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Edición de
Lina Bolzoni
Tradu cción de
Jordi Raventós
El espectáculo de la memoria
Lina Bolzoni 9
[Carta dedicatoria] 41
[El primer grado de 1 teatro] 45
El banquete 65
El antro 89
Las Gorgonas 137
Pas ífae 167
Los talares 185
Prometeo 19 1
Notas 207
Obras citadas 237
El espectáculo de la memoria
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Con esta dimensión metafísica enlaza, de modo
inextricable, una extraordinaria confianza en la téc
nica de la palabra, en los instrumentos ofrecidos
por la lógica y Ja retórica. Es posible, según la opi
niórr de Camillo, arrancar de los grandes textos los
secretos de su belleza; se trata, en primer lugar, de
determinar los «artificios» retóricos a los que recu
rrieron Cicerón y Virgilio, Petrarca o Boccaccio; a
continuación, se procede a descomponer estos arti
ficios dentro del mecanismo lógico que los ha ge
nerado, lo que significa -en el lenguaje de Camillo
comprender de qué «lugar común» han tomado su
origen. En este momento, el juego se ha realizado:
una vez adueñados del se.c reto compositivo, bastará
reproducirlo, variándolo o ampliándolo , en el nue
vo-texto que se quiere escribir. Precisamente en es
te·cuadro se coloca - y encuentra sentido- el doble
esfuerzo, obsesivo y tendenciosamente infinito, que
caracteriza buena parte de la vida de Camillo: por
un lado, la búsqueda de nuevos esquemas retóricos,
de tópic~s más desarrollados y eficaces que los tra
dicionales, capaces de producir tanto argumenta
ciones lógicas como, incluso, maravillas poéticas;
por otro lado, una implacable labor de análisis, de
descomposición de los textos ejemplares, en busca
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mente apropiado para encontrar una aceptación
muy dispar: por ejemplo, se puede intentar -como
hemos hecho nosotros- tomarlo en serio, seguirlo
en su construcción de una tupida red de remisio
nes, de funciones, de significados, o bien se puede
descomponer este rompecabezas pluridimensional
para que cada ·pieza nos asombre, para que exija
mos a una de sus tantas imágenes que nos cuente
nuestro mito personal.
Lina Bolzoni
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U L ;; e 4 ;;_ S1 -~
Indicaciones bibliográficas
37
L. B.
38
[Carta dedicatoria]
41
¡
madurez y rectitud, la juzgará de un modo diferen
te y más favorable, y no sólo no me reprochará por
lo que he hecho para contentar a mi amigo, para
contribuir a la utilidad pública y para honrar vues I
tro celebérrimo nombre, sino que incluso elogiará t
a quien se ha afanado en sacarla a la luz. Y lo espe t
r
ro con el fin de que, como aún no se puede revelar
por completo la complejidad de un edificio tan im
ponente, que llena de asombro y deseo con sólo
que oigamos mencionarlo, se conozca por medio í l
de este pequeño libro cómo su autor mostró cosas
conformes a la verdad que, si bien resultan difíciles
para las inteligencias mediocres, no fueron insolu
bles, sino sencillas, para su grandísimo talento, el
cual, con sus excelsos razonamientos, llegaba a don
de nadie se eleva por sí mismo4 • Tengo la esperanza,
además, de que muchos de aquellos que, cualquie
raque fuese el motivo, por envidia o ignorancia, de
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~
-~ ··
debe ser profanado. Y, del hecho de
que Dios quiere que sea respetado el
velo que cubre sus cosas, él mismo da
fe llamando a Moisés fiel servidor su
yo14. Por su parte, los cabalistas llaman
a Ezequiel profeta villano por haber
dado a conocer, al igual que un aldea
no, todo lo que había visto 15 • Tampoco
voy a pasar por alto que los propios ca
balistas consideran que María, herma
na de Moisés, cogió la lepra por haber
revelado las cosas secretas de la divini
dad y que por la ·misma transgresión
Amonio murió de muerte inmunda y
desdichada16 • Puesto que ya hemos ha
blado bastante acerca del respeto al si
lencio que se ha de observar en las co
sas santas, pasemos, en el nombre del
Señor, a razonar sobre nuestro teatro.
Salomón, en el noveno de los Pro
verbios, dice que la sabiduría se ha edi
ficado una casa y que la ha asentado
sobre siete columnas 17 . Debemos infe
rir que estas columnas, que simbolizan
la inalterable eternidad, son las siete
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'1
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simbolizan el destino, el motivo, el
t
f
momento.
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2.f. - En la puerta de Júpiter, por lo que
se refiere al mundo supraceleste, de
f:Iésed y ZadquieL
· En cuanto al celeste, del planeta Jú
piter.
Con respecto a los mitos, del dios
Júpiter y sus atributos.
12 En Saturno, tendremos, por lo que
se refiere al supraceleste, la Biná y Zaf
quiel.
Y con estos argumentos concluye el
primer grado del teatro.
64
El banquete
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ré que nazca?» 3 . YJuan, queriendo ex
Al principio, o presar que fue coeterna, dijo: «Al prin
sea, en el Padre.
cipio era la Palabra». Y para declarar
que Dios es el principio, añadio: <<Y la
Palabra estaba en Dios»·. A su vez, para
indicarnos la coesencia, dado que «yo
estoy en el Padre, y e1 Padre está en
mí>>, agregó: «Y Dios era la Palabra» 4•
La producción externa no es coesen
cial, pues fue rea1izada «sólo con laPa
labra»5, a partir de la nada y en el tiem..:
po. Y ésta fue la primera materia,
Caos. alma del
llamada también caos, y alma del mun
mundo, Proteo.
do por los platónicos, y Proteo por los
poetas6 • De esta materia, Dios extrajo
después el cielo, la tierra y todas las co
sas. Y, como Platón, en el Timeo, supo
ne que esta primera n1ateria fue de dos
tipos7 , pienso que leyendo a Moisés en
El cielo y la tie aquel lugar, < <al principio creó Dios el
rra, es decir, la
materia del cielo
cielo y la tierra», entendió que Dios ha
y de la tierra. bía generado dos materias, una, del
cielo, y otra, de la tierra8• Aquí cabe
señalar que, si en este pasaje tuviéra
mos que creer simplemente lo que di
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seis principios -de los cuales aseguran
que provienen todas las cosas- que lla
man unión y consiste en: Sol, luz, lu- Unión.
men, esplendor, calor y generación 13 • Y
por el Sol entendieron a Dios Padre;
por la luz, al Hijo; por el lumen, la
Mente angélica o 'el mundo inteligible;
1
por el esplendor, el alma del mundo o,
mejor dicho, el caos; y por el calor, el
espíritu del mundo, o sea, el aliento vi
tal del alma. La unión será como sigue:
Dios
Dios Mente alma espmtu ración
angélíca del mundo del mundo
Padre
Hijo mundo caos aliento
inteligible vitál del
alma
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ro a lo supraceleste, es igualmente lo
más simple, y también el Sol es simple,
y múltiples son sus rayos y sus efe~tos.
Por su parte, Dionisio dice que, aun
que el alma sea simple, much as son sus
operaciones'5 , tal como se demuestra
median te aquellos versos de Petrarca:
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&&&& . S ..
visible» 24 • Por tanto, ya que hemos ex
puesto más arriba la unión de los pita
góricos, la reduciremos a tres partes o,
mejor dicho, a tres principios de este
modo:
Sol luz, turnen, calor esplendor, generación
creador modelo hylet.'
Dios Palabra primera materia
. 73
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!,
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(
Esta humedad es cuando menos tan di
ferente de la humedad de nuestro aire
como lo es la humedad de nuestro aire
respecto de la del agua37 , y yo añado a
la sutil opinión de Plotino que hay que
inferir que la diferencia que él estabk
78
ce entre el calor y la humedad del cie
lo, por un lado, y los de este mundo,
por el otro, corresponde también a la
que existe entre lo supraceleste y lo ce
leste.
