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Estrategias Teatrales en Salud*

María Teresa Lodieu

Compendio
La evaluación de los programas promocionales y preventivos de salud que se basan
en la difusión de la información sobre cuidados o advertencias frente a riesgos específicos,
ha permitido constatar dos obstáculos: las dificultades en la apropiación de la información
por parte de la población objetivo, o el conocimiento de la información, pero sin la
modificación consecuente de las prácticas. Preocupados por estos resultados, distintos
actores sociales del campo de la salud han iniciado programas promocionales y preventivos
con estrategias no tradicionales para la difusión de la información y en especial para
propiciar cambios comportamentales. El objetivo de este trabajo es difundir prácticas en el
campo de la salud que utilizan dispositivos artísticos. Las estrategias teatrales permiten
tomar conciencia sobre las actitudes y prejuicios que dificultan el cuidado de la salud y
ensayar nuevas conductas. En este trabajo presento modalidades de intervención, destinadas
al cuidado de la salud sexual y a la prevención del VIHSIDA que utilizan procedimientos
teatrales.

Marco teórico
Las teorizaciones de dos autores, Augusto Boal y Jorge Dubatti me permiten
construir el marco referencial teórico sobre el que sostengo mi argumentación sobre las
posibilidades que brindan las estrategias teatrales para constituirse en una herramienta
estratégica en el campo de la promoción y prevención en salud. El teatro, sostiene Augusto
Boal (1990), nace cuando el ser humano descubre que puede observarse a sí mismo, puede
verse en situación y viéndose toma conciencia de lo que él es, de lo que no es, e imagina lo
que puede llegar a ser. “Allí reside la esencia del teatro: en el ser humano que se observa”
(Boal, 1990, p.21). La teatralidad es, para este autor, la capacidad del ser humano de
observarse en acción. Es un juego reflexivo que permite el pasaje imaginario del espectador
al actor El espectador viendo una actuación puede imaginarse en ese lugar e idear acciones
alternativas. Boal juega con la palabra espectador que le permite graficar este pasaje o
proceso interactivo actor-espectador: Espec-actor. Esta concepción de la teatralidad es
central para entender la propuesta de Boal del Teatro Foro y constituye uno de los pilares en
el que, desde mi perspectiva, se apoyan las estrategias teatrales en salud.
Jorge Dubatti (2003) acuña un término para definir lo teatral: “convivio”. Este
concepto le sirve para señalar que el teatro en cuanto transmisión oral, implica convivio, o
sea reunión, encuentro, colectivización vinculante. Apoya su conceptualización en los
escritos de Florence Duppont en donde, al describir las prácticas literarias orales en la
cultura “viviente” del mundo greco latino -el sympósiom, el banquete- utiliza la palabra
“convivialité”. Dubatti sostiene que el punto de partida del teatro es “la institución
ancestral del convivio: la reunión, el encuentro de un grupo de hombres en un centro
territorial, en un punto del espacio y del tiempo…” (en itálica en el original) (Dubatti, 2007,
p.47).
El convivio se define por una serie de características: a) implica una reunión de dos
o más personas, un encuentro de presencias vivas, en un tiempo acotado que comparten un
rito de sociabilidad en el cual se alternan los roles de emisor y de receptor. b) es estar con
otro/otros pero simultáneamente estar con uno mismo, poder ir al encuentro del otro y
también del sí mismo, encuentro que posibilita afectar y ser afectado por el otro. c) el
convivio es proximidad, audibilidad y visibilidad estrechas (Dubatti, 2007). Estos rasgos
identificatorios de la esencia del convivio constituyen el otro pilar conceptual sobre el que
fundamento la condición subjetivante que posibilita constituir al teatro como una
herramienta promocional y preventiva en salud. El teatro es acontecimiento porque sucede,
pero también porque es un acontecer relevante de construcción de subjetividad (Dubatti,
2007).
El público teatral no es un espectador pasivo como frente a la pantalla del cine o de
la televisión, sino que es partícipe de ese espacio y de esa situación dramática que se
desarrolla en vivo en su presencia. Lo implica, lo conmueve, lo afecta y no puede dejar de
manifestar su afectación ante lo presentado por los actores. El teatro es acontecimiento, es
praxis, es acción humana, que se desarrolla en una estructura convivial de mutua
interacción entre los actores, el texto dramático y el público.
