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ARQUEOLOGIA FEMINISTA:

INVESTIGACIÓN Y POLÍTICA
Homenaje a Encarna Sanahuja Yll

MANUELA PÉREZ RODRÍGUEZ, ASSUMPCIÓ VILA MITJÁ


Y TRINIDAD ESCORIZA- MATEU
C o o rd in a d o ra s

Universidad
UCA de Cádiz
Servicio de Publicaciones
INDICE

PRESENTACIÓN 5- 8

FRANULIC, Andrea
El análisis de la palabra hombre en el discurso oficial de la Arqueología: una
perspectiva feminista 9-15

VILA, Assumpció
Política y feminismo en Arqueología prehistórica 17-32

VARGAS ARENAS, Iraida


Actuaciones de una arqueólogo feminista en la revolución bolivariana 33-45

PÉREZ RODRÍGUEZ, Manuela


Redescubriendo la realidad material: recuperando el feminismo materialista
para la Arqueología Social 47-64

ZURRO, Débora
El suelo de cristal: la necesidad de visibilización para una
Arqueología feminista 65-80

GONZÁLEZ-RAMÍREZ, Andrea y SÁEZ SEPÚLVEDA, Arturo


Aportes para una Bioarqueología social y feminista 81-96

ESCORIZA-MATEU, Trinidad y CASTRO-MARTÍNEZ, Pedro V.


¿Tal como éramos? Reconstrucciones•,ficciones y diseños en la interpretación de
las representaciones figurativas de las sociedades ágrafas 97-118

PIQUÉ I HUERTA, Raquel y ESCORIZA-MATEU, Trinidad


Una propuesta de estudio para el análisis de la división sexual del trabajo entre
las comunidades del VI-IV milenios CAL ANE en el Nordeste peninsular. Las
representaciones figurativas ; los lugares de habitación y los espacios funerarios 119-134

QUEROL, Ma Ángeles y HORNOS, Francisca


La representación de las mujeres en los modernos museos arqueológicos: estudio
de cinco casos 135-156

Normas de publicación 157-158


PRESENTACIÓN

Aunque no ha sido así, algo tan elemental como que “sin gente no hay sociedad” debería
haber motivado multitud de propuestas de proyectos de investigación centrados en
averiguar cómo se consiguió a lo largo de la evolución social que la reproducción biológica
no comprometiera la social o al revés. Cómo se organizó esta reproducción y cómo
determinó la organización de la producción no ha sido un tema central en la arqueología
prehistórica. La reproducción como eje alrededor del cual gira el cambio social y por lo
tanto la importancia de su control, debió haber producido interés en investigar acerca de
los mecanismos posibles y reales de ejercer este control a lo largo de la historia. La
historia que, no lo olvidemos, empieza con la prehistoria.
En este sentido la Prehistoria ha sido una ciencia más que se ha olvidado de las mujeres
y al hacerlo se ha olvidado también de la reproducción biológica. Algo esencial para la
supervivencia de la especie ha sido relegado al colocarlo en la esfera de lo “natural”, así
como era “lo natural” que las mujeres se encargaran de todo lo que ello implicaba. Y, en
todo caso, ha servido muchas veces (demasiadas) para alegar un “siempre ha sido así”.
La reproducción, en mamíferos al menos, es una cuestión de dos sexos. Hablando de
reproducción en sociedades humanas hablamos de relaciones entre mujeres y hombres.
Entramos así en la arqueología de las relaciones, y de la organización de esas relaciones en
el tiempo y en el espacio, producto de las cuales han sido y son las sociedades humanas.
Una supuesta y asumida invisibilidad de la reproducción biológica ha tenido que ver
también no sólo con su naturalización sino con la naturalización de todo aquello que se
consideraba “naturalmente femenino”, y consecuentemente cómo si la organización de
todo ello no tuviera nada que ver con el conjunto de estrategias que conforman la
organización social.
La necesidad de incorporar el análisis de la organización de las relaciones sociales para
la reproducción en la praxis de la arqueología prehistórica es ya un imperativo científico
que nos dicta qué fenómenos necesitan explicación y cómo buscarla, para no seguir en una
ciencia parcial, sesgada y acomodaticia.
Para las arqueólogas, la necesidad de proponer y experimentar una metodología de
análisis de las primeras sociedades humanas, sus cambios o continuidades, a través de las
relaciones establecidas (organizadas) entre mujeres y hombres significa más. Significa
entrar en la cuestión sobre qué hay de biológico en ser mujer y en ser hombre en sociedad,
es decir en sus relaciones. Implica averiguar si la división del trabajo entre sexos (más allá
de las primeras fases del proceso reproductivo), o la “manera de ser” o las presuntas
“cualidades intrínsecas” (que propiciarían la adscripción de las mujeres a las tareas de
cuidados y mantenimiento p.e.) han sido siempre como ahora o bien tuvieron unos
orígenes y unas causalidades sociales que, como todo lo demás, fue cambiando o
manteniéndose en función del propio proceso social concreto.
Si la reproducción, la producción de cuerpos, como proceso social básico necesitó de
normas sociales que la regularan, en función de condicionantes relacionados con la
producción de bienes, podría haber sido que estas normas fueran las que dibujaron la
morfología de las relaciones entre mujeres y hombres y no la “naturaleza”. He aquí otro
tema a investigar, imprescindible, en arqueología prehistórica: la producción de normas y
sus formas de transmisión en sociedades sin instituciones.
Y para investigar desde esta perspectiva necesitamos repensar la arqueología, desde
dentro y desde fuera, de arriba abajo. Sin pausa.
Estas producciones, la producción de mujeres y hombres, la producción de normas...
son producciones olvidadas, son temas de investigación que se rechazan con obsoletos
argumentos de imposibilidades e invisibilidades sólo utilizados en estas casuísticas. La
arqueología prehistórica sigue siendo así descriptiva, no explicativa. Y nuestros orígenes
como sociedades humanas siguen siendo tema de interesantes discusiones desde hipótesis
posibles e imposibles que desembocan en otras hipótesis igual de discutibles que quizás
generen artículos coyunturales.

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13 5


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PRESENTACIÓN

El deseo de poder poner en cuestión algunos de estos temas nos llevó a plantear esta
publicación con el título de Arqueología y Feminismo. Investigación y política, desde un
feminismo que hunde sus fuentes y revisa el materialismo histórico y que ha tratado este
tema desde al menos los años 70, tanto en Antropología como en Arqueología. La
convocatoria a reflexionar, a presentar evidencias así como el reinvindicar un
acercamiento científico actual y útil fue una idea que arrancó en octubre de 2010 y que
pusimos en marcha en febrero de 2011 proponiendo este número monográfico al Comité
de la Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social. Propuesta que fue
aceptada por el director de la revista, profesor José Ramos, al que agradecemos su
disponibilidad, y que nos dio total libertad a la hora de configurar este número
monográfico. En el proceso de maquetación ayudaron Da Laura Juanola Bosch y Da Eva
Ros Sabé (Grado de Arqueología de la Universidad Autónoma de Barcelona). Vaya también
para ellas nuestro agradecimiento.
Decidimos buscar a aquellas profesionales que o bien por la temática de sus
investigaciones, o bien por su inquietud teórica dentro de su especialización, pudieran
conformar un volumen que guardase una cierta coherencia: desde el uso del lenguaje en
nuestra disciplina, la divulgación, el compromiso político de una investigadora, hasta, por
supuesto, la investigación.
Los trabajos en arqueología prehistórica incluyen actualmente muchas y necesarias
aplicaciones técnicas a veces espectaculares que consiguen asombrar por los logros
obtenidos. En su presentación social, en su divulgación, suele añadírsele valor social
incluyendo aspectos que tienen que ver con estos temas “olvidados” científicamente. Se
popularizan los “quizás” y se fijan en afirmación, como si fueran conclusiones científicas
definitivas.
Son estos aspectos precisamente los que más se divulgan a través de manuales, de
artículos en revistas de gran difusión, a través de los distintos media y se incorporan a la
vida cotidiana actual en forma de generalidades sobre qué somos y porqué somos como
somos. Entran a formar parte como certezas del pensamiento colectivo. No se puede, no se
debe pues, obviar el aspecto político de nuestras investigaciones. Es esencial. Por eso el
título de este monográfico: investigación ligada a la actualidad para entenderla y
cambiarla.
De este modo, en este volumen, planteamos en primer lugar el análisis del lenguaje
utilizado en los medios de comunicación y divulgación científica, trabajo que ha realizado
Andrea Franulic, lingüista y feminista chilena. Considerábamos esencial comenzar por el
lenguaje para exponer como desde éste se daba forma a los contenidos androcéntricos de
la disciplina.
Assumpció Vila cuestiona el modelo de arqueología actual dado que tal y como se
plantea la investigación no se producen respuestas nuevas y se siguen sin contestar las
grandes preguntas de siempre. Al mismo tiempo, analiza la relación que tiene las
explicaciones actuales de la prehistoria sobre el presente, y qué influencia política tiene
esto en la medida en que la divulgación prehistórica ayuda a justificar situaciones injustas
en el presente. Al mismo tiempo se relaciona esta consecuencia con la causa: la política
actual de investigación. Para terminar propone nuevos enfoques para una investigación
arqueológica que construya una arqueología que sea un “arma cargada de futuro”.
En este mismo sentido se sitúa la contribución de la arqueóloga venezolana Iraida
Vargas. Su aportación dentro de la Arqueología Social Ameroibérica se inserta en su
colaboración en el proceso de revolución que vive Venezuela. Señala en su artículo cómo
influye el conocimiento histórico en las toma de conciencia de los problemas del presente
y como se inserta el feminismo en una nueva forma de pensar que sea antipatriarcal, ya
que el patriarcado no es sólo una situación injusta para las mujeres sino que la explotación
femenina resulta en estos momentos un refuerzo para el capitalismo.
Ángeles Querol y Francisca Hornos analizan los cinco museos arqueológicos más
modernos en España (en Almería, Oviedo, Bilbao, Alicante, Burgos). comparan la
actualidad de esos museos con lo que las mismas autoras analizaron y publicaron en la

6 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social


Universidad de Cádiz
PRESENTACIÓN

década anterior incluyendo además el análisis de la influencia que ha tenido en esos


museos arqueológicos la Ley de Igualdad de 2007.
En general consideran que estos museos, que cuidan la arquitectura y la presentación,
no son igual de cuidadosos con los discursos que presentan, que siguen siendo
androcéntricos. Las mujeres en general están infrarrepresentadas en todas las actividades
cotidianas, no ya porque no se representen las actividades que se denominan de
mantenimiento, sino porque no aparecen en las actividades que sí están representadas
(talla de piedra o alfarería).
Manuela Pérez analiza como para la Arqueología social ha pasado desapercibido un
aspecto esencial de la economía como es la reproducción biológica y social. Considera cuál
ha sido la aportación de la economía feminista, con su crítica a los economistas clásicos, y
aborda desde una teoría del valor trabajo que incluye la reproducción en la prehistoria, su
conveniencia a la hora de reformular nuevas metodologías en busca de aquello que no es
que no exista, si no que simplemente no se ha buscado.
El trabajo de Débora Zurro trata la problemática de un registro que no siempre es
visible, incidiendo en los trabajos que se han realizado desde la Arqueología de las
Mujeres, no necesariamente feminista. Repasa las diferentes aportaciones con etiqueta de
Arqueología de Género, planteando la necesidad de recuperar esa parte del registro que no
es directamente visible, como p.e. los recursos vegetales.
Andrea González y Arturo Sáez abordan el tema fundamental de la antropología
física/biológica desde una perspectiva que denominan marxista feminista. En este caso
repasan cuáles han sido los fundamentos de esta disciplina, que ahora se inserta en el
campo de la bioarqueología, hasta la actualidad. También nos ofrecen un nuevo enfoque
para “sexuar el pasado” que es social y feminista, relacionando el registro de la
antropología física con los condicionantes sociales que lo produjeron, en tanto que
hombres y mujeres son productos de relaciones y prácticas sociales.
El trabajo de Trinidad Escoriza Mateu y Pedro Castro Martinez aborda cuál ha sido el
papel de las Representaciones Figurativas en las prácticas político-ideológicas de las
sociedades ágrafas. Critican algunos de los enfoques que han abordado los cuerpos
femeninos como signos desde la “perspectiva de género”, cuestionándose además este
último concepto. Afirman que las relaciones sociales que se exponen a nivel figurativo son
analizables siempre que se pongan en relación con la información procedente de los
lugares de habitación y los espacios funerarios correspondientes.
Raquel Piqué y Trinidad Escoriza Mateu realizan una propuesta para análizar la
división sexual del trabajo entre las comunidades del VI-IV milenios cal ANE en el
Nordeste Peninsular. Para ello, parten del estudio del denominado tradicionalmente Arte
Rupestre Levantino, y de los contextos arqueológicos en relación con dichas
manifestaciones. En este caso, el yacimiento de La Draga que presenta unas condiciones de
conservación excepcionales servirá de ejemplo.
Así pues, presentamos un monográfico con el que pretendemos no sólo realizar una
crítica más, sino proponer ejemplos de posibles alternativas a las investigaciones
empiristas o “literarias” de las posmodernidades que dominan el panorama arqueológico
actual. Evidentemente se pensará que tenemos una conciencia política (que en el
panorama social actual va contracorriente), pero si la investigación y el conocimiento que
genera nuestra disciplina no sirve para explicar el presente y buscar su transformación...
¿por qué, para qué y para quién estamos trabajando?

Assumpció Vila, Manuela Pérez y Trinidad Escoriza

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13 7


Universidad de Cádiz
Revista Atlántica-Mediterránea 13, pp. 9-15
BIBLID [1138-9435 (2011) 1-158]

EL ANÁLISIS DE LA PALABRA HOMBRE EN EL DISCURSO OFICIAL DE LA


ARQUEOLOGÍA: UNA PERSPECTIVA FEMINISTA RADICAL

THE ANALYSIS OF THE WORD MAN IN THE OFFICIAL DISCOURSE OF


ARCHAEOLOGY: A RADICAL FEMINIST PERSPECTIVE

Andrea FRANULIC

Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV). Programa de Doctorado en


Lingüística. Salvador Donoso 93. Providencia. Santiago. Chile. afranu@hotmail.com

Resumen: El presente artículo se plantea el objetivo de analizar, desde la perspectiva


crítica del feminismo radical, el discurso oficial de la arqueología, utilizando ejemplos
extraídos de textos que circulan en la prensa de difusión y en los libros escolares en
España. Para realizar el objetivo propuesto se abordan dos aspectos que se interrelacionan
en el discurso: el uso recurrente de la palabra “hombre”, y la idea del “origen del hombre”
como temática central de esta ciencia. El recorrido es principalmente teórico, puesto que
entreteje conceptos del feminismo radical, que aporta la plataforma ideológica desde
donde se desarrolla el análisis, y de la semántica cognitiva desde la cual se toma la noción
de metonimia y se releva el carácter eminentemente simbólico de la lengua. La perspectiva
discursiva se plasma en tanto los fragmentos de textos utilizados para apoyar el análisis se
contextualizan de acuerdo a la mirada cultural e histórica que aporta la teoría del
feminismo radical. La conclusión fundamental, desprendida de este recorrido teórico-
discursivo, es que la palabra hombre no es un fenómeno de polisemia, sino de metonimia
del tipo de “la parte por el todo”, o “el todo por la parte”, siendo el todo la humanidad y la
parte, los varones. Este uso metonímico permite explicar, por un lado, la exclusión de las
mujeres de la humanidad y, por otro, la inclusión del femenino en el masculino.

Palabras clave: Salto semántico, Feminidad, Metonimia conceptual, Exclusión, Inclusión,


Esencialismo.

Abstract: This article proposes the objective of analyzing the official discourse of
archaeology from the critical perspective of radical feminism. Using examples selected
from texts that circulate in the mainstream media and in scholarly texts in Spain, it
examines two interrelated aspects of this discourse: the recurring use of the word “man”
and the idea of “the origin of man” as a central theme of this discipline. The article is
primarily theoretical, as it incorporates concepts of radical feminism, which provides the
ideological framework for this analysis, and of cognitive semantics, from which it takes the
idea of metonymy and reveals the eminently symbolic character of language. This
discursive perspective emerges from the fragments of texts the article analyzes, which are
contextualized according to the cultural and historical vision constructed by radical
feminist thought. The article's central conclusion, developed vis-á-vis this theoretical and
discursive review, is that the word “man” is not a phenomenon of polysemy; rather, it is a
metonymy concealed by the part for the whole, or by the whole for the part, where the
whole is humanity and the part is composed of men. This metonymical use explains, on the
one hand, the exclusion of women from humanity, and on the other hand, the inclusion of
femininity within masculinity.

Key words: Semiotic leap, Femininity, Conceptual metonymy, Exclusion, Inclusion,


Essentialism.

Sumario: Artículo. Bibliografía.

Fecha de recepción del artículo: 30-IX-2011. Fecha de aceptación: 15-X-2011.


FRANULIC, Andrea

En un capítulo denominado “Las el inclusionismo cultural de las mujeres


trampas del lenguaje”, las autoras tiene su correlato en la lengua, por lo tanto,
valencianas Aguas Vivas Catalá y Enriqueta el género gramatical no es solo una
García Pascual se refieren al concepto de categoría formal del paradigma morfo-
salto semántico, de la siguiente manera: sintáctico del español, sino que, como se
A esta trampa García Meseguer le llama plantea desde la lingüística cognitiva:
'salto semántico': iniciar una frase o un El lenguaje tiene un carácter inherente­
discurso utilizando un término de género mente simbólico. Por lo tanto, su función
gramatical masculino, en sentido amplio, primera es significar. De ello se deduce que
incluyendo a varones y mujeres, y no es correcto separar el componente
posteriormente comprobamos que sólo se gramatical del semántico: la gramática no
refiere a los varones. Hay un salto, pues, en constituye un nivel formal y autónomo de
el significado (Catalá y García, 1987: 19). representación, sino que también es
simbólica y significativa (Langacker 1987:
Por ejemplo:
57, citado en Cuenca y Hilferty, 1999: 19).
“Los antiguos egipcios habitaban en el valle
del Nilo. Sus mujeres solían...” (...) “Hay otras Esta idea del inclusionismo cultural ha
muchas normas en el Corán que sirven para sido desarrollada por el feminismo radical
estructurar la vida y las costumbres de los de la diferencia, corriente de pensamiento
creyentes... Pueden casarse con varias que surge de manera visible y sistemática a
mujeres, la mujer está sometida al
fines de la década de los sesenta y a
hombre... ” (Libros de texto) (Catalá y García,
1987: 18).
principios de los setenta, con exponentes
como Carla Lonzi en Europa, y Adrienne
Es a las mujeres a quienes se nos tiende Rich en Norteamérica. El planteo principal
esta trampa, que consiste en hacernos de esta corriente consiste en afirmar que
creer que el masculino nos incluye, cuando las mujeres tenemos un cuerpo sexuado
no refiere más que únicamente a los diferente que ha sido negado a lo largo de
varones. Pero el fenómeno es algo más la historia, por lo tanto, nuestra diferencia
complejo. Efectivamente, en un mismo y sexual no está expresada en la civilización
único movimiento, el masculino incluye al actual. Al respecto, María-Milagros Rivera
femenino, a la vez que refiere unívoca­ Garretas (1998: 81-82) plantea:
mente a los hombres. La inclusión del Diferencia sexual se refiere directamente al
femenino va de la mano de su invisibili- cuerpo; al hecho de que, por azar, la gente
zación, las mujeres no nos vemos en el nazcamos en un cuerpo sexuado: un cuerpo
lenguaje. Cuando aparecemos mencionadas que llamamos femenino, un cuerpo que
y en el texto leemos, por ejemplo, “sus llamamos masculino (... ) Un hecho sin
cobertura simbólica, sin ropaje que lo
mujeres”, nos damos cuenta de la secunda-
interprete, un hecho que no ha sido
ridad del papel femenino. Es decir, el
mínimamente humanizado (... ) Un hecho,
género gramatical masculino incluye al pues, desnudo y crudo porque es
femenino, tal como, en la cultura, las fundamental a nuestras vidas pero que se ha
mujeres somos incluidas en tanto repro­ quedado fuera de la cultura; fuera del
duzcamos la labor invisible de la femi­ pensamiento, fuera de la filosofía tal como la
nidad. Como seres humanas pensantes, conocemos, fuera, incluso, del lenguaje.
creadoras de cultura y sociedad, estamos
Y continúa:
excluidas, no existimos. En este mismo Esto quiere decir que en la epistemología
sentido, el masculino refiere a los varones, corriente, en la organización dominante del
tal como, en la cultura, ellos se han auto- conocimiento, las mujeres hemos quedado
concedido el lugar protagónico de la fuera. Porque, tradicionalmente, el sujeto
creación humana, por eso, los discursos de del pensamiento, el sujeto del discurso, el
las diferentes instituciones y disciplinas sujeto de la historia, el sujeto del deseo es
(ciencia, filosofía, religión, historia, un ser masculino que se declara universal,
educación, medios de comunicación, leyes, que se proclama representante de toda la
entre otros) dan cuenta de que siempre se humanidad. Según el pensamiento de la
diferencia sexual, el sujeto del conocimiento
trata de hablantes varones dirigiéndose a
no sería un ser neutro universal, sino
destinatarios varones. Con otras palabras, sexuado; y el conocimiento que ese sujeto

10 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 9-15


Universidad de Cádiz
El análisis de la palabra hombre en el discurso oficial de la arqueología:
una perspectiva feminista radical

pretendidamente universal ha producido a contrario, la vía de liberación consiste en


lo largo de la historia, sería solamente radicalizar nuestra exclusión. Es la misma
conocimiento masculino, conocimiento en el idea que se advierte en una pensadora
que las mujeres no nos reconocemos. feminista de principios del siglo pasado,
En consecuencia, Virginia Woolf, quien reflexiona de la
...lo que conocemos como femenino en el
siguiente manera:
patriarcado, no sería lo que las mujeres son
“...y pensé en el órgano que retumbaba en la
o han sido en el pasado, sino lo que los
iglesia y en las puertas cerradas de la
hombres -o algunos hombres- han
biblioteca; y pensé en lo desagradable que
construido para ellas, han dicho que ellas
es estar excluida; y pensé en que tal vez sea
son. Y lo son en relación especular con lo
peor ser metida dentro...” (Woolf 2003: 47).
masculino, vacías por tanto de contenidos
independientes. Precisamente esta carencia El uso de la palabra “hombre”, en la
de subjetividad femenina independiente lengua española, es un claro ejemplo de lo
sería necesaria para la perpetuación del argumentado hasta ahora. La lingüística
patriarcado, para que las mujeres acep­
señala que esta expresión es polisémica; es
temos nuestra subordinación social en el
decir, es una misma forma con dos
marco de una familia fundada en el contrato
sexual.
significados diferentes: el primero, asigna a
la humanidad en su conjunto; y el segundo,
En este sentido, el constructo de lo se refiere a los varones de manera
femenino -que es una creación de la particular. El diccionario de la Real
cultura masculina- ha sido el cautiverio de Academia Española define la palabra,
nuestra negación. Bajo este mismo prisma, moviéndose entre estas dos posibilidades,
la feminista latinoamericana Margarita aunque registra más acepciones de su
Pisano (2004) afirma que “las mujeres no segundo sentido:
somos la feminidad”; pero ¿quiénes somos, 1. m. Ser animado racional, varón o mujer.
entonces, las mujeres?, tampoco lo 2. m. Varón (y ser humano del sexo
sabemos, puesto que, justamente, es este masculino).
re-pensar-nos nuestro pendiente histórico- 3. m. Varón que ha llegado a la edad adulta.
político. 4. m. Grupo determinado del género
También Pisano señala que la humano. El hom bre europeo El hom bre del
Renacimiento
masculinidad -como género sociocultural-
5. m. Individuo que tiene las cualidades
contiene a la feminidad, conformando un consideradas varoniles por excelencia, como
todo indivisible; en consecuencia, no se el valor y la firmeza. ¡Ese sí que es un
trata de un binomio constituido por dos hombre!
géneros diferentes en una relación 6. m. U., unido con algunos sustantivos por
asimétrica, posible de resolver por medio medio de la preposición de, para designar al
de la consecución de la igualdad: que posee las cualidades o cosas
La lectura simplista de dos espacios significadas por tales sustantivos. Hombre
diferentes entre género masculino y género de honor, de tesón, de valor
femenino nos ha conducido a formulaciones 7. m. coloq. Marido.
erróneas de nuestra condición de mujeres y
En concordancia con lo que hemos
de nuestras rebeldías, pues estos supuestos
dos espacios simbólicos no son dos, sino uno:
señalado respecto de la falacia del uso del
el de la masculinidad que contiene en sí el genérico, pensamos que los usos de la
espacio de la fem inidad (Pisano 2001: 21). palabra “hombre” no manifiestan un
fenómeno polisémico, sino, más bien,
Al tratarse de un monomio, la única instancian una metonimia conceptual,
salida posible para un cambio civilizatorio, sintetizada en una sola forma. Por
nos dice Pisano, es situarnos -a conciencia- metonimia se entiende “un tipo de
fuera de aquel. Por lo tanto, la propuesta referencia indirecta por la que aludimos a
no es demandar mayor inclusión, incorpo­ una entidad implícita a través de otra
ración o acceso a los espacios masculinos, explícita” (Cuenca y Hilferty 1999: 110),
acción política que ha caracterizado al pertenecientes ambas a un mismo dominio
feminismo igualitarista y liberal; al cognitivo. La lingüística o semántica

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 9-15 11


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FRANULIC, Andrea

cognitiva define los dominios como Entre los chimpacés y el hombre aparecen
“representaciones mentales de cómo se cuatro nuevas especies: Ardipithecus
organiza el mundo y pueden incluir un ramidus, Australopithecus anamensis, Aus-
amplio abanico de informaciones, desde los tralopithecus afarensis y Australopithecus
africanus.
hechos más indiscutibles y comprobados
Lo que se necesitan son formas de algún
empíricamente hasta los errores más modo intermedias, “eslabones perdidos” en
flagrantes, las imaginaciones más la retórica tradicional, o dicho aún más
peregrinas o las supersticiones” (Cuenca y crudamente: “hombres-mono”.
Hilferty 1999: 70). ¿Qué les parecerían a los hombres de Cro-
De esta manera, los usos lingüísticos de Magnon la primera vez que los vieron? Para
la expresión pueden manifestar dos tipos empezar los neandertales eran muy blancos
de metonimia conceptual, la del todo por la y los cromañones no tanto.
parte, o bien, la de la parte por el todo. Esto Neandertales y hombres de Cro-Magnon
no se distinguían unos a otros sólo por los
quiere decir que entre el todo -la
rasgos de la cabeza, sino que se
humanidad- y la parte -los varones- se
reconocerían a distancia también por la
establece una relación referencial forma y proporciones del cuerpo.
interdependiente, es decir, la presencia del Todas fueron realizadas por el hombre de
todo es condición necesaria para la Cro-Magnon. Lo apasionante de estas
presencia de la parte , y lo mismo sucede a manifestaciones del arte paleolítico es que
la inversa. La palabra “hombre”, en nos permiten contemplar al mítico mamut,
consecuencia, expresa una metonimia al poderoso rinoceronte, al temible león, y al
encubierta, anclada a nuestro sistema gigantesco oso de las cavernas a través de la
conceptual. La metonimia, como también la mirada del hombre prehistórico.
Tanto los hombres de Neandertal como los
metáfora, son mecanismos cognitivos que
de Cro-Magnon convivían y competían con
se manifiestan en el lenguaje cotidiano; y
los leopardos y leones. Pero si neandertales
“nuestros conceptos estructuran lo que y cromañones han sido llamados hombres
percibimos, cómo nos movemos en el de las cavernas, hay un oso que se merece
mundo, y la manera en que nos tanto el adjetivo de cavernario que forma
relacionamos con otras personas” (Lakoff y parte de su nombre científico...
Johnson 1995: 39). ¿Qué ocurrió desde que el primer hombre
Encontramos instanciaciones recu­ aparece sobre la tierra, e incluso antes?
rrentes de la palabra “hombre” al revisar ¿Qué razones o causas han sido
textos escritos de arqueología y paleonto­ condicionantes en las respuestas del
logía que circulan en España. En estos, el hombre ante el reto de sobrevivir?
La orientación principal viene dada por el
uso de la expresión metonímica salta a la
hecho de que el Neolítico supuso un cambio
vista1: total de la actitud del hombre ante el medio
bioclimático en el que desarrollaba su vida...
1. Los ejemplos de esta y las páginas que siguen,
El hombre del Paleolítico, cazador,
fueron extraídos de textos que se pueden consultar pescador y recolector, que no “depredador”,
en links como los siguientes: como desacertadamente algunos le han
http://blogs.publico.es/ciencias/category/origenes /
calificado, se iba a atrever a intervenir en el
desarrollo del propio mundo natural...
http://blogs.publico.es/ciencias/general/250/'elvis'
-la-pelvis-i/
No se trataba simplemente de lograr unos
nuevos medios de subsistencia que iban a
http://blogs.publico.es/dominiopublico/category/m
cambiar las relaciones del hombre con su
anuel-dominguez-rodrigo /
medio ambiente, sino también las relaciones
http://www.publico.es/ciencias/31 4 3 4 9 /espana-
entre los propios hombres ya que la nueva
rastreara-la-cuna-del-hombre
situación supuso una distinta estructuración
http://www.publico.es/ciencias/2 5 1129/guerra-en-
la-cuna-de-la-humanidad
http://www.publico.es/ciencias/346856/los- http://ntic.educacion.es/w3 //eos/MaterialesEducat
australopitecos-vuelven-a-ser-monos ivos/mem2001/huellas/origenes/index.html
http://ntic.educacion.es/w3/eos/MaterialesEducati http://recursostic.educacion.es/kairos/web/ensena
vos/mem/claves_evolucion/index.html nzas/eso/antigua/prehistoria_00.html
http://ntic.educacion.es/w3/eos/MaterialesEducati http://recursostic.educacion.es/kairos/web/temas/
vos/mem/claves_evolucion/guia/guia.html temas.html

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El análisis de la palabra hombre en el discurso oficial de la arqueología:
una perspectiva feminista radical

social e ideológica, como se irá viendo a lo comparando el ADN de las poblaciones


largo del curso. actuales.

Ejemplos como estos abundan en las Como se puede visualizar en los enun­
páginas de las revistas de divulgación ciados anteriores, las mujeres aparecemos
científica y en los libros de texto escolares únicamente asociadas a la reproducción de
publicados por el ministerio de educación. la especie, lo que constituye un mandato de
Con mucha menor frecuencia, aparece la nuestra naturaleza o biología, y no un acto
palabra “mujer” o expresiones relacionadas de lo humano. Para las actividades
con el ámbito de lo femenino: humanas -como el desarrollo del arte y la
El dilema cazador/carroñero es un tema espiritualidad, el descubrimiento de la
que abordaré más adelante. Ahora me agricultura y la ganadería, el desencade­
ocuparé de otro dilema no menos namiento de la “revolución neolítica”, la
importante: la disyuntiva hombre confección de herramientas y utensilios,
cazador/mujer recolectora (...) Las hembras
entre otros aspectos-, se usa la expresión
de los chimpancés son fértiles hasta
prácticamente el día de su muerte. Las
metonímica “hombre”:
La serie de cambios que se producen en la
mujeres, por el contrario, se vuelven
vida del hombre como consecuencia a la
estériles mucho antes de ser
aparición de la agricultura y la ganadería es
fisiológicamente viejas.
llamada revolución neolítica. Pasan de la
Parece, después de tanta especulación, que
nos vamos a quedar sin saber por qué razón economía depredadora a la productiva. El
hombre produce. Las actividades princi­
existe la menopausia, es decir, por qué al
pales son la agricultura y la ganadería.
hacerse más larga la vida de las mujeres no
Estos fructíferos estudios revelaban cada
siguieron éstas teniendo hijos.
vez con más determinación que el hombre
Junto a estas pinturas también se han
paleolítico no era sólo productor de obras
encontrado estatuillas de mujeres que
reciben el nombre de venus, y utensilios de de arte, sino que dominaba una depurada
técnica pictórica y grabatoria, que expre­
hueso decorados con grabados. La finalidad
saba formas, volúmenes, perspectiva,
de estos objetos parece que es
dominio de la luz, y documentaba los
principalmente religiosa: las venus
animales con los que vivía a través de ella...
representan a mujeres invocando la
Estos tres investigadores defendían que el
fertilidad y los animales tallados en los
hombre prehistórico no estaba movido por
huesos invocan la buena caza.
Las mujeres eran las garantes de la sentimientos de tipo religioso en ninguna de
sus acciones, puesto que como hombre
diversidad genética de los neandertales al
integrarse en comunidades distintas a la primitivo, y aún siendo considerado simple
por influencia del evolucionismo, no podía
familiar, según las conclusiones de un
tener unos pensamientos tan elaborados (... )
estudio que descifró por primera vez el ADN
Así el fenómeno artístico se explicaba como
de un elevado número de neandertales de
un mismo grupo. una manifestación de los momentos de ocio,
de los que dispondría el hombre cuaternario
Obsérvese el llamado salto semántico en entre los períodos de caza.
los ejemplos que siguen: La manifestación artística sería el vehículo
En el Neolítico aparece la cultura de los que conducía dichas ceremonias y la esencia
hombres agricultores: viven de la tierra del sistema espiritual del hombre prehistó­
(cosechas) = adoran la fertilidad de la tierra: rico, y el artista, el oficiante que dirigía el
diosa fundamental = “Diosa - Madre” = diosa evento religioso.
de la fertilidad de la tierra, también La inteligencia del hombre se manifiesta
representa el ciclo del vegetal (muere y en su capacidad de fabricar útiles.
reaparece: la tierra es improductiva en
Hay quienes sostienen que la existencia
Invierno y después es productiva).
de Diosas-Madres daría cuenta de un cierto
Nuestra especie, el Homo sapiens ,
evolucionó en África hace unos 200.000 poder ejercido por las mujeres en
años (... ) Y también es la época en que vivió determinados estadios culturales. Sin
la Eva africana -la mujer de la que embargo, la idea de deidad femenina
provienen todas las mujeres vivas-, según continúa ligada a la fertilidad y la
han podido inferir los genetistas maternidad; pero, más importante aún, es

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 9-15 13


Universidad de Cádiz
FRANULIC, Andrea

lo que señala Simone de Beauvoir (2007: la supuesta objetividad de la verdad


71): científica, instala un discurso ideológico
Tales hechos han llevado a suponer que, en que goza de prestigio, autoridad y
los tiempos primitivos, existió un verdadero legitimidad en el imaginario social. Desde
reinado de las mujeres; esta hipótesis, este lugar de poder, el discurso oficial de la
propuesta por Baschoffen, la adoptó Engels; arqueología naturaliza el dominio, al
el paso del matriarcado al patriarcado se le
sostener, de forma encubierta, que la
aparece como 'la gran derrota histórica del
exclusión de las mujeres de la condición
sexo femenino'. Pero, en verdad, esa edad de
oro de la mujer no es más que un mito. Decir humana queda marcada por un hecho
que la mujer era lo Otro equivale a decir que originario: la evolución natural de la
no existía entre los sexos una relación de especie. Y da lo mismo que sea Adán o el
reciprocidad: Tierra, Madre o Diosa, no era primer hombre-mono, puesto que, en
para el hombre una semejante; donde su ambos casos, la supremacía del varón se
poder se afirmaba era más allá del reino justifica por un hecho natural o divino; se
humano: así, pues, estaba fuera de ese reino. diluye en un pasado mítico o pre-histórico.
La cita de Beauvoir refuerza la idea de De esta manera, el orden de las cosas se
que la feminidad significa para las mujeres vuelve inmodificable, y el sentido común,
el despojo de nuestras capacidades acrítico; por eso, el discurso de la ciencia es
humanas. El aporte de la autora, desde su autorreferente, pues, al formar parte del
visión existencialista, consiste en el andamiaje del poder establecido, le
concepto de lo otro . Las mujeres somos lo interesa perpetuar la ideología que lo
otro en relación a los varones, por tanto, sostiene, aunque disfrazada, como dice van
somos siempre definidas en referencia a Dijk (2003), de conocimiento verdadero,
ellos, quienes constituyen lo esencial, lo por lo tanto, no es vista como tal. Pero si en
absoluto, el ser sujetos; sin embargo, para un juego de imaginería, pretendiéramos
autovalidarse como tales, necesitan definir que las ciencias hicieran explícitos sus
lo otro en el seno de su cultura (Beauvoir objetivos científicos -su visión sesgada-, la
2007). arqueología tendría que reconocer la
El discurso oficial de la arqueología, metonimia oculta cuando dice preocuparse
entonces, cuando usa la palabra “hombre” del “origen y evolución del hombre”2,
para referirse a la humanidad, excluye a las debiendo declarar, entonces, que se ocupa
mujeres: son los varones quienes consti­ de describir y explicar “el origen y la
tuyen lo esencialmente humano en esta evolución de la civilización patriarcal”, que
civilización. incluye la feminidad y nos deja fuera a las
Pero este discurso no es lo único que mujeres.
hace . Al mismo tiempo de la exclusión,
instala la creencia de que esto es lo natural. Bibliografía
Si bien todas las ciencias comparten este BEAUVOIR, Simone de 2007: El segundo
mecanismo androcéntrico, la arqueología y sexo . Editorial Sudamericana. Argentina.
la paleontología guardan la característica CATALÁ, Aguas, GARCÍA, Enriqueta 1987:
especial de referirse al origen, se hacen la Una mirada otra. Generalitat Valenciana.
pregunta de “cuál es el origen del Valencia.
hombre/humanidad”; se remontan a la CUENCA, Maria Josep, HILFERTY, Joseph
pre-historia, e intentan buscar respuestas 1999: Introducción a la lingüística
allí. En otras palabras, el discurso oficial de cognitiva . Ariel. Barcelona.
estas ciencias, al interpretar el origen de la DIJK, Teun van 2003: Ideología y discurso.
humanidad desde la ideología masculina, le Ariel. Barcelona.
otorga un carácter esencialista a la misma LAKOFF, George, JOHNSON, Mark 1995:
ideología desde donde interpreta; esto es, Metáforas de la vida cotidiana. Catedra.
refuerza la creencia arraigada en el sentido Madrid.
común que nos dice que “la vida es así, PISANO, Margarita 2001: El triunfo de la
porque la naturaleza humana siempre ha
sido así”. 2. La tríada origen-hombre-evolución es la columna
Por lo tanto, la ciencia, amparándose en vertebral del discurso oficial de la arqueología.

14 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 9-15


Universidad de Cádiz
El análisis de la palabra hombre en el discurso oficial de la arqueología:
una perspectiva feminista radical

masculinidad. Surada. Santiago en femenino. Icaria. Barcelona.


PISANO, Margarita 2004: Julia, quiero que WOOLF, Virginia 2003: Un cuarto propio.
seas feliz. Surada. Santiago Horas y Horas. Madrid.
RIVERA, Milagros 1998: Nombrar el mundo

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 9-15 15


Universidad de Cádiz
Revista Atlántica-Mediterránea 13, pp. 17-32
BIBLID [1138-9435 (2011) 1-158]

POLITICA Y FEMINISMO EN ARQUEOLOGIA PREHISTORICA

POLITICS AND FEMINISM IN PREHISTORIC ARCHAEOLOGY

Assumpció VILA MITJÁ

Departament de Arqueologia i Antropologia. Institució Mila i Fontanals-CSIC. Egipcíaques,


15. 08001. Barcelona. avila@imf.csic.es

Resumen: Esta es una propuesta de actuación para poder afrontar desde la investigación
arqueológica cuestiones actuales que afectan situaciones injustas presentadas por una
parte de la ciencia como naturales o esenciales.

Palabras claves: prehistoria, registro arqueológico, metodología, reproducción, sexo.

Abstract: This is a proposal for action to deal from archaeological research to the current
questions affecting unfair situations presented by a part of science as natural or essential.

Key words: prehistory, archaeological record, methodology, reproduction, sex.

Sumario: 1. ¿Arqueología? ¿Qué Arqueología? 2. Los orígenes, desarrollo y cambios. 3.


Poder social de la investigación prehistórica. 4. Políticas de cambio. 4.1. Estado de la
cuestión en cuanto a la diferenciación social-sexual y la discriminación de las mujeres. 4.2.
Establecimiento de un programa de investigación y de acción política. 4.3. La tesis. 4.4.
Etnoarqueología. 5. Bibliografía.

1. ¿Arqueología? ¿Qué Arqueología? nadas sociedades etnográficas.


La pregunta acerca de los objetivos de la Al margen de las clasificaciones empí­
Arqueología se responde a menudo con la ricas con finalidad crono-cultural que
declaración de que se trata del estudio de continúan ocupando gran parte de la acti­
las sociedades del pasado a través de los vidad investigadora, desde esos orígenes
“restos materiales/cultura material” para decimonónicos, se ha mejorado mucho
saber “de dónde venimos” y en algún caso, aquello “que se podía hacer” a partir de
si se quiere dar un sentido transcendente, “los restos materiales”; así se siguen inves­
se añade que “para saber quiénes somos y tigando procesos técnicos de subsistencia
a dónde vamos”. (de modificación de las materias) de
¿Cómo se traduce eso en la práctica? maneras cada vez más fiables y sofisti­
Desde el siglo XIX la arqueología fue cadas. Se recurre a la experimentación y se
aceptando -tácita o explícitamente- unos aplican técnicas procedentes de ciencias
límites de lo que esa disciplina podía y no variadas que al incorporarlas, aunque sea
podía hacer. Axiomáticamente se decidió puntualmente, parecen conferir un
qué era lo posible y qué lo importante carácter más científico a la arqueología. Y
(Estévez y Vila 1999). En arqueología de aquello que según la mencionada defi­
sociedades prehistóricas se asumió que era nición decimonónica la Arqueología no
poco lo posible, debido sobre todo a la podía, pues se sigue sin poder hacer. Los
desigual preservación de la materia orgá­ procesos de reproducción social y
nica en relación con la inorgánica y a la biológica, p.e. caen fuera de los límites de
dificultad de interpretar los ítems arque­ esa arqueología científica: los de repro­
ológicos en términos de ideología y organi­ ducción biológica se consideran naturales,
zación social. Por consiguiente lo es decir genética y biológicamente deter­
importante , aquellos rasgos significativos minados y, por tanto, objeto de estudio de
que permitirían caracterizar a estas socie­ la Bio-antropología, la Etología y la
dades prehistóricas, fueron extrapolados Primatología. Como si fuera un estribillo o
en función de lo observado en determi­ una jaculatoria se repite que los procesos

Fecha de recepción del artículo: 22-VIII-2011. Fecha de aceptación: 1-IX-2011.


VILA MITJÁ, Assumpció

de reproducción social son inalcanzables mejor serial televisivo, no concluyendo casi


arqueológicamente. Como procesos de nunca, acabando las presentaciones con el
reproducción social entendemos las estra­ repetido argumento de que “faltan más de
tegias de las sociedades para mantener y esos datos”, “...habrá que esperar a que
reproducir su propia organización. Estas nuevos datos nos confirmen...”
estrategias abarcan desde las relaciones La teoría no interesa (el sentido común
que se establecen para producir lo nos basta), los datos (ahora más cantidad)
necesario (lo socialmente necesario) para son los que son, y las (grandes) preguntas
la sobrevivencia hasta las que se esta­ siguen siendo las mismas que hace 30 años
blecen para producir y mantener nuevos (como ejemplo ver Wickham-Jones 2011).
individuos e integrarlos en la red de rela­ Esta dualidad entre el no puedo o el
ciones existente, así como para producir y “quisiera, pero no puedo” se traduce en
mantener la ideología que las sustenta. En una dualidad del sentido del para qué de la
estos últimos apartados de “temas Arqueología.
humanos” la arqueología aparentemente En la realidad más generalizable se
ya es ineficaz. Aquí lo único que se puede investiga (se produce información) para el
hacer es recurrir al relato, a extrapola­ consumo interno, es decir para la
ciones, analogías varias... regidas por la autoreproducción académica (repetición
lógica o la “coherencia interna” del ad infinitum) y secundariamente para
discurso. Desde los posicionamientos evo­ consumo popular (exposiciones, museos,
lucionistas culturales, por ejemplo, se parques, divulgación varia). “Lo que se
postula que el registro arqueológico se puede” se destina a la academia: los temas
explique inspirándose en la analogía de las secuenciaciones, las aplicaciones
etnográfica dirigida por la teoría evolucio­ científico-técnicas, las correlaciones estra-
nista (la teoría de forrajeo óptimo o la tigráficas y ambientales, las descripciones
teoría de un presunto fenotipo cultural que tipológicas y la arqueografía en general.
maximiza la transmisión del genotipo indi­ “Lo que no se puede” es en realidad lo
vidual). Nos seguimos beneficiando de trascendente, lo que interesa a la sociedad
discusiones teóricas seguramente a veces en general y aquello a lo que debería estar
de alto nivel (en eso también se ha avan­ dirigido el trabajo anterior.
zado) y nos sometemos a la subjetividad de La Arqueología de Sociedades
los grupos dominantes. Cazadoras-Recolectoras debería responder
Estos actuales viejos posicionamientos a mi juicio a ciertos interrogantes que tiene
de “no se puede, y se deja de lado”, o planteada la sociedad actual: porqué, cómo
extrapolando la actualidad al pasado en un y cuando surgen las normas sociales que,
círculo vicioso son adscribibles políti­ por ejemplo, discriminan a las mujeres, que
camente, es decir tienen sus efectos en la consagran la propiedad privada o que
sociedad actual. Igual que lo tienen el que establecen diferencias de valor social entre
digan que hay muchas historias o el que las productos de diferentes personas. O
ideas (que no saben de dónde salen) también qué ha pasado cuando las socie­
condicionan la vida social, o que la dades han generado una sobrexplotación
sociedad de hace 30.000 años era como la de los recursos o se han enfrentado a una
nuestra, sólo que con técnicas primitivas. crisis ambiental.
La arqueología histórico cultural contem­ Pero eso es lo que se extrapola desde la
poránea sigue hacinando secuencias Etología, se analogiza desde relatos
cronólogicas, y como máximo buscando etnográficos (en general con amplio desco­
correlaciones temporales entre cambios de nocimiento etnográfico-antropológico por
desconocida profundidad social con parte de arqueólog@s) o se relata desde la
cambios ambientales. Básicamente revisi- lógica de la vida contemporánea, y ahí es
tando yacimientos o situando en el mismo donde se pierde el límite entre novela y
esquema alguno nuevo. También aña­ relato científico. Sólo la devaluación de la
diendo algunas (no siempre nuevas) Arqueología científica ha hecho que en
aplicaciones técnicas para mejorar o afinar algunos casos se haya difuminado el límite
los mismos tipos de datos. Y, como en el entre Academia y la sociedad de consumo.

18 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 17-32


Universidad de Cádiz
Política y feminismo en Arqueología prehistórica

En los temas citados tanto vale la opinión individu@s concretos o singulares, la


de una persona especialista en Prehistoria, producción de la organización social, su
como la de una especializada en dentición formación, su mantenimiento y cambios
o la de alguna tertuliana asidua. deberían ser el objetivo arqueológico sensu
Los temas/problemas considerados stricto.
prioritarios en los planes de investigación La arqueología adscrita a la historia
señalan tendencias políticas para los cultural no es la única aunque sigue
países. También la selección de los predominante. Todos los enfoques teórico-
problemas que investigar, el escoger uno u metodológicos (incluida la corriente
otro tema, caracteriza a la persona “practista” que niega cualquier vinculación
investigadora... tanto como la manera que con una teoría) utilizan teorías sociales
elige para refrendar su posición y sus generales varias y distintas para encontrar
opiniones. explicaciones a un llamado registro
Y todo sigue siendo política. Hablo de arqueológico que es básicamente siempre
Arqueología. el mismo para todas las corrientes teóricas,
Es también la política la que dicta lo que y que además es extraído y analizado con
se destina al consumo externo: a la los (casi) mismos métodos y técnicas. Con
divulgación, y es también por política que el insostenible presupuesto de que las
se intenta diluir el carácter científico de las técnicas “no tienen ideología” demuestran
Ciencias Sociales. La novela histórica sólo ignorar que las técnicas, cualquier técnica
es uno más de los géneros de la literatura de la más a la menos sofisticada, son el
de evasión (o mejor diríamos de alie­ resultado de preguntas concretas dentro
nación): en el mejor de los casos serviría de una ciencia concreta y desde una
para imaginar otros mundos posibles, en el ideologia/subjetividad concreta (singular o
más común de los casos para relativizar y plural). Sirven por tanto en unos campos
subjetivizar (individualizar) las visiones determinados en los que fueron diseñadas.
del mundo y dejar ahora la “cosa (la causa) Todos los requisitos, p.e., que hacen fiable
social” tal como está. una técnica (el tipo de muestras, cantidad,
etc.) están -o deberían serlo- experimen­
2. Los orígenes, desarrollo y cambios tados, evaluados, para su aplicación en el
La Arqueología como ciencia social para contexto que provocó la pregunta, y no son
un@s o disciplina humanística para otr@ s necesariamente generalizables a otros
estudia-investiga sobre las sociedades contextos. Hemos escrito ya hace años (Vila
humanas desde los orígenes y hasta la y Estévez 1989) que la Arqueología
actualidad. debería, cuando fueran pertinente para
Cómo se organizaron las primeras SUS preguntas, adaptar técnicas pero no
sociedades (que pueden considerarse adoptarlas, que es lo que suele suceder. Y
humanas en oposición a otras organiza­ tod@s conocemos ejemplos de fracasos en
ciones de primates no-humanos), los aplicaciones técnicas que parecían
cómos y porqués de las extinciones o prometer, o la distancia entre la pregunta
cambios y el éxito en la búsqueda de arqueológica y la respuesta técnica, etc.,
alternativas que han conducido hasta las etc. En el extremo, determinadas ciencias
actuales sociedades, sólo puede ser (las del paleoambiente, p. e.) pretenden
investigado a través de la Arqueología. Los suplantar directamente la Arqueología y
procesos de formación de las sociedades redefinir otros intereses para el estudio del
humanas, el cómo específico y distintivo de material arqueológico (si se define éste
su organización para producir y reprodu­ como el resultado de la acción y modifi­
cirse (de manera igualitaria, mediante cación humanas del entorno y la
clases, castas...; en función del sexo, edad, acumulación de los residuos derivados).
fuerza física, d estreza.) es lo que debería Retomando el tema, las distintas teorías
interesarnos pues es lo que las caracteriza no han dado en su aplicación arqueológica
y marca las diferencias. resultados distintos pues no han buscado
Las relaciones sociales que se van desde sus distintas preguntas las maneras,
estableciendo, no las fenoménicas entre que presumiblemente también serían

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 17-32 19


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VILA MITJÁ, Assumpció

distintas, los métodos que les hubieran las que hemos hablado, o bien directa­
permitido encontrar los datos que las mente rechazables por ser prejuicios
afirmarían o negarían1. No han discutido el ideológicos y utilización sesgada de las
registro ni su producción, se han limitado a informaciones etnográficas. Pero se siguen
re-interpretarlo, a categorizarlo a poste- utilizando, marginando la investigación
riori desde su perspectiva teórica, a sobre estos recursos. Con lo cual la
encajarlo en unas determinadas y previas representación de la subsistencia siga
explicaciones. El resultado claro de este siendo deficitaria /sesgada.
procesado es invalidar el propio registro, Hablar pues de economía de las
pues la condición primera de un dato (o sociedades prehistóricas para hacer
conjunto de datos) es ser unívoco. Si los referencia a lo que se consume es un error,
mismos datos sostienen diferentes explica­ ya que por definición la economía incluye
ciones hay que revisar a qué llamamos unas relaciones sociales de producción que
dato. desconocemos y que tampoco podemos dar
En los años 70 del s. XX ya tuvimos un por supuestas (a partir de extrapolaciones
ejemplo de eso. Las antropólogas de presuntas fuentes etnográficas o de la
feministas demostraron que los mismos fisiología) para estas sociedades.
datos con los que se argumentaba el papel Y esto se sigue haciendo.
preponderante del hombre-cazador en la La investigación que necesita la
humanización (inventor de la cooperación, Arqueología es fundamentalmente la
del lenguaje... de la civilización en metodológica.
resumen) podía sostenerse el papel No debemos aceptar que haya
preponderante de las mujeres-recolectoras preguntas arqueológicas sin respuesta “por
(léase Woman the Gatherer versus Man the culpa” del registro. El problema deriva de
Hunter). Quedó evidente que los datos uti­ aceptar el registro como algo unívoco y
lizados no eran explicativos sino opiniones objetivo -al margen de la actuación
a partir de un registro sesgadamente arqueológica-, y de querer dar respuesta a
interpretado. Sesgo androcéntrico que preguntas distintas a partir de un único
desde la actualidad profesional y social registro construido para resolver otro tipo
actuales se reflejaba en la investigación de cuestiones2.
supuestamente científica. L@s distint@s investigadores, desde las
Otro ejemplo de parcialidad sesgada es distintas teorías o marcos teóricos de las
el abuso de la palabra economía cuando en que parten deben plantear qué datos y de
realidad desde este reducto de “lo que se qué tipo necesitan para sus preguntas
puede hacer” no se tienen datos ni siquiera fundamentales... y dedicarse a investigar el
para lo que habría que denominar “bases cómo podrían conseguirlos. Como dijo Sara
de la subsistencia” de las sociedades Milledge Nelson en 1997 las arqueólogas
prehistóricas. Recurrir a que la recolección, feministas debemos desarrollar nuestra
los recursos vegetales, la pesca o el maris- propia Middle Range Theory.
queo... dejan pocos restos o son difíciles de No hay arqueología feminista porque no
encontrar no basta para convertir la caza tenemos metodología feminista. Es decir
de herbívoros en el recurso básico (y acto que los supuestamente únicos datos que la
seguido dar como implícito que los arqueología produce sólo dan respuestas a
hombres los cazaban) (Piqué et al. 2009 y preguntas tradicionales (?); para las demás
Zurro 2010). Se ha criticado desde varias
perspectivas el que los recursos apodados 2. Sigue habiendo confusión entre dos realidades
casi mecánicamente marginales lo han sido distintas: una cosa es la evidencia arqueológica- la
materialidad existente, los residuos consecuencia de
por definición previa y no inocente. Se ha las actividades humanas pasadas que se han
demostrado que los argumentos a favor de conservado hasta hoy; y otra muy distinta es el
su marginalidad son, o bien superables registro arqueológico: la fracción de esa materialidad
gracias a adaptaciones de esas técnicas de y la información que se ha recuperado con el trabajo
arqueológico. La primera es unívoca y objetiva pero
paradójicamente la desconocemos; la segunda es
1. Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo histórica y subjetiva por cuanto es dependiente de la
mismo, dijo, creo, Einstein. actividad arqueológica que la genera.

