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La Esperanza y el Optimismo

Ver video: https://youtu.be/U7Mo_fx2pwU

Bienvenidos a este Curso de Resiliencia nómica.

Soy el Mtro. Gerardo Fernandez. Miembro del consejo del Instituto Internacional de Investigacion para el
Desarrollo del Distrito Federal. En esta sección vamos a hablar de otro de los Pilares de la Resiliencia, que es la
Esperanza, la cual está relacionada con el optimismo, como lo veremos más adelante.

Si la Resiliencia es la capacidad de afrontar las adversidades y salir fortalecidos de ellas, la esperanza es la fuerza
que nos ayuda a ver más allá de la actual adversidad, considerándola no tanto como un obstáculo, sino más bien
como un reto, dándole así un sentido diferente a esa misma situación, y obteniendo la fortaleza necesaria para
hacerle frente. Víctor Frankl, quien estuvo preso en los campos de concentración nazis, dice que aquello que le dio
fuerza a los prisioneros para sobrevivir, fue precisamente la esperanza, la cual podría definirse como: “tener una
meta futura, un objetivo concreto que de sentido a la vida”. Según Frankl la esperanza no consiste solamente en
preguntarse: “¿qué espero yo de la vida?, sino ¿qué espera la vida de mí?”. Se convierte así en una esperanza
responsable, puesto que cualquier situación, por muy difícil que sea, reclama de nosotros una respuesta. Por eso la
Esperanza se relaciona con la Responsabilidad, que es uno de los pilares de la Resiliencia.

Por su parte, Karl Ratzinger, señala que “gracias a la esperanza podemos afrontar un presente que, aunque sea
fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta tan grande que justifique el esfuerzo del camino”. Sí, la
esperanza nos da la fuerza necesaria para afrontar la adversidad presente, poniendo la mira en una meta mayor, lo
que nos ayuda a seguir adelante a pesar las dificultades. De esta forma la esperanza también se relaciona con la
tolerancia a la frustración, otro pilar de la Resiliencia.

Finalmente, Zaida Borges, una Doctora en Enfermería, haciendo referencia a Charles Snyder –pionero de la
psicología positiva– dice que “la esperanza se define en una perspectiva de cumplimiento de objetivos y metas
reales, como el origen de la motivación para la acción”. Esta especialista en el cuidado de los enfermos y sus
familias, realizó una investigación de campo sobre la importancia de la esperanza, y señala que “el conjunto de
recursos y soluciones alternativas conduce a transiciones saludables en las familias, fomentando la ampliación de
emociones positivas como motor de acción ante obstáculos o dificultades, por ejemplo, la extraordinaria fuerza y
creatividad de las familias cuando enfrentan el diagnóstico de enfermedad crónica en uno de sus miembros”.

Considerada así, como un motor para la acción, se trata, entonces, de una esperanza activa y no pasiva, no es una
actitud que espera que las cosas sucedan, sino que hace que las cosas sucedan, a través de nuestra intervención y
nuestro trabajo. Es por ello que el afrontamiento se relaciona igualmente con la esperanza. Esperanza y
perseverancia van de la mano y José Hernández Moreno es un ejemplo de esto. José nació en una familia de
campesinos mexicanos en Michoacán, y a base de estudio y de perseguir su sueño, logró ser astronauta en la
Agencia Espacial de los Estados Unidos, la NASA y fue enviado a una misión espacial.

José, algún día se decidió a seguir los sabios consejos de su padre, quien alguna vez le dio una receta simple y a la
vez muy sabia, formada por los siguientes ingredientes:
1. Definir una meta y ver qué tan lejos se está de ella,
2. Trazar una ruta para lograrla,
3. Estudiar para obtener la mejor preparación y
4. Dar más de lo que te piden en los estudios.

Le dijo: “que ése sea tu método de trabajo. Si mezclas todo esto, estás en el camino para triunfar y lograr tu
sueño". La NASA lo rechazó 11 veces –una por año–, y fue hasta el doceavo año que resultó aceptado. Nos dice
él: “No tengan miedo de soñar en grande, siempre y cuando estén dispuestos a dar su corazón y compromiso para
alcanzar las metas". Hoy él es un ejemplo de resiliencia en todo el mundo.

Para hablar del optimismo, me gustaría iniciar con una frase de Winston Churchill, que dice: “un optimista ve una
oportunidad en toda catástrofe; un pesimista ve una catástrofe en toda oportunidad.”. Hemos hablado antes de la
esperanza, porque es también una fuente de optimismo, el psicólogo Charles Snyder, ha sido pionero en investigar
sobre lo que hoy se conoce como “pensamiento positivo”, cuya necesidad se hace cada vez más evidente ante
tantos síntomas de falta de esperanza, lo cual lleva a la pérdida del sentido de la vida, y todo ello al fenómeno cada
vez más extendido de la depresión.

