Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Lorenzano
Pinocho y la Sirenita
Ya habían pasado
varios días, desde que el
Hada madrina le había
concedido a Pinocho el
anhelo y deseo de su
corazón, convertirlo en niño
de carne y hueso, pero
previo a ello, el Hada le
había puesto una condición: Debía ser un niño bondadoso y nunca
decir mentiras porque de lo contrario su nariz le crecería un
centímetro por cada mentira que
dijese. Pinocho estuvo de acuerdo,
con tal de sentir el amor en su
corazón. El niño aún rebosaba de
emoción, porque ya podía sentir y
jugar como un niño normal.
También era capaz de expresar
sentimientos humanos y amar a sus seres más cercanos,
especialmente al anciano que lo había creado en un taller de
PINOCHO Y LA SIRENITA Autor: Juvencio S. Lorenzano