente Rothtnan, quien escribió como si viviese
distinta de la que se mantuvo cuando se cs- en cl año 2004, vaticinó cl fin de la cpidc-
cribió. miología y marcó, cotno inicio de tal fin, una
fècha situadaen la décadade los 70. Existían
El diagrama del profesor Jerry Morris,
varios Iàctores que contribuían a ello. Las
publicado en 1953por Lancet, demostróque pruebascpidetniológicas correspondientesa
la mortalidad por cní’et-medadcs dc las artc- los eslabonesentre I’actoresde riesgo y re-
t-tascoronariasera muy inrcrior en personas sultado, se utilizaban en conflicios que sur-
cuyas ocupacionesrequerían un csf‘uerzofí-
gían entre los interesesdel comercio y los
stco considerable, comparada con la dc del consumidor.Los efectos leves de los ktc-
aquellaspersonascuyas tareaslesexigían un
tares dc riesgo putativos, dieron pie para que
csí’uerzo físico leve. Esta observación dio
los epidemiólogos at-gumcnlaranambosla-
inicio a unos estudios sobre el personal dc
dosdel casoy, por tanto, SCcontribuycí a que
autobuses que, de entre toda la literatura
tanto protagonistas como opinión pública
mundial, fueron los pritneros estudiosrcali-
perdiesen la paciencia. La cada vez tnayot-
zados sobrela relaciónentre cl c-jet-ciciofísico
preocupación por mantener la intimidad y
y lasenfermedadesde las arteriascoronarias. por la cuestiónética dificultó mis que nunca
Inclusopropiciaron la elaboraciónde un estu- la tarta de recoger información y la volvió
dio de la “epidemiología de unil’ormes”,a í’in
propensaa no obtener respuesta.Los cotni-
dc hacer un análisiscomparativo del contor-
tés éticos restringieron cada vez tnás los cri-
no fisico de conduciores e inspectores,a la
terios empleadospara dar su aprobación. El
fechade inicio de su empleo.Este antílisisde
sentido de propiedad sobre susdistintas co-
datos recogidos sistetnLíticatnente,constitu- munidadeslocales,llevó a los cornil& a cs-
ye el tnismisimoorigen de nuestraactual pa-
trechar aún m6s su actitud, exigiendo a los
sión por correr.
epidetniólogos que obtuviesen aprobación
Por lo tanto, y a pesarde no contar con la de gran parte de ellos, antes dc etnprcndcr
aprobaciónde clínicos y cienNicos cn genc- cualquier estudio que incluyesc varias enti-
t-al,quienesfueron incapacesde comprender dadeso zonasgeográficas.La normativa, cn
estasimportantes observaciones hechasen continuo aumento,fue interpretada errónca-
los años50, han llegado a iniluenciar nucs- mente por estoscomités, con lo cual cl uso
tras vidas en los 90 de un modo mucho m6s de archivos institucionales quedaba supedi-
profundo de lo que nadiesehubiera imagina- tado al consentimiento previo del paciente.
do entonces.Los orígenesde nuestroenf‘asis El tema, pues, perdió todo su atracGvo para
en manteneruna dieta pobre cn grasas,en li- los académicosque en su día habían detnos-
bcrarnos del hábito de fumar y cn practicar trado interés y así í’uc como SCtnarchitó la
‘jogging”, todos cllos derivan de los estu- epidemiología universitaria. Pocos fueron
dios cpidemiológicos publicados a princi- los estudiosepidemiológicosde cierta enver-
pios de la décadade los 50. Las pruebasno gadurapublicadoscon posterioridad a 1990.
dieron lugar a una reacción imnediata: antes En erecto. cuando el artículo de Roth-
tuvieron que transcurrir unos 30 añospara njan se publicó cn 1981 la opini6n general
que empezaraa hacer impacto en las percep- era que, a pesarde todos los csfucrzos dcdi-
cionesque la gente tenía de la salud, gracias cados a estudiar la epidemiología de las
21los informes clabo~-ados por ~omités Jc cx- principalesenLèrmedadcsmortales, lascon-