Pero, volviendo al banquete que
Océano ofrece a los dioses, nosotros
decimos que Océano no es otra cosa
que el agua de la sabiduría, que hasta
fue anterior a la primera materia -que
es la primera producción-, y los dioses
invitados no eran más que las ideas en
el modelo divino que concurren en un
mismo espíritu, porque todo aquello
que está en Dios es el propio Dios. San
Agustín, gran partidario de las ideas, a
propósito del pasaje de Juan: «En él es
taba la vida de todo cuanto ha sido he
cho»38, aduce las palabras de Salomón,
que dice que Dios había dispuesto to
das las cosas con número, peso y me Número, peso y
dida39, y concluye afirmando que tal medida.
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en la Mente eterna, existen en ella in
cluso antes de que fueran hechas las
cosas y de ella todas las cosas creadas
toman su ser y llevan, como si de sellos
se tratara, su impronta particular. De
este modo, siempre persisten en su ser
junto con Dios. Y su etema condición
' hace que todas las. especies sean eter
nas aunque los individuos sean pere
. cederos y mortales. Entonces, aun
cuando los individuos se transformen
y se corrompan o desaparezcan, las es
pecies y las ideas eternas perduran pa
ra.siempre en el Dios viviente. De ahí
que Juan dijera: «En él estaba ( erat) la
vida de todo cuanto ha sido hecho
(factum est)»45 • Esto es, todo lo que exis
te y que nosotros vemos realmente en
este mundo o en el mundo celeste era
vida en la Palabra, pero él no quiso de
cír «viyo~>, sino que utilizó el mismo
apelativo de la Palabra, que es «vida».
Hay que tener en cuenta también que
el pretérito erat se. contrapone al pre
. sénte est, lo cual no~ permite observar
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r banquete, estará situado Apolo, y en su
.
t puerta, por lo que se refiere al mundo
~ _ sup111celeste, se tratará de Tiféret y de
r .· Rafael.
·En·c::uanto al celeste, se tratará del
propio Sol, de la luz, dellumen, del es
plendor y de los rayos.
,·. Con respecto a los mitos, del dios
Apolo y sus atributos .
. · En el banquete de Marte habrá dos ~
imágenes, una de Vulcano y otra que
consistirá en la boca del Tártaro abier
ta y. devorando la~ almas, parecida a la
niencas50.
c::eniza. · .
· un incendio y extinguir.
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del aire; Juno es el aire; el yunque del
pie que está más alto es el agua, y el
del pie que está más bajo es la tierra.
Esta imagen, pues, simbolizará aquí el
aire simple. Pero en el antro conten
drá los cuatro elemen tos en general, y
~obre todo el aire en particular, con
sus partes y sus atributos, como se dirá
en dicho lugar.
En los talares significará respirar,
as¡:>irar, hacer uso del vasto cielo.
Y en Prometeo simbolizará cual
quier obra que se haga aprovechando
el aire, como los molinos de viento.
Raptada por el toro y conducida a
través del mar, Europa, que no mira
hácia donde es conducida, sino hacia
la tierra de donde ha partido, es el al
ma transportada por el cuerpo a través
del mar de este mundo, la cual, con to
do, se gira hacia Dios, tierra s uprace
leste. Ésta ocupará un volumen que
corresponderá al Paraíso verdadero y
cristiano y a todas las almas bienaven
turadas ya separadas del cuerpo. Y se
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El antro
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Dafne, que se transforma en laurel,
será el símbolo de lo boscoso. Y aquí se
incluirá lo que Teofrasto u otros auto
r.cs escribieron en alguna ocasión sobre
las plantas y sus consecuencias, que son
las sombras.
Pero en los talares, Dafne simboli
zará las operaciones naturales en tor
no a la madera, como encorvar y trans
portar. Y en Prometeo contendrá los
jardines y todas las técnicas relaciona
das con la madera.
En verdad, Dafne, es decir, lo bos
coso, se atribuye correctamente a la
Luna, o sea, a Diana, diosa de los bos
ques, porque es la reina -como hemos
dicho- de las aguas, sin las cuales no
crecería ninguna planta. De ahí que
Virgilio, en el libro cuar to de las Geór
gicas, diga:
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Diana, a quien Mercurio entrega el
vestido, es la tercera imagen. Se lee en
los mitos griegos que a Júpiter no le
gustó ver que la casta Diana iba desnu
da y ordenó a Mercurio que le confec~
cionara un vestido. Pero por muchos
que él le hizo, nunca hubo ninguno que
le fuese bien9 • Este mito nos muestra
de forma elocuente la mutación y sus
variantes, es decir, la generación, la'
corrupción, el aumento, la disminu
ción, la alteración, el cambio con arre
glo al lugar y al movimiento, con todos
sus tipos, enumerad.os por Aristóteles 1 ~
y divididos en sus partes.
Esta imagen, en Pasífae, simboliza
rá la mutación del hombre, o bien res-
pecto a su ánimo, o bien por lo que se
refiere a la transformación del cuerpo.
Y en los talares significará mover o
cambiar algo, recibir, emplazar, una
acción realizada pronto o de repente.
Pero en Prometeo contendrá los meses
y sus partes.
Los establos de Augias son llama
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dos.así por los griegos porque Augias
fue un rey riquísimo en propiedades y
tierras, pero los innumerables rebaños
que poseía atiborraron el país de tanto
estiércol que se vio peijudicada la fer
tilidad de los campos. A esta imagen,
pues, dedicaremos un volumen que
incluirá las inmundicias de las cosas
mundanas, el moho, la podredumbre,
la vileza, las imperfecciones y cosas de ~
sagradables de este estilo. 1 '
'
1
97
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· nía una gran significación para este
robo el encuentro de los héroes, la
nave principal y la pérdida de la san
dalia de Jasón en el único río d el
mundo sin viento 12, d e donde tal vez
provenga la Orden del Toisón 1:\ que
aprueba la m agia d e Zoroastro, lo pri
mero que debía enseñarse al nuevo
príncipe de los p ersas a fin de que no
se convirtiera en un tirano-, si lanza
mos esta piel áurea de la elevación de
su misterio a la bajeza d e nuestra ne
cesidad, nos servirá como símbolo de
todos los objetos que entran en la cate
goria del peso o del tacto, como los pe
sados y los ligeros, los ásperos, los
blandos, los duros, los tiernos y otros
semejantes; sin embargo, debe enten
derse r eferido a las cosas externas al
hombre.
Esta misma imagen, en Pasífae, sim
bolizará las mismas cosas en el cuerpo
humano.
Y en los talares simbolizará la ac
ción de hacer que algo sea duro, blan
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100
..
. En Pasífae, una cantidad continua
por lo que se refiere a los hombres, co
mo grande, pequeño o mediano.
'· En los talares simboliza una acción
sin uso de la técnica, como alzar, bajar,
agrandar, reducir.
Ambas cantidades, dado que una es
propia de la aritmética, y la otra, de la
geometría, ciencias que pertenecen a
Hércules lanzando la flecha de tres pun
tas, estarán comprendidas, por lo que
respecta a esta imagen, en Prometeo.
El nudo gordiano atado fue llevado
a Alejandro para que lo deshiciera, y
él, impaciente, lo cortó. Éste conten
drá una cantidad continua atada, co
mo un hilo o una cinta.
Y en los talares simbolizará la in
trincación de las cosas.
El mismo nudo deshecho encarna
rá algo continuo sin ataduras. ~ ~ 4~ ' .
. "-''T~/f 4
\u.
En los talares, desenredar cosas m~·,..t~o
trincadas. .!' l
... f
\ t: ef'
1 Juno hecha de nubes ha sido extra- o
ída del mito, ya que, al pedirle Ixíon '(...-: . ;:
.._,, -.?y
.) . . o
101 ~lf!'J e-, BIBLIOTECA
mr:a....""' ..... . __ _ .
""' • l""'í ~ >r" -,,
que cometiera adulterio, le ofreció un
cuerpo formado de nubes que se pare
cía a ella, y él se unió con este ~uerpo 15 •
En consecuencia, debido a la burla de
que fue objeto por aquel fantasma, en
esta figura se incluirán las cosas apa
rentes, mas no verdaderas.
En Pasífae encarnará la naturaleza
simuladora, astuta y fraudulenta.
Y en los talares, fingir y engañar.
Esta imagen la atribuimos a Mercu
rio por ser éste el creador de la astucia.
9 En el antro de Venus hay cinco imá
genes: Cérbero, unajoven que lleva so
bre su cabeza una vasija de perfumes,
Hércules limpiando los establos de
Augias, Narciso y Tántalo debajo de la
roca.
Cérbero ha sido representado con
tres cabezas que simbolizarán las tres
necesidades naturales, que son comer,
beber y dormir; a éstas, puesto que ale
jan notablemente al hombre del estu
dio, Virgilio muestra cómo Eneas, in
tentando llegar a contemplar las cosas
102
l
elevadas, les arroja por consejo de la
Sibila un pedazo de torta, y pasa a toda
prisa16 • Lo que significa que, a pesar de
que hemos de satisfacer estas tres ne
cesidades, debemos satisfacerlas con
poco si queremos tener tiempo para
la contemplación. Esta imagen, pues,
contendrá en el antro cosas pertene
cientes al hambre, a la sed y al sueño,
como vituallas, bebidas y productos
que inducen al sueño. Y esta figura se
atribuye a Venus por el deleite.
En Pasífae simbolizará el hambre,
la sed, el sueño y sus consecuencias.
En los talares, comer, beber y dor
mir, y las acciones naturales relaciona
das con ello.
Después, en Prometeo simbolizará
la cocina, los deliciosos banquetes y los
placeres relacionados con el dormir,
como las melodías y los cantos.
La joven que lleva sobre su cabeza
la vasija de perfumes, que fue hallada
en Roma17, simbolizará en el antro to
dos los perfumes. Y, como la vasija es
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....::--: ·
revés, ya que el árbol . tiene las raíces
abaj o y el hombre las tiene arriba33 • ·
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leaban; en esta imagen colocaremos la
discordia, la diferencia y la diversidad
de las cosas.
Y esta misma imagen, en Pasífae,
simbolizará una naturaleza beligerante.
En los talares, combatir.
Y en Prometeo, el arte de la guerra,
la guerra terrestre y n aval y lo que de
ella depende.
Hemos r epresentado39 a Marte en
cima del dragón por la razón siguien
te. Hemos dicho que los planetas reci
ben sus propias características y se ven
sometidos a la influencia de las corres
pondientes sefirot supracelestes. Y
siempre y cuando la Gueburá, que in
fluye sobre Marte, esté custodiada por
una angélica inteligencia llamada Za
mael, que significa el veneno de Dios,
teniendo en cuenta que por medio de
ella Dios castiga al mundo y que los ca
balistas dicen que tal inteligencia tiene
figura de dragón, nosotros pondremos
a Marte montado en él. Y a esta ima
gen dedicaremos un volumen que
115
contendrá las cosas nocivas y veneno
sas de la naturaleza.
En Pasífae simbolizará una natura
leza nociva, cruel y vengativa.
Y en los talares, hacer daño, ·ensa
narse, vengarse, oponerse.
2!. El antro de Júpiter contendrá cin
co imágenes: Juno suspendida, los dos
orificios de la lira, el cadu ceo, Dánae,
e n cuyo seno cae la lluvia de oro, y las
tres Gracias.
Juno suspendida se encuentra tam
bién en el banquete de Júpiter, donde
simboliza el aire simple. Y aquí simbo·
lizará los cuatro elementos en general,
y el aire en particular, que, si lo dividi
m os en tres regiones, colocarem os en
la más b~ a el rocío, la escarcha, la ma
ñana, la luz, el frío, lo fresco, lo cálido
y la niebla. En la segunda, las nubes,
los vientos, los truenos, los relámpa
gos, los rayos, la lluvia, el granizo y la
nieve. En la tercera y más alta, los co
metas, los meteoritos y las estrellas fu
gaces.
116
~
. 117
,,
118
el padre de familia, la madre de fami
lia, Jos hijos y los siervos.
Dánae con la lluvia de oro, aunque
en los altos misterios simbolice lo mis
mo que el vellocino de oro y el jardín
de las Hespérides40, aquí nos mostrará
la buena fortuna, la plenitud y la abun
. dancia de las cosas, ya que toda pleni
tud y toda cosa buena proviene de lo
alto.
En Pasífae, encamará la buena for
tuna, la felicidad, la nobleza, las rique
zas, la salud, la gloria y el cumplimien
to del deseo.
En los talares, las acciones relacio
nadas con la buena fortuna y con las
cosas que acabamos de mencionar.
Las tres Gracias eran representadas
por los antiguos de tal modo que una
de ellas ocultaba su rostro, y ésta sim
bolizaba el beneficio del que da, que
no debe ser puesto de manifiesto por
quien lo da. Pues Jesucristo dice:
«Cuando des limosna, no vayas tocan
do la trompeta .delante de ti». Y en
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que están bajo su protección. Su carro
es·tirado por dos leones porque, así co
mo el león es fuerte en su parte delan
tera y débil en la trasera"\ así el Sol,
gracias al cual los leones poseen tal na
.tu;raleza, es más in tenso en su parte de
lantera que en su parte trasera. De Cí
/bele hemos hablado también en el
banquete; y aquí, como en los talares y
en Prometeo, no vomitará fuego, pues
to que simbolizará simplemente la tie
rra. Y en el antro encarnará la tierra en
general, con todos sus tipos tomados
de Plinio, esto es, del capítulo que
escribe «Sobre los tipos de tierra» 4\ co
mo la arcilla y la arena. Asimismo, sim
bolizará la tierra habitada y la no habi
tada, la llana y la montañosa. La llana
contendrá todos los espacios abiertos.
La montañosa incluirá los valles, los
collados, los picos, los montes y sus
partes, ·como las piedras, las rocas, las
minas de metales y los demás minera
les, y a estos elementos se añadirán
también los otros animales terrestres.
121
~ 1 ,.
122
123
este planeta hace que estos tres tiem
pos no nos sean conocidos más que
por lo pasado, lo presente y lo futuro.
Los lunares, evidentemente, se hallan
en el antro de la Luna, en los talares de
ésta y en Prometeo, ocupados por la
imagen de Diana, a quien Mercurio
entrega el vestido.
La misma imagen de las tres cabe
zas sign~ficará en Pasífae que el hom- . ·
bre está sometido al tiempo.
Y en Jos talares, todas las acciones
relacionadas con el tiempo que no se
calcula por la lejanía o la proximidad
del Sol ni por el curso de la Luna, co
mo tardar, entretener, finalizar o pos
poner.
El arca de la alianza, pese a que . e n
su profundo misterio simboliza los tres
mundos que hemos atribuido a Pan,.
porque fue hecha de tal forma que me
día un codo y medio tanto de ancho.
como de alto, y, como cada codo tenía
seis palmos, resulta que medía nueve
palmos de ancho y de alto, cifra que su
124
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127
Proteo encadenado, a diferencia
del Proteo libre que se encuentra en
el banquete de la Luna, lo hemos co
locado en este lugar por lo que se di
rá enseguida. A pesar de que esta ata
dura puede ser mágica y puramente
natural, no por ello entendemos aquí
la pureza natural. He dicho mágica
porque la atadura con que Aristeo in
moviliza a Proteo siguiendo el consejo
de su madre Cirene es una atadura
mágica según Homero y Virgilio53 •
Que quien tenga oídos para oír oiga,
porque corresponde al secreto del
que he mos hablado anteriormente51 •
Pero la atadura natural que en esta fi
gura concebimos es como diremos. El
espíritu de Cristo es aquel -como ya
La renovación hemos dicho en el banquete- que,
de las cosas.
