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Nombre: René Contreras Garza Matrícula: 20343

Nombre del curso: Ética profesional Nombre del profesor: Héctor David
Galaviz Ruiz

Módulo: 1 Actividad: 2

Fecha: 11/11/2018

Bibliografía: Manuel G. Velásquez, Ética en los negocios. Conceptos y casos, Sexta


edición,2006.

Título: Síntesis, Ética, moralidad y estándar moral.

Introducción:

Cuando entendemos a la Ética como el estudio de la moralidad, nos encontramos con una activad muy
interesante. Para poder estudiar la moralidad primero debemos contar con herramientas y métodos de
estudio.

Desarrollo:

En primera instancia, es de vital importancia saber si contamos con las habilidades necesarias para realizar
un estudio. Una vez que podamos definir nuestras fortalezas y debilidades al realizar este tipo de actividad,
podremos establecer un plan para alcanzar argumentos objetivos basados en la verdad y el bien común,
alejados de los intereses particulares.

Más allá de lo anterior, deberíamos iniciar por establecer los motivos que nos llevan a querer hacer un
juicio de los actos que realizamos los seres humanos, así como validar las metas y objetivos de las normas
que aplicaremos durante el juicio.

También es importante establecer el alcance de nuestro estudio, así como el impactó que buscamos con
el juicio que realizaremos.

A modo de opinión personal, estoy convencido que todo estudio y juicio de un acto debe comenzar en uno
mismo. Sería muy complicado hablar de honestidad si no contamos con el hábito de vivir gobernados por
la verdad, no podríamos comprender la justicia si no buscamos el bien común en forma cotidiana.

No es posible exponer nuestros argumentos para emitir un juicio, si no contamos con habilidades de
comunicación adecuadas.

Conclusión:

Los estándares morales, utilizados para el estudio de los actos que realizamos se desarrollan utilizando
una variedad de factores amplios, los cuales, además tienden a ser modificados en el tiempo. Por lo tanto,
para poder seleccionar un estándar, es necesario contar con un coeficiente intelectual alto, una gran
inteligencia emocional, así como un nivel superior de inteligencia espiritual. Entendiendo esta última como
la habilidad de formular preguntas y encontrar respuestas que no pueden ser contestadas por medio de la
inteligencia intelectual y la emocional.

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