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CURSO: 8° básico FECHA:
Tiempo: 90 Objetivo de aprendizaje:
minutos (OA3)Analizar las narraciones leídas para enriquecer su comprensión, considerando, cuando
sea pertinente:
> El o los conflictos de la historia.
> El papel que juega cada personaje en el conflicto y cómo sus acciones afectan a otros
personajes.
> El efecto de ciertas acciones en el desarrollo de la historia.
> Cuándo habla el narrador y cuándo hablan los personajes.
> La disposición temporal de los hechos
> Elementos en común con otros textos leídos en el año.
(OA 8) Formular una interpretación de los textos literarios, considerando:
> Su experiencia personal y sus conocimientos.
> un dilema presentado en el texto y su postura personal acerca del mismo.
> La relación de la obra con la visión de mundo y el contexto histórico en el que se ambienta y/o
en el que fue creada.
(OA 12) Aplicar estrategias de comprensión de acuerdo con sus propósitos de lectura:
- Analizar los distintos tipos de relaciones que establecen las imágenes o el sonido con el texto
escrito (en textos multimodales).
- Identificar los elementos del texto que dificultan la comprensión (pérdida de los referentes,
vocabulario desconocido, inconsistencias entre la información del texto y los propios
conocimientos) y buscar soluciones.
(OA 17 ) Usar adecuadamente oraciones complejas:
- Manteniendo un referente claro.
- Conservando la coherencia temporal.
- Ubicando el sujeto, para determinar de qué o quién se habla.
TEXTO N°1:
Manchas de sangre
Agatha Christie
Decidí dibujar una casa antigua, llamada Las Armas de Polhawith. Como justo se paró
un pescador allí, me pareció una escena perfecta; siempre me da vergüenza pedirle a
la gente que se quede quieta, por eso apresuré mi dibujo. Estaba luchando con unos
contrastes que no me convencían, cuando lo vi. Mi mano iba más rápido que mis ojos.
Eran manchas de sangre en el suelo. Me puse de pie y, con las manos temblorosas,
empecé a recoger mis cosas, y entonces observé que el hombre que había llegado en
auto aquella mañana, miraba a ambos lados de la calle. En el balcón apareció su
esposa para recoger los trajes de baño. A pesar de estar lejos de su marido, hablaba
con tono bajo y no se veía mucho su rostro por el cabello desordenado, lo que no me
pareció relevante hasta un año después.
—Oye, Margery, Carol no ha regresado todavía. Es extraño, ¿no te parece?
—Bueno, no podemos esperar más. Tenemos que continuar hasta Penrithar.
Se marcharon. Cuando el auto se hubo alejado, fui a examinar de cerca el suelo. Pero
ya no había manchas de sangre. Entonces, vi a lo lejos a la mujer llamada Carol, que
venía corriendo por el camino del acantilado. En contraste con el gris de las rocas,
parecía una venenosa flor roja. Más tarde oí el ruido de su coche y me pregunté si
también ella se dirigía a Penrithar, pero tomó la dirección contraria.
Dos días más tarde leí en el diario: «Baño fatal en el mar». El artículo contaba cómo
la señora Dacre, esposa del capitán Denis Dacre, se había ahogado en la Ensenada
de Landeer, a poca distancia de donde yo me hallaba. Ellos se encontraban
hospedados en el hotel del lugar y querían bañarse, pero comenzó un viento helado y
el capitán Dacre prefirió jugar golf. Mrs. Dacre se marchó sola a la ensenada. Como
no regresaba, su esposo se alarmó. Encontraron sus ropas junto a una roca. Su
cadáver fue hallado una semana más tarde, cuando el mar lo arrojó a la playa. Tenía
un gran golpe en la cabeza; la opinión general fue que se había golpeado contra una
roca. Por lo que averigüé, su muerte debió de ocurrir un día después de que yo viera
las supuestas manchas de sangre.
Acudían a algún lugar de veraneo con su nueva esposa y se encontraba con Carol.
Mientras se estaban bañando, asesinaban a la esposa, y Carol, poniéndose sus
ropas, regresaba en el bote con él. Más tarde abandonaban el lugar, después de
preguntar por la supuesta Carol y, al llegar a las afueras del pueblo, Carol regresaba
con sus ropas llamativas y su extremado maquillaje para marcharse de allí en su
propio coche. Averiguaban en qué dirección iba la corriente y Denis notificaba la
muerte en el próximo pueblo que quedase en esa misma dirección. Carol hacía el
papel de esposa y se iba sola a alguna playa solitaria para dejar las ropas de ésta
junto a una roca y ella se marchaba con su traje llamativo.
2.- ¿Qué pistas une la narradora del relato para sospechar de Denis?
