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Escuela Metropolitana de Arte Dramático

Carrera: Formación del Actor


Materia: Historia Social del Arte I
Profesora: Araceli Mariel Arreche

Trabajo práctico
2

Alumnos:

Sergio Pardo
(sergio.pardo.mendez@gmail.com)

Yasna Leiva
(yasna_leiva_cortes@hotmail.com)

1
Ivana Schiaffino
(ivanaschiaffino@hotmail.com)

Julieta Maisonnave
(juli.maiso@gmail.com)

“Las cinco quintas virtudes que este famoso hombre practicaba eran la liberalidad y la
bondad, luego la castidad y cortesía, que nunca se corrompieron en él; y como virtud más
destacada, la piedad”1

Cuando hablamos de la Edad Media, nuestro imaginario se ve poblado de

caballeros, espadas, princesas, reyes, torneos y grandes castillos. Esto es en gran medida

gracias a la literatura que nos ha llegado de esta época; específicamente, a través de la

épica heroica y los cantares de gesta. Historias de grandes aventuras, viajes, hazañas,

leyendas donde los elementos de la realidad se entretejen con fantasía son las que

podemos encontrar por ejemplo en “El cantar de Rolando”, “El cantar del Mio Cid” o

“Sir Gawain y el caballero verde”. Estas piezas nos hablan mucho de la mentalidad de

la época en que se inscriben; una mentalidad en dónde el heroísmo y la santidad son

valores fundamentales. Y también nos habla de un sector social: la aristocracia señorial.

De modo que lo que nos llega a través de estos textos es sólo un recorte de su tiempo, de

ninguna manera puede ser asociado a la realidad de la llamada Edad Media.

Trovadores y juglares contaban las historias de los valerosos caballeros, sus

virtudes hazañas, que eran dignas de admiración y respeto. Y que afirmaban también su

poder. “El caballero quería conquistar el honor y la gloria en el duro ejercicio de la

guerra, y con ellos ganar también riquezas y poder”2

Creemos importante aclarar en el comienzo de este trabajo, que cuando

hablamos de “Edad Media”, no hablamos de un período uniforme, primeramente


1
Anónimo, 1982, Sir Gawain y el caballero verde, España, Ediciones Siruela, pág 17
2
Romero Jose Luis, 2001, La edad media, Argentina, Fondo de cultura económica, pág 178

2
podemos describir tres etapas distintas: la Temprana Edad Media, que ubicamos entre

los siglos V y VIII; la Alta Edad Media, donde se consolida el orden medieval, entre el

siglo IX y el siglo XI; y finalmente la Baja Edad Media, el período de crisis de este

orden, que se da entre los siglos XI y XIV. La dificultad que se enfrenta al estudiar esta

época, es que no encontramos en ella un mundo occidental homogéneo, muy lejos

estamos aún de los estados nacionales. Por ende, no sucedía en todos lado lo mismo.

A continuación, realizaremos un análisis de “Sir Gawain y el caballero verde”,

escrito en una época de crisis del sistema medieval. Nos sumergiremos en este

intrincado mundo teniendo en cuenta los diversos factores que delinean su contexto.

Veremos si este imaginario colectivo que mencionamos al principio corresponde a la

realidad histórica y también veremos de qué manera esta obra se relaciona con lo teatral,

ya que muchas de las expresiones del teatro contemporáneo encuentran sus raíces en

estos años.

Sir Gawain y el caballero verde, de autor desconocido, se sitúa en el siglo XIV, en el

período de la baja edad media, es decir un período donde el sistema medieval se

encuentra en crisis. Crisis causada muy probablemente por las cruzadas, que causaron la

caída del orden señorial y transformaciones sociales y económicas, que a su vez

produjeron una renovación en el ámbito de lo espiritual.

En el aspecto económico, nos encontramos en los primeros siglos de la baja edad

media con el crecimiento de los sectores burgueses y su consiguiente crecimiento de la

economía de las ciudades, en detrimento de los sectores campesinos. Así vemos el

florecimiento de una fuerza nueva: la burguesía, que se consolidaba con cada vez más

poder económico. Esta nueva fuerza traía consigo nuevos valores: el trabajo y la

3
riqueza. Estos ideales entrarían en conflicto con los valores tradicionales de los sectores

señoriales, que habían marcado la alta edad media: el heroísmo y la santidad. La

burguesía se consolida también a través de su unión con una fuerza antigua, pero que en

estos siglos encuentra, forzosamente, una renovación: la monarquía. Ésta encontrará en

la burguesía el apoyo que necesitaba para combatir a los señores feudales. Por otro lado

