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Motor Interno
Motor Interno
campo magnético, conformado por, en el caso de un motor trifásico, por tres devanados
monofásicos que al ser conectados en delta o en estrella, forman un devanado trifásico. Su
parte más vulnerable es el aislamiento de los conductores que forman los devanados, y sus
mecanismos de falla son, corto espira – espira, corto fase – fase o corto fase – tierra.
Identificar fallas prematuras en el estator representa un gran desafío si no se cuenta con las
herramientas de diagnóstico apropiadas y especializadas en esta zona de falla, y se tiene el
agravante de que al presentarse un defecto en el estator no transcurre mucho tiempo antes
de que se presente un daño catastrófico.
5. Rotor:
Daños en el rotor, como pueden ser barras rotas o agrietadas, daño en las láminas, fisuras y
porosidad, tienen efectos severos en el aislamiento de los devanados del estator debido a las
altas temperaturas que se generan alrededor de donde esté localizada la falla, dada la cercanía
de ambas partes (rotor – estator). Cambios en la uniformidad de los campos magnéticos y
consigo de los flujos magnéticos, aparición de altas impedancias en el rotor, cambio de
inductancia en cada una de las fases de un motor trifásico, y análisis de espectros de
frecuencias, son aspectos que se exploran y verifican para evaluar la salud del rotor.
Por otra parte, el desarrollo de fallas en el rotor crea adicionalmente sobre esfuerzos en
rodamientos y soportes, acelerando su desgaste y reduciendo el tiempo de su vida útil,
reflejándose en la aparición de vibraciones de manera temprana en la operación del motor.
6. Entrehierro
El espacio existente entre el estator y el rotor se conoce como entrehierro. El modo de falla
del entrehierro se centra en la excentricidad que este pueda tener, y se presenta cuando el
espacio entre el rotor y el estator no es uniforme a los largo de sus 360°. Se presenta
excentricidad por diferentes motivos, algunos de ellos asociados a fallas de fabricación y
ensamble del motor, y otras a los sistemas de accionamientos acoplados al eje del motor
(correas, poleas, cargas mecánicamente desbalanceadas). Se tiene dos tipos de
excentricidades, dinámicas y estáticas. La excentricidad estática se presenta cuando hay un
desbalance constante entre el centro del eje y el eje central del motor y la excentricidad
dinámica es aquella en donde se presenta un desbalance variable entre estos.
Un entrehierro con excentricidad, genera un flujo magnético no uniforme provocando sobre
esfuerzos en rodamientos y soporte, resultando en niveles de vibraciones crecientes,
acortando su vida útil. También crea un desbalance en los flujos de corriente sobrecalentando
aquellas zonas de mayor consumo, con sus consecuentes efectos.
Como se expuso, garantizar una correcta y continúa operación de los motores es una
necesidad inaplazable, y solo se puede lograr aplicando estrategias correctas de diagnóstico,
cuya ejecución debe ser a través de pruebas especializadas y análisis profundos y
concienzudos, orientados a mejorar la confiabilidad de los motores y de los programas de
mantenimiento predictivo, obteniendo beneficios tan significativos como la toma oportuna
de decisiones, la adecuada programación de paradas de mantenimiento y la ejecución de
trabajos planeados, reflejándose todo esto en una considerable disminución de costos
operativos.
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A nivel industrial siempre se busca la optimización de los procesos productivos para ser
eficaces, eficientes y rentables a través de tecnologías de punta y de la búsqueda constante
de mejoras e innovaciones de todos sus procesos, en especial los productivos y de apoyo
donde se genera el valor agregado bajo una política de gestión eficiente de activos. En ese
orden de ideas, las áreas de mantenimiento deben garantizar la disponibilidad de los
equipos, definida como la confianza de que un componente o sistema dentro de un proceso
productivo ejerza su función satisfactoriamente para un tiempo dado, ya que en el
cumplimiento de los más altos estándares operativos no son admitidas fallas en la operación.
Estudios e investigaciones realizadas, han identificado seis zonas de falla eléctricas que
están directamente relacionadas con la mayoría de las fallas de motores eléctricos, las
cuales, a través de pruebas estáticas (desenergizado) y dinámicas (energizado), realizadas
con equipos de última tecnología, como el MCEMax, permiten evaluar la condición en la
que se encuentran e identificar problemas potenciales antes de que ocurran.
Las seis zonas de falla de los motores son: Calidad de Energía, Aislamiento, Circuito de
Potencia, Estator, Rotor y Entrehierro.
Zonas de falla
de los motores eléctricos
1. Calidad de Energía:
Dentro de los factores que afectan la calidad de energía están los transientes, divididos en
impulsivos y oscilatorios, con duraciones del orden de los nano y micro segundos;
Variaciones de corta duración que se clasifican de acuerdo con su duración como
instantáneas, momentáneas y temporales, en las que se encuentran los Sags (Valles o
Hundimientos), Swells (Crestas) e interrupciones; Variaciones de larga duración como
interrupciones sostenidas, Bajo voltaje, sobrevoltaje y desbalances de voltaje; y Distorsión
de Forma de Onda como armónicos y ruidos (IEEE STD 1159-1995).
Variaciones de voltaje RMS