Estos dos pilares conceptuales, la teatralidad -tal como la define Boal- y el convivio
-postulado por Dubatti- permiten comprender la potencialidad de las estrategias teatrales en
salud.
Multiplicidad de las poéticas teatrales
En la Argentina, ni bien se inicia el proceso democrático luego de la Dictadura
Militar, surgen una multiplicidad de experiencias artísticas. Todos los espacios de la vida
cotidiana en el período comprendido entre 1976 y 1983, habían sido invadidos por la
presencia del Terrorismo de Estado: patrullas policiales o militares en las calles, sirenas de
los coches policiales, controles constantes de las fuerzas de seguridad. Reinaba el miedo a
ser detenido o secuestrado, como consecuencia del silencio y de la parálisis desaparecieron
también las manifestaciones y expresiones populares. A partir de 1983, el advenimiento de
la democracia produce una explosión de libertad que se manifiesta en el florecimiento de
las expresiones artísticas, y en la recuperación de la calle y de los espacios públicos. Esta
libertad recuperada se materializa en diversos formatos: danza, música, murgas,
cuentacuentos, títeres, representaciones teatrales, audiciones radiales, series televisivas, y se
presenta en espacios variados: escenarios teatrales formales, teatro callejero, hospitales,
centros de salud, escuelas, medios de transporte, “escraches” en movilizaciones de protesta.
El escrache constituye una modalidad de protesta utilizada en un inicio por la agrupación
“H.I.J.O.S.”(Hijos por la Identidad por la Justicia contra el Olvido y el Silencio). En
movilizaciones de repudio realizadas por los organismos de Derechos Humanos, el
escrache marcaba e identificaba el lugar de residencia de algún represor. En algunas de
estas manifestaciones, la agrupación H.I.J.O.S. representaba una pequeña escena que
expresaba el repudio al agresor. Como bien presenta Dacal:
“En los años 80, con la llegada de la democracia, los grupos ganaron la calle
como nunca antes lo habían hecho. Los guiaba el fervor de la libertad, la ruptura
del silencio sepulcral…” (Dacal, 2006, p.8).
El teatro buscó reconstruir el tejido social dañado, los huecos y los vacíos.
Considero que esta es la razón por la que se volcaron a recuperar la memoria colectiva y
empezaron desde muy lejos, la llegada de los inmigrantes, la historia de los barrios. En
cambio, la historia política más reciente, la Dictadura, las personas desaparecidas, los niños
apropiados y la Guerra de las Malvinas sólo más tardíamente pudo ser abordada.
Las Primeras Jornadas sobre Cultura y Desarrollo Social, organizadas por Claudio
Pansera en el año 2003, realizadas en el Centro Cultural San Martín de la Ciudad de
Buenos Aires, permiten visualizar la expansión y la multiplicidad de las actividades
artísticas-comunitarias. A partir de ese momento se conforma una red que, entre otras
actividades, encara un relevamiento de los distintos proyectos, desarrolla otras Jornadas y
favorece el surgimiento de publicaciones sobre esta temática.
Algunos de estos emprendimientos tienen un amplio reconocimiento, entre ellos la
radio La Colifata, realizada por pacientes y ex pacientes del Hospital Neuropsiquiátrico
José Borda, el Frente de Artistas del Borda (del mismo Hospital), Los Calandracas, Los
Payamédicos, el Grupo Catalinas Sur y el Teatro por la Identidad. El Teatro por la
Identidad surge en el año 2000 como una manifestación del deseo de las Abuelas de Plaza
de Mayo de recuperar a sus nietos, expropiados por la Dictadura. Actores, dramaturgos y
técnicos colaboran con las Abuelas para dar expresión a este dolor y a esta búsqueda.
Teatro Foro Teatro para Armar
En la década del 70, aunado a todo un movimiento político-social Boal sienta las
bases de su Teatro del Oprimido. El principal objetivo de este Teatro es transformar al
espectador (ser pasivo en la diagramación teatral clásica) en una persona activa, en actor, en
transformador de la acción dramática. Si la poética aristotélica implicaba una delegación
por parte de los espectadores hacia el personaje encarado en la persona que actúa para que
piense, decida, la propuesta de Boal es que el espectador no delegue poderes sino que sea
protagonista, cambie la acción dramática, ensaye soluciones, y especialmente se entrene
para la acción real. Si el teatro brinda la posibilidad de romper con el sometimiento, con la
pasividad se convierte en un arma política y es por ende revolucionario (Boal, 1980).
