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NATALIDAD
-Causas socioeconómicas: El elevado coste de la vivienda frena el establecimiento de parejas
jóvenes, que retardan su etapa reproductiva.
-Causas religiosas: El descenso de la práctica religiosa en las sociedades desarrolladas. Causas de
una alta natalidad
-Causas demográficas: Al disminuir la mortalidad, las mujeres en edad de procrear viven más años
y pueden tener más hijos.
-Causas económicas: Los hijos no son considerados como cargas porque prestan una ayuda en las
actividades económicas de la familia.
Consecuencias de una baja natalidad:
-La mayoría de las implicaciones de la baja natalidad mantenida en el tiempo surgen de cómo
afectan al crecimiento y la composición por edad de la población.
-Una inmigración continuada compensaría sólo parcialmente el afecto de una prolongada baja
natalidad sobre el crecimiento de la población.
-La baja natalidad mantenida en el tiempo implica bajo crecimiento e incluso crecimiento negativo
de la población.
-Si los inmigrantes adoptan las pautas de fecundidad del país receptor poco modificarán el
envejecimiento de la población.
-Se apreciará la ausencia de madres jóvenes con hijos pequeños y creciente presencia de madres
más mayores con hijos pequeños.
MORBILIDAD
La información disponible sobre morbilidad es deficiente y no viene desagregada por sexo. Su
utilidad reside en observar su correspondencia con las causales de muerte. Según los datos
reunidos por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los principales motivos de consulta
externa en los servicios del Ministerio de Salud Pública son coincidentes con los procedentes del
Instituