Actualmente vivimos en un mundo donde la tecnología se ha convertido en algo fundamental en todas las sociedades, debido a los grandes beneficios que esta ha aportado a lo largo de la historia. Los primeros seres humanos que existieron crearon herramientas tecnológicas que los ayudaron a sobrevivir, como lo fueron el fuego y los cuchillos. Durante el paso del tiempo otras herramientas fueron apareciendo, como el teléfono móvil, el cual hizo posible que las personas pudieran comunicarse entre sí desde cualquier parte del mundo; y el computador, que ayudó a la realización de diferentes tareas en un solo aparato. Por otro lado, si hablamos del presente, son muchos los instrumentos que ya existen, como lo es la impresora en 3D. Este novedoso invento comenzó a surgir hace tres décadas, cuando los primeros métodos para imprimir de esta manera, comenzaron a surgir. En adición, el inventor Adrian Bowyer empezó a imaginar una máquina que fuera capaz de fabricar sus propias piezas, por lo que posteriormente nació el proyecto RepRap, el cual tenía como objetivo elaborar una impresora 3D, que tuviera un código libre y abierto. Hay que resaltar que, si bien se ha empleado en áreas como la arquitectura y el diseño industrial, su uso se ha prolongado a otras áreas como la medicina, donde se ha utilizado para la elaboración de prótesis para el cuerpo. El modo de fabricación de esta impresora se despliega en dos técnicas, la primera, es la aditiva, que consiste en la conversión de un archivo 3D a un objeto físico por medio de la adición capa por capa del material que se va a utilizar (plástico, resina, metal, papel, etc.) El beneficio de este sistema consiste en que cada unidad cuesta lo mismo, lo que hace permisible producir una o varias unidades. Por otro lado, está el método sustractivo, que está basado en reducir gradualmente trozos sólidos de metales. Este tipo de fabricación tiene como ventaja la concesión de piezas con un acabo perfecto. También está la fabricación híbrida, donde se mezclan las técnicas anteriores es la mejor forma de creación, dado que primero se imprime la pieza y luego se moldea, lo cual hace que tengan una terminación perfecta. Continuando con el tema, existe una variedad de tipologías de impresoras, que básicamente son los diferentes modelos que existen, que tienen una manera especial de trabajar cada una. En primer lugar, está la SLA (Estereolitografía), que se fundamenta en la fotopolimerización, utilizando un láser de un pre-polímero; el FDM (Modelado por deposición fundida), que trabaja con la fusión de un filamento de polímero termoplástico; PJET (Polyjet) que emplea una inyección de fotopolímeros; SLS (Sinterizado láser Selectivo) que consta de una batea de polvo metálico que luego es fusionado a la superficie; BJ (Binder Jetting) el cual labora esparciendo polvo de plástico sobre una plataforma; y por último, LPF, que expulsa el material fundido por una boquilla, y que además desafía a las leyes de la gravedad. Por otro lado, se manejan diferentes tipos de diseños que se comprenden en diseño de concepto, que consiste en el Brainstorming, Rendering manual y 3D, Maquetas de estudio, análisis en la relación entre el producto y el uso, y análisis funcionales. Este modelo también emplea la ingeniería inversa, que busca descubrir los procesos tecnológicos de un objeto. Más adelante está la definición estratégica, donde se da un diagnóstico, se observa el uso, se analiza y posteriormente se hace un mapa de producto y por último una matriz FODA. El proceso continúa con el diseño en detalle, que utiliza un software para modelado 3D, y uno de dibujo técnico (CAD), así como máquinas de estudio y software para administración de proyectos. La verificación y el testeo, también son importantes aquí, ya que son los encargados de comprobar la funcionalidad del producto teniendo en cuenta las normativas medioambientales y los requisitos. En este momento de la elaboración, la producción empieza a desarrollarse utilizando diagramas de proceso, haciendo un análisis de tiempo y financiero. Ya para ir finalizando, el mercadeo cumple con la labor de crear de estrategias de comunicación, encuestas de opinión, estudios de mercado y el servicio al cliente. Cuando se llega a la disposición final se tiene que verificar parámetros medioambientales y su respectiva valoración, para finalmente lanzar el producto. No cabe duda que estamos ante el surgimiento de una gran herramienta tecnológica, que ya ha ayudado y seguirá haciéndolo, gracias al correcto uso que se la ha dado, por ejemplo, en la medicina, donde ha permitido crear muñecos en 3D para la práctica de reanimación, o como ya se había dicho anteriormente, las prótesis, que han logrado devolverle la funcionalidad completa a personas que habían perdido una de sus extremidades. Por último, se tendría que analizar si el uso de determinados materiales podría afectar al medio ambiente, o si afortunadamente no son contaminantes y, por lo tanto, su producción se puede llevar a cabo plenamente.