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TRATADO DE PIE DIABÉTICO

ERRNVPHGLFRVRUJ
2

®J.Marinel.lo Roura, I.Blanes Mompó, JR Escudero Rodríguez, V. Ibáñez Esquembre, J.Rodríguez Olay
Coordinador: J.Marinel.lo Roura

Editado por el Centro de Documentación del Grupo Esteve

Coordinación editorial:
Jarpyo Editores
Antonio López Aguado,4
telf. (91) 314 43 38 — 314 44 58
e. mail: editorial@jarpyo.es
28029 Madrid

I.S.B.N. 84-88992-77-7
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gráfico, dibujos o cuadros contenidos en el presente libro, ya sea por medio mecánico, de fotocopia o sistema de
grabación, sin la autorización por escrito de los titulares del Copyright.

Impreso en España
AUTORES

Autores:
Álvarez Fernández, J Gomar Sancho, F
Angiología y Cirugía Vascular Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital Central de Asturias Hospital Clínico Universitario
Oviedo Valencia

Barrio Medrano, JL Hernández Mijares, A


Unidad de Enfermedades Infecciosas Endocrinología
Hospital de la Sta. Creu y S. Pau Hospital Dr. Peset Aleixandre
Barcelona Valencia

Blanes Mompó, JI Ibáñez Esquembre, V


Angiología y Cirugía Vascular Angiología y Cirugía Vascular
Hospital Dr. Peset Aleixandre Hospital Virgen del Mar
Valencia Almería

Carreño Ávila, P Llaneza Coto, J


Angiología y Cirugia Vascular Angiología y Cirugía Vascular
Hospital de Mataró Hospital Central de Asturias
Barcelona Oviedo

Carreño Morrondo, J Lluch Verdú, I


Angiología y Cirugía Vascular Endocrinología y Nutrición
Hospital Central de Asturias Hospital Dr. Peset Aleixandre 3
Oviedo Valencia

Escudero Rodríguez, JR Marinel.lo Roura, J


Angiología y Cirugía Vascular Angiología y Cirugía Vascular
Hospital Sta. Creu y S. Pau Hospital de Mataró
Barcelona Barcelona

Estadella Riu, B Martín Manzano, JL


Angiología y Cirugía Vascular Medicina Familiar
Hospital de Mataró Centro de Salud Salvador Caballero
Barcelona Granada

Fernández Fernández, I Morillas Ariño, C


Medicina Familiar Endocrinología y Nutrición
Centro de Salud de Camas Hospital Dr. Peset Aleixandre
Sevilla Valencia

García Montes, I Nogueira Coito, JM


Rehabilitación Microbiología
Clínica La Salud Hospital Dr. Peset Aleixandre
Almería Valencia

Giménez Arnau, AM Ortiz Monzón, E


Dermatología Angiología y Cirugía Vascular
Hospital del Mar Hospital Dr. Peset Aleixandre
Barcelona Valencia
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Padros Sánchez, C Silvestre Muñoz, A


Podología Cirugía Ortopédica y Traumatología
Universidad Central Hospital Clínico Universitario
Barcelona Valencia

Pou Torelló, JM Vázquez Garijo, P


Endocrinología y Nutrición Medicina Familiar
Hospital Sta. Creu y S. Pau Centro de Salud El Torrejón
Huelva
Riambau Alonso,V
Angiología y Cirugía Vascular Zambudio Periago, R
Hospital Clínico Rehabilitación
Barcelona Hospital Universitario Virgen de las Nieves
Granada
Rodríguez Olay, J
Angiología y Cirugía Vascular
Hospital Central de Asturias
Oviedo

4
ÍNDICE

Índice:
PRÓLOGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7

CAPÍTULO I
Epidemiología. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .11
V. Ibáñez, J. Marinel.lo

CAPÍTULO II
Fisiopatología. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .19
JI. Blanes, I. Lluch, C. Morillas, JM. Nogueira, A. Hernández

CAPÍTULO III
Etiopatogenia de pie diabético. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .33
JI. Blanes, I. Lluch, C. Morillas, JM. Nogueira, A. Hernández

CAPÍTULO IV
Clínica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .43
JM. Pou, JI. Blanes, E. Ortiz

CAPÍTULO V
Lesiones cutáneas asociadas al pie diabético. . . . . . . . . . . . . . .59
AM. Giménez, V. Riambau, JR. Escudero
5

CAPÍTULO VI
Procedimientos diagnósticos en el pie diabético. . . . . . . . . . . .71
J. Marinel.lo, P. Carreño, B. Estadella

CAPÍTULO VII
Tratamiento médico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .85
JR. Escudero, JL. Barrio, JM. Pou

CAPÍTULO VIII
Técnicas de revascularización en el pie diabético. . . . . . . . . . . .99
J. Rodríguez, J. Llaneza

CAPÍTULO IX
Actuación podológica en la prevención
y tratamiento del pie diabético. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .107
C. Padrós, JR. Escudero

CAPÍTULO X
Amputaciones en el pie diabético. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .129
J. Alvarez, J. Carreño, J. Rodríguez

CAPÍTULO XI
Ortesis, calzado y prótesis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .139
I. García, R. Zambudio
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

CAPÍTULO XII
Cirugía ortopédica del pie diabético. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .155
A. Silvestre, F. Gomar

CAPÍTULO XIII
Estrategias de prevención en
atención primaria y hospitalaria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .165
V. Ibáñez, JL. Martín, P. Vázquez,
I. Fernández, J. Marinel.lo

BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .187

ABREVIATURAS MÁS FRECUENTES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .205

ÍNDICE DE REFERENCIAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .207

6
Dedicatoria:
A los enfermos diabéticos.

De ellos hemos aprendido

9
PRÓLOGO

PRÓLOGO

En junio de 1999, con ocasión del No obstante esta grave situación, las
Congreso Nacional de la Sociedad Española complicaciones que tienen su orígen en el
de Angiología y Cirugía Vascular, fue presen- pie diabético han acreditado amplias y reales
tada la primera edición de este Tratado del posibilidades de reducirse en aquellos
Pie Diabético. ámbitos sanitarios en que se han desarro-
llado y aplicado con rigor las pautas de
Como refería en su prólogo, era la prevención.
culminación de un largo trabajo, que tuvo
su punto de partida con la elaboración del Por tanto, y a criterio de los editores
Documento de Consenso sobre Pie Diabético de este Tratado, únicamente podrá alcan-
que la Sociedad Española de Angiología y zarse una inflexión en esta grave patología
Cirugía Vascular encargó a los editores de si todos los profesionales sanitarios nos impli-
esta obra en la primavera de 1995, y que fue camos en los protocolos diagnósticos y tera-
aprobado en el curso del Congreso Nacional péuticos, pero fundamentalmente en aque-
de 1997. llos de prevención primaria y secundaria.

A los dos años de su divulgación, este Por este motivo, y conscientes de que
Tratado ha agotado su edición inicial, y como el abordaje coherente, integral y riguroso 7
referente útil que pretende ser, precisaba de del problema del pie diabético sólo puede
una actualización en determinados lograrse desde un enfoque multidisciplinario,
conceptos. este Tratado reúne las aportaciones de
expertos en neurología, endocrinología,
El interés que los angiólogos y ciru- dermatología, podología, ortopedia, trau-
janos vasculares venimos manifestando por matología, microbiología, medicina familiar,
la entidad patológica englobada en el rehabilitación y angiología y cirugía vascular,
concepto de "pie diabético" deriva funda- con la finalidad de que el lector tenga las
mentalmente de la gravedad de sus mani- máximas garantías, con su lectura y consulta,
festaciones clínicas, cuya expresión final, de conseguir una visión unitaria del problema
significada por la pérdida parcial o total de del pie diabético.
la extremidad, acontece en el ámbito de
nuestra práctica clínica. Los objetivos del Documento de
Consenso de la Sociedad Española de
Las lesiones que el enfermo diabé- Angiología y Cirugía Vascular de junio de
tico puede llegar a desarrollar en sus extre- 1997 siguen hoy plenamente vigentes: incre-
midades inferiores a lo largo del período mentar el porcentaje de enfermos diabéticos
evolutivo de la enfermedad constituyen, sin informados y conscientes de la eficacia de
ningún tipo de discusión, uno de los los protocolos de prevención y lograr la
problemás asistenciales más graves, tanto reducción de las úlceras neurovasculares y
desde el punto de vista personal, familiar y de la tasa de amputaciones.
socio-sanitario, en el inicio del siglo XXI, en
el contexto de una enfermedad como la Finalmente, una obra de esta comple-
diabetes mellitus de creciente incidencia y jidad difícilmente se hubiera concretado sin
prevalencia. la colaboración y compromiso de personas
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

e instituciones a quienes deseamos mani- A la Sociedad Española de Angiología


festar nuestro sincero reconocimiento y agra- y Cirugía Vascular, que con su iniciativa y
decimiento. apoyo iniciales, hizo posible la formación y
la tarea del Grupo de Consenso.
A los autores de cada uno de los capí-
tulos, de quienes resaltamos, entre otros, sus Al Dr. Gonçal Lloveras, por su apoyo
conocimientos en la materia que desarrollan incondicional.
y su esfuerzo de síntesis para soslayar la
reiteración que, por la íntima relación en la Al Grupo Esteve, sin cuya decidida
mayoría de los capítulos y temáticas tratadas, colaboración no hubiera sido posible su
parecía a priori difícilmente evitable. edición.

Dr. Josep Marinel.lo Roura

Coordinador

Barcelona, febrero de 2002.

8
EPIDEMIOLOGÍA. Ibáñez V., Marinel.lo J.

CAPÍTULO I

EPIDEMIOLOGÍA
Ibáñez V., Marinel.lo J.

de personas, correspondiendo la mayor parte de este


1.- Prevalencia de la diabetes mellitus incremento a los continentes asiático y africano.
2.- Incidencia de la diabetes mellitus
3.- Morbilidad de la diabetes mellitus: En 1996, el Ministerio Español de Sanidad y
3.a.- Enfermedad ocular Consumo hizo público el Documento de Ordenación
3.b.- Enfermedad renal de Recursos para la atención sanitaria de las personas
3.c.- Enfermedad cardiovascular diabéticas, en el que indicaba, para España, una
3.d.- Enfermedad cerebrovascular prevalencia de la DM "conocida" de entre el 2,8%
3.e.- Hipertensión arterial y 3,9 %. El 10 % correspondía a DM tipo I.
3.f.- Enfermedad arterial de los
miembros inferiores Cifras que, en función de numerosos referentes
3.g.- Neuropatía bibliográficos, cabe valorar por debajo de la realidad,
3.h.- Amputaciones ya que se acepta que alrededor de un 45 % de las
4.- Prevalencia en incidencia del pie personas diabéticas están sin diagnosticar. Por este
diabético motivo entendemos que cifras más realistas podrían
5.- Mortalidad de la diabetes mellitus situar la prevalencia de la DM en España entre el 11
6.- Repercusiones socio-sanitarias del 7% y el 7,5%.
pie diabético
La Sociedad Española de Medicina Familiar y
Comunitaria (SEMFYC), en publicaciones corres-
1.- PREVALENCIA de la DIABETES pondientes a 1997, calcula en un 6%, la prevalencia
aproximada de la DM en España, de la que el 10%
Las estimaciones de la Organización Mundial corresponderían al DM tipo I.
de la Salud en referencia a la prevalencia de la
diabetes mellitus (DM) en el inicio del siglo XXI Los estudios más significados realizados en
la sitúan en el 2,1% de la población mundial. Es nuestro país sobre la prevalencia de la DM se
decir, unos 125 millones de personas, de las que el exponen en la Tabla I.
4% corresponden a la DM tipo I y el 96% a la DM
tipo II. En base a los mismos, en el año 2001 la pobla-
ción diabética en España se situaría en torno a los
Dichos estudios, consideran que en el año 2000 2,5 millones de personas.
había trece millones de personas diabéticas en
Norteamérica y Canadá; veintidós millones en Datos aportados por el Consell Assessor sobre
Europa; trece en América del Sur; sesenta y seis en la Diabetes a Cataluña estiman que la prevalencia
el continente asiático; ocho en el Africano, y un global de la DM —la diagnosticada y la no cono-
millón en Oceanía. cida— a partir de los 30 años de edad, alcanzaría
el 10,5 %, y se elevaría al 11,7% si se incluyen
A partir de estos datos, las estimaciones a largo aquellas personas que presentan una tolerancia
plazo, situadas en el año 2010, son de un incre- disminuida a la glucosa.
mento sustancial de la enfermedad, siendo previ-
sible que la población mundial de enfermos diabé- La Asociación Norteamericana de Diabetes
ticos alcance los ciento cincuenta y dos millones indica que la prevalencia de la enfermedad varía
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Tabla I
Prevalencia de la Diabetes Mellitus en España.
De: Goday A et al. Med. Clin., 1994

Autor Metodología Ambito Prevalencia (%)


Pallardo/Matute Cuestionario Sector Industrial 2,4 a 4,6
Brazales Cuestionario 3,4
Rodríguez Cuestionario Medio Rural 7,8
Useros Criterios de la OMS Muestra 11.986 personas (25-64 a) 5,4

Tabla II
Prevalencia de la Diabetes Mellitus en función del país, etnia y rango de edad.
De: W.H.O. Programme, 1996

País Rango de edad


20-24 35-39 50-54 65-69 >74
Arabia 0,4 7,3 16,7 20,5 14,7
China 0,1 0,5 1,7 2,4
EE.UU. (Raza blanca) 0,6 0,7 9,7 17,2 20,8
EE.UU. (Raza negra) 0,7 1,4 6,6 26,4 32,7
Israel 14,7 24
Tanzania 1 0,3 2,1 0,8 4,8

12 en función de la edad, grupo étnico y condiciones


sociales del mismo (Tabla II). Tabla III
Rangos de Prevalencia de la Diabetes Mellitus en
función de la edad y el sexo.
El Instituto Nacional de la Salud de los EE.UU., Fuente: Ministerio de Sanidad de Canadá, 1997.
en el año 1995, estimó que la población diabética
Rango de edad Sexo
en los Estados Unidos no era inferior a los dieci-
Femenino(%) Masculino(%)
séis millones de personas, de las que sólo habían
18-34 a 0,9 2,9
sido diagnosticadas la mitad. 35-64 a 6,2 5,9
65-74 a 13,2 12
Datos que, complementados con el grupo de
población adulta que presenta intolerancia a la
glucosa — alrededor del 11 % —, permite concluir
que el 43 % de la población norteamericana de edad
2.- INCIDENCIA DE
superior a los 65 años presentaría cifras patoló-
LA DIABETES MELLITUS
gicas de glucemia.
En España la incidencia esperada entre el año
La Asociación Canadiense de Diabetes establece 2000 y el 2004, por 100.000 personas / año, es de
igualmente estos datos en función a las variables 10-12 nuevos casos para la DM tipo I y de 60 a 150
de la edad y el sexo (Tabla III). para la DM tipo II.

En consonancia, un millón y medio de cana- Estimaciones basadas en los informes de socie-


dienses son diabéticos, de los cuales setecientos dades científicas e instituciones oficiales indican
cincuenta mil no están aún diagnosticados. una tendencia progresiva de la incidencia de la DM,
Estimaciones en este país para el año 2004 indican fundamentalmente a expensas de la tipo II, en
que uno de cada cuatro personas de edad superior función de la mayor esperanza de vida en los países
a los 45 años serán diabéticos. socio-económicamente más desarrollados y en los
EPIDEMIOLOGÍA. Ibáñez V., Marinel.lo J.

hábitos alimentarios. El incremento o tasa intera- lencia para la retinopatía del 33 %, con una preva-
nual se sitúa entre el 3% y el 5% . lencia mayor en los paises del este continental.

En España, el estudio de Fernández Vigo et al. publi-


3.- MORBILIDAD DE cado en 1993, sobre una muestra de 1.179 enfermos de
LA DIABETES MELLITUS ambos tipos, indicaba una prevalencia del 43 %.

A continuación se describe la morbilidad de


aquellas patologías en las que la DM se ha eviden- 3.b.- Insuficiencia renal
ciado como causa etiopatogénica o en las que actúa
como factor de riesgo contrastado. El enfermo diabético tiene un riesgo relativo
veinticinco veces superior con respecto a la pobla-
ción no diabética de presentar insuficiencia renal
3.a.- Amaurosis crónica.

En el enfermo diabético, la progresiva lesión de Con una evolución de la DM igual o superior a


la retina implica entre un 20% y un 30 % de amau- los veinte años, en el 30%-40% de los enfermos
rosis. En personas de edad inferior a los sesenta diabéticos se objetivan alteraciones analíticas impor-
años, la DM es la primera causa de ceguera. La reti- tantes del funcionalismo renal.
nopatía progresiva afecta a la mitad de los enfermos
diabéticos, de tal forma que éstos tienen un riesgo El riesgo de muerte correlacionado con la insu-
relativo de pérdida de visión veinte veces superior ficiencia renal ocurre en la DM tipo I es veintitrés veces
con respecto a la población no diabética. superior con respecto a la población no diabética.

En la DM tipo II, el glaucoma o las cataratas En EE.UU. se estima que el 11 % de los


tienen una mayor prevalencia que la retinopatía pacientes incluidos en programas de diálisis son
proliferativa como causa de amaurosis. diabéticos. 13

Los estudios de Klein et al., realizados en los En Europa, la prevalencia de nefropatía ponderada
EE.UU y en Canadá en 1995 sobre una población sobre diversos estudios publicados entre 1988 y 1997,
de cinco mil enfermos diabéticos, indican una preva- se sitúa entre el 4,2% y el 17,6%. (Tabla IV).
lencia de la retinopatía del 59% al 71 % en la DM
tipo I y del 29% al 39 % en la DM tipo II.
3.c.- Isquemia cardíaca
En Europa, el informe emitido por la OMS en
1985, que incluía a enfermos con DM tipos I y II, Las enfermedades cardiovasculares son la
entre 35 y 54 años de edad, indicaba una preva- primera causa de muerte en el enfermo diabético.

Tabla IV
Nefropatía y Diabetes Mellitus. Prevalencia en Europa

País Año Nº enfermos Rango de edad Tipo D.M. Prevalencia /%)


Dinamarca 1987 557 0 - 75 a II 13,7
Holanda 1987 137 II 16
Inglaterra 1988 328 I y II 5,2
Italia 1988 3,636 16 - 65 a I 5,1
Suecia 1991 120 0 - 70 a II 4,2
Suecia 1993 207 I 7
España 1994 513 0 - 90 a I 7,4
España 1996 1.348 0 - 90 a II 8,9
Alemania 290 35 - 75 a II 7,4
Irlanda 124 15 - 60 a I 12,5
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

El riesgo de muerte por cardiopatía isquémica En España, Esmatjes et al. publican en 1996 un
es de dos a cuatro veces más elevado con respecto estudio que concluye que la prevalencia de HTA en
a la población general, incrementando de forma la DM tipo II es del 41 %, desconociendo su exis-
claramente contrastada la prevalencia de la isquemia tencia uno de cada cuatro enfermos evaluados.
coronaria en el sexo femenino.

En los países socio-económicamente más desarro- 3.f.- Isquemia de las extremidades inferiores
llados, es la causa principal o fundamental de falleci-
miento en el 50 % de los enfermos que presentan DM La prevalencia de la isquemia de extremidades
tipo I, y en el 10 % de los DM tipo II. inferiores en la DM ha sido ampliamente estudiada.
No obstante, los datos publicados presentan una
La OMS, en 1985 y con respecto a la isquemia importante variabilidad en función de la metodo-
coronaria en la población diabética de los EE.UU. logía seguida, tanto en los de carácter prospectivo
de entre 35 y 54 años, indicaba una prevalencia del como retrospectivo. Tomando como referencia los
37,9 %, incluyendo en la valoración a enfermos con realizados en 1980 por Melton et al. en una pobla-
antecedentes en su historia clínica de angina, infarto ción diabética de mil enfermos, y en los que utili-
de miocardio, cirugía de by-pass y/o signos elec- zaba como criterios de inclusión la ausencia de
trocardiográficos de coronariopatía. pulsos distales en la extremidad inferior, el antece-
dente de gangrena previa y/o la amputación del
Otros estudios realizados en este mismo país, miembro, la prevalencia hallada fue del 22,6 %.
como el publicado por Rewers en 1992, en una
población de raza blanca no hispana con DM tipo Orchard et al., en 1990 y utilizando como criterio
II y edad entre los 25 y 74 años, indicaba una preva- de inclusión los valores en el índice tobillo/brazo
lencia para la isquemia coronaria del 46,2 %.
inferiores a 0,9, aporta una prevalencia del 17,8 %.
Los dos estudios incluyen ambos tipos de diabetes,
En España, la prevalencia global de cardiopatía para
14 sin sesgo en su período evolutivo.
ambos tipos de DM se sitúa entre el 18% y el 21%.
Utilizando este mismo criterio hemodinámico,
Finalmente, la posibilidad de fallecimiento por
pero diferenciando el tipo de DM, Walters et al.,
re-infarto de miocardio y el riesgo de desarrollar
en 1992 y en una población de 1.077 pacientes,
con posterioridad al mismo una insuficiencia
cardíaca congestiva son también más elevadas en aporta una cifra de prevalencia del 8,4 % en la DM
la población diabética. tipo I y del 23,1 % en DM tipo II.

En España, Ibáñez, Esmatjes y Bundó, entre


3.d.- Isquemia cerebrovascular otros, han publicado en los últimos años estudios
sobre la prevalencia de la afectación de los sectores
La prevalencia del infarto isquémico cerebral arteriales de las extremidades inferiores.
en la población diabética de edad inferior a los 65
años se estima entre el 25% y el 30%. Ibáñez, en 1992, realiza un estudio prospec-
tivo en pacientes con DM tipo II, asintomáticos,
Los accidentes isquémicos cerebrales son también y en función del comportamiento del índice
más frecuentes, aceptándose como causa fundamental Doppler tobillo/brazo pre-esfuerzo y post-
o principal del fallecimiento en el 10%-20% en los esfuerzo, indica la existencia de lesiones hemo-
enfermos con DM tipo II. Su prevalencia es menor con dinámicamente significativas en el 52,5 % de los
respecto a la isquemia coronaria o a la de los sectores enfermos estudiados.
arteriales de las extremidades inferiores.
Esmatjes en 1996 y Bundó en 1998, y basán-
dose en la ausencia de pulsos distales, el índice
3.e.- Hipertensión arterial Doppler tobillo/brazo, y/o síntomatología clínica
de claudicación intermitente, aportan cifras de
La hipertensión arterial va asociada a la DM en el prevalencia de la arteriopatía en las extremidades
34 % y el 37% de los casos según diversos estudios. inferiores que varían entre el 12% y el 20 %.
EPIDEMIOLOGÍA. Ibáñez V., Marinel.lo J.

3.g.- Neuropatía tendencia a estabilizarse; es progresiva, irreversible


y guarda relación con la edad del enfermo.
Dos de cada tres enfermos diabéticos presentan
algún tipo de neuropatía periférica en el momento de
su diagnóstico. Es, sin ningún género de dudas, la 3.h.- Amputación
complicación más prevalente en la DM y se halla inter-
relacionada con toda evidencia, como se expone en los El riesgo de que un enfermo diabético sufra una
siguientes capítulos, en los procesos fisiopatológicos amputación menor y/o mayor en la extremidad infe-
causantes de la entidad clínica "pie diabético". rior es muy elevado con respecto a la población no
diabética. Numerosos estudios aseveran que la inci-
La neuropatía evolucionada es causa de algún dencia acumulativa de amputaciones en la pobla-
tipo de discapacidad en uno de cada cuatro enfermos ción a la que se diagnostica la DM antes de los 30
con DM tipo I. años y con una evolución de más de diez, supera
el 5% en la DM tipo I y el 7% en la DM tipo II.
No obstante, es difícil determinar con exactitud su
incidencia y prevalencia ya que, de la misma forma En el estudio de Rochester, el riesgo acumulativo
que se ha comentado sobre la isquemia de las extre- de sufrir una amputación después de un período evolu-
midades inferiores, varía en función del tipo de DM y tivo de la DM igual o superior a 25 años es del 11%.
la metodología utilizada en su diagnóstico (Tabla V).
En este mismo estudio, y con un seguimiento
El dintel más bajo de prevalencia se advierte en superior a los 20 años, su incidencia era de 7 a 9
aquellos estudios retrospectivos basados únicamente enfermos por 100.000 enfermos diabéticos y año.
en datos de la sintomatología registrados en la
historia clínica y que, por tanto, tienden a infrava- La prevalencia, según diversos estudios, oscila
lorar la presencia de la enfermedad. Dichos estu- entre el 0,1% y el 0,5%, si bien en algunos estratos
dios presentan datos de neuropatía clínicamente poblacionales alcanza el 8% (Tabla VI).
manifiesta en el 10%-15% de los casos. 15

Si embargo, la incidencia es más elevada 4.- PIE DIABÉTICO


—70%-80%— en los trabajos prospectivos que se
basan en métodos de diagnóstico electrofisiológicos. En los siguientes capítulos se exponen amplia-
mente el concepto, la fisiopatología y la clínica de
A este respecto debe tenerse en cuenta que la la compleja patología que el enfermo diabético puede
prevalencia de la neuropatía se relaciona de forma llegar a desarrollar en el pie, y que se engloban
directa con la evolutividad de la DM; no tiene conceptualmente en el término de pie diabético (PD).

Tabla V
Prevalencia de la Neuropatía Diabética

País Año Nº enfermos Rango de edad Tipo D.M. Prevalencia /%)


Méjico 1981 503 35 - 60 a II 40,8
Dinamarca 1985 957 I 28,7
EE.UU. 1986 102 I 54
EE.UU. 1986 278 II 45
Suecia 1988 207 I 10
Holanda 1995 15 - 59 a I 23,4
Holanda 1995 609 40 - 94 a II 28,4
Inglaterra 2.414 0 - 90 a I 22,7
Inglaterra 3.949 0 - 90 a II 32,1
Francia 15 - 59 a I 20,5
Irlanda 15 - 59 a I 23,2
Italia 8.757 18 - 70 a I y II 32,3
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Tabla VI
Amputaciones mayores de extremidad inferior: prevalencia en la Diabetes Mellitus

País Año Nº enfermos Rango de edad Tipo D.M. Prevalencia /%)


Holanda 1988 137 II 5
EE.UU. 1989 0 - 90 a I y II 2,8
Japón 1990 2.115 0 - 90 a I y II 0,6
España 1994 2.595 II 2,1
Tailandia 1994 2.060 24 - 88 a I y II 1,3
Nauru 1994 375 20 - 90 a II 7,7
India 4.941 0 - 90 a I y II 0,5
Inglaterra 7.820 20 - 90 a I y II 1,2
Polonia 1.271 I y II 0,8

La prevalencia del PD se ha podido referenciar En los países de la Unión Europea, la tasa de


mediante correlación logística con variables como mortalidad por DM se sitúa entre el 7,9 y
la evolutividad de la DM, la edad, el sexo mascu- 32,2/100.000 habitantes. En España, alrededor del
lino y el hábito tabáquico. Se sitúa en el 8%-13%, 23,2/100.000 habitantes.
según indican datos recogidos en un reciente informe
del Ministerio Español de Salud y Consumo. En los Estados Unidos, los enfermos diagnosti-
cados de DM con anterioridad a los 15 años de edad
Su trascendencia viene significada por el elevado tienen una tasa de mortalidad 11 veces superior a
porcentaje de amputaciones que implican. la población en general. La mortalidad es 2-3 veces
superior en aquellos en los que se diagnostica la
Entre el 40% - 50 % de los diabéticos desarro- DM después de los 40 años.
16
llan a lo largo de su vida una úlcera en el pie, que
en un 20 % de los casos es la causa de la amputa- En este país, y en datos referenciados al año
ción de la extremidad. 1993, el 18 % de todas las muertes en personas de
más de 25 años pudieron ser relacionadas, directa
o indirectamente, con la DM.
En la fisiopatología del PD, la neuropatía y la
vasculopatía son factores determinantes.
6.- REPERCUSIONES SOCIO-SANITARIAS
Diversos trabajos epidemiológicos coinciden en
DEL PIE DIABÉTICO
que en el 65%-70% de los enfermos diabéticos que
precisan de ingreso por úlcera en el pie, se asocia Todos los aspectos de morbimortalidad mencio-
un grado variable de isquemia de la extremidad infe- nados con respecto al PD generan sin ningún género
rior. de dudas una importante carga en el gasto sanitario
de las administraciones.
Aproximadamente el 50 % de los enfermos
diabéticos hospitalizados en el Reino Unido lo son Impacto que es difícil de evaluar con exactitud,
por problemas de sus pies. en función de la falta de un método estandarizado
y adecuado para la obtención de los datos, y de
datos oficiales de los costes directos e indirectos
5.- MORTALIDAD DE LA DIABETES que comporta la asistencia, compleja y multidisci-
plinaria, del PD.
En los países de un nivel socio-económico desa-
rrollado, la DM ocupa el cuarto al octavo lugar Craig et al. en el período 1991-1995, y sobre
como causa de muerte. un total de 4.245 ingresos hospitalarios cuyo diag-
nóstico principal era el de enfermedad vascular
En España, es la tercera en el sexo masculino y periférica, infección, neuropatía o ulceración,
la séptima en el masculino. indican que el 15,4 % de ellos correspondían a
EPIDEMIOLOGÍA. Ibáñez V., Marinel.lo J.

Tabla VII
Repercusiones económicas derivadas de la asistencia sanitaria en la población diabética

País Repercusión Repercusión Coste Coste por


directa indirecta total amputación mayor
España (1) 6.024/enf
EE.UU. (2) 47 bill 58 bill 105 bill 25.000
Finlandia (3) 5,8 mill
Francia (1) 230,7 mill
Holanda (1) 38,5 mill
Reino, Unido (4) 408 mill 663 mill
Suecia (1) 36.200

(1).- Euros
(2).- USD
(3).- Marco fin
(4).- Libras esterlinas

enfermos diabéticos. El riesgo de mortalidad La atención anual de los enfermos diabéticos en


hospitalaria en este grupo, con respecto al resto este país es de aproximadamente 15.000 millones
de admisiones en igual período, fue del 2,83 y de francos.
el diferencial de estancia media de 7 puntos. Los
costes hospitalarios fueron un 87 % superiores En Finlandia, los enfermos diabéticos ocupan
a la media. una estancia hospitalaria de 1,5 millones de días al 17
año, lo que implica que el 13 % de los ingresos
Los datos del estudio prospectivo francés, sobre
cuarenta mil pacientes ingresados con el diagnós- hospitalarios en este país lo son por causas rela-
tico inicial de PD, indican que en el 62,5% existía cionadas directamente con la DM y sus complica-
únicamente una lesión neuropática, y que en el ciones.
37,5% restante se asociaba a isquemia. El coste total
de estos ingresos supuso 3.750 millones de francos En la Tabla VII se exponen algunos datos refe-
anuales. ridos a diversos países.
FISIOPATOLOGÍA. Blanes JI., Lluch I., Morillas C., Nogueira JM., Hernández A.

CAPÍTULO II

FISIOPATOLOGÍA
Blanes JI., Lluch I., Morillas C., Nogueira JM., Hernández A.

determinada mayor prevalencia en sus morfología


1.- Introducción y topografía: frecuentemente las lesiones son multi-
2.- Neuropatía segmentarias y afectan al sector fémoro-poplíteo y
3.- Macroangiopatía tibio-peroneo de forma bilateral. El tercer factor, la
4.- Infección infección, es secundaria a las alteraciones inmuno-
lógicas y a la situación de isquemia descrita.

1.- INTRODUCCIÓN 2.- NEUROPATÍA

El Grupo de Consenso sobre Pie Diabético de El Grupo de Estudio de la Diabetes Mellitus


la Sociedad Española de Angiología y Cirugía (DM) de la Organización Mundial de la Salud, en
Vascular propone definirlo como "una alteración su tercer informe técnico, considera la neuropatía
clínica de base etiopatogénica neuropática indu- como "la complicación más frecuente de la enfer-
cida por la hiperglicemia mantenida, en la que con medad".
o sin coexistencia de isquemia, y previo desenca- 19
denante traumático, se produce la lesión y/o ulce- Sin embargo, a pesar de su frecuencia y de su
ración del pie". importancia, la neuropatía es, de todos los aspectos
degenerativos de la diabetes, probablemente la
Dicho Consenso establece que el conocimiento menos conocida y la peor estudiada.
de la fisiopatología del pie diabético (PD) es esen-
cial para obtener resultados no tan sólo eficaces, Es difícil determinar con exactitud, como se ha
sino también eficientes en su prevención y trata- mencionado en el Capítulo I, la incidencia y la
miento. prevalencia de la neuropatía diabética (ND), ya que
varían en función del criterio seguido para su defi-
Cuando un enfermo diabético desarrolla una nición y el método empleado para su exploración.
úlcera en el pie, ésta tiene en principio limitadas Por ello no debe sorprender la disparidad de las
probabilidades de cicatrizar con facilidad; más de cifras de prevalencia existentes en la literatura, y
infectarse y que esta infección difunda y que, con que oscilan entre el 0% y el 93% .
relativa facilidad, conduzca a una gangrena que
suponga finalmente la amputación. Los signos y síntomas de ND son manifestados
por el enfermo diabético únicamente en el 10%-
En la fisiopatología del PD existen tres factores 15% de todos los casos y, por tanto, las cifras más
fundamentales: la neuropatía, la isquemia y la infec- bajas de prevalencia se obtienen cuando el estudio
ción. se realiza exclusivamente con los datos de la anam-
nesis clínica.
La Neuropatía predispone a los microtrauma-
tismos inadvertidos. La isquemia es secundaria a Sin embargo, la disminución de la velocidad de
las lesiones arterioescleróticas. Desde el punto de conducción nerviosa es evidenciable en el 70-80%
vista fisiopatológico, la ateromatosis arterial en el de los enfermos diabéticos incluso antes de que
enfermo diabético no presenta elementos diferen- aparezcan los síntomas y signos clínicamente mani-
ciables con respecto al no diabético, pero sí una fiestos. Con una evolución de veinticinco años de
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Tabla I
Esquema de la fisiopatología de la neuropatía diabética

Otros mecanismos Glicosilación


inmunes y genéticos no enzimática

Transporte Atrofia
Patología capilar Hipoxia endoneuronal
axonal axonal

Resistencia vascular
Síntesis mielina
endoneuronal

Flujo sanguíneo en Velocidad conducción


Hiperglucemia
nervio nerviosa

Glucosa, fructosa ATPasa Na+/K+


en nervio del nervio
20

Sorbitol
en nervio

Mioinositol
en nervio

la DM, más del 50% de éstos presentan signos de los procesos fisiopatológicos que intervienen
clínicos de ND. en el desarrollo de la ND, el metabólico es el
inicial; el vascular funcional interviene a conti-
Diversos autores estiman que cuatro de cada diez nuación y, finalmente, la microangiopatía se halla
enfermos diabéticos presentan algún tipo de altera- implicada en períodos evolutivos más avanzados
ción neurológica en el momento del diagnóstico de la (Tabla I).
DM, alteración que ha podido correlacionarse con el
grado de control metabólico de la hiperglucemia y
con los años de evolución de la DM. Alteraciones metabólicas

Datos procedentes de la experimentación Las principales anormalidades metabólicas


básica y clínica sugieren que, en la secuencia evidenciadas son:
FISIOPATOLOGÍA. Blanes JI., Lluch I., Morillas C., Nogueira JM., Hernández A.

a).- Acumulación de sorbitol Además de la vía de los polioles, deben tenerse


en cuenta otros fenómenos que se encuentran en la
Se ha implicado la ND con la vía metabólica base de la microangiopatía tales como la glucosi-
del sorbitol y la formación de polioles, al igual que lación no enzimática de las proteínas y la glucosi-
se ha localizado en la catarata diabética. lación de la mielina, con desestructuración de las
proteínas de la célula de Schwann.
La enzima aldosa-reductasa convierte de forma
irreversible la glucosa en sorbitol. La vía del sorbitol o poliol es una vía alterna-
tiva del metabolismo de la glucosa. La conversión
Una segunda enzima, el sorbitol-deshidrogenasa, de glucosa a glucosa-6-fosfato es dependiente del
interviene en la formación de la fructosa a partir nivel plasmático de insulina, mientras que la gene-
del sorbitol. ración de sorbitol es independiente del mismo y
depende únicamente de la concentración disponible
La aldosa-reductasa está presente en todos los de glucosa no fosforilada.
tejidos donde se produce lesión en la DM: el cris-
talino, los pericitos de los capilares retinianos, el Cuando está aumentada, como sucede en la DM,
riñón, el endotelio vascular, y las células de Schwann la vía del poliol se activa y como consecuencia se
de los nervios periféricos. produce un acúmulo de sorbitol y fructosa en
diversos tejidos.
El proceso por el cual el sorbitol acumulado
tiene capacidad para generar lesión no queda total- Sin embargo, el mecanismo por el cual el
mente aclarado, si bien una posibilidad estudiada acúmulo de sorbitol puede producir daño tisular
es la producción de edema intraneural en relación persiste actualmente como punto de discusión.
a la presión oncótica que genera el poliol, y que
secundariamente repercutiría en la lesión progre- Se ha argumentado que la acumulación de
siva de la célula de Schwann y en su desmieliniza- sorbitol y fructosa en las células nerviosas daría
ción segmentaria. lugar a edematización y disfunción celular, bien por 21
efecto tóxico directo, bien por efecto osmótico. Sin
Estudios recientes establecen que el mioinositol embargo, las concentraciones de sorbitol en los
—polialcohol cíclico de seis carbonos, que se nervios de los enfermos diabéticos son micromo-
encuentra en conentraciones cinco veces superiores lares, excesivamente bajas para que sean osmóti-
en el nervio que en el plasma— se depleciona en camente significativas. Y, aunque no se cuestiona
los nervios del enfermo diabético, siendo este efecto la presencia de un aumento de sorbitol fructosa en
parcialmente normalizado con el tratamiento insu- relación directa con el grado de neuropatía, parece
línico. más probable que sean otras alteraciones metabó-
licas secundarias a la activación de la vía del poliol
La disminución en la velocidad de conducción del las responsables de la neuropatía periférica.
nervio está relacionada con el contenido de mioino-
sitol, y en la DM experimental y utilizando inhibi-
dores de la aldosa-reductasa, se logra recuperar los b).- Déficit de mioinositol
niveles de mioinositol, hecho que indicaría que el
aumento del sorbitol promueve la depleción del mismo. El mioinositol es un polialcohol cíclico estruc-
turalmente parecido a la glucosa.
La disminución de fosfoinositoles altera el nivel
intracelular de diacilglicerol y, secundarimente, se En la DM sus valores plasmáticos y su concen-
ve afectada la bomba de Na/K ATPasa, mecanismo tración en el citoplasma de las células nerviosas se
imprescindible en la conducción neurológica. hallan disminuidos, y se normalizan con posterio-
ridad a la administración de insulina.
La protein-kinasa, enzima que regula la bomba
de Na/K ATPasa, y que es estimulada por el diacil- El elevado nivel plasmático de glucosa existente
glicerol, se encuentra disminuida por la alteración en la DM comporta que ésta atraviese fácilmente
de los fosfoinositoles, y ello contribuye a la anomalía la membrana de las células nerviosas, y que éstas
funcional de la célula nerviosa. la utilizan como sustrato energético, inhibiendo de
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

forma competitiva el transporte de mioinositol y mediante un fenómeno de endocitosis. La desmie-


reduciendo sus niveles tisulares. Paralelamente, la linización segmentaria probablemente sea la conse-
acumulación de sorbitol impide también el paso de cuencia de este proceso.
mioinositol al interior celular.
De igual modo se ha evidenciado que la glico-
El mioinositol es el eslabón de unión de un ciclo silación está relacionada con alteraciones de la
que controla los niveles intraneurales de la acti- síntesis proteica, que afecta a las proteínas de la
vidad ATP-asa del Na y de K y, por tanto, la velo- célula de Schwann, la mielina y otras proteínas
cidad de conducción nerviosa. nerviosas básicas. Hecho que explica su reducción
en la estructura del nervio periférico en la DM.
Finalmente, un incremento en la degradación
c).- Disminución de la actividad ATP-asa de la proteica de la mielina, relacionada con la glicosi-
membrana lación, podría también estar igualmente involucrado.

El descenso de la actividad ATP-asa está rela-


cionado con las alteraciones funcionales y con los Alteraciones vasculares
cambios estructurales que de forma precoz se
producen en las estructuras nerviosas en la DM. El posible papel que tiene la enfermedad vascular
en la patogenia de la ND es un tema de controversia.
El mioinositol parece ser el nexo de unión del
ciclo que controla los niveles intraneurales de la Se ha mantenido durante muchos años el
actividad ATPasa Na+/K+. Cuando en el enfermo concepto de que la lesión nerviosa en la DM
diabético se utilizan los inhibidores de la aldosa consistía en un fenómeno secundario a la microan-
reductasa se observa la disminución del contenido giopatía. No obstante, este concepto ha sido cues-
de mioinositol y de la actividad de la ATP-asa, mejo-
tionado por estudios recientes, al no poderse eviden-
rando la disfunción nerviosa e incrementando la
22 ciar una relación causal entre la afectación de los
regeneración de las fibras nerviosas.
vasos del perineuro y el desarrollo de la polineu-
ropatía.
Todo ello sustenta el criterio de la existencia de
una interrelación entre la vía del sorbitol —proba-
Sin embargo, existen ciertas observaciones que
blemente de baja trascendencia metabólica en condi-
mantienen abierta la teoría de la microangiopatía
ciones de normoglucemia pero que se
activa en las de hiperglucemia—, el déficit de mioi- como factor causante de la lesión neuronal.
nositol y la disminución en la actividad ATP-asa de
membrana, conduciendo todas estas circunstancias Algunos autores han demostrado oclusiones
al deterioro de la función nerviosa. vasculares e infartos de las estructuras neurales en
la ND y alteraciones estructurales y funcionales en
los capilares del endoneuro en estudios frente a
d).- Glicosilación no enzimática de las proteínas personas no diabéticas como grupo control. Se ha
especulado sobre si estas alteraciones estructurales
Una de las consecuencias de mayor trascen- pueden ser debidas a un aumento en la permeabi-
dencia metabólica que comporta la hiperglucemia lidad capilar, que induzca a un efecto tóxico en la
mantenida es la glicosilación no enzimática de las función y morfología de la célula. Sin embargo,
proteínas, hecho bien conocido en la DM, y que estudios realizados en animales de experimentación
afecta a todas las proteínas del organismo. Entre indican que la barrera perineural está intacta.
ellas, la mielina, la tubulina y otras, de la célula
nerviosa, alterándola funcionalmente, lo que contri- Por otra parte, parece incierto que las lesiones
buye al desarrollo de la neuropatía. vasculares estén involucradas en la patogenia de la
ND de tipo autonómico. Algunos investigadores
Se ha observado además que la mielina glico- han evidenciado cambios microvasculares en los
silada es reconocida por determinados macrófagos ganglios y nervios autonónomos periféricos, aunque
que presentan receptores específicos para la mielina otros autores no han podido confirmar tales
modificada. Ésta es incorporada en su interior cambios.
FISIOPATOLOGÍA. Blanes JI., Lluch I., Morillas C., Nogueira JM., Hernández A.

Parece probable que la neuropatía autonómica, se sugiere que los de tipo autoinmune contribuyen
especialmente cuando se asocia a neuropatía somá- al desarrollo de esta complicación en determinados
tica, es fundamentalmente el resultado de altera- enfermos.
ciones metabólicas generalizadas, con factores
vasculares que probablemente contribuyen a la No obstante, un aspecto definitivamente demos-
expresión final en ciertos casos. trado, a partir de las conclusiones del Diabetes
Control and Complications Trial — estudio pros-
pectivo con seguimiento más largo realizado en
Otros factores pacientes con DM tipo I—, es que el factor respon-
sable directo de las complicaciones de la DM es la
hiperglucemia crónica y mantenida, y que su estricto
a).- Autoinmunes control influye significativamente en la aparición y
progresión de las complicaciones tardías.
Aunque no hay evidencias directas de una etio-
logía autoinmune en la ND, se han objetivado una
serie de hallazgos que parecen involucrarla. Anatomía patológica de la
neuropatía diabética
En estudios necrópsicos de enfermos diabéticos
con sintomatología de neuropatía autónoma, se ha Las lesiones fundamentales observadas en la
demostrado la presencia de infiltrados inflamatorios estructura nerviosa en el curso de la ND son la
adyacentes a los nervios y ganglios autónomos. También desmielinización, la degeneración axonal, y la hiper-
se ha demostrado un aumento en el número de linfo- plasia e hipertrofia de las células de Schwann, fenó-
citos T activados en enfermos con neuropatía autó- meno este último probablemente de tipo compen-
noma cardiovascular, y anticuerpos órgano-específicos satorio.
fijadores del complemento dirigidos contra los ganglios
simpáticos en el suero de enfermos con DM tipo I. Otra lesión con menor frecuencia observada es
el edema endoneural, secundario al acúmulo de 23
Por último, algunos estudios han mostrado polioles, y cuyo efecto aparece aún como desco-
asociación entre la neuropatía autónoma y otras nocido.
enfermedades autoinmunes. Sin embargo, no está
claramente establecido el papel que puedan desem- En el sistema nervioso autónomo se ha obser-
peñar los mecanismos inmunológicos descritos en vado el alargamiento y degeneración de los ganglios
la etiopatogenia de la ND. simpáticos y una alteración similar también se ha
observado en las neuronas post-ganglionares.

b).- Herencia Existe disminución de la densidad de las fibras


nerviosas y desmielinización segmentaria, que es
Existen autores que argumentan la teoría de que parcialmente reversible, al contrario que la axonal,
las lesiones neurológicas en el enfermo diabético que no lo es.
tienen una base genética y que son de aparición y
curso independientes con respecto a los niveles de
glucosa plasmática y/o el déficit insulínico. En 3.- MACROANGIOPATÍA DIABÉTICA
consecuencia, pueden preceder a cualquiera de las
alteraciones metabólicas. Ya se ha indicado que la DM es un factor de
desarrollo de arterioesclerosis, cuyo riego incre-
En función de esta argumentación, el enfermo menta de forma importante. Entre un 75% y un 80%
diabético estaría predispuesto genéticamente a de los enfermos diabéticos mueren por complica-
presentar o no presentes complicaciones, con inde- ciones cardíacas, vasculares viscerales, de las extre-
pendencia del grado de control metabólico y de los midades o cerebrales.
años de evolución de la diabetes.
En la DM, como se ha indicado en el Capítu-
El mecanismo por el cual estos factores inter- lo I, la isquemia de los miembros inferiores es alta-
vienen en el desarrollo de la ND es desconocido y mente prevalente, afectando a uno de cada cuatro
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

enfermos. De hecho, la DM es la causa más impor- cinas que inducen a su adhesión y a la modifica-
tante de amputaciones del miembro inferior de ción y proliferación de las células musculares lisas
origen no traumático, especialmente si a la isquemia de la pared arterial.
se asocia la ND.
El acúmulo de los depósitos lipídicos da lugar
La lesión ateromatosa que aparece en los a la formación de la estría grasa, que puede consi-
pacientes diabéticos se desarrolla de forma más derarse como la fase inicial y también reversible en
rápida, precoz y extensa que la que se presenta en la formación de la placa de ateroma.
el resto de la población.
El progresivo depósito de lípidos y la acumula-
Sin embargo, la anatomía patológica del ción celular condicionan su evolución, que se carac-
proceso ateromatoso es idéntica en ambas pobla- teriza, desde un punto de vista morfológico, por el
ciones (Figura 1). acúmulo de lípidos en su centro —core lipídico—,
detritus celulares y calcio, recubierto por una capa
La patogenia de la arteriopatía de las extremi- fibrosa integrada por colágeno, fibras musculares
dades inferiores parece estar estrechamente rela- lisas, macrófagos y linfocitos.
cionada con determinados factores de riesgo tales
como el tabaquismo y la hipertensión arterial, más Las razones del mayor riesgo de arterioescle-
que con la dislipemia, que generalmente es más rosis en la DM no se han dilucidado completa-
prevalente en la arteriopatía coronaria. mente, aunque se conoce que ésta influye en las
diferentes etapas del proceso ateromatoso, no sólo
El proceso aterógeno se inicia con la retención por la hiperglucemia, sino por una serie de altera-
de lipoproteínas en el espacio subendotelial, y su ciones en los diferentes factores que contribuyen al
posterior modificación por procesos fundamen- desarrollo de la placa de atreroma.
talmente oxidativos.
La fisiopatología del proceso arterioesclerótico
24 Las lipoproteínas oxidadas actúan, con respecto puede explicarse sólo parcialmente por las anormali-
a los monocitos, como sustancias citotóxicas y dades de los lípidos plasmáticos inducidas por la DM.
quimiotáxicas. Con posterioridad a este proceso, Se ha comprobado que para niveles similares de coles-
son fagocitadas por éstos, que progresivamente se terol, la incidencia de cardiopatía coronaria es signifi-
transforman en células espumosas liberando cito- cativamente superior en los enfermos diabéticos, en
comparación con la población no diabética.

Por consiguiente, además de las alteraciones lipí-


dicas, se han investigado otros factores que puedan
explicar el diferencial exceso de morbilidad y morta-
lidad vascular en la DM.

Pasamos a comentar, como los más importantes,


las alteraciones lipídicas, de las hemostasia, el hiper-
insulinismo asociado a situaciones de resistencia a
la insulina y la glucosilación de proteínas.

a)- Alteraciones lipídicas

La alteración de las lipopoproteínas se ha referen-


ciado como uno de los factores más importantes,
aunque no sea el único, en el desarrollo de la atero-
génesis en los enfermos diabéticos. Las alteraciones
Figura 1. Pieza quirúrgica procedente de endarteriectomía lipídicas en la DM tienen una prevalencia de dos o
del sector femoral de un enfermo diabético, en la que se
observan lesiones estenosantes politópicas y extensas con
tres veces superior a la encontrada en la población
trombo mural. general.
FISIOPATOLOGÍA. Blanes JI., Lluch I., Morillas C., Nogueira JM., Hernández A.

Tabla II
Alteraciones lipídicas en la diabetes mellitus
(AGL, acidos grasos libres; VLDL, lipoproteinas de muy baja densidad; Tgs, triglicéridos; HDL,
lipoproteínas de alta densidad; LDL, lipoproteínas de baja densidad)

DIABETES MELLITUS

Actividad lipasa
Resistencia insulínica
hepática

Glucemia AGL

VLDL

TGs Patrón B LDL HDL 25

Fenotipo lipoproteico ateromatoso

Las concentraciones de las diferentes fracciones El aumento de los triglicéridos es debido a una
lipoproteicas en la DM son extremadamente varia- mayor síntesis hepática de las VLDL, secundaria
bles y son dependientes del tipo de DM, del grado al aumento de la oferta de sustratos en el hígado,
de control metabólico y de los numerosos factores principalmente ácidos grasos libres (AGL) y glucosa.
asociados capaces de influir en el metabolismo lipí- Esta situación es debida a la resistencia a la acción
dico. de la insulina, que da lugar a hiperglicemia e incre-
mento de la lipólisis y, por tanto, a la liberación de
AGL.
Las alteraciones más frecuentes son: el aumento
del nivel plasmático de los triglicéridos, secundario
Por otro lado, la falta de acción insulínica dismi-
al incremento de las lipoproteínas de muy baja
nuye la actividad de la enzima lipoproteinlipasa
densidad (VLDL) y la disminución de las lipopro- (LPL), lo que impide el aclaramiento plasmático
teínas de alta densidad (HDL). normalizado de estas partículas.

A estos cambios de índole cuantitativa se suelen El descenso de las HDL-colesterol es especial-


asociar alteraciones en la composición de las dife- mente importante en la DM tipo II, en la que se
rentes lipoproteínas, especialmente de las de baja encuentran reducciones de entre el 10% y el 20%.
densidad (LDL). Este proceso es debido a la disminución de su
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

síntesis y al catabolismo acelerado por el aumento La DM también incrementa la tendencia a la


de la actividad de la lipasa hepática. trombosis, especialmente por aumento de la agre-
gabilidad plaquetaria así como de determinados
Actualmente conocemos, por diversos estudios factores de la coagulación, como el VIII y el X.
epidemiológicos, que la asociación de la hipertri-
gliceridemia con el descenso del HDL-colesterol, Adicionalmente, se produce un aumento del
ya sea éste expresado en valores absolutos o en rela- factor inhibidor de la actividad del plasminógeno
ción al LDL colesterol —índice aterógeno (PAI-1). Este estado de trombofilia se ve favore-
LDLc/HDLc > 5—, constituye un potente factor de cido por el incremento de los niveles de triglicé-
riesgo coronario, mucho más importante que cuando ridos y de lipoproteína (a) —Lp(a)—.
estas alteraciones se presentan por separado.
La hiperglucemia ejerce cierta influencia sobre
Además de las anteriores, también podemos el metabolismo de las prostaglandinas. Así, la
encontrar alteraciones en las LDL colesterol. La producción por las células endoteliales de la pros-
subclase de LDL pequeñas y densas (patrón B) es taglandina I2 (PGI2) está disminuida en los enfermos
particularmente aterógeno ya que es una forma más diabéticos, lo que conduce a un estado de trombo-
susceptible a la oxidación. filia y de contractilidad arterial, debido a los efectos
de inhibición de la agregación plaquetaria y a la
Se ha demostrado que el aumento de la preva- potente acción vasodilatadora de la PGI2.
lencia del patrón B de las LDL se asocia con el de
triglicéridos y con el descenso de HDL colesterol.
c).- Resistencia a la insulina: hiperinsulinismo
A esta asociación se la ha denominado fenotipo lipo-
proteico aterógeno (Tabla II).
El efecto bioquímico de "resistencia a la insu-
lina" puede definirse como "la ausencia de una
Otro aspecto a considerar en la DM es la
respuesta normal a la hormona en los tejidos peri-
26 hiperlipemia posprandial. Se ha postulado que
féricos, especialmente del aclaramiento de la glucosa
este período es especialmente "aterógeno" debido
plasmática".
a que los quilomicrones intestinales, y sobre todo
sus remanentes, contribuyen a este proceso de
Esta situación se observa fundamentalmente a
forma similar a como lo hacen las partículas nivel del tejido muscular, donde las vías oxidativas
LDL. Los quilomicrones representan un mayor y no oxidativas del metabolismo de la glucosa se
substrato de acción para la LDL comparados con encuentran alteradas.
las VLDL. Sin embargo, una acumulación de
estas últimas da como resultado una hiperqui- También se aprecia a nivel hepático, donde la
lomicronemia. Debido a esto, los enfermos diabé- acción supresora de la insulina sobre la producción
ticos que asocian hipertrigliceridemia presentan hepática de glucosa — la neoglucogenésis funda-
hiperlipemia posprandial con descenso del acla- mentalmente— aparece disminuida.
ramiento de los quilomicrones.
La expresión más inmediata de la resistencia a
la insulina es el incremento de los niveles perifé-
b).- Alteraciones de la hemostasia ricos de esta hormona o hiperinsulinismo, que repre-
senta una adaptación o compensación a la menor
Se han demostrado múltiples alteraciones de la sensibilidad tisular a la misma. Esta situación de
hemostasia en los enfermos diabéticos. hiperinsulinismo compensador puede ser compa-
tible con un estado clínico relativamente asinto-
Es conocido el aumento del nivel plasmático de mático pero también con alteraciones bioquímicas
fibrinógeno, que en la actualidad se considera un que hacen al individuo especialmente sensible al
potente factor de riesgo cardiovascular indepen- desarrollo del proceso arterioesclerótico.
diente, ya que contribuye directamente al proceso
arteriosclerótico. Se ha demostrado incluso su efecto Numerosos estudios apoyan la idea de que la
sinérgico con las lipoproteínas de baja densidad en resistencia a la insulina es el común denominador
el desarrollo de la arteriosclerosis. de una serie de alteraciones que se asocian frecuente-
FISIOPATOLOGÍA. Blanes JI., Lluch I., Morillas C., Nogueira JM., Hernández A.

mente en la práctica y que constituyen el llamado situación que favorece el incremento intracelular
"síndrome X" o síndrome plurimetabólico, de Na+ y Ca2+.
consistente en la asociación de obesidad centrípeta
—androide—, hipertensión arterial, intolerancia a En situaciones de resistencia a la insulina también
la glucosa o DM tipo II, hipertrigliceridemia y se ha comprobado un incremento en el intercambio
descenso del colesterol HDL. La sospecha de que sodio-litio y Na+ / H+ a nivel eritrocitario. Este hecho,
la insulina pueda verse envuelta en el desarrollo del en conjunción al anteriomente comentado, daría
proceso arteriosclerótico procede de la observación lugar a un aumento de la contractilidad de las células
de que existen niveles elevados de esta hormona en musculares lisas con el consiguiente aumento de la
enfermos con cardiopatía isquémica. resistencia vascular periférica.

En la actualidad existen datos suficientes para


considerar el hiperinsulinismo como factor inde- d.).-Fenómenos de glucosilación de proteínas
pendiente de riesgo cardiovascular. Según el Paris
Prospective Study, realizado en una serie superior La glucosilación proteica consiste en la reac-
a los siete mil individuos, podemos considerar situa- ción no enzimática entre un glúcido y el grupo N-
ciones de hiperinsulinismo a partir de valores plas- terminal de la cadena polipéptidica. Esta reacción
máticos de insulina superiores a 16 U/mL en situa- produce una aldimina inestable —base de Schiff—
ción basal y superiores a 63 U/mL a las dos horas que experimenta posteriormente un reordenamiento
de una sobrecarga oral de glucosa. Con estos crite- molecular lento que la transforma en un compuesto
rios, que afectan casi al 20 % de la población, el estable —cetoamina, fructosamina o compuesto de
riesgo cardiovascular se multiplica por 1,6. Amadori—.

Al plantearnos la relación entre hiperinsulinismo El aumento de la concentración de glucosa


y arteriosclerosis, debemos considerar la acción guarda una relación directa con el incremento del
directa de la insulina sobre la pared arterial y aque- compuesto de Amadori, el cual puede seguir tres
llos mecanismos que, mediados por la hormona, vías metabólicas: tranformarse nuevamente en almi- 27
influyen en la fisiopatología de la placa de ateroma, dina mediante un proceso de reacción lenta; en los
tales como las alteraciones de las lipoproteínas y denominados productos avanzados de glicosilación
de la presión arterial. Se ha demostrado que la insu- (PAG) ó bien, degradarse.
lina favorece la proliferación de las células muscu-
lares lisas parietales, probablemente por una reac- Los PAG son compuestos estables y su forma-
ción cruzada con el receptor del factor de ción constituye un proceso irreversible. Se depo-
crecimiento semejante a la insulina —IGF-I—, sitan en diferentes tejidos, especialmente en la pared
mediante un fenómeno de "especificidad arterial, donde van generando una lesión que evolu-
desbordada". También se consideran como efectos cionará de forma independiente de los niveles de
de la insulina a este nivel el incremento de tejido glucemia que puedan ser alcanzados. En la fisio-
conectivo y la disminución de la síntesis de pros- patología del proceso ateromatoso, la glucosilación
taciclina. no enzimática interviene a diferentes niveles.

Ha sido descrita la relación entre resistencia a De hecho, estos fenómenos dan lugar a modifi-
la insulina e hipertensión arterial, tanto en enfermos caciones de las lipoproteínas, de los factores de
hipertensos sin otra anomalía metabólica como en coagulación, de las enzimas, del colágeno y del
aquellos con intolerancia a la glucosa o diabéticos. DNA, así como a la generación de radicales libres.

Existen además estudios que demuestran cómo La glucosilación del colágeno, mediante un
en situación de hiperinsulinismo se incrementa la proceso de unión covalente con las lipoproteínas,
presión arterial por diferentes mecanismos, entre aumenta el grado de rigidez parietal y disminuye
los que destacan el aumento de la reabsorción de la acción de la colagenasa.
sodio en el túbulo renal el incremento de la acti-
vidad simpática y el descenso de la actividad La unión de las LDL al colágeno glucosilado
ATPasa-Na+, K+ y de la ATPasa-Ca2+, lo que da dará lugar a su atrapamiento en la capa íntima
lugar al cambio electrolítico del medio celular, de la pared arterial, que de esta forma presenta
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

una mayor susceptibilidad a los procesos oxida- zaciones: Staphylococcus coagulasa negativo, cocos
tivos. gram-positivos y difterioides.

Se han demostrado receptores específicos para Por otra parte, los enfermos diabéticos mayores
los PAG en los macrófagos y en células endote- de sesenta y cinco años están colonizados con mayor
liales. Cuando interactúan con estos receptores celu- frecuencia por bacilos gram-negativos, levaduras y,
lares, se generan mecanismos que producen secre- en menor medida y de forma ocasional, por algunos
ción del factor de necrosis tumoral —TNF —; de hongos filamentosos.
interleucina-1 —IL-1— ; del factor de crecimiento
derivado de las plaquetas —PDGF—; y del factor Diferentes estudios microbiológicos de la flora de
de crecimiento semejante a la insulina I —IGF-1. la piel demuestran que es compleja y cambiante, presen-
tando variaciones en función del área anatómica.
Estos factores implican un incremento de la
síntesis proteica, con el consiguiente aumento de la En este sentido, es el entorno el que predispone
matriz vascular y proliferación celular. Otra acción a los distintos tipos de colonización bacteriana. En
importante de los PAG es su probable interacción las zonas secas, la flora es limitada —1.000 bacte-
con los grupos amino de los ácidos nucleicos. El rias/cm2— debido a las condiciones físico-químicas
incremento de la formación de complejos PAG- de la superficie de la piel.
DNA se asocia con mutaciones que potencialmente
pueden condicionar alteraciones de la expresión En zonas húmedas se promueve el crecimiento
génica, y manifestarse con un incremento de la fúngico y bacteriano, tanto en densidad como en
misma en los genes tranformadores a nivel de las variedad.
placas de ateroma en las arterias coronarias.
La etiología en las úlceras infectadas en el pie
suele ser polimicrobiana y los microorganismos que
4.- INFECCIÓN con mayor frecuencia las infectan son los bacilos
28 gram-negativos; aerobios y anaerobios facultativos
El desarrollo de infecciones en el PD es multi- —E. coli, Proteus, Klebsiella—, las Pseudomonas
factorial. y la flora anaerobia —Peptoestreptococcus y
Bacterioides.
A la predisposición de los enfermos diabéticos
a desarrollar úlceras de causa neuropática y a la Los enfermos diabéticos pueden tener un riesgo
propia macroangiopática, se asocia, como conse- incrementado de colonización por dermatófitos,
cuencia de las alteraciones metabólicas, la altera- especialmente en los espacios interdigitales. Las
ción de la flora microbiana "fisiológica" de origen dermatofitosis interdigitales constituyen un factor
endógeno y el descenso en la eficacia de los meca- de primer orden predisponente en la DM para el
nismos de resistencia a la infección. desarrollo de infecciones complicadas. La presencia
de fisuras epidérmicas y erosiones crean una impor-
tante facilidad de infección para bacterias piógenas.
a).- Alteraciones de la flora microbiana

La neuropatía autonómica condiciona una b).- Disminución de los mecanismos de defensa


pérdida de las funciones vasomotoras y del reflejo
de sudoración a nivel del pie. Como consecuencia Los enfermos diabéticos desarrollan infecciones
directa, provoca la sequedad de la piel y la apari- relevantes desde el punto de vista clínico, sin que
ción de grietas que, asociadas a la disminución del funcionen de forma correcta los mecanismos de
flujo sanguíneo en los capilares nutritivos, secun- defensa ni de alerta frente a las mismas. Por ello
daria a la apertura de los shunts arterio-venosos, lesiones inicialmente poco graves e incluso banales
hacen que el pie en la DM constituya un potencial pueden evolucionar a situaciones extremas cuyo único
e importante punto de inicio de infecciones. desenlace posible es frecuentemente la amputación.

La flora implicada en las infecciones del PD es La neuropatía sensorial, que afecta a la sensibi-
la habitual de la superficie cutánea en otras locali- lidad nociceptiva y térmica, implica que lesiones
FISIOPATOLOGÍA. Blanes JI., Lluch I., Morillas C., Nogueira JM., Hernández A.

mínimas pasen inadvertidas al afectarse especial- - Fase de formación de tejido colágeno fibroso.
mente la sensibilidad al dolor desencadenado por
la presión, lo que es sustrato para la aparición de Estas tres fases pueden estar alteradas en la DM.
necrosis de decúbito que, por lo general, afectan a
un pie previamente deformado. Así, una disminución del aporte sanguíneo, que
en ausencia de complicaciones puede ser suficiente
Las fibras C sensoriales forman parte de una red para mantener la viabilidad de la piel intacta, no lo
que participa en la respuesta nociceptiva y neuro- es para conseguir la cicatrización incluso de
inflamatoria. Su estimulación produce la liberación pequeñas heridas, con lo que éstas evolucionan hacia
de sustancias con acción neuroquinina como son la la necrosis y la infección.
sustancia P, la serotonina y el péptido relacionado
con el gen de la calcitonina (CGRP). El crecimiento de gérmenes anaerobios está favo-
recido en estos tejidos isquémicos, sobre todo si es
Todo ello condiciona la liberación de histamina concomitante con la presencia de gérmenes aero-
por las células cebadas, provocando un incremento bios. Además de la posibilidad de la aparición de
en la permeabilidad del endotelio capilar y la vaso- gangrena gaseosa por clostridio, en la DM puede
dilatación. desarrollarse una miositis por anaerobios no clos-
tridiales, que generalmente es de mal pronóstico en
La importante afectación de estas fibras en los cuanto a la viabilidad del segmento afectado.
enfermos diabéticos da lugar a una disminución de
La denervación de los vasos sanguíneos por la
los signos de infección y de la respuesta inflama-
neuropatía autonómica puede provocar una dismi-
toria vital inherente al control de las infecciones.
nución de la respuesta vascular a la inflamación y
a otros estímulos.
c).- Alteración de la respuesta inflamatoria
En este sentido, se ha demostrado un aumento
de la vasoconstricción en respuesta a catecolaminas 29
Se han descrito múltiples defectos en la respuesta
y al frío, lo que puede ser un obstáculo adicional
inmune en la DM, que contribuyen al desarrollo y
para el desarrollo de los mecanismos autorregula-
control de las infecciones.
dores locales.
Estas disfunciones afectan especialmente a la
Todo ello puede aumentar el desarrollo de las infec-
respuesta de la serie blanca, alterándose fenómenos ciones, y en este sentido existen evidencias de que la
como la diapédesis, la adherencia leucocitaria, la vasoconstricción local producida por la inyección de
quimiotaxis y la capacidad destructiva de los poli- noradrenalina aumenta la agresividad bacteriana.
morfonucleares, defectos que se agravan cuando
son concomitantes a un control incorrecto de la El ya mencionado engrosamiento del endotelio
glucemia. capilar puede contribuir a alterar la fase de migra-
ción leucocitaria a la zona lesionada y de forma-
La respuesta inflamatoria es un componente ción de líquido hiperproteico, fase que cursa con
esencial tanto en los mecanismos de defensa ante un proceso inicial de transporte a la zona inflamada,
la infección, como en el proceso de la cicatrización. seguido de la migración al intersticio tisular a través
de las paredes del capilar e identificación o reco-
Fisiológicamente, el proceso inflamatorio y de nocimiento del espécimen a fagocitar, y que
cicatrización de las heridas puede describirse con concluye con la fagocitosis, la destrucción y la diges-
arreglo a tres fases: tión del material fagocitado.

- Fase de aumento del aporte sanguíneo en la En el contexto de este proceso, existen eviden-
zona lesionada. cias de que varias de estas fases se hallan alteradas
en la DM.
- Fase de acumulación de exudado hiperproteico,
participado por leucocitos para la destrucción En primer término, existe una disminución de
bacteriana. la adherencia de los leucocitos al endotelio
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

capilar, circunstancia que probablemente tenga Existen muy pocas evidencias clínicas demos-
una repercusión clínica, ya que enfermos con trativas de que, en ausencia de infección, la cura-
trastornos genéticos capaces de afectar a la capa- ción de las heridas sea menos efectiva en los
cidad de adherencia de los leucocitos cursan con enfermos diabéticos.
un incremento del riesgo para las infecciones
bacterianas. Algunos estudios demuestran diferencias signi-
ficativas en la tasa de curación en las amputaciones
En segundo término, en la DM parecen existir a nivel del pie en estos enfermos con respecto a los
alteraciones en las propiedades reológicas de los no diabéticos, pero es una evidencia difícilmente
leucocitos que afectarían a la diapédesis, proceso demostrable desde el punto de vista clínico, por
en el que es fundamental la glucólisis. tratarse de un proceso muy interrelacionado con el
aporte sanguíneo.
Tras atravesar el endotelio capilar, la progresión
celular es una función mediatizada por gradientes No obstante, otras evidencias demuestran que
químicos. la curación de heridas es diferente en los animales
con deficiencia insulínica en los que previamente
La quimiotaxis se ha encontrado alterada en se ha demostrado un déficit de producción de DNA
algunos enfermos diabéticos, hecho al parecer deter- cercano a la herida, observándose alteraciones en
minado genéticamente, pues se observa en fami- la formación de nuevos capilares y en la produc-
liares diabéticos de primer grado. Además, las ción de colágeno.
anomalías en la quimiotaxis no se han podido
El déficit de insulina va asociado a disminución
demostrar a partir de células de personas no diabé-
de granulocitos y de fibroblastos; a un mayor grado
ticas y cuyo plasma se ha colocado en un medio
de edema y a una disminución de estructuras capi-
hiperglucémico.
lares. Estos hechos sugieren que es la falta de insu-
lina más que la propia hiperglicemia la responsable
30 La capacidad de los polimorfonucleares de fago-
del déficit de crecimiento capilar.
citar y destruir las bacterias está reducida en la
DM, alteración que puede corregirse totalmente
En el enfermo diabético también se han eviden-
pero sin llegar a normalizarse con el correcto control
ciado alteraciones en la formación del tejido de
metabólico. granulación, si bien no son exclusivas de la DM,
afectando igualmente a enfermos con niveles plas-
El mecanismo consiste probablemente en una máticos elevados de urea de forma crónica y en
reducción en la generación de factores bactericidas situaciones de malnutrición.
derivados del oxígeno. La producción de estas
sustancias depende del metabolismo de la glucosa Se interpreta que el efecto del déficit de insu-
mediante la vía de la pentosa fosfato, que está direc- lina en el proceso de curación de las heridas se debe
tamente conectada con el metabolismo hidrocar- a cambios que se producen en las primeras fases y
bonado de la célula. con posterioridad al inicio de la lesión, como lo
demostraría el hecho de que la administración precoz
Un componente muy importante de la respuesta de insulina recupera la capacidad de producir tejido
celular es la intervención de los monocitos con de granulación.
función fagocítica. Se ha demostrado que la alte-
ración de la misma modifica de forma relevante la Se ha postulado, finalmente, que determinadas
actividad fibroblástica en animales de experimen- citoquinas, como el factor de crecimiento plaque-
tación, y que los monocitos tienen reducida su acti- tario —PDGF— pueden influir en la mala evolu-
vidad metabólica en la DM. ción de las heridas en la DM. Este hecho se ha
demostrado en modelos animales en los que, con
Los cambios que implica esta respuesta infla- posterioridad a una diabetes experimental, se ha
matoria son esenciales en la fase previa de forma- observado una respuesta negativa al incremento
ción del tejido colágeno fibroso. esperado de este factor (Tabla III).
FISIOPATOLOGÍA. Blanes JI., Lluch I., Morillas C., Nogueira JM., Hernández A.

Tabla III
Fisiopatología del proceso infeccioso en el pie diabético

Respuesta
Neuropatía Isquemia
inflamatoria

N. Autónoma N. sensitiva

N. motora Ateroesclerosis Lesión


microcirculación

Piel seca Falta de respuesta


neuroinflamatoria

Fracaso de la
Fagocitosis
cicatrización
Necrosis
metatarsiana

Infección

31
ETIOPATOGENIA DEL PIE DIABÉTICO. Blanes JI., Lluch I., Morillas C.,
Nogueira JM., Hernández A.

CAPÍTULO III

ETIOPATOGENIA
DE PIE DIABÉTICO
Blanes JI., Lluch I., Morillas C., Nogueira JM., Hernández A.

y los traumatismos punzantes producidos por un


1.- Introducción cuerpo extraño.
2.- Factores predisponentes
3.- Factores precipitantes Cerca de la mitad de los enfermos diabéticos
4.- Factores agravantes con úlceras en los pies presentan deformaciones en
5.- Mecanismo de producción los mismos, y en el 12% de ellos, la deformidad es
la causa directa de la lesión.

1.- INTRODUCCIÓN Finalmente, existe un tercer grupo de factores


agravantes o perpetuantes en el que pueden iden-
Como se ha mencionado en el Capítulo I, la tificarse desde alteraciones isquémicas subclínicas,
prevalencia del pie diabético (PD) se sitúa en torno hasta necrosis tisular progresiva.
al 8% - 13%, afectando con mayor frecuencia a la
población diabética entre 45 y 65 años. En síntesis, pues, y en el contexto de la fisio-
patología evolutiva de una lesión en el PD, deben 33
Existen distintas situaciones patogénicas en los considerarse tres tipos de factores: los predispo-
enfermos diabéticos, desarrolladas en el Capítulo nentes, que sitúan a un enfermo diabético en situa-
II —neuropatía, macroangiopatía, microangiopatía ción de riesgo de presentar una lesión; los desen-
e infección— que inicialmente predisponen y final- cadenantes o precipitantes, que inician la lesión; y
mente determinan la aparición y evolución de las los agravantes o perpetuantes, que retrasan la cica-
diferentes alteraciones en sus pies y que conforman trización y facilitan las complicaciones.
la entidad que denominamos PD.
Los factores predisponentes son aquellos que
La entidad clínica PD hace, pues, referencia al dan lugar a un pie vulnerable, de alto riesgo de desa-
síndrome resultante de la interacción de factores rrollar complicaciones. Pueden ser de tipo primario
sistémicos o predisponentes —angiopatía, neuro- —neuropatía y macroangiopatía— o secundario —
patía e infección—sobre los que actúan factores microangiopatía.
externos ambientales o desencadenantes —modo
de vida, higiene local, calzado inadecuado. La neuropatía produce en el pie un grado
variable de alteración en la sensibilidad y que
Ambos, predisponentes y desencadenantes, no tan varía desde la disestesia a la anestesia. Supone
sólo propician la aparición de callosidades y úlceras, la atrofia progresiva de su musculatura intrín-
sino que contribuyen a su desarrollo y perpetuación. seca y la sequedad de la piel, a la que va asociada
en mayor o menor grado la isquemia, secundaria
La principal causa de lesión en el PD es la utili- a la macroangiopatía.
zación de un calzado inadecuado, que se sitúa como
causa desencadenante en aproximadamente el 40% En esta situación de pie vulnerable o de alto
de los casos. riesgo actuarán los factores precipitantes o desen-
cadenantes, de los que el más importante es el
Otras causas menos frecuentes son la realiza- traumatismo mecánico, que da lugar a una úlcera
ción de una pedicura incorrecta, las lesiones térmicas o a la necrosis.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Tabla I
Esquema de la fisiopatología del Pie Diabético

HIPERGLUCEMIA

Pie normal

FACTORES PREDISPONENTES

Pie de riesgo lesional

FACTORES DESENCADENANTES

Úlcera, lesión

FACTORES AGRAVANTES

Lesión crítica (Pronóstico de la extremidad)

34

Una vez aparecida ésta, pasan a ejercer su Son alteraciones que afectan tanto a las fibras
acción los factores agravantes, entre los que se sensitivas y motoras como al sistema autónomo. La
encuentran la infección y la propia isquemia. neuropatía sensitiva altera inicialmente la sensibi-
lidad profunda —sentido de posición de los dedos
La primera puede provocar un daño tisular del pie, reflejos intrínsecos de los mismos— y poste-
extenso, favorecida por la segunda que, además, riormente a la sensibilidad superficial —táctil,
actúa retrasando la cicatrización. Finalmente, la térmica y dolorosa.
neuropatía evitará el reconocimiento tanto de la
La afectación motora atrofia la musculatura
lesión como del factor precipitante (Tabla I).
intrínseca del pie.

Todo ello provoca acortamientos tendinosos y alte-


2.- FACTORES PREDISPONENTES
raciones en la distribución de las fuerzas que soporta
el pie, iniciando y consolidando diferentes tipos de
deformidades. Las más prevalentes son los dedos en
a) Neuropatía
martillo y en garra, la prominencia de las cabezas de
los metatarsianos y el desplazamiento anterior de la
Habitualmente, los enfermos diabéticos que desa- almohadilla grasa plantar ya atrofiada. Suponen un
rrollan lesiones en el pie tienen como primer factor fisio- riesgo potencial de lesión, en función del aumento de
patológico una disminución de la sensibilidad. la presión plantar máxima en zonas concretas del pie,
propicias a desarrollar úlceras.
La hiperglucemia está invariablemente asociada
a alteraciones en la conducción nerviosa como se A nivel cutáneo y subcutáneo, y debido a la
ha comentado en el Capítulo II, y los pies son alta- glucosilación no enzimática de las proteínas del
mente susceptibles de iniciar fases de hipoestesia. colágeno, las fibras se engrosan y aumentan su entre-
ETIOPATOGENIA DEL PIE DIABÉTICO. Blanes JI., Lluch I., Morillas C.,
Nogueira JM., Hernández A.

La enfermedad macrovascular —arterioscle-


4%
rosis— no es cuantitativamente distinta en el
12% enfermo diabético respecto al no diabético, en lo
8% 52%
0% que respecta al depósito de calcio, colesterol, lípidos,
12% papel de las plaquetas y emigración de las células
musculares lisas, como ya se ha mencionado en el
Capítulo II.
4%

No obstante, sí es una característica propia de


la arterioesclerosis en el enfermo diabético la calci-
ficación de la capa media arterial, que se interpreta
8%
secundariamente a la denervación simpática de los
vasa vasorum, causada por la neuropatía autonó-
mica. Cuando aparece esta calcificación, se altera
la forma de la onda del pulso y eleva falsamente
Figura 1. Zonas más prevalentes para el desarrollo de úlcera
la presión en las arterias tibiales a nivel del tobillo.
plantar en el pie neuropático

La arteriopatía en la DM muestra predilección


por las arterias infrageniculares de la pierna, y tiende
a ser bilateral y multisegmentaria. La prevalencia
cruzamiento, dando lugar a una piel gruesa y firme, de la isquemia en los miembros inferiores por
y a una restricción en la movilidad articular. macroangiopatía es cuatro veces superior en el
hombre y ocho veces superior en la mujer diabé-
La afectación del sistema nervioso autónomo ticos respecto a la población general.
también contribuye a la aparición del síndrome, al
disminuir la sudoración local, constituyédose una
piel seca, donde con facilidad se producen fisuras c) Microangiopatía 35
que pueden ser el inicio de úlceras e infecciones.
La microangiopatía diabética afecta a los capi-
Las úlceras neuropáticas son consecuencia de lares, arteriolas y vénulas de todo el organismo.
estímulos lesivos, no percibidos por el paciente,
debido a la pérdida de la sensibilidad dolorosa. Esencialmente la lesión consiste en hipertrofia
Estos estímulos suelen ser mecánicos, aunque y proliferación de su capa endotelial sin estrecha-
también pueden ser térmicos y químicos. miento de la luz vascular. La membrana basal está
engrosada y contiene sustancia PAS positiva.
La ubicación más prevalente de las úlceras son
las zonas de callosidades, secundarias a la presión Existe evidencia de que la aparición de la micro-
plantar en la zona (Figura 1). angiopatía guarda relación con la duración y el control
metabólico de la DM, ya que la hiperglucemia mante-
En realidad, lo que diferencia una úlcera diabé- nida durante años sería la responsable de la biosín-
tica de una no diabética es la presencia de la neuro- tesis de proteínas específicas que integran la
patía, que está implicada en la fisiopatología de la membrana basal engrosada.
úlcera del PD en el 85%-90% de los casos, asocián-
dose a isquemia aproximadamente en la mitad de Existe controversia en cuanto a su trascendencia
ellos. Por tanto, el pie insensible, con independencia en la etiopatogenia de la úlcera del PD, que parece
de que se halle bien perfundido o isquémico, debe ser menor a la que en un principio se le había atri-
considerarse como un pie de alto riesgo. buido.

La idea errónea sobre su papel preponderante


b) Macroangiopatía en la aparición y desarrollo de la úlcera del PD ha
supuesto, e incluso actualmente comporta con exce-
La isquemia es consecuencia de una macroangio- siva frecuencia, la indicación de medidas terapéu-
patía que afecta a las arterias de mediano y gran calibre. ticas inadecuadas a erradicar, porque se basan en
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

la consideración de que la causa de las lesiones no enzimática del colágeno y de proteinglicanos.


tróficas es fundamentalmente la isquemia, aun en Por otro, la susceptibilidad genética y las altera-
enfermos que presentan pulsos positivos a nivel del ciones endoteliales producidas por los cambios de
pie. flujo y presión a nivel de la microcirculación debido
a la neuropatía autonómica.
La gangrena digital en presencia de pulsos
distales se interpretaba como secundaria a la micro- Las alteraciones hemodinámicas consisten en la
angiopatía. Pero es debida a trombosis de arterias hiperemia microvascular reducida, es decir, en la vaso-
digitales producida por toxinas necrotizantes libe- dilatación reactiva reducida, que conduce a una dismi-
radas por distintos gérmenes, sobre todo nución de la respuesta inflamatoria ante un trauma-
Staphilococcus aureus. tismo o una infección y en la disminución de la
vasoconstricción inducida posturalmente, que comporta
El valor de la revascularización en tales situa- la distribución deficiente del flujo sanguíneo.
ciones se cuestionaba porque se consideraba que
sería poco beneficiosa por la presencia de la micro- Por tanto, la microangiopatía en el enfermo
angiopatía. Sin embargo, la revascularización de diabético, si bien tiene una importancia fisiopato-
enfermos con microangiopatía claramente estable- lógica demostrada en la lesión de la retina y del
cida consigue los mismos resultados que en aque- glomérulo renal, y asociada a hiperglucemia mante-
llos enfermos que no la presentan. nida, en la instauración y proceso evolutivo de la
neuropatía, tiene un papel secundario, todavía
La microangiopatía diabética se implicaba en la incierto, en la producción de las úlceras en el pie.
patogenia de la úlcera neuropática. Pero las lesiones
neuropáticas en el PD no difieren de aquellas que Aunque la enfermedad microvascular por sí
aparecen en neuropatías hereditarias en personas misma es poco probable que cause úlcera en el PD,
no diabéticas o en aquellas que padecen neuropa- es responsable de la necrosis tisular por el fracaso
tías postraumáticas en ausencia de microangiopatía. de la función de la microcirculación, que en los
36 enfermos diabéticos es debido a una interacción de
Este concepto erróneo de enfermedad obstruc- los efectos que sobre ella tienen la neuropatía, la
tiva microvascular tuvo probablemente su origen macroangiopatía y la propia microangiopatía.
en un trabajo de Goldenberg et al, publicado en
1959 y en el que, mediante un estudio retros- A modo de resumen, y como factores predis-
pectivo de segmentos arteriales aislados de las ponentes del PD:
extremidades amputadas, postulaba la existencia
de una arterioloesclerosis obstructiva específica La neuropatía provoca:
en la DM.
a) El aumento del flujo en reposo a través de los
Con posterioridad, y mediante estudios pros- shunts arterio-venosos, efecto que actúa a
pectivos, Standness en 1962 y Conrad en 1967, modo de "robo" o by-pass de los capilares
rebatieron este concepto, en base a hallar tanta afec- nutritivos.
tación obstructiva microvascular en los enfermos
diabéticos como en los no diabéticos. b) La disminución de la respuesta vasodi-
latadora reactiva a estímulos dolorosos,
Aunque a nivel de la microcirculación no se térmicos o a situaciones de isquemia.
objetiva una disminución de la luz, sí se observa
engrosamiento de la membrana basal capilar y alte- c) La disminución de la vasoconstricción
raciones funcionales. postural, lo que condiciona el aumento de la
presión capilar y del flujo en bipedestación
El engrosamiento de la membrana basal provoca dando lugar al edema neuropático.
el paso de albúmina al intersticio celular y la alte-
ración en el intercambio de moléculas nutrientes, La macroangiopatía provoca:
aspecto que puede interferir en el proceso de cica-
trización, y tiene una causa plurifactorial. Por un a) La disminución en la respuesta vasocons-
lado, la hiperglucemia, por medio de glucosilación trictora postural y en la hiperemia reactiva
ETIOPATOGENIA DEL PIE DIABÉTICO. Blanes JI., Lluch I., Morillas C.,
Nogueira JM., Hernández A.

en situaciones de isquemia evolucionada, bien por una disminución de la oferta, como


siendo alteraciones que desaparecen después ocurre en las úlceras isquémicas, bien por un
de la revascularización. aumento de la demanda, como ocurre en las
neuropáticas (Tabla II).
La microangiopatía provoca:
En el caso del PD, los factores clave que influyen
a) La disminución de la respuesta vasodilata- en su patogenia son:
dora a estímulos.
- El nivel de respuesta sensitiva protectora o
umbral de protección.
3.- FACTORES PRECIPITANTES O DESEN-
CADENANTES - El tipo, magnitud y duración del estrés apli-
cado, y
Sobre el pie de riesgo desarrollado por los factores
predisponentes, para que se inicie una lesión, deben - La capacidad de los tejidos para resistirlo.
actuar los de tipo precipitante o desencadenante,
siendo el más frecuente el traumatismo mecánico Si en un pie neuropático con sensibilidad alte-
cuando actúa de forma mantenida, provocando la rada se aplica un estrés de tipo normal y mode-
rotura de la piel y la úlcera o la necrosis secundaria. rado, pero reiterativo en un intervalo evolutivo
prolongado y concentrado sobre una zona de
Ambas se producen, pues, por la interacción aumento de la presión plantar condicionada por
anormal y mantenida en un determinado período una deformidad como puede ser el hallux valgus o
evolutivo, entre un estrés ambiental, que puede ser una callosidad, el proceso va a determinar la autó-
de mínima magnitud, y la respuesta de unos tejidos lisis inflamatoria seguida de necrosis, al no existir
condicionados en su adaptación al mismo. una respuesta dolorosa defensiva.

En síntesis, no es más que la traducción de una En un pie isquémico, la capacidad de los tejidos 37
alteración del equilibrio oferta-demanda de oxígeno, para resistir el fracaso es menor, y un estrés ligero

Tabla II
Factores diferenciales que intervienen en la producción de la úlcera neuropática
y neuroisquémica en el pie diabético

DISBALANCE DE OXÍGENO EN LA PIEL


OFERTA DEMANDA
Neuroisquémicas Neuropáticas

ÚLCERAS
ESTRÉS TEJIDOS
AMBIENTAL BLANDOS
tiempo

ÚLCERA NEUROPÁTICA
PRESIÓN QUERATINA TEJIDOS
NORMAL BLANDOS
REPETIDA tiempo

ÚLCERA NEUROISQUÉMICA
PRESIÓN T. BLANDOS
LIGERA FLUJO
tiempo
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

y mantenido, como puede ser el de un zapato mal No es responsable del inicio de la úlcera, excepto
ajustado, es suficiente para iniciar la lesión. en aquellas situaciones en que la ruptura de la piel
es causada de forma directa por infecciones fúngicas,
Los factores desencadenantes pueden ser de tipo pero sí interviene en la evolución de las mismas
extrínseco o intrínseco. una vez iniciadas.

Cuando se asocia a la isquemia, la infección


a) Factores extrínsecos es el factor que va a establecer el pronóstico
evolutivo de la lesión. En este sentido, se puede
Son de tipo traumático, y pueden ser mecánicos, afirmar que no existen úlceras infecciosas en el
térmicos o químicos. PD, sino infectadas.

El traumatismo mecánico se produce habi- La mayor sensibilidad a la infección en los


tualmente a causa de calzados mal ajustados, y enfermos diabéticos se debe a diferentes causas, entre
constituye el factor precipitante más frecuente las que cabe mencionar como más prevalentes, la
para la aparición de úlceras, sean neuroisqué- ausencia de dolor, que favorece el desarrollo insi-
micas o neuropáticas, correspondiendo el 50% dioso de una celulitis extensa o de un absceso; la
de las mismas a zonas afectadas por callosidades hiperglucemia, que altera los mecanismos inmunita-
en los dedos. rios, fundamentalmente la inmunidad celular —véa-
se el Capítulo II — y la isquemia, que compromete
El traumatismo térmico es directo y lesiona la la perfusión arterial y el aporte de oxígeno.
piel. Habitualmente se produce al introducir el pie
en agua a temperatura excesivamente elevada; La alteración sensitiva interviene demorando la
percepción de la lesión y, por tanto, es un factor
utilizar bolsas de agua caliente; descansar muy cerca
coadyuvante de la instauración de la infección.
de una estufa o radiador; andar descalzo por arena
38 caliente o no proteger adecuadamente el pie de
Las úlceras neuropáticas y neuroisquémicas
temperaturas muy bajas.
suelen estar sobreinfectadas por microorganismos
diversos, que en su mayoría son saprófitos —esta-
El traumatismo químico suele producirse
filococos, estreptococos—, aunque también pueden
por aplicación inadecuada de agentes quera- detectarse aerobios y anaerobios facultativos —E.
tolíticos. Por ejemplo, con ácido salicílico. coli— o anaerobios estrictos —Bacterioides y
Clostridium perfringens— si las úlceras son
profundas.
b) Factores intrínsecos
Tales microorganismos, favorecidos por la alte-
Cualquier deformidad del pie, como los dedos ración de las condiciones homeorreológicas, pueden
en martillo y en garra; el hallux valgus; la artro- llegar a invadir los tejidos profundos progresando
patía de Charcot, o la limitación de la movilidad hasta las estructuras óseas.
articular, condicionan un aumento de la presión
plantar máxima en la zona, provocando la forma- De todas las infecciones observadas en el PD, las
ción de callosidades, que constituyen lesiones preul- bacterianas —básicamente las causadas por estafilo-
cerosas, hecho confirmado por la práctica clínica, cocos y estreptococos— y las micóticas —candidiasis,
porque en estas zonas es donde la mayoría de los dermatofitosis, cromoblastomicosis— son las más
enfermos desarrollan las lesiones ulcerosas. frecuentes.

4.- FACTORES AGRAVANTES 5.- MECANISMO DE PRODUCCIÓN

Aunque de una forma secundaria, la infección Aunque la neuropatía y la enfermedad vascular son
es determinante en el desarrollo de la úlcera, y factores mayores en la etiopatogenia del PD, un pie
adquiere un papel relevante en el mantenimiento de neuropático o neuroisquémico no se ulcera espontá-
la misma. neamente y, como ha quedado establecido en apartados
ETIOPATOGENIA DEL PIE DIABÉTICO. Blanes JI., Lluch I., Morillas C.,
Nogueira JM., Hernández A.

Tabla III
Mecanismo de producción de la úlcera en el pie diabético

NEUROPATÍA MICROANGIOPATÍA MACROANGIOPATÍA

Sensitiva Motora Autonómica

Funcional
Reducción flujo
Estructural
Deformidad
Sobrecarga

Aumento presión plantar Isquemia

Neuroartropatía (Charcot)

Pie de riesgo

FACTORES DESENCADENANTES
Deformidad + traumatismo
Úlcera
FACTORES AGRAVANTES
Infección
Isquemia
Extensión lesión - Necrosis
Neuropatía
39

anteriores, la lesión es el estadio final en el que se pático en el que se pierde la sensación de alarma
implica un factor ambiental, generalmente mecánico, que supone el dolor (Tabla III).
y la situación previa de pie de riesgo.
Una vez iniciada la úlcera, la persistencia del apoyo
Existen tres situaciones en las que las fuerzas en un pie insensible es el factor que facilita no única-
mecánicas pueden lesionar el pie de riesgo: mente la aparición de la infección, sino el que ésta
difunda a tejidos más profundos y proximales.
- Un impacto intenso con un objeto pequeño
provocará una fuerza muy localizada que lesio- Las úlceras más frecuentes son las neuropáticas:
nará la piel. Esto ocurre, por ejemplo, cuando de entre un 45% y un 60%. Las neuroisquémicas
un pie insensible pisa una chincheta o un clavo. suponen entre un 25%, y un 45% y las puramente
isquémicas, entre un 10% y un 15%.
- Una presión ligera pero sostenida por un
período evolutivo largo provocará la necrosis Por tanto, la neuropatía está implicada en un
isquémica. Esta situación se produce cuando 85%-90% de las úlceras del PD.
se viste un zapato ajustado durante todo un
día. Es la causa más frecuente de úlcera en el La polineuropatía simétrica distal, que es la
pie neuroisquémico. forma más frecuente de ND, afecta a las fibras
nerviosas sensitivas, motoras y autónomas.
- Un estrés normal y moderado, pero reiterado,
durante un período prolongado de tiempo, provoca En definitiva, pues, el trastorno sensitivo se
una autólisis inflamatoria y necrosis. Es quizá la caracteriza por disminución de la sensación de dolor
causa más frecuente de úlcera en el pie neuro- y temperatura, y posteriormente de la sensibilidad
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Tabla IV
Patogenia de la neuropatía de Charcot

Diabetes de larga evolución, mal controlada

Neuropatía

Deambulación sobre una articulación insensible

Inestabilidad articular

Traumatismo Degeneración y subluxación articular Infección

Mantenimiento del apoyo


en la marcha Articulación de Charcot

vibratoria y de la sensorial superficial. Debido a factor etiológico más importante en las úlceras
40 ello, los enfermos diabéticos con neuropatía esta- neuropáticas.
blecida pierden, de forma total o parcial, la capa-
cidad de percibir los mínimos traumatismos mecá- También existe un aumento de la presión plantar
nicos, la presión inadecuada ejercida por zapatos en zonas de úlceras plantares previas y en zonas de
mal ajustados o cualquier otro tipo de traumatismo, limitación de la movilidad articular, aspecto que
lo que da lugar a la formación de callosidades y condiciona que se mantenga un estrés repetido en
deformidades. la zona, provocando la autólisis inflamatoria y el
hematoma subqueratósico, que conducen a la
Los defectos de los nervios motores pueden necrosis tisular.
provocar atrofia de los músculos intrínsecos del pie
dando lugar a deformidades del pie como dedos en Si existe macroangiopatía asociada, se produce
martillo o en garra. una disminución del flujo sanguíneo y de la presión
de perfusión en la circulación distal. En este
Las consecuencias de la neuropatía autonó- contexto, y cuando las lesiones arteriales esteno-
mica incluyen pérdida de sudoración, fisuras santes u obliterantes alcanzan el punto crítico de
secas en la piel e inestabilidad vasomotora, con afectar a la presión parcial de oxígeno tisular y el
incremento de la derivación del flujo arterial por aporte de sustancias nutrientes requeridas por la
los shunts arterio-venosos, implicando situaciones microcirculación para mantener el metabolismo
de isquemia capilar. basal tisular, se establece la situación clínica deno-
minada isquemia crítica.
La conjugación de todos estos factores y en los
estadios más avanzados determina la neuroartro- Esta secuencia de situaciones fisiopatológicas,
patía de Charcot (Tabla IV). asociadas a las alteraciones hemorreológicas de la
DM, implica que la acción de uno o varios de los
Tanto las callosidades como las deformi- factores desencadenantes descritos pueda provocar
dades y la neuroartropatía de Charcot provocan una necrosis tisular, que suele complicarse además
un aumento de la presión plantar, que es el por la disminución de la sensibilidad por la neuro-
ETIOPATOGENIA DEL PIE DIABÉTICO. Blanes JI., Lluch I., Morillas C.,
Nogueira JM., Hernández A.

patía generalmente asociada. La isquemia, asimismo, que puede agravarse por la propia isquemia, en
provoca una disminución de la capacidad de cica- función de la disminución del aporte de oxígeno,
trización. que actúa condicionando, por un lado, la difu-
sión de la infección y el crecimiento de gérmenes
Sea cual sea la causa de la lesión, la pérdida anaerobios y, por otro, la neuropatía, con pérdida
de la protección cutánea favorece la infección, de sensibilidad.

41
CLÍNICA. Pou JM., Blanes I., Ortiz E.

CAPÍTULO IV

CLÍNICA
Pou JM., Blanes I., Ortiz E.

desarrollar lesiones, fundamentalmente de tipo


1.- Introducción neuropático e isquémico, y cómo ambas pueden,
2.- Manifestaciones clínicas de la de forma secundaria, complicarse por una infec-
neuropatía ción con relativa facilidad.
a.- Polineuritis periférica simétrica
bilateral Por tanto, una valoración clínica correcta
b.- Mononeuritis del pie en un enfermo diabético debe plante-
c.- Neuropatía autónoma arse en términos de neuropatía, de isquemia
3.- Manifestaciones clínicas de la y de infección, si bien, y como se ha descrito,
macroangiopatía
pueden concurrir los tres factores en una
a.- Isquemia crónica
misma lesión.
b.- Isquemia crítica
4.- Manifestaciones clínicas de la
infección La mayoría de los enfermos diabéticos que
5.- Síndromes clínicos del pie diabé- consultan por lesiones en el pie lo hacen 43
tico: debido a una úlcera provocada por un trau-
a.- Lesiones neuropáticas matismo indoloro, y sólo en un porcentaje muy
a.1.- Úlcera neuropática bajo la consulta está motivada exclusivamente
a.2.- Necrosis digital por dolor en reposo isquémico.
a.3.- Pie agudo infeccioso
a.4.- Pie artropático El efecto más importante de la neuropatía
b.- Lesiones neuroisquémicas periférica en el PD es la pérdida de la sensi-
b.1.- Úlcera y gangrena bilidad, haciendo que el pie sea vulnerable al
neuroisquémicas más mínimo traumatismo. La rotura de la piel,
b.2.- Necrosis digital por leve que ésta sea, puede convertirse en
c.- Formas infecciosas una puerta de entrada bacteriana.
c.1.- Celulitis superficial
c.2.- Infección necrotizante de Una infección tratada sin éxito puede
tejidos blandos provocar la gangrena y suponer una amputa-
c.3.- Necrosis o gangrena
ción.
digital
c.4.- Osteomielitis
Una neuropatía severa puede implicar que
6.- Clasificación de las lesiones del pie
diabético un pie isquémico no presente dolor.

Si existe isquemia, cualquier pequeño


procedimiento podológico puede provocar una
1.- INTRODUCCIÓN gangrena. Por ello, es conveniente diferenciar
las características generales de los tres factores
En el Capítulo II se ha descrito cómo el pie que influyen en la aparición y desarrollo de
diabético (PD) es especialmente susceptible de las úlceras del pie diabético.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

2.- MANIFESTACIONES CLÍNICAS DE LA Se clasifican en mononeuropatía y polineuropatía.


NEUROPATÍA Una plexopatía diabética se caracteriza por la afecta-
ción de un plexo nervioso, siendo los más frecuente-
La neuropatía diabética (ND) periférica ha sido mente afectados el braquial y el lumbosacro.
descrita en la DM tipos I y II, y en el Capítulo II
se ha establecido que la misma se halla en relación
directa con el medio hiperglucémico en que se Mononeuritis o polineuritis
mueve el enfermo diabético. de los nervios craneales

En la DM tipo I, un control metabólico defi- La mononeuropatía diabética o polineuropatía


ciente, con elevados niveles plasmáticos de que afecta a los nervios craneales se conoce como
glucemia, implica una mayor incidencia de neuro- "neuropatía diabética de los pares craneales". El par
patía —periférica y autonómica— con respecto a craneal con mayor prevalencia lesional es el tercero
situaciones metabólicas correctamente controladas. y, con menor frecuencia, el sexto, cuarto y séptimo.

Una tercera parte de los enfermos diabéticos, como Las manifestaciones clínicas se caracterizan
ya se ha comentado, presentan alteraciones neuropá- por dolor en el lado afecto, diplopía y ptosis
ticas de diversa tipología en el momento de su diag- palpebral. La oftalmoplejía diabética puede ser
nóstico, que suelen remitir, aunque no en todos los bilateral y presentarse en forma aislada sin neuro-
patía diabética de base.
casos, cuando el control ajustado de la alteración meta-
bólica es el correcto.
Habitualmente la evolución del cuadro clínico
es brusca y su recuperación, total o parcial, sugiere
Las diversas formas clínicas de ND se relacionan
una causa vascular o traumática, que podría hallarse
en la Tabla I.
relacionada con alteraciones de los vasa nervorum
y la producción de microinfartos.
44
a) Polineuritis periférica
La mononeuritis craneal puede llegar a ser frecuente
simétrica bilateral en personas de edad avanzada y es infrecuente en
diabéticos juveniles. En un 50% de los casos cursa en
forma aguda, con cefalea y oftalmoplejía unilateral, y
Polineuritis predominantemente sensitiva
el diagnóstico diferencial debe establecerse con otras
lesiones del mesencéfalo y órbita posterior; con el
La sintomatología, en grado variable, es la propia aneurisma de la arteria carótida interna y con lesiones
de la alteración de la sensibilidad dolorosa, propio- de los senos y base del cráneo. Cuando se plantean
ceptiva, táctil, termoalgésica y vibratoria. dudas diagnósticas, debe realizarse una tomografía
axial computarizada o un examen angiográfico.

Polineuritis predominantemente motora


Mononeuritis del túnel carpiano, nervio radial y
En esta forma existe, además de una afectación cubital, y nervio cutáneo peroneo
sensitiva, un predominio de alteración de la motora,
con disminución de fuerza muscular especialmente en Su afectación puede ser sensorial y/o motora y
la cintura proximal, y alteración de reflejos rotulianos. corresponde a los sectores inervados. En ocasiones
debe realizarse el diagnóstico diferencial con la
neuropatía secundaria a vasculitis, coagulopatía y
b) Mononeuritis motora periférica otras enfermedades de afectación sistémica.
y polineuritis periférica asimétrica.
Amiorradiculopatía
Radiculopatía
Las complicaciones que involucran los nervios
periféricos pueden ser únicas o múltiples, tal como Cuando la lesión afecta a la raíz del nervio se
se indica en la Tabla II. habla de radiculopatía diabética.
CLÍNICA. Pou JM., Blanes I., Ortiz E.

Tabla I
Formas clínicas de la neuropatía diabética

• Polineuropatía sensorial
1• Polineuropatía periférica y simétrica (predominantemente sensitiva)
• Polineuropatía mixta
• Polineuropatía motora
(predominantemente motora)

2• Neuropatía simétrica o asimétrica


• Nervios craneales
2.1• Proximal con afectación motora
• Nervios periféricos

2.2• Radiculopatía abdominal y torácica • Amiorradiculopatía

3• Neuropatía autónoma • Afectación cardiovascular


• Afectación génito-urinaria
• Afectación digestiva-cutánea
• Afectación respiratoria

Tabla II
Clasificación topográfica de la Neuropatía Diabética

45
SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

- Encefalopatía diabética

MÉDULA

- Degeneración segmentaria de los cordones laterales y posteriores

RAÍCES

- Radiculopatías

NERVIOS PERIFÉRICOS (SOMÁTICOS Y AUTONÓMICOS)

- Polineuropatía (Neuropatía difusa simétrica distal)


- Mononeuropatía (Neuropatía focal o multifocal)
• De origen vascular
• Craneal
• Periférica
• Femoral (amiotrofia)
• Por atrapamiento
- Neuropatía autonómica
• Gastrointestinal, Genitourinaria, Cardiovascular
• Otras: hipoglucemias inaparentes, disfunción sudoral, disfunción pupilar, anormalidades neuroendo-
crinas
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

La localización de la radiculopatía a nivel torá- múltiples estudios, se han designado unos criterios
cico y abdominal —amiorradiculopatía— obliga en hemodinámicos que, asociados a los clínicos,
ocasiones a realizar el diagnóstico diferencial con permiten establecer los conceptos de isquemia
el abdomen agudo. crónica, isquemia crónica crítica e isquemia crítica
a los que nos referiremos a continuación.

C) Neuropatía autónoma La claudicación intermitente o dolor muscular


(CI) secundaria al ejercicio y que se manifiesta a
Existen diversos factores etiopatogénicos con nivel de los diversos grupos musculares en la extre-
capacidad de alterar el sistema nervioso autónomo: midad inferior, es la forma de presentación clínica
uremia, alcoholismo, sífilis, amiloidosis y DM, más frecuente de la isquemia de miembros infe-
siendo en la actualidad esta última la causa más riores en el enfermo diabético.
frecuente de ella.
En la DM, y con respecto a la isquemia en
Las principales manifestaciones de la neuropatía enfermos no diabéticos, tal y como ya se ha comen-
autónoma diabética se exponen en la Tabla III. tado, es mucho más frecuente la afectación de arte-
rias infrainguinales —sector fémoro-poplíteo y
La alteración del sistema nervioso autónomo troncos tibio-peroneos—, por lo que la CI presenta
afecta estrictamente a las fibras eferentes de los una localización prevalente en la musculatura de la
territorios musculares viscerales, de las arteriolas, pantorrilla.
y de las gándulas exocrinas y endocrinas, impli-
cando la alteración de los reflejos que intervienen La sintomatología, en forma de calambre o dolor
en el sistema cardiovascular, el gastrointestinal, el muscular, aparece al caminar y cede al detenerse,
genitourinario, la sudoración y, posiblemente, el incluso permaneciendo de pie.
control respiratorio.
La distancia de claudicación suele ser constante,
46 Los enfermos con evidente alteración del sistema acortándose al subir cuestas, al andar más rápido,
nervioso autónomo casi siempre presentan altera- cuando hace frío o despues de una comida copiosa.
ciones del sistema simpático aunque predomine la
clínica por afectación parasimpática. Debe diferenciarse de otros procesos que mani-
fiestan su sintomatología también al caminar, como
la artrosis, determinadas miopatías, las radiculopa-
3.- MANIFESTACIONES CLÍNICAS DE LA tías o la estenosis de canal raquídeo que, como rasgo
MACROANGIOPATÍA diferencial, no se agravan e incluso pueden mejorar
al progresar la deambulación.
La isquemia secundaria a la macroangiopatía se
asocia en los enfermos diabéticos y en el 40% al El dolor no isquémico, la denominada pseudo-
50% de los casos con lesiones en los pies, aunque claudicación, también puede mejorar en reposo, pero
las manifestaciones clínicas pueden estar atenuadas habitualmente tarda más en desaparecer y los enfermos
por la presencia de la neuropatía. generalmente necesitan sentarse o cambiar de postura.

Los síntomas y signos de la afectación isqué- Además, la CI isquémica es constante y no varía


mica de los miembros inferiores en la DM son de un día a otro. Es referida por el enfermo como
múltiples y suelen ser evolutivamente progresivos más cercana al cansancio o fatiga que como dolor
en cuanto a su severidad (Tabla IV). propiamente dicho, e incluso muchos de ellos niegan
su presencia, adaptando algunos su modo de vida
Presentan la particularidad de que, al estar y autoimponéndose un ritmo de deambulación
asociados en la mayoría de las ocasiones a la neuro- acomodaticio y muy limitado.
patía, pueden estar modificados —magnificados o
minimizados— por ésta. Los grupos musculares afectados, como ya se
ha comentado, están condicionados por el nivel
Por este motivo, y sobre todo en situaciones de segmentario de la lesión arterial. Así, la CI en la
dolor en reposo grave o úlcera del pie, y en base a zona glútea o en el muslo es secundaria a la estenosis
CLÍNICA. Pou JM., Blanes I., Ortiz E.

Tabla III
Formas clínicas de la neuropatía autonómica en la Diabetes Mellitus

ALTERACIONES GASTRO-INTESTINALES

• N. esófago
• Gastroparesia
• Atonía vesícula biliar
• Enteropatía
• Disfunción ano-rectal

ALTERACIONES GÉNITO-URINARIAS

• Vejiga neurógena
• Impotencia
• Eyaculación retrógrada
• Disminución sensibilidad testicular

NEUROPATÍA CARDIOVASCULAR

• Hipotensión ortostática
• Anomalías de RR
• Infarto sin dolor

ALTERACIÓN DEL CONTROL RESPIRATORIO 47

NEUROPATÍA PERIFÉRICA

• Alteración pilosa y del dolor


• Alteraciones vasomotoras
• Edema periférico
• Hipotensión ortostática

ALTERACIONES ENDOCRINAS

• Hipoglucemia asintomática: defecto de respuesta de glucagón y epinefrina a la hipoglucemia


• Alteración secreción PP
• Alteración secreción renina

ALTERACIONES LAGRIMALES

ALTERACIONES PUPILARES

u obstrucción del sector arterial aortoilíaco y determi- La afectación aortoilíaca puede ir asociada a la
nadas patologías radiculares a nivel lumbar, como la clínica de disfunción eréctil peneana, si bien el
compresión discal o la estenosis del canal raquídeo, enfermo diabético puede también sufrirla por afec-
pueden provocar una sintomatología similar. tación neuropática.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

la adopción de la posición de decúbito, pero bási-


Tabla IV
Manifestaciones clínicas de la Isquemia en el pie camente se produce por que en la fase del sueño
diabético existe una disminución de la tensión arterial, que
implica que predomine la circulación de tipo central
en deterioro de la perfusión de los miembros infe-
• Claudicación intermitente riores. Es la isquemia nerviosa la que despierta al
• Pie frío enfermo.
• Dolor en reposo
• Dolor en reposo que mejora con el declive Es referida sobre todo a los dedos de los pies.
• Palidez con la elevación del pie
Mejora con la bipedestación, la sedestación y
• Retraso del relleno venoso tras la elevación del
pie
también al caminar, ya que el ejercicio muscular
• Eritema con el declive incrementa el gasto cardíaco. Estas circunstan-
• Atrofia de piel y faneras cias aportan una mejor perfusión a los miembros
• Uñas engrosadas inferiores y desaparece la isquemia nerviosa. El
• Ausencia de pulsos dolor isquémico mejora al dar unos pasos, pero
• Necrosis
empeora si persiste el ejercicio. En cambio el
dolor neuropático mejora al caminar.

Empeora también con la postura de decúbito o


Al ser los sectores arteriales infrapoplíteos los más con la elevación del pie y con el calor. Es caracte-
frecuentemente afectados en los enfermos diabéticos, rística clínica su aparición regular todas las noches
la CI debería afectar a los músculos del pie que son y con un dintel de dolor constante, a diferencia del
los irrigados por estas arterias. Pero esto es excepcional dolor neuropático, que tiende a presentar un ritmo
por la poca masa muscular que tienen. Muchos autores y dinteles variables e intermitentes.
sostienen que el pie no tiene capacidad para presentar
CI. De hecho, en muchos enfermos diabéticos aparece El control postural del flujo sanguíneo del pie
48 una úlcera isquémica sin haber padecido claudicación. se pierde tanto en los casos de isquemia como en
los de neuropatía, en relación con la pérdida de la
La presencia de un pie frío es frecuente en inervación simpática de los capilares y ello provoca
enfermos con afectación arterial de los miembros hiperperfusión con el declive. Por ello, cuando estos
inferiores, y no es infrecuente que para aliviar la pacientes colocan sus pies en esta posición, aparece
sensación de frialdad, se utilicen fuentes de calor edema en los miembros inferiores y mejora del
como las botellas de agua caliente o las almohadi- dolor. Suelen dormir en una silla y es frecuente que
llas eléctricas, lo que puede provocar graves lesiones a medio plazo este edema secundario se implique
ampollosas en aquellos pies insensibles o con el fisiopatológicamente en el agravamiento de la
umbral de sensibilidad disminuido al calor debido isquemia.
a la neuropatía periférica.
La aparición de palidez plantar secundaria a la
La sensación de frialdad puede aparecer en el elevación de la extremidad y el retraso del relleno
pie isquémico y también en el neuropático. No capilar constituyen otros signos de isquemia evolu-
obstante, el isquémico estará frío a la palpación, y cionada. Se exploran con la extremidad elevada 45
el neuropático no lo estará. grados, que se mantiene en esta posición hasta que se
percibe dicha palidez. A continuación, se coloca la
Al progresar la isquemia puede aparecer dolor extremidad en posición de declive, postura favorable
en reposo, que es la traducción clínica de una situa- a la presión hidrostática y que conlleva el relleno pasivo
ción fisiopatológica en la que la presión parcial de de la circulación capilar cutánea. No obstante, en el
oxígeno es insuficiente aun en ausencia del más pie en fase de isquemia avanzada, existe un retraso en
mínimo ejercicio, lo que comporta la isquemia el tiempo de relleno capilar, y el pie no retorna a la
neurológica. coloración sonrosada normal sino que adquiere un
característico rubor (Figura 1; véase el Capítulo VI).
Tiene fases de exacerbación, que coinciden con
el descanso nocturno, y durante las cuales se requiere La piel suele ser fina y atrófica, con pérdida del
analgesia. Esta circunstancia está condicionada por vello de los dedos y del dorso del pie, engrosa-
CLÍNICA. Pou JM., Blanes I., Ortiz E.

a) b)

Figura 1. Cambios de coloración plantar correspondiente a la Fase Clínica de Isquemia Crítica: palidez plantar al colocar
la extremidad elevada 45 grados (a), que cambia a color rojo intenso a los treinta segundos de pasar a la situación de
declive (b).

miento de las uñas, y frecuentemente se objetivan hemodinámico, con la finalidad de describir la


sobreinfecciones ungueales de tipo fúngico. Isquemia Crítica.

Muchos enfermos diabéticos con neuropatía En este sentido, en los Consensos de la Sociedad
pueden desarrollar gangrena de los pies sin haber Europea y Norteamericana de Cirugía Vascular, se
padecido dolor en reposo. En ausencia de una neuro- definía por uno u ambos de los siguientes criterios:
patía severa, la pérdida tisular aparece en la parte 49
más distal de los dedos o en el talón, y se asocia a).- dolor en el reposo persistente y recurrente,
con dolor intenso. que ha precisado analgesia adecuada y regular en
un intervalo superior a las dos semanas, con una
Sin embargo, el enfermo con isquemia y neuro- presión sistólica en los dedos igual o menor a 30
patía asociada puede presentar úlceras indoloras de los mmHg.
pies o una lesión neuropática en la zona de apoyo
plantar cuya cicatrización fracasa debido a la isquemia. b).- úlcera o gangrena en el pié, con los mismos
parámetros tensionales (Tabla V ). También se consi-
También pueden aparecer fisuras o áreas necró- deraba Isquemia Crítica cuando la Tensión
ticas en el talón y, aunque lo habitual en los Transcutánea de Oxígeno (TTCPO2) era menor de
enfermos diabéticos es la presencia de neuropatía 30 mmHg (véase el Capítulo VI).
asociada que enmascara el dolor isquémico, en caso
de presentar únicamente isquemia, estas lesiones Actualmente, y según el Consenso Transatlántico
son muy dolorosas. de Sociedades de Cirugía Vascular (T.A.S.C.), en
su recomendación número 77, el término Isquemia
La piel perilesional suele presentar un Crítica de la extremidad debería utilizarse en todos
aspecto eritematoso, debido a la vasodilata- los enfermos con dolor en reposo isquémico crónico,
ción capilar refleja. Este eritema se diferencia úlcera o gangrena atribuible a enfermedad obstruc-
del de la celulitis y la linfangitis en que desa- tiva arterial demostrada objetivamente (T.A.S.C.
parece al levantar el pie y reaparece con el Definition and Nomenclatura for Chronic Critical
declive. Leg Ischaemia).

