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MÓDULO 4

FAMILIAS CON PROPÓSITO

TEMA 1: LA FAMILIA. (GÉNESIS 1:27-28)

El matrimonio es una bendición (Proverbios 18:22). El mayor desafío que enfrenta cualquier persona es construir su
propio hogar. Para lograrlo, antes tiene que analizar si realmente podrá llevar a cabo esta labor. El matrimonio sólo se puede
construir entre 2 personas y se requiere que ambas pongan todo de su parte para cumplir el propósito divino de levantar una
generación para Dios. Aunque los 2, tanto el hombre como la mujer son tan distintos, a Dios le agradó unirlos en su tiempo, para
que fuesen el uno para el otro. No obstante ambos deben decidir voluntariamente someter su matrimonio a la plena dirección
divina, esto les traerá protección permanente.

1.- DIOS ESTABLECIÓ UN FUNDAMENTO (MATEO 7:24-27). Toda pareja llega al matrimonio con la ilusión de construir el
mejor hogar del mundo y para ello tiene que trabajar primeramente en los cimientos. El cimiento del hogar no depende de la
profesión ni de la cuenta bancaria que los cónyuges posean, ni siquiera de la familia de donde provienen. El Señor dijo: “EL
CIMIENTO DE UN HOGAR ES OIR, GUARDAR Y PRACTICAR”, lo cual es representado por la arena, el cemento y el ladrillo. Cuando
el hombre va a construir una gran torre, tiene que cavar profundamente según el tamaño del cual desea construirla, pero hay que
colocar buenos cimientos. De la misma forma, se debe construir un hogar teniendo en cuenta que estos cimientos son los que le
dan soporte a la familia.

Edificando con sabiduría:

 Con sabiduría edificamos (Proverbios 9:1-3).


 El hombre sabio es el que edifica (Mateo 7:24)
 La mujer sabia edifica (Proverbios 14:1)
 Los hijos obedientes (Proverbios 1:8-9)
 Los nietos son incluidos (Proverbios 13:22)

2.- PRINCIPIOS PARA UN HOGAR FELIZ

 Conozcamos el amor genuino (Génesis 2:18). Dios creó a la pareja para que tuvieran compañerismo; eso fue el
motivo por el cual Dios le dio al hombre su respectiva compañera; por eso es que la mayoría de las parejas cuando se conocen
y comparten juntos, sienten esa atracción, que luego les lleva a tomar la decisión de casarse. Es por que quieren pasar el resto
de sus vidas al lado de la persona con la que se identifican en tantas cosas. El genuino amor consiste en una entrega total,
donde la persona está dispuesta a entregarlo todo. Cuando hay verdadero amor en nosotros, nos esforzamos por hacer feliz a
la otra persona, por que el amor todo lo entrega.

 Permitámosle a Dios escoger nuestro cónyuge (Génesis 2:22). Desde el momento en que conocí a Claudia, tuve
la certeza en mi corazón de que ella era la mujer escogida por Dios para ser mi compañera. Era la única persona con la que
deseaba pasar el resto de mi vida. Pero para mayor seguridad, me aparté a orar para pedirle confirmación al Señor sobre mis
sentimientos hacia ella. La presencia de Dios inundó todo mi cuarto donde me hallaba orando, y el Espíritu de Dios habló
suavemente a mi corazón diciéndome: “Ella será tu esposa”. Cuando esto sucedió fue tanta la dicha, que me postre sobre mis
rodillas dándole gracias a Dios, por que eso significaba que la búsqueda había culminado, ya sabía quién sería mi compañera.
 El matrimonio es la extensión del carácter divino (Génesis 1:26a). El propósito del matrimonio es que el carácter de Dios
sea reproducido a través de la familia. Aunque Él es un ser trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo), no obstante, los 3 siempre están
en perfecta armonía; al establecer la familia, Dios puso Su carácter en cada uno de los miembros que la integran, para que
tanto en el hombre, como en la mujer y los hijos, también exista siempre una plena armonía. Cuando una familia se rinde de
una manera total a Dios, decidiendo ser guiados por Su palabra, Dios trae una atmósfera de santidad que inunda
completamente el ambiente de la casa.