20 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 17-32


Universidad de Cádiz
Política y feminismo en Arqueología prehistórica

preguntas no sirven. Debemos plantearnos rápidamente el modo de incorporarlas


la búsqueda de otro tipo de datos, los que asimilando y aplicando el paraguas globali-
permitirían asumir o negar nuestras zador e impreciso de GÉNERO, concepto
hipótesis. tampoco surgido en nuestra ciencia sino en
Ejemplos de lo que acabo de escribir no psicología (Gil Rodríguez 2002). Solomon
faltan. 1992 define género así:
Uno lo encontramos en la propia Gender, as it is used here, refers to the ways
paleoantropología humana: al describir y in which people in different cultural and
definir nuevas formas (especies) no se tuvo historical settings construct different
meanings on the basis of sexual difference;
en cuenta durante mucho tiempo el posible
gender refers to these hierarchized cultural
dimorfismo sexual (ni siquiera que existían
constructions of what men and women “are”
hembras y machos). Hoy por el contrario se and their social operation. In short, gender
asume de entrada la existencia del is a sociological category; it refers to the
dimorfismo y no es infrecuente que se historically variable interpretation of
determine el sexo a partir de las medidas y biophysiological difference, and is
(además) que a partir de ahí se generen conceptualized as a social relation-
hipótesis sobre la “etología” de esos simultaneously economic, political and
homínidos. cultural-which is in no way entailed by
biological sex (Solomon 1992: 297)
3. Poder social de la investigación Es decir, el término se usa para explicar
prehistórica que la cuestión de las relaciones entre
Como he dicho, fueron las antropólogas mujeres y hombres (“de género”) no está
las que empezaron a decirnos que la determinada fisiológicamente, y se separa
realidad subsistencial entre las sociedades de la propia materialidad (dos sexos que se
primitivas que usábamos para describir la reproducen), se (inter)subjetiviza, dando
vida prehistórica no era la que describía el por supuesto que existe esa otra realidad
poder androcéntrico antropológico. Los (las relaciones sexuales) que no es social
trabajos de Patricia Draper (1975 y 1976) sino meramente biológica. Las relaciones
sobre las mujeres !Kung, p.e., el artículo de sexuales -que son la base de la
Sally Slocum “Woman the Gatherer: Male reproducción humana- no son relaciones
Bias in Anthropology” (1975) mostrando el sociales, no son históricas ni construidas y
lado contrario a la tesis cazadora, por tanto no son explicables ni analizables
cuestionando las actividades masculinas de desde la Arqueología.
caza como principales en el modo de No es casual que el concepto se expan­
subsistencia, o los trabajos que a finales de diera especialmente en la Academia
los 70 se publican como “Towards an arqueológica norteamericana, tan domi­
Anthropology of Women” (Reiter 1975), nada por una formación antropológica. En
“Women, Culture and Society “(Rosaldo y realidad si miramos los productos del
Lampere 1974), “Women in evolution” “género” nos daremos cuenta que la
(Zihlman 1978), “Woman the gatherer” mayoría de los trabajos se realizan en
(Dahlberg 1981), etc., demuestran la contextos etnográficos, etnohistóricos o de
contribución de las mujeres a la sociedades proto- e históricas en las que la
subsistencia de las sociedades “cazadoras”. analogía etnográfica y la retroacción de la
Así, aparecen nuevos modelos para el información histórica están muy presentes
pasado humano desde la antropología y en los que es frecuente la extrapolación
física y la primatología. Pero en de una Teoría de alcance medio muy
Arqueología tuvieron poca repercusión. simple. Son trabajos con un claro enfoque
Cuando las arqueólogas despertaron descriptivo y fenoménico y que por tanto
(p.e. Ehrenberg en 1989 con “Women in no pretenden interrogar sobre el origen o
Prehistory”, o Berteselen, R. et al. en 1987 el porqué de los cambios en esas relaciones
con “Were they all men? An examination of de sexo (y reproducción).
sex roles in Prehistoric Society”), el poder El “Género”, aunque al principio, en
en la Academia tradicional, fundamen­ algunos casos, pretendiera poner de mani­
talmente en manos masculinas, encontró fiesto la desigualdad y la predominancia

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 17-32 21


Universidad de Cádiz
VILA MITJÁ, Assumpció

del poder masculino, permitió efectiva­ la existencia de las mujeres ) (Falcón 2000:
mente anular la crítica en todas las ciencias 173).
sociales. Como decía Lidia Falcón en Los La ciencia arqueológica fundamental
nuevos mitos del feminismo (2000). seguía siendo entendida básicamente como
Se ha modificado la denominación del sujeto sinónimo de excavaciones más sus
a estudiar por la teoría feminista para evitar métodos-técnicas correspondientes, y
poner el acento en las cuestiones continúa siendo cosa seria, de hombres,
estructurales de la opresión femenina... Si
especialmente en sus puestos directivos.
se habla de género y no de sexo hemos
Las mujeres tienen sus temas, general­
desviado la atención de las mujeres reales a
un constructo cultural que nadie conoce, y si
mente teórico-antropológicos sinónimos
no hablamos de feminismo no hablamos de de poco científicos y no molestos. Sólo en
denuncias, de luchas, de cambios algunos raros casos se convertían en incó­
fundamentales... (Falcón 2000: 156). modos y repudiables, propios de alguna
feminista radical no adscrita al género sino
Y también Silvia Tubert en su
al sexo, que era fácilmente aislable3.
Introducción al volumen Del sexo al género:
Políticamente se aboga por no hacer
Se encubren las relaciones de poder entre
nada en la práctica como cualquier idea­
los sexos. Género opera como una pantalla
que encubre cuestiones de importancia lista, ya que en el juego de intersubjetivi-
teórica y política (en cuanto a reivindica­ dades no se pueden establecer jerarquías
ciones del movimiento feminista)... Se de valores. Las fronteras entre ciencia y no
presenta como una categoría transhistórica ciencia se desdibujan, o se rechaza
con escaso poder explicativo... nada dice de directamente la perspectiva científica.
las diversas formas en que se construye la Así, no se ha engendering la arqueología
diferencia entre los sexos... ni de las como quizás se pretendió al inicio (p.e.
distintas formas que asumen las relaciones
para Sara Nelson, Gendered arqueología
de poder entre hombres y mujeres (Tubert
considera a hombres y mujeres. No es otra
2000: 7 y ss.).
manera de encontrar a las mujeres en la
El término triunfó pues de manera prehistoria) y mucho menos la hemos
rápida en los distintos campos académicos, sexuado (Conkey y Gero 1997, Sanahuja
y también aunque más lentamente en 2002).
Arqueología, incorporando temas de Tenemos pues una aceptada
mujeres y abriendo campos y puestos en Arqueología del Género, que con frecuencia
los que podían encerrarse la multitud de podemos encajar perfectamente en el
casuísticas particulares posibles. Apare­ relajante posmodernismo diseñado como
cieron así sin esperanzadores cambios elixir refrescante y burbujeante para una
radicales (que buscan la raíz o causa academia abrumada por tanta modernidad
última) los títulos “mujeres y... la cerámica cientifista. Esa moda combinaba muy bien
negra... la industria lítica...” o “Mujeres en con el programa general de despolitización
mundo griego, ibérico, la prehistoria, en (de escape de cualquier compromiso
mesoamérica prehispánica...” “Espacio y social) de las Universidades, que fue un
género/Género y arte...” “Espacios primer paso hacia su progresiva privati­
domésticos y mujeres...” que seguían zación y neoliberalización. Es muy signifi­
siendo para la Academia temas menores, cativo que sólo haya existido una
poco científicos, especulaciones subjetivas, asignatura de “Arqueologia de las mujeres”
situables en el apartado humanístico de “lo en la universidad española y que en ningún
que no se puede”. (Siguiendo con la citada programa docente exista mención alguna a
obra de Lidia Falcón: Los estudios de género la Historia o Arqueología de las Relaciones
se están fragm entando, nutriendo de sociales de sexo.
pequeños tratados monográficos sobre Sé que estoy generalizando y también sé
diversísimos aspectos de la vida de las que hay excepciones, dependiendo de
mujeres y los hombres, sin hallar el hilo países, de academias y también de técnicas
conductor, la explicación global. A la vez se (sería interesante pero no lo voy a hacer
huye vergonzosamente de analizar las
condiciones m ateriales en que se desarrolla 3. Ver bibliografía de la Dra. Encarna Sanahuja Yll.

22 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 17-32


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Política y feminismo en Arqueología prehistórica

aquí averiguar p.e. porqué unas técnicas personas de la Academia.


tienen más presencia de mujeres que Así las concepciones sobre el ser
otras) pero son pocas aún. humano que se refuerzan académicamente
Y seguimos sin abrir posibilidades para condicionan la vida y la situación de una
llegar a lo que no se podía por definición en gran mayoría de las mujeres actuales (de
el siglo XIX. cualquier edad y condición). A partir de lo
En este contexto ¿qué parte del que se dice, y lo que no se dice, sobre la
conocimiento sobre el pasado divulgamos? Prehistoria y sus modos de vida (que sólo
Pues, paradójicamente todo aquello a lo la Arqueología puede proporcionar) deben
que decimos que la arqueología no nos aceptar primero que su condición y
permite llegar, aunque eso sí, olvidándonos posibilidades sociales y sus relaciones
siempre de explicitar que son sólo sexuales “siempre han sido así”, que son
especulaciones, asunciones generalistas inmanentes porque “probablemente” las
ahistóricas, etc. quizás porque tampoco investigaciones antropobiológicas a las que
podemos declarar honestamente que lo se ha cedido el terreno lo demostrarán, que
estamos investigando. También se divulga están básicamente determinadas por su
el cómo de los procesos técnicos, a veces condición biológica. Como tal biología es
abusivamente bajo el título de natural y se enuncia como sinónimo de no
experimentación cuando en realidad no modificable y constituyente esencial de la
son más que sencillas réplicas egográficas “propia naturaleza humana”.
de fenómenos que la física o la artesanía ya Por consiguiente cualquier cambio en
replican y explican desde hace años. estas condiciones o en las relaciones
Y la consecuencia política o corolario sociales/sexuales sería antinatural, y la
actual, con lo que se queda la mayoría lucha por conseguirlos resulta evidente­
receptora de las divulgaciones es que mente antifemenina4. También por lo tanto
siempre hemos vivido igual (mujeres= se está señalando hacia un sólo futuro
espacio doméstico o religioso, actividades posible.
de mantenimiento, cuidadoras de sus Muchos de los “argumentos” para esta
hij@s, y hombres= espacio público, jefes, tesis que mantiene realidades
guerreros, actividades básicas de discriminatorias e injustas para la mitad de
subsistencia... ) pero ahora con mejores la sociedad se difunden directamente por
técnicas. Es decir, que también el futuro medio de divulgaciones “ingenuas”,
será lo mismo pero técnicamente mejor aparentemente apolíticas y no tenden­
(¡hay que intentar estar a la última ciosas o que parten de “deducciones
técnicamente hablando!). posibles” realizadas por arqueólogos
Finalmente es tan aburrido que hay profesionales se llamen científicos o
potenciales destinatari@s de la divulgación humanistas. Arqueólogos que explican
que prefieren leer y creerse cosas como el detalladamente en escritos, paneles, artí­
Matriarcado primigenio, el poder de las culos periodísticos, dioramas o documen­
diosas en la prehistoria, la influencia de tales divulgativos (¿para el vulgo?) cómo
extraterrestres en la formación de la eran las relaciones entre Mujeres y
humanidad (y su regreso) etc. No lo estoy Hombres y su vida cotidiana en la prehis­
comparando. Eso no es arqueología, pero lo toria (o sea, desde siempre), que curiosa­
que se dice desde algunas posiciones en mente eran las mismas que en la actualidad
arqueología, tampoco ayuda precisamente al menos en lo que se considera bueno, en
a que desaparezca. lo que hay que conservar.
En la práctica es en la Academia donde
se construye o reconstruye y refuerza la 4. Por otro lado las relaciones “de género” son
Ideología que genera valores sociales tambien intrínsecas de “cada cultura” y para
(arbitrarios), donde se mantiene y liberarse de los patrones de dominación masculina
reproduce la sociedad. En nuestra sociedad debería renunciarse a “la propia cultura”. Y esto “no
siempre es deseable” pues tiene una justificación
son las opiniones pasadas por la Academia
última en una diferencia inevitable. Y además, ¿quién
las que se invocarán en programas se atreve a decir que “tal cultura” es mejor que “tal
políticos, y muchas de Sus Señorias serán otra”?

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 17-32 23


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Explicaciones que sin embargo estos pasado no conocidos pero que son divul­
mismos personajes profesionales no gados por profesionales como si fueran
sostienen, ni las defienden (ni tan sólo certezas (reconociendo en realidad que no
figuran) en sus trabajos científicos pero pueden ni les interesa conocerlos).
que sí continúan ampliando y detallando
en narrativas explícitas, o novelas, que
tienen gran éxito en parte por la previa
fama científica.
Y usar esa condición social de sabio
reconocido, de autoridad científica,
otorgada por el poder (al que consciente o
no, favorece) posibilita que se sigan
manteniendo estas situaciones, pues para
la mayoría de la gente no experta... “si lo
dicen los que saben...será verdad, no?”
Pero, ¿saben? Hemos visto que no.
Este es el poder actual de la prehistoria,
el de crear opinión, opiniones que se van
asumiendo sin darnos cuenta. Porque esta
influencia política no es directa, no es
quizás evidente. Preguntada la mayoría de Figura 1
personas diría que la Arqueología, y más
He aquí la utilidad social de la arqueo­
aún la prehistórica, no “sirve para nada” en
logía prehistórica, de l@ s arqueólog@s, su
la actualidad, sólo para conocer el pasado
papel activo y su responsabilidad en las
(a quién le interese), para tener “cultura y
sociedades actuales.
ocio” y algun@s añadirían que de manera
más reducida es útil para la sobrevivencia
económica de un@s cuant@s especialistas 4. Políticas de cambio
profesionales, especialmente desde que se 4.1. Estado de la cuestión en cuanto a la
potenció la parte aplicada de la ciencia: diferenciación social-sexual y la
informes pre-construcciones, parques discriminación de las m ujeres
arqueológicos, centros expositores... y la Si arqueológicamente está aceptado que
gestión de patrimonio (a qué consideramos las primeras sociedades humanas sobrevi­
patri-monio es otro tema polémico en el vieron durante miles de años en un sistema
que no me parece oportuno entrar aquí). combinatorio de recolección y caza (en sus
Pero también esta mayoría se sentidos más amplios), las sociedades que
reconocerá en opiniones populares, deberíamos considerar más exitosas son
refranes y chistes que se incorporan al las conocidas a partir del s. XV-XVI como
saber común (e individual) como sociedades de “caza y recolección”, pues
realidades esenciales, propias de la son las que habrían conseguido superar
sociedad humana y del ser humano: todos los problemas y crisis a lo largo de su
siempre ha habido jefes, el oficio más Historia y conseguir una exitosa conti­
antiguo del mundo, el hombre es agresivo nuidad de un sistema económico-social
por naturaleza como consecuencia de “la determinado con unos cambios mínimos
competencia despiadada, motor de la no estructurales.
evolución”, el instinto maternal es En estas sociedades, como hemos leído
inherente a la mujer, la mujer “ama” de su y escrito (Brightman 1996, Vila 2006, entre
casa y señora del hogar y de la vida otr@ s) existe una recurrencia determi­
familiar, etc. (Figura1). nante y es la que relaciona división sexual
Estos saberes convertidos en argu­ del trabajo y discriminación de las mujeres
mentos ampliamente utilizados como (o poder de los hombres sobre las mujeres,
justificantes para multitud de actuaciones o contradicción entre valor real aportado
político-sociales injustas proceden de estos por trabajos femeninos y valor social otor­
saberes neutrales sobre aspectos del gado a los mismos). Es decir que a partir

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Política y feminismo en Arqueología prehistórica

de las actualidades etnográficas, más allá posibilitará la desvalorización de las


de las variantes producidas o construidas, mujeres a través de la infravaloración de su
hay algo que no varía, un universal: que en aporte productivo: se infravaloriza no reco­
todas las diferentes formas se repite y nociendo el aporte real de los trabajos reali­
zados por las mujeres, sean los que sean. La
persiste la división sexual de los trabajos
infravaloración funciona por comparación,
en una estructura disimétrica o jerárquica de manera que se sobrevalora a los hombres
que se traduce en el dominio de los sobrevalorando los trabajos que realizan (su
hombres sobre las mujeres, del hombre aporte productivo), lo cual les permite
sobre la mujer (p.e. Collin 2010). constituirse en la parte del grupo que
La pregunta debería ser acerca de cómo detenta el poder. Se construye así la discri­
se construyó socialmente esta disimetría. minación, que se puede materializar en las
Es decir, tanto si existió previamente en la formas diferenciales que adopten los
sociedad prehumana como si se fue procesos de distribución y las justificará.
generando entre las primeras sociedades La realidad, las condiciones materiales
humanas (que no lo sabemos aún), la de vida, producen las normas que regulan
cuestión es la misma: cómo se construyó las relaciones entre Mujeres y Hombres y
(transformó) ese constructo que, en las que permiten la continuidad y desarrollo
sociedades humanas, “es” social. de su vida en sociedad. En las primeras
Y la hipótesis explicativa debe situarse sociedades humanas con suficiente
en la asimetría de ambos sexos en el capacidad reproductora y de explotación
proceso reproductivo y en cuanto a que de los recursos silvestres, la continuidad
éste como producción básica debe regu­ significaba regular la producción de bienes
larse. En directa y dialéctica relación con la en relación directa con la producción de
producción de los medios de subsistencia. vida. Las normas sociales que consiguieron
Es la hipótesis tipo ley que formulamos y (a lo largo de un proceso histórico) que
publicamos en 1998 (Estévez et al. 1998: esta relación no se desbalanceara de
11 y ss.): manera definitiva “triunfaron”, en un
Esta contradicción es la relación dialéctica calificativo que podemos atribuir a un
específica que se establece entre las condi­
sistema social que sigue a lo largo de
ciones sociales de los procesos de
mucho tiempo frente a alternativas que
producción de bienes materiales y las de los
procesos de reproducción biológica y social.
colapsaron o que obligaron a cambios
La contradicción se expresa a través de una estructurales.
ecuación simple: entre las sociedades apro- La alternativa social exitosa (la que ha
piadoras cuanta mayor es la producción más perdurado hasta las sociedades actuales)
se compromete la reproducción social... se tradujo en una división social del trabajo
Para que el sistema pueda mantenerse en en función del sexo e implicó la “necesidad”
esa contradicción es necesario regular, de la desvalorización social de lo que
controlar, los dos extremos: las condiciones hicieran las mujeres para lograr su
en que se llevan a cabo los procesos de desvalorización como hacedoras.
producción de bienes materiales y los de
Esta situación histórica necesitó basarse
reproducción biológica y social... ese último
deberá ejercerse inevitablemente, a partir
en unas realidades biológicas convertidas
de un momento dado, directamente sobre en sociales (sexo) a través de un continuo
las relaciones sociales-sexuales... el control proceso de producción y ajuste de normas
de la reproducción (especialmente en una intrínsecamente aceptadas, pues resultan y
sociedad precientífica) sólo puede ser ejer­ se piensan beneficiosas para el grupo en su
cido efectivamente si se ejerce directamente globalidad. Normas que deben delimitar
sobre las mujeres, por ser ellas el vector primero “yo mujer/ tu hombre”, después
reproductor. La sociedad asumió e impuso los roles, estableciendo obligaciones en
este control y las convirtió en objetos a
relación a las conductas y de este modo
controlar. Para ejercer este control sobre la
otorgando o quitando valor social y sancio­
reproducción... es imprescindible, primero,
una infravaloración de ese segmento social.
nando comportamientos (premios/castigos).
Una forma social utilizada en las sociedades Así mantienen el sistema de valores. La
cazadoras-recolectoras es consagrar la divi­ norma se transforma en Institucional
sión social-sexual del trabajo, que cuando hay una ceremonia para pasar de

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 17-32 25


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un estado a otro. Por ejemplo, un niño el deseado ajuste final de la reproducción.


yam ana puede estar fértil (estado Esa normativización está tan asumida e
biológico), ser reconocido como tal (norma interiorizada que incluso hay antropólogos
social) pero hasta que no ha participado en que fuerzan y sesgan la información
la ceremonia específica ciexaus no es etnográfica en un intento de naturalizar
adulto (es decir institucionalmente fértil) y (justificar biológicamente) la división
por tanto está apartado socialmente de la sexual del trabajo, de producción de la
reproducción. subsistencia o los sistemas de reducción de
La producción de esas normas es la natalidad (como por ejemplo la lactancia
imprescindible para el funcionamiento y prolongada). Sin embargo, la morfología e
continuidad de un sistema social. Y fue intensidad de los sistemas sociales
asimétrica a partir del momento en que se concretos podían, y pueden, ser muy
liberó la capacidad reproductiva, en que variables (Brightman 1996) en función de
esta capacidad dejó de estar limitada por la variables condicionantes dependientes del
depredación y amenazaba el manteni­ contexto y de los procesos históricos parti­
miento de la subsistencia. culares, demostrando su carácter alterna­
Cualquier cálculo demográfico teórico y tivo social y no fisiológico.
las observaciónes etnográficas existentes Esas realidades (división del trabajo en
(Caldwell y Caldwell 2003) coinciden en función del sexo, desvalorización social de
demostrar que la capacidad reproductiva lo que hicieran las mujeres y de ellas como
humana era insostenible y que de una hacedoras) mantenidas desde el poder
forma u otra se consiguió una cierta estasis actúan básicamente sobre la sexualidad de
a lo largo de los milenios en las sociedades las mujeres, sobre las relaciones de
cazadoras-recolectoras. Ese “equilibrio” reproducción, regulando así de manera
demográfico a medio y largo plazo (entre directa la reproducción biológica. Las
tasa de fecundidad y de mortandad) sólo es normas sociales que regían las relaciones
explicable por ritmos malthusianos de de reproducción se deben convertir por
desplome catastrófico de la población o por ello en objetivo fundamental de nuestra
el establecimiento de unas normas sociales investigación en prehistoria (Vila et al.
que regulen la población. En la actualidad 2010). ¿Existen?
esas normas sociales van desde la
institucionalización de la guerra, la 4.2. Establecimiento de un program a de
eutanasia, el infanticidio, el aborto... pero investigación y de acción política
las menos “costosas” y más efectivas son ¿Basta con insistir pública y académi­
las que regulan las relaciones sociales camente en que NO sabemos aún cómo se
sexuales (las que suponen el inicio de los generaron e instauraron las normas y en
procesos de reproducción social). cómo eran las organizaciones sociales en
Dado que las normas sociales (más o aquella tan lejana y larga época que
menos exitosas) de regulación de la sexua­ llamamos Prehistoria?
lidad son un universal hay que partir de la ¿Con decir que todos los dibujitos e ilus­
hipótesis que finalmente su estableci­ traciones de la vida cotidiana en la
miento desde la prehistoria es la prehistoria que aparecen en libros de texto,
explicación más plausible para esa estasis enciclopedias, museos y videos de divulga­
demográfica. El sistema también más ción son meras suposiciones procedentes
directo y efectivo es convertir la capacidad de deseos actualísticos?
de reproducción de las mujeres en un ¿Que proceden de un sesgo androcén-
recurso colectivo. La sexualidad de las trico denunciado pero no superado?
mujeres se vehicula hacia la reproducción ¿Con insistir en que todo ello no es
(no a su propio uso y disfrute). Para lograr neutral ni superfluo para la vida actual,
esa imposición sobre una parte del colec­ sobre todo la de las mujeres?
tivo fue preciso primero individualizarlo e ¿Con recomendar a tod@ vulg@ que
inmediatamente subordinarlo. Se discri­ pregunte a todo sabio reconocido ¿cómo lo
minó a las mujeres a través de la minusva- sabe?
loración de sus aportes para conseguir así No, como arqueóloga feminista no creo

26 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 17-32


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Política y feminismo en Arqueología prehistórica

que eso sea suficiente. El feminismo es un sociales), situarlos históricamente y


movimiento político para el cambio social analizar las causas que han permitido o
y la arqueología no es un lujo cultural para regulado su producción y su manteni­
los neutrales sino un arma cargada de miento a lo largo de la historia.
futuro 5. Tal como escribimos en nuestro común
artículo ya citado debemos hacerlo, sólo
4.3. La tesis podemos hacerlo, desde la Arqueología, esa
La investigación (en arqueología social) es nuestra responsabilidad6.
debe focalizarse en cuáles son las estra­ Las relaciones entre relaciones sexuales,
tegias de gestión de la producción de vida de subsistencia y de reproducción social
en el cuadro general de las estrategias de (de la sociedad en conjunto) se pueden
existencia de las sociedades prehistóricas. pensar solapadas en las primeras socie­
Las relaciones de sexo, en tanto tienen dades humanas aún “en construcción”,
una repercusión directa sobre la (tasa de) pero eso debe ser verificado a través de la
reproducción biológica, son relaciones de investigación, a partir de preguntas
regulación fundamentales en toda arqueológicas, es decir sociales, de desa­
formación social, entendiendo que estas rrollo social.
relaciones no están fijadas ni determinadas Es el momento de volver a hablar de la
biológicamente, ni en actores naturales ni importancia del método utilizado en la
en la modalidades de esa relación (Haug investigación. Y del método científico como
2010). método objetivo desde un reconocimiento
Las relaciones de reproduccion, la crítico de la subjetividad en el acerca­
reproducción, es histórica y social y su miento a la realidad presente o pasada.
necesario control conllevó la discrimi- ¿Quién o qué es la ciencia? ¿Debemos
nacion de las mujeres, de su sexualidad desaprender lo aprendido por su indis­
(Mathieu 1985, Picchio 1999) a través de cutible sesgo androcéntrico? Por supuesto.
un instrumento, la división sexual del ¿Debemos dejar de lado la aproximación
trabajo. científica por estar impregnada de ese
Esa alternativa es histórica por lo tanto sesgo? ¿Es la Ciencia una invención
no es ni natural ni inevitable. patriarcal a la que hay que renunciar? Es
La producción de sexo socializado, el fácil dejar de lado la aproximación cientí­
proceso de identificación-separación fica con esta excusa ¿Hay que asumir los
mujer-hombre (masculino-femenino) como “roles femeninos” pero re-valorizándolos?
entidades socialmente diferentes, e inme­ Esa lucha sería la única salida si asumimos
diatamente asimétricamente diferentes ha que la subvaloración de las mujeres reposa
sido por tanto una producción disimétrica. efectivamente sobre una determinación
Se trata de hacerla igualitaria, de biológica ineludible que nos impone esos
desarrollar acciones transformadoras que “eternos femeninos”. Pero, ¿acaso no son
rompan con su caracter de inamovible, de esos supuestos roles femeninos una
presuntamente inmanente. Se trata de construcción social e histórica fruto preci­
probar, actuando, la caducidad de un hecho samente de un dictado patriarcal? ¿No ha
universalmente establecido (Collin 2010). sido precisamente ese el método por el que
Siguiendo a F.Collin: a un “es así” apoyado históricamente y a través de la división
en un “siempre ha sido así” debemos sexual del trabajo se ha desvalorizado a las
añadir “no será más así” (Collin 2010).
Para conseguirlo, para ser efectivas 6. “Para averiguar si hubo división social-sexual del
científicamente, hay que empezar abor­ trabajo, cómo, cuándo y por qué surgió y por qué y
cómo se mantuvo sólo tenemos una ciencia: la
dando los inicios de estos específicos arqueología, y esa ciencia la hacemos nosotras con
procesos productivos (de seres -humanos- nuestras propuestas y trabajos... No intentamos
sexar los objetos sino buscar indicadores
arqueológicos que permitan demostrar la existencia
5. No he podido resistirme a utilizar en provecho de una división social-sexual del trabajo y de la
propio partes de unas frases del poema de Gabriel relación entre la distribución o consumo de los
Celaya La poesía es un arm a cargada de futuro en bienes producidos y el trabajo social invertido por
Cantos íberos, 1955. cada sexo” (Piqué et al. 2009).

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 17-32 27


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mujeres? ¿No ha sido esa la excusa de la el instrumento dejando conjuntos de


Academia machista para relegar los improntas características que nos infor­
estudios sobre mujeres a un lugar marginal man sobre la relación entre los dos
“pintoresco”? elementos (uso).
Lo curioso es que, en Arqueología, en el La ciencia la hacemos y la cambiamos
mayor números de los casos se produce mujeres y hombres en nuestro trabajo
una situación dual: queremos ser consi- cotidiano y finalmente será lo que
derad@s científicas cuando tratamos queramos. Cuantas más mujeres científicas
temas técnicos (cuantos árboles hacen un (notables, excepcionales, comunes) mejor.
bosque p.e.) y no lo somos en absoluto, y a Y si es en la organización y en la toma de
veces ni queremos, cuando pasamos a decisiones aún mejor. Repensando la
temas directamente relacionados con la ciencia, haciendo ciencia en concreto,
“gente” y sus relaciones o sus emociones. habiendo leído y olvidado mucho, constru­
En este caso recurrimos como excusa a la yendo desde el análisis. Y si hace falta
complejidad de la mente humana, la arbi­ desde cero (o casi) (Figura 2).
trariedad (libre albedrío) o aleatoriedad de
la conducta humana, la inconmensura­
bilidad de los sentimientos, etc .
Desde posiciones cientifistas
positivistas se argumenta que los datos son
los datos, y como a la mayoría no le
interesa la (reconocer su) teoría no se
continúa preguntado ¿un dato de qué? ¿de
cuántas cosas? ¿por qué se encuentra este
dato?
No es que no existan más datos, se
encuentran datos que responden a las Figura 2
preguntas: ¿había cerámica? ¿la deco­
raban? ¿comían cabra? ¿más cabra que Hay novelas históricas que empiezan
conejo? ¿el número de raspadores en diciéndonos (humildemente) “no pretendo
extremo de hoja es superior al de buriles? escribir un libro de historia”, nosotr@s
¿técnica laminar aparece con o sin...? etc. deberíamos decirnos (humildemente) “no
En resumen, cada pregunta produce sus voy a escribir una novela”.
propios datos-respuesta, nuestro único Para evitar que nos limiten o nos hagan
trabajo es buscar la manera de encon­ más difícil el futuro hay que investigar en
trarlos. Un ejemplo que he usado otras el marco científico y feminista.
veces: cuando la pregunta fundamental no
fue sobre qué sucesión de fósiles directores 4.4. Etnoarqueología
líticos marcaban a qué sucesión de culturas Los proyectos que desarrollamos en
sino acerca del trabajo realizado con las América del Sur, especialmente en Tierra
“piedras”, sobre cómo identificar instru­ de Fuego (Vila et al. 2007 como resumen) y
mentos de trabajo, se aplicó la dialéctica y después en Canadá (Vila, Estévez 2010a)
desde entonces usamos (a veces incluso contrastando etnográfica y arqueológica­
mal usamos) la metodología llamada de mente sociedades desaparecidas nos
huellas de uso o traceología. La metodo­ permitieron solidificar y argumentar que
logía surgió de una pregunta sobre el desa­ las asumidas limitaciones de la arqueología
rrollo de los procesos técnicos y desde una como ciencia (explicativa por tanto) no
posición teórico-metodológica dialéctica. eran tales sino consecuencia de asunciones
Según esta última todo instrumento que asumidas, de acomodos académicos... y que
modifica su objeto de trabajo es a su vez el cambio pasaba por dejar de hacer lo
modificado por él, de manera que la forma habitual, por replantear la metodología
de utilizarlo y la combinación del tipo de modificando, ampliando y buscando otros
materia prima empleado como instru­ acercamientos.
mento y tipo de objeto trabajado modifican En esta contrastación metodológica se

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Política y feminismo en Arqueología prehistórica

reafirmó también una primera-vieja elemento transformador es a su vez


hipótesis: la reproducción es el principal transformado.
marco estructurador, el eje vertebrador, de Se trata de flexibilizar el concepto de
una sociedad, y por lo tanto, un objetivo proceso de trabajo o productivo y aplicarlo
ineludible de la investigación arqueológica tanto a las propias personas (hombres,
sobre las sociedades prehistóricas. Como mujeres, niños) como a los medios de
proceso productivo (por tanto social e socialización: entender los relatos,
históricamente determinado), la gestión de leyendas, cuentos o mitos y el arte como
esa producción caracteriza las distintas productos/instrumentos incluídos en las
sociedades y sus cambios estructurales estrategias de mantenimiento y ajuste de
(Vila y Estévez 2010b) las condiciones que posibilitan la conti­
Si la reproducción es producción de vida nuidad social (Pedraza 2009). Como
en primera instancia (y de mujeres y productos serán distintos, cambiantes en
hombres y de sus relaciones después) función de condicionantes histórico-
implica afrontar el primer proceso con la sociales propios de cada sociedad, pero
misma metodología con que afrontamos la como en cualquier otro producto pode-
producción de los demás bienes, para mos/cfeberemos identificar los procesos
poder así relacionar las distintas gestiones productivos: quienes los producen, donde
que conforman la estrategia de se consumen etc., etc. También el más o
reproducción social en cada caso. Y es menos valor social otorgado a cada fase o a
posible hacerlo. las personas implicadas en ella puede ser
Como escribimos en 2001 (Vila y Ruiz confrontado al valor real para entender el
2001) el proceso está socialmente sistema de poder.
condicionado desde el inicio (Narozky La gran y variada cantidad existente de
1995) y por tanto podemos hablar de las llamadas fuentes etnográficas (escritas,
gestión del proceso desde la consecución gráficas y objetuales) referidas a socie­
de la materia prima (relaciones sexuales dades de todo el mundo en sus primeros
reproductivas, embarazo y parto), la tiempos de contacto con europeos puede
transformación de esa materia prima en aún sernos muy útil; de su análisis crítico y
mujer u hombre en una sociedad concreta exhaustivo evidentemente dirigido desde
(educación/socialización, ceremonias- preguntas concretas podemos extraer p.e.
rituales ...), consumo/uso como persona cuáles serían los “datos arqueológicos” que
adulta en cuanto a la producción (división necesitaríamos buscar para evidenciar
del trabajo, etc.) y producción de las situaciones (relaciones) sociales que
condiciones que permitirán su continuidad. vemos repetirse en esas fuentes. A partir
En resumen, en el proceso de de esa identificación nuestro trabajo sería
producción de personas, el objeto de el cómo arqueológico, la metodología ade­
trabajo es el ser biológico, la acción de cuada para enfrentar la búsqueda (p.e. Vila
trabajo es la socialización, mientras que el 2006).
resultado material del mismo, el producto Nuestra propuesta de etnoarqueología
final deseado, es el ser social que pasará a experimental calibradora de metodología
ser consumido cuando su trabajo sea (Estévez y Vila 1996) continúa siendo útil.
utilizado en beneficio de todo o parte del Ahora podemos además combinarla con las
grupo (Piqué et al. 2009). En cada una de posibilidades que nos ofrece la interacción
estas fases podemos analizar quienes con otras tecnologías. Las técnicas agru­
intervienen, de qué manera, con que padas bajo el epígrafe de Simulación social
técnicas, etc. nos posibilitan experimentar en el sentido
Como en los demás procesos de trabajo más ortodoxo. Podemos p.e. ver los resul­
deberemos buscar las materialidades tados o las consecuencias de situaciones
implicadas y los lugares significativos. sociales que dependen de relaciones entre
Como en todos los procesos de trabajo (de muchas variables funcionando durante
transformación de la materia) esa relación mucho tiempo (complejidad), y podemos
entre sujeto, objeto y medio de trabajo es discernir al mismo tiempo entre normas
una relación dialéctica en la que el imprescindibles para la continuidad (=si no

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se cumplen la sociedad colapsa) y normas 4. Bibliografía


“acompañantes” o condicionantes, no ARGELÉS, Teresa, VILA, Assumpció 1993:
imprescindibles ni causales, que son las “De la Contradicció, o de la diferencia a
que pueden estar más directamente l'explotació”. L'Avenf, 169, pp. 68-70.
relacionadas o dependientes de contextos BARCELO, Juan Antonio, BRIZ, Iván,
concretos. En definitiva podemos calibrar y CLEMENTE, Ignacio, ESTÉVEZ, Jordi,
ponderar objetivamente la validez de MAMELI, Laura, MAXIMIANO, Alfredo,
nuestros modelos explicativos. MORENO, Federica, PIJOAN, Jordi, PIQUE,
Es el objetivo del Proyecto a tres bandas Raquel, TERRADAS, Xavier, TOSELLI,
que iniciamos hace tres años (De la Cruz et Andrea, VERDUN, Ester, VILA, Assumpció,
al. 2010) donde el núcleo y el objeto de ZURRO, Debora 2006: “Análisis
estudio de la simulación es el sistema etnoarqueológico del valor social del
normativo en una sociedad cazadora- producto en sociedades cazadoras-
recolectora-pescadora conocida, sin insti­ recolectoras”. En Etnoarqueología de la
tuciones políticas pero con estrictas prehistoria: más allá de la analogía, pp.
normas sociales. Y hemos empezado por 189-207. Treballs d'Etnoarqueologia, n°6.
modelar el aspecto social fundamental: CSIC. Madrid.
normas para la reproducción biológica y BEAUSANG, Elisabeth 2000: “Childbirth in
social. Prehistory: An Introduction”. European
Paralela o dialécticamente deberemos Journal o f Archaeology 3, 1, pp. 69-87.
enfocar la encuesta etnográfica, y después BERTESELEN, Reidar, LILLEHAMMER,
arqueológica, hacia la búsqueda de las Amvid, NAESS, Jenny-Rita (Eds) 1987:Were
variables arqueológicas que esta experi­ they all men? An examination o f sex roles in
mentación va proporcionando. Analizando Prehistoric Society. Arkeologisk museum.
espacios y sus objetos, p.e., a la luz de estas Stavanger. Norway.
preguntas sobre la gestión de la repro­ BIDET-MORDREL, Annie (coord.) 2010: Les
ducción, o hacia la posibilidad de analizar rapports sociaux de sexe. Actuel Marx-
el espacio buscando recurrencias entre Confrontation. PUF. Paris.
procesos de trabajos, espacios y quienes BRIGHTMAN, Robert 1996: “The Sexual
hacían estos trabajos. O redirigiendo y Division of Foraging Labor: Biology, Taboo,
buscando técnicas en antropología and Gender Politics”. Comparative Studies
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objetos necesariamente sino la materia­ Feminism in Archaeology”. Annual Review
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mente se puede (Beausang 2000, indifferénce des sexes”. En BIDET-
Dragicevic et al. en prensa ) o se podrá. MORDREL, Annie (Coord.) Les rapports
Sólo hay que replantear prioridades en la sociaux de sexe, pp. 152-167. Actuel Marx-
investigación, re-pensar el registro e inves­ Confrontation. PUF. Paris.
tigar en metodología. Pero como plantea­ CRUZ, David de la, ESTÉVEZ, Jordi,
mientos globales, en líneas de investigación NORIEGA, Pablo, PÉREZ, Manuela, PIQUÉ,
en grupos amplios, no como ejercicios Raquel, SABATER, Jordi, VILA, Assumpció,
puntuales para artículos en revistas VILLATORO, Daniel 2010: “Normas en
indexadas sociedades cazadoras-pescadoras-
Este es para mí el significado de recolectoras. Argumentos para el uso de la
investigación, de investigación dirigida- Simulación social basada en agentes”.
estrátegicamente planificada, y útil en Cuadernos de Prehistoria y Arqueología de
tanto en cuanto necesaria socialmente. la Universidad de Granada, 20, pp. 149-161.

30 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 17-32


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BIBLID [1138-9435 (2011) 1-158]

ACTUACIONES DE UNA ARQUEÓLOGA FEMINISTA EN LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA

ACTIONS OF A FEMINIST ARCHAEOLOGIST IN THE BOLIVARIAN REVOLUTION

Iraida VARGAS ARENAS

Profesora Titular Jubilada. Universidad Central de Venezuela. Investigadora Nacional


Emérita. Los Chaguaramos. Caracas. iraida.vargas@gmail.com

Resumen: En este trabajo analizamos las tesis históricas alternativas a las generadas por
la arqueología tradicional, surgidas en el marco de la llamada Revolución Bolivariana, que
parten de una conceptualización integral de la historia e intentan explicar temas,
personajes y procesos obviados, ocultados o distorsionados, incluyendo a las mujeres y
sus luchas. La práctica arqueológica tradicional en Venezuela, concebía a la arqueología
como una ciencia producida por una comunidad de arqueólogos y arqueólogas cuyas
relaciones estaban centradas casi exclusivamente en las profesionales que existían entre
ellas y ellos, olvidándose o negando las necesarias relaciones que dicha comunidad
mantenía con la sociedad donde realizaba su actividad vital. Muchos arqueólogos y
arqueólogas asumen en el presente la vinculación que existe entre sus prácticas y el
proceso de cambios que vive el país; sus nuevas propuestas estudian el proceso de
formación del pueblo venezolano como sujeto histórico revolucionario, rompiendo
simultáneamente con la invisibilización femenina en la reconstrucción de nuestra historia.
Se ofrecen conclusiones parciales sobre la participación femenina en los nuevos espacios
organizativos y cómo incide el conocimiento histórico como generador de sentidos
obtenido en las investigaciones arqueológicas pasadas y en curso.

Palabras clave: Práctica arqueológica, ideología, ciencia, feminismo, política.

Abstract: This paper analyzes the historical thesis alternatives to those currently held by
Venezuelan traditional archeologists before 1999, initial date of the Bolivarian Revolution,
that consider history as divided into non related temporal blocks. Alternative thesis
conceptualize history as a integral process whose diverse periods are integrated into
causal relationships. Traditional archaeological praxis was mostly centered in
professional/scientific relations among archeologists, unaware of the present living needs
and condition of the society. Today many archeologists assume the present relationship
between their professional-scientific praxis and the process of historical change we live in,
archaeological knowledge being essential to understand the formation of our people as a
revolutionary subject One of the main subject of these thesis is break the invisibilization
of women in history. It is offers partial conclusions on the result of archaeological
investigations centered on women social and historical participation.

Key words: Archaeological practice, ideology, science, feminism, politics.

Sumario: 1. Ideología y práctica arqueológica. 2. Revolución bolivariana, feminismo y


participación política. 3. Una arqueóloga feminista en la Revolución Bolivariana. 4. A
manera de conclusiones. 5. Bibliografía

1. Ideología y práctica arqueológica espacios) solo como un conjunto de


Hasta hace relativamente muy poco, la técnicas auxiliares de la historia o como
arqueología era conceptuada en Nuestra
América1 (y todavía lo es en muchos
Simón Bolívar denominaba la América Meridional y
la América Nuestra. La preferimos a la de América
1. Usamos la expresión Nuestra América, acuñada Latina, definida por los franceses o a la de
por José Martí, para referirnos a lo que El Libertador Latinoamérica creación de los estadounidenses.

Fecha de recepción del artículo: 22-VIII-2011. Fecha de aceptación: 1-IX-2011.


VARGAS ARENAS, Iraida

una rama de la antropología por lo cual establecidas cuantitativamente. En las


dependía de ésta para su teoría, sus llamadas sociedades urbanas, el volumen
métodos y sus técnicas, y si llegaba a ser del desarrollo cultural se medía a través de
considerada como una ciencia autónoma, la materialidad expresada en construc­
con teorías, métodos y técnicas propios se ciones, en obras construidas. Pero, en
le veía como cumpliendo un papel todos los casos, la presencia de los grupos
totalmente marginal dentro de las ciencias humanos constituía una variante que se
sociales en general. En esta apreciación daba por supuesta. La imagen de sociedad
influyó notablemente la misma práctica construida de esta manera estaba directa­
arqueológica, ejercida en sus inicios por mente influida por una determinación
personas más interesadas en la búsqueda materialista vulgar del desarrollo social
de rarezas y antigüedades, y luego, muchas que, además de todo, expresaba la
veces, realizada solo para obtener restos concepción patriarcal que campeaba en la
materiales de los períodos más antiguos de mentalidad de los arqueólogos y arqueó-
la vida social. Cuando esa práctica suponía logas. De esta manera, el mundo social que
la reconstrucción de procesos sociocultu- se expresaba arqueológicamente era
rales, entonces se consideraba que los concebido como el producto del accionar
arqueólogos o arqueólogas actuaban como tan sólo de hombres; la otra mitad de la
antropólogos o antropólogas, cobijados sociedad, las mujeres, se encontraba
bajo el manto teórico de esa disciplina y subsumida en la mitad masculina, sobreen­
cuando servía para ratificar o ampliar lo tendida, sin que se reconociesen los
que decían los documentos escritos usados aportes femeninos a la producción econó­
por la historia documental, entonces mica, la innovación tecnológica, el sustento
adquiría el estatus de técnica auxiliar de la y la recreación de la vida biológica y
historia. Esa fragmentación disciplinar cultural sin lo cual no podría existir ningún
para el estudio de la vida sociocultural de tipo de vida social organizada. La práctica
los pueblos en el pasado se intensificó con arqueológica en Venezuela, fomentada en
el advenimiento del capitalismo, especial­ gran medida desde la Academia
mente con la aparición de la antropología, estadounidense, concebía a la arqueología
creada dentro de ese sistema socioeconó­ como una ciencia producida por una
mico para ocuparse del estudio del comunidad de arqueólogos y arqueólogas
comportamiento y las actividades cuyas relaciones estaban centradas casi
culturales de los seres humanos, no exclusivamente en las profesionales que
estudiados por las llamadas ciencias existían entre ellas y ellos, olvidándose o
naturales, en especial de aquellos pueblos negando, las necesarias relaciones que
totalmente diferentes a la llamada cultura dicha comunidad mantenía con la sociedad
occidental. donde realizaba su actividad vital.
La práctica tradicional de la Congruente con lo anterior, esa comunidad
investigación arqueológica en Venezuela (y de arqueólogos y arqueólogas se creía y
podríamos decir que, en general, en toda veía a sí misma como integrante de un
Nuestra América), estuvo dominada hasta campo autónomo de lo social, fuera del
la década 70 u 80 del siglo XX por el marco de las ideologías, visiones del
pensamiento evolucionista, más preocu­ mundo, restricciones o estímulos econó­
pado en establecer una cuantificación de micos, contradicciones sociales incluyendo
los cambios culturales que ocurrían en las de género y demás factores que han
regiones dadas, correlacionando el caracterizado a la sociedad venezolana en
volumen y la diversidad de los objetos cada momento histórico; con ello negaban
materiales producidos en un espacio y que existiese una intervención directa de la
tiempo determinados, cuya presentación ideología en el proceso cognoscitivo, inter­
fenoménica formal podía ser identificada vención que, aunque extremadamente
como manifestación de la pertenencia sutil, no por ello estaba ausente del
étnica que permanecía en el tiempo y se proceso de generación del conocimiento.
desplazaba en el espacio dando origen a Admitían que si existía alguna implicación
nuevas fases de desarrollo cultural ideológica, esto ocurría tan solo en la

34 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 33-45


Universidad de Cádiz
Actuaciones de una arqueóloga feminista en la Revolución Bolivariana

manera como se difundía ese conoci­ concepción de que existía una ruptura total
miento, pero no en lo que se difundía, en el entre el pasado de nuestro pueblo y la
contenido, que se creía era “objetivo” y sociedad que se formó luego de la invasión
“neutro”2 3. española del siglo XVI, por lo que arqueó­
Muchas y muchos miembros de la logos y arqueólogas sólo debían
comunidad de arqueólogas y arqueólogos interesarse por el pasado: indios del
venezolanos poseían, muchas veces sin pasado, negros del pasado, españoles del
saberlo, una mentalidad no solo colonizada pasado. La arqueología, en consecuencia,
o neocolonizada4 (Vargas 1999), sino no tenía nada que ver ni aportar para la
también fuertemente marcada por el comprensión de los problemas que
patriarcado incrustado en la sociedad capi­ enfrenta la sociedad venezolana contem­
talista, por lo que en las reconstrucciones poránea (mayoría mestiza empobrecida,
históricas que realizaban de nuestras indígenas y afrodescendientes incluidos),
sociedades originarias no visualizaban la cuya solución debía ser dejada a otras
participación de las mujeres en la vida disciplinas sociales como la antropología
social. Aunque no podemos decir con social o la sociología.
propiedad que tales arqueólogas y Para lograr producir la mencionada
arqueólogos estuviesen directamente al ruptura epistemológica entre el pasado
servicio de las elites dominantes, sí es originario y el presente neocolonial, la
posible afirmar que se identificaban, según historiografía y la arqueología tradicio­
toda la tradición liberal, con la racionalidad nales adoptaron los mismos parámetros:
científica por lo que las posiciones valora- preterizaron a los y las indígenas,
tivas que sostenían implicaban que el diluyeron el negro y negra en el mestizaje y
oponerse a la política económica neoliberal además glorificaron a la sociedad colonial
que ha existido en nuestro país suponía machista surgida de la invasión española.
también adoptar una postura irracional5. El objetivo de esa posición era invalidar
En el caso de países como Venezuela, esta todo conocimiento sobre la continuidad
característica que adoptaba la práctica existente entre los procesos históricos y
arqueológica se complementaba con la vincular la identidad cultural de los
pueblos nuestro-americanos con la
2. Recomendamos leer las excelentes ideas sobre el tradición cultural occidental y no con las
carácter ideológico de la ciencia de Oscar Varsavsky culturas originarias -indígenas o negro-
en su obra Hacia una política científica nacional, africanas- que pasaron a ser consideradas
editada por Monte Ávila Editores (2006). como folklóricas. El logro de estos obje­
3. Alba Carosio plantea, además, otro aspecto que es tivos fue posible ya que se logró establecer
central en el tema que nos ocupa y es el referido al
una falsa separación entre el accionar
carácter patriarcal de las instituciones donde se
genera el conocimiento y considera, asimismo, que la profesional del arqueólogo y de la arqueó-
objetividad es androcéntrica (2 0 1 0 ). loga, y las condiciones de existencia de su
4. Para una discusión sobre este tema, ver nuestra propio ser social. La invisibilización de las
obra La Historia como Futuro (1 999). Editado por mujeres en la historia ni siquiera fue
Fondo Editorial Tropykos, especialmente las explicitada ni justificada, por considerarlo
observaciones y análisis sobre los contenidos pro
innecesario ya que sus actuaciones eran
colonialistas de las reconstrucciones históricas
nacionales de corte tradicional. vistas como inexistentes o, en el mejor de
5. En su práctica, consideraban imposible los casos, como irrelevantes6.
reconstruir las relaciones y las contradicciones Como veremos más adelante, la impor­
sociales. Como ejemplo podemos citar: A raíz de la tancia política de este hecho comenzó a
aparición en 1 9 7 4 de la primera edición de nuestro manifestarse cuando los pueblos
libro Antiguas Formaciones y Modos de Producción
Venezolanos (Monte Ávila Editores Latinoamericana,
nuestroamericanos, entre ellos el venezo­
1974, 1979 y 1992. Caracas), escrito en coautoría lano, anteriormente colonizados y ahora
con Mario Sanoja, muchos y muchas de esos neocolonizados comenzaron a querer ser
arqueólogos/as decían que el libro no trataba sobre
arqueología sino sobre ¡ciencia ficción! dado que
consideraban que la reconstrucción de las relaciones 6. Ver, por ejemplo, Mario Briceño Iragorry, Mensajes
sociales no debía ni podía constituir un objetivo sin destino y otros Ensayos, 1988. Biblioteca de
cognitivo. Fundación Ayacucho, Caracas.

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 33-45 35


Universidad de Cádiz
VARGAS ARENAS, Iraida

verdaderamente libres y soberanos, lo que siempre tuvimos claro -no obstante- que
hizo evidente la necesidad de poder contar el quehacer científico y específicamente las
con tesis históricas -alternativas a las que investigaciones que hacíamos desde la
habían acuñado la historiografía y la arqueología concebida como una ciencia
arqueología tradicionales- que explicasen social e histórica poseían un contenido
asuntos, temas, personajes y procesos ideológico-político, lo cual no era nuevo ni
obviados, ocultados o distorsionados por sorprendente para nosotras puesto que
ellas, vitales para la construcción de una somos marxistas. Tanto con nuestras obras
nueva subjetividad colectiva, necesaria, a como en nuestra labor docente e investiga-
su vez, para propiciar y legitimar los tiva nos orientamos a analizar la causa­
cambios que estaban realizando los nuevos lidad material de las transformaciones
actores sociales y para hacer posible la sociales y culturales de nuestra sociedad en
emergencia de un nuevo sujeto histórico. el pasado, a diferencia de otras posiciones
En tal sentido, un elemento constante en que consideraban el pasado como desco­
los contenidos de la historiografía y la nectado del presente y el futuro. Nos
arqueología tradicionales ha sido la siste­ dedicamos -asim ism o- a la promoción del
mática ocultación del género femenino, museo como herramienta didáctica para
manejando hasta ahora un discurso lograr establecer un puente ideológico
androcéntrico que ha servido para ocultar entre el pasado y el presente vivo, vía la
tanto las actuaciones de las mujeres en la utilización crítica del texto y de la imagen.
historia como sus luchas. Sin embargo, en Concebimos las expresiones museográficas
la actualidad, algunos historiadores e como un vehículo, quizá uno de los más
historiadoras y arqueólogos y arqueólogas expeditos, para demostrar la importancia
feministas trabajan desde la Academia que tienen la arqueología y la antropología
venezolana ofreciendo nuevas propuestas para consolidar la conciencia histórica y
y plantean la necesidad de que, como parte fomentar de esa manera la construcción de
fundamental del proceso conducente a la una conciencia revolucionaria en el pueblo
democratización plena de la sociedad, la venezolano, en oposición al mensaje
liberación femenina es imprescindible, conformista y sumiso de la clase burguesa
para lo cual es vital romper con la invisibi- que ha comunicado la historia tradicional.
lización femenina (Vargas 2010b). Nuestra actuación política en el marco
Toda esta transformación social y su de la Revolución Bolivariana ha permitido
continuación y profundización ha depen­ fusionar esos dos mundos; apunta funda­
dido en gran medida de cambios en el mentalmente a promover el desarrollo de
accionar de aquellos historiadores e histo­ una nueva historiografía de la sociedad
riadoras así como de arqueólogos y venezolana (incluyendo a la arqueología).
arqueólogas que comparten una misma Ésta debe partir de una explicación integral
visión política, por lo cual se ha comenzado de la historia social del país, donde el
a gestar una historiografía y una arqueo­ pasado precolonial o precapitalista sea
logía que sirva de apoyo a la construcción considerado como la raíz originaria de la
de una sociedad nueva. Nación. A partir de ella y mediante suce­
sivas transformaciones históricas se ha ido
2. Revolución bolivariana, feminismo y constituyendo la realidad policlasista,
participación política multicultural y pluriétnica que conocemos
Antes de la aparición de la Revolución hoy como la sociedad venezolana, la
Bolivariana en 1999 podemos decir que, en realidad que reconoce y promueve la
lo personal, no nos habíamos planteado Constitución Bolivariana, aprobada por
incursionar como arqueóloga directamente referéndum popular en 1999, cuyo
en la arena política; esa actividad, científica principal motor es el poder popular consti­
pensábamos -y la que realizábamos- tuyente. Esa actuación nuestra ha supuesto
estaba circunscrita a un mundo social que una toma de conciencia acerca de que los y
rodeaba a la Arcadia universitaria. Toda las arqueólogas debemos asumir nuestra
nuestra actividad profesional se había responsabilidad social con los conceptos y
desenvuelto en el mundo de la Academia; conocimientos que producimos, asumir las

36 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 33-45


Universidad de Cádiz
Actuaciones de una arqueóloga feminista en la Revolución Bolivariana

implicaciones ético-políticas de nuestras ideológico (Vargas 2005, 2007a). Y es,


investigaciones arqueológicas comprome­ precisamente, la aceptación de que existe
tidas no solo con el conocer la sociedad esa vinculación política la que nos faculta
sino fundamentalmente con el transfor­ para demostrar que la dominación de
marla. todos y todas tiene un fuerte componente
La historia, el conocimiento histórico, es político, incluso la que se produce y
sumamente útil para transformar a la reproduce en el ámbito doméstico familiar
sociedad. Permite desvelarle a los colec­ sobre mujeres y niños y niñas y sobre la
tivos que luchan en la actualidad por la cual influye decisivamente lo que se
justicia social cómo nuestros distintos produce en la Academia (Vargas 2010b).
países han llegado a ser lo que son, Con nuestras actuaciones esperamos
comprender por qué son como son y, sobre propiciar una lectura crítica del pasado que
todo, por qué tienen hoy día determinados abra el camino hacia una comprensión más
problemas comunes. En tal sentido, conce­ integral del proceso histórico venezolano.
bimos el conocimiento del pasado como Una lectura crítica de la Historia de
generador de sentidos para las poblaciones Venezuela no sólo nos permite reconsi­
actuales, contemporáneas, por lo que reco­ derar los movimientos sociales venezo­
nocemos su potencialidad para fortalecer a lanos actuales, y el gobierno que
los movimientos sociales, para satisfacer la reiteradamente se ha dado el pueblo vene­
necesidad de esos colectivos de contar con zolano, a la luz del lenguaje de derechos
nuevos y más eficaces instrumentos para tradicionales sancionados por Occidente y
constituirse en vanguardias de la de la lucha por la ciudadanía formal, sino
transformación social. La producción de que, por esto mismo, nos faculta para hacer
conocimientos es fundamentalmente histó­ hincapié en los conflictos y contradicciones
rica, lo que quiere decir que no puede que han tenido y tienen hoy día lugar para
escapar de las condicionantes sobre los lograr el establecimiento de nuevos
agentes que la producen, propias del derechos civiles, políticos, comunicacio-
contexto en el cual se produce. En tal nales, culturales y sociales del pueblo -
sentido nos hemos preguntado para qué y ahora organizado y consciente-. Esa
a quiénes sirve el conocimiento histórico lectura nos permite rescatar del olvido las
que producimos los arqueólogos y las luchas obreras (sector que el capitalismo
arqueólogas (Gándara 2008). ha tendido a neutralizar como sujeto
Creemos que la función del conoci­ revolucionario mediante la cooptación de
miento histórico no se limita a dar sustento sus líderes), las estudiantiles (siempre
a la creación de identidades particulares combativas y con fervor revolucionario, a
aunque, sin duda, el pasado es un elemento pesar de los procesos de despolitización a
constitutivo de los procesos de elaboración los que estuvieron sometidos las y los
de identidades ya que todo grupo humano estudiantes en los años 90), las femeninas
que quiere reivindicar su identidad tiene (que demandan soluciones a sus múltiples
que apelar a una determinada noción de y específicos problemas milenarios), las
pasado (Ericksen 1993; Vargas 1999). Pero campesinas y las indígenas (cada vez más
el uso social del conocimiento histórico seguras -com bativas- de la necesidad de
trasciende esta función; en la actualidad se un cambio en la propiedad y en la tenencia
aboca también a la tarea de promover la de la tierra) que han caracterizado la
conciencia ciudadana y el reconocimiento historia de Venezuela desde el siglo XVI,
del derecho a la diferencia, incluyendo la momento cuando nuestro país fue invadido
de género. Estos usos del conocimiento por los europeos.
histórico se vinculan también a las formas Esa lectura crítica amplía nuestra
de hacer y a los contenidos de la Política, capacidad para redefinir los que el pueblo
con mayúsculas, toda vez que, como ya considera son sus derechos, como por
hemos señalado, han constituido siempre ejemplo, incorporar el derecho al buen
un recurso válido para los fines que vivir (que no a la calidad de vida, concepto
persiguen las luchas políticas y culturales este último capitalista que se centra en dar
colectivas por su fuerte contenido u obtener recursos materiales y servicios,

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 33-45 37


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pero no en cambiar el modelo que origina eventualmente, ser asimilada a proyectos


la desigualdad social), o el derecho a la de transformación social, adelantados por
información (rompiendo con la hegemonía los diversos entes estatales en la definición
del IV Poder: Los Medios, que desinforman, de políticas públicas.
del que nos hablan Ignacio Ramonet 2004 Con base a lo anterior, hasta ahora
y Pascual Serrano 2009), o el derecho a la hemos producido numerosos libros,
participación política directa (que impulsa artículos y documentos varios, muchos de
a la verdadera democracia y demuestra ellos todavía inéditos; hemos participado
que la llamada democracia representativa en debates y conversatorios en distintos
no representa al pueblo sino a los intereses foros académicos, foros públicos de calle,
burgueses), o el derecho a una vida libre de asambleas populares, asambleas estudian­
violencia doméstica (que no sea solo un tiles, asambleas de mujeres, asambleas del
decreto o Ley sino acciones concretas). En partido PSUV, conversatorios con grupos
relación a lo anterior, vemos la sociales organizados, con frentes populares
participación política de todos y todas y similares, hemos ofrecido asesorías a
como el derecho a una existencia digna, diversos ministerios, así como entrevistas
entendida como buen vivir, signada -como en radio y TV. Estas tareas las hemos reali­
diría Hinckelamert- por la búsqueda del zado tanto dentro el país como fuera del
bien común (2005). Ello cobra especial mismo, ante públicos de muy diversa
relevancia como medio para impedir la composición.
dominación manifiesta y estimular la lucha Los materiales producidos versan sobre
contemporánea de millones de hombres y las siguientes tesis:
mujeres por el reconocimiento a su 1.- Tesis explicativa sobre el origen
particularidad y su derecho a la inclusión histórico de la desigualdad social de las
social (Vargas 2007a). mujeres que trata de explicar el papel
Como seinfiere, para nosotras los del patriarcado originario y el
derechos sociales no se derivan de la patriarcado europeo, la persistencia de
implicación o autonomía del individuo - prácticas patriarcales capitalistas en la
como decían los liberales del siglo XIX y sociedad contemporánea, especial­
como dicen los neoliberales actuales- lo mente aquellas que atentan contra las
cual ha propiciado la otra cara de la representaciones femeninas, cómo y por
moneda: la exclusión de las mayorías, sino qué se han ocultado a las mujeres en la
de la unidad y la inclusión sociales, de una historia y a sus luchas, análisis del
democrática participación política y de la reciente marco legal y los derechos
igualdad social de todos y todas. En este femeninos de ciudadanía.
sentido, reconocemos el importante papel En relación a lo anterior hemos
que han jugado las luchas de las centrado nuestras investigaciones más
organizaciones obreras durante el siglo XX recientes en tratar de combatir -usando
por los derechos de los trabajadores y las la arqueología social- la invisibilización
trabajadoras, a la educación, a la salud, a la de las mujeres en la historia y las causas
huelga, a la protección social. históricas de su opresión, subvaloración
Consideramos que una de las y discriminación (Vargas 2006, 2007,
principales tareas de las investigaciones 2008a, 2010a, Carosio y Vargas 2010).
realizadas por los llamados arqueólogos y Así mismo, nos hemos interesado en
arqueólogas sociales en países como desvelar las causas históricas de la
Venezuela consiste en comprender y exclusión social de las grandes
analizar el trabajo producido y acumulado mayorías, en particular de los y las
por los pueblos precoloniales o por el negras, de los y las indígenas, de los y
accionar de las diversas clases sociales que las campesinas y campesinos mestizos -
comenzaron su lucha a partir del siglo XVI, vale decir, las y los olvidados de
para transformarlo y traducirlo en una siempre- y, en consecuencia, a tratar de
experiencia vivencial capaz de suplir a la desvelar las maneras cómo se ha dado la
sociedad venezolana contemporánea de negación de sus derechos de ciudadanía
información histórica y social que pueda, (Vargas 2007a, 2008b, 2008c, 2008d).

