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BERNAL DÍAZ DEL CASTILLO

(Medina del Campo, 1495 o 1496 – Santiago de Guatemala, 1584 ) fue un conquistador español que
participó en la conquista de México y fue más tarde regidor de Santiago de Guatemala. Se le
atribuye la autoría de la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, la cual comenzó a
redactar como un memorial de guerras; pero más tarde fue revisada y expandida en respuesta a la
publicación de Francisco López de Gómara, que Díaz del Castillo consideraba muy imprecisa,
además de que no reconocía los esfuerzos que llevaron los soldados comunes durante la conquista
de México.

Bernal Díaz del Castillo nació entre octubre de 1495 y marzo de 14962 en Medina del
Campo, Castilla. Tenía alrededor de 20 años y carecía de hacienda cuando viajó en 1514 a América,
presuntamente en la expedición de Pedro Arias Dávila, nombrado un año antes gobernador
de Castilla del Oro. Después de participar en algunas expediciones en Tierra Firme se embarcó para
la recién conquistada Cuba, donde gobernaba Diego Velázquez de Cuéllar, quien le prometió indios
en encomienda, y permaneció dos años inactivo esperando esta merced que nunca llegó a
efectuarse.
Como la población nativa de la isla se agotaba debido a las epidemias y trabajos forzados causados
por la colonización del lugar, y, con el objetivo de capturar esclavos para luego venderlos en Cuba, el
gobernador de la isla comenzó a organizar expediciones hacia otras zonas del Caribe. En este
escenario, en 1517 se alistó Bernal bajo las órdenes del capitán Francisco Hernández de
Córdoba en la expedición que habría de descubrir las costas de Yucatán. La expedición regresó con
dificultad a Cuba debido a las condiciones climáticas y a los enfrentamientos con los mayas que
querían expulsarlos de sus tierras.
En 1518 se alistó en la expedición de Juan de Grijalva que tenía por objeto rescatar oro con los
indios mayas, la cual, tras haber recorrido las costas de Yucatán y de Veracruz, volvió a Cuba.
En 1519 se unió finalmente a la expedición al mando de Hernán Cortés que culminaría con la caída
de México-Tenochtitlán y la conquista del Imperio Azteca y otras regiones del actual México.
Posteriormente participaría en diversas expediciones y conquistas en lo que hoy es el sureste
mexicano, Guatemala y Honduras.
Vuelto de la expedición a Honduras (1526), Bernal permanece varios años en la Ciudad de México,
pero haciendo frecuentes salidas a Coatzacoalcos, donde más tarde obtuvo el cargo de corregidor.
En recompensa a sus servicios durante la Conquista, le son otorgados indios en encomienda; sin
embargo, diversas razones llevan a que no sean en la cantidad por él esperada o que incluso llegue
a perderlos. En este sentido, Bernal comienza a realizar diversas gestiones ante altos funcionarios
de la Nueva España esperando obtener una mejor recompensa. Los primeros frutos de ello fueron
las encomiendas que se le otorgaron en Cintla y Cimatlán.3
Su supuesto bien trato hacia los indios llevará al presidente de la Real Audiencia de
México, Sebastián Ramírez de Fuenleal a nombrarle visitador general para evitar que se herrasen
indios (es decir, para evitar que se les convirtiera por la fuerza en esclavos).
En su afán de conseguir que sus esfuerzos en la Conquista fuera recompensados, Bernal promueve
una probanza de méritos el 7 de septiembre de 1539 en la Ciudad de México. Entre los testigos
figura su antiguo capitán Luis Marín.4
Siguiendo con este afán, Díaz del Castillo hizo varios viajes a España en demanda de mercedes. En
el primero de ellos llevó consigo sendas cartas escritas por el virrey Antonio de Mendoza y Hernán
Cortés recomendándole. No obstante, Bernal no logró ser atendido por el Consejo de Indias; sin
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embargo, en un segundo intento logró que se le expidiesen cédulas a su favor que le regresaban las
encomiendas en Chiapas y Tabasco que le habían quitado mientras estuvo en la expedición
en Honduras.
A su regreso de este primer viaje, Bernal se avecinda en Guatemala (1541 o 1542), merced a Pedro
de Alvarado, a la sazón gobernador de aquella provincia. Para este momento se encuentra ya
parcialmente recompensado pues ha recibido en encomienda los pueblos de indios
de Sacatepéquez, Joanagazapa y Mistlán, y ya es padre de dos hijas (Teresa e Inés), habidas con
doña Francisca, india que fue un regalo que le hizo Moctezuma. Posteriormente tiene con su legítima
esposa a su hijo Diego. Sin embargo, para obtener las encomiendas, se ve obligado a casarse
(1544) con doña Teresa Becerra, hija del conquistador y alcalde ordinario de Guatemala Bartolomé
Becerra. De los nueve hijos del matrimonio, Francisco será el encargado de poner en limpio uno de
los manuscritos de la Historia verdadera que ha llegado hasta nuestros días.5
El segundo de los viajes (1549 o 1550) lo realizó a consecuencia de la promulgación de las Leyes
Nuevas para los encomenderos (1542) para pleitear de nuevo. En esta estancia en España participó
en la Junta de Valladolid acerca de la esclavitud de los nativos americanos, la perpetuidad de
encomiendas y tributos, la cual se celebró en 1550 (enfrentándose los argumentos contrarios
de Bartolomé de las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda). De este segundo viaje obtiene algunas
cédulas para que se le restituyan más encomiendas, y para realizar un canje de un pueblo
encomendado en Coatzacoalcos por otro en Guatemala, peticiones que no atendió el oidor López
Cerrato.6
Regresa a Guatemala en septiembre de 1551 y es elegido regidor perpetuo de la ciudad; pero al no
lograr que el presidente de la audiencia satisficiera lo que pretendía haber obtenido en España,
escribió una carta al Emperador (fechada el 22 de febrero de 1552) y prosiguió en su lucha por los
que creía ser derechos inherentes a sus méritos de conquistador. Así, entre 1553 y 1557 habría
empezado a darle un nuevo cariz a un primitivo memorial de guerras a partir de la lectura de la
historia de la conquista de México que había escrito Francisco López de Gómara (1555). La
ampliación de este memorial de guerras se convertirá a la larga en la Historia Verdadera.
El 6 de mayo de 1565, y gracias a las gestiones de su hijo Diego, el rey Felipe II le hace concesión a
Bernal de su escudo de armas.
En 1567 Bernal viaja de nuevo a España, y finalmente al año siguiente afirma haber acabado de
poner en limpio su Historia Verdadera. Sin embargo, hasta 1575 no parece que fuera enviada
a España,5 de lo cual da cuenta el licenciado Pedro Villalobos, presidente de la Real Audiencia de
Guatemala, en una carta al rey del 29 de marzo de 1575.7 Sin embargo, Bernal conservará una copia
del manuscrito la cual continuará ampliando y enmendando hasta prácticamente su muerte.
Bernal Díaz del Castillo muere el 3 de febrero de 1584. Sus restos se encuentran en la catedral de la
ciudad de Antigua Guatemala marcados con una losa conmemorativa.

Bibliografía

Bernal Díaz del Castillo - Wikipedia, la enciclopedia libre

https://es.wikipedia.org › wiki › Bernal_Díaz_del_Castillo

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TORIBIO DE BENAVENTE

O.F.M. (Benavente, c. 1482-1569, México), más conocido como Motolinia, fue un


misionero franciscano que fungió como historiador de la Nueva España. Formó parte de
los Doce apóstoles de México. Se caracterizó por la promoción de una
intensa evangelización de los pobladores de Mesoamérica. Motolinia es el nombre que él
mismo adoptó para así ser nombrado por los habitantes de México, el cual
significa pobre o afligido en náhuatl y que procede de mo (es/se) y tolinia (pobre/afligir), es
decir, "el que es pobre o se aflige".1 Sus escritos publicados acerca de las costumbres y
tradiciones locales justo después de la Conquista de México han sido tomados
históricamente como documentos válidos de etnografía. Sin embargo, Motolinia tenía la
responsabilidad de fomentar la religión católica en los pobladores de México y adaptarlos a
las prácticas españolas de la época. Es por esto que fue intensamente denunciado por
Fray Bartolomé de las casas ante el rey de España Carlos V, lo que suscitó un conflicto entre
estos dos religiosos,2 especialmente por el desacuerdo en la aplicación de las Leyes
Nuevas (o Leyes de Burgos).