“el s XIV vio la insurrección de la burguesía y de las masas campesinas, el afloramiento

de nuevas concepciones políticas en el ceno de los reinos nacionales y en el ceno de la

Iglesia, el ensayo de nuevas doctrinas económicas, el asomo de nuevas ideas y nuevas

direcciones estéticas que correspondían a una concepción fuertemente naturalística de la

vida. Pero nada de eso triunfó definitivamente”3 El orden feudal estaba en crisis, es por

esto, que en un intento de salvaguardar sus interesas y su tradición, las clases señoriales

promovieron un resurgimiento del espíritu caballeresco. Éste era la máxima expresión

de los valores feudales. Pero en este resurgimiento podemos ver impresa una

modificación a partir de las nuevas circunstancias. El nuevo espíritu caballeresco era

ahora más refinado y revestido de un carácter más espectacular, le interesaba más la

aventura que la guerra. Sobrevivía más que nada como un recuerdo de tiempos pasados

y se correspondía cada vez menos con las características de su tiempo actual. En el

ámbito señorial era cada vez más importante tener una vida lujosa, cortesana y

engalanada. La poesía, la música, los torneos y los festines se transformaron en su

principal preocupación. Estos ideales encontraban una gran repercusión popular. En ésta

época aparecen los Romances y baladas que se difunden en Francia, España e

Inglaterra, que retoman el viejo espíritu caballeresco y lo transforman según el nuevo

espíritu cortesano.4

Los juglares y los trovadores eran los encargados de difundir el recuerdo de los

3
Op. Cit, Romero Jose Luis, pág 194
4
Op Cit, Romero José Luis, pág 214

4
viejos y los nuevos héroes, llevando de un lugar a otro la noticia de sus hazañas. “La

épica es la voz misma del sentimiento heroico de la vida y durante los primeros siglos

de la alta edad media apagó el rumor de quienes proclamaban la preeminencia de la

contemplación sobre la acción”5 En este contexto se inscribe “Sir Gawain y el Caballero

Verde”, que “aunque ejemplifica las virtudes caballerescas del valor y la lealtad, no es

sólo un relato al servicio de una moral, sino un relato en sí”6.

Un Romance de esta época es “Sir Gawain y el Caballero verde”. Este poema

exalta la mentalidad del espíritu caballeresco de una época pasada.

Sir Gawain, además de ser el sobrino del Rey Arturo, es un caballero heroico y

esforzado. Representa la imagen simbólica del caballero y sus valores intachables.

Cuando el Caballero Verde irrumpe en el castillo de Arturo para solicitar un juego de

navidad, ya que era sabido que los caballeros del Rey Arturo eran los más valientes e

intrépidos de Inglaterra. Gawain, valientemente se ofrece para que su Rey no tenga que

pelear y así proteger su vida. De esta manera, muestra su gran valor tras decidirse a

enfrentar al inmenso y terrible Caballero Verde, de cualidades fantásticas, quien es la

puerta de entrada a esta aventura. Según el trato, Gawain podía darle un golpe sin que el

caballero verde pudiera defenderse, de esta manera, el caballero le corta la cabeza de un

sólo golpe de hacha; pero sorprendentemente el caballero verde no muere, sino que

recoge la cabeza y se marcha diciendo que lo aguardaba a Gawain en la capilla verde en

un año. Sir Gawain, para salvar su honor de caballero emprende su viaje sabiendo su

terrible destino. Una vez adentrado en desconocidos caminos realiza numerosas

hazañas: combate con dragones y seres salvajes, saliendo siempre victorioso. Cuando ya

se presenta como una gran dificultad dar con la capilla verde, aparece este hermoso

castillo que, además de brindarle el más grato hospedaje, lo pondrá a prueba como

5
Op Cit, Romero José Luis, pág 178
6
De Cuenca. Luis Alberto, 1982, Prólogo, Sir Gawain y el caballero verde, España, Ediciones Siruela,
pág. 3

5
caballero. En este lugar conocerá a la esposa del señor del castillo, una hermosa joven

que desafiará su pureza, seduciéndolo y tentándolo a los placeres del amor, pero que

finalmente y gracias a los modales y convicción de Gawain no conseguirá que nuestro

héroe desista de su objetivo final.

El intercambio de trofeos con el señor del castillo representará la lealtad que el

caballero deberá cumplir y a su vez la mayor prueba: demostrar su honestidad. Es en el

último día de intercambios dónde nuestro caballero acepta recibir de la doncella un

cinto verde que marcará en la vida de Gawain la fragilidad de los valores y el respeto.

Tras dejar el castillo, Sir Gawain encuentra la capilla y al temible caballero verde.

