Se concluye que mediante el efusiómetro se puede determinar la densidad de un
gas, teniendo en cuenta el tiempo que demora este en salir del artefacto. Con el tiempo medido, es posible calcular la velocidad de efusión y la densidad del gas a tratar. Se demostró que a mayor masa molecular de un gas, menor es su velocidad de efusión. Esto se comprobó al analizar los tiempos de salida entre gases como el aire, hidrógeno y dióxido de carbono.