Biografía
Primeros años
Nació en Benavente, en la provincia de Zamora, perteneciente a la Corona de Castilla,
entre 1482 y 1491. A los 17 tomó el hábito en la provincia franciscana de Santiago y adoptó el
nombre de Toribio de Benavente, en honor del nombre de la villa donde se encontraba su orden.
Viaje a México

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Bajorrelieve de Motolinía en Benavente por Carlos Terrés.
Fray Francisco de los Ángeles (también conocido como cardenal Quiñones), en su calidad de
ministro general de la Orden de San Francisco, designó a fray Martín de Valencia para que
encabezara una expedición evangelizadora en el Nuevo Mundo, y le ordenó que eligiera a los frailes
que le acompañarían en tal misión. Éste eligió a once compañeros, entre ellos a fray Toribio de
Benavente; los otros diez fueron: fray Francisco de Soto, y murió fray Martín de Jesús (o de la
Coruña), fray Juan Suárez, fray Antonio de Ciudad Rodrigo, fray García de Cisneros, fray Luis de
Fuensalida, fray Juan de Ribas, fray Francisco Ximénez y los legos: fray Andrés de Córdoba y fray
Juan de Palos. Como eran doce, se les conoció como los doce apóstoles de México. Anteriormente
en 1523 ya habían arribado tres franciscanos flamencos: fray Juan de Tecto, fray Juan de Aora y fray
Pedro de Mura, luego llamado fray Pedro de Gante, además de otros misioneros. Los doce apóstoles
franciscanos partieron de Sanlúcar de Barrameda, el 25 de enero de 1524 y el 5 de febrero arribaron
a las islas Canarias, para después continuar por el Atlántico.
Después de cruzar el océano, el 5 de marzo llegan a Porto-Rico (Puerto Rico), el 13 de ese mismo
mes arriban a la isla de La Española en Santo Domingo, el 30 de abril visitan la isla de la Trinidad y
finalmente el 13 de mayo de 1524 desembarcaron en San Juan de Ulúa, Veracruz con rumbo a
la Ciudad de México. Popularmente se cree que al pasar por Tlaxcala, los tlaxcaltecas se
sorprendieron al ver el estado raquítico con que venían vestidos los frailes que les empezaron a decir
en tono de lástima motolinía, entonces fray Toribio de Benavente les preguntó el significado de dicho
término y se lo tradujeron, entonces decidió adoptar esta expresión como su nuevo nombre. Durante
el trayecto de Veracruz a México, andaban descalzos, dormían en el suelo, tapándose con mantas
para el frío y sólo comían tortillas con chile, frutas [cita requerida]. Estas eran otras de las razones por las
cuales los nativos denominan a los frailes individualmente "motolinía". Cabe aclarar, sin embargo,
que los indígenas en aquella época decían "motolinía" en tono de compasión o lástima refiriéndose a
alguien que sufre.
Se dice que Hernán Cortés al enterarse de la llegada de los frailes, mandó a organizar un comité de
recepción para recibir a los franciscanos, probablemente entre el 17 o 18 de junio de 1524. Motolinía
y los franciscanos arribaron a la Ciudad de México portando una cédula real expedida por Carlos V.
Fueron recibidos por el propio Cortés, sus militares como Pedro de Alvarado, fray Bartolomé de
Olmedo, Cuauhtémoc, caciques y otros principales de México. Popularmente se dice que los
mexicas veían con extrañeza que Cortés y sus hombres fueran tan cordiales con los
religiosos [cita requerida].
Misiones
Entre 1524 y 1527, Motolinía fungió como guardián del convento de San Francisco en la Ciudad de
México. Evangelizaba y enseñaba diversos oficios a los indígenas quienes realizaban sus nuevas
labores con destreza lo cual sorprendió a la comunidad eclesiástica:
El que enseña al hombre la ciencia, ese mismo proveyó y dio a estos Indios naturales grande ingenio
y habilidad para aprender todas las ciencias, artes y oficios que les han enseñado, porque con todos
han salido en tan breve tiempo, que en viendo los oficios que en Castilla están muchos años en los
