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CONVIVIO

32 El lenguaje
LETRAS LIBRES
ABRIL 2017
de la política
MARK THOMPSON

A diferencia de los políticos


convencionales, Trump acude
al exabrupto y las medias
verdades para parecer
auténtico. Su aparente
desprecio por la retórica pone
en evidencia una crisis del
lenguaje público que es
urgente atender.

Ilustraciones: LETRAS LIBRES / María Titos


E
n 2016 apareció, en inglés, escribía cartas y despachos con el suficiente peso para
mi libro Sin palabras. ¿Qué ha que las clavetearan en las esquinas de las calles.
pasado con el lenguaje de la políti- No era necesario ese lenguaje florido que siem-
ca? En él apenas pude reflejar pre andaba soltando aquel escurridizo abogado Marco
las decisiones sobre el Brexit, Tulio Cicerón. En su lugar: Veni, vidi, vici. “Vine, vi y
y tuve que cambiar las prue- vencí.”
bas finales pocos días des- “Tenemos que levantar un muro, amigos. Tenemos
pués de la votación. Pero las que levantar un muro y los muros funcionan. Solo tie-
elecciones en Estados Unidos estaban a varios meses nen que ir a Israel y preguntar: ¿qué tal les va con su
de distancia. muro? Los muros funcionan.” Ese es Donald Trump
Pensaba que Donald Trump tenía más posibilida- dirigiéndose a sus seguidores en Dallas, en septiembre 33
des de ganar de las que le daba la mayoría de la gente, de 2015. Trump está usando, ya sea de forma consciente
en buena medida porque me parecía que había encon- o inconsciente, un estilo que los estudiantes de retórica
trado una fórmula retórica que, a pesar de su increí- llaman parataxis: oraciones cortas, sencillas, que enfati-
ble riesgo, era, en potencia, una fuerza perturbadora zan la seguridad y la determinación y que pueden api-
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y casi imparable. larse como los ladrillos de un muro para llegar a una ABRIL 2017
A esta historia aún le queda mucho por andar, pero conclusión que tiene lógica lingüística, aun cuando
ahora sabemos más de lo que sabíamos en junio, así que carezca de argumento dialéctico. En este caso, la alite-
analicemos algunos rasgos claves de la revolución retó- ración, con todas las w de wall y la palabra works, ayuda.
rica de Trump. El primero es una paradoja. Donald Al margen de lo que pensemos de este estilo retó-
Trump asegura que no utiliza la retórica. El día de la rico, fue lo bastante eficaz como para ganar una elec-
inauguración, dijo a Estados Unidos: “Los tiempos de ción presidencial. Aunque está claro que también tiene
las palabras vacías han terminado. Ahora llega la hora desventajas.
de la acción.” No se puede transmitir un pensamiento comple-
La retórica es para los demás. Yo soy un hombre de jo ni realizar un debate sofisticado, de hecho, incluso
acción. Eso es lo que Marco Antonio dice a la mitad la sola idea de intentarlo traicionaría el estilo. Quizás
de su monólogo “Amigos y romanos, compatriotas”: esta es una de las razones por las que el presidente se
“Orador no soy, cual Bruto, / sino, cual todos me cono- irrita tanto cuando sus oponentes o los medios lo retan
cen, franco, / hombre sencillo.” Es lo mismo que Silvio con una argumentación sistemática o, Dios no lo quie-
Berlusconi, otro empresario convertido en pro- ra, con los hechos reales.
totrumpiano, dijo alguna vez al pueblo ita- Y es muy difícil lograr semejante estilo. Un reto
liano: “Si hay algo que no soporto es la práctico para el nuevo presidente es que ninguno de sus
retórica, lo único que me importa es lugartenientes (ciertamente no Sean Spicer, ese desven-
lo que se necesita hacer.” turado secretario de Prensa de la Casa Blanca) puede
Algunos de los enemigos de imitarlo con éxito. O como dijo otra persona clave
Donald Trump, sobre todo quie- de su equipo, Kellyanne Conway: “ninguno de noso-
nes aprecian la magnífica oratoria de tros lo hace como él”. Nadie puede hacer de Trump tan
anteriores presidentes, podrían sen- bien como Trump.
tir la tentación de coincidir en que su La mayoría de los presidentes delega sus mensajes
forma de hablar en público no alcan- a sus subordinados. Dado que gran parte de la credi-
za la categoría de retórica. bilidad con sus seguidores depende del singular estilo
Pero se equivocarían. Y él está de su discurso político, es muy probable que Donald
equivocado. Trump tenga que hablar por sí mismo.