Rev San Hig Púb 1904, Vo1 6X. Monográiïco 109


ciusiones definitivas que habían surgido so- I3iantctí la pregunta epidetnioiógica: i,Culil
bre la importancia de un cambio cn el eslilo cra ci làctor común cntrc pacicntcs homosc-
dc vida, eran so~pt-cncientctnct~t~ escasas. Es- xuaics, t-cccptorcs de transplantes de riñon,
io alañc cspccialnicn\c ~1la cnl’crtncdad is- ancianos anicricanos y ji,venes alricanos, si
qUh’ica del coraLcítl. /‘l pesar dc la multitud todos cilos cran propensos a contraer sarco-
de conwitnicntos que SC habían adquirido ma’! El citomegalovit-us fuc considerado co-
acerca de mccmistnos posibles, cl Iì-acaso dc mo posible ot ganismo causal, ya que sc
la intcrvwción a nivel l3obiacióti 1l1c rotun- dctcctcí SLI lîrescticia en tnuchas dc las vícti-
do, debido a los consejos contradiclot-ios di- rnas. pero con70 SC conocía dcsdc hacia mu-
cundidos 130’ los cotnitcs dc cxpcrtos, la chos años y cl síndrome cra nuevo, SCpcnsti
ítldoic poco precisa dc las pruebas y la reti- que debía haber algún otro factor implicado. Al
ccncta del público a cambiar voluntaria~ncn- igual que cn la itivcstigacicín del brote dc una
tc sus hcíbiros. Aigunos dc nosom, Ilcgttw~ ctifcrnicdacl inl’ecciosa, cl-a preciso conIar con
a preguntxtm si seguir destinando dinwo al tnlòrmaci6ti wbrc la cl3idetniología que l3u-
csludio dc la cn1Crtnedad isquétnica del cora- dicsc aportar pistas a la etiología. Era una
zón era 0 no maigaslar los recursos econ6tni- olîorlunidad perfecta 13ara aplicar tCcnicas
cos. Lo cierto es que no había surgido cpidctniológicas a una cnfcrtncdad comple&
ninguna hipótesis nueva que I’ucsc lo sul’i- tnentc nueva. Los estudios cpidctniol6,gicos
cienlenienlc radical como para justiI’icat-, dc idcntiI’icaron importantes I’actorcs dc riesgo
un modo cotivincctitc, las continuas subidas para la cnl’cl-tncdad. Sc pudo clasificar cl pa-
y bajadas de la enl‘crtnedad. 11.611 dc la infección cn tres tipos: cl pt-itnct-0 sc
cncontr6 cn países industrializados donde la
Felizmente esto no ha owt-t-ido, ya que
cnl‘crmcdad SChabía rcgistt-ado prcdominan-
han prolil’crado rtucvas ideas y cnl‘crtncda-
tctncntc entre hombres hotnoscxuales o bise-
des, cuya soiucicín ha t-querido ingenio cpi-
xualcs y usuarios dc drogas pot- vía
detnioiógico. Hc aquí dos ejemplos. El SIDA
intt-avcnosa, tnictitras que la transtnisión hctc-
cs la mis cvidcnre, ya que representa la tna-
roscxual cra poco irccucnte. La transtnisicín
yor amenaza l3arít la humanidad. GotUicb la
tatnbi~n SC rcgistr0 cn cxxx dc cxposiciiín ;t
declar6 por prirnct-a vez cn cl Morbidity and
sangre y productos derivados dc la sangre,
Mortality Weckly Buttciin de lo CDC publi-
aunque do eslií ahora t3ajo control gracias a
cado cn verano dc 198 1, es decir. LI-cs ~ncscs
la exuclusi6t-t dc donantes int‘cctados. El SC-
despuEs dc ln q3aricitln del artículo pcsitnis-
guticlo 13atróti lo cncontratnos cn Africa ccti-
ta dc Rothtnan. Fuc u11 inl’ortnc clínico rcfc-
tral. c,ricntal y austral, donde la tnayoría dc
i’cntc a cualr:> i1or11oscxualcs jtivcnc5 c~uc
los casos SC dctcctaron cn hcwoscxuaics y
I3adccíati CIC ncutI1otiía l3crsistctilc clc t1l30
donclc ia mnstnisiUn a niíios cs habitual. Ei ter-
iirlc~ìtllloc,!‘.stis rswijlii y cmdidiacis cxtcnsa
OX l3;wón se localiza en Oricntc Medio y IX-
tic lri ítiucos;i y cuyo sistema ititnunc estaba
jiltio, donde stíio sc dctect6 un tititiicro
cc~tiip~otii~tido. Erm itiusualcs potquc lxs iti-
r-cducido dc casos.
i‘ccctones no SC t1abían detectado m1tcrior-
ttictitc cn circunstancias mrîlo~;~s. lt~cluso A la 13arque se dcscubrií, la cpidcmiolo-
uno de cl los ilc$ ;L dcsat-rollat- wrcom;~ tlc gíu, cl pcrsotial csl3ec1al1zado cti tnuchos
Kal3osi ocho tncscs dq3uCs clc admitiistraric otros campos voivi0 su atención ;1esta nueva
su primer tratatnicnto. Itif~ortnes postcricws ctil‘ct-mcdad. El orgatiistiw causai iùc dcscri-
;licrcìn luzar :il surginiicnlcl tic un líder cn cl to cn 19U por un equipo dc itivcstigadotcs
Vccv England Journa 01‘ McdicInc cn di- l‘r-anc~cscs dirigidos por Montaisnier- y cn
CiCIrlbl-c de 19x 1 . Si bici1 cl sarcoma dc Ka- 1984 por Gallo. c11 los Estados I!tiidwi. Sc
post cr;t i‘rccucntc cntrl: Ins a!‘cctacios. Ia cnsavcl LIII tralatnictito clínico v hx crc;krotl
dctcccii,ti cle cstc tij30 de neopiasina GII icívc- I‘;írtiiacos nuevc~s. Pero ia cicl‘cnsa tn¿ís itn-
IlCS l~csiLlctllcs dc ~‘¿kíSCS occidctl~~~lcs <ira portan~c ccmra cl SIDA sc ha logrado a tra-
prúc~ic:m1ct1le incxih~entc. El autor Iícicr SC \,C;stic canales dc i,l salud ptiblica, dcdiL:idos
a difundir un cotnpot-tatniento preventivo ba- pcridad cs un f’aclor dc riesgo para la cnl’cr-

sado en los resultados epidetnioI6gicos. Aún tncdad ancriosclcrótica del corazón.


después de ll años de experiencia. mlavía
sabetnos relativamente poco acerca de los Barkcr y sus colegas de Southampton
tnccanistnos, a través dc los cuales pucdc al- han seguido una línea dc investigación basa-
mm~ el cotnportaniicnto sexual como para da en tal observación. Su hipótesis es que cl
hacer Iì-ente a la amenaza del SIDA. La Sa- origen de las enfermedades adultas no sólo
lud Pública sigue luchando con las cucstio- SCestablece cn la inl’ancia, sino que proviene
nes éticas que planrea la divulgación dc los ya del entorno intrauterino. Si bien muchos
resultados de tcsLs scrológicos, debido al cpidcmiólogos eminentes se han cspccializa-
conflicto que se crea cntrc tnantcncr la inti- do en niños, posiblctncnte ctnpczando por
mdad del individuo infectado, por un lado, y Donald Reid (tamoso por su labor en las en-
garantizar el bienestar gencral dc la pobla- f’ct-tnedades respiratorias), las oportunidades
ctón. por ouo. Se tnirc por donde se mire, cl dc investigar a los padres dc los adultos 0 an-
SIDA ha sido un asunto clave con t-elación a cianos actuales no han sido frecuetms. Este
los dos aspectos del título de esta ponencia: obstáculo no pudo derribarse hasta hace muy
una investigación epidemiológica brísica y poco tiempo.
acciones de salud pública.
La evidencia proviene dc dos fuentes.
Como segundo cjcmplo, tne gustaría anali- Una de ellas cs, como en cl caso de Forsdahl.
zar otro tema bastante distinto del anterior: la inlòrnmción sobre tnot-talidad y la otra, la
los orísencs de la enfermedad isquétnica del información de nacitnicntos y dc su poswriot
corazón. la cual nos ha servido dc tòrtnación scguitnicnto conmida c11 registros dctalla-
durante mucho más tiempo que cl SIDA. El dos que, por casualidad, había tnantcnido
ensayo innovador de Forsdahl publicado en personal pct-spicaz encargado dc los rcgis-
1977, f’ue el inicio de un punto de vista tno- tros hospitalarios. Barker descubrió que la
dcrno. Quizá nunca SC lc hubicsc dado un tnorlalidad infantil dc unas 200 zonas bajo la
merecido rcconocitnicnm, de no ser por los jurisdicción de autoridades locales cn los
acontecimientos que de Cl rcsulk~ro~~. Fors- años 192 l-25, estaba cs~rcchatncntc corrcla-
dahl estaba interesado cn explicar cl 1301 cionada con la mortalidad por la dct-tncdad
quC de las amplias variaciones que SC re- isqu6tnica del corazón y bronquitis, cntrc
ctstt-abart et1 ía mortalidad por toda la su- otras cni‘crtnedadcs. cn personas dc 35-74
pcrí’icie de ios <ondados dc Noruega. a años cn 1968-78. Los cocfïcicntcs dc corrc-
;mar dc ia relativa hotiio~cticidnd de los Iacicíti fueron de O,73 y 0,82 rcspcctivatiicn-
niveies de vida. Pian~e6 ia hipcíte.<is dc w. La t-ciacirín SC daba ~anro CII tnuJcres
que eí historial clcl individuo corrcspon- como cn hotnbt-es. Si SC analizaba Ia inf‘or-
dicnle a la primera ctapa dc su vida. podría tnacititi scgútl los dos cotnponenlcs dc tnor-
determinar la susceptibilidad a la EIC La 1i d a d i n fa 11 t i 1, tn o r t a 1i d ad n c o 11 a ta 1 y
(Enf’ertnedad Isquétnica del Cowt~n~ y que pos~~cot~a~al, la enI‘crtncdad isquétnica del
ciicho historial podría tncdirsc. dc forma corazón tnoslt-6 una f’ucrtc rclaci6n con am-
aproximada. utilizando la mortaiidad jnf’an- bos, tnicntras que Ia bronquitis prescnM3a
1i1como baremo. Cm-rciacioncí ia tnotwlidad una marcada relacion únicatncntc con la
Xrual p(:r ct:l’ertnecíad arlel-ioscicrótica del tnot~ta~idad posneonatal. La itnporlaticia dc
cc1t-món. corresp0ndientc a !as edades cotn- csl:ibleccr esta division dc ìa mortalidad in-
prendidas cntrc -iMO Gas, fon la tnorialidad i‘antil: SCdcbc il que la 1ico1iata1rcprcsentaha
inirmttl dc 50 aÍíos antch. Las comlacioncs pa- los ci‘cctos dañinos dcl entorno intrauterino >
t-a m~-P:w SL”YOS!‘ucr(~n r?orabI~tncn~c altas. !a posneona~ai. ios dedos dañinos dci cnlol--
tniis a:in cn los hombres. Su inlerprcracicin fue no pwtlalai. Si bien la mot~~alidad por acci-
que una y2iì pobrem duratilc I:t iniancia y la dcn LCScet-cbrovascul~ll-cs no gua:-daba una
:ìdolesccncia. seguida de una époc;~ cle pros- alla CotTcI¿Kión co11 Ilinguna dc las mxlIci¿ls