38 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 33-45


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Actuaciones de una arqueóloga feminista en la Revolución Bolivariana

2.- Tesis explicativa sobre el origen vida social y cultural.


histórico de los sistemas agrarios y su 5.- Tesis explicativa sobre el origen y
incidencia en la definición actual de características de los mecanismos de
políticas públicas para obtener la exclusión social y los diferentes
soberanía alimentaria. modelos de ciudadanía social que se han
Con esta tesis tratamos de demostrar desarrollado en Venezuela a partir de la
que las tradiciones de trabajo agrícola, colonia y los cambios operados desde la
si bien han adoptado expresiones Revolución Bolivariana.
fenoménicas que varían en los Se considera la pertinencia de la
diferentes periodos de la historia, condición de clase, la pertenencia étnica
constituyen en todas las épocas el y el género en el análisis de los
basamento de la soberanía y de la mecanismos de exclusión social que se
reproducción biológica, social y cultural originaron con la sociedad de clases
del pueblo venezolano. desde el siglo XVI. La tesis explica el por
3.- Tesis explicativa sobre los qué de las contradicciones entre las
orígenes históricos compartidos de los elites dominantes y la mayoría de la
pueblos suramericanos y caribeños y su población, con especial interés en la
influencia en la estructuración de negación de los derechos sociales y
bloques sub-regionales. políticos de los indígenas y de las
Con dicha tesis hemos tratado de mujeres. Este proceso dialéctico se
demostrar la vinculación que existe en manifestó en diversos episodios de
la génesis de la población venezolana - rebelión social que generalmente se
desde épocas rem otas- con Nuestra saldaron con la derrota política de los
América en su conjunto y con Suramé- movimientos populares. Esta matriz de
rica y el Caribe en particular; así mismo dominación se quebró cuando comenzó
hemos intentado reivindicar la la declinación histórica del poder de la
diversidad cultural, visibilizar el trabajo burguesía venezolana en la década de
agrícola femenino, reconstruir y los años ochenta del pasado siglo y la
divulgar los aportes y logros tecnoló­ adopción acrítica del neoliberalismo
gicos populares y el conservadurismo para tratar de reflotar su sistema de
ecológico popular, enfatizando en poder entregándose a la determinación
ambos casos los femeninos, las manifes­ de los centros mundiales de poder
taciones de solidaridad social que imperial, el FMI y el Banco Mundial.
caracterizaban a las sociedades Asimismo, con la aparición de
indígenas precoloniales y a las comuni­ numerosos frentes y organizaciones
dades de negro africanas coloniales, feministas. (Vargas 2006, 2007a, 2008a,
muchas de las cuales persisten en las 2008c)
sociedades campesinas tradicionales 6.- Tesis explicativa para la
modernas y en la población popular comprensión de las políticas públicas
urbana contemporánea (Sanoja y aplicadas a los Pueblos Indígenas
Vargas 1999, Vargas 2006, 2007a). venezolanos en el siglo XX (Vargas
4.- Tesis explicativa sobre la 2007a, 2009b, 2010a).
formación de las clases sociales en el Hasta inicios de la revolución boliva-
período colonial (Sanoja y Vargas 2004, riana, las comunidades indígenas eran
2002, 2008). consideradas como un sector histórica­
La tesis intenta explicar cómo la mente disociado de la sociedad
invasión europea de nuestro territorio nacional, excluido y desprovisto de
supuso la introducción de tres derechos sociales, políticos y econó­
elementos negativos: las clases sociales, micos, sometido a la voluntad de las
el patriarcado y el racismo. La tesis misiones religiosas católicas o protes­
analiza, además, los procesos de tantes. Hoy día la organización social
acumulación originaria, así como la comunal indígena se ha insertado
aparición de mecanismos de exclusión perfectamente en la organización social
de las mayorías del disfrute pleno de la fundamentada en consejos comunales

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 33-45 39


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VARGAS ARENAS, Iraida

que se estructuran para llegar a formar con los procesos históricos de


un futuro Estado comunal socialista. expansión del capitalimo central, papel
7.- Tesis explicativa sobre la que ha adquirido fundamental
formación de las regiones geohistóricas importancia a la luz del surgimiento de
y la geoeconomía antigua venezolana y nuevos centros o bloques de poder
su influencia en la sociedad contem­ alternativos en Nuestra América
poránea. (Vargas 2008b, 2011, Sanoja y Vargas
Con esta tesis apuntamos hacia la 1999, 2010, 2011 y documentos
conceptualizacion de la sociedad vene­ inéditos para el Ministerio del PP para
zolana y su territorio como una forma las Relaciones Exteriores).
de relación política y económica, de 10.- Tesis explicativa sobre el lugar
carácter dialéctico que define los que ha ocupado y ocupa la sociedad
diversos momentos históricos de la venezolana en la emergencia del
nación (Sanoja y Vargas 1999, 2008, socialismo del siglo XXI.
2011a, 2011b). La tesis propone las diferencias entre
8.- Tesis explicativa sobre la sucesión el socialismo venezolano del siglo XXI y
de formaciones sociales, modos de el socialismo europeo del siglo XX. En
producción y modos de vida que ha ese sentido, se parte del reconocimiento
caracterizado el desarrollo de la del socialismo indígena originario como
sociedad venezolana hasta el presente. base para la construcción del socialismo
El proceso histórico de la sociedad venezolano en el presente siglo, así
venezolana no se puede caracterizar por como de las formas organizativas proto-
bloques separados y autocontenidos, socialistas que aparecieron en la
sino como un proceso continuo de sociedad venezolana desde el siglo XIX.
transformaciones cuantitativas y cuali­ Se plantea por qué el socialismo
tativas que determinan su devenir. Esta venezolano del siglo XXI debe ser
tesis ha sido de vital importancia para la feminista, dado que -de continuar el
comprensión de modos de vida y de patriarcado y sus prácticas- ello atenta
trabajo contemporáneos que suponen contra la ética y justicia social socialista.
pervivencias de maneras de trabajar y Se considera que Venezuela, por su
tipos de relaciones sociales de otros posición geoestratégica y por el peso
momentos históricos (Vargas 1990, específico que le concede su condición
Sanoja y Vargas 1999). de primera reserva petrolera mundial,
9.- Tesis explicativa sobre la las decisiones políticas que asuma en la
incidencia de la historia en el proceso de construcción de una sociedad socialista
integración suramericana y el papel de pueden tener un impacto considerable
Venezuela en los distintos momentos de en el desarrollo de los diversos procesos
dicho proceso. socialistas que se construyen actual­
Hemos intentado generar el mente en Nuestra América (Vargas
fundamento para una tesis histórica 2007a, 2010a, Carosio y Vargas 2010).
sobre el proceso de integración de las 11.- Participación en el debate
naciones de Suramérica y el Caribe; en colectivo sobre la creación de un
este sentido, consideramos que la modelo de desarrollo científico en una
redacción de una historia integrada de sociedad socialista. Discusión del papel
Suramérica sería vital, ya que se haría de la ciencia y la tecnología en la fase de
alternativa a las encajonadas historias transición hacia la construcción de una
nacionales individuales que han sociedad socialista. Se incorpora el
reforzado el aislamiento de nuestros concepto de diálogo de saberes y el de
pueblos. ciencia nueva (Vargas 2008 y
Por otro lado, hemos considerado documentos inéditos para el Ministerio
que la sociedad venezolana siempre ha del PP para la Ciencia, la Tecnología y la
actuado como una especie de bisagra Innovación, Instituto de Estudios
tanto entre las culturas suramericanas y Avanzados, IDEA. Vargas y Sanoja en
las caribeñas antiguas como de éstas prensa, Sanoja et al. 2010 y documentos

40 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 33-45


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Actuaciones de una arqueóloga feminista en la Revolución Bolivariana

inéditos para el Ministerio del PP para que se expresan en diferencias en las


la Ciencia y la Tecnología e Innovación) oportunidades, acceso y uso de recursos
12.- Propuesta para la elaboración que permiten garantizar tanto el bienestar
del modelo de sistema educativo y el desarrollo humano, como el ejercicio
transformador para la construcción de equitativo de los derechos ciudadanos. Al
una sociedad socialista. mismo tiempo, esas desigualdades han
La propuesta considera que una de permitido la feminización de la pobreza y
las formas de socialización para la la existencia de comunidades
aceptación de los valores socialistas matricéntricas.
sociales, culturales y éticos, es la Por estas razones nos hemos preocu­
educación, transformación que es pado de analizar lo que sucede en una de
primordial para el cambio en las las formas organizativas conocidas con el
relaciones de producción capitalistas nombre de Consejos Comunales, que son
(Vargas 2007a, 2010c). instancias de participación, articulación e
13.- Participación en debates integración entre las diversas organiza­
públicos colectivos (incluye la ciones comunitarias, que permiten al
participación reiterada en el programa pueblo organizado la gestión de las
televisivo Debate Socialista) sobre la políticas públicas. Los consejos comunales
construcción de una nueva subjetividad, surgen en 2005-2006 por iniciativa del
conciencia social y ética revolucionarias. Ejecutivo, específicamente del ciudadano
Combate contra el consumismo (Vargas Presidente, como manera de impulsar la
2007a, 2008c, 2009, 2010c, 2011). organización del Poder Popular consa­
Hemos considerado que la participación grado en la Constitución del país de 1999.
en los medios, es fundamental para No obstante el papel decisivo de esta
contribuir a la difusión masiva de los acción presidencial es importante destacar
valores socialistas. que para el momento de su creación legal
estas organizaciones populares ya estaban
3. Una arqueóloga feminista en la prefiguradas dado que el conjunto de
Revolución Bolivariana vínculos sociales cotidianos de esos
Los estudios históricos críticos en sectores populares fue dando lugar a orga­
Venezuela -en especial los de arqueólogas nizaciones flexibles de base, sobre todo en
y arqueólogos sociales-nos han permitido el último tercio del siglo XX (Vargas
entender las conexiones y enfrentamientos 2007b). En efecto, hombres y mujeres que
entre los derechos políticos y los sociales integraban desde hacía décadas
consagrados por la tradición burguesa y los organizaciones basadas en lazos sociales
que aspiran y luchan colectivos de mujeres enraizados en los vecindarios dentro de los
y frentes feministas actuales, tomando en barrios, asociaciones informales estructu­
cuenta las nuevas formas y espacios radas por nexos de parentesco -
organizativos y las oportunidades políticas consanguíneos y por adhesión-caracteri­
que se han generado en el marco de la zadas por relaciones sociales cara a cara, se
Constitución de 1999, puestos en práctica fueron convirtiendo en espacios de acción
por el gobierno bolivariano, especialmente política cuando surgió la oportunidad, y
las llamadas misiones sociales y los esto ocurrió, precisamente, con el apareci­
consejos comunales (Vargas 2007a, miento de la Revolución Bolivariana. Se
2007b). trataba de organizaciones populares que se
Debido a la existencia de una
construcción social de la diferencia como
vivir más justa, más sostenible o sustentable y más
desigualdad, en este caso de género, ecológica que la que supone el concepto occidental
existen formas asimétricas para lograr el de calidad de vida el cual, según la lógica neoliberal,
buen vivir7 para hombres y mujeres, las implica que algunos consumen hasta la saciedad
bienes terminados y por lo tanto la mayoría tiene
7. Usamos indistintamente las expresiones “buen que “vivir mal” para que unos pocos tengan una
vivir” de los y las indígenas andinos y la de “bien buena “calidad de vida”. Buen Vivir supone asimismo
común” acuñada por Franz Hinckelamert (ver cita a vivir en armonía con la Naturaleza y con los seres
pie de página No 7) para referirnos a una forma de humanos.

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 33-45 41


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generaron en el largo y centenario proceso responsabilidad y compromiso frente a


de apropiación de recursos para revertir todos los miembros de la sociedad. Se nota
las condiciones de pobreza, cuando la la existencia de formas democráticas de
pérdida de expectativas provocó esfuerzos participación que caracterizan a la vida
autogestados para superar esa situación, comunitaria como son los debates
en donde destacan las redes de solidaridad colectivos, las asambleas y similares, la
y el fortalecimiento de las identidades. elección de voceras y voceros. Sin embargo,
Los consejos comunales, así como las en la mayoría de los casos estudiados, en lo
misiones sociales, han aglutinado que refiere a las relaciones entre sexos, no
fundamentalmente a mujeres quienes existe una verdadera conciencia feminista
fueron las autoras, precisamente de las entre las mujeres, ni una agenda feminista
redes populares de solidaridad, las cuales, en los proyectos que ellas introducen y
se inclinaron hacia el logro o la defienden.
construcción del bien común y no hacia el Ha cambiado la percepción de las
individual, y por lo tanto las hemos mujeres sobre su propia participación
considerado como formas sociales social. Las mujeres populares se auto
protosocialistas8. reconocen, ahora, como integrantes del
Nuestro interés y accionar como Poder Popular (este poder tiene rango
arqueóloga dentro de algunas de estas constitucional desde 1999), pues perciben
unidades organizativas del Poder Popular que el consejo comunal, si bien es un
se han centrado en tratar de ver cómo ha espacio que les ha sido otorgado por el
influido el conocimiento histórico (y si lo mismo Estado, hace posible que ejerzan su
ha hecho) en las construcciones culturales poder en su interior sin mayores
y sus significados, que han derivado de las interferencias externas en las acciones
prácticas y las posiciones que han asumido sociales que emprenden para solventar los
los propios grupos de mujeres en los problemas de sus comunidades. Existe,
nuevos contextos, es decir, cómo han entonces, una aceptación, que se da en el
persistido comportamientos y valores plano cultural, de que al ser miembros del
culturales de períodos anteriores y si ello Poder Popular no solo comparten
incide y de qué manera en la composición responsabilidades con otras instituciones
de la subjetividad social de esas mujeres, del Estado, sino que ello las acerca al
en sus acciones colectivas y si favorecen u Presidente, a quien consideran suyo
obstaculizan el proceso bolivariano de porque proviene originalmente del mismo
transformación. estrato socieconómico que ellas.
Al presente podemos plantear algunas Ha cambiado la percepción femenina
conclusiones, que si bien poseen carácter sobre las políticas sociales estatales a
provisional (faltan datos por analizar), partir del proceso bolivariano. Antes, esa
muestran constancia y tendencia: percepción se veía influida solamente por
El cambio o el efecto más notorio ha las formas de gestión, de manera que la
sido el estímulo a la auto organización y el identidad con esos planes sociales
autogobierno, así como el trabajo dependía de la eficacia (los planes eran
mancomunado. Las comunidades muestran terriblemente ineficientes lo que
mayores iniciativas, mayores niveles de propiciaba la existencia de una identidad
negativa) de los mismos para solventar los
8. Hinkelamert nos habla de la ética del bien común: problemas, puesto que eran concebidos
"Los valores del bien común [...] son los valores del como un mecanismo de protección a la
respeto al ser humano, a su vida en todas sus estabilidad del hogar que funcionaba a
dimensiones, y del respeto a la vida de la naturaleza
[...] Esos valores interpretan al sistema, y en su
través de los subsidios que eran recibidos
nombre se requiere ejercer resistencia para como dádivas. Aunque la eficacia de los
transformarlo e intervenirlo [...] pero los valores del planes sigue siendo considerada
bien común no son leyes o normas. En consecuencia, fundamental, se mezcla en lo cotidiano con
su fu erza es la resistencia" (Franz Hinckelamert, El
la percepción de lo social, lo político y lo
Sujeto y la Ley. El retorno del sujeto reprimido. 2005:
152-153. Énfasis nuestro. Editorial El Perro y la afectivo y se le incorpora un nuevo
Rana. Caracas). elemento que es producto de procesos

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Actuaciones de una arqueóloga feminista en la Revolución Bolivariana

reflexivos como es la corresponsabilidad y disputas en torno a beneficios y en la lucha


el cogobierno en la vida comunitaria. En el por establecer sus propios liderazgos.
consejo comunal, pues, lo cultural marca la Las investigaciones que actualmente
percepción de todo lo demás (Vargas realizamos en torno a los consejos
2007b). comunales y a otras formas organizativas
A partir de la Revolución Bolivariana y contemporáneas (como los frentes de
de los consejos comunales existe un mujeres), de profundo arraigo popular, han
manejo colectivo de varias nociones servido de inspiración para la definición de
políticas nuevas, muy influidas por un nuevos objetivos cognitivos (Gándara
conocimiento superficial de la historia, 2008) en la investigación arqueológica,
usadas en los discursos cotidianos sobre todo aquella que atiende al período
femeninos: antiimperialismo, soberanía etnohistórico -siglos XV-XVIII-, con los
nacional, emancipación, socialismo, cuales trataríamos de explicarnos por qué
solidaridad, autogestión, trabajo en común, y cómo surgen las redes de solidaridad
corresponsabilidad y muchas otras. femeninas que caracterizan hoy día a las
En el mismo sentido anterior, también comunidades familiares matricéntricas que
se han incorporado a esos discursos las existen entre los sectores populares, sobre
principales figuras de la historia de todo rurales pero también urbanos, que
Venezuela (como ejemplos de probidad, son las que mayoritariamente se han
combatitividad y amor a la Patria) que nucleado en los consejos comunales y
participaron en las rebeliones indígenas y cómo han estado vinculadas con la
negras del siglo XVI, en la gesta dominación femenina. Nos interesa, pues,
emancipadora del siglo XIX y en los explorar e identificar esas relaciones
movimientos de rebelión y guerrilleros del sociales, dado que constituyen una parte
siglo XX: Guacaipuro, Ana Soto, José esencial de los estudios sobre la
Leonardo Chirinos, Francisco de Miranda, desigualdad social de las mujeres que son
Simón Bolívar, Manuela Sáenz, Josefa necesarios en la lucha actual por la
Camejo, Ezequiel Zamora, Fabricio Ojeda, emancipación.
son algunos de ellos y aunque se trata
mayoritariamente de personajes 4. A m anera de conclusiones
masculinos cada día se incorporan más En el marco de la Revolución
mujeres. Bolivariana comenzamos a ver la historia
Hoy día podemos afirmar que las como herramienta de transformación
cooperativas y los consejos comunales han liberadora de la sociedad. Intentamos así,
devenido las organizaciones y los espacios pues, aplicar al estudio de la realidad los
públicos de interacción comunicativa y de conocimientos obtenidos mediante la
construcción y reproducción de ciudadanía práctica arqueológica, ahora con diversos
e identidades preferidas por las mujeres, objetivos ideológico-políticos explícitos:
aunque consideramos que esto no parece A) En primer lugar, analizar su
ser todavía, en todos los casos, el resultado incidencia en la comprensión del nuevo
de un proceso reflexivo, con una contexto social y económico que surge
direccionalidad totalmente autogestada. en el país a partir de 1999, lo cual
Aun se observa una fuerte influencia consideramos es inseparable de los
estatal externa dentro de las nuevas estudios y las interpretaciones de la
organizaciones sociales; por otro lado, conducta social pasada y presente.
observamos fallas de cohesión pues las B) Frente a la historia dominante,
mujeres se ven inmersas en conflictos de que ha impuesto una manipulación de la
varios tipos, algunos violentos, entre los realidad y una memoria que invisibiliza
que se incluyen enfrentamientos con a los sujetos sociales como fuente de
líderes masculinos (los más comunes y poder, nos planteamos como horizonte
generalmente por diferencias en el uso de utópico realizable una nueva historia
los recursos económicos que otorga el sobre la base de una realidad
Estado), con miembros del funcionariado epistemológica y política distinta,
oficial, entre ellas mismas por celos y orientada a lograr que ese pueblo-sujeto

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 33-45 43


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histórico aparezca en toda la tan claro en las mentes revolucionarias


potencialidad de sus luchas y masculinas. La lucha antipatriarcal es
resistencias. contra el modelo cultural androcéntrico de
C) Un objetivo sustancial es lograr dominación que no solo sirve para someter
establecer nuevas consideraciones a las mujeres sino que es útil también para
ontológicas para la investigación fortalecer el capitalismo.
feminista histórica, especialmente
aquellas que impliquen criticar los
5. Bibliografía
presupuestos ideológicos y la
BRICEÑO IRAGORRI, Mario 1988: Mensaje
fundamentación de los procesos de
sin destino y otros ensayos. Biblioteca de la
opresión de las mujeres a lo largo de la
Fundación Ayacucho. Caracas.
historia.
CAROSIO, Alba, VARGAS, Iraida 2010:
D) Dado al que consideramos como
Feminismo y Socialismo. Fundación
un inadecuado acercamiento por parte
Editorial El Perro y La Rana. Caracas.
del marxismo al problema de la
CAROSIO, Alba 2010: Los estudios de género
dominación femenina, buscamos
en Venezuela . Versión electrónica.
enriquecer el marco conceptual clásico
ERICKSEN, Thomas 1993: Ethnicity and
y la perspectiva teórica de dicha
Nacionalism. Pluto Press. Londres.
posición con un conocimiento profundo
GÁNDARA, Manuel 2008: El análisis teórico
del patriarcado, sus orígenes, sus
en ciencias sociales: Aplicación a una teoría
prácticas y sus instituciones.
del origen del Estado en Mesoamérica.
La construcción de un modo de vida
Versión electrónica.
socialista, popular y comunitario -tarea
HINKELAMERT, Franz 2005: El Sujeto y la
que es el objetivo central de la Revolución
Ley. El retorno del sujeto reprimido.
Bolivariana en los actuales momentos-
Fundación Editorial El Perro y La Rana.
solo puede ser emprendida con base a una
Caracas.
conceptualizacion integral de la historia,
MÉSZÁROS, István 2009: El desafío y la
haciendo una historiografía que analice el
carga del tiempo histórico. El socialismo del
devenir, el proceso de la historia como
siglo XXI. Tomo I. Fundación Editorial El
animado por la lucha de clases. Así la lucha
Perro y La Rana. Caracas.
de clases deja de ser una metáfora para
RAMONET, Ignacio 2004: “Información y
transformarse en una aproximación a
democracia en la era de la globalización.”
pueblos concretos que luchan por alcanzar
Question. Noviembre, No. 29.
la justicia social, en tanto que las
SANOJA, Mario, VARGAS, Iraida 1974:
oligarquías y burguesías -cuyas victorias
Antiguas Formaciones y Modos de
han sido laudadas por la historiografía
Producción Venezolanos. Monte Ávila
oficial escrita por los y las intelectuales
Editores Latinoamericana C.A. Caracas.
burgueses- pueden ser vistas como lo que
SANOJA, Mario, VARGAS, Iraida 1999:
realmente han sido y siguen siendo: una
Orígenes de Venezuela. Comisión
clase explotadora del trabajo de la mayoría
Presidencial V Centenario. Editorial
de hombres y mujeres excluida, desechada
Centauro. Caracas.
por el metabolismo capitalista (Mészáros
SANOJA, Mario, VARGAS, Iraida 2002: El
2009).
agua y el Poder . Primera edición. Ediciones
Esta tarea, debe incluir, de manera
del Banco Central de Venezuela. Caracas.
necesaria, otra tan vital y tan imprescin­
SANOJA, Mario, VARGAS, Iraida 2004:
dible como el conocer la lucha de clases,
Razones para una revolución . Primera
que es la construcción de una nueva
edición. Monte Ávila Editores
conciencia y una nueva ética revolucio­
Latinoamericana C A. Caracas.
narias, nuevas en tanto incorporen valores
SANOJA, Mario, VARGAS, Iraida 2008:
no solo el anticapitalismo y el
Revolución Bolivariana. Historia, Cultura y
antiimperialismo, con los que están de
Socialismo. Monte Ávila Editores
acuerdo todos nuestros camaradas mascu­
Latinoamericanos, C.A. Caracas.
linos, sino también el antipatriarcado el
SANOJA, Mario, VARGAS, Iraida 2011a:
cual -infortunadamente- parece no estar

44 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 33-45


Universidad de Cádiz
Actuaciones de una arqueóloga feminista en la Revolución Bolivariana

“Reflexiones sobre una historia del Ecuador . Guayaquil.


grancolombiana”. Zona Tórrida. Revista de VARGAS, Iraida 2008b: “Resistencia y lucha
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view o f the science o f the past. Pp 555-568. para la creación de la Participación
Ludomir Lozny Ed. Springer. New York. Democrática en Venezuela. Arqueología
SANOJA, Mario, VARGAS, Iraida, BRITTO, Social e Historia Regional”. Boletín de
Luis, RONDÓN, Pavel, PÉREZ, Miguel A. Antropología Americana. México. No. 41.
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Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 33-45 45


Universidad de Cádiz
Revista Atlántica-Mediterránea 13, pp. 47-64
BIBLID [1138-9435 (2011) 1-158]

REDESCUBRIENDO LA REALIDAD MATERIAL: RECUPERANDO EL FEMINISMO


MATERIALISTA PARA LA ARQUEOLOGÍA SOCIAL

REDISCOVERING MATERIAL REALITY: RETRIEVING MATERIALIST FEMINISM FOR


SOCIAL ARCHAEOLOGY

Manuela PÉREZ RODRÍGUEZ

Becaria Postdoctoral, IV Programa de Estadías Postdoctorales Universitat Autónoma de


Barcelona. Departament de Prehistoria. Universitat Autónoma de Barcelona. Campus
Universitari. 08193. Bellaterra. Manuela.Perez@uab.cat

Resumen: Se aborda en este artículo las aportaciones que tendría que hacer el feminismo
materialista a la denominada Arqueología Social. Desde una crítica constructiva a esta
posición teórica ponemos el foco en los procesos de reproducción social y en el de
reproducción biológica que siendo fundamentales para comprensión de la totalidad social
se han tratado ignorando en muchas ocasiones la producción feminista para estos temas.
Se toma la propuesta realizada para una teoría del valor en prehistoria para superar esta
situación.
Palabras clave: feminismo materialista, arqueología social, reproducción social, teoría del
valor.
Abstract: Scope of this article is the contribution that the materialist feminism would have
to Social Archaeology. From a constructive criticism to this theoretical position we focus
on the processes of social reproduction and the biological reproduction to be fundamental
to understanding the social totality have been treated in many cases ignoring feminist
production on these issues. Take the proposal made to a theory of value in prehistory to
overcome this situation.
Key words: materialist feminism, social archaeology, social reproduction, theory of value.
Sumario: 1. Introducción: ¿hay una Arqueología Social para tiempos de crisis? 2. ¿Por qué
una teoría materialista feminista para la arqueología? 3. De la crítica al androcentrismo en
la Arqueología Social a su superación. 4. Materialismo histórico y reproducción: la crítica
de la economía feminista a la teoría del valor trabajo. 5. La aplicación de la teoría del valor
trabajo en la Prehistoria. 5.1. Un intento de aplicación de la teoría del valor trabajo en
arqueología. 6. La reproducción, ese asunto pendiente. 7. Discusión: necesitamos abordar
el proceso reproductivo para definir sociedades. 8. Bibliografía.

1. Introducción: ¿hay una Arqueología eclecticismo Ramos et al. 1998), donde la


Social para tiem pos de crisis? falta de rigor a la hora de explicitar las
Unos 20 años después se podría afirmar teorías observacionales se sustituyó con un
que la arqueología sucumbió no sólo al poco de imaginación más técnicas. La
peligro de cierto empirismo con raíces en Arqueometría da cierto revestimiento
el historicismo cultural (Vila y Estévez científico a la imaginación postmoderna.
1989), sino también a la especulación Así, no debería sorprendernos ver esos
literaria postmoderna. Por un lado, nos modelos idealistas subjetivos que han
encontramos las pretensiones de cambiado los datos tipológicos por los
objetividad de colegas que creen que datos empíricos que aportan las ciencias
haciendo técnicas pueden hacer ciencia auxiliares (García Sanjuán 2008).
objetiva, que recuerda a aquello que criticó Por un lado, el marxismo y, por otro,
la Arqueología Social andaluza hace una vertiente feminista que recoge (y
bastante tiempo y que denominó critica) parte de éste (feminismo
“arqueología inocente” (Ruiz et al. 1986) materialista) no están de moda. No sólo no
para referirse al historicismo. Por otro, están de moda sino que parece que han
aquello que se denominó como quedado condenados por parte de los
“postmodernidad a la española” (por su defensores de la objetividad (que parece

Fecha de recepción del artículo: 15-X-2011. Fecha de aceptación: 30-X-2011.


PÉREZ RODRÍGUEZ, Manuela

que tienen el exclusivo derecho a decir qué tuvo el marxismo en la academia.


es ciencia y qué no) a ser parte de la Las críticas también al conjunto de la
postmodernidad. Por tanto, no es de ciencia tuvieron una escasa repercusión en
extrañar que no sé cuantos años después nuestra disciplina. Desgraciadamente esta
estemos a vueltas con la objetividad, y crítica se apoyó y se quedó en Kuhn
definiendo otra vez cuál es el objeto de (1963), e ignoró otras propuestas que
estudio de nuestra disciplina1 (Barceló hubieran sido más fructíferas para la
2008). ciencia en general (Bunge 2000, Lakatos
En este debate se olvida que se debe 1993). Pero a pesar de su relativismo y su
bastante, en cuanto a cómo se produce el concepción científica idealista, se
conocimiento científico, a las críticas produjeron trabajos epistemológicos que
realizadas desde el marxismo (Kopnin plantearon una serie de cuestiones sobre la
1978, Sánchez Vázquez 1980). De hecho, objetividad, la producción del
parte de las críticas feministas se derivaron conocimiento y de cómo este era producido
en un primer momento de una vertiente básicamente por varones blancos de clase
materialista (Hartmann 1979). El media2 (Harding 1996, Keller 1989),
feminismo puso especial énfasis en como la equiparando y relacionando androcen-
producción del conocimiento también se trismo con etnocentrismo.
integra en unas determinadas relaciones Hoy podríamos decir que "el conoci­
sociales (Harding 1996). Sobre todo la miento de las condiciones sociohistóricas
organización de la producción científica que influyen (...) en la práctica científica es
tendrá que ver con quién distribuye tanto la única manera de contrarrestar, hasta
lo que se produce como el trabajo para cierto punto, dichos factores" (Moro 2008:
hacerlo, así como el acceso a las fuentes 207). Esto es algo defendible desde la
necesarias para que esta producción se Arqueología Social (Gándara 1993).
lleve a cabo. Por otra parte, buscar las causas de la
Fuera de nuestras fronteras tampoco se explotación para desnaturalizar desigual­
ha tenido en cuenta todo el debate dades no sólo se configura como una
feminista sobre la reproducción (Mathieu cuestión ética. Podemos encontrar una
1985a), y también toda la reflexión sobre la razón de ser para la arqueología que vaya
conceptualización de la sociedad y la más allá de sus listas tipo o la búsqueda del
producción del conocimiento (Harding "otro" que se propone desde algunas
1996, 2011, Keller 1989, MacKinnon 1982) perspectivas postmodernas.3
no han dejado ningún poso en muchas de Sé que aquí se me acusará de situarme
las cuestiones que desde una perspectiva en el lado de quienes tienen una agenda
marxista se abordaba para la arqueología. política, pero más allá de las agendas es
Evidentemente también en nuestro país innegable que hoy por hoy, con la última
desde los 80 se plantearon excepciones a
este panorama (Falcón 1982) pero no es 2. Esto mismo fue subrayado por el marxismo
menos cierto que tuvieron una escasa (Sánchez Vázquez 1980), claro está desde su
repercusión en el ámbito académico, concepto de clase y sin hacer referencia a las
mujeres.
excepto en algunas propuestas que años
3. Este "otro" definido desde nuestro mundo. Pero
más tarde llegaron desde el mismo lugar
también debiera ser un elemento de reflexión como
donde se plantearon las críticas (Argelés y se construye ese "otro-otra" en nuestras ciudades
Vila 1993, Sanahuja 1991), demasiado por el tolerante "multiculturalismo" que como señala
escasas para la fuerza que en su momento Zizek en cuestión de derechos humanos se mueve
entre el demasiado y el demasiado poco (Zizek
2 0 1 0 ). Otros autores lo han denominado
1. Disciplina que ha quedado, a pesar de las acertadamente como "racismo postmoderno"
pretensiones de cientificidad o quizás en (Flecha 2001). Un ejemplo claro es la postura de
congruencia con lo que se propone desde el nuevo tolerancia del feminismo postmoderno (y
idealismo, en el cajón de las "Humanidades", junto multicultural) ante la situación de falta de derechos
con la Historia. Ésta y la Arqueología parece que que muchas mujeres inmigrantes de nuestras
deberían ignorar la parte de "proyecto social" y ciudades viven, ampliamente criticado por diversas
someterse mansamente a su carácter diletante de autoras de las dos orillas del Mediterráneo (Amorós
"Humanidades". 2 0 1 0 ; Tamsali 2011).

48 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 47-64


Universidad de Cádiz
Redescubriendo la realidad m aterial: recuperando el feminismo m aterialista
para la arqueología social

crisis que estamos viviendo, necesitamos hay que partir para proponer una forma
encontrar las causas de este presente o nueva de hacer ciencia, sin olvidar, por
bien quedarnos a observar tras el cristal de supuesto, todo lo que se pudo aportar
las vitrinas de los museos, mientras anteriormente. En muchos aspectos algo
postulamos por modelos patrimoniales que tendrá que ver la división sexual del
sean objeto de consumo de las clases trabajo con la organización de la
medias-altas (Parreira 2007) o por nuestra reproducción (Ruiz y Briz 1998; Estévez et
objetividad, o bien por la pura especulación al. 1998, Vila 2004).
metafísica, desconectándonos desde la No hay que renunciar a la objetividad.
academia (y también a la academia) de la De la misma forma, que se ha construido
realidad. una ciencia que es androcéntrica (realidad
Estas cuestiones que podrían parecer que se han abordada desde la crítica
también metafísicas tienen mucho que ver historiográfica) debemos empezar a tomar
en estos momentos con las políticas de conciencia que su corrección-refutación no
investigación que se implementan desde puede venir sólo desde el subjetivismo
organismos oficiales4. La reflexión sobre idealista que focaliza sólo el papel del
qué conocimiento producimos, por qué y el sujeto (Keller 1989). Si cualquier
para quién se hace necesaria para huir de afirmación depende únicamente del sujeto,
los nuevos empirismos y debería de abrirse la de que la ciencia es androcéntrica, es
a espacios de reflexión colectivos fuera de consecuencia de la afirmación de las
los muros de las instituciones (Edu-factory mujeres, no de una realidad en la que la
y Universidad Nómada 2010). producción del conocimiento está
determinada por unas relaciones sociales y
2. ¿Por qué una teoría m aterialista que, por tanto, y se inserta actualmente en
feminista para la arqueología? un sistema social concreto en el que las
La primera necesidad de los diferentes mujeres de diferentes clases sociales y
feminismos en la ciencia ha sido la de la razas tienen un acceso diferencial al saber
crítica. En este sentido, parece que costará producido. Olvidar esta relación nos da
más hacerlo para una Arqueología Social relativamente la misma validez que las
que olvida frecuentemente la importancia afirmaciones de la ciencia hecha desde la
de la reproducción a la hora de analizar las perspectiva masculinista que dice criticar.
relaciones sociales. Es necesario romper con el techo de
El problema reside en trascender la cristal de la crítica androcéntrica. Construir
crítica, ya que parece que poner de una ciencia que también sea feminista. Hay
manifiesto el androcentrismo de la ciencia que superar la deconstrucción
se ha convertido en el techo de cristal, que postmoderna para encontrar el hilo
conductor que nos lleve a una nueva
práctica científica en la arqueología. Se ha
4. Esto me recuerda a una cita antigua de Mario
Bunge pero que sigue siendo pertinente en estos
criticado mucho sin proponer nada nuevo.
momentos: "Entre los máximos responsables de la A las críticas no le han correspondido unas
corrupción de la ciencia por el poder sojuzgador y nuevas prácticas en la investigación en
expoliador descuellan los científicos- momentos de mayor tecnificación, y
administradores o gerentes de la ciencia que, con el
cuando la técnica nos ofrece nuevas
loable propósito de obtener facilidades para los
institutos que administran, asumen compromisos posibilidades para repensar el trabajo
con las fuerzas de la muerte y el hambre, a las que, arqueológico. Ni una tecnificación que se
por supuesto, nunca les falta dinero. La corrupción quede en nuevos empirismos, ni una
de la ciencia continuará mientras se encuentren ciencia anclada en las viejas prácticas más
dirigentes de esa nueva y florenciente empresa que
se llama investigación científica, que estén
propias del historicismo decimonónico. Si
dispuestos a lamer la bota o adorar el becerro de oro tenemos nuevas preguntas, ¿esto no nos
con tal de conseguir treinta dineros para comprar debería de llevar a repensar la práctica y a
aparatos y hombres. Monstruosa contradicción ésta la proposición de teorías observacionales
que consiste en dedicar la vida a la muerte, en poner
coherentes con las hipótesis formuladas?
el saber al servicio de la ignorancia, la cultura a los
pies de quienes la destruyen o prostituyen" (Bunge En los últimos años hemos visto un
1996: 48). florecimiento de propuestas idealistas bajo

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 47-64 49


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PÉREZ RODRÍGUEZ, Manuela

la etiqueta de Arqueología de Género que interna (no hace falta porque ya sabemos
en muchos casos han supuesto una vuelta que eso que se dice es relativo).
de tuerca más para un nuevo esencialismo Y esta actitud des-constructivista con
con el que se suponían que eran críticos todo no deja de ser contemplativa y “sienta
(Hernando 2005) o bien se han propuesto muy bien” a otra gran deconstrucción: “el
hipótesis de trabajo que son imposibles de fin de la historia” donde parece que ya no
verificar/refutar (Hernando 2007). hay nada que hacer (Fukuyama 1995). Y
No podemos permitirnos renunciar a la esta sí apuesta por una ilusión objetivista
objetividad, porque ésta no es patrimonio de carácter tecnológico de acuerdo con su
masculino. Pero esto no significa renunciar visión idílica de los mercados: la aplicación
al sujeto. Para esto sería necesario tecnológica que haga crecer los mercados,
recuperar al sujeto histórico mujer, porque dentro de la lógica productivista que hace
su muerte supone la imposibilidad de una oídos sordos a las voces que advierten del
teorización que sirva para una praxis. cambio climático global5, y sin que
Hay que recuperar el sentido de quién preocupe de nuevo a quién beneficia esta
habla y para quién habla (Molina 2003: tecnología (Fukuyama 1999 y 2004).
263). Es necesario descubrir a quiénes se Aquí es donde habría que reivindicar
excluye del conocimiento que producimos una vuelta a los postulados materialistas
y cómo hacer para democratizar ese en la producción del conocimiento, pero
conocimiento. Tampoco esto es algo que se que sea feminista, o yendo más allá un
pueda hacer desde la pirueta postmoderna feminismo materialista que vuelva a
que ha llevado a la muerte del/la sujeto, en reivindicar a la mujer como sujeto tanto de
muchos casos desplazado y sustituido por conocimiento como político.
la identidades (Oliva 2003: 242).
Como señala Molina Petit el tiempo de la 3. De la crítica al androcentrism o en la
postmodernidad se podría entender como Arqueología Social a su superación
“el momento de agudización y de imposible La teoría debería implicar una forma de
resolución de la crisis de la razón concebir la realidad, el conocimiento y
moderna” (Molina 2003: 264). Este tiempo hasta las razones que justifican la creación
pasa por un momento de relativismo de dicha teoría (Gándara 2008).
dónde se comienza a considerar la historia Desde el área valorativa se define por
de la producción del conocimiento (cómo y qué la elección de una teoría, cuál es el tipo
por qué aparecen las teorías científicas, de conocimiento que se persigue, para qué
criterios e ideologías que sustentan, etc.), y para quién. En el caso de una posición
en el que el feminismo se ha interesado por feminista materialista es definir el origen
cuestiones de la política del conocimiento de la desigualdad entre los sexos,
(quién, por qué y para quién). A esto desnaturalizar esta diferencia que se
sucedería una segunda fase que es el de la establece desde lo social, pero que se
crítica de la crítica, que como bien señala la presenta como algo natural y esencial en la
autora significa “traspasar el límite del especie. Independientemente de las
conocer, no hacia otro nivel superior, sino diferencias fisiológicas, cómo nos hayamos
hasta destrozar o anular la propia relacionado históricamente en el trabajo y
capacidad de pensar” (Molina 2003: 264). en la reproducción no tiene que ver con
Es la de-construcción como momento capacidades naturales. Si para cazar se
nihilista de la crítica: si todo discurso es necesita dos piernas y dos brazos, hombres
relativo y el mío también lo es no puede y mujeres en este sentido no tendrían
decirse nada con sentido. Como bien señala diferencias, y allá donde hay un déficit de
esta autora sólo quedaría aquí una actitud fuerza puede haber un plus de habilidad o
estética de búsqueda de multivocalidades, de cooperaciónn.
multiculturalidades y otros “multis”. Todo Paralelamente el único trabajo que es
vale sin más métodos ni criterios de privativo de las mujeres sería parir y
demarcación, sino sólo lo discursivo que no
necesita de teorías de la observación para 5. Entre otros peligros que este sistema social
poder evaluar su coherencia y congruencia capitalista implica para la humanidad.

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Redescubriendo la realidad m aterial: recuperando el feminismo m aterialista
para la arqueología social

amamantar. No obstante la reproducción no ha habido producción teórica, estamos


también implica una serie de tareas para mencionando que esta producción teórica
las que ni unas ni otros se ven impedidos no ha sido ni es considerada.
(conseguir alimento, prepararlos, cues­ Incluso teniendo en cuenta que es
tiones de higiene y cuidado, educación, discutible cuando comienza la desigualdad
etc.). social entre sexos, y negamos su carácter
La pregunta principal sería por qué en de explotación, y consideramos que la
un momento determinado se eligió o se primera explotación es de clase, dado que
llegó a una situación en el que el trabajo queremos desnaturalizar la explotación y
productivo y reproductivo de las mujeres las desigualdades que afectan al mundo de
fue infravalorado, en un momento histórico hoy, ya que estudiamos el pasado para
en el que existían otras posibilidades comprender el presente: ¿qué explicación
(siempre existen posibilidades alternativas estaríamos dando a la feminización
más igualitarias). ¿Qué papel la creciente de la pobreza, cuándo en la crisis
organización social de la reproducción y su actual de los 1000 millones de personas en
control progresivo en la evolución de la estado de pobreza absoluta el 70% son
especie? ¿Es posible observar la esta mujeres? Si pretendemos que la
cuestión en la arqueología? ¿Cuáles son las Arqueología sea una Ciencia Social, ¿no
actividades de las que no tenemos indica­ merece tal grado de explotación que nos
dores pero que son esenciales en el detengamos un poco sobre esta noticia y,
mantenimiento reproductivo de un grupo sobre todo, que intentemos entender como
social? ¿Y no tenemos indicadores porque se ha llegado hasta este presente?
es imposible o simplemente, al conside­ Hay que tener una ontología dialéctica
rarse la reproducción una cuestión que supone que la realidad es algo
secundaria en las sociedades no se ha dinámico e histórico "en la que la realidad
buscado, y ya sabemos que lo que no se está cambiando todo el tiempo, incluyendo
busca difícilmente vamos a encontrarlo? la propia naturaleza del sujeto" (Gándara
No planteamos una Arqueología de 2008: 111). Esto supone evitar cualquier
Género como una temática más dentro de "naturalización" que como señala Manuel
una Arqueología marxista. La crítica que Gándara supone la "des-historización" de
desde el feminismo materialista se ha las propiedades en discusión. Precisamente
hecho al marxismo implica cuestiones de lo contrario es de lo que se trata:
teóricas que afectan a cómo abordar el historiar sobre un proceso creciente de
proceso de conocimiento (epistemológicas) desigualdad y explotación que lleva al
y hasta qué punto son cognoscibles los presente.
procesos de reproducción biológica y social Evidentemente esto tiene derivaciones
(metodológicas). Se puede afirmar políticas y éticas para la vida de las
entonces que lo que buscamos es un nuevo mujeres. En este sentido no sólo se trata de
desarrollo teórico y de praxis, porque sin explicar el mundo, además se trata de
praxis no hay teoría. transformarlo, también para las mujeres.
Podemos considerar que lo que se ha Que en el proceso de conocimiento el
realizado en economía feminista sobre la sujeto cognoscente está condicionado
reproducción es un tema esencial para el social e históricamente, no es sólo una cosa
materialismo histórico si se tuviera en de Thomas Kuhn, fue formulado también
cuenta (Picchio 1992). por la teoría marxista del conocimiento
En este sentido desde el feminismo (Sánchez Vázquez 1980), que al tener poca
materialista, son varias y afectan a la relevancia en el mundo anglosajón parece
concepción social de la reproducción que fue ignorado y se apostó por el
biológica (Tabet 1985), a la reproducción relativismo de las revoluciones científicas.
social (en su conjunto) (Mathieu 1985b, En este sentido no estaría mal una
2005; Picchio 1992, 1999; Tabet 2005) o a reformulación del feminismo materialista
la gestión social de la sexualidad humana como "filosofía de la praxis" (en el sentido
más allá de su carácter reproductivo de Sánchez Vázquez 1980 y 1997), pero
(Wittig 2006). No estamos hablando de que dándole ahora un contenido feminista. En

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 47-64 51


Universidad de Cádiz
PÉREZ RODRÍGUEZ, Manuela

ese sentido son varias las prácticas 4. Materialismo histórico y


científicas que conjugaría: reproducción: la crítica de la economía
a) Función crítica, y aquí se permite feminista a la teoría del valor trabajo
recoger la crítica a la realidad que no Tal y como fue planteada
deja de ser profundamente "patriarcal” originariamente la teoría del valor (Marx
(Gálvez y Torres 2010); en segundo 1873) se centraba en el problema del valor
lugar, una crítica a las ideologías entre el salario y la mercancía. Tomándola
subyacentes en muchas propuestas de como punto de partida, y considerándola
las teorías científicas que plantean la como una teoría del poder (Cole et al.
conciliación con el mundo actual, cómo 2004: 116) y reconsiderando el trabajo
si no tuviera nada que ver su actividad y reproductivo en la sociedad concreta a
por tanto, como si la política actual no estudiar (VV.AA. 2006, GRUP DEVARA
influyera en la forma de hacer ciencia. 2006), sí ofrece hoy posibilidades para el
b) Su función política debe inscribirse estudio de la desigualdad social en las
en la revelación de la conciencia de las sociedades prehistóricas.
raíces histórico sociales de las ¿Es que no hay inversión de esfuerzo y
condiciones actuales, así como guiar o de tiempo en la preparación de alimentos,
alumbrar prácticas que permitan en el cuidado de niños y niñas, de los
cambiarlas. Nunca fue sólo la clase: es el ancianos, etc.? No estamos hablando de
sexo porque éste se traslada a cualquier "conciliar” sino de una distribución del
otra división social existente. La clase, trabajo, de un trabajo que es esencial para
por supuesto, pero también las la continuidad de grupo humano, para su
cuestiones de raza y/o etnia. reproducción social. Este planteamiento
c) Una función gnoseológica, en la tiene un sigo o casi desde que se postuló
medida que se necesitan revisar, por primera vez (Kollontai 1921, Perkins
elaborar y desarrollar conceptos y 1898). Es el debate que autoras marxistas
categorías, y también metodologías que feministas actualizaron con el "modo de
les dé a éstos una función heurística. producción doméstico”, con la radicalidad
d) Una función de conciencia, que no de considerar a partir de Engels (Engels
queda sólo en la teoría sino que necesita 1884) que la primera división de clase se
de praxis científica y cotidiana (Sánchez fundamentaba en la minusvaloración y
Vázquez 1980). Que se integren la explotación de un sexo: las mujeres
conciencia de diferentes mujeres que (Delphy 1982, Falcón 1982).
viven de manera diferente su situación, Este modo de producción doméstico
dado que la clase social también tiene tuvo en un primer momento la capacidad
que ver con la desigualdad de las de situar el problema de la infravaloración
mujeres (Falquet 2009). A esto el de los trabajos realizados por las mujeres:
feminismo ha contribuido desde el aquellos que precisamente por no
cuestionamiento de la sexualidad como circunscribirse a la lógica de la mercancía o
algo natural y dado, sino dándole un del salario, no eran tratados por la
carácter social (Guillaumin 2005, Wittig economía clásica. Actualmente lo
2006); del papel de la mujer dentro de doméstico, que ha sido sustituido en
las clases sociales (Falcón 1982, Delphy arqueología por el mantenimiento, olvida
1982); o el papel de la universalidad de que esta parcela económica a la que se
los derechos humanos (que debido a las quería rescatar formaba parte de un
"multivocalidades” postmodernas ha aspecto más amplio de la reproducción
quedado relegado a un segundo plano). social (Picchio 1992). Evidentemente, el
e) Por último una función autocrítica, capitalismo se ha asentado sobre una parte
que debe ser incesante para testar su importante de una economía del cuidado, y
capacidad de aprehensión de la realidad la "feminización de la pobreza” no es una
y de su capacidad de influir en esta cuestión paralela o de menor importancia
misma, que tenga en cuenta la relación en la crisis global por la que atravesamos.
dialéctica entre praxis y teoría. Pero en la misma medida que se sustenta
sobre este sector que no sólo es

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Redescubriendo la realidad m aterial: recuperando el feminismo m aterialista
para la arqueología social

productivo, sino reproductivo -en tanto global. En el marxismo esto sucede en dife­
que asegura un suministro importante de rentes análisis que se han realizado para el
fuerza de trabajo al sistema o le evita una concepto de trabajo y el de producción,
importante carga económica que se puede absolutamente desligado en demasiados
destinar a otros sectores que le son más casos de la reproducción.
fructíferos- constituye una parte esencial Por otra parte, la recuperación de los
que asegura gran parte de la reproducción enfoques neoclásicos (neokeynesianos) ha
de una sociedad (Picchio 1999) y si olvidado por completo esta cuestión, en un
considerásemos su valor objetivo, momento en que la desigualdad entre
veríamos la carga enorme de trabajo que hombres y mujeres se agudiza (Gálvez y
soportan y han soportado las mujeres en el Torres 2010).
modo de producción capitalista. Y esto Es algo más que una “economía del
debería ser analizable para otras cuidado”, que evidentemente no tiene
formaciones sociales. ningún valor en la lógica neoliberal del
No obstante, hay que reconocer como beneficio (ahora con unos postulados más
hace Cristina Carrasco que “de alguna darwinistas sociales que nunca) pero que
manera los economistas clásicos le ahorra bastante gasto al minusvalorado
manifiestan una tensión, una contradicción “estado” a costa de un colectivo que en la
en reconocer el trabajo de las mujeres en la actualidad está representado por mujeres
familia y no incorporarlo en un esquema de una clase social baja y en muchos casos
analítico que representase el sistema emigrantes (Torres 2010)7.
socioeconómico global”, aquel que tenía El tratamiento tradicional realiza una
que ver con la propia reproducción del separación artificial entre producción y
sistema y del que los economistas reproducción (como subsidiaria de la
neoclásicos se han olvidado (Carrasco producción). Tal y como señala Carrasco el
1999). Yo añadiría que de Marx a concepto de reproducción social es
neokeynesianos hemos perdido bastante dinámico e implica tanto la reproducción
capacidad para analizar la reproducción biológica de la fuerza de trabajo, la
social, cuestión esencial también para reproducción de los bienes de consumo y
entender lo que ocurre en el mundo de producción y al mismo tiempo, como se
actual6. reproducen las relaciones sociales
En un análisis historiográfico los (Carrasco 1999: 35). Las relaciones de
economistas clásicos (entre ellos Marx) producción tienen mucho que ver en cómo
presentan una ventaja sobre los se organizan las relaciones entre hombres
neoclásicos: “el reconocimiento de la y mujeres sobre todo si existe división
importancia de la vida y el trabajo familiar sexual del trabajo. La fuerza de trabajo no
en el cuidado de los niños y en la repro­ es una constante socialmente dada, implica
ducción de la población (tema relevante relaciones sociales regladas por normas
teniendo en cuenta la mortalidad infantil que están sujetas también a procesos
de la época) queda reflejado en el salario transformación.
considerado como coste de reproducción Nos hemos centrado desde el
histórico de la clase trabajadora” (Carrasco materialismo en una cuestión: la
1999:18). Y aquí es evidente que no se producción de bienes, un poco siguiendo la
incorpora el trabajo de las mujeres en el lógica marxista esbozada en El Capital que
ámbito doméstico en el esquema analítico para el valor del trabajo se centraba en el
que representa el sistema socioeconómico trabajo asalariado. Y así, se ha descuidado
una cuestión como la reproducción, no sólo
6. Hay también otra cuestión sobre lo que los
porque la reproducción sea o no un
neokeynesianos no reflexionan o reflexionan
insuficientemente: que nuestro “estado del 7. Juan Torres señala que “en general, los mismos
bienestar”, ese que está siendo desmantelado en procesos estructurales que han ido dando pie a las
estos momentos, se construyó sobre la explotación crisis financieras de nuestra época y a la última de
de los mal llamados “países pobres” (que deberían las hipotecas basura están igualmente en el origen de
denominarse, sin tanto eufemismo lingüístico, la discriminación y la desigualdad de género que
“países expoliados”). siguen sufriendo las mujeres” (Torres 2010: 111).