descendiendo de los canales suprace
lestes, renueva con su poder todos los
cielos y traslada a los lugares inferio
res la impronta y toda la influencia de
éstos, y con esta impronta e influencia
se d etiene aquí abajo entre los seres
128
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donde, diciendo
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135
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139
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141
, ;l wi~
en el jardin de las delicias, no digo pa- ·
raíso terrenal, tal c<;>mo muchos inter
pretan lo que Moisés no dijo jamás. S~
Paraíso terre gún la primera, estaba en el jardín
nal.
supraceleste, no de modo presencial,
sino en la gracia de Dios, gozando de
todas las beatíficas influencias 11 • Sin
embargo, como había pecado, fue ex
pulsado del mismo, y esto quiere decir
que le fueron arrebatadas las influen
cias a las que nos acabamos de referir:
si bien él no fue apartado corporal
mente. De la misma manera, si un sier
vo se encontrara previamente en Egip
to junto al César y recibiera de éste
muestras de agradecimiento, mientras
tuviera el favor de su príncipe, se diría
que pertenece a su familia, pero si co
metiese algún yerro, despojado del
favor real, se podría decir que sería ex
pulsado de la corte. Que nadie se sor
prenda si yo toco la cuestión de que el
jardín de donde fue expulsado Adán
fue el jardín supraceleste, puesto que
así lo creyeron primero Orígenes y des
142
:. puésjerónimo, que estaba de acuerdo
· . con él 12 • La segunda explicación de
. que.Adán estaba en el paraíso no será
a partir del término hebreo, sino a par
tir del griego, y decimos que Adán, an
tes del pecado, vivía en la tierra virgen
de este mundo, y, mientras permane
ció en ella sin mancillar su cuerpo con
el pecado, se hallaba en el paraíso te
rrenal. No obstante, una vez cometido
el pecado, la tierra se mancilló y, así, él
fue expulsado del paraíso. De ahí que
al mundo hecho para Adán le sucedie
ra lo que podría ocurrirle a un noble
del César cuya familia, si él pecara, aca
baría mancillándose por completo pe
se a no haber cometido pecado algu
no, y todos la mirarían con malos ojos.
Por consiguiente, al pecar Adán, peca
ron todos los elementos porque se
· mancillaron. Por este motivo, dado que
ya no conservaron la virginidad primi
genia, se puede asegurar que ésta fue
la causa por la que se dice que Adán
fue expulsado del paraíso terrenal.
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fuego que en nuestro interior se refle~.
ja en el ojo26 y que nosotros con cierta
frecuencia, al frotarnos uno de los ojos .
con el dedo, vemos internamente co- ·
m o si se tratara de una rueda de fuego; · ·
y gracias a esta rueda llameante ocurre
muchas veces que, si nos despertamos
y abrimos los ojos en la oscuridad de la
noche, vemos y podemos distinguir un
instante los objetos de nuestro dormi
torio. Después, esta rueda va debilitán
dose y pierde paulatinamente intensi
dad. Por tarito, así como sólo en el ojo
tenemos la capacidad de ver, la acción
de ver y la rueda que nos permite ver,
del mismo modo poseemos no sola
mente el intelecto capaz de compren-.
der, es decir, el ingenio o la capacidad
intelectiva, como queramos llamarlo, y
la acción de comprender, que es el in
telecto práctico, sino también el inte
lecto agente, o sea, aquel que permite
que comprendamos. Leemos que la
rueda de fuego de la que hemos ha
blado fue tan grande y tan potente en
150
151
~-.
o a otro enviado suyo- está fuera del
ojo, así, aunque en nuestro interior es
té la capacidad de comprender, ~s de
cir, el intelecto posible o pasivo, e in
cluso la intelección práctica, con todo,
el intelecto agente, que es el rayo divi
no, el ángel o el propio Dios, está fue
ra de nosotros. Esta opinión de Simpli
cio parece confirmada por la Escritura
y, principalmente, por aquel pas~e de
David: «Te daré el intelecto y te ense
ñaré el camino que tienes que seguir»30•
Así pues, si Dios es quien da el intelec
to, también es quien lo quita, durante
un tiempo o para siempre. De ahí que
David, temiendo esto, dijera: «No apar
tes de mí tu santo espíritu» 31 • Y en otro
lugar está escrito acerca de esa subs
tracción perpetua: «Vuestras casas que
darán desiertas» 32 • Se deduce, pues,
que este intelecto agente o rayo divino
está fuera de nosotros y en poder de
Dios. A dicho intelecto los filósofos
que desconocían a Dios lo llamaron ra
zón, por medio de la cual el hombre se
152
' ·~· ~¡
diferencia, según decían, de las bes
tias. Pero, en realidad, el hombre es
denominado racional o, mejor dicho,
intelectual, porque el hombre es el
único de los seres vivos capaz de pose
er este intelecto agente; sin embargo,
cuando Dios no está dispuesto a darlo,
aquel que se va sin él no difiere en su
1' interior de las bestias, pues está escrito
en el salmo: «El hombre, cuando está
en su esplendor, carece de intelecto y
se asemeja a las ignorantes acémilas, y
en acémila se transforma»ss. Con esta
cita concuerda aquel oscurísimo pasa
je del Apocalipsis: «El número del
hombre es número de bestia, pues el
número de la bestia es seiscientos se
senta y sejs»3\ porque el número que
llega a mil, por la adición del intelecto
ag~nte, es el número del hombre ilu
minado. De ahí que en el Cantar, cuan
do se quiere desear el bien a aquel con
quien se habla, se diga en el texto he
breo: «Mil para ti, Salomón» 35, lo que
significa: yo deseo que tú tengas no só
153
lo figura humana, sino también el rayo
divino. Por ello, cuando salude a mi
excelentísimo príncipe, en vez de dar
le los buenos días, le diré: «Mil para
ti». Pero me reservo para otro momen
to la explicación de estos números56•
Parece que incluso Virgilio está de
acuerdo con esta opinión cuando des
cribe su ramo de oro37, que, aun siendo
de una materia diferente de la del ár
bol y n o bastando la voluntad humana
para obtenerlo, demuestra que es algo
externo y que el favor de Dios nos es
indispensable para conseguir el don
de este intelecto. Pero ya va siendo ho
ra de que descendamos a nuestras imá
genes, cosa que haremos no sin antes
,
decir algo relacionado con los símbo
los teológicos que debo atribuir a esta
puerta y con todas las imágenes de mi
teatro.
Entre los antiguos, existía cierta
mente la costumbre de que aquellos
mismos filósofos que enseñaban y re
velaban a sus discípulos su s profundos
154
155
156
157
158
159
160
'
gua medalla48 • La grulla simboliza el
alina precavida, que, cansada ya del
1 mundo y de sus engaños, vuela hacia el
.¡
cielo para conseguir tranquilidad lle
-~
1
vando el caduceo en la boca, es decir,
1
de sus sonetos deseando igualmente
alas de paloma para reposar y elevarse .
de la tierra50• Esta hermosa imagen in
cluirá aquí la elección, el juicio y el.
consejo. Se atribuye a Júpiter porque
es un planeta quieto, benigno y de
mente ordenada.
12 En las Gorgonas de Saturno estará
la imagen de Hércules, que levanta ·a
Anteo contra su pechd 1• Hércules es el .·
espíritu humano, Anteo es el cuerpo;
el pecho de Hércules es la sede de la
sabiduría y de la prudencia. Estos dos,
el espíritu y el cuerpo, como dice Pa:
blo, luchan continuamente y comba
ten sin cesar, porque la carne resurge
una y otra vez contra el espíritu, y el es- ,. .
píritu, contra la carne2 , y el espíritu no
puede salir vencedor de la batalla si no
levanta tan alto el cuerpo de la tierra
que con los pies, esto es, con los de
seos, éste no pueda recuperar las fuer
zas de la madre, ni lo aprieta hasta que
consiga matarlo. Aquí tenemos que
considerar sobre todo dos cosas: una
162
163
164
165
'·.;·t ~.·
ti\·
· 1~'
., t•·
Pasífae
167
168
..... J
Al no poderse realizar la unión de una
cosa tan sutil con una cosa tan pesada,
le atribuyen forma de vaca, que simbo
liza la forma del cuerpo aéreo. Ha
biéndose juntado con éste, concibe y
engendra un monstruo llamado Mino
tauro, del cual hablaremos en su mo
mento. Así pues, esta imagen de Pasí
fae en cualquiera de las puertas del
quinto grado del teatro abarcará todas
aquellas imágenes a las que serán de
dicados volúmenes que contendrán
cosas y palabras no sólo referentes al
h_ombre interior, sino también a aquel
que está recubierto todavía del exte
rior, e igualmente a los miembros pro
pios del cuerpo según la naturaleza de
.¡ cada planeta. Estos miembros propios,
~~ sujetos a la naturaleza del correspon
l diente planeta, estarán siempre en la
1i
última imagen, que consistirá en un
toro solo6•
¡
¡ En la Pasífae de la Luna habrá seis ((
¡
¡ imágenes.