Quien tras infringirle un pequeño corte con su hacha, en lugar de decapitarlo como era

el trato, le revela ser el mismo señor del castillo que anteriormente lo había hospedado.

El caballero verde le perdona la vida por mostrar en todo momento sus buenos valores,

por mantenerse firme y puro tras las insistentes tentaciones de la doncella, quien, al

mismo tiempo, era la esposa del señor; y por su templanza al momento en que debía

recibir el golpe final. El pequeño corte infringido fue por el cinto que recibiera de la

hermosa dama y que no fuera declarado al momento del intercambio. De esta forma,

nuestro héroe retorna victorioso a sus tierras, habiendo cumplido con su honor y con

una lección sobre la lealtad que lo acompañara por el resto de su vida.

Como mencionamos anteriormente, esta pieza en un Romance. Sir Gawain y el

caballero verde es un poema que consta de 2500 versos agrupados en una curiosa forma

irregular de estrofa formada por un numero incierto de ellos (entre 16 y 20), en su

mayor parte sin rimar y sin metro, pero regularmente aliterados 7. Pero si bien es una

pieza de literatura, podemos encontrar en ella elementos teatrales. En primer lugar este

texto no fue compuesto para ser leído, sino escuchado. Los trovadores componían

versos y melodías que luego los transmitirían los llamados juglares, quienes con
7
Op Cit, Decuenca, Luis Alberto, pág.3

6
instrumentos de cuerdas ejercitaban su misión frente a toda suerte de público. Es

imprescindible notar la importancia que tenía el juglar, ya que él era el encargado de

transmitir todas las intencionalidades y emociones que el trovador quiso plasmar. Para

esto, rodeaban el tema escogido de elementos que le daban interés y emoción, y lo

relataban con determinados adornos retóricos: imágenes, comparaciones,

amplificaciones, etc. Los autores de estos textos presentan siempre sus narraciones

como algo ocurrido realmente y, para conseguir el efecto de veracidad en lo narrado,

multiplican los detalles propios del entorno. Así, podemos ver en este poema los

exquisitos detalles de paisajes, que podemos ver casi como cuadros, o la minuciosa

descripción de las vestimentas.

Sin duda el juglar era quién, al igual que el actor, se encargaba de ponerle el

cuerpo a las historias, haciendo que éstas adquirieran más dinamismo y acapararan de

mejor forma la atención de los oyentes. Desde una mirada contemporánea, podemos

establecer una relación entre los Juglares y Trovadores y lo que hoy llamamos la

“Narración oral”. En nuestro país, la mayor exponente es Ana María Bovo: “Desde mi

profesión de narradora sigo cultivando el gusto por los relatos, y mi tarea pedagógica

consiste en eso: enseñar a construir historias”8. Relatar sucesos ha sido uno de los

principales intereses y entretenimientos del hombre. La necesidad interna de transmitir

conocimientos, valoraciones o simples ideas sobre algún hecho - real o inventado – es

consustancial a la comunicación entre individuos y en el medio donde se convive. Esta

comunicación se realiza mediante la palabra y ésta expresa el complejo de hechos

acaecidos tanto del presente como de tradiciones heredadas9.

En el arte contemporáneo encontramos una infinidad de proyecciones dónde el

tema de esta obra se vuelve a plantear. Tomaremos la figura de Robin Hood. En su

8
Fragmento extraído se su página web: www.anamariabovo.com.ar
9
Del Carmen Victori Ramos, María, La narrativa oral, pág 66. En
http://www.lacult.org/docc/oralidad_11_65-81-la-narrativa-oral.pdf

7
historia podemos ver lo heroico, la aventura, la hazaña. Este personaje es el arquetipo

del héroe y forajido, y ha sido traído una y otra vez en diversos formatos. Por ejemplo

encontramos muchas películas sobre este mítico personaje, abordadas de muy diversos

lugares; desde la comedia, como puede ser la versión llevada a cabo por los Montly

Phyton, dirigida por Terry Gillian o la versión de Mel Brooks “Las locas locas aventuras

de Robin Hood”. También encontramos versiones un poco más románticas, como la de

Ridley Scott. Este personaje ha sido llevado también al teatro; a continuación

realizaremos un breve análisis de la obra “La leyenda de Robin Hood” de Mauricio

Kartun. Esta obra fue estrenada en la sala Casacubierta en la temporada de 1995,

interpretada por el Grupo de Titiriteros del teatro Municipal General San Martín.