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 47-64 53


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problema en sí misma económico, sino respecto Mathieu ha señalado como


porque no entraba en una lógica que Procedent d'une forme d'ethnocentrisme,
además de androcéntrica era qui consiste en définitive á vouloir
"mercantilista". maintenir nos sociétés occidentales á part,
donc á les considérer comme
Como se consigue fuerza de trabajo no
exceptionnelles (puisqu'on ne peut les dire
debiera ser una cuestión marginal, y al
supérieures) sous le prétexte qu'elles en
contrario es fundamental en tanto que la
dominent d'autres. Ceci permet alors
necesidad de alimentación, vivienda, ropa y d'intedire qu'un probleme 'interne' á notre
de relación con otr@ s es tan fundamental société (l'oppression des femmes) puisse
como respirar, aunque estén reguladas por etre considéré comme ayant quelque
un marco político (Picchio 1999: 212). rapport que ce soit -meme au niveau de la
Como señala Antonella Picchio (1999: connaissance- avec un probleme 'interne'
209) la subsistencia, las normas sociales y qui se passe ailleurs (Mathieu 1985b: 173)
las instituciones "difieren en el tiempo y en
el espacio; lo que no cambia es su El reconocimiento de igualdad o
importancia para la comprensión de la desigualdad en un grupo humano al menos
dinámica estructural de los sistemas debería hacerse sobre bases diferentes
económicos”. Se necesitan normas para (Castro y Escoriza 2006). Medir por tanto
que se acepte la división social de las esa posibilidad de desigualdad sólo es
responsabilidades en todos los niveles de posible desde unos postulados teóricos que
la vida social, y esto sólo se hace son materialistas, pero en su totalidad,
naturalizando dichas divisiones (Vila como hemos visto más arriba sólo es
2004). posible desde el feminismo materialista, en
tanto que no se puede dejar de lado todo el
5. La aplicación de la teoría del valor trabajo reproductivo. Sólo así cobra
trabajo en la Prehistoria verdadero sentido aquella frase de "de
Evidentemente hablar de una teoría del cada cual según su capacidad, a cada cuál
valor trabajo y su aplicabilidad a la según su necesidad", que vendrá también
prehistoria tiene un antecedente claro marcada por el esfuerzo realizado.
(Marx 1873). Podríamos decir que posee En diversos, trabajos y a partir de la
un carácter ético en el sentido que permite experiencia de campo y de la
medir la explotación (Enguita 2000). documentación etnográfica se ha intentado
Tanto para la parte masculina de la reflejar esto en el caso yámana (Vila y Ruiz
academia como para cierto sector de los del Olmo 2001). La reproducción social
feminismos "oficiales" cuesta hablar de también implica trabajos que suponen un
explotación, especialmente si se analizan esfuerzo, y tiene que ver como se produce
las relaciones sociales sexuales. No voy a la fuerza de trabajo. Sin personas no hay
extenderme sobre la cuestión de sociedad ni producción de bienes. Para las
acusaciones varias de etnocentrismo sociedades que son objeto de nuestro
realizadas por el feminismo postmoderno8 estudio, la unidad dialéctica entre
de las que se ha acusado a quienes hemos producción de bienes y producción de
trabajado en la línea del materialismo personas, es la contradicción principal
feminista e incluso del marxismo Al (Vila y Estévez 2010).
Todo este problema tiene que ver
8. Recuerdo una discusión cordial en un ámbito también con un proceso de distribución
informal que se generó con una conocida cuando tanto del trabajo productivo como del
expliqué en que consistía mi actividad laboral. Me reproductivo. Aquí entran en juego las
dijo que el concepto de trabajo aplicado a las normas sociales en tanto que regulan el
Sociedades Cazadoras-Recolectoras era
etnocentrista. Evidentemente mi interlocutora no
marco general en el que se organiza la divi­
tenía ningún otro concepto mejor para definir eso sión sexual del trabajo que no deja de ser
que hombres y mujeres hacen para conseguir una forma de organización social y técnica
alimentos y otros bienes materiales; y no será (Vila y Estévez 2010). No podemos obviar
porque la vacuidad postmoderna no se empeñe en
que existirían esas normas, que conectan
utilizar un lenguaje pedante y oscuro a la hora de
buscar sustitutivos a los conceptos (Katz 20 1 0 ). evidentemente con lo ideológico, pero que

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para la arqueología social

no son nada simples en las denominadas residiría entre la Producción y


Sociedades Cazadoras-Recolectoras etno­ Reproducción y se resolvería mediante
gráficamente documentadas (Cruz et al. controles sobre la reproducción, la
2010). producción y el consumo mediante la
generación regulación de valores sociales
5.1. Un intento de aplicación de la teoría (subjetivos) para bienes y personas (los
del valor trabajo en arqueología dos tipos de productos obtenidos).
A partir de la evidencia de sus proyectos "El valor real objetivo de los bienes produ­
con la sociedad Yámana, evidencia cidos se subjetiviza relativizando el trabajo.
arqueológica y etnográfica, se barajaron los El valor real de las personas producidas se
indicadores de la existencia de restric­ subjetiva a través de la valoración social y
política de la gente. En consecuencia, se
ciones en la producción de bienes y de
establece una diferenciación en el valor
fuerza de trabajo, por medio de meca­ social del trabajo de hombres y mujeres (en
nismos de construcción ideológicos. Es ahí, detrimento de las mujeres), que tiene su
donde consideran que la continuidad del explicación en última instancia en la nece­
modo de producción cazador-recolector se sidad de limitar la reproducción humana
resolvió en la esfera política (Estévez et al. (restringiendo el número de mujeres) en
1998). relación a la capacidad de renovación de los
Se parte de un concepto de trabajo recursos del medio para mantener el control
como "interacción entre los agentes de sobre su reproducción y permitir así la
continuidad de la organización social”
producción (fuerza de trabajo, personas) y
(GRUP DEVARA 2006: 191).
aquello que es modificado (el
medio/objeto producto de trabajo)”,
Como se ha venido señalando hasta
considerando "que toda sociedad humana
ahora, el análisis de los procesos produc­
se construye, históricamente, a partir de la
tivos de bienes no puede separarse,
fuerza de trabajo (la gente) y en torno al
aislarse o ser el objetivo único en el estudio
trabajo” (GRUP DEVARA 2006: 190). El fin
de cualquier sociedad, sino que para
de todo trabajo es el de la continuidad
entender cualquier sociedad es indispen­
social, pero en tanto que implica la
sable el análisis de los procesos de
inversión de fuerza de trabajo en la
producción de seres humanos, dado que
producción es necesaria la socialización de
sin seres humanos no hay producción de
los seres humanos y esta socialización
bienes.
tiene como finalidad la integración de
En esta propuesta de la teoría del valor
personas en los diferentes procesos
trabajo se distinguió entre un Valor Real
productivos y reproductivos.
Objetivo y un Valor Subjetivo que se deriva
Existen dos unidades dialécticas de
del Valor de Uso. El objetivo es medir la
contrarios claves en el modelo teórico
diferencia entre ambos para obtener el
"producción/consumo” y "producción de
grado de explotación. La explotación de
bienes/reproducción de fuerza de trabajo”
un/a sujeto social vendría marcada si gasta
esenciales en el modelo explicativo que
mayor valor real objetivo produciendo que
plantea que las causas del cambio en las
el que proporcionalmente obtiene.
sociedades cazadoras recolectoras son
Para calcular el valor objetivo en
internas a la propia sociedad y a sus formas
arqueología se ha hecho "mediante la expe­
de organización (Estévez y Gassiot 2002,
rimentación con variables controladas, la
Estévez 2 005)9. La contradicción principal
reproducción heurística de procesos y
9. Aquí, y a pesar de las numerosas propuestas que
insisten en principios difusionistas (Zilhao 20 1 1 ) reproducción no ha sido considerada y en el cambio
para explicar el cambio en las sociedades cazadoras social que llevó a la disolución de las sociedades
recolectoras peninsulares, se siguen proponiendo cazadoras-recolectoras alguna importancia debía
modelos que privilegian que la única posibilidad tener. En segundo lugar, porque podemos y debemos
para estudiarlo es desde la consideración de los afrontar el registro arqueológico de otra manera,
procesos internos a dichas sociedades (Pérez repensarlo. Una forma de hacerlo es buscar la
Rodríguez 2 0 0 8 , Ramos 2 0 0 4 ). Como autocrítica diré manera de aplicar la teoría del valor a sociedades
que esta propuesta necesita la elaboración de nuevas cuya documentación sólo podría hacerse por la
teorías observacionales. En primer lugar, porque la arqueología.

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 47-64 55


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productos, el análisis de modificaciones considerada un proceso productivo


(macro, macroscópicas y elementales), analizable aplicando unas pautas paralelas a
mediante el conocimiento de las leyes las descritas (...) para el proceso de
físicas y químicas de transformación de la producción de bienes.
En este símil, el objeto de trabajo sería el ser
materia, etc... siempre diseñados para la
biológico, la acción de trabajo es la
resolución de problemas arqueológicos socialización mientras que el resultado
concretos” (GRUP DEVARA 2006: 192). material del mismo, el producto final
El cálculo del valor subjetivo no es tan deseado, sería el ser social, que pasará a ser
fácil: al menos no es visible directamente “consumido” cuando su trabajo sea utilizado
desde el registro arqueológico, o lo que hoy en beneficio de todo o parte del grupo”
sería el registro arqueológico existente. (GRUP DEVARA 2006: 201).
Pero un camino por explorar sería buscar
disimetrías entre quién produce y quién De manera similar al resultado del
consume10, pasando previamente por un cálculo del valor objetivo en la producción
trabajo que necesita revisar cómo se de bienes, en el caso de la fuerza de trabajo
organiza el espacio arqueológico como una primera aproximación dejó ver que
espacio social (Dragicevic 2009). Además, existían desigualdades también en su
no debería estar separado del estudio de propia reproducción (Vila y Ruiz del Olmo
las normas sociales que desarrolla la 2001).
sociedad, en tanto que éstas regulan quién Se podrá decir que en esta producción
hace qué tipo de cosas, están valorizando a es difícil el cálculo del valor objetivo, pero
los posibles productor@s y consumidor@s, también en este caso resulta posible, sobre
otorgándoles lugares en la producción y el todo porque es viable cuantificar al menos
consumo. Como señala Tabet el acceso una media general de la inversión de
reglado a determinados bienes tiene que energía que realiza una mujer durante el
ver con las posibilidades de unos y otras embarazo, durante la lactancia e incluso
para acceder a tecnologías, determinados por las fuentes etnohistóricas y arqueoló­
productos para consumir, etc. (Tabet gicas disponibles, en cuestiones denomi­
2005). nadas “producción de mantenimiento”11
Para llegar al cálculo del valor objetivo (que son la producción de las condiciones
se diseñó una propuesta que articulaba una de reproducción social) como la
serie de categorías analíticas que hacían alimentación, el cuidado de niñ@s y
“referencia a la modificación antrópica de ancian@s, etc.
la materia así como a los diferentes roles Todos los productos contenidos en la
desempeñados sucesivamente por los base de datos etnoarqueológica fueron
productos en los procesos de trabajo y descritos también en función del agente
consumo” (GRUP DEVARA 2006: 194), lo social (hombre, mujeres, niño y niña) que
que permitía la ordenación de los procesos participaba en su producción así como el
de trabajo en secuencias de producción. que se beneficiaba de su consumo.
Pero como el trabajo de los seres Con estas variables se pudo calcular el
humanos tiene como objetivo el reproducir grado de diferenciación social en la
sus condiciones de existencia, y por tanto, generación del valor de uso de cada ítem.
también su sistema social, los individuos Se realizó una “suma ponderada de las
son sometidos a un proceso de estimaciones relativas de la cantidad de
socialización que les permita integrarse a trabajo, corregida por la cantidad necesaria
los diferentes procesos productivos. de cada materia y/o producto en un ciclo
“Las personas constituyen la fuerza de temporal” (GRUP DEVARA 2006: 203). Se
trabajo, y su reproducción debe ser expresaría por la fórmula siguiente:

10. “Dado que el consumo es la negación dialéctica 11. Prefiero denominar la “producción de
de la producción, buscar las disimetrías entre mantenimiento” como “trabajo reproductivo” como
producción y consumo (quién produce/ quién hacen algunas sociólogas y economistas (Carrasquer
consume) puede ser un camino abierto para esta et al. 1998, VV.AA. 20 0 6 ). Este término incide en su
investigación arqueológica” (GRUP DEVARA 2006: naturaleza como trabajo y en la función reproductiva
193). que tiene para la propia sociedad.

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(Cantidad de producto generadoxvalor Se podrá decir que es la naturaleza, pero


calculado) ^ Cantidad de producto de la misma forma que existen
consumido distribuciones sociales del trabajo
Para el valor subjetivo (relacionado con productivo más o menos diferenciada, en
la apropiación del valor de uso, como cuanto al trabajo reproductivo, esta
diferencia entre el valor total de lo inversión de esfuerzo mayor pudo ser en
consumido y el valor de lo trabajado) se algún momento compensada de alguna
usaría la misma ponderación. Al final se forma. Esta distribución de esfuerzos, esta
obtuvo que "la cantidad de trabajo cooperación sin la cual el grupo social no
necesaria para la subsistencia mínima está existiría, tiene que ver con las relaciones
desigualmente repartida en las cuatro sociales y estaría presente también en el
categorías sociales (hombre, mujer, niño, proceso evolutivo de nuestra especie
niña)" (GRUP DEVARA 2006: 204). (Aiello y Key 2002).
Las diferencias obtenidas para los Por otra parte, la reproducción biológica
cuatro agentes considerados eran estadís­ está regulada por normas sociales que
ticamente significativas, especialmente afectan desde la frecuencia del coito hasta
para las mujeres, ya que cuánto más valor determinados tabúes alimenticios o reglas
de uso generaban menor era su sobre el esfuerzo que debe invertir en
apropiación. Y fue al contrario en el caso de determinados trabajos, que pueden tener
los hombres. que ver con aspectos de la salud de la
Evidentemente este ensayo debe ser madre lactante de forma que restringe el
ampliado a todos los procesos de trabajo consumo energético y le prolonga la
documentados por las investigaciones amenorrea (Harrell 1981, Spielmann
etnoarqueológicas en Tierra del Fuego. 1989). La propia variabilidad en función de
Asimismo, también hay que ensayar su alimentación, inversión de energía de la
aplicabilidad sólo en yacimientos cuya madre en otros trabajos, etc. (Harrel 1981,
información provenga principalmente de la Ellison 2008) son ya sugerentes como para
arqueología. que deba existir un sistema normativo en
estas sociedades que regule la
6. La reproducción, ese asunto reproducción12, como ha quedado ya
pendiente evidenciado para la propia sociedad
La perspectiva que abre esta teoría del Yámana (Cruz et al. 2010, Estévez y Vila
valor implica revisar qué concepto de 2010)
registro arqueológico tenemos, al que se En un trabajo sobre los aborígenes
podría someter a una gradación de su australianos Spielmann (1989) señala
visibilidad. Ya hemos explicado que dicho como existen determinados tabúes
registro requiere como mínimo una alimenticios que pueden afectar más o
ampliación: en la cual entraría también la menos a la salud nutricional de la madre.
reproducción, puesto que las sociedades Desde la menarca las mujeres ven reducida
han dedicado espacios a esta actividad, su dieta de carne fresca. En el embarazo y
desde el parto y otras tareas implicadas en la lactancia también existen restricciones
la reproducción biológica (Beausang 2000, en el consumo de carne. Así, en la
O'Donnell 2004) hasta la reproducción amenorrea postparto, este tabú alimenticio
social (Cruz et al. 2010). podría tener una incidencia en su mayor
Y sí que existe un diferencial de energía duración (Ellison 2008).
aplicable a los dos sexos (hombres y Al mismo tiempo esto tendría una
mujeres) implicados en la reproducción: relación con la salud nutricional de la
esto requiere que se cuente la energía mujer antes y durante el embarazo, y
invertida en el parto y en el después del embarazo con la cantidad de
amamantamiento. Evidentemente será si leche que puede producir. Si se limita su
existe o no una compensación en el
consumo, o en detrimento de la inversión
12. Hay que darle la razón al autor anónimo que en
de energía en otras producciones, lo que un pared del barrio barcelonés del Raval pintó
indicará si existe o no explotación. "Tanta norma no es normal".

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 47-64 57


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alimentación durante el embarazo la forma paralela al proceso de producción de


criatura nace con bajo peso y la madre cualquier sociedad. Es decir, cada fase es
producirá menos leche, lo que se traduce conceptualizable como un proceso de
en que la cría tendrá más probabilidad de trabajo, que va desde la fecundación hasta
morir (Spielmann 1989:332). La salud el amamantamiento, pasando obviamente
nutricional materna, entonces, se relaciona por el parto.
con la fertilidad y mortalidad infantil Señaló la necesidad de analizar los datos
(Ellison 2006, Ellison 2008). Habría que sobre la gestión de los cuerpos reproduc­
tener en cuenta la conjunción de los tabúes tores (las mujeres) y sobre los diferentes
alimienticios, con aspectos como un gasto tipos de agentes que intervenían en los
de energía en el trabajo mayor, y un diferentes momentos de la reproducción
consumo menor de alimento, que podrían biológica, entendiendo esta como un
llevar a incrementar los efectos de las proceso de trabajo reproductivo. Esta
deficiencias nutricionales de las mujeres de secuencia comenzaba por el coito, el
Sociedades Cazadoras-Recolectoras embarazo, la lactancia, etc. Consideraba
(Spielmann 1989: 337). que los aspectos habitualmente tratados
Evidentemente todo esto necesita ser por la antropología como alianzas,
contrastado por medio de fuentes matrimonio, intercambio de mujeres y
etnográficas y también por medio de la reproducción, son señalados como un
bioarqueología. Las conductas y normas ejercicio social de la sexualidad de las
que tienen que ver con tabúes alimenticios, mujeres, y sobre todo de éstas (Tabet
y que pueden ser limitantes respecto del 1985). En el proceso de reproducción las
acceso de las mujeres a nutrientes críticos formas de intervención, de elección, de
para la reproducción, pueden variar de una regulación reproductiva y de la sexualidad,
Sociedad Cazadora-Recolectora a otra. En de cuidado durante la gestación, el parto y
este sentido, el esfuerzo diferencial en la lactancia constituirían una forma de
trabajo productivo de hombres y mujeres trabajo sobre la naturaleza de la especie y
puede suponer un mayor gasto energético sobre el modo de perpetuación de los
para ellas que no sea lo suficientemente grupos humanos. Este control lo denominó
compensado en el consumo. domesticación de la reproducción (Tabet
Por otra parte, tendríamos que definir 1985: 117). Esta gestión de la repro­
desde la teoría del valor una metodología ducción es lo que la transforma en trabajo,
arqueológica que registrara todos estos ya que tiene un carácter social.
aspectos (aunque sólo fueran parcial­ Y efectivamente, la domesticación del
mente), muchos de ellos visibles en el proceso de reproducción fue esencial en la
registro bioarqueológico pero otros evolución como especie. De la misma
pudieran tener relación con distribuciones forma, que la capacidad de cooperación
espaciales de áreas de actividad relacio­ ordenó diferentes estrategias productivas,
nadas con el parto, amamantamiento, etc. éstas no pueden entenderse sin estrategias
(Beausang 2000). reproductivas que hagan eficientes la
relación entre recursos y población (Vila y
7. Discusión: necesitam os abordar el Estévez 2010).
proceso reproductivo para definir La reproducción como trabajo
sociedades explotado se da en unos sistemas de
Al aplicar el concepto de proceso de heterosexualidad forzada donde la
trabajo a la reproducción la antropóloga sexualidad es dirigida hacia la repro­
italiana Paola Tabet (1985) consideró la ducción (Tabet 1985: 119 y ss.), y
reproducción como algo social y no como gestionada por grupos sociales que si no
una cuestión meramente biológica. Su inventaron las normas, al menos velan por
trabajo se fundamentaba en la su cumplimiento. Normas que afectan a con
consideración que existe una organización quién te has de casar, a qué edad, qué
social del coito, del embarazo y del proceso comer durante un embarazo y/o durante el
de crianza hasta el destete, que son anali­ periodo de lactancia después de un parto
zables como "procesos de reproducción” de (tabúes alimenticios), y cuanto tiempo se

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para la arqueología social

ha de esperar para mantener relaciones ejemplo, presentan como es el proceso de


sexuales después de un parto, etc. investigación en un yacimiento, desde la
En arqueología Assumpció Vila y recogida de muestras hasta su
Guillermina Ruiz (2001) y Piqué et al. procesamiento en un laboratorio. Incluso el
(2009) señalaron esto como un proceso de “boom inmobiliario” que generó una
producción más. La reproducción social demanda de empleo para nuestra
implica también la gestión de los recursos profesión en la “liberación de solares”
y esto tiene que ver tanto con los bienes supuso en muchos casos la pérdida de
necesarios para la subsistencia del grupo información, dada que la arqueología
como de qué modo se organiza una practicada fue sumamente tradicional en la
sociedad para la reproducción biológica mayoría de los casos, derivada en algunos
que asegura la materia prima para la fuerza casos por la ausencia de condiciones
de trabajo (Piqué et al. 2009: 60). materiales y laborales dignas de l@ s
En general, los trabajos de investigación profesionales.
para conocer la subsistencia son en Lo que quiero decir es que son las
muchos casos parciales ya que se centran prácticas de la disciplina la que nos aleja de
en recursos concretos. Esto hace necesario conocer la “reproducción social” de las
la colaboración interdisciplinar de varios sociedades objeto de nuestro estudio.
especialistas. En concreto, es necesaria esta Evidentemente, también aquí los sesgos
colaboración interdisciplinar que va desde androcéntricos asumidos o inconscientes
qué recursos naturales se usaron a la son en cierta forma culpables de un estudio
utilización del producto arqueológico sesgado del registro (Berihuete y Piqué
acabado (GRUP DEVARA 2006). 2008, Zurro 2010).
Hay que repensar el registro para dejar La ceguera androcéntrica desaperece si
de compartimentarlo. En los últimos años el tema de estudio es el origen de las clases
hemos vivido una eclosión de técnicas que sociales o del estado todas las reticencias
ayudarían a conocer algo mejor la lógicas que se exponen en el momento de
subsistencia de estas sociedades si no fuera abordar la desigualdad entre sexos son
porque normalmente la investigación se apartadas. Se olvida que ambas
presenta como algo fragmentado y en desigualdades son enmarcables en la
muchos casos sin conexión. Más allá de la organización de relaciones sociales y que
crítica a un determinado concepto de la ambas no son visibles directamente por el
investigación arqueológica que desemboca registro. No puede ser que las mismas
en el más puro empirismo, hay que señalar técnicas que con más o menos acierto
que sólo desde la teoría se le da sentido a la hablan de origen del estado, de clases
búsqueda de datos concretos y a los datos sociales, de jerarquización social, etc., no
obtenidos. Y sólo desde una reflexión sean mínimamente válidas para acercarnos
teórica se pueden romper los supuestos al origen de la desigualdad social de sexos.
límites que tiene el registro, de la misma Si esto es así, hay que reevaluar y construir
forma que desde la práctica se pueden teorías observacionales que cambien
corregir, validar o refutar teorías. Para nuestras metodologías de trabajo.
aquello que no te preguntas no encontrarás Una posición teórica es también
nunca una respuesta. Pero además de desarrolladora de técnicas (Gándara 2008:
preguntarlo habrá que pensar cómo 164). En este sentido, la teoría feminista
buscarlo. implica el desarrollo de técnicas (Berihuete
Por otra parte, paralelamente a la y Piqué 2006, González y Sáez en este
tecnificación y a la especialización dentro volumen, Piqué et al. 2009, Zurro 2010), en
de la arqueología (indiscutiblemente tanto que lo que necesitamos saber de las
necesarias pero no por eso objetivo último) sociedades es como se manifiestan las
el concepto de registro arqueológico tal diferencias sociales entre hombres y
como lo consideran las instituciones tiene mujeres en este registro.
mucho más que ver con la Historia del Arte En este sentido el trabajo en la
que con el desarrollo sufrido por la arqueología no debe ser sólo el de mero
disciplina. Son escasos los museos que, por usuarios de las técnicas existentes, sino

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 47-64 59


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qué soluciones se pueden dar desde esas Raquel, RÍOS, Marcela, TAULÉ, María
técnicas a los problemas planteados y si Angela, TERRADAS, Xavier, VILA,
determinados desarrollos son útiles al Assumpció, WÜNSCH, Germa 1995: "Teoría
proceso de investigación. Digamos que no para una praxis. Splendor "realitatis””.
sólo necesitamos técnicas sino también Trabalhos de Antropologia e Etnologia, Vol.
calibrarlas y testarlas (Argelés et al. 1995). XXXV, pp. 501-507.
En esto residiría también la historicidad de BARCELÓ, Juan A. 2008: "En defensa de
nuestro conocimiento. una Arqueología explícitamente científica”.
Se ha señalado que las formas en las que Complutum 20 (1), pp. 175-196.
se organizan los procesos y las relaciones BERIHUETE, Marian, PIQUÉ, Raquel, 2008:
sociales de producción son estrategias "Semillas, frutas, leña, madera: El consumo
organizativas, es decir el cómo se de plantas entre las sociedades cazadoras-
organizan mujeres y hombres en la gestión recolectoras". Revista Atlántica
de los recursos, incluidos los propios seres Mediterránea de Prehistoria y Arqueologia
humanos. Entender cómo se organiza una Social 8, pp. 35-51.
sociedad para su continuidad, para su BEAUSANG, Elisabeth 2000: "Childbirth in
reproducción social, es clave para entender Prehistory: An Introduction”. European
la totalidad social y sus procesos de cambio Journal o f Archaeology 3, pp. 69-87.
(Federicchi 2010, Picchio 1992). BUNGE, Mario 1996: Ética, Ciencia y
La arqueología debería reivindicar Técnica . Editorial Sudamericana. Buenos
como una Ciencia Social preocupada por Aires.
las relaciones sociales, y allá donde BUNGE, Mario 2000: La investigación
existiesen desigualdades o explotación científica. Siglo XXI Editores. México.
poner el foco en lo social. En el momento CASTRO, Pedro, ESCORIZA, Trinidad 2006:
histórico que nos ha tocado vivir no "Trabajo y sociedad en Arqueología.
podemos dejar vía libre al "pensamiento Producciones y relaciones versus orígenes
positivo” que encubre la ideología de eso y desigualdades”. Revista Atlántica-
que se ha llamado sociobiología, acorde Mediterránea de Prehistoria y Arqueología
con los cambios neoliberales de la sociedad Social 7, pp. 131-147.
actual. Nuestro compromiso es el de desna­ CARRASCO, Cristina 1999: "Introducción:
turalizar desigualdades sociales (de raza, hacia una economía feminista”. En Cristina
de clase, de sexo) porque la selección del CARRASCO (Ed.): Mujeres y economía, pp.
más fuerte, que realiza esta globalización 11-55. Icaria. Barcelona.
es artificial y sus consecuencias ya las CARRASQUER, Pilar, TORNS, Teresa,
estamos sufriendo. TEJERO, Elisabet, ROMERO, Alfonso 1998:
"El trabajo reproductivo”. Papers 55, pp.
8. Bibliografía 95-144.
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"Energetic Consequences of being a Homo Chris 2004: "Prefacio”. En Seminario de
erectus female”. American Journal o f Economía Crítica TAIFA, Miren
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EL SUELO DE CRISTAL: LA NECESIDAD DE VISIBILIZACIÓN PARA UNA


ARQUEOLOGÍA FEMINISTA

THE GLASS FLOOR: THE NEED OF VISIBILITY FOR FEMINIST ARCHAEOLOGY

Débora ZURRO

Departament d'Arqueologia i Antropologia. IMF-CSIC. Egipcíaques 15. 08001. Barcelona.


debora@imf.csic.es

Resumen: En este artículo se presenta una discusión sobre las diferencias entre la
Arqueología de género y la Arqueología feminista, mostrando cómo existe una
“superestructura” muy elaborada dentro de lo que podemos denominar de modo
generalista “Arqueología de las mujeres” (sea o no feminista). Esta Arqueología adolece de
una falta tanto de desarrollo conceptual como metodológico específicamente dirigido a la
visibilización de las tareas y materiales asociados a la esfera de trabajo femenina (en
definitiva, al análisis de materiales).

Palabras clave: Arqueología feminista, visibilidad, registro arqueológico.

Abstract: This paper discusses existing differences between feminist and gender
Archaeology. It is showed how theoretical issues have been discussed widely within the
“Archaeology of women”. Meanwhile other questions, such as methodological
development as well as related concepts related with giving visibility to work processes
and materials that are considered to be related to women still need further development.
In this sense, analysis of materials is lacking a specifical focus on them.

Key Words: feminist Archaeology, visibility, archaeological record.

Sumario: 1. Introducción. 2. El discurso feminista frente al discurso de género. 3. Lo


visible frente a la visibilización en investigación arqueológica. 4. La actualidad del análisis
de materiales en Arqueología de las mujeres. 5. Conclusiones. 6. Bibliografía.

1. Introducción departamentos o cátedras especializados


La participación de las mujeres como en género, publicaciones específicamente
agentes generadores de conocimiento en dirigidas a este tipo de problemáticas,
investigaciones históricas y arqueológicas impartición de cursos de diverso tipo, etc.
es en la actualidad un hecho1. Por parte de (Prados y Ruiz 2005). A pesar de ello, la
la Academia (integrada consecuentemente generalización de estos estudios no ha
por muchas de nosotras) este fenómeno ha dado lugar a muchas de las consecuencias
sido frecuentemente interpretado como la que en una primera instancia se esperaban
tan demandada presencia de mujeres en y que estaban integradas en los detonantes
investigación. y las motivaciones originales del arranque
La incorporación de investigadoras y de los estudios sobre las mujeres2, fueran o
técnicas a universidades y centros de no explícitamente feministas (como la
investigación (Rossiter 1997) originó eliminación del sesgo androcéntrico).
Este comienzo, iniciado en los años
1. No voy a entrar aquí en las desigualdades setenta, venía marcado por la necesidad de
existentes en el acceso a la carrera científica así superar la existencia de un modelo
como la existencia de una disminución gradual del
número de mujeres correlativa al aumento de grado
en la carrera científica (ver García de Cortázar y 2. Uso el término generalista estudios sobre las
García de León 1997, Riegraf et al. 2 0 1 0 e informes mujeres o Arqueología de las mujeres para integrar
institucionales VVAA 2007, Izquierdo 2 0 1 1 o VVAA tanto estudios de género como otros explícitamente
2011). feministas.

Fecha de recepción del artículo: 30-VIII-2011. Fecha de aceptación: 30-IX-2011.


ZURRO, Débora

androcéntrico que condicionaba la práctica established research area. It has, however,


científica en su sentido más extenso; desde an ambiguous aura, as its political roots
la selección de los agentes de investigación continue to make this research
a la elección de las preguntas a resolver. simultaneously marginal and fashionable.
Gender needs to be embedded in
Dado que la práctica científica responde a
archaeology's way of thinking, yet we feel
intereses específicos de quienes plantean compromised if the arguments are no
estas hipótesis, se esperaba que la longer radical. This tension between
aportación de un enfoque femenino, por el presentist objectives and disciplinary aims
simple hecho de provenir de un sector de remains a unique dynamic. (S0rensen 2004:
alguna manera afectado negativamente por 75).
la perspectiva androcéntrica, generaría una
Los planteamientos que originaria­
nueva forma de plantear la investigación.
mente dieron lugar a estas áreas de
Tal y como ha sido repetido de forma
investigación estipulaban un objetivo que
insistente en numerosas publicaciones a lo
se centraba no sólo en visibilizar a la mujer
largo de las últimas tres décadas, aunque
(a todos los niveles en investigación), sino
con resultados aparentemente insuficien­
también en replantear las bases (androcén-
tes, el modelo androcéntrico reproducía
tricas) de la investigación en Ciencias
una manera de ver el mundo en la que se
Sociales (ver puntos de discusión en
tomaba una parte como explicativa del
Colomer et al. 1999 o en Sánchez Liranzo
todo (el androcentrismo definido como
2001, 204-205). Al mismo tiempo, los
forma de masculinización de lo humano,
términos visibilización, visibilidad,
Moore 1991). En palabras de A. Moreno
invisible, etc. empezaron así a utilizarse
(1986), el arquetipo viril se erigía en
para calificar el rol (o la inexistencia) de las
protagonista de la historia humana. Hoy en
mujeres en la mayoría de explicaciones
día, a pesar de una importante porción de
históricas, centrándose en los siguientes
mujeres trabajando en investigación
puntos:
histórica3, la balanza sigue decantándose
• Crítica al sesgo que supone la
de forma escandalosa hacia ese único
perspectiva androcéntrica en ciencias
supuesto representante de la totalidad de
sociales.
la humanidad.
• Necesidad de visibilización de las
Las implicaciones ideológicas que esta
mujeres así como de los trabajos
perspectiva aporta, junto a la permanencia
considerados femeninos.
del gueto académico en el que ésta se desa­
• Defensa de la responsabilidad social
rrolla, etc. han ocasionado un profundo
de la práctica científica, mediante la
autoanálisis o reflexión sobre qué ha apor­
asunción de las dimensiones éticas de
tado el feminismo a la Arqueología (Conkey
la investigación (así como de las
2003, Fonow y Cook 2005), qué es especí­
consecuencias de la generación de
ficamente la Arqueología feminista, las
discursos sobre el pasado) mediante la
diferencias entre diferentes aproxima­
crítica a la retroproyección.
ciones (Escoriza 2007) de qué modo llevar
En mi opinión la finalidad, el objetivo,
a cabo investigaciones desde el feminismo
de la investigación de la “cuestión de la
(Wylie 1997, 1999).
The increase in publications on gender, mujer” en Arqueología ha producido algo
together with its acknowledgment in parcialmente diferente de lo esperable en
archaeological literature in general, su origen. En síntesis, lo que inicialmente
suggests that gender archaeology is now an se suponía iba a ser un revulsivo en
Ciencias Sociales, no sólo en base a la
3. Son varias las publicaciones que han hecho exigencia de la visibilización de las mujeres
hincapié en ofrecer una perspectiva crítica y/o en los discursos históricos, sino
diacrónica (tanto en Historia como en Arqueología)
especialmente en la crítica del modelo
de este tipo de estudios (ver, entre otras,
publicaciones de Colomer et al. 1999, Wylie 1999, (Ardener 1985, Haraway 1988, Moore
Díaz-Andreu 1994, 2 0 05 , Sánchez Romero 2 0 0 5 a, 1991), adquirió múltiples formas en las
Segura 2006, 2008, González-Marcén 2006, Ardren que teoría, motivaciones sociales,
2008, Berrocal 2009, Navarrete 2 0 1 0 o Vila, en este
metodología y objeto de estudio no
mismo volumen).

66 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 65-80


Universidad de Cádiz
El suelo de cristal: la necesidad de visibilización p ara una arqueología feminista

necesariamente se articularon del modo Nelson y Rosen-Ayalon 2001, Hernando


esperado. 2007). A pesar de estas definiciones de tipo
En este trabajo retomo lo que generalista, suele centrarse en la figura de
personalmente considero específico de la la mujer, que se aborda mediante nuevas
Arqueología feminista para, al hilo de las relecturas de la cultura material o del
diferencias que plantea con respecto a la registro arqueológico ya existente (Bonet
Arqueología del género, evidenciar en 2006). En todo caso, el género se aborda
primer lugar la gran heterogeneidad como una categoría analítica social e
existente en las publicaciones que se sitúan históricamente determinada (Díaz-Andreu
bajo el paraguas de la “Arqueología de las 2005, Izquierdo 2007, 249, Alarcón 2010,
mujeres”. En segundo lugar, se revisan los 206).
puntos fuertes en que se invierten Por el contrario, la Arqueología
esfuerzos en Arqueología de las mujeres en feminista es habitualmente definida como
nuestro contexto académico inmediato aquella centrada de forma específica en la
para, finalmente, establecer la necesidad de mujer como objeto de estudio y que
una mayor inversión en la generación de reivindica la visibilización (Díaz-Andreu
los datos y del registro arqueológico, 2005). A pesar de que esto es correcto
centrándome específicamente en cómo se (Wylie 2007), para captar la esencia de lo
plantea el análisis de los materiales. que propugna la Arqueología feminista es
imprescindible considerar las varias
2. El discurso feminista frente al dimensiones que contempla su praxis.
discurso de género Tener en cuenta este único aspecto
El desarrollo en los años setenta del equivaldría a considerar la Arqueología
movimiento feminista denominado la feminista simplemente como una
“segunda ola” (Chaneton 1998) más allá de Arqueología del género centrada en uno de
hallarse asociado a numerosos cambios los géneros (aquel que en el “reparto de la
sociales, supuso a nivel académico la disimetría sexual” salió perjudicado).
generalización de la crítica a los discursos La Arqueología feminista entiende que
históricos centrados en la figura masculina. la paliación del sesgo no va a poder
Fue éste el momento cuando se empezó a solventarse mediante la “saturación” de las
plantear la necesidad de poner en tela de lagunas existentes, simplemente mediante
juicio lo considerado hasta el momento la focalización de la investigación en un
como normal o neutro (el uso del término nuevo objeto de estudio; la mujer como
hombre como equivalente a lo humano) agente histórico. Por el contrario, la
poniendo en evidencia que era algo Arqueología feminista propugna cambios
sesgado y parcial y que en las explicaciones que responden a algo mucho más
históricas la figura femenina se hallaba profundo; la propia estructuración de la
infrarepresentada o simplemente no investigación. Esto es así porque pone
aparecía. encima de la mesa la cuestión de la relación
Aunque originariamente parece haber específica existente entre el agente de
límites difusos entre una y otra conocimiento y aquello estudiado y
perspectiva, las diferencias entre la cuestiona profundamente la validez de lo
Arqueología de género y la Arqueología adquirido hasta el momento. No en vano se
feminista son claras, tanto históricamente sitúa dentro de lo que se denomina
como en la actualidad (ver discusión en situatedness o f knowledge o standingpoint
Berrocal 2009). theories (Haraway 1991 cit. por Engelstadt
En primer lugar, existen diferencias en 2007, Harding 1997, Conkey 2001, Gero
torno a cuál es el objeto de estudio. En el 2007). Por ello no sólo la Arqueología
caso de la Arqueología de género serían, al feminista es reivindicativa respecto a la
menos en teoría, los diferentes géneros visibilización de las mujeres como agentes
existentes (Díaz-Andreu 2005), la relación de conocimiento y como objetos de
entre género y diferentes dimensiones de estudio, sino que numerosas publicaciones
la sociedad o incluso el desarrollo del en este ámbito se centran precisamente en
propio concepto de género (Milledge cuestiones epistemológicas, de método e

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 65-80 67


Universidad de Cádiz
ZURRO, Débora

incluso dentro de lo que podríamos 3. Lo visible frente a la visibilización en


denominar sociología de la ciencia (Gero investigación arqueológica
1999, Conkey 2001, Wylie 2007). No creo necesario repetir que la ciencia
Los estudios de mujeres han llegado a es una actividad guiada, en la que cada
ser considerados una “especialidad” del nuevo paso en el proceso de investigación
mismo modo que lo son la arqueobotánica ha sido diseñado para la consecución de un
o los estudios del territorio, por ejemplo. fin concreto. En investigación, más allá de
En este sentido es importante remarcar casos excepcionales (¡serendipia!), nada
que ninguna “especialidad” arqueológica queda al azar. Es el método, por tanto, el
ha generado un debate teórico tan elemento que marca de alguna manera la
profundo, que exige la explicitación de los diferencia respecto al conocimiento no
postulados desde y con los que se trabaja. científico; el control de la influencia de las
A pesar de las cátedras, seminarios variables implicadas y la replicabilidad de
especializados, asignaturas universitarias, los fenómenos bajo estudio.
etc. esta Arqueología no “debiera” interpre­ Como si de un espectro de luz se tratara,
tarse como un parcela de generación de en investigación arqueológica se ha
conocimiento asociada a un objeto de recurrido de forma creciente al uso del
estudio (en nuestro caso las mujeres en la calificativo visible o invisible para calificar
Historia), sino como un enfoque de una parte de ese espectro que no se
investigación (las cátedras o departa­ muestra en las reconstrucciones del
mentos no se “especializan” en Arqueología pasado. El simple hecho de adjetivar x cosa
postmoderna, por ejemplo). surge necesariamente o bien de la
Como enfoque presenta una especifi­ seguridad o bien del presupuesto de su
cidad, un punto de inflexión, que trasciende existencia. Así, se usa para referirse a todo
(atraviesa) cualquier corriente histo- aquello que se supone “debiera estar” pero
riográfica o de pensamiento existente en que por alguna razón no aparece en esas
nuestra disciplina: reconstrucciones.
Gender in archaeology should not be Por tanto, la falta de visibilización de
considered a new subdiscipline; rather, it ciertos elementos dentro de la
should infuse the entire field and charge it reconstrucción histórica no es un hecho
(Milledge Nelson y Rosen-Ayalon 2001: 2). per se (inamovible, absoluto o esencial)
Los estudios de género, a pesar del sino que puede constituir la consecuencia
interés que manifiestan por visibilizar directa de estrategias de investigación
ciertos agentes sociales, mantienen una específicas, de cómo se realizan las
postura básicamente “conciliadora”, no aproximaciones hacia el pasado (desde las
presentando el carácter reivindicativo del hipótesis a las analíticas específicamente
feminismo (Wallach 1996, 155-156). Los escogidas para la generación de un registro
estudios de género se preocupan por la arqueológico específico). Así, muy frecuen­
visibilización, pero presentan una temente las “invisibilidades” de la
tendencia a no cuestionar el conocimiento Prehistoria4 son el producto directo de una
acumulado y más específicamente las estrategia de investigación en la que se ha
metodologías seguidas: llevado a término, mediante diversos
Feminist scholars pointed out early on that mecanismos, su omisión. Eichler (1987 cit.
the study of women would not only add new por Sanahuja 2002) cita que además de la
subject data but would also force a critical existencia de la misoginia u odio a las
re-examination of the premisses and mujeres como forma extrema de sexismo,
standards of existing scholarly work. existe también su invisibilidad o gynopia.
(Wallach 1996, 153).
La omisión de las mujeres como agentes
En definitiva, la Arqueología de las
mujeres representa un conjunto muy 4. A pesar de que hable de Arqueología en general
heterogéneo de posturas ideológicas e remito reincidentemente a la Prehistoria porque más
allá de que sea el período histórico en el que trabajo,
intereses, tanto dentro como fuera de la
creo que es en la investigación prehistórica donde
disciplina. muchas de las cuestiones que aquí se tratan se hacen
más evidentes.

68 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 65-80


Universidad de Cádiz
El suelo de cristal: la necesidad de visibilización p ara una arqueología feminista

sociales activos se ha producido bajo varias usado para referirse de forma particular a
formas (Thiele 1992, cit. por Scot 1997): la invisibilidad de las mujeres (Nobles
• Omisión mediante exclusión: en esta 2000, Staniforth et al. 2001, Adovasio et al.
estrategia lo normativo es simple­ 2007, Escoriza 2007) pero también a niños
mente lo masculino, ignorando a las y niñas (Moore y Scott 1997, Shea 2006,
mujeres. Sánchez Romero 2007).
• Omisión mediante pseudo-inclusión: En segundo lugar se ha usado este
las mujeres no llegan a formar una mismo término para tratar la invisibilidad
parte integral del análisis, presentán­ de numerosos procesos de trabajo que
dose como un área marginal de muchas veces no producen una materia­
estudio en determinados casos. lidad fácilmente identificable y que en la
• Omisión mediante alienación: se idea generada en la actualidad sobre la
incluye sólo en cuanto al interés Prehistoria, son desarrollados por esos
particular del/la investigador de mismos sectores de la población:
turno. I. Un gran número de trabajos se centran
El uso del término visible o invisible se en la producción y sostenimiento de la
ha centrado en torno a varios niveles o vida (tanto física como social). En este
escalas de análisis. Esta invisibilidad se grupo se encuentran los trabajos
encuentra conectada tanto con la teóricos (explicitando la dificultad en
invisibilidad de ciertos materiales, como encontrar los correlatos materiales,
con la inexistencia en los discursos de ver por ejemplo Castro et al. 2002)
ciertos agentes sociales. centrados en conceptos como el de
La primera escala remite a una producción básica o dicho de otro
invisibilidad literal. En numerosos estudios modo, la producción y transformación
de tipo “empírico”, en los que se aborda el de la fuerza de trabajo (Ruiz y Briz
análisis de materiales, destaca el uso del 1998, Ruiz y Vila 2001, Vila y Estévez
término invisible5. En este caso remite a la 2010, Castro et al. 1996, 2003, 1998,
simple imposibilidad de detectar x material Sanahuja y Escoriza 2005, Sanahuja
en un determinado contexto arqueológico a 2007b, entre otros).
no ser que se aplique una técnica (en la II. Correlativamente al anterior se encon­
mayoría de los casos de última generación) trarían las actividades denominadas
que permita su detección y posterior de mantenimiento (Picazo 1997,
análisis. Estos trabajos suelen centrarse en Montón y Sánchez-Romero 2008,
cuestiones relativas a los protocolos de Sánchez-Romero 2007, González-
laboratorio y/o a problemas tafonómicos o Marcén et al. 2007, de Pedro 2006),
de conservación. definidas como el conjunto de
En otra dimensión se encontraría un prácticas relativas al mantenimiento y
gran bloque constituido por lo que al cuidado de los miembros de una
podríamos denominar invisibilidad comunidad. Incluiría de hecho todas
metafórica: el título de la obra de Moore y las tareas hoy en día atribuibles al
Scott (1996) “Invisible People and trabajo doméstico; cuidado de
Processes: Writing Gender and Childhood personas desvalidas como infantes,
into European Archaeology" sintetiza enfermos, miembros de la tercera
perfectamente a lo que me refiero. edad, mantenimiento de la casa,
En primer lugar esta fórmula ha sido cocina, etc. (Picazo 1997). Considera lo
especialmente utilizada para referirse a cotidiano como una dimensión especí­
agentes sociales. Consecuentemente, fica del análisis arqueológico que se
remite también a la falta de representación engloba en un marco temporal de
de ciertos aspectos de la organización menor escala al habitual en nuestra
social o de las relaciones sociales. Se ha disciplina (González-Marcén y Picazo
2005).
III. Finalmente, en este grupo se incluyen
5. Ya que no es éste el interés que me ocupa, no me
detendré a exponer este punto. Para una discusión aquellos trabajos considerados dentro
de este tema, ver Zurro 2011. de la esfera de trabajo femenina y que

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 65-80 69


Universidad de Cádiz
ZURRO, Débora

se tildan de invisibles como la cestería, englobaban los trabajos de su libro,


los trabajos de recolección, etc. afirmaba que las actividades femeninas
(Berihuete y Piqué 2006, Zurro 2011). eran tan importantes como las masculinas
De hecho, por parte de algunas y que el estudio de la relación entre ambas
investigadoras estas actividades se resulta por tanto esencial para el
consideran como parte de las tareas de conocimiento de una sociedad. Yo voy a
mantenimiento descritas en el punto situarme en línea con este último punto,
anterior (Sánchez-Romero 2002, 279). aunque obviando el calificativo de
femenino para esas actividades (aunque es
La invisibilidad literal remite a una
plausible que lo fueran de hecho no
propiedad física y, dependiendo del caso,
podemos demostrarlo). Lo que sí es cierto
puede o no ser solventable en base a la
es que es precisamente su consideración
aplicación de determinadas técnicas. Así, el
como trabajo femenino lo que ha definido
color de una máscara apenas conservada
su carácter secundario en nuestra
puede llegar a ser conocido mediante la
disciplina.
realización de determinadas analíticas que
La Arqueología feminista se convierte
nos permitan identificar los pigmentos
así en una plataforma que ofrece los
usados durante su confección. El estado de
instrumentos necesarios por una parte
conservación del material, junto al nivel de
para cumplir de alguna manera con alguno
desarrollo de las técnicas y los imperativos
de los objetivos de la agenda feminista,
“protocolarios” para cada una de ellas (la
pero que permite además generar una
cantidad de muestra necesaria para
Arqueología mejor (no sólo en cuanto a la
realizar los análisis, por ejemplo), determi­
visibilización de las mujeres, sino en
nará claramente el nivel de resolución (el
cuanto a la mejora del método, ver Wylie
tipo, la calidad) de los resultados.
1999, Miledge-Nelson 2000).
En el segundo caso resulta evidente que
Para la resolución de esta cuestión y
la invisibilidad es una consecuencia de un
desde mi punto de vista, el uso del
enfoque determinado de la investigación,
feminismo como método en Arqueología
en el que determinadas actividades y
resulta muy prometedor.
determinados recursos se asocian
Como instrumento crítico, exige un
directamente a un grupo social cuya
trabajo de evaluación de la Arqueología
aportación económica-social en el discurso
estándar, a diferente escala. Este punto se
histórico actual se califica de insuficiente
situaría dentro de lo que se ha bautizado
(Berihuete y Piqué 2006, Zurro 2011).
como deconstrucción de arquetipos
En la introducción a In pursuit o f gender,
(González-Marcén 2006, Masvidal 2006),
Milledge Nelson y Rosen-Ayalon (2001)
que se efectúa a diferentes niveles.
enmarcaban las publicaciones del volumen
En cuanto a la construcción de discursos
en una de las tres corrientes posibles
(de una imagen determinada de la
dentro de las primeras publicaciones en
Prehistoria que reproduce el modelo
que se aunaba feminismo y Arqueología. La
androcéntrico); incluiría por ejemplo los
primera de ellas estipulaba que las mujeres
trabajos destinados al análisis sexista del
podían hacer todo lo que hacen los
lenguaje (Argelés et al. 1991, Querol y
hombres (ver publicaciones etnográficas
Triviño 2004), de las representaciones
en las que se habla de la caza como
visuales de las sociedades prehistóricas o
actividad practicada también por las
de las escenificaciones museográficas que
mujeres, como Goodman et al. 1985,
incluyen los roles de hombres y mujeres,
Biesiele y Barclay 2001, Estioko-Griffin y
etc. (Jones y Pay 1999, Hornos y Rísquez
Griffin 1981 o Bailey y Aunger 1989), la
2005, Sánchez Romero 2005b, Sánchez
segunda que las mujeres son diferentes
Romero y Moreno 2005, Querol 2006,
pero “mejores” aportando como ejemplo la
2008).
hipótesis de que “(...) women natural
Siguiendo esta línea crítica, exige un
peacefulness was the glue that held society
cambio en la forma de abordar e
together" Milledge Nelson y Rosen-Ayalon
interpretar los materiales “clásicos”,
2001, 4). La tercera, y aquella en la que
siempre visibilizados (lítico, fauna, etc... )

70 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 65-80


Universidad de Cádiz
El suelo de cristal: la necesidad de visibilización p ara una arqueología feminista

que podría implicar revelar otras caso de las inhumaciones (ver Sanahuja
dimensiones de esos mismos materiales 2006).
(ver el caso del material lítico; Sánchez La sexuación por una parte y la
Romero 2005b, Orozco 2006 o el de evidenciación de ciertos aspectos que el
materiales argáricos presentado por modelo androcéntrico no ha permitido
Sanahuja 2007a). visiblizar por su supuesta asociación con
Como método para paliar el sesgo “lo femenino” mediante el uso de la
establece las estrategias necesarias para la Arqueología feminista como instrumento
visibilización de aquellas áreas de estudio crítico (Berihuete y Piqué 2006, Zurro
consideradas secundarias debido a su 2011) son objetivos diferentes, aunque no
adscripción a la esfera de trabajo feme- excluyentes (pueden discurrir en paralelo
nina6. Como ya he repetido, esta dependiendo del momento, contexto, etc.).
adscripción se ha realizado en base a dife­ No sólo la “implantación” de la
rentes analogías etnográficas, históricas y Arqueología de las mujeres no ha llegado a
actualísticas. En este sentido, tan sólo la lo esperado o previsto (Hill 1998, Prados
formulación de hipótesis arqueológicas 2008, 229), sino que su propio desarrollo
específicamente dirigidas a la visibilización (interno) ha resultado muy desigual. Se ha
de esas tareas y recursos omitidos de construido una sólida “superestructura”,
forma sistemática por la Arqueología especialmente en el marco de aquellas
normativa o estándar permitirá obtener investigaciones que se autodefinen como
una base material que pueda generar una feministas, que inciden especialmente en el
imagen de la Prehistoria diferente. Este posicionamiento, en el análisis y la crítica a
punto que tan sólo puede darse a partir del la Arqueología actual o en la generación de
anterior, exige un replanteamiento global conceptos propios, por ejemplo. A pesar de
de las interpretaciones así como de las que el número de publicaciones no sea muy
formas de abordar el estudio de los mate­ elevado, éstas presentan un gran avance de
riales al modificar el peso relativo de unos pensamiento con respecto a sus
y otros elementos en la globalidad de lo respectivos contextos de investigación. Sin
estudiado. embargo, ¿qué sucede con el análisis de
materiales? ¿podemos esperar que un
4. La actualidad del análisis de planteamiento que pretende cambios de
m ateriales en Arqueología de las tipo general, global, trabaje sólo a nivel de
m ujeres la “superestructura”? ¿qué sucede con la
Siguiendo la idea expuesta en el punto coherencia entre todos los elementos del
anterior, debemos plantearnos si es posible proceso de investigación? ¿es posible
(y cómo) abordar actualmente una generar cambios tan profundos en
Arqueología del género (la sexuación en determinadas áreas que no repercutan o
Arqueología es uno de los grandes temas exijan cambios en otras? (Vila y Estévez
pendientes). Más allá de analogías 1989).
etnográficas o actualísticas, por el Ésta es una Arqueología que se ha
momento la correlación unívoca de mate­ desarrollado desde arriba hacia abajo, sin
riales y espacios a determinados agentes llegar a las escalas de base; a cómo abordar
sociales (la identificación, en definitiva, de el análisis de materiales. Comparto en este
procesos de trabajo femeninos, masculinos sentido la afirmación de Izquierdo (2007,
o bien comunes a ambos) puede abordarse 249), cuando escribe lo siguiente;
tan sólo en situaciones muy específicas, Las particularidades del registro arqueo­
poco frecuentes como el análisis de los lógico condicionan obviamente los trabajos,
restos esqueléticos y patologías asociadas ya que el género no es visible
al trabajo (Balaguer et al. 2002) o bien inmediatamente. De ahí el énfasis en los
métodos de medición e interpretación del
mediante la asociación ajuares-sexos en el
dato empírico. Este carácter positivista de la
disciplina arqueológica ha relegado a un
6. Posicionamientos de este tipo han sido segundo plano la reflexión sobre cuestiones
denominados feministas empiricistas (Engelstad como el género que implica, a su vez, una
1999). aproximación social y metodológica.