En el libro Méthode Boal de théâtre et de thérapie, l´ ar-en-ciel du désir presenta su
Nuevo Teatro del Oprimido. Luego de 40 años de trabajo en escenarios y con poblaciones
diversas, Boal considera que su modalidad teatral conlleva una superposición entre lo
teatral y lo terapéutico. En el libro, Boal, describe su teoría teatral, sus experiencias
realizadas en distintos ámbitos y los procedimientos técnicos para el trabajo terapéutico-
teatral. Uno de ellos es el Teatro Foro. En esta propuesta teatral el debate no sucede al final
del espectáculo sino es parte del espectáculo. Se discute cada escena presentada y se
proponen cambios. Los espectadores -espect-actores- pueden pasar al escenario y modificar
la acción dramática. Esta modalidad será la utilizada en particular por el Grupo Los
Calandracas identificada con el nombre de Teatro para Armar.
Teatro para Armar es el término justo para dar cuenta de este proceso de desarmar y
rearmar una escena teatral para ir analizando, reflexionando y probando las acciones
alternativas. Es a la vez el “rompecabezas” porque implica desarmar prejuicios, actitudes,
representaciones, modalidades expresivas, formas de comportarse y relacionarse. El
objetivo consiste en desarticular comportamientos muy arraigados y probar otras palabras,
otros gestos, otros acercamientos. El Teatro para Armar permite ensayar nuevas conductas
con el resguardo que brinda la ficción teatral. Estas características del Teatro para Armar
aunado a la potencialidad dada por el “convivio”, esa particular situación de convivencia,
son los que convierten a las estrategias teatrales en un dispositivo estratégico en las
políticas de promoción y prevención en salud.
La psicología social comunitaria
La psicología social comunitaria tiene como objetivo propiciar el desarrollo y la
transformación social de las comunidades. Maritza Montero considera que es éste el
objetivo que la define como disciplina:
“La psicología social comunitaria generada en los países americanos tanto del
Norte como del Sur y del Centro, desde sus inicios ha estado orientada casi
siempre hacia la transformación social” (Montero, 2003, p.143).
Las acciones que se emprendan deben estar destinadas a favorecer el poder de
control y autonomía tanto a nivel personal como colectivo de los actores participantes. Una
verdadera participación colectiva implica que todas las acciones que surjan deben ser
pensadas, elaboradas y consensuadas con los colectivos sociales participantes. Las
actividades que se realizan bajo esta concepción propician el fortalecimiento de la
comunidad y de sus integrantes.
Un proceso de Intervención Comunitaria parte de la base de considerar que los
problemas comunitarios a ser abordados son complejos y multifacéticos. Estas
características son inherentes a toda problemática comunitaria, ya que la misma pone en
juego a varios actores sociales cuyos intereses y valoraciones pueden ser disímiles. El
proceso de intervención no puede soslayar la heterogeneidad de las necesidades e intereses
de los sectores involucrados y las hegemonías de poder existentes que van a manifestarse
en todas las acciones que se emprendan (Sánchez Vidal, 1996).
Sólo desde un posicionamiento ético que contemple el bien común, que respete las
idiosincrasias de todos los participantes y con una auténtica participación democrática
podremos enmarcar nuestra tarea en los lineamientos de la psicología social comunitaria.
Las intervenciones en el campo de la salud, desde una perspectiva comunitaria destinadas a
la promoción y prevención en salud deben programarse en base a tres componentes básicos:
la acción intersectorial, la participación activa de la población y la acción comunitaria local.
La actividad preventiva desarrollada por el Grupo Los Calandracas, que describo luego,
muestra claramente la participación de estos tres componentes.