I. Manchas de sangre en el suelo que caían desde el balcón
II. Margery hablaba bajo y no se le veía mucho la cara al volver del paseo a la cueva.
III. Denis repite la escena de encontrarse con una amiga y presentarle a su esposa.
A) Solo I y II. B) Solo III y IV. C) II y III. D) I, II y III
7.- Supuse que los bañistas habrían regresado felizmente. Los bañistas para narradora son:
a) Los esposos
b) Las personas que disfrutan de la playa
c) Los esposos, Denis y Margery y la “amiga” de él: Carol
d) Ninguna de las anteriores
8.- El fragmento anterior puede considerarse parte del género policial debido a que:
I.- Presenta un misterio por resolver (asesinato)
II. La narradora cumple la función de detective
III. Los personajes son fugitivos
A) I y II. B) Solo II y III. C) I y III. D) I, II y III
10.- Si fueses el/la detective del caso anterior ¿Cómo explicarías que Carol y
Denis son los asesinos? Explica la resolución del misterio por medio de las
pistas entregadas por la narradora. Recuerda utilizar recursos de cohesión
textual ( 6 pts.).
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Texto III
“El corazón delator”
¡Es cierto! Siempre he sido nervioso, terriblemente nervioso. ¿Por qué dicen ustedes
que estoy loco? La enfermedad había agudizado mis sentidos, en vez de destruirlos o
embotarlos. Y mi oído era el más agudo de todos. Oía todo lo que puede oírse en la
tierra y en el cielo. Muchas cosas oí en el infierno. ¿Cómo puedo estar loco,
entonces? Escuchen... y observen con cuánta cordura, con cuánta tranquilidad les
cuento mi historia.
Me es imposible decir cómo aquella idea entró en mi cabeza por primera vez; pero,
una vez concebida, me acosó noche y día. Yo no perseguía ningún propósito. Ni
tampoco estaba furioso. Quería mucho al viejo.
Presten atención ahora. Ustedes me toman por loco. Pero los locos no saben nada.
En cambio... ¡Si hubieran podido verme! ¡Si hubieran podido ver con qué habilidad
procedí! ¡Con qué cuidado... con qué previsión...con qué disimulo me puse a la obra!
Jamás fui más amable con el viejo que la semana antes de matarlo. Todas las
noches, hacia las doce, hacía yo girar el picaporte de su puerta y la abría... ¡Oh, tan
suavemente!
Poe, E. A. (2001). El corazón delator. En Hop Frog y otros relatos. Santiago: Pehuén.
(Fragmento).
A. Como un loco.
A. Narrador omnisciente.
B. Narrador testigo.
C. Narrador en tercera persona.
D. Narrador protagonista.
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TEXTO N°2:
El hijo
Horacio Quiroga
Es un poderoso día de verano en Misiones, con todo el sol, el calor y la calma que
puede deparar la estación. La naturaleza plenamente abierta, se siente satisfecha de
sí. Como el sol, el calor y la calma ambiente, el padre abre también su corazón a la
naturaleza.
—Ten cuidado, chiquito —dice a su hijo; abreviando en esa frase todas las
observaciones del caso y que su hijo comprende perfectamente.
—Si, papá —responde la criatura mientras coge la escopeta y carga de cartuchos los
bolsillos de su camisa, que cierra con cuidado.
—Vuelve a la hora de almorzar —observa aún el padre.
—Sí, papá —repite el chico.
No es fácil para un padre viudo, sin otra fe ni esperanza que su hijo, educarlo como lo
ha hecho él, seguro de sus pequeños pies y manos desde que tenía cuatro años,
consciente de la inmensidad de ciertos peligros y de la escasez de sus propias
fuerzas ¡Tan fácilmente una criatura calcula mal, sienta un pie en el vacío y se pierde
un hijo!
Hoy, con el ardiente y vital día de verano, el padre se siente feliz, tranquilo, y seguro
del porvenir.
En ese instante, no muy lejos suena un estampido.
—La Saint-Étienne... Dos palomas menos en el monte...
Sin prestar más atención al hecho, el hombre se abstrae en su tarea. El sol, ya muy
alto, continúa ascendiendo. Adónde quiera que se mire -piedras, tierra, árboles-, el
aire enrarecido como en un horno, vibra con el calor. El padre echa una ojeada a su
muñeca: las doce. Y levanta los ojos al monte. Su hijo debía estar ya de vuelta. En la
mutua confianza que depositan el uno en el otro, no se engañan jamás. Cuando su
hijo responde: "Sí, papá", hará lo que dice. Dijo que volvería antes de las doce, y el
padre ha sonreído al verlo partir. Y no ha vuelto.
El padre se pone en marcha. Entra en el monte, costea la línea de cactus sin hallar el
menor rastro de su hijo. Y cuando ha recorrido las sendas de caza conocidas,
adquiere la seguridad de que cada paso que da lo lleva, inevitablemente, al cadáver
de su hijo.
Las fuerzas que permiten entregar un pobre padre a la más atroz pesadilla tienen
también un límite. Y el nuestro siente que las suyas se le escapan, cuando ve a su
hijo.
—Chiquito... —murmura el hombre. Y, exhausto, abraza al pequeño.
1.- ¿Qué misterio presenta el texto? ¿Qué parte del misterio es sobrenatural y
cuál es realista? (4 pts.)
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2.- Escribe tres ejemplos del texto que correspondan a vocabulario sugestivo. (6
pts. en total/ 2 pts. por ejemplo correcto)
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3.- ¿Cómo se conforma un espacio tenebroso en este cuento? (4 pts.)
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