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FLORES GALINDO: IDENTIDAD Y UTOPÍA EN LOS ANDES

Para el autor el caso de TA debe ser visto como una REVOLUCION por su composición social, sus objetivos, y
los efectos conseguidos en la estructura colonial. La derrota no quita la calidad de revolucionario de un
movimiento. La revolución tupamarista implicó la formación de un ejército, la designación de autoridades en
los territorios libertados y la recaudación de impuestos, además de una prolífica producción de proclamas,
bandos, y edictos difundidos en el sur andino. NO FUE UN ACONTECIMIENTO ESPONTANEO SINO PLANEADO.
Contó con una organización y dirigentes.

3 Puntos centrales del programa de TA:


- Expulsión de los españoles, de los corregimientos y los repartos de mercancías.
- Restitución del imperio incaico
- Introducción de cambios sustantivos en la estructura económica: supresión de la mita, eliminación de las
grandes haciendas, abolición de las aduanas y alcabalas, libertad de comercio.

TA pensaba formar un cuerpo político en el que convivieran criollos, indios, negros y mestizos. Rompiendo la
distinción entre castas y generando solidaridades internas entre todos aquellos que no fueran españoles. El
INCA era el principio ordenador que permitiría superar el caos. Había descendientes del Inca, uno de ellos era
TA.

En los 4 meses que el movimiento fue conducido por TA se contó con el apoyo de los campesinos, sin su
intervención masiva hubiese sido imposible lograr la vastedad geográfica que tuvo. La revolución tupamarista
de haber triunfado hubiera generado una transformación radical en la sociedad colonial.

Las masas anhelaban el regreso de un Tawantisuyu que la imaginación popular había recreado con los rasgos
de una sociedad igualitaria. Lo andino es un claro posicionamiento ante un distanciamiento de lo español.

Una disputa mercantil podía volverse rápidamente un conflicto anticolonial y derivar (dada la alianza entre
comerciantes y burocracia) en una LUCHA DE CLASES. TA no solo quería erradicar la mita minera, también la
de las haciendas, los obrajes, todas las formas de trabajo obligatorio en beneficio de los españoles debían ser
suprimidas.

El temor a una revolución hizo que muchos defiendan un orden que, aunque no los beneficiaba, les otorgaba
algunas mínimas prerrogativas. La rebelión evidenció que mientras los lideres proyectaban una revolución para
romper con el colonialismo y modernizar el país, los campesinos entendieron que eran convocados para un
Pachacuti.

TEXTO FLORES GALINDO: REPUBLICA SIN CIUDADANOS

Este texto presenta la vertiente opuesta a la utopía andina: EL RACISMO, esa manera peculiar de mirar a los
"otros", que además de constituir un discurso sobre la sociedad, integra al entramado de la vida cotidiana.

RACISMO: discurso ideológico que fundamenta la dominación social teniendo como uno de sus ejes la supuesta
existencia de razas y la relación jerárquica entre ellas.

El discurso racista en el Perú se estructuró alrededor de la relación blanco-indio. Esta relación comenzó con la
dominación colonial. Antes, en el territorio andino existían diversos grupos étnicos con la conquista surge la
categoría de indio, con el propósito de homogenizar forzosamente a la población vencida y reducir sus diversas
expresiones culturales.
Para evitar la despoblación y mantener el control de los vencidos, se proyectó el modelo de una sociedad dual,
en la que coexistieran dos repúblicas, la de indios por un lado y la de españoles por otro.

En la sociedad colonial un hombre podía ocupar determinado lugar por su casta y otro, muy distinto, por sus
ingresos. Entender esto último exige considerar que a medida que transcurría el orden colonial se fue
desdibujando la identificación inicial entre blanco-colono e indio-colonizado.

El volumen de muertos (50.000) y sobre todo la forma como se produjeron estos decesos, las masacres y la
intensidad en enfrentamientos que prácticamente dividieron a los pueblos de la zona en dos, dejaron recuerdos
casi traumáticos. La derrota de Túpac Amaru significará, vista desde la otra vertiente, el fin de la aristocracia
indígena, cuyos títulos fueron suprimidos y, en muchos casos, expropiados sus bienes, acusados con
fundamento o no, de haber colaborado con los rebeldes. El indio comienza a ser tan menospreciado como
temido por quienes no lo son.

En la sociedad colonial las fronteras étnicas no separan sólo a ricos de pobres. También funcionan en el interior
mismo de las "clases bajas", enfrentando, por ejemplo, a indios y negros.

El ciclo antiindigenista iniciado en 1780 se interrumpe con las guerras de la independencia. Los patriotas
admiten que su victoria ha sido posible gracias a tropas indígenas.

Durante la colonia el orden social contaba con el respaldo de la idea monárquica y la garantía que eran ejércitos
peninsulares contra cualquiera que pretendiera cuestionar al Rey. La república se erigió justamente sobre la
debacle del ejército realista. Otro sustento importante de la aristocracia colonial era la Iglesia. Pero la
independencia había implicado también una ruptura con el clero. La jerarquía bendijo hasta el último momento
a las tropas del Virrey.

En tiempos del Rey, TRES INSTITUCIONES habían permitido el funcionamiento de la dominación social:

- CORREGIDOR, autoridad española a escala provincial, encargado de administrar justicia (reemplazados por los
intendentes)

- CURACA, la autoridad correspondiente en la República de indios y que se desempeñaba como bisagra entre
las comunidades y la administración colonial (suprimidos después de la derrota de Túpac Amaru)

- CURA, que además de velar por las almas, era un propalador de normas y valores desde el pulpito y el
confesionario.

La desaparición de curacas y corregidores, la postergación del clero y la debilidad de los aparatos policiales y
burocráticos republicanos, permitieron que los terratenientes, a la propiedad de sus haciendas añadieran el
monopolio del poder político local.

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