Una joven descendiendo por Cán-
~
I 169
170
171
172
Un toro. Esta imagen tendrá como
miembros extraordinarios la lengua
con sus partes y consecuencias, como
los idiomas y el habla ordenada por
sus partes bien diferenciadas, cosa
muy admirable, como se verá en las
secciones de su volumen. Los miem
bros ordinarios serán de dos tipos por
que Mercurio tiene dos moradas, es
decir, Géminis y Virgo. Y en relación
con Géminis tendrá Jos hombros, y los
brazos y las manos en relación con Vir
go.
En la Pasífae de Venus habrá siete ~
imágenes.
Cérbero simbolizará el hambre, la
sed y el sueño.
1 Hércules limpiando los establos de
J Augias incluirá el aseo del cuerpo.
J Narciso englobará la belleza, la her
mosura, la gracia, el amor, la elegan
cia, el enamoramiento, el deseo, la es
peranza, etc., y tendrá dos cadenas9 •
.Baco, con el tirso cubierto de hie
dra en la mano, significará no querer
173
.ij
luchar contra él, sino dedicarse a la
buena vida. Y, por tanto, tendrá un vo
lumen apropiado al ocio y a la tranqui
lidad del alma, que encarnará una
naturaleza alegre y divertida que se de~
dique a darse la gran ·vida.
Un Minotauro. Según los poetas,
fue engendrado por Pasífae, que se ha
bía unido al toro. Cabe señalar aquí
que la teología simbólicato ha instaura
do, no sin misterio, no sólo el Mino-
tauro, sino también los Centauros, los
Sátiros, los Faunos y figuras semejan
tes, que tienen forma humana hasta el
ombligo, y del ombligo hacia abajo la
tienen de bestia, porque los hombres
que son viciosos y no participan del ra
yo divino -del que ya hemos hablado
poseen solamente figura humana, pe
ro por lo demás son comparables a las
bestias. Escribe Platón. en el Timeo que
nuestra parte irascible debe atribuirse
al corazón y que la concupiscible se en
cuentra debajo del músculo llamado
diafragma, donde están todas las pa
174
175
176
'•¡
1
J
177
178
l 179
180
quiera de las acciones virtuosas, que de
otro modo n o s~rían virtudes, pues mu
chos conocen la definición de la virtud
sin poseerla. Y esta virtud es llamada ac
tiva por Cicerón, y ardiente por Virgi
lio y por Petrarca15 • Y en verdad, si el
Minotauro vivo simboliza el vicio,
muerto debe simbolizar la virtud.
El caduceo simbolizará una natura
leza amigable e inclinada al cuidado
de la familia y del Estado.
l Dánae simboliza la buena fortuna,
la felicidad, la salud, la riqueza, la no
bleza y el cumplimiento del deseo.
Las Gracias simbolizan una natura
leza benéfica.
• Un toro tiene como miembros ex
181
182 .
183
184
Los talares
185
186
El nudo gordiano deshecho, desha
cer, disolver, desenredar.
Juno hecha de nub es representa
. . ·.
servirse de la simulaCión o la disim ula
ción, de la astucia o el engaño.
lxíon atado a la rueda significa dar
o hacer n egocio, proveer, acechar, el
desvelo, la destreza, la diligencia, la
perseverancia, el afán.
En Venus habrá siete imágenes. 9
Cérbero significa comer, beber,
dormir.
Hércules limpiando los establos de
Augias, lavar y limpiar.
Narciso, embellecer, enamorar,
provocar el deseo, dar esperanzas.
La joven con la vasija de p erfumes,
perfumar.
Baco con el tirso cubierto de hie
dra, divertirse, alborozarse, reír, hacer
reír, consolar, provocar la alegría.
Tántalo debajo de la roca, hacer va
cilar, hacer temblar, sembrar la duda,
causar temor.
El Minotauro, las acciones viciosas.
J 187
O En el Sol habrá cinco imágenes.
La cadena de oro 1 significará andar
bajo el s.o l, tomar el sol, tumbarse al
sol.
Ge ríones muerto encarnará las ac
ciones relacionadas con los minutos,
las horas, el año, sus partes, y, ~atural
mente, la edad .
El gallo con el león, h acer superior,
honrar, conceder rango.
Las Parcas, motivar, comenzar, lle
var a cabo.
Apolo asaeteando a Juno significa
hacer visible a una persona o una cosa.
d En los talares de Marte habrá cinco .
imágenes.
Vulcano indicará prender fuego,
avivarlo, encenderlo, provocar un m
cendio, extinguirlo.
Ixíon desdeñádo por Juno tendrá
dos cadenas2 : una il).cluirá la acción de
envanecerse y la de causar el envaneci
miento, presumir y h acer presuntuoso,
vanagloriarse y hacer ser vanaglorioso,
ser arrogante y hacer ser arrogante, y la
188
otra, desdeñar, burlarse y escarnecer.
La joven con los cabellos elevados
hacia el cielo, dar vigor o fortaleza, o
actuar conforme a la verdad.
Dos serpientes luch ando entre
ellas, combatir.
Marte encima del dragón, hacer
daño, ensañarse, vengarse, oponerse.
· En los talares de Júpiter habrá siete 2!
imágenes.
Juno suspendida significará respi
rar, aspirar, hacer uso del vasto cielo.
Los dos orificios de la lira, producir
estruendo.
El león muerto por Hércules, prac
ticar la humildad, la bondad, la simpli
cidad y mostrar vergüenza.
El Minotauro muerto por Teseo,
practicar la virtud.
El caduceo, practicar la amistad o
la familiaridad.
Dánae, las acciones encaminadas a
conseguir buena fortuna.
Las Gracias, hacer favores, benefi
ciar y ayudar.
189
190
1 Prometeo
191
192
193
194
195
196
Himeneo simbolizará las bodas y
los matrimonios.
Diana con el arco en carnará la caza.
En el Prometeo de Mercurio habrá ~
seis imágenes.
Un .elefante. Así como esta imagen
sim baliza en el banquete la divinidad
de los mitos, así encarnará aquí el cul
to, los ritos y las ceremonias de los mi
tos con sus correspondientes partes.
Hércules que lanza una flecha de
tres puntas es la nobilísima imagen
de todas las ciencias pertenecientes a
las cosas celestes, a este mundo y al
abismo, porque . los teólogos simbóli
cos quieren que Hércules encarne el
alma humana que, cual saeta de tres
puntas, pueda penetrar con una de
ellas los secretos del cielo, con la otra,
los de este mundo, y con la tercera, los
del abismo. Por tanto, ocupará un vo
lumen bien d iferenciado en el que es
tarán ordenadas todas las ciencias sin
excepción, con todos los anillos perte
necientes a sus cadenas particulares2•
197
198
199
200
Narciso contendrá la técnica de los
afeites.
En el Prome.teo del Sol habrá siete O
imágenes.
Geríones muerto por Hércules
contendrá los minutos, las horas, el
año, el reloj.
El gallo con el león contendrá el
principado y sus elementos correspon
dientes.
La Sibila con el trípode simbolizará
la adivinación y sus tipos y la profecía.
Apolo entre las Musas encarnará la
poesía.