A pesar de esas protestas, la anti- Quizás está a la altura de la tarea. Ahora mismo,
rretórica es solo otra forma de retórica. este ejército de un hombre está taladrando los tímpanos
Así que abramos el capó para echar un de Estados Unidos con lo que se ha convertido en una
vistazo a la retórica trumpiana. blitzkrieg retórica –veinticuatro horas al día, siete días
Al hombre fuerte, al general, al a la semana– de discursos presidenciales, ruedas de
dictador y, hoy en día, al presidente prensa, mítines políticos como si estuviera en campa-
de una corporación que se mete en la ña, tuits y frases improvisadas.
política, le gusta mantener el discurso Si uno de sus ataques se queda atascado o es
breve y amable. Cuando Julio César se repelido, lanza otros tres, como cuando era candi-
iba a la guerra, le gustaba mantener su dato. Incluso el frenesí de órdenes ejecutivas pare-
marca bien bruñida en Roma, así que ce, en principio, tener una intención más retórica que
administrativa, aunque algunas, por supuesto, han teni-
do efectos inmediatos en la realidad.
La exageración, la distorsión, el despliegue teme-
rario de rumores carentes de base y teorías de la cons-
piración como si fueran hechos: hablé de todas esas
tendencias de la retórica política contemporánea en mis
conferencias de 2012 y en mi libro. Hoy son elemen-
tos centrales no solo de los tuits matinales de Donald
Trump sino de su retórica formal como presidente.
En su discurso inaugural describió a su país, que
34 pese a sus problemas es uno de los más exitosos y prós-
peros en el mundo, en términos apocalípticos: “Esta
matanza estadounidense termina aquí y termina ahora.”
“Matanza estadounidense” es un ejemplo supre-
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mo de la inclinación del presidente Trump, implíci-
ABRIL 2017 ta o explícita, a construir argumentos falaces desde lo
particular hasta lo general. Si un inmigrante mexica-
no es un violador, todos lo son. Si algunos estadouni-
denses han perdido sus trabajos o han sido víctimas del
crimen, entonces todo estadounidense, o al menos
todo estadounidense “real”, vive en medio de la pobre-
za, el miedo y la matanza. La “propaganda de masas”,
escribió Hannah Arendt a propósito de los regímenes
totalitarios del siglo xx, “descubrió que su público enfoque más presidencial. De ninguna manera: a los
estaba listo, en todo momento, para creer lo peor, sin pocos días tuiteó sobre cómo su predecesor, Barack
importar lo absurdo que fuera, y que no objetaba en par- Obama, un “mal tipo (o un enfermo)”, supuestamente
ticular que se le engañase porque, de cualquier manera, lo había espiado; una acusación de la que no se ha ofre-
sabía que cada declaración era una mentira”. cido ninguna evidencia. Los cambios en el estilo no son
Pero hay algunos rasgos importantes de la retóri- estratégicos, sino voces adicionales de una personali-
ca de Donald Trump que ciertamente no pude pro- dad retórica múltiple.
nosticar. Un buen ejemplo es lo que se podría llamar Y mucho de lo que dice no trata en realidad de
–no sin cierta amabilidad– indeterminación, su tenden- políticas sino que es parte de un flujo de boletines en
cia a decir cosas diferentes, o incluso contradictorias, tiempo real sobre su estado emocional. De ahí esos
sobre el mismo tema con una distancia de días o incluso signos de exclamación en sus frases finales de Twitter:
horas, o su tendencia a ir de la alabanza y la calidez “¡Qué triste!”, “¡Trabajos!”, “¡No es así!”, “¡Qué des-
a la repartición de culpas y la furia, sin que en aparien- honesto!” “¡qué peligroso!”, “¡Disfrútenlo!”
