TEORÍA LARINGAL
Esta hipótesis saussureana es muy controvertida y rechazada por algunos estudios aún hoy
en día.
Sea como fuere, la mayoría de teorías que postulan una laringal originaria coinciden que los
desarrollos de posteriores de la laringal fueron los siguientes:
Los resultados de estos desarrollos de las laringales dan como resultado el siguiente sistema
de vocales PIE:
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2. La laringal original
Tras el postulado saussureano, algunos autores siguieron sus pasos y dotaron de apuntes
propios a la teoría de Saussure. Möller propuso la adición de un fonema E (h 1) para el
vocalismo PIE *dhe- (anterior dheh1) y consideró que E, A y O (=h1, h2, h3) eran
consonantes (oclusivas). Fue quien acuñó el término “laringal”, que aún por tradición
seguimos usando, y postuló cinco de ellas.
Tras Möller, Kurytowicz, en su estudio sobre la lengua hitita, señala que la consonante /h/
en esta lengua aparece en la misma posición que debía ocupar el “coeficiente sonántico”
saussureano y ofreció una serie de reglas para explicar el comportamiento de estos sonidos
en diferentes entornos fonéticos y morfológicos.
Kurytowicz propuso cuatro laringales: h1, h2, h3 y h4
Los principales trabajos que defienden el pstulado de la existencia de la laringal PIE son los
siguientes:
e. Baldi (1983):hace una evaluación bastante equilibrada entre las posturas más
conservadoras del estudio del hitita y la presencia de laringales en éste. Propine
cuatro laringales:
h1 = [h]
h2 = [X]
h3 [ᵧ]
h4 = [?]
f. Cowgill y Mayrhofer (1986): proponen las laringales habituales h1, h2 y h3, pero
agregan que de los desarrollos laringales de /e/ no derivan todas las vocales largas y
breves de PIE. Junto a las vocales / a, e, i, o, u; ā ē ī ō ū / derivadas de /e/ más
una laringal existían unas vocales iguales a estas en PIE.
i. Meier-Brugger (2000): propone las tres laringales habituales h1, h2 y h3 con una
visión de la laringal muy similar a la de Sihler. Para Meier Brugger, la teoría laringal
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ha sido definitivamente probada y su nombre no debe dar lugar a la idea de que las
laringales son mera teoría “. Así, en opinión de Meier-Briigger, el laringeo.
j. Fortson (2004): ) postula las tres laringales habituales h1, h2 y h3; y los cambios
habituales para derivar las vocales cortas y largas de PIE posteriores.
k. Clackson (2007): postula el h1, h2 y h3 habituales; y asume los cambios usuales para
derivar las vocales largas y breves de PIE posteriores. (No asigna valores fonéticos
a las laringales) Considera correctamente el laríngeo de Saussure. Pero asigna a la
laringal una función, que según Voyles-Barrack, seguramente no puede tener: “Casi
todos los casos de aspiraciones sordas PIE [la serie ph] podrían explicarse mediante
la combinación de serie p y la consonante laríngea * h2”. Como resultado de los
postulados de Jakobson la serie sorda aspirada ph se corroboró posteriormente por
existía independientemente de la existencia de cualquier presunta laringal.
También hace algunas anotaciones sobre la Ley de Verner.
l. Ringe (2008): postula los tres laringales habituales y los cambios esperables para
derivar las vocales largas y breves de PIE posteriores. Les asigna los siguientes
valores fonéticos:
h1= [ç] palatal sorda
h2= [X]velar sorda
h3= [Xw] velar sorda redondeada.
m. Salmons (2012): postula las tres laringales habituales h1, h2, h3; y asume los
desarrollos habituales en las vocales PIE posteriores. No asigna ningún valor
fonético particular a las laríngales. Se siente atraído por la laringal servir para
regularizarzar la estructura del morfema de las raíces PIE. Se emplea de las últimas
lenguas germánicas para dar peso a esta visión.
4. Conclusiones:
Parece evidente que la teoría saussureana de los “coeficientes sonantes” tiene su razón de
ser al examinar la lengua griega y las alternancias vocálicas que encontramos en verbos
como λεί∏w, ἔλι∏οv, λέλoι∏α. El ejercicio comparativo con las lenguas semíticas y con
algunos ejemplos de lenguas germánicas aportados en este capítulo, nos hace parecer
verosímil la existencia de las supuestas laringales. Sea como fuere, en cuanto a la adición de
una cuarta laringal o a los valores otorgados en muchos de los postulados, resultan
hipótesis complejas de comprensión y para su valoración precisaríamos de un estudio más
minucioso sobra las mismas.