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 65-80 71


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ZURRO, Débora

Por otra parte, ¿cómo se están deviene radicalmente diferente.


abordando esos procesos de visibilización (...) while the empirical evidence for
en la mayor parte de contextos these kind of activities constitutes the
arqueológicos?. Veremos a continuación de most abundant part of any
qué modo se plantea esta fase de la archaeological register, its importance
investigación, con qué ejemplos contamos as reflected in archaeological site
en nuestro ámbito académico inmediato en reports and other publications, suggests
cuanto a la formulación de hipótesis that they are negligible and/or invisible
específicamente dirigidas a la visibilización (Picazo 1997: 59).
y que necesariamente implican una
Este concepto reivindica lo que se
estrategia metodológica diseñada ad hoc.
supone es un espacio"femenino" mediante
Por su propia especificidad, el caso del
la revalorización de las tareas asociadas.
arte merece un punto a parte. En algunas
Por otra parte, sitúa dentro de esta esfera
de estas investigaciones se plantea una
trabajos y análisis de materiales que se
crítica a la identificación de la sexuación de
ejecutan de forma rutinaria en nuestra
los cuerpos que va acompañada de un
disciplina; no necesariamente da lugar a
replantamiento global del método seguido
una modificación de las metodologías
(Escoriza 2002). Así, se cuestionan también
seguidas como sucede en numerosos
los criterios seguidos en la atribución de la
análisis cerámicos aunque se plantean
figura masculina en muchas de las
nuevas dimensiones interpretativas
representaciones, en las que la asignación a
(Colomer 2005).
una determinada práctica, como los
Existe un segundo grupo en el que la
trabajos del campo, se realiza sobre la base
necesidad de visibilización es mucho más
de la identificación de los objetos
evidente por varios motivos. En primer
representados como aperos agrícolas, a
lugar, generalmente los materiales impli­
pesar de que la caracterización como tales
cados son perecederos. Éstos tan sólo son
es más que dudosa (ver Escoriza 2001:
detectados arqueológicamente en casos de
291). Se inicia así un proceso de sexuación
conservación excepcionales o bien si se
“desde cero".
aplican las técnicas necesarias para su visi-
La mayor parte de los procesos de
bilización. La motivación que de lugar a
trabajo y sus correspondientes correlatos
implementar todas las estrategias
materiales invisibilizados en Arqueología
consideradas necesarias para conseguir
son englobados por muchas investigadoras
este fin pueden ser múltiples, y la que aquí
en las actividades de mantenimiento.
nos ocupa es tan sólo una de ellas (no
Más allá de todas las cuestiones
existe una relación causal directa entre
asociadas a la reproducción, etc., en
visibilización de las mujeres o de los
determinados períodos cronológicos el uso
trabajos femeninos y la de estos materiales
de actividades de mantenimiento, definidas
cuyo interés puede radicar en la identifi­
como “(...) las actividades relacionadas con
cación de x especie considerada marcador
la gestión de la vida cotidiana" (González
agrícola, por ejemplo). Consecuentemente,
Marcén et al. 2007, 176) pierde todo valor
estos materiales no se encuentran de
al integrar la práctica totalidad de los
forma recurrente en el grueso de estudios
materiales estudiados. No es así en el caso
de la mayor parte de proyectos.
de períodos históricos más recientes, en los
Estos materiales inclurían todos
que existe una mayor especialización y
aquellos integrados en la esfera de lo
para los que contamos, además, con una
“vegetal", pero también englobados en las
gran riqueza documental iconográfica o
tareas asociadas a la confección (sean
escrita que permite sexuar actividades e
pieles, manufactura de hilados, tejidos o
identificar qué es exactamente lo que se
incluso teñido) o asociados también al
desarrolla en el ámbito doméstico (ver
consumo de los recursos denominados
Izquierdo 2007, Mirón 2007, Prados 2007,
“secundarios" (ver Pique et al. 2008):
Rísquez y García 2007, Rueda 2007,
• Como instrumentos de trabajo reali­
Tortosa 2007). Así, para unos y otros
zados sobre estas materias; apenas
contextos la aplicabilidad de este concepto

72 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 65-80


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El suelo de cristal: la necesidad de visibilización p ara una arqueología feminista

existen este tipo de investigaciones a macrorrestos en la mayoría de contextos


nivel peninsular, pero éste sería el arqueológicos (sea manual, sea mediante
caso de los trabajos realizados en flotación), ni se llevan a cabo análisis de
instrumental óseo para la identifi­ microrrestos (fitolitos, almidones, anillos
cación de agujas o punzones asociados de celulosa) de forma programada. En este
al trabajo sobre pieles o bien de último caso se realizan de forma puntual,
cestería (Stone 2009) o toda la en contextos fuera de la norma o asu­
revisión etnográfica y arqueológica miendo generalizaciones muchas veces
realizada por Owen (Owen 2000, desafortunadas (Zurro 2006). En nuestro
2005) dirigida por una parte a una caso se ha planteado la visibilización del
recopilación de los trabajos realizados consumo de estos recursos en el marco de
sobre materias vegetales y por otra, una aproximación etnoarqueológica (Esté-
desde la perspectiva arqueológica y vez y Vila 1989, Vila et al. 2007, Briz 2011,
mediante el análisis funcional del Briz y Vietri 2011) que implica el uso de
instrumental lítico, a la identificación fuentes alternativas a la arqueológica,
de procesos de trabajo sobre objetos como es el caso de la documentación
que aparecen de forma minoritaria en etnográfica, fotográfica o los materiales
las identificaciones que se realizan etnográficos depositados en museos para
(básicamente trabajo sobre materias plantear hipótesis arqueológicas así como
blandas vegetales). para el desarrollo metodológico de la
• Como objetos de trabajo; véase disciplina (Piqué 1999, Berihuete y Piqué
consumo de recursos vegetales para 2006, Zurro et al. 2009).
alimentación o como materias primas Ni siquiera las muestras arqueobotá-
para la confección de numerosos nicas o sedimentarias suelen considerarse
instrumentos o bienes de consumo. patrimonio por parte de las instituciones
En el caso de los recursos vegetales son garantes de la calidad de la investigación y
varios los motivos que han generado una la salvaguarda de los restos arqueológicos.
omisión del estudio de este consumo en La tiranía del objeto, y especialmente de
Arqueología. Éste es un hecho no sólo determinados objetos como fuente de
evidente, sino aparentemente proporcional información para el estudio del pasado,
a la antigüedad del contexto bajo estudio sigue marcando la pauta de lo que es rele­
(en contextos paleolíticos la omisión vante y de lo que los y las arqueólogas
presenta una mayor magnitud). debemos hacer.
Más allá del problema de la conser­ Así es que en todos estos casos se
vación (más acusado en este caso que en el realiza un esfuerzo específicamente
de otros materiales), por una parte estaría dirigido a poner en evidencia la existencia
la prevalencia de un modelo interpretativo de esas producciones y consumos,
de la Prehistoria basado en figura del pensando que corresponden a la esfera de
hombrer cazador, y en la asunción del trabajo femenina. Personalmente creo que
trabajo con vegetales como una tarea es también relevante incidir en que es
grupal solamente a partir del desarrollo de precisamente ése el motivo por el que no
las sociedades agrícolas (cuando esta se ha invertido el necesario volumen de
actividad se convierte en la más relevante investigación en esclarecer la participación
para el sustento). Por otra estaría una de esos procesos en el marco de
jerarquización a priori del potencial infor­ producción general.
mativo de fauna y lítico frente al consumo En todo caso, nos encontramos en un
de vegetales (Berihuete y Piqué 2006, gran momento de desarrollo de las
Zurro 2011) como medios para obtener técnicas, por lo que la elusión al estudio de
información sobre la vida de estas socie­ estos materiales tiene que ver no tanto con
dades así como sobre las dinámicas histó­ las posibilidades reales de identificar los
ricas imbricadas en los sucesivos cambios materiales (que mientras que en algunos
que sufrieron las sociedades cazadoras- casos es imposible en otros es factible
recolectoras del paleolítico. Ni se realiza mediante la aplicación de ciertas técnicas)
una recolección sistemática de como con decisiones insertadas dentro de

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 65-80 73


Universidad de Cádiz
ZURRO, Débora

la lógica de la investigación a nivel global necesarios pero en los que parecemos


(el tipo de preguntas que se pretenden habernos quedado atoradxs.
resolver y las estrategias de investigación y Por el momento, la estrategia de
métodos de análisis que para ello se visibilización no sólo es posible, sino un
aplican). elemento imprescindible para plantea­
Aunque consideramos que el objetivo no es mientos de futuro en línea con lo que dicen
el de generar modelos para interpretar el algunas autoras, tendentes a una Arqueo­
registro arqueobotánico sino de ensayar logía más sofisticada, que no es
métodos arqueológicos a partir de un necesariamente intrínsecamente buena
universo más o menos conocido y generar
pero sí genera un registro arqueológico
nuevas preguntas al registro arqueológico.
probablemente más acorde con la realidad
(Berihuete y Piqué 2006:, 39).
que generó esa materialidad arqueológica
Independientemente de la necesidad de que ahora abordamos.
generar un registro arqueológico concreto A pesar de que las posibilidades de la
que nos permita responder a las hipótesis Etnoarqueología en este terreno apenas
planteadas, debemos considerar las nuevas están exploradas en el caso de sociedades
tecnologías (como la inteligencia artificial) cazadoras recolectoras, la Etnoarqueología
que brindan instrumentos que permiten puede ser una fuente fundamental para
emular el comportamiento de variables, de formular preguntas arqueológicas así como
agentes sociales, etc. más allá de la para generar un determinado registro
existencia de esa base material necesaria arqueológico (remito aquí a la cuestión de
(Barceló et al. 1994). la visibilización a la que he aludido a lo
largo de estas páginas). El análisis
5. Conclusiones arqueológico de base, de generación de
Para finalizar tan sólo cabe apuntar que datos va a resultar imprescindible para
aunque se ha afirmado que la introducción responder a las nuevas preguntas que
de los estudios de género en Arqueología estamos formulando. En todo caso el
ha supuesto un gran cambio de paradigma objetivo último del análisis arqueológico
interpretativo (Colomer et al. 1999), en mi (las dinámicas históricas/los procesos
opinión no ha sido realmente así. Los sociales) se desarrollan sobre la base
estudios sobre mujeres, desde cualquier material de la existencia de hombres y
perspectiva, siguen siendo marginales en la mujeres, así como de las relaciones
Arqueología tanto a nivel general (Wylie (sociales) que se establecen entre ambos,
1999) como peninsular (González-Marcén que son específicas a nivel histórico así
2000) así como en la que se autodenomina como lo es la organización social. La consi­
“social” (Sánchez Liranzo 2005). deración de la reproducción como una
En la última parte de este trabajo hemos parte que debe ser tenida en consideración
podido ver a nivel muy general cuáles en el análisis de los procesos productivos
están siendo las estrategias de visibili- (Ruiz y Briz 1998, Vila y Estévez 2010)
zación que se están implementando hoy resulta esencial para visibilizar a la mujer
día. Los trabajos de este tipo en los que se como agente social en la Historia. El aporte
explicitan claramente el concepto de de las mujeres al ciclo general de la
visibilización asociado a las mujeres y que producción resulta extraordinario preci­
no se mantienen en un plano estrictamente samente no sólo por la reproducción de la
teórico son tremendamente escasos. fuerza de trabajo así como por el
Además, más allá de trabajos centrados mantenimiento con vida y la socialización
estrictamente en lo interpretativo, lo que de aquellos agentes que todavía no son
necesita la Arqueología es un cambio de productivos (condición sine qua non para la
tipo general (Sánchez Liranzo 2001: 206­ existencia de las sociedades humanas) sino
207); de planteamiento, de hipótesis y de también por su aporte específico en
método. Ello devendrá de forma inevitable muchos otros trabajos que desconocemos.
en un cambio intepretativo, que vaya más Tan sólo una voluntad (política, en este
allá de la crítica y de la deconstrucción de caso feminista) seguida de un replantea­
arquetipos, elementos en todo caso miento de la encuesta arqueológica y una

74 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 65-80


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El suelo de cristal: la necesidad de visibilización p ara una arqueología feminista

implementación de estrategias específicas Mountains, pp. 165-172. University of


destinadas a la visibilización de la mujer Sydney. Sydney.
así como de los trabajos considerados BERIHUETE, Marian, PIQUÉ, Raquel 2006:
femeninos por su adscripción especulativa “Semillas, frutas, leña, madera: El consumo
a nuestra esfera nos permitirá realizar una de plantas entre las sociedades cazadoras-
aproximación a la Prehistoria realizando recolectoras“. Revista Atlántica
un camino que surja de la crítica androcén- Mediterránea de Prehistoria y Arqueologia
trica para concretar una metodología Social 8, pp. 35-51.
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BIBLID [1138-9435 (2011) 1-158]

APORTES PARA UNA BIOARQUEOLOGÍA SOCIAL Y FEMINISTA

CONTRIBUTIONS FOR SOCIAL AND FEMINIST BIOARCHAEOLOGY

Andrea GONZÁLEZ-RAMÍREZ (*) y Arturo SÁEZ SEPÚLVEDA (**)

*Departamento de Prehistoria, Universitat Autónoma de Barcelona Edificio B. Campus de


Bellaterra. 08193. Bellaterra, Barcelona. andrea.gonzalez@uab.cat

**Departamento de Biología Animal sección Antropología, Universitat de Barcelona.


Edificio Ramón Margalef. Av. Diagonal 645. 08028. Barcelona. arturosaezrex@gmail.com

Resumen: Mediante una visión crítica al panorama actual de las principales tendencias en
las investigaciones bioarqueológicas, intentamos localizar las bases de las preguntas y los
fundamentos teóricos que guían algunas propuestas en este campo de estudio.
Consideramos en esta revisión que la influencia del enfoque biocultural en bioarqueología
ha colaborado en reforzar una imagen actualista de las sociedades del pasado, que sirve,
como en otros modelos hegemónicos, para presentar como naturales las actuales
condiciones de disimetría social. Considerando la necesidad de una bioarqueología
comprometida con una teoría social y políticamente explícita, intentamos aportar los
elementos que justifican el requerimiento de la implementación de una práctica
bioarqueológica en sintonía con una arqueología social, cuyo objetivo fundamental sea el
conocimiento de las relaciones simétricas o disimétricas entre los colectivos sexuales y
sociales en situaciones históricas concretas.

Palabras clave: Bioarqueología, arqueología social, feminismo, prácticas sociales,


diferencia sexual, sexuación del pasado.

Abstract: Through a critical view to current panorama of the major trends in


bioarchaeological research, we attempted to locate the issues and theoretical foundations
that guide some proposals in this field. We consider in this review that the influence of
bio-cultural approach in bioarchaeology has collaborated to reinforce an actualistic view
of past societies, serving, like other hegemonic models to present current asymmetrical
social conditions as natural. Considering the need for a Bioarchaeology committed to a
socially and politically explicit theory, we try to provide the elements that justify the
requirement for implementing a bioarchaeological practice in tune with a social
archaeology, whose fundamental aim be the knowledge of symmetrical or dissymmetrical
relationships between sexual and social groups in specific historical situations.

Keywords: Bioarchaeology, social archaeology, feminism, social practices, sexual


difference, sexually identifying the past.

Sumario: 1. Introducción. 2. La Proclamación de la Bioarqueología: Bases disciplinarias y


contextos de su surgimiento. 3. Las bases conceptuales de la bioarqueología. 4. Crítica al
modelo adaptacionista en bioarqueología. 5. El llamado a sexuar el pasado: hacia una
propuesta de bioarqueología social y feminista. 6. Bibliografía.

"(...) los análisis antropológicos cobran un carácter excepcional para la


investigación de la distancia social, puesto que constituyen el único criterio objetivo
que permite la determinación de la variable sexual -m ujer y hom bre- para huir de
lo masculino, considerado supuestamente neutro" (Castro Martínez et al. 1996: 42)

Fecha de recepción del artículo: 11-IX-2011. Fecha de aceptación: 30-IX-2011.


GONZÁLEZ RAMÍREZ, Andrea y SÁEZ SEPÚLVEDA, Arturo

1. Introducción decir según “los manuales de


No resulta casual que el desarrollo de la identificación”, y la segunda, reforzando, en
investigación y la enseñanza de la antro­ el seno de su desarrollo disciplinar, las
pología física se inserte en el marco de imágenes de espejo que proyectan las
departamentos de biología. Desde el realidades actuales a la prehistoria remota.
estudio de los procesos de hominización Ambas, no obstante, comparten en lo
hasta la investigación de la evolución de las substancial la característica fundamental
poblaciones, el motor que ha movilizado de las producciones científica hegemó-
principalmente a esta disciplina ha sido la nicas: una visión androcéntrica, actualista
pregunta por la descripción y causas de la y, por definición, esencialista, que ha
variabilidad biológica humana. No es servido para justificar como “naturales” las
sorprendente, entonces, que la tardía actuales condiciones de disimetría social.
inserción de la antropología física como La insistencia, especialmente en los
disciplina “auxiliar” de la arqueología haya estudios de los procesos de hominización
tenido que reformularse en un nuevo en el “descubrimiento” de los orígenes no
campo de estudio: “la bioarqueología” es sino sólo una muestra de cómo la antro­
(Bello et al. 2006, Goodman et al. 1988, pología física, o paleoantropología, se ha
Larsen 1997a, Luna 2006, Stinson 2000, consolidado social y políticamente
Wright y Yoder 2003), que se presentó, en mediante la prevalencia de una práctica
cierta forma, como una síntesis interdisci­ científica anacrónica y de espalda a las
plinaria ante la necesidad de considerar los preguntas arqueológicas, es decir, de corte
denominados aspectos “culturales” en social (Sanahuja Yll 1990, 2002).
combinación con los factores biológicos Además, la arqueología se sirve de las
para explicar la variabilidad de la descripciones de la antropología física para
expresión antropológica. Esta necesidad se sustentar explicaciones validadas por una
promovió especialmente desde el desa­ autoridad atribuida a la supuesta solidez
rrollo de la Nueva Arqueología y de las que se le asigna a la biología como sinó­
aproximaciones bioculturales en biología nimo de ambiente, es decir, extra-social,
humana (Wright y Yoder 2003). externo y por esencia estable: que no es
La arqueología histórico-cultural y su otra cosa que una reproducción de la
noción de los restos humanos como dicotomía ilustrado-burguesa de natura­
materiales accesorios de los contextos leza/cultura. La integración de la
funerarios, en los que la suma de artefactos bioarqueología al trabajo arqueológico en
y diferencias entre éstos constituían la base este sentido, ha solido ser acrítica: se reco­
para la determinación de categorías noce en el/la especialista en osteología una
sociales potencialmente adscribibles a autoridad per sé, tanto porque no se
cierta tumba o grupo de ellas, se vio incorpora en la “formulación” de las
superada cuando la Nueva Arqueología preguntas de investigación arqueológicas,
reconoció que el estudio de la biología o porque lisa y llanamente se ignoran las
esqueletal en los contextos arqueológicos consecuencias y fundamentos teórico-polí-
era fundamental para el entendimiento de ticos del cruce de categorías especialmente
los así llamados “modos o estilos de vida”; esencialistas y ambiguas como las de
en principio, una visión implícitamente “ambiente”, “cultura” o “adaptación”. Salvo
presentada como aséptica y autoexpuesta interesantes experiencias (Agarwal y
como neutra, deslindada especialmente de Glencross 2011a, Bello et al. 2006, Geller
la influencia culturalista de la antropología 2005, Hollimon 2011, Jackes 2011, Rihuete
norteamericana (Armelagos 2003b). Sin Herrada 2000, 2003), el trabajo
embargo, e incluso considerando los más bioarqueológico se ha caracterizado por la
de 30 años de propuestas “bioarque- construcción de explicaciones fundamen­
ológicas”, lo cierto es que tanto la talmente adaptacionistas que utilizan a la
arqueología como la antropología física o “cultura” como una variable indistinta,
biológica continúan caminos bifurcados; homogénea y constante, que “permite”
una recibiendo de la segunda informes contar con una categoría “explica-lo-todo ",
descriptivos basados en lo que se debe sospechosamente cuando el resto de indi­

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cadores no dan cuenta de causas biológicas miento las bases fundamentales sobre las
estables. que se asienta la mayoría del quehacer
En arqueología social, ha sido preci­ bioarqueológico, debido probablemente a
samente un aporte de la arqueología que la necesidad de sexuar el pasado, como
feminista materialista (Balaguer Nadal et la primera categoría social, ha sido
al. 2002, Castro Martínez et a!. 2003a, planteada desde una teoría social pensada
Castro Martínez et al. 1996, Castro para el pasado arqueológico y no para el
Martínez et al. 1998, Castro Martínez et al. pasado biológico.
2003b, Escoriza Mateu 2001, 2002, 2004, En el presente artículo, intentamos dar
Escoriza Mateu y Sanahuja Yll 2002, una visión general al panorama actual de
Fregueiro Morador 2005, Rihuete Herrada las principales tendencias en las investiga­
2000, Sanahuja Yll 1995, 2002, 2007, ciones bioarqueológicas, para situar el
Sanahuja Yll et al. 2006, Vargas 2004) el estado de las preguntas y los fundamentos
insistir en la necesidad de sexuar el pasado teóricos que guían algunas propuestas en
y con ello, en el aporte impostergable que este campo de estudio. Partimos, de una
desde la antropología biológica se podría mirada basada en el marxismo materialista
realizar al estudio de las condiciones mate­ y feminista, que pensamos se presenta
riales de los sujetos sociales, mujeres y como la alternativa que de manera más
hombres, en la prehistoria. En este marco, coherente ha abordado los tópicos en los
la antropología biológica, es necesaria­ que se cruzan los problemas de investi­
mente requerida y conminada a realizar un gación arqueológica y de antropología
aporte que convoca a un cambio biológica desde una posición consciente y
paradigmático en relación a la manera en políticamente comprometida con el
cómo se vinculó históricamente con el presente. Si bien este trabajo conlleva una
estudio arqueológico de las sociedades. No revisión de campos disciplinares concretos,
es el requerimiento de nuevos informes, ni no busca delimitar problemas precisa­
de la consideración de cómo los factores mente disciplinarios, sino ser una reflexión
“ambientales” influyen en las llamadas crítica en torno a la necesidad de un campo
“culturas”, ni menos de cómo las “culturas” de estudio bioarqueológico social.
constituyen adaptaciones ambientales,
como lo ha venido desarrollando el 2. La proclam ación de la bioarqueo­
enfoque bioarqueológico y procesual en logía: bases disciplinarias y contextos
general. Es, primero, la necesidad de contar de su surgimiento
con una teoría social explícita, con un La Bioarqueología podría definirse
marco epistemológico claro y por deri­ como la disciplina, o campo disciplinario si
vación con unas metodologías coherentes, se quiere, que incorpora elementos
y segundo, la posibilidad de trascender la (proposiciones, métodos, datos) de la
mirada androcéntrica disfrazada tras un biología esqueletal humana para la reso­
neutro inocente, a través de la conside­ lución de problemas arqueológicos. Su
ración del cuerpo, también, como un surgimiento está ligado a la crítica dirigida
producto social. hacia la inercia teórica heredada de la
Debido a que la sustancia que define el taxonomía natural de los siglos ilustrados y
estudio arqueológico es la materialidad del coleccionismo de casos paleopatoló-
social, entendida como la expresión física gicos, así como también, a los programas
de las tres condiciones objetivas de la vida de estudio destinados a construir una
social -hombres, mujeres y objetos- (Castro tipología y una historia de las migraciones
Martínez et al. 1996:42), la participación de las distintas razas que habían poblado el
de una antropología física motivada por continente americano, gestados en el
preguntas de corte sociológico e histórico, marco del Particularismo Histórico de la
constituye un paso imprescindible para la arqueología americana de principios del
determinación de la especificidad sexuada siglo XX. El resultado de estos programas
de los restos humanos en contextos arque­ de estudio fue la proliferación de tipologías
ológicos estructurados. Sin embargo, no se raciales, construidas en sintonía con el
han considerado con suficiente deteni­ concepto de raza según el cual, cada una de

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ellas configuraba una unidad cultural que les rodea. Su fuente de información
homogénea con una lengua, una cultura y está formada por el material esqueletario
un territorio. En el proceso de su elabo­ (huesos y dientes), aunque en determi­
ración fueron analizadas grandes series nadas condiciones es posible contar con
osteológicas, sin embargo, los datos restos de tejidos blandos, como músculos,
obtenidos fueron reducidos a simples órganos y tegumentos, material al cual se
tabulaciones de promedios y desviaciones debe acceder mediante un enfoque inter­
estándar. Ejemplo de ello es el escaso disciplinario como forma de obtención de
impacto contemporáneo que tuvo el desa­ toda aquella información relevante sobre
rrollo metodológico y teórico más estrés fisiológico, ecología nutricional,
profundo de la osteometría, representado patrones de actividad; aspectos “revela­
en gran medida por los trabajos de Karl dores de la historia vital, en los niveles
Pearson sobre variabilidad craneofacial. A individual y poblacional ” y cuyo abordaje
pesar de que en biología evolutiva se reali­ resulta “crítico para la caracterización de
zaban importantes avances en la los patrones de conducta, estilo de vida,
modelización matemática de los meca­ enfermedad y otros aspectos que forman la
nismos involucrados en la evolución de los fábrica de la condición humana ” (Larsen
organismos, la antropología física fue 1997b:5). El objeto de la bioarqueología, en
continuista del antiguo paradigma. Incluso este marco, es la reconstrucción de los
en la arqueología como antropología se patrones de adaptación, identificando las
adelantaba a la antropología física en la fallas de estos procesos en los
incorporación de conceptos provenientes denominados indicadores de estrés, y
de la biología evolutiva y la ecología en su determinando el impacto de las prácticas
afán por profundizar en el conocimiento de culturales en el proceso de adaptación
los procesos de cambio de los sistemas (Armelagos 2003 a).
culturales (Binford 1962). La conformación, para Armelagos, de un
En este contexto de elevado criticismo nuevo campo de estudio, estuvo posibi­
hacia la craneología tipológica (Armelagos litada por el enfoque biocultural, que
et al. 1982b), es que se gestan propuestas consideró necesario tomar en cuenta los
alternativas para lo que en su momento fue factores culturales y biológicos en las
proclamada como una “Nueva Antro­ manifestaciones de la biología esqueletal.
pología Física” (Washburn 1951). Para Además, fue esencial en el desarrollo de
Armelagos (Armelagos et al. 1982a, bioarqueología la incorporación de una
Armelagos 2003b, Zuckerman y Armelagos perspectiva antropológica en paleopato-
2011) la configuración del campo de logía (Armelagos 2003b), especialmente
estudio bioarqueológico debe entenderse porque ésta había sido desarrollada y
como una respuesta crítica a la carencia delimitada por una perspectiva médica
científica del esencialismo descriptivo de (Fregueiro Morador 2005:58).
los enfoques especialmente craneomé- Para Wright y Yoder (2003), en tanto, la
tricos en los que estuvo focalizada la bioarqueología se vio no sólo posibilitada
antropología física de la primera mitad del por el enfoque biocultural, sino que
siglo XX. De ahí que, fundamentalmente en especialmente por la influencia del
Estados Unidos, la orientación de la bioar- desarrollo de la Nueva Arqueología, que
queología deba entenderse como la permitió introducir en el interés de la
“superación” de una etapa precientífica antropología biológica la consideración de
que, movilizada por el interés en el estudio los procesos culturales e históricos en la
racial de los individuos, construyó una conformación de la variabilidad biología
visión reduccionista basada en la conside­ humana. En sintonía con el planteamiento
ración del esqueleto humano como fuente de Larsen (1997a), sostienen que un
de datos puramente descriptivos y parti­ énfasis clave de la bioarqueología ha sido el
cularistas. Sobre todo, cobra interés el contar con un enfoque poblacional. Debido
estudio de las adaptaciones, constituyendo a que el nuevo campo de estudio se
la vía para la comprensión de las relaciones interesó en evaluar las implicaciones de la
entre las poblaciones y el medio ambiente diversidad cultural y el efecto de los

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cambios ambientales en la vida de los invasiva.


“pueblos”, el estudio del organismo, es La tercera tendencia dentro del campo
decir, del individuo como unidad de de la bioarqueología estaría anclada, para
análisis, se mostró como insuficiente para estas autoras, en una contextualización
la investigación del “agregado social” en el arqueológica más grande de los restos
pasado, por lo que fue necesario contar con óseos (Agarwal y Glencross 2011a).
el desarrollo de una mirada poblacional Consideran que, a pesar de que la
(Wright y Yoder 2003). Esta perspectiva incorporación de información contextual
basada en la población y con énfasis en la arqueológica ha sido central en el estudio
respuesta adaptativa del esqueleto a las de la práctica mortuoria desde hace algún
fuerzas ambientales (culturales), puede ser tiempo (por ejemplo, ver Beck 1995;
considerada como la fundación y la Chapman et al. 2009. En Argarwal y
primera ola teórica en bioarqueología Glencross 2011: 3), sólo recientes estudios
(Agarwal y Glencross 2011a). han puesto de relieve la necesidad de una
Es probablemente debido a la expansión comprensión más profunda de las formas
acrítica de esta perspectiva donde se de vida pasadas obtenidas a través de la
localiza el foco del debate desarrollado en consideración simultánea de fuentes de
lo que Agarwal y Glencross (2011a) información arqueológicas, históricas y
consideran como la segunda área de etnográficas junto con el análisis
investigación de las recientes décadas de esqueletario (Blakey y Rankin-Hill 2004;
una Segunda Ola teórica en bioarqueología. Buikstra y Beck 2006. En Argarwal y
Que en realidad a nuestro juicio constituye Glencross 2011: 3). De esta manera, si bien
más bien un llamado de atención la atención a la adaptación biocultural del
metodológico y, en ningún caso, una nueva esqueleto y la utilización de nuevas meto­
corriente teórica. Se trata un examen dologías de identificación aún se
crítico de la naturaleza de las muestras mantienen en el campo bioarqueológico,
esqueletarias arqueológicas en sí mismas, consideran que la investigación actual
que inaugurado con la publicación de “La intenta integrar los elementos de la inves­
paradoja osteológica” (Wood et al. 1992) tigación biológica, conductual, ecológica y
puso en primer plano la naturaleza del social. El objetivo de esta nueva práctica
registro del esqueleto, específicamente el bioarqueológica sería la de trascender el
papel de la mortalidad selectiva y la cuerpo del esqueleto al reino de la expe­
heterogeneidad oculta en la susceptibilidad riencia vivida y de hacer una contribución
a la enfermedad (o debilidad), su influencia significativa para nuestra comprensión de
en la formación de las muestras los procesos sociales y de la vida en el
esqueletales, y cómo éstas afectan a la pasado. Finalmente, señalan que si bien los
interpretación de la salud y la enfermedad primeros estudios en osteología humana
en las poblaciones del pasado. destacaron el cambio biológico y evolutivo,
Otra área de trabajos en bioarqueología la bioarqueología contemporánea es ahora
de esta Segunda Ola descrita por Agarwal y una disciplina preparada para comprome­
Glencross (2011a), se habría centrado en la terse con la teoría social (Agarwal y
aplicación y desarrollo de las nuevas Glencross 2011a: 3). En este nuevo
tecnologías para el estudio de la salud y los escenario, los/as científicos/as estarían
estilos de vida en las poblaciones del desde el principio más comprometidos/as
pasado (Iscan y Kennedy 1989, Katzenberg con la esencia biológica y social de los
y Saunders 2000, Saunders y Katzenberg individuos en la construcción de una bioar-
1992). Por ejemplo, avances en el uso de queología social. El interés se centraría en
métodos isotópicos para la reconstrucción la reconstrucción de los cimientos
de la dieta y patrones de migración biológicos del cuerpo esqueletario y la
(Dupras y Tocheri 2007, Eckardt et al. estructura cultural que en conjunto ha
2009, White et al. 2004), análisis de ADN creado el espacio social y los seres sociales
antiguo de las condiciones patológicas que habitan en él.
(Dupras y Tocheri 2007, Sealy 2001) y el Resumiendo, la historia y desarrollo de
uso de tecnología de microimagen no- la bioarqueología podría enumerarse en:

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1. Una respuesta al esencialismo entonces relacionarse al tercer factor la


descriptivo de la antropología física causa de la variación observada en estrés.
de principios del siglo XX, impulsada La disrupción fisiológica individual y
por el enfoque biocultural y por una poblacional retroalimenta el sistema de
perspectiva antropológica en paleo- forma directa sobre las restricciones
patología. ambientales y los sistemas culturales, de
2. La influencia y auge de la Nueva modo tal que la capacidad de la población
Arqueología, especialmente de los para mitigar el estrés posee implicancias
enfoques ecológico/culturales de la directas en el comportamiento y
antropología norteamericana, por funcionamiento de la sociedad (Larsen
una parte, y del enfoque biocultural 1997b). Para Luna (2006) el estrés es “un
adaptacionista desarrollado en bio­ concepto hermano del de adaptación", ya
logía humana, por otra. que mientras éste se focaliza en las
3. Un giro en el interés desde la biología consecuencias adaptativas o positivas, es
del individuo (o del organismo) a la decir, en el mantenimiento de un estado
biología de las poblaciones. estable de homeostasis corporal, el estrés
4. La paradoja osteológica y su cuestio- revela los costos o límites de esa
namiento a una valoración y adaptación. Asimismo, la paleopatología en
tratamiento inocente de las muestras el marco propuesto por la bioarqueología,
esqueletarias. tendría como interés último la
5. El desarrollo de una bioarqueología comprensión de los procesos mediante los
contextual en respuesta tanto a la cuales las culturas pueden causar y
paradoja osteológica, como a la responder al estrés.
hegemonía del enfoque biocultural El diseño de investigación del programa
basado en el concepto de adaptación biocultural considera así a las variables
y ambiente. ambientales y culturales como las
categorías formales para efectos compara­
3. Las bases conceptuales de la tivos. En un enfoque poblacional, se
bioarqueología considera que la cultura constituye una de
En el centro del modelo biocultural las principales adaptaciones de la especie
propuesto por la bioarqueología se humana (Armelagos y Dewey 1970), y
encuentra el concepto de estrés, el cual como tal, es fundamental para entender los
puede ser observado en el esqueleto procesos epidemiológicos. Así, tanto el
manifestado como disrupciones fisiológicas ambiente como la cultura son organizados
(Goodman et al. 1984, Goodman y en variables tipológicas, en función de, por
Armelagos 1989). Sus propiedades de ejemplo, altura, humedad, temperatura,
severidad, duración y periodicidad son etc., en el primer caso y grupo étnico,
consideradas de importancia para la género, estatus socioeconómico, sistemas
comprensión de los procesos bioculturales. de parentesco, residencia parental y
Los tres factores involucrados en la subsistencia, en el segundo. La evaluación
disrupción fisiológica son las restricciones del estado de salud de la población es uno
ambientales, los sistemas culturales y la de los aspectos de mayor consideración en
resistencia del huésped. Las restricciones los diseños de investigación y se suele
ambientales incluyen la disponibilidad medir en función de la variabilidad recién
limitada de recursos y los estresores. Los enunciada. La consideración de variables
sistemas culturales pueden actuar culturales se entiende en un marco de
amortiguando la acción de los estresores, configuraciones ecológicas, que posibili­
potenciándolos o generando otros nuevos. tarían la comprensión de procesos de
Finalmente, la resistencia del huésped es cambio, o transiciones, entre sociedades en
aquel factor de carácter individual, variable circunstancia pre/postcontacto, rural/urbano,
en función de la edad, sexo o factores interior/costero, tierras bajas/tierras altas,
genéticos, que puede actuar amortiguando pre/postagricultoras y pre/postindustriales,
los efectos del estrés. Si se presumen dos por ejemplo.
de estos tres factores constantes, puede Otro de los objetivos del programa

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biocultural es el de abordar la íntima inter- En palabras del autor: “Adaptación es el


relación entre los procesos de cambio cambio por el cual los organismos superan
cultural y su impacto adaptativo en las los desafíos de la vida (...) abarca procesos
poblaciones humanas en aspectos tales bioquímicos, fisiológicos y genéticos (...)
como la salud. Aunque la intención de involucrados en (i) grandes eventos evolu­
incorporar la cultura está presente en su tivos, (ii) en el crecimiento del individuo y
diseño, no existe una clara formalización (iii) cambios conductuales y fisiológicos de
de cómo hacerlo. Tanto es así, que ni corta duración ”. Considera que
cultura ni adaptación cultural son determinado modo de funcionamiento
conceptos que tengan una definición puede ser adaptativo o desadaptativo bajo
mínimamente consensuada (McElroy circunstancias comparables, bajo la
1990). En el caso de la adaptación cultural, premisa, más cercana a Spencer que a
ha de reconocerse que en su origen y en su Darwin, de que existe una selección natural
desarrollo posterior en el marco de la de los organismos mejor adaptados y una
arqueología procesual, el concepto es un extinción de los peor adaptados a través de
mero préstamo de la biología evolutiva, una reducción de su fertilidad o de su
utilizado metafóricamente para referirse a muerte temprana. Ha de destacarse que el
un proceso mediante el cual un rasgo concepto de adaptación en la teoría de la
determinado cambia debido a presiones evolución es de carácter filogenético, no
del medioambiente. Según esta metáfora, ontogenético, por lo que la consideración
dicho cambio confiere al rasgo una tarea, de cambios conductuales o fisiológicos
una función, que permite un aumento de durante la vida de un individuo tiene como
las posibilidades de sobrevivencia de una consecuencia una grave confusión en
población. Además de como un proceso, la cuanto a la identificación de las adapta­
adaptación puede referirse a un elemento ciones objeto de observación, tanto en su
particular que es resultado de tal proceso. unidad de diagnosis (el individuo) como en
Un proceso de adaptación cultural sería, su unidad de análisis (la población). La
por ejemplo, la adopción de la agricultura, polisemia del concepto es una cuestión que
mientras que la práctica de la agricultura no ha sido tratada por la antropología
constituiría su producto final, la adap­ cultural, de modo que su uso en paralelo a
tación. su significado ecológico y evolutivo ha
Mientras que en biología el concepto de reducido seriamente su supuesto potencial
adaptación ha sido sometido a un intenso explicativo.
escrutinio conceptual, empírico y episte­ El paralelo entre evolución/adaptación
mológico (Brenner 1998 , Forber 2008, biológica y evolución/adaptación cultural
Ginnobili y Blanco 2007, Hey 1999, Lewin presenta varias otras dificultades (Fracchia
1982, Pigliucci y Kaplan 2000, Queller y Lewontin 1999, Sober 2006), aunque
1995, Shanahan 2008, Williams 1966), no para los efectos que motivan este artículo,
puede decirse lo mismo de su análogo es necesario señalar que mientras en
cultural, por más que la consideración de la biología evolutiva el estudio de las
cultura bajo un marco teórico evolutivo se adaptaciones va dirigido a discernir las
encuentre inmersa, actualmente, en un causas, el enfoque biocultural ha tratado
intenso debate (Aunger 2006, Bryant 2004, fundamentalmente las consecuencias de
Fracchia y Lewontin 1999, Mesoudi et al. las denominadas adaptaciones culturales.
2006, Pomper y Shaw 2002, Runciman La noción de adaptación en términos de
2005, Sober 2006). Solo basta hacer refe­ “cambio” y su relación causal con el
rencia al concepto de adaptación que concepto de “función” puede suscitar el
establece Lasker (1969) para definir lo que establecimiento de relaciones espurias
él llama “el enfoque ecológico en antropo­ como la que surge de la afirmación “las
logía física”, el cual inspiró a un inmenso aves tienen plumas para poder volar”,
programa de investigación (The Human cuando es también posible que las plumas
Adaptability Project) dirigido a estudiar la hayan tenido una función más relacionada
adaptación de diferentes poblaciones del con la termorregulación de cierto grupo de
globo a una amplia variedad de ambientes. reptiles, evolutivamente distantes de

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desarrollar la capacidad de locomoción disrupciones fisiológicas, como aspectos


aérea. Entre las características que posee observables del estrés, constituyen altera­
un organismo o un sistema cultural pueden ciones de la función normal (ideal) del
existir cambios que, por un lado, no ejerzan organismo. En este concepto se conciben
ninguna función o, por otro no constituyan unas condiciones genéticas que estarían
una respuesta frente a cierto estímulo inscritas en el plan de desarrollo del indi­
ambiental. viduo. Son en sí mismas, independientes
De la arqueología procesual, y la del ambiente, ya que en cuanto su realidad,
antropología cultural norteamericana, no dependen de unas condiciones externas.
proviene el interés de comprender Así, el desarrollo de este plan interno se
evolución de la cultura, centrándose en sus expresaría fenotípicamente dependiendo
procesos de cambio. La incorporación del de las condiciones ambientales. Su
pensamiento evolutivo al estudio científico expresión, entonces, estaría mediatizada
de la cultura, en otro momento purgado por la relación que se establece entre el
por Franz Boas, decayó durante la plan predeterminado y lo externamente
postguerra frente a las consecuencias polí­ dado. Lewontin ha apuntado a la falacia
ticas que presenta la implicación de que implica asumir este concepto, ya que
culturas más o menos desarrolladas o en estricto rigor, no hay planes predeter­
poblaciones adaptadas o mal adaptadas a minados, sino sólo genes, que no poseen
sus respectivos ambientes. Tales impli­ significado intrínseco. El concepto de
cancias permanecen, explicitas o implícitas, estrés, en este sentido, como disrupción
en el programa biocultural, tal como se fisiológica y, en consecuencia, como reve­
observa en el artículo de Armelagos y lador de los límites de la adaptación, no es
Dewey (1970) titulado “Evolutionary sino el producto de la visión proveniente
response to human infectious diseases" en de la biología del desarrollo en donde el
el que se señala la existencia de cinco plan genético constituye una imagen inma­
estadios en la historia del patrón epide­ nente, tal como una película fotográfica es
miológico, en función de la adaptación proyectada por un líquido a cierta
cultural expresada en incrementos en el temperatura que posibilita y mediatiza su
número y densidad poblacional y cambios expresión. Aquí el telón de fondo lo consti­
en el balance ecológico: caza y recolección, tuye precisamente el ambiente, que posibi­
aldeas sedentarias, ciudades preindus- lita la expresión del plan preformado del
triales, ciudades industriales y el presente. organismo; de manera que debería ser
Mientras, los/as especialistas de la evo­ posible describir un ambiente en que el
lución humana, entendiendo que la cultura fenotipo tenga esa forma normal específica
formaba parte del proceso de homini- al que referir las denominadas disrup-
zación, la consideraron un objeto de ciones; pero efectivamente ese ambiente
estudio propio, a abordar mediante los ideal no existe en mayor medida que ese
restos materiales provenientes de los estado ideal de Newton en el que no está
yacimientos paleoantropológicos, en presente ninguna fuerza (Lewontin 2000:
estrecha colaboración teórica con la Nueva 36). La noción de que el ambiente,
Arqueología, o en extremo, a través de la mediante la relación entre sus propiedades
extensión de la biología poblacional y la estresoras y mitigadoras, influye sobre la
teoría evolutiva a la comprensión de la manifestación de un “potencial genético"
organización social propuesta por la socio- durante el proceso de desarrollo y creci­
biología de Wilson (2004). miento, oscurece las relaciones que esta­
blecen los organismos con su ambiente, en
4. Crítica al modelo adaptacionista en cuanto sus propiedades son definidas por
bioarqueología las actividades de los propios organismos,
De manera sintética es posible advertir mediante la activa determinación de
que los conceptos fundamentales para la aquellas condiciones de la realidad que les
elaboración del modelo biocultural adapta- son relevantes, la creación de relaciones
cionista son, especialmente, el estrés, el entre esas condiciones, y la modificación de
ambiente, la adaptación y la cultura. Las las mismas (Lewontin 2000).

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Las características idealistas de los cultural”; un recurso que se convierte en


conceptos utilizados en el modelo un instrumento político cuando se
propuesto por el enfoque biocultural presenta como dado y como mecanismo
pueden desprenderse fácilmente. Efecti­ necesario para la adaptación.
vamente, las premisas esencialistas que Si bien en el último tiempo se ha
definen la condición normal para la identi­ debatido en torno al problema teórico de la
ficación de los supuestos indicadores de propuesta biocultural en bioarqueología,
estrés, anteponen una realidad nunca vista dando cuenta de enfoques renovados como
pero aplicada a la descripción de la los de la bioarqueología contextual, por
realidad empírica. Se buscan los estresores ejemplo, éstos no han superado la visión
como factores previamente clasificados en culturalista propia de la antropología idea­
las denominadas “restricciones ambien­ lista postmoderna. La declaración realizada
tales”, ya que también la supuesta por Agarwal y Glencross (2011) en la que
adaptación que éstos revelan no es sino el señalan que “el objetivo de esta nueva
resultado de la propuesta que ya está práctica bioarqueológica sería la de
escrita antes de ir a observarlos. Esto efec­ trascender el cuerpo del esqueleto al reino
tivamente es coherente con el plantea­ de la experiencia vivida y de hacer una
miento indignante de la disponibilidad contribución significativa para nuestra
limitada de recursos asumida como parte comprensión de los procesos sociales y de la
de “las restricciones ambientales” por el vida en el pasado" (Agarwal y Glencross
enfoque biocultural, en donde la adap­ 2011a: 3) no han configurado más que una
tación no es sino el sinónimo de riesgo reiteración de las buenas intenciones ya
recogida de la teoría económica liberal. De manifestadas por el enfoque biocultural en
esta manera resulta demasiado sencillo, sus inicios, supuestamente alcanzables
otorgar al ambiente una realidad dada, mediante la “integración de los elementos
siempre hostil, y donde simplemente de la investigación biológica, conductual,
sobreviven “los más adaptados” mediante ecológica y social". Es cierto que en el
el sistema cultural. De aquí sólo falta un libro recientemente aparecido “Social
paso, para naturalizar las condiciones de Bioarchaeology” (Agarwal y Glencross
disimetría. 2011b) se compilan una serie de trabajos
La consideración del binomio que propugnan trascender el biologicismo
organismo/ambiente como equivalente de propio de los enfoques previos, especial­
interno/externo o huésped/hábitat encuentra mente porque se autopresentan como pre­
en “los sistemas culturales” uno de los parados para el compromiso de la bioar-
canales para la adaptación. Tal como un queología con la teoría social. ¿Pero con
puente que cruza un abismo, la cultura cuál teoría social? ¿Es realmente un propó­
sirve al organismo como un enlace para sito consciente de esta bioarqueología
poder hacer frente a eso externo que ya lo social explicitar el punto de partida teórico
limita desde el nacimiento. No es como base para la discusión de las cate­
demasiado distinto a la relación que existe gorías propuestas? Mientras se dilucida
entre el mandato de una vida de oración y efectivamente la conciencia teórica de
penitencia para conseguir el perdón al estos trabajos, nos parece fundamental
pecado original. Como señaláramos, la dirigir los esfuerzos, las metodologías y la
escasa atención al concepto de cultura del rigurosidad hacia diseños de investigación
que se sirve la bioarqueología biocultural cuyo objetivo sea la resolución de proble­
como uno de los factores causales de la mas sociales con una base teórica explícita.
adaptación, constituye la imposibilidad o la
negación a considerar preguntas sociales. 5. El llamado a sexuar el pasado: hacia
En los sistemas culturales, donde no hay una propuesta de bioarqueología social
sujetos sociales, sino que sólo aspectos que y feminista
sirven a la adaptación, se silencia la ¿De qué manera, entonces, puede la
diferencia sexual y se justifican las bioarqueología social comprometerse con
disimetrías sociales entre los distintos una práctica teórica y políticamente
colectivos mediante el recurso al “cambio consciente? La respuesta metodológica

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está, por una parte en la enorme batería de Al integrar teóricamente a la


procedimientos tecnológicos, enumerados antropología física en las preguntas de
una y otra vez por la literatura de la década investigación y no localizarla instrumen­
de los 90. En ese conjunto se encuentra el talmente sólo como disciplina ad-hoc al
potencial, ya bastante desarrollado, de una trabajo de campo o de laboratorio, creemos
detallada serie de datos respecto a la que se ha generado un cambio
reconstrucción de dieta y nutrición, expo­ paradigmático en cómo una ciencia anclada
sición a agentes patógenos y traumáticos, especialmente en la biología evolutiva y
marcadores de actividad muscular, movilizada, por lo tanto, por preguntas de
articular y estructural, historia residencial, investigación no sociológicas, puede
estructura poblacional, historia evolutiva, reformular el alcance de su trabajo. En este
etc. Mediante la identificación de estas sentido, es interesante apuntar que
características a nivel individual, colectivo quienes han desarrollado una práctica en
y poblacional, además de la contextuali- esta línea de investigación han sido
zación arqueológica, será posible localizar principalmente arqueólogas/os que se han
social e históricamente la diferencias entre especializado en bioarqueología (Balaguer
los distintos colectivos sociales, en un Nadal et al. 2002, Balaguer Nadal y Oliart
tiempo y en un espacio acotado, es decir, Caravatti 2003, Fregueiro Morador 2005,
en una situación histórica que es donde Rihuete Herrada 2000, 2003).
tiene sentido la vida social. La justificación de la necesidad de
Es posible que la necesidad de sexuar el sexuar el pasado, ha sido ampliamente
pasado, planteada inicialmente por abordada en otras partes (Castro Martínez
Sanahuja Yll (Castro Martínez et al. 2003a, et al. 2003a, Castro Martínez et al. 2003b,
Castro Martinez et al. 2006, Escoriza Mateu Escoriza Mateu y Sanahuja Yll 2001,
y Sanahuja Yll 2001, Sanahuja Yll 2006, Sanahuja Yll 2006, Sanahuja Yll 1990,
Sanahuja Yll 1997, 2002), como mecanismo 1997, 2002, 2007). Aquí conviene resaltar
indispensable para conocer la realidad que la propuesta de sexuación del pasado
material de los sujetos sociales en el constituye una propuesta "[no sólo para]
pasado, haya sido el puntapié definitivo conocer las actividades efectuadas por
para el reconocimiento del concurso mujeres en los diferentes contextos
especializado de la antropología biológica prehistóricos, sino también la de los
en el marco de una arqueología social. Si hombres, y a que tampoco han sido
bien tiene su anclaje de teoría arqueológica atribuidas con fiabilidad. (...) Se trata de
en el desarrollo de la teoría de las prácticas conocer cómo vivían hom bres y mujeres,
sociales (Castro Martínez et al. 1996) cómo se repartían el trabajo, qué lugar
ampliada en la teoría de la producción de la ocupaban en la unidad doméstica o fu era de
vida social (Castro Martínez et al. 1998), ella, cómo se cuidaban los individuos, si
constituye un aporte exclusivamente existían relaciones violentas entre los sexos
feminista, que otorgó completitud al o entre colectivos, si el trabajo era o no
planteamiento materialista denunciando el equivalente, y en qué medida la disimetría
silenciamiento de la diferencia sexual en la afectaba a mujeres, jóvenes y niños/as u
lectura del registro arqueológico, y otros grupos sociales, qué simbólico
reclamando la necesidad de reconocer transmitían sus imágenes cuando las había"
dentro del estudio de las condiciones (Sanahuja Yll 2007: 35). De manera que
materiales de la realidad social la una bioarqueología social posee las
diferencia sexual como la condición herramientas y el potencial cuerpo de
material básica para ubicar a los agentes de datos para enfrentar estas preguntas. Pero
la vida social. De ahí que, la importancia de lo de “sexuar el pasado" no es sólo una
la identificación sexual de los restos cuestión de huesos. Es, antes, el despliegue
humanos en contextos arqueológicos, de interrogantes que buscan lo que “no se
resulte fundamental en cuanto a las ha querido ver" en la materialidad del
preguntas que guían la investigación y no registro arqueológico, que es por definición
como mero recurso de procedimientos social. En este sentido, la propuesta abarca
metodológicos puramente descriptivos. mucho más que la identificación del sexo

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de los individuos, y se propone recurrir a trabajo específico, evitando la pretendida


otras vías materiales para dar con la vida definición natural del mismo. Es
social de mujeres y hombres, así como con importante señalar que la producción
otras categorías sociales comúnmente básica en la reproducción social es la única
silenciadas. Así, no sólo importa conocer el producción en la que la obtención del
sexo biológico de los restos esqueletarios, plusproducto, tanto para aumentar la
sino cómo se relacionan esos restos fuerza de trabajo como para compensar
humanos sexuados con los espacios pérdidas de ésta, no depende de mejoras
estructurados socialmente, y con las en los medios de producción en la
evidencias materiales de las prácticas introducción de sistemas de reparto de
sociales. En este contexto, sexuar los tareas que incrementen la productividad,
cuerpos implica el primer reconocimiento porque sólo el sobretrabajo de las mujeres
para su relocalización en la vida y no sólo permite un incremento en la producción
con las prácticas funerarias. social de hombres y mujeres. Es por estos
El resituar el cuerpo sexuado en la vida motivos, que la participación de las
social, encuentra sus relaciones empíricas mujeres en la producción a través de la
tanto en la bioarqueología, como en los reproducción se manifiesta como un
contextos funerarios, en las representa­ trabajo socialmente necesario. La
ciones figurativas y en los espacios reconsideración, en consecuencia, de la
socialmente estructurados que se pueden reproducción biológica como un trabajo y,
definir en los asentamientos (Castro no como una condición naturalizada
Martínez et al. 1999), los cuales permitirán, permite a la investigación bioarqueológica
en conjunto, las posibles explicaciones aportar en el entendimiento objetivo de las
sociológicas de la vida social, es decir, de variables implicadas en la producción de
las condiciones materiales de vida y las cuerpos.
relaciones sociales entre los distintos Además el planteamiento de la
colectivos. Conceptualmente, la pregunta diferencia sexual como una categoría social
por la diferencia sexual conlleva a que universal que concibe la participación de la
hombres y mujeres, como sujetos mujer en la reproducción como un trabajo,
sexuados, deban ser considerados como implica atender otros ámbitos fundamen­
condiciones independientes, ya que la tales de la producción de la vida social, que
producción de cuerpos es un factor comúnmente se vieron desvalorizados no
decisivo en la generación de vida social, y sólo en la investigación arqueológica, sino
es prerrogativa de la capacidad de las que en gran parte de la investigación social
mujeres el gestar otro cuerpo en el propio, de la economía de las sociedades. Ya
gastando energía y el tiempo en ello Meillassoux (1977: 7-9) señalaba la
(Sanahuja Yll 2006). De esta manera, la desatención que Marx y otros autores
diferencia sexual se localiza en el ámbito habían hecho de la importancia de la
reproductivo, un ámbito en el que se comunidad doméstica en la reproducción
reproducirán quienes serán los/las física de los individuos. Y es que es
realizadores/as y depositarias/os del enteramente cierto el objetocentrismo en el
trabajo humano. estudio de la producción, y más
En relación al trabajo de las mujeres en marcadamente en arqueología. Frente a
la producción de cuerpos , la misma madre esta exaltación en la concentración
participa como materia base, mientras que exclusiva en la producción de objetos (y,
su energía y tiempo se destinan a la con ello, consumo y circulación), como
gestación y el alumbramiento de la nueva factores causales de la reproducción social,
vida. En la producción de cuerpos, también la teoría de la producción de la vida social ,
considerada producción básica (Castro considera que la reproducción social de
Martínez et al. 1996: 38) se gestan toda sociedad se configura a partir de tres
entonces, los/as nuevos/as hombres y tipos de producciones: la producción básica
mujeres que serán la futura fuerza de (supra), la producción de objetos (alimentos
trabajo. De esta manera, la reproducción y todos los implementos para el consumo o
biológica es concebida como un proceso de el uso) y la producción de mantenimiento

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(conservación y mantenimientos de los En cambio, si se resitúan los cuerpos en


objetos y sujetos sociales) (Castro Martínez su expresión real, es decir, en la vida social,
et al. 1998: 31). es posible primero identificar la dimensión
Así las tres producciones puestas en el de la reproducción social dentro del marco
mismo plano de necesidad para la específico del trabajo invertido en él, y,
reproducción social, exige su valoración segundo, en todas las prácticas de mante­
conjunta al momento de emprender nimiento que hacen posible el entendi­
cualquier investigación. Aquí es funda­ miento sociológico de las actividades de
mental el concurso de una bioarqueología cuidado y atenciones (o desatenciones)
que cambie la condición del cuerpo como tanto de la reproducción biológica como de
depositario de prácticas sociales especí­ la enfermedad. La especial relevancia de la
ficas, donde cobran especial relevancia las paleopatología y de la sexuación e identifi­
actividades de mantenimiento. Ya se ha cación de otras categorías, resulta
apuntado en otras partes cómo la evidente, y constituye la base para una
desatención de las prácticas de mante­ bioarqueología social.
nimiento proviene de una mirada Finalmente, resulta importante destacar
característica del pensamiento patriarcal y que el enfoque propuesto no es solo pobla-
liberal, que propicia la exaltación de los cional, sino que colectivo: se caracteriza a
factores económicos basados en la los agentes sociales como aquellos
producción exclusiva de objetos para la participantes objetivos de la vida social.
explicación de la reproducción social, o en Las relaciones sociales y las prácticas
causas consideradas como “extrasociales”, sociales derivadas de ella son realizadas,
especialmente encarnadas en aspectos entonces, por agentes, colectivos sociales,
ambientales. Esta visión que ha sido no por “poblaciones”. Lo que observaremos
consciente o inconscientemente acuñada en sus huesos no serán adaptaciones, sino
por la práctica bioarqueológica, ha tenido que el resultado de prácticas sociales parti­
como consecuencia una aproximación culares basadas en las relaciones
sesgada de las implicancias sociales de la establecidas entre los agentes sociales y
enfermedad. Debido a que la atención ha objetos.
estado localizada en la individualidad del
cuerpo, o en el salto de éste al de la 6. Referencias
población, las características vinculadas AGARWAL, Sabrina C., GLENCROSS, Bonnie
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KATZENBERG, M.Anne 1992: “The Blackwell.

96 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 81-96


Universidad de Cádiz
Revista Atlántica-Mediterránea 13, pp. 97-118
BIBLID [1138-9435 (2011) 1-158]

¿TAL COMO ÉRAMOS? RECONSTRUCCIONES, FICCIONES Y DISEÑOS EN LA


INTERPRETACIÓN DE LAS REPRESENTACIONES FIGURATIVAS
DE LAS SOCIEDADES ÁGRAFAS

HOW WE WERE? RECONSTRUCTION, FICTIONS AND DESIGNS IN THE


INTERPRETATION OF THE FIGURATIVE REPRESENTATIONS
OF PRELITERATE SOCIETIES

Trinidad ESCORIZA-MATEU (*) y Pedro V. CASTRO-MARTÍNEZ (**)

*Departamento de Historia, Geografía e Historia del Arte. Universidad de Almería.


Carretera de Sacramento s/n. Cañada de San Urbano. 04120. Almería. tescoriz@ual.es

**Departament de Prehistoria. UniversitatAutonoma de Barcelona. Campus Universitari.


08193.Bellaterra. Pedro. Castro@uab.cat

Resumen: Se reflexiona sobre el papel que las Representaciones Figurativas juegan en las
prácticas político-ideológicas de las sociedades ágrafas. Se analiza el cómo y el por qué de
muchas de las interpretaciones realizadas sobre estos objetos. Se advierte de su
importancia en la configuración de norma y estereotipos. Se insiste en la ausencia, en
muchas ocasiones, de indicadores materiales donde sustentar las propuestas.

Palabras clave: Representaciones Figurativas, Arqueoestética, Arqueología Patriarcal,


Arqueología Social.

Abstract: We introduce a reflection about the role played on the political-ideological


practices by Figurative Representations of societies without writing. We analysed how and
why many interpretations about these objects they are as they are. We warned about his
importance in the configuration of norms and stereotypes. We insist in the absence of
material evidence that support many of the inferences and speculative proposals.

Key words: Figurative Representations, Archaeoaesthetics, Patriarchal Archaeology,


Social Archaeology.

Sum ario:1. Sobre relatos y ficciones. Lo que fu im o s, lo que so m o s, ¿lo que tenemos que
se r..? 2 . Cuerpos femeninos como signos representados. Lo nefasto de la utilización de la
categoría de género. 3. ¿Por qué es importante el estudio de las Representaciones
Figurativas en las sociedades ágrafas?4. Algunos ejemplos.4.1. Representaciones
Femeninas “Paleolíticas”. 4.2. Manifestaciones Rupestres “Paleolíticas” 4.3. ¿Diosas Madre
de la Fertilidad, de la Abundancia, de la Tierra....?4.4. Manifestaciones Rupestres Post-
paleolíticas. 5. Bibliografía.

En Ciudad Juárez la mujer es un ser golpeable y violable... Es una form a de ejercicio del poder
para perpetuar la dominación sexista... Se les castiga por querer ser protagonistas de un
cambio social. Hay toda una manera de pensar y actuar que castiga a las mujeres por su
"naturaleza pecadora" y por su conducta insistente en querer ser independientes y
abandonar la "protección" del hombre.
Manifiesto contra elFeminicidio (Melissa W. Wright, 2010)

1. Sobre relatos y ficciones. Lo que ágrafas no debería ser una historia de


fuimos... lo que somos... ¿lo que relatos aislados, inconexos, que narra
tenem os que s e r ..? sucesos inexplicables, calificables de
La Arqueología de las sociedades fantásticos y misteriosos. Tampoco debería

Fecha de recepción del artículo: 2-X-2011. Fecha de aceptación: 15-X-2011.


ESCORIZA-MATEU, Trinidad y CASTRO-MARTÍNEZ, Pedro

ser un “cuenta cuentos” cuyo fin fuese “lo normal” y por lo tanto, como “lo que
entretener a todo el mundo por igual, debió ser”? La respuesta es obvia, en la
apelando al recurso de la empatía con un actualidad vivimos bajo el yugo del
pasado que en muchas ocasiones se piensa pensamiento único y de la ideología
idílicamente mejor. De igual forma, acceder patriarcal dominante.
al conocimiento de las relaciones que En este trabajo reflexionamos acerca del
acontecieron entre los sexos y a las condi­ por qué se socializan determinadas
ciones de vida en general de las mujeres, visiones sobre la vida social de los grupos
no debería ser objeto de tanta suspicacia y del pasado, sin existir indicadores
desconfianza, generando respuestas materiales al respecto. Ya en otros lugares
sexistas e incluso misóginas. Así mismo, el hemos insistido en la necesidad de meditar
hecho de que en el pasado acontecieran sobre la influencia que las investigaciones
prácticas sociales (económicas y/o polí­ prehistóricas tienen en el mundo actual y
tico-ideológicas) que no se correspondan en qué se traduce este hecho (Castro-
con la realidad actual, no es razón para Martínez y Escoriza-Mateu 2009). Es decir,
hacerlas invisibles y/o enmascararlas, la importancia de lo que se dice y como los
maquillándolas de simpleza, frivolidad y discursos elaborados influyen en la
falta de raciocinio. Esta última circuns­ creación-legitimación de normas y estereo­
tancia, no solo pretende seguir tipos de toda índole que actúan como
manteniendo una Arqueología esencialista, generadores de supuestas “verdades
presentista, sexista y condenatoria que universales”. A lo anteriormente expuesto,
afirma la imposibilidad de cambiar las hay que unir esa especie de falsa democra­
condiciones materiales de mujeres y tización que sufre la arqueología que se
hombres en el presente, bajo el argumento socializa (se “difunde”) desde muchos
de que las cosas son así por “naturaleza”. sectores de la academia, y desde las
También se deja entrever o se insiste en la administraciones públicas. La arqueología
inexistencia de otros marcos sociales alter­ se “vende” en videos, cine, coleccionables,
nativos, fruto de movimientos de kits de arqueólogo/a para crios/as, exposi­
resistencia ante los poderes dominantes. ciones en museos, conferencias de
Pero, ¿por qué se aceptan determinadas divulgación, talleres de aprend izaje. Con
propuestas sobre la vida social de los ello se ha ido generando lo que
grupos sociales y sexuales del pasado sin denominamos el/la espectador/a que se
contar con los datos mínimos? Enunciados cree suficientemente “entendido/a” en la
como “tal como éramos...... somos ” o “...las materia. Cualquiera sabe algo sobre la
cosas son así desde los orígenes de la Sabana Santa, las pirámides de Egipto, las
humanidad.” son frases perversas y llamadas Diosas madres, las líneas de
fatídicas, sobretodo para el colectivo Nasca..., pero realmente ¿qué se sabe? y,
femenino. ¿Por qué forzar interpretaciones sobretodo ¿por qué se sabe lo que sabe? y
como las que atribuyen determinados ¿quiénes son los/as responsables de ese
trabajos solo a un sexo? ¿No ha habido conocimiento en la mayoría de los casos de
posibilidad de cambio a lo largo de siglos? carácter sensacionalista y vendido como
¿Siempre hay que imaginar hombres que algo misterioso?1
hacen figurillas femeninas, decoran las Nos han enseñado a no cuestionar la
paredes de las cuevas y abrigos y son los
depositarios del saber y del conocimiento? 1. En estos momentos estamos llevando a cabo
Continuamente nos hallamos ante mundos investigaciones arqueológicas en la cuenca del río
masculinos.... cuando en realidad, en la Nasca (Ica, Perú), que nos han puesto frente a uno de
los casos más evidentes de especulaciones sobre
mayoría de los casos no existen pruebas al evidencias arqueológicas. Unas Arqueologías
respecto de que las mujeres no estuviesen, Fantásticas que exigen un riguroso contrapunto
no realizaran, no contribuyesen. como científico, posible solamente en proyectos de
tampoco de que los hombres llevasen a investigación continuados, como los que estamos
desarrollando con fondos públicos del Ministerio de
cabo determinado tipo de actividades. ¿De
Cultura (Proyectos Arqueológicos en el Exterior
dónde proceden semejantes ideas? Y, 2 0 0 5 -2 0 1 2 ) y del Ministerio de Ciencia e Innovación
sobretodo, ¿por qué se contemplan como (Proyecto H A R2009-12625).