Un breve análisis de las políticas tradicionales de promoción y prevención en salud
en nuestro medio, permite comprender su fracaso y la búsqueda de otras alternativas
basadas en la participación comunitaria. En la década del 90, en nuestro país, frente al
incremento del consumo de drogas y a la epidemia de VIHSIDA se inicia una serie de
campañas publicitarias masivas a través de los medios de comunicación: radio, televisión,
difusión gráfica en las calles o en los medios de transporte. Los mensajes acentúan los
factores de riesgo o señalan la potencialidad mortífera de la conducta implicada. Un
ejemplo de este tipo de propuesta es: el alcohol al volante mata. En algunos de estos
programas mediáticos, con el objetivo de obtener un mayor nivel de impacto sobre la
población destinataria, convocan a personajes con un alto reconocimiento en el país:
deportistas, actores, profesionales adiestrados en medicina, personajes de la cultura,
científicos. Si bien estas políticas preventivas tuvieron una amplia difusión y fueron objeto
de debates públicos, no modificaron los indicadores epidemiológicos.
Frente a una amenaza de una epidemia de cólera, en particular en la frontera norte
del país, un equipo de salud de un Hospital de la Provincia de Misiones, en unas Jornadas
de Atención Primaria de la Salud -que se realizaban en el Aula Magna de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Buenos Aires- presentan la modalidad que habían ideado
para difundir las medidas preventivas: una murga (constituida por los trabajadores de la
salud) recita en el escenario y por los pasillos del Auditorio, al compás de los tambores, los
cuidados preventivos. Esta murga enunciaba también las nuevas estrategias que con
procedimientos artísticos se empezaban a utilizar en el campo de la promoción y
prevención en salud.
La modificación de las conductas no salutíferas individuales y/o colectivas es un
largo proceso que puede ser facilitado por los dispositivos de intervención basados en la
reflexividad, y en la participación activa de las personas integrantes de los colectivos
sociales. La intervención promocional y preventiva en salud en los contextos naturales debe
favorecerse por ser los espacios en donde los sujetos interactúan cotidianamente, por ende,
desempeñan un rol determinante en la construcción subjetiva. Estos escenarios cotidianos
están constituidos por la familia, el grupo de pares, las amistades y las instituciones
educativas, recreativas y laborales.
Las experiencias en el campo del trabajo en salud con procedimientos teatrales, son
valiosas por la modalidad de trabajo implicada, la buena recepción que reciben en distintos
sectores poblacionales, la posibilidad que habilita a un trabajo participativo y creativo.
Estas prácticas posibilitan una toma de conciencia de las representaciones, de las actitudes,
de los prejuicios que determinan el accionar cotidiano y que obstaculizan el cuidado de la
salud.
Los grupos que trabajan con estrategias teatrales con pacientes con problemáticas de
salud mental, internados, en procesos de externación o ya externados acentúan el valor del
trabajo teatral para los procesos de resocialización de los pacientes y para la modificación
de las actitudes, representaciones y prejuicios de la comunidad. Estos mismos valores que
postulan quienes trabajan con pacientes con sufrimiento mental son también sostenidos por
los grupos que trabajan con personas detenidas.
El Frente de Artistas del Borda (FAB), cuyo Director es Alberto Sava, surge en el
año 1984, si bien funciona dentro del Hospital Neuropsiquiátrico Dr. José Borda, no recibe
ningún financiamiento del hospital. Trabajan con los siguientes talleres: Teatro, Marionetas,
Música, Mimo, Plástica, Letras, Periodismo y Fotografía. En el Taller de
“Desmanicomialización” se debate teóricamente esta temática porque constituye la base
ideológica del FAB (Sava, 2006).
Alberto Sava afirma que el trabajo del FAB se sostiene en tres pilares básicos: el
proceso creador, habilitado por el trabajo artístico, un encuadre grupal propio del espacio de
talleres y de asamblea, y un dispositivo de salidas que conecta la producción artística con
una proyección en el afuera, a través de presentaciones frente al público en diferentes
ámbitos. Estas salidas incluyen un momento posterior de debate con el público. El FAB
creó el Festival Latinoamericano de Artistas Internados y Externados de Hospitales
Psiquiátricos y la Red Argentina de Arte y Salud Mental. La propuesta del taller de
Desmanicomialización y los objetivos del Frente de Artistas del Borda pueden sintetizarse
con estas frases: a) El F.A.B. luchará y resistirá…hasta que los muros caigan, b) Ése será el
momento, ése será el final de la obra de Teatro participativo cuyo título es El Borda y c)
Ése será el momento en que el teatro participativo cumplirá su objetivo (Sava, 2006).