Apolo matando a la serpiente, es
decir, la ponzoña de la enfermedad,
poseerá toda la·medicina.
Apolo pastor nos dará el arte del
pastoreo.
Un hombre a caballo con un se
ñuelo en la mano contendrá la caza
del gavilán y del halcón, nobles ejerci
taciones. Y aunque entre los antiguos
no fueran habituales, sin embargo,
como se pueden conciliar mediante
201
202
203
204
La esfera encarnará la astrología.
En el Prometeo de Saturno habrá 12
cinco imágenes.
Cíbele contendrá la geometría, la
geografía, la cosmografía y la agricul
tura.
Un muchacho sobre la tabla del al
fabeto nos mostrará la gramática.
La piel de Marsias incluirá las téc
nicas de los curtidos y las pieles.
Una férula 13 ·contendrá la cetrería
con aves nocturnas.
Un asno, por ser un animal de Sa
turno y nacido para trabajar, simboli
iará los carruaj es, los mozos de cuer
da, la roturación de tierras 14 y los
siervos condenados a llevarla a cabo.
205
....
Notas
[Carta dedicatoria]
1
Don Diego Hurtado de Mendoza (nacido a principios de si
glo, muere en 1575), literato, filósofo, historiador, embajador de
Carlos V, primero en Venecia, después en el Concilio de Trento
y, en 1550, ante julio III, elegido papa en febrero de ese mismo
año.
2
Alfonso de Ávalos, marqués del Vasto (1502-1546), noble es
pañol, esposo de María de Aragón, general de la armada impe
rial y, a partir de 1538, gobernador del Ducado de Milán.
~ camillo muere en 1544, y Ávalos, en 1546.
., Domenichi alude aquí al origen divino de la sabiduría de
Camillo.
5
El episodio se narra en Aulo Gelio, Noches áticas 11.
6
Arnoldo Arlenio (Arnould de Lens), de o rigen flamenco,
pero de formación italiana; experto helenista, copia para don
Diego Hurtado de Mendoza (cf. nota 1) numerosos códices grie
gos de la biblioteca del cardenal Bessarion. De 1547 a 1562 vive
en Florencia, donde trabaja, junto con Domenichi, en la tipo
grafía de Lorenzo Torrentino. Su labor de revisor y corrector se
.] 207
~
aplica en particular a los textos clásicos. Torrentino (de origen
holandés, su verdadero nombre era Laurens Leenaertsz van der
Beke) había sido llamado a Florencia por Cosme de Médici, que
lo nombra estampador ducal. Para los textos publicados por él,
cf. Domenico Moreni, Annali delta tipografia fir:rrentina di Torrenti
no imp,-essr:rre ducale, Francesco Daddi, Florencia 1819.
7
Ludovico Domenichi (1515-1564) llevó a cabo una intensa
labor editorial, primero en Venecia, junto con Giolito, y después
en Florencia: se trasladó allí en 1546, trabajando primero en la
imprenta de los Giunti y, más tarde, en la de Doni; desde 1547,
estuvo empleado en la imprenta de Lorenzo Torrentino. Encar
celado en el año 1552 bajo la acusación de herejía, fue pronto li
berado por la intervención de Cosme de Médici.
1
Mt 11, 15; 13, 9 y 43, etc.
2
Meliso de $amos (siglo va. C.), seguidor de Parménides.
~ Ex 34, 29-35.
4
Mt 17, 1-6; Me 9, I-13.
5
Ap 1, l -2.
ij Hermes (o Mercurio) Trismegisto (tres veces grandísimo),
208
11
Sobre el mundo supraceleste y la masa d e los cielos, cf.
pág. 90.
12
Cf. 2 Co 12, 2-4, donde Pablo cuenta que fue raptado hasta
el 'tercer cielo; Camilla alude aquí a una experiencia análoga.
13
Se hace referen~ia al Apocalipsis.
14
Nm 12, 7.
15
La cábala corresponde a una tradición mística arraigada
en el mundo hebreo que se presenta como el fruto d e una reve
lación divina secreta, transmitida oralmente a Jo largo de los si
glos. Los dos_textos cabalísticos más importantes son el Séfer Yet
sirá o Libro de la creación, atribuído al patriarca Abraham, que
contiene la doctrina de las diez sefirot (nombres o emanaciones
de Dios, que producen el mundo) y el Zóhar o Libro del esplendor
(del siglo xm), constituido por un comentario al Pentateuco. La
alusión de Camilla a Ezequiel podría estar relacionada con Ez 3,
209
26, donde se dice que Dios hace que éste quede mudo hasta el
momento en que deberá hablar al pueblo, o bien con Ez ll , 25,
donde el profeta dice haber contado todas las cosas que Qios le
ha permitido ver.
16
En N m 12, María, hermana de Moisés, se ve afectada de le
pra, pero a causa de sus celos y su maledicencia. La interpreta
ción de Camilla depende quizás de la tradicional identificación
de la hermana de Moisés con la alquimista María judea. Amonio
Sacas (siglos n-m d. C.), filósofo alejandrino, fue iniciador del
neoplatonismo y maestro de Plotino.
17
Pr 9, l.
18
La doctrina de los tres mundos -supraceleste, celeste y qa
tura1- estaba muy difundida en ambientes influenciados por el
neoplatonismo y la cábala; véase, por ejemplo, Giovanni Pico del
la Mirandola, Heptaplus, segtmdo proemio, págs. 184 y ss. De las
diez sefirot (cf. supra, nota 15) , las tres px;imeras se consideraban
en general las más intrínsecas a los procesos divinos, y las siete res
tantes, las más vinculadas a la expansión de lo divino en el mun
do; por este motivo, se hacían corresponder a Jos siete planetas.
En el teatro de Camilla, pues, los siete- planetas constituyen el
principio ordenador universal, que se manifiesta en el mundo ce
leste y en el mtmdo <<inferior>> (es decir, natural); al mismo tiem
po, los siete planetas remiten a las siete dimensiones del mundo
supraceleste, o sea, a las siete sefirot a las que corresponden.
19
Virgilio, Eneida 1 94. En la numerología pitagórica, el nú
mero impar es masculino, el número par es femenino. La idea
de que el elemento femenino es un componente de lo divino y
participa, con el elemento masculino, en la creación del mundo
210
Hb 1, 3.
22
25
Cf.Jn 17, 21; Rm 12, 5; Ga 3, 26-28.
24 Coll , 15-17.
211
28
Las técnicas de la memoria deben tener, en verdad, un
fuerte impacto sobre los sentid os y las emociones.
29
Máximo de Tiro, Disertaciones filosóficas XI 6b-c; H omero,
Odisea VI 12o-121. La colina se asocia tradicionalmente con lasa
biduría, con la conquista de un punto de vista superior a la rea
lidad.
~ Aristóteles, Analüicos segundos T31, 87b-88a.
31
Cicerón, Sueño de Escipión 11, en La república VI 11, 11.
~! Ex 33, 23.
ss Ga 2, 20.
s• La Biná es la tercera sefirá, y simbo liza la inteligencia de
Dios.
M Ex 33, 11. La I:Iojmá es la segunda sefir.i, que corresponde
~7 Mt 11, 27.
38
La correspondencia entre las sefirot y los ángeles es un e le
mento más de la tradición cabalística. Aquí, sin embargo, Camil
la parece alejarse de los emparejamientos tradicionales, según
los cuales Metatrón, el primero de los ángeles, llamado «Prínci
pe de la faz divina o de la presencia divina» se asocia a la prime
ra sefirá (y no a la Biná, que es la tercera). Sea como fuere, está
más difundida la asociación entre Metatrón y el punto más alto
de la ascensión a lo divino. Por ejemplo, Francesco Giorgio de.
Venecia, e n sus In Scripturam sacram problemata, fols. 137r-138r, al
tratar de la visión directa de Dios («visión cara a cara»), dice que
a ella nos conduce Metatrón.
sH Referencia al padrenuestro. Una larga tradición medieval
212
213
46
En el Timeo platón ico (56b) es una d e las formas primor
diales d e los elementos .
