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¿La vuelta a casa?

Debido al desplazamiento eficaz del conocimiento y la información y en paralelo, el


costo relacionado con la movilidad de las personas incrementa cada vez más con el
crecimiento de los espacios urbanos, podría dar a entender que a diario se realizarán
más actividades en el hogar y esto debido a las posibilidades tecnológicas del
intercambio de conocimientos, de acceso y colaboración a distancia.
¿Es el final de la geografía o por lo menos del dominio de la distancia geográfica en la
organización de las actividades?
Estamos en presencia de estrategias de localización ‘sin limitación de distancia’ con
respecto a un gran número de tipos de transacciones. En muchos casos el cliente no sabe
donde (geográficamente) se concierta la transacción. La tendencia del regreso al trabajo
en casa es más imprecisa. Poniendo fin a muchos años de desarrollo de las
sistematizaciones en fábricas, donde las personas tenían que desplazarse para su trabajo.
Este sistema se ha desarrollado durante dos siglos, extendiéndose sucesivamente a la
industria, los servicios, el comercio y la educación; su expansión ocasionó gastos de
desplazamiento gigantescos, imposibles de cuantificar, esos gastos resumidos en:
“Dentro de 50 años parecerá increíble que millones de personas se trasladaran de un
inmueble (su casa) a otro (su centro de trabajo) cada mañana y que este proceso sea
reiterado por las tardes en sentido opuesto ocasionando desperdicio en tiempo y espacio.
Una casa se queda vacía todo el día y en la oficina sucede lo mismo pero en la noche.
Cierto desarrollo de una economía del trabajo en casa es prever, partiendo de la base de
esta inversión de los gastos de movilidad del conocimiento en comparación con la
movilidad de las personas.
ANÁLISIS
Si analizamos las variables dentro del incremento de los costos por la movilidad entre los
espacios urbanos podemos concluir que las mujeres siguen teniendo la responsabilidad
principal del cuidado de los niños en muchas familias y se considera también que en la
mayoría de casos el hombre es quien da estabilidad económica en las familias,
Los trabajadores dicen, en una encuesta tras otra, que la flexibilidad es un aspecto muy
importante de la satisfacción con el trabajo. Pero lo que realmente quieren es trabajar
desde casa,
Tal vez más que cualquier otro arreglo, trabajar desde casa ayuda a los trabajadores, en
especial a aquellos que tienen hijos pequeños, a equilibrar su trabajo diario y obligaciones
vitales. Como los costos del cuidado infantil están tan altos, puede tener más sentido
financiero para algunos padres quedarse en casa, un hecho que ha sacado de la fuerza
laboral a muchas mujeres. Se concluye entonces que las mujeres valoran la opción de
trabajar en casa más que los hombres.
"Tiene sentido que las mujeres valoren esta opción", dijo Amanda Pallais, economista de
Harvard. "Las mujeres siguen teniendo la responsabilidad principal del cuidado de los
niños en muchas familias. Si pueden combinar la atención de sus hijos y el trabajo, eso
les parece un gran beneficio.
Después de todo, casi un tercio de las mujeres con una licenciatura dejan la fuerza laboral
cuando tienen un hijo. Muchas mujeres tienen ya sea que volver al trabajo de inmediato
o dejar del todo la fuerza laboral. Y una mayor flexibilidad laboral, sostienen los
investigadores, ayudaría a cerrar la brecha genérica en las remuneraciones.
Sin embargo, el trabajo desde casa sobre una base regular es entre los empleadores una
de las formas menos populares de otorgar flexibilidad a sus empleados, y muchos de los
empleos de más rápido crecimiento no se prestan a este cómodo arreglo.
los empleos llamados "sustituibles", es decir, empleos que no dependen de que una
persona en particular esté disponible en determinado momento– ofrecen mayor
flexibilidad sin sacrificar las remuneraciones. (GESTIÓN, 2017)
La economía del conocimiento busca preveer los gastos de movilidad de conocimiento
frente a los de personas, hecho que es posible en consideración con la flexibilidad laboral.
Acceso a la economía del conocimiento
El enfoque por medio de las comunidades tiene la ventaja de mostrar que el acceso a las
economías basadas en el conocimiento es todavía muy reducido y que existen grandes
disparidades entre los países y también entre las categorías sociales. La distinción de los
apólogos de la sociedad de la información entre los que tienen acceso y los que no a la
información es engañoso. Creemos que tener un acceso libre a la red y que las
instalaciones de un terminal en cada hogar resolverían todos los problemas.
El verdadero problema no es forzosamente la información sino el conocimiento, si nos
adecuamos al problema del acceso universal podemos observar que no todos formamos
parte de la aldea mundial,
Por un lado, el equipo en infraestructura de información puede ser tan irrisorio en algunos
países que, contemplado desde éstos, el "planeta Internet" parece pertenecer a otra
galaxia. Es interesante a este respecto observar que 133 países en desarrollo reclaman a
las Naciones Unidas el mantenimiento de la radio y de los otros medios de información
tradicionales como forma de difusión de la información ya que un uso exclusivo de
Internet tendría por consecuencia dejar a muchas poblaciones al margen de las corrientes
de información. Por otro lado, el acceso a las economías fundadas en el conocimiento es
el resultado de las inversiones de base en capital intangible ya que también se carece de
las competencias de base: lectura, escritura. Hace falta desconfiar a este respecto de todas
las ilusiones de saltos tecnológicos, que permitirían a una sociedad pasar por encima de
ciertas fases del desarrollo de las infraestructuras de conocimiento. ¿Podrían los libros
electrónicos atenuar la escasez de los libros de papel? ¿Es posible eliminar el problema
del analfabetismo gracias a la incorporación a una civilización de lo audiovisual? Por
supuesto que no. La "postalfabetización" no significa la vuelta al "analfabetismo".
Intercambiar imágenes o aprender por medio de la imagen son actividades agradables,
pero limitan el progreso cognoscitivo, que nace de representaciones más complejas
(codificación) del conocimiento. Sin embargo, nuestro planteamiento por medio de las
comunidades aporta muchas pistas y algunos motivos de esperanza. Las condiciones están
casi reunidas para que determinadas comunidades científicas puedan desarrollarse y
existir en los países en desarrollo. A este respecto, el problema es fundamentalmente el
de un equipo masivo en infraestructura de información de alta calidad; es igualmente un
problema de tarificación del acceso a distancia a los grandes equipos científicos de los
países desarrollados; y es, por último, el problema del "éxodo de cerebros". Mientras esta
siga siendo una condición de viabilidad de determinados sistemas establecidos (al
compensar el "éxodo de cerebros" las deficiencias de los sistemas de formación científica
de esos países), será muy difícil que los científicos se resistan a las políticas de
inmigración atractivas que ofrecen los países desarrollados; y las comunidades no se
crearán en los países de origen10. Existen obviamente otros factores necesarios para la
creación de comunidades científicas dinámicas11. Sin embargo, están reunidas todas las
condiciones para que cese también la carrera a los instrumentos del saber para los
científicos que trabajan en los países en desarrollo
ANALISIS
En síntesis, puedo concluir que tener el acceso al conocimiento no es necesariamente
tener el acceso a toda la información sino como utilizamos esta información para tener
acceso al conocimiento que ofrecen estos mismos.
En algunos casos la información excesiva que obtenemos pueden ser erróneas o diferentes
al conocimiento que deseamos obtener, seguido a ello es la falta de acceso a la
información para los países tercermundistas que les hace parecer “el planeta internet”
algo de otra galaxia.
Asimismo, resulta interesante que algunos países se excusen culpando a la ONU como
responsables de la falta o negación de medios de información tradicionales como forma
de difusión de la información. En otras palabras, la ONU no quiere que sepamos toda la
información que circula alrededor del mundo.
¿Exige la economía basada en el conocimiento competencias concretas?
¿Se requieren "nuevas competencias" para incorporarse a la economía del conocimiento?
En caso afirmativo, ¿de qué competencias se trata? ¿Se trata de competencias tan nuevas
como se dice? Más allá de las competencias específicas de la utilización y el dominio de
las tecnologías de la información, de hecho se requieren algunas que no han variado: la
aptitud para trabajar en equipo, la capacidad de comunicación, la aptitud para aprender.
Algunas de estas "aptitudes flexibles" pueden difícilmente definirse como realmente
nuevas. Por ejemplo, en la época de Ford se puso entre paréntesis competencias, que
históricamente siempre han sido necesarias para la evolución y el bienestar individual en
el mundo del trabajo. Pese a lo cual numerosos especialistas insisten en las competencias
genéricas de aprendizaje (aprender a aprender, conocer lo que no se conoce, saber qué
hay que saber, tener conciencia de los principales sesgos heurísticos que falsean el
razonamiento. Insisten también en el interés en dominar competencias generales de
aprendizaje más que un repertorio concreto de competencias técnicas. La adaptación a los
cambios incesantes representa sin duda la presión esencial que obliga al empleado a
adquirir esas nuevas formas de competencia. Estas no son reducibles a la actualización
permanente de los conocimientos técnicos sino que se refieren también a la comprensión
y a la previsión del cambio.
ANÁLISIS
Concluyo que efectivamente, la economía basada en el conocimiento requiere de
competencias que resulta interesante no hayan variado con el tiempo, a excepción de la
tecnología de la información, competencias como: la aptitud para trabajar en equipo, la
capacidad de comunicación y la aptitud para aprender.
Históricamente, en varios sucesos de la economía basada en el conocimiento se denotó el
empleo de estas competencias que siguen siendo las mismas, como en la época de Ford,
se requirió competencias necesarias para la evolución y el bienestar individual en el
mundo del trabajo que sorpresivamente hasta la actualidad no han variado de manera
significativa (aprender a aprender, conocer lo que se conoce, saber qué hay que saber).

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