III
de mortalidad precoz, en I911- 19 14 fuc cs- corsz6n en menor grado que las gcneracio-
trechamente relacionada con la mortalidad nes anteriores. En las clases sociales más ba-
materna. 1 tasa dc mortalidad materna, cx- jas, cl proceso SCdi6 más tarde y por lo tanto
cluyendo fiebre puerperal, SC intcrprctó SUS tasas de mortalidad superan a las de clases
como un índicc de la salud y el estado físico sociales más altas. La disminución general en
materno y, por tanto, otra medida del entorno la mortalidad por cnfcrmcdad isquémica del
intrauterino. corazón, registrada por primera vez en los
Estados Unidos al final de los años 60 y que
El grupo de Southampton recorrió la to- ahora se ha dctcctado cn muchos otros paí-
talidad del territorio del Reino Unido cn bus- ses, cs cl resultado dc una mejoría general
ca dc registros de nacimientos y mediciones del estado físico y dc la nutrición materna.
dc nacirnienms. Encontraron registros dela- conseguida cn cl transcurso dc cstc siglo.
llados cn Hertfordshirc (al norte de Londres) y
cn la ciudad de Preston (cerca de Mancl~stcr). EIl estudio no invalida CII modo alguno
Pudieron relacionar cl peso al nacer y el peso todo lo descubierto cn materia de cpidemio-
dc la placenta (medidas del entorno intrauteri- logía de la cnl’ermedad isquémica dcl cora-
no) y cl peso al afro dc edad (una medida del zGn. Mas bien añade una nueva dimensión,
entorno posnconatal) con la mortalidad y con un modo dc pensar innovador con respecto a
las medidas elaboradas en la aclualidad cn basc la prcvcncicín dc la enlèrrncdad que nos obli-
a adultos supervivicntcs. Sc encontraron con ga a centrar la atcncitln cn cl desarrollo dc
que los factores de riesgo en adultos con rcs- una poblacií>n femenina sana, cn bcncficio
pecto a la enfermedad isquémica del corazón de las generaciones Iùturas. A pesar de los
SC relacionaban predomjnanlenieii~~ COJIcl vaticinios pesimistas de Rothman, cn mi opi-
entorno intraurerinu y con cierto cl‘ecto del niWn todavía queda mucl~o por hacer en cl
entorno existenle en cl primer año dc cdad. campo de la cpidcmiología, aunque ncccsita-
Por lo tanto, cn lugar dc suponer cluc las sc- remos cchar mano de todo nuestro ingenio
millas de la cnfkrmedad isquémica del cora- para solucionar los nuevos y cada vez 1~6s
zón fueron sembradas $11la infancia, tal y numerosos problemas que SCnos prcscntan.
como muchos otros habían probado, cl grupo
Southamplon ha sciíalado que la salud ma- EPIDEMIOLOGIA Y PROMOCION
terna es dc vital imporLancia. DE LA SALUD
La interpretación de la epidemia dc cn-
La cpidemiologfa cs una poderosa hc-
fermedad isquémica del corazón desde prin-
rrasnicnta con la que SC puede investigar la
cipios de siglo. es la siguiente: cl feto está
interacción de factores genéticos y mc-
programado para hacer frente al mundo cxte-
dioambicntalcs y su relación con la enfcr-
rior de acuerdo con su entorno intrauterino.
medad. Pero cs también un instrumenm con
Para aquellos que experimentaron un entor-
el que podemos probar la eficacia de inter-
no pobre, una exposición a la abundancia cn
venciones, supuestamente promotoras de la
su vida posterior les llevó a un rápido desa-
salud. Esto es lo que James Lind hizo hace
rrollo de atcrosclerosis y a una tendencia
tantos años y es UFI cnfoquc que aún hoy
trortiótica. Los primeros en experimenta1
mantiene su validez. Permitanmc ofrcccrlcs
este efecto serían las clases sociales más al-
tas y de ahí los mayores índices iniciales de un ejemplo de la labor que realizamos cn
nuestro departamento de Dundee.
la enfermedad. Con el transcurso del tiempo,
las madres de las clases sociales mL’s altas En 1988, cl mundo se sorprendió ante la
habían mejorado notablemente su salud y su publicación en Lancet del estudio de Benton y
estado físico, sus hijos estaban programados Roberts sobre la administración de vitaminas a
para la abundancia y posteriormente llegaron niños en edad escolar como complemento dc
a padecer dc la enfermedad isqukmica del su dieta alimenticia. El estudio se había idea-

Il2 Rev San Hig Ptib 1994, Val. 68, Monogláfico


do con el fin de probar la idoneidad de las mar el resultado,ya que el estudio prcscnta-
dietas alimenticias en niños dc socicdadcs ha ciertas“lagunas”. cntrc las que cabe mcn-
industrializadas, que muchos consideraban cionar que no tuvo cn cuenta los resultados
pobres en minerales y vitaminas. Si los resul- del grupo, a cuyos niños no seadministró ni
tados dctnostraban una relación entre una dieta cl suplcmcntoni cl placebo. Si estosrcsulta-
inadecuada y el rendimiento escolar Esto itn- dos SChubiesen trazado en el @ífico, ha-
plicaría acciones importantes de Salud Pú- brían quedado exactamcntc a mitad de
blica. camino cntrc las otraslíneas,sin cluc pudiese
observat-se una diferencia significaGva con
Fue un ensayo controlado que se realizó
respectoa ninguna de las otras dos.
en 90 niños de EGB con edades comprencli-
das cntre 12- 13 años. Se dividieron en 3 gru- El Reino Unido, los EstadosUnidos e Is-
pos de igual tamaño: el formado por niños a rael pusieron en marcha un estudio dc gran
quienes se administró el supletncnto; cl for- cnvcrgadura, bajo la dirección dc Hans Ey-
mado por aquellos a quienes se administró senck, John Yudkin, Stephen Schocnthaler,
un placebo y por último el grupo que incluía E. Peritz y otros. Bcnton, por su parte, cm-
a niños que no recibieron nada. La prueba prendió un estudio sobre seis colegios en
comenzó al iniciarse cl año escolar y conti- Bélgica. Ambos estudios fueron ob-jeto de
nuó hasta cl mes de junio siguicntc. Se les críticas: cl de Benton. porque se había mos-
examinó antes y después de administrarles cl trado partidario de un punto de vista cspccí-
suplemento vitamínico, por tncdio dc una rico, y cl otro, porque se había financiado
batería verbal que incluía al Test de Capaci- con cantidadesconsiderablesde dinero pro-
dad Cognitiva y al Test Calvert No Verbal. cedente de la fabricación de vilaminas. El
En el examen se mostraba un g-Hico indi- Dr. Cropmbic y yo propusimosotro estudio,
cando que no había diferencia en el incre- aunque basado en exactamente el tnismo
mento de la puntuación de inteligencia l~ro~ocoloy suplemcti1osque seutilizaron en
verbal, entre los grupos suplemento y place- el estudiooriginal dc Benton y Roberts.Tra-
bo, sí había una diferencia considerable cn bajamos cn colaboración con cl Dcparta-
inteligencia no verbal a favor del suplemen- mento de Psicología de Dundec y cl Rowett
to. Los autores declararon que “las carencias Institutc de Aberdeen, a cuyo cargo estuvo cl
dietéticas impiden la f’unción neural en estos análisisdietético.
niños”.
El diseño l‘ue esencialmente el mistno,
Este resultado llegó hasta los titulares de salvo que los niños tenían edadescotnprcn-
muchos periódicos, en especial los dc la didasentre los ll y los 13 añosy que utiliza-
prensa amarilla. El fabricante de Lales cotn- mos tres testsadicionalesde inteligencia no
plejos multivitamínicos los lanzó al merca- verbal y un testadicionalde inteligenciaverbal.
do, previa campaña promociona1 citando al Los niñosfuerondivididossólocn aquellosdos
estudio como prueba de su eficacia. La venta crt-uposque supuestamente presentaríanla tna-
de preparados vitamínicos en general, se dis- Gor diferencia, esdecir, aquellosque recibie-
paró en todo el país y se hizo una llamada pa- senel suplementovitamínico o el placebo.
t-a lomar medidas encaminadas a mejorar la
dieta alimenticia de los niños británicos. iEs- La historia puede resumirse tnostrando
te es uno de los pocos ejemplos de la puesta el mismo cuadro de Bcnton y Robet-ts,sólo
que usando nuestra información. No hubo
en marcha instantcínea de un pt-oyecto, a pe-
sar de la falta de pruebas fiables! una diferencia significativa entre los catn-
bios en fa puntuación, durante el transcurso
Si el resultado hubiese sido correcto, en- del año escolar.De hecho, si consideramosa
tonces habría cobrado una enorme importan- todos lostesten cuestión.el cambio indicado
cia, tanto para la salud pública cotno para en el grc?ficofue, sin duda, el mássignificati-
una política dietética. Era importante confir- vo de los registrados; los demís teses dc inte-

ìiev SEUI Hig Púb lc)W, Vol. 6X, Monográfico ll?


ligcncia no verbal no daban indicio alguno su solución exigkí una dósis considcrablc de
sobre un posible clècto del sul~lcmcn~o vita- especialización. Sin embargo, tengo scrias du-
mínico. Este estudio se realizo rcspctando al das dc que aún qucdc sitio para ciertos tipos de
mliximo los métodos cmpleados. No sólo ha- estudio. Mc pregunto si mcrccc la pena repetir
bía ninos suficientes para demostrar un clèc- estudios que han sido ya claborados en muchas
10 bastante inferior al hallado por Bcnton y ocasiones y cuyos resultados han sido los mis-
Roberts, sino que también se pusieron todos mos, cn distintos cntornos. Por ejemplo, po-
los medios, agotadores pero que garantiza- dríamos argumentar que, cn vista de las
ron el éxito de la empresa, para asegurar la in,oentcs cantidades dc ini‘ormación dc que
cooperación de los niños durante todo cl afro. SC disponc sobre los cfcctos dañinos del há-
Los resultados dc los otros dos estudios bito de i’umar tabaco, cualquier invcstiga-
aparecieron un año más tarde. Los cl‘cctos ci6n ulterior no aportaría nada dc interés
para la salud pública. Si bien quiz5 podría
publicados ~uet-on los prcvisws, pero no eran
generalizados sino mis bien con ~~sl~ccto a haccrsc aún m5s rcspccto al peligro del taba-
co, ésle ya ha sido reconocido por la acción
ciertos subgrupos y también existÍan pruebas
dc los gobiernos y por las autoridades sanita-
que confïrmaban un alto indicc dc incumpli-
miento. Del estudio realizado en los tres pai-
ses, sólo SCpublicaron los resultados del dc Posiblcmcntc, los resultados locales moti-
Estados Unidos, a pesar de lo incierto cn la ven más la toma dc medidas al ser mk convin-
evidencia, salió a la venta un ~LICVO comple- ccntes ant una autoridad sanitaria preocupada
-jo vitamínico llamado Vitachicvc, claborado por ccñirsc a un prcsupucsto. La Salud Pfihlica
especí-l’icamentc para niños cn cdad escolar. podría sacar mayor provecho dc una cstratcgia
y se editcí un libro en el cual sc explicaba la altci-nativa y ni& económica. La carga de las
importancia de los suplementos vitamínicos cnièrmcdadcs podría sor evaluada a partir de
con relación al coef‘iciente intclcclual y cl estadísticas locales dc mortalidad y mor-bili-
coinpol-tülnicnto del niño. dad, recogidas sistcmaticamcntc, y del rics-
Esta vez no pudieron engañar a los pcrió- go estimado atribuíblc, basado cn los
dices. Basándose cn las pruebas presentadas rcsu 1tados cpidemiol0gicos dc terceros. En-
en el estudio dc Dundcc y cn owo estudio tre otros cjcmplos, l~od~mos inciicionar las
que se realizó empleando técnicas distintas, evaluaciones dc la tensión sanguínea o los
Ia actitud de los cicntílïcos corresponsales nivclcs dc colcstcrol CII sucre y SLI relación
i’ue decididamente hostil. Vitachicvc duró con la cnfcrmedad isqkmica del corazón.
unos pocos meses en el mercado y la c~qxc- La tentación de comprobar si lo que cs cierto
sa iábricante del paquete IQ Cocficientc in- cn otro sitio lo cs también en nuestra propia
telectual, perdicí la batalla legal que había zona pucdc ser muy I‘uerte, pero prob-
emprendido para comercializar su producto ablemente carezca dc todo valor desde el
bajo tal nombre. punto de vista epidemiolósico.

CONCLUSION La función de la epidemiología es probar


hipótesis y que, cada vez que SChaga un estu-
Las directrices para la epidemiología mo- dio, estas arrojen una nueva luz sobre cl tema
derna son variables y el desafío al que se en- en cuestión. Siempre que haya una hipótesis
kenta la Salud Pública, es llevar a la ptictica nueva, sea cual Iùere la dimensión del pro-
los resultados en beneficio de la comunidad. greso alcanzado, la salud pública se benefi-
Continuamente surgirán nuevos problemas y ciará de la labor realizada.

114 Rev SanHig Púb 1994. Val. 68, Monográfico

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