•, Pan es interpretado como el símbolo del todo en círculos
neoplatónicos; por esta razón, es representado e n el centro del
Zodíaco. La interpretación neoplatónica es citada por Francesco
Giorgio, De harmonia mundi, canto JI, t. 2, fol. 2llr: <<Pan es el sím
bolo del universo, es decir, lo expresa todo». También en la In
terpretatione dell'arca del patto, fo l. lOv, Camillo escribe que Pan es
un <<m.:1Iavilloso símbolo d e los tres mundos».
48
Se inicia aquí un sistema de lec.:tura en sentido vertical del
orden del teatro: una misma imagen puede presentarse en di
versos «grad os» o niveles, y se anuncian de antemano los diver~
sos significados que va adquiriendo. P asífae es la imagen que
caracteriza el quinto grado, d o nde se colocan las acciones natu
rales d el hombre.
49
Virgilio , Eneida Vll36-l44.
00
La expresió n <<intelecto agente>•, re ferida a Dios, deriva de
Aristóteles: cf. MetajtSica Xll 1072b H y 1074b 15.
E l b anque te
1
Es una interpretación más bien libre de H omero, flíada 1
423-425.
2
Cf. Francesco Giorgio d e Ven ecia, De harmonía mundi? can
to 1, t. 1, cap. 7: «Aque lla fecundísima Mente primera, que reci
be el nombre de Dios, lo produjo todo dentro d e ella y fuera de
ella». La doctrina cosmogónica que Camillo ilustra aquí, y que
214
215
235.
15 Camilla también trata extensamente de la «unión» pitagó
216
217
blado el dia anterior están con él, mjentras que la cuarta está en
ferma.
21
Gn 1, 2.
~ Morieno era, según la tradición, un docto eremita cristia
' Js 11 , 1-2; para las sefirot, cf. notas 34 y 35 del capítulo «[El
2
218
·,
1
,
'
'
' •s Jn 1, 3-4.
'
16
Para la refutación de la doctrina platónica de las ideas,
~~
·..
:~ cf. Aristóteles, Metafísica 1 9, 990b y ss.
\~ 47
No queda claro qué significa -aquí y en otros textos seme
t.1 •
1
:!
rúbricas para direcciones y números de telefóno).
48
Cf. Plinio, Historia natural vm 1, l.
49
A propósito del lugar donde se hallan las almas que están
a la espera de encarnarse, cf. Platón, República x 616 y ss.; se tra
ta de un prado en el que la Necesidad hila con la ayuda de las
tres Parcas, sus hijas. La descripción platónica de los ocho círcu
los concéntricos que forman el huso y giran velozmente, hasta
tal punto que parecen una columna de luz que une el cielo y la
tierra, podría haber influenciado a Camillo en la elaboración de
la imagen, superponiéndose a ia tradicional representación del
sistema ptolemaico.
50
Tenemos algunos testimonios del conocimiento de la pin
tura flamenca en Italia, en Venecia particularmente. Además,
Camillo podía haber visto cuadros flamencos en la corte france
sa. Para la iconografía aquí recordada por Camillo, Lu Beery
Wenneker (pág. 141) cita, entre otros, la sección derecha del jui
cio final de Petrus Christus, de 1452, conservado en la Gemalde
galerie de Berlín.
51
Homero, flía.da xv 17-20. Lu Beery Wenneker (págs. 142
219
El antro
1
Platón, República VII 514b y SS.
2
Homero, Odisea xm 96-112. El antro homérico fue interpre
tado alegóricamente por Porfirio en El antro de las Ninfas.
3
Sall48, 4. Cf. Francesco Giorgio, Commento sopra il poema del
Rev. Padre Fra Francesco Giorgio, fol. J 35r: «En tonces la masa del
cielo en la vía 1 se convierte en balanza, libra y bello manto 1 pa
ra toda aquella baja monarquía, // a fi n de que no se dé ni más
ni menos 1 de lo que en justicia conviene 1 a aquellos que se ha
llan bajo el celeste círculo. // Pues, si se abrieran sin mesura las
venas 1 de la fuente divina 1 más de lo necesario, estarían las co
sas llenas».
• No he encontrado la cita en las obras de Gregorio Nacia!'l
ceno.
5
Cf. Gn 1, 11: «Que la tierra haga brotar hierba verde, hier
ba con semilla, y árboles frutales cada uno con su fruto».
6 H omero, Odisea XI -601-626.
220
1
221
222
223
224
29
Cf. H omero, Ilíada v 376-378. La cuestión no es d ebatida en
el Menón platónico, sino en el Ion (53l c).
3
° Cicerón, Sobre la naturaleza de ws dioses n 36, 91.
' Cicerón, Sobre la naturaleza de ws dioses 111 5, 41 ; 21, 54.
1
12
Lu Beery Wenneker (págs. 148 y ss.) indica que la icono
grafía de las tres Gracias usada p or Camilla no tiene parangón
en la Antigüedad clásica; parece basarse solameme en la tradi
ción literaria (por ejemplo, Sén eca, Sobre los beneficios 1 3) . En
cambio, está relacionada con la iconografía de las tres Gracias
que Correggio pintó e n Parma p ara la Camera di San Paolo; cf.
«El banquete», nota 51.
225
43
Es un concepto presente también en los Hieroglyphica del
Pseudo-Horapolo.
4-1 Plinio, Histuria natural XXXV 16 y ss.
45
Significa: en este esquema podremos colocar todas las in
fonnaciones obtenidas en las obras sobre agricultura.
40
Hermes Trismegisto, Poimarutres XII 2, en Hermetica, pág.
235.
47
Macrobio, Saturnales I 20, 13-15. Frances Yates (El arte de la
memoria, trad. de Ignacio Gómez de Liaño, Siruela, Madrid 2005,
págs. 185 y ss.) ha señalado la correspondencia entre esta imagen
del teatro y un cuadro de T iziano, La alegoría de la Prudencia
(Londres, National Gallery, colección Francis Howard).
48
Ex 25, JO y 31-39. La idea de que la descripción bíblica del
arca de la alianza se pueda interpretar como una imagen del uni
verso goza de una larguísima fortuna. Camillo dedica a ello una
obra entera, L 'interpretatione dell'arca del patto.
49
Es una alusión al secreto alquímico, como se desprende de
las imágenes recurremes en los Adversaria ret"Um divínarum.
50
Ex 25, 17-18.
51
Ex 26, 34.
52
Jn 1,10.
., En Homero (Odisea IV 453 y ss.), Proteo es retenido por Me
nelao por consejo de ldotea, hüa del propio Proteo; la cita virgi
liana, en cambio, es exacta: Geórgicas lV 387 y ss.
54
Se trata, también en este caso, del secreto de la alquimia.
A Jos dos tipos de atadura les corresponden dos procedimientos
distintos, de diferente duración temporal, para el cumplimiento
de la acción: cf. De transmulatione, y un pasaje de los Adversaria re
226
rum divinarum, fol. 15v, donde, después de haber citado los ver
sos de Virgilio sobre la atadura de Proteo, Camillo comenta: <<De
modo que yo no encuentro ningún filósofo, al menos por lo que
s~ refiere a la transmutación , que haya dicho tantas cosas, si bien
oscurísimamente, después de Homero».
55
Ap 21, 2.
' Sal 95.
6
57
Is 65, 17.
56Ap 21, 5.
59
Cn 28, 12-13.
60
Francesco Petrarca, Cancionero IX 1-4 [traducción de Ángel
Crespo, Ediciones B, , Barcelona 1988, pág. 131].
61
Jr 23, 24.
62
Is 6, 3.
63
Sal 103, 29-30.
64
2 Co 3, 6.
66
Paráfrasis de Hermes Trismegisto, Asciepio 1 2b, en Hermeti
ca, pág. 288.
66
H e rmes Trismegisto, Poirnandres XJl 2, 16, en Hermetica,
págs. 232-234.
