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Introducción

El uso extendido de la telefonía móvil y de Internet ha dado lugar a nuevas modalidades

de acoso escolar o bullying. La intimidación mediante SMS, correos electrónicos

anónimos o páginas web difamatorias es cada vez más habitual y se ha convertido en una

de las armas preferidas por los acosadores, a la hora de amedrentar a sus compañeros. Las

víctimas ahora son doblemente perturbadas: dentro de la clase y fuera de ella.

El ser humano siempre ha sabido sacar provecho de los adelantos tecnológicos. Aunque,

a veces, no sabe hacer buen uso de ellos. Tal es el caso de esta creciente modalidad de

acoso que se da particularmente a través del uso de telefonía y de Internet. Ya se sabe que

los adolescentes no solo se sienten tremendamente atraídos por todo lo relacionado con

la tecnología, sino que además se desenvuelven con ella a la perfección. Así es que los

jóvenes con una personalidad agresora también se valen de esos medios -además de los

"tradicionales"- para perturbar a sus compañeros.

Básicamente, este tipo de acoso -que puede acarrear graves consecuencias en la formación

de la identidad y personalidad de los jóvenes agredidos- consiste en generar situaciones

de violencia, provocadas intencionalmente dentro del ámbito escolar, para registrarlas

mediante fotos en la cámara del móvil o en video y poder exhibirlas después como trofeo.

Para la distribución de este material se utiliza cualquiera de las posibilidades tecnológicas

de las que se dispongan, ya sea por chat, SMS, correo electrónico o incluso páginas web.
Ciberbullying

La noción de ciberbullying está compuesta por dos términos: ciber (el elemento

compositivo que alude a las redes informáticas o a lo virtual) y bullying (vocablo

procedente de la lengua inglesa que refiere al acoso u hostigamiento).

El ciberbullying, también conocido como ciberacoso, es el uso de herramientas

digitales para molestar, incomodar o importunar a una persona. Este tipo de

hostigamiento puede desarrollarse de múltiples maneras y en algunos constituye un delito

penal.

Un fenómeno en crecimiento

Alta disponibilidad

Las nuevas tecnologías (Internet, móvil...) están cada vez más presentes en la vida de

los menores. Ello facilita que el acoso se pueda perpetrar desde cualquier lugar y

momento, sin necesidad de que abusón y víctima coincidan ni en el espacio ni en el

tiempo.

Importancia en aumento

El “ciberespacio” tiene cada vez más peso en la socialización de nuestros menores. Por

ello, un acoso en este “mundo” puede llegar a ser tan traumático o más que una situación

de abuso en el centro escolar.

Menor percepción del daño causado

Cuando el abuso se produce de la manera tradicional, víctima y acosador se conocen,

están cerca o incluso cara a cara, de manera que tanto el que abusa como el grupo de

testigos asisten de manera directa a las consecuencias del acoso. En los casos de
ciberbullying esto no es así, por lo que la remisión de la actitud acosadora o la

intervención defensiva de los testigos es improbable.

Mayor número de candidatos

La víctima no tiene por qué ser un compañero de clase o una vecina. Puede ser

cualquier persona a la que lleguemos por medio de Internet, el móvil o los videojuegos.

Quien abusa no tiene por qué ser fuerte, valiente, contar con el beneplácito del grupo o

estar protegido por terceros. En este contexto, que exige tan pocas condiciones a las partes

intervinientes, las posibilidades son múltiples.

Sensación de impunidad

Detrás del ordenador o del móvil, quien acosa tiene sensación de anonimato, lo que no

es del todo cierto. Además, aunque descubran su identidad, no es frecuente que haya de

enfrentarse a las consecuencias, ya provengan de la víctima, sus compañeros o amigos,

los responsables escolares, su madre o su padre.

Adopción de roles y actitudes aceptadas

En ocasiones, el abuso se produce como un juego en el que quien acosa no es

consciente del daño que ocasiona. Otras veces, ocurre que ni siquiera se plantea las

consecuencias de su acción, ya que ésta se atribuye a un personaje o rol que es

interpretado en la Red. Esto hace más difícil que el acosador se reconozca en su papel y

lo abandone.

Características propicias de Internet

El fácil agrupamiento de hostigadores -sean conocidos o no- a quienes se puede pedir

colaboración de manera rápida, así como la cómoda reproducción y distribución de


contenidos audiovisuales son otros factores que, en ciertos casos, resultan determinantes

para que surja o se consolide una situación de ciberacoso.

Miedo a la pérdida de permisos de uso

En ocasiones, quienes son acosados no piden ayuda porque temen que al confesarse

“metidos en problemas” se les limite o retire el uso de Internet, el teléfono móvil o los

videojuegos.

Características del Ciberbullying

 Señalemos ahora las diferencias que se explicitan en esta forma de agresión a

través de las Tecnologías de la Información y Comunicación:

 Intencionalidad: El agresor debe tener la intención de dañar a la víctima para

que se produzca un auténtico fenómeno de acoso.

 Repetición: El Cyberbullying, al igual que el Bullying, necesita que la agresión

se reproduzca más de una vez. Podemos entender la repetición en el

Ciberbullying si la agresión es vista varias veces por otras personas o por los

propios implicados. Esto es, si se sube una sola fotografía de una persona

siendo visualizada por otras 50, la repetición está garantizada.

 Desequilibrio de poder: Esta característica en el Cyberbullying puede devenir

tanto por la indefensión de la víctima ante las agresiones como advenir por el

anonimato tecnológico. La persona no puede hacer nada contra la agresión, no

puede eliminar una foto o un video de Internet que ya ha sido difundido.

 Ausencia de feedback físico y social entre los participantes

 Al haber ausencia de contacto físico entre el victimario y la victima significa

que no es posible conocer la reacción de la víctima, pero sí promueve en la

víctima conductas disruptivas, desinhibidas, agresivas e impulsivas.


 Canal abierto: A diferencia del Bullying, en que el acoso a la víctima se

produce en un espacio concreto y conciso: escuela, instituto o camino de casa

al centro; en el Cyberbullying, con las posibilidades de las nuevas tecnologías,

el victimario puede cometer sus ataques en cualquier momento, 24 horas al día,

7 días a la semana.

Como evitar el ciber acoso

Algunas recomendaciones para evitar ser víctima del ciberbullying son:

 Cuida la información que subes a tus redes sociales, con quién la compartes y en

presencia de quién accedes a tu cuenta;

 No prestes tus contraseñas ni los accesos a tus cuentas;

 Monitorea el uso de tus cuentas e identifica si dispositivos desconocidos se han

conectado a tu cuenta;

 Si eres víctima de ciberbullying coméntalo con tus padre, madre o personal

docente, ellos te ayudarán a encontrar una solución;

 No repitas hacia nadie aquellos comportamientos que te molesta que los demás

tengan contigo;

 Utiliza los mecanismos de reporte de redes sociales y mensajería instantánea si

están siendo medio para el ciberbullying; y

 No dejes que crezca, si te molesta detenlo antes de que sea más grande.

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