El edema es la inflamación de los tejidos blandos secundaria a la acumulación
de líquido intersticial. El líquido es predominantemente agua, pero en presencia de infección u obstrucción linfática puede acumularse líquido rico en proteínas y células.
El edema puede ser generalizado o localizado (p. ej., limitado a un solo
miembro o a parte de un miembro). A veces aparece súbitamente y los pacientes informan que un miembro se edematizó de repente. Con mayor frecuencia, el edema se desarrolla en forma insidiosa, con aumento inicial de peso, edema ocular al despertar por la mañana y zapatos apretados al final del día. Un edema que se desarrolla lentamente puede hacerse masivo antes de que el paciente consulte al médico.
El edema provoca pocos síntomas por sí mismo excepto, en ocasiones, una
sensación de plenitud o tensión. Los demás síntomas suelen estar relacionados con la enfermedad subyacente. Los pacientes con edema secundario a una insuficiencia cardíaca (causa frecuente) suelen presentar disnea durante el ejercicio, ortopnea y disnea paroxística nocturna. Los pacientes con edema asociado con trombosis venosa profunda suelen presentar dolor.
El edema producido por la expansión del volumen de los líquidos extracelulares
a menudo se identifica en las regiones distales del cuerpo. En consecuencia, en pacientes que realizan actividades generalmente de pie, el edema se identifica en los pies y las piernas, mientras que los que requieren reposo en cama manifiestan el edema en los glúteos, los genitales y la cara posterior de los muslos. Las mujeres que se acuestan en decúbito lateral, siempre sobre el mismo lado, pueden presentar edema en la mama que queda en posición inferior. La obstrucción linfática ocasiona edema distal al sitio obstruido. OBJETIVO:
Conocer los tipos de edema, según su origen, extensión y localización.
CONCLUSIÓN:
Los tipos de edema según su origen se clasifican en edema inflamatorio y no
inflamatorio, según la extensión se clasifican en localizado y generalizado, mientras que según la localización se puede encontrar en las diversas cavidades serosas del cuerpo, recibiendo las siguientes denominaciones: hidrotórax o derrame pleural (acúmulo de líquido en la cavidad pleural o torácica), hidropericardio o derrame pericárdico (acumulación de líquido en la cavidad pericárdica), e hidroperitoneo o ascitis (acúmulo de líquido en la cavidad peritoneal o abdominal).