La Isquemia Crónica Crítica corresponde a los Cuando en el pie de un enfermo diabético una
estadios III y IV de la clasificación de Leriche y lesión cumple los criterios de isquemia crítica, si
Fontaine, y en este sentido han existido diversos no se realiza una terapéutica farmacológica o de
intentos de añadir al criterio clínico un criterio revascularización quirúrgica destinada a mejorar
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Tabla V
Criterios clínicos y hemodinámicos definitorios de la isquemia crítica

CRITERIOS CLÍNICOS

- Dolor en reposo isquémico persistente y recurrente que requiere de analgesia regular durante más de dos semanas,
o

- Úlcera o gangrena en el pie o en los dedos

+
CRITERIOS HEMODINÁMICOS

- Presión sistólica en el tobillo ≤ 50 mmHg, y/o

- Presión sistólica en el dedo del pie ≤ 30 mm Hg

la perfusión tisular, el enfermo perderá la extre- La existencia de supuración, celulitis, linfangitis


midad. o inflamación de los ganglios linfáticos de drenaje
son signos de infección. Como ya se ha comentado,
y a diferencia del rubor isquémico, el eritema de la
4.- MANIFESTACIONES CLÍNICAS celulitis no desaparece con la elevación del pie.
DE LA INFECCIÓN
50
Para proceder a un correcto examen de una úlcera,
Cuando en el PD las lesiones se complican por
hay que desbridar todas las callosidades y los tejidos
la intercurrencia de una infección, ésta suele expe-
necróticos. Asimismo, debe valorarse la profundidad
rimentar una evolución rápida, con presencia de
exudado, supuración y edema. de la misma mediante una sonda acanalada. Si la
sonda llega al hueso, hay que asumir la presencia de
La progresión de la infección por los conductos osteomielitis. No es infrecuente que una úlcera inicial-
linfáticos en forma de linfangitis se caracteriza por mente de aspecto reducido derive, una vez desbridada,
la presencia de líneas eritematosas que ascienden en una extensa necrosis (véase el Capítulo VI).
por el dorso del pie y de la pierna en disposición
de malla —linfangitis reticular—, y por la cara El conocimiento de las manifestaciones clínicas
lateral interna del muslo en forma de cordones linfá- de los principales factores que determinan la apari-
ticos —linfangitis cordonal— (Figura 2). ción y desarrollo de las úlceras en el PD —neuro-
patía, macroangiopatía e infección— debe permitir
La celulitis o infección del tejido celular subcu- adoptar las medidas terapéuticas más adecuadas. El
táneo presenta un enrojecimiento en la zona periul-
enfoque terapéutico en tales circunstancias es
cerosa.
complejo, y en muchas ocasiones es recomendable,
La infección puede complicar tanto las lesiones si no preceptivo, el concurso de diferentes especia-
neuroisquémicas como las neuropáticas. Si no se listas.
detecta precozmente suele evolucionar con rapidez y
supone una pérdida tisular extensa, por lo que es impor-
tante su identificación en el examen inicial del pie. 5.- SÍNDROMES CLÍNICOS
DEL PIE DIABÉTICO
En casos severos, el enfermo presenta fiebre
elevada y en agujas, y la compensación metabólica Basándonos en estos factores principales, se
es muy problemática mientras persiste esta situación. describen los distintos tipos de úlceras.
CLÍNICA. Pou JM., Blanes I., Ortiz E.

Aparece sobre un punto de presión, que puede


ser una zona deformada del pie. Aunque en su
descripción clásica es plantar, a nivel de la epífisis
distal de los metatarsianos ("mal perforante plantar"),
no es infrecuente su aparición en la parte distal de
los dedos, en el dorso de los mismos, en el espacio
interdigital o en el talón, y de forma genérica puede
afirmarse que llega a localizarse en cualquier punto
del pie en el que exista una presión extrínseca mante-
nida y disminución de la sensibilidad.

Suele estar rodeada de tejido calloso y ser indo-


lora. La perfusión arterial del pie es normal o está
aumentada. La circulación venosa del dorso puede
presentar un aspecto turgente y la piel una tempera-
tura normal. Los pulsos tibiales son palpables,
aunque pueden estar disminuidos de amplitud a
causa del edema (Figura 3).

Figura 2. La linfangitis adopta una disposición reticular a 2) Necrosis o gangrena digital


en la cara antero lateral interna de la pierna.

Cuando aparece necrosis o gangrena en uno o


en varios dedos en un pie con pulsos tibiales conser-
vados, ésta es debida a la trombosis de las arterias
digitales, secundaria a las toxinas necrotizantes libe-
radas por diferentes gérmenes. Los microtrombos 51
secundarios a la infección ocluyen las arterias digi-
a) Lesiones neuropáticas tales —circulación de tipo terminal— provocando
la gangrena (Figura 4).

a.1) Úlcera neuropática Debe realizarse el diagnóstico diferencial con


el "síndrome del dedo azul", secundario a la atero-
Es la complicación más frecuente de la ND. embolia, en el que el enfermo presenta también

a) b)

Figura 3. Localizaciones más frecuentes de la úlcera neutrófica en el Pie Diabético: zona plantar y distal de los dedos
(a), y metatarsal (b). En ésta se observan las características morfológicas del “mal perforante plantar”: tejido calloso
periulceroso y fondo excavado y granulado.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

La pérdida de sensibilidad conduce a trauma-


tismos repetitivos. El enfermo continúa soportando
peso, y ello conduce a la progresiva destrucción
articular, proceso que es potenciado por la dener-
vación simpática de la microcirculación que provoca
hiperemia. Ésta favorece la actividad osteoclástica,
con reabsorción ósea, atrofia de la estructura ósea
—Neuroartropatía autónoma—.

Cursa con una fase precoz no infecciosa, con


eritema, aumento de la temperatura cutánea,
edema sin signos de celulitis ascendente, todo
ello sin cambios radiológicos y sin fiebre. En
Figura 4. Necrosis digital. fases evolutivamente más avanzadas, la explo-
ración radiológica evidencia ya la existencia de
una reacción perióstica y de fracturas traumá-
ticas, la mayor parte de ellas asintomáticas y por
pulsos tibiales palpables y en el que el dedo adquiere tanto no referenciadas por el enfermo. El estadio
inicialmente un color púrpura, pudiendo evolucionar final evolutivo es la denominada "osteoartropatía
también a la gangrena. Suele ser muy doloroso. de Charcot" en la que se observan dos deformi-
dades morfológicas características: la deformidad
del "suelo de piedras" por subluxación plantar
a 3) Pie agudo infeccioso del tarso, y la convexidad medial por desplaza-
miento de la articulación calcáneo-astragalina o
A menudo, es el punto de diagnóstico de una luxación tarso-metatarsiana (Figura 5).
DM no conocida. El factor dominante es una infec-
52 ción profunda en el contexto de un pie neuropático.
B) Lesiones neuroisquémicas

a 4) Pié Artropático
b 1) Ulcera y gangrena neuroisquémicas
La severidad de la enfermedad osteoarticular en
el PD, en ausencia de osteomielitis, es debida a la Suelen presentarse como una zona de necrosis
neuropatía. rodeada de un halo eritematoso, habitualmente sin tejido
calloso. Puede complicarse por sobreinfección de

a) b)

Figura 5. Imágenes radiográficas en las que se observa el estadio inicial (a) y avanzado (b) de la Artropatía de Charcot.
CLÍNICA. Pou JM., Blanes I., Ortiz E.

Figura 6. Úlcera neuroisquémica en el segundo dedo del Figura 7. Celulitis superficial en la base del quinto dedo.
pié, en un contexto de isquemia global.

gérmenes aerobios y anaerobios provocando una piel para que las bacterias accedan a los tejidos
gangrena. blandos.

Sus localizaciones más frecuentes son a nivel La tiña pedis y la Candida albicans, causantes
del primer dedo, en la superficie medial de la epífisis 53
de la infección fúngica interdigital, constituyen
distal del primer metatarsiano, en la superficie lateral una excepción, pues per se tienen capacidad de
de la epífisis del quinto y en el talón. provocar la solución de continuidad en la piel. No
obstante, y aunque la infección no sea la causa
Existe reducción del flujo sanguíneo, con inicial de la aparición de la úlcera, su gravedad
ausencia de pulsos, y frialdad y palidez con la eleva- es la que va a determinar en gran medida el
ción del pie (Figura 6).
pronóstico evolutivo.

b 2) Necrosis digital
c 1) Celulitis superficial
La necrosis o gangrena digital puede ser debida a
Suele estar provocada por un único germen pató-
la macroangiopatía.
geno, habitualmente gram-positivo —Staphilococcus
El enfermo presenta síntomas y signos de isquemia aureus, Streptococcus.
al igual que los descritos en la úlcera neuroisqué-
mica y, aunque resulta difícil establecer su diag- La presencia de signos inflamatorios puede ser
nóstico diferencial en base a su aspecto clínico, hay indicativa de celulitis o bien de una presentación
que distinguirla de la gangrena digital infecciosa y clínica aguda de la osteoartropatía de Charcot,
del "síndrome del dedo azul" por ateroembolia. Estas pudiendo cursar de forma leve o rápidamente
dos últimas cursan con pulsos tibiales palpables. progresiva (Figura 7).

C) Formas infecciosas c 2) Infección necrotizante de tejidos blandos

La infección es secundaria a la úlcera en el pie, La flora es polimicrobiana —entre tres y seis


pero no es la causa. Tiene que haber lesión de la gérmenes—, siendo los más frecuentes:
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

- Cocos gram-positivos: Staphilococcus aureus,


Staphilococcus coagulasa negativo (epider-
midis), Streptococcus, enterococo.

- Bacilos gram-negativos: enterobacterias


(Escherichia coli, Proteus spp., Klebsiella,
Enterobacter), Pseudomonas aeruginosa.

- Anaerobios: Bacteroides spp., Peptostrepto-


cocci.

Cualquiera de estos gérmenes puede formar gas,


apareciendo crepitación. Se pueden formar abscesos
con fluctuación, que afectan prevalentemente a los
espacios plantares del pie.

Figura 8. Foco de osteólisis secundario a proceso oste-


c 3) Necrosis o gangrena digital
omielítico avanzado que afecta al segundo y quinto
dedos.
Como ya se ha comentado, es secundaria a la
trombosis de las arterias digitales causada por toxinas
necrotizantes liberadas por los gérmenes y, en espe-
cial, por el Staphilococcus aureus. Una de las primeras clasificaciones propuestas
fue la de Williams, publicada en 1974. Utilizaba la
temperatura cutánea del pie afectado para catego-
c 4) Osteomielitis rizar las lesiones necróticas. Con ello, valoraba la
54
perfusión relativa y establecía el tratamiento más
Su localización más frecuente es en el primero, adecuado. Así y, por ejemplo, la necrosis en un pie
segundo y quinto dedos, pudiendo cursar clínica- frío era sinónimo del desarrollo de una gangrena
mente sin signos inflamatorios. El principal problema en un pie isquémico y suponía la indicación de
diagnóstico estriba en objetivar su presencia y dife- revascularización para conseguir su cicatrización.
renciarla de la osteoartropatía diabética (Figura 8). En este contexto, y en función de que las técnicas
de revascularización de las arterias distales de la
La presencia de fondo o base perióstica en una pierna se encontraban en esta época en su etapa de
úlcera es indicativa de osteomielitis, con un valor desarrollo inicial, los enfermos clasificados en esta
predictivo del 89% (véase el Capítulo VI). categoría se veían abocados a una amputación
mayor.

6.- CLASIFICACIÓN DE LAS Una necrosis en un pie con temperatura conservada


LESIONES DEL PIE DIABÉTICO presuponía un pie infectado con abundante circulación,
propia del mal perforante plantar neuropático, en el
El interés básico de disponer de una clasifica- que el drenaje adecuado, la resección de los tejidos
ción clínica de los estadios en que cursa el PD necróticos o una amputación menor, generalmente
responde, de una parte, a la conveniencia de arti- permitían la cicatrización y conservar el pie.
cular los protocolos terapéuticos adecuados y, por
otra, a la necesidad de establecer su valor predic- Una necrosis en un pie no totalmente frío indi-
tivo en cuanto a la cicatrización de la úlcera. En caba enfermedad arterial infrapoplítea pero con
definitiva, y mediante un tratamiento razonado y buena circulación colateral y, aunque la perfusión
específico para cada tipo de úlcera, conseguir del pie estaba disminuida, mediante procedimientos
mejores resultados en cuanto a la tasa de cicatri- locales se podría conservar el miembro, cosa que,
zaciones conseguidas y el porcentaje de amputa- en la realidad, ocurría únicamente en el 50% de los
ciones evitadas. casos.
CLÍNICA. Pou JM., Blanes I., Ortiz E.

Tabla VI
Diagnóstico diferencial entre la úlcera neuropática y la neuroisquémica
(Clasificación de Edmonds)

Úlcera neuropática Úlcera neuroisquémica

• Pulsos palpables • Ausencia de pulsos


• Indolora • Dolorosa
• Generalmente sobre zonas de presión • Localización inespecífica
• Aumento de flujo sanguíneo • Disminución del flujo
• Tejido calloso ++ • Tejido de granulación mínima
• Índice de presión > 1,1 • Índice de presión < 1,1

En realidad, Williams aplicó por intuición el debe considerarse como una úlcera genuinamente
tratamiento actualmente recomendado para el PD, isquémica.
con la salvedad de no contar con las técnicas de
exploración hemodinámica ni de revascularización Gibbons y Eliopoulos establecieron una clasifi-
a segmentos arteriales distales. La catalogación de cación que incluía tres grupos, en función de la
las lesiones clínicas las realizó en función de la severidad de la infección:
temperatura del pie: neuropáticas en el caliente,
neuroisquémicas no críticas en el templado, y - Grupo I: infección leve, incluye úlceras no
neuroisquémicas críticas en el frío. complicadas, superficiales, estables 55
y sin celulitis.
Con posterioridad, se han propuesto una gran
variedad de clasificaciones, tanto fisiopatológicas - Grupo II: infección moderada, incluye úlceras
como clínicas, en función de criterios tales como profundas, que con frecuencia
la presencia o ausencia de isquemia; el grado de la afectan a estructuras óseas y con
misma; la gravedad de la infección; la extensión de celulitis periulcerosa de hasta dos
la pérdida tisular y la localización de la lesión. centímetros de diámetro.

La clasificación fisiopatológica diferencia entre - Grupo III: infección grave, úlceras profundas,
úlcera neuropática no isquémica y úlcera de origen con gangrena o celulitis periulce-
isquémico, existiendo frecuentemente una super- rosa superior a los dos centímetros
posición de ambos parámetros. de diámetro.

La más utilizada es la de Edmonds, que dife- Esta clasificación podría ser de utilidad si consi-
rencia úlcera neuropática y úlcera neuroisquémica derásemos únicamente el componente infeccioso
(tabla VI). de la úlcera, pero no incluye el isquémico ni las
necrosis localizadas.
La úlcera neuropática es mucho más frecuente
que la isquémica y casi siempre va acompañada por La clasificación de Nottingham se basa en
tejido calloso, mientras que esta última suele ser aspectos clave de la patogenia y del tratamiento de
dolorosa y no presenta callosidad. Ambas pueden las úlceras (Tabla VII).
complicarse con una infección.
Clasifica las úlceras en tres grupos: infec-
Es importante esta diferenciación pues, así como ciosas, isquémicas y neuropáticas, subdividiendo
la neuropática debe tratarse como cualquier úlcera cada una de ellas en diferentes subgrupos. Al ser
o infección de tejidos blandos, la neuroisquémica mixtas muchas de las lesiones, se encuadran en
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Tabla VII
Clasificación de Nottingham de la fisiopatología de las lesiones en el pié diabético

INFECCIÓN

1. Celulitis
2. Osteomielitis

ISQUEMIA

1. Isquemia sintomática sin úlcera


2. Lesiones de la piel costrosa indoloras
3. Gangrena
4. Lesiones isquémicas crónicas que no cicatrizan
5. Úlceras isquémicas del talón
6. Ampollas

NEUROPATÍA

1. Úlceras con tejido calloso alrededor sobre un área de aumento de presión


2. Úlceras neuropáticas por debajo del calcáneo
3. Úlceras provocadas por un tratamiento inadvertido
4. Deformidad de Charcot de evaluación aguda

56

el grupo que mejor refleja su tratamiento priori- - el grado de infección, y


tario. Así, una úlcera con osteomielitis, aunque
tenga un componente neuropático, se incluye en - el grado de gangrena.
las infecciones porque es prioritario el tratamiento
antibiótico. Establece seis categorías o grados (Tabla VIII).

Una úlcera superficial sobre la articulación meta- En la fase inicial o grado 0, la piel está intacta sin
tarso-falángica del primer dedo y con isquemia y lesiones abiertas. Se trata del pie de riesgo. Existen
neuropatía, debe considerarse isquémica porque es zonas potenciales de úlcera como son los dedos en
prioritario el tratamiento de la isquemia. martillo, el hallux valgus, la prominencia de las cabezas
de los metatarsianos o la deformidad de Charcot. Las
Aquellas predominantemente neuropáticas que lesiones hiperqueratósicas indican áreas de aumento
no requieren antibióticos ni revascularización y cuyo de presión y deben considerarse como zonas preulce-
principal objetivo terapéutico es la modificación de rosas en enfermos neuropáticos. Se incluye la presencia
la presión plantar debe considerarse neuropática. de neuropatía o isquemia aun sin deformidades.

No es la clasificación más utilizada porque, al Cada subsiguiente grado de lesión indica una
ser más compleja, tiene un menor sentido práctico. progresión en severidad. Un grado 0 puede progresar
a grado 5 si no se instaura la pauta de profilaxis
La clasificación clínica más ampliamente acep- correcta o no se trata adecuadamente.
tada es la de Wagner (Meggitt/Wagner), que valora
tres parámetros: Debe evaluarse la presencia y el grado de isquemia
pues va a determinar el pronóstico y el tratamiento a
- la profundidad de la úlcera, realizar. En general los grados del 0 al 3 suelen ser
CLÍNICA. Pou JM., Blanes I., Ortiz E.

Por otro lado, una úlcera grado 3, es decir,


Tabla VIII
profunda y complicada, podría hacer referencia a
Clasificación de Wagner-Merrit, modificada por
Horkles, de las lesiones en el pie diabético una osteomielitis localizada en un pie bien perfun-
dido con poco riesgo potencial de sufrir una ampu-
tación mayor, pero también a una fascitis necroti-
GRADO CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS zante en un pie isquémico en la que la única opción
es la amputación.
0 Sin lesiones abiertas. Puede haber defor-
midad o celulitis
El problema radica en que las úlceras tienen
1 Úlcera superficial
formas de presentación clínica tan diversas que a
2 Úlcera profunda no complicada. Llega al
tendón, cápsula articular o hueso menudo la descripción puntual no es sencilla.
3 Úlcera profunda complicada. Hay absceso,
osteomielitis o artritis séptica Ante la presencia de una úlcera debería descri-
4 Gangrena localizada - antepié o talón birse, en nuestro criterio, su localización, morfo-
5 Gangrena de todo el pie logía —tamaño, superficie, profundidad—, la
presencia o ausencia de isquemia y/o de infección
y la probable etiología.

Existen otros datos que también facilitarían una


neuropáticos y del 4 al 5 neuroisquémicos, orientación descripción completa del cuadro clínico como la
que no debe presuponer que en los grados de 0 al 3 no presencia de dolor y su evolución.
pueda existir isquemia ni que en los grados 4 y 5 tenga
necesariamente que haberla. La localización de la úlcera no es un referente
sobre su pronóstico, pero indica cuál ha sido el
El objetivo del protocolo de tratamiento es factor que la ha desencadenado y, por tanto, orienta
revertir el grado de lesión, con excepción del quinto, 57
la pauta de su prevención y tratamiento más
al estadio 0. adecuados. Así, una lesión a nivel de la epífisis
distal del primer metatarsiano, causada por la presión
En cada uno de ellos debe valorarse la presencia del zapato sobre la articulación luxada por la defor-
de isquemia, de toxicidad sistémica y de osteo-
midad en garra, permite la aplicación de un calzado
mielitis, así como el grado de control de la glucemia
adecuado que proporcione más espacio al pie. Si
(véase el Capítulo VII).
no se toman estas medidas, la lesión recurrirá (véase
La clasificación descrita tiene la notable ventaja el Capítulo IX).
de su simplicidad, pero presenta inconvenientes
derivados de algunas imprecisiones. Una clasificación ideal sería aquella que conjun-
tara la clasificación fisiopatológica con la clínica,
Así, una lesión considerada como grado 0, es es decir, que el grado de la clasificación de Wagner
decir, sin rotura de la piel, podría presentar nume- se complementará con subdivisiones que hicieran
rosas callosidades, una ampolla o una isquemia referencia a la presencia o ausencia de isquemia y
crítica. a la profundidad y la extensión de la lesión.
LESIONES CUTÁNEAS ASOCIADAS AL PIE DIABÉTICO. Giménez AM., Riambau V., Escudero JR.

CAPÍTULO V

LESIONES CUTÁNEAS ASOCIADAS AL


PIE DIABÉTICO
Giménez AM., Riambau V., Escudero JR.

1.- Introducción Tabla I


2.- Lesiones cutáneas de localización Lesiones cutáneas limitadas al pie diabético
en el pie
a.- Úlcera neuropática. Mal
perforante plantar DERIVADAS DE PROCESOS INFECCIOSOS
b.- Hiperqueratosis — Onicomicosis
c.- Onicomicosis — Onicocriptosis y paroniquia
d.- Onicocriptosis y paroniquia — Tinea pedis
e.- Tinea pedis
3.- Otras lesiones cutáneas asociadas DERIVADAS DE LA NEUROPATÍA Y ANGIOPATÍA
a la diabetes — Hiperqueratosis
a.- Necrobiosis lipóidica diabeti- — Úlceras neuropáticas. Mal perforante
corum — Gangrena
b.- Granuloma anular diseminado
c.- Dermopatía diabética 59
d.- Intertrigo (candidiásico,
eritrasma) b) Otras lesiones cutáneas asociadas a la DM
e.- Dermatofitosis superficiales (Tabla II).
f.- Lipodistrofias por insulina
g.- Xantomatosis
h.- Porfiria cutánea tarda 2.- LESIONES CUTÁNEAS LIMITADAS
i.- Enfermedad de Dupuytren O DE LOCALIZACIÓN
j.- Eritema necrolítico migratorio PREDOMINANTE EN EL PIE
k.- Ampolla diabética

a) Úlcera neuropática. Mal perforante plantar


1.- INTRODUCCIÓN

La sintomatología que a nivel cutáneo se presenta Concepto


en el curso de la diabetes mellitus (DM) es secun-
daria a diferentes factores etiopatogénicos, descritos Se trata de una ulceración crateriforme, profunda
en capítulos precedentes. y rodeada o encubierta por una formación hiper-
queratósica. Es indolora en la mayoría de los casos
Podemos distinguir, desde una perspectiva prác- (Figura 1).
tica, dos grupos de lesiones cutáneas relacionadas
con la DM:
Etiología
a) Lesiones cutáneas limitadas o con localiza-
ción predominante en el pie, formando parte del Causada por un estímulo mecánico continuado
síndrome conocido como “pie diabético” (Tabla I). en el pie neuropático (véase el Capítulo IV)
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Tabla II
Otras lesiones cutáneas asociadas al pie diabético

ALTERACIONES NECROBIÓTICAS

— Necrobiosis
— Granuloma anular diseminado

ALTERACIONES VASCULARES

— Dermatopatía diabética
— Rubeosis diabética

INFECCIONES

— Bacterianas (foliculitis, impétigo, erisipela, celulitis, eristrasma, otitis externa maligna,...)


— Micóticas (candidiasis, dermatofitosis)

REACCIONES A LA INSULINA

— Locales y generales inmediatas


— Lipodistrofias locales
— Queloides
REACCIONES A LAS SULFONILUREAS

— Toxicodermias
— Reacción disulfiram-like

MANIFESTACIONES POR ALMACENAMIENTO

60 — Xantomas
— Carotenodermias
— Porfiria cutánea tarda
— Hemocromatosis

CAMBIOS EN CONSTITUYENTES CUTÁNEOS

— Escleredema
— Enfermedad de Dupuytren

PARANEOPLASIAS

— Eritema necrolítico migratorio (glucagonoma syndrome)

MISCELÁNEA

— Ampolla diabética
— Vitíligo
— Acantosis y pseudoacantosis nigricans
— Prurito
— Colagenosis perforante reactiva

ASOCIACIONES CONTROVERTIDAS

— Psoriasis
— Enfermedad de Kyrle
— Síndrome de Werner
— Hialinosis cutis et mucosae
— Ataxia — Telangiectasia
— Síndrome de Rothmund - Thompson
— Síndrome de Cocayne
— Nódulos subcutáneos trombóticos múltiples
LESIONES CUTÁNEAS ASOCIADAS AL PIE DIABÉTICO. Giménez AM., Riambau V., Escudero JR.

sidad asociada, y a la evacuación de la colección


purulenta, extirpando todo el tejido necrótico.

Si con posterioridad a la realización del desbri-


damiento, el hueso o la articulación subyacente
quedan expuestos, será necesaria, con toda proba-
bilidad, una intervención quirúrgica de complejidad
superior con el paciente hospitalizado. El reposo y
la ausencia de presión deben acompañar a todo
intento de curación de una úlcera neuropática y, con
criterio general, es necesaria la antibioticoterapia
(véanse los Capítulos VII y IX).

b) Hiperqueratosis

Todo y no siendo más frecuentes en los enfermos


diabéticos que en la población normal, estas lesiones
en pacientes con neuropatía o isquemia pueden ser
el inicio potencial de problemas más graves.

Concepto
Figura 1. Mal perforante plantar.
La hiperqueratosis constituye una respuesta
normal de protección de la piel frente a la presión 61
intermitente y a las fricciones, traduciéndose en un
Diagnóstico
engrosamiento del estrato córneo, con mayor o
Es fundamentalmente clínico y el diagnóstico menor grado de acantosis, originando lo que se
diferencial se establece con las úlceras de origen conoce popularmente como “callos”.
isquémico, que se caracterizan por ser dolorosas en
ausencia de una neuropatía significativa, y por la
falta de pulsos tibiales. Etiología

También son causa de mal perforante plantar, La presión del calzado, las prominencias óseas
con menor frecuencia, la tabes dorsal luética, la y las alteraciones biomecánicas del pie son las causas
lepra tuberculoide y ciertas formas de amiloidosis más frecuentes de la hiperqueratosis.
sistémicas o generalizadas.

Diagnóstico
Tratamiento
Es eminentemente clínico.
Previamente a instaurar el tratamiento, debe
realizarse un estudio radiológico para valorar la Clínicamente, una hiperqueratosis tiene un centro
presencia de lesiones osteomielíticas, así como la más grueso que se extiende en profundidad, y que
obtención de muestras de exudados para el cultivo generalmente es doloroso a la presión tangencial.
bacteriano, que ha de completarse con la explora-
ción del sistema nervioso vegetativo y el estudio Abandonado a su evolución, se desarrollan ulce-
hemodinámico de la extremidad. raciones subqueratóticas, especialmente dolorosas,
fisuraciones o hematomas. En el enfermo neuropá-
De forma ambulatoria, debe procederse a un tico estas lesiones acostumbran a pasar inadver-
amplio desbridamiento de la úlcera y de la callo- tidas.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Debe establecerse diagnóstico diferencial con la


verruga plantar o mirmecia, que es de origen vírico
y que se caracteriza por la presencia de punteado
hemorrágico tras la ablación de la formación córnea
y que es, además, espontáneamente dolorosa.

Tratamiento

Consiste en la ablación, con carácter periódico,


de la formación queratósica y en evitar los factores
de presión con medidas ortopédicas simples o con Figura 2. Onicomicosis y hematoma subungueal: aspecto
cirugía ortopédica si fuera preciso corregir defor- amarillento de la uña que parte desde un borde libre.
midades graves de los pies (véase el Capítulo XII).

La aplicación tópica, dos veces al día, de vase-


lina salicílica al 20%, se ha mostrado muy eficaz
en la mayoría de los casos. Trichophyton mentagrophytes y el Trichophyton
rubrum.

c) Onicomicosis
Diagnóstico
La patología de la uña es la manifestación derma-
tológica más frecuente en el PD, y la onicomicosis Se observa engrosamiento ungueal, con una colo-
—Tinea unguium— es la afectación más común. ración blanco-amarillenta típica y a menudo se
presenta una ulceración subungueal secundaria a la
62 Aunque las onicomicosis no son más prevalentes presión sobre la uña distrófica. Frecuentemente, la
en los enfermos diabéticos que en la población infección se inicia distalmente para avanzar hacia
general, se caracterizan por ser una entidad de gran la zona matricial de la uña (Figura 2).
riesgo debido a sus posibles secuelas.
Puede existir un antecedente traumatico, con
La neuropatía sensitiva hace que muchos pérdida de la uña y posterior crecimiento distrófico.
enfermos diabéticos perciban mal pequeñas abra-
Va asociada, frecuentemente, a la Tinea pedis.
siones y ulceraciones en sus pies, que pueden estar
ocasionadas por lesiones de las uñas o por modifi-
El diagnóstico de certeza se confirmará con la
caciones de las mismas, a partir de las cuales pueden
observación al microscopio óptico de las hifas conte-
desarrollarse infecciones bacterianas importantes
nidas en el material de detritus que se recogerá y
que empeoran la situación del pie. Es pues impor-
tante tratar de forma correcta las infecciones ungue- colocará sobre un portaobjetos con una gota de
ales para evitar complicaciones posteriores. KOH. El cultivo micológico puede ser útil.

El diagnóstico diferencial debe establecerse con


Concepto la psoriasis, el liquen plano y con la candidiasis. La
onicomicosis candidiásica va asociada casi inva-
Se trata de una infección micótica generalmente riablemente con la paroniquia.
indolora, caracterizada por afectar, potencialmente,
a todas las uñas de los pies.
Tratamiento

Etiología El tratamiento de la onicomicosis se caracteriza


por ser extremadamente prolongado. Por este
Infecciosa. Los microorganismos común- motivo, debe ser prescrito con argumentos sufi-
mente implicados en su etiología son el cientes.
LESIONES CUTÁNEAS ASOCIADAS AL PIE DIABÉTICO. Giménez AM., Riambau V., Escudero JR.

Existen varias fórmulas terapéuticas. Si la afec- Esta última es con frecuencia producida por
tación se halla en fase avanzada, está indicado el Candida albicans a la que suele ir asociado el
uso oral de griseofulvina, ketoconazol, itraconazol Staphylococcus aureus, Streptococcus β-hemo-
o terbinafina, entre otros. Debe ir acompañada por lítico o, más raramente, la Pseudomonas aeru-
la abrasión o ablación parcial de las uñas infectadas ginosa.
para eliminar el máximo de queratina y permitir así
el contacto del plano ungueal profundo con un
agente tópico de tipo imidazólico, o con el ciclo- Diagnóstico
pirox, el tioconazol o la amorolfina, entre otros.
El dedo tiene una apariencia tumefacta y erite-
En casos más leves sólo será preciso el tratamiento matosa, dejando un espacio abierto entre el repliegue
tópico prolongado, desde seis meses a un año. y la matriz ungueal, en el que se acumula material
extraño y por donde con frecuencia se evacúa sero-
sidad purulenta. La paroniquia candidiásica se carac-
d) Onicociptosis y paroniquia teriza por presentar un aspecto de escaldadura con
pérdida de cutícula.
Describiremos conjuntamente estas dos enti-
dades ya que se relacionan en su ciclo evolutivo. La paroniquia también puede ser secundaria a
un traumatismo sobre el repliegue ungueal relacio-
nado con las manipulaciones podológicas.
Concepto
Puede obtenerse una muestra del pus para estudio
La onicocriptosis o uña encarnada es una afec- bacteriano y micológico con la finalidad de pres-
tación común de las uñas, dolorosa, y frecuente- cribir antibioticoterapia de forma más precisa.
mente sobreinfectada. Constituye probablemente el
motivo de consulta podiátrica más frecuente.
Tratamiento 63
Se trata de la "incarnación" del borde anterola-
teral de la uña a modo de espícula, que originará El primer objetivo del tratamiento es eliminar
una lesión granulomatosa del repliegue lateral de la porción de uña que irrita la piel.
la uña.
La paroniquia puede solucionarse con un simple
Secundariamente a este hecho mecánico, se desa- desbridamiento practicado en el ángulo del absceso
rrollará una paroniquia que consiste en la afecta- y la administración de antibioticoterapia oral,
ción del repliegue ungueal de características infla- asociada a un tratamiento tópico anticandidiásico y
matorias. antibacteriano en forma líquida —p.ej., povidona
yodada—. En casos más avanzados será necesaria
la avulsión del borde de la uña implicada, bajo anes-
Etiología tesia local, siendo fundamental, en el PD, realizar
previamente una valoración del estado de la perfu-
La aparición de una onicocriptosis se ve favo- sión arterial del pie mediante examen hemodiná-
recida por una curvatura acentuada de la uña, por mico (véase el Capítulo VI).
presiones del calzado mal adaptado, por la presencia
de exostosis o por el hecho de cortar las uñas de Posteriormente, se aplicará siempre una compresa
forma excesivamente ranurada y en ángulo agudo. con povidona yodada.

La espícula resultante actúa a modo de lanceta, En los casos de recidiva es aconsejable practicar
introduciéndose con su crecimiento en el interior la avulsión del borde de la uña hasta la matriz o
del repliegue lateral de la uña, hecho que genera un incluso la avulsión total de la misma.
exacerbado dolor, si bien puede ser indolora cuando
existe una neuropatía periférica. Con posterioridad, En cualquier caso, la profilaxis, encaminada a
se desarrolla un granuloma, un botriomicoma o una evitar los factores mecánicos que favorecen la apari-
paroniquia. ción de la uña encarnada, es un aspecto básico de
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

educación sanitaria que el enfermo diabético deberá Tratamiento


recibir de sus educadores.
Consiste en mantener los pies secos y en aplicar
tópicamente un antifúngico imidazólico o de otro
e) Tinea pedis tipo, en líquido o en polvo, dos veces al día durante
4-6 semanas. Si existe onicomicosis asociada, deberá
ser tratada como ya se ha indicado anteriormente.
Concepto
Todas las patologías cutáneas que acabamos de
Es otra de las afecciones comunes en el PD. describir pueden presentarse por separado, aunque
lo más frecuente es que coexistan varias de ellas en
Se trata de un intertrigo micótico especialmente el contexto del PD.
localizado en los III y IV espacios interdigitales y
en ambos pies. La piel adquiere un aspecto blan- Si importante es el reconocimiento y tratamiento
de todas y cada una de ellas, más lo es si cabe
quecino y macerado, a veces con fisuras. Va acom-
insistir en su profilaxis.
pañado por prurito y eritema que pueden avanzar
hacia el dorso del pie, y suelen constituir una puerta
En este sentido, la mayoría de las complica-
de entrada de infecciones locales o regionales a ciones del PD son predecibles. Ello requiere una
modo de linfangitis. labor en equipo para identificar a los enfermos de
elevado riesgo y suministrarles la educación apro-
piada acerca del cuidado del pie.
Etiología
Algunos estudios realizados acerca de los problemas
La disminución de la resistencia a las infecciones de los pies que presentan personas de edad avanzada,
es un factor de predisposición, favorecido por la aun en ausencia de DM, concluyen que también es
64 humedad del pie. La onicomicosis puede ser el necesaria en estos casos una educación acerca del
origen de infecciones primarias y causa de cronifi- cuidado del pie y el escrupuloso seguimiento de los
cación de la dermatofitosis del pie. problemas presentados en los mismos.

Los microorganismos responsables son los Las personas mayores afectadas por polineuro-
mismos que los que originan la onicomicosis, es patía periférica y/o isquemia en las extremidades
decir, el Trichophyton mentagrophytes y el inferiores, o con limitaciones psíquicas, requieren
Trichophyton rubrum. En menor frecuencia, puede el cuidado especial de sus problemas en los pies.
ser debida a Epidermophyton floccosum o a Candida
albicans. El cuidado del pie en el enfermo diabético es
multidisciplinario, implicando a los profesionales
de la medicina y enfermería de familia, a podó-
Diagnóstico
logos y a ortopedas.

En cuanto a las otras lesiones cutáneas asociadas


Suele ser clínico, sin prueba biológica, aunque
a la DM y que también pueden desarrollarse en el pie,
el diagnóstico de certeza se realiza mediante la
describiremos únicamente, y de forma resumida, aque-
observación de las hifas en la muestra del frotis
llas que son más prevalentes en el enfermo diabético.
del margen activo de la lesión sumergido en
KOH, y puede ser necesario recurrir al cultivo
micológico. 3.-OTRAS LESIONES CUTÁNEAS
ASOCIADAS A LA DIABETES
Debe establecerse el diagnóstico diferencial
con los intertrigos por maceración, la dishidrosis,
las callosidades maceradas, las pustulosis palmo- a) Necrobiosis lipoídica diabeticorum
plantares psoriásicas o no, las dermatitis de
contacto, la dermatitis atópica y el eritrasma. Su incidencia en la DM es del tres por mil.
LESIONES CUTÁNEAS ASOCIADAS AL PIE DIABÉTICO. Giménez AM., Riambau V., Escudero JR.

tigadores. Forst et al, utilizando ultrasonografía,


evidenciaron un significativo incremento del espesor
cutáneo en el antebrazo (p < 0,05), muslo (p < 0,001)
y extremidades inferiores (p < 0,05) en los enfermos
diabéticos, siendo más prominente en el muslo.

No se observaban diferencias significativas en


el espesor cutáneo del dorso del pie, y tampoco
existía un mayor espesamiento cuando la DM tenía
un curso más prolongado. Se observaba una estrecha
relación entre la presencia de neuropatía y el espesor
Figura 3. Necrobiosis lipóidica diabeticorum: aspecto y loca-
de la piel.
lización característicos.
Probablemente, la neuropatía diabética y los tras-
tornos del tejido conectivo tengan un mecanismo
fisiopatogénico común. Las modificaciones del flujo
capilar podrían incrementar la glicosilación no enzi-
Su apariencia clínica permite por sí misma esta- matica, la acumulación de polioles u otros trastornos
blecer el diagnóstico. Se trata de placas bilaterales metabólicos responsables de estos hallazgos, como
de dermatitis esclerodermiforme y atrófica, de loca- ya se ha mencionado en el Capítulo II.
lización mayoritariamente pretibial, con claros
límites arciformes, ligeramente infiltrados. La super-
ficie es policroma o amarillenta, frecuentemente b) Granuloma anular diseminado
recubierta por costras, pequeñas ulceraciones y zonas
de atrofia y telangiectasias (Figura 3). La lesión típica es una pápula o nódulo firme,
del color de la piel, indoloro y con una tendencia a
Histológicamente, se observan placas de necrosis adoptar una configuración anular constituida por 65
dérmica con infiltrados linfohistiocitarios en empa- múltiples pápulas. La superficie y los bordes son
lizada o granulomatosos. Las pequeñas gotas lipí- irregulares, dándole un aspecto en "collar de perlas".
dicas extracelulares son visibles en los cortes por
congelación. La epidermis se muestra normal. Afecta, preferentemente, al dorso de las manos
y de los brazos y, menos frecuentemente, a los pies,
Su etiopatogenia no está aclarada. Se discute las piernas y el tronco.
sobre mecanismos de respuesta inmune, microan-
giopatía o defectos del metabolismo del colágeno. La asociación con la DM no es clara. Aunque
anteriormente el granuloma anular diseminado se
El tratamiento mediante corticoterapia local había unido invariablemente a su diagnóstico, hoy
puede atenuarlas y mejoran escasamente con la se conoce que no es exclusivo de esta enfermedad.
compensación metabólica de la hiperglucemia.
La biopsia, a la que seguirá a veces la desapa-
Cerca del 20% de los enfermos presentan una rición de la lesión, revela una necrosis del colágeno
remisión espontánea de sus lesiones. Se han infor- rodeada de histiocitos y de un infiltrado de linfo-
mado de buenos resultados con la administración citos y fibroblastos. La epidermis se conserva
de ácido acetil salicílico, dipiridamol o pentoxifi- estando normal.
lina.
Su evolución es imprevisible, siendo posible
Es un hecho controvertido la existencia de un tanto la desaparición espontánea, como las conti-
engrosamiento epidérmico y de un incremento en nuas recidivas.
la densidad de la vascularización cutánea en la DM
tipo I. Aunque no es un hecho frecuente, algunos
elementos pueden perforarse y eliminar un escaso
El denominado "síndrome de la piel engrosada material dérmico al exterior —variedad del granu-
del diabético " es puesto en duda por algunos inves- loma anular perforante.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Son múltiples las teorías que intentan d) INTERTRIGOS


explicar la patogenia del granuloma anular.
Quizá la más aceptada es la que implica a meca-
nismos de hipersensibilidad retardada. d.1) Intertrigo candidiásico

En su diagnóstico diferencial deben incluirse Se trata de una infección causada por Candida
los nódulos plantares trombóticos. Se trata de albicans y localizada en los grandes pliegues cutá-
una trombosis vascular rodeada de una neovas- neos —axilas, ingles, pliegue interglúteo y pliegues
cularización localizada en el tejido subcutáneo. intermamario o submamario— que afecta espe-
La membrana basal de los vasos sanguíneos, cialmente a las personas obesas.
muy engrosada, se tiñe fuertemente con ácido
periódico de Schiff. Se observa un incremento También pueden presentarse infecciones
sérico del factor de Von Willebrand. candidiásicas en la región genital femenina, en la
Controlando metabólicamente la DM, los región balano-prepucial, en la comisura de los labios
nódulos desaparecen. -—perleche-—, en la mucosa oral —muguet—, en
la zona perineal, y en las uñas de pies y manos.
Se trata de un tipo de manifestación cutánea,
muy infrecuente o a menudo no diagnosticada, La infección por Candida albicans es muy
y probablemente relacionada con la inducción frecuente en los enfermos diabéticos.
de factores angiogénicos en enfermos diabé-
ticos. El intertrigo candidiásico se caracteriza por su
inicio en forma de vesículas o pústulas que se rompen,
El tratamiento se basa en la aplicación de dando lugar a placas eritematosas, lisas y brillantes,
corticoides en cura oclusiva, prestando aten- que presentan fisuración en el fondo del pliegue, con
ción a la atrofia secundaria, que a menudo se un collarete de descamación y lesiones satélites
produce precozmente. La diamino dimetil pápulo-pustulosas. Suelen ir acompañadas por prurito.
66 sulfona y ciertos agentes alquilantes como el
clorambucil se han propuesto como el trata- El tratamiento consiste en la aplicación tópica
miento sistémico. de antifúngicos como la tintura de Castelani, los
imidazólicos, del ciclopirox o de la nistatina.
Ocasionalmente, puede utilizarse la terapéutica sisté-
c) Dermopatía diabética mica con ketoconazol, itraconazol o fluconazol.

Las lesiones se inician en forma de pequeñas


pápulas rojas que, después de un intervalo de una d.2) Eritrasma
o dos semanas, se transforman en atróficas, cica-
triciales, deprimidas o lisas, y de coloración parda. Su manifiestación clínica es en forma de placas
Suelen aparecer agrupadas coexistiendo las dife- eritematoso-parduscas recubiertas por una forma-
rentes fases de las lesiones. Se localizan típicamente ción pitiriasiforme, lo que le confiere un aspecto
en la región pretibial e incluso puede coexistir con aterciopelado. Van acompañadas por discreto prurito.
placas de necrobiosis lipóidica.
De forma similar al intertrigo candidiásico es
Esta lesión no es específica de la DM, si bien una afectación frecuente en enfermos diabéticos
es observable en el 60% de los varones y en el 30% obesos. No es infrecuente que curse de forma inad-
de las mujeres diabéticos, mayores de 50 años. vertida por el propio enfermo y a veces, incluso,
por el médico. Está causada por el Corynebacterium
Histológicamente la epidermis está adelgazada minutissimum. Las lesiones se localizan en las áreas
con engrosamiento de los vasos de la dermis papilar, intertriginosas.
depósitos PAS positivos y de hemosiderina, y ligero
infiltrado linfohistiocitario. Tiene una fluorescencia característica de color
rojo coral al ser iluminada por la luz de Wood debido
Su etiología se relaciona con la microangiopatía a que se segregan pequeñas cantidades de porfirinas
diabética. No requiere de tratamiento. en la piel.
LESIONES CUTÁNEAS ASOCIADAS AL PIE DIABÉTICO. Giménez AM., Riambau V., Escudero JR.

Figura 4. Dermatofitosis superficial; afectación no inter-


triginosa de la piel del abdomen, denominada también
herpes circinado.

Figura 5. Xantomatosis eruptiva.

El tratamiento de elección es la eritromicina,


oral y tópica, pudiendo responder igualmente al
tratamiento con tetraciclina.
f) LIPODISTROFIA POR INSULINA

e) Dermatofitosis superficiales Son placas de atrofia cutánea observables en las


zonas de inyección de la hormona, que aparecen
Las infecciones por dermatófitos tienen una después de un intervalo de seis a vienticuatro meses.
elevada incidencia en los enfermos diabéticos. Son más comunes en las mujeres.
67
Se estima que son debidas a sustancias lipolí-
Los dermatófitos comúnmente implicados son:
ticas que contienen ciertos preparados comerciales.
Trichophyton rubrum, Trichophyton mentagrophytes
En la actualidad, con la utilización de preparados
y Epidermophyton floccosum. insulínicos con mayor grado de purificación este
problema es prácticamente inexistente. En caso de
Desde el punto de vista clínico, las lesiones se presentarse, tiende a la resolución espontánea al
manifiestan en forma de placas eritematosas lige- modificar la zona de administración.
ramente descamativas que crecen de modo centrí-
fugo con un borde activo sobreelevado y con micro- Las reacciones hipertróficas son más comunes
vesículas. Pueden aparecer en grandes pliegues o en el sexo masculino, y la lesión es semejante a un
en otras zonas de la superficie cutánea (Figura 4). lipoma. La resolución suele ser espontánea aunque
puede recurrirse a la administración intralesional
El tratamiento consiste en la aplicación de anti- de corticoesteroides.
fúngicos tópicos: imidazólicos, ciclopirox o terbina-
fina. Si las lesiones son muy extensas, requieren el
uso de antifúngicos orales: terbinafina, griseoful- g) XANTOMATOSIS
vina o itraconazol.
En el 0,1% de los enfermos diabéticos se ha
descrito la presencia de xantomas eruptivos, secun-
Las afectaciones intertriginosas que se asocian
darios a la hipertrigliceridemia que puede acom-
con la DM plantean el diagnóstico diferencial entre pañar a la DM. Son más frecuentes en varones
sí y con otras dermopatologías inflamatorias, como adultos y suelen manifestarse como múltiples
son la dermatitis seborreica y la psoriasis invertida pápulas amarillentas de dos a cinco centímetros de
que, si bien no se han demostrado prevalentemente diámetro, en ocasiones pruriginosas, localizadas en
asociadas a la DM, sí pueden presentarse de manera las caras extensoras de las extremidades, dorso de
concomitante. las manos, pies y nalgas (Figura 5).
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

La corrección metabólica es el único tratamiento A este nivel se desarrolla una gradual defor-
válido para conseguir su regresión. midad en flexión que puede extenderse a todos los
dedos. La afectación de los pies es rara. Esta contrac-
tura se observa en enfermos diabéticos, epilépticos
h) PORFIRIA CUTÁNEA TARDA y alcohólicos.

La porfiria cutánea se ha asociado con la DM El tratamiento mediante calor, corticoides y fisio-


en el 8% - 22% de los casos. terapia es poco efectivo y, si bien la fasciotomía
precoz ofrece resultados brillantes, no es infrecuente
Es una enfermedad ampollosa, de tipo heredi- la recidiva.
tario, autosómico dominante o adquirido, secun-
daria a la alteración del metabolismo de las porfi-
rinas, por déficit de uroporfirinógeno descarboxilasa. j) Eritrema necrolítico migratorio
(glucagonoma syndrom)
Frecuentemente está inducida por el consumo
de alcohol o de anticonceptivos en personas que Se ha incluido esta entidad no en función de su
previamente presentan predisposición y se ha rela- prevalencia en la DM, sino por ser un síndrome
cionado también con el virus de la hepatitis C. asociado al glucagonoma pancreático.

Clínicamente se distingue por la presencia de Clínicamente, se caracteriza por la presencia de


ampollas, a veces hemorrágicas, en las zonas placas eritematosas, de características epidermolí-
expuestas, fragilidad cutánea ante traumatismos ticas, de extensión anular y centrífuga que se desa-
mínimos, erosiones y costras que cicatrizan lenta- rrollan especialmente en la región abdominoperi-
neal y zonas adyacentes.
mente.
Habitualmente remiten de forma espontánea,
68 Es típica la localización en el dorso de las manos,
pero recidivan en intervalos cortos de tiempo.
en la frente y en las zonas del cuero cabelludo
expuestas al sol. No es infrecuente observar hiper-
Se acompaña de glositis dolorosa, pérdida de
pigmentación e hipertricosis en la zona malar en
peso, diarrea a brotes intermitentes, cambios emocio-
fases avanzadas de la enfermedad. Va acompañada
nales y, ocasionalmente, de trombosis venosa
por fotosensibilidad por activación de las porfirinas profunda.
circulantes.
La DM concomitante ha sido demostrada en la
El diagnóstico se basa en el aspecto clínico y se mayoría de los casos.
confirma por la elevación de uroporfirinas tipos I
y III en orina, confiriéndole una coloración rojo El diagnóstico se establecerá por la sintomato-
oscuro, y un incremento discreto de coproporfirinas. logía descrita y se confirmará con la determinación
de niveles altos de glucagón en sangre y el hallazgo
El tratamiento debe incluir la eliminación de las por ecografía, escáner o arteriografía de una tumo-
drogas inductoras. Las sangrías son efectivas y la ración pancreática.
administración de cloroquina a pequeñas dosis se
ha mostrado útil aunque su mecanismo de acción El tratamiento consiste en la exéresis quirúrgica
se desconoce. La fotoprotección es una medida del tumor o la quimioterapia —treptozocina o dime-
imprescindible para conseguir el éxito terapéutico. tiltriacenoimidazol— en aquellos enfermos en que
no sea factible realizar cirugía.

i) Enfermedad de Dupuytren
k) Ampolla diabética
Consiste en la fibrosis y engrosamiento de la
fascia palmar, afectando más prevalentemente a la Se trata de una ampolla intra o subepidérmica
aponeurosis de la zona metacarpiana del cuarto y de tamaño variable que aparece en enfermos diabé-
quinto dedos. ticos con afectación neuropática (Figura 6).
LESIONES CUTÁNEAS ASOCIADAS AL PIE DIABÉTICO. Giménez AM., Riambau V., Escudero JR.

Clínicamente, las lesiones son asintomáticas y


aparecen a nivel de las extremidades inferiores o
superiores.

Su etiología es desconocida, y lesiones simi-


lares se observan en las zonas expuestas de enfermos
en programa de diálisis y en la ausencia
de DM.

El tratamiento es conservador, remitiendo a las


2-3 semanas, si bien tiene carácter recidivante.

Figura 6. Ampolla diabética.

69
PROCEDIMIENTOS DIAGNÓSTICOS EN EL PIE DIABÉTICO. Marinel.lo J., Carreño P., Estadella B.

CAPÍTULO VI

PROCEDIMIENTOS DIAGNÓSTICOS
EN EL PIE DIABÉTICO
Marinel.lo J., Carreño P., Estadella B.

1.- Exploración basal del pie diabético sidades; las deformidades; las fisuras y grietas; las
a.- Exploración clínica maceraciones interdigitales; el eczema y las
b.- Exploración neurológica dermatitis; la atrofia del tejido celular subcutáneo;
c.- Exploración osteoarticular el color y tono cutáneos; la ausencia de vello en el
d.- Exploración vascular dorso del pie, y la turgencia de los plexos venosos
2.- Exploración del pie diabético dorsales.
complicado
b) Edema: localización, bilateralidad, grado,
En capítulos precedentes se ha descrito al pie consistencia.
diabético (PD) como una entidad clínica en cuya
instauración y posterior evolutividad interviene una c) Onicopatías: onicomicosis, onicogrifosis,
fisiopatología plurifactorial, básicamente neuropá- onicocriptosis.
tica, artropática y vascular.
d) Trastornos en la alineación de los dedos:
El objeto de este Capítulo es exponer los tests hallux valgus, varus, garra, martillo.
y protocolos diagnósticos en cada una de las pato- 71
logías que lo conforman, con la intencionalidad e) Trastornos estructurales: pie cavo, plano,
fundamental de que mediante su aplicación pueda pronado, supinado; la atrofia de la muscula-
conseguirse un diagnóstico precoz que permita arti- tura intrínseca (p.ej. la subluxación metatar-
cular las pautas de prevención primaria o secun- sofalángica).
daria de forma eficaz y, a ser posible, eficiente.
f) Temperatura: asimetría de la temperatura
Para conseguir este objetivo, y como se ha venido plantar percibida con el dorso de la mano.
insistiendo en capítulos precedentes, estos proto-
colos deben realizarse en simultaneidad con el propio
diagnóstico de la DM. b) Examen neurológico

Establecidos los aspectos generales de la meta-


bolopatía —antecedentes familiares, tipo de diabetes, Anamnesis
evolutividad, tratamiento,etc.—, en la siguiente fase
diagnóstica debe plantearse la evaluación, cualita- Evaluación de disestesia, parestesia, o hiperes-
tiva y cuantitativa, de los signos y síntomas que tesia, alteraciones que son propias de la afectación
conforman el "pie de riesgo". sensitivo-motora. Suelen constituir la sintomato-
logía inicial y que a menudo, como se ha mencio-
nado en capítulos anteriores, precede en años a la
1.- EXPLORACIÓN BASAL afectación artropática y/o vascular.

En un porcentaje muy elevado de los enfermos


a) Exploración clínica diabéticos, y ya en las fases iniciales de la enfer-
medad, existe una afectación neurológica simétrica
a) Aspecto de la piel: son aspectos a evaluar: la de los trayectos distales, que avanza en sentido
sequedad (anhidrosis); la hiperqueratosis; las callo- proximal a medida que ésta evoluciona. Debido a
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

ello, la sintomatología es más precoz en la extre- El resultado viene expresado por la diferencia
midad inferior con respecto a la superior. de potencial —voltios—, que es proporcional a la
amplitud liberada.

Exploración instrumental Es predictiva de riesgo de ulceración, con una


sensibilidad del 80%, y una especificidad del 60%.
- Test de sensibilidad vibratoria (diapasón,
biotensiometría).
Tests de presión fina cutánea
- Test de presión fina cutánea (test del filamento).
La utilización del test de los monofilamentos de
- Valoración del reflejo aquíleo. Semmes-Weinstein constituye un método fiable,
técnicamente sencillo y que permite una evaluación
- Estudios electrofisiológicos de la velocidad de rápida.
conducción.
Consisten en monofilamentos de nilón calibrados,
de forma que su aplicación sobre la piel corres-
Tests de sensibilidad vibratoria ponde a una fuerza previamente determinada. Así,
al filamento de "n 5,07", le corresponde una fuerza
La zona de exploración adecuada es la epífisis de 10 gramos y es suficiente para la exploración de
distal del primer metatarsiano, y se realiza la neuropatía sensitiva.
mediante el diapasón graduado y la biotensio-
metría. El estudio se realiza con el enfermo en decúbito
supino sobre la mesa de exploración, sin que éste
Esta última, al emplear aparatos de vibración observe a la persona que lo realiza, y presionando
eléctrica de frecuencia constante, conocida y modi- con el filamento durante 1-1,5 segundos hasta que
72 ficable mediante un cursor, es más exacta, si bien éste se doble ligeramente. El enfermo debe responder
tiene una especificidad baja en función de aspectos afirmativa o negativamente sobre la percepción de
como el dintel de calibración, la adecuación de una su contacto.
presión idéntica en el punto explorado, la coopera-
ción del enfermo y la variabilidad de respuesta en No existe un criterio consensuado sobre las zonas
función de la edad. a explorar, pero la mayoría de los autores proponen
que como mínimo se aplique en la cara plantar de
cada pie, sobre las cabezas del primero, tercero y
quinto metatarsianos; los dedos primero y quinto;
en el talón, y entre la base del primero y segundo
dedos en su cara dorsal. Deben evitarse las zonas
afectadas por hiperqueratosis importante o por callo-
sidades, ya que inducen a error (Figura 1).

Su sensibilidad en la detección de enfermos con


neuropatía sensitiva es del 95%-100% y su especifi-
cidad, del 80%. Tiene un carácter predictivo, en el caso
de no percepción, de x 10 en cuanto al riesgo de desa-
rrollar ulceración y x 17 en cuanto al de amputación.

Valoración del reflejo Aquíleo

Su negatividad o asimetría son indicadores de


Figura 1. Zonas plantares del pie para la exploración de la alteración de la sensibilidad propioceptiva. No
sensibilidad con el filamento de Semmes-Weinstein. Examen
obstante, ambos signos pueden ser positivos aun en
con filamento de n= 5,07, que evita la zona de hiperquera-
toris plantar.
ausencia de neuropatía a partir de los sesenta años.
PROCEDIMIENTOS DIAGNÓSTICOS EN EL PIE DIABÉTICO. Marinel.lo J., Carreño P., Estadella B.

Estudios electrofisiológicos de la velocidad de enfermos diabéticos sin lesiones clínicamente


conducción nerviosa manifiestas presentan valores inferiores (véase
el Capítulo XI).
Son limitados los autores que proponen la
electromiografía en el despistaje de la neuro-
patía en el enfermo diabético, en función de Exploración radiológica
que suele aportar poca o nula información aun
en presencia de una clínica expresiva. Por ello Aun en ausencia de clínica, debe procederse a
concluyen que no debe ser una técnica de uso una exploración radiológica del pie, mediante
protocolizado. proyecciones antero-posterior y oblicua. Este estudio
tiene una especificidad del 80% y una sensibilidad
El patrón más prevalente en la ND es la dismi- del 63% en cuanto a la identificación de lesiones
nución de la amplitud del potencial sensitivo, que óseas en los grados clínicos 0 y 1 de la escala de
es variable en función del período evolutivo de la Wagner.
DM, pudiendo existir únicamente un discreto enlen-
tecimiento, tanto en las velocidades de conducción
motoras como sensitivas. Otras exploraciones

La exploración puede ser absolutamente normal En fases clínicas más avanzadas —grados 2
en caso de una neuropatía sensitiva simétrica de a 5—, si existe la sospecha de osteítis o de oste-
pequeñas fibras. omielitis y la exploración radiológica anterior
no es concluyente, debe realizarse un estudio
complementario mediante TAC, RNM o gamma-
c) Examen osteoarticular grafía isotópica.