98 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 97-118


Universidad de Cádiz
¿Tal como éram os? Reconstrucciones, ficciones y diseños en la interpretación de las
representaciones figurativas de las sociedades ágrafas

realidad, a que creamos, cual acto de fe, miento de la división sexual del trabajo,
que las cosas son así. Nos han inducido a averiguar la existencia o no de mecanismos
realizar lecturas “ingenuas” y pocos/as son de explotación, o de signos de violencia
los/as que se han parado y reflexionado contra las mujeres... Contrariamente, el
preguntándose: ¿no podrían contemplarse interés de la investigación se enfoca en
y explicarse las cosas de otra manera?, ¿y si temas secundarios, como puede ser el
aquello que se muestra como un orden análisis de los vestidos, adornos y peinados
natural no lo es?, ¿y si las interpretaciones femeninos. O bien, se abordan temas de
que se realizan están ya previamente interés de una manera incorrecta-
construidas desde lugares que ni incompleta, como considerar el trabajo
sospechamos?, ¿y si nuestra forma de humano exclusivamente desde el punto de
acercarnos al registro material no es la vista simbólico y/o no reconocerlo como
adecuada porque es fragmentaria y/o tal. Todo ello, además, aderezado por una
deficitaria? ¿Que sucede cuando no hay total ausencia de sentido crítico que
datos, ni evidencias, ni certezas?, ¿estamos conduce a fomentar los valores más
dispuestos/as a asumir esta circunstancia tradicionales y conservadores. En el caso
que para algunos/as supondría el fracaso de nuestra disciplina: familismo, religión
de no poder decir lo que se supone que se primitiva, hegemonía masculina y/o
tiene que decir o simplemente otorga, sexismo. Al mismo tiempo, se refuerzan los
gracias al ingenio (nunca ingenuo) estereotipos ya existentes e
originalidad y prestigio académico? imprescindibles para la continuidad de los
Llegados/as a este punto y con la certeza órdenes sociales dominantes en la actua­
de saber que en ocasiones las lidad (las mujeres son..., deben ser..., por
circunstancias son estas, nos preguntamos: naturaleza...).
¿en determinados temas se está Podemos señalar también el desmesu­
reinventando la historia del pasado? La rado uso del componente emocional-
respuesta es SI. cognitivo por parte de determinadas
Y es aquí, donde habría que señalar el propuestas arqueológicas, como sucede
papel crucial de la intervención de ciertos con las denominadas Arqueología del
círculos intelectuales al servicio de los Género, que llegan a afirmar la posibilidad
poderes dominantes, que son los respon­ de recurrir a la empatía para acceder al
sables de desviar la atención de las conocimiento de determinadas prácticas
cuestiones relevantes a investigar. Y es sociales del pasado. Una suposición que
aquí también donde descubrimos, con conlleva renunciar explícitamente a
sorpresa, como esa supuesta democrati­ realizar un análisis racional y científico. La
zación en la posesión de información ecuación es simple, a priori se fijan ideas y
(“difusión”) induce a que algunos sectores pautas de conducta en relación a mujeres y
sociales sientan cierta tranquilidad y hombres, que con posterioridad no son
complacencia pensando que las cosas contrastadas. Así, se llega a afirmar que los
desde siempre son de una determinada objetos nos acercan a las manos, gestos y
manera y no de otra. Así, se llega incluso a pensamientos de las mujeres del pasado. E
aceptar, con cierta resignación (que habría incluso que es fácil imaginar como fueron
que calificar como alienación) lo que por las mujeres las responsables de los
naturaleza tuvo que ser, como se pretende espacios domésticos desde los orígenes de
hacer creer sucedió con las condiciones la humanidad (Escoriza-Mateu 2007b).
materiales del colectivo femenino en el En definitiva, desde el presente se
pasado. fabrican historias tendentes a reconducir el
Como señala Chomsky (Chomsky 2003, pensamiento de los sujetos sociales en
Chomsky y Ramonet 2008) la clave del temas que se suponen deben ser de interés
éxito de estas situaciones reside en generar general. Así, incluso se induce a incorporar
previamente estrategias para alienar- al lenguaje coloquial términos que
distraer a los agentes sociales de lo que conllevan conceptos dictados por la
realmente es crucial. En lo que nos atañe, ideología dominante, como ocurre con
por ejemplo, no profundizar en el conoci­ “Patrimonio Histórico” (herencia del

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 97-118 99


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ESCORIZA-MATEU, Trinidad y CASTRO-MARTÍNEZ, Pedro

“padre”), “Bien de Interés Cultural” o tenebrosos, en los que se pretende


“Difusión Cultural” (¿de qué “cultura”?), reubicar a las mujeres y a los hombres del
“Puesta en Valor” (m ercantil).. El pasado. Ideologías feroces y formalizadas
“público” al que se dirige la “herencia”, el como programas de investigación
“interés”, la “difusión” o “el valor”, se da arqueológica, o débiles, relativistas y
por hecho que consiste en espectadores/as escapistas, promovidas en discursos y
en disposición de consumir “cultura”, a la sugerencias de lo que sería idílico alcanzar
que se presupone un “valor” económico y mostrar como socialmente relevante.
que se busca rentabilizar en el llamado Discursos que casi siempre olvidan que el
Turismo “Cultural”. Sin embargo, en Patriarcado es un fiel aliado del
realidad solo se adquiere un conocimiento Capitalismo. Y si bien el Capital aún no ha
fragmentario, en la mayoría de las colonizado plenamente la esfera de la
ocasiones entretejido desde las redes del reproducción biológica, sabe de la
Capitalismo y el Patriarcado. En este importancia del control de la misma para
sentido, el protagonismo de los medios de su continuidad, ya que engendra la futura
comunicación es crucial, controlando la fuerza de trabajo, si bien bajo relaciones de
información que es conveniente sea de dominio y explotación patriarcales.
dominio general, para promover lo que Propuestas que obvian que la
debe ser de “interés”-“valor”. O bien Arqueología de las sociedades ágrafas
llegado el caso, desinformando y juega un especial protagonismo, ofreciendo
generando el consabido “ruido”, cuyo fin normas que se pretenden universales y
no es otro que distraer y generar opinión compartidas. Por ello tendría que quedar
interesada y apartada de lo importante claro que, para el colectivo femenino, los
para la vida real de las mujeres y los problemas de dominio y explotación no
hombres, y en algunos casos, aplacando y terminarían si desaparecieran las formas
calmando insatisfacciones encubiertas. capitalistas actuales, es necesario también
También, habría que reflexionar sobre la abolición de las relaciones sociales
ese supuesto principio moral esgrimido patriarcales. En este marco, sólo algunos
entre ciertos intelectuales (en masculino), estudios partiendo de planteamientos
que se dicen “de izquierdas”, acerca de que materialistas, de posiciones críticas y, no
el conocimiento que se genera debe ser cabe duda, de aportaciones feministas, han
siempre compartido y socializado. Ahora empezado a ahondar en la verdadera
bien, ¿por qué se olvida y/o se frivoliza casi historia social de mujeres y hombres.
siempre con el colectivo femenino en esa En relación a todas estas políticas de
intención?, ¿quién decide qué contenidos obviar, ocultar y despistar que impregnan
debe tener la información que se difunde?, una gran parte de los discursos
¿es una información mediatizada? A lo arqueológicos, podemos retomar las
anteriormente expuesto habría que añadir palabras de Graeber (2011: 12):
el cada vez mayor rechazo hacia las .h a n convertido gran parte del debate
aportaciones que proceden de un intelectual en una parodia de la política
pensamiento materialista y feminista, sectaria, en la que todos se esfuerzan por
circunstancia esta que debería hacernos caricaturizar los argumentos del otro no
solo para mostrar los erróneos que son, sino
reflexionar más detenidamente hacia
sobre todo lo malévolos y peligrosos que
dónde se dirigen los estudios históricos en pueden llegar a ser. Y todo ello cuando las
general en estos momentos. discusiones que se plantean se sirven de un
En los salones académicos la situación lenguaje tan hermético que solo quienes se
no pinta mejor. Así, muchas de las hayan podido permitir siete años de
“recreaciones” sobre el pasado y la historia estudios superiores podrán tener acceso a
están basadas en ideologías sumergidas en ellas.
actitudes nihilistas, sexistas y oportunistas, Parece que hubiésemos olvidado que la
alejadas casi siempre del conocimiento de Arqueología es una disciplina científica con
la realidad que pretenden abordar. unos límites más que evidentes. Por esta
Ideologías constructoras de lugares razón, debemos tener claro lo que
presentados como anodinos, felices o

100 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 97-118


Universidad de Cádiz
¿Tal como éram os? Reconstrucciones, ficciones y diseños en la interpretación de las
representaciones figurativas de las sociedades ágrafas

afirmamos y como y en qué se sustentan en sociedades ágrafas actuales. Sin


tales aseveraciones, e incluso llegado el embargo, se da la circunstancia de que en
caso, denunciar el uso de metodologías la mayoría de los casos no existen (o no se
erróneas y poco veraces. Todo lo que se han sabido encontrar) indicadores mate­
dice en relación al pasado tiene un peso y riales para verificar su existencia
una influencia crucial en el presente, es arqueológicamente. Así, en ocasiones
más, es necesario para la reproducción del aprovechando el vacío de evidencia empí­
presente actual. Ahora bien, a veces rica, se ha falseando la realidad de las
olvidamos que lo realmente importante es mujeres en el pasado, aplicando un modelo
tomar conciencia y avanzar en el camino de patriarcal, neoliberal y violento propio de
lo mucho que aún resta por hacer desde la sociedad actual. A los “mitos” antes
una Arqueología Social, tanto en el pasado indicados, podríamos añadir los modelos
como en el presente. Y es en este punto que contemplan a las mujeres del pasado
donde también se produce la escisión entre inmersas en relaciones sociales donde
las llamadas Arqueologías del Género y las existiría una supuesta división sexual del
propuestas materialistas feministas, trabajo que las determina desde el
opciones políticas que demarcan intereses principio de sus vidas. E incluso continuar
diametralmente opuestos, aunque en con la negación del reconocimiento de que
ocasiones, se intente hacer ver lo contrario. el hecho de dar vida es también una
actividad económica de la que se beneficia
2. Cuerpos femeninos como signos toda la sociedad.
representados. Lo nefasto de la Para reforzar ese supuesto “ideario de
utilización de la categoría de género lo femenino” se han vertido interpre­
Lamentablemente, las Arqueologías del taciones interesadas sobre muchas
Género, si bien han pretendido visibilizar al Representaciones Figurativas procedentes
colectivo femenino, han errado en algo del pasado. Ello ha derivado en la
fundamental: no cuestionar ni el cómo, por construcción de marcadores de identidad
qué y para qué de las categorías y femenina fundamentados en la presencia
conceptos estigmatizadores construidos y de signos erróneamente traducidos a
utilizados en relación a las mujeres, tanto ciertos supuestos significados. Así, nos
en las sociedades patriarcales del pasado reencontramos de nuevo con los
como en el presente. Sólo algunos Femi­ presupuestos del deseo maternal, de las
nismos Materialistas se han detenido a mujeres siempre como cuidadoras, de las
reflexionar sobre ciertas prácticas sociales mujeres como piezas clave de la estabilidad
elevadas a la categoría de lo de la familia y el hogar.(Escoriza-M ateu y
universal/natural por la ideología domi­ Castro-Martínez 2009). En las especula­
nante. Nos referimos a planteamientos ciones y presupuestos mencionados el uso
hace tiempo denunciados como: la y abuso del concepto de género ha sido
suposición de la maternidad como un más que evidente. Aunque hay que señalar
estado siempre deseado por las mujeres, el la escasa utilidad que este concepto
olvido de los trabajos de mantenimiento y presenta en una disciplina como la nuestra.
cuidados a cargo de las mujeres, la No olvidemos que se trata de un “añadido”
negación del carácter económico de los oscilante y cambiante a través del tiempo,
trabajos domésticos, la aceptación de la sin una clara referencia en lo empírico, y
sumisión femenina, el mirar a otro lado con cuya utilización se contribuye a
ante indicadores de violencia contra las generar la exclusión de los colectivos
mujeres o el mito de la prostitución sexuales. Además, el concepto de género, al
femenina desde los orígenes. igual que el de identidad, coloca a los
Un aspecto importante asociado a la sujetos sociales en lugares diametralmente
construcción de muchas de las mitifica- opuestos, contribuyendo de esta forma a
ciones apuntadas, es que ciertas prácticas distanciarlos (Escoriza-Mateu 2006).
sociales y conductas consideradas como Por lo tanto, la categoría de género no
naturales (desde “los orígenes”), se piensan es útil para aprehender lo material (en
así porque la etnografía las ha reconocido nuestro caso las Representaciones Figu­

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 97-118 101


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ESCORIZA-MATEU, Trinidad y CASTRO-MARTÍNEZ, Pedro

rativas), si a caso, lo construido de acuerdo dominantes, ni tampoco los elementos


a normas y estereotipos organizados y identitarios, supuestamente identificativos
controlados por los poderes dominantes. de los individuos e igualmente fabricados
Es decir, si se construyen socialmente por los poderes hegemónicos. Sólo la
géneros, es a la luz de ideologías políti­ información procedente del contexto
camente impuestas sobre la concepción de arqueológico de la representación (y donde
lo social. Además, el género no pasa de ser quizás podamos averiguar su uso y
una categoría que no pretende cambiar función) podrían tener la capacidad de
nada, puesto que repite el esquema desmaquillar la “sublimación” que
ideológico dominante de las categorías algunos/as investigadores/as llegan a des­
sociales que las políticas dominantes plegar cuando se enfrentan a los signos
concretas han gestado. Así que, en realidad, objetivizados en objetos (Escoriza-Mateu
carece de fuerza revolucionaria para hacer 2002b).
frente a cualquier tipo de problemática real Una vez más insistir en que los objetos
que no sea aquella que afecta al ámbito de no tienen sexo, si no se encuentran
lo ideológico. Por otra parte, el concepto de explícitamente sexuados, como ocurriría
género no atiende a una cuestión crucial con una figurilla antropomorfa femenina.
para muchos feminismos, la diferencia Ahora bien, desde algunas Arqueologías
sexual, que queda totalmente desatendida. Histórico-Culturales y del Género, aun
Desmaquillarse del lugar de los discursos cuando una representación no esté
aprendidos, inducidos y en parte sexuada, se le suele dar genero en función
asimilados requiere de una sobredosis de de los roles y estereotipos tradicio­
esfuerzo, algo que por el momento solo nalmente asignados (por ejemplo, en una
están realizando algunas aproximaciones figura antropomorfa no sexuada con un
Materialistas Feministas. armas se ve a un varón con armamento,
Lamentablemente, en las historias bajo el axioma de que solo los hombres
divulgadas sobre las mujeres en las portan armas). Por lo tanto, no es lo mismo
sociedades ágrafas, a través del análisis de analizar una Representación Figurativa
las Representaciones Figurativas, éstas partiendo del concepto de género (se
mayoritariamente han sido tratadas como define previamente) que desde el sexo de
un colectivo de “segunda”, una especie de los sujetos (que exigirá de su represen­
mundo social subalterno. Así, tación biológica), sin que este último
generalmente, nos encontramos ante suponga caer en determinismos de tipo
mundos masculinos repletos de templos y biologicistas. De esta manera, la categoría
panteones, donde habitan divinidades, de género ha producido una acentuación
héroes y dioses protectores, y donde se del esencialismo y universalismo en
vislumbran mujeres que son, esposas de, nuestra disciplina.
madres de, hijas de, amantes de.. soportes
siempre indispensables de una estructura 3. ¿Por qué es im portante el estudio de
social patriarcal jerárquica y perversa. las Representaciones Figurativas en las
Todo ello sustentado en la supuesta sociedades ágrafas?
existencia de unos principios religiosos ya El análisis de las representaciones
desde los albores de la humanidad, y a los figurativas procedentes del pasado es de
que es imprescindible recurrir si se crucial importancia en relación al tema que
pretende entender y explicar determinados estamos abordando, pues constituyen una
aspectos de las sociedades del pasado en hábil guía e instrumento para socializar
esa clave. En definitiva, otra colección de aquello que es del interés de los grupos
prejuicios y discursos que nuevamente dominantes. Sin embargo, a veces cuando
implican formas de control sobre los se aborda su estudio se afirma
cuerpos femeninos a lo largo de todos los erróneamente que son una vía directa para
ciclos de su vida (Escoriza-Mateu 2008a). saber qué pensaban las mujeres y hombres
Del estudio de las Representaciones del pasado. Es decir, se presupone que es
Figurativas sexuadas no aprendemos los factible acceder al significado de los signos
géneros, consensuados por los poderes materializados sobre diferentes tipos de

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¿Tal como éram os? Reconstrucciones, ficciones y diseños en la interpretación de las
representaciones figurativas de las sociedades ágrafas

soportes materiales. No vamos a exponer atención a lo no representado, a lo


nuevamente la propuesta teórica que ignorado y/o mermado, pues este hecho
hemos realizado para el estudio de las suele pasar generalmente desapercibido.
Representaciones Figurativas pues se El análisis de las Representaciones
encuentra ampliamente recogida en otros Figurativas suele ser abordado desde el
trabajos anteriores (Escoriza-Mateu 2002a, punto de vista de los “estilos artísticos” y/o
b y c; 2005, 2007a, 2008b). Solamente mediante el acto de dejar “volar a los
recordaremos algunos aspectos cruciales. sentidos” y “agudizar la percepción”. Sin
Empezaremos reiterando la necesidad embargo, creemos que las relaciones
de sexuar el pasado, ya que es la única vía sociales que se exponen a nivel figurativo
que tenemos para poder acceder al son potencialmente analizables, pues en
conocimiento de las relaciones que muchas ocasiones nos relatan situaciones
acontecieron entre los sexos y a la división materiales concretas relacionables con
sexual del trabajo realmente existente en sujetos sociales sexuados. Se trata de
cualquier sociedad. Ahora bien, es crucial objetos singulares que solo serán
sexuar tanto a mujeres como a hombres, comprensibles, si se indaga al mismo
porque sexuar, tiene connotaciones tiempo en las prácticas sociales (econó­
sociológicas relevantes y significa decons- micas y político-ideológicas) donde
truir los estereotipos proyectados desde el cumplen un uso y función determinada.
presente y que invisibilizan a los sujetos Esto significa que es prioritario atender a
sociales. Para ello podemos utilizar dos su contexto arqueológico de aparición y,
vías diferentes y complementarias: los para ello, es imprescindible contrastar esta
análisis bioantropológicos y las represen­ información y establecer lecturas
taciones figurativas (Escoriza-Mateu y relacionales entre las Representaciones
Sanahuja-Yll 2002 y 2005, Sanahuja-Yll Figurativas, los lugares de habitación y los
2002 y 2007). El cuerpo humano es la espacios funerarios vinculados a la misma
forma más directa de sexuar, pero también sociedad. Este último es un requerimiento
es factible a través de imágenes de cuerpos al que no podremos nunca renunciar. Por
sexuados y es en esta última vía en la que ello será necesario integrar el estudio de
vamos a centrarnos. las Representaciones Figurativas en inves­
Definimos las Representaciones tigaciones globales sobre las formas de
Figurativas como objetos materiales con un vida social para, de esta forma, hacerlas
evidente carácter político-ideológico, cuyo explicativas en algún sentido.
sentido radica en sí mismos y en el propio Las Representaciones Figurativas
objeto que constituyen (Escoriza-Mateu pueden ser utilizadas, gestionadas y actuar
2008b). Modelos materializados sobre de formas diversas (Escoriza-Mateu
“realidades” que pretenden representar 2007a):
hechos y/o pensamientos. Elementos que - Como instrumentos de coerción, de
marcan normas e imponen límites sobre el presión psicológica, por medio de los
estado de “las cosas” que figuran, existan cuales se pretende el establecimiento,
estas o no en las realidades en la que se legitimación y continuidad de los ordenes
generen. En ocasiones, estructuras acordes sociales dominantes.
a los ordenes político-ideológicos - Como medios de alienación, por medio de
dominantes y por lo tanto, tremendamente los cuales determinados grupos sociales
conservadoras y estabilizadoras de lo se justifiquen, promoviendo la idea de
existente y de su continuidad. Pero en que las cosas están bien como están y que
otros casos, no nos olvidamos de la no es necesario cambiar las condiciones
existencia de otras formas alternativas de materiales existentes.
representación que, a modo de resistencia, - Como agentes desencadenantes de
engendran sus propios modelos sobre la “sufrimiento” para quienes las usan de
realidad de los sujetos sociales y sexuales forma forzada, o simplemente tienen que
que se ven inmersos también en ella. Con soportar su reiterada presencia, de forma
respecto a este último tipo de circuns­ que hay un padecimiento que resulta
tancias, habría que prestar especial beneficioso sólo para algunos miembros

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 97-118 103


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ESCORIZA-MATEU, Trinidad y CASTRO-MARTÍNEZ, Pedro

de la sociedad. Con ello se provoca un remiten a la lógica del pensamiento


tipo de violencia efectiva, desde el pasado. Cuando la realidad es que no se
momento en que la representación pueden hacer interpretaciones ontológicas
legitimada está integrada en los de los pensamientos del pasado a través
diferentes lugares sociales donde es del análisis de los objetos recuperados
reconocida continuamente. Aquí, la pretendiendo darles determinados signifi­
mayor violencia ejercida consiste en la cados. La única posibilidad de decir que
imposibilidad de distanciarse, que no va a entendemos los significados, es pensar que
ser permitida (Bourdieu 2000: 498-499). hay un imaginario colectivo, una forma de
Pensemos que un signo representado pensamiento ahistórico compartido. O
puede tener el mismo significado pero no bien, asumir la existencia de una empatía
necesariamente el mismo sentido para que llevaría a presuponer que “nuestra
todos los sujetos sociales, pues percepción” es universal, “porque somos
dependerá de las condiciones materiales humanos”. Como no vamos a aceptar este
y el sexo de los sujetos en relación a dicha tipo de argumentaciones, hay que insistir
manifestación. en que no podremos acceder al significado
Como medios de coerción y/o de este tipo de objetos. Fundamentalmente,
alienación, las Representaciones Figura­ porque no podemos acceder al
tivas se caractericen por ser insistentes y pensamiento que es el que los significa.
reiterativas. Podríamos incluso hablar de la Desde la Arqueología solo podemos
“insistente presencia” de las Representa­ abordar su uso y función social en un
ciones Figurativas en nuestra mente, una contexto determinado, si es que lo
vez incluso que el objeto (signo) ya no recuperamos.
tiene presencia material, y, sin embargo, Toda Representación Figurativa es un
sigue perdurando la imagen en el recuerdo. signo de algún símbolo o símbolos.
Imágenes que necesariamente han tenido Definimos el signo como la parte del
que ser reafirmadas a través de ciertos símbolo perceptible por los sentidos, de ahí
tipos de prácticas sociales, pues la su riqueza pero también su gran
comunicación y socialización de imágenes ambigüedad. Por lo tanto, el signo muestra
no es efectiva sin que los objetos usados y denota, pero no significa. Además, un
tengan significados de antemano para los mismo signo puede tener significados
sujetos implicados. No olvidemos que las diferentes, según los sujetos sociales, en
prácticas político-ideológicas son activi­ relación a éstos, y, si no media el lenguaje,
dades altamente especializadas, que no podremos conocerlos. Es decir, no
pueden ofrecer una representación de la podemos reconocer el símbolo en el signo a
realidad en la que definitivamente solo se no ser que de antemano conozcamos su
representa una parte de la misma. significado.
Pero las Representaciones Figurativas Por lo que respecta a los símbolos
también pueden cumplir otros fines tienen una doble dimensión, ya que por
sociales: una parte pueden definirse como conden­
- Como voces y formas transgresoras de las sadores de significados pero además como
normas establecidas, e incluso como medios indispensables para su materiali­
focos de resistencia. Y no olvidemos esta zación a través de los signos. De ahí que
perspectiva, porque evitará generar signo y significado den cuenta de aspectos
lecturas victimistas, como muchas veces formales de la realidad pertenecientes a
sucede en relación a la opresión sufrida ordenes distintos. En definitiva, desde la
por el colectivo femenino. De esta manera Arqueología de las sociedades agrafas
evitaremos asumir la falsa creencia de únicamente podremos acceder a los signos
que las mujeres son víctimas pasivas en cuanto esquemas formales estructu­
frente a la agresión, con una nula rados y materializados a través de distintos
capacidad de decisión y actuación. tipos de soportes, pero nunca a los signifi­
Como ya hemos señalado más arriba, un cados, que carecen de referente empírico
error muy generalizado estriba en creer en nuestra realidad. Además tendríamos
que las Representaciones Figurativas nos que tener claro y diferenciar entre lo que

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¿Tal como éram os? Reconstrucciones, ficciones y diseños en la interpretación de las
representaciones figurativas de las sociedades ágrafas

son representaciones con figuraciones segundo plano, cobijadas por la figura del
explícitas de cuerpos sexuados y lo que son macho protector que permanece de pie a
signos que son atributos sexuales explí­ su lado. Ejemplos como el anterior nos
citos sobre soportes no antropomorfos. Es retrotraen a representaciones de hace más
por ello, que para evitar todo tipo de de un siglo, y nunca contrastadas, sobre el
ambigüedad nuestra propuesta se resume origen de la familia monógama patriarcal
en la utilización de las Representaciones en los albores de la humanidad. Este tipo
Figurativas a nivel arqueológico en tres de exposiciones realmente parecen estar
planos distintos: en relación a los lugares encaminadas a hacer apología de la familia
sociales donde se documentan, en relación monógama cristiana tradicional, en
al tipo de soporte material en el que están detrimento de cualquier otro modelo de
fabricadas y en sí mismas, como objetos relación y forma de vida que pueda haber
(Escoriza-Mateu 2008b). existido en la historia humana.
Pero, ¿no podría ser al contrario?, ¿por
4. Algunos ejemplos qué tanto en obras de divulgación como en
Bastaría con mirar detenidamente monografías de carácter científico se
algunas de las recreaciones realizadas en la muestran tanta mujeres agachadas,
actualidad sobre las relaciones que encorvadas, de rodillas, mirando hacia el
supuestamente acontecieron entre los suelo, al infinito, con la mirada perdida o
sexos en el pasado, para que nos despidiendo a cazadores o guerreros de los
preguntásemos, ¿en base a qué se que depende el futuro del grupo? ¿Por qué
muestran determinados tipos de conductas pasan desapercibidas, en cuanto a su
y prácticas sociales? Pero sobretodo, contribución a la vida social, muchas
¿dónde se encuentran los indicadores mujeres que se ilustran llevando a cabo las
materiales que sustentan dichas llamadas “tareas o labores domesticas”, a
propuestas? pesar de ser actividades económicas de las
Podemos recordar algunas de las que se beneficia toda la sociedad
clásicas ilustraciones sobre una pareja de (confección de prendas de vestir, molienda,
la especie Australopithecus paseando sobre producción alfarera a pequeña escala,
las cenizas volcánicas de Laetoli. Una cuidado de las criaturas y/o procesado de
primera reacción debería ser de alimentos)? ¿Por qué son siempre las
perplejidad, no solo por la actitud mujeres las que aparecen en relación a los
paternalista y protectora que mostraba el objetos de adorno, mientras que son ellos
macho hacia la hembra, sino por la quienes siempre llevan a cabo actividades
proyección de ésta, cual ser temeroso y como la metalurgia? ¿Por qué siguen
asustado, esbozando una mirada huidiza. reiterándose hasta el infinito fantásticos
Desconcertaba no solo lo estereotipado de enunciados del tipo, “de cazadores a
los gestos otorgados a macho y hembra campesinos”, “los chamanes de la
respectivamente, sino, sobretodo, su prehistoria”, “los artesanos inteligentes” o
actualismo, comparable a cualquier spot “metalúrgicos, una actividad que confiere
publicitario de tipo convencional. La carácter”? Y así podríamos continuar
cuestión es que no hay ninguna evidencia indefinidamente hasta terminar con el
material al respecto, pero sin embargo, se colofón de la existencia en la actualidad de
había representado así. Transcurridos casi un Museo del Hombre en Paris.
veinte años de la publicación de aquella Al comienzo de este trabajo planteamos
imagen, se puede volver a encontrar la como la intención era reflexionar acerca de
misma “foto”, en esta ocasión, en relación a si lo que se dice a través del estudio de
cierta escenografía montada en una determinado tipo de objetos (en nuestro
exposición donde se recrea a varias parejas caso las Representaciones Figurativas
de homínidos/as, marcando una evidente procedentes del pasado) y del análisis de
distancia entre sexos. Concretamente, se sus contextos arqueológicos, cuenta con
muestra una explícita subordinación de las anclajes materiales sólidos que avalen las
hembras a los machos, ya que ellas interpretaciones que en muchas ocasiones
permanecen siempre sentadas y en un se realizan desde el presente. Pero

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ESCORIZA-MATEU, Trinidad y CASTRO-MARTÍNEZ, Pedro

sobretodo, cuestionarnos qué ha supuesto esta manera podremos hacer frente a los
establecer y mantener determinado tipo de discursos modeladores de lo femenino
interpretaciones en relación al colectivo como categoría subordinada por el diseño
femenino. de los estereotipos actuales y que
Una vez más insistimos en la necesidad pretenden su implantación desde los orí­
de sexuar el pasado y, en el caso de las genes. La solución más generalizada ha
Representaciones Figurativas, de sido afirmar que las cosas no han
cuestionarnos muchas de las asignaciones cambiado, pretendiendo justificar de esta
realizadas. Es prioritario indagar por qué manera, la situación actual de
se asocian determinado tipo de actividades determinados colectivos sociales y
(económicas y/o político-ideológicas) a un sexuales. Sin embargo, afortunadamente ya
sexo específicamente aún cuando las existe un cuestionamiento en nuestra
representaciones no se encuentren disciplina (gracias a las aportaciones de los
sexuadas. Y contrariamente, ¿por qué otras Feminismos Materialistas) de ese tipo de
actividades que sí aparecen representadas principios esencialistas, presentistas y
y sexuadas en femenino se naturalizan y/o falocentricos sobre el devenir de las
estigmatizan de cara a restarle valor social relaciones entre sexos.
en cuanto a su contribución a la producción
y mantenimiento de la vida? En este 4.1. Representaciones Femeninas
capítulo de olvidos, destacan las "Paleolíticas”
figuraciones de mujeres embarazadas, Entre el 30.000 y el 10.000 cal ANE, en
posibles partos, lactancia, cuidado de ese periodo que sigue denominándose
criaturas y enfermos/as, procesado de Paleolítico Superior, se documentan toda
alimentos... La respuesta es obvia, no se una serie de figurillas femeninas, en bulto
consideran actividades de tipo económico redondo y/o grabadas, a las que se les
y, por lo tanto, no son trabajos relevantes denomina “Venus Paleolíticas”. Geográfi­
(Escoriza-Mateu y Castro-Martínez 2009, camente sus hallazgos se extienden desde
Sanahuja-Yll 2007). el Pirineo hasta las planicies rusas, y se les
A continuación vamos a analizar dife­ relacionan con 5 grupos arqueológicos bien
rentes tipos de representaciones definidos: pirenaico-aquitano, italiano,
figurativas desde la perspectiva de si lo que renano danubiano, ruso y siberiano
se afirma de las mismas está basado en (Hachuel y Sanahuja-Yll 1996, Sanahuja-Yll
datos objetivos. Seguidamente nos 2002 y 2007). A simple vista se trata de
centraremos en ver qué suponen dichas representaciones de mujeres, algunas de
interpretaciones de cara al presente, en las cuales se encuentran en estado de
relación a la consolidación de normas y gestación. Generalmente se hallan en
estereotipos. En primer lugar, comenza­ lugares de habitación, en zonas en relación
remos con las figuras femeninas a las unidades de tipo doméstico2, no lejos
denominadas “Venus Paleolíticas” y otros de estructuras como hogares y nunca en
signos y/o composiciones rupestres parie­ contextos funerarios. En algunas ocasiones,
tales (supuestas vulvas, manos, siluetas parecen estar colocadas en lugares
antropom orfas.). Continuaremos con singulares, como los suelos de las viviendas
algunas figuritas femeninas denominadas pigmentados de ocre y en pequeños nichos
tradicionalmente “Diosas Neolíticas” o o fosas. En Europa occidental, las figuritas
“Diosas de la Fertilidad”. Finalmente halladas en fosas pueden estar en relación
abordaremos algunas cuestiones puntuales con otras figuritas u objetos variados como
en relación al conocido como Arte Rupestre agujas, espátulas de hueso, dientes
Levantino. perforados, instrumentos de silex y
Sería necesario volver a interpretar estatuillas de animales.
muchas de las imágenes del pasado desde Las interpretaciones realizadas sobre
un discurso que no nos sea ajeno. Y para
ello habría que construir nuevos códigos
2. Para ver la problemática existente en la definición
que subviertan el ideario establecido y de grupo domestico ver: Castro-Martínez, Escoriza-
legitimado desde el Patriarcado. Solo de Mateu y Sanahuja-Yl, 2003.

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¿Tal como éram os? Reconstrucciones, ficciones y diseños en la interpretación de las
representaciones figurativas de las sociedades ágrafas

este tipo de representaciones femeninas ha delgadas, es algo desagradable, poco


generado una amplia variedad de normas y atractivo y finalmente condenatorio para
estereotipos, supuestamente definitorios las mujeres. Además, puede tener
de lo femenino en los tiempos consecuencias aun mayores: provocar el
“paleolíticos” que pasamos a analizar a desinterés por parte del colectivo mascu­
continuación. Estas han sido designadas de lino. La única razón por la cual las mujeres
múltiples formas: como mujeres obesas, no delgadas no son censuradas es si se
con ciertas patologías (esteatopigia), encuentran en estado de gestación.
ideales-canon de belleza ancestrales, Igualmente sorprenden los argumentos
objetos eróticos, diosas de la fertilidad y la que en muchas ocasiones se esgrimen para
familia, iconos que pudieron formar parte explicar la presencia de un cuerpo feme­
de un muestrario de obstreticia, e incluso nino desnudo: se trataría siempre de un
como imágenes impúdicas, equiparándolas acto eminentemente erótico que constituye
con objetos representativos del mercado una provocación e incitación hacia el
pornográfico actual. La variedad de colectivo masculino y su sexualidad. Aquí,
interpretaciones vertidas, en la mayoría de la norma que se deriva es aun más
los casos sin indicadores arqueológicos al extrema. No solo la cancelación de la
respecto, ha conducido a fragmentar y libertad femenina, en cuanto a la
fisurarla idea de totalidad que el cuerpo posibilidad de disfrutar y gozar de los
femenino expresa en si mismo. Estamos propios cuerpos, sino que también se las
ante una concepción de cuerpo debilitado hace responsables de una cierta conducta
en cuanto a su totalidad de poder ser, sospechosa.
limitando con ello las capacidades de las Un tema recurrente en relación con
mujeres como colectivo de cara a su estas figuritas es el de la maternidad. El
contribución en los diferentes ámbitos hecho de que muchas de ellas se muestren
sociales. Bajo esta perspectiva las mujeres en estado de gravidez y, por lo tanto,
o son una cosa u otra: o son madres, o son produciendo vida (por ello han sido
vírgenes, o son diosas... Este pensamiento significadas cual símbolos de fecundidad y
tiene consecuencia perversas para las fertilidad) se ha utilizado para insistir en
mujeres, ya que siempre las muestra que ser madres es la función primordial y
incompletas, individualizadas, y, por lo natural de toda mujer. Además, el hecho de
tanto, vulnerables. que los primeros cuerpos humanos
Así, el propio nombre otorgado “Venus” representados sean de mujeres en estado
recoge sin duda el trasfondo de ideal de gestación refuerza esta idea patriarcal.
erótico y canon de belleza que parece Es decir, se admite que el sentido de la
subyacer en la mirada patriarcal actual figuración no puede ser otro y con ello se
generando, a veces, las más desafortunadas trata de reforzar el papel de la maternidad
declaraciones. Es el caso del desprecio como fín y objetivo principal de todas las
mostrado por ciertos colegas, que mujeres en el pasado y en el presente.
sostienen que desde nuestros criterios Por supuesto, nunca se dice que se trata
actuales no es posible concebir dichos de un trabajo económico imprescindible
cuerpos como armónicos ni bellos. Así, el para la continuidad de la vida, donde el
androcentrismo llega hasta el punto de cuerpo femenino actúa como materia base
afirmar: " No cabe duda de que se trata de que genera nuevos individuos a socializar e
un modelo que toma como paradigma de imprescindibles para la reproducción
belleza a mujeres obesas con tejido adiposo social. Un sobretrabajo que en muchas
marcado, senos grandes y medidas ocasiones realizan las mujeres sin ningún
radicalmente distanciadas del modelo tipo de contrapartida, generando conse­
publicitario contemporáneo o de lo que hoy cuentemente situaciones de explotación.
podem os considerar excitante en una Por otra parte, se generaliza la idea de la
representación femenina" (Angulo y García, maternidad como un estado siempre
2005: 106). deseado por todas las mujeres, algo
De declaraciones como la anterior bastante alejado de la realidad, sobretodo
puede deducirse que el hecho de no estar cuando las mujeres pueden decidirlo

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libremente. A ello habría que unir la significados contrapuestos para colectivos


existencia de esa supuesta esencia o sociales y sexuales que coexistan en una
sentido maternal, un falso esencialismo misma realidad histórica (Escoriza-Mateu,
que lo único que pretende es coartar la 2007a).
libertad de las mujeres, y excluir a las que Señalar que es cuanto menos
no siguen las normas establecidas. La significativo que aunque se habla de
construcción del binomio mujer=madre “Diosas de la Fertilidad”, al final siempre se
pretende generar una supuesta “identidad” las termina relacionando con una figura
homogeneizadora entre todas las mujeres, masculina. Un ejemplo al respecto lo
que no es real . Además, debería quedar encontramos en las figuritas halladas en el
claro que no se puede confundir el deseo yacimiento de Konstienski (Rusia). Estas se
de tener criaturas con ser madres. En defi­ localizan en el suelo de las unidades
nitiva, la ideología patriarcal sobre la domésticas, probablemente colocadas de
maternidad es un instrumento de pie, en una fosa a la que se denomina
dominación masculina. “Nicho de Dios” (Lacalle Rodríguez 2011:
También se habla de estas figuritas 112). Es decir, la Diosa, a pesar de hallarse
como de “Diosas de la Fecundidad” o en una unidad doméstica, en un ámbito
“Diosas de la Fertilidad”, introduciendo la supuestamente privado-femenino, éste no
idea de que son imágenes que encarnan a le pertenece y toma el nombre del Otro.
una divinidad y responden a la existencia, Una visión típicamente patriarcal en el
de una “religión paleolítica”. Estamos ante sentido de que si una mujer llega a tener
un ejemplo de lo que hemos denominado una posición singular lo es siempre, a
como Arqueoteología, que focaliza su través de una figura masculina (dios,
interés en la dimensión presuntamente padre, hermano, h ijo .).
trascendente que liga Arte y Religión. De En estas figurillas también se ha querido
esta forma, se asume como universal una ver el símbolo de la unión familiar,
supuesta preocupación religiosa en todo acrecentando esa nefasta tendencia que ya
hecho humano desde los orígenes de la hemos analizado en otros lugares
humanidad. De ahí que muchas prácticas denominada como Familismo (Castro-
político-ideológicas y los objetos en Martínez, Escoriza-Mateu y Sanahuja-Yll
relación con las mismas, sean invocados 2003). No es de extrañar pues, que en
desde esta mirada, sin dar cabida a relación a estas figuritas algunos
argumentaciones vinculadas a otras autores/as hablen de: “mujeres que
explicaciones políticas o ideológicas, custodian la familia”, “culto al hogar de la
perdiéndose nuevamente el objeto real de madre protectora” y/o “mujer como
estudio de nuestra disciplina.En estas guardiana del hogar, del fuego y de la vida”
cortas-miradas no cabe la búsqueda de las (Nougier 1968). Algunos autores llegan
metáforas que las representaciones incluso a hablar de la existencia de “un
pudieran tener sobre grupos dominantes, culto a los espíritus tutelares domésticos”,
patriarcales, oligárquicos o estatales, cual símbolos del origen de la familia y
porque siempre se da el salto a la dónde la “Diosa Madre”, es el ideal siempre
dimensión metafísica de la religión. a imitar (Maringer 1962). De lo
Además, es frecuente que se recurra a anteriormente expuesto se deduce que la
genealogías de arquetipos constituyentes mujer, a semejanza e ideal de la Diosa, no
de un inconsciente colectivo presente en debe poner en peligro la estabilidad de la
toda la humanidad a través de los tiempos familia y su continuidad. Es decir, la
(Escoriza-Mateu 2008a). Con ello, no sólo conducta femenina se sacraliza mediante la
se le da universalidad a los significados de figura de la Diosa.
los signos, transgrediendo el principio Además, el hecho de que estas
semiótico básico de que los signos son representaciones se documenten en
aleatorios, sino que además se erradica la contextos domésticos ha servido para
historicidad de los significados, asumiendo afianzar la idea de que el lugar de las
que no cambian con el tiempo. Por otra mujeres, desde los orígenes, está en las
parte, se expurga toda posibilidad de unidades domésticas, en lugares o ámbitos

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¿Tal como éram os? Reconstrucciones, ficciones y diseños en la interpretación de las
representaciones figurativas de las sociedades ágrafas

privados, a semejanza del ideal del “eterno


femenino” patriarcal actual. Incentivando 4.2. Manifestaciones Rupestres
de esta manera la existencia de esa falsa "Paleolíticas”.
dicotomía público/privado e incluyendo A continuación, vamos a reflexionar
y/o excluyendo a las mujeres de sobre algunas representaciones figurativas
determinados ámbitos sociales según pintadas y/o grabadas documentadas en
interese. Estamos ante la imagen judeo- cuevas y abrigos durante el Pleistoceno
cristiana de la mujer “en casa”, una europeo. Se trata de manifestaciones
ideología cuyo fín no es otro que encadenar fundamentalmente animalistas, aunque
a las mujeres a la institución de la familia también se documentan un buen numero
patriarcal. Parece que hubiéramos de signos variados y escenas donde en oca­
olvidado que la familia monógama siones se adivinan figuras antropomorfas a
patriarcal es uno de los elementos más las que es muy difícil sexuar.
importantes de explotación, subordinación La abundancia de figuras de animales,
y alienación de las mujeres. algunos de ellos flechados, y de posibles
Terminaremos mencionando otra escenas de caza, ha contribuido a reforzar
dudosa interpretación realizada con el mito del macho cazador-proveedor
respecto a estas figuritas. Nos referimos al desde los orígenes, y es la imagen
tema de la violencia contra las mujeres y/o proyectada en la mayoría de las
violencia machista. La cuestión es que se recreaciones que se realizan en la
han querido ver indicadores al respecto en actualidad. Además, el sexismo y
algunas de estas imágenes, concretamente androcentrismo imperante también ha
en algunas figuritas de mujeres proce­ decidido que es el colectivo masculino
dentes nuevamente de Konstienski (Rusia). quien debió llevar a cabo el resto de las
Varias de estas estatuillas han sido actividades económicas más importantes.
descritas como mujeres con las manos De ahí, que siempre se quiera ver que es
atadas con cuerdas, a modo de esposas. Y una figura masculina la que aparezca en
han sido interpretadas como representa­ relación con todo tipo de animales,
ciones de cautividad y/o raptos como fabricando diversos tipos de objetos y/o
consecuencia de expediciones, es decir a instrumentos de trabajo, lanzando a gran
modo de trofeos3. Incluso se ha llegado a distancia arpones y propulsores, tallando
afirmar que se trata de imágenes que puntas de flecha, mirando futuras presas a
delatan la existencia de perversiones abatir. Sin embargo, no existen apenas
sexuales. No es de extrañar que indicadores que confirmen la existencia de
afirmaciones como esta hayan generado una división sexual del trabajo como la que
titulares de prensa como: ¿Malos tratos generalmente se quiere ver, y en la que las
prehistóricos o el primer sado-maso mujeres quedan siempre apartadas de la
conocido?4 Con lo anteriormente expuesto mayoría de las actividades económicas. En
vemos como se pretende institucionalizar- el caso de las representaciones figurativas
justificar la violencia contra las mujeres analizadas no existen imágenes que avalen
desde los orígenes de la humanidad. En dicha visión.
este sentido, tendríamos que tener claro En primer lugar, habría que matizar que
que legitimar la violencia contra las la representación de figuras masculinas
mujeres como algo natural es una de las (sexuadas), tanto aisladas como formando
estrategias prioritarias de control sobre el parte de escenas son muy escasas, y en
colectivo femenino en las sociedades cuanto a las escenas documentadas, éstas
patriarcales. ofrecen muchas dudas al respecto.
Concretamente nos referimos a ciertas
3. Más bien habría que pensar en la existencia de composiciones donde algunos/as investi­
posibles adornos realizados con materiales gadores/as aseguran ver la presencia de
orgánicos tales como cuero, pieles y/o fibras
vegetales. individuos masculinos que parecen
4. http://www.bloganavazquez.com/2009/05/30/ perseguir, acosar y/o rodear a animales
para abatirlos. Realmente existe la duda de
malos-tratos-prehistoricos-o-el-primer-sado-maso-
conocido/ que sean figuras antropomorfas las que se

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encuentran en relación con los animales. sometido el grupo. Es decir, el hombre


Pero además, tampoco queda lo sería no solo quién gestiona la actividad
suficientemente claro que se esté llevando económica considerada la más importante,
a cabo este tipo de actividad económica. En sino que también es el responsable de su
este tipo de composiciones habría que expresión ideológica a través de las
tener presente que no todos los animales manifestaciones rupestres. Las mujeres
figurados tienen que ser futuras piezas de han desaparecido.
caza, si no se muestra esta actividad como Que las manifestaciones rupestres pleis-
tal o se figura el animal abatido. Por lo que tocenas se vinculan con el hecho religioso,
no podemos deducir que esta actividad en la clásica postura arqueoteológica , es de
económica esté a cargo siempre del sobra conocido. Recordemos como para
colectivo masculino. A continuación, vamos Leroi-Gourhan (1964) hablar de este estilo
a analizar algunos de estos ejemplos. artístico era hablar de un arte religioso,
Podemos mencionar a los supuestos porque, a su juicio, había un origen común
cazadores de caballos identificados en el entre religión y arte. En relación a este
bastón de La Madeleine, o los cazadores de tema habría que entender las explicaciones
bisontes-uros y osos representados sobre dadas a toda una serie de figuraciones,
diferentes soportes materiales de como la de los supuestos individuos
Raymonden, Cháteau des Epies, La Vache y chamanes y/o híbridos que se interpretan
Lascaux (Sanchidrian 2001). Sin embargo, como mitad humanos (hombres) y mitad
a nuestro juicio, todos estos ejemplos son animales. Sin duda, una tentativa más de
de muy difícil sexuación. Menos dudas al dar forma e inculcar los conceptos
respecto nos ofrece la composición del religiosos en estos momentos, y mostrar la
Pozo de Laxcau, donde un posible actitud del hombre frente a lo
antropomorfo masculino reposa en el suelo sobrenatural.
frente a un bisote flechado que quizás lo Así, han sido identificados las figuras
embistió. Si bien, esto no quiere decir que del llamado “hechicero” de la cueva de Les
dicho sujeto estuviese cazando y la Trois-FréresAriége, o la figura de “hombre-
consecuencia fuese esta. Sin embargo, en la león” procedente de la cueva de Stadel
mayoría de los casos se trata de siluetas de (Ulm, Alemania). Hombres a los que se les
difícil especificación, como ocurre en la otorga atributos religiosos y se les
plaqueta de Péchialet y en un rodete de reconoce como gestores de prácticas de
Mas-dÁzil, donde se habla de una escena de carácter religioso-ceremonial, todo ello sin
cazadores/as, en esta ocasión intentando ningún tipo de dato al respecto.
abatir a un oso. Figuraciones como el hombre-leon de
A tenor de lo anteriormente expuesto, el Vogelherd y los hombres-bisontes de
mito de los supuestos cazadores debería Trois-Feres o El Castillo han sido
cuestionarse, a juzgar por lo que las significados en esa misma dirección. La
representaciones figurativas nos muestran. explicación dada a este tipo de prácticas es
Por lo que este tipo de argumentos no la siguiente: se trataría de actividades de
pueden seguir utilizándose para apoyar la carácter ceremonial para propiciar una
existencia de una división del trabajo en buena caza. El chaman se inviste con pieles
función del sexo, tal y como se plantea. y cornamentas de animales, y además
Además, esta circunstancia conduce a como líder indiscutible llevaría “bastón de
asociar al colectivo masculino con la mando” (al que se le da, por supuesto, un
violencia y al femenino con la paz, con significado fálico). Espacio nuevamente del
todas las implicaciones que esta premisa que las mujeres parecen estar excluidas.
conlleva. Esta argumentación se ve Un tipo de representación sobre la que
reforzada en su androcentrismo cuando se se ha especulado mucho son las
afirma que son también los hombres figuraciones de manos en las paredes
quienes realizan las imágenes de las presas rocosas de cuevas y abrigos, y que según
sobre las paredes rupestres, para así las improntas de las mismas han sido
intentar obtenerlas y hacer frente a los clasificadas, en función de la técnica de
problemas de hambrunas a los que se ve plasmación, en positivas y negativas.