cia eso moleste lo más mínimo a sus seguidores. Para un segmento importante de Estados Unidos,
Los políticos convencionales suelen poner mucho este candor emocional, la informalidad, la esponta-
énfasis en la consistencia. Solo cambian de táctica cuan- neidad, incluso la voluntad para contradecirse, reve-
do creen que deben hacerlo y solo después de una lan la autenticidad de Donald Trump. Es algo que les
reflexión cuidadosa y de analizar riesgos. También gusta y admiran.
reprimen con diligencia su estado de ánimo o lo des- Si no compartes su admiración, si no te atrae la
tilan en una esencia cuidadosamente calibrada y polí- forma en que Donald Trump, Nigel Farage y Marine
ticamente útil. Le Pen están socavando lo que sus defensores ven como
Ni Donald Trump ni su base se sienten atados a las convenciones y desacreditadas retóricas de la polí-
estas convenciones en lo más mínimo. Las políticas tica mainstream y lo que Steve Bannon llama “el Estado
trumpianas son plásticas, maleables a casi cualquier administrativo”, más vale que te pellizques. Quizá
grado y en cualquier momento. Si dice una cosa y des- no seas una persona “real” en absoluto, sino un miem-
pués otra, la segunda no hace mucho por reemplazar a bro de esas élites. Esta es la brecha que se abrió en
la primera sino que coexiste con ella. Estados Unidos y Gran Bretaña en 2016.
Muchos observadores siguen analizando su retó- Había un ambiente de incertidumbre cuando,
rica como si fuera un político tradicional. Así, se habló semanas después de su victoria electoral, Donald
de su primer discurso ante el Congreso como si fuera Trump vino a comer al New York Times y pasó 75 minu-
un “giro” meditado, en sustancia y en estilo, hacia un tos respondiendo preguntas. ¿Empleará la tortura? El
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hombre que había elegido como secretario de Defensa, occidentales. Sino que el hombre que hoy dirige el país
el general Jim Mattis, le había dicho que no daba más poderoso del mundo no parece reconocer o acep-
resultados, así que tal vez no. Desde entonces, el tema tar la naturaleza objetiva de la realidad. Donald Trump
ha vuelto a la mesa y se ha descartado por lo menos parece creer que tiene el poder divino de hacer que las
una vez más. cosas sean ciertas solo con decirlas. Y está claro que
¿Llevará a Hillary Clinton a los tribunales, como decenas de millones de estadounidenses consideran
prometió durante su campaña? “No quiero dañar a los que la distorsionada versión de Trump de la realidad
Clinton, de verdad que no”, dijo el hombre al que la es más creíble que la que uno obtiene mirando el pla-
Constitución de Estados Unidos ordena “cuidar que neta Tierra.
las leyes sean ejecutadas fielmente”. Todo es subjetivo. “Quiero que todos sepan que estamos combatien-
Y subjetivamente válido solo en ese momento. do las noticias falsas”, dijo Trump hace un par de meses
Donald Trump ve la política contemporánea como en la Conferencia de Acción Política Conservadora.
una lucha maniquea entre dos visiones opuestas del “Son falsas. Una farsa. Falsas.”
mundo: la de la élite liberal del establishment, que al pare- Lo dice todo sobre la intuitiva facilidad retórica
cer incluye a muchos republicanos y demócratas, y la del nuevo presidente, y sobre su falta de escrúpulos,
de los “verdaderos” estadounidenses, cuya “voz” dice que haya convertido con agilidad la frase “noticias fal-
representar. Así que, para él, los hechos citados por el sas” en un palo para golpear a organizaciones perio-
establishment son mentiras debido a la fuente de la que dísticas como The New York Times, organizaciones que,
provienen, mientras que cualquier aseveración que con- al margen de las cosas que hagan, tienen un cuidado
cuerde con su propia visión del mundo –sin importar lo inmenso para asegurarse de que cuentan lo que suce-
fantasiosa u objetivamente falsa que resulte– es, por defi- dió de verdad.