Martin Seligman, siguiendo por este mismo camino, ha realizado interesantes aportaciones en este campo,
afirmando que el optimismo es aprendido, pero también lo puede ser el pesimismo. El optimismo es, en el fondo,
una actitud mental positiva, una manera de pensar que interviene siempre en la explicación que damos a los
acontecimientos que nos suceden, tanto a las situaciones de éxito como a las de fracaso. A esto él le llama “pautas
explicativas” o “hábitos mentales”, es decir, cómo nos explicamos lo que nos pasa y a quién le atribuimos lo nos
sucede: lo bueno y lo malo. Tanto los optimistas como los pesimistas tienen su particular manera de percibir lo que
les sucede.

Seligman señala las tres dimensiones de dichas pautas, mediante las cuales una persona se explica un suceso bueno
o malo: la permanencia, la amplitud (o presencia) y la personalización (o locus de culpa). Lo podemos explicar de
la siguiente manera:
La Permanencia se refiere a si la explicación que una persona se da de lo sucedido es siempre o a veces. Si lo que
le sucede es negativo y la persona dice que a ella siempre le sucede, entonces es una persona pesimista (por
ejemplo: Nunca quieren ser mis amigos). En cambio si la persona dice que eso negativo le sucede a veces esa es
una persona optimista (por ejemplo: Juan no quiere ser mi amigo). Así también, si lo que le sucede a una persona
es positivo y la persona dice que a ella siempre le sucede entonces es una persona optimista (por ejemplo: siempre
saco buenas notas porque estudio). En cambio si la persona dice que eso positivo le sucede a veces esa es una
persona pesimista (por ejemplo: por suerte hoy saqué buena nota).
La Amplitud se refiere a si el evento malo o bueno sucede en forma específica o en general. Si lo que le sucede es
negativo y la persona dice que en todos esos casos sucede, entonces es una persona pesimista (por ejemplo: Todos
los maestros son injustos). En cambio si la persona dice que eso negativo sucede solo en ese caso en específico esa
es una persona optimista (por ejemplo: La maestra Pérez es injusta). Así también, si lo que le sucede a una persona
es positivo y la persona dice que en todos esos casos sucede, entonces es una persona optimista (por ejemplo: A mí
siempre me invitan a jugar tenis). En cambio si la persona dice que eso positivo le sucede solo en ese caso en
específico esa es una persona pesimista (por ejemplo: Esta será la única vez que gane en el tenis, o fue por
casualidad).
La Personalización (locus de culpa) se refiere a quién se le atribuye la causa de algún suceso bueno o malo. La
causa puede internar o externar. Interna si se piensa en mí como el causante y externa si se piensa que los
causantes de lo sucedido son los demás. Si lo que le sucede es negativo y la persona habitualmente dice:
generalmente es culpa mía. Entonces es una persona pesimista conductual interna. En cambio si la persona dice
que eso negativo le sucede por culpa de los demás esa es una persona pesimista general externa (por ejemplo:
Saqué mala nota porque así son los maestros de esta escuela). Así también, si lo que le sucede a una persona es
positivo y la persona dice que ella es la causante entonces es una persona optimista conductual. En cambio si la
persona dice que eso positivo le sucede a causa de los demás, esa es una persona pesimista general.
Sobre esta última pauta, (la personalización o locus de culpa) algunos autores, como Robbins, señalan que el
comportamiento de los “internos” concuerda más con el de los optimistas, mientras que el de los “externos”, por el
contrario, coincide más con los de los pesimistas. Finalmente, Daniel Goleman, autor del libro “La Inteligencia
Emocional”, afirma que la prima hermana del optimismo, es la esperanza: saber lo que es preciso hacer para llegar
a un objetivo y tener energías para dar esos pasos. La esperanza “Es una fuerza motivadora primordial y su
ausencia resulta paralizante”.

En resumen, hemos visto personalidades tan diversas como Frankl, Ratiznger, Borges, Sniderl y Seligman quienes
coinciden en ver la esperanza y consecuencia de ella, el optimismo como motor de la resiliencia. Esto nos impulsa
a afrontar las adversidades presentes viéndolas mas como un reto que como un obstáculo. De esta forma la
esperanza nos ayuda a centrarnos en la solución, y no en el problema. Pon todo lo que está de tu parte con
esperanza para alcanzar tus metas.
Sexto Pilar: Formación de la Esperanza y el Optimismo

La Esperanza
La esperanza es el estado de ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos (RAE, 2001). Es un
sentimiento, deseo, expectativa o promesa. Es creer en una posibilidad. Querer lo posible, desearlo o confiar que
es posible. Creer que el mañana será mejor que hoy. Confiar en un mañana con paz y prosperidad, en un bienestar.
Los niños son la esperanza de un mejor mañana.