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¿Tal como éram os? Reconstrucciones, ficciones y diseños en la interpretación de las
representaciones figurativas de las sociedades ágrafas

Aparecen en lugares como Gargas, en El dudosas. Con este nombre se quiere


Castillo, Fuente del Trucho, en Les Trois- identificar la figuración de triángulos con el
fréres, Chauvet, Tito Bustillo. La ausencia vértice hacia abajo y en su interior una
de dedos en algunas de estas manos es un línea transversal. Destacar el conocido
hecho a destacar, y ha llevado a platear el Camarín de las Vulvas en la Cueva de Tito
tema de las amputaciones rituales para dar Bustillo, o las documentadas en Niaux,
explicación a esta peculiaridad figurativa. Pech-Merle, Pergouset o Micolón. Entre
Por el tamaño pequeño que suelen estas existen variedades, algunas aparecen
presentar las mismas algunos/as con las superficies coloreadas de rojo o
autores/as apuntan a que se trata de negro, o se documentan vulvas con detalles
manos de criaturas o de mujeres, no de puntos rojos alrededor de una oquedad
teniendo en cuenta que de igual forma natural,como ocurre en la cueva de Chuffín
puede haber hombres con manos pequeñas en Riclones, Camarin de las Vulvas, etc.
y mujeres con manos grandes, no siendo Otras, en cambio, aparecen grabadas sobre
este un indicador de sexo fiable. Es decir, piedra como en La Ferrasie. Según la
no se pueden sexuar las manos a través de mayoría de autores/as el hecho de que
su representación figurativa, por lo que la aparezcan en relación a restos de colorante
forma de otorgar sexo no es correcta ni rojo las relacionaría con la vagina y el ciclo
válida. menstrual, y en consecuencia, tendrían un
Por otra parte, se podría estar de significado reproductivo.
acuerdo con aquellos autores que En primer lugar, no creemos que todos
consideran que resulta morboso fantasear los signos identificados como vulvas lo
y especular con la idea de jóvenes mujeres sean, pues no son tan evidentes como se
y/o criaturas “paleolíticas” con los dedos pretende hacer creer. Por otra parte, en el
amputados, a causa de no se sabe que caso de que algunas lo fueran, ¿van a tener
extraño ritual, mientras que alguien siempre el mismo significado a través del
proyecta pigmento encima (Sanchidrian tiempo? ¿Qué son, vulvas procreativas,
2001: 229). De este dantesco panorama se eróticas, sexuales, rituales?, ¿qué fines
puede deducir la norma de que esta pueden tener? ¿Por qué no podemos
práctica es algo natural, pues ya se hacía en pensar que son una expresión de la propia
los tiempos “paleolíticos”. Es decir, que no sexualidad femenina, hecha por y para
debe extrañar que sean los cuerpos de mujeres?
mujeres y criaturas los elegidos para sufrir Con esto queremos llamar la atención
este tipo de agresión y violencia, que sobre la siguiente cuestión: el cuerpo
además incluso se representa. Esta femenino no tiene porque ser contemplado
circunstancia es comparable a algunas de siempre como fuente de vida y/o de gozo
las violencias contra el cuerpo femenino para los hombres. Es más, con
que en la actualidad, algunos/as pretenden presupuestos como los anteriores se tiende
justificar en nombre del respeto a las a anular tanto la sexualidad femenina como
tradiciones (pies vendados, mujeres jirafa, su forma de expresión. Aquí, habría que
extirpación del clítoris, burka...). Otra insistir en que la vía de la etnografia para
connotación igualmente perversa es la que averiguar significados puede ser una
propone interpretar dichas manos con un orientación a tener en cuenta, pero nunca
significado religioso, asociado al miedo y la es determinante y concluyente. Es decir, no
necesidad de protección por parte de podemos generalizar teorías para explicar
mujeres y niños, lo que genera nuevamente este tipo de manifestaciones a través de la
el estereotipo de mujer débil y dependiente experiencia de grupos actuales.
como algo natural. Pero ¿no se trataría más El tema de las vulvas incluso se ha
bien de consecuencias de accidentes o relacionado con la monogamia. Ahora bien,
enfermedades? hay que tener claro que esa supuesta
Sin duda, otro signo sobre el que se han monogamia universal, en realidad, solo se
realizado elucubraciones de toda índole aplica a las mujeres, que son las que se
son las denominadas representaciones de supone que deben asumir e interiorizar el
vulvas, algunas a nuestro juicio, más que mandato de tener actividad sexual con una

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sola pareja. La realidad es que a los Para terminar, queremos incluir las
hombres no se les exige la fidelidad de la especulaciones de Guthrie (1979), quien
monogamia como a las mujeres, y este afirma que el grueso del arte rupestre no
hecho se pretende normalizar e fue obra de chamanes ni grandes artistas,
institucionalizar ya desde los orígenes. sino que son graffitis dibujados por adoles­
Modelos construidos desde la centes, a juzgar por el tamaño de las
obligatoriedad de lo que tiene que ser y manos. Al parecer, según este autor los
que pueden llegar a ser amenazantes, adolescentes dibujaban lo que pasaba por
mediante la asignación de identidades fijas sus mentes y ¡está claro!, reflejan las
e inmutables. Las mujeres son madres, obsesiones juveniles: riesgo y sexo.
hermanas, hijas y cuidadoras dentro de la Nuevamente interpretando las manifesta­
familia monógama patriarcal. Esta es la ciones “paleolíticas” en esta dirección se
razón, por la que a lo largo de todo el ciclo presenta-excusa al colectivo masculino
de sus vidas van siendo incluidas y/o como incontrolado en su furor sexual, al
excluidas según los intereses de los que no se pueden frenar por naturaleza,
poderes dominantes. En definitiva, algo que no sucede con las mujeres. Según
categorías estigmatizadoras que buscan su Guthrie, la prueba está en que las imágenes
fundamento en los orígenes para de esta masculinas (que ellos mismos realizan)
forma, asegurarse su continuidad. fueron trazadas con líneas rudimentarias,
Si bien, las vulvas han sido explicadas mientras que las mujeres se presentan
fundamentalmente desde la capacidad siempre con un gran énfasis erótico:
reproductiva femenina y la maternidad, no desnudas, voluminosas, con pechos y
ha ocurrido lo mismo en relación a las curvas exageradas y los órganos sexuales
representaciones de algunos perfiles y bien destacados. Nuevamente mujeres
siluetas femeninas, donde se ha querido convertidas en fetiches y objetos de deseo-
ver una carga erótica marcada, que ha eróticos por parte de una población
llevado a comparar y a reconocer masculina con las hormonas descontro­
estereotipos actuales de incitación sexual. ladas. Pero es más, este autor sugiere
Así se ha hecho, en relación a los supuestos similitudes entre algunas posturas
perfiles femeninos esquemáticos de La exhibicionistas adoptadas por los cuerpos
Roche-de-Lalinde, y que se plantean como femeninos en la pornografía actual, con las
ideal estético compartido por comunidades manifestaciones rupestres. Con ello parece
en estos momentos. Representaciones estar insinuando la instauración del
femeninas como las de La Magdelaine des mercado del sexo ya desde los orígenes.
Albis, en la que dos mujeres se muestran Concretamente se refiere a las figuras
recostadas placidamente, curiosamente femeninas aparecidas en Le Gabillou, y los
han sido interpretadas en una actitud bajo relieves de La Magdeleine y algunos
erótica y de excitación. Para algunos de los frisos esculpidos de Angles-sur-
autores sus posturas incitan a pensar en la l'Anglin.
desnudez como acto expositivo del que Finalmente señalar que el androcen-
nacen sentimientos sexuales relacionados trismo y conservadurismo que impera aún
con el placer y el gozo masculino. Hay en nuestra disciplina queda expuesto
quienes incluso afirman que sin duda, abiertamente en obras relativamente
podrían calificarse como imágenes eróticas recientes donde se esgrimen enunciados
de actualidad. Una interpretación parecida que pretenden dirigir la mirada de quienes
se da al friso de Angles-sur-l'Ánglin, en el puedan contemplar imágenes del “arte
que un grupo de mujeres muestra paleolítico” (Angulo y García2005)5.
simplemente sus cuerpos. La norma
derivada en este caso es simple y cruel: un
5. Es el caso de la obra de Angulo y Garcia (2005)
cuerpo femenino sin cubrir puede ser donde se vierten enunciados como los que siguen a
motivo de provocación. Suponemos que continuación: "El sexo es consumista: se fav orece el
razones de este tipo son las que han culto a la imagen externa y la promiscuidad" (Angulo
conducido a la aparición del hiyab o el y García 2005: 15). "Debemos darnos cuenta de que
algunos paraísos del turismo sexual son tristemente
burka... Sobran comentarios al respecto. los lugares pobres en los que el comunismo fue más

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Universidad de Cádiz
¿Tal como éram os? Reconstrucciones, ficciones y diseños en la interpretación de las
representaciones figurativas de las sociedades ágrafas

Trabajos que intentan proyectar unas hallan también en lugares de


normas morales claramente demarcadoras enterramiento, depositadas en las tumbas
de lo que es bueno-malo, condenando la a modo de ajuar, al tiempo que comienzan
libertad sexual (promiscuidad), criminali­ a aparecer figuras masculinas (Sanahuja-
zando la homosexualidad al nivel de la Yll 2007).
pederastia, y ocultando y banalizando la Pero, ¿de dónde surge la idea de la
violencia contra las mujeres al hacerla llamada “Diosa Neolítica”? ¿Por qué ha
pasar por un asunto de orden estético, a la habido una proliferación de estudios tan
vez que se hace responsables a las propias amplia dedicados a la idea de una “Diosa
víctimas. Madre” en las últimas décadas? ¿Por qué
este pensamiento ha seducido no solo a los
4.3. ¿Diosas Madre de la Fertilidad, de la sectores académicos sino también al
Abundancia, de la T i e r r a .? público en general? Sin duda, esta creencia
Asociado a la introducción de técnicas hay que ponerla en relación con la idea de
agrícolas y ganaderas, la bibliografía la existencia de una sociedad Matriarcal
arqueológica sigue reproduciendo la falsa anterior al Patriarcado. Partiendo de
idea de que existe un periodo denominado presupuestos como este se ha venido
“Neolítico”, que reitera la vieja concepción afirmando que este tipo de representa­
de los estadios evolutivos universales ciones serían figuraciones de “Diosas
(Castro-Martínez et al. 2005). En Madres”, representativas de un
asociación a las sociedades que empezaron matriarcado prehistórico arcaico, propio
a practicar la agricultura y la ganadería en de sociedades simples, con un escaso
el Sudoeste Asiático y en Europa, aunque desarrollo, que inevitablemente van a ser
en cronologías dispares, se han venido sustituida por el Patriarcado como forma
situando una serie de Representaciones suprema de organización social (Bachofen,
Figurativas que muestran a mujeres en un 1861). Una visión evolucionista y unilineal
estado avanzado de gestación, en el de los procesos sociales, anclada en la
momento del parto, con criaturas de corta clásica idea de la derrota histórica del sexo
edad en los brazos e incluso amamantado. femenino y avalada por la obra de Engels
Generalmente se trata de estatuillas en (1891).
bulto redondo aunque también se Sin duda, el tema de “la Diosa”
documentan grabados y relieves. Estas constituye un campo floreciente en los
figurillas se suelen asociar a la denominada estudios de las mujeres más allá de nuestra
“Diosa Neolítica” o “Diosa Madre”, disciplina. Así, la diosa se ha relacionado
relacionada con la fecundidad-fertilidad. con ideologías tan diversas como el
En el Próximo Oriente aparecen hacia el cristianismo, el eco-feminismo, el
IX milenio cal ANE, y se localizan ecologismo y la brujería. En cada uno de
fundamentalmente dentro de las unidades estos “la Diosa” se toma como ya dada,
domésticas, cerca de los hogares y también como algo que está desde siempre, desde
en fosas. Con posterioridad entre el VI y el los orígenes. Se trataría de adoptar un
V milenios cal ANE, en zonas al norte de espíritu común, una especie de cadena
Mesopotamia, las figuritas aparecen tanto ininterrumpida del Ser- Diosa. A todas
en contextos domésticos como luces, una expresión suprema del más puro
extradomésticos. Y finalmente, durante el esencialismo, sin ningún tipo de anclaje en
IV milenio dichas representaciones se lo material, y enraizado en el concepto de
identidad, tan ligado, igualmente, a los
dominante y anuló otros valores religiosos y de movimientos nacionalistas.
fam ilia" (Angulo y García 2 0 0 5 :1 6 ). “En un mundo sin Este tipo de presupuestos fueron
dificultades proliferan com portam ientos sexuales abanderados por autoras como Gimbutas,
como la homosexualidad, el sexo con infantes y el considerada erróneamente como feminista.
cibersexo, poco o nada productivos" (Angulo y García
Contrariamente se trata de una fiel
2 0 0 5 :1 6 )."Las mujeres en edad puberal se infringen
gustosam ente esas deform aciones para llegar a ser representante de lo que denominamos
más apetecibles.” (Angulo y García 20 0 5 :1 6 ). ArqueoteologíayArqueoestética. Esta autora
afirmaba que, tanto las figurillas

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 97-118 113


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ESCORIZA-MATEU, Trinidad y CASTRO-MARTÍNEZ, Pedro

“paleolíticas” como otras representaciones potencian la fertilidad de la Diosa”


femeninas procedentes de sociedades (Rodríguez 1999). Con ello se pretende
agrícolas, eran la prueba de la existencia de restar protagonismo a la mujer en el hecho
una deidad femenina exponente de una de dar vida.
sociedad matriarcal donde reinaba el amor Sin embargo, es muy significativo que
y la preocupación por los demás. Así, en muy pocos/as autores/as se hallan
contra de las evidencias materiales cuestionado qué supuso realmente el inicio
halladas, sostenía que el ajuar funerario de de las prácticas agrícolas y ganaderas para
las necrópolis de lo que denominaba la el colectivo femenino (Castro-Martínez et
Europa Antigua, ponían de manifiesto la al. 2005). Estas imágenes interpretadas
existencia de una sociedad igualitaria, siempre como “Diosas Madre”, “Diosas de
matrilineal, pacífica y amante de las artes. la Fertilidad”, felices y gozosas, ¿no tienden
Incluso, basándose en el análisis de las quizás a ocultar que en algunas
figuritas, declaró la existencia de comunidades las consecuencias de las
diferencias entre los pueblos pacíficos y técnicas agroganaderas pudieron suponer
cultos de lo que denominaba la Europa más trabajo para las mujeres?, ¿cuál fue la
Antigua, y los invasores indo-europeos, división sexual del trabajo existente?, ¿se
patriarcales, jerárquicos y amantes de la dieron desequilibrios en el reparto de los
guerra (Meskell 1995). Contrariamente, no trabajos?, ¿existen indicadores de
se han documentado pruebas materiales explotación? Todas estas son cuestiones
que avalen la existencia de matriarcados, ni apenas tratadas cuando se habla de “Diosas
de instituciones religiosas, ni del culto a Madre”.
dioses o diosas, ni de una supuesta unidad Representaciones de mujeres contem­
religiosa. Todo ello es, nuevamente, pura pladas exclusivamente como Diosas, como
especulación. Además, el hecho de enterrar principio de creación, fertilidad, muerte y
a los/as muertos/as y depositar hasta regeneración de vida. Figuras de
determinado tipo de objetos, no presupone mujeres que también han sido
ningún tipo de sentimiento religioso y/o denominadas, “Madres sustitutivas”, como
culto. las identificadas en el yacimiento de Tell
Movimientos de la Diosa que también es-Sawwan en Irak y halladas en tumbas
apoyan una visión esencialista de la mujer, de criaturas. Al respecto se ha sugerido que
ligada exclusivamente a sus funciones se colocaban allí como sustitutas de la
como reproductora y cuidadora, pero sin madre real, madres cuidadoras incluso más
considerar estas actividades como un allá de la vida. Sin duda, en muchas inter­
trabajo económico. En relación con este pretaciones realizadas se han aplicado las
tema es muy significativa la interpretación ideas de Jung y su teoría de los arquetipos.
dada a la representación de dos Según este autor, había un arquetipo
antropomorfos (masculino y femenino) y primero, el de la madre representado como
que se conocen con el nombre de "Los diosa omnipotente y siempre presente
amantes de Gulmenita" (Rumania) (Vm). A (Husain 1996).
simple vista se trata de una pareja que Por último, mencionar las declaraciones
muestra sus atributos sexuales. Sin vertidas por algunos investigadores (J.
embargo, se han interpretado como la Kuzmanovic-Cvetkovic) sobre algunas de
primera muestra conocida del ritual del las figuritas femeninas procedentes del
matrimonio sagrado de “la Diosa” con un yacimiento de Plocnik-Vin^a (Servia): "de
“Dios fertilizador”. La Mujer/Diosa lo es a acuerdo con las figuras que hemos
través de la figura masculina del Dios, es encontrado, las mujeres jóvenes vestían con
decir, complementariedad y dependencia esmero, con los mismos tops y minifaldas
como norma necesaria incluso entre los que cualquier chica de hoy. Y con brazaletes
dioses/as. Lecturas parecidas tienen en los brazos". De ello deriva una sociedad
ciertas represtaciones masculinas que preocupada por la estética, la belleza y la
parecen llevar un báculo u hoz en las atención a los niños. Nuevamente
manos denominadas como “Dioses de la afirmaciones como esta vuelven a generar
Vegetación” y/o “Espíritus masculinos que titulares de prensa como el que sigue:

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Universidad de Cádiz
¿Tal como éram os? Reconstrucciones, ficciones y diseños en la interpretación de las
representaciones figurativas de las sociedades ágrafas

"Minifaldas en la Prehistoria"6. este tipo de “recreaciones” falseadas y qué


se pretende con ello?
4.4. Manifestaciones Rupestres "Post- Cuando nos detenemos a contemplar las
paleolíticas” escenas de las pinturas “levantinas”, estas
Las manifestaciones conocidas como nos muestran una división del trabajo en
“Arte Rupestre Levantino” constituyen un función del sexo, de la que se deduce una
buen ejemplo a considerar en relación al disimetría en el reparto de trabajos que
tema que estamos tratando. A lo largo de apunta a que el colectivo femenino pudo
los últimos años, hemos venido analizando ser un grupo social de cuyo trabajo se
y profundizando en diferentes aspectos en beneficiaron los hombres, sin generar las
relación con estas Representaciones compensaciones materiales adecuadas
Figurativas que se resuelven en un buen (Escoriza-Mateu 2002a). Para llegar a esta
número de obras conclusivas. Esta es la conclusión analizamos la totalidad de las
razón por lo que no vamos a reiterar actividades económicas figuradas, y
nuevamente lo expuesto en trabajos comprobamos que el colectivo femenino se
anteriores y por lo que abordaremos representa llevando a cabo la mayoría de
brevemente esta evidencia arqueológica. estas actividades, y que también
Ya planteamos que las interpretaciones participaba ampliamente en las político-
generadas desde el presente sobre el “Arte ideológicas.
Rupestre Levantino” y, en concreto, el Por otra parte, pudimos ratificar que la
papel dado a las mujeres en ellas como caza, la actividad económica más
productoras y mantenedoras de vida, no se representada, y en la que cobra un especial
correspondía con lo que se mostraba en las protagonismo la figura masculina, no era la
escenas de muchos paneles, ni con la forma prioritaria de obtener alimentos,
información de tipo económico procedente pues así lo mostraban las actividades
de los contextos arqueológicos económicas documentadas en un buen
recuperados, que podíamos considerar número de yacimientos, presumiblemente
sincrónicos (Escoriza-Mateu 2002a). coetáneos de las representaciones
Evidentemente, el cambio de paradigma rupestres. Pero además, pudimos
con respecto a lo que hasta entonces se recuperar en algunas de esas escenas
había afirmado, se debía a que partíamos mujeres que, a modo de ojeadoras, se
de un concepto de Trabajo arraigado en el integraban en las batidas de caza. Esta
Materialismo Histórico y en algunos circunstancia no había sido mencionada
aspectos de la Teoría de la Diferencia con anterioridad en esta dirección. Y en el
Sexual. Este hecho significó tildar de caso de hacerse, simplemente se
económicas muchas actividades que las frivolizaba desde el más puro y ramplón
mujeres (según lo figurado) realizaban y ideario patriarcal.
que la investigación hasta entonces De igual forma comprobamos que
procuró silenciar o desvirtuar con sus actividades fundamentales, como dar vida
interpretaciones. Es decir, insistimos en y el mantenimiento de los individuos, o no
que desde el pasado, lo que se representó se representaban, o bien, no se figuraron.
fue en ocasiones falseado, e incluso, se ¿Cuál es la razón de pretender falsear la
silenciaron e invisibilizaron determinados realidad social en el pasado? y ¿por qué se
tipos de actividades económicas sigue manteniendo esta visión en el
relacionadas con el colectivo femenino presente por parte de la investigación?
(Escoriza-Mateu 2005). Por lo tanto, se ¿Por qué si nos hallamos ante indicadores
socializó una visión no acorde con la de una situación de explotación económica,
realidad social que aconteció, circunstancia contrariamente se afirma estar ante una
ésta que tampoco fue desenmascarada situación de simetría, de reparto de
desde el presente hasta hace relativamente trabajos equitativo y de complementa-
poco tiempo. Pero, ¿por qué se plantean riedad entre sexos? ¿Por qué si a todas
luces es sorprendente que las futuras
6. http://www.xatakaciencia.com/antropologia/ madres, las mujeres gestantes, no se
minifaldas-en-la-prehistoria representen, esta excepcionalidad no se

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 97-118 115


Universidad de Cádiz
ESCORIZA-MATEU, Trinidad y CASTRO-MARTÍNEZ, Pedro

cuestiona? refiere, no me convence la tendencia


La intención es clara, ocultar la dominante en un buen número de
explotación que sufre el colectivo femenino trabajos que insiste en la posición de
en determinados momentos en las victimas que siempre y en todo lugar
sociedades ágrafas e invisibilizarlo de cara nos hemos visto obligadas a ocupar. No
al presente. De esta manera se proyectan me convence por vincularse a un tipo de
imágenes y estereotipos acordes al política asistencial que sumerge a las
pensamiento patriarcal dominante desde el mujeres en una miseria simbólica que
pasado al presente como un continuum. impide nuestro propio crecimiento.
Además, es muy significativo que en la Tampoco deseo que la investigación
bibliografía sobre estas representaciones, basada en las mujeres favorezca la
en el caso de las mujeres que “no parecen” guetización del saber que producimos.
estar llevando a cabo ninguna actividad de Es necesario transmitir y divulgar una
tipo económico, se las descalifique con historia que nos signifique para
apelativos como, pasivas, aisladas, sin potenciarnos y, al mismo tiempo,
actividad, asténicas y/o enajenadas en su autosignificarnos. Hemos de recuperar
aspecto físic o ., siempre lecturas negativas. las genealogías femeninas destruidas
Y ¿por qué al afirmar que podemos hablar por el patriarcado y extend erlas. Lo
de actividad de relación entre mujeres en que si pretendo es una transformación
aquellas escenas donde éstas aparecen de de los mecanismos de validación del
pie o sentadas pero tranquilas, provoca en conocimiento y una intervención en el
algunos colegas carcajadas de hilaridad? mundo en el que vivo siendo mujer”.
Todo lo anteriormente expuesto nos (Sanahuja-Yll 2002).
lleva a afirmar que las especulaciones
sobre el “Arte Rupestre Levantino” se 5. Bibliografía
utilizan para proyectar y reafirmar toda ANGULO, Javier, GARCÍA DÍEZ, Marcos
una serie de normas y estereotipos muy 2005: Sexo en Piedra. Sexualidad,
reconocibles: las mujeres desde siempre Reproducción y Erotismo en la Época
han trabajado menos que los hombres, han Paleolítica. Luzán. Madrid.
tenido menos cargas laborales y BACHOFEN, Johann Jacob1861 (1987): El
responsabilidades, las actividades más Matriarcado. Una investigación sobre la
arriesgadas las llevan a cabo los hombres, ginecocracia en el mundo antiguo según su
cuando se junta un grupo de mujeres solo naturaleza religiosa y jurídica. Akal.
hablan y no hacen n a d a . Sin embargo, esta Madrid.
manifestación, a pesar de lo aparentemente BOURDIEU, Pierre 2000: La dominación
mostrado desde el pasado, e interpretado masculina . Anagrama. Barcelona.
desde el presente, nos ha servido para CASTRO-MARTÍNEZ, Pedro V., ESCORIZA-
comprobar que la realidad material no es MATEU, Trinidad2009: “Lugares Reales y
como se muestra, ni como se interpreta. Es Lugares Ideales. Mujeres y Hombres:
decir, las manifestaciones “levantinas” son Realidad e Ideología en Arqueo-
utilizadas cual cánones de conducta- logía”.Cuadernos de Prehistoria de la
identidad deseables para las mujeres Universidad de Granada, 19, pp. 37-64.
dentro del modelo patriarcal. En definitiva, CASTRO-MARTÍNEZ, Pedro V., ESCORIZA-
este es otro buen ejemplo para ver como MATEU, Trinidad, SANAHUJA-YLL, Encarna
los estudios sobre construcciones 2003: Mujeres y Hombres en Espacios
identitarias reestructuran significados que, Domésticos. Trabajo y Vida Social en la
subidos al tren en marcha del Prehistoria de Mallorca (c. 700-500 cal
universalismo, sirven para fabricar ANE). El Edificio Alfa del Puig Morter de Son
pasados acordes a los intereses Ferragut (Sineu, Mallorca). Archaeopress
patriarcales actuales (Juliano 2006). Oxford. (British Archaeological Reports,
Vamos a terminar con unas palabras de International Series, 1162).
Encarna Sanahuja-Yll recogidas en su obra: CASTRO-MARTÍNEZ, Pedro V., ESCORIZA-
Cuerpos sexuados. Objetos y prehistoria. MATEU, Trinidad, FREGIRO MORADOR,
“En lo que a los estudios de mujeres se María Inés, OLTRA PUIGDOMENECH,

116 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 97-118


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Revista Atlántica-Mediterránea 13, pp. 119-134
BIBLID [1138-9435 (2011) 1-158]

UNA PROPUESTA DE ESTUDIO PARA EL ANALISIS DE LA DIVISION SEXUAL DEL


TRABAJO ENTRE LAS COMUNIDADES DEL VI-IV MILENIOS CAL ANE EN EL NORDESTE
PENINSULAR. LAS REPRESENTACIONES FIGURATIVAS, LOS LUGARES DE
HABITACIÓN Y LOS ESPACIOS FUNERARIOS

A PROPOSAL FOR THE ANALYSIS OF SEXUAL DIVISION OF LABOR BETWEEN THE


COMMUNITIES OF VI-IV MILLENNIA CAL ANE IN THE NORTHEAST OF IBERIAN
PENINSULA. FIGURATIVE REPRESENTATIONS, HABITATION SPACES AND PLACES OF
BURIAL

Raquel PIQUÉ I HUERTA (*) y Trinidad ESCORIZA-MATEU (**)

*Departament de Prehistoria. Universitat Autónoma de Barcelona. Campus Universitari.


08193. Bellaterra. raquel.pique@uab.cat

**Departamento de Historia, Geografía e Historia del Arte. Universidad de Almería.


Carretera de Sacramento x/n. Cañada de San Urbano. 04120. Almería. tescoriz@ual.es

Resumen: Se presenta una propuesta de estudio para el análisis de la división sexual del
trabajo en el NE Peninsular y para determinar si esta comportó la discriminación del
colectivo femenino. Por una parte, las representaciones figurativas del Arte Rupestre
Levantino nos permitirán un acercamiento a los trabajos realizados por mujeres y
hombres; por otra parte el análisis de los contextos arqueológicos del NE peninsular será
crucial para determinar el peso económico que tuvieron dichos trabajos para estas
comunidades. En una primera aproximación podemos concluir que las representaciones
de los trabajos no se corresponden con la importancia que tuvieron éstos en la realidad de
las actividades económicas.

Palabras claves: División sexual trabajo, neolítico, NE peninsular, representaciones


figurativas

Summary: We present a proposal for the analysis of the sexual division of labor in the NE
Peninsular and to determine if it behaved female collective discrimination. On the one
hand, the figurative representations of Levantine Rock Art will allow us to approach to the
work done by women and men; on the other hand the analysis of archaeological contexts
of peninsular NE will be crucial for determining the economic weight that had those jobs
for these communities. In a first approximation, we can conclude that the representations
of the work do not correspond with the importance they had in the reality of economic
activities.

Key words: Sexual division labour, Neolithic, NE of Iberian Peninsula, figurative


representations

Sumario: 1. Introducción. 2. Análisis de la división sexual de los trabajos y de las


relaciones de dominio y explotación entre sexos a partir de las representaciones
figurativas y los contextos arqueológicos. 3. Las actividades económicas en La Draga. 4.
Trabajos y sujetos según las representaciones figurativas del Arte Rupestre Levantino. 5.
Conclusiones y perspectivas. 6. Agradecimientos. 7. Bibliografía.

1. Introducción modelos de evolución humana y en la


La división sexual del trabajo se ha explicación de los atributos de las
considerado un modelo organizativo que sociedades humanas modernas. Sin duda
ha jugado un rol muy importante en los constituye un factor crucial de la opresión

Fecha de recepción del artículo: 15-X-2011. Fecha de aceptación: 30-X-2011.


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de las mujeres en aquellas sociedades de especulación. Creemos que estas cues­


donde el Patriarcado supone el dominio y tiones son básicas para comprender por
explotación del colectivo femenino por qué se mantiene una institucionalización
parte de los hombres. No obstante, poco se del reparto de tareas entre colectivos
sabe sobre el momento en que aparece la sexuales, pese a que no se sustenta en
justificación del Patriarcado sobre la base ninguna base física o biológica, sino en las
de la división sexual del trabajo, y menos políticas que cada sociedad implementa en
todavía como se convierte esa justificación su organización económica. Por esto
en un instrumento de discriminación hacia creemos fundamental dirigir la investi­
las mujeres. No olvidemos que nuestra gación hacia las sociedades ágrafas, que
especie, en tanto que su reproducción se representan la mayor parte de la historia
basa en la división en dos sexos, tiene, en el de la humanidad, y donde está por deter­
trabajo de gestar y parir a cargo de las minar cuando y donde aparecen tanto las
mujeres, una condición de división de políticas de distribución sexuada de
tareas entre hombres y mujeres, que afecta trabajos, como las ideologías que justifican
a todas las sociedades. Aunque esta relaciones patriarcales. También habrá que
circunstancia, en sí misma, no es discernir si estas políticas patriarcales han
imperativa para que se establezcan desaparecido en determinadas condiciones
divisiones de tareas en otros trabajos, ni históricas.
mucho menos, para que se justifiquen Si revisamos las evidencias arqueoló­
relaciones patriarcales (Castro-Martínez y gicas que permiten hablar de la división de
Escoriza-Mateu 2009, Escoriza-Mateu y tareas entre sexos en la prehistoria, vemos
Castro-Martínez 2009). que éstas son escasas y, cuando las
El hecho de que en todas las sociedades tenemos no podemos interpretar que, en
humanas actuales existe división sexual del estos casos, división sexual de los trabajos
trabajo, además de la que conlleva la sea sinónimo de discriminación hacia las
reproducción biológica, ha dado lugar a mujeres o de dominio y explotación en
considerar que esta forma de organización beneficio de los hombres, a no ser que
es universal, e incluso inevitable. Se ha podamos determinar que la mayor parte de
considerado una forma de organización cargas laborales recaigan sobre el colectivo
que se remonta casi a los orígenes de la femenino, y el beneficio sea para toda la
humanidad. No obstante, tenemos pocos colectividad (Castro Martínez et al. 2003).
datos sobre las formas de organización de A modo de ejemplo podemos citar los
las sociedades prehistóricas, y menos aún trabajos de Steven L. Kuhn y Mary C. Stiner
que permitan hablar de la existencia de (2006) que concluyen que no hay
una división sexual de todos los trabajos evidencias que permitan hablar de división
desde los orígenes de la humanidad. Pese a sexual de tareas en las comunidades
la falta de evidencias, la división sexual de neandertales. Aunque, evidentemente, el
los trabajos se presenta como algo hecho de dar vida (primera división
“natural” y prácticamente inherente a sexual) debemos recordar que existe en
nuestra especie. Gracias a esta naturali­ toda la historia de la humanidad. Otra
zación se siguen justificando los cuestión es como se gestiona, y otra cosa es
estereotipos de género y la discriminación, que no tengamos información sobre las
dominio y explotación de las mujeres distintas tareas a cargo de cada colectivo
(Castro Martínez et al. 2006a, Vila 2004, sexual, o bien que no se busque porque no
Vila y Estévez 2010). interesa. Hay un trabajo que indiscutible­
Pero cuándo, cómo y por qué surge la mente realizan las mujeres y no los
división sexual de los trabajos o por qué hombres: el dar vida. En esta especie hay
ésta derivó hacia la desvalorización del poca especialización tecnológica y subsis-
trabajo de las mujeres y la dominación tencial, y no hay evidencias de diferencias
(explotación, violencia contra las entre individuos, sea cual sea su sexo. Los
m u je re s.) por parte del colectivo mascu­ restos esqueléticos parecen indicar que
lino, siguen siendo una incógnita que, a hombres y mujeres presentan una
falta de evidencias, es generalmente objeto robusteza similar. Sin embargo, habría que

120 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 119-134


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Una propuesta de estudio para el análisis de la división sexual del trabajo entre las
comunidades del VI-IV milenios CAL ANE en el nordeste peninsular

analizar y visibilizar la situación de las información importante, cabe destacar los


mujeres en determinadas circunstancias: trabajos de Gibaja (2002, 2003) sobre las
embarazos, partos, etc., pero ello necrópolis neolíticas del NE peninsular, a
generalmente nunca se piensa y, por lo partir de los cuales demuestra una
tanto, pasa desapercibido. Según esta asociación recurrente de ciertos instru­
autora no es hasta las sociedades de Homo mentos a individuos de sexo femenino o
sapiens que encontramos evidencias de masculino. Los datos del estudio de los
mayor diversificación de actividades y instrumentos líticos de los ajuares de las
mayor complejidad técnica. De ahí que necrópolis de inhumación de Sant Pau del
sostenga que la “división sexual del Camp, de Bobila Madurell y de Camí de Can
trabajo” fue una de las estrategias que Grau han llevado a este investigador a
habrían favorecido la expansión de nuestra concluir que existió una división sexual de
especie. los trabajos. Efectivamente, los ajuares
También existen diversos trabajos muestran que mujeres y hombres están
sobre los marcadores esqueléticos de los asociados a instrumentos diferentes: los
últimos grupos cazadores-recolectores útiles de caza representados por proyec­
holocénicos y primeras comunidades agrí­ tiles y geométricos, el instrumental pulido
colas que demuestran la existencia de una relacionado con el trabajo de la madera, el
determinada división sexual de los utilizado para el descarnado de los
trabajos. Destacan los trabajos realizados animales y, lo que sin duda es más llama­
sobre los restos esqueléticos de 47 tivo, los instrumentos de molienda estaban
individuos procedentes de yacimientos del asociados a las tumbas masculinas. En
Próximo Oriente (Eshed et al. 2004). Los cambio las tumbas femeninas presentaban
resultados obtenidos muestran marca­ ajuares donde predominan los instru­
dores esquelético-musculares de estrés mentos vinculados al trabajo sobre piel y
que pueden ser indicadores de división de los instrumentos en hueso. Por otra parte
los trabajos entre sexos. los instrumentos de siega aparecen
En el caso del NE peninsular los asociados a los hombres en Sant Pau del
estudios de marcadores esquelético- Camp, a las mujeres en Camí de Cal Grau y
musculares de estrés aplicados al recono­ a ambos en Bobila Madurell, por lo que se
cimiento de la división sexual de los propone que la siega sería una actividad
trabajos son todavía escasos. Cabe destacar colectiva en la que participarían diversas
los datos proporcionados por el yacimiento personas sin importar el sexo (Gibaja 2002,
de Sant Pau del Camp (Barcelona), datado 2003). Sin embargo el autor del estudio no
alrededor del 4000 cal ANE (Molist et al. se pronuncia sobre la posibilidad de que
2008). Los estudios paleoantropológicos estas diferencias implicaran relaciones de
muestran que hombres y mujeres reali­ dominio y/o explotación entre ambos
zaron trabajos diferentes (Estebaranz et al. sexos. Además, cabe señalar que pese a
2008). Concretamente los hombres esta tendencia se observan diferencias
presentaban un mayor desarrollo entre necrópolis que hay que tener en
muscular, apreciable en la morfología del cuenta, por ejemplo un grupo de mujeres
fémur y de la tibia, resultado de un mayor de Can Grau sí estaba asociado a
esfuerzo mecánico, que a modo de ejemplo proyectiles, y por otro lado las diferencias
los autores relacionan con la subida de entre ajuares son mayores en las
montañas. En cambio las mujeres presen­ necrópolis de cronologías más avanzadas.
taban valores superiores en las extremi­ Una hipótesis sobre la implantación de
dades superiores, con una inserción del una ideología patriarcal en cronologías
deltoides más desarrollada. Si bien no se entre c. 5000-3500 cal ANE ha sido
hace una valoración del significado de defendida recientemente (Castro Martínez
estas evidencias en términos de los et al. 2006b). Para ello se ha tenido en
trabajos realizados. cuenta que debió existir una división del
Junto a los marcadores esqueléticos los trabajo entre mujeres y hombres que
estudios de los ajuares en el caso de las favoreció al colectivo masculino y que
necrópolis se revelan como una fuente de estaría documentada en la ideología

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 119-134 121


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patriarcal del Arte Rupestre Levantino, en taciones que hacen que no sean aplicables
las diferencias de ajuares entre mujeres y a todos los períodos y áreas geográficas. Y
hombres, en la línea antes señalada por sobretodo, no resuelven la cuestión
Gibaja, así como en las disimetrías en la principal de cómo visualizar la explotación
dieta de ambos sexos, que suponen una por razón de sexo, y por lo tanto, de sexuar
mejor alimentación de los hombres. el pasado.
En Sant Pau del Camp el análisis de la
microestriación dental muestra diferencias 2. Análisis de la división sexual de los
entre hombres y mujeres que son resultado trabajos y de las relaciones de dominio
de las diferencias en la dieta (Estebaranz et y explotación entre sexos a p artir de las
al. 2008). Esto es interpretado como el representaciones figurativas y los
resultado de que la calidad de vida de contextos arqueológicos
hombres y mujeres era diferente. Estamos desarrollando un proyecto de
Igualmente los análisis de elementos traza investigación que pretende plantear el
sobre huesos humanos de Bóbila Madurell análisis de la división del trabajo entre
también indican dietas desiguales (Bardera sexos y de la existencia o no de dominio y
et al. 1996). Según ambos análisis los explotación sobre las mujeres desde una
hombres habrían tenido una dieta más perspectiva diferente. Una perspectiva que
cárnica que las mujeres, dato este podíamos denominar materialista y femi­
fundamental de cara a plantear la posible nista. Este proyecto de investigación
existencia de beneficios sociales cuenta con la participación de investiga­
disimétricos. doras de la Universitat Autónoma de
Por otra parte, en la necrópolis de Can Barcelona, de la Universidad de Almería y
Gambús se observa que entre los del Museu d'Arqueologia de Catalunya. El
individuos seniles predominan los proyecto se encuentra en su fase inicial,
hombres (3), lo que se interpreta como por lo que vamos a exponer aquí sus direc­
resultado de la existencia de unas condi­ trices e hipótesis de partida.
ciones de vida más duras entre las mujeres Partimos de dos tipos de datos, por un
que fallecerían antes (Roig et al. 2010). lado el peso de las actividades económicas
Aquí habría que mencionar, el beneficio de las primeras comunidades agrícolas y
recibido por los diferentes colectivos ganaderas, que, grosso modo, se situarían
sexuales de los trabajos de mantenimiento entre los milenios VI° y IV° cal ANE. Por el
de individuos y que podría haber favore­ otro las manifestaciones y/o representa­
cido y contribuido a la mayor longevidad ciones figurativas, conocidas tradicional­
masculina. Sin olvidar que en la mortalidad mente como Arte Rupestre Levantino.
femenina a lo largo de la historia ha tenido Hemos tomado como referente en una
una incidencia determinante el riesgo primera instancia el yacimiento de La
asociado al trabajo de gestar y parir. Draga (5300-4800 cal ANE), para poste­
Estos pocos ejemplos parecen apoyar la riormente ampliar los datos con otros
hipótesis de que, a través de la arqueología, yacimientos del VI°-IV° milenios en el NE
podemos estudiar la división de tareas peninsular. Así mismo, se analizan las
entre sexos en determinados grupos del representaciones figurativas del valle del
pasado (Escoriza Mateu 2002b). No Ebro y comarcas del litoral y prelitoral
obstante, hay que señalar que los estudios central de Cataluña, dada su mayor proxi­
publicados presentan pocas veces los datos midad geográfica con el citado yacimiento.
desglosados por sexos, por lo que la mayor Somos conscientes de la distancia
presencia de ciertos marcadores esquelé­ geográfica con la localización de La Draga,
ticos o de patologías en uno u otro sexo no en el extremo Nordeste ibérico, pero sin
está demasiado clara. Por lo tanto, los embargo forman parte de una misma
estudios de marcadores esqueléticos se unidad geográfica. A pesar de esta
muestran como una vía exitosa para circunstancia, el yacimiento de La Draga
abordar el estudio de las cargas laborales y (Banyoles) ofrece en relación a otros
su distribución entre colectivos sexuales. ciertas ventajas para llevar a cabo este
Sin embargo, presentan una serie de limi­ análisis, ya que la buena preservación de

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comunidades del VI-IV milenios CAL ANE en el nordeste peninsular

los instrumentos de madera relacionados instrumentos de trabajo y, por otra, las


con las actividades agrícolas, ganaderas y prácticas político-ideológicas implemen-
cinegéticas permite conocer aspectos de las tadas por estos grupos y que muestran, a
actividades económicas que están ausentes través de las representaciones figurativas,
en otros yacimientos del NE. Muchos de una determinada visión del trabajo reali­
estos instrumentos están también zado por uno u otro sexo. Dos vías
presentes en las representaciones figura­ complementarias y no excluyentes que
tivas por lo que podemos, por comparación permitirán una aproximación a la vida
con éstas, establecer de que sexo eran los social y a las condiciones materiales de los
sujetos sociales que utilizaron los instru­ colectivos sociales y sexuales.
mentos, es decir sexuar el pasado a través
del análisis de las imágenes de cuerpos 3. Las actividades económ icas en La
siempre sexuados. Por otra parte el yaci­ Draga
miento de La Draga ha proporcionado un El yacimiento de La Draga se localiza en
conjunto de restos bioarqueológicos único, Banyoles (Pla de l'Estany, Girona), en la
también en lo que se refiere a residuos orilla del lago de Banyoles. Los niveles
alimentarios, lo que permite evaluar la arqueológicos de La Draga están parcial­
importancia económica de las actividades mente sumergidos en el lago de Banyoles
realizadas. en su sector oeste, mientras que el resto se
Por su parte, las representaciones encuentra en la orilla, una parte dentro del
figurativas han sido estudiadas desde una nivel freático y otra un poco más elevada
perspectiva feminista y materialista por (Bosch et al. 2000, 2006). Lo que ha permi­
Trinidad Escoriza Mateu (2002a), quien ha tido una muy buena conservación de la
enfatizado la existencia de una división materia orgánica. Por este motivo se han
sexual de tareas, según lo representado, en conservado restos de madera que corres­
la que el colectivo femenino aparece como ponden a las estructuras habitacionales y
un colectivo explotado. Y aunque no se una serie de instrumentos o partes de éstos
tienen dataciones absolutas sobre las confeccionados con madera o fibras
representaciones figurativas del Arte vegetales. Los restos corresponden a un
Rupestre Levantino, sí existen indicios que asentamiento al aire libre ocupado por una
permiten considerar que podrían haber comunidad que practicaba el cultivo de
sido realizadas por las primeras sociedades cereales y la ganadería.
agrícolas y ganaderas del Arco Las excavaciones llevadas a cabo desde
Mediterráneo Ibérico, y que, al menos en inicios de los años 90 del s XX han
parte, fueron sincrónicas a la ocupación de permitido evidenciar al menos dos fases de
La Draga. ocupación. Durante la primera de ellas se
Así parece avalarlo las superposiciones documenta la construcción de estructuras
de figuras de estilo levantino sobre figuras habitacionales de madera, circunstancia
del denominado estilo macroesquemático, claramente identificada en las campañas de
las dataciones del arte esquemático (cueva excavación efectuadas entre 1991-2002.
de La Pileta, Málaga) en torno al 2500 cal Durante el segundo episodio se llevó a cabo
ANE, y las dataciones obtenidas en los la construcción de un pavimento de
contextos con cerámica de estilo cardial bloques de travertino que se superpone y
alrededor de 5500-5000 cal ANE. Según que sella el nivel inicial amortizado de las
esto podemos concluir que esta manifes­ estructuras de madera (Bosch et al. 2011).
tación puede ser coetánea o posterior al Esta circunstancia ya se vio de forma
estilo macroesquemático y anterior al parcial en algunos sectores durante las
estilo esquemático, y por lo tanto, compar­ campañas anteriores, si bien no parece que
tiría tiempos con los contextos datados del todo el yacimiento presente la misma
asentamiento de La Draga, que como dinámica ocupacional.
hemos señalado pueden situarse en torno Las dataciones obtenidas hasta el
al 5300- 4800 cal ANE. momento permiten situar la ocupación
Partimos así de dos tipos de evidencias. durante la segunda mitad del VI milenio,
Por una parte, contextos arqueológicos e hasta inicios del V. Los intervalos de las

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muestras procedentes de la fase I 2006).


presentan un intervalo comprendido entre Además de los instrumentos mencio­
4960 cal ANE hasta 5487 cal ANE, mientras nados en La Draga tenemos bien
que el intervalo correspondiente a la fase II representados los productos agrope­
se sitúa entre 4721 cal ANE y 5218 cal ANE cuarios. La agricultura cerealística está
(Bosch et al. 2011). Los materiales bien atestiguada por la abundancia de
arqueológicos muestran continuidad entre semillas carbonizadas, estas se presentan a
ambos momentos constructivos ya que no menudo en concentraciones aunque están
se aprecian cambios en las tradiciones presentes por todo el yacimiento. La
tecnológicas líticas o cerámicas. Ambos especie mejor representada es el trigo
episodios pueden situarse en un momento (Triticum aestivum/durum, Triticum
final del uso de las cerámicas de estilo dicoccum Sch.) seguida de la cebada
cardial. (Hordeum vulgare L., Hordeum vulgare L.
En su conjunto cabe destacar que las var. nudum) guisantes (Pisum sp.) y habas
diversas campañas de excavación llevadas (Vicia fa b a ) (Buxó et al. 2000, Antolín y
a cabo entre 1991 y 2005 ha proporcio­ Buxó 2011). Los recursos de recolección
nado un conjunto único de objetos de también están presentes, si bien en canti­
madera. Entre estos una buena represen­ dades poco significativas aparecen uvas
tación de instrumentos relacionados con silvestres (Vitis vinifera), endrinos (Prunus
actividades agrícolas, cinegéticas, de spinosa), piñas (Pinus pinea) y avellanas
mantenimiento y construcción (Bosch et al. (Corylus avellana).
ESPECIE NR %NR NMI %NMI
Bostaurus 888 30,7 8 10,9
Bos primigenius 46 1,6 2 2,7
Cervus elaphus 22 0,8 2 2,7
Sus domesticus 629 21,7 9 12,3
Sus scrofa 75 2,6 4 5,4
O vicaprinos 987 34,1 17 27,4
Ovis arias 122 4,2 8 12,9
Capra hircus 63 2,2 4 6,4
Capra pyrenaica 8 0,3 1 1,3
Capreolus capreolus 25 0,9 3 4,1
Canis fam iliaris 5 0,2 1 1,3
Vulpes vulpes 19 0,6 2 2,7
Oryctolagus cuniculus 2 0 1 1,3
E sp ecies d om éstica 2694 92,9 47 75,8
E sp ecies sa lv a je s 197 6,8 15 24,1
Figura 1. Frecuencia de las especies faunísticas determinadas y número mínimo de individuos (NMI) de
cada especie. Extraído de Palomo et al. 2005.

En lo que se refiere a los recursos como la primera representa una


ganaderos destaca la cabaña bovina (Bos proporción muy superior. La práctica de la
taurus), seguida de los ovicapridos (Ovis caza parece presentarse como no
aries y Capra hircus ) y suidos (Sus indispensable para la obtención de
domesticus) (Saña 2000, Saña 2011). Entre proteínas cárnicas (Palomo et al. 2005).
los recursos animales los domésticos son Esto contrasta con los instrumentos
mayoritarios mientras que los salvajes recuperados en La Draga. Entre los instru­
están representados apenas por un mentos agrícolas están representados las
porcentaje pequeño de los restos (Figura hoces (tanto los mangos como las láminas
1). Si comparamos la cantidad de carne de segar) y los palos cavadores (Figura 2).
potencialmente suministrada por los La abundancia de instrumentos agrícolas
animales domésticos y los salvajes, vemos se corresponde con una economía donde la

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agricultura cerealística tiene un papel alrededor de una cuarentena de palos


preponderante. Se han recuperado siete apuntados y biapuntados. Se trata de un
mangos de hoz (Figura 3), uno de ellos con conjunto que a priori puede parecer muy
la lámina de sílex todavía encajada en la heterogéneo en lo que se refiere a materias
ranura (Palomo et al. 2011). Por otra parte, primas empleadas para su fabricación
el análisis traceológico ha permitido (Buxus, Quercus, Corylus, Laurus, Arbutus,
identificar 42 piezas de sílex, láminas y Pomoideae). También es heterogéneo en lo
lascas, utilizadas para la siega de cereal, de que se refiere a sus dimensiones (longitud
éstas 18 eran láminas utilizadas por ambos y diámetro) y tipos de soporte empleados
bordes. En lo que se refiere a los palos (ramas apenas apuntadas en sus extremos,
cavadores es difícil concretar el número de cuartos y medios troncos segmentados).
ellos que efectivamente fueron utilizados Por lo que parece que posiblemente nos
para remover la tierra, el análisis funcional encontramos en realidad con instrumentos
se encuentra actualmente en curso. En La que pudieron haber tenido usos diversi­
Draga se han recuperado hasta el momento ficados

Figura 2. Objetos de madera del yacimiento neolítico de La Draga: 1. cuerda, 2. cucharón, 3. hoz, 4. peine, 5.
mango de azuela, 6. palo cavador.
Destaca la presencia de dos arcos de geométricos de sílex, puntas de hueso, de
madera de tejo, ambos fragmentados, y un asta e incluso de madera. La variedad del
conjunto de vástagos de madera y carcaj sorprende si tenemos en cuenta que
proyectiles muy diversos, compuesto por los productos de la caza representan un

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porcentaje muy pequeño del total de la las personas que la llevaban a cabo. Hemos
carne consumida. Por ello nos planteamos, visto que en las necrópolis los proyectiles
para el caso de La Draga, que posiblemente están principalmente asociados a
los arcos tuvieron otras funciones no individuos masculinos, cronológicamente
estrictamente relacionadas con la actividad estas necrópolis son más recientes que La
cinegética (Palomo et al. 2005). En este Draga pero este rasgo es recurrente incluso
caso una ideología que otorgaba un status en necrópolis de cronologías diferentes.
social distintivo a la actividad cinegética y a

Figura 3. Hoces de madera del yacimiento neolítico de la Draga. 1 a 5 mangos de hoz y hoces. 6 mango en
proceso de elaboración.

Además se han recuperado contene- espátulas, peines, un instrumento para


dores de madera y cestos, cucharones y batir, cuerdas y lianas y otros objetos

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muchos de ellos relacionados con De la misma manera nos permitirá ver cual
actividades de mantenimiento (procesado es y cómo es la representación ideológica
de alimentos, distribución y consumo) si que se hace del trabajo y que se socializa
bien en otros casos desconocemos la en la comunidad. En definitiva, nuestro
función que pudieran tener (Bosch et al. interés es analizar los signos figurados
2006). Un caso aparte son los mangos de aunque a su significado es imposible
azuelas, generalmente relacionados con el acceder. Insistimos una vez más en que no
trabajo de la madera y que como hemos podemos presuponer que existan
visto en las necrópolis aparecen general­ determinados trabajos exclusivos de un
mente asociados a los individuos sexo, excepto la producción de cuerpos.
masculinos. Esto mangos de azuela tienen Una primera aproximación desde esta
diferentes tamaños y están producidos con perspectiva a las representaciones de los
materias primas diversas (roble, pino, tejo, paneles levantinos muestra que existe una
boj y juníperos), por lo que es posible que clara división sexual de las tareas: las
pudieran tener también un uso más diver­ representaciones masculinas siempre
sificado (Bosch et al. 2008). están asociadas a actividades de caza
mientras que las representaciones
4. Trabajos y sujetos según las femeninas se asocian a actividades
representaciones figurativas del Arte agrícolas, ganaderas y cuidado de las
Rupestre Levantino. criaturas (Escoriza Mateu 2002a). En
Hemos señalado que el objetivo del muchas de estas representaciones es
proyecto es determinar si existió una posible identificar los instrumentos
división sexual de los procesos de trabajo utilizados en estas actividades (Figuras 4, 5
donde pudieran estar involucrados y 6): arcos, palos cavadores, contenedores,
mecanismos de dominio y explotación por azu elas, generalmente confeccionados en
razón del sexo en las primeras sociedades madera y que no tenemos representados
agrícolas y ganaderas del NE peninsular. en los yacimientos arqueológicos
Consideramos que para alcanzar este mediterráneos si no es debido a algún
objetivo es necesario visibilizar tanto los proceso excepcional de preservación como
trabajos realizados como el sexo de los es el caso de La Draga. Uno de los objetivos
sujetos sociales que lo llevaban a cabo, así será comparar los instrumentos de La
como el peso económico (con sus dos Draga con las representaciones levantinas
planos: el valor en trabajo social y el valor de manera que podamos sexuar las
del uso social de los productos obtenidos) actividades representadas en el yacimiento
y la valoración ideológica que se daba a y evidenciar posibles reparticiones
estos trabajos1. espaciales de estas actividades, en
En las representaciones del Arte definitiva hacer una lectura de las
Rupestre Levantino podemos ver qué tipos actividades y de las áreas donde se llevan a
de trabajos aparecen figurados, qué clase cabo desde una perspectiva de la división
de instrumentos aparecen representados y del trabajo entre colectivos sexuales.
cuáles no, en manos de quien se Las representaciones figurativas y su
encuentran y que sujetos quedan excluidos confrontación con los datos de La Draga
de determinados trabajos a nivel nos han de servir también para determinar
figurativo, así como la división sexual del el peso económico que tuvieron estas acti­
trabajo figurada. Esto último es de gran vidades de cara a la dieta del grupo, y su
importancia ya que nos permitirá contrastación con la valoración ideológica
acercarnos a la representación ideológica de esas actividades que nos muestra el arte
de la aportación que cada colectivo sexual rupestre. Creemos que es en esta
hace a la comunidad y si existen políticas valoración del trabajo, así como de las
de reciprocidad o, contrariamente, de cargas laborales que comportan para cada
explotación en la organización del trabajo. colectivo, donde se asienta la posibilidad
de determinar la existencia de disimetrías
1. Para ver una propuesta del análisis arqueológico en los trabajos realizados por mujeres y
del valor ver: Barceló et al. 2006 hombres, y de sugerir la existencia de unas

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relaciones de carácter patriarcal. En las se han encontrado dos arcos, mientras que
representaciones levantinas la mayoría de en cambio se encontraron siete hoces y una
las escenas se corresponden con cuarentena de palos apuntados y biapun-
actividades de caza protagonizadas por tados lo que refuerza la idea de la mayor
hombres, en cambio las representaciones importancia de las actividades agrícolas y
de actividades agrícolas y ganaderas, ganaderas (Bosch et al. 2006). Esta dife­
protagonizadas todas ellas por mujeres, rencia pone de manifiesto que lo que se
son muy escasas. Como hemos señalado en muestra socialmente y se socializa al resto
el caso de La Draga el producto de la caza de la comunidad por los poderes domi­
representa un porcentaje pequeño del total nantes, no se corresponde con lo que
de carne consumida (Palomo et al. 2005, realmente sucede (actividades econó­
Saña 2011) mientras que los productos micas) en los asentamientos documentados
agrícolas y ganaderos son los más abun­ en los yacimientos registrados, como La
dantes. Además en el conjunto de Draga
instrumentos de madera de La Draga sólo

í /
í/ E

A ; C ueva de la V ieja {A lpera, A lbacete). Según C abré { 1 9 1 5 ; fig. 97),


B : A brigo del C iervo (D os A guas, V alencia). Según Jordá y A lca ce r ( 1 9 5 1 : lám. III).
C : C ueva R e m ig ia (A res del M aestre, C astelló n). Según Viñas y S a rn a ( 1 9 7 8 : F ig. 2).
D : B e n in a m a (V alí de G allin era, A lican te). A brigo I. Panel 4. S eg ú n H ernández, Ferrer y C atalá ( 1 9 8 8 : fig. 2 6 5 ).
E : C ovas deis C iv il o R ibesuls (T irig, C astellón ). A brigo 111. Según O b e rm a ie ry W eraert ( 1 9 1 9 : lám . V II).
Figura 4. Escenas donde se representan hombres portando arcos.

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Una propuesta de estudio para el análisis de la división sexual del trabajo entre las
comunidades del VI-IV milenios CAL ANE en el nordeste peninsular

Figura 5. Escenas donde se representan mujeres con instrumentos indeterminados, algunos de estos
podrían ser palos cavadores.

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Universidad de Cádiz
PIQUÉ I HUERTA, Raquel y ESCORIZA MATEU, Trinidad

Figura 6. Escenas donde se representan mujeres con instrumentos indeterminados similares a mangos de
azuela (c) y mangos de hoz (a y b).

Un segundo objetivo operativo sería, fueron obtenidos, de manera que podamos


por tanto, obtener los datos que permitan estimar el peso real de la caza respecto a
reafirmar esta hipótesis. Partiremos tanto las actividades agroganaderas.
de los datos obtenidos en el yacimiento de
La Draga, como de otros yacimientos del 5. Conclusiones y perspectivas
Arco Mediterráneo. Nos planteamos un Hemos presentado aquí una primera
análisis de los datos publicados para las aproximación a la problemática y a nuestra
cronologías objeto de estudio (VI-IV propuesta para acercarnos al análisis de la
milenios cal. ANE), sobre los alimentos división sexual del trabajo existente en las
consumidos y sobre la manera en que comunidades del VI al IV milenios cal ANE.

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Universidad de Cádiz
Una propuesta de estudio para el análisis de la división sexual del trabajo entre las
comunidades del VI-IV milenios CAL ANE en el nordeste peninsular

Creemos que este tipo de aproximación 6. Agradecimientos


tiene un gran potencial para determinar la Este proyecto ha recibido financiación
existencia de disimetría social entre del Institut Catalá de la Dona, convocatoria
mujeres y hombres. Este primer esbozo y subvenciones a universidades para
las hipótesis surgidas deben ser proyectos de investigación y actividades
contrastados con un estudio más detallado formativas 2010 (U-75/10 Els origens de la
tanto de las representaciones figurativas divisió sexual del treball: Treball femení i
como de los contextos arqueológicos. Tan desigualtat durant el neolític) y del
sólo con la confrontación de ambos Ministerio de Ciencia e Innovación
conjuntos de datos podremos iniciar un (HAR2009-13494-C02-02 Las ocupaciones
acercamiento al conocimiento, por una lacustres y la gestión de los recursos entre
parte, del trabajo invertido y del uso social las primeras sociedades agrícolas y
de lo producido y, por otra, de la valoración ganaderas del NE peninsular. Subproyecto
ideológica que se dio a los trabajos Estrategias agroforestales y ganaderas).
realizados por las mujeres y hombres.
El proyecto está todavía en una fase 7. Bibliografía
preliminar. Pero tiene por objetivo realizar ANTOLIN, Ferran, BUXÓ, Ramon 2011:
un exhaustivo análisis de los contenidos “L'explotació de les plantes: Contribució a
expositivos de los paneles donde se la historia de l'agricultura i de l'alimentació
encuentran las representaciones figura­ vegetal del neolític a Catalunya”. En Ángel
tivas del NE peninsular. También nos BOSCH, Júlia CHINCHILLA, Josep TARRÚS
planteamos un análisis profundo de los (coords): El poblat lacustre del neolític
contextos arqueológicos del VI al IV antic de La Draga. Excavacions 2000-2005,
milenios, para visibilizar los trabajos allí pp. 147-174. Monografies del Centre
realizados y el peso de las actividades d'Arqueologia Subaquatica de Catalunya 9.
económicas. Museu d'Arqueologia de Catalunya-CASC.
La propuesta metodológica a seguir en Girona.
el caso de las representaciones figurativas BARCELÓ, Juan Antonio, BRIZ, Ivan,
se concreta en aspectos tales como: análisis CLEMENTE, Ignacio, ESTEVEZ, Jordi,
de la tipología de las figuras representadas, MAMELI, Laura, MAXIMIANO, Alfredo,
la integración del grupo-escena en el panel MORENO, Federica, PIJOAN, Jordi, PIQUÉ,
general, diferenciación de las prácticas Raquel, TERRADAS, Xavier, TOSELI,
económicas figuradas (caza, siembra-siega, Andrea, VERDUN, Ester, VILA, Assumpció,
recolección, domesticación animal, pasto­ ZURRO, Debora 2006: “Análisis
reo, transporte, mantenimiento de sujetos etnoarqueológico del valor social del
y objetos) y prácticas político-ideológicas producto en sociedades cazadoras
(tipo ceremonial; guerra-violencia-muerte; recolectoras”. En Etnoarqueologia de la
relación entre mujeres). También se hará Prehistoria: más allá de la analogía, pp.
un análisis morfológico de los instru­ 189-209. Treballs d'Etnoarqueologia 6.
mentos representados en las manifes­ Departament de Arqueologia i
taciones levantinas y de su relación con las Antropologia, Consejo Superior de
figuras de mujeres y hombres. Investigaciones Científicas. Madrid
En lo que se refiere a los contextos BARDERA, Remei, SUBIRÁ I DE
arqueológicos por un lado es necesario GALDÁCANO, María Eulália, SAFONT,
contrastar lo observado en el yacimiento Santiago, BLASCO, Anna, MALGOSA,
de La Draga. A partir del análisis de los Assumpció, VILLALBA, María Josefa, EDO,
datos publicados para cronologías del VI al Manuel 1996: “Diversidad de estrategias
IV milenios cal ANE sobre los alimentos alimentarias en el Neolítico del Baix
consumidos y la manera como fueron Llobregat”. Rubricatum 1 (1), pp. 115-122.
obtenidos, podremos determinar el peso BELTRAN, Antonio 1972: Los Abrigos
real de la caza ante las actividades pintados de la Cañaica del Calar y de la
agrícolas y ganaderas. Fuente del Sabuco en el Sabinar (Murcia).
Universidad de Zaragoza. Zaragoza.

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 119-134 131


Universidad de Cádiz
PIQUÉ I HUERTA, Raquel y ESCORIZA MATEU, Trinidad

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132 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 119-134


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Una propuesta de estudio para el análisis de la división sexual del trabajo entre las
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134 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 119-134


Universidad de Cádiz
Revista Atlántica-Mediterránea 13, pp. 135-156
BIBLID [1138-9435 (2011) 1-158]

LA REPRESENTACIÓN DE LAS MUJERES EN LOS MODERNOS MUSEOS


ARQUEOLÓGICOS: ESTUDIO DE CINCO CASOS

DEPICTION OF WOMEN IN MODERN ARCHAEOLOGICAL MUSEUMS: 5 CASE STUDIES.

M- Ángeles QUEROL (*) y Francisca HORNOS (**)

*Catedrática de Prehistoria. Facultad de Geografía e Historia. Universidad Complutense de


Madrid. 28040 Madrid. E-mail: maquerol@ghis.ucm.es

**Conservadora del Patrimonio Histórico de Andalucía. Directora del Museo de Jaén. Paseo
de la Estación 27. 23008 Jaén. E-mail: francisca.hornos@gmail.com

Resumen: Desde un planteamiento feminista y con la intención de incrementar los


argumentos para conseguir una verdadera educación en igualdad, el trabajo que aquí
presentamos analiza de forma detallada las escenas incluidas en la exposición de cinco de
los museos arqueológicos más modernos en España: Almería, Oviedo, Bilbao, Alicante y el
Museo de la Evolución Humana en Burgos.
Con este análisis se pretende posibilitar una comparación con los trabajos que
publicamos, en la misma línea, en la década anterior, así como observar cómo se han
plasmado en los Museos arqueológicos cambios tan importantes en nuestro entorno como
la publicación de la Ley de Igualdad de 2007 (Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para
la igualdad efectiva de mujeres y hombres).
Las conclusiones no son muy positivas: en el conjunto de las cifras analizadas vemos
que los modernos museos nos están dando una imagen del pasado demasiado semejante a
la del presente, sin mujeres en los ámbitos de la agricultura o la ganadería, ni tampoco en
los contextos funerarios o alfareros, con unos porcentajes aun demasiado bajos en cuanto
a representaciones absolutas (desde el 33 % de Almería al 13 % de Alicante) y con una
mayoría de actitudes sumisas o arrodilladas y situadas en espacios interiores.
Creemos que los modernos museos cuidan mucho su arquitectura -en algunos casos,
son sobre todo grandes proyectos arquitectónicos- y por supuesto sus sistemas de
presentación. Pero también creemos que cuidan muy poco sus discursos, ateniéndose al
evolucionismo clásico, al protagonismo masculino y a la importancia de las actividades
“propias” de hombres.
Así, con independencia de que asumamos que la mayoría de las mujeres del pasado han
empleado su tiempo y sus energías en trabajos de reproducción y mantenimiento, lo que
queremos defender es la importancia de esos trabajos, la necesidad de hacerlos visibles,
de representarlos como protagonistas. Sólo de esta manera nuestros costosos y pensados
museos modernos contribuirán a la educación en igualdad de las personas del futuro.