El Dramaturgo y Director Mauricio Kartun, junto al dramaturgo de títeres Tito

Loréfice, nos muestran una obra de marionetas que está orientada a niños, es una

adaptación que retoma la leyenda de Robín Hood con el fin de mostrar las aventuras del

personaje para ejemplificar y dejar variadas enseñanzas. La historia circula en el tema

de: “al pueblo debe retornar lo que el pueblo ha producido; si uno trabaja quiere que los

resultados de ese trabajo lo beneficien y no ha otro que no trabaja y los acumula10”.

Robín Hood se caracteriza por su lealtad, humanidad, amistad y justicia; la cual

lo lleva a enfrentarse a todo con tal de lograr su fin. Al ver la figura de Robín Hood,

podemos identificar la moralidad que también se hace presente en “Sir Gawain y el

caballero verde”, pero mirada desde otra perspectiva. Robín es un hombre leal, tanto

con su pueblo como con sus compañeros, es valiente y se enfrentara incluso a los más

fuertes con tal de seguir su idea de bien y justicia. “Robin Hood se explaya sobre la

humanidad de quien quita a los ricos para dar a los pobres. Esta es la esencia de Robin

Hood, que es la gran condensación de su leyenda, es lo que nosotros tomamos

10
Revista Teatro, Tercera época, Año 1, Nª2 septiembre de 1995, pág 24

8
(Mauricio Kartun)”11

En la obra vemos al mito actualizado; “Lo que hace actual al guión es un

contexto actual que coincide con el contexto original de la leyenda. Si bien la obra no

contiene toda la peripecia que cuenta la leyenda, sí mantiene todos sus temas

fundamentales”12

A modo de conclusión, podemos decir entonces que Sir Gawain y el Caballero

Verde nos cuenta más que la aventura de un caballero medieval. No se trata de un

mundo de espadas, caballeros y castillos, sino de un mundo de lucha por el poder,

tensión y conflicto de valores.

Los ideales que habían sido afirmados en la alta edad media, estaban en riesgo.

El caballero cruzado del siglo XI, al servicio de la defensa de la cristiandad había sido

reemplazado por un caballero individualista y los valores que su clase pregonaba

estaban siendo atacados por el surgimiento de nuevas fuerzas sociales y el consiguiente

cambio económico y político que esto implicaba.

Ya en la Alta edad media la nueva población de las ciudades había adquirido un

especial interés por la cultura; varios estilos teatrales encuentran su origen en esta

época, como el teatro Sacro, las moralidades, la farsa, etc. En esta época surge también

la literatura didáctica, siendo la fábula una de sus piezas centrales. Estas fábulas eran

cantadas por los juglares en las plazas y mercados. Y es aquí donde encuentra su origen

la épica heroica.

Como hemos explicado, los trovadores escribían los poemas que luego serían

interpretados por los juglares. Estos poemas eran pensados para ser escuchados, y para

atrapar la atención del público. Es interesante que si bien toda esta época es pensada

como una “época oscura”, en ella podemos encontrar muchos elementos que de alguna

11
Idem,
12
Idem

9
manera son fundamentos de nuestro arte contemporáneo. Trazando una mirada desde

nuestro tiempo, podemos establecer una relación entre la actividad juglaresca y lo que

hoy llamamos la “narración oral”. También, desde esta mirada, podemos ver como el

arte que nos llega hoy en día actualiza la temática del héroe y la aventura; podemos ver

esto por ejemplo en numerosas películas bélicas, épicas hasta en el cómic.

10
Bibliografía:

De orden básico:

Libros

-Anónimo, 1982, Sir Gawain y el caballero verde, España, Ediciones Siruela

-De Casas Felicia, 1997 Fabliaux, cuentos franceses medievales, España, Ed. Cátedra

-Romero Jose Luis, 2001, La edad media, Argentina, Fondo de cultura económica

Internet

-Del Carmen Victori Ramos, María, La narrativa oral,

http://www.lacult.org/docc/oralidad_11_65-81-la-narrativa-oral.pdf

- www.anamaríabovo.com.ar

Revistas:

-Revista Teatro, Tercera época, Año 1, Nª2 septiembre de 1995

De carácter general:

-Berthold, Margot, 1974, Historia social del teatro, España, Ediciones Guadarrama

-Boiadzhíeu G. N. y Dzhivelé A., 1957, Historia del teatro Europeo, Argentina, Editorial

Futuro.

-Dubatti Jorge, 2007, Filosofía del teatro I, Argentina, Editorial ATUEL

-Hauser, Arnold, 1978, Historia social de la literatura y del Arte, España, Ediciones

Guadarrama.

-Valverde y Martín de Riquer, 1996, La épica medieval, España, Ediciones


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Universitarias

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