Es muy difícil lograr una meta sin esperanza. La falta de esperanza se acompaña generalmente de
irresponsabilidad y falta de afrontamiento. De Anomia asiliente. Las personas sin esperanzas no planifican, no
ejercitan la toma de decisiones, se tornan inseguras, con baja autoestima, sin identidad clara. Pueden volverse
críticos destructivos. Se burlan de los que tienen esperanza. Se ven incapaces debido a la condición de pobreza, a
la marginación o a la etnia indígena, infiriendo una falta de esperanza que provoca un círculo vicioso hacia la
pobreza. Aprenden y reproducen la incompetencia. Sería como una desesperanza aprendida.

En su primera encíclica, afirma Benedicto XVI (2007) que gracias a la esperanza podemos afrontar nuestro
presente. El presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta desafiante y
si esa meta es tan grande que justifique el esfuerzo que se deba hacer. Agrega, quien tiene esperanza vive de otra
manera; se le ha dado una vida nueva. Ha encontrado el sentido de la vida.

No me sorprende ver signos sobre el optimismo, la esperanza y la felicidad entre los principales líderes de opinión,
pareciera ser la primera preocupación del papa Benedicto y, cinco años después, también la del papa Francisco
(2013) quien en su primera exhortación apostólica, titulada "evangelii gaudium", expresa que el gran riesgo del
mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del
corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada, luego
agrega: "hay que vivir con alegría las pequeñas cosas de la vida cotidiana (…)" no te prives de pasar un buen día,
muy parecido a la receta de Seligman, también expresa que “Comprendo a las personas que tienden a la tristeza
por sufrir graves dificultades, pero poco a poco hay que permitir que la alegría de la fe comience a despertarse, aun
en medio de las peores angustias (…)” La alegría de vivir frecuentemente se apaga, la falta de respeto y la
violencia crecen, la inequidad es cada vez más patente, hay que luchar para vivir y, a menudo, para vivir con poca
dignidad. En pocos párrafos, el papa Francisco, exhorta a la Resiliencia llena de esperanza y optimismo.

Ernst Bloch (1959) afirma que la esperanza es un deseo que en principio es todavía indistinto y conforme se
desarrolla se hace maravilloso. Es así como lo más lejano se acerca, en la consideración sobre que el deseo de
esperanza no puede quedar atado a ningún lugar, porque en su fundamento la esperanza siempre será un deseo.

La esperanza es uno de los principales deseos que nos hacen vivir. Este impulso es una aspiración que al ser
sentida se hace anhelo. La esperanza es producida por una carencia y anhelo. Es la creencia en un resultado
positivo. La sensación de que lo que se quiere se puede obtener, sabiendo que algo deseado puede suceder. Cuando
las cosas no van bien y hay incertidumbre acerca de cómo saldrán las cosas, surge la esperanza. La esperanza
elimina miedos, desesperación, abre caminos. Permite ser creativos y confiar en un futuro mejor.
El psicólogo Charles R. Snyder (1994) y sus colegas dicen que la esperanza es cultivada cuando tenemos un
objetivo en mente, la determinación de que un objetivo puede ser alcanzado con unas estrategias establecidas y
con las tácticas confiables. Son las personas que expresan esperanza como pequeño motor que expresa capacidad,
al ir diciéndose a sí mismo "Creo que puedo, creo que puedo". “creo en esos planes, sé que se van a alcanzar”.
Snyder, es realmente el pionero de la psicología positiva, quien escribió el primer libro sobre este tema, trabajando
en la Universidad de Kansas.

La esperanza es distinta del pensamiento positivo, lo que se refiere a un proceso terapéutico o sistemático utilizado
en psicología para revertir el pesimismo. El término "falsas esperanzas" se refiere a una esperanza basada por
completo en torno a una fantasía o un resultado poco probable. Tener esperanza es poder decir: ¡Yo Construyo Mi
Futuro! La pregunta importante sería ¿Cómo puedo construir esperanza en algo?