Una publicación de la Organización Panamericana de la Salud relata la experiencia
teatral realizada en el Hospital Neuropsiquiátrico de Córdoba, Argentina. Los Dres.
Eduardo Naides, Ernesto Gagliano y Francisco Montaldo Riera (1994) circunscriben esta
experiencia al periodo 1988-1991. Durante cuatro años un grupo constituido por pacientes
del hospital, miembros del personal y representantes de la comunidad, se reunieron en
forma semanal para crear una producción teatral. Utilizaron diversas técnicas para estimular
la creatividad y favorecer la dinámica grupal y crearon piezas teatrales que fueron
presentadas dentro y fuera del hospital. “Los reflejos beneficiosos de estas actividades se
reflejaron en un aumento de la autoestima de los pacientes, mayor grado de intercambio
social y una transformación de la oferta institucional y de su representación social” (Naides,
Galiano & Montaldo,. 1994, p. 2). Los talleres teatrales, según relatan estos autores,
sirvieron como estímulo para la creación de otros proyectos afines: talleres de radio,
literatura, artes pláticas, música. Los obstáculos que encontraron fueron las limitaciones
económicas, la carencia de experiencia previa y la resistencia de algunos funcionarios de
los servicios (Naides et al., 1994).
El Brote, es actualmente una Asociación Civil de Bariloche, Provincia de Río
Negro, Argentina que inicia sus actividades en el año 1997 como un taller de teatro con
usuarios del Servicio de Salud Mental del Hospital Zonal de Bariloche. Ha ampliado sus
actividades incluyendo a jóvenes en condiciones de marginación y pobreza. En sus
objetivos resaltan el valor preventivo de estas estrategias. Consideran que “El teatro es
fundamentalmente una actividad formadora de la persona. Antes que actores moldea a
personas, les da conciencia de sus posibilidades expresivas, les enseña a comunicarse, a ser
solidarias, a imaginar y modificar situaciones, circunstancias y relaciones. El teatro, dentro
del arte, en especial favorece la integración de cuerpo, pensamientos, emociones de quienes
lo practican (Ugarte, 2006, p.45).
Grupo Los Calandracas
El grupo Los Calandracas, dirigido por Ricardo Talento, surge en enero de 1988,
realizan desde entonces un tipo de teatro caracterizado como comunitario, popular y
callejero. En 1996, se asientan en el Circuito Cultural Barracas. Acorde a sus objetivos
fomentan la creación de grupos de murgas, de payasos, de teatro, e integran en sus
actividades a muchas personas que residen en el barrio. En el área de la salud, dependiente
del Programa de Actividades Alternativas de la Secretaría de Salud del Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires, con la coordinación de Andrea Maurizi, apoyándose en las
técnicas del Teatro Foro de Augusto Boal (1980), crean una modalidad teatral que
denominan Teatro para Armar con la que desarrollan múltiples actividades de promoción y
prevención en salud y en educación (Bidegain, 2003).
El programa con estrategias teatrales de mayor envergadura -por la dimensión de la
población objetivo estimada en 21.000 estudiantes- fue el Programa de Promoción de la
Salud Sexual y Prevención del VIH/SIDA: “De Rumores y de Amores”. La coordinación
estuvo a cargo de la Dirección General Adjunta de Programas Especiales de la Secretaría
de Salud y del Programa de Promoción de la Salud y Prevención del SIDA de la Secretaría
de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, contó con la colaboración de la
Secretaría de Cultura y de la Dirección de Juventud. El programa fue auspiciado por
UNICEF. Docentes y alumnos de la Facultad de Psicología y docentes del Ciclo Básico
Común de la Universidad de Buenos Aires bajo mi coordinación colaboraron con los
Talleres Teatrales.
El Programa “De Rumores y de Amores” se desarrolló durante 3 años
consecutivos, desde el año 2000 al 2002 con los alumnos de las escuelas públicas
pertenecientes a los terceros años de las escuelas medias y alumnos de los primeros años
de las escuelas nocturnas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (UBA). La edad de los
participantes –varones y mujeres- comprendía el grupo etareo de 14 a 19 años.
