La supremacía de la constitución se descubre en Europa con la teoría de Hans Kelsen,
quien encuentra la solución a la necesidad de guardar un orden normativo, dando el sitio prioritario a la Constitución. Para este efecto parte de la ficción de una pirámide invertida, en cuyo vértice superior coloca a la Norma Suprema para que todas las demás, situadas en los siguientes estamentos, guarden estricta coherencia con su contenido, sin que puedan dejar de adecuarse a este orden, bajo pena de ineficacia jurídica. (Art. 424 de la Constitución) El otro punto cardinal del pensamiento kelseniano es que, sentada la premisa de la supremacía, debe instituirse la obligatoriedad de la sujeción a la Ley suprema, función que debe encargarse a un órgano especial, de fuera del Judicial y fuera del Legislativo. El órgano encargado del control de constitucionalidad para verificar que las leyes no contraríen a los mandatos constitucionales, son los tribunales constitucionales y que en el Ecuador nació en 1945 bajo en nombre de Tribunal de Garantías Constitucionales. Esta clase de control por estar en un solo órgano se llamó control concentrado o control abstracto porque se daba de manera general, no a un caso concreto. Así el control abstracto de constitucionalidad tiene como finalidad garantizar la unidad y coherencia del ordenamiento jurídico a través de la identificación y la eliminación de las incompatibilidades normativas, por razones de fondo o de forma, entre las normas constitucionales y las demás disposiciones que integran el sistema jurídico. Al control abstracto no le interesan las cuestiones concretas de la aplicación de la norma en situaciones específicas ¿Quién ejerce este control? La Corte Constitucional. En concordancia con el art.429, que menciona” La corte Constitucional es el máximo órgano de control, interpretación constitucional y de administración de justicia en esta materia. Sin embargo en este artículo no se específica que sea un control abstracto, se habla de un control general o de una mixtura como es nuestro caso. El numeral 3 del art.436 define de manera directa el control abstracto, diciendo al tenor de la norma suprema: “Declarar de oficio la inconstitucionalidad de normas conexas, cuando en los casos sometidos a su conocimiento concluya que una o varias de ellas son contrarias a la constitución. La Corte Constitucional está encargada de asegurar la supremacía e integridad de la Constitución a través de dos mecanismos: el juico de constitucionalidad de normas con fuera de ley y actos legislativos y la revisión de las decisiones judiciales relacionadas con la acción de tutela. Comúnmente se explica que, en cuanto al primer mecanismo, la Corte realiza un control abstracto de constitucionalidad, mientras que en el segundo, un control concreto. Tal distinción es deficiente si los criterios relevantes para hacerlo son la naturaleza normativa del primero y la existencia de un caso para el segundo. Las características del control constitucional que realiza la Corte Constitucional no puede ser explicada según la tradicional distinción entre control abstracto y concreto. El carácter multifacético del rol de dicha Corte evidencia diferentes variables y matices que deben ser estudiados para comprender el Control Constitucional.