Los focos de ostemielitis suelen presentar posi-


Inspección tividad a la radiología simple a partir de las dos o 73
tres semanas de evolución, pero su identificación
Debe valorar aquellos aspectos de la morfología es difícil de realizar porque la imagen radiológica
del pie que han mostrado elevada prevalencia en la no es a menudo diferenciable de zonas de osteo-
fase inicial o desencadenante de las complicaciones patía no activa.
en el PD:
Por ello, debe sopesarse la realización de una
- descenso del arco plantar RNM que, aunque con unos costes superiores, aporta
datos precoces con una sensibilidad del 88% y una
- dedos en garra o martillo especificidad del 93% (Figura 2).

- hiperqueratosis en puntos de presión Las técnicas podológicas a realizar en esta explo-


ración basal son referidas en el Capítulo IX.
- deformidades osteo-articulares

En el aspecto funcional, debe evaluarse la limi- d) Exploración vascular


tación de la movilidad a nivel de las articulaciones
metatarso-falángica, subastragalina y tibio-peroneo- La incidencia de la arteriopatía en la extremidad
astragalina. inferior en el momento de realizar el diagnóstico
de la DM es, en términos globales, del 8% al 10%.
En esta última, las anomalías biomecánicas Con una evolución de la enfermedad de 10 años se
detectadas durante la marcha son importantes en sitúa en el 15% y alcanza el 50% cuando ésta es de
la generación de ulceraciones, ya que determinan 20 años.
presiones plantares anormalmente elevadas. La
dorsiflexión debe ser mayor de diez grados para Como se ha mencionado en los Capítulos II y
permitir una marcha normal, pero algunos autores III, el componente isquémico, al menos a nivel tron-
sostienen que entre el 60% y el 65% de los cular, no es un factor determinante en la instaura-
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Existencia de soplos a nivel de la arteria femoral


común y de la aorta abdominal.

Temperatura y coloración en la cara dorsal y


plantar de los pies, valorando su simetría.

Intervalo de repleción capilar y venosa.

Exploración hemodinámica
a) b)
Aun en ausencia de sintomatología clínica y con
positividad de pulsos, el estudio funcional hemo-
Figura 2. Úlcera neuropática de larga evolución en la cara
dinámico (EFH) es preceptivo en la extremidad infe-
lateral externa del quinto metatarsiano en un pie con perfu- rior y desde el momento mismo de establecer el
sión arterial no alterada (a). Radiológicamente, se observa diagnóstico de DM como estudio inicial o basal de
una zona de osteólisis a nivel de la epífisis distal de la referencia y a correlacionar, con posterioridad, con
primera falange (b).
la posible aparición de sintomatología isquémica.

En este sentido, diversos estudios coinciden en


señalar la existencia de una arteriopatía clínicamente
ción del PD, pero sí lo es en la precipitación de las no manifesta, pero objetivable mediante EFH, en
lesiones hacia la fase de necrosis y/o gangrena. el 20% de los enfermos diabéticos en el momento
de su diagnóstico.
Anamnesis Los diversos protocolos de EFH para el diag-
74
nóstico de la isquemia crónica en el PD se expresan
Fundamentalmente debe interrogarse al en la Tabla I.
enfermo sobre si advierte sintomatología de clau-
dicación intermitente (CI). Como se ha expuesto
en el Capítulo IV, ésta puede manifestarse en a) Gradientes tensionales o índices tensionales
diversos grupos musculares, en función del nivel
de afectación troncular: metatarsal, gemelar, Se valoran mediante el Doppler bi-direccional,
glútea o mixta. utilizando una frecuencia de 7,5 mHz. El índice
tensional (IT) es un valor relativo que se calcula
En la DM el sector arterial más prevalentemente mediante la interrelación de las presiones sistólicas
afectado es el fémoro-poplíteo-tibial, y por tanto el registradas en las arterias tibial anterior o tibial
grupo muscular con más frecuencia claudicante es posterior a nivel maleolar, y la presión sistólica
el gemelar. humeral.

En los casos en que la clínica de CI tenga una "IT = P. Sist. en arteria tibial ant, post o femoral
referencia en los grupos musculares del muslo y en superficial / P. Sist. humeral" (Figura 3).
la zona glútea, debe realizarse el diagnóstico dife-
rencial con la neuropatía troncular del nervio ciático. El IT puede establecerse a tres niveles: male-
olar, infra y supracondíleo, si bien el valor de
referencia habitualmente utilizado en clínica para
Exploración clínica el diagnóstico de isquemia es el primero.

Debe valorar: En situación basal, se consideran dentro de la


normalidad los valores iguales o superiores a 1,0 y
Presencia o ausencia de los pulsos tibiales a 1,2 en los IT maleolar e infracondíleo, respecti-
—pedio y tibial posterior—, poplíteo y femoral. vamente.
PROCEDIMIENTOS DIAGNÓSTICOS EN EL PIE DIABÉTICO. Marinel.lo J., Carreño P., Estadella B.

Tabla I
Exploraciones funcionales hemodinámicas de utilidad y aplicación en el diagnóstico
de la isquemia crónica de extremidades

EXPLORACIÓN FUNCIONAL HEMO-


ESTUDIOS A REALIZAR
DINÁMICA

— Índices tensionales
Doppler Bi - Direccional — Curvas de velocimetría
— Test de esfuerzo

Eco - Doppler modo B — Morfología vascular; Curvas de velocimetría

— Curvas de volumen de pulso


Pletismografía
— Test de bloqueo simpático

Oximetría — Tensión transcutánea O2, CO2

— Temperatura cutánea
Termometría
— Test de bloqueo simpático

Laser - Doppler — Circulación cutánea

Capilaroscopia — Morfología y dinámica capilar


75

Ya se ha mencionado que en la DM no es infre- a nivel digital, son indicativos de grado avanzado


cuente la existencia de calcificación a nivel de la de isquemia, y permiten establecer criterios hemo-
capa media arterial, conocida como "calcificación dinámicos de isquemia crítica.
de Monckeberg", en referencia a este autor, que la
describió por primera vez, y que constituye una
circunstancia que puede artefactar los valores de b) Estudio de las curvas de flujo arterial
los IT. Debe, por tanto, sospecharse de su existencia
cuando el valor del IT a nivel maleolar es superior Su registro se realiza mediante Doppler bi-
a 1,30 o bien cuando sigue percibiéndose flujo en direccional, utilizando frecuencias de 7,5 ó 4
la arteria explorada con insuflaciones del manguito mHz y a nivel de los segmentos de la arteria
superiores a una presión de 160 mm Hg. femoral común, poplítea, tibial anterior, poste-
rior y peroneal. Permite el estudio del Índice de
Valores inferiores a 1,0 en el IT maleolar son Pulsatibilidad (IP), que es una variable depen-
indicativos de alteración hemodinámica troncular diente de las velocidades máxima y media de la
en el eje aorto-ilio-fémoro-poplíteo-tibial, y su curva velocimétrica de flujo:
progresiva caída ha podido correlacionarse satis-
factoriamente con los grados clínicos de isquemia "I.P. = Máxima Velocidad Sistólica / Velocidad Media"
crónica de Leriche y Fontaine (Tabla II).
Ambas variables son, a su vez, función de la
Valores inferiores a 0,30 o presiones por debajo situación hemodinámica de los sectores arteriales
de los 50 mm Hg a nivel maleolar, o de 30 mmHg proximales y distales al punto de exploración de la
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

T.S. HUMERAL: 130 MM HG

165/130 1,26 1,30 170/130

150/139 1,15 0,54 170/130

145/139 1,11 0,54 170/130

b) 145/130 1,11 0,54 170/130


a)

Figura 3.Cálculo de Gradientes o Índices Tensionales en la extremidad inferior. La sonda Doppler de 7,5 mHz, situada sobre la
arteria tibial posterior, registra el flujo arterial. Los manguitos son colocados a diversos niveles (supramaleolar, infra y supra-
condíleo) a fin de calcular el Índice o Gradiente Tensional en cada sector (a). En el esquema de la derecha (b), estos índices son
normales para la extremidad inferior derecha, mientras que sugieren una afectación hemodinámicamente importante del
Sector Fémoro-Poplíteo en la izquierda.

Tabla II
Correlación clínico-hemodinámica en la isquemia crónica de la extremidad inferior
(Clasificación de Leriche y Fontaine, modificada)

GRADO CLÍNICO DE LÍMITES DEL ÍNDICE TENSIONAL


76 CLÍNICA
LERICHE Y FONTAINE MALEOLAR

Claudicación intermitente a distancia larga


I 1,25 - 0,90
(> 500 metros en terreno llano)

Claudicación intermitente a distancia media


IIa 0,90 - 0,60
(250 - 500 metros en terreno llano)

Claudicación intermitente a distancia corta


IIb 0,60 - 0,40
(< 250 metros en terreno llano)

Sintomatología neurológica en situación de reposo


III < 0,40
(disestesias, parestesias, hiperalgesia)

IV Alteraciones del trofismo Variable

sonda Doppler. De esta forma, el descenso o reduc- Igual comportamiento en el componente posi-
ción del componente negativo o diastólico de la tivo o sistólico es indicativo de estenosis significa-
curva velocimétrica es indicativo de un incremento tiva en el segmento arterial proximal al punto de
exploración (Figura 4).
de las resistencias periféricas en el sector arterial
distal al punto de exploración, circunstancia que se
El IT es, en sí mismo, un buen indicador del
observa cuando este segmento presenta una reduc- grado clínico de la isquemia con una especifi-
ción, por estenosis u obliteración, al paso del flujo cidad y sensibilidad muy elevados —entre el
arterial. 90% y el 93% — y su valoración simultánea con
PROCEDIMIENTOS DIAGNÓSTICOS EN EL PIE DIABÉTICO. Marinel.lo J., Carreño P., Estadella B.

los valores del IP permite realizar el diagnóstico


de la segmentariedad de los sectores afectados
y el nivel de compensación por circulación cola-
teral. No obstante, tienen un considerable margen
de error en la no detección de estenosis infe-
riores al 75%-80% del área arterial cuando son
evaluados de forma basal, ya que estas lesiones
b)
sólo se comportan de forma hemodinámicamente
significativa con posterioridad al ejercicio
muscular.

Este hecho, y la propia conveniencia de evaluar


de forma objetiva la distancia de CI, establecen la
necesidad de efectuar el test de esfuerzo o claudi-
cometría, que permite, en función de las variables
de velocidad y grado de pendiente, establecerla de
forma exacta.
Figura 4. Fases de la curva velocimétrica Doppler en situa-
ción de normalidad hemodinámica (a). Alteración en el
c) Test de esfuerzo registro del test de esfuerzo - trazados superior e inferior
izquierdos (b)
En la claudicometría, la velocidad se estanda-
riza entre 4 y 9 km/h y el grado de pendiente de la
rampa por donde camina el enfermo, sobre un 12%.
Se registra como distancia de CI la recorrida hasta traducirán en alteraciones hemodinámicas, que se
el momento en que éste refiere dolor muscular que manifestarán en valores de IT post-esfuerzo infe-
le impide seguir realizando el examen. Si éste no riores a los basales. 77
es manifestado, la prueba se concluye a los 10
minutos de iniciada. Se establecen cuatro niveles o estadios de progre-
siva gravedad hemodinámica, en función del
El diferencial entre el IT a nivel maleolar, infra comportamiento del IT post-esfuerzo en mediciones
y supracondíleo por un lado y del IP a nivel de la seriadas realizadas a intervalos de un minuto en los
arteria femoral común y tibial anterior o posterior diez siguientes inmediatos a la finalización de la
por el otro, registrados en situación basal y a la claudicometría, y que se conocen como tests o esta-
conclusión de la claudicometría, permiten establecer dios de Stradnness.
diversas valoraciones hemodinámicas:
Todos estos estudios sitúan a las EFH en un
- Un diferencial entre ambos IP inferior a 3,70 punto incuestionable en el diagnóstico de la arte-
+/- 2,43, cuando se presenta asociado a un IT riopatía en el PD y, adicionalmente, el IT maleolar
a nivel supracondíleo igual o superior a 0,65, es un indicador al que numerosos expertos confieren
es indicativo de afectación hemodinámicamente un elevado grado de fiabilidad en la indicación de
significativa en el sector aorto-ilíaco o ilíaco la revascularización quirúrgica y en la selección
ipsilateral. del nivel de amputación.

- El mismo diferencial en ambos IP, con un IT


inferior a 0,65, indica, además, la afectación Pletismografía
hemodinámicamente significativa en el sector
fémoro-poplíteo. El estudio de las variables que integran las curvas
de volumen del pulso tienen interés en determi-
En circunstancias de normalidad hemodinámica, nadas fases de isquemia en el PD.
el IT maleolar post-esfuerzo es superior al medido
en situación basal, y situaciones de estenosis u obli- Desde el punto de vista intrumental y técnico,
teraciones en el eje arterial de la extremidad se existen varias modalidades de estudio pletismo-
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

gráfico: método neumático, de impedancia o anillos A)


de mercurio.

Constituyen zonas de exploración cualquier


segmento de la extremidad —dedo, pierna, muslo—
donde quiera evaluarse la curva del pulso.

En fases iniciales de arteriopatía —esclerosis


parietal—, el primer componente que se altera es
la onda dícrota de la curva ascendente. B)

Progresivos grados de estenosis acaban afec-


tando a ambos componentes, lo que se aprecia
primero por una tendencia a la simetría de la curva
—curva acampanada— y, finalmente, por un progre-
sivo aplanamiento de la misma (Figura 5).

El estudio pletismográfico tiene también su


utilidad en la evaluación de la reserva o capacidad C)
vasomotora de los segmentos arteriolo-capilares,
dato de interés práctico en ciertas estrategias tera-
péuticas de la isquemia.

Como se ha comentado en el Capítulo II, la DM


implica un grado variable de alteración en el sistema
nervioso de regulación autonómica, hecho que
78 conlleva el que, en función de la evolutividad de la
enfermedad, exista un grado avanzado de denerva-
ción simpática y parasimpática en las extremidades
y, por tanto, de la capacidad de reacción vasomotora. Figura 5. Curva de volumen de pulso normal con sus compo-
nentes anácroto o ascendente, catácroto o descendente y
Esta situación puede evaluarse desde un punto la inflexión dícrota en este último (A). Curva de pulso de
de vista cualitativo mediante la prueba o test de tipo rígido, con ausencia de dicrotismo, que indica la exis-
tencia de esclerosis parietal (B). Curva de volumen de pulso
hiperemia reactiva, consistente en el estudio compa-
aplanada, indicativa de estenosis (C).
rativo de la curva pletismográfica basal y la obte-
nida con posterioridad a una isquemia de tres a cinco
minutos isquemia, realizada mediante un brazal
neumático.
niveles de saturación de oxígeno en sangre se miden
Cuando la capacidad vasomotora está conser- de forma amperimétrica en función del diferencial
vada, las curvas post-isquemia presentan una mayor de la reducción en un cátodo de platino polarizado
amplitud con respecto al trazado basal, no modifi- negativamente con respecto a un electrodo argén-
cándose cuando está alterada. tico de referencia. La corriente medida es propor-
cional a la presión parcial de oxígeno. De forma
Igual comportamiento cabe esperar con posterio- similar, el nivel de saturación de dióxido de carbono
ridad al bloqueo químico positivo de los ganglios se mide por las variaciones del pH en un electrodo
simpáticos lumbares. de cristal con respecto al argéntico de referencia
(Figura 6).

Tensión transcutánea de O2 y CO2 Para conseguir valores fiables, el propio captor


realiza de forma previa una hiperemia en la zona
Constituye un método indirecto de la valoración de medición mediante una elevación de la tempera-
de la perfusión sanguínea cutánea, en el que los tura cutánea a 44 grados centígrados.
PROCEDIMIENTOS DIAGNÓSTICOS EN EL PIE DIABÉTICO. Marinel.lo J., Carreño P., Estadella B.

Tabla III
Correlación de los valores de la tensión transcu-
tánea de oxígeno con los ídices tensionales

CORRELACIÓN TTCO2 (IGUAL O > A 30 MMHG) Y


PULSO TIBIAL PALPABLE

Sensibilidad: 60%
Especificidad: 89%
V.P. Positivo: 97%
V.P. Negativo: 28%

CORRELACIÓN TTCO2 (IGUAL O > A 30 MMHG) E


I M/B IGUAL O > 0,60

Sensibilidad: 94%
Especificidad: 40%
Figura 6. Medición de la tensión transcutánea de oxígeno
en el dorso del pie. V.P. Positivo: 92%
V.P. Negativo: 50%

La tensión transcutánea de oxígeno (TTCO2) ha


podido correlacionarse con los índices tensionales
Doppler, y con la presencia o ausencia de pulso La dinámica permite además valorar la reacción
tibial, y se le atribuye un valor pronóstico en el PD del sector capilar bajo la influencia de tests ambien-
infectado. tales o farmacológicos.
79
En este sentido, cifras de TTCO2 iguales o supe- Diversos autores sostienen el criterio de que
riores a 30 mmHg han mostrado una sensibilidad existe un patrón morfológico determinado y propio,
del 94%, una especificidad del 40%, un valor predic- definitorio la microangiopatía en la DM, consistente
tivo positivo del 92% y un valor predictivo nega- en la presencia de formas megacapilares, flujo
tivo del 50% en cuanto a la resolución favorable de granular, y de microaneurismas, que en el asa capilar
la lesión o a la viabilidad de una amputación trans- pueden adoptar una posición aplical —tipo I— o
metatarsiana (Tabla III y IV). marginal —tipo II— (Figura 7 a,b).

No obstante, es un método que presenta cierta En nuestra experiencia, tales alteraciones sólo
complejidad en su utilización y que precisa de un pudieron ser evidenciadas en menos del 40% de una
calibraje metódico previo para evitar lecturas erró- serie de sesenta y nueve enfermos diabéticos estu-
neas. diados. En este grupo, el 70% presentaban una evolu-
ción de la enfermedad superior a los quince años,
mientras que en el grupo en que no se objetivaron
Estudio capilaroscópico anormalidades morfológicas, el 90% de los enfermos
presentaban una evolución inferior a los diez.
La frecuente afectación de los capilares cutá-
neos en la DM hace especialmente interesante este Fagrell et al han correlacionado la progresiva
estudio, si no de forma sistemática, sí en determi- severidad de la isquemia con seis estadios capila-
nadas situaciones en el enfermo diabético por. roscópicos (Tabla V).

Se utilizan dos modalidades técnicas: la


morfológica y la dinámica o intravital. Ambas Termometría
realizan la evaluación de la circulación capiloro-
venular en función de parámetros morfológicos Por su simplicidad, es un estudio útil en la valo-
y dinámicos. ración de las zonas de isquemia, proporcionando
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

una información pronóstica sobre la capacidad vaso-


activa. En este sentido, tiene un valor predictivo
positivo alto en los tests de bloqueo químico de los
ganglios simpáticos lumbares cuando la tempera-
tura se eleva un diferencial de tres o más grados
centígrados, y algunos autores consideran este test
de mayor fiabilidad que el basado en el método
pletismográfico de hiperemia reactiva.

Precisa de unas condiciones térmicas ambien-


tales prederterminadas y los resultados falsamente
negativos obtenidos en el despistaje de zonas hipo-
perfundidas están condiconados por procesos
sépticos no diagnosticados.

Laser-Doppler

Es un método que permite valorar la perfusión


arterial cutánea.

No se han demostrado diferencias significativas


en cuanto al comportamiento de sus valores en la
isquemia en enfermos diabéticos y no diabéticos.
Su mayor interés radica en que ha mostrado cierto
Figura 7. Observaciones de capilaroscopia morfológica valor predictivo de la efectividad en la cirugía del
80 digital en el pie diabético: reducción del número de estruc- simpático y en el implante del neuroestimulador
turas identificables, megacapilares y aneurismas capilares medular.
apicales.

La complejidad en su utilización y la variabi-


lidad excesivamente frecuente entre dos o más medi-
ciones consecutivas son importantes inconvenientes
en su utilización.

Tabla IV
Correlación de los valores de T.T.C. Oxígeno y de gradiente tensional medido mediante Doppler
en la predicción de la viabilidad de los distintos niveles de amputación en la extremidad inferior
(Marinel.lo et al., 1997)

GRADIENTE T.T.C. OXÍGENO

< 30 mm Hg 12 (Posit. verd.) 4 (Falsos posit.)


> 30 mm Hg 4 (Falsos Neg.) 37 (Negativ. verd.)

Amputación
Encima/ Debajo rodilla Amputación dedos Sobre el total

Sensibilidad 100% 75% 75%


Especificidad 97% 66% 90%
Val. predict. positivo 83% 66% 75%

p < 0,001 0,09 < 0,001


PROCEDIMIENTOS DIAGNÓSTICOS EN EL PIE DIABÉTICO. Marinel.lo J., Carreño P., Estadella B.

Diversos estudios coinciden en el dintel de 30 angiorresonancia— estarán correctamente indicadas


mmHg para la predicción de la cicatrización de en el estudio de la isquemia de las extremidades,
amputación. en la medida en que tengan capacidad para realizar
un estudio extenso, completo y correctamente
Por su complejidad exploratoria y su mínima seriado del eje ilio-femoro-poplíteo-tibial, con inclu-
incidencia en la toma de decisiones terapéuticas, sión del arco arterial plantar.
tanto la capilaroscopia como el laser-Doppler deben
ser considerados, en nuestro criterio, técnicas de Esta observación, que es aplicable a cualquier
investigación clínica. extremidad isquémica, es si cabe de mayor impor-
tancia en la isquemia del PD, por la peculiar morfo-
logía de los sectores afectados.
Estudio angiográfico
Como ya se ha comentado en capítulos prece-
Los diversos estudios y tests diagnósticos dentes la afectación del sector fémoro-poplíteo y
descritos, y fundamentalmente los datos derivados troncos tibioperoneos tiene una prevalencia mucho
de la exploración basada en el método Doppler mayor en el enfermo diabético que en el isquémico
—IT, IP, claudicometría— y en el método pletis- no diabético. Por tanto, y como se expone en el capí-
mográfico permiten, con una fiabilidad del 100%, tulo de tratamiento revascularizador, es básico y funda-
realizar un correcto diagnóstico en cuanto a la situa- mental, desde la vertiente táctico-quirúrgica, evaluar
ción de perfusión arterial en el PD. correctamente el estado morfológico de los segmentos
arteriales infrapoplíteos y tibio-peroneos distales.
En este contexto, el estudio angiorradiológico
tiene una ubicación muy precisa en el sentido de La mayor prevalencia de una determinada
que debe indicarse únicamente, y con contadas morfología lesional sobre otra en el enfermo
excepcionalidades, cuando la evolución de la diabético con respecto al no diabético difiere
isquemia hace preciso plantear un procedimiento según el sector. Así, mientras en el sector aorto-
quirúrgico de revascularización. iliaco y en los troncos viscerales la prevalencia 81
y tipología de las lesiones no difiere, en el sector
Todas las técnicas de estudio angiorradiológico fémoro-poplíteo y en el tibio-peroneo, el enfermo
de las que hoy disponemos —convencional, digital, diabético presenta un patrón altamente preva-

Tabla V
Observación capilaroscópica en la isquemia crónica en enfermos diabéticos

ESTADIO HALLAZGOS CAPILAROSCÓPICOS

Núm. de estructuras capilares mantenida (8 - 10 x campo).


I
Dilatación leve del asa capilar

Reducción significativa (> 50%) de las estructuras capilares.


II
Dilatación importante del asa capilar

III Indiferenciación de estructuras capilares. Aneurismas, ectasias

IV Estadio III + hemorragias (> a 3 por campo)

V Estadio IV + reducción > 75%

VI Ausencia de estructuras capilares


TRATADO DE PIE DIABÉTICO

lente con respecto al no diabético y configurado


por estenosis sucesivas o seriadas que confieren
un aspecto "arrosariado". Con frecuencia, el
sector fémoro-poplíteo estenosado finaliza con
la obliteración en el tercer segmento de la arteria
poplítea, a partir de la cual sólo se objetiva una
pobre y discontinua revascularización de los
troncos tibio-peroneos.
a)
Las calcificaciones y la afectación del ostium y
segmentos iniciales de la arteria femoral profunda
son otros aspectos diferenciales (Figura 8).

2.- EXPLORACIÓN EN EL
PIE DIABÉTICO COMPLICADO

En la fase de complicaciones clínicas —esta-


b) dios 2 a 5 de la escala de Wagner—, la exploración
debe precisar:

- Estructuras afectadas.

- Profundidad de la infección.

82 - Flora microbiana.

Es fundamental proceder al desbridamiento


tanto de las lesiones necróticas como de las
úlceras, con extirpación de las callosidades, y
establecer su profundidad mediante una sonda
acanalada. Si ésta contacta con zonas óseas, debe
c) asumirse la presunción de osteomielitis. La exis-
tencia de estructura ósea en la base de una úlcera
es indicativa de osteomielitis con un valor predic-
tivo positivo del 89%.

Si el hueso está totalmente exteriorizado, en


contacto con el aire, la certeza diagnóstica es del
100%.

Los signos de la osteomielitis —osteólisis de la


cortical, descalcificación— son localizados por la
radiología simple en menos de la mitad de los casos
aun cuando su proceso clínico evolutivo sea de
algunas semanas, y difícilmente son detectados
d)
cuando se halla en fases iniciales y la tomografía
Figura 8. Patrones angiográficos característicos de la atero- axial computarizada (TAC), la resonancia nuclear
matosis en la diabetes mellitus: estenosis politópicas en el magnética (RNM), y la gammagrafía con tecnecio
sector fémoro-popliteo (a); afectación de la arteria femoral 99 son los estudios que acreditan una mayor fiabi-
profunda (b); obliteración de los troncos tibio-peroneos (c). lidad diagnóstica con un valor predictivo positivo,
La calcificación arterial, descrita por Monckeberg, es un
hallazgo frecuente (d).
95%-100%.
PROCEDIMIENTOS DIAGNÓSTICOS EN EL PIE DIABÉTICO. Marinel.lo J., Carreño P., Estadella B.

Figura 9. Gammagrafía con Tc99 demostrativa de focos de Figura 10. Trayecto fistuloso múltiple secundario a un
osteomielitis del tarso y epífisis distal de la tibia y el peroné absceso plantar y osteomielitis en un pie diabético.
en un pie diabético.

Por razones de eficiencia, la TAC es el examen nosos como óseos, tienen un significado de mal
electivo a realizar en el PD en situación clínica de los pronóstico en cuanto a la viabilidad de la extre- 83
grados 2 a 5 de la clasificación de Wagner, cuando midad.
persista la sospecha diagnóstica de osteomielitis y la
radiología presente un patrón de normalidad. El cultivo de la úlcera es preceptivo en todas las
circunstancias, y sistemáticamente debe realizarse,
La gammagrafía tiene su indicación en aquellas previamente a la pauta antibiótica, a diversos niveles
situaciones clínicas en que el proceso infeccioso
en función de la diversidad de la flora microbiana
del pie persiste de forma continuada o en intervalos
de recurrencia, en forma de procesos fistulosos, y (véase el Capítulo VII).
con posterioridad a un correcto desbridamiento,
tratamiento antibiótico y revascularización en su Finalmente, en situaciones de fistulización
caso (Figura 9). múltiple o evolutivamente persistente en un pie bien
perfundido, deben evaluarse todos y cada uno de
En este sentido, los focos de infección residual los trayectos fistulosos, mediante la práctica de una
que persisten, tanto a nivel de los trayectos tendi- fistulografía (Figura 10).
TRATAMIENTO MÉDICO. Escudero JR., Barrio JL., Pou JM.

CAPÍTULO VII

TRATAMIENTO MÉDICO
Escudero JR., Barrio JL., Pou JM.

tratan. Obviamente, la realidad no es tan sencilla,


1.- Introducción debido a las dificultades que a menudo supone
2.- Medidas de carácter general reducir la glucemia utilizando las pautas dietéticas
3.- Terapia tópica o farmacológicas.
4.- Tratamiento del componente
isquémico Un control demasiado estricto implica el riesgo
a.- Consideraciones generales de hipoglucemia y en algunos enfermos, sobre todo
b.- Terapia farmacológica: vasodi- en aquellos que han perdido la facultad de reco-
latadores, hemorreológicos, nocer sus síntomas precursores, los beneficios de
prostaglandinas, antiagre-
la normoglucemia así conseguida se ven anulados
gantes, anticoagulantes,
por los peligros de la propia hipoglucemia.
agentes trombolíticos
c.- Terapéuticas de recurso
5.- Tratamiento del componente La corrección de la hiperglucemia disminuye o
neuropático previene la agravación de complicaciones como la
6.- Pautas y estrategias de antibiotico- nefropatía, la retinopatía y la neuropatía, pero el
terapia control metabólico se ha manifestado hasta el
momento insuficiente por sí solo para prevenir 85
completamente o limitar la progresión de las compli-
1.- INTRODUCCIÓN caciones vasculares en la diabetes mellitus (DM).

Los objetivos básicos en el tratamiento del Los enfermos con úlceras isquémicas o neurois-
enfermo diabético son: quémicas deben ser ingresados con la finalidad de
realizar un estudio hemodinámico y angiográfico,
a) Mantenerlo asintomático, eliminando los ya que en su mayoría van a precisar de técnicas
síntomas de hiperglicemia y evitando la hipo- revascularizadoras para conseguir su mejoría o cura-
glucemia. ción, y el tratamiento médico o conservador debe
indicarse, en principio, en aquellos enfermos con
b) Conseguir la normalización metabólica.
úlceras recientes poco profundas y poco dolorosas.
c) Prevenir las complicaciones agudas y las
crónicas.
2.- MEDIDAS DE CARÁCTER GENERAL
El Consenso Europeo para el tratamiento de la
DM tipo II incluye en sus objetivos la normaliza- Tratamiento local según el grado de ulceración
ción de los lípidos y de la tensión arterial, y el aban- (grados de la escala de Wagner).
dono del hábito tabáquico ya que constituyen
factores acumulativos para la enfermedad cardio-
vascular, que es la principal causa de muerte en el Grado 0
enfermo diabético.
Como ya se ha comentado en capítulos prece-
Conseguir una glucemia lo más cercana posible dentes, es un "Pie de riesgo". No existe lesión y,
a la normalidad debería ser el objetivo del enfermo por tanto, la actitud terapéutica es de índole preven-
diabético y de los equipos de profesionales que los tiva.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Grado I Grado V

La actitud terapéutica va dirigida a disminuir La gangrena extensa del pie requiere la hospi-
la presión sobre el área ulcerada. Habitualmente, talización urgente, el control de la glucemia y de la
como ya se ha mencionado en el Capítulo IV, no infección, y la amputación mayor.
suele existir infección.

3.- TRATAMIENTO TÓPICO


Grado II
Como en cualquier herida, la primera medida es
La infección suele estar presente, por lo que es evitar o tratar la infección. Para ello debe proce-
necesario obtener muestras para cultivo y antibio- derse en una primera fase a la cura mediante lavado
grama. Debe realizarse desbridamiento, cura tópica de la lesión con agua fría o tibia y un jabón de tipo
y utilizar antibioticoterapia por vía sistémica. neutro, procediendo posteriormente a un correcto
secado con gasa estéril.
Tanto en el grado I como en el II es básica la
actuación podiátrica. Si no hay signos de infección, bastará con
colocar una gasa estéril seca o empapada en suero
fisiológico.
Grado III
En caso de infección extensa o profunda, es
Se caracteriza por la existencia de una infección prioritario proceder al desbridamiento quirúrgico
profunda, con formación de abscesos y, a menudo, amplio como medida preceptiva preliminar, mante-
de osteítis. La indicación quirurgica suele ser nece- niendo en el intervalo la lesión protegida mediante
un antiséptico líquido no corrosivo o povidona
saria.
yodada diluida, procurando aplicarla dentro de la
86 úlcera y evitar el contacto con el resto de la piel.
Es preceptivo el ingreso hospitalario y la reali-
zación de cultivos y estudio radiográfico del pie.
El empleo de la povidona yodada como anti-
séptico cutáneo ha sido cuestionado por diversos
Debe valorarse el componente isquémico,
autores, argumentando potenciales efectos nocivos,
frecuente a partir del grado III, mediante estudios
como la inducción a la corrosión, a la sequedad
hemodinámicos. Se realizará el estudio angiográ- cutánea, y su posible citotoxicidad fibroblástica,
fico si existe indicación de proceder a la revascu- que afectaría al proceso de epitelización.
larización.
Otros autores no reconocen estos efectos y argu-
Durante el ingreso debe observarse un especial mentan su mayor efecto antibacteriano, proponiendo
cuidado sobre el pie contralateral, evitando la apari- su utilización en aplicación diluida y centrada en
ción de úlceras en el talón secundarias a la posi- la lesión como se ha comentado con anterioridad.
ción de decúbito prolongado.
En cuanto a la utilización de soluciones o
pomadas astringentes, cicatrizantes, y de desbri-
Grado IV dantes enzimáticos, existe un criterio unívoco en su
contraindicación, criterio que se extiende a la apli-
Los enfermos precisan de hospitalización con cación de los hidromasajes, los baños de remojo y
carácter urgente y valoración del componente isqué- cualquier forma de calor, en función de que su
mico, que en esta fase evolutiva suele estar grave- efecto de maceración favorece o mantiene la
mente afectado. presencia de gérmenes.

Habitualmente, debe procederse a cirugía revas- Una vez concluida la cura, se completa con un
cularizadora, en función de evitar la amputación, o vendaje no compresivo. En lesiones poco supura-
conseguir que ésta pueda realizarse a un nivel distal tivas suele ser suficiente renovar la cura dos veces
de la extremidad. al día.
TRATAMIENTO MÉDICO. Escudero JR., Barrio JL., Pou JM.

4.- TRATAMIENTO DEL Entre otras razones, porque no se dispone del


COMPONENTE ISQUÉMICO suficiente volumen de estudios y ensayos clínicos
controlados que comparen el proceso de la enfer-
medad tratada con el de su evolución natural. La
a) Consideraciones generales mayoría de estos estudios evidencian defectos meto-
dológicos importantes que impiden alcanzar conclu-
Mediante la aplicación de las medidas indicadas siones válidas y generalizables.
y la descarga postural, se consigue la cicatrización
total en el 90% de los casos en la úlcera neuropá- Avala este criterio la experiencia clínica de que
tica no complicada del enfermo diabético. No la evolución de la enfermedad es favorable en el
obstante, en la úlcera neuroisquémica o isquémica, grupo de enfermos motivados a seguir las medidas
es preciso adoptar, además, medidas de tipo farmaco- higiénicas como la suspensión del tabaco y la prác-
lógico o quirúrgico encaminadas a mejorar la perfu- tica habitual de ejercicio.
sión arterial del pie.

Los opciones de realizar con éxito la revascu- b) Tratamiento farmacológico


larización quirúrgica en la extremidad inferior en
un enfermo diabético en situación de isquemia crítica
son contrastadamente inferiores con respecto a la Vasodilatadores
de un enfermo no diabético con arteriopatía escle-
rosa crónica. Antagonistas del calcio; inhibidores de la ECA;
antagonistas de la serotonina (ketanserina, nafti-
La Conferencia Europea de Consenso sobre
drofuril); bloqueantes del simpático; papaverina;
Isquemia Crítica las cifra en el 60%, en estos
blufomedil; nicergolina.
últimos, y en el 35 %, en el enfermo diabético. En
éste la arteriopatía, como se ha indicado en los 87
Su indicación se basa en la hipótesis de que
Capítulos IV y VI, afecta de forma prevalente y
pueden favorecer la apertura de la circulación cola-
grave al sector arterial infrapoplíteo y a las arterias
teral, hecho que supone el aporte de flujo sanguíneo
del pie, y la terapéutica farmacológica se ha
a los tejidos isquémicos.
mostrado efectiva de forma transitoria en menos de
la mitad de los casos.
No obstante, y en razón de esta misma hipótesis,
la acción vasodilatadora se ejercería también en las
En el estadio II de Leriche y Fontaine, el ejer-
cicio físico regular y supervisado puede mejorar la zonas no isquémicas, hecho que puede sustraer flujo
distancia de claudicación. No obstante, este tipo de de las afectadas, acción que agravaría la situación
ejercicio está contraindicado o no puede realizarse de isquemia.
en aproximadamente un tercio de los enfermos con
clínica de claudicación intermitente (CI) debido a Su efecto hipotensor aumentaría las resistencias
factores generales o locales de la propia extremidad. de la circulación colateral.

Las diversas opciones de la terapéutica farma- Estos dos hechos, en conjunción con la evidencia
cológica tienen su indicación de forma aislada en de que ningún fármaco tiene capacidad de incre-
los estadios iniciales de la enfermedad, o bien mentar el calibre de una arteria con un grado de
asociadas a la cirugía revascularizadora en la fase esclerosis parietal avanzado, cuestionan formal-
de isquemia crítica. mente su eficacia clínica, y por tanto no existen
fundamentos para su prescripción en la isquemia
A pesar de la larga trayectoria que en la prác- de las extremidades inferiores.
tica clínica acreditan la mayor parte de los fármacos
actualmente utilizados, no existe suficiente nivel de En los enfermos hipertensos afectos de isquemia
evidencia clínica sobre si éstos, de forma aislada o crítica, y por las razones expuestas, debería evitarse
bien asociados al ejercicio físico, aportan una regre- la prescripción de fármacos antihipertensivos con
sión en la sintomatología de la CI. efecto β-bloqueante.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Agentes hemorreológicos
Tabla I
Mecanismos de acción terapéutica de los fármacos
Pentoxifilina, dextrano BPM, prostaglandina hemorreológicos
E1, rutósidos, antagonistas del calcio, clofibrato,
ácido ascórbico, papaverina. Fármacos que aumentan la deformabilidad
de los hematíes:
Las sustancias hemorreológicas pueden modi- — Pentoxifilina
ficar la fluidez sanguínea por efecto sobre la visco-
— Antagonistas del calcio
sidad sanguínea, mediante las siguientes acciones:
— Ticlopidina dextrano de bajo PM y prostaglandina E1
Fármacos que aumentan la disociación
- Mejorando la deformabilidad eritrocitaria.
de “pilas de monedas”
— Dextrano de bajo PM
- Evitando la formación de “pilas” de monedas.
— Vitamina C

- Reduciendo la concentración hemática. — Papaverina


— Derivados rutósidos
- Modificando la composición plasmática. — Clofibrato

Fármacos que actúan sobre el número de hematíes


La relación existente entre una viscosidad anor-
malmente alta y las diversas alteraciones circula- — Hemodilución isovolémica; en los pacientes con pato-
torias se ha demostrado en el shock, en la isquemia logía vascular asociada a hematócritos superiores al
de las extremidades, en la insuficiencia coronaria 50%, es razonable reducir el nivel en los pacientes
y también en la DM. con isquemia crítica

Modificando la viscosidad plasmática


Esta última se acompaña además, y como se ha
descrito en el Capítulo II, de anomalías reológicas, — Albúmina diluida o sustancias que disminuyen las
88 de hiperviscosidad y de alteración en la deforma- tasas de fibrinógeno
bilidad de los hematíes, favoreciendo la interacción
de las plaquetas sanguíneas con las paredes vascu-
lares, indemnes o lesionadas.
A pesar de esta evidencia, aún persisten dudas
En la Tabla I se describen las sustancias hemo- sobre la eficacia de este fármaco y sobre su valor
rreológicas en función de su mecanismo de acción terapéutico en amplios grupos de enfermos, y que
farmacológica. fundamentalmente se deben al hecho de que no está
suficientemente establecido si el tratamiento a largo
La indicación de estos fármacos para el trata- plazo mejora la distancia caminada más allá de lo
miento de la isquemia de la extremidad, y en el que podría conseguirse utilizando únicamente los
mismo sentido que hemos mencionado sobre el métodos no farmacológicos de control de los factores
grupo de los vasodilatadores, es controvertida. de riesgo.
De este grupo, la pentoxifilina parece ser la
El estudio escandinavo, que está considerado
sustancia que acredita una acción terapéutica más
como el más riguroso de los que han analizado la
demostrada en el tratamiento de la CI, tanto por su
acción hemorreológica como, en menor medida, pentoxifilina, excluyó a los enfermos diabéticos
por su efecto antiagregante y potenciador de la fibri- amparándose en la premisa de que la neuropatía
nólisis. podría enmascarar el dolor de la claudicación inter-
mitente, con lo que impediría la valoración obje-
Mejora la microcircuilación en los miembros tiva de la capacidad de marcha.
isquémicos, y los estudios clínicos que más estre-
chamente se ajustan tanto a las directrices euro- En los enfermos con isquemia crítica de las extre-
peas como a las de la FDA han demostrado que midades inferiores, la pentoxifilina también ha apor-
después de su administración aumenta significati- tado beneficios clínicos significativos en términos
vamente el perímetro de marcha. de disminución del dolor y mejoría clínica global.
TRATAMIENTO MÉDICO. Escudero JR., Barrio JL., Pou JM.

Los datos disponibles indican que la adminis- En terapéutica clínica se utilizan análogos esta-
tración intravenosa de pentoxifilina puede ser valiosa bles de las prostaglandinas. Las preparaciones sobre
en el control de los enfermos con isquemia crítica las que se dispone de mayor experiencia son los
de los miembros en el intervalo previo de su prepa- análogos de la PGE1, alprostadil y los de la pros-
ración para la cirugía revascularizadora. taciclina epoprostenol e iloprost.

La unión de alprostadil con un oligómero cíclico


Prostaglandinas de la glucosa, la alfa-ciclodextrina, mejora consi-
derablemente la estabilidad química y la hidroso-
Alprostadil, epoprostenol, iloprost lubilidad de la prostaglandina E1.

Estructuralmente, las prostaglandinas son ácidos Su indicación terapéutica básica se establece en


grasos que el organismo humano tiene capacidad enfermos en situación de isquemia crítica en los
de generar en todos sus tejidos y células, a excep- que no existe ninguna posibilidad de proceder a una
ción de los hematíes. revascularización quirúrgica, o frente al fracaso de
la misma.
Regulan el flujo sanguíneo a los tejidos especí-
ficos aumentando la perfusión de los órganos a Paralelamente, se están llevando a cabo estu-
través de un efecto vasodilatador y antiagregante. dios destinados a establecer su acción sobre la
permeabilidad del by-pass fémoro-poplíteo, en base
Está perfectamente establecido que la produc- a su efecto reductor de las resistencias periféricas,
ción de prostaciclina en la pared vascular se antiagregante plaquetario y a su hipotética dismi-
encuentra significativamente disminuida en las enfer- nución de la hiperplasia intimal. Otro punto de inves-
medades arteriales oclusivas, debido a que deter- tigación actual es el de la utilización de la PGE1
minados factores de riesgo, entre los que se en enfermos con insuficiencia renal crónica terminal,
encuentra la DM, provocan una disminución de su frecuentemente asociada o provocada por la DM.
síntesis con el consiguiente aumento de los niveles 89
plasmáticos de tromboxano. Diversos estudios concluyen que la perfusión
intraarterial o endovenosa de PGE1 consigue una
Ésta no constituiría una circunstancia secundaria evidente mejoría en la sintomatología isquémica en
de la enfermedad, sino que los estudios realizados esta- los enfermos diabéticos.
blecen la relativa deficiencia de las prostaglandinas
como su base fisiopatológica fundamental, y abren la Gruss et al refieren su utilización en una serie
hipótesis de que su utilización con fines terapéuticos de 105 enfermos con arteriopatía crónica oclusiva
puedan mejorar las situaciones de isquemia. en estadios III y IV mediante la perfusión intraar-
terial de 19 nanogramos por quilogramo de
En este sentido, existe evidencia de que la isquemia peso/minuto y durante un período medio de 38 días.
induce un aumento de la secreción de PGI2 local, y que
ésta puede estar reducida e incluso abolida en la DM. En 47 de estos enfermos (44,7%), la arterios-
clerosis iba asociada a DM, y al finalizar el trata-
Las posibles causas, según autores como Shaker miento, en el 30% de los enfermos diabéticos la
et al, serían: clínica remitió al estadio IIb.

- La peroxidación incrementada de los lípidos Heidrich et al observaron éxitos claros en enfermos


con inhibición de la biosíntesis de prostaci- diabéticos después de un tratamiento con PGE1, por
clina. vía endovenosa, a una dosis de 40 microgramos cada
doce horas y durante un período medio de 27 días. El
- La ausencia de factor estimulador de la pros- dolor en reposo desapareció o mejoró claramente en
taciclina en plasma. el 59% de los enfermos diabéticos en comparación con
el 71% de los enfermos no diabéticos.
- La presencia de un factor inhibidor de la forma-
ción de prostaciclina en el suero de los Los resultados de estos estudios indican un
enfermos diabéticos. menor efecto vasoactivo en el grupo de enfermos
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

con DM. El control metabólico de la DM parece hemostasia y de la trombosis. Algunas de ellas


carecer de influencia sobre la tasa de cicatrización parecen ser particularmente pro-agregantes y poten-
de úlceras tanto en los grupos tratados con PGE1 cialmente aterógenas, como el tromboxano A2, los
como en los tratados con el placebo. endoperóxidos, el factor plaquetario 4, la beta-
tromboglubulina y el factor mitógeno o PDGF.
A pesar de la situación de partida claramente
desfavorable que presentan los enfermos diabéticos, La progresión de la aterosclerosis está estre-
así como la especial gravedad que reviste su arte- chamente relacionada con episodios subclínicos de
riopatía, en muchos casos pueden conseguirse éxitos trombosis arterial mediada por plaquetas, y la mayor
terapéuticos equiparables a los enfermos isquémicos parte de los factores de riesgo reconocidos en su
no diabéticos. progresión como son el tabaco, la hiperlipidemia y
la hiperviscosidad sanguínea tienen diversas acciones
Las perspectivas de un futuro inmediato se sobre la activación plaquetaria.
concretan, por un lado, en la elaboración de pros-
taglandinas más estables y en la consecución de La principal acción de los fármacos antiagre-
presentaciones galénicas que posibiliten su admi- gantes plaquetarios es su efecto preventivo sobre
nistración por vía oral y, por otro, en el mejor cono- la formación de trombos secundarios a la placa de
cimiento de su mecanismo de acción a nivel de la ateroma, y en este sentido, informes como el
microcirculación, con la finalidad de poder selec- Antiplatelet Trialists´ Collaboration y el US
cionar de forma más precisa qué tipo de enfermo y Physicians Health Study han presentado resultados
qué tipo o grado de lesión puede beneficiarse de probados en el sentido de que la terapia antipla-
forma más eficaz de su utilización. quetaria mejora de forma significativa la permea-
bilidad de los procedimientos quirúrgicos de revas-
cularización. No obstante, no se ha corroborado que
Antiagregantes plaquetarios su utilización sistemática modifique el curso evolu-
tivo de la enfermedad ateromatosa (Tabla II).
90 Ácido acetil salicílico, dipiridamol, sulfinpira-
zona, triflusal, tienopiridinas, dextrano 40 Finalmente, sigue vigente la necesidad de
disponer de fármacos antiplaquetarios con mejores
En la fisiopatología del proceso de formación y perfiles de seguridad y una mayor eficacia que la
crecimiento de la placa de ateroma —véase el que presentan los disponibles en la actualidad.
Capítulo II—, las plaquetas están implicadas de
forma fundamental. El ácido acetil salicílico (AAS) basa su acción
antiagregante plaquetaria en la capacidad de bloquear
Numerosos autores han descrito la presencia de la ciclooxigenasa plaquetaria, mediante un proceso
una hiperactividad plaquetaria en los enfermos diabé- de acetilación que repercute en la formación de
ticos, siendo destacables los siguientes aspectos: tromboxano A2, mientras que sus metabolitos tienen
poco efecto sobre esta enzima. La ciclooxigenasa
- Hiperadhesividad a las superficies extrañas y es una enzima que interviene en la conversión del
a la membrana basal de los capilares. ácido araquidónico a endoperóxidos cíclicos —pros-
taglandina G2 y prostaglandina H2 —, y puede ser
- Hiperagregabilidad en presencia de agentes también bloqueada por fármacos antiinflamatorios
agregantes (ADP, colágeno, ácido araquidó- no esteroideos, la indometacina, la fenilbutazona,
nico, adrenalina). el ibuprofeno y el naproxeno.

- Defecto de desagregación. Los efectos del AAS persisten a lo largo de toda


la vida de las plaquetas, ya que la acetilación de la
- Acortamiento de la vida media plaquetaria y ciclooxigenasa es irreversible. La función plaque-
aceleración de su turn-over. taria sólo se restablece cuando se suspende su admi-
nistración y entran en circulación nuevas plaquetas.
Esta hiperactividad plaquetaria conduce al incre-
mento de la síntesis y/o liberación de sustancias También actúa sobre la ciclooxigenasa de la pared
intraplaquetarias implicadas en distintas fases de la de los vasos inhibiendo la producción de prostaciclina.
TRATAMIENTO MÉDICO. Escudero JR., Barrio JL., Pou JM.

El AAS ha demostrado, en ensayos clínicos La sulfinpirazona es un fármaco uricosúrico


controlados, su capacidad de reducir el riesgo de utilizado en el tratamiento de la hiperuricemia.
nuevos eventos cardiovasculares en enfermos con Estructuralmente es semajante a la fenilbutazona,
isquemia coronaria. pero difiere de ésta por poseer una actividad antiin-
flamatoria mínima.
La dosis más ajustada para la optimización de
su eficacia terapéutica es un tema sobre el que Inhibe la ciclooxigenasa de las plaquetas en menor
persiste el debate. Algunos autores argumentan que grado que el AAS, siendo su efecto reversible, ya
dosis bajas, inferiores a 250 mg/24 h, pueden ser que sólo actúa en el intervalo de tiempo en que la
tan eficaces en la reducción del riesgo trombótico, concentración plasmática del fármaco es eficaz.
como aquellas que superan esta dosis, con la ventaja
adicional en la incidencia de efectos adversos, espe- El triflusal basa su efecto antiagregante plaque-
cialmente gastrointestinales y hemorrágicos. tario en la acción de bloqueo de la actividad de la
ciclooxigenasa plaquetaria, al inhibir por vía del
El dipiridamol actúa elevando el nivel de AMP ácido araquidónico la formación de endoperóxidos
cíclico, acción que se traduce en la disminución de y, en consecuencia, la de tromboxano A2. Su estruc-
la adhesión de las plaquetas a la superficie arterial tura química —ácido 2-acetiloxi-4(trifluorometil)-
lesionada y en su posterior agregación. benzoico— se encuentra relacionada con los sali-
cilatos. No obstante, no es un derivado del AAS y
El nivel de AMP cíclico plaquetario puede incre- carece de la actividad antiinflamatoria de éste.
mentarse mediante la estimulación de la adenilci-
clasa de la membrana —acción que produce la pros- Aumenta los niveles intraplaquetarios de AMP
taciclina—, o bien mediante el bloqueo de la cíclico por inhibición de la fosfodiesterasa plaque-
fosfodiesterasa plaquetaria, que previene la dismi- taria, sin influir en la producción de prostaciclina
nución del AMP cíclico. Se ha sugerido que sería en el endotelio vascular, motivo por el cual su acti-
este segundo el mecanismo de acción antiagregante vidad antiagregante podría ser superior a la del AAS,
del dipiridamol. como lo demuestran los estudios que utilizan como 91
inductores de la agregación el ADP y la adrenalina.
La FDA lo cataloga como vasodilatador coro- El HTP, metabolito principal de triflusal, también
nario. No obstante, el mayor interés de este fármaco es inhibidor de la agregación plaquetaria.
radica en su efecto antitrombótico, que se ha rela-
cionado con el aumento del AMP cíclico plaque- Las tienopiridinas (clopidogrel) tienen su acción
tario. fundamentada en la interferencia de la activación

Tabla II
Nivel de acción terapéutica de los fármacos antiagregantes plaquetarios

MECANISMO DE ACCIÓN TERAPÉUTICA PRINCIPIO ACTIVO

Incremento AMPc
— Activadores de la Adenilciclasa Prostaglandinas (PGE1, PGE2, PGD2)
— Inhibidores de la Fosfodisterasa Dipiridamol, Metilxantinas, Adenosina
Sobre metabolismo del ácido Araquidónico
— Inhibidores de la Ciclo-oxigenasa AAS, Triflusal, Sulfinpirazona
— Inhibidores de la Tromboxanosintetasa Ditazol
— Inhibidores de la Lipo-oxigenasa Ác. Ecosatetranoico
— Inhibidores de la Fosfolipasa Corticoesteroides
Sobre la membrana plaquetaria Ticlopidina, Clopidogrel, ácido Araquidónico
Incremento GMPc Óxido nítrico, Nitroglicerina
Antagonistas del Calcio Verapamilo, Clortetraciclina
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

de las plaquetas inducida por el ADP, y en la inhi- - Normaliza los niveles elevados del factor VIII,
bición de la secreción de gránulos-alfa así como de del fibrinógeno y de otros componentes que
la adhesión plaquetaria, acciones que pueden tener influyen sobre el estado de hipercoagulabilidad
una particular importancia durante la activación inducido por el estrés quirúrgico.
plaquetaria inducida por fuerzas de cizallamiento.
- Reduce la viscosidad sanguínea y aumenta la
Los diferentes mecanismos de acción de las perfusión periférica, sobre todo a nivel de la
tienopiridinas y del AAS justifican su utilización microcirculación.
clínica simultánea, con la finalidad de mejorar y
ampliar el espectro de actividad antiplaquetaria y, En función del efecto combinado de estas propie-
de hecho, algunos autores la indican en la preven- dades, consigue disminuir la trombogenicidad de
ción de la reoclusión por trombosis de las angio-
los injertos y mejorar el run-off, aspectos ambos
plastias simples o asociadas a un stent.
relacionados con la oclusión a corto plazo de las
técnicas revascularizadoras.
El estudio C.A.P.R.I.E., aleatorizado y triple
ciego, realizado sobre cerca de veinte mil pacientes
de trescientos ochenta centros en los cinco conti- En los enfermos diabéticos, el Rheo-Macrodex
nentes y publicado en 1997, permitió comparar el con glucosa al 5% no debe utilizarse, sustituyén-
clopidogrel con el AAS. dose por su preparación salina al 0,9%.

El diseño de este estudio se basó en los hallazgos


del Antiplatelet Trialists Collaboration —metaaná- Anticoagulantes
lisis de 142 ensayos sobre sustancias antiagregantes
y que incluyó a más de 73.000 pacientes con dife- Heparina, dicumarol
rentes manifestaciones aterosclerosas— que indica
que los fármacos antiplaquetarios reducen el riesgo La indicación terapéutica de los anticoagu-
92 de infarto cerebral, miocárdico y la muerte de causa lantes se realiza básicamente en aquel grupo de
vascular, en alrededor de un 25% y que esta reduc- enfermos que presentan, en función de valora-
ción del riesgo es comparable entre enfermos con ciones clínicas y analíticas, un riesgo trombó-
distintas manifestaciones clínicas de aterosclerosis. tico elevado: episodios reiterados de trombosis
arterial aguda, reagudizaciones severas de
En el mismo se compara la eficacia y seguridad isquemia crónica —grados III-IV—, prevención
de clopidogrel a dosis de 75 mg/día, con referencia de retrombosis posterior a la fibrinólisis, y cardio-
al AAS a dosis de 325 mg/día, en cuanto a su capa- patía embolígena.
cidad de reducción de episodios de trombosis cere-
bral, miocárdica o periférica y a la muerte de causa La heparinización sistémica y en ocasiones
vascular. Los enfermos fueron seguidos hasta un asociada a tratamiento hemorreológico —dextrano,
máximo de tres años (seguimiento medio de 1,9 años). prostaglandina, pentoxifilina— se utiliza en los
enfermos hospitalizados con el diagnóstico de
El clopidogrel mostró mejores resultados con
isquemia crítica y en los intervalos de diagnóstico
respecto al AAS en los tres grupos: del 23,8% en la
y evaluación pre-operatoria que preceden a la revas-
isquemia crónica de extremidades inferiores; del 7,3%
en la isquemia cerebral y del 3,7% en la coronaria. cularización quirúrgica.

Rheo-Macrodex (10% Dextrano 40). Su acción Históricamente, la sal sódica de la heparina ha


como fármaco antiagregante plaquetario es multi- sido la preparación farmacológica más utilizada, si
factorial: bien en la actualidad tiende a sustituirse por prepa-
raciones heparínicas fraccionadas (heparinas de bajo
- Previene la excesiva activación y adhesión de peso molecular).
las plaquetas en los injertos sintéticos, en la
superficie de los stents y en el endotelio dañado, Si la indicación de descoagulación persiste a
debido en parte a su acción protectora elec- medio plazo o de por vida, debe realizarse mediante
trostática. dicumarínicos.
TRATAMIENTO MÉDICO. Escudero JR., Barrio JL., Pou JM.

Trombolíticos Jacobs et al publicaron en 1988 que el número


de capilares cutáneos perfundidos y la velocidad de
Uroquinasa, estreptoquinasa, rTPA los glóbulos rojos a nivel de los mismos aumentaba
significativamente tras la aplicación de la SCS.
Su indicación fundamental se sitúa en la fase de
isquemia aguda secundaria a trombosis arterial, ya No existen estudios clínicos suficientes que
sea primaria o secundaria a la obliteración de los permitan confirmar estos aspectos o, en todo caso,
procesos revascularizadores —by-pass, PTA. que indiquen que estas acciones sean cuantitativa-
mente efectivas en la reversión del dolor isquémico
Su objetivo es provocar la lisis del trombo, con en reposo. Este hecho, y su considerable coste econó-
la intencionalidad de proceder con posterioridad a mico, obliga a realizar la indicación del SCS con
la reparación quirúrgica de su causa. criterio muy restringido. En todo caso, debe valo-
rarse su indicación en enfermos con:
Los fármacos más utilizados son la uroquinasa,
la estreptoquinasa y el rPTA. - Imposibilidad de cirugía revascularizadora.

La perfusión per-operatoria de uroquinasa puede - Sintomatología de isquemia crítica persistente


mejorar el funcionalismo inmediato de aquellos en un período evolutivo de tres semanas previas
procedimientos revascularizadores con difícil run- a la inclusión.
off distal, aunque existe escasa experiencia en esta
indicación. - Ausencia de lesiones ulcerosas mayores de
tres cm2.