Creencias y mi conducta
Sólo una pequeña reflexión indispensable para ir completando las ideas que conforman tu crecimiento en la
Resiliencia nómica: ¡Your beliefs are your drives! Definitivamente tus creencias hacen la diferencia. Tus
creencias hacen que te conduzcas de una u otra manera. Administra tu fe. Organízate, piensa, analiza y concluye
en que vas a creer y cree firmemente. Si tienes conciencia alta te darás cuenta de las cosas en las que puedes creer.
Si afrontas adversidades y las conviertes en retos lo hace con fe en que las resolverás. Si eres autónomo, es porque
te crees capaz de resolver por ti mismo y con tus creencias en la forma en que lo divino está estructurado en el
universo para ti. Si tienes una sólida autoestima, es porque crees en ti y tus capacidades para sentirte bien; para
hacerlo bien y sentirte bien. Si eres responsable y dices que de ti depende el resolver tu vida, es porque crees en
eso. Si toleras tus frustraciones, es porque crees que no pasa nada si lo haces y puede pasar que resuelves mejor
todo en la vida. Y finalmente, si tienes esperanza tienes fe y optimismo en tu Resiliencia. Eso quiere decir que
debes cuidar con gran celo todas tus creencias.

Las creencias están directamente relacionadas con los propósitos. Sin embargo en las regiones menos
desarrolladas, las personas pueden elegir equivocadamente propósitos oníricos. Los propósitos como los objetivos
deberían ser concretos, medibles, alcanzables, deseables. Hay que saber reconocer los fantasiosos y los reales.
Soñar no es malo. Pero, por ejemplo, soñar con ser el director del Museo de Antropología sin tener las capacidades
y sin buscar tenerlas, es un sueño imposible. Para que un propósito sea alcanzable, conviene que se desee con
todas las fuerzas y se vayan aclarando cuáles son las capacidades o recursos que se requieren para alcanzarlo, para
luego esforzarse en alcanzar esas capacidades. Conviene preguntarse ¿poseo esas capacidades y recursos para
alcanzarlo? Y muy importante ¿Quiero alcanzarlo?

En general, se puede decir que todo es posible de lograrse. Más temprano o más tarde, según tenga o no las
capacidades y recursos para lograrlo. La efectividad aumentará si los tengo y si lo deseo fuertemente. Si no tengo
las capacidades para establecer un negocio propio, puedo estudiar una buena maestría en administración de
empresas. Si no conozco la tecnología de cómo se hacen los productos o servicios que deseo mercadear, pues
investigo y estudio. Pero si no me gusta el negocio que podría hacer, el lograr ese propósito va a ser muy tortuoso
y probablemente se hará de forma ineficiente y mediocre. Es muy común la siguiente situación: tengo el deseo, las
capacidades y los recursos, pero no lo intento, pues no CREO que se pueda lograr alcanzar lo propuesto. ¡No es
suficiente enseñar a pescar para comer toda la vida! En Ecuador se enseñó profesionalmente a varios campesinos
pobres de la costa, la técnica para cultivar camarones y volverse muy exitosos económicamente, sin embargo el
programa fue un gran fracaso, dado que los campesinos no creían que podrían ser tan exitosos. La mayoría ni lo
intentó y los que lo hicieron fueron tan pesimistas que fracasaron al poco tiempo, demostrando que todo era una
farsa política, cuando no era así. Al final, extranjeros tomaron sus lugares y convirtieron por muchos años a
Ecuador, en el país mayor productor de camarón del mundo. Y volviéndose extremadamente ricos, esos
campesinos siguen extremadamente pobres.
Al disminuir nuestros padres nuestra Resiliencia y convertirla en anomia asiliente o incompetencia aprendida,
perdemos esperanza y optimismo y nos adaptamos a ese estado con miedo de expandirnos fuera de nuestra actual
área de confor. Nos adaptamos a vivir sin propósito.

Optimismo aprendido
Debes darte cuenta con mucha claridad cómo es tu forma de pensar y creer. Según Martin Seligman (2007), el
optimismo es aprendido, pero también lo es el pesimismo. Todos los conceptos anteriores vistos en los diferentes
módulos, son fundamentales para el fortalecimiento de la resiliencia. Éste, lo es también. El optimismo es una
forma de pensar, un hábito mental que nos explica las causas del éxito o fracaso en el alcance de nuestras metas,
objetivos o propósitos.

