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Interruptores diferenciales
Resumen:

En este artículo se describen las características de estos interruptores y las


condiciones que deben tener para cumplir con las normas de aplicación.

Desarrollo:

Los interruptores automáticos son elementos de maniobra y protección, cuya


capacidad de ruptura a la tensión de servicio debe ser igual o mayor que la
corriente de cortocircuito en su punto de utilización. Básicamente están formados
por un juego contactos que maniobran la corriente de carga, una cámara de arco,
un mecanismo de maniobra manual o motorizada, y diversas unidades de disparo
automático que abren el interruptor por acción mecánica, electromagnética o una
combinación de ambas. Completan el conjunto los indicadores de estado,
bastidores, y eventualmente contactos auxiliares, dispositivos de medición y
vinculación con otros componentes del sistema de protección.

Los interruptores automáticos pueden ofrecer las siguientes funciones: 1)


Protección contra fugas a tierra y/o contactos accidentales, 2) Protección contra
cortocircuitos, 3) Protección contra sobrecargas, 4) Protección contra tensiones
anormales, 5) Seccionamiento, 6) Control del accionamiento y 7) Asociación con
otros dispositivos de maniobra y protección.

En este artículo nos ocuparemos específicamente de los interruptores


diferenciales para uso doméstico, comercial y similares; que brindan protección a
las personas y los bienes contra los efectos de las corrientes de fugas a tierra y/o
contactos accidentales.

En la actualidad, los interruptores diferenciales han alcanzado un amplio grado de


utilización tanto en instalaciones domiciliarias, como en empresas industriales y de
servicios. El principio de funcionamiento de los mismos se basa en que la suma
fasorial de las intensidades de línea de un circuito eléctrico es igual a cero, y están
compuestos esencialmente por un transformador de intensidad diferencial, un
dispositivo disparador y el interruptor propiamente dicho.
Todos los conductores necesarios para el paso de la corriente hacia la carga,
incluyendo eventualmente el neutro, se conducen a través del núcleo del
transformador de intensidad, que generalmente es toroidal.

Si la parte de la instalación protegida por el interruptor diferencial está exenta de


defectos a tierra, según la primera ley de Kirchoff, se compensan los efectos
magnéticos ejercidos por las corrientes que fluyen a través del núcleo del
transformador diferencial, y por lo tanto no se induce ninguna tensión en el
secundario del TI.
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Al producirse una falla a tierra aguas abajo del interruptor diferencial se altera el
equilibrio en su transformador diferencial, por efecto de la circulación de la
corriente de defecto que se cierra por tierra. En estas condiciones, en el núcleo del
transformador se establece un flujo magnético resultante, que induce una tensión
en su secundario.
Cuando el módulo de la suma fasorial de las corrientes de línea alcanza un valor
superior a la corriente diferencial nominal del interruptor, dicha tensión secundaria
provoca la apertura del circuito afectado por medio de un disparador
prácticamente instantáneo que acciona la apertura de los contactos. De esta forma
se elimina la posible aparición de una peligrosa tensión de contacto.

Para esta acción habitualmente se utiliza un relé polarizado de elevada


sensibilidad, que libera el mecanismo de desconexión del interruptor ante la
circulación de la corriente secundaria diferencial.
Los interruptores diferenciales mas usuales son del tipo de desenganche directo,
en los cuales el disparador está integrado con el interruptor de maniobra, de
manera que la apertura del mismo está comandada directamente por la corriente
secundaria citada.

La corriente diferencial de defecto a tierra se presenta al aparecer una impedancia


reducida entre la tierra y un punto destinado a estar a un potencial diferente
durante el servicio normal. Esto puede suceder por el contacto accidental de un
elemento bajo tensión por parte de una persona en contacto con la tierra, que
puede originar su muerte; o bien por una falla en la aislación a tierra de un
conductor de la carga, que genera una pérdida de energía y en los casos mas
graves puede dar lugar a un incendio.

La operación del diferencial sólo responde al valor de la corriente de defecto,


independientemente de la producción o no de una tensión de contacto peligrosa.
Los interruptores diferenciales siguen protegiendo circuitos aún cuando se
interrumpe el neutro y cuando el conductor de neutro se pone a tierra a través de
una persona.