C) Terapias de recurso
5.- TRATAMIENTO DEL
Como se ha mencionado en el inicio de este COMPONENTE NEUROPÁTICO 93
Capítulo, la singular topografía lesional de la
vasculopatía en la extremidad inferior en el En ausencia de alteraciones estructurales del
enfermo diabético con respecto al enfermo arte- nervio, la forma conocida más efectiva para prevenir
rioescleroso no diabético implica una limitación la aparición de la sintomatología neuropática es el
en la indicación de técnicas revascularizadoras, control metabólico de la DM. En este sentido, debe
que en conjunción con el propio fracaso o inefec- conseguirse un tratamiento optimizado que mantenga
tividad de las mismas y de las opciones farma- la hemoglobina glicosilada (HbA1c) en valores plas-
cológicas descritas, deja pocas alternativas a la máticos inferiores a 7,5%.
amputación de la extremidad. No obstante, y en
un limitado número de extremidades en las que El enfermo diabético debe estar advertido de los
se cumplen los criterios de isquemia crítica, y efectos tóxicos que el alcohol y determinados
que cursan con dolor isquémico pero en ausencia productos químicos tienen sobre el nervio perifé-
de lesión necrótica, debe valorarse la indicación rico.
de las denominadas “terapéuticas de recurso”,
que tienen como finalidad eliminar el dolor. La sintomatología clínica más frecuente, como
ya se ha mencionado en el Capítulo IV, es el dolor,
La electroestimulación medular —SCS— ha las disestesias y las parestesias, que inciden espe-
sido propuesta en estas situaciones, en base a su cialmente en situación de reposo nocturno.
hipotético efecto sobre el dolor neuropático y a
la modificación de la función microcirculatoria. Previamente, debe establecerse el diagnós-
tico diferencial con otras causas de dolor (Tabla
La S.C.S. viene utilizándose en estas circuns- III).
tancias desde 1976, en que Cook et al publicaron
por primera vez los efectos de la técnica, empleada La pauta terapéutica se efectúa de acuerdo
hasta entonces únicamente en la terapia del dolor con la escala de dolor descrita por Ross (Tabla
crónico secundario a otras etiologías. IV).
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Tabla III
Evaluación y diagnóstico diferencial del dolor en el pie diabético

Evaluación del dolor en pierna y pie

Dolor del pie o pierna

Valoración vascular Valoración de neuropatía

Exp. neurológica, velocidad de


conducción nerviosa, pruebas sensitivas,
pruebas sistema autonómico

Anormal Normal Anormal Normal

Tratamiento Polineuropatía simétrica distal

Determinar tipo de dolor

94
Disestesia Parestesia Dolor
muscular
Tratamiento Imipramina
Ejercicios esti-
tópico
ramientos
Imipramina
no efectiva:
Relajantes
añadir mexile- musculares
tina

Antiinflamato-
Si no efecto: rios no este-
añadir carba- roideos
mazepina

6.- PAUTAS Y ESTRATEGIAS menudo se obtiene una flora bacteriana saprófita


DE ANTIBIOTICOTERAPIA compleja (véase el Capítulo III).

Las úlceras, heridas, fisuras, quemaduras, fístulas, En ausencia de infección clínicamente mani-
y en general todas las lesiones en el pie del enfermo fiesta, dicha flora está formada fundamentalmente
diabético, están a menudo infectadas, colonizadas por estafilococos coagulasa negativa, corinebacte-
o contaminadas por diversos microorganismos. rias y estreptococos, y aun en presencia de otros
gérmenes como el Stafilococcus aureus, los bacilos
Si se recoge una muestra con un escobillón en gram-negativos anaerobios o los hongos, no puede
una úlcera limpia o incluso en una callosidad, a aseverarse con seguridad que exista infección.
TRATAMIENTO MÉDICO. Escudero JR., Barrio JL., Pou JM.

Para establecer este criterio hay que basarse en Las infecciones agudas como la linfangitis, la
los datos clínicos locales, si bien debe considerarse celulitis o la fascitis, cuando se asocian a un
que los enfermos diabéticos, incluso sin infección, síndrome tóxico, suelen estar producidas por una
están colonizados por el Stafilococcus aureus con flora monomicrobiana: Stafilococcus aureus y
una mayor frecuencia que las personas no diabé- Streptococcus pyogenes, principalmente.
ticas, y que éste germen va a ser el más prevalente
en la infección del PD. Las infecciones subagudas y crónicas suelen ser
polimicrobianas, pero es difícil precisar, en la
En los hallazgos bacteriológicos de los exudados mayoría de los casos, y a partir de la recogida de
de las infecciones superficiales, es aceptado, con criterio muestras de las úlceras o fístulas, cuáles son los
general, que en todos los enfermos se produce un gérmenes responsables de la infección.
cambio de la flora saprófita en relación con:
En este sentido, numerosos autores están de
- La gravedad y naturaleza de la enfermedad de acuerdo en que existe una mínima correlación entre
base. los hallazgos microbiológicos objetivados en las
muestras recogidas de úlceras superficiales y los
- La prolongación de su hospitalización. gérmenes responsables de las infecciones profundas.

- La prescripción de antibióticos, y Existe incluso relativamente poca coincidencia


entre los hallazgos bacteriológicos obtenidos por
- Que la tipología de los gérmenes identifi- legrado o por lavados profundos con respecto a los
cados en los mismos va a depender en gran que posteriormente se obtienen en los fragmentos de
medida del punto o zona donde se realice la reco- una extremidad amputada por gangrena (Tabla V).
gida del exudado, del tiempo transcurrido antes
del procesamiento y de las técnicas usadas en Estas consideraciones previas no invalidan que
éste. deban seguirse unos protocolos en base a los
gérmenes que con más prevalencia son responsa- 95
Adicionalmente, toda superfície cruenta o con bles de las infecciones del PD que, como hemos
solución de continuidad, incluso sin que podamos mencionado, se trata en general de infecciones suba-
hablar de infección, se ve invadida rápidamente por gudas y crónicas polimicrobianas, en las que se
gérmenes potencialmente virulentos, fundamen- objetivan de promedio de 2,7 a 4,7 tipos diferentes
talmente, por bacilos gram-negativos, estreptococos, de gérmenes, con predominio de los aerobios sobre
y anaerobios. los anaerobios, y siendo excepcional que estos

Tabla IV
Pauta terapéutica en la polineuritis periférica en el enfermo diabético
( Según escala de dolor de Ross)

Optimización metabólica Analgésico simple


Medidas generales
Dolor neuropático tipo parestesia Imipramina 50 - 150 g/día
Aminotriptilina 50 - 150 mg/ día
(efectos anticolinérgicos)

efecto parcial
Parestesia importante
No cede el dolor
Añadir mexiletina 150 - 200 mg/día
Añadir carbamazepina hasta 400 mg/día
o fentoína hasta 145 mg/día

Debe iniciarse el tratamiento


con los fármacos más simples
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Tabla V
Análisis de la concordancia* de los exámenes microbiológicos de los tejidos profundos en la infección del pie
diabético con respecto a los efectuados en las piezas de amputación
*La concordancia se define como la coincidencia completa en los resultados bacteriológicos

Nº de muestras con concordancia positiva/ Nº de


Modalidad de la recogida de la muestra
muestras efectuadas

Aerobios y anaroebios:
— Escobillado de las úlceras preamputación 1/8
— Escobillado de las úlceras postamputación 2/11
— “Curettage” 5/11
— Aspiración con aguja 5/13

últimos sean responsables exclusivos de la infec- Siguiendo el esquema de J. Gómez, el protocolo


ción (Tabla VI) terapéutico ha de responder a las siguientes cues-
tiones:
Es útil realizar de forma reiterada análisis bacte-
riológicos de las zonas accesibles en función de que
pueden en ocasiones objetivarse gérmenes como el ¿Cuándo hay que usar antibióticos?
Stafilococcus aureus meticilin resistente, el clos-
tridio, el enterococo, o la Pseudomonas, que no son Se requiere una clara evidencia clínica de signos
sensibles a los antibióticos administrados o que de infección, expresada en la inflamación local y
96 añaden una significación especial a la infección. en la presencia de exudado, con independencia de
la presencia de fiebre o afectación sistémica.
A modo de resumen, en ausencia de datos
clínicos, la interpretación de la microbiología es Cuando se trata de una fisura o una herida super-
compleja en estas infecciones. Un cultivo de un ficial infiltrativa que no afecte a los tejidos
exudado de una úlcera, herida o fístula, raras veces profundos, el tratamiento consiste en evitar que el
nos indicará de forma inequívoca si está infectada enfermo siga ejerciendo presión sobre la misma
o no lo está y cuáles son con precisión absoluta los zona. Debe indicarse el reposo y la adopción poste-
gérmenes que desempeñan un papel importante en rior de medidas ortopédicas o incluso quirúrgicas
la infección. correctivas.

Sin embargo, la presencia de una concentración En estos casos de infección superficial, el trata-
importante de Stafilococcus aureus, de estrepto- miento tópico mediante antisépticos o antibióticos puede
cocos, de gérmenes anaerobios y de bacilos gram- tener valor preventivo, aunque poco demostrado.
negativos tipo enterobacterias y Pseudomonas debe
hacer sospechar de forma fundada la existencia de La objetivación únicamente de microorganismos,
infección y todavía más cuando estos gérmenes se en ausencia de una clínica consistente, debe ser
encuentran en un magma de pus, proceden de una considerada como una colonización y sólo requiere
cavidad cerrada, de una estructura profunda infec- su seguimiento y el control microbiológico evolu-
tada, se encuentran en monocultivo o son aislados tivo sin instaurar de primera intención un trata-
de forma reiterada en sucesivas muestras. miento antimicrobiano.

El tratamiento de las infecciones en el PD ha de


ser individualizado, dependiendo de variables como ¿Qué tipo de pauta?
la fase —aguda o crónica— de la infección, la afec-
tación en mayor o menor grado de las estructuras Cuando la infección es moderada-grave requiere
profundas, y los gérmenes responsables de ello. su ingreso hospitalario.
TRATAMIENTO MÉDICO. Escudero JR., Barrio JL., Pou JM.

Tabla VI
Microorganismos más frecuentes aislados en el pie diabético infectado.
(De: Scher y Steele, Surg. 1988)

MICROORGANISMO Nº Nº

AEROBIOS Y ANAEROBIOS
Estreptococos A y D 29 44,6
Estreptococos grupos no A ni D 25 38,3
Staphylococcus aureus 23 35,4
Staphylococcus epidermidis 18 27,7
AEROBIOS GRAM-NEGATIVOS
Proteus mirabilis 36 55,8
Proteus spp 24 36,9
Escherichia coli 19 29,2
Pseudomonas spp 15 23,1
ANAEROBIOS GRAM-POSITIVOS:
Peptococcus spp 52 80,0
Clostridium spp 23 35,4
Propionabacterium spp 20 30,7
ANAEROBIOS GRAM-NEGATIVOS
Bacteroides spp 55 84,6

97
Es recomendable de forma inicial y siempre con Asimismo, la aplicación tópica de antibióticos
posterioridad al drenaje desbridamiento quirúrgico, es inadecuada, dada su dudosa penetración y difu-
utilizar antimicrobianos por vía parenteral para sión en los tejidos desvitalizados.
conseguir elevadas concentraciones plasmáticas y
tisulares, que coadyuven a una rápida remisión.
¿Qué tipo de protocolos se proponen?
Una vez lograda ésta, y en función del tipo de
microorganismos aislados en el cultivo, se valo- Si se trata de una infección aguda —celulitis o
rará seguir la pauta antibiótica por vía oral, dado linfangitis—, una cefalosporina de primera gene-
que con determinados fármacos, como las quino- ración o una penicilina isoxazólica pueden ser el
lonas —ciprofloxacino, ofloxacino— se consigue tratamiento adecuado si se aísla el Stafilococcus
igualmente un nivel de actividad mantenida y por aureus, el estreptococo y un tercer germen.
períodos prolongados.
El desbridamiento amplio y precoz de la zona
necrosada constituye una medida terapéutica funda-
¿Qué tipo de tratamiento antibiótico? mental como reiteradamente se expone en este
Tratado del pie diabético. No tan sólo es impres-
Deben seleccionarse siempre antimicrobianos cindible para obtener una mejoría clínica a nivel
que tengan una adecuada correlación clínico-micro- del pie, sino que habitualmente implica una más
biológica en las infecciones mixtas, con buena difu- factible compensación metabólica y un evidente
sión tisular y excelente tolerancia. mejor estado general en el enfermo.

No debe usarse en estos casos aminoglucósidos En los casos de infección crónica en que predo-
parenterales debido a su inactivación en focos supu- minan los bacilos gram-negativos, los anaerobios
rativos como los abscesos, su mala difusión en terri- y las enterobacterias, puede estar indicado un anti-
torios poco vascularizados y por su toxicidad. biótico con accción anti-anaerobia, como el metro-
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Tabla VII
Protocolos de tratamiento antimicrobiano en el pie diabético infectado

Protocolos de tratamiento empírico antimicrobiano

1. Infecciones de gravedad leve o leve-moderada. Situación clínica estable o regular. Sin antecedentes de
infecciones, ni cirugía, ni antibióticos previos en las 6 semanas anteriores.
— Ciprofloxacino 750 mg/12 h oral y ofloxacino 400 mg/12 h oral + clindamicina 300 mg/8 h oral

2. Infecciones de gravedad moderada. Situación clínica regular-mala. Sin antecedentes de infecciones, ni


cirugía, ni antibióticos previos en las 6 semanas anteriores.
— Clindamicina 600 mg/6 h i.v. + cefotaxima 1g/6 h o ceftazidima 1 g/8 h i.v.

3. Infecciones de gravedad importante. Situación clínica mala o sin antecedentes de infecciones por cirugía
previa o antibióticos previos en 6 semanas.
— Monoterapia: piperacilina - tazobactam 4/0,5 g/8h i.v. imipenem 500 mg/6 h i.v.

nidazol, la clindamicina o la cefoxitina, asociado a ¿Qué duración ha de tener la antibioterapia?


un segundo con acción sobre los bacilos gram-nega-
tivos, como la amoxicilina-ácido clavulánico, la La duración del tratamiento dependerá de
ciprofloxacina, la cefalosporina de tercera genera- la clínica, del tipo de estructuras afectadas —
ción, o el aztreonam. partes blandas o huesos— y del período evolu-
tivo.
La combinación piperacilina-tazobactam o el
98 imipenem pueden utilizarse en monoterapia. Con criterio general, será de un mínimo de tres
semanas y un máximo de tres meses si persiste algún
Si se aísla algún germen como el enterococo, el
Stafilococcus aureus, o una pseudomona no sensible foco infeccioso no totalmente erradicado con
a los antibióticos administrados, debe procederse a posterioridad a la cirugía.
las correcciones adicionales necesarias.
Finalmente, la actualización de la profilaxis anti-
Los protocolos más habituales en pautas de anti- tetánica no parece recomendarse en nuestro medio
bioticoterapia en el PD están sintetizados en la Tabla dada la poca frecuencia con la que el bacilo tetá-
VII. nico tiene su punto de entrada a partir del PD.
TÉCNICAS DE REVASCULARIZACIÓN EN EL PIE DIABÉTICO. Rodríguez J., Llaneza J.

CAPÍTULO VIII

TÉCNICAS DE REVASCULARIZACIÓN
EN EL PIE DIABÉTICO
Rodríguez J., Llaneza J.

1.- Introducción - By-pass.


2.- Revascularización
2.1.- Sector aorto-ilíaco - Endarteriectomía.
2.2.- Sector fémoro-poplíteo
3.- Simpatectomía - Cirugía endovascular.

- Simpatectomía.
1.- INTRODUCCIÓN
Obviamente, no difieren en su aplicación con
En el Capítulo VII se han expuesto las diversas respecto a las realizadas en el enfermo isquémico
opciones terapéuticas destinadas a mejorar la perfu- no diabético, pero determinadas características
sión en el pie diabético (PD), en aquellas situaciones morfológicas de la arterioesclerosis en el enfermo
en que la macroangiopatía tiene un papel decisivo diabético, como la plurisegmentariedad lesional, la
en la instauración y la evolución de la clínica. afectación prevalente de los troncos tibiales y la
calcificación, ya comentadas en otros capítulos,
Aunque estas opciones pueden, y de hecho consi- introducen importantes y valorables elementos dife- 99
guen, revertir situaciones de isquemia crítica a renciales tanto en la estrategia quirúrgica como en
isquemia estable o no crítica, la revascularización los resultados de permeabilidad, inmediata y tardía
constituye la terapéutica más estable a corto y medio (Tabla I).
plazos.
La patología asociada, habitualmente más
Al margen de estas situaciones, la revasculari- compleja en la DM, constituye asimismo un
zación es absolutamente precisa para garantizar la elemento diferencial con referencia al manejo pero-
cicatrización en aquel PD en el que, a causa de un peratorio y postoperatorio en el enfermo diabético,
proceso infeccioso, se ha realizado una exéresis con una evidente repercusión en la morbi-morta-
quirúrgica más o menos extensa y que inicialmente lidad de estas técnicas quirúrgicas.
no presentaba una buena perfusión. En el mayor
porcentaje de estas situaciones, si la revasculariza- En los siguientes apartados se indican y
ción no es viable o fracasa, la amputación es la comentan tanto los aspectos más relevantes de cada
única alternativa. una de estas técnicas como sus peculiaridades en
los diferentes sectores arteriales a revascularizar.
En este Capítulo se exponen las indicaciones,
técnicas y resultados de la cirugía revasculariza-
dora. a) Sector aorto-ilíaco

Las opciones de revascularización en este sector


2.- TÉCNICAS DE REVASCULARIZACIÓN: incluyen:
GENERALIDADES
- El by-pass aorto-femoral (bi o uni).
En la patología isquémica de las extremidades
inferiores disponemos de las siguientes cuatro - El by-pass extra-anatómico (axilo-femoral,
opciones técnicas de revascularización: fémoro-femoral).
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Tabla I
Resultados de permeabilidad a 12 meses de la revascularización (by-pass )
en enfermos diabéticos y no diabéticos

SECTOR REVASCULARIZADO NO DIABÉTICOS DIABÉTICOS

Aorto-ilíaco 95%-98% 95%-98%

Fémoro - poplíteo (1er segmento poplíteo) 80% - 85% 75% - 80%

Fémoro - poplíteo (3er segmento poplíteo) 75% - 80% 65% - 70%

Fémoro - tibioperoneo (proximal) 70% - 75% 50%

Fémoro - tibioperoneo (distal) 50% - 55% 25%

- La endarteriectomía. toria, la cardiopatía isquémica, la enfermedad


obstructiva respiratoria crónica, el nivel de creati-
- La cirugía endovascular en el sector ilíaco. nina en plasma y, en menor medida, la edad.

El by-pass aorto-femoral es una técnica que aporta Otros criterios, como el "abdomen hostil" por
resultados satisfactorios con probado nivel de radiación previa, las adherencias de asas intestinales
100 evidencia, en cuanto que su tasa de permeabilidad a secundarias a intervenciones abdominales previas,
los cinco años se sitúa en el 85%-90%, con una morbi- la obesidad extrema, la enfermedad inflamatoria
lidad del 8% y una mortalidad inferior al 5%. intestinal, y la colostomía, iliostomía o ureteros-
tomía, se consideran criterios de segundo orden y
La morfología lesional de la arterioesclerosis más relacionados con la morbilidad que con la propia
obliterante en este sector, como ya se ha comen- mortalidad post-operatoria.
tado, no presenta aspectos diferenciales en el
enfermo diabético con respecto al no diabético. Al Si de la valoración per-operatoria se deriva la
margen de lesiones hemodinámicamente significa-
conclusión de que la morbi-mortalidad esperada
tivas causadas por estenosis u obstrucciones únicas
será elevada, la revascularización se realiza mediante
y segmentariamente cortas que pueden ser tributa-
un by-pass en situación extra-anatómica, que será
rias de otras opciones de revascularización, la situa-
en posición axilo bi-femoral si ambos ejes ilíacos
ción más prevalente en el enfermo diabético es la
que viene significada por estenosis difusas, extensas están hemodinámicamente afectados, o en posición
y que afectan a ambos ejes ilíacos, sobre las que fémoro-femoral si uno de ellos se halla suficiente-
existe un consenso absoluto en cuanto a que la mente indemne (Figura 2).
técnica de revascularización debe ser el by-pass
aorto-bifemoral, mediante prótesis bifurcadas de Tanto en el by-pass aorto-bifemoral como en el
Dacron, Velour o PTFE (Figura 1). extra-anatómico, deben asegurarse flujos superiores
a los 240 ml/min, ya que con débitos inferiores, las
La aceptable baja tasa de morbi-mortalidad posibilidades de su oclusión precoz por trombosis
descrita está en relación directa con una valoración en un injerto con un diámetro igual o superior a 8
per-operatoria exhaustiva de determinados factores milímetros son elevadas.
generales del enfermo.
Este caudal es el que se observa en el by-pass
Se consideran criterios de primer orden y direc- axilo-uni-femoral, mientras que es sensiblemente
tamente implicados en la mortalidad post-opera- más elevado en el axilo-bifemoral.
TÉCNICAS DE REVASCULARIZACIÓN EN EL PIE DIABÉTICO. Rodríguez J., Llaneza J.

a) b)

Figura 1. Lesiones estenosantes y obliterantes en el sector Aorto-Ilíaco (a), revascularizados mediante by - pass Aorto - bi -
Femoral con prótesis de Dacron (b).

a) b)

101

Figura 2. Revascularización mediante técnica extra-anatómica: by


- pass axilo - femoral (a) y fémoro-femoral (b) ambas realizadas
con prótesis de Velour de 8 mm.

Las principales variables identificadas como y condicona la estrategia quirúrgica de la revascu-


causa tardía de obliteración en el by-pass son la larización.
hiperplasia intimal en la zona anastomótica femoral
y la propia progresión de la enfermedad en los En el enfermo diabético, este planteamiento estra-
segmentos distales a la misma, que se comportan tégico reviste especial complejidad con respecto al
comprometiendo el flujo de salida —out-flow—. no diabético, en función de la mayor prevalencia con
No obstante, esta última es también causa de su la que está comprometida la circulación distal y, en
obliteración precoz y, por tanto, la valoración per- este sentido, los diversos protocolos de exploración
operatoria del sector distal —arteria femoral hemodinámica y angiográfica descritos en el Capítulo
profunda, sector fémoro-poplíteo— es fundamental VI permiten adoptar la estrategia más adecuada.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

cuando la variable considerada en el análisis de


regresión logística es únicamente la estenosis de la
arteria ilíaca común.

Difícilmente, por las características morfoló-


gicas descritas, las lesiones del sector que pueden
resolverse mediante cirugía endovascular tienen
incidencia hemodinámica en la situación de isquemia
crítica en el PD. Por tanto, sus indicaciones se
realizan en situaciones de claudicación intermitente
a corta distancia —incapacitante—, o bien cuando
a) b)
debe revascularizarse el sector fémoro-poplíteo y
existe una lesión hemodinámicamente significativa
Figura 3. Cirugía endovascular en el sector ilíaco, como en el eje ilíaco ipsilateral.
estrategia previa a la revascularización del sector fémoro -
poplíteo. Angiografía pre (a) y post - operatoria (b). Finalmente, existe un criterio unívoco respecto
a la indicación de la cirugía endovascular en el
sector aorto-ilíaco, y que corresponde a enfermos
seleccionados para una revascularización fémoro-
poplítea y en los que en la angiografía se objetiva
una lesión estenótica en el sector aorto-ilíaco, respon-
La endarterectomía fue una técnica muy utili-
sable de un gradiente de presión de 5 mm Hg con
zada hasta la década de los años 1980, pero actual-
la extremidad en reposo o de 15 mm Hg después
mente tiene escasas indicaciones. En este cambio
de provocar una hiperemia física o farmacológica
de actitud han ponderado de forma fundamental los
de la extremidad.
resultados y, en menor medida, la simplicidad de
102 la técnica del by-pass y de la cirugía endovascular,
siendo factores adicionales en el enfermo diabético,
b) Sector Fémoro-Poplíteo-Tibial
la polisegmentariedad lesional y la calcificación.
Algunos grupos mantienen su indicación en enfermos
Como ya se ha mencionado, es el sector más
de edad inferior a los sesenta años y para lesiones
afectado en la DM y su prevalencia en los trastornos
que afectan de forma puntual a la bifurcación ilíaca
o segmentos cortos de un eje ilíaco. isquémicos oscila entre el 47% y el 65% según los
autores.
La cirugía endovascular, realizada mediante
angioplastia con balón de dilatación y asociada o En los enfermos diabéticos, las lesiones en el
no a stent, tiene la mismas connotaciones estraté- sector fémoro-poplíteo-tibial son las determinantes
gicas que en la arterioesclerosis obliterante en el en el 75% de los casos de las manifestaciones
enfermo no diabético. clínicas de isquemia, y únicamente en el 25% de
éstas, las lesiones en el sector aorto-ilíaco, únicas
En estenosis concéntricas u obstrucciones infe- o asociadas a las del sector fémoro-poplíteo-tibial,
riores a los cuatro centímetros de longitud y son determinantes de las mismas. En los enfermos
preferentemente de la arteria ilíaca común, los resul- no diabéticos, en el 75% de los casos, el sector
tados de la angioplastia ilíaca presentan una perme- dominante es el aorto-ilíaco.
abilidad inicial del 75%-100%, que decrece en
lesiones más extensas, excéntricas y calcificadas, Un aspecto diferencial entre ambos es que las
siendo la tasa de permeabilidad a corto y medio lesiones en el enfermo no diabético se localizan en
plazos semejante tanto en enfermos diabéticos como la arteria femoral superficial y primer segmento de
en no diabéticos (Figura 3). la arteria poplítea —canal de Hunter— y es poco
frecuente que se extienda a la totalidad de esta
A largo plazo los resultados siguen siendo exce- última, mientras que en el enfermo diabético la
lentes, consiguiendo cifras próximas al 80% de lesión se extiende también a la arteria poplítea y
permeabilidad a los siete años, o incluso del 90% los vasos distales.
TÉCNICAS DE REVASCULARIZACIÓN EN EL PIE DIABÉTICO. Rodríguez J., Llaneza J.

La técnica revascularizadora de elección en este


sector es el by-pass, interpuesto entre la arteria
femoral común y el primer o tercer segmento de la
arteria poplítea —supragenicular o infragenicular—
o los troncos tibio-peroneos.

Existen dos aspectos básicos para que dicha


técnica tenga viabilidad: que exista un sector distal
permeable que presente suficiente flujo de salida
—out-flow— y que se disponga de un segmento de
vena morfológicamente correcta, con un calibre
adecuado para utilizar como injerto cuando la anas- a)

tomosis distal se realiza en el tercer segmento de


Figura 4. Obliteración
la arteria poplitea o en los troncos distales tibio- fémoro-poplítea izquierda
peroneos. (angiografía pre-operatoria)
(a), revascularizada mediante
Las características lesionales de la arterioescle- by-pass con vena safena
rosis en el enfermo diabético hacen especialmente interna invertida (angiografía
post-operatoria) (b). b)
conflictivo el primer aspecto, y con mucha más
frecuencia se impone realizar anastomosis distales
a troncos tibio-peroneos a nivel maleolar, como
única opción de asegurar un buen flujo de salida. y a los tres años no difieren con respecto a cuando
se utiliza vena, siempre y cuando la anastomosis
El material idóneo es, sin ningún género de distal se realice a nivel del primer segmento de la
dudas, la vena safena interna, que además debe arteria poplítea, como acreditan diversos estudios.
presentar unas características determinadas para su
utilización, como son un diámetro no inferior a tres En este sentido, Abbott et al, y en una serie de 103
milímetros, una longitud adecuada y ausencia de by-pass fémoro-poplíteo al primer segmento de
dilataciones y esclerosis parietales. arteria poplítea, publican una permeabilidad a los
doce meses del 76% para el PTFE y del 75% para
La incuestionable ventaja de su utilización en el Dacron, similares a los de la vena, y del 58% y
este sector frente al material protésico implica que 62% a los tres años, algo inferiores estos últimos
en aquellos casos en que la vena safena interna no con respecto a la misma. Veith et al, en un estudio
es adecuada, deban agotarse otras posibilidades prospectivo, multicéntrico y randomizado, llegan a
alternativas, como la utilización de la vena safena conclusiones similares.
interna contralateral, la vena safena externa,
segmentos venosos superficiales de la extremidad Por las razones antes comentadas, en los
superior, e incluso, en caso extremo, la vena femoral enfermos diabéticos, la indicación de prolongar el
superficial o profunda. by-pass hasta los troncos tibio-peroneos a nivel
maleolar no constituye una excepción, y la impo-
Cuando se utiliza la vena safena interna, existen sibilidad de realizarla supone, como única alterna-
dos alternativas de tipo técnico: su implante en posi- tiva y en un porcentaje muy elevado de enfermos,
ción invertida, previa su extracción y ligadura de la amputación de la extremidad. Esta mayor preva-
colaterales, o bien en posición in situ. Ambas lencia y los discretos resultados que ha aportado
variantes acreditan tasas de permeabilidad similares esta revascularización a troncos distales en las dos
(Figura 4). últimas décadas cuando no se dispone de vena, ha
motivado el estudio y desarrollo de alternativas
Si no existe ninguna posibilidad de utilizar vena, quirúrgicas con la intencionalidad de mejorar la
la alternativa es el material protésico — Dacron, compliance del injerto, disminuir el desarrollo de
Velour, PTFE— que implica, respecto a la vena, un la hiperplasia intimal y, en definitiva, de mejorar la
mayor potencial de desarrollar reacción de hiper- tasa de permeabilidad.
plasia intimal a nivel de las anastomosis. A pesar
de ello, los resultados de permeabilidad inmediata Las más desarrolladas son:
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

- El by-pass secuencial. La cirugía endovascular en este sector tiene


indicaciones más restrictivas con respecto al aorto-
- El parche venoso (Linton y Taylor). ilíaco, y las peculiaridades ya mencionadas de
lesiones extensas y a menudo calcificadas hacen
- El cuff venoso (Miller). que esta técnica sea, a criterio de muchos autores,
aún si cabe más cuestionable en el enfermo diabé-
Cuando se utiliza la vena safena, la permeabi- tico. No obstante, existe cierta disparidad de crite-
lidad a los cinco años del by-pass fémoro-tibial se rios en las publicaciones, como lo indica la diver-
sitúa sobre el 67%; desciende al 50% cuando se sidad en los resultados de la permeabilidad inmediata
emplea una vena alternativa, pero no sobrepasa el y a los cinco años, con porcentajes que oscilan entre
12% cuando debe utilizarse material protésico o el 47% y el 70% (Tabla II y Figura 5).
heterólogo.
Los resultados de la cirugía endovascular en los
Sin embargo, autores como F.Veith et al cifran enfermos diabéticos con lesiones únicas de la arteria
la esperanza de salvar la extremidad a los tres años femoral superficial y clínica de claudicación inter-
en el 38%, lo cual anima a seguir realizando este mitente son comparables a los obtenidos en enfermos
tipo de cirugía, aun en ausencia de una vena claudicantes no diabéticos.
adecuada.
En nuestra experiencia, la angioplastia del sector
Diversos trabajos, como el de Matas et al, fémoro-polplíteo en situación de isquemia crítica,
presentan idénticas tasas de permeabilidad inme- y en enfermos con un riesgo quirúrgico elevado o
diata y a largo plazo cuando el by-pass se realiza con escasas posibilidades de revascularización,
en idénticas condiciones clínicas y técnicas en puede aportar incrementos en la presión de perfu-
sión, que aun no solucionando el problema isqué-
enfermos diabéticos y en los no diabéticos.
mico de forma definitiva, permiten, coyuntural-
mente, la cicatrización de las heridas y el tratamiento
104 En este sector, la tromboendarteriectomía es una
de la infección.
técnica que presenta resultados muy inferiores con
respecto al by-pass. En el enfermo diabético, en
razón a la plurisegmentariedad de las lesiones y a
3.- SIMPATECTOMíA
la existencia de calcificaciones, es una técnica abso-
lutamente cuestionable.
La indicación de la simpatectomía lumbar en la
isquemia crítica se basa en su capacidad para conse-
Constituyen una excepción las lesiones ostiales guir el incremento de flujo sanguíneo total de la
únicas o que se extienden hasta la segunda rama extremidad, en función de la abolición de la vaso-
perforante en la arteria femoral profunda, en enfermos constricción basal de las arteriolas y de los esfín-
en situación clínica de isquemia crítica y en los que teres precapilares, con el resultado de una vasodi-
la revascularización fémoro-poplítea es inviable. latación pasiva, que se logra a expensas básicamente
del territorio cutáneo.
Adicionalmente, esta técnica de profundoplastia
se realiza en aquellos casos en que debe procederse Se han observado incrementos de flujo que
a una revascularización del sector aorto-ilíaco oscilan entre el 10% y el 200%, en función de
mediante by-pass, y con la finalidad de mejorar el determinadas variables, entre las que cabe destacar
flujo de salida de su rama femoral. el grado de afectación neuropática y el de la enfer-
medad obstructiva arterial con los que curse la extre-
Se considera como un correcto criterio predic- midad previamente a la intervención.
tivo pre-operatorio de la efectividad de la profun-
doplastia la valoración angiográfica de la colatera- En enfermos en los que la situación clínica de
lidad de la arteria femoral profunda, que constituye isquemia se corresponde a obstrucciones multiseg-
el referente del eje de revascularización anatómico mentarias, la simpatectomía puede no ser efectiva,
al tercer segmento de la arteria femoral superficial, ya que su sistema arteriolar se encuentra en una
al primero de la arteria poplítea y a las ramas cola- situación de vasodilatación máxima ya en situa-
terales distales. ción basal.
TÉCNICAS DE REVASCULARIZACIÓN EN EL PIE DIABÉTICO. Rodríguez J., Llaneza J.

Tabla II
Permeabilidad inmediata y tardía de la revascularización en el Sector Fémoro-Poplíteo
mediante Cirugía Endovascular

SUPERVIVENCIA DE LA EXTREMIDAD

Autor Año N Post-op 12 meses 36 meses

Greenfield 1980 70 89%


Gallino 1984 289 87% 62% 58%
Johnston 1987 427 88% 75% 57%
Estevan 1990 179 96% 88% 81%
Harris 1991 191 95% 70% 63%
Stanley 1996 189 93% 46% 38%
Vroegindew 1997 51 85% 71%
Marinel.lo 2000 202 89% 85% 77%

La simpatectomía lumbar puede suponer un


cierto grado de mejora del dolor en reposo cuando
el índice tensional maléolo/brazo es superior a 0,3;
el gradiente de presión en el pie no es inferior a 30
milímetros de Hg; no se objetiva neuropatía auto- 105
nómica en grado avanzado o el test de hiperemia
reactiva es positivo.

El hecho de que los resultados obtenidos en


enfermos diabéticos a los que se les realizó la simpa-
tectomía lumbar sean de eficacia inferior con
respecto a los enfermos no diabéticos, puede ser
debido a su denervación vasomotora autonómica.

a) b)
En este sentido se ha sugerido que la "auto-
simpatectomía" de los vasos sanguíneos es conse-
cuencia directa de la neuropatía diabética. No
Figura 5. Imagen angiográfica pre y post - operatorio (a y obstante, histológicamente las piezas de amputa-
b), correspondiente a un procedimiento de cirugía endo- ción no muestran cambios en el patrón de la iner-
vascular en la arteria poplítea.
vación vasomotora en los enfermos diabéticos a los
que se ha realizado una simpatectomía previa.
ACTUACIÓN PODOLÓGICA EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL PIE DIABÉTICO. Padrós C., Escudero JR.

CAPÍTULO IX

ACTUACIÓN PODOLÓGICA EN LA
PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL
PIE DIABÉTICO
Padrós C., Escudero JR.

1.- Introducción
2.- Objetivos
3.- Metodología
a.- Anamnesis
b.- Exploración Física
4.- Queratopatías
5.- Onicopatías: onicocriptosis y
onicogrifosis
6.- Transtornos estructurales del pie
7.- Tratamiento Podológico
a.- De los trastornos estructurales
b.- De las Queratopatías
c.- De las Onicopatías 107
d.- De los procesos ulcerosos
8.- Educación Sanitaria Figura 1. El pie, obra de ingeniería.

1.- INTRODUCCIÓN de múltiples variables como la edad, la raza, o el


sexo.
Leonardo da Vinci decía que el pie es una "obra
de ingeniería" y al mismo tiempo una "obra de arte". Se ha calculado que a lo largo de una vida de
Si reparamos en los movimientos que debe realizar actividad media-moderada, los pies golpean el suelo
para mantener nuestra singular postura, nos vemos más de diez millones de veces.
obligados a darle la razón (Figura 1).
El primer tiempo de cada contacto consiste en
El pie es una estructura que cumple varias un golpe recibido por el almohadillado del talón,
funciones: que absorbe el impacto. En una fracción de segundo
y tras el contacto inicial que absorbe el golpe, pasa
- Estática de soporte. a ser una rígida estructura de apoyo que soporta el
peso del cuerpo en movimiento. Por último,
- Dinámica de transporte: desplazamiento de mediante los dedos, se convierte en un órgano
nuestro propio cuerpo o función de la marcha. impulsor que lo proyecta. Esta triple secuencia se
repite en cada paso (Figura 2).
- Amortiguación en la marcha y la adaptación a
los terrenos irregulares. En el apartado de este Capítulo correspondiente
a la exploración se describe de una forma sencilla
Los parámetros de normalidad en un pie nunca el comportamiento biomecánico del pie, y las alte-
son absolutos, y siempre son relativos, en función raciones estructurales que éste puede presentar con
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

3. METODOLOGÍA

El protocolo diagnóstico, terapéutico y de control


evolutivo, específico para el PD, se refiere en el
Anexo 1 al final de este capítulo.

a) Anamnesis

Deben valorarse los factores de riesgo, las enfer-


medades asociadas, la evolución de la diabetes
mellitus (DM), en especial en aquellos enfermos
con períodos evolutivos superiores a los diez años,
las complicaciones asociadas —renales, oculares,
cardiovasculares, HTA—, las alteraciones del
Figura 2. Fases de la marcha. sistema nervioso —autónomo o periférico—, el
nivel socioeconómico y la negación de la enfer-
medad.

El conocimiento de cada uno de estos aspectos


más frecuencia. La experiencia nos demuestra que va a permitir establecer una aproximación inicial
las de tipo biomecánico, algunas de tipo estructural en cuanto a las posibilidades —bajas, medias o
y un calzado inadecuado son, en la mayoría de los altas— que el enfermo diabético tiene para desa-
casos, los elementos responsables del inicio de las rrollar un pie de riesgo.
lesiones.

108 b) Exploración física


2.- OBJETIVOS DE LA ACTUACIÓN
PODOLÓGICA En sedestación se valoran:

La actuación podológica en el pie diabético (PD) - Los trastornos tróficos cutáneos, atrofia celular
se basa en tres objetivos primordiales: subcutánea.

- Prevención. - Las características de la piel: lustrosa, seca,


escamosa.
- Tratamiento.
- Las fisuras en el talón o en las prominencias
- Educación sanitaria. óseas.

La prevención se realiza mediante el diagnós- - La presencia de queratopatías y su localiza-


tico precoz de las posibles alteraciones, ya sean ción.
estructurales, biomecánicas, inflamatorias o infec-
ciosas, utilizando para ello un protocolo de explo- - La existencia de onicopatías y su localización.
ración encaminado a:
- Las lesiones micóticas: onicomicosis, derma-
- Identificar y controlar los factores de riesgo. tomicosis.

- Prevenir la ulceración neuropática. - Los trastornos de la pilificación.

- Retrasar el inicio o progreso de la úlcera - Las alteraciones de la sudoración: anhidrosis,


vascular. hiperhidrosis.

- Evitar la amputación. - La fórmula estructural del pie:


ACTUACIÓN PODOLÓGICA EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL PIE DIABÉTICO. Padrós C., Escudero JR.

Fórmula digital: pie egipcio, griego, cuadrado. Pie cavo: ausencia total de apoyo en la zona que
corresponde al mediopié.
Fórmula metatarsal: index plus, minus, plus-
minus. Pie equino: sólo existe contacto en la zona meta-
tarsal.
- Las alteraciones del pie: pie cavo, plano.
Pie talo: la zona que contacta es el talón; el resto
- Los trastornos en la alineación de los dedos: del pie no se apoya en el suelo.
hallux valgus, varus, o flexus.
Pie varo: el pie se apoya mediante el borde
- La morfología de los dedos: en garra, en externo del talón, la apófisis estiloides, el quinto
martillo, en maza. metatarsiano y el quinto dedo.

Al igual que en el apartado anterior, anotaremos Pie valgo: sólo contacta la zona interna del talón
en la hoja de protocolo el tipo de alteración y la y el primer radio, restando toda la zona externa
localización de la misma. sin apoyar en el suelo.

Con el enfermo sentado en la mesa de explora- Este estudio se realiza mediante el podograma,
ción, se observan las alteraciones de la piel y de las en el que queda reflejada la huella plantar sobre una
uñas; las manifestaciones cutáneas de la enfermedad lámina de papel. Cuando no existe ninguna altera-
vascular y las áreas de eritema o hinchazón. ción en el apoyo plantar, se observa un color
uniforme en toda la superficie de apoyo, y en una
La inspección de la planta del pie es tan impor- huella en la que existan zonas sometidas a mayor
tante como la del dorso, y los patrones de la forma- presión, se objetiva un aumento de la coloración en
el punto de apoyo de las mismas, dato que permite
ción plantar de callosidades indican áreas de hiper-
realizar un pronóstico sobre el cual puede desarro-
presión que pueden orientar sobre una alteración 109
llarse con cierta facilidad un mal perforante plantar
biomecánica del pie.
si no se realiza un tratamiento adecuado.
En bipedestación estática, primero cerca y luego
Actualmente existen sistemas computarizados
a algunos metros del examinador se explora la aline-
que analizan la huella del pie tanto en situación está-
ación del antepié y del retropié, la deformidad focal tica como dinámica, indicando los puntos de mayor
así como el estado de los arcos longitudinales presión, sus porcentajes en cada uno de ellos, los
externo e interno. centros de gravedad, las líneas de fuerza, y la varia-
ción de presiones y ejes, mediante codificaciones
El estudio de la huella plantar o imagen que cromáticas que facilitan el diagnóstico (Figura 3).
imprime la planta del pie sobre una superficie hori-
zontal orienta sobre las anomalías en el apoyo En bipedestación dinámica, se realiza el estudio
plantar. biodinámico, que nos muestra cómo actúa el pie en

En la huella plantar se valoran tres sectores:


metatarsal o anterior del pie, medio o del mediopié
y el talón.

Podemos encontrar diferentes tipos de huellas:

Normal: muestra en la parte externa una zona


convexa y en la interna una cóncava. Los dedos
contactan con el suelo por la zona del pulpejo.

Pie plano: no existe concavidad interna, exis-


tiendo aumento de superficie de contacto en la
Figura 3. Estudio de las zonas de presión mediante un
zona media del pie. podograma.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

cada una de las distintas fases de la marcha: choque En función de ello, y valorando la gran cantidad
del talón, apoyo total del pie, y propulsión o de veces que apoyamos el pie en el suelo y el hecho
despegue. de que un microtraumatismo continuo puede llegar
a producir una úlcera, podemos concluir que la
Mediante esta exploración, se observa el apoyo prevención más razonable, a la vez que efectiva, es
del pie en la fase activa, que indica si existe un el estudio completo del pie, tanto en situación está-
desplazamiento del apoyo en la primera fase —talón tica como dinámica, estudio que debe realizarse en
varo o valgo—, o bien si el apoyo del pie es el momento en que se diagnostica la enfermedad
completo o presenta alguna alteración, como un ya que, como se ha mencionado en el Capítulo II,
hundimiento del mediopié. el pie de un enfermo diabético se sitúa en una situa-
ción de riesgo en el mismo momento del diagnós-
Así, en la artropatía de Charcot, en la que el tico de la DM.
punto de mayor presión del pie en la segunda fase
de la marcha se sitúa en la zona del arco interno a Finalmente, debe realizarse una exploración
nivel del hueso escafoides que no está preparado neurológica, en función de la cual, remitiremos al
para soportar anomalías en la presión plantar, se enfermo al especialista en neurología.
podrá pronosticar la aparición de una úlcera a no
ser que procedamos a la modificación de la carga
en esta zona. 4.- QUERATOPATÍAS

En la fase de propulsión se observa cómo actúan La queratinización se define como la variación


los metatarsianos; cuál de ellos es el que recibe física, química y morfológica relacionada con el
curso hacia el exterior de las células que nacen en
mayor presión y cuál es el último en despegar del
la capa basal y terminan en la capa córnea.
suelo, que será el más expuesto a la lesión.
Generalmente, una célula tarda unos vientiocho
110 Las alteraciones en el movimiento del pie y del
días en seguir esta evolución, dependiendo de la
tobillo pueden suponer un movimiento de prona-
irritación y de la vascularización de la zona. En
ción o supinación. Esta situación, en un enfermo
aquellas mejor perfundidas y en las sometidas a
diabético, puede traducirse por un pie pronado, con
microtraumatismos continuos, este intervalo evolu-
aumento de la presión en toda la zona interna del
tivo se reduce, razón por la que existe una mayor
pie, incluida la cabeza del primer metatarsiano, el reproducción celular, un incremento de la capa
primer dedo y la uña. córnea y una mayor concentración de queratina.
En un pie supinado podemos encontrar lesiones La sensibilización es el enrojecimiento de la
a nivel de la apófisis estiloides, en la cabeza del piel, que cursa clínicamente con dolor, edema, signos
quinto metatarsiano y del quinto dedo. inflamatorios y, morfológicamente, con aumento de
la capa córnea.
Los podogramas dinámicos y estáticos que se
obtienen en el momento de la exploración en bipe- La vesiculación consiste en una formación ampo-
destación son indicativos del riesgo de lesión por llosa, producida por el aumento de presión, que
hiperpresión o sobrecarga, y deben complementarse puede romperse por el roce del calzado y evolu-
con la exploración radiológica en proyecciones cionar hacia una úlcera. Es más frecuente en la zona
dorso-plantar y lateral de ambos pies, que permiten del talón.
detectar trastornos óseos morfológicos y estructu-
rales. La hiperqueratosis es la hipertrofia de la capa
córnea, con un aumento consideable del número de
Los más frecuentes son: la descalcificación gene- células de queratina. Existe engrosamiento de colo-
ralizada, la osteólisis, prevalente en las falanges y ración pardusca, que puede extenderse desde el centro
en la epífisis distal de los metatarsianos, y la arti- de la diáfisis metatarsal hasta la zona media de las
culación neuropática, que constituyen datos que diáfisis de las falanges proximales. Su localización
tienen valor como punto de referencia evolutivo de más frecuente es en las cabezas metatarsales centrales
las lesiones. —segunda, tercera y cuarta— (Figura 4).
ACTUACIÓN PODOLÓGICA EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL PIE DIABÉTICO. Padrós C., Escudero JR.

Figura 4. Hiperqueratosis de los radios medios. Figura 6. Tiloma.

Se produce por la presión, la fricción intermitente palmente en el quinto, y en las zonas de las articu-
o por el deslizamiento de planos. La parte impli- laciones interfalángicas. Afecta a todas las capas a
cada del pie se desplaza con respecto al zapato en partir del estrato espinoso. Casi siempre aparece
cada paso, lo que produce una lesión en la piel y el primero el tiloma y, si la presión persiste, da lugar
consiguiente aumento de queratina. al heloma (Figura 6).

El heloma —también denominado clavo— es En el higroma subcutáneo se produce una extra-


una hiperqueratosis nucleada, originada por la vasación de líquido intercelular sin salida al exte-
presión intermitente de la piel sobre un punto óseo rior, debida al desplazamiento de los planos sobre
y a menudo también por exostosis o prominencias las capas más profundas y el tejido subcutáneo.
óseas a nivel de las zonas articulares de los dedos: Puede ir acompañada por hemorragia por rotura de
dorso del quinto dedo, zona interdigital. Afecta a los capilares de la zona. 111
todas las capas de la epidermis, condicionando una
isquemia de la basal (Figura 5). La bursitis es la inflamación del higroma, con
alteración del periostio. En esta fase existe riesgo
El tiloma —también conocido como callo— de infección.
consiste en un aumento de la queratina, pero sin
núcleo. Aparece en el dorso de los dedos, princi- La localización de las queratopatías es variable y
las más frecuentes están referenciadas en la Tabla I.

5.-ONICOPATÍAS

Las uñas son estructuras córneas, curvadas o


planas, situadas en el extremo superior de las
falanges distales. Su función es la de proteger las
fibras sensitivas y las partes blandas de los dedos
de las presiones anómalas. Son de forma rectan-
gular, y su superficie es lisa y convexa.

Desde un punto de vista biomecánico, en la fase


de apoyo, contribuyen al contacto del pulpejo con
el suelo, ampliando su superficie de apoyo y aumen-
tando la estabilidad del dedo y, en consecuencia,
del antepié.

En la fase de despegue, aumentan el brazo de


Figura 5. Heloma de la cabeza del primero y quinto meta-
tarsianos.
palanca de la falange distal y son sinérgicas con la
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Tabla I
Localizaciones más frecuentes de las queratopatías

CARA PLANTAR • Metatarsianos centrales 2º, 3º y 4º. Causada por el hundimiento del arco anterior
• Cabezas metatarsales del 1º y 5º radios. Debida a la elevación del arco anterior o
transverso
• Pulpejos de los dedos, sobre todo 2º, 3º y 4º. Por aplastamiento del arco anterior y
alargamiento de los mismos

DORSO DEL PIE • Dorso de los dedos - dedos en garra -


• Empeine del pie, 2ª cuña - pie cavo -

ZONA INTERNA • Articulación metatarsofalángica -”juanete”-


• Escafoides
• Maléolo interno

TALÓN • Zonas laterales del talón. Provocadas por calzado estrecho o por zapato abierto por la
parte posterior, con el tacón del zapato inferior al del pie
• Inserción del tendón de Aquiles
• Haglund: exostosis de la zona posterior del calcáneo

ZONA EXTERNA • Apófisis estiloides


• Cabeza 5º metatarsiano
112 • Maléolo externo

DEDOS • Espacios interdigitales - lesiones “en beso” -


• Periungueales
• Ingueales

acción del músculo flexor en el momento del Su etiología puede ser múltiple:
despegue, protegiendo los tejidos distales y evitando
su hipertrofia. - Morfología de la lámina ungueal: en doble
picado y espiral o voluta; uña en teja (Fi-
Onicocriptosis: es el crecimiento de la uña hacia gura 7).
el interior de la carne. La causa suele ser un factor
mecánico, que puede ir acompañado de otros, como - Alteraciones estructurales del dedo: hiperex-
un calzado puntiagudo, una uña en forma espiral,
tenso, segundo dedo más largo, supra-infra-
traumatismos, o el corte inadecuado de la misma.
ductus y rotaciones del mismo.
Clínicamente, se observa una zona inflamada y
muy dolorosa por la penetración de la uña en el - Problemas biomecánicos del pie: pronación,
borde ungueal del dedo a manera de un arpón. Se pie plano-valgo.
forma un mamelón angioblástico que se puede
fibrosar y al mismo tiempo abscesificarse, pudiendo - Traumática: microtraumatismos —compresión
llegar a provocar una osteítis. del calzado, tacón alto.
ACTUACIÓN PODOLÓGICA EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL PIE DIABÉTICO. Padrós C., Escudero JR.

En un pie con esta fórmula digital y especial-


mente cuando el primer dedo es muy largo, hay que
prestar atención a las lesiones producidas en la
falange distal del mismo, ya sea en la uña por presión
del calzado, en la zona lateral de la articulación
interfalángica, o en la parte más distal del pulpejo
del dedo, ya que la presión que el zapato ejerce en
la parte distal de la falange repercute en esta zona,
pudiendo llegar a producirse una úlcera por presión.

Pie griego: el primer dedo es más corto que el


Figura 7. Uña en teja. segundo y éste más largo que todos los demás.

Este tipo de pie puede producir lesiones a nivel


del segundo dedo, tanto en el pulpejo como en las
Onicogrifosis: consiste en la curvatura y engro- articulaciones interfalángicas, ya que en la mayoría
samiento, en sentido plantar, de la parte frontal de de los casos va acompañado por una posición en garra.
la uña hipertrofiada. Suele provocar úlceras en el
lecho ungueal por la presión del zapato sobre la uña Pie cuadrado: el primer dedo es igual que el
(Figura 8) segundo y los tres restantes decrecen progresiva-
mente.
En su etiología se señala la mala perfusión arte-
rial de la matriz y los microtraumatismos conti- Es el que suele presentar menos problemas, ya
nuados. que los dedos se colocan dentro del zapato de una
forma ordenada, recibiendo todos ellos la misma
presión en función de su acción durante la marcha.
6.- TRASTORNOS 113
ESTRUCTURALES DEL PIE
Fórmula metatarsal

Formas estructurales del pie Index plus: el primer metatarsiano es más largo
que el segundo y así sucesivamente con respecto
al resto de los metatarsianos.
Fórmula digital
Esta fórmula metatarsal ocasionará con fecuencia
Pie egipcio: el primer dedo es más largo que el un hallux rigidus, una sesamoiditis, o hiperquera-
segundo; éste es más largo que el tercero y así tosis en la zona de la primera cabeza metatarsal,
progresivamente. por aumento de la presión en la misma en el
momento del despegue.

Index minus: el primer metatarsiano es más corto


que el segundo y éste es más largo que todos los
demás.

En este caso, la presión en el momento de la


marcha recaerá sobre la cabeza del segundo meta-
tarsiano, que puede implicar lesiones a este nivel
en forma de hiperqueratosis o heloma, tanto en la
articulación como en la zona externa. La insu-
ficiencia del primer metatarsiano hace que se desvíe
para aumentar la zona de despegue, motivo por el
que casi siempre se acompaña de un hallux valgus
Figura 8. Onicogrifosis.
incipiente.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Index plus-minus: el primer metatarsiano es igual Hallux varus: es la deformidad opuesta al hallux
al segundo y el resto disminuye progresivamente. valgus. El primer dedo se dirige hacia el eje sagital
del cuerpo.
Esta fórmula metatarsal podemos definirla como
la ideal. Al igual que la fórmula digital cuadrada, La zona de riesgo es toda la parte distal del
presenta una correcta distribución de presiones y primer dedo por compresión y roce del calzado.
por tanto es difícil la aparición de lesiones.
Hallux flexus: se caracteriza por una deformidad
en flexión dorsal del primer metatarsiano, cuya
Otras formas estructurales del pie extremidad distal forma una prominencia en el dorso
del pie, dando origen a un "juanete" dorsal.
Pie cavo: se caracteriza por el aumento anormal
de la bóveda plantar, un incremento de apoyo en Va acompañado por la flexión plantar en la
las cabezas metatarsales y de dedos en garra. primera falange del primer dedo y de una hiperex-
tensión de la articulación interfalángica.
Las zonas de riesgo son: las plantares de las
cabezas metatarsales, el talón, el dorso y el pulpejo Las zonas de riesgo son: la prominencia dorsal
de los dedos, y la prominencia de la segunda cuña de la cabeza del primer metatarsiano y la articula-
en el dorso del pie. ción interfalángica.

Pie plano: se caracteriza por una deformidad en Quintus varus: se caracteriza por la prominencia
valgo del retropié, asociada generalmente a un hundi- a nivel de la parte externa de la cabeza del quinto
miento de la bóveda plantar. metatarsiano, la desviación hacia el eje del pie del
mismo radio y la inclinación del quinto dedo.
Las zonas de riesgo son: el arco interno, la promi-
nencia del escafoides y la zona interna del calcáneo. La zona de riesgo es la cabeza del quinto meta-
114 tarsiano por su zona lateral.
En este apartado hay que incluir la neuroartro-
patía de Charcot, ya descrita en capítulos prece- Se observan otras formas de alineación inco-
dentes, y que se caracteriza por la destrucción rrecta de los dedos y se reconocen varios patrones
progresiva de las articulaciones tarsianas, tarso- recurrentes como son el dedo en "garra", el dedo
metatarsiana y metatarsofalángica. en "martillo" y el dedo en "maza".

La pérdida de la sensibilidad al dolor y las alte- En cada caso hay que tener en cuenta, y de forma
raciones propioceptivas conllevan a la aparición de individual, la deformidad específica, el área de
esta artropatía que, además, va acompañada por formación de la callosidad por fricción y la estabi-
rotación externa, eversión y pérdida del arco longi- lidad de las articulaciones.
tudinal interno, que traslada la carga al primer radio.

7.- TRATAMIENTO
Trastornos en la alineación de los dedos

Hallus valgus: consiste en la desviación del a) De los trastornos estructurales


primer dedo en valgo, y del primer metatarsiano en
varo —más de quince grados—. La planificación terapéutica se establecerá según
los datos obtenidos en la exploración y el nivel de
Las zonas de riesgo son la prominencia de la riesgo del enfermo, y la finalidad de la misma es
articulación metatarsofalángica, la zona plantar de efectuar una prevención destinada a que no se
la articulación metatarsofalángica, la zona interna produzcan las lesiones, y mediante la corrección de
de la falange distal del primer dedo —por compre- los trastornos en el apoyo.
sión del segundo dedo—, el segundo dedo en
martillo y el segundo dedo infraductus o supra- Utilizaremos tratamiento exclusivamente orto-
ductus. podológico mediante soportes plantares u ortesis de
ACTUACIÓN PODOLÓGICA EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL PIE DIABÉTICO. Padrós C., Escudero JR.

silicona para redistribuir las presiones en los puntos El soporte plantar equilibra la articulación de
de máxima carga. Chopart y facilita la pronación en la última fase de la
marcha, permitiendo la caída del metatarsiano, pero
Soportes plantares: son elementos de soporte- no debe entorpecer los movimientos normales del pie
base, colocados alrededor de toda o de una parte y, como contrapartida, debe controlar y corregir una
del pie deficitario y destinados a proporcionarle posición incorrecta en cada período de la marcha.
apoyo, compensar sus deformidades y mejorar su
función. También se confeccionan a partir de elastómeros
vulcanizados en frío, u ortesis de silicona que, apli-
Existen tres tipos de soportes plantares: cadas sobre el pie durante su proceso de fraguado,
se distribuyen de acuerdo con las presiones reci-
Correctores: reestablecen las relaciones osteo- bidas, normalizando las posiciones anómalas del
articulares normales en enfermos en los que todavía mismo.
no se ha establecido la deformación.