deprender (en aprender), acá en sólo mirarlos y verlos hacer, han quedado muchos maestros.
Tienen el entendimiento vivo, recogido y sosegado, no orgulloso ni derramado como otras naciones.
Motolinía aprendió náhuatl, donde anteriormente otros frailes como Fray Luis de Fuensalida, Fray
Francisco Ximénez y Fray Pedro de Gante. También, fue guardián del convento de San Antonio
de Texcoco en 1527, y posteriormente de Huejotzingo. Su misión continuó junto con otros frailes
retirando templos mexicas y fundando conventos por varias poblaciones tales
como Xochimilco, Coyoacán. Entre 1527 y 1529 viajó a Guatemala y Nicaragua. En 1529 llegó
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a Cuernavaca junto con otros misioneros para fundar un convento. En 1530 llegó a Tlaxcala. Entre
1530 y 1531 participó en la fundación de la ciudad de Puebla, presidiendo la misa para tal efecto.
Viaja a la zona de Tehuantepec con Fray Martín de Valencia, allí se dice que Motolinía quedó
admirado al ver la arquitectura zapoteca y mixteca, en especial al ver los edificios monumentales del
pueblo de Mictlán (Mitla).
En 1534 Motolinía regresa a Guatemala y luego viaja a Yucatán con Fray Jacobo de Testera.
Regresa a Tlaxcala para ser guardián del monasterio durante 1536 y 1539. Dirige la misión otra vez
en Guatemala durante 1543 y 1545. Estando allí, Motolinía asumió el cargo de vice-comisario de esa
provincia, en 1544. Por aquel tiempo el propio Carlos V le ofreció ser obispo de esas tierras y de
Yucatán, pero Motolinía rechazó tales cargos y sólo envió misioneros a Yucatán. Ya de regreso en
México es nombrado vicario provincial, y después asumió el cargo de provincial de la Provincia del
Santo Evangelio de México en el periodo de 1548 a 1551. Después viajó a Michoacán y Jalisco.
Participó en la construcción del convento de Puebla y de los templos de Huaquechula y Tula, donde
se utilizaron antiguos templos locales para construir los conventos. Fue guardián de Atlixco y
probablemente también de Tecamachalco. Durante sus misiones no aprendió el náhuatl para poder
evangelizar mejor a los habitantes locales. Motolinía quería que la colonización fuera lo menos cruel
posible y se diera un trato digno y más humano a los nativos, en una época en que a los indígenas
se les trataba como si fueran animales, sin embargo si había falta de cooperación de los nativos,
favorecía el uso de la fuerza.
Problemas
Al igual que Vasco de Quiroga y Fray Bartolomé de las Casas, Motolinía se caracterizó por defender
a los indígenas contra los abusos que se cometían en ellos. Esto le atrajo conflictos con las
autoridades de la Ciudad de México constituidas por la primera y Real Audiencia. Los principales
problemas comenzaron en 1529 cuando Motolinía se opuso a que la Real Audiencia encabezada
por Nuño de Guzmán cobrara impuestos a los indígenas, debido a su pobreza. Esto provocó la
irritabilidad de la Real Audiencia y empezó una campaña en contra de Motolinía, acusándolo a él y a
otros misioneros de rebeldes y usurpadores de funciones. Al mismo tiempo, la Real Audiencia
ordenó al primer obispo de México Fray Juan de Zumárraga y a todos los eclesiásticos, a que se
dedicaran a sus asuntos religiosos y no se entrometieran con el ayuntamiento. Ante estas
acusaciones, Motolinía se amparaba bajo las bulas de los papas Adriano VI, León X y Alejandro VI,
quienes le concedían a él y a otros misioneros determinados derechos. Motolinía también mediaba
conflictos de carácter civil o religiosos. Cuando Motolinía era provincial en 1548, abogó para que los
indígenas no pagaran el diezmo.
Motolinía contra De las Casas
Motolinía también tuvo conflictos con otros eclesiásticos, en especial contra los
misioneros dominicos liderados por Fray Bartolomé de las Casas. Dominicos y franciscanos se