La Ciudad de Buenos Aires, para diagramar la actividad con las escuelas se dividió
en tres zonas: norte, centro y sur. La planificación de esta actividad tuvo en cuenta los
datos de los indicadores epidemiológicos que mostraban una mayor incidencia de la
epidemia de VIHSIDA en la zona sur, en esa zona se inició la programación.
En forma previa al inicio de la actividad con los alumnos se realizaron actividades
de información y capacitación con los Directores y los Profesores de las escuelas, incluso
a ellos estaba destinada la primera representación de cada año. Así mismo los integrantes
del grupo que estaba a mi cargo, estudiantes y docentes de la UBA recibimos una
capacitación sobre cuestiones relativas a la epidemia de VIHSIDA y modalidades
preventivas.
Los alumnos pertenecientes al grupo de escuelas previamente seleccionado en
función de su ubicación geográfica, del número de alumnos y de la capacidad de la sala en
donde se iba a realizar la actividad, asistían a la representación de una pequeña obra de
teatro, titulada: “De Rumores y de Amores” realizada por el grupo Los Calandracas.
Mientras que los alumnos de las distintas escuelas iban llegando, los estudiantes y
docentes de la UBA dialogaban con los alumnos y distribuían folletos informativos sobre
el cuidado de la salud sexual. Estos folletos incluían también los lugares en donde los
adolescentes podían concurrir para tener asesoramiento o realizar estudios para la
detección de enfermedades de transmisión sexual. Al finalizar la actividad se distribuían
preservativos.
La pequeña obra teatral representa el encuentro de una pareja de adolescentes en
un club, lugar que proyectaban tener su primera relación sexual. En el momento en que se
encuentran debatiendo sobre el uso del preservativo, aparecen el padre y la madre de la
joven y la secretaria del Club quienes son miembros de la Comisión Directiva del Club.
La pareja de jóvenes se esconde y escuchan la conversación de las personas adultas
quienes discuten acerca de la posibilidad de echar al Presidente de la Comisión Directiva
porque en el Club se rumoraba que tenía SIDA. El argumento refiere al cuidado de la
salud sexual, a representaciones asociadas al uso del preservativo, a la falta de
comunicación entre padres, madres e hijos y a la estigmatización de una persona que vive
con SIDA.
El estilo de la obra es humorístico con ciertos rasgos del teatro grotesco, con
especial acentuación de algunas características, tendientes a resaltar los comportamientos,
los prejuicios, la discriminación y las concepciones sobre el género que conforman el
material sobre el que se programa trabajar. El Grupo Los Calandracas realiza siempre una
investigación previa sobre las temáticas en las que trabaja para reflejar en las escenas
teatrales las conductas, las palabras, las actitudes típicas de la población objetivo. Las
modalidades teatrales magnifican algunas de estos rubros a fin de visualizarlos y favorecer
el debate y la reflexión sobre los mismos. Al finalizar la obra, la Coordinadora Andrea
Maurizi propone una reflexión entre los subgrupos de participantes, en esta tarea
colaboran los estudiantes de psicología o los psicólogos. Luego se generaliza el debate y
se problematiza lo representado, acentuando los aspectos que al entender de las personas
participantes es necesario modificar en la obra.
La modalidad teatral, teatro-foro o teatro para armar, posibilita que luego de la
primera representación, y del primer debate recién relatado, la obra vuelva a representarse
con las modificaciones que los alumnos propongan a los actores o con la actuación de los
alumnos. La obra comienza nuevamente y los alumnos levantan la mano cuando quieren
modificar algo de lo que se está representando. La obra de teatro es un disparador de la
temática de prevención pero la actividad reflexiva y participativa debe continuar en las
escuelas de origen. Los alumnos junto con los profesores designados para apoyar esta
actividad diseñan en sus escuelas alguna actividad que refleje estas temáticas. Cuentan
para la realización de esta tarea con el apoyo de las delegaciones de la Secretaría de
Cultura. El producto elaborado: teatro, danza, videos, carteles, música, murgas se presenta
a todo el alumnado de la escuela a la que pertenecen. Al finalizar el ciclo lectivo, se realiza
un cierre del programa anual y las distintas producciones elaboradas por los alumnos de
las escuelas participantes en ese ciclo, se presentan en un gran auditorio del Centro
Cultural San Martín.