En los últimos veinte años el pesimismo ha inundado a la humanidad en todo el globo terráqueo. Se ha esparcido
como una epidemia con desastrosas consecuencias. Una de ellas es la depresión generalizada entre muchas
personas. Sobre todo entre jóvenes adultos y adolescentes. ¿Hay una relación directamente proporcional entre la
anomia asiliente, el pesimismo, el egoísmo, los miedos y la depresión? Si alguien no se cree capaz, ni cree que
haya alguien capaz en su entorno, ni cree que las instituciones y gobiernos no son capaces, pareciera ser que se
siente a merced de lo que suceda. A merced del crimen organizado, de las personas vivas que les gusta
aprovecharse de los “bobos”, de lo que cualquier persona pueda hacer a su alrededor. ¿Sería más seguro pensar en
lo poco que se cree en sí mismo y ser reactivo conforme suceda su vida? Daría mucho miedo vivir sin ningún
control y estar sujeto a que suceda lo que el destino disponga. Habría un mar de pesimismos en esta persona, ante
todo lo que se le ocurra o lo empujen a emprender. Definitivamente hay mucha incompetencia aprendida, mucha
anomia asiliente aprendida, muchos miedos aprendidos y muchos pesimismos aprendidos.

Hay en Europa y los Estados unidos historias de importantes programas de inmunización psicológica contra el
pesimismo en los niños de primaria y secundaria. Enseñan a padres, psicólogos escolares y docentes a como
imbuir a los niños con un sentido de optimismo de dominio personal. Estos están basados en treinta años de
investigación realizados por Martin Seligman (2007) y su equipo. Programas que se han incluido en los sistemas
educativos de la mayoría de los Estados de Norte América. Su programa se basa en entender como las personas se
explican a sí mismos los éxitos y fracasos sucedidos, y por lo tanto aquellos por venir. En otras palabras, se basa
en la forma en que se piensa de las causas de los malos o buenos sucesos. Hay cuatro lugares donde se genera el
Optimismo o el Pesimismo en los niños:
 Por la Genética
 Por los papás Optimistas o Pesimistas
 Por la crítica Optimista o Pesimista de los padres, maestros o tutores
 Por las experiencias de éxito o fracaso en la niñez

Las preguntas más importantes serían ahora:


 ¿Cómo puedo intervenir en mis creencias para cambiar, de ser pesimista a ser optimista?
 ¿Cómo puedo fortalecer y mantener mi optimismo?
 ¿De qué manera puedo colaborar a que mis alumnos sean altamente optimistas?
 ¿Cómo puedo evitar construir pesimismo en ellos?

No puedes hacer nada con los genes, pero a pesar de ellos, puedes experimentar y poner atención a tus éxitos y
fracasos dándote una explicación de ellos más adecuada. Debes darte cuenta con mucha claridad cómo es tu forma
de pensar y creer. En este libro para docentes, psicólogos y administrativos, es fundamental aprender a ser más
optimistas para que puedan enseñar optimismo como agentes de influencia. ¿Cómo? Enseñando a que vean la
relación entre sus pensamientos y creencias con sus reacciones emocionales. Logrando que noten sus
pensamientos y lenguaje pesimista cotidiano. Las habilidades cognitivas del optimismo deben incorporarse en tu
propia forma de pensar.
Para tener alta conciencia de esas relaciones analiza las siguientes dimensiones. Hay tres dimensiones cruciales
que toda persona siempre usa para explicar por qué un evento en particular, bueno o malo, le sucede:
 La Permanencia se refiere a la explicación que se da, si lo que le sucede a una persona es siempre o a veces. Si
lo que le sucede es negativo y la persona dice que a ella siempre le sucede, entonces es una persona pesimista
(Nunca quieren ser mis amigos). En cambio si la persona dice que eso negativo le sucede a veces esa es una
persona optimista (Juan no quiere ser mi amigo). Así también, si lo que le sucede a una persona es positivo y la
persona dice que a ella siempre le sucede entonces es una persona optimista (siempre saco buenas notas porque
estudio) En cambio si la persona dice que eso positivo le sucede a veces esa es una persona pesimista (por
suerte hoy saqué buena nota).
 La Presencia se refiere a si el evento malo o bueno sucede en forma específica o global. Si lo que le sucede es
negativo y la persona dice que en TODOS esos casos sucede, entonces es una persona pesimista (Todos los
maestros son injustos). En cambio si la persona dice que eso negativo sucede solo en ese caso en específico esa
es una persona optimista (La maestra Pérez es injusta). Así también, si lo que le sucede a una persona es
positivo y la persona dice que en todos esos casos sucede entonces es una persona optimista (a mi siempre me
invitan a jugar tenis). En cambio si la persona dice que eso positivo le sucede solo en ese caso en específico esa
es una persona pesimista (esta será la única vez que gane en el tenis. Fue casualidad).
 El Locus de Culpa se refiere a quién o qué tuvo la culpa de un suceso bueno o malo. Puedes ser la culpa
INTERNA O EXTERNA. Interna si se piensa en mi culpa y externa si se dice es la culpa de los demás. Si lo
que le sucede es negativo y la persona habitualmente dice que ella generalmente es la culpable entonces es una
persona pesimista conductual interno. En cambio si la persona dice que eso negativo le sucede por culpa de los
demás esa es una persona pesimista general externo (saqué mala nota porque así son los maestros de esta
escuela). Así también, si lo que le sucede a una persona es positivo y la persona dice que ella es la culpable
entonces es una persona optimista conductual. En cambio si la persona dice que eso positivo le sucede por
culpa de los demás esa es una persona pesimista general.