Resulta conveniente recalcar que el interruptor diferencial no provee protección al


aparecer una impedancia reducida sólo entre puntos de la instalación destinados a
estar a potenciales diferentes durante el servicio normal. Esto puede ocurrir por el
contacto accidental de dos o mas conductores energizados por parte de una
persona, o bien por una falla en la aislación entre los conductores de la
instalación.
Por lo tanto, el interruptor diferencial debe estar acompañado por otros elementos
que provean protección ante sobrecargas y cortocircuitos (como fusibles ó
interruptores termomagnéticos). Estos pueden hallarse antes o después de los
diferenciales, de acuerdo con la conveniencia o las reglamentaciones locales
vigentes, y asimismo deben estar adecuadamente coordinados. Al respecto hay
que observar las indicaciones facilitadas por el fabricante.
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Además, cuando se disponen diferenciales en cascada, el interruptor de respaldo


que se ubica aguas arriba debe tener un retardo de operación especificado por las
normas, dando lugar a la llamada versión selectiva (S).

A los efectos de verificar el funcionamiento correcto del interruptor diferencial, se


puede simular la ocurrencia de una avería mediante un pulsador de prueba que
genera un pequeño desequilibrio en las corrientes que pasan por el TI, al conectar
una resistencia eléctrica entre un conductor de línea ubicado aguas arriba del
interruptor y el conductor de tierra ubicado aguas abajo del interruptor; y de esta
forma hacer que dispare el interruptor. Se recomienda probar el diferencial al
menos una vez por mes.

La norma IRAM 2301, basada en la IEC 1008, determina las características que
deben tener los interruptores automáticos diferenciales para usos domésticos y
aplicaciones similares, que son operados por personas no instruidas para tal fin y
sin requisitos de mantenimiento.
La misma se aplica a interruptores de ruptura en aire para CA de 50 ó 60 Hz,
tensiones nominales menores a 440 V entre fases, corrientes nominales menores
a 125 A y capacidad de cortocircuito nominal menor a 25 kA.

Los interruptores diferenciales pueden construirse con dos o más polos


(generalmente 2 ó 4, raramente 3). Cabe aclarar que se denomina polo a la parte
del interruptor asociada exclusivamente con una vía conductora eléctricamente
separada, perteneciente a su circuito principal provisto concontactos y destinada a
conectar y desconectar dicho circuito. Los contactos móviles de los interruptores
multipolares deben estar acoplados mecánicamente de tal manera que todos los
polos se cierren y abran efectivamente juntos, ya sea si son operados en forma
manual o automática.

Los interruptores deben diseñarse de manera que cuando esten montados y


conectados, sus partes activas no sean accesibles (no se puedan tocar con los
dedos). Además, deben poder interrumpir corrientes de cortocircuito sin poner en
peligro al usuario ni dar origen a una descarga entre las partes conductoras bajo
tensión, o entre éstas últimas y tierra. Las partes exteriores de material aislante no
deben ser susceptibles de prenderse fuego ni tampoco propagar el fuego, si las
partes portadoras de corriente que se encuentran en su cercanía en condiciones
de falla alcanzan una temperatura elevada.

La corriente nominal de un interruptor diferencial es aquella que puede conducir


durante el servicio continuo a la temperatura de referencia. Su valor está
especificado por el fabricante, y una serie de valores preferenciales puede ser 10 -
16 - 25 - 40 - 63 - 80 - 100 y 125 A.

La capacidad de cortocircuito nominal de un interruptor diferencial es la capacidad


de ruptura límite de cortocircuito asignada por el fabricante del mismo, y sus
valores normales son 3 - 4,5 - 6 - 10 y 20 kA. Cabe aclarar que este valor está
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relacionado con la capacidad del interruptor termomagnético asociado, a los


efectos de la coordinación entre ambos.

La corriente de operación diferencial nominal (de apertura) de un interruptor


diferencial es el valor de la suma fasorial de las corrientes que atraviesan el
circuito principal del interruptor, que causa la apertura del mismo en las
condiciones de referencia. Su valor está especificado por el fabricante, y una serie
de valores preferenciales puede ser 10 - 30 - 100 - 300 y 500 mA. Cabe acotar
que el valor de “no apertura” (que limita la banda de operación) no puede ser
inferior al 50% del primero.