Compensadores: pretenden dar un apoyo más Tipos de ortesis


favorable y un mejor reparto de presiones cuando
la deformación es ya irreductible. Paliativa: no a afecta la estructura del pie. Su
función es la de liberalizar y proteger zonas de hiper-
De apoyo: suministran un sostén flexible y presión, aliviando las lesiones dolorosas y evitando
preciso para puntos en los que existe una alteración los microtraumatismos.
de las presiones.
Son ejemplos de las mismas los separadores inter-
En función de sus características —elasticidad, digitales y protectores del dorso del dedo (Figura 9).
flexibilidad, densidad, resistencia a la presión y
capacidad de recuperación— son de tres tipos: Funcional: destinada a corregir las deformidades 115
rígidos, semirrígidos y blandos. del antepié modificando su posición y eliminando
zonas de presión y roce como, por ejemplo, el
Estas características varían en función del tipo elemento subfalángico.
de material que utilicemos en su confección, de los
objetivos a conseguir y de las diferentes patologías Prótesis sustitutiva: en las amputaciones
que presente el enfermo. Su confección, a partir de menores, reemplaza una parte o segmento del pie
moldes de yeso obtenidos previamente en el pie y restableciendo su función normal.
sobre los que se realizan las correcciones pertinentes
a cada alteración, implica un tratamiento indivi- Anotaremos en las hojas de protocolo y en el
dualizado que debe permitir mantener el pie en bipe- apartado de prevención el tipo y la localización del
destación de la forma lo más equilibrada posible, trastorno, la fecha de instauración, el tipo de trata-
aun en presencia de las anormalidades estructurales miento y la evolución del mismo.
que pueda presentar toda la extremidad.

b) De las queratopatías

En aquellas situaciones en las que el pie presente


lesiones incipientes como fisuras, hiperqueratosis
o helomas, debe procederse, en primer término, a
un tratamiento quiropodológico, destinado a paliar
o a curar de una forma incruenta las queratopatías
y onicopatías.

El tratamiento quiropodológico puede aplicarse


en cualquiera de los trastornos de la queratiniza-
Figura 9. Aplicación de la ortesis sobre el pie. ción, mediante técnicas de:
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Las opciones técnicas de reeducación ungueal,


una vez recuperada la uña, son:

- Fresado con desfila de gasa o algodón.

- Uña artificial con resina.

- Ortonixia de acero inoxidable.

- Lengüetas plásticas correctoras.

Figura 10. Deslaminación de la hiperqueratosis. Onicogrifosis: en este caso el tratamiento consiste


en la reducción mecánica del grosor de la uña,
mediante fresado, conformando una forma cuadrada
y sin prominencias, y que debe repetirse de forma
periódica en función del crecimiento de la misma.
- Deslaminación (Figura 10).

- Enucleación de los helomas. d) De los procesos ulcerosos

- Eliminación de los tilomas. El tratamiento variará según se trate de una


úlcera neuropática o vascular. Por tanto, es básico
De esta manera se consigue eliminar todo inicio establecer previamente su diagnóstico. Valorar la
de lesión de la piel que pueda derivar en una herida forma de inicio, el tiempo de evolución y la causa
o lesión. que la provocó —traumatismo, punto de presión.
116
Anotaremos si el enfermo sigue un correcto
c) De las onicopatías control metabólico y vascular, y si se han realizado
tratamientos previos, sistémicos o tópicos, de la
Onicocriptosis: el objetivo es eliminar la espí- lesión.
cula de la uña clavada en la carne, pero sin lesionar
el lecho ungueal y dejando todo el borde de la uña El siguiente paso será establecer las intercon-
afectado con un corte lineal para evitar posibles sultas pertinentes con las especialidades de neuro-
recidivas. logía, angiología y cirugía vascular y endocrino-
logía para establecer de forma conjunta una pauta
Es importante establecer la etiología de la onico- de tratamiento a todos los niveles.
criptosis ya que, una vez recuperada la uña de la
inflamación o de la infección asociada, pueda proce- Es conveniente desde el inicio del proceso ulce-
derse a una reeducación ungueal. roso comprobar mediante radiología simple o TAC
el alcance exacto de la lesión, en función de que el
Si ésta no es posible por la forma de la uña o estadio clínico se establece por la información
por el gran mamelón del que va acompañada, debe macroscópica inmediata (Figura 11).
procederse a la exéresis quirúrgica del borde impli-
cado mediante anestesia local y consiguiendo, de
esta forma, una uña aplanada en la mayoría de los Úlcera neuropática
casos y sin riesgo de recidivas.
Medidas generales:
Antes de iniciar estas maniobras, es básico
conocer el grado de perfusión arterial del pie, ya - Control metabólico.
que la existencia de isquemia evolucionada implica
muy a menudo que existan complicaciones evolu- - Control del posible proceso infeccioso (anti-
tivas graves en el postoperatorio de estas técnicas. bióticos).
ACTUACIÓN PODOLÓGICA EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL PIE DIABÉTICO. Padrós C., Escudero JR.

circundantes, utilizando para ello fieltros adhesivos


de diferente grosor.

Deben extremarse ciertas precauciones, como


evitar que los fieltros formen pliegues o arrugas.
Éstos deben ser amplios y proteger toda la zona
circundante de la lesión y que la descarga nunca
sea cerrada ya que produce edema de ventana.

Podemos, en algunos casos, realizar soportes


plantares provisionales de descarga.

Úlcera neuroisquémica

Debe realizarse evaluación por el angiólogo y


Figura 11. Ósteítis de la epífisis distal del III metatarsiano el cirujano vascular (véanse los Capítulos VI, VII
en una úlcera neuropática. y VIII).

Evaluación y control
- Control radiológico.
Por último, debe cumplimentarse el protocolo
Medidas locales: de las visitas de control, según el tipo de úlcera,
rellenando la hoja de curso clínico en cada uno de
- Adecuada aseptización de la zona. ellos.
117
- Eliminación de las hiperqueratosis, dejando al Mediante esta sistemática, se consigue mantener
aire la lesión. el seguimiento del proceso ulceroso y evaluar dimen-
siones del mismo como el aspecto, la aparición de
- Desbridamiento mecánico de la úlcera, resecando reacción local o signos de infección, y los cambios
esfacelos, tejidos desvitalizados y necróticos. en el tratamiento farmacológico u ortopodológico.
Todo ello implicará el tener una información ágil y
- Toma de muestras para cultivo. clara, que facilite un seguimiento del proceso y la
evaluación del tratamiento.
- Lavado exhaustivo con suero fisiológico o anti-
sépticos astringentes.
8.- EDUCACIÓN SANITARIA
- Aplicar la terapia farmacológica elegida para
favorecer la regeneración del tejido de granu- La educación sanitaria responde a un proceso
lación. (Véase el Capítulo VII). de adquisición de conocimientos, y a la modifica-
ción de actitudes y hábitos, tendente a mantener y
Es esencial la descarga o protección de los puntos mejorar el estado de salud. Dirigimos nuestra educa-
de presión alrededor de la lesión para conseguir un ción a enfermos que requieran medidas de auto-
buen resultado del tratamiento. cuidado y participación activa en el manejo de la
enfermedad.
Este tipo de úlceras son por lo general de evolu-
tividad larga. Por tanto, y de forma asociada a estas Utilizamos métodos bidireccionales, que
medidas terapéuticas, debemos aplicar descargas permiten un intercambio activo entre el enfermo y
provisionales que permitan la deambulación y la el educador.
vida normalizada del enfermo, sin que ello afecte
a la zona lesionada del pie, evitando la presión loca- Informamos sobre la importancia del cuidado
lizada en la misma y distribuyéndola en las zonas de los pies y ofrecemos un adiestramiento suficiente
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

para que sea el propio enfermo quien tome la respon- práctica la realización de una serie de actividades
sabilidad de hacerlo. que mejorarán la salud de sus pies. Conseguir su
motivación en este proceso es esencial. Esta visita
Una vez diagnosticado el nivel de riesgo inicial debe completarse con la entrega de infor-
mediante las exploraciones protocolizadas proce- mación escrita, que debe ser sencilla e inteligible.
deremos a las pautas de educación sanitaria, que
deben realizarse en todos los enfermos diabéticos En una segunda visita evaluamos el estado de
en general —pie de riesgo—, y de forma especial los pies del paciente, de manera que podamos
en aquellos que presenten ya alteraciones estructu- comprobar si ha seguido las pautas indicadas y
rales en su pie. volviendo a recalcar los consejos. No deben obviarse
en la terminología utilizada términos como úlcera
En una primera visita interrogamos al enfermo o amputación, aunque puedan suscitar cierto temor.
sobre cuáles son sus actitudes diarias en cuanto al
cuidado de los pies. A partir de estas referencias y En visitas sucesivas, insistiremos en aquellas pautas
de nuestra propia observación, aconsejamos de forma que el enfermo no ha realizado (Anexo 1 y 2).

118
ACTUACIÓN PODOLÓGICA EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL PIE DIABÉTICO. Padrós C., Escudero JR.

ANEXO 1

PROTOCOLO PACIENTE DIABÉTICO Fecha


Nombre: Apellidos: Edad
Sexo V H Fecha detección de la enfermedad Tipo: I II

*Factores de riesgo
— Edad> de 40 años SÍ NO
— Diabetes > de 10 años de duración SÍ NO
— Compliacaciones asociadas:
Oculares: SÍ NO
Renales: SÍ NO
Cardiovasculares: SÍ NO
H.Y.A. SÍ NO
S/N Periférico SÍ NO
S/N Autónomo SÍ NO
— Tabaquismo SÍ NO
— Alcoholismo SÍ NO
— Bajo Nivel Socio-Económico SÍ NO

*Exploración física: Izquierdo Derecho


119
— Trastornos Trófico-Cutáneos
— Atrofia Celulkar Subcutánea
— Piel Lustrosa ⁄ Seca ⁄ Escamosa
— Fisuras Talón / Prominencias
— Hiperqueratosis:
Localización

— Lesiones Micóticas
Localización:

— Engrosamiento Ungueal:
Localizacións:

— Trastornos de la Pilificación:
— Trastornos de ls Sudoración:
— Trastornos Estructurales:
— Deformidades del Pie
— Deformidades de los Dedos
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

EVALUACIÓN CLÍNICA DE LA ÚLCERA Fecha


Nombre: Apellidos: Edad
Sexo V H Fecha detección de la enfermedad Tipo: I II

Prevención Fecha
— Localización:
— Tratamiento......................................................
................................................................................... Evolución
................................................................................... Alta:

Lesión incipiente:
— Localización:
— Tipo:
— Tratamiento......................................................
................................................................................... Evolución
................................................................................... Alta:

Lesión instaurada: Fecha


— Úlcera Neuropática: — Úlcera Vascular:
— Tiempor de Duración:
120 — Forma de inicio:
— Causas:

Control metabólico: SÍ NO
Control vascular: SÍ NO
Medicación antibiótica (S) SÍ NO
Medicación antibiótica (T) SÍ NO
Fecha de inicio:
Pauta: ...............................................................................................................................................................
...........................................................................................................................................................
...........................................................................................................................................................
..........................................................................................................................................................................
...........................................................................................................................................................

M. ENDOCRINO Nombre:
Dirección: Tel.:
C. VASCULAR Nombre:
Dirección: Tel.:
Observaciones
ACTUACIÓN PODOLÓGICA EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL PIE DIABÉTICO. Padrós C., Escudero JR.

*Exploración neurológica
* Reflejo Rotuliano: Normal I D Dismiuido: I D Ausente: I D
* Reflejo Aquileo: Normal I D Dismiuido: I D Ausente: I D
* Sensibilidad Táctil: Normal I D Dismiuido: I D Ausente: I D
* Sensibilidad Térmica: Normal I D Dismiuido: I D Ausente: I D
* Sensibilidad Dolorosa: Normal I D Dismiuido: I D Ausente: I D

* Sensibilidad Vibratoria: Izquierda Derecha


Graduación: Rótula Rótula
Maléolo Int: Maléolo Int:
Cabeza 1er Met. Cabeza 1er Met.

* Signo de Romberg: Normal: Alterado:

* Exploración vascular Izquierdo Derecho


— Coloración Pierna/pie
— Frialdad Cutánea/Plantar
— Pulsos - Tibial posterior
Pedio
— Tiempo de Repleción Venosa (en seg)
— Oscilometría (Valores) 121

— Índice Presión Maléolo/Brazo


Muslo / Brazo
Izquierdo Derecho
— Doppler Gráfico Perf Simet. Perf Asim. Perf Simet. Perf Asim.
Curva Velocidad de Flujo Femoral:
Curva Velocidad de Flujo Poplítea:
Curva Velocidad de Flujo Tibial P:
Curva Velocidad de Flujo Pedia:

* Pruebas coimplementarias
— Pedigrafías:

— Radiografías:

* Observaciones
...............................................................................................................................................
...........................................................................................................................................................
NIVEL DE RIESGO I II III
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

* Localización de la Úlcera
Observaciones:..................................................
...........................................................................
...........................................................................
...........................................................................
...........................................................................
..........................................................................
..........................................................................
Izquierdo Derecho
* Zona Superficial Lesión (Características de la Piel)
Hiperqueratósica Necrósica Apergamida Macerada

— Diámetro en cm.
— Profundidad: Superficial Media Profunda

* Control Radiológico: SI NO
Resultado:
Estadio de la Úlcera: I II III IV V
* Cultivo SI NO
122 — Resultado: ...........................................................................................................
* Tratamiento: Inicio ................................................
— F. Tópico: ............................................................. — Pauta: ...............................................
........................................................................................ ................................................................
........................................................................................ ................................................................
........................................................................................ ................................................................
— F. Sistémico: ............................................................. — Pauta: ...............................................
........................................................................................ ................................................................
........................................................................................ ................................................................
........................................................................................ ................................................................
— Tratamiento Ortopodológico: ..............................................................................................................
..........................................................................................................................................................
..........................................................................................................................................................
...........................................................................................................................................................

— Observaciones: ......................................................................................................................
..........................................................................................................................................................
..........................................................................................................................................................
..........................................................................................................................................................
..........................................................................................................................................................
...........................................................................................................................................................
ACTUACIÓN PODOLÓGICA EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL PIE DIABÉTICO. Padrós C., Escudero JR.

VISITAS CONTROL PROCESO ULCERATIVO Fecha


Nombre: Apellidos Edad
Sexo V H Fecha detección de la enfermedad Tipo: I II
CURA NÚMERO:
— Evolución Zona Circundante: Igual: Mejora: Empeora:
— Dimensiones Úlcera: Igual: Disminuye: Aumenta:
— Aspecto Úlcera: Igual: Mejora: Empeora:
— Aparición Signos Infección: SÍ NO ¿Cuándo?
— Aparición signos Reacción Local: SÍ NO ¿Cuándo?
* Pruebas Complementarias:
— Radiología: SÍ NO
— Resultados:............................................................................................................
— Cultivo: SÍ NO
— Resultados:............................................................................................................
* Tratamiento:
— F. Tópico: ............................................................. — Pauta: ...............................................
........................................................................................ ................................................................
........................................................................................ ................................................................
........................................................................................ ................................................................
— F. Sistémico: ............................................................. — Pauta: ...............................................
........................................................................................ ................................................................ 123

........................................................................................ ................................................................
........................................................................................ ................................................................
— Tratamiento Ortopodológico: ..............................................................................................................
..........................................................................................................................................................
..........................................................................................................................................................
...........................................................................................................................................................

— Observaciones: ......................................................................................................................
..........................................................................................................................................................
..........................................................................................................................................................
..........................................................................................................................................................
..........................................................................................................................................................
...........................................................................................................................................................
Próximo Control: ........................................................ ALTA:....................................................
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

ANEXO 2

CÓMO ELEGIR UN BUEN CALZADO

Los zapatos que se venden en los comercios suelen ser adecuados, pero debe observar las siguientes
precauciones:

• Probárselos a última hora del día (cuando los pies están más hinchados).

• Calcetines bien adaptados a sus pies y al modelo de zapato que desee comprar (gruesos para calzado
deportivo, finos para calzado de vestir).

Un buen zapato

• Es blando, ligero y de cuero la suela debe ser antideslizante y no demasiado gruesa (debe sentir el
suelo). Sólo la suela puede no ser de cuero.

• El tacón debe tener entre 20-25 mm de alto para los hombres y de 30-50 mm para las mujeres (más
altos o más bajos pueden desestabilizar al andar).

• La puntera no debe ser estrecha y tener capacidad suficiente para que los dedos puedan extenderse
sin provocar rozaduras.

• Al pisar, el tacón tiene que apoyarse perfectamente.

124 • Al presionar el contrafuerte, el zapato no debe perder su forma. Al doblar la suela, no debe arrugarse.

• Debe encontrarse cómodo en sus zapatos desde un principio.

• Compruebe todos los días el interior de sus zapatos con la mano, inspeccione su interior para detectar
cuerpos extraños, costuras, rebordes.

• Lustre los zapatos regularmente para la buena conservación del cuero.

• Deberá tener por lo menos dos pares de zapatos para poder dejar airear un par cada día.

• Repare las partes desgastadas del zapato.

• No ponga tapas metálicas, le desequilibran al andar.

• Todas las deformaciones o usos indebidos de los zapatos pueden ser consecuencia de un problema al
andar.

• En la playa utilice zapatillas amplias, ligeras y cerradas.

• Nunca camine descalzo.

• Lave y seque frecuentemente sus pies con agua dulce.

• El agua salada y la arena son agresivos para sus pies.

• En el trabajo utilice zapatos acordes con su profesión.


ACTUACIÓN PODOLÓGICA EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL PIE DIABÉTICO. Padrós C., Escudero JR.

CÓMO COMPROBAR EL ESTADO DE SUS PIES

• Debe estar sentado cómodamente.

• Buena luz (natural o eléctrica).

• Utilizar un espejo para la inspección de la planta y el talón.

• Si tiene mala visión o no puede agacharse solicite a alguien que le examine sus pies.

¿Qué puede usted encontrar?

• Lesiones entre los dedos debidas a hongos producidas por maceración, ampollas, heridas...

• Durezas. Estos excesos de piel dura comprimen la piel y la hacen más vulnerable, facilitando el desa-

rrollo de gérmenes. 125

• Callosidades en los dedos, producidas por rozamiento del calzado o entre los dedos por calzado

estrecho.

• Grietas. Aparecen con más frecuencia en el talón ya que es una zona de presión constante y donde

se acumula piel seca. Son zonas favorecedoras de infección.

EN TODOS ESTOS CASOS NUNCA UTILICE:

• Objetos cortantes, hojas de afeitar, tijeras, limas...

• Pomadas o parches callicidas, son extremadamente abrasivos.

TENGA CUIDADO CON LAS CALLOSIDADES, SIEMPRE TIENEN UNA CAUSA.


TRATADO DE PIE DIABÉTICO

LA IMPORTANCIA DEL CUIDADO DE LAS UÑAS

• Las uñas demasiado largas, demasiado cortas o mal cortadas pueden dañarse y ser causa de infec-
ciones.

• Córtese las uñas utilizando tijeras romas.

• Déjese rectos los bordes de las uñas, limando las puntas.

• No utilice nunca tijeras de punta, alicates de manicura, hojas de afeitar, cuchillas, limas metálicas.

• Si no puede ver, pida a alguien que le ayude.

• Si sus uñas son quebradizas o gruesas, si sus bordes están agrietados o inflamados, consulte a su
podólogo.

¿ES USTED DIABÉTICO?

CUIDE SUS PIES

Mantener los pies sanos es una necesidad en la vida diaria. Preste atención:

Los riesgos de lesiones son frecuentes y todas las heridas por pequeñas que sean pueden acarrearle
graves consecuencias.
126
Estos riesgos son mayores si:

• Es diabético desde hace tiempo.

• Es diabético de edad avanzada.

• Tiene problemas de circulación sanguínea.

• Tiene dolores y se recalientan los pies.

Para adoptar simples medidas preventivas no debe esperar a que estos problemas aparezcan, ya que se
manifiestan lenta y encubiertamente. La eficacia de estas medidas ha sido ampliamente demostrada.

HIGIENE DE LOS PIES

• Debe hacerla diariamente y en óptimas condiciones.

• Utilice agua templada (36°-37° C). Compruebe la temperatura con un termómetro de baño.

• El agua demasiado caliente puede quemar sus pies y producirle úlceras que cuestan de curar.

• Utilice una manopla de baño y jabón neutro.

• Evite el uso de cepillos o manoplas de crin u otros productos irritantes o ásperos.


ACTUACIÓN PODOLÓGICA EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL PIE DIABÉTICO. Padrós C., Escudero JR.

• Debe lavarse todo el pie. No se olvide de las zonas entre los dedos.

• No bañe sus pies durante más de cinco minutos.

• Los baños prolongados de pies (de más de cinco minutos) reblandecen la piel sana, facilitando la mace-
ración entre los dedos y las zonas córneas.

• Aclárese los pies comprobando la temperatura previamente.

• Séquese bien los pies, especialmente entre los dedos (utilice una toalla o un secador de pelo a baja
temperatura).

• Tenga cuidado con los pies húmedos, son causa de maceración e infecciones.

• Aplicar crema hidratante después del baño.

Consejos prácticos para el cuidado de los pies afectados de micosis

• Lavado de los pies una o dos veces al día con un jabón antiséptico de pH ácido.

• Secado de los pies con una toalla, sin frotar y poniendo especial atención entre los dedos. Deben quedar
bien secos.

• No utilizar la misma toalla para los pies y para el cuerpo ni intercambiarla con otros familiares.

• Cambiar diariamente o incluso dos veces al día los calcetines. Utilizar fibras naturales (algodón, hilo...). 127

• Utilizar siempre zapatos ligeros (no oclusivos), preferentemente de piel y con suela de cuero ya que es
el que mejor permite la transpiración del pie.

• Alternar lo máximo posible el calzado.

• Nunca andar descalzo, en especial en lugares públicos (piscinas, duchas...). utilizar zapatillas de goma
y, posteriormente ,realizar un lavado y secado cuidadosos del pie.

• Evitar la excesiva sudoración de los pies, deben estar siempre secos.

• Después de realizar cualquier ejercicio físico hay que volver a lavar y secar bien los pies.

• Es aconsejable airear los pies lo máximo posible y hacer baños de sol.

• No se debe interrumpir el tratamiento, aunque parezca que no exista lesión. Incluso una vez eliminada
la misma antes de interrumpir el tratamiento debe acudir al lugar donde fue diagnosticado y tratado,
para asegurarse bien de que ya no existe.

• Es una enfermedad leve pero muy contagiosa y rebelde al tratamiento.


AMPUTACIONES EN EL PIE DIABÉTICO. Álvarez J., Carreño J., Rodríguez J.

CAPÍTULO X

AMPUTACIONES EN EL PIE
DIABÉTICO
Alvarez J., Carreño J., Rodríguez J.

2.- ACTITUD INICIAL EN EL PIE DIABÉTICO


1.- Introducción INFECTADO
2.- Actitud inicial en el pie diabético
infectado Como ya se ha descrito (Capítulos III y IV) la
3.- Principios generales infección en el P.D. es rápidamente progresiva, en
4.- Amputaciones menores función de las características fisiopatológicas
5.- Amputaciones mayores descritas en el denominado "pie de riesgo".
6.- Complicaciones
La progresión de la infección, a partir de las
úlceras necróticas digitales, se produce a través de
1.- INTRODUCCIÓN las vainas tendinosas plantares —flexor propio del
primer dedo y flexor común— y su evolución natural
Existen dos circunstancias clínicas en las que la es el absceso plantar, de mal pronóstico para la
amputación se constituye como única opción tera- viabilidad del pie, ya que afecta a sus comparti-
péutica en el pie diabético (PD): en la extensa mientos medio y posterior.
necrosis tisular, o cuando las diversas alternativas 129
terapéuticas expuestas en capítulos anteriores han Por esta razón, el desbridamiento quirúrgico
fracasado.
debe ser inmediato cuando existen signos flogó-
ticos en la base de los dedos y en los trayectos tendi-
A pesar de los avances en materia de informa-
nosos, al margen de que no dispongamos de datos
ción, prevención y alternativas terapéuticas médico-
hemodinámicos o angiográficos sobre la perfusión
quirúrgicas, la tasa de amputación en el enfermo
arterial de la extremidad.
diabético sigue presentando una prevalencia elevada,
como se ha significado en el Capítulo I.
Otro motivo para proceder a esta acción inme-
Entre el 50% y el 65%, en función de las diversas diata es la compensación metabólica, que no es
publicaciones, de todas las amputaciones de causa posible efectuar de forma correcta en presencia de
no traumática, son realizadas en enfermos diabé- un foco infeccioso.
ticos.
La trombosis arteriolo-venular que provoca y
Aceptado el contexto de fracaso en que se realiza extiende la infección es también otra razón para
una amputación, tanto por parte del médico como proceder al mismo, en función de evitar evoluciones
del enfermo y de su entorno familiar, ésta debe enfo- que comprometan la viabilidad del pie con posterio-
carse en una dimensión en la que las opciones de ridad revascularizado.
mejora en su calidad de vida sean las óptimas.
Técnicamente, las incisiones deben ser amplias,
Por este motivo, los objetivos de la misma permitiendo establecer el diagnóstico quirúrgico de
deben ser el conseguir un muñón bien cicatri- todos los trayectos fistulosos.
zado, estable, protetizable adecuadamente en un
corto intervalo de tiempo y que permita al La colocación de drenajes transitorios tipo Penros
enfermo retornar con las máximas posibilidades o simplemente de gasas garantizan la permeabilidad
a una vida normalizada. de los trayectos expuestos y su drenaje.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

c) Los bordes cutáneos deben aproximarse sin


tensión, y hay que evitar el exceso de mani-
pulación y los traumatismos de los tejidos
blandos por la utilización de pinzas u otros
instrumentos.

d) La sección ósea debe guardar una proporción


adecuada con la longitud músculo-tendinosa
y cutánea, con la finalidad de que la aproxi-
Figura 1. Sistema de drenaje y lavado continuo tipo
mación de los tejidos se realice sin tensión y
Tremolier. que exista una buena cobertura ósea.

e) Debe realizarse la tracción de los trayectos


Existen ciertas situaciones en las que la infección nerviosos con la finalidad de que su sección
no consigue erradicarse mediante el desbridamiento reste más proximal que el resto de los tejidos,
y la asociación de antibioticoterapia por vía sisté- consiguiendo así su retracción y evitando el
mica. Ello se objetiva, entre otros signos, por la persis- posible desarrollo de neurinomas en la cica-
tencia de secreción purulenta en los trayectos fistu- triz.
losos. En estos casos, y si el balance hemodinámico
es aceptable o viables las técnicas de revasculariza- f) De igual forma debe procederse con los
ción ya valoradas, está indicada la colocación de un tendones y con los cartílagos articulares, ya
sistema de lavado continuo, tipo Tremolier, con perfu- que son tejidos sin vascularización, que pueden
sión de un antiséptico hasta la desaparición clínica interferir en la formación de tejido de granu-
de los signos de infección, que habitualmente tarda lación.
semanas en producirse (Figura 1).
130
g) No dejar esquirlas óseas en la herida, ni
rebordes cortantes.
3.- PRINCIPIOS GENERALES EN LAS
AMPUTACIONES h) Realizar lavados de forma reiterada en la
herida quirúrgica con abundante suero fisio-
La amputación, con independencia de su nivel, lógico y/ o antiséptico antes de proceder a
es una intervención de técnica compleja y en la su cierre.
que, para minimizar las complicaciones locales y
sistémicas, es fundamental seguir una serie de
principios básicos generales: 4.- AMPUTACIONES MENORES
a) La antibioticoterapia debe utilizarse siempre.
Son aquellas que se limitan al pie.
Si existe infección previa, debe prolongarse
en el postoperatorio hasta confirmar la evolu-
ción clínica correcta del muñón. Esta situa-
a) Amputaciones distales de los dedos
ción es la más habitual en el PD, pero en aque-
llos casos en que no existan signos clínicos
de infección, debe utilizarse de forma profi- Están indicadas cuando la lesión necrótica se
láctica, iniciando la pauta previamente a la circunscribe a las zonas acras de los dedos.
intervención y retirándola a las 48 horas. Los
antibióticos utilizados tienen que cubrir los Es necesario extirpar todos los tejidos desvita-
gérmenes gram-positivos, gram-negativos y lizados, resecando de forma total o parcial las
anaerobios (véase el Capítulo VII). falanges hasta que queden bien recubiertas por tejido
blando, y eliminando las carillas articulares que
b) La hemostasia debe ser muy rigurosa, ya que permanezcan al descubierto. En presencia de infec-
la formación de hematoma implica necrosis ción, se deja abierta para que cierre por segunda
o infección. intención.
AMPUTACIONES EN EL PIE DIABÉTICO. Álvarez J., Carreño J., Rodríguez J.

la más recomendable esta última porque preserva


las arterias interdigitales. Se incide la piel en forma
perpendicular, evitando el bisel y profundizando
hasta llegar al hueso.

La falange se secciona a través de la diáfisis,


procurando que el muñón óseo quede más proximal
que los tejidos blandos seccionados, con la fina-
lidad de que su recubrimiento se produzca sin
ninguna tensión.

Amputación digital transmetatarsiana

Este tipo de amputación tiene la ventaja, sobre


Figura 2. Amputación digital transfalángica. las más proximales, de que la deformidad del pie
es mínima, mantiene su funcionalidad y que no
precisa rehabilitación (Figura 2)

Indicaciones
Amputación transfalángica
Lesiones necróticas de los tejidos que recubren
La resección de tejido es mínima y no precisa
la falange proximal con indemnidad del espacio
de rehabilitación, ya que después de la misma el
interdigital, del pliegue cutáneo y de la articulación
pie se mantiene con una buena funcionalidad.
metatarso-falángica.
Indicaciones 131
Contraindicaciones
En las lesiones localizadas en la falange media
- Artritis séptica de la articulación metatarso-
y la distal, siempre que en la base del dedo reste
falángica.
una zona de piel lo suficientemente extensa como
para recubrir la herida. El tipo de lesión suele ser
una gangrena seca bien delimitada, ulceraciones - Celulitis que penetra en el pie.
neurotróficas u osteomielitis.
- Afección del espacio interdigital.
Contraindicaciones
- Lesiones de varios dedos del pie.
- Gangrena o infección que incluye el tejido
blando que recubre la falange proximal. En este último caso, es recomendable realizar
de primera intención una amputación transmeta-
- Artritis séptica de la articulación metatarso- tarsina, ya que la amputación de dos o más dedos
falángica. suele conllevar la sutura a tensión, y el pie queda
con una alteración importante en la transmisión
- Celulitis que penetra en el pie. normal de la carga, lo que ocasionará, en un futuro,
nuevas lesiones por roce o el desarrollo de un mal
- Afección del espacio interdigital. perforante plantar.

- Dolor en reposo de los dedos y antepié. Técnica

Técnica Supone la exéresis del dedo, de la articulación


metatarso-falángica y de la parte distal del meta-
La incisión puede ser circular, en boca de pez, tarsiano. Sin embargo, existen variaciones depen-
o con colgajos plantares, dorsales o laterales, siendo diendo del dedo que se ampute:
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Amputación del segundo, tercero y cuarto dedos La ventaja que aporta esta técnica sobre la clásica
de amputación total del dedo es que el traumatismo
La incisión se inicia en la base del dedo por sus tisular es mínimo, aspecto importante en este tipo
caras interna y externa, dejando algunos milíme- de enfermos, que tienen una vascularización distal
tros de piel en la falange proximal para facilitar el muy deficiente. Puede seguirse el mismo procedi-
cierre de la herida sin tensión. Se prolonga en su miento en el caso de la ulceración de un hallux
cara dorsal hasta converger sobre el eje metatar- valgus.
siano a unos cuatro centímetros de la base del dedo.

En la cara plantar se realiza la misma incisión. Amputaciones atípicas


Los tejidos blandos son extirpados con bisturí. Se
abre la cápsula de la articulación metatarso-falán- Son aquellas circunscritas al pie y técnica-
gica y se desarticula el dedo, para posteriormente mente menos estandarizadas. Están indicadas
resecar la cabeza del metatarsiano. cuando existe una infección o una gangrena no
estabilizada, en función de salvaguardar el apoyo
Precauciones específicas plantar del pie y, sobre todo, el del primer dedo,
que tiene un papel muy importante en la diná-
- No lesionar las arterias digitales que van acom- mica del mismo.
pañando al metatarsiano.
Suponen la extirpación de toda la piel, tejidos
- No entrar en los espacios articulares de los necróticos y estructuras óseas afectadas. El límite
dedos contiguos.
de la sección ósea debe situarse en la parte
proximal de los metatarsianos, ya que una ampu-
tación más posterior no consigue un pie funcional
Amputación del primero y quinto dedos
y en esta situación, la mejor opción es una ampu-
132 tación reglada a un nivel más proximal.
La incisión cutánea se inicia sobre su cara lateral en
la base del metatarsiano, en forma de raqueta que incluye
Generalmente, se deja abierta para que la cica-
todo el dedo y transcurriendo por el espacio interdigital.
trización se haga por segunda intención.
Se deja el borde inferior algo más extenso que el supe-
rior para que recubra la herida quirúrgica, ya que el
tejido subcutáneo plantar, al estar formado por tejido En los casos del mal perforante plantar, donde
graso y tabiques fibrosos más resistentes a la infección suelen estar involucradas las cabezas de los meta-
y a la necrosis, proporciona una mejor protección. tarsianos segundo, tercero y cuarto, es factible la
resección de la estructura ósea afectada mediante un
Precauciones específicas traumatismo mínimo, realizando una incisión longi-
tudinal en la cara dorsal que comience en la base del
- Deben extirparse las formaciones sesamoideas dedo y se prolongue unos cinco centímetros proxi-
porque pueden retardar la progresión de la malmente sobre su eje. Una vez extirpado el hueso,
granulación. los bordes de la piel se aproximan sin tensión.

- El hueso debe seccionarse oblicuamente, con


el bisel hacia la zona amputada, para evitar b) Amputación transmetatarsiana
zonas protruyentes.
Se basa en la resección de la totalidad de las
Cuando existe una ulceración sobre la articula- falanges y de la epífisis distal de los metarsianos.
ción metarso-falángica del quinto dedo, debe reali- Se consigue una aceptable funcionalidad del pie y
zarse una incisión en la piel en forma de ojal, sobre no precisa de rehabilitación compleja (Figura 3).
la cara lateral externa de la articulación, incluyendo
los tejidos lesionados, y proceder a la apertura de Indicaciones
la cápsula articular y a la resección de la cabeza del
metatarsiano y de la base de la falange proximal, - Lesión que incluya varios dedos y sus espa-
con la finalidad de suturar la piel sin tensión. cios interdigitales.
AMPUTACIONES EN EL PIE DIABÉTICO. Álvarez J., Carreño J., Rodríguez J.

mediante una maniobra de tracción previa a su


sección, y frecuentemente es necesario adelgazar
el colgajo mediante la extirpación de alguna capa
de planos musculares para poder rotarlo dorsalmente
y suturarlo sin tensión.

Deben evitarse los hematomas mediante una


hemostasia cuidadosa, ya que son motivo de infec-
ción e impiden el acoplamiento del colgajo.

Se han descrito otras amputaciones, en zonas


Figura 3. Amputación trasmetatarsiana.
más posteriores del pie, como son las de Lisfranc
y Chopart.

La primera consiste en la desarticulación tarso-


metatarsiana, y en la segunda la sección se realiza
- En los procesos que afectan al dorso del pie, a nivel mediotarsiano.
en su tercio anterior, sin sobrepasar el surco
metatarso-falángico en la planta del mismo. Son amputaciones con un importante grado de ines-
tabilidad, que se traduce por equinismo o equino-varo,
Contraindicaciónes y por estas razones, habitualmente no se practican.

- Infección profunda del antepié.


5.- AMPUTACIONES MAYORES
- Lesiones que afecten a la planta del pie.

Técnica Amputación de Syme 133

Descrita por primera vez por McKittrick en 1949, Descrita por este autor en 1842, se realiza a nivel
se basa en la sección de los radios de los metatar- de la articulación del tobillo. Se consigue un buen
sianos en su tercio medio, que posteriormente se muñón de apoyo, restando espacio suficiente entre
recubren con un colgajo plantar. el extremo del muñón y el suelo, para la adaptación
de la prótesis que supla sus funciones.
Se realiza una incisión dorsal, que cruza trans-
versalmente el pie en la zona media de los metatar- Indicaciones
sianos, y concluye al alcanzar el borde inferior de
las diáfisis primera y quinta. A continuación, la inci- - Fracaso de la amputación transmetatarsiana.
sión sigue un ángulo recto que se prolonga longitu-
dinalmente siguiendo el borde inferior de los meta- - Gangrenas o úlceras bien delimitadas del
tarsianos laterales hasta llegar a un centímetro del antepié, tanto dorsales como plantares, que
surco de piel metatarso-falángico, donde se vuelve imposibiliten la realización de una amputación
a cambiar de sentido, continuando de forma para- transmetatarsiana.
lela a este surco, hasta que se unen las dos incisiones.
Contraindicaciones
Los metatarsianos se seccionan paralelamente a
la articulación tarso-metatarsiana entre uno y dos - Lesiones próximas al tobillo y que no permitan
centímetros más proximalmente que la incisión prac- el espacio suficiente para realizarla.
ticada en la piel.
- Isquemia, ulceraciones o infecciones del talón.
La parte plantar del colgajo se despega de la
superficie inferior de los metatarsianos mediante - La presencia de un pie neuropático con
bisturí. Los tendones flexores y extensores deben ausencia de sensibilidad en el talón es una
seccionarse de forma lo más proximalmente posible, contraindicación relativa.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Técnica

La incisión cutánea se inicia en el borde infe-


rior del maléolo externo y discurre transversalmente
por la cara anterior de la articulación del tobillo
hasta el borde inferior del maléolo interno. En éste
se realiza un giro de noventa grados hacia la planta
del pie, y se asciende finalmente al punto de partida
en el maléolo externo.

Se profundiza hasta alcanzar las estructuras


óseas, ligando la arteria tibial anterior si es preciso
y seccionando los tendones anteriores. Figura 4. Amputación de Syme.

A continuación, se procede a la apertura de la


cápsula de la articulación del tobillo y se seccionan
los ligamentos laterales, forzando el pie en una
flexión plantar para facilitar la división de la cápsula sario colocar un alza correctora en la otra extre-
posterior y poder acceder a la desinserción del midad.
tendón aquíleo del hueso calcáneo.

Se completa la disección de este último y se Amputación infracondílea


separa del pie. El posterior despegamiento de las
partes blandas de los maléolos y la retracción Tiene la ventaja, sobre la supracondílea, de
proximal permiten seccionar la tibia y el peroné, a preservar la articulación de la rodilla, lo que faci-
un centímetro por encima de la superficie articular. lita la prótesis de aquellos enfermos en los que, por
134 El colgajo de talón se rota anteriormente y después sus condiciones físicas, no sería posible realizarla
se sutura a la piel de la zona dorsal (Figura 4). en el caso de amputaciones más proximales.

Precauciones específicas El tipo de muñón resultante no es de carga. El


peso no lo soporta el muñón sino el extremo
- No lesionar la arteria tibial posterior. proximal de la tibia, siendo importante conservar
el peroné porque proporciona una estructura pira-
- No perforar la piel al seccionar el tendón de midal al muñón que le procura una buena estabi-
Aquiles. lidad.

Indicaciones
Amputación de Pirogoff
- Fracaso de la amputación transmetatarsiana.
Técnicamente es similar a de Syme, difiriendo
únicamente en la conservación de una porción del - Gangrena de pie que invade la región meta-
hueso calcáneo como zona de apoyo. tarsiana e impide realizar una amputación a
este nivel.
Se extirpa la parte anterior del mismo, dejando
la posterior con la inserción del tendón de Aquiles Contraindicaciones
para, a continuación, rotar su tuberosidad con el fin
de afrontarlo con la superficie seccionada de la tibia - Gangrena extensa de la pierna.
y del peroné.
- Articulación de la rodilla en flexión irreduc-
Tiene el inconveniente de que el muñón pierde tible de más de veinte grados.
poca altura con respecto al suelo, lo que impide el
acoplamiento posterior de una prótesis a nivel de - Enfermos a que, por sus condiciones generales,
la articulación del tobillo, y por este motivo es nece- no va a ser fácil colocar una prótesis.
AMPUTACIONES EN EL PIE DIABÉTICO. Álvarez J., Carreño J., Rodríguez J.

Existen muchas variantes técnicas de la ampu- y otro externo que se unen y finalizan en la línea
tación infracondílea, y en este capítulo se describen media de la cara posterior.
las dos más utilizadas, que se diferencian entre sí
por la construcción de los colgajos miocutáneos. Los tejidos blandos se seccionan perpendi-
cularmente, siguiendo el mismo trazado que la
Técnica del colgajo posterior línea cutánea. La sección de la tibia y el peroné
debe ser lo suficientemente alta como para que
Se realiza una incisión transversa en la totalidad queden bien recubiertos por la unión de los
de la parte anterior de la pierna y a unos diez centí- colgajos laterales.
metros de la tuberosidad tibial, prolongando sus
extremos por la línea media lateral interna y la Precauciones específicas:
externa en una extensión semejante, para luego
unirse transversalmente en la cara posterior de la - La tibia no debe sobrepasar la longitud de los
misma. colgajos musculares laterales ya que implicaría
una sutura a tensión del muñón con riesgo de
A continuación, se procede a la sección de todos fracaso en la cicatrización.
los músculos del compartimiento tibial anterior, a
la disección y ligadura del paquete vásculo-nervioso, - Tampoco debe quedar excesivamente corta,
y a la retracción proximal de la piel, los músculos ya que ello dificulta la colocación de la
y el periostio con la finalidad de seccionar la tibia prótesis.
unos centímetros más proximal a la incisión de la
piel.
Debe colocarse una férula posterior para evitar
la contractura en flexión de la articulación.
Aunque la tibia se secciona transversalmente,
es necesario confeccionar un bisel corto en la cresta
- Cortar en bisel la cresta tibial, para evitar la
con la finalidad de evitar una zona de decúbito. El
exteriorización del hueso por la presión de esta 135
peroné se secciona a un nivel más proximal con
prominencia contra la prótesis.
respecto a la tibia.

Se separan los tejidos de la cara posterior de los


Desarticulación de la rodilla
huesos de la pierna con bisturí hasta llegar a la zona
distal del colgajo. Se identifican, seccionan y ligan
los paquetes vásculo-nerviosos tibial posterior y Su técnica es semejante a la seguida en la ampu-
peroneo. tación infracondílea, y supone la ventaja de no
precisar de la sección ósea.
Finalmente, se procede al moldeado del colgajo
para que encaje adecuadamente sin demasiada Desde el punto de vista funcional, y con
tensión, siendo necesario con cierta frecuencia respecto a la supracondílea, su muñón de susten-
biselar y recortar la masa muscular. tación terminal presenta un brazo de palanca más
largo y controlado por músculos potentes, y por
En el post-operatorio inmediato es importante tanto una mejor posibilidad de rehabilitación
colocar una férula posterior con la intención de funcional.
mantener la extremidad en posición horizontal y
evitar de este modo la flexión refleja inducida por Indicaciones
el dolor y que puede suponer la retracción de la
musculatura y la flexión irreductible de la articula- - Cuando la extensión de las lesiones impide la
ción de la rodilla. realización de una amputación por debajo de
la rodilla, o bien cuando ésta fracasa.
Técnica de los colgajos laterales
Contraindicaciones
La incisión cutánea se inicia sobre la cresta tibial
a unos seis centímetros de la tuberosidad y se - Gangrenas, ulceraciones o infecciones de los
continúa describiendo un semicírculo lateral interno tejidos adyacentes a la rodilla.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Técnica Amputación supracondílea

Tomando como referencia la línea articular, Generalidades


se realiza una incisión en "de boca de pez"
conformada por dos colgajos, uno anterior, de En este tipo de amputación se pierde la articu-
unos diez centímetros, y otro posterior, de dos a lación de la rodilla y la carga protésica se concentra
tres centímetros. en la zona isquiática y no directamente sobre el
muñón, como sucede en la desarticulación de la
Se procede a continuación a la disección de rodilla.
la aponeurosis profunda junto con la piel hasta
exponer la cápsula articular, y se secciona el Un aspecto fundamental, por las consecuencias
que posteriormente va a suponer sobre la prótesis,
tendón rotuliano de su inserción en el tubérculo
es la correcta longitud del muñón, que facilite un
tibial. La cápsula articular y la membrana sino-
brazo de palanca adecuado para la movilización de
vial se cortan transversalmente. Se flexiona la
la prótesis y del mecanismo de la rodilla protésica,
rodilla noventa grados, se dividen los ligamentos
que debe quedar situada al mismo nivel de la rodilla
cruzados y se secciona la cápsula posterior, lo de la extremidad contralateral.
que nos permite acceder al hueco poplíteo, donde
se identifica el nervio tibial y los vasos, que son Una longitud excesiva significa una asimetría
divididos y ligados. antiestética, perceptible cuando el enfermo está
sentado, y un muñón excesivamente corto dificul-
Por último, se seccionan el resto de los tejidos tades en la prótesis, ya que funcionalmente es equi-
blandos y se completa la amputación. No es nece- valente a la desarticulación de la cadera.
sario resecar los cartílagos articulares de la rótula
ni de los cóndilos. Indicaciones

136 El tendón rotuliano se sutura con los ligamentos - Fracaso de cicatrización en la amputación infra-
cruzados en la escotadura intercondílea. Finalmente, condílea.
se procede al cierre de la aponeurosis profunda y
los tejidos subcutáneos. - Contractura de los músculos de la pantorrilla
con flexión en la articulación de la rodilla.
Se han descrito otras técnicas de amputación por
desarticulación de la rodilla y que consisten en Contraindicaciones
ligeras modificaciones de la anterior.
- Extensión de la gangrena o la infección a nivel
Mazet recomienda la resección de las superfi- del muslo.
cies sobresalientes medial, lateral y posterior de los
Técnica
cóndilos femorales con el objetivo de crear un
muñón al que se pueda ajustar una prótesis más
Se realiza una incisión circular o bien en
estética y con mejor tolerancia.
dos colgajos, uno anterior y otro posterior, de
igual tamaño, iniciándose la incisión en el punto
Existen también variaciones técnicas en la cons-
medio de la cara interna del muslo al nivel
trucción de los colgajos. Kjoble propone realizarlos donde va a seccionarse el fémur, descendiendo
laterales en lugar de antero-posteriores, para poder hacia fuera, y describiendo una curva amplia
cubrir el cóndilo interno, que tiene mayor volumen que, cruzando la cara anterior del muslo, siga
que el externo. una trayectoria ascendente que finalice en el
punto de partida.
Otra variante, que no constituye propiamente
una desarticulación, es la de Gritti-Stoke, que El colgajo posterior se prepara de igual forma.
consiste en cortar el fémur transversalmente a nivel Se profundiza la incisión cutánea a través del
supracondíleo y luego serrar la cara posterior de la tejido subcutáneo y de la aponeurosis profunda,
rótula, fijándola al extremo del fémur seccionado. y se continúa en los tejidos musculares oblicua-
AMPUTACIONES EN EL PIE DIABÉTICO. Álvarez J., Carreño J., Rodríguez J.

mente hasta llegar al fémur, lo que facilitará la - El hematoma, cuyas consecuencias son el incre-
aproximación de los bordes del colgajo sin mento de la presión interna del muñón, la
tensión. isquemia secundaria y la infección.

Se retrae proximalmente el colgajo, hasta el nivel - La infección, que es una complicación muy
de la incisión ósea. grave y que en la mayor parte de los casos
hace fracasar la amputación y deteriora grave-
Se localizan y ligan por separado la arteria y la mente la situación general del enfermo.
vena femorales. El nervio ciático se secciona a un Generalmente, se manifiesta en forma de dolor
nivel alto a fin de que no produzca neurinomas. Es en el muñón y suele ir acompañada por fiebre
importante la ligadura del nervio para evitar la hemo- y leucocitosis. Cuando estos signos son inequí-
rragia ya que en los enfermos isquémicos la arteria vocos hay que adoptar una actitud decidida en
que lo acompaña suele estar muy desarrollada como cuanto a realizar la reintervención, ya que retar-
mecanismo compensatorio. darla supone la extensión de los tejidos necro-
sados y la difusión de la infección, que en el
Por último, se completa la amputación caso de que esté causada por gérmenes anae-
robios, es de una elevada toxicidad sistémica.
mediante la sección del resto de los músculos y
del fémur transversalmente en la unión del tercio
- Fracaso en la cicatrización como consecuencia
medio-inferior.
de una inadecuada elección del nivel de ampu-
tación.
Amputación en guillotina
Son heridas que, en el curso del postoperatorio,
presentan necrosis marginales en los bordes cutá-
Indicada cuando la infección abarca amplias neos y escaras. Éstas, si presentan signos inflama-
estructuras del pie con progresión extensa a través torios evidentes, deben resecarse para evitar su
de las vainas tendinosas de la pierna. progresión y únicamente puede adoptarse un criterio 137
expectante si espontáneamente se advierte un inicio
Consiste en una sección por encima de los malé- de separación entre el tejido necrótico y el sano.
olos y perpendicular al eje de la pierna, de la piel,
tejidos blandos y huesos. Una vez controlada la - Percepción de la extremidad amputada —
infección se procede a realizar, en un segundo síndrome del "miembro fantasma"— que
tiempo, una amputación estandarizada. consiste en la sensación expresada por el paciente
de seguir percibiendo físicamente no sólo la
parte de extremidad amputada, sino además con
6.- COMPLICACIONES la sintomatología del dolor isquémico pre-opera-
torio. Se advierte con mayor frecuencia en las
La amputación es una intervención compleja, amputaciones supracondíleas.
cuyas complicaciones constituyen a menudo el
fracaso de la intervención y repercusiones sisté- - Contractura en flexión de la articulación de la
micas graves. Las principales son: rodilla o cadera por dolor en el muñón.
ORTESIS, CALZADO Y PRÓTESIS. García I., Zambudio R.

CAPÍTULO XI

ORTESIS, CALZADO Y PRÓTESIS


García I., Zambudio R.

El almohadillado plantar que proporciona la


1.- Plantillas plantilla también tiene una función muy importante
2.- Calzado en las cabezas de los metatarsianos, por tratarse de
3.- Ortesis y calzado en las úlceras del una zona especialmente desprotegida.
pie diabético
4.- Amputaciones y prótesis Del mismo modo actúan sobre el borde externo
del pie, cuando se trata de un pie supinado. En el
Pié Diabético (PD) es frecuente observar una atrofia
del almohadillado plantar. Esta atrofia se aprecia
En este Capítulo se describen los diversos medios mejor en las zonas de la planta del pie, donde los
ortésicos y protésicos que son de utilidad en la profi- huesos tienen una posición más superficial como
láxis secundaria de los estadíos iniciales de la ulcera ocurre en las cabezas de los metatarsianos y en la
neurotrófica plantar. base y diáfisis del quinto metatarsiano.

Las plantillas deben estar fabricadas en mate-


1- PLANTILLAS: rial blando, con el objetivo de intentar sustituir la
almohadilla plantar anatómica que se ha atrofiado.
Su objetivo es disminuir la presión vertical y de 139
cizallamiento sobre las zonas del pie que están some- Antes de prescribir las plantillas y el calzado
tidas a una excesiva carga o stress. adecuado en estos enfermos, es preceptivo realizar
una historia y exploración clínicas minuciosas que
Las plantillas son ortesis plantares que se colocan nos aporten información sobre el balance articular
dentro del calzado y que pueden utilizarse para y muscular y que permita identificar aquellos pies
prevenir las úlceras en el pie. En los enfermos diabé- que tienen riesgo en su evolución de sufrir una úlcera
ticos tienen dos funciones básicas: repartir las cargas plantar. (Ver Capítulo IX)
soportadas por el pie, distribuyéndolas sobre toda
la planta y almohadillar el apoyo de las zonas donde La falta de movilidad de alguna o varias arti-
éste es inadecuado. culaciones del pié provoca cambios biomecánicos
que dan lugar a alteraciones en el reparto de las
El reparto de las cargas plantares es especial- cargas en la planta del pié.
mente importante cuando existe pie cavo, en el que
el apoyo se realiza exclusivamente en el talón y en Un ejemplo lo constituyen aquellos enfermos
el antepie. que tienen una limitación de la flexión dorsal en la
articulación metatarso-falángica del primer dedo.
Estas zonas están sometidas, lógicamente, a un Durante la marcha, y en el momento del despegue
aumento de presión de acuerdo con la fórmula : del talón, la carencia en la flexión dorsal de esta
"Presión = Fuerza / Superficie". articulación provoca un aumento de presión en la
zona plantar del dedo.
Con la utilización de plantillas, se rellena la zona
correspondiente a los arcos plantares interno y Igualmente, cuando existe un pié equino, va a
externo, consiguiendo un aumento de la superficie producirse un incremento de presión en el antepié.
de apoyo y por tanto una disminución de la presión Si la rigidez se halla localizada en la articulación
parcial soportada por cada centímetro cuadrado de subastragalina y el pié se encuentra en una posi-
la piel plantar. ción de varo o valgo, se producirá un aumento de
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

presión en el borde externo o interno del pié respec- a).- Podoscopio:


tivamente.
Exploración de tecnología simple, útil para observar
Ambos ejemplos ilustran sobre la necesidad de las zonas de apoyo de la planta del pié en posición de
un minucioso balance articular destinado a detectar bipedestación, y que se basa en un sistema de espejos
alteraciones que a largo plazo pueden dar lugar a que reflejan la imagen que produce la planta del pié
ulceraciones. sobre un cristal. Durante el mismo, aquellas zonas que
se apoyan sobre el cristal con mayor presión presentan
Así mismo, la debilidad de algunos músculos una coloración comparativamente más pálida con
del pié provoca un disbalance muscular por predo- respecto a las sometidas a una carga menor, en base
minio de los músculos intactos, con la consecuente al vaciamiento del lecho capilar.
deformidad. Los ejemplos más frecuentes son la
Su mayor limitación es que se trata de una explo-
paresia de los músculos flexores dorsales, que
ración cualitativa pero que no aporta datos cuanti-
comporta un predominio de los flexores plantares
tativos de los excesos de la carga.
y paresia de los peroneos, llevando al pié a una posi-
ción de equino que provoca su supinación.
b).- Podograma:
Mayor valor presenta la detección de las anoma-
lías en el apoyo plantar y en la movilidad de las Mediante el mismo se obtiene un registro gráfico
articulaciones durante la marcha, ya que es en esta de la huella plantar, que permite, y con respecto al
fase cuando fundamentalmente aparecen los cambios estudio podoscópico, un mejor seguimiento al
de presión que provocan las lesiones. disponer de parámetros objetivos.

El análisis de la marcha debe realizarse inicial-


mente con el enfermo descalzo y en una posición c).- Análisis de Presión Plantar:
140 que coincida con la línea de progresión de la marcha.
En esta fase se valoran desviaciones del apoyo que Existen dos técnicas para este estudio:
tiendan a la pronación o bien a la supinación.
La plataforma dinamométrica, que consiste en
A continuación, el análisis se realiza con una una superficie de 0,5 metros cuadrados, con recep-
perspectiva lateral, que permite detectar marcha en tores de presión que captan aquellas ejercidas por
equino o en talo, y observar si el apoyo del talón y la planta del pié al contactar con la misma, ya sea
el despegue del pié a nivel del primer metatarsiano de forma estática o durante la marcha.
se realizan correctamente.
La plantilla dinamométrica, que consiste en una
Finalmente, ambas observaciones se repiten pero plataforma equipada con sensores de presión y se
intercala entre la planta del pié y el zapato. Mediante
con el pié calzado.
un programa informático específico, permite
observar en la pantalla de un ordenador el registro
Las alteraciones que se producen en el pié
de las presiones plantares de las distintas zonas del
durante la marcha pueden deberse a trastornos
pié, y por tanto, aquellas en las que existe riesgo
localizados en su propia estructura o bien a
de desarrollar una lesión. (Figura 1).
anomalías de la extremidad. En este sentido,
una alteración mecánica a nivel de la articula- Otra de sus aplicaciones, una vez confeccionada
ción de la rodilla o de la cadera pueden reper- la plantilla, consiste en verificar que su función de
cutir en el pié tanto en situación de bipedesta- descarga se ha conseguido.
ción estática como de marcha.

Para proceder a la valoración de aquellas Toma de medidas


áreas o zonas del pié en que existe una presión
plantar incrementada se han propuesto diversas Un principio básico en la confección de plantillas
técnicas: en el PD es que estén fabricadas siempre a la medida.
ORTESIS, CALZADO Y PRÓTESIS. García I., Zambudio R.

- Caja de espuma: Consiste en una caja que


contiene espuma blanda de poliuretano. El
enfermo coloca el pie sobre la espuma y mediante
la descarga de todo el peso provoca la impresión
del mismo. El molde se rellena de escayola liquida
para obtener el positivo con el que trabajará el
técnico ortopédico para fabricar la plantilla.

Selección de materiales. Componentes.

Figura 1. Plantilla dinamométrica. Según su dureza, las plantillas pueden clasifi-


carse en rígidas, semirrígidas y blandas.

— Plantillas rígidas: Se pueden fabricar en


Comercialmente existe una gran disponibilidad acero, aluminio o plásticos duros como el
de plantillas prefabricadas, que se presentan en polipropileno, polietileno, laminado en resina
distintos tamaños, y que se indican a los enfermos o plexidur. Tienen la ventaja de que son muy
en función de su número de calzado. Están elabo- resistentes al uso y por tanto de larga dura-
radas con materiales de diversa dureza, desde los ción, pero esta dureza no las hace recomen-
blandos como la silicona a los duros como el acero. dables para el PD.