Explicación de las causas


Escucha el video de Gerardo Fernández donde explica muy claramente estas tres dimensiones. Es como un
lenguaje, una actitud, un hábito de pensar, de hablar y hasta de reaccionar. Observa detenidamente los cuadros de
abajo y verás como una persona exitosa tiene un evento positivo de inmediato se explica que siempre le pasan
cosas positivas. Y si le pasa algo negativo pensará que a veces le pasan esas cosas negativas. Imprime este
apartado y escucha a Gerardo con el papel en mano. Luego, analízate como explicas generalmente tus resultados
positivos y negativos. Tendrás mayor claridad un alto nivel de conciencia sobre ti mismo. Concluirás que podrás
cambiar y mejorar. Aprenderás también que hay en ti factores internos que pueden ser determinates de tu
felicidad. O que están determinando tu infelicidad, pesimismo o desesperanza. Tendrás la gran oportunidad de
cambiar. ¡Decide ya!

Permanencia Siempre A Veces


Éxito Optimismo Pesimismo
Fracaso Pesimismo Optimismo

Presencia Global Particular


Éxito Optimismo Optimismo
Fracaso Pesimismo Optimismo

Locus de Culpa Interno Externo


Mío De los demás
Éxito Optimismo Pesimismo
Fracaso Optimismo Pesimismo

Pero, ¡por supuesto aquí es también fundamental considerar la práctica del IDB! El IDB es un gran determinante
del optimismo y la Esperanza. Haz la prueba y verás que buena es esta práctica.
Modelo ABC
Además de tener clara las tres dimensiones para mejorar tu optimismo, conviene realizar varios ejemplos del
Modelo ABC desarrollado por Albert Ellis, teórico cognitivo-conductual. El punto clave de este modelo es que
logres entender, que el cómo te sientes no depende de las cosas que te pasen o de los resultados que obtengas. Tus
sentimientos optimistas o pesimistas, dependen de lo que te dices a ti mismo sobre los resultados que obtuviste.
De tus creencias que explican por qué te pasó ese resultado. Es lo que te dices a ti mismo cuando los problemas
aparecen, lo que te hace sentir de la forma que te sientes. Si de repente te sientes enojado, triste, o con miedo es
porque hubo un pensamiento o creencia que disparó ese sentimiento. Y una vez que puedes descubrir y ver bien
ese pensamiento o creencia, puedes lograr cambiar la forma en que te sientes.

ABC significa en inglés Adversity, Belief y Consequences. Adversidad, creencias y consecuencias. En este libro
vas a ejercitar el modelo ABC, identificando el enlace entre las creencias y las consecuencias. Las emociones son
producto de tus creencias. ¡Vas a divertirte! En la tabla siguiente, los primeros signos de + - se refieren a eventos o
sucesos positivos o negativos que tienes que afrontar y la explicación de las causas indicará si eres optimista (+) o
pesimista (-), que son los signos que aparecen en la segunda y tercera columna. Las letras significan:
A= Adversity
B= Beliefs
C= Consequences

Por ejemplo: Si sucede un evento positivo y la explicación es de que sucede A VECES, esa podría ser la creencia
de una persona pesimista (-) y si la explicación de la causa de ese suceso, es que siempre sucede eso positivo,
entonces esa persona puede ser un optimista (+). Esas fueron explicaciones de PERMANENCIA. En el segundo
caso si ante un suceso positivo la explicación de alguien es que sucede sólo en ese caso específico. Eso es
Pesimista. Si dice que eso sucede en todos los casos generalmente, es un optimista. Esto es enfocarse en la
PRESENCIA de las causas. En el tercer caso, ante un suceso positivo si la explicación es que eso es debido a los
demás, cuando le realidad es que fue por algo personal, entonces es pesimista. Y viceversa. En este último caso
puede haber ambivalencia como viste en la tabla anterior.

El primer paso para entender el OPTIMISMO es el entender el enlace ABC entre lo que piensas de la adversidad y
lo que sientes. Todas las adversidades las puedes explicar a partir de tus creencias y estas creencias forman una
opinión de las adversidades que producen emociones en consecuencia.

