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temas que más interés despierta en dicho grupo, es el tema del noviazgo. Si me
permiten ser algo hiperbólico, convocar a una charla de noviazgo es casi una garantía
de llenar cualquier salón. Y aunque las razones para dicho interés pueden ser diversas,
una cosa es cierta, hay mucha desorientación en cuanto al tema.
Antes de explicar la relación que existe entre este pasaje y el tema que nos ocupa, que
es el noviazgo, debo reconocer que el evento aquí descrito por Juan [las bodas del
Cordero] no es una unión matrimonial típica, es decir, entre un hombre y una mujer,
sino que es entre la iglesia como cuerpo de Cristo y Cristo como su esposo.
Por lo dicho anteriormente, algunos pensarán que extraer de este texto alguna
enseñanza relativa al noviazgo o al matrimonio entre un hombre y una mujer sería
sacar el pasaje de contexto. No obstante, debemos recordar que fue el apóstol Pablo en
Efesios 5 el primero en usar la unión entre Cristo y su iglesia como parámetro para
describir la relación matrimonial «típica». A partir de dicha unión [entre Cristo y su
iglesia] Pablo expuso cómo debía funcionar la relación matrimonial humana.
Dicho esto, ¿qué enseñanza podemos extraer de Apocalipsis 19:7 relativa al noviazgo?
La respuesta es relativamente sencilla, según dicho pasaje, el período previo a las
bodas, es uno de «preparación». La esposa se ha «preparado» para unirse a su esposo
en las «bodas del Cordero». De eso se trata entonces el noviazgo, de preparación.
Adicionalmente, con tristeza a veces veo parejas más dedicadas a los «preparativos» de
su boda que a la preparación personal para su matrimonio. Y esas dos cosas son muy
distintas. La primera está enfocada en el evento, la segunda en el carácter. Y para
nadie es un secreto que el éxito de la relación matrimonial no se encuentra en lo
majestuoso de la celebración sino en el ser interior que los novios hayan cultivado
antes de unirse.
Nuestro objetivo en esta primera entrega sobre el noviazgo ha sido cumplido y era
llamar la atención sobre la falta preparación y de cuidado que vemos en muchas
parejas de novios que aunque con buenas intenciones confunden el «pasarla bien
juntos » con una buena relación antes de casarse. Ojalá hayamos motivado a muchos a
ver el tiempo de noviazgo como lo que es, a saber, la oportunidad que se tiene de
prepararse para lo que será la relación humana más significativa que se tendrá, esto
es, el matrimonio.