El diseño de una producción por parte de los alumnos es parte de la metodología
que tiene como objetivo favorecer el proceso de debate, de reflexión sobre el cuidado de la
salud sexual, posibilitar la incorporación de la información necesaria inherente a estas
temáticas y particularmente crear las condiciones que propicien el abandono de conductas
de riesgo y la adopción de conductas salutíferas. Al asumir los alumnos un rol protagónico
en la promoción y difusión del material creado por ellos mismos se potencian las
posibilidades de las modificaciones comportamentales.
Payamédicos
Los Payamédicos como Asociación Civil sin fines de lucro se fundó en el año 2003
y son sus Directores el Dr. José Pellucchi y la Licenciada Andrea Romero. Los integrantes
son en su mayoría, médicos, estudiantes de medicina, psicólogos, estudiantes de psicología
y trabajadores del campo de la salud. Los Payamédicos realizan dos tipos de actividades.
Una de ellas consiste en colaborar en el proceso terapéutico de los pacientes internados en
hospitales, creando condiciones anímicas que favorezcan el proceso de cura. Acorde a la
problemática de los pacientes, los payamédicos elaboran los objetivos terapéuticos y
trabajan con técnicas de clown. Se proponen desdramatizar la situación de internación. La
tristeza, el dolor, el sufrimiento que conlleva una enfermedad puede sobrellevarse en
mejores condiciones si los pacientes internados pueden disfrutar y compartir los juegos, las
fantasías que los Payamédicos van proponiendo. Niños o adultos, tanto los internados como
sus familiares rápidamente entran en ese mundo imaginario y comparten con alegría ese
espacio creativo. La ropa muy colorida y vistosa, las narices rojas de payasos, zapatones,
pelucas, sombreros y diversos instrumentos inventados, muchas veces con productos de uso
habitual en los procesos curativos permite crear este espacio atípico en el medio
hospitalario. El lenguaje también tiene esta mixtura de técnico y payacezco. El payabulario
posee algunos términos ya consensuados entre los payamédicos, (antibichótico, payagrafía)
algunos sirven para identificar las transformaciones del instrumental médico. La
Jeringaraca puede ser una jeringa transformada en un instrumento musical (Bidegain,
2004).
Siempre tuve dudas con respecto a la recepción de los payamédicos en el caso de los
pacientes adultos, sin embargo mi experiencia personal como payamédica y luego como
supervisora del trabajo de los payamédicos no dejó de asombrarme la rapidez y la facilidad
con que los adultos se mimetizan, juegan y se divierten en estos espacios imaginarios. En
los servicios de pediatría son los padres y las madres de los niños internados o las
enfermeras quienes salen a buscar a los payamédicos para pedirles que visiten a sus niños.
En algunas situaciones, cuando los médicos lo solicitan, los payamédicos están presentes
mientras se realizan intervenciones intrusivas y dolorosas, tratando de llevar una sonrisa,
allí en donde el dolor se hace insoportable.
Otra actividad que realizan los payamédicos relacionada con la promoción y
prevención en salud, son obras teatrales sobre temáticas específicas. La obra Mis Vacú se
realiza a pedido de instituciones pediátricas tratando de desdramatizar los temores
relacionados con la vacunación. Goma Goma es una obra destinada al cuidado de la salud
sexual y a la prevención del VIHSIDA. En forma dinámica y amena, con múltiples escenas
cortas, representando personajes de distintas edades y frente a situaciones diversas, los
personajes debaten sobre el uso del preservativo. La obra ha sido representada en centros de
salud, en eventos específicos relacionados con las campañas de prevención y en un teatro
tradicional de la ciudad de Buenos Aires.
Resultados
No se ha realizado, aún una evaluación específica sobre el impacto de las estrategias
artísticas en el campo de la promoción y prevención en salud. Por el momento nos tenemos
que guiar por la información que proviene de la literatura científica en donde describen
estas modalidades de intervención y por los resultados que recogen en base a su accionar. A
esta información se aúna la relevada mediante mi propia intervención en el Grupo Los
Calandras y en Payamédicos.
