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El respeto que les das a los demás, es un claro reflejo del respeto

que te das a ti mismo

EL RESPETO
Es un valor que permite que el hombre pueda reconocer, aceptar, apreciar y valorar
las cualidades del prójimo y sus derechos. Es decir, es el reconocimiento del valor
propio y de los derechos de los individuos y de la sociedad. Es uno de los valores
morales más importantes del ser humano, pues es fundamental para lograr una
armoniosa interacción social. Una de las premisas más importantes sobre el respeto
es que para ser respetado es necesario saber o aprender a respetar, a comprender al
otro, a valorar sus intereses y necesidades. En este sentido, el respeto debe ser
mutuo, y nacer de un sentimiento de reciprocidad. Es aceptar y comprender tal y
como son los demás, aceptar y comprender su forma de pensar aunque no sea igual
que la nuestra.

El respeto exige un trato amable y cortés; es la esencia de las relaciones humanas,


ya sea en el colegio, comunidad, trabajo en equipo o en cualquier relación
interpersonal, es decir es garantía absoluta de transparencia. Establecer hasta
donde llegan mis posibilidades de hacer o no hacer, y dónde comienzan las
posibilidades de los demás.

Sin embargo, el respeto no es solo hacia las leyes o la actuación de las personas.
También tiene que ver con la autoridad como sucede con los hijos y sus padres o
los alumnos con sus maestros. También es una forma de reconocimiento, de
aprecio y de valoración de las cualidades de los demás, ya sea por su conocimiento,
experiencia o valor como personas.

El respeto evita que pensemos sólo en nosotros mismos e invadamos el terreno de


las personas que nos rodean. Este valor también se aplica a nosotros mismos: nos
invita a reconocer nuestra dignidad humana y a evitar todo lo que nos daña, como
el consumo de drogas o alcohol. Ser respetuoso es relacionarse de una forma
delicada y creativa con los demás y requiere sensibilidad, imaginación, simpatía y
generosidad.

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