En este contexto, es factible que una plantilla — Plantillas semirrígidas: Se fabrican con
prefabricada pueda quedar bien adaptada en algunos corcho. Este se dispone entre dos láminas,
determinados tipos de pies de morfología poco una inferior de cuerolite que sirve de base
compleja, pero en el PD no podemos correr el más para la plantilla y otra superior de material
mínimo riesgo de que sea la propia plantilla la que de piel fina que evita el contacto de la piel 141
genere por si misma la aparición de una úlcera. Por con el corcho, aspecto que comportaría el
tanto, en el PD, las plantillas siempre deben ser deterioro rápido del mismo.
confeccionadas a la medida.
Son muy útiles para descargar las zonas corres-
Existen varias técnicas para tomar las medidas: pondientes a las cabezas de los metatarsianos,
mediante un relleno de los arcos interno y
- Molde de escayola: Con el enfermo en externo del pie y una pelota retrocapital, si bien
descarga, se coloca una venda de escayola su principal inconveniente radica en la falta de
envolviendo todo el pie hasta el tercio inferior almohadillado de estas zonas.
de la pierna. Mientras endurece, se mantiene
el pie en una posición neutra, con la articula- — Plantillas blandas: Se fabrican en plásticos
ción del tobillo a noventa grados y prono-supi- blandos como pelite o plastozote o bien en
nación media. Fraguada la escayola se retira siliconas. Estos materiales, además de conse-
el molde que se rellena de escayola liquida, guir un buen almohadillado de toda la planta
obteniendo así el positivo sobre el que va a del pie, permiten absorber la fuerza del
trabajar el técnico ortopédico. Este sistema es impacto que se produce durante la marcha.
ideal cuando el pie presenta una deformidad Son los más adecuados para adaptar al PD.
flexible que intentamos controlar con la plan- El inconveniente es que pierden su eficacia
tilla. a los pocos meses de su utilización siendo
necesario renovarlas con frecuencia.
- Podograma: La plantilla se elabora a partir de
una huella del pie obtenida mediante podo-
grama. Es la menos fiable de todas las técnicas Prescripción
que se utilizan para tomar medidas en la fabri-
cación de plantillas y por tanto no es reco- Para que el técnico ortopédico pueda fabricar una
mendable en el PD. plantilla correctamente, la prescripción debe incluir:
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

— Diagnóstico. Por otra parte, realizando modificaciones en el


calzado podemos actuar sobre el pie, alterando el
— Materiales a emplear en su fabricación. Si el reparto de cargas en su zona plantar. Este hecho, es
prescriptor no esta muy familiarizado con los de utilidad para prevenir, cuando existen zonas que
mismos, debe especificar si debe ser blanda, están sometidas a una presión excesiva, la apari-
semirrígida o dura. ción de úlceras en el PD,.

— Componentes de las plantillas. Elegir entre


los componentes más frecuentes utilizados Partes del calzado
en las plantillas: almohadillado de talón,
sostén de arco interno, sostén de arco externo, El calzado se compone de cuatro partes: caña,
pelota retrocapital, banda metatarsal, etc. pala, suela, y el tacón.

— Objetivo de la plantilla: En la prescripción La caña es la porción del calzado que cubre y


debe estar bien expresado el objetivo de la sujeta el retropié. La pala es la parte que protege
plantilla, las zonas que queremos descargar el antepie y el mediopié. La suela se encarga de
o almohadillar y si se pretende obtener alguna proteger al pie del suelo y el tacón es la elevación
corrección funcional. que existe en la parte posterior de la suela.

Según el sistema de ajuste o cierre podemos


Chequeo distinguir varios modelos de calzado: Blucher,
Inglés, Gran abertura, Manoletina o Sandalia (Figu-
Una vez confeccionada la plantilla y previa- ra 2).
mente a ser colocada al paciente, es imprescindible
El modelo Blucher, al disponer de una lengüeta
que sea probada en la consulta, para comprobar si
y un cordaje amplio, .permite un mayor margen de
142 la misma se ajusta a las características especificadas
ajuste del zapato al pie. En el modelo Inglés la posi-
en la prescripción y si la adaptación al pie del
bilidad de ajuste es muy pequeña.
enfermo es correcta, para lo cual una vez éste
sentado en la camilla de exploración y con el tobillo
El modelo Gran Abertura, aporta una abertura
en un ángulo de noventa grados, se coloca la plan-
amplia hasta el antepie, que facilita la introducción
tilla en la planta del pie. En esta posición, debe del pie y puede así comprobarse el ajuste del mismo
comprobarse si los arcos del pie coinciden con la dentro del calzado. Su mayor inconveniente es de
misma y si la pelota retrocapital, la banda meta- índole estética.
tarsal, y las cuñas están situadas en posición
correcta. En el modelo Manoletina, el ajuste del empeine
puede realizarse bien a través de una cincha elás-
tica que facilita, aunque levemente, la adaptación,
2.- CALZADO o bien mediante una cincha no elástica que limita
esta posibilidad.
Originariamente, el calzado tenia por misión
proteger el pie del contacto con el suelo, el frío, la Por ultimo, en el modelo Sandalia el ajuste se
humedad y otros factores externos. En la época realiza con una hebilla y un broche, proporcionando
actual, se ha convertido en una prenda de vestir, un gran margen de ajuste. Es adecuado para las
como tal está sujeto a los imperativos de la moda, épocas de calor pero este cierre proporciona muy
y esta evolución ha comportado que actualmente poca sujeción lateral, por lo que no es el modelo
sea un agente externo potencialmente patógeno, ideal, cuando existe una inestabilidad lateral del pie.
que provoca a menudo grandes problemas en los
pies. El zapato debe quedar sujeto al pie entre el
contrafuerte del talón y el empeine.
Los enfermos diabéticos no son una excepción
a este hecho y en ellos el calzado puede actuar agre- Los zapatos tipo salón, que no cubren el empeine
sivamente sobre un "pie de riesgo". y solo quedan sujetos por la puntera, pueden generar
ORTESIS, CALZADO Y PRÓTESIS. García I., Zambudio R.

Sandalia Mercedes

Blucher Blucher americano

Inglés Gran abertura Manoletina

Figura 2. Tipos de calzado

alteraciones en los dedos en forma de callosidades, Si se encuentran poco desarrolladas, es


helomas o hallux valgus. posible que sea suficiente con acudir a un
zapatero que intentará moldear el zapato en
el punto donde se encuentra la deformidad,
Función y Objetivos pero en deformidades de más entidad, como
son los dedos en garra o en martillo, será
— Reparto de las cargas en la planta del pie: necesario utilizar un zapato con una altura
De igual forma que con las plantillas, con el extra a nivel de la caja que impida el roce 143
calzado se intentará disminuir la presión en del dorso de los dedos con el mismo.
las zonas más expuestas a la ulceración, como
son las cabezas de los metatarsianos. Para Si se trata de un hallux valgus, será necesario
ello, si la persona con un pié de riesgo utiliza un zapato de ancho especial para ubicar todos
solamente calzado sin plantillas, este debe los dedos de una forma desahogada. En las
llevar una suela interior blanda y un pequeño grandes deformidades como el pie de Charcot
arco plantar que se acomode al arco interno. es imprescindible la fabricación de un calzado
a la medida.
— Reducción de la fricción: La fricción que se
produce entre la planta del pie y el calzado — Disminución de la movilidad de las articu-
es un factor importante en la producción de laciones afectas: Cuando existen articula-
úlceras plantares. Esta fricción, da lugar a ciones inflamadas o dolorosas en las que es
pequeñas ampollas, que debilitan la piel y necesario limitar su movilidad, el zapato debe
favorecen la ulceración. proporcionar a nivel de las mismas la rigidez
suficiente para evitar su movimiento.
Para evitarlo, es importante que el calzado
se ajuste perfectamente al tamaño del pie,
evitando pequeños desplazamientos interiores Prescripción
que son los causantes de este problema.
El calzado que se prescribe en el PD debe reunir
— Acomodación de las deformidades: En el PD una serie de características:
son muy frecuentes las deformidades. En
ocasiones son inicialmente poco graves, como — Suela gruesa: Generalmente el zapato
los dedos en garra, los dedos en martillo, o el convencional de diseño tiene el antepie
hallux valgus. En otras, se trata de grandes provisto de una delgada suela de cuero, que
deformidades como ocurre en el pie de Charcot proporciona una determinada elegancia pero
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

que desprotege del frío, del calor o de las El pie colocado en un zapato de tacón alto,
irregularidades del terreno. tiende a resbalarse hacia delante, produciendo
un aumento de las presiones soportadas por
En el PD, la suela debe ser de caucho o mate- las cabezas de los metatarsianos y por los
rial sintético, de más de medio centímetro de dedos. En nuestro medio es muy frecuente
grosor, de forma que actúe como una capa la utilización de zapatos de tacón alto. Cuando
protectora del antepie. El calzado deportivo una persona está habituada a lo largo de
puede considerarse un buen calzado preven- muchos años a utilizar tacones altos en sus
tivo. zapatos y se le indica que reduzca la altura
de los mismos, argumenta con frecuencia que
— Caja amplia en altura y en anchura con con un calzado más plano le resulta difícil
puntera redondeada: Se evitarán así las andar porque siente una gran tirantez en la
presiones y rozaduras en los dedos del pie. zona del tríceps y del tendón de Aquiles.

— La caja y la caña deben ser fabricadas en Este hecho es debido a que se produce una retrac-
piel fina y suave: Esto facilitará la acomo- ción del músculo tríceps al cabo de los años. En
dación del pie al calzado. En la actualidad estos casos, se aconseja que vayan disminuyendo
existen en el mercado unos zapatos especiales progresivamente la altura del tacón.
para pies diabéticos o pies sensibles que
tienen la caña y la caja fabricadas en
Plastozote. Modificaciones en la suela del calzado

Este es un material muy suave, que se puede Para modificar las presiones en la planta del pie
moldear a baja temperatura, con la ayuda de podemos actuar mediante plantillas o sobre la suela
una fuente de aire caliente, y que facilita las externa del zapato.
correcciones oportunas en aquellas circuns-
144 tancias en las que el calzado presenta de Cuando existen alteraciones durante la marcha
sobrepresión. Prácticamente, lo que hace es en el sentido de pronación o supinación del pie,
adaptar el zapato al pie del paciente. podemos intervenir colocando pequeñas cuñas
Lógicamente este calzado sirve solamente internas o externas en la suela.
para pequeñas deformidades.
Así, cuando se trata de un pie pronado coloca-
— El cierre del zapato debe ser de cordones. remos una cuña en la mitad interna de la suela del
Aunque su colocación resulta más incomoda zapato y al contrario en un pie supinado.
y su estética puede ser cuestionable, tienen
la ventaja de que se puede adaptar a pequeñas Un recurso muy utilizado para disminuir las
deformidades del pie, a los edemas y a las presiones a nivel de las cabezas de los metatar-
inflamaciones. sianos, es la colocación de una suela en balancín
(Figura 3) o una barra retrocapital (Figura 4)
En caso de que con posterioridad fuera nece-
saria la adaptación de plantillas, esto va a
resultar más fácil con un zapato de estas Calzado a la medida:
características.
Como se ha mencionado anteriormente, cuando
Cuando se utilizan plantillas, lo ideal es existen grandes deformidades en el pie, el único
utilizar un zapato como mínimo de un recurso que nos queda es la confección de un calzado
número superior al utilizado habitualmente a la medida.
o preparado para incorporar plantillas orto-
pédicas. Para ello, se toma la medida del pie con vendas
de escayola, obteniendo un molde que posterior-
— Altura del tacón: La altura del tacón juega mente se rellena del mismo material para conseguir
un papel importante en la biomecánica del el positivo. Del mismo se fabrica la horma para la
pie y en las presiones plantares. posterior confección del calzado.
ORTESIS, CALZADO Y PRÓTESIS. García I., Zambudio R.

suela necesarias, para corregir alguna alteración


postural.

3.- ORTESIS Y CALZADO EN EL


TRATAMIENTO DE LAS ÚLCERAS DEL P.D.

Uno de los aspectos fundamentales en el trata-


miento de la úlcera neuropática en el PD es conse-
guir la descarga parcial o total de la zona ulcerada.

Figura 3. Suela en balancín


Descarga total del pié

Para conseguir la descarga total se puede recu-


rrir a:

a).- La estancia obligada del enfermo en cama.

Esta medida es demasiado drástica y pocos


enfermos son capaces de cumplirla. El periodo de
cicatrización de la úlcera puede durar varios meses,
provocando una limitación importante en su acti-
vidad.
Figura 4. Barra retrocapital
145
b).- Marcha con bastones.

Con la utilización de dos bastones canadienses


En la prescripción del calzado a la medida habrá o dos muletas de apoyo axilar, el paciente puede
que incluir una serie de especificaciones de acuerdo realizar una marcha pendular, utilizando solamente
con el estado del pie y los objetivos que queramos el pie sano como punto de apoyo. Para facilitar esta
conseguir: marcha se puede colocar un suplemento de 3 o 4
cm. en el zapato del pie sano.
a).- Zapato o Bota. Generalmente en el PD se
prescriben zapatos. Solamente en el caso de que Es igualmente una medida poco práctica, ya que
exista una inestabilidad de la articulación del tobillo precisa un gasto energético considerable para
asociada a deformidades importantes en varo o en caminar.
valgo del talón, se prescribirá la bota.

b).- Suela. Al igual que en el calzado prefabri- c). -Aparato de marcha de descarga total.
cado, ésta será gruesa para conseguir una mejor
protección del pie. Se trata de una aparato que consta de un encaje
abierto tipo P.T.B. (Patelar Tendón Bearing) similar
c).- Modificaciones. Cuando además de la defor- al que se utiliza en los amputados tibiales: dos tutores
midad en la planta, el pie presente una callosidad de aluminio, con o sin articulación de tobillo y un
o una zona sensible que interese descargar, debe estribo que se utiliza para el apoyo en el suelo.
realizarse la modificación del molde positivo sobre (Figura 5).
el que se elabora el zapato.
De esta forma, cuando el enfermo se apoya en
Igualmente, en el calzado a la medida se pueden el miembro afecto, se produce la descarga de todo
añadir las cuñas o aquellas modificaciones de la el peso en el tercio proximal de la tibia, y el pie
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

queda totalmente en el aire, con lo que se consigue


que esta sea total.

El inconveniente de este aparato es que son muy


pocos los enfermos que toleran la presión sopor-
tada a nivel proximal de la tibia y, adicionalmente,
en los diabéticos, con problemas sensitivos, puede
provocar una ulcera en esta zona por estar some-
tida a excesiva presión.

Descarga parcial del pié: Figura 5. Ortesis de descarga total

a).- Yesos conformados de contacto total:


necróticos. A continuación, se aplica una solución
Se empezaron a utilizar en 1930 en las úlceras yodada, se coloca una gasa estéril, y puede ya proce-
neuropáticas de los enfermos afectos de lepra. En derse a su aplicación, mediante los siguientes pasos:
los años cincuenta, Brand desarrollo el concepto de
yesos conformados de contacto total, eliminando - Almohadillado de algodón en cada espacio
la mayoría de los almohadillados a fin de conse- interdigital, para evitar la maceración de la
guir una perfecta adaptación del yeso a la forma del piel.
pie y de la pierna.
- Calceta desde la rodilla hasta los dedos.
De esta manera, se obvia el movimiento dentro
del yeso, en contraste con el tradicional yeso corto - Almohadillado de plástico blando cubriendo
146 que se utiliza en la inmovilización de fracturas y los dedos y avanzando por la cara inferior hasta
también se consigue una disminución de la fuerza cubrir las cabezas de los metatarsianos.
de cizallamiento existente entre el yeso y la piel.
- Tiras de fieltro sobre la cresta tibial y los malé-
En la actualidad es la técnica más utilizada en olos.
el tratamiento de las ulceras en el PD pero debe
únicamente indicarse en los estadios 1 y 2 de - Aplicación del yeso con el enfermo en posi-
Wagner. Es decir, se descarta su utilización en ción de decúbito prono, reforzandolo con dos
enfermos con ulceras infectadas o signos de necrosis. capas más de venda de yeso no elástica.

Se estima que nueve de cada diez situaciones - Confección del balancín en la planta del pie,
de ulcera neuropática no isquémica pueden curarse mediante vendas de escayola, abarcando desde
con esta técnica. el talón hasta la zona proximal a las cabezas
de los metatarsianos, para evitar el apoyo de
Los yesos conformados de contacto total, limitan estas durante el desarrollo del paso.
la movilidad de las articulaciones en el tobillo y en el
pie y provocan cambios en los parámetros de marcha - Todo lo anterior se refuerza con dos capas de
aumentando la cadencia y disminuyendo la longitud fibra de vidrio.
del paso. Soames, y Zhu, han demostrado que la dismi-
nución de la cadencia del paso influye en la misma Debido a la gran reducción del edema que suele
medida sobre la fuerza vertical en la planta del pie. producirse en los primeros días, debe renovarse el
yeso entre el tercero y el quinto, que de no reali-
zarse, podría producir un fenómeno de cizallamiento
Técnica de aplicación: entre la piel y el yeso.

Previamente a la aplicación de los yesos, las Si no han existido complicaciones, se colocará


úlceras deben ser desbridadas de todos los tejidos otro yeso que se ira cambiando cada dos semanas
ORTESIS, CALZADO Y PRÓTESIS. García I., Zambudio R.

vilización de tobillo, han concluido que sus resul-


tados son similares.

c).- Calzado ortopédico:

El calzado ortopédico tiene poca utilidad en el


tratamiento de las úlceras establecidas, únicamente
en el periodo inmediato a la cicatrización de la
úlcera, es recomendable su uso con algún disposi-
tivo corrector y de descarga adaptado en la suela.
Figura 6. Ortesis de descarga parcial

4.- AMPUTACIÓN Y PRÓTESIS


aproximadamente, hasta el cierre completo de la
úlcera. Amputaciones de los dedos

Todas las estructuras que integran el pie, consi-


b).- Ortesis: guen un equilibrio de fuerzas, que es fundamental
para que funcione armónicamente. Cuando se realiza
La ortesis de inmovilización de la articulación una amputación parcial del pie este equilibrio se
del tobillo constituye una alternativa a los yesos altera, apareciendo deformidades que es importante
conformados (Figura 6). conocer a fin de intentar evitarlas o bien corregirlas.
Generalmente, en el PD se utilizan las misma
En las amputaciones que afectan a uno o varios 147
que en las secuelas traumáticas de esta articulación
dedos , se pierde el efecto o capacidad de super-
pero con pequeñas variantes.
ficie de apoyo que estos aportan durante la marcha,
y que ejercen especialmente durante la fase de
Estas ortesis proporcionan una inmovilidad y
despegue del talón, para conseguir el impulso hacia
una descarga parcial igual a la conseguida con los
delante
yesos conformados, pero tienen ciertas ventajas: se
pueden retirar por la noche, o en cualquier momento
para inspeccionar las úlceras, y son más livianos de En esta situación, las cabezas de los metatar-
peso. sianos correspondientes tienen que mantener la carga
que anteriormente era soportada por los pulpejos,
La articulación del tobillo, si lo permite, debe apareciendo callosidades o metatarsalgias y en
dejarse bloqueada a noventa grados o en ligera ocasiones, úlceras.
flexión dorsal de cinco a diez grados. Debe confec-
cionarse una plantilla a la medida con material
blando, por ejemplo pelite, que se adaptará a la Amputación de los dedos tercero y/o cuarto:
cazoleta de la ortesis, y con la que conseguiremos
un buen almohadillado de toda la planta del pié y No suele ser una amputación que origine grandes
una mejor descarga de la zona ulcerada. problemas mecánicos, y únicamente en algunas
ocasiones, se produce una desviación lateral de uno
La ortesis deber ser utilizada de forma perma- o ambos dedos adyacentes, para ocupar el espacio
nente por el enfermo, tanto en la bipedestación como liberado por el dedo amputado.
en la marcha, y cuando vaya a permanecer sentado
durante cierto tiempo deberá aflojarse los velcros Para evitarlo, se puede colocar un relleno en el
que sujetan la porción de la pantorrilla. hueco dejado por el dedo amputado sobre la base
de una plantilla, que incorpora una pelota retroca-
Diversos estudios comparativos sobre la eficacia pital, a fin de evitar la sobrecarga de las cabezas de
de los yesos conformados y de las ortesis de inmo- los metatarsianos afectas por sobrecarga.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Amputación del segundo dedo: presentan en estos enfermos, va a precisarse la prote-


tización.
En la mayoría de las ocasiones se produce una
desviación externa del primer dedo para ocupar el Estas son:
hueco surgido, con lo que se produce un hallux
valgus. — La ulcera de muñón, que suele aparecer en
el borde anteroinferior del mismo, y que es
Para evitarlo, es conveniente la colocación de debida al aumento de las cargas soportadas
una plantilla de similares características a la descrita por la piel en esta zona. La tendencia al equi-
en el apartado anterior. nismo, que suele ocurrir en todas las ampu-
taciones parciales del pie, es la responsable
de esta sobrecarga, siendo factores adicio-
Amputación del primer dedo: nales la alteración cutánea y la neuropatía.

Durante la marcha, este dedo ejerce una acción — La disminución de la estabilidad, que se
importante en la última fase de despegue del talón, produce por la disminución de la base de
consistente en impulsar el cuerpo hacia delante, y apoyo plantar anterior. Afecta especialmente
si bien la falta de otros dedos del pie tiene una reper- al movimiento de inclinación corporal hacia
cusión mínima sobre la marcha, la amputación de delante. Este problema lógicamente, es mucho
este dedo comporta la aparición de claudicación más acentuado en los amputados bilaterales.
durante la fase de despegue del talón, que se traduce
en la practica por un acortamiento del paso con La prótesis se basa en una plantilla que consta
respecto al miembro contralateral. de sostén de los dos arcos del pie, y de relleno
de la zona anterior amputada, dejando un
Para evitarlo, se utiliza una prótesis consistente hueco para alojar la cara anterior del muñón.
en una plantilla semirrígida con sostén de arco En el interior de la misma se coloca una
148 interno y el refuerzo de una lámina de acero flexible, pletina de acero elástico para favorecer el
que puede situarse en el interior de la misma plan- impulso hacia delante durante la marcha que
tilla o de la suela del calzado. en condiciones normales se desarrolla en la
primera articulación metatarsofalángica del
pie.
Amputación de un radio:

Algunos autores prefieren que la amputación de Amputación de Lisfranc


un dedo comporte también la del metatarsiano
correspondiente, a fin de evitar la sobrecarga sobre Como ya se ha mencionado es una amputación
la epífisis distal del mismo. El antepie queda algo con pocas indicaciones en las lesiones del PD, si
mas estrecho, pero biomecánicamente, el pie queda bien tiene la importante ventaja de posibilitar la
muy poco afectado y no es necesaria la utilización marcha sin prótesis (ver Capítulo X).
de dispositivos ortopédicos.

Amputación transmetatarsiana

El muñón resultante resulta muy funcional, no


siendo imprescindible la colocación de una prótesis
para realizar la marcha, aunque si servirá para conse-
guir que esta sea más armónica, y posiblemente
para evitar algún tipo de molestia en la zona ante-
roinferior del muñón (Figura 7).

No obstante, en algunas circunstancias derivadas


Figura 7. Muñón funcional en una amputación transmeta-
de las complicaciones que con más frecuencia se tarsiana
ORTESIS, CALZADO Y PRÓTESIS. García I., Zambudio R.

Su principal inconveniente es que el muñón


resultante tiende a adoptar una posición en equino
que comporta la sobrecarga de la zona anterior
del mismo, con el consiguiente peligro de apari-
ción de ulceras por presión y dehiscencias en la
cicatriz.

Para evitarlo, algunos autores realizan una


tenodesis transcuboidea con el tendón del
músculo peroneo lateral corto y una nueva inser-
ción de las fibras metatarsianas del tibial ante-
rior sobre la primera cuña, previa valoración Figura 8. Ferula tipo Rancho

hemodinámica.

Cuando se utiliza prótesis, esta es similar a la Amputación de Pirogoff


descrita para al amputación transmetatarsiana.
En esta amputación se conserva la porción poste-
rior del calcaneo, y por tanto no es necesario realizar
Amputación de Chopart despegamientos cutáneos, evitando los desliza-
mientos tan frecuentes en otro tipo de amputaciones
De forma similar a la de Lisfranc, esta es una como la de Syme.
amputación proscrita durante muchos años, por los
graves problemas que en el pie que provocaba su El enfermo dispone de un punto de apoyo firme
equinismo secundario. para caminar sin prótesis, con una dismetria poco
pronunciada pero que no evita una cojera leve. Los
En la actualidad, se advierte una tendencia a problemas más frecuentes que se presentan son: 149
"rehabilitar" este nivel de amputación, en parte
debido a los nuevos materiales que consiguen solu- — Dolor e inestabilidad en el caso de que no
cionar los problemas protésicos, pero fundamen- exista una buena unión entre la tibia y el
talmente, debido a una mejor técnica quirúrgica segmento calcaneo.
que evita la marcada tendencia al equinismo de estos
muñones. — Poco espacio para colocar el pie protésico.

Existen diversos tipos de prótesis: La prótesis es similar a la utilizada en la amputa-


ción de Syme, a la que nos referimos a continuación.
— Férula tipo Rancho con relleno de la zona
anterior amputada (Figura 8).

— Prótesis con encaje y ventana posterior lami-


nada en resina. Esta prótesis alcanza hasta el
tercio proximal de la pierna y va adaptada a
una pie protésico

— Prótesis con encaje laminado en resina y


cierre posterior con cuero moldeado (Figu-
ra 9). Es semejante a la anterior, pero la
ventana posterior se realiza con cuero
moldeado. Es menos estética, pero se ajusta
mejor y es ideal para enfermos que por
mantener un nivel de actividad elevado,
Figura 9. Prótesis con encaje laminado en resina y cierre
precisen una prótesis fuerte y resistente posterior con cuero meldeado
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Amputación de Syme — Técnica quirúrgica de mayor complejidad,


precisando un buen nivel de experiencia
Durante muchos años no ha tenido aceptación, quirúrgica.
debido a que las prótesis eran muy pesadas y anties-
téticas. Con la incorporación de los plásticos a la — Estéticamente, el tobillo de la prótesis queda más
ortopedia, han aparecido nuevos modelos de prótesis abultado que en el miembro conservado al tener
mucho más ligeras, y han que mejorado conside- que envolver el muñón con el encaje protésico.
rablemente la estética.
— Los cambios de alineación en esta prótesis
Los fracasos de esta amputación suelen ocurrir son difíciles de realizar.
durante el primer año, por problemas en el extremo
distal del muñón, generalmente por dehiscencia de — No es factible la utilización de los pies alma-
la cicatriz , y por úlceras provocadas directamente cenadores de energia tipo Flex Foot.
por el contacto con la prótesis o de forma indirecta,
por la migración del almohadillado plantar colo- Las ventajas de la amputación de Syme respecto
cado debajo del muñón oseo. a la amputación de Chopart son:

Aproximadamente, a los dos meses de la ampu- — En la amputación de Syme, el acortamiento


tación se puede confeccionar la prótesis. que se produce en el miembro inferior es
aprovechado para la colocación del pie proté-
Ventajas de la amputación Syme respecto a la sico. En la amputación de Chopart, si se
amputación transtibial son: coloca un pie protésico debajo del muñón,
se produce una dismetria de miembros infe-
— El muñón es capaz de soportar la carga sin riores, que será necesario compensar con un
la prótesis y ello es especialmente útil en la alza, en el miembro contralateral
calidad de vida del enfermo al levantarse por
150 la noche de la cama, en la realización de prác- — En la amputación de Chopart, suelen aparecer
ticas deportivas como la natación o simple- úlceras en el muñón, localizadas en el borde
mente para deambular en su domicilio sin anteroinferior provocadas por la tendencia al
necesidad de colocarse la prótesis. equinismo.En la amputación de Syme son
Es una marcha claudicante por la dismetria excepcionales.
existente entre los dos miembros inferiores, pero
perfectamente posible para distancias cortas.
Amputación transtibial
— La adaptación de la prótesis es más fácil y
prácticamente no es necesario tratamiento En la actualidad, y con referencia a décadas ante-
fisioterápico. riores, existe un cambio de tendencia con respecto
a la indicación de la amputación transtibial.
— Aumento de la longitud del paso, mayor
cadencia y velocidad en la marcha y dismi- En nuestro pais, su frecuencia ha aumentado y
nución del consumo de oxigeno. en la actualidad se realiza casi tanto como la supra-
condílea, si bien su practica dista considerablemente
— La mayor longitud del muñón mejora su capa- de las series publicadas por autores como Burgess,
cidad de propioceptiva, que repercutirá en que la indican en el 85% de los enfermos afectos
un mayor control durante la marcha con la de isquemia de extremidades inferiores.
prótesis colocada.
La importancia de conservar la articulación de
— No es precisa la correa de sujección supra- la rodilla en el enfermo amputado es determinante,
rrotuliana, pues la forma bulbosa del muñón en función a su posterior rehabilitación y readap-
facilita la suspensión directa de la prótesis. tación social o laboral.

Los inconvenientes de la amputación de Syme Una correcta protetización, va a exigir que el


respecto a la amputación transtibial son: nivel de amputación se situe en el tercio medio de
ORTESIS, CALZADO Y PRÓTESIS. García I., Zambudio R.

la pierna. Si se realiza a niveles más distales, conse-


guir un buen almohadillado de muñón va a resultar
extremadamente difícil. En sentido inverso, proxi-
malmente es apto para protetizar un muñón que
tenga al menos siete centímetros medidos desde la
meseta tibial.

Desde el punto de vista protésico-rehabilitador,


es fundamental que el aparato extensor de la rodilla
esté conservado y que no exista un flexo de rodilla
mayor de treinta grados. a) b)

Básicamente una prótesis tibial se compone de Figura 10. Prótesis endoesquelética (a) y exoesquelética (b)
dos elementos, el encaje y el pie, unidos por un para amputaciones transtibiales
sistema de enlace que puede ser un tubo metálico
cuando se trata de una prótesis endoesquelética o
una carcasa de plástico o madera en las prótesis
exoesqueléticas (Figura 10). medidas originales del mismo con la finalidad de
conseguir aumentar el apoyo en sus zonas blandas
El encaje sirve de receptáculo para el muñón y y disminuirlo en las óseas o muy sensibles a la
por tanto es la parte más delicada de la prótesis, y presión.
de la correcta adaptación entre ambos va a depender
en gran parte el éxito de la protetización. El pie Habitualmente, el muñón realiza un contacto
sirve como elemento de apoyo sobre el plano del total con el encaje para repartir las presiones de
suelo y estéticamente conserva la anatomía del pié. forma optima, y únicamente en el caso de que el
extremo distal sea muy sensible y no tolere la presión
El encaje ha ido evolucionando a lo largo de los se deja de realizar el contacto total en esta zona. 151
años. Los primeros encajes tenían una forma pare-
cida a un embudo de proporciones variables, depen- El borde superior alcanza por la cara anterior a
diendo de las dimensiones del muñón. la mitad de la rótula. Lateralmente llega hasta la
mitad de los cóndilos y posteriormente baja hasta
A partir de los años cincuenta se desarrollaron el hueco popliteo para dejar libre la inserción de
tres modelos de encajes que han servido para prote- los tendones de los músculos isquiotibiales.
tizar a millones de amputados en todo el mundo.
Todos han dado unos resultados excelentes y la utili- El K.B.M. consta de un encaje interior blando y
zación de uno u otro depende de la familiaridad del un encaje exterior duro. Se diferencia del anterior
médico y del técnico ortopédico con un modelo u solamente en la parte alta del encaje.
otro.
El encaje 3-S, es probable que acabe substitu-
En los últimos años el más utilizado es un yendo a los anteriores.
híbrido de los modelos P.T.B. y K.B.M. que se deno-
mina K.B.M. modificado. El modelo de más reciente La diferencia fundamental con el encaje P.T.B.
aparición es el denominado 3-S —Silicone Suction es el sistema de suspensión, que en su interior esta
Socket— que mejora sustancialmente el sistema de fabricado en silicona y alcanza proximalmente hasta
suspensión del encaje. el tercio inferior del muslo. Tiene forma de cilindro
cerrado por su base. Su extremo distal se encuentra
El P.T.B. consta de un encaje interior fabricado acoplado a un perno de acero ranurado. Este perno
en material blando tipo pelite o similar y un encaje se introduce en un orificio que existe en el fondo
exterior duro, fabricado en resina plástica laminada del encaje duro. Debajo del mismo existe un sistema
reforzada con fibra de vidrio o fibra de carbono, a de presilla controlado por un pestillo metálico que
fin de conseguir disminuir su peso. El encaje no es una vez que ha entrado el perno impide su salida.
una reproducción exacta de la forma del muñón, La silicona tiene la ventaja de que se adhiere a la
sino que durante su fabricación se alteran las piel del muñón evitando en gran medida el desli-
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

a) b) c)

Figura 11. Pie protésico articulado (a). Protesis tibial con pie articulado en la práctica deportiva (b) y (c)

zamiento entre el mismo y el encaje durante la fase rodilla protésica avanzaba mucho mas que la anató-
oscilante de la marcha. mica del lado conservado y al mismo tiempo la
porción correspondiente a la pierna de la prótesis
El pie protésico es una parte importante de la era siempre mas corta.
prótesis tibial.
En la actualidad existen rodillas protésicas arti-
Puede ser fijo o articulado. En los últimos años, culadas sobre cuatro ejes que evitan los problemas
con el desarrollo de nuevos materiales cada vez más descritos anteriormente. Además la prótesis consta
resistentes y menos pesados, han surgido diversos de un encaje con unas características especiales que
modelos de pies protésicos siendo los más innova- permite la entrada de la porción distal del muñón,
152 dores los almacenadores de energía fabricados total- de mayor diámetro que el resto, impidiendo poste-
mente en fibra de carbono y con una gran flexibi- riormente la salida del muñón del encaje.
lidad. Estos últimos están especialmente indicados
en las prótesis diseñadas para la práctica deportiva.
(Figura 11) Amputación supracondílea.-

Desde el punto de vista protésico-rehabilitador


Desarticulación de la rodilla el nivel óptimo de esta amputación se sitúa entre el
tercio medio y el tercio inferior del fémur.
La amputación a nivel de desarticulación de
rodilla fue descrita por primera vez por Rogers en Lógicamente cuanto mayor sea la longitud del
1940. muñón, mayor brazo de palanca va a proporcionar
durante la marcha, pero no se puede olvidar que al
En principio no tuvo mucho éxito debido a la realizar la prótesis necesitamos un espacio por debajo
dificultad de adaptar prótesis adecuadas a este nivel del encaje para la colocación de la rodilla protésica
de amputación. Desde hace algunos años este nivel y es importante que su eje de giro coincida en altura
de amputación ha sido revitalizado debido los con el eje de giro de la articulación anatómica del
avances producidos en los componentes protésicos, miembro contralateral.
que evitan en gran parte los problemas que existían
anteriormente. Por tanto, es necesario dejar al menos diez centí-
metros de espacio entre la cara inferior del muñón
La mayor dificultad para protetizar estos y la altura correspondiente al eje de giro de la rodilla
enfermos era que el eje mecánico de la rodilla proté- contralateral. Cuando el muñón es muy corto, dismi-
sica siempre quedaba por debajo del eje anatómico nuye el brazo de palanca y se reduce la superficie
de la rodilla contralateral. Este factor producía alte- de contacto entre éste y el encaje, provocando difi-
raciones biomecánicas durante la marcha y sobre cultades para la correcta realización de la marcha
todo problemas estéticos al sentarse, ya que la con la prótesis.
ORTESIS, CALZADO Y PRÓTESIS. García I., Zambudio R.

La mínima longitud de muñón óseo aceptable muchos modelos y como norma general se puede
es de siete centímetros, medidos desde el trocanter decir que cuando la rodilla es de bloqueo, se utiliza
mayor hasta la extremidad distal del fémur, a los un pie articulado, que permite pequeños movi-
que cabe añadir otros cinco como mínimo de almo- mientos de flexo-extensión. Cuando la rodilla es
hadillado muscular. Si no es posible conservar un libre no es imprescindible que sea articulado. La
muñón con esta medidas mínimas, es preferible estructura que une estos elementos puede ser exoes-
realizar una desarticulación de cadera porque este quelética o endoesquelética En los últimos años han
pequeño muñón no podremos protetizarlo con una terminado por imponerse los sistemas endoesque-
prótesis femoral y dificultará la construcción de la léticos que al estar recubiertos con una funda de
cesta pélvica necesaria en la desarticulación de espuma de poliuretano expandida — gomaespu-
cadera. ma — y una media estética consiguen un tacto y
aspecto mucho más agradables, siendo las correc-
El muñón ideal debe tener una morfología cilín- ciones de la alineación, mucho más sencillas para
drica. La cicatriz debe quedar situada en la cara el técnico ortopédico, a la vez que se consigue una
inferior o posterior del mismo, sin orejuelas late- reducción apreciable del peso de la prótesis.
rales, ni retracciones musculares que dificulten la
completa movilidad de la articulación de la cadera
suprayacente. Debe realizarse una correcta Desarticulación de cadera
mioplastia entre el paquete muscular anterior y
posterior que sirva para conseguir un buen almo-
No es una amputación electiva, sino que se
hadillado muscular y un buen anclaje de los vien-
realiza como consecuencia de procesos isquémico-
tres musculares.
infecciosos extensos del muslo, frecuentemente
secundarios a una amputación supracondílea.
Una prótesis femoral se compone de encaje, arti-
culación de rodilla, pie protésico y la estructura que
La prótesis consta de una cesta pélvica abierta
une estos tres elementos.
por delante para permitir su colocación, con un 153
El encaje es la parte más importante de la prótesis cierre con hebillas de cuero o con velcros. Debajo
y sirve para alojar el muñón. Aunque éste tiene una de la cesta pélvica se sitúa una articulación de cadera
morfología cilíndrica, el encaje que se utiliza con metálica, que puede incorporar un bloqueo durante
más frecuencia tiene una forma cuadrangular porque la marcha o ser totalmente libre.
biomecánicamente se ha demostrado que se adapta
mejor al muñón y la musculatura de este actúa de La articulación de la rodilla puede ser igual-
una forma más eficaz. mente libre o de bloqueo, dependiendo de la edad
y el estado general del enfermo. El pie será articu-
La elección de la rodilla protésica varia en lado o dinámico, y todo ello unido por una estruc-
función de determinadas características del enfermo, tura endoesquelética.
como la edad, el estado general, o el peso, y con
criterio general, en personas de edad avanzada se Debido al peso de la prótesis, el gasto energé-
utilizan rodillas con un sistema de bloqueo en exten- tico durante la marcha es muy elevado. Por esta
sión durante la marcha que se puede desbloquear razón, la mayoría de los enfermos abandonan su
cuando decide sentarse. utilización. La marcha sin prótesis, auxiliada con
bastones ingleses les resulta más cómoda porque
La elección del pié protésico no es tan deter- consiguen una cadencia más rápida y un menor
minante como en los amputados tibiales. Existen consumo energético.
CIRUGÍA ORTOPÉDICA DEL PIE DIABÉTICO. Silvestre A., Gomar F.

CAPÍTULO XII

CIRUGÍA ORTOPÉDICA DEL PIE


DIABÉTICO
Silvestre A., Gomar F.

La zona anterior y la media del pie suele estar


1.- Introducción afectada en el 85% de los casos, siendo la articu-
2.- Tratamiento de la úlcera lación de Linsfranc la que con mayor frecuencia
3.- Tratamiento de las deformidades presenta alteraciones.
a).-. Tratamiento de la deformidad
del primer radio del pie En la actualidad, la DM es la causa más común
b).- Tratamiento de la deformidad de enfermedad osteoarticular neuropática en el
del quinto radio del pie mundo occidental y el problema fundamental sigue
c).- Otras deformidades siendo su patogenia.
4.- Tratamiento de las lesiones
hiperqueratósicas en el espacio Desde el punto de vista clínico, se trata de una
interdigital lesión monoarticular, que tiene una incidencia bila-
5.- Metatarsalgia en el pie diabético teral en el 35% de los casos. El grado de afectación
6.- Cirugía de las uñas articular no tiene correlación aparente con la edad del
enfermo, el sexo o el tipo de tratamiento de la DM.
155
1.- INTRODUCCIÓN Sí parece evidente la existencia de una correla-
ción con la efectividad del control en la DM tipo
La incidencia de la artropatía es poco conocida II. Por lo general el 80% de los enfermos diabé-
en aquellos enfermos diabéticos que se hallan afec- ticos con un deficiente control metabólico desarro-
tados por una polineuropatía, aunque se acepta como llan una artropatía de Charcot, que suele manifes-
un hecho evidente el aumento de su prevalencia a tarse, como término medio, a partir de los quince
medida que se alarga su supervivencia. años del inicio de la diabetes.

La complejidad de dicha artropatía ha sido


descrita en capítulos precedentes. 2.- TRATAMIENTO DE LA ÚLCERA

La primera descripción de una articulación El objetivo fundamental del ortopeda en el pie


de Charcot indolora en un enfermo con diabetes diabético (PD) es detectar las causas mecánicas
mellitus (DM) fue la realizada en 1936 por —áreas de presión ósea— que son potenciales para
Jordan. el inicio y desarrollo de las úlceras neurotróficas,
ya que la evaluación vascular del pie debe reali-
Dicha asociación —articulación de Charcot y zarse previamente por el angiólogo y el cirujano
DM— fue enfatizada posteriormente en 1947 por vascular, en el contexto del enfoque multidiscipli-
Bailey y Root. nario que a nuestro criterio debe tener el PD.

La osteopatía del antepié y la del mediopié, en El estudio de la localización de las úlceras nos
base a los diferentes patrones descritos por permite aplicar el tratamiento correcto. Así, en las
Pogonowska, constituye la alteración ósea más plantares, que son el resultado de la presión durante
frecuente en enfermos diabéticos, si bien puede el ortostatismo y la marcha, el tratamiento debe ir
desarrollarse una articulación de Charcot en otras encaminado a modificar el apoyo del pie (véanse
localizaciones como el retropié y el tobillo. los Capítulos IX y XI).
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Su segundo objetivo debe consistir en deter- Técnica


minar la severidad de la úlcera.
Se realiza una incisión medial en la cara interna
Para ello se emplea la clasificación del Hospital del primer dedo, que discurre entre los planos
"Rancho Los Amigos" de Wagner y Meggitt, aunque nerviosos correspondientes a los fascículos super-
en función de la experiencia desarrollada desde su ficial dorsal del nervio peroneo y digital interno
publicación, esta clasificación es susceptible de propio del nervio plantar interno. A continuación,
cierta revisión, como ya se ha comentado en el se incide longitudinalmente la cápsula articular y
Capítulo IV. El éxito del tratamiento ortopédico va se realiza una meticulosa disección subperióstica.
a estar en relación directa con la carga eliminada o Mediante una sierra eléctrica o un osteótomo fino
modificada, y cuando no es la esperada, no debe se efectúa una osteotomía perpendicular al eje de
obviarse un plateamiento terapéutico más enérgico la diáfisis de la falange proximal y se reseca la
basado en la ostetotomía de los metatarsianos. prominencia interna o bunion, evitando lesionar el
tendón flexor largo del dedo, concluyendo la inter-
vención con la capsulorrafia medial.
3.-TRATAMIENTO DE LAS
DEFORMIDADES El cierre de la incisión se realiza preferente-
mente con una sutura intradérmica, y a continua-
ción se coloca un vendaje compresivo y se permite
a) Deformidad del primer radio del pie la deambulación con una calzado de caja anterior
ancha y de suela rígida, que se mantiene durante
La afectación del primer radio en el PD es seis semanas.
frecuente, habiéndose comprobado experimen-
En aquellos casos en los que no se consigue
talmente la existencia de una mayor carga mecá-
colocar el dedo en posición neutra mediante el reten-
nica actuando sobre el mismo.
sado medial de la cápsula debido a la existencia de
156 deformidades muy acusadas, se aconseja insertar una
El criterio quirúrgico sobre el hallux valgus no
aguja de Kirschner de 0,062 con perforador eléctrico.
difiere en el enfermo diabético con respecto al no
Desde el punto de vista técnico es más simple colocar
diabético y presenta una gran variedad de posibili-
la aguja retrógradamente tras haberla introducido a
dades técnicas.
través del canal medular de la falange proximal y
extraerla por la punta de la falange distal. A conti-
Los procedimientos más habituales y que mejores nuación, y tras colocar el dedo en su posición, se
resultados han reportado en nuestra experiencia se introduce la misma en la cabeza del metatarsiano.
relacionan a continuación.

Complicaciones
Intervención de la artroplastia
resección de Keller-Brandes La artroplastia resección es una técnica sencilla,
que consigue eliminar el dolor y proporciona una
Se trata de uno de los procedimientos que inicial- buena movilidad de la articulación metatarsofalán-
mente se emplearon con más profusión, e indicado gica, pero que no está exenta de complicaciones.
cuando existen alteraciones degenerativas articu- Entre ellas, destacamos el resultado de un primer
lares y, por tanto, generalmente en enfermos de edad dedo corto y fláccido, que va a favorecer el inicio
avanzada. de una metatarsalgia por transferencia.

Desde el punto de vista técnico los resultados En ocasiones, se produce la recidiva de la defor-
son satisfactorios en aproximadamente el 90 al 95% midad y un exceso de corrección, que puede dar
de casos. No obstante, las complicaciones poste- lugar a un hallux varus que predispone a las frac-
riores, que se manifiestan fundamentalmente en turas de estrés en los metatarsianos adyacentes.
aquellas personas físicamente muy activas, ha
supuesto que actualmente se realice de forma muy La excesiva cortedad resultante a nivel de la
restringida. falange proximal constituye una de las causas de
CIRUGÍA ORTOPÉDICA DEL PIE DIABÉTICO. Silvestre A., Gomar F.

resultados no satisfactorios, que técnicamente puede esponjoso, que no acorta el metatarsiano y es inhe-
obviarse no acortando una longitud superior al tercio rentemente estable.
del mismo.
No obstante, y a pesar de esta estabilidad, es
aconsejable fijar la osteotomía mediante una aguja
Intervención de McBride de Kirschner que se extrae a las 4-6 semanas.

Se trata de una técnica quirúrgica sobre partes Técnica


blandas que proporciona resultados satisfactorios y
que está indicada en enfermos relativamente jóvenes La incisión es similar a la descrita en las inter-
que presenten un ángulo intermetatarsiano menor venciones previas, realizándose la disección subpe-
de 15º y ausencia de cambios degenerativos en la rióstica hasta exponer la prominencia interna. A
articulación metatarsofalángica. continuación se extirpa el bunio para identificar
correctamente la cabeza del metatarsiano y se
Técnica efectúa una osteotomía en "V" en el plano hori-
zontal, mediante una sierra eléctrica de pequeñas
Se practica una incisión medial en la cara interna dimensiones, de tal forma que el ángulo entre los
del primer dedo, en un plano que discurra entre el dos cortes sea de unos 60º, angulación que va a
nervio peroneo superficial y la rama digital interna permitir el contacto entre dos extremos óseos de
propia del nervio plantar interno. A continuación, hueso esponjoso.
se incide la cápsula longitudinalmente y se realiza
una cuidadosa disección subperióstica. Se extirpa A continuación, se desplaza lateralmente el frag-
la prominencia interna o bunio con el empleo de un mento de la cabeza metatarsiana ostetotomizado y
osteótomo o sierra eléctrica, y se practica un abor- se fija mediante una aguja de Kirschner de 0,062.
daje dorsal en el primer espacio interdigital.
Finalmente se reseca la proyección interna del
Se expone la inserción del tendón aductor en la metatarsiano y se efectúa una capsulorrafia medial. 157
base de la falange proximal y se secciona. Hay que Se aplica un vendaje compresivo que se cambia a
ser extremadamente cuidadoso en esta fase de la los tres días y se permite la carga parcial de la extre-
intervención con el paquete vasculonervioso —ar- midad hasta la consolidación de la osteotomía, a
teria digital dorsal, venas dorsales y rama del nervio las 6-8 semanas. El material de osteosíntesis se retira
peroneo profundo—. Una vez seccionado el tendón a las 4-6 semanas.
del músculo aductor, y en función de la contractura
de la cápsula, es posible colocar el primer dedo en
una posición neutra, en algunas ocasiones mediante Intervención de osteotomía de la porción
la sección de la cápsula lateral. proximal del primer metatarsiano

Finalmente y una vez colocado el dedo en su Está indicada en aquellos casos en los que existe
posición, se efectúa una capsulorrafia medial. un componente de varo en el primer metatarsiano
—ángulo intermetatarsiano > 15º—, y en personas
Se coloca un vendaje compresivo y se mantiene jóvenes en las que no existen signos degenerativos
la extremidad en elevación durante 48-96 horas, a en la articulación metatarsofalángica.
partir de las cuales puede iniciarse la deambula-
ción mediante un calzado de caja anterior ancha y Presenta la ventaja de que se realiza sobre hueso
suela rígida. A partir de la sexta semana se permite esponjoso y que no acorta el primer metatarsiano,
la utilización de un calzado normal. aspectos que permiten obtener correcciones muy
buenas.

Intervención de osteotomía en Chevron Técnica

Está indicada también en enfermos jóvenes con La más sencilla de realizar es la osteotomía en
un ángulo intermetatarsiano menor de 15º y se trata cuña aditiva. La técnica consiste en el abordaje
de una intervención que se realiza sobre hueso medial del radio del primer metatarsiano que se
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

prolonga hasta su base. A continuación se extirpa Técnica


el bunio o prominencia interna, que se moldea con
la finalidad de utilizarlo posteriormente como injerto. Con criterio general, suele ser suficiente practicar
una condilectomía, mediante una incisión lateral sobre
Se practica la osteotomía próxima a la base del la prominencia y extirpación del cóndilo prominente,
metatarsiano y se desvía lateralmente la porción que se complementa con la capsulorrafia lateral con
distal del primero, colocando el bunio moldeado en la finalidad de situar de nuevo el dedo.
el espacio de la osteotomía. Existen autores que
recomiendan la fijación de esta osteotomía mediante En algunas ocasiones es aconsejable practicar
una aguja de Kirschner. una osteotomía en Chevron, similar a la referida
para el primer dedo en la que, tras una incisión
Posteriormente se coloca un vendaje compre- lateral y disección cuidadosa subperióstica, se realiza
sivo y una bota de yeso almohadillado. la osteotomía en "V" con una sierra fina.
Posteriormente se desplaza en sentido medial la
La deambulación en descarga se inicia a las cabeza del metatarsiano y se extirpa el hueso redun-
cuatro semanas, y la carga progresivamente a partir dante.
de este momento.
A pesar de la estabilidad intrínseca de la osteo-
Existen otras técnicas para el tratamiento de las tomía, es recomendable fijar la osteotomía con una
deformidades del primer radio metatarsal, que en nuestro aguja de Kirschner de 0,045.
criterio no proporcionan resultados tan satisfactorios.
Finalmente, se aplica un vendaje compresivo
En los enfermos diabéticos no es recomendable que se cambia a los tres días, pudiendo realizarse
la carga parcial hasta la consolidación de la oste-
la utilización de prótesis de silastic por la poten-
otomía. A las 4-6 semanas se retira la aguja y se
cial intolerancia descrita.
permite la deambulación mediante el uso de un
158 calzado de suela rígida.
Debe insistirse con especial énfasis en que en
este tipo de cirugía en el PD, la hemostasia y el
La osteotomía de la base del quinto metatarsiano
control de la tensión de los vendajes deben ser espe-
no suele ser necesaria.
cialmente meticulosos, y tener siempre presente que
el dintel de sensibilidad de estos enfermos se halla Además de la deformidad del radio, pueden
frecuentemente alterado. producirse otras anomalías como el dedo en aducto-
varo y el dedo varo congénito.
Finalmente, comentar que la cirugía sobre las
deformidades del primer radio del pie tiene como El dedo en aducto-varo no es infrecuente y
finalidad mejorar la distribución de la carga y por su localización puede presentar lesiones
prevenir, por tanto, las zonas de riesgo para el desa- hiperqueratósicas en las zonas dorsal y dorsola-
rrollo de una úlcera neurotrófica y que, como en teral. La neuropatía periférica presente en el PD
toda la cirugía ósea efectuada sobre el PD, es acon- puede hacer que dicha lesión sea insensible y el
sejable fijar las osteotomías, con la finalidad de traumatismo repetido puede llegar a provocar
mejorar la tasa de consolidación, ya que se trata de una ulceración.
enfermos con alteraciones metabólicas óseas.
La realización de una artroplastia-resección
derrotadora proporciona buenos resultados.
b) Deformidad del quinto radio del pie
Técnica
La prominencia lateral provocada por la cabeza del
quinto metatarsiano —juanete de sastre— puede dar La técnica consiste en una incisión oblicua elíp-
lugar a la formación de una lesión hiperqueratósica tica sobre el dorso del dedo, seccionándose la cabeza
que, en caso de que se ulcere, puede suponer una artritis de la falange proximal. Posteriormente se cierra la
séptica y una osteomielitis. Por ello es recomendable herida efectuando simultáneamente la desrotación
actuar quirúrgicamente de forma preventiva. del dedo.
CIRUGÍA ORTOPÉDICA DEL PIE DIABÉTICO. Silvestre A., Gomar F.

En el caso del dedo varo congénito, debe efec- durante la cirugía, la disección anatómica, y la
tuarse una realineación mediante una plastia cutánea correcta manipulación de la piel y de las partes
en “V-Y” sobre la articulación metatarsofalángica blandas.
y a nivel de la contractura. A continuación, y
mediante una plastia en “Z”, se alarga el tendón
extensor largo del dedo. Se secciona la cabeza de Dedo en garra
la falange proximal y se introduce una aguja de
Kirschner de 0,045 para mantener la alineación. La Presenta tres tipos de variantes:
plastia cutánea consigue el alargamiento a nivel de
la contractura. - Deformidad ligera: no existe una contractura
fija en las articulaciones interfalángica o metatar-
Posteriormente se coloca un vendaje compre- sofalángica, y la deformidad se incrementa en la
sivo que se cambia a los tres días y se permite carga.
la carga parcial. El material de osteosíntesis se
retira a las cuatro semanas y se utiliza un calzado - Deformidad moderada: existe una contractura
normal. fija en flexión en la articulación interfalángica
proximal, no detectándose en extensión en la meta-
tarsofalángica.
c) Otras deformidades
- Deformidad severa: existe una contractura fija
Las deformidades de los dedos son muy en flexión en la articulación interfalángica y en
frecuentes en el PD y es importante antes de efec- extensión en la metatarsofalángica, con subluxa-
tuar la intervención quirúrgica conocer su etiología. ción o luxación de la falange sobre la cabeza del
metatarsiano.
La más frecuente es el "dedo en garra", en el
que la articulación metatarsofalángica se encuentra
Con criterio general, estas deformidades tienen 159
en hiperextensión y la interfalángica en flexión,
indicación quirúrgica si presentan una sintomato-
situación que implica un aumento de presión bajo
logía no corregible mediante técnicas de ortesis. No
la cabeza de los metatarsianos.
obstante, en el PD y en función de la potencialidad
de generar zonas de riesgo ulcerativo, opinamos
La garra del primer dedo desencadena problemas
que deben intervenirse quirúgicamente de forma
similares, con ulceración en la zona plantar corres-
preventiva y aun en el caso de que no sean sinto-
pondiente al hueso sesamoideo medial.
máticas.
Este desequilibrio provoca, de forma evolutiva,
contracturas articulares, por las que el dedo pierde Técnica
flexibilidad y se establece una deformidad rígida,
que puede potenciarse por los cambios óseos estruc- El abordaje quirúrgico es habitualmente elíptico
turales. sobre la zona de queratosis, con la finalidad de
proceder a su exéresis. En personas jóvenes con
Las diversas técnicas quirúrgicas tienen como un deformidad ligera, la transferencia del tendón
finalidad eliminar la excesiva presión, los puntos flexor largo de los dedos al extensor puede resultar
de fricción, y estabilizar el dedo a nivel de la arti- suficiente. Cuando la deformidad es moderada
culación metatarsofalángica. debemos ser más agresivos y actuar sobre el tejido
óseo. Para ello se seccionan la cabeza y el cuello
Levin definió esta patología como “tip-top-toe de la falange proximal y a continuación se realiza
ulcer syndrome” y afirma que estos pies deben ser una desmodesis. Cuando tras la intervención se
sometidos a cirugía profiláctica antes de que se detecta una excesiva tensión del tendón extensor
desencadene la úlcera y cuando la perfusión arte- largo de los dedos, es aconsejable efectuar una teno-
rial del pie sea todavía la adecuada. tomía percutánea del mismo con la articulación del
tobillo en posición neutra. Ocasionalmente se puede
Los postulados fundamentales en la cirugía emplear una aguja de Kirschner fina de 0,045-0,065
de los dedos en el PD son el control del sangrado para mantener la posición temporalmente.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

En los casos en que la deformidad es de tipo que puede producir molestias y zonas de fricción
severo, resulta imperativo efectuar una resección con el calzado y que con frecuencia provoca hiper-
de la cabeza y cuello de la falange proximal, queratosis a nivel de la porción distal del dedo.
asociada a un alargamiento del tendón extensor largo
de los dedos, una tenotomía del extensor corto y El tratamiento conservador de esta deformidad
una capsulotomía dorsal a nivel de la articulación con ortesis y férulas generalmente no da resultados
metatarsofalángica. satisfactorios.

Si la hiperextensión de ésta no se corrige con Entre las posibles técnicas quirúrgicas comen-
las técnicas anteriores, deben seccionarse los liga- tamos:
mentos colaterales, llevar la articulación a su posi-
ción neutra y reparar el tendón extensor largo en a) La tenotomía del flexor largo a nivel del
esta posición. pliegue de flexión de la interfalángica distal.

