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El Barça no está bien. Mejor dicho, está mal. Pero al amparo de su público consigue sacar
los partidos adelante. Ante el Villarreal, con el debut 'oficial' del nuevo tridente (Messi,
Luis Suárez y Griezmann) en el equipo titular, el conjunto de Valverde apenas tuvo 20
minutos de inspiración, los que duró el crack argentino en plenas condiciones antes de
sufrir nuevos problemas físicos.
Los goles de Griezmann y Arthur (impresionante zapatazo desde fuera del área) parecían
presagiar otro triunfo cómodo de los blaugranas. Pero un error de Ter Stegen ante un
disparo lejano de Cazorla poco antes del descanso provocó el desasosiego en las filas culés.
Un desasosiego que aumentó al ver que Messi no salía en la segunda parte. El crack
argentino se quedó en el vestuario por precaución y provocó un bajón total en su equipo.
En la segunda mitad, toma y daca sin demasiado acierto hasta la irrupción mágica de Ansu
Fati a diez minutos del final. El chaval hizo más en tres juga
Luis Suárez no ha jugado un buen partido y ha escuchado silbidos por parte de un sector
de la grada del Camp Nou. Con el paso de los minutos, la afición se ha ido impacientando
porque al uruguayo no le salían las cosas y tras escucharse algunos pitos aislados, cuando
ha sido cambiado sí que ha habido división de opiniones.