67
Of. Cicerón, Sobre la naturaleza de los dioses n 25, 64, y R Kli
bansky, E. Panofsky y F. Saxl, Saturn and Melancholy, Londres,
Thomas Nelson, 1964 [Saturno y la melancolía, trad. de M. a Luisa
Balseiro, Alianza, Madrid 1991].
68
Pandora -afirma Lu Beery Wenneker, pág. 381- se en
cuentra con este sigruficado en el emblema que Achille Bocchi
crea para un poeta latino amigo de Camillo e interesado en la re
forma religiosa, Marcantonio Flaminio: cf. Achille Bocchi, Syrn
227
Las Gorgonas
1
Zóhar 1, 25a y m, 207c-208a. «Rabí Simeón» es Shlln'ón bar
Jol;lay, el autor del núcleo más antiguo del Zóhar.
2
Hermes Trismegisto, Poimandres 1 12, en Herme#ca, pág. 120.
3
Hermes T1ismegisto, Asclepio 1 6a, en Hermetica, pág. 294.
• Is 26, 12; 1 Co 15, 10.
5
l Co 4, 7.
6
]b 10, ll.
7
Platón, Alcibíades I 129e-f. Y véase el comentario de Proclo,
228
11
Para esta interpretación, de origen cabalístico, del paraíso
terrenal, cf., también, Francesco Giorgio, Commento sopra il poema
del Rev. Padre Fra Francesco Giorgio, canto v, fols. 33r y ss. Camillo
ofrece un amplio tratamiento de este tema en los Sennoni deUa ce
na di Nostro Signore Gesu Cristo, fols. 12v y ss., donde cita, además
del Zóh a r, el Talmud, es decir, el conjunto de textos que reccr
gen la tradición rabínica.
~~ Cf. Orígenes, In Genesim homilia.e, en PG 12, cols. 99-102.
13
La doctrina de las tres almas es de origen cabalístico; cf. Zó
har 1, 206a; n, 14lb; m, .70b. Camilla trata por extenso de ella en De
l'humana deificatione y en la Lettera del rivolgirnento deU'huomo a Dio.
11
Gn L, 30.
15
Mt 26, 38.
16
Mt 16, 25.
17
Sal 145, 2.
18
Esta manera de proceder es ópica de Camillo: la aproxi
m-ación a las diversas definiciones de los filósofos pretende de
mostrar cómo, más allá de las palabras, todos están de acuerdo
en la verdad esencial. Cf. Gn 2, 7; Sal 35, 10; Platón , República
436b; Aristóteles, Acerca del alrna m 4-6, 429-430c.
19
Jo 6, 70.
20
Ml 3, l.
21 Hb 4, 12.
22
Zóhar ru, 13b.
23
Virgilio, Eneida V1 854-866.
24
Zóhar 1, 8Jb y 226a-b; Plotino, Enéadas 1 1, 12 y 8, 4.
25
Aristóteles, Acerca del alrna m4-6, 429a-430c; Cicerón, Del su
premo bien y del supreuw mal v 11, 32.
229
26
Cf. Santo Tomás, Jn A1utotelis librum de anima commentarium
11 9, 734: aquí se polemiza contra los que sostienen que e l inte
lecto agente está separado, pero no se utiliza el ejemplo citado
por Camillo.
27
Plinio, Historia natural XI 54, 143.
2
g Pseudo-Aristóteles, Fisiognomía VI 8llb.
29
Simplicio, filósofo del siglo vr d. c.; intenta demostrar la
convergencia de las doctrinas platónicas y aristotélicas. Para lapo
sición rememorada por Camillo, cf. el comentario al tratado Acer
ca del alma aristótelico.
30
Sal 31, 8.
SI Sal 50, 12.
32
Mt 23, 38.
5
~ Ct 8, 12.
39
En realidad, Cam illo realiza aquí una singular fusi ón de di
versos mitos. Las tres hermanas del mito que poseen un solo ojo
·son las Grayas, a su vez hermanas de las Gorgonas. Higinio (As
tronomía D 12 y ss.) relata que Perseo se apoderó del único ojo -y
del único diente- que poseían las Grayas y, bajo promesa de res
rituírselo, obtuvo todo cuanto precisaba para matar a Medusa, la
más viej a y la más terrible de las Gorgonas. Camillo ha super
puesto los dos m itos por Jos estrechos vínculos que la tradición
230
41
Dn 9, 1.
42
Macrobio, Comentarios al Sueño d.e Escipión 1 12, 8-10.
43
Cami lla muestra un gran inte rés por la anatomía. En el
231
Pasífae
1
Platón, Fedro 245c-e.
2
Sal 103, 4.
3
Platón, Fedón 8Ib.
4
Virgilio, Eneida VI 730..751.
5
Platón, Fedón 8lb. Camillo propone la misma interpreta
ción del mito de Pasífae en el Trattato dell'imitazione, pág. 207, po
lemizando con quien lo interpretaba como el símbolo de una
lascivia desenfrenada.
6
«Consistirá en un toro solo» porque el toro del que se ena
mora Pasífae representa precisamente el cuerpo.
7
Se trata de una versión más bien extraña del mito de Pro
meteo: cf. Ateneo, Banquete de los eruditos XV 672f. Se atribuye una
función análoga a un cierto tipo de anillo en la Vita de Benve
n uto Cellini (I 31) : «En sus indagaciones, esos sabios dicen que
232
233
Los talares
1
Cf. Macrobio, Comentarios al Sueño de Escipión 1 14, 15 para la
interpretación de la cadena de oro de:: la que habla Homero.
2
Cf. «Pasífae>>, nota 9.
Prome te o
1
Platón, Protágoras 320d-322d.
2
Cf. «Pasífae», nota 9. Asimismo, por este contexto resulta
claro que la disposición gráfica del texto debía permitir visualizar
la clasificación del material: algo semejante a lo que, en la se
gunda mitad del siglo XVI, hará Orazio Toscanella, discípulo y ad
234
mirador de Camilla , q ue recurre a «árboles•>, diagramas y tablas
sinópticas para facilitar al lector la comprensión y el recuerdo.
3
Virgilio, Bucólicas n6l-62.
4 La posibilidad de asociar a Palas con la hilatura se basa en
235
Obras citadas
Giulio Camillo
Adversaria rerum divinarum, Venecia, Biblioteca
Marciana, cod . Lat XIII, 111 ( 4039).
De l'humana deificatione, en Cesare Vasoli, «Un
scritto inedito di Giulio Camillo: <<De l'humana dei
ficatione», en Rinascimento XXIV, 2.a s., 1984, págs.
198-227.
Interpretatione dell'arca del patto, Nápoles, Biblio
teca dei Gerolamini, cod. S. M. XXVIII, 2-13.
Lettera del rivolgimento dell'huomo a Dio, en Opere,
Farri, Venecia 1579, vol. 1, págs. 41-56.
Carta a Luigi Guicciardini (11 de enero de
1536), en 1 Guicciardini e le scienze occulte. L 'oroscopo di
Francesco Guicciardini, a cargo de R. Castagnola (pre
facio de E. Garin), Olschki, .F lorencia 1990, págs.
374-383.
237
Mario Equicola
Libro de natura de amore, Lorenzo Lorio da Por
tes, Venecia 1525.
Marsilio Ficino
opera omnia [ex Officina Henricpetrina, Basilea
1576], ed. anastática, Bottega d'Erasmo, Turín 1959.
238
239
Lu Beery Wenneker
An examination of«L 1dea del Theatro» ofGiulio Ca
millo, including an annotated translation, with special
attention to his influence on emblem literature and iconlr
graphy, University of Pittsbu rgh, Ph. D., 1970.
Zóhar
Sepher ha-Zohar (Le livre de la splendeur), a cargo
de Jean de Pauly, París 1906-1911 .
The Kabbala unveiled, containing the following books
of Zohar: l. The book ofconcealed mystery the greater holy
assembly; 3. The lesser holy assembly, a cargo d e S. L.
MacGregor Mathers, Routledge and Kegan Paul,
Londr es 1975.
240
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