Sintéticamente los resultados permiten observar que los procedimientos reflexivos
que acompañan a las estrategias teatrales posibilitan una toma de conciencia de las
representaciones, de las actitudes, de los prejuicios relacionados con la temática que se
trabaja. El ensayo de otras conductas posibles en el Teatro para Armar al desarmar
conductas estereotipadas y al propiciar el ensayo de nuevos discursos y de otras
modalidades de relacionarse, facilita los cambios comportamentales. La experiencia en
Payamédicos permite constar que la alegría y la diversión connotan de manera particular la
vida en el medio hospitalario. Al decir de los pacientes el tiempo transcurre de otra manera,
se está a la espera incluso de otros acontecimientos y no sólo de los procedimientos
médicos. Cuando los payamédicos los visitan, los pacientes afirman que duermen mejor,
que recuperan la esperanza y que rearman proyectos. Los niños pueden soportar mejor los
procedimientos intrusivos y pueden aceptar los medicamentos que solían rechazar.
El trabajo con estrategias teatrales en el caso de pacientes con padecimientos
psíquicos se observa que se favorece la comunicación, la autoestima y los procesos de
resocialización. Las representaciones teatrales realizadas por personas con padecimientos
psíquicos fuera del ámbito hospitalario son beneficiosas para modificar los estigmas en
relación al enfermo mental.
Conclusión
El trabajo comunitario en el campo de la salud encarado desde una perspectiva
integral, rebasa los límites estrechos de un saber o una práctica disciplinaria, requiere un
accionar interdisciplinario, intersectorial. La planificación y la ejecución de programas
comunitarios deben realizarse con la participación de la comunidad. Distintas perspectivas
del campo de salud colectiva dan relevancia a la participación y empoderamiento de las
poblaciones concernidas.
La construcción de salud y de nuevas subjetividades desalienantes que potencialicen
los recursos salutíferos y creen ciudadanía, sólo pueden gestarse en prácticas sociales que
posibiliten procesos de socialización enmarcados en una ética solidaria, en el respeto por
las diferencias y en la defensa de los derechos ciudadanos. En esos espacios sociales
pueden desarmarse y reconstruirse comportamientos sociales.
El hiato entre la difusión de la información sanitaria y la apropiación o la adopción
de conductas salutíferas es problemático. El análisis crítico de las políticas normativas,
propició la búsqueda de estrategias no tradicionales convocantes a la participación
comunitaria. La relación Arte y Salud muestra su eficacia productiva en este campo. El
juego dramático, el convivio -esa reunión íntima cara a cara, sostenido por un texto
dramático- la posibilidad de ser espectador y actor - en el teatro para armar- la invitación a
jugar distintos papeles, a probar otros comportamientos, todos estos componentes
constitutivos de la teatralidad brindan las condiciones para considerar que las estrategias
teatrales pueden tener un lugar relevante en el campo de la promoción y prevención en
salud.
NOTA

* Estrategias teatrales en salud: Publicado (1) en Citrón Bou, F.; Acosta Pérez, E.; Díaz Meléndez,
L. Editoras (2009). Psicología Comunitaria. Trabajando con comunidades en las
Américas. Puerto Rico: Publicaciones Puertoriqueñas Editores.

(1) Las pautas editoriales del libro exigen ciertas modalidades en la presentación del texto, entre
ellas: personalizar (escribir en primera persona), incluir siempre el masculino y el
femenino (el/la alumno/a). El texto publicado ha pasado por un corrector de la editorial. En
algunos casos esta situación ha desvirtuado el concepto, por ejemplo actor (en relación al
concepto de actor social) y en el texto publicado ha aparecido actor/actriz. La palabra actriz
no corresponde al concepto de actor social. Este texto digitalizado no incluye el
masculino/femenino, el abstract en inglés, ni las modificaciones del corrector.

Referencias
Bidegain, M. (2003). Los Calandras, una vocación comunitaria. En Dubatti, Jorge (2003).
El teatro de grupos, compañías y otras formaciones (1983-2002) Micropoéticas II.
Bs. As. Centro Cultural de la Cooperación. Ediciones del Instituto Movilizador de
Fondos Cooperativos.
Bidegain, M. (2004). Payamédicos: cuando el arte se convierte en herramienta del trabajo
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