Actualmente, los interruptores diferenciales generalmente se fabrican con una


intensidad residual de operación nominal de 300 mA ó 30 mA. La protección de la
vida humana se consigue con la utilización de interruptores diferenciales con una
sensibilidad igual o menor a 30 mA. Los interruptores de 300 mA sólo se emplean
para la protección contra incendios y en industrias.

Para el funcionamiento correcto de la protección diferencial deben observarse las


siguientes indicaciones de empleo:

Todo el cableado necesario para alimentar el circuito debe pasar a través del
interruptor diferencial.

Los conductores de fase no deben tener unión con tierra debajo del interruptor, lo
mismo que el conductor de neutro.

Hay que retirar todo puente de puesta a tierra de protección, por ejemplo, en cajas
de toma y aparatos.

Si se montan varios interruptores diferenciales en una distribución determinada,


hay que prever una barra de neutro independiente para cada uno de ellos, para
evitar disparos erróneos.

La resistencia de puesta a tierra en los elementos protegidos no debe ser mayor


que la razón entre la tensión máxima admisible de contacto y la corriente de
operación residual nominal del diferencial (por ejemplo: 24 V / 0,03A = 800 ohm).

Si un interruptor tetrapolar se utiliza con cargas tripolares (trifásica sin neutro) o


bipolares (monofásica: fase + neutro), debe verificarse que el conductor de fase
quede conectado a la fase a la cual está conectada el botón de prueba, que por lo
general viene indicada en el diagrama de conexiones.

Se recomienda que el conductor de protección no se instale en un caño junto con


otros cables antes del diferencial, pues al producirse una avería en la aislación
entre un conductor de fase y el de protección, se pueden transmitir tensiones de
defecto al medio de sevicio protegido, sin que dispare el interruptor diferencial.
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Si los fusibles debajo del diferencial están seleccionados del mismo calibre (o
menores) que el máximo corte por fusión de acuerdo a las tablas, el fusible de
respaldo colocado arriba del interruptor diferencial puede tener un calibre que se
corresponda con la sección del conductor de alimentación. El calibre de este
fusible no tiene ningún efecto en el funcionamiento del diferencial debido a que se
supone que no se producirá ningún cortocircuito entre el fusible de respaldo y el
fusible que está debajo del diferencial.

Finalmente digamos que la línea de interruptores automáticos diferenciales de


Industrias Sica comprende interruptores de 2 ó 4 polos para riel DIN de 35 mm,
con corrientes nominales entre 25 y 63 A y capacidad de ruptura de 4,5 kA.

Estos interruptores son del tipo de desenganche directo y presentan un avanzado


diseño para adaptarse a las exigencias de la normas. En un volumen reducido se
ha logrado un interruptor que al operar en sólo 30 mseg, acota la energía que
pasa por la falla y evita efectos peligrosos.

Además están fabricados con material termoplástico autoextinguible y disponen de


una construcción con seguridad aumentada, para que en caso de cierre sobre un
cortocircuito no originen ningún daño al operador del mismo y asimismo no poseen
partes metálicas accesibles en su posición de montaje.

Un modelo que merece destacarse es el novedoso tablero integrado monofásico


(TIM) de Industrias Sica que permite proteger a las instalaciones eléctricas contra
sobrecargas y cortocircuitos; y a las personas contra contactos accidentales
originados por desperfectos eléctricos en equipos o por contactos accidentales
directos o indirectos con la red eléctrica.

Este tablero está compuesto por un interruptor automático termomagnético bipolar


Sica Limit con sello IRAM, asociado a un interruptor diferencial bipolar por fuga de
tierra. Dichos elementos de protección estan montados en una caja plástica con
protección IP40, lista para su instalación sobre una pared.

El TIM tiene una tensión nominal de 240/415 V, un poder de interrupción de 3 kA,


una sensibilidad de 30 mA y se presenta en distintos modelos con corrientes
nominales de 15, 25, 32 y 40 A, lo que le permite adecuar la protección
termomagnética a los requerimientos del ENRE y del Reglamento para la
ejecución de instalaciones eléctricas en inmuebles de la Asociación Electrotécnica
Argentina.

Este tablero se distingue porque dispone de una palanca de accionamiento para


cada uno de los elementos de protección, lo que lo habilita para ser utilizado como
tablero principal de las instalaciones domiciliarias, cumpliendo con las
reglamentaciones vigentes.

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