Practica el Modelo ABC con los siguientes seis escenarios de adversidades (A), explicando lo que piensas o crees
de la adversidad (B) y las consecuencias escritas, que sería la emoción que te produciría (C). Completa con tu
propia explicación sobre cada adversidad. No hay una simple respuesta correcta. Pero, puedes preguntarte si estás
totalmente de acuerdo con tu respuesta, sintiendo y actuando de la forma que aquí se indica.

Ejemplo 1.
 (A). Este fin de semana tienes organizado un paseo sorpresa para festejar el cumpleaños de tu pareja. Cuando
llegas a su oficina el viernes por la tarde para llevártelo con todo listo, se molesta y te dice que no es posible ir.
 (B). De inmediato tú piensas…
 (C). Te sientes con gran vergüenza, haciendo lo posible para evitarlo.

Ejemplo 2.
 (A). Este fin de semana tienes organizado un paseo sorpresa para festejar el cumpleaños de tu pareja. Cuando
llegas a su oficina el viernes por la tarde para llevártelo con todo listo, se molesta y te dice que no es posible ir.
 (B). De inmediato tú piensas…
 (C). Te sientes con gran decepción, pero decides ir a cenar sin compañía a un restaurante lujoso para luego irte
al cine.

Ejemplo 3.
 (A). Tu pareja ha estado últimamente distante y con muchas distracciones.
 (B). De inmediato tú piensas…
 (C). Empiezas a ponerte cada vez más irritable con tu pareja y te das cuenta que hasta estás buscando pelearte.

Ejemplo 4.
 (A). Tu pareja ha estado últimamente distante y con muchas distracciones.
 (B). De inmediato tú piensas…
 (C). Te pones triste y retraída(o).

Ejemplo 5.
 (A). Al llegar al Centro Comercial encuentras a tu hijo adolescente con sus amigos y al ir a saludarlo notaste
que él hace como si no te hubiera visto.
 (B). De inmediato tú piensas…
 (C). Te ríes contigo mismo(a) y planeas bromear con él al respecto más tarde.

Ejemplo 6.
 (A). Al llegar al Centro Comercial encuentras a tu hijo adolescente con sus amigos y al ir a saludarlo notaste
que él hace como si no te hubiera visto.
 (B). De inmediato tú piensa…
 (C). Te pones furiosa(o) y explosiva(o) dirigiéndote hacia él y sus amigos, demandando no ser ignorada(o).

Ahora trata de darte cuenta, qué tipo de creencias llevan a esas consecuencias. ¡Identifícalas! Estas pueden ser:
 Permanente = la causa es algo que persistirá siempre
 Temporal = la causa es cambiante y transitoria
 Omnipresente = la causa afectará a muchas situaciones
 Específica = la causa afectará solamente a pocas situaciones
 Personal = la causa soy yo
 Impersonal = la causa es alguien más, algo o alguna circunstancia

Para afinar más la puntería en la identificación de los tipos de creencias, lee los siguientes tres eventos, las
explicaciones y responde, para cada uno, las preguntas.

Evento 1.
Con mi pareja acordamos que él (ella) recogería a mi madre en el aeropuerto, ya que yo trabajaría hasta tarde esa
noche y él(ella) saldría temprano. Pero, unas pocas horas antes de que llegue el avión, me llama mi pareja para
decirme que no puede salir de su trabajo temprano y que yo tengo que ir en su lugar.
 Explicación: Siempre me hace lo mismo. Ya no puedo confiar en él (ella) para nada.

Evento 2.
La psicóloga de la escuela me acaba de informar que mi hijo ha estado tomando drogas, en los últimos seis meses.
 Explicación: He estado tan ocupada(o) en mi trabajo últimamente, que no he podido dedicarle nada de tiempo a
mi hijo. Seguramente ha estado haciendo esto porque últimamente he estado muy negligente.

Evento 3.
Me llamó mi novia anoche para decirme que quiere más espacio y tiempo para ella.
 Explicación: Otra vez vuelve con su misma idea. Ella está en uno de esos estados de ánimo. Se le pasará en
una semana. Las mujeres siempre son así.