nición, un “hecho”. Uno de los dichos del señor Trump Donald Trump ha asegurado en varias ocasiones
es “todo es negociable”. Ese “todo” incluye la realidad. que el Times está perdiendo lectores y suscriptores. En
Si no te gustan los hechos, aquí tienes unos alternativos. realidad, lo que está sucediendo es exactamente lo con-
Lo más preocupante sobre la controversia de las trario: en los últimos tres meses de 2016 tuvimos más
“noticias falsas” no es que algunas personas diseminen suscriptores digitales nuevos que los que tuvimos
mentiras en internet para obtener beneficios comer- durante los años 2013 y 2014 juntos. Otros medios serios
ciales. Ni que las grandes plataformas digitales dis- también están teniendo audiencias más grandes y un
tribuyan sin discriminación lo bueno, lo malo y lo feo mayor número de suscriptores.
al mundo entero. Ni siquiera que Rusia esté desinfor- Pero no debemos engañarnos: en Estados Unidos,
mando deliberadamente para influir en las elecciones la tradición de buscar los hechos y contar la verdad
que, con todas sus fragilidades, no tiene parangón en el Carlomagno era un hombre ambicioso, pero no
mundo, está ahora bajo un ataque fundamental. solo en cuanto a tierra y poder. Tenía la ambición de
Recordemos que la confusión pública –a quién se construir una civilización.
le debe creer y, en última instancia, qué es verdadero Sabía cuántos elementos esenciales de una socie-
y qué es falso– favorece asimétricamente al mentiroso. dad bien ordenada se habían perdido con la caída de
No se necesita creer por completo en la desinforma- Roma y se dispuso a redescubrirlos y reconstruirlos.
ción para que esta dañe a la democracia. Tan solo Pero no pensaba hacerlo solo: reunió en su corte a las
se necesita que siembre las dudas suficientes, en las mentes más brillantes del mundo conocido, incluyen-
mentes de suficientes personas, sobre la fiabilidad de do al monje y abad anglosajón Alcuino de York.
las fuentes de información genuina para que toda la Pensemos en el rey franco y en su consejero inglés
36 cuestión de la verdad se convierta en un permisible tratando de erigir de nuevo una vasta catedral con pie-
objeto de debate. dras desperdigadas. ¿Cuál debería ser la primera
La desinformación busca igualar todo, pertur- piedra, la piedra angular?
bar y dividir. El año pasado hubo mucha desinforma- No era la ciencia ni la literatura ni la ley. Eligieron
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ción en el debate sobre el Brexit y la indignación por la retórica (para enseñarla, discutirla, desarrollarla y
ABRIL 2017 el resultado persiste al día de hoy. Pero, al menos para utilizarla). Aunque su definición de retórica era mucho
mí, esta estrategia se sintió como un medio usado irres- más amplia que la que conocemos. La retórica, tal y
ponsablemente, al calor de una campaña política, para como Carlomagno y Alcuino la entendían, nos ayuda
alcanzar un fin. a darle sentido al mundo y a compartir esa compren-
Lo mismo se podría haber dicho de Donald Trump sión. También nos enseña a “prestar atención” al “lado
si la desinformación hubiera concluido con las cam- contrario”, al otro.
pañas, pero no lo ha hecho. En cambio, parece que la Acabamos de ver que en el Estados Unidos de
desinformación deliberada será un rasgo central de Trump hay una fractura tan profunda en las percep-
la presidencia del señor Trump. ciones de la realidad que los dos lados ni siquiera com-
Esto no tendría mayor importancia si estuviéramos parten los hechos.
hablando de la Rusia de Vladimir Putin. El hecho de Imaginemos a Carlomagno y a Alcuino empleando
que esté sucediendo en Estados Unidos conduce, no la retórica para conseguir exactamente el efecto contra-
solo a este país sino a todo el mundo occidental, hacia rio: permitir que diferentes tribus y grupos lingüísticos,
un territorio desconocido. con culturas y visiones distintas del mundo, pudieran
Tampoco sabemos hacia dónde nos conducirá el “prestar atención” y “asimilarse” entre sí para utilizar,
odio del presidente contra los que considera medios de este modo, ese entendimiento común como el fun-
del establishment. En relación a lo que había dicho sobre damento del imperio de la ley, el gobierno estable y la
modificar las leyes del libelo, cuando visitó The New prosperidad.
