El fin del estado.

Aristóteles inicia la doctrina del fin del estado, el romanticismo plantea que el estado es un fin en sí. Luego
de esto la doctrina rechaza la teoría del fin del estado por considerarla un problema sin solución.
Solo los hombres y no los grupos pueden proponerse fines subjetivos. El estado no es una unidad de fin en
el sentido de que sus miembros persigan los mismos fines. No puede llegarse a establecer la misión política
concreta del estado. Esta misión depende de las ideologías de determinados grupos.
El fin del estado constituye el problema más fundamental de la teoría del estado. Es cierto que solo los
hombres pueden proponerse fines, pero el estado tiene una función objetiva llena de sentido que no
siempre concuerda con los fines subjetivos de los hombres que lo forman.
El sentido o fin del estado es su función social, su acción social objetiva, que hay que distinguir de la
psicológica subjetiva.

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El estado puede ser objeto de una interpretación psicológica, en este caso indagaría el fin subjetivo que los
hombres se proponen en un caso concreto o que suelen proponerse. De esos fines no se puede pasar a la
unidad objetiva de acción del estado.
so se concibe el fin del estado de manera formal, si se habla de un fin para el mantenimiento de la existencia
y del bienestar, ese fin no sería un fin específico y no sería uno de estado ni una situación de hecho

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psicológica que se pudiera comprobar pata todos los miembros.
Los teóricos del estado comprenden al mismo de manera objetiva. El estado da lugar a actividades
semejantes con una significación objetiva y un sentido comprensible para la vida social. Las acciones que
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ejerce el estado se determinan con objetividad. El estado no es posible sin la actividad conscientemente
dirigida a un fin. Los fines establecidos actúan causalmente en los hombres como elementos motivadores de
sus voluntades. La realidad del estado consiste en su acción o función, la cual no precisa que sea querida
como fin, pues el estado solo existe en sus efectos.
La acción objetiva del estado es separable de los actos físicos de su nacimiento. La función del estado se
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distingue, tanto de los fines subjetivos que le adscriben las ideologías como de cualquier atribuían de
sentido de carácter trascendente referidas a su fundamento jurídico.
La función del estado es algo que plantea la voluntad humana. No es necesariamente dada por una situación
natural o cultural. La función estatal surge como necesidad en el momento en que se produce una
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determinada situación cultural: el sedentarismo u la división del trabajo desarrollada.

Esta necesidad de la función estatal hace que no podamos considerar al estado una creación del arbitrio
humano. Vemos en él un producto necesario de la voluntad humana, actuando en una situación cultural y
natural dada.


La función del estado llega a un grado de interdependencia social en un determinado territorio que exige
que esta ordenación unitaria será planteada también hacia afuera. Siempre que se prefiera el poder propio
al extraño existe una voluntad de estado. Si se consigue organizar la cooperación social, nos hallamos ante
un estado al cual se atribuye el obrar político de gobierno con anterioridad al derecho internacional y la
jurisprudencia normativa.
La función del estado consiste en la organización u activación autónoma de la cooperación social territorial
fundada en la necesidad justica de una vivencia común que armonice las oposiciones de intereses dentro de
un territorio, que a su vez aparece delimitado por otros grupos de dominación territorial semejantes.
La determinación del fin ion de sentido es de importancia, sin una referencia del mismo todos los conceptos
de la teoría del estado aparecen vacíos de sentido.

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La función política
El concepto de lo político es mucho más amplio que el de lo estatal. Con conceptos amplios no es posible
determinar la función específica de lo político.
Todas las formas de política tienen en común el desplegar y aplicar poder social organizado, su poder nacer
y se mantiene mediante una cooperación humana dirigida por una ordenación regular común. Solo el poder
organizado estatalmente es lo que consideramos político fundamentalmente.
Política es la organización y actuación autónoma de la cooperación social en un territorio. No es necesario
que corresponda siempre a la función política objetiva, una intención subjetiva de los miembros. Lo
importante es el efecto objetivo y no el criterio o intención subjetivos.
Si bien la organización estatal nos acerca a un concepto más claro de lo político, no toda actividad del estado
es actividad política. La calidad de político depende de las circunstancias sociales, de la mayor o menos

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homogeneidad social y política del pueblo y de la forma del estado.
Se califica de político solo al poder del estado que dirige o conduce, no al que ejecuta. Como depositario
político se considera a quien puede llevar a cabo un cambio esencial en la división del poder estatal, en lo
interno o lo externo, sobre la nace de decisiones autónomas o se esfuerza por poseer esa facultad.
No vale como política la actividad de los órganos estatales subordinados que se realiza según normas

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precisas.
Cuando existen fuertes tensiones, o periodos de crisis, todas las actividades se vuelven políticas.
Son actividades políticas las actividades de carácter dispositivo, en el estado la que realizan los poderes
legislativos y el gobierno, no la administración ni la justicia.
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La política y el estado se encuentran estrechados pero no debe n ser identificados. No solo el estado
despliega puro poder político, también los grupos intra e interestatales. No todo poder que actúa
políticamente es estatal, pero si aspira a serlo según su función de sentido, según sus intenciones. Ese
objetivo solo puede alcanzarlo si se transforma en poder estatal. El poder del estado se diferencia de todas
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otras formas de poder político porque tiene a su disposición el ordenamiento jurídico establecido y
asegurado por órganos estatales. Toda organización política debe esforzarse por tener parte en el poder
estatal.
La función política influye en todas las demás funciones y es influida por ellas. Los poderes espirituales son
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un ejemplo. Un poder político es más firme en cuanto mas consiga hacer que sea reconocida la pretensión
de obligatoriedad para sus propias ideas y ordenaciones y para las reglas de costumbre por las aceptadas.
Creado su prestigio si el tipo de cultura representado políticamente es aceptado como modelo. Por eso
concede importancia a la política cultural.


Con respecto a las relaciones entre el poder físico y el político, el poder físico es la última ratio del mismo. El
poder militar es una condición de existencia del poder estatal, y existe por el mismo. El poder político solo
precisa de la fuerza excepcionalmente y con solo ella no podría sostenerse ni un momento.

I. Fin del Estado

La función del Estado consiste en la organización y activación de la cooperación social-territorial, fundada
en la necesidad histórica de un status vivendi común, que armonice todas las oposiciones de intereses dentro de
una zona geográfica, la cual, en tanto no exista un Estado Mundial, aparece delimitada por otros grupos
territoriales de dominación de naturaleza semejante.

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 ESTADO

Función Organización y
objetiva delimitación
Actividad que puede
ser Poder estatal
dirigida a
desigual a que se afirma
un fin
fines en lo interior y
subjetivos hacia el exterior
(por poder
militar)

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MIEMBROS
AMPLIACIÓN
TERRITORIO
Posibilidad de

Unidad de acción

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para protección

 Función política
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Política es la organización y actuación autónoma de la cooperación social en un territorio. Lo importante
es el efecto objetivo y no la intención subjetiva.
Se califica de político tan sólo al poder que el Estado dirige o conduce (actividad del Gobierno y Legislatura),
y no al que ejecuta en base a esas disposiciones (Administración y Justicia). Pero no todo poder que actúa
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políticamente emana del Estado, puede emanar de partidos, alianzas, Iglesia, asociaciones sindicales. El poder del
Estado es el único que tiene a su disposición el orden jurídico, y su aseguramiento por órganos estatales. En tal
sentido puede definirse la política como la acción de transformar tendencias sociales en formas jurídicas. La
función política influye en todas las demás funciones sociales, que a su vez la influyen a ésta.
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