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Después de hacerla, reza un Padrenuestro y rocía con agua bendita todas las
habitaciones.
Inicio de la oración
Padre de infinita bondad, te consagro mi casa, este lugar en que vivo con mi
familia.
A veces, mientras se construye la casa, alguien por los más variados motivos,
maldice a los dueños o los materiales de construcción usados. Eso no es
bueno para el lugar en que vivimos. Por eso yo te pido, Señor, que quites todo
eso de nuestro hogar.
Hoy tomé la decisión de consagrar esta casa a Ti. Pido que, así como fuiste a
la casa de los novios de Caná de Galilea y ahí hiciste tu primer milagro, vengas
hoy a mi casa y expulses todo el mal que pueda estar enraizado y las posibles
maldiciones que se encuentran impregnadas en ella.
Por favor, Cristo Señor, expulsa ahora, con tu poder, todo mal, toda falsa
enfermedad, el espíritu de separación, el adulterio, los problemas económicos,
los espíritus malignos de agresividad, de desobediencia, de bloqueos afectivos
y familiares, toda y cualquier consagración, hechizos o evocación a los
muertos, uso de cristales, energización, todo tipo de figuras y ruidos (cita otras
incomodidades que no están aquí enlistadas y que te molestan).
Que esos males sean expulsados, ahora, de este lugar, en nombre de Jesús, y
no vuelvan nunca más, pues esta casa ahora pertenece a Dios y a Él está
consagrada.
Señor, te pido, expulsa de aquí toda la agresividad entre hermanos, toda pelea,
la falta de respeto y la violencia entre padres e hijos, entre la pareja que vive
aquí, entre los habitantes de esta casa y los vecinos.
Que los ángeles de Dios vengan a vivir con nosotros. Que cada cuarto, sala,
baño, cocina, corredor y área externa sean ahora habitados por ellos. Que
nuestra casa sea una fortaleza habitada y protegida por los ángeles del Señor,
para que toda nuestra familia permanezca en oración, en la fidelidad del amor a
Dios, y que en ella habiten la paz y la plena concordia.
Muchas gracias Señor, por atender mis plegarias. Que cada día podamos
servirte y que tengamos siempre la gracia de tu bendición. Que sepas, Señor,
que esta casa te pertenece. Quédate con nosotros, Señor, amén.