York Times, le pregunté si apoyaba la primera enmien- Esto podría parecer un voto a favor de la posición
da de la Constitución –la libertad de prensa, en otras centrista o del mutuo acuerdo, pero no lo es. Las mejo-
palabras–. “Creo que a ustedes les irá bien –dijo–. res ideas para crear políticas comienzan a menudo en
Creo que estarán bien.” Luego salió del edificio y dijo los márgenes radicales y no en el cómodo centro, y hay
que la organización a la que había descrito esa misma ciertos temas en los que nunca se deben hacer conce-
mañana como el “New York Times en crisis” era una siones. El objetivo de la retórica, definida de esta forma
“joya” para Estados Unidos y para el mundo. Saquen tan amplia, no es el mutuo acuerdo o el centro como tal
sus propias conclusiones. (Carlomagno no era precisamente un demócrata libe-
ral), sino un contexto de entendimiento compartido
en el cual se puedan aislar y afrontar los desacuerdos.
Pero la historia nos enseña que lo que se puede
¿Qué nos puede decir sobre esto la larga historia de la aprender también se puede olvidar, y lo construido se
retórica? Mi respuesta es: mucho. En Sin palabras pude puede destruir. En el caso de la retórica, a lo largo de
rastrear los orígenes de la retórica y los asombrosos los siglos perdimos de vista ciertas verdades sobre la
paralelismos entre las pasadas crisis del lenguaje públi- sociedad y la política que eran evidentes para un empe-
co y nuestro problema actual. rador que cortaba cabezas en la batalla y un monje iti-
Me limitaré a un solo momento, no del inicio de nerante, sentados ante el fuego, en las profundidades
la historia de la retórica sino a un punto intermedio. de la Edad Oscura.
Haremos una visita relámpago, no a Grecia ni a Roma, Nuestra noción de la retórica se redujo al punto
sino a Aix-la-Chapelle –la moderna Aquisgrán–, a la de que llegamos a creer que se trataba solo de “buena
corte de Carlomagno, emperador y rey de los francos. oratoria” y, gracias a que ahora poca gente escucha
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discursos, que era política y socialmente irrelevante. Ya de esta tendencia racionalista son las élites tecnócratas
no nos parece necesario enseñar a los jóvenes a com- y muchos –aunque claramente no todos– miembros del
prender y formular argumentos, o desarrollar las facul- establishment político actual.
tades críticas necesarias para juzgar qué y a quién creer, Frente a ella está la tendencia que en mi libro
o no creer, tanto en la política como en la vida. llamo autenticismo.
La retórica que resucitaron Carlomagno y Lo que más importa a los autenticistas es la iden-
Alcuino era antropológicamente realista. Comprendía tidad y los valores compartidos de una comunidad
que, como Aristóteles había enseñado, el contenido dada, y el mejor orador es el que entiende y expre-
intelectual del lenguaje público, los hechos, la argu- sa con mayor exactitud las necesidades emocionales,
mentación sistemática –Aristóteles le llama logos– son incluso espirituales, de su comunidad. En otras pala-
importantes. Y reconocía que la persuasión de un bras, el ethos y el pathos lo son todo y ahora le toca al
grupo determinado de oyentes depende también del logos ser marginado.
