“La ansiedad es una emoción que se produce cuando creemos que
existe alguna amenaza para nuestra integridad física. La ansiedad
tiene una función protectora. La ansiedad no nos puede matar ni enfermar, solamente nos hace sentir cierto displacer o malestar. Muchas veces creemos que el peligro que enfrentamos es mucho mayor de lo que es en realidad, y sentimos una gran ansiedad y descontrol. La ansiedad no nos puede matar, ni volver locos, solamente hacernos sentir displacer(mal)” Cuando nuestros ancestros vivían en las cavernas, era vital que cuando se enfrentaran con el peligro una respuesta automática se produjera, haciendo que ellos tuvieran reacciones inmediatas (correr o luchar). En el ajetreado mundo de hoy, esta respuesta de lucha o huida es un mecanismo necesario. Imaginemos a una persona que está cruzando la calle y de repente aparece un automóvil a gran velocidad. Si la persona no experimenta ninguna ansiedad, es probable que la persona sea atropellada. La respuesta de lucha o huida le permite a la persona apartarse rápidamente de la calle, preservando su integridad. Por lo tanto, la ansiedad y el pánico tienen como objetivo protegernos, tener ansiedad significa estar preparados para la supervivencia. Porque la respuesta de lucha o huida implica un gran gasto energético, la persona se siente fatigada, muy cansada, agotada, sin fuerzas.
La ansiedad tiene tres sistemas, a veces funcionan todas juntas y a
veces no: cognitivo, son todos los pensamientos que nos preocupan; fisiológico, son todas las sensaciones que se producen con la respuesta de ansiedad y conductual, la conducta de huida o evitación.
La respuesta de lucha o huida, cuyo objetivo es evitar que el
organismo sufra daños. Esta respuesta está en todos los seres humanos, y es normal. Lo que hace que sea percibido como anormal es que se produce, generalmente, sin estímulos aparentes(causas). Esto hace que creamos que tenemos un problema grave, que puede afectar nuestra vida o nuestra salud mental. Sólo es la respuesta de lucha o huida, activada de manera automática. No nos puede matar, tampoco nos volveremos locos, ni perderemos el control. Solamente experimentaremos malestar por unos minutos (generalmente no mayor a 10 minutos).