La corrección de la articulación metatarsofa- b) La artroplastia resección a nivel de la articu-


lángica debe efectuarse en ambos planos —antero- lación interfalángica distal.
posterior y coronal—, y la osteosíntesis mediante
una aguja de Kirschner es de utilidad para mantener c) La resección subtotal o total de la falange
la posición. A continuación se aplica un vendaje media asociada a una desmodesis dorsal.
compresivo para mantener la posición del dedo que
debe modificarse con frecuencia hasta que ceda el Algunos autores recomiendan en estos casos la
edema. amputación de la mitad distal de la falange distal
incluyendo la uña y la matriz ungueal, lo que permite
La artroplastia resección de la articulación inter- corregir la deformidad, aunque no parece una técnica
falángica proximal proporciona buenos resultados aconsejable siempre que se pueda resolver el
para eliminar las prominencias dorsales sobre las problema mediante opciones menos radicales que
160 que se forman lesiones hiperqueratósicas que pueden preserven la uña.
desembocar en úlceras y con criterio general está
indicada en las denominadas deformidades está- La artroplastia resección requiere en ocasiones
ticas. la tenotomía del flexor largo del dedo a nivel del
pliegue de la articulación interfalángica distal, con
Cuando la deformidad es severa y de tipo diná- la posterior corrección manual de la deformidad
mico puede ser preferible realizar una artrodesis articular. Es una técnica sencilla y que suele aportar
interfalángica. muy buenos resultados.

Para ello hay que resecar la cabeza y el cuello Técnica


de la falange proximal, así como la porción proximal
de la falange media. De esta manera es factible Esta tenotomía se efectúa percutáneamente,
enfrentar el hueso esponjoso. A continuación se aplicándose posteriormente un punto o dos de
introduce una aguja de Kirschner (0,045-0,065) a sutura si es preciso. El hallux también puede verse
través del canal de la falange media. afectado por un deformidad en martillo, como
consecuencia de la rotura del tendón extensor largo
Posteriormente, se enfrentan las dos superficies del primer dedo. La corrección de esta deformidad
óseas esponjosas y se introduce retrógradamente la es más compleja y precisa de una reparación directa
aguja hasta la base del dedo. Ésta se mantiene del extensor y la colocación de una aguja de
durante unas cuatro semanas y se retira transcurrido Kirschner manteniendo la articulación en posición
este período sin necesidad de anestesia. neutra. La aguja, que protruye unos 2-3 mm de la
punta del dedo, se mantiene durante unas cuatro
semanas y posteriormente se retira sin necesidad
Dedos en martillo de anestesia.

La deformidad en martillo se debe a una contrac- Siempre, y como ya se ha señalado en anteriores


tura en flexión de la articulación interfalángica distal, técnicas, con posterioridad a este tipo de cirugía es
CIRUGÍA ORTOPÉDICA DEL PIE DIABÉTICO. Silvestre A., Gomar F.

Tabla I
Algoritmo de tratamiento de los problemas del antepié.

Deformidad Deformidad Otras


Metatarsalgia
1 dedo
er
5º dedo deformidades

Condilectomías Artropastia-resección Condilectomías


plantar vs vs vs
Osteotomía en galón Artrodesis Osteotomía en cuña
dorsal

* Artrosis metatarso-falángica, edad avanzada Keller-Brandes


* Ängulo intermetatarsiano < 15º McBride vs Osteotomía en
talón * Ángulo intermetatarsiano > 15º Osteotomía proximal

aconsejable utilizar un zapato de caja anterior ancha, nencia ósea que desencadena el problema. Es impor-
para evitar zonas de fricción (Tabla I). tante señalar cuidadosamente la incisión y evitar
dañar o eliminar el tejido celular subcutáneo para
161
preservar la vascularización.
4.- TRATAMIENTO DE LAS
LESIONES HIPERQUERATÓSICAS Técnica
EN EL ESPACIO INTERDIGITAL
La sindactilización es una técnica muy adecuada
La presión mecánica del cóndilo óseo de una para el tratamiento de las lesiones recidivantes o de
falange contra el de un dedo adyacente puede aquellas previamente infectadas. Debemos tener en
provocar la aparición de lesiones hiperqueratósicas cuenta que hay que proceder a la extirpación de
—heloma molle—, que suelen localizarse con mayor suficiente extensión de tejido óseo para evitar la
frecuencia en el cuarto espacio interdigital (véase irritación provocada por el hueso adyacente. Se
el Capítulo IX).
efectúa una incisión sobre la zona hiperqueratósica
y se extirpa. A continuación se realiza una incisión
Es de gran importancia que estas lesiones sean
en el dedo adyacente respetando en ambas inci-
siempre valoradas con criterios podológicos conser-
siones el tejido celular subcutáneo.
vadores, y únicamente en el caso de nula respuesta
terapéutica, hay que plantearse la posibilidad de
efectuar una sindactilización. Posteriormente se extirpan las zonas prominentes
de tejido óseo —condilectomía— y en algunas
El tratamiento conservador se basa en el empleo ocasiones es aconsejable resecar la porción distal
de separadores interdigitales, asociados a un calzado de la falange proximal —artroplastia resección—.
de caja anterior ancha con el objeto de disminuir la A continuación y mientras se mantiene el dedo esta-
presión. Si a pesar de estas medidas persiste el dolor bilizado y alineado, se suturan ambas incisiones,
o existe riesgo de que la lesión se ulcere está indi- consiguiendo la sindactilización. Esta técnica propor-
cada la intervención quirúrgica. ciona estabilidad al dedo tras la artroplastia resec-
ción. Finalmente se aplica un vendaje compresivo
Previamente a la misma hay que realizar un y se permite la deambulación con un zapato de suela
estudio radiológico que permita identificar la promi- rígida.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

5.- TRATAMIENTO DE LA el II y III radios y a nivel de la base de los meta-


METATARSALGIA EN EL PIE DIABÉTICO tarsianos. Se separan lateral o medialmente los exten-
sores y se efectúa una cuña dorsal de sustracción
Como ya se ha mencionado en capítulos prece- con una sierra fina. Posteriormente se cierra la herida
dentes, la neuropatía causa la atrofia de la almoha- y se permite la carga inmediata para que los meta-
dilla plantar. En estos casos, el aumento de la flexión tarsianos se adapten a la nueva posición y las cabezas
sobre las epífisis distales de los metatarsianos se eleven. El vendaje compresivo se retira una vez
provoca un aumento de la presión, una reacción que cicatricen las heridas.
inflamatoria, y la posibilidad de una lesión hiper-
queratósica que se puede ulcerar.
6.- CIRUGÍA DE LAS
El tratamiento conservador mediante plantillas UÑAS EN EL PIE DIABÉTICO
de descarga no siempre es efectivo, y se han
propuesto diversas alternativas técnicas para corregir La patología ungueal, que con carácter general
esta patología. carece de trascendencia por sí misma, puede tener
en el enfermo diabético repercusiones impor-
Puede actuarse a nivel de la cabeza de los meta- tantes por las complicaciones que se pueden
tarsianos o a nivel de la base de los mismos. desencadenar.

De entre las patologías susceptibles de trata-


Condilectomía plantar miento quirúrgico tenemos la onicogrifosis, la onico-
micosis, la paroniquia, las exostosis subungueales
Se practica una incisión dorsal centrada en la y las neoplasias subungueales.
articulación metatarsofalángica, y se incide la cápsula
y el periostio, reflejándolas lateral y medialmente, La cirugía de las uñas se debe efectuar siempre
y exponiendo el cuello y la cabeza del metatarsiano. en un ámbito quirúrgico en condiciones de asepsia
162 Se disecan los ligamentos colaterales y se flexiona adecuada. No debe emplearse anestesia a base de
plantarmente la falange proximal. A continuación epinefrina a nivel del dedo, aunque sí es posible
se reseca la prominencia plantar de la cabeza del utilizar un torniquete digital, que debe ser liberado
metatarsiano con un osteótomo fino y si es nece- tras extirpar la matriz antes del cierre cutáneo. Con
sario se extirpa la porción distal de la superficie posterioridad se aplica un vendaje compresivo y se
articular con un osteótomo perpendicular al eje de siguen las mismas pautas que tras una intervención
la diáfisis. quirúrgica.

Finalmente se reduce la articulación y se cierra El principal problema que pueden presentar estas
la herida. Posteriormente se coloca un vendaje lesiones es la infección, que desde el dedo puede
compresivo, se permite la carga apoyando el talón, diseminarse hasta la vaina de los flexores provo-
y se inicia la rehabilitación. cando una tenosinovitis supurativa.

Entre las complicaciones que presenta esta inter- Por ello, todos los procesos infecciosos próximos
vención cabe mencionar la inestabilidad articular, la a las uñas deben ser diagnosticados y tratados correc-
transferencia de la metatarsalgia y la rigidez articular. tamente con la mayor precocidad posible.

Ostetotomía en cuña de sustracción dorsal Onicogrifosis, onicomicosis


de los metatarsianos e incurvación de la uña

Técnica de preferencia a nuestro criterio, en En estos casos es aconsejable efectuar una abla-
función de que sus resultados son superiores a la ción de la uña y de la matriz ungueal —técnica de
condilectomía plantar. Zadik—.

Se realizan dos incisiones dorsales en los espa- Para ello se realiza una incisión de unos cinco
cios intermetatarsianos entre el IV y V, y entre milímetros en la parte proximal de cada uno de los
CIRUGÍA ORTOPÉDICA DEL PIE DIABÉTICO. Silvestre A., Gomar F.

ángulos de la uña hasta el eponiquio. Se elevan los Esta técnica, publicada por Winograd en 1929,
flaps y se retraen proximalmente. A continuación ha soportado el paso del tiempo, ya que suele propor-
se eleva la uña con unas pinzas de hemostasia y se cionar excelentes resultados.
efectúa su avulsión. Se incide la matriz ungueal
proximalmente al eponiquio y transversalmente Finalmente, en las lesiones recidivantes ungue-
hasta el periostio de la falange adyacente y se realiza ales se puede plantear la amputación terminal de
otro corte transversal distal a la lúnula. Se extirpa Syme, que se realiza mediante una incisión rode-
completamente la matriz y se curetea la zona subya- ando la uña y el lecho ungueal y se extirpa ésta, el
cente. Finalmente se cierra el eponiquio y se aplica lecho ungueal y el tejido circundante.
un vendaje compresivo.
Posteriormente y mediante la disección cuida-
dosa, separando el tejido celular subcutáneo de la
Uña encarnada zona plantar, se efectúa la resección de la porción
distal de la falange con una sierra eléctrica fina.
En estos casos basta con efectuar una resec- Finalmente se realiza el cierre con el flap plantar y
ción en cuña del margen de la uña, de la matriz se aplica un vendaje compresivo.
y del lecho ungueal. Se practica una incisión de
unos cinco milímetros en el eponiquio, lo que Estas técnicas no deben realizarse en presencia
permite exponer la raíz de la uña. A continua- de signos infecciosos, y es fundamental, como ya
ción se realiza una excisión en cuña de la uña se ha insistido en capítulos precedentes, disponer
y del tejido cutáneo, tras la cual se curetea la previamente de una evaluación de la perfusión arte-
lesión, se cierra la incisión y se aplica un vendaje rial, ya que un porcentaje de las lesiones necróticas
compresivo. Es el denominado procedimiento que presenta el PD tienen su origen en terapias de
de Winograd, de gran utilidad para eliminar el actuación sobre patología ungueal en pies mal
borde ungueal, el tejido hipertrofiado del pliegue perfundidos. Por tanto, no deben realizarse si no
lateral ungueal, así como el tejido de granula- existe la certeza de que hay un correcto balance
ción de dicha área. circulatorio que asegure la cicatrización. 163
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA Y HOSPITALARIA. Ibáñez V., Martín JL., Vázquez P., Fernández I., Marinel.lo J.

CAPÍTULO XIII

ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN
EN ATENCIÓN PRIMARIA
Y HOSPITALARIA
Ibáñez V., Martín JL., Vázquez P., Fernández I., Marinel.lo J.
2.- PREVENCIÓN PRIMARIA
1.- Introducción
2.- Prevención primaria En el PD, la prevención primaria tiene como
3.- Prevención secundaria objetivos definir, proponer, consensuar y realizar
4.- Prevención terciaria una serie de acciones estratégicas con la finalidad
5.- Programa de mejora de calidad de evitar la aparición de lesiones desde el mismo
asistencial en el pie Diabético. momento del diagnóstico de la diabetes mellitus
Equipos interdisciplinarios (DM).

Como se ha señalado en capítulos precedentes,


1.- INTRODUCCIÓN es ya a partir de este momento cuando puede consi-
derarse el pie del enfermo diabético como un "pie
Los problemas derivados de la patología del pie de riesgo".
en el enfermo diabético constituyen uno de los obje- 165
tivos prioritarios de la Declaración de San Vicent, Las experiencias publicadas por aquellos grupos
y del Programa Nacional de Diabetes. Ambos se que han conseguido implantar estas estrategias son,
proponen como objetivos conseguir en un período con un elevado nivel de evidencia, incuestionables
de cinco años la reducción en un 50% del índice en cuanto a la reducción de las complicaciones, de
actual de amputaciones secundarias a la patología la tasa de amputaciones y del número de reinter-
del pie diabético (PD). venciones.

La principal argumentación en que se basan


ambos para conseguir este objetivo es la evidencia Educación sanitaria
bibliográfica, absolutamente contrastada, en la que sobre los cuidados del pie
se demuestra que el diagnóstico precoz y las pautas
de prevención primaria y secundaria sobre las De forma simultánea con la información del
lesiones pueden llegar a reducir hasta en un 85% propio manejo de la DM —controles de glucemia,
aquellas situaciones en las que en la actualidad la administración de medicación, signos de hipoglu-
única opción es la amputación. cemia o hiperglucemia—, debe facilitarse al enfermo
y a los familiares aquella información que les aporte
Ambos, diagnóstico y prevención, tienen unos conocimientos suficientes y que les sensibilicen
elementos estratégicos que implican a un amplio sobre la importancia de detectar y valorar cualquier
grupo de actores, y que abarcan desde el propio anomalia en los pies.
enfermo diabético y sus familiares más cercanos, a
los profesionales de atención primaria y hospita- En este sentido, en la Tabla I y en los Anexos
laria, y a las administraciones sanitarias. 1-8 se expone la estrategia de información propuesta
y que debería ser planteada al enfermo diabético y
La intencionalidad de este Capítulo es analizar a su entorno más cercano en un programa de varias
y proponer diversas líneas de actuación en estos sesiones por el equipo de medicina familiar y comu-
ámbitos. nitaria.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Tabla I
Prevención primaria del pie diabético. Estrategia en medicina primaria.
Modificado de: Steps for preventing diabetes foot problems (NIDDK, 1997)

CRIBADO ANUAL DEL PIE Anamnesis


Exploración

Pie de bajo riesgo


CLASIFICAR LOS HALLAZGOS
• Sensibilidad superficial intacta
• Pulsos pedios presentes
• Sin deformidades
• Sin antecedentes de úlcera ni amputación

Pie de alto riesgo


• Pérdida de sensibilidad superficial
• Ausencia de pulsos periféricos
• Deformidades severas del pie
• Antecedentes de úlcera o amputación

EDUCACIÓN PARA LA SALUD • Informar al paciente sobre su categoría de riesgo


• Enseñar técnicas de autocuidado
• Indicar el calzado adecuado
166
• Abandono del hábito tabáquico
• Recalcar la importancia del control glucémico para reducir el riesgo de
problemas en el pie y otras complicaciones

SEGUIMIENTO DE PACIENTES
PIE DE BAJO RIESGO
• Realizar un cribado anual del pie diabético
• Educación para autocuidados

PIE DE ALTO RIESGO


• Señalar con claridad el alto riesgo en la historia clínica
• Explorar los pies en cada visita (al menos cada tres meses)
• Identificar cuándo hay necesidad de consulta con otras especialidades
• Proporcionar educación para el autocuidado
• Asegurarse de que las personas mayores o con problemas de visión reciben
la ayuda adecuada para el cuidado diario
• Obtener el mejor control metabólico

PLAN DE MANEJO Identificar la necesidad de:


• Educación para la salud
• Pruebas diagnósticas
• Prescripción de prótesis y calzado
• Consultas con otros especialistas
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA Y HOSPITALARIA. Ibáñez V., Martín JL., Vázquez P., Fernández I., Marinel.lo J.

Actuación sobre factores de riesgo que contri- céridos y disminución de HDLc— se han correla-
buyen al desarrollo del pie diabético cionado con el desarrollo de la enfermedad vascular
periférica, si bien tampoco existen suficientes eviden-
Tabaquismo: el hábito del consumo regular de cias que demuestren que el buen control de la disli-
diez o más cigarrillos diarios e iniciado en la adoles- pemia en el enfermo diabético incida en el número
cencia ha evidenciado ser una variable de carácter de amputaciones.
predictivo positivo para la amputación de la extre-
midad en aquellas personas en que el inicio de la Nivel socioeconómico: una situación cultural,
DM es anterior a los treinta años de edad, en razón social y familiar deficiente se ha correlacionado con
al efecto sinérgico que implica la asociación de dos un mayor riesgo en la formación de úlceras y de
factores de riesgo en un período evolutivamente largo.
amputación. Hábitos de higiene, la no aceptación
de la enfermedad, el escaso interés por la infor-
Como factor de riesgo de la isquemia en la extre-
mación, la demora en la consulta sobre lesiones
midad inferior, el abandono del hábito tabáquico es
iniciales, y la menor frecuentación de los servicios
una de las modificaciones más importantes en la
conducta del enfermo diabético que va a contribuir, sanitarios asociados a un deficiente respaldo en el
además, a disminuir el riesgo de aparición de la ámbito familiar, implican, no sólo una mayor inci-
enfermedad cardiovascular y cerebrovascular. dencia de las complicaciones, sino también un peor
curso evolutivo de las mismas.
Hiperglucemia: diversos estudios, entre ellos el
DCCT —Diabetes Control and Complications
Trial— realizado en la DM tipo I y el UKPDS 3.- PREVENCIÓN SECUNDARIA
(United Kingdom Prospective Diabetes Study) en
la DM tipo II, han demostrado que un correcto Se define como tal a aquel conjunto de actua-
control metabólico reduce el desarrollo de compli- ciones destinadas a detectar, cuidar y tratar precoz-
caciones como la neuropatía, la retinopatía y la mente las alteraciones ya manifestadas en el pie del
nefropatía, y en menor grado la vasculopatía en las enfermo diabético. Cuando éste inicia la sintoma- 167
extremidades inferiores. tología de neuropatía o vasculopatía en sus extre-
midades inferiores necesariamente no va a evolu-
Entre un 20% y un 40 % de los enfermos con cionar a estadios de ulceración y fases de
DM tipo II ya presentan complicaciones neuropá- complicación, y de hecho puede no manifestarlas
ticas y vasculares en el momento del diagnóstico. a lo largo de toda su vida.
Un programa efectivo de prevención sobre el PD
debería iniciarse, al menos desde un punto de vista Ello dependerá, al margen de la propia agresi-
teórico, con una estrategia de diagnóstico precoz vidad de la enfermedad, de que tenga la opción de
de la DM. conocer y seguir programas educacionales especí-
ficos.
En este sentido, la adopción de los nuevos crite-
rios diagnósticos propuestos recientemente por la
Dichos programas deben ser impartidos por aque-
American Diabetes Association y recogidos en el
llos grupos de profesionales implicados en todos
informe de la Organización Mundial de la Salud
los aspectos clínicos de la DM, como se expone en
puede representar la detección de un mayor número
de personas en fases asintomáticas. el último apartado de este Capítulo.

Hipertensión: los enfermos diabéticos e hiper- Desde un punto de vista de racionalidad,


tensos presentan un riesgo cinco veces superior de eficiencia y optimización de recursos, las medidas
desarrollar vasculopatía periférica. No obstante, no a adoptar deben estar en función de la severidad o
hay evidencias de que el correcto control de la estadio en el momento del diagnóstico.
tensión arterial haya podido ser correlacionado con
reducción en el número de amputaciones. De una forma práctica pueden considerarse
cuatro estadios, de menor a mayor gravedad, y que
Dislipemia. Los trastornos lipídicos asociados corresponden a determinadas fases clínicas ya
a la DM —aumento de LDLc, aumento de trigli- expuestas en otros capítulos.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

Estadio 1 b) Conseguir su normalización metabólica.

No existen alteraciones de la sensibilidad, defor- c) Prevenir o minimizar las complicaciones.


midades ni ulceración previa.
d) Mejorar su calidad de vida.
Los controles deben establecerse con una perio-
dicidad cuatrienal.
5.- PROGRAMA DE MEJORA DE
CALIDAD ASISTENCIAL. EQUIPOS
Estadio 2 INTERDISCIPLINARIOS

Caracterizado por la disminución de la sensibi-


lidad, con o sin signos de vasculopatía, pero no se Medicina primaria
objetivan deformidades ni ulceración. El segui-
miento será similar al comentado en el apartado La credibilidad de un proyecto de formación
anterior pero insistiendo muy especialmente en el continuada y de calidad asistencial al enfermo diabé-
examen diario de los pies, por parte del paciente o tico en el ámbito de la atención primaria, debe
familiares, y en las medidas higiénicas. basarse en la elaboración y el seguimiento de un
programa estructurado sobre la DM. En su desa-
rrollo deben considerarse los siguientes elementos:
Estadio 3
a) Elaboración de un protocolo consensuado que
Existe disminución de la sensibilidad y defor- establezca, entre otros, los criterios de valo-
midades en los pies. No hay ulceración previa. ración inicial, el control evolutivo y la acce-
Similar al apartado anterior pero los controles sibilidad a las técnicas diagnósticas y tera-
médicos o de enfermería deben establecerse con péuticas necesarias.
168 mayor frecuencia. Es, además, recomendable indicar
el control podológico regular, con la finalidad de b) Designación de un profesional responsable
pautar las medidas correctoras expuestas en los de la coordinación interna del equipo y externa
Capítulos IX y XI. Si éstas no consiguen sus obje- con los niveles especializados hospitalarios
tivos, deberá valorarse el tratamiento quirúrgico y extrahospitalarios.
para modificar las deformidades detectadas.
c) Sistema de registro actualizado de enfermos.
Una forma factible y rápida de iniciarlo es a
Estadio 4 partir de las prescripciones de fármacos y
material autoanalítico relacionados con la DM,
Significado por la disminución de la sensibi- que con posterioridad y en la consulta se
lidad, la objetivación de deformidades en los pies completa con la relación de enfermos tratados
y el antecedente de úlcera. La pauta es similar al únicamente con régimen dietético.
apartado anterior, valorando que la posibilidad de
la recidiva ulcerosa resulta elevada. d) Historia clínica, protocolizada, con especial
anotación de la existencia de un "pie de riesgo".

4.- PREVENCIÓN TERCIARIA e) Apartado específico de monitorización


múltiple para el registro de las actividades
En esta fase, las actuaciones van dirigidas al señaladas en el protocolo de la DM y los otros
tratamiento de la lesión —ulcera o gangrena—, y factores de riesgo frecuentemente asociados.
al el proceso de rehabilitación, posterior a una ampu-
tación no evitada. f) Circuito de detección de aquellos enfermos
que no acuden a la revisión programada.
Los objetivos en esta fase son:
g) Comisión de calidad que identifique y analice,
a) Mantener al enfermo asintomático. entre otros cometidos, aquellos problemas o
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA Y HOSPITALARIA. Ibáñez V., Martín JL., Vázquez P., Fernández I., Marinel.lo J.

situaciones susceptibles de mejora y esta- Los Anexos 13 - 17 constituyen guías de crite-


blezca los criterios mínimos de calidad asis- rios e indicadores de calidad, con la que iniciar el
tencial. trabajo en este ámbito. Cada equipo debe establecer
los indicadores de problemas que consideren suscep-
La necesidad de que el PD sea valorado y tratado tibles de mejora, estableciendo estándares, modi-
de forma multidisciplinaria es un hecho que actual- ficables según avance su experiencia en su utiliza-
mente pocos expertos discuten, si bien son contados ción. En función de ello, se recomienda la evaluación
los ámbitos donde los equipos multidisciplinarios anual a partir del muestreo aleatorio o sistemático,
existen como tales y de forma estructurada. Este con inclusión de cinco pacientes por médico y enfer-
enfoque del PD se justifica tanto por la propia opti- mera en aquellos centros o áreas básicas de salud
mización de los recursos en su fase diagnóstica, con una plantilla superior a los seis facultativos, y
como por una mayor racionalidad, operatividad, con un tamaño de la muestra en todo caso no infe-
eficacia y eficiencia en su fase terapéutica, a menudo rior a treinta en aquellos que presentan un número
compleja y de morbilidad elevada en función de la de profesionales inferior a seis.
pluripatología del enfermo diabético.

El papel del profesional de enfermería en las Ámbito hospitalario


fases de profilaxis primaria y secundaria es esen-
cial y, en nuestro criterio, la educación sanitaria del La complejidad diagnóstica, clínica y terapéu-
enfermo diabético mediante seminarios o talleres tica del PD, evidenciada en todos y cada uno de los
prácticos corresponde a su ámbito (Anexo 9 - 12). capítulos precedentes, implica en el ámbito hospi-
talario la necesidad ineludible de una estrategia
La figura del trabajador social es, asimismo, de multidisciplinaria. No obstante, debe reconocerse
que se ha avanzado de forma muy limitada en esta
importancia en aquellas situaciones socio-familiares
orientación, y no es infrecuente que la asistencia
que no garantizan un seguimiento correcto o el aban-
hospitalaria a estos enfermos se realice de forma
dono de las pautas de prevención. Su conocimiento 169
sesgada o desconexionada.
e información al Equipo de tales circunstancias
deben permitir la selección del enfermo en un grupo
No es una situación infrecuente la del enfermo
que precise de mayor dedicación.
en el que se indican y realizan complejas técnicas
de revascularización arterial con la finalidad de
Como también se ha venido argumentando, el lograr que una amputación pueda ser viable a un
podólogo es un profesional que interviene en los nivel lo máximo conservador, sin evaluar previa-
problemas del PD desde el mismo momento del mente y con amplitud la coexistencia de una pato-
diagnóstico de la DM y que debe valorar los factores logía osteoarticular a nivel de la articulación de la
que implican un "pie de alto riesgo". Como ha rodilla que va a determinar una colocación de
quedado argumentado en el Capítulo IX, su concurso prótesis difícil, conflictiva, cuando no imposible.
profesional en la vertiente terapéutica es impres- Como tampoco lo es la indicación de selectivas
cindible en aquel grupo de enfermos, no infrecuente, ortesis sin la suficiente evaluación psicológica del
que presentan déficit visual o cualquier otro impe- enfermo y de su realidad socio-familiar.
dimento físico para una correcta inspección e higiene
de sus pies. Estas y otras situaciones extraídas de la realidad
diaria, inherentes a determinadas dinámicas hospi-
Finalmente, la interrelación entre este equipo de talarias y a la elevada prevalencia del PD, no cons-
medicina primaria y el hospitalario en el segui- tituyen ejemplos de una deficiente o reprobable
miento de estos enfermos es fundamental. práctica clínica, sino de que la complejidad del
enfermo diabético, que debe ser asistido por
Como se ha mencionado en el Capitulo VI, en problemas agudos y graves en el pie, precisa de la
el diagnóstico inicial de la propia DM debe reali- optimización de unos recursos hospitalarios, por
zarse un examen basal neurológico, articular y otro lado, ya existentes.
vascular que catalogue la situación de riesgo del
pie para que con posterioridad, pueda ser utilizado No tan sólo demandan, sino que justifican, en
de referencia en su curso evolutivo. nuestro criterio, la implantación y articulación de
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

equipos o unidades funcionales hospitalarias inte- b) Reducir tanto la variabilidad como la reite-
gradas por expertos en endocrinología, neurología, ración diagnóstico-terapéutica.
cirugía ortopédica, rehabilitación, podología, técnicos
en ortopedia, asistencia social y angiología y cirugía c) Constituir un grupo de trabajo que analice,
vascular, que posibiliten el enfoque integral y singu- de acuerdo con los mismos, las diversas posi-
bilidades terapéuticas en cada enfermo en
larizado de cada enfermo.
concreto, con el objetivo de
Sus objetivos consistirían en:
d) Conseguir el máximo nivel de protetización
funcional y su reintegración efectiva a la vida
a) Implantar en la institución los protocolos diag- normalizada.
nósticos y terapéuticos que se han comentado
en los diversos capítulos de este tratado, e) Mantener una línea de información ágil y reci-
adecuándolos a sus posibilidades reales de proca con los Equipos de Medicina Primaria
actuación. en el seguimiento evolutivo.

ANEXO 1

Cribado de pie diabético

¿Presenta algún síntoma en los pies desde la anterior evaluación?

Anamnesis ¿Tiene historia actual o antecedentes de úlcera en el pie?

170 ¿Refiere claudicación intermitente?

Características de las uñas

Deformidades de los pies

Pulsos periféricos
Exploración
Sensibilidad: monofilamento

Características de la piel

Características del calzado


ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA Y HOSPITALARIA. Ibáñez V., Martín JL., Vázquez P., Fernández I., Marinel.lo J.

ANEXO 2

Programa estructurado de educación para la salud y prevención del pie diabético

A continuación exponemos unas recomendaciones en cuanto a metodología de trabajo, contemplando el


proceso educativo, tanto en la persona con un pie sano, como en la que presenta un pie de riesgo o ante la
presencia de úlcera, gangrena o riesgo de amputación.

• Cuidado del pie: ¿por qué? Complicaciones a largo plazo.


Ventajas de un buen control metabólico

¿Qué hacer?

Explique:

- Cómo un mal control metabólico, si es mantenido durante mucho tiempo, puede dañar los riñones, el
sistema cardiovascular, los ojos y el sistema nervioso. Comente la contribución del tabaco a estos daños.

- Las ventajas de un buen control metabólico a largo plazo. Comente cómo va a conservar una mejor
función renal, cardiocirculatoria, visual y del sistema nervioso.

- Las alteraciones que pueden sufrir sus pies, comentando que ese riesgo es mínimo si mantiene habi-
tualmente un buen control metabólico y una serie de cuidados.
171
Valore en qué condiciones está el diabético respecto a poder encargarse del autocuidado de sus pies (capa-
cidad visual, movilidad...). Si existe algún inconveniente para el autocuidado hay que implicar a algún fami-
liar, amigo, vecino para, enseñarle e instruirle también.

Explore si existen miedos o temores y trate de desmontarlos mediante el razonamiento y ayudándose con
ejemplos de otras personas diabéticas cercanas o del grupo. Trate el tema del pie diabético de una forma
positiva.

¿Cómo?

Mediante una exposición tanto en educación individual como en grupal. En la grupal estimular la parti-
cipación de los integrantes, pidiendo que expliquen sus experiencias al respecto, tratando de enfocar positi-
vamente toda la información.

¿Con qué material?

Utilice la ficha nº 1.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

ANEXO 3

• Higiene y cuidado de los pie

¿Qué hacer?

Exponga cuál es la higiene y cuidados diarios recomendables para sus pies: lavado y secado de los mismos.
Hidratación. Cuidado de las uñas y técnica de corte. Pregunte a la persona cómo cuida sus pies, cómo se los
lava, con qué frecuencia lo hace, qué tipo de instrumentos (tijeras, cortauñas, si usa callicidas, tiritas, etc.)
usa para ello. Instruya en la autovigilancia e inspección de los pies (búsqueda de callos, durezas, grietas,
infecciones, cambios de color, heridas, úlceras).

Pida a la persona que analice los posibles errores en el cuidado de sus pies. Puede ser útil pedirle que
traiga a la consulta el material que tiene en su casa destinado a ello.

¿Cómo?

En educación individual mediante explicación y, si es posible, demostración diabética. En educación


grupal mediante explicación — demostración práctica y sesiones en grupo, valorando los aciertos y los
errores.

¿Qué material utilizar?

172 Fichas nos. 2 y 3. Para sesiones prácticas, palangana, termómetro, esponja, gel de baño neutro, toalla,
crema hidratante, lupa, espejo, tijeras de punta roma, lima.

ANEXO 4

• Calzado y ropa

¿Qué hacer?

Comente cuál es el calzado y la ropa más adecuados para sus pies. Explique cuál es el horario más
adecuado para comprar el calzado.

¿Cómo?

En educación individual mediante explicación. Pida a la persona que traiga algunos de sus pares de
zapatos y comenten sus características. Pídale que dibuje una plantilla de sus pies y que luego compruebe
si se adapta bien a su zapato o si, por el contrario, se deforma o arruga. En educación grupal tras la expli-
cación, se pueden organizar sesiones simuladas de compra de zapatos, calcetines, medias, etc.; dibujar las
plantillas de los pies.

¿Con qué material?

Ficha nº 4. Para sesiones prácticas, distintos grupos de calzado, de calcetines, de medias.


ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA Y HOSPITALARIA. Ibáñez V., Martín JL., Vázquez P., Fernández I., Marinel.lo J.

ANEXO 5

• Circunstancias de riesgo para sus pies

¿Qué hacer?

Comente qué circunstancias o situaciones son de riesgo para sus pies. Pregunte si alguna vez se ha encon-
trado en alguna de ellas

¿Cómo?

Mediante explicación en educación individual y grupal

¿Con qué material?

Utilice las fichas nº 3 y 5 (recomendaciones generales para evitar riesgos)

ANEXO 6

• Pie de riesgo 173

¿Qué hacer?

Si presenta neuropatía diabética, comente que el sistema de alarma que tenían sus pies para defenderse
de agresiones como el calor, los traumatismos, etc., es deficiente, y lo tiene que suplir él personalmente
estando más atento a ello, teniendo precauciones.

Si presenta alguna herida o erosión, explique y muestre cómo curar erosiones y heridas.

Si presenta deformidades o hiperqueratosis, informar de qué tipo y cómo solucionarlas; aconseje el calzado
adecuado.

Si presenta enfermedad vascular periférica, aconseje el abandono del tabaco.

¿Cómo hacerlo?

Mediante exposición y sesión práctica (por ej., curas).

¿Con qué material?

Utilice la ficha nº 5.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

ANEXO 7

• Circunstancias de consulta con el médico

¿Qué hacer?

Informe en qué circunstancias debe consultar con su médico/a y enfermero/a. Comente la necesidad de
revisiones periódicas

¿Cómo hacerlo?

Mediante explicación

¿Con qué material?

Fichas nos. 3 y 5.

174
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA Y HOSPITALARIA. Ibáñez V., Martín JL., Vázquez P., Fernández I., Marinel.lo J.

ANEXO 8

• Educación para la reducción de los factores de riesgo

Educación para el abandono del tabaco

Recomiende siempre dejar de fumar.

Valore la motivación.

• ¿Qué le parecería dejar de fumar?

• ¿Qué razones tendría usted para dejar de fumar?

• ¿Qué beneficios cree que obtendrá si deja de fumar?

• ¿Está usted pensando en dejar de fumar? ¿Para cuándo?

Valore si previamente dejó de fumar y qué osurrió.

Comenten los problemas que puedan surgir.

Comenten los recursos o estrategias para afrontar estos problemas. Busquen apoyos.
175
Confeccionen un plan de cambio.

• No existe intención de dejar de fumar: siga aconsejando el abandono. Motive.

• Existe intención de dejar de fumar: establezcan el calendario y la estrategia. Cite para seguimiento.

Otros factores de riesgo

En cuanto al resto de los factores de riesgo relacionados fundamentalmente con el estilo de vida y alimen-
tación están en el marco general de la EPS en diabetes.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

ANEXO 9

Propuesta de criterios e indicadores para un Programa de Mejora de la calidad. Grupode Diabetes


de laSociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria, 1997

CRITERIO EXCEPCIONES ACLARACIONES INDICADOR

1. Estructura

1.1 Protocolo consen- Médico - enfermera Nº médicos con...


suado con el trabajan aislados en
equipo y aceptado consultorio sin equipo
de referencia
1.2 Consulta progra-
mada

1.3 Programa estructu- Hoja de monitoriza-


rado EPS ción: hoja específica
para diabetes y/o
1.4 Hoja monitoriza- factores de riesgo
ción cardiovascular donde
se vuelcan los conte-
1.5 Visita conjunta nidos de la visita
médico-enfermera (anamnesis, explora-
ción analítica, conte-
176 nidos educativos,..)
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA Y HOSPITALARIA. Ibáñez V., Martín JL., Vázquez P., Fernández I., Marinel.lo J.

ANEXO 10

CRITERIO EXCEPCIONES ACLARACIONES INDICADOR


1. Proceso
2.1. Diagnóstico (dg): Pacientes con diagnós- Para establecer el diag- Nº con dg correcto
La Diabetes debe tico previo de diabetes nóstico es preciso que
haber sido diag- actualmente tratada cualquiera de los tres Nº Total diabéticos
nosticada con al con fármacos métodos sea confir-
menos uno de los mado en al menos una
siguientes segunda ocasión en los
métodos: Embarazo días sucesivos por
cualquiera de los tres
• Glucemia al azar métodos
igual o superior a 200
mg/dl más síntomas y
signos de diabetes
(poliuria, polifagia,
polidipsia, pérdida de
peso)
• Glucemia basal en
plasma venoso igual
o superior a 126
mg/dl
• Glucemia en plasma 177
venoso a las 2 horas
de una Sobrecarga
oral con 75 g de
glucosa igual o supe-
rior a 200 mg/dl

2.2. Anamnesis (A). Factores de riesgo Nº con A correcto


Debe incluir: asociados: HTA,
obesidad, tabaco, disli- Nº Total diabéticos
• Antecedentes fami- pemia, alcohol
liares de diabetes
• Fecha aproximada de
diagnóstico
• Tipo de diabetes
• Tratamientos previos
realizados
• Tratamiento actual al
menos una vez al año
• Presencia/ausencia
factores de riesgo
asociados
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

CRITERIO EXCEPCIONES ACLARACIONES INDICADOR


1. Proceso
2.3. Exploración Em la DM1 se admite En adultos basta tener Nº con FO correcto
física: Todo que no se realice el FO una talla de referencia Nº Total diabéticos
paciente diabético hasta pasados 5 años
se debe haber del diagnóstico Nº con peso correcto
Inspección pies:
realizado y regis- Nº Total diabéticos
higiene, calzado, uñas,
trado:
heridas, deformidades,
2.3.1. Fondo de ojo Nº con talla correcto
callos, hiperqueratosis
(FO) en el Nº Total diabéticos
último año
2.3.2. Peso/al menos Nº con i correcto
dos veces al año Nº Total diabéticos
2.3.3. Talla
2.3.4. Tensión arterial Nº con s correcto
al menos dos Nº Total diabéticos
veces al año
2.3.5. Palpación Pulsos
periféricos en el
último año
2.3.6. Inspección pies
(I) en el último
año
2.3.7. Sensibilidad
táctil - dolorosa
178
(S) en el último
año

2.4, Seguimiento: Pacientes domiciliados Se considera visita Nº con SM correcto


Todo paciente diabé- relacionada con la Nº Total diabéticos
tico debe tener al diabetes (VRD) si se
menos ha realizado y registra: Nº con SE correcto
2.4.1. Dos visitas • Vakloración síntomas Nº Total diabéticos
médicas en el hipo/hiperglucemia
último año, rela- • Valoración control Nº con SEd correcto
cionadas con la metabólico Nº Total diabéticos
Diabetes (SM) • Solicitud/valoración
2.4.2. Tres visitas de analítica Nº con ninguna VRD
enfermería en el • Valoración cumpli- en año
último año, rela- miento terapéutico y Nº Total diabéticos
cionadas con la plan terapéutico
Diabetes (SE) Se consideran visitas
2.4.3. Tres visitas con con contenido educa-
contenido educa- tivo diferentes si se
tivo diferentes en han tratado disitintos
el último año aspectos de EPS (que
(SEd) es la diabetes, dieta,
técnicas inyección
autoanálisis, autocon-
trol, hipoglucemias,
enf. Intercurrente...)
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA Y HOSPITALARIA. Ibáñez V., Martín JL., Vázquez P., Fernández I., Marinel.lo J.

ANEXO 11

CRITERIO EXCEPCIONES ACLARACIONES INDICADOR


1. Proceso
2.5. Analítica: los Nº con ..................
pacientes diabéticos
Nº Total diabéticos
deben tener realizado y
registrado: al menos
una vez durante el
último año:
Si tiene dislipemia al
2.5.1. Bioquímica: control de lípidos se
colesterol total, hará á creatinina cada
triglicéridos, 6 meses
,creatinina y
sistemático de
orina
2.5.2. Al menos 2
hemoglobinas
glucosiladas en Si tiene microalbumi-
el año nuria positiva debe
realizarse control de
2.5.3. Cribado de Si ≥ 70 años o enfer- Tasa de Excreción de
microalbumi- medad renal conocida albúmina (orina de 12
nuria una vez al no precisa control o 24 horas) cada 6
año microalbuminuria meses 179

2.6. Autocuidados: Incapacidad física o No debe considerarse Nº con ..................


psíquica, aislamiento como autoanálisis si Nº Total diabéticos
2.6.1. Todo paciente
social los perfiles glucémicos
diabético en
tratamiento se hacen enb el centro
farmacológico de salud
debe conocer y
realizar autoaná-
lisis de glucemia Autocontrol: modifica-
ciones en los
2.6.2. Las personas con Incapacidad física o elementos del trata-
diabetes deben psíquica, aislamiento miento (dieta, ejer-
conocer normas social cicio, fármacos) en
de autocontrol función de las cifras de
2.6.3. Las personas con glucemia determinadas
diabetes deben por autoanálisis
conocer normas
de autocuidados
de pies

2.7. ECG: Todo Si factores de riesgo o Nº con ..................


paciente diabético debe enfermedad cardiovas-
Nº Total diabéticos
tener realizado e infor- cular se realizará anual
mado un ECG bianual
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

ANEXO 12

CRITERIO EXCEPCIONES ACLARACIONES INDICADOR


1. Resultados
Los pacientes con Paciente con colabo- TA: Se consideran las Nº con ..................
diabetes deben tener: rador, en el que nos medias de los dos
Nº Total diabéticos
conste el mal cumpli- últimos controles
3.1. Control glucémico
miento terapéutico
aceptable (HBA
1c<7,5) a los 12
TA: Si albuminuria o
meses de inicio del
enfermedad renal >
tratamiento
130/90.
3.2. colesterol total <
Si > 65 años, < 160/95
250
3.3. Cifras de TA <
140/90
3.4. IMC < 30

Los pacientes con


diabetes no deben Se considera taba-
tener: Nº con ..................
quismo activo a ≥ 1
3.5. Control intolerable cig/día Nº Total diabéticos
180 (HbA1c>10)
3.6. Tabaquismo activo
3.7. Retinopatía
3.8. Lesiones de pie
diabético
3.8.1. Úlceras
3.8.2. Amputacio-
nes
3.9. Complicaciones
cardiovasculares
(AVC, IAM)
3.10. Descompensaci- Se considera descom- Nº con ..................
ones agudas pensación grave Nº Total diabéticos
graves aquella que precisa de
3.10.1. Hiperglu- asistencia sanitaria,
cémicas bien en domicilio, bien
3.10.2. Hipoglu- en el centro de salud,
cémicas bien en el hospital,
para ser superada
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA Y HOSPITALARIA. Ibáñez V., Martín JL., Vázquez P., Fernández I., Marinel.lo J.

ANEXO 13

Cuidado del pie: 1. ¿Por qué?

En la diabetes, si durante mucho tiempo se tienen cifras altas de azúcar en sangre, se acaban por dañar
las pequeñas y grandes arterias, así como los nervios.

- En las arterias provoca alteraciones en los ojos, en los riñones, en el corazón, en la circulación de las
piernas y del cerebro.

- En los nervios puede provocar alteraciones en los pies, en el estómago e intestinos, en la orina, y problemas
de tensión arterial.

El cuidado de los pies es fundamental en las personas con diabetes.

- Se pueden dañar los nervios de los pies, y puede sentir peor el calor, los golpes, las rozaduras...

- La circulación de la sangre en los pies puede disminuir con la edad y también como consecuencia de
una diabetes mal controlada.

Una peor circulación y una menor sensibilidad en los pies pueden favorecer que se hagan heridas
más fácilmente en los pies y que evolucionen peor.

Se pueden eludir los problemas en los pies, evitando aquellas circunstancias que empeoran la circu-
lación (azúcar alto, tabaco, tensión alta, colesterol alto, etc.) y realizando un adecuado cuidado de sus
pies. 181

La clave está en un buen control y autocuidado.

Extraído de: Guía de Diabetes para Atención Primana. Grupo de Diabetes de la Sociedad Andaluza de
Medicina Familiar y Comunitaria. 1997 y 1998.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

ANEXO 14

Cuidado del pie: 2. Higiene


Lavado: debe lavar sus pies diariamente. Para ello le recomendamos:
- Utilice agua templada (36-37 ° C). Compruebe la temperatura del agua con un termómetro de baño (por
ejemplo, los que se usan para los baños de los bebés o con la mano. El paciente puede tener neuropatía
que afecta a los pies y puede no notar la temperatura; se puede incluso quemar sin sentirlo si el agua
está demasiado caliente.
- Utilice jabón neutro.
- Use manoplas, evitando las de crin o las ásperas. Eluda el uso de cepillos.
- No deje los pies en agua más de cinco minutos. Baños prolongados facilitan la maceración entre los
dedos.
- Debe lavar todo el pie, sin olvidar las zonas debajo de los dedos y entre los mismos.
Secado: seque bien los pies, insistiendo entre los dedos, mediante contacto con una toalla suave, evitando
la fricción. Puede utilizar también un secador de pelo a baja temperatura.
Hidratación: Hidrate la piel: utilice cremas hidratantes a base de lanolina, aplicando una capa fina
mediante un masaje ligero en la planta del pie, dorso y toda la pierna hasta la nodilla. NO
aplique la crema entre los dedos.
Cuidado de las uñas: las uñas demasiado largas, demasiado cortas o mal cortadas pueden dar problemas
y ser causa de infecciones.
- Corte las uñas utilizando tijeras con punta roma.
182 - El mejor momento es después del lavado de los pies, cuando están más blandas.
- Córtelas horizontalmente, dejando rectos los bordes de las uñas. Lime las puntas con una lima de cartón.
- No debe cortarlas demasiado. Deje que sobresalga la lámina ungueal al menos 1 mm por delante del
pulpejo del dedo.
NO!

Nunca utilice:

• Tijeras con punta, alicates de manicura, hojas de afeitar, limas metálicas

• Polvos, talco, aerosoles, desodorantes…

Si no tiene buena visión o movilidad no dude en pedir ayuda a un familiar. Si no es posible, o sus
uñas son demasiado gruesas, busque la ayuda de un podólogo.

Consulte con su médico ante cualquier problema que surja o ante cualquier duda sobre el cuidado.

Extraído de: Guía de Diabetes para Atención Primaria. Grupo de Diabetes de la Sociedad Andaluza de
Medicina Familiar y Comunitaria. 1997 y 1998.
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA Y HOSPITALARIA. Ibáñez V., Martín JL., Vázquez P., Fernández I., Marinel.lo J.

ANEXO 15

Cuidado del pie: 3. Inspección

Después del lavado, deben examinarse diariamente los pies. La mejor forma es sentado y con buena luz.

Si tiene dificultades para realizar un buen examen puede ayudarse con un espejo.
Si se encuentra incapacitado, no dude en pedir a algún familiar que examine sus pies.

Debe prestar atención a:


• Lesiones entre los dedos.
• Durezas en la planta del pie.
• Callosidades en los dedos o entre los dedos.
• Grietas.
• Ampollas.
• Zonas con cambios de coloración.
• Heridas o úlceras. 183
• Uñas encarnadas.

¡NO!:
Nunca utilice objetos cortantes (hojas de afeitar, tijeras, limas), ni tenga tentación de “autocirugía”
No aplicar nunca remedios caseros ni pomadas callicidas, que son excesivamente abrasivas

Extraído de: Guía de Diabetes para Atención Primaria. Grupo de Diabetes de la Sociedad Andaluza de
Medicina Familiar y Comunitaria. 1997 y 1998.
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

ANEXO 16

Cuidado del pie: 4. Calzado y vestido

• Un buen zapato es de cuero, ligero y flexible; la suela debe ser antideslizante y no demasiado gruesa,
no debe tener costuras interiores.
• El tacón debe tener entre 20-25 cm de alto para los hombres, y de 30-50 cm para las mujeres. La puntera
no debe ser ni demasiado estrecha ni demasiado ancha.
• Cuando vaya a comprar zapatos, pruébeselos a última hora del día (es cuando los pies están más
hinchados).
• Cuando estrene zapatos, comience a usarlos poco a poco: póngaselos primero unos días en casa durante
media hora, aumentando progresivamente el tiempo que los lleva.
• Los zapatos deben acoplarse bien a la forma de sus pies, y no deben dañarlos. Deben ser lo suficiente-
mente amplios como para evitar compresiones, y no demasiado holgados para evitar las rozaduras.
• Diariamente, antes de utilizar el calzado, debe comprobar con las manos su interior: observe que no
tengan grietas, forro despegado, clavos, piedras, irregularidades...
• Lustre sus zapatos regularmente para la buena conservación del cuero.
• Debe tener al menos dos pares de zapatos, para dejar airear un par cada día. Repare las partes desgas-
tadas del zapato.
• Las personas con callosidades o deformidades en los pies deben usar un calzado especial.
184
• Mantenga los pies calientes con prendas de algodón o lana. Las medias y calcetines deben ser suaves,
preferiblemente de algodón, hilo o lana, sin costuras ni dobleces, ni demasiado holgados ni demasiado
estrechos. No deben utilizarse ligas.
• Camble diariamente sus calcetines o medias.

¡NO!:
No caminar descalzo nunca (ni en casa, ni en la playa ni en ningún terreno): en casa lleve siempre
zapatos o zapatillas, en la playa sandalias o zapatos para el agua
No use zapatos demasiado ajustados ni demasiado viejos
No comprima sus piernas con calcetines apretados, ni utilice ligas o fajas que compriman dema-
siado…

Extraído de: Guía de Diabetes para Atención Primaria. Grupo de Diabetes de la Sociedad Andaluza de
Medicina Familiar y Comunitaria. 1997 y 1998.
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA Y HOSPITALARIA. Ibáñez V., Martín JL., Vázquez P., Fernández I., Marinel.lo J.

ANEXO 17

Cuidado del pie: 5. Consejos generales


• Camine diariamente durante una hora para mejorar la circulación.
• No olvide acudir a la revisión periódica por su médico.
• Ante cualquier herida o problema consulte precozmente.

¡NO!:
No fumar: el tabaco estrecha las arterias y restringe el aporte de sangre a sus pies

No calentar los pies con una fuente de calor directa (bolsas o botellas de agua caliente, braseros,
estufas, radiadores, mantas eléctricas, planchas, chimeneas…) pues se corre peligro de quemaduras al
tener alterada la sensibilidad térmica

No debe utilizar prendas de vestir demasiado ajustadas, tales como fajas, ligas o calcetines con elás-
ticos apretados

Cuidado de las heridas 185


Ante cualquier lesión o herida en los pies, por pequeña que sea, debe consultar con su médico. Además,
debe prestar una serie de cuidados:
• Reposo del pie lesionado.
• Limpie la herida con agua y un jabón neutro.
• Desinféctela con una gasa esréril y un antiséptico transparente.
• Cúbrala con gasa estéril y esparadrapo de papel.
• Recuerde que debe estar vacunado contra el tétanos.
Si ya lo está no olvide ponerse la dosis de recuerdo cada 10 años.

¡NO!:
No utilizar antisépticos coloreados (mercurio cromo, yodo…) porque no permiten una adecuada
vigilancia de la herida (cambio de color)
No utilizar pomadas de antibiótico

Extraído de: Guía de Diabetes para Atención Primaria. Grupo de Diabetes de la Sociedad Andaluza de
Medicina Familiar y Comunitaria. 1997 y 1998.
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ABREVIATURAS MÁS FRECUENTES

ABREVIATURAS MAS FRECUENTES

AAS Acido Acetil Salicílico


AGL Acidos Grasos Libres
CI Claudicación Intermitente
CGRP Péptido Relacionado con el Gen de la Calcitonina
DM Diabetes Mellitus
FDA Administración Norteamericana para los Alimentos y Fármacos
HDL Lipoproteinas de Alta Densidad
HTA Hipertensión Arterial
IGF-I Factor de Crecimiento Semejante a la Insulina
IL-1 Interleucina 1
IP Indice de Pulsatibilidad
IT Indice Tensional
LDL Lipoproteinas de Baja Densidad
Lp(a) Lipoproteina a
ND Neropatía Diabética
205
LPL Lipoproteinlipasa
OMS Organización Mundial de la Salud
PAG Productos Avanzados de la Glucosilación
PAI Factor Inhibidor del Plasminógeno
PD Pie Diabético
PDGF Factor de Crecimiento Plaquetar
PGE1 Prostaglandina E1
PGI2 Prostaglandina I2
PTA Angioplastia Transluminal Percutánea
PTFE Pentatetraflurilo Expandido
RNM Resonancia Nuclear Magnética
r-TPA Factor Recombinante de la Tromboplastina Activada
SEMFYC Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria
SCS Electroestimulación Medular
TAC Tomografía Axial Computerizada
TNF Factor de Necrosis Tumoral
TTCO2 Tensión Transcutánea de Oxígeno
VLDL Lipoproteinas de muy Baja Densidad
ÍNDICE DE REFERENCIAS

ERRNVPHGLFRVRUJ
INDICE DE REFERENCIAS

Agentes hemorreológicos 88 enfermedad de 68


Amadori
compuesto de, 26 Edmons
Amaurosis 13 clasificación de 55
Ampolla diabética 68 Electroestimulación medular 93
Amputación Endarteriectomía 102
Chopart 149 Endovascular
complicaciones de, 137 técnica de revascularización 104
criterios predictivos de, Eritema necrolítico migratorio 68
dedo 130; 131; 147 Eritrasma 66
desarticulación de la rodilla 135; 152
infracondílea 134; 150 Fragrell
Lisfranc 148 clasificación est. Capilaroscop. de, 80
Prigoff 134; 149 Fenotipo lipoproteico aterógeno 26
prevalencia de 15 Fibrinógeno
principios generales de, 130 alteraciones de,... en la DM 26
supracondílea 136;152 Flora microbiana
Syme 133; 150 alteraciones de,... en la DM 28
transfalángica 131 Fórmula
transmetatarsiana 132;148 digital 109; 113
Angiografía 81 metatarsal 109;113
Atibioticoterapia
pautas de 94 Gammagrafía
Anticoagulantes 92 diagnóstico por 79
Antiagregantes plaquetarios 90 Gangrena
ATP-asa digital 48 207
en la neuropatía, afectación de 19 neuroisquémica 49
Gibbons-Eliopoulos
Bursitis 111 clasificación de 55
By-pass Granuloma anular diseminado 65
aorto-femoral 99
extranatómico 100 Hallux
fémoro-popliteo 102 flexus 114
valgus 114
Capilaroscopía 79 varus 114
Celulitis 53 Heloma 111
Claudicación intermitente 43 Hemostasia
Charcot alteraciones de en la DM 24
neuroartropatía de 40,52,110;114; 155 Higroma 111
Chevron Hiperinsulinismo 26
osteotomía de 157 Hiperqueratosis 61;110; 161;
Consenso HTA
de la SEACV 19 complicación de la DM 14
Europeo para el tratamiento de DM 85
Europeo sobre Isquemia crítica 87 Indice
Transatlántico (TASC) 49 de pulsatibilidad 75
tensional 74
Dermatofitosis 63 Insuf.renal
Diabetes Mellitus Complicación de la DM 13
prevalencia de 11 Intertrigo 66
Incidencia de 12 Isquemia
mortalidad de 16 coronaria (prevalencia de en la DM) 13
Diapédesis cerebrovascular (prevalencia de en la DM) 14
alteraciones de, 29 crónica crítica de extremidades inferiores 49
Dupuytren extremidades inferiores
TRATADO DE PIE DIABÉTICO

(prevalencia en la DM) 14 varo 109


valgo 109
Keller-Brandes Pié Diabético
intervención de 156 agudo infeccioso 52
artropático 52
Lasser-Doppler 80 complicado 78
Leriche y Fontaine concepto de 19
estadíos de 76 exploración basal de 45
Linfangitis 50 exploración neurológica de 45
Lipodistrofia factores agravantes de 38
por insulina 67 factores precipitantes de 37
Lipoproteinas factores predisponentes de 34
alteraciones de en la DM 24 prevalencia de 16
repercusiones socio-sanitarias de 16
Macroangiopatía Pletismografía 78
exploración clínica de 47 Podograma 109; 140
exploración hemodinámica de 50 Porfiria cutánea tarda 68
fisiopatología de 23 Prevención (pautas de)
manifestaciones clínicas de 46 primaria 165
Mal perforante plantar Ver úlcera secundaria 167
neuropática terciaria 168
McBride Prostaglandinas
intervención de 157 alteraciones de,... en la DM 26
Microangiopatía 35 tratamiento por,... en la
Mioinositol isquemia de extremidad 89
alteraciones de en la neuropatía 21 Protesis 149
Miositis 29
Monckeberg Queratopatía 110
208 calcificación de 76 Quimiotáxis
Mononeuritis alteraciones de, ... en la DM 30
del túnel carpiano 27
motora periférica 27 Semmes-Weinsteen
test de 72
Necrobiosis lipoídica 64 Simpatectomía 78;104
Neuropatía Sindrome X 27
anatomía patológica de 23 Sorbitol
autonómica 46 alteraciones de, ... en la DM 21
periférica simétrica 44 Stradnness
prevalencia de en la DM 15 test de 77
Nottingham (clasificación de) 55 Tensión Transcutánea de Oxígeno 78
Termometría 80
Onicocriptosis 63;112;116 Tiloma 111
Onicogrifosis 113;116; 162 Tinea pedis 64
Onicomicosis 62;162 Trombolíticos 92
Ortesis 115
Osteomielitis Ulcera
clínica 54 neuropática 51;59;117;145
diagnóstico 82 neuroisquémica 52
Vasodilatadores 87
PDGF Wagner
alteración de en la DM 30 clasificación de 56
Pié Williams
cavo 109;114 clasificación de 54
equino 109 Winograd
plano 109;114 procedimiento de 163
pronado 110 Xantomatosis 67
supinado 110 Zadik
talo 109 técnica de 162

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