contexto emocional: la impresión que da el hablan- Como hemos visto, los autenticistas pretenden
te, ethos, y el ánimo y la reacción de los oyentes, pathos. hablar el mismo lenguaje sencillo de la gente que ase-
Pero durante la Ilustración, y de manera posterior, guran representar. Para ellos, “retórica” es un insulto,
esa concepción empezó a ser cuestionada por tenden- reservado para el discurso de aquellos que consideran
cias opuestas. Llamemos a la primera el hiperracionalismo, enemigos de su comunidad –lo que a menudo signifi-
la creencia de que lo único importante en el lenguaje ca aquellos que privilegian los hechos y el argumento
público es el logos, o la razón (es decir, una aplicación por encima de lo que los autenticistas ven como una
casi científica de la lógica y la argumentación inducti- verdad emocional y narrativa más profunda.
va a la evidencia), y que se le debía restar importancia Los autenticistas más notables de la historia fue-
a la emoción tanto como fuera posible. ron los dictadores fascistas de los años treinta. Pero los
Los hiperracionalistas no confían en la retórica por populistas insurgentes europeos y americanos de hoy,
la misma razón que Platón: temen que permita que un incluyendo a Donald Trump, también presentan ten-
orador sin escrúpulos active los resortes emocionales dencias autenticistas.
de su público para que un mal argumento parezca un Este modelo del hiperracionalismo y autenticis-
buen argumento. Podemos pensar que los herederos mo es útil para entender cómo llegamos aquí y cómo
podemos comenzar a sanear las aterradoras divisio- solo moralmente sospechosos, sino totalmente ineficaces.
nes que quedaron al descubierto en 2016. Ignoran la realidad de la naturaleza humana, y no fun-
En primer lugar, creo que el filósofo Michael cionan. Lejos de convencer a quienes no están con-
Sandel tiene razón: las élites tecnócratas y liberales vencidos, incrementan sus sospechas y resentimiento.
del mundo occidental no escucharon a los ciudadanos A menudo se justifica la corrección política, el
comunes. Si por “escuchar” entendemos “escuchar, intento de eliminar el discurso y la escritura ofensi-
hablar con seriedad y responder”, se puede decir que vos y cargados de odio, diciendo que tenemos el deber
han perdido el arte de escuchar. colectivo de proteger del daño y la aflicción a los gru-
Recopilar y analizar datos no es lo mismo que escu- pos vulnerables. Creo que tenemos ese deber, pero que
char, aunque a menudo los líderes políticos y empre- debe ejercerse a voluntad, no se le puede imponer a la
38 sariales, y sus asesores, piensan que son lo mismo. población (y el intento de hacerlo crea más problemas
Tampoco lo es decirle a la gente que sus vidas están de los que resuelve).
mejorando económicamente cuando ellos no perci- La corrección política no ha logrado que el racismo
ben que sea así. Ni advertirles de un futuro que parece y otras formas de prejuicio desaparezcan y quizá los ha
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ajeno a su propia experiencia. “Ese maldito pib es suyo, empeorado. Mientras que, no cabe duda, se han valen-
ABRIL 2017 no nuestro”, como le dijo una mujer al profesor Anand tonado a causa del abrupto cambio a miembros de algu-
Menon cuando había hablado de las potenciales conse- nas minorías contra el daño inmediato, la reacción que
cuencias económicas del Brexit en Newcastle. ha suscitado en muchos países occidentales ha dejado
Y las élites racionalistas olvidaron otra verdad des- a ciertas minorías en una posición más vulnerable que
agradable: que una discusión se gana, en realidad, no antes. Y ha permitido que algunos miembros resenti-
cuando nos hemos convencido a nosotros mismos y dos y enojados de la población que es mayoría no solo
a nuestros amigos, sino cuando hemos persuadido al se presenten a sí mismos como víctimas, con la esperanza
adversario, o al indeciso genuino, de los méritos de de una preferencia económica y política, sino que tam-
nuestro punto de vista. bién se sientan genuinamente víctimas.