Preguntas:
 ¿Es esta explicación más permanente o más temporal?
 ¿Es esta explicación más omnipresente o más específica?
 ¿Es esta explicación más personal o más impersonal?
Ahora trabaja el Modelo ABC con dos ejemplos de tu vida y etiqueta tus creencias, de acuerdo con los diferentes
tipos aquí estudiados:

Ejemplo 1. Adversidad de tu vida:

Explicación:

Permanente…… Temporal
Omnipresente…. Específico
Personal……….. Impersonal

Ejemplo 2. Adversidad de tu vida:

Explicación:

Permanente…… Temporal
Omnipresente…. Específico
Personal……….. Impersonal

Para tener más conciencia acostúmbrate a llevar un diario de tus ABCs. Podría ser algo así:

Mi Diario ABC
Adversidades Creencias Consecuencias
Qué, quién, cuándo, dónde, cómo ¿Por qué? Sentimientos y acción

En la columna de adversidades sé muy específico y no evalúes o califiques. En la columna de creencias registra tus
opiniones relativas a cada adversidad correspondiente y califícalas del 0 al 100 según consideres con el tiempo que
eran realmente ciertas. En la columna de las consecuencias escribe tus sentimientos experimentados y como
actuaste. Igualmente califícalos del 0 al 100 según la intensidad de tus sentimientos. En ambos casos siendo 100
para calificar si eran muy ciertas o muy intensos.

Puedes leer esto para ampliar lo anterior:


http://www.opendoors.com.au/educateE.htm
http://stress.about.com/od/parentingskills/ht/raiseoptimists.htm

Y esto:
http://www.authentichappiness.sas.upenn.edu/books.aspx?id=187
http://www.authentichappiness.sas.upenn.edu/books.aspx

¿Crees que podría haber una relación entre ser egoísta y ser pesimista? El pesimista está lleno de miedos y busca
en sí mismo su lugar seguro y bienestar. No ha descubierto que el pensar en los demás le daría un mejor y
totalmente sólido bienestar. Las personas con Anomia asiliente viven llenas de miedos y no se atreven a la
aventura ni al riesgo de dar sin esperar recibir. Dar aun sabiendo que pudiera, aparentemente o realmente, tener
que desprenderse de algo que le pudiera causar incomodidad a su egoísmo. Si se asocia el optimismo y la
esperanza a una mejor vida sin egoísmos, el mundo sería un mejor mundo.

¿Una persona con Esperanza es Optimista?


¿una persona Optimista tiene Esperanza?
¿una persona Resiliente tiene Esperanza?
¿En qué crees ahora?
Del Miedo a la Esperanza - Sergio Fajardo
https://youtu.be/mlKz1GSsXpQ

La Rana SORDA y las Pesimistas


https://youtu.be/vlhpNtLDgDE
Metacogniciones sobre la Esperanza y el Optimismo
Recuerda que estas frases son para completar espontáneamente. No busques que sean verdaderas o falsas. No son
preguntas para evaluar el conocimiento pues ese ejercicio lo encontrarás después de las Metacognición de cada
Pilar.

Cuando realices una Metacognición es importante que en una hoja aparte completes cada frase por lo menos cinco
veces. Esto durante unas tres semanas por pilar. Esto es para que produzca el efecto deseado.

Tener Esperanza significa…


Estoy teniendo Esperanza cuando…
Si viviera con más Esperanza…
Viviría con más Esperanza si…
Avanzaría en mi Esperanza si…
Mi trabajo mejoraría si…
Sería más Optimista si…
Soy Optimista cuando…
Soy Optimista cuando…
Si viviera con más Optimismo…
Viviría con más Optimismo si…
Avanzaría en mi Optimismo si…

Escribe la evaluación de tu Esperanza ahora:


Escribe la evaluación de tu Optimismo ahora:
PREGUNTA 1 - (3 PUNTOS POSIBLES)

ABC significa (checa solo UNA entre estas opciones múltiples posibles).

[ ] Auto disciplina, Bienestar y Conciencia


[ ] Adversity, Benefit and Controversy
[ X ] Adversity, Belief and Consequences
[ ] Action, Business and Character

PREGUNTA 2 - (3 PUNTOS POSIBLES)


¿Cuáles son las cuatro causas donde se genera el Optimismo o el Pesimismo en los niños? (checa TODAS las
respuestas posibles):
[ X ] Por las experiencias de éxito o fracaso en la niñez
[ X ] Por la genética
[ X ] Por la crítica Optimista o Pesimista de los padres, maestros o tutores
[ X ] Por los papás Optimistas o Pesimistas

PREGUNTA 3 - (4 PUNTOS POSIBLES)


Tener esperanza me permite (checa TODAS las respuestas posibles):
[ X ] Encontrarle más sentido a la vida
[ X ] Afrontar el presente
[ ] Desesperarme con los demás
[ X ] Ser más resiliente
[ X ] Justificar el esfuerzo que debo hacer ante grandes adversidades
[ X ] Ser tolerante a la frustración

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