Está en la página 1de 3

CURFAD: COHORTE 104

Ensayo: Análisis y reflexión sobre el rol del facilitador-mediador del


conocimiento en momentos cuando la educación universitaria debe asumir su
papel protagónico como ente de vanguardia transformadora y de cambio de
una sociedad, ante los desafíos planteados.

“Leer un minuto antes de enjuiciar a los profesores universitarios” por el


Prof. Evaristo Mendez.
Educar nunca ha sido y nunca será una vocación sencilla. Aún en las mejores
condiciones, en un ambiente favorable y contando con el soporte de vastos avances tecnológicos,
resulta difícil dejar de lado las situaciones externas y entrar a un aula a compartir con otros, y
además asegurarse que dicho contenido fue asimilado de manera correcta. Esto sin contar todas
las otras labores que implica la docencia, tanto antes como después de dictar una clase. Ahora,
resulta más complicado aún explicar lo compleja que puede ser la vida de un docente que debe
lidiar con sobrevivir en un país que vive una profunda crisis social y económica, y todavía tener
que resolver los problemas relacionados a su profesión, y aun así seguir educando.

Por más difícil que parezca, es precisamente eso lo que muchos profesores universitarios
han estado haciendo en Venezuela desde hace ya varios años. Las condiciones en las que viven
los habitantes del país han empeorado con el pasar de los años, y, como es bien sabido, esto ha
llevado a muchos a migrar en búsqueda de mejores oportunidades de vida. No obstante, no todos
han tomado esta decisión, y aquellos que aún permanecen en el país deben buscar maneras de
sobrellevar la difícil situación en la que se encuentran. A pesar de que esto afecta a todas
profesiones, es importante destacar el esfuerzo que realizan aquellos que buscan preparar a las
futuras generaciones y prepararlos para reconstruir el país.

Porque los problemas por los que atraviesa Venezuela no afectan a los docentes tan solo
en el aula. La labor de un profesor universitario (y de ningún otro educador) no termina al salir
de los salones o abandonar la institución donde trabajan. Los procesos de planificación y
evaluación son realizadas muchas veces en el hogar, durante el tiempo libre de los profesores, así
como la labor de investigación que es necesario para mantenerse al día con las actualizaciones en
su campo de estudio.

Todas estas tareas son de vital importancia en el proceso de la educación. Resulta muy
difícil, no obstante, poder llevarlas a cabo teniendo que afrontar por ejemplo problemas de
conectividad a Internet, o graves fallas eléctricas, sin contar el estrés y desespero que genera en
muchos profesores no poder llevar el pan a la mesa, ya que en la mayoría de los casos sus
salarios no van de la mano con lo importante que es la labor que realizan.
En países europeos como Finlandia o Noruega, o países del continente Asiático como
Japón, la docencia es una de las profesiones mejor pagas, y con amplias razones. No es el caso
de Venezuela, donde los profesores universitarios tienen unos de los ingresos mensuales más
bajos del mundo. Se podría argumentar que esta es la realidad que afrontan la gran parte de las
profesiones en el país sudamericano, debido a la grave situación económica e inflacionaria, pero
es importante recordar que el Gobierno venezolano ha, en multiples ocasiones, ordenado mejoras
salariales a oficiales en cargos militares o políticos, y que todas las medidas aplicadas para
mejorar los ingresos de los educadores han resultado insuficientes.

Sea el que sea su ingreso mensual, los docentes continúan intentando hacer lo que hacen
mejor, formando profesionales, brindándoles sus conocimientos y actuando en muchos casos
como guías y mentores para sus estudiantes. Un buen profesor termina siendo un motivador
también, sobretodo en una crisis tan profunda como la que existe en Venezuela hoy en día. Gran
parte de los venezolanos que han migrado a otros países son jóvenes que han decidido abandonar
los estudios sea por necesidad o por convicción, ya que quizás ser un profesional universitario no
sea considerado tan rentable como lo era antes.

Existen aún, sin embargo, profesores universitarios que van más allá de su labor docente,
y fungen como ejemplo y modelo a seguir para muchos de sus pupilos, mostrándoles en muchas
oportunidades la importancia de los estudios, y lo que significa tener una formación profesional.
Y hacen esto teniendo que enfrentar todas las dificultades antes mencionadas, además de lidiar
con sus propias preocupaciones, ya que los docentes son, al fin y al cabo, humanos, por más
titánica que sea la labor que realizan.

Es necesario apreciar a los educadores. Resulta difícil ofrecer soluciones claras a la


situación que atraviesa Venezuela, al menos algunas que sean sencillas de aplicar. Lo que sí
debería ser más fácil es comprender cuan crucial es la tarea que realizan los profesores
universitarios, cuán difícil puede ser en situaciones normales (y más aún en situaciones
precarias) y que tan importante es brindarles todo el apoyo necesario, para así hacer su labor un
poco más llevadera.

Los docentes son formadores y forjadores del futuro, en Venezuela y en el resto del
mundo. Por más difícil que sea visualizar un futuro positivo para el país, cuando se logre
alcanzarlo será gracias a buenos profesores, ya que ellos habrán sido responsables de moldear a
los profesionales que, con suerte, estarán a cargo de formar una mejor realidad para todos.

“Un buen maestro puede crear esperanza, encender la imaginación e inspirar amor
por el aprendizaje”

Brian Henry: Político estadounidense

Lic. Jesús Ágreda 24.089.89

También podría gustarte