En décadas recientes, las élites consideraron algu- Negarse a escuchar; dar por sentados algunos
nas políticas tan obviamente beneficiosas que no era debates mientras se evitan otros; tratar a los ciuda-
necesario defenderlas. El libre comercio es un buen danos comunes como si fueran demasiado estúpidos
ejemplo. No cabe duda de que –para la mayoría de los para entender las decisiones políticas y se les tuviera
economistas, los empresarios y los miembros educados que sobornar, atemorizar o engañar para que estén de
del público– el argumento a favor del libre comercio es acuerdo; o como si no fueran otra cosa que puntos
evidente. Pero para los ciudadanos comunes, preocu- de información que hay que manipular para obtener
pados por el empleo y el futuro de sus hijos, es mucho una ventaja política o en apoyo a un bien común teórico.
menos obvio. No sé lo fácil que habría sido conven- La acusación no es que las élites racionalistas sean direc-
cer a los seguidores de Donald Trump de los méri- tamente responsables de las fuerzas oscuras que ahora
tos del libre comercio. Lo que sí sé es que nadie hizo intervienen en la política occidental, sino que permitie-
el esfuerzo. ron que se abriera un vacío de empatía y comprensión:
Otras discusiones se han evitado de forma deli- ese es el vacío que esas fuerzas oscuras están llenando.
berada. Durante décadas, y pese a la creciente inquie- Por supuesto, no todo lo que ha sucedido es oscuro.
tud del público, las élites han rehuido el debate abierto El euroescepticismo es una corriente legítima y de larga
sobre la inmigración, por miedo a que alentara el racis- tradición en la vida política del Reino Unido y los bri-
mo. Esta supresión hizo que apenas se oyeran los argu- tánicos tienen tanto derecho a dejar la Unión Europea
mentos sociales y económicos positivos acerca de la como en un principio lo tuvieron para formar parte de
inmigración. ella. El público estadounidense tiene derecho a votar a
La élite tecnócrata de Estados Unidos y la mayo- quien quiera para que ocupe la Casa Blanca.
ría de los ciudadanos educados de este y cualquier otro Pero la intolerancia, la ira y la amarga división son
país están convencidos del consenso científico que dice también parte de la historia del 2016. Los ataques antise-
que, casi con total certeza, la actividad humana es la mitas, así como otros ataques racistas, tanto físicos como
causa del calentamiento global. Yo también. Pero no retóricos, se han incrementado en muchos países occi-
estoy convencido de que la mejor manera de persuadir dentales y, al parecer, los atacantes han tomado valor
a los demás sea impedir que se oiga a los escépticos del por el abrupto cambio de la marea política. Las comu-
calentamiento, como han defendido varios científicos. nidades de inmigrantes y los miembros de las minorías
Lo mismo con el tema de la seguridad de las vacunas. étnicas y de otra naturaleza sintieron, y aún sienten, una
2016 demostró que los intentos hiperracionalis- nueva vulnerabilidad y temor. El ánimo político se ha
tas de manipular y cerrar los debates públicos no son vuelto horrible en muchos países. En Estados Unidos,
al menos a nivel federal, la posibilidad de encontrar La tempestad, de William Shakespeare, que con-
un terreno común para la izquierda y la derecha, que trapone a Próspero y Calibán, no acaba en catástrofe
durante la administración de Barack Obama era una sino en perdón y reconciliación, incluso entre enemi-
llama débil, se ha apagado por completo. gos jurados. Al terror y al dolor los sucede la esperanza.
Muchos ciudadanos que eran razonables han Como dice Fernando: “Aunque los mares amenazan,
aceptado una visión apocalíptica y desesperada de sus compasivos son. / Sin razón los he maldecido.”
propias sociedades, la visión del póster antiinmigran- Por tanto, ¿qué nos hará falta para redirigir nuestra
te de Nigel Farage con la leyenda “Punto de ruptura” política hacia el camino de la reconciliación? La humil-
o de la “matanza estadounidense” de Trump. dad para tratar a todos, incluso a los oponentes políti-
Se trata de una visión que exagera y generaliza cos, como si valiera la pena escucharlos.
hasta el punto de la locura los muchos problemas reales El reconocimiento de que el único tipo de lengua- 39
que la gente común enfrenta en nuestras sociedades. je público que puede unir a una sociedad es uno que
La historia nos dice que, cuando esas visiones falsas combine el respeto por la evidencia y la argumentación
pero convincentes se implantan ya solo el diablo las racional con la empatía genuina.
puede disipar. Y que las pueden utilizar líderes polí- La determinación, no para llegar a un acuerdo
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ticos sin escrúpulos para justificar casi cualquier cosa. mutuo sino para interactuar con aquellos que no están ABRIL 2017
La advertencia que hacía Adam Gopnik en Radio 4 de acuerdo con uno y para seguir desarrollando la argu-
parece cierta: “el ascenso de Trump se debe al des- mentación sin importar cuánto cueste hasta convencer
pertar de pasiones profundas y atávicas de nacionalis- a tu interlocutor.
mo y odio racial entre millones de estadounidenses”. La resistencia implacable ante toda forma de cen-
Aunque no nos cuenta toda la historia sobre la natura- sura, oficial o no, y un compromiso para no alentar la
leza humana. Creer en la democracia es creer que esta- intolerancia y el odio de manera clandestina sino con-
mos imbuidos no solo con un potencial inmensamente frontarlos y argumentar en su contra en público.
destructivo sino con aquello que los griegos llamaron Y, finalmente, el valor para asegurarnos de que los
phronēsis o sabiduría práctica. hechos sean escuchados. En gran parte del mundo,
Esta sabiduría, combinada con un lenguaje públi- los gobiernos y otros poderes fácticos ocultan los hechos
co efectivo, permite un proceso de deliberación colec- reales y promueven su versión alternativa de la reali-
tiva y de toma de decisiones que nos da la mejor dad. Ahora hay fuerzas poderosas en nuestros propios
oportunidad para canalizar nuestras ideas y pasio- países que quieren hacer lo mismo.
nes, y construir una sociedad mejor, más justa y más Pero no se puede reconstruir nada, mucho menos
unida, en lugar de sumirnos en la recriminación y el un lenguaje público sano, basándonos en mentiras,
conflicto. medias verdades y teorías de la conspiración. Ha lle-
Los mismos griegos comprendían que la phronēsis gado la hora de que todos nosotros defendamos los
no era una garantía de paz y orden: a veces las demo- hechos. Eso incluye a The New York Times y al resto de
cracias hacen cosas locas y malvadas. Pero el hecho de los medios responsables, pero también a los lectores.
que un voto no vaya en la dirección que te gustaría o El periodismo que se toma en serio la búsqueda de
de que pasen largos años en los que creas que tu gobier- hechos es caro. Si lo valora, ayude a pagarlo suscribiéndose
no, elegido democráticamente, se encamina al desas- a un diario o revista, impresos o digitales. Pida a los polí-
tre no justifica abandonar la creencia en la sabiduría ticos que ha elegido que consideren y apoyen a los dia-
práctica, no solo en la de aquellos que concuerdan rios en los que usted confía para conocer la verdad.
contigo, sino en la de aquellos que no. Y tenga en cuenta las lecciones de Carlomagno.
La única alternativa a una democracia basada Enseñe a sus hijos a escuchar, a saber cuándo alguien
en este respeto colectivo es alguna forma de tira- está tratando de manipularlos, a distinguir los buenos
nía, encabezada por aquellos que piensan en sí mis- argumentos de los malos, a pelear desde su trinchera
mos como Próspero, o por Calibán y sus amigos. con claridad y honestidad. En otras palabras, enséñe-
Desgraciadamente, ese sentido de respeto mutuo en el les retórica. ~
que, en última instancia, está basada una democracia Traducción del inglés de Roberto Frías.
exitosa escasea gravemente en la actualidad. Fragmento de la conferencia John Donne de 2017.
Para decir lo obvio: no podemos reconstruir la La versión completa de este texto aparecerá en nuestra página web
confianza en la democracia y volver a unir a nues- (www.letraslibres.com).
tras sociedades si nos dividimos. No debe significar
MARK THOMPSON fue hasta 2012 director general de la bbc y
una disolución de los valores fundamentales, sino un en la actualidad es ceo de The New York Times. Debate puso
esfuerzo mucho mayor para comprendernos y en circulación recientemente Sin palabras. ¿Qué ha pasado
comunicarnos. con el lenguaje de la política?

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