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Resumen Convirtiéndose en la base de futuras in-
propuesta con base en el contexto indíge- Dentro del género Acromyrmex se en-
na presentado en el departamento. cuentran las especies y subespecies
Lucia (2003)
Distribución en Colombia
En Colombia, de un total de 12 especies Tabla III. Distribución de las especies de los gé-
tro corresponden al género Atta, i.e.: A. de Fernández et al. (1996); Serna (1999).
Taxonomía
primera especie, denominada vulgarmen-
te como hormiga arriera, la más abundan-
te en el país (Rodriguez G. et.al 2008).
Phylum: Arthropoda
Dentro del género Acromyrmex se en- Clase: Hexapoda
cuentran las especies A. aspersus var. fuh- Subclase: Insecta
Orden: Hymenoptera
manni (Forel, 1914), A. coronatus ( Fabri- Suborden: Apocrita
Superfamilia: Vespoidea
cius, 1804), A. hystrix (Latreille, 1802), A. Familia: Formicidae
landolti (Forel, 1884), A. balzani (Emery, Subfamilia: Myrmicinae
Tribu: Attini
1890), A. octospinosus (Reich, 1973), A.
Géneros: Atta, Acromyrmex,
Los vuelos de apareamiento suelen ocurrir Las reinas jóvenes llevan un poco de hon-
al comienzo de la temporada de lluvias. go de su nido dentro de sus piezas buca-
Las colonias maduras producen anualmen- les, así levantan su primera cría (huevos,
te numerosos machos alados, cada reina larvas, pupas), con el uso de nutrientes
normalmente copula con varios machos de su propio cuerpo: las secreciones feca-
\ DOPDFHQD VX¿FLHQWHV HVSHUPDWR]RLGHV les nutren el jardín de hongo que será la
viables en una espermateca que puede fuente de alimento de larvas. Las obreras
tener una vida útil de 20 años o más (We- en desarrollo deben asumir las tareas do-
ber 1972 citado por Morgan, 2008). Los mésticas y pronto comienzan a ir a buscar
machos mueren poco después del aparea- material vegetal. El crecimiento de la colo-
miento, las reinas se desprenden las alas, nia es lento el primer año y luego procede
buscan un lugar adecuado y comienzan con rapidez, llegando a la madurez repro-
a excavar el primer túnel o galería a una ductiva aproximadamente en cinco años
profundidad de 15 a 25 cm que corres- (Morgan, 2008).
ponde a la primera cámara de cría (Cortés
1991 citado por Cortés & León, 2003). En cuanto al ciclo de vida de las hormigas
Cortés & León (2003) en su estudio con cortadoras la duración de la etapa de hue-
Atta laevigata, encontraron que se esta- vo no es bien conocida. Sin embargo, en
bleció una relación 5:1 entre el peso de Atta insularis, la duración es de 15 a 16
las hembras aladas (reinas) y el peso de días y en A. sexdens es 22 días. Tras el de-
los machos (reyes), (promedio 0.69 g ver- sarrollo del embrión, larva sale del huevo
sus 0.13 g). Las reinas aladas son varias a través de un agujero que abre con
sus mandíbulas. En esta etapa la larva es La abundancia (número y biomasa) de al-
blanca, ápoda, de tegumento blando, alar- gunas especies de hormigas cortadoras de
gado y curvado, no tiene ojos. Tiene tres hojas afecta en gran medida la diversidad,
segmentos torácicos y 10 abdominales. El ORV ÀXMRV GH SURGXFWLYLGDG QXWULHQWHV \
ciclo de larvas dura 22 días en A.sexdens, energía en los ecosistemas, respaldando
ya que pasa por cuatro etapas, comenzan- así su designación como especie clave, por
do en la etapa semi-pupa, aquí se parece ejemplo A. colombica en Panamá cosechó
a la larva, excepto para el cuerpo contraí- una máximo de 40% de las hojas de cier-
do y rígido, bajo la cutícula se pueden ver tas plantas, esto aumentó la heterogenei-
las piernas y la cabeza unidas al cuerpo. dad del entorno mediante la creación de
La pupa es la cabeza desnuda y esculpi- pequeños espacios de luz en el dosel del
da en gran medida, sobre todo en la par- bosque, lo que permitió más a esta comu-
te frontal, que se cubre con abultamien- nidad vegetal diversa prosperar (Morgan,
tos o tumores con muchas espinas en la (OODVSXHGHQVHUGH¿QLGDVWDPELpQ
zona occipital, la pupa es de color blanco como ingenieras del ecosistema ya que
al principio y poco a poco se vuelve más son organismos que directa o indirecta-
oscura, en primer lugar los ojos, las man- mente modulan la disponibilidad de recur-
díbulas y luego el resto del cuerpo, convir- sos para otras especies por causa cambios
tiendose en adulto a los 10 días después físicos en materiales bióticos o abióticos.
de su formación (Zanti, Carvalho, Alexan- $O KDFHUOR HOORV PRGL¿FDQ PDQWLHQHQ \
dre, Silva, & Godoy). crean hábitats (Jones et al. 1994, 1997 ci-
tado por Montoya Lerma, Giraldo Echeve-
Importancia Ecologica de las Hormi- rri, Calle, Inge, & Farji Brener, 2012).
JDV&RUWDGRUDVGH+RMDV
A nivel ecológico, las hormigas cortadoras Importancia en los suelos
contribuyen notablemente a la dinámica Al construir nidos subterráneos, las hormi-
de los ecosistemas, creando claros en los JDV WUDQVSRUWDQ KDFLD OD VXSHU¿FLH JUDQ-
ERVTXHV PRGL¿FDQGR HO FLFOR GH ORV QX- des cantidades de suelo. Atta vollenwei-
trientes, interviniendo en la composición deri por ejemplo llega a extraer hasta 300
de especies y la estructura de las comuni- ton/ha en las sabanas de Argentina. El
dades, entre otros aspectos. Se conocen WUDQVSRUWHGHVXHORKDFLDODVXSHU¿FLHWLH-
además, una variedad de adaptaciones ne dos efectos antagónicos: por un lado,
que resultan de las relaciones evolutivas su extracción contrarresta el desarrollo de
entre plantas y herbívoros; la evolución horizontes discretos en el suelo, detenien-
de defensas químicas, defensas mecáni- do los procesos locales de intemperización
cas y defensas fenológicas en las plantas y por el otro, su acumulación en la super-
son ejemplo de ello. ¿FLHSXHGHOOHYDUDODIRUPDFLyQGHQXHYRV
HVWUDWRVGHOSHU¿OHGi¿FRHQHOODUJRSOD]R