Palabras clave: Arqueología de género, Museografía, Representación de mujeres,


Educación en igualdad.

Abstract: The work presented below analyzes in detail, from a feministic grounding and
with the aim of increasing the reasons for creating a true education in equality, the scenes
depicted in the exhibits of the five newest archaeological museums in Spain: Almería,
Oviedo, Bilbao, Alicante and the Museum of Human Evolution in Burgos.
The aim of this analysis is to make possible a comparison between the works published
by us, in this same subject, during last decade, as well as to observe how very important
changes in our surroundings, such as the 2007 Ley de Igualdad (Organic law 3/2007,
March 22nd, for the effective equality on men and women) have affected the exhibits.
Conclusions are not too positive. In the overall analyzed data we can detect that
modern museums are giving us an image of the past that is too close to the image of the
present: no women in agricultural or farming environments, nor in the funerary or pottery

Fecha de recepción del artículo: 20-IX-2011. Fecha de aceptación: 30-IX-2011.


QUEROL, Ma Ángeles y HORNOS, Francisca

industries. The absolute representation percentage is still too low (from 33% in Almería to
13% in Alicante) and most of the attitudes depicted are submissive, kneeling and placed in
an interior space.
We believe than these new museums take the utmost care with their architectures -in
many cases they are mostly great architectonic projects- and indeed with their
presentation systems. But we also believe that they do not take enough care of their
discourse, they abide to classical evolutionism, to male leading roles, and to the
importance of “male-belonging” activities.
Thus, independently of our admittance of the fact that the majority of women of the
past employed their time and energy in reproduction and maintenance works, we want to
defend the importance of these works, the necessity of making them visible, of
representing them at center stage. This is the only way in which our thought-through and
costly museums will contribute to the education of the people of the future.

Key words: Gender Archaeology, Museography, Women's Depiction, Education in


equality.

Sumario: 1. Presentación. 2. El Museo Arqueológico de Almería. 2.1. Presentación. 2.2.


Estudio de escenas. 3. En el Museo Arqueológico de Alicante. 3.1. Presentación. 3.2.
Estudio de escenas. 4. El Museo Arqueológico de Bilbao: Euskal Museo. 4.1. Presentación.
4.2. Estudio de escenas. 5. El Museo de la Evolución Humana (Burgos). 5.1. Presentación.
5.2. Estudio de escenas. 6. El Museo Arqueológico de Asturias (Oviedo). 6.1. Presentación.
6.2. Estudio de escenas. 7. Estudio comparativo y conclusiones. 8. Bibliografía.

1. Presentación hum anos, con el que iniciam os otra


A lo largo de nu estra vida docente, línea de investigación que hoy se
gestora e investigadora en el ám bito de denom inaría de “Arqueología de
la Arqueología, hem os pasado m uchas Género” pero que siem pre hem os
décadas trabajand o con restos arqu e­ preferido llam ar “A rqueología fem i­
ológicos sin te n e r conciencia de que n ista”. Las diferencias entre una y otra
m anejábam os elem entos de in terp re­ expresión ya las hem os explicado en
tación social y, adem ás, de dominio otras ocasiones (Hornos y Rísquez
público p or su calidad de Patrim onio 2 0 0 0 y 2 0 0 5 a , Querol 2 0 0 0 , 2 0 0 0 a ,
arqueológico. Gracias a que con los 2 0 0 1 , 2 0 0 1 a , 2 0 0 3 , 2 0 0 5 , 2 0 0 6 , Querol
años suele ap rend erse algo y m odifi­ y Castillo 2 0 0 2 , Querol y Triviño 2 0 0 4 ).
carse los planteam ientos, al inicio de El trab ajo que aquí presentam os
los 9 0 del pasado siglo com enzam os a continúa en esta últim a línea y
preocu parnos p or los caracteres p atri­ pretend e analizar los cam bios habidos
m oniales y públicos de los objetos que en una década por lo que resp ecta a la
encontrábam os en los yacim ientos - y rep resen tación de las m ujeres en los
de los propios yacim ientos- iniciando m useos arqueológicos.
una nueva especialidad -la G estión del Para ello nos centram os en el
Patrim onio Cultural- a la que hem os análisis detallado de cada “escen a”,
dedicado y dedicam os mucho tiem po definiéndolas com o toda re p re sen ­
tanto en docencia como en investi­ tación, por el m edio que sea -lo norm al
gación y publicaciones (p.e. Querol y m ás repetido son dibujos, pero
2 0 1 0 ). Luego, ya en los años 2 0 0 0 , tam bién hay videos, cóm ics, etc.- de dos
com enzam os a publicar trab ajo s sobre o m ás personas en interacción.
el papel atribuido a las m ujeres en La A rqueología tradicional suele
tem as de tan alta incidencia social y tan cen trarse en la im portancia de los
p rehistóricos com o el de los orígenes objetos, y nunca se perdonaría, por

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Universidad de Cádiz
La representación de las m ujeres en los m odernos museos arqueológicos:
estudio de cinco casos

ejem plo, colocar un “bifaz” en una una zona de convivencia que antes no
vitrina con la cartela de “raspador”, ni existía en ese barrio. Su gestión
un “vaso cam paniform e” con la depende de la C onsejería de Cultura de
denom inación de “cuenco argárico”. Sin la Junta de Andalucía.
em bargo, no parece haber tanto Fue inaugurado en m arzo de 2 0 0 6 y
cuidado en la rep resen tación de las p resen ta contenidos elaborados por un
personas, tem a que se deja a veces al equipo interdisciplinar en el que
albur de dibujantes o em presas, ajenas destaca la presencia de las personas
m uchas veces a la propia ciencia que llevan investigando varios años en
arqueológica. los yacim ientos alm erienses protago­
P ero el problem a es que la sociedad nistas de la exposición.
a la que principalm ente va dirigido el E ste m useo tien e sus orígenes en el
discurso de un m useo es la infantil y fundado en 1 9 3 3 , basado en las in vesti­
juvenil. E ste grupo podría pasar por gaciones de los herm anos S ire t en la
alto las equivocaciones antes ejem pli­ zona. Ellos descubrieron, estudiaron y
ficadas; pero no deja de ver a los definieron la época p rehistórica de la
hom bres y a las m ujeres, así como a las región en su clásica obra “Las prim eras
criaturas, que se rep resen tan, porque edades del m etal en el Su reste de la
se van a sen tir identificadas con ellas Península Ib érica”. Durante las décadas
com o personas. Esas rep resen tacion es p osterio res los datos se am pliaron y los
serán sus referen tes. P or eso conside­ planteam ientos teóricos se sucedieron.
ram os que se trata de un tem a Así, este nuevo m useo es una sín tesis
im portante para la educación en obtenida con el esfuerzo de distintos
igualdad: con independencia de que grupos de investigación, a lo que se
asum am os que la m ayoría de las añade la elección de p resen tar a las
m ujeres del pasado han em pleado su sociedades del pasado prehistórico de
tiem po y sus energías en trab ajo s de una form a original y provocadora,
reproducción y m antenim iento, lo que sobre todo cuando se explica el origen
hem os de proponernos es darle de las sociedades com plejas. De esta
im portancia a esos trab ajos, hacerlos m anera, el protagonism o de la
visibles, en definitiva, rep resen tarlos. P reh istoria recien te destaca frente a la
En este artículo se han analizado las ausencia de los grupos fenicios o de la
escenas sociales existentes en cinco de antigüedad tardía.
los m useos arqueológicos más Los abundantes recursos
m odernos (o de fecha de inauguración m useográficos so b resalen por su
m ás re cie n te ) en España. Son los de concepción artística al estilo de las
Almería, Oviedo, Bilbao, A licante y el instalaciones de Arte Contem poráneo,
M useo de la Evolución Humana en donde los audiovisuales resultan
Burgos. esenciales. La tran sm isión de conceptos
se desenvuelve en la creación de
2. El Museo Arqueológico de Almería espacios destinados a contextualizar
2.1. Presentación los m ateriales arqueológicos. Hay
Con una superficie de m ás de 6 .0 0 0 num erosas ilu straciones asociadas a las
m 2, se trata de un edificio de nueva vitrinas, así com o espectacu lares
planta diseñado para gen erar espacios m aquetas, com o la de la fam osa
lum inosos en contraste con zonas más colum na estratigráfica, espina dorsal de
oscuras, todo ello pensando en am plios la exposición, que adem ás sirve de
recorridos para grupos que se inician soporte a un excelente audiovisual con
en la plaza pública creada a la entrada, una sorpresa, invisible al ojo hum ano

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156 137


Universidad de Cádiz
QUEROL, Ma Ángeles y HORNOS, Francisca

pero no al objetivo fotográfico, entre reconocibles asciende a 57, de las que 5 6


Adán y Eva. son dibujos y una es una representación
escultórica. En ellas aparecen 299
2.2. Estudio de escenas personas. Sin embargo, en este Museo hay
una clara tendencia a disimular el sexo, por
La m ayoría de los dibujos que
lo que hemos trabajado tan sólo con las
rep resen tan personas en este Museo
265 personas representadas de sexo
son de tam año muy pequeño, se sitúan reconocible, es decir, un 88% del total.
en la parte alta de los textos De ellas, 177 son hombres y 88 son
explicativos, a modo de ilustración, y no mujeres. Esto hace un 33% de mujeres,
se m uestran com o los protagonistas de proporción que, como veremos a lo largo
los distintos am bientes. De esta de este trabajo, resulta sorprendentemente
característica general se salvan las alta.
grandes rep resen tacion es -d e parto o El resultado del estudio de las posturas
de m u erte- en las que las m ujeres o actitudes de estas imágenes represen­
tienen un papel im portante. tadas puede verse en el cuadro siguiente:
El número de escenas con personajes

HOMBRES MUJERES TOTALES


EN PIE 128 (72,4% ) 44 (50% ) 172
SENTADAS 13 (7,3%) 10 (11,4% ) 23
YACENTES 4 (2,2%) 6 (6,8%) 10
INCLINADAS O AGACHADAS 6 (3,4%) 2 (2,3%) 8
CON UNA RODILLA EN TIERRA 8 (4,5%) 1 (1,1%) 9
DE RODILLAS 18 (10,2% ) 25 (28,4% ) 43
TOTALES 177 88 265

El hecho de que las mujeres apenas embargo, el que el número de personas


aparezcan con una sola rodilla en tierra es arrodilladas sea tan similar para hombres y
un fenómeno que vamos a volver a para mujeres, convierte también a este
encontrar una y otra vez (Figura 1); sin Museo en un caso único.

Figura 1. Hombres trabajando madera. Cortesía del Museo de Almería.


Si analizamos, en vez de los números va a ser siempre la mejor representada, la
absolutos, los porcentajes dentro de cada segunda, también muy alta, es para el
grupo (de mujeres y de hombres), la grupo de mujeres arrodilladas (Figura 2).
situación cambia un poco: entre las
mujeres, además de la postura de pie, que

138 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156


Universidad de Cádiz
La representación de las m ujeres en los m odernos museos arqueológicos:
estudio de cinco casos

persona llevando a cabo una labor o


trabajo reconocible, y las escenas “pasivas”,
en las que simplemente caminan o están
paradas. En este Museo el número de
escenas activas, con las que vamos a
trabajar en este apartado, es de 53, lo que
quiere decir que tan sólo hemos desechado
cuatro escenas, en las que los personajes
posan para lucir vestimenta, estado social,
etc. En el conjunto de las escenas activas
aparecen 232 personas distinguibles como
hombres (158) o mujeres (74, un 32% ); las
criaturas, de las que hemos llegado a
contar 16, no se tienen en cuenta en
Figura 2. Hombre y mujer con una rodilla en
tierra. Cortesía del Museo de Almería. ninguno de los cuadros.
El cuadro de actividades de este Museo
Por lo que respecta a las acciones que es el siguiente:
realizan, hemos de distinguir entre escenas
“activas” en las que aparece al menos una

HOMBRES MUJERES TOTALES

Caza/pesca 7 0 7
Campo 14 4 18
A rtesanías (cerám ica o pieles) 7 13 20
M etalurgia, m inería o cantería 42 3 45
Cocina o servicios 7 19 26
Comer 7 2 9
Tallar piedras 5 0 5
Hacer fuego 2 1 3
M irar 18 5 23
P ortar cosas 17 5 22
En terram ien tos 7 4 11
Construcción 12 7 19
Com ercio 4 3 7
Cuidados m édicos 4 1 5
Estar enferm os o m uertos 4 2 6
Caminar o en trar 4 7 11
TOTALES 158 74 232

Estas cifras no sólo nos están hablando es un Museo casi monográfico de la


de lo que hacen hombres y mujeres, sino explotación de los metales.
también de las verdaderas intenciones o Mirando los números absolutos vemos
discursos de este Museo. Llama la atención, cómo, a pesar del decidido esfuerzo del
si lo comparamos con los demás, el hecho Museo por incluir mujeres en práctica­
de que no existan apenas personajes en mente todas las actividades, algunas
actividades de caza o pesca, ninguna mujer, aparecen como propias de los hombres
-cuando se incluye la Prehistoria- y sin (caza o pesca, metalurgia, simplemente
embargo la cifra de personas involucradas mirar o vigilar, cargar cosas, enterrar,
en trabajos del metal sea tan alta (42 construir) y otras parecen serlo de las
hombres y 3 mujeres). La razón es que este mujeres (artesanías, cocina o servicios, o

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156 139


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simplemente caminar). Los extremos Como ya hemos indicado, lo importante


también destacan: tampoco hay mujeres o de estas cifras es comprender qué es lo que
apenas las hay en el trabajo de tallar el público, sobre todo el de menor edad, ve
piedras, en los cuidados médicos, en cada museo; es decir, cómo las personas
comiendo o mirando (Figura 3). del presente encuentran “su” pasado en
estas escenas y en estos discursos. El
Museo Arqueológico de Almería sin duda
ha realizado un esfuerzo fuera de lo común
para conseguir una representación en
igualdad y ha involucrado a las mujeres
incluso en trabajos tan masculinos como
cantería o construcción. En nuestra
opinión, sin embargo, un 33% de mujeres
representadas, siendo el porcentaje más
alto de este estudio, no es aún suficiente.
Figura 3. Mujer construyendo una cabaña. Porque somos -y sin duda lo hemos sido- el
Cortesía del Museo de Almería. 50 por ciento del mundo.

El estudio de quiénes son las personas 3. En el Museo Arqueológico de Alicante


protagonistas de cada una de las escenas 3.1. Presentación
nos vuelve a indicar el deseo de igualdad Está situado en el antiguo Hospital
que ha presidido la concepción de este Provincial de San Juan de Dios, un edificio
Museo: apenas hay alguna escena en la que de principios del siglo XX, remodelado para
uno de los personajes destaque sobre los su uso museístico por la Consellería de
otros por su tamaño, su posición o su Cultura de la Comunidad Valenciana. Su
actitud (Figura 4). Por supuesto, en la superficie es de 9.000 m2 y su forma
célebre escena del parto, la protagonista general, en espina de pez, ha permitido la
central es la mujer, o en la escena del asalto disposición en ocho salas laterales
a la barbacana destaca en primer plano un alargadas, vertebradas por un gran
arquero; el hombre que sale de la puerta deambulatorio central que también sirve
del dolmen es el único que mira al público de espacio expositivo. Además se ha
de todo el grupo, por lo que el público será excavado una planta sótano que asegura la
a él al que mire, y en las escenas en las que existencia de espacio para almacenes.
los trabajos se desarrollan bajo vigilancia, La inauguración definitiva tuvo lugar el
esta es ejercida por un hombre. Pero poco año 2002, fijándose tres de las salas
más hay que destacar a este respecto. laterales para exposiciones temporales, y
las otras cinco para la permanente, cada
una de ellas dedicada monográficamente a
una etapa histórica. En el centro del
edificio se muestran los aspectos
metodológicos de la práctica arqueológica
incluida una espectacular sala sobre
Arqueología Subacuática.
La titularidad del Museo corresponde a
la Diputación Provincial de Alicante, pero
su gestión está vinculada a la creación y
desarrollo de la Fundación MARQ (Diputa­
ción Provincial, Generalitat Valenciana,
Caja de Ahorros del Mediterráneo y Caja de
Ahorros de Murcia).
Los contenidos fueron desarrollados
por el equipo director del Museo en
Figura 4. Hombres en el ámbito funerario. estrecho contacto con el taller de diseño.
Cortesía del Museo de Almería.
Interesa destacar además la vinculación del

140 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156


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La representación de las m ujeres en los m odernos museos arqueológicos:
estudio de cinco casos

Museo con dos yacimientos visitables: El haya personas de sexo no reconocible, al


Campello y Lucentum. contrario de lo que suele ocurrir en otros
Este Museo ha recibido varios premios y museos, como veremos. Sin embargo
sin duda se ha convertido en el prototipo existen escenas multitudinarias en las que
de museo arqueológico renovado en el sólo con mucha atención se llega a
estado español (su primera creación data distinguir el sexo, sobre todo cuando se
de 1932). A ello contribuye el uso de trata de videos con personas reales.
interactivos con bases de datos sobre las Sin contar las criaturas, que no son
zonas arqueológicas de Alicante, la abundantes, hemos llegado a 700, de las
producción de audiovisuales de gran que 92 (13% ) son mujeres y 608 son
calidad y de ilustraciones de gran formato hombres. Se trata, realmente, de un
que crean espacios para el conocimiento y porcentaje de mujeres muy escaso.
también para la emoción. El discurso Por salas, estos porcentajes varían
comienza en el Paleolítico, con las primeras mucho. Destaca el varonil mundo romano,
evidencias de la ocupación humana en el con nada menos que 384 personas y un
territorio, y acaba con el sueño hecho escasísimo 6,5% de mujeres (25). Los
realidad de la burguesía alicantina un mayores porcentajes de mujeres se colocan
domingo de Enero de 1932, con la en los extremos cronológicos: un 34.5% en
inauguración del Museo de Alicante por el la sala de Edad Moderna (sobre 5 5
Presidente de la República Española Niceto personas representadas), y un 33% en la
Alcalá Zamora. de Prehistoria (sobre 70 personas).
Por su parte, las proporciones son muy
3.2. Estudio de escenas similares a las de Roma también en la sala
Atendiendo a la definición de escenas ibérica, con un 14% de mujeres (sobre 50
antes comentada, en el MARQ hemos personas), y en la medieval, con un 13%
podido aislar 83, varias de ellas de gran (sobre 141 personas).
tamaño, en el fondo de las paredes de las Las actitudes de los personajes repre­
salas alargadas. En general las personas sentados se ajustan a los siguientes
están dibujadas de modo muy realista, a números y porcentajes:
tamaño natural o mayor, y los dibujos no
pretenden ocultar nada. Esto hace que no

HOMBRES MUJERES TOTALES


EN PIE 506 (83,2% ) 65 (70,6% ) 81,10%
SENTADAS 38 (6,2%) 9 (9,9%) 6,70%
INCLINADAS O AGACHADAS 29 (4,8%) 5 (5,4%) 4,90%
YACENTES 12 (2%) 6 (6,5%) 2,60%
CON UNA RODILLA EN TIERRA 11 (1,8%) 0 1,60%
ARRODILLADAS 12 (2%) 7 (7,6%) 2,70%

Llaman la atención algunos datos: la pie, aunque algo inferior esta postura entre
gran cantidad de personas representadas las mujeres, y sentadas, algo mayor entre
de pie, lo que tiene que ver con lo que antes estas últimas, o inclinadas o agachadas.
dijimos de la representación de multitudes, En sentido contrario, destacan las dife­
y la no presencia de mujeres con una rencias: la ya apuntada de la inexistencia
rodilla en tierra; parece ser que también de mujeres con una rodilla en tierra, así
aquí se considera como una postura de como la correspondiente a la postura
hombres. yaciente, muy inferior entre los hombres
Analizando los porcentajes obtenidos (aunque todos los personajes muertos lo
para cada actitud o postura dentro del sean) y a la postura de rodillas, con un
grupo de hombres, y de cada una dentro mayor porcentaje muy evidente entre las
del de mujeres, destaca, por un lado, la mujeres.
similitud entre las cifras de personas en ¿Qué están haciendo estas 700

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156 141


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personas? La respuesta a esta pregunta no dando una imagen de las sociedades del
es unívoca, y depende del contexto de las pasado, en las que la presencia de las
escenas. Por ejemplo, cuando se repre­ mujeres es muy escasa y además ocupan
sentan los distintos estamentos de la siempre los puestos más bajos en la jerar­
sociedad o cuando se muestran cómo quía: la plebe en el mundo romano (8), o el
vestían, es natural que ningún personaje artesanado y campesinado (1 y 1) en el
realice actividades; por esta razón y para medieval.
comprender mejor lo que muestra el MARQ Con este descuento, nuestra muestra
a este respecto, hemos descontado las 13 desciende a 516 personas (458 hombres y
escenas de carácter pasivo (con sus 150 58 mujeres). Veamos ahora qué están
hombres y 40 mujeres) que, por otra parte, haciendo:
tienen bastante interés porque están

HOMBRES MUJERES TOTALES


CAZA 1 (0,2%) 0 1
TRABAJO DE CAMPO 130 (28,4% ) 8 (13,8% ) 138
TRABAJO ARTESANAL 105 (23% ) 11 (19% ) 116
CONSTRUCCIÓN O FUNDICIÓN 38 (8,3%) 0 38
GUERRA O VIGILANCIA 7 (1,5%) 0 7
ENTIERROS 21 (4,6%) 9 (15,5% ) 30
MUERTAS O ENFERMAS 3 (0,6%) 0 3
COCINA Y SERVICIOS 5 (1,1%) 11 (19% ) 16
COMER O VESTIRSE 11 (2,2%) 9 (15,5% ) 19
REZAR 4 (0,9%) 1 (1,7%) 5
TERMAS Y REUNIONES 84 (18,4% ) 0 84
CAMINAR O LLEGAR 39 (8,6%) 4 (6,9%) 43
MIRAR 6 (1,3%) 5 (8,6%) 11
NO SE SABE 4 (0,9%) 0 4
TOTALES 458 58 516

Llama la atención el ya asumido escaso absoluto, con un 1,3% para hombres y un


número de mujeres en general, pero 8,6% entre mujeres (Figura 6).
también la concentración de las dos cifras Otro análisis interesante para nuestro
más altas en los trabajos artesanales y en trabajo es indagar sobre la respuesta a la
los de cocina o servicios. Otro tema es la pregunta “¿quién protagoniza cada
ausencia total de mujeres en las construc­ escena?”. O bien porque se encuentre en un
ciones, fundición, termas y reuniones y, por destacado primer plano, o bien porque esté
supuesto, guerra y vigilancia. En este realizando la acción principal (la que hoy
Museo, al contrario de lo que ocurre en los vemos como principal, claro), en la
demás, las actividades cazadoras no están mayoría de las escenas que hemos
representadas: apenas hay un hombre con denominado “activas” puede analizarse
un arco y flechas en actitud erguida. este dato.
Si estos números los leemos en Por supuesto hemos de desechar tanto
porcentajes sobre sus propios grupos las “pasivas” como aquellas en las que
(hombres con hombres y mujeres con todas las actividades que se realizan se
mujeres), notamos también fuertes muestran en un mismo plano, como ocurre
diferencias, primero en los trabajos de con las escenas del video “Una ciudad
campo, donde el porcentaje de hombres es abierta al Mediterráneo”, de la sala de
mayor del doble que el de mujeres (Figura Roma; o en las que no resulta posible
5); en actividades tan neutras como comer seleccionar a la persona protagonista
o vestirse, con 2,2% de hombres y 15,5% porque, simplemente no existe o no se
de mujeres, o bien en no hacer nada en nota, o bien son un grupo. Esto último sería

142 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156


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La representación de las m ujeres en los m odernos museos arqueológicos:
estudio de cinco casos

el caso de escenas con talleres de cerámica, ción de edificios, en las que los personajes,
herrería, acuñación de moneda o construc­ todos hombres, realizan labores similares.

Figura 6. Mujeres inactivas. Archivo del MARQ.

Desechadas por lo tanto las que sitúan en espacios domésticos (Figura 9).
acabamos de referir, nos quedan tan sólo El Museo Arqueológico de Alicante es de
22 escenas con un claro protagonista. Sólo una belleza deslumbrante. Está magnífica­
en siete casos, un tercio escaso, es una mente situado, el aprovechamiento para el
mujer. En cuatro casos cocina, en uno recorrido museográfico de un edificio
muele (Figura 7) y en otro reza. Todas antiguo y concebido para temas muy
menos la última, se sitúan en espacios distintos es óptimo, y los recursos utili­
domésticos. Por su parte, en las 15 escenas zados para la exposición, variados,
protagonizadas por un hombre, las modernos e interesantes. Goza además de
acciones son más diversas y, desde luego, un reconocimiento público fuera de lo
más activas y exteriores: talla en cinco normal gracias a la labor de difusión reali­
casos, en dos dirige o manda sobre el resto, zada por su equipo gestor.
y en las demás pinta, entierra, ara, acuña, Pero no es un museo bondadoso con las
mide, etc. (Figura 8). Ninguna de las mujeres. Se concibió y nació mucho antes
escenas protagonizadas por hombres se de la publicación de la Ley de Igualdad,

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156 143


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pero desde entonces ha sido visitado por no son las heroínas. Viendo este museo, las
muchos miles de personas de ambos sexos, niñas aprenden que desde el pasado más
sobre todo por criaturas, que quieren verse remoto y, sobre todo en el viril mundo
reflejadas en el pasado y que, en el caso de romano, las mujeres apenas sirven para
las mujeres, se encuentran poco y se temas tan pocos incidentes en el desarrollo
encuentran en espacios, lugares, actitudes del mundo como cocinar, raspar pieles o
y oficios poco interesantes. No son las cargar maderos.
protagonistas de las escenas importantes,

Figura 8. Hombre arrodillado trabajando metales.


Archivo del MARQ

Figura 9. Escena funeraria. Archivo del MARQ.

144 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156


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La representación de las m ujeres en los m odernos museos arqueológicos:
estudio de cinco casos

4. El Museo Arqueológico de Bilbao: personas especialistas de Bizcaia, se


Euskal Museo reconstruye una definición actual de
4.1. Presentación Arqueología, comprometida con el
El contenedor es la antigua estación de presente del territorio al que sirve.
Lezama en la Plaza de Unamuno, en el
Casco Viejo de Bilbao. A él se le ha añadido 4. 2. Estudio de escenas
un nuevo edificio que amplía el espacio El Museo Arqueológico de Bilbao es
hasta los 3.000 m2. La obra resulta muy pequeño y abarcable. Su visita no resulta
equilibrada a pesar del lenguaje contem­ demasiado larga, tiene al menos un ámbito
poráneo de los materiales utilizados para de descanso frente al video antes
la ampliación. Desde luego no ha sido fácil explicado, y la sensación que produce en,
resolver el problema de un solar muy en todo caso, muy agradable.
reducido y cinco alturas. Las escenas, con gente representada,
Su titularidad es de la Diputación Foral son relativamente abundantes para un
de Bizkaia y los contenidos han sido Museo tan pequeño. Hay un total de 28,
desarrollados por el equipo de investi­ muchas de gran tamaño y otras en
gación que en la actualidad gestiona el interactivos con conseguido objetivo
Museo. Destacan las ilustraciones de gran didáctico.
tamaño, el contextualizador uso de los Las personas representadas son 218, de
recursos audiovisuales y las preciosas las que 183 resultan de sexo reconocible.
vitrinas con referencias fotográficas del Entre ellas, nada menos que un 20% son
presente que ayudan a comprender la mujeres (37). La representación de
funcionalidad de los objetos del pasado. criaturas (6), que no cuentan en nuestro
Fue inaugurado en Abril de 2009 y se estudio, es escasa, pero proporcionada en
organiza en siete unidades temáticas desde función de los otros museos.
los grupos caza-recolectores hasta la Edad Como casi todos, está dividido en la sala
Moderna, incluyendo una pequeña sección de Prehistoria, de Protohistoria o Edad del
dedicada a la Gestión del Patrimonio Hierro, de Roma y de la época medieval.
Arqueológico. Destaca un interesante Contando personas por salas, la proporción
audiovisual en el que, mediante fragmentos de mujeres es variable. Pueden verse los
de entrevistas realizadas a distintas datos en el siguiente cuadro:

HOMBRES MUJERES TOTALES


PREHISTORIA 30 (7 5 % ) 10 (2 5 % ) 40
HIERRO 65 (8 1 ,3 % ) 15 (1 8 ,7 % ) 80
ROMA 15 (6 8 ,2 % ) 7 (3 1 ,8 % ) 22
MEDIOEVO 36 (8 8 ,9 % ) 5 (1 2 ,1 % ) 41
1 4 6 (8 0 % ) 37 (2 0 % ) 183

En él, destaca el hecho de que el mundo


Romano alcance a un 31% de mujeres,
pero eso se debe a que tan sólo hay dos
escenas en este pequeño ámbito, y una de
ellas es de carácter multitudinario,
representando las pobladas calles de una
ciudad (Figura 10). El 25% del ámbito
prehistórico resulta mucho más normal,
aunque no lo es tanto la fuerte reducción
de este porcentaje en la Edad Media. En
todo caso, el porcentaje general de
representación de mujeres es bastante alto
en comparación con el resto de los museos Figura 10. Una calle en el mundo romano. Museo de
aquí estudiados. Bilbao.

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156 145


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Las posturas o actitudes de cada una de Podemos verlas en el siguiente cuadro:


estas personas tampoco son muy variadas.

HOMBRES MUJERES TOTALES


DE PIE 119 25 138
SENTADAS 8 5 13
YACENTES 3 0 3
INCLINADAS O AGACHADAS 9 1 10
CON UNA RODILLA EN TIERRA 3 1 4
DE RODILLAS 4 5 9
TOTALES 146 37 183

Ante unos números tan pequeños, no excepcional (Figura 11), así como una
merece la pena estudiar los porcentajes, ya proporción tan semejante, en números
que a simple vista destacan los datos: una absolutos, que no en porcentaje, entre
mujer con una rodilla en tierra es hombres y mujeres de rodillas.

Figura 11. Mujer y hombre neandertales con una rodilla en tierra. Arkeologi Museoa, Bizkaia. Dibujo:
Fernando Gómez Baptista.

En lo referente al apartado de las de las que llamamos “activas”, y en ellas, lo


acciones, hemos seleccionado 15 escenas que se puede observar es lo siguiente:

146 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156


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La representación de las m ujeres en los m odernos museos arqueológicos:
estudio de cinco casos

HOMBRES MUJERES TOTALES


Trabajos de campo 9 2 11
Artesanías 1 0 1
Caza y pesca 1 1 2
Herrería y fundición 10 0 10
Construcción 19 6 25
Cocina y servicios 0 2 2
Mirar o hablar 7 3 10
Medicina 4 0 4
Comercio 26 3 29
77 17 94

Aquí resalta un hecho al que nos vamos ciudad, está representada de forma
acostumbrando: en las escenas de multitudinaria. En los dos únicos casos de
fundición, herrería o trabajo sobre metales personas representadas en actividades de
(incluido afilar cuchillos), las mujeres no cocina o de servicios, son mujeres: una
aparecen. Sin embargo, en este museo muele y la otra cocina. En cuanto a la caza y
hallamos a nada menos que seis mujeres pesca, aunque existen grandes figuras de
involucradas en trabajos de construcción, cazadores dibujados en las primeras salas,
aunque hay que señalar que todas ellas al tratarse de personas solas, sin
transportan capachos o piedras (Figura interacción, no las hemos tenido en cuenta
12). Destaca el gran número de hombres en este apartado. En el caso de la única
dedicados al comercio, pero sobre todo mujer que aparece en estos ambientes de
porque existe más de un panel en el que caza y pesca, hay que señalar que se la ha
esta actividad, tanto en puerto como en dibujado limpiando un pez.

Figura 12. Escena de construcción en la que participan mujeres. Arkeologi Museoa, Bizkaia. Dibujo: Jorge
Moreno.

Por lo que respecta al protagonismo de imposible ver muchas escenas en las que
las escenas, en este pequeño museo resulta exista un verdadero protagonista, es decir,

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156 147


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una persona resaltada por aparecer en didáctico del equipo responsable del
primer plano o bien por realizar alguna Museo ha incluido escenas y explicaciones
acción más importante que otra. Tan sólo de casi toda la Prehistoria, por lo que, en
destacar una escena funeraria en la que los parte al menos, se trata de un Museo
personajes principales, ambos de pie, son Arqueológico. Lógicamente, no vamos a
un hombre y una mujer. encontrar aquí ni los mundos romano o
medieval ni tampoco el desarrollo de las
5. El Museo de la Evolución Humana sociedades prerromanas, que en los otros
(Burgos) museos analizados jugaban un destacado
5.1. Presentación papel. Es también el Museo en el que, como
El edificio del Museo de la Evolución ya hemos señalado y con diferencia, más
Humana en Burgos (MEH) se integra en un público visitante y más personas
complejo urbanístico que ha transformado trabajando hemos encontrado.
el llamado solar de Caballería, junto a otros La selección de escenas ha resultado
dos: el Centro de Investigación sobre más difícil; la razón es que, en muchos
Evolución Humana y un Centro de casos, los paneles explicativos de distintas
Congresos aún no terminado. Con una cuestiones (el cerebro, la evolución, la talla
espectacular superficie de 15.000 m2 se de la piedra) se representan por medio de
trata de un proyecto ambicioso concebido figuras aisladas que no están en interacción
como un Museo a la medida del célebre y que por lo tanto no forma “escenas”
yacimiento de Atapuerca. Fue inaugurado según las hemos definido. Esto es lo que
en Julio de 2010. ocurre, por ejemplo, con el célebre círculo
Su gestión y titularidad es de la Junta de evolutivo humano en el que están, a
Castilla y León, del Ministerio de Cultura y tamaño más que natural, diez individuos
de la Fundación Atapuerca. Los contenidos que, salvo el Homo antecessor, que es un
han sido elaborados, sobre todo, por el dibujo, parecen mirar directamente al
equipo de investigación de Atapuerca. público.
Uno de los aspectos que más destaca en Pues bien, cuatro son mujeres y seis son
el interior del Museo es el uso de los hombres. Curiosamente, las cuatro mujeres
grandes espacios blancos y luminosos en personifican la parte menos “evolucionada”
cuyo interior, en contraste, se presentan de los grupos humanos: dos son
cajones con ambientes oscurecidos australopitecas y las otras dos representan
dedicados a la presentación de los fósiles a los primeros humanos pertenecientes al
de Atapuerca y a la Evolución Humana. género Homo .
Y también hay que destacar la En otras ocasiones lo que se representa
impresión que produce el hecho de ver el son partes del cuerpo: manos trabajando,
Museo, en cualquier momento y a cualquier cerebros, que lógicamente no han sido
hora, lleno: de gente, de grupos, de tratadas como escenas aunque, en el caso
personal que recibe, controla y guía, de de las manos, todas son masculinas y se
productos turísticos destinados a nota.
promover el conocimiento de Atapuerca, Las escenas son de factura muy distinta:
etc. Sólo siendo conscientes de esa traba­ las hay muy pequeñas, tanto en dibujo
jada y costosa “diferencia” se comprende el como en bulto redondo, destacando de este
arrollador éxito público que está obte­ último tipo los “belenes” de la planta
niendo el Sistema Atapuerca desde sus segunda en los que hay multitudes
inicios. representadas por medio de figuritas en
distintas actitudes (Figura 13); también las
5.2. Estudio de escenas hay grandes, sobre todo en los videos-
El Museo de la Evolución Humana es el estrella de la exposición, en los que las
único de este estudio que se dedica a un mujeres destacan por su ausencia.
tema monográfico. Sin embargo, el afán

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La representación de las m ujeres en los m odernos museos arqueológicos:
estudio de cinco casos

Figura 13. Maqueta del enterramiento del Lago Mundo. Archivo del Museo de la Evolución Humana de Burgos.

En total hemos podido analizar 36 museo son muy abundantes (26


escenas en las que aparecen dibujados o claramente distinguibles). Llama la
representados 329 individuos. Sin atención también la presencia de dos
embargo, tan sólo 223 (un 68% ) son mujeres en avanzado estado de gestación
reconocibles en cuanto al sexo. Tampoco, (Figura 14) y de 10 cargando a criaturas o
como en las otras ocasiones, hemos tenido teniéndolas a su lado. No hay ningún
en cuenta a las criaturas, que en este hombre de este último tipo.

Figura 14. Mujer embarazada. Escena de la Galería de las Estatuas, Pilar Cienfuegos. Archivo del Museo de la
Evolución Humana de Burgos.

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Pues bien, de las 223 personas obtenida en otros museos, como veremos
observadas, 166 son hombres y 5 7 son en el estudio comparativo final.
mujeres. Esto representa un 25,5%, una Las actitudes y posturas se ajustan al
cifra bastante alta si se compara con la cuadro que aparece a continuación:

HOMBRES MUJERES TOTALES


DE PIE 107 (64,5% ) 27 (47,4% ) 134
SENTADAS 27 (16,3% ) 14 (24,5% ) 41
YACENTES 8 (4,7%) 3 (5,3%) 11
INCLINADAS O AGACHADAS 15 (9% ) 3 (5,3%) 18
CON UNA RODILLA EN TIERRA 7 (4,3%) 2 (3,5%) 9
DE RODILLAS 2 (1,2%) 8 (14% ) 10
166 57 223

Como de costumbre, llama la atención la al fenómeno de rodillas, el porcentaje de


gran cantidad de personas de pie, tanto de mujeres es notoriamente más alto; no así el
un sexo como de otro y, en este caso, el de una rodilla en tierra, aunque es más alto
número absoluto bastante mayor para los el de los hombres en números absolutos
hombres, de muertos (yacentes). En cuanto (Figura 15).

Figura 15. Escena de canibalismo. Mauricio Antón. Archivo del Museo de la Evolución Humana de Burgos.

El estudio de las acciones o actividades mujeres) y las que duermen (un hombre y
que llevan a cabo cada una de estas dos mujeres). El total de personas activas
personas representadas, nos ha obligado a llega así a 156, de las que 37 (un 24,7% )
seleccionar tan sólo a aquellas que son mujeres.
decididamente hacen algo observable, Las actividades que realizan se pueden
desechando las que tan sólo “miran” (que ver en el siguiente cuadro:
son nada menos que 33 hombres y 19

150 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156


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La representación de las m ujeres en los m odernos museos arqueológicos:
estudio de cinco casos

HOMBRES MUJERES TOTALES


Caza/pesca 23 3 26
Trabajos de campo 8 3 11
Fuego (en torno a o haciéndolo) 15 7 22
Caminan 6 5 11
Están muertas 7 1 8
Entierran 36 8 44
Tallan 11 1 12
Hablan o comen 9 2 11
Vigilan 4 0 4
Cocinan 0 4 4
Trabajan pieles 0 3 3
TOTALES 119 37 156

Llama la atención el elevado número de cifras más extremas: las mujeres cocinan y
hombres implicados en actividades de los hombres vigilan, las mujeres no tallan
enterramiento, pero al tratarse este de uno (la única involucrada en este trabajo
de los temas estrella del yacimiento de transporta las piedras), hablan poco y son
Atapuerca, lo que realmente la llama es el escasísimas en actividades relacionadas
reducido número de mujeres en ese con los animales (Figura 16).
contexto. También podemos fijarnos en las

Figura 16. Esquema del relleno de Galería. Jesús Quintanapalla. Archivo del Museo de la Evolución Humana de
Burgos.

Por último, analizando el tema de las ser el más importante, pero ni siquiera está
personas protagonistas de cada escena, en primer plano. Lo que en este Museo
aquí sí que hemos de asumir que apenas protagoniza las escenas son grupos de
existen. En una escena multitudinaria hay hombres -m ás de uno en todo caso-, nunca
un chamán que abre los brazos que parece grupos de mujeres.

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156 151


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QUEROL, Ma Ángeles y HORNOS, Francisca

Hubiéramos preferido que un Museo muchos cambios a lo largo de un dilatado


como el de la Evolución Humana, con un proceso de casi dos décadas, para acelerar
éxito de público tan arrollador -y tan su presentación y conseguir su
trabajado, por otro lado- hubiera inauguración en marzo de 2011, con lo que
contribuido a difundir una imagen más en algunos casos se observan espacios no
igualitaria de las mujeres. Porque como terminados. Las áreas temáticas siguen la
siempre insistimos en decir, lo que línea tradicional del tiempo, pero se le
verdaderamente importa del pasado, no es añaden iniciativas interesantes como el
el pasado en sí -que ya no existe- sino la espacio dedicado al Patrimonio Mundial de
imagen que del pasado tiene cada Asturias y otro que explica la formación del
generación. Los museos son los centros propio Museo. Los recursos didácticos
más implicados -o unos de los más distribuidos por las salas son abundantes:
implicados- en la transmisión de esa audiovisuales, maquetas, mesas para tocar,
imagen, y sin duda, en la modernidad, oler, oír y fichas amplias para desarrollar
deberían tener un cuidado exquisito en los conceptos integrados en la exposición
conceptos e ideas que están transmitiendo. permanente.

6. El Museo Arqueológico de Asturias 6.2. Estudio de escenas


(Oviedo) Aunque se trata de un museo muy
6.1. Presentación reciente, el discurso histórico es bastante
Se encuentra ubicado en el edificio que clásico: en la planta primera está la
contiene el claustro renacentista del Prehistoria, en la siguiente la Protohistoria,
Monasterio de San Vicente, en pleno centro representada por el asturiano mundo de
del casco antiguo de Oviedo. Ha tenido los Castros, en esa misma planta pero en la
varias remodelaciones y la última ha zona más antigua del edificio, Roma y
conseguido superar los importantes retos arriba el apartado dedicado al medioevo.
que presentaba, sobre todo la necesidad de Habiendo visitado con anterioridad dos
aumentar los espacios y de mejorar la museos del Sur de la Península Ibérica, nos
capacidad del Museo para atender la resultó chocante no encontrar lo islámico:
conservación de las colecciones y la estábamos en el Norte.
atención al público. Sin embargo, el difícil Las escenas son abundantes y claras:
ajuste de la nueva obra con los vestigios del salvo 20 figuras dibujadas en perspectiva
pasado no hace justicia a una ciudad tan muy lejana, pudimos ver con claridad el
armónica y a un centro tan contenido como sexo de 278 personas en 32 escenas. De
el de la ciudad de Oviedo. ellas, un 12% (33) son mujeres. Realmente
Con una superficie de casi 6.000 m2, la escaso.
titularidad de este Museo es del Ministerio Si dividimos el Museo por ambientes
de Cultura y la gestión, del Principado de históricos, el cuadro de cifras y
Asturias. proporciones es el siguiente:
El proyecto museológico ha atravesado

HOMBRES MUJERES TOTALES


PREHISTORIA 44 14 (24,1% ) 58
CASTROS 118 4 (3,4%) 122
ROMA 62 9 (12,6% ) 71
MEDIOEVO 21 6 (22,2% ) 27
TOTALES 245 33 (12% ) 278

Aquí se puede observar un fenómeno al incluso mucho menor, en la época romana


que nos vamos acostumbrando: el y, en este caso, en el mundo prerromano de
porcentaje de mujeres representadas es los Castros, donde llega a una cifra récord:
mayor en los extremos de la historia: la un 3,4%.
prehistoria y el medioevo. Y es menor, El estudio de las actitudes y posturas de

152 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156


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La representación de las m ujeres en los m odernos museos arqueológicos:
estudio de cinco casos

estas personas puede observarse también en el siguiente cuadro:

HOMBRES MUJERES TOTALES


DE PIE 2 0 4 (8 3,3% ) 21 (6 4 % ) 225
SENTADAS 2 7 (1 1 % ) 5 (1 5 % ) 32
YACENTES 0 1 (3% ) 1
INCLINADAS O AGACHADAS 7 (2,8% ) 2 (6% ) 9
CON UNA RODILLA EN TIERRA 6 (2,5% ) 1 (3% ) 7
DE RODILLAS 1 (0,4% ) 3 (9% ) 4
TOTALES 245 33 278
Puede verse cómo el repertorio de una de estas personas pasa por una
posturas o actitudes es bastante menor que selección de las escenas “activas”, es decir,
en otros de los museos analizados en este aquellas en las que las personas
artículo, tal vez porque el número de representadas, al menos algunas, están
escenas, en general, es menor. En este caso realizando actividades reconocibles. Así
aparece una verdadera excepción: una hemos reducido el número de escenas a 25,
mujer con una rodilla en tierra; en en las que hemos podido contar 222
oposición también hay un hombre con las personas, de las que 22 son mujeres. En
dos, es decir, en la postura que llamamos esta ocasión, por lo tanto, el porcentaje de
“de rodillas”. mujeres baja a un 9%. El cuadro de las
La respuesta a qué está haciendo cada actividades aparece a continuación:

HOMBRES MUJERES TOTALES


Trabajos de campo 18 (8,9% ) 2 (1 0 % ) 17
Artesanales, talla y pintura 20 (1 0 % ) 3 (1 5 % ) 23
Caza o trato de animales 11 (5,4% ) 8 (4 0 % ) 19
Vigilancia o guerra 20 (1 0 % ) 0 20
Mirar, hablar o leer 9 (4,5% ) 2 (1 0 % ) 11
Minería 18 (8,9% ) 0 18
Construcción 7 6 (3 7 ,4 % ) 0 76
Se asean o beben 15 (7,4% ) 2 (1 0 % ) 17
Caminan 1 4 (7% ) 0 14
Cocinan o sirven 1 (0,5% ) 3 (1 5 % ) 4
TOTALES 2 02 20 2 22

También como de costumbre, las ninguna mujer aparece caminando,


mujeres no construyen ni vigilan ni mientras que sí lo hacen 14 hombres.
trabajan en minería o con metales; el alto El estudio sobre quiénes protagonizan
porcentaje de mujeres en actividades de cada escena nos lleva de nuevo a la
caza o con animales se explica cuando necesidad de seleccionar aquellas en las
vemos como en tres de los ocho casos que ese aspecto se observa con claridad. Se
trabajan con pieles; en dos coge o abre reduce así el número a un total de 11
lapas y en otros dos pesca en un río. Sólo escenas con clara persona protagonista, en
en otro caso aparece con una lanza en la un caso son un hombre y una mujer, ambos
mano, en igualdad al hombre que le con un tratamiento similar. Luego, en seis
acompaña. Curiosamente en este Museo casos los protagonistas claros son hombres

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156 153


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y en tres lo son mujeres, dos en espacios 7. Estudio com parativo y conclusiones


domésticos y una, la más evidente de todas, En el siguiente cuadro comparativo
pintando un bisonte en la pared de una hemos ordenado los cinco museos anali­
cueva. zados de mayor a menor porcentaje de
mujeres representadas, de acuerdo con el
objetivo de nuestro estudio: ___________
MUSEO ESCENAS PERSONAS RECO. HOM. MUJ. %MUJ
ALMERÍA 57 299 265 177 88 33%
BURGOS 36 329 223 166 57 25,50%
BILBAO 28 218 183 146 37 20%
ALICANTE 83 700 700 608 92 13%
OVIEDO 32 298 278 245 33 12%
TOTALES 236 1842 1649 1324 307 23%
El cómputo general no es demasiado 2009), el de Vitoria, que visitamos con la
halagüeño para las mujeres, pero es intere­ idea de incluirlo en este trabajo; pero no
sante comparar esta cifra final con la que nos fue posible porque, simplemente, en
obteníamos hace una década en el estudio ese Museo habían prevalecido los instru­
de exposiciones y textos escolares sobre mentos arquitectónicos sobre los
los orígenes humanos, que nunca superó el museográficos, y las escenas -tal y como
15% (ver, p.e. Querol 2000 y 2001). Llama las definimos y estudiamos nosotras-
la atención por supuesto el elevado apenas existían.
número de escenas que se utilizan como El estudio comparativo de lo que hemos
recursos museológicos, comparándolo denominado “posturas o actitudes” lo
también con la concepción “objetual” de los vamos a centrar en tres posibilidades: “de
más clásicos museos arqueológicos en los pie”, porque se ha mostrado como la más
que se esperaba que los elementos mate­ abundante, “con una rodilla en tierra”
riales “hablaran por sí mismos” sobre la porque, como hemos visto en otros
sociedad a la que queríamos que represen­ trabajos, se trata de una postura
taran. No podemos dejar de señalar el tradicionalmente masculina, y “de rodillas”
hecho de que tal tendencia clásica aún precisamente por lo contrario. Los resul­
puede encontrarse en producciones tados, en porcentajes redondeados dentro
recientes. Así, en nuestro periplo visitando de sus propios grupos -hom bres y
museos con “ojos de mujeres”, encon­ m ujeres- son los siguientes:
tramos otro inaugurado hace poco (en
Almería Burgos Bill ao Alicante Oviedo Totales
H M H M H M H M H M H M
De pie 72 50 64 47 81 68 83 71 83 64 80 59
Con una rodilla en tierra 4 1 4 3 2 3 2 0 2 3 3 2
De rodillas 10 28 1 14 3 13 2 8 0 9 3 16

Sirviendo los porcentajes de personas otra parte ya indicado, es el alto porcentaje


en posición erguida como guía, podemos de hombres de rodillas del Museo de
ver cómo las diferencias entre hombres y Almería.
mujeres con una rodilla en tierra no son Por lo que respecta a los trabajos
muy significativas, pero sí lo son -lo realizados por estas representaciones,
continúan siendo- las que existen entre debemos recordar que tan sólo hemos
hombres arrodillados y mujeres en esa tenido en cuenta las escenas activas, por lo
misma posición, que en resultados totales que los totales de hombres y mujeres no
van de un 3% para los primeros a un 16% coinciden con los generales. Un repaso por
para las segundas. No hay además una los cuadros incluidos en el estudio de cada
diferencia significativa entre los cinco museo nos da algunas cifras curiosas:
museos; tal vez lo único a remarcar, por

154 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156


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La representación de las m ujeres en los m odernos m useos arqueológicos:
estudio de cinco casos

HOMBRES MUJERES
Caza/pesca 43 12
Agricultura/ganadería 1 79 19
Talla y otros trabajos artesanales 1 49 28
Metalurgia, minería, construcción 215 16
Cocina, cuidados 27 39
Comercio, reuniones 1 29 13
Ritos funerarios 64 21
Caminar, llevar cosas 79 27
Mirar o vigilar 71 16
Muertas o enfermas 14 3
Comer, rezar, cuidarse 46 15

Sin necesidad de recurrir a los ¿Obedece acaso a estudios realizados con


porcentajes, el conjunto de estas cifras nos planteamientos teóricos, contrastaciones
está dando una imagen del pasado científicas, etc.? Mucho nos tememos que
demasiado semejante a la del presente: las no es así. Los modernos museos cuidan
mujeres “parece” que no trabajan en la mucho su arquitectura -en algunos casos,
agricultura o la ganadería, porque tampoco son sobre todo grandes proyectos
nunca las vemos haciéndolo en los arquitectónicos- y por supuesto sus
periódicos o revistas; hay que investigar un sistemas de presentación. Pero creemos
poco para darse cuenta de que en el que cuidan muy poco sus discursos,
momento actual, las tierras cultivadas del ateniéndose al evolucionismo clásico, al
continente africano lo son, en un 90% por protagonismo masculino y a la importancia
las mujeres, aunque ellas sólo sean las de las actividades “propias” de hombres. La
dueñas de la tierra que trabajan en un única excepción constatada en todo esto es
10%. Las mujeres no salen en los el Museo Arqueológico de Almería, al que
cuadernillos de los periódicos dedicados a sólo le hubiera faltado un pequeño
la economía, no se reúnen para hablar de esfuerzo más para elevar su ya alto 33% de
negocios o planificar guerras, no vigilan ni mujeres representadas, al 50%, por el que
hacen trabajos relacionados con las luchamos.
guerras, no participan en los trabajos de
construcción, ni mucho menos en los de 8. Bibliografía
minería o metalurgia. Sus números DIPUTACION DE ALICANTE 2007: MARQ.
absolutos sólo son mayores en las Guía Catálogo del Museo Arqueológico de
actividades de cocina o de cuidados, es Alicante. Textos Rafael Azuar, Manuel
decir, en lo que la moderna Arqueología Olcina y Jorge Soler. Diputación de
llama de mantenimiento. Alicante. Alicante.
Nos extraña no encontrar más mujeres DIPUTACION FORAL DE BIZKAIA.
en los muy representados ámbitos DEPARTAMENTO DE CULTURA 2010:
funerarios, en los que insistentemente, y Raices de un pueblo. Guías del Arkeologi
salvo en Almería, el muerto es un hombre. Museoa, num. 1. Textos Iñaki García
También nos llama la atención la escasez Camino. Diputación Foral de Bizkaia.
de mujeres en las artesanías, por ejemplo Bizkaia.
no hay ninguna mujer tallando piedras, GARCIA DE CASTRO VALDÉS, César 2011:
pero es que también son escasas en una “El Museo Arqueológico de Asturias”.
actividad tradicionalmente femenina: la Revista HERMUS Vol. III, 2, pp. 49-56.
alfarería. HORNOS MATA, FRANCISCA, RISQUEZ
¿De dónde ha salido todo esto? CUENCA, Carmen 2000: “Paseando por un

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156 155


Universidad de Cádiz
QUEROL, Ma Ángeles y HORNOS, Francisca

museo y buscando el lugar de la mujer”. QUEROL, Ma Angeles 2003: “Eva la


Arqueología Espacial 22 pp. 175-186. diferente”. X Coloquio Internacional de la
HORNOS MATA, Francisca, RISQUEZ Asociación Española de Investigación de
CUENCA, Carmen 2005: “Mujeres iberas: Historia de las Mujeres: Representación,
un estado de la cuestión”. En Margarita Construcción e Interpretación de la imagen
SÁNCHEZ ROMERO (Coord.): Arqueología y visual de la mujer, pp. 103- 118. Editado
Género, pp. 283-333. Servicio de por AEIHM e Instituto de Cultura y
Publicaciones de la Universidad de Tecnología “Miguel de Unamuno”. Madrid.
Granada. Granada. QUEROL, Ma Angeles 2005: “El Origen del
HORNOS MATA, Francisca, RISQUEZ Hombre y la identidad femenina: los mitos
CUENCA, Carmen 2005a: “Representación duraderos”. En Margarita SÁNCHEZ
en la actualidad: las mujeres en los ROMERO (Ed.): Arqueología y Género,
museos”. En Margarita SÁNCHEZ ROMERO pp.441-456. Servicio de Publicaciones de la
(coord.): Arqueología y Género, pp.479-490. Universidad de Granada. Granada.
Servicio de Publicaciones de la Universidad QUEROL, Ma Angeles 2005a: “Las mujeres
de Granada. Granada. en los relatos sobre los orígenes de la
JUNTA DE ANDALUCIA. CONSEJERIA DE humanidad”. En Isabel MORANT (Coord.):
CULTURA 2009: Museo de Almería. Guía Historia de las mujeres en España y América
Breve. Colección Museos de Andalucía. Guía latina. Vol. 1: de la Prehistoria a la Edad
Breve num. 3. Texto Manuel Ramos Lizana. Media, pp.27- 77. Cátedra. Madrid.
Junta de Andalucía Sevilla. QUEROL, Ma Angeles 2006: “Los discursos
JUNTA DE CASTILLA Y LEON, CONSEJERIA actualistas en las representaciones de la
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la Evolución Humana. Textos J. Carlos DÍEZ feminista”. III Congreso Internacional de
FERNÁNDEZ-LOMANA, Rebeca GARCÍA Musealización de Yacimientos
GONZÁLEZ y Laura RODRÍGUEZ GARCÍA. Arqueológicos, pp.36-44. Zaragoza.
Junta de Castilla y León. Burgos. QUEROL, Ma Angeles 2010: Manual de
QUEROL, Ma Angeles 2000: “El espacio de Gestión del Patrimonio Cultural. Akal.
la mujer en el discurso sobre el origen de la Madrid.
humanidad”. Arqueología Espacial 22, pp. QUEROL, Ma Angeles, CASTILLO MENA,
161-173. Alicia 2002: Entre Homínidosy elefantes. Un
QUEROL, Ma Angeles 2000a: “El lenguaje paseo por la rem ota edad de la piedra .
utilizado en el tema del origen de la Ediciones Doce Calles. Madrid.
humanidad: una visión feminista”. IIas QUEROL, Ma Angeles, TRIVIÑO, Consuelo
Jornadas internacionales sobre roles 2004: La mujer en "El Origen del Hombre".
sexuales y de género. Mujer, ideología y Ediciones Bellaterra. Barcelona.
población, pp.221-238. Arys, Ediciones RISQUEZ CUENCA, Carmen, GARCÍA
clásicas. Madrid. LUQUE, Antonia, HORNOS MATA, Francisca
QUEROL, Ma Angeles 2001: Adán y Darwin. 2010: “La Dama de Baza: un viaje femenino
Síntesis. Madrid. al más allá”. En Teresa CHAPA e Isabel
QUEROL, Ma Angeles 2001a: “La formación IZQUIERDO (Eds.): Actas del Encuentro
de la identidad femenina a través de la Internacional sobre la Dama de Baza,
Arqueología: el contexto de los orígenes”. pp.259-278. Museo Arqueológico Nacional.
Arqueoweb, revista en Internet. N° 3, 3. Madrid.

156 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 135-156


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