disputaban la propiedad y explotación de nuevas tierras y discrepaban en asuntos teológicos.
Motolinía acusó a Bartolomé de las Casas, de idealista excesivo, de no querer ayudar y enseñar a
los indígenas de la forma como él lo hacía, de anticolonial, de perturbador del orden, que "así turba y
destruye acá la gobernación" tal como lo afirmara en su carta a Carlos V. 2
La razón por la que Motolinía escribió esta carta, fue para dar una respuesta a las denuncias que
hizo Fray Bartolomé a los conquistadores acusando a éstos de abusos y crueldades con los nativos.
De las Casas se proclamaba defensor de los indígenas. Motolinía llegó a decir que Cortés había
hecho buenas obras, sobre todo cuando escribió:
i algunos que murmuraron [como De las Casas] del Marqués del Valle [o sea, de Cortés], que Dios
tiene, i quieren ennegrecer i escurecer [u oscurecer] sus obras, yo creo que delante de Dios no son
sus obras tan acetas [u aceptas] como lo fueron las del Marqués .2 A su vez, de las Casas se
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defendió acusando a Motolinía de procurar agradar al emperador Carlos V y a los conquistadores
como Cortés.
Expertos tales como Jorge García Castillo, argumentaron que las disputas entre Motolinía y de las
Casas, más que de orden teológico, más bien parecen de carácter político; 5 pero, por su parte,
Motolinía a través de su carta a Carlos V, manifestó que la conquista era un medio necesario para la
conversión de los indígenas al cristianismo. Sin embargo, también en esa epístola el fraile expone al
emperador cómo hacer de las tierras conquistadas una nueva nación independiente bajo un
gobernante católico. Motolinía no desestimó la conversión religiosa a la fuerza. Sobre esto, el mismo
Motolinía escribió así: "que se predique el Santo Evangelio por todas estas tierras, i los que no
quisieren oír de grado el Santo Evangelio de Jesu-Cristo, sea por fuerza; que aquí tiene lugar aquel
proverbio: más vale bueno por fuerza que malo por grado".
Últimos días
Motolinía fue perseguido durante los últimos 40 años de su vida, cambiando su nombre para
ocultarse en la sierra de Tepectlán, Puebla, actualmente Cañada de Morelos, Puebla, así como en
Tecamachalco, Puebla, usando el pseudónimo de José Gregorio de Dios Anguiano. En el Archivo de
Indias y en la Hemerotéca Pública de Madrid, España, se encuentra un acervo vasto de las
comunicaciones secretas entre su pseudónimo José Gregorio de Dios Anguiano y su familia en
Zamora, España. El gobierno español de esa época otorgaba recompensa por él, debido a su
insistencia a que los indígenas pagaran el "Diezmo" a la Corona. De 1555 en adelante, se sabe poco
de Motolinía, aunque continuó ocupando puestos importantes dentro de la Orden Seráfica. Cuarenta
y cinco años duraron sus trabajos misionales, hasta que falleció en el convento de San Francisco de
México. Se dice que el 9 de agosto de 1569. ya muy enfermo y próximo a morir, quiso celebrar la
misa, y casi arrastrándose, sin dejar que le ayudaran, se acercó al altar y la celebró, donde murió al
final de los ritos. De los Doce apóstoles primeros de México, se dice que él fue el último en morir. 6
Está sepultado en Cañada Morelos, Puebla
Descubrimiento de sus restos
El 5 de diciembre de 1980, un grupo de científicos e historiadores, en compañía con el entonces
Obispo de la Diócesis de Tehuacán, Puebla, México y Tesorero General de la Mitra de la Iglesia
Católica, Monseñor Rafael Ayala y Ayala, junto con el Historiador y Médico, Dr. Eduardo Ávila
Camacho Villanueva, descubrieron los restos de Fray Toribio de Benavente, Motolinía, junto con
Jacobo Benítez Vera, Párroco de San José Cañada Morelos, Puebla.
BIBLIOGRAFÍA

Toribio de Benavente - Wikipedia, la enciclopedia libre

https://es.wikipedia.org › wiki › Toribio_de_Benavente

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