 Dios quiere bendecirnos a través del matrimonio (Génesis 1:28a). Dios llamó a la pareja y la bendijo. Por mucho
tiempo Adán estuvo viviendo el tiempo de la soltería. Vemos que Dios no lo bendijo cuando estaba en esta condición, sino que
lo bendijo cuando estaba con su pareja. El Apóstol Juan dice: (3 Juan 1:2). La bendición de Dios es integral: cubre la parte
espiritual, la parte económica y la parte física. Esta bendición plena de Dios debe estar también dentro del matrimonio.
 Dios quiere que haya transparencia dentro del matrimonio (Génesis 2:25). Este versículo nos habla de la
transparencia. El hombre debe tener un corazón abierto delante de su mujer; y la mujer no debe tener secretos con su marido.
Ambos cónyuges deben conducirse en plena integridad, no haciendo nada encubiertamente.

 Dios quiere que el hombre lidere su hogar (1 Timoteo 3:4-5). Valga la ocasión para aclarar que el gobernar la
casa no es tener una actitud dictatorial sobre los hijos, pero si es conservar una conducta tan noble que ellos lo quieran imitar.
Consiste en ser el ejemplo para ellos. Dios necesita hombres y mujeres que marquen la diferencia, usando menos palabras y
dando más ejemplo.

 Preparen un ambiente propicio para el desarrollo espiritual de la familia. Debemos entender que el ambiente
se forma por medio de palabras, actitudes, pensamientos y ademanes; y creo que la clave para crear un ambiente propicio es
el dominio propio.

Analicemos: ¿Cómo reaccionamos ante circunstancias adversas? Cuando la reacción del hombre es la de perder
los estribos, (ya sea con la mujer o con los hijos), sea teniendo la razón o no, esa reacción deja al ambiente afectado y resulta
cargado. Una palabra áspera, o una actitud despectiva, pueden ser motivos para afectar todo el resto del día, y en muchas
ocasiones sus efectos se prolongan aún por años.
Quizás pienses: ¿Entonces no tenemos el deber y el derecho de disciplinar? Pues podemos disciplinar sin herir;
toda disciplina debe ser para formar, edificar y construir, nunca para destruir.
Lamentablemente, muchos piensan que el gritar, el insultar y el maltratar, son maneras correctas de disciplinar.
¡Cuán equivocados están los que así piensan!
Juntamente con mi esposa, nos hemos propuesto en dejar gratos recuerdos en las mentes de nuestros hijos, y
gracias a Dios, hasta el día de hoy lo hemos logrado. Para nosotros la familia es prioridad, aún antes que el éxito en el ministerio.
Los padres deben saber que no pueden aparentar frente a los hijos, pues ellos los conocen mejor de lo que se imaginan.
El origen de la familia se refiere al origen del hombre y forma parte del plan de Dios para la humanidad. Por tal
razón, el plan divino es la restauración de las familias y el propósito es reconstruir lo que el enemigo trató de destruir.
Es importante tomar tiempo a diario para dar gracias a Dios por la familia que nos ha dado, buscar estrechar los
lazos de amor con cada uno de sus miembros y exaltar las cualidades que tiene cada uno.

CUESTIONARIO:

1. ¿Qué entiende por matrimonio. Enuncie 2 citas Bíblicas al respecto.

2. ¿Cómo alcanzar protección permanente en el matrimonio?

3. Dios estableció un fundamento. ¿Qué representa la arena, el cemento y el ladrillo?

4. Trascriba una cita bíblica que hable acerca de edificar con sabiduría.

5. El amor genuino consiste en:

6. El propósito del matrimonio es:

7. ¿Qué incluye la bendición integral de Dios?

8. ¿Cómo prepara Ud. un ambiente propicio para el desarrollo espiritual de la familia?

9. ¿Qué aprendió sobre este tema, y en que le edifica para poner en práctica en su familia?

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