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El deber

El deber adquiere una importancia especial en la ética Kantiana, a su vez, se

encuentra relacionado con la buena voluntad. El deber al tener un carácter de obligatoriedad

pasa a primer plano, esto debido a que según Kant, el hombre no es racional en su totalidad.

Es así, que al momento de tomar una decisión se encuentra a merced de varias

“inclinaciones”, es decir, aspectos como el amor, odio, egoísmo, simpatía, entre otros. Es

muy complicado que el hombre logre decidir sobre un acto sin basarse en estos aspectos y

tan solo teniendo en cuenta la “buena voluntad” (Ipuz, 2010).

La buena voluntad y el deber

Adicionalmente, lo único bueno en su totalidad para Kant es la buena voluntad,

puesto que, no existiría situación alguna en la cual la buena voluntad pueda ser considerada

a través de una noción negativa. Sin embargo, como ya se mencionó anteriormente, es muy

complicado que el hombre actúe solamente por buena voluntad sin dejarse influenciar por

las “inclinaciones” (Iracheta, 2017).

Ahora bien, cuando existe este conflicto entre la buena voluntad y las inclinaciones

propias del individuo, la buena voluntad adquiere el carácter de deber, es decir, pasa a ser

lo correcto moralmente. De forma similar, cuando no existe ningún tipo de distracción o

inclinación que entre en conflicto con el individuo, se conoce como “voluntad santa”, en

este caso el “deber” pierde su sentido debido a que el “querer” del individuo coincide con el

“deber”. No obstante, una vez más es necesario mencionar que es bastante complejo que el

hombre no presente ninguna distracción o deseo personal al momento de tomar una

decisión (Iracheta, 2017).


Tipos de actos

Existen 4 tipos de actos según la ética Kantiana. Con el fin de lograr un mejor

entendimiento, a continuación se explica cada uno de ellos a través de un ejemplo. La

situación es que una persona se está ahogando en un río y un individuo tiene la potestad de

salvarlo o no, de esta manera se pueden desencadenar 4 posibles escenarios (Ipuz, 2010).

1. Actos contrarios al deber

Disponiendo de todos los medios necesarios para salvarlo, decido no

hacerlo, porque le debo dinero a esa persona y su muerte me librará de la deuda. He

obrado por inclinación, esto es, no siguiendo mi deber sino mi deseo de no saldar mi

deuda y atesorar el dinero.

2. Actos de acuerdo al deber y por inclinación mediata

El que se ahoga en el mar es mi deudor, si muere, no podré recuperar el

dinero prestado. Lo salvo. En este caso, el deber coincide con la inclinación. En este

caso se trata de una inclinación mediata porque el hombre que salva es un medio a

través del cual conseguiré un fin (recuperar el dinero prestado). Desde un punto de

vista ético, es un acto neutro (ni bueno ni malo).

3. Actos de acuerdo al deber y por inclinación inmediata

Quien se está ahogando es alguien a quien amo y por lo tanto, trato de

salvarlo. También el deber coincide con la inclinación. Pero en este caso, es una

inclinación inmediata porque la persona salvada no es un medio sino un fin en sí

misma (la amo). Pero para Kant, este es también un acto moralmente neutro.
4. Actos cumplidos por deber

El que se ahoga es un ser que me es indiferente... no es deudor ni acreedor,

no lo amo, simplemente, un desconocido. O pero aún, es un enemigo, alguien que

aborrezco y mi inclinación es desear su muerte. Pero mi deber es salvarlo y lo hago,

contrariando mi inclinación. Este es el único caso en que Kant considera que se trata

de un acto moralmente bueno, actos en los que se procede conforme al deber y no se

sigue inclinación alguna.


Referencias

Ipuz, J. (2010). ). Ética de Kant o del deber. Colombia : Universidad Surcolombiana .

Iracheta, F. (2017). Deber y finalidad en la ética de Kant. Lima: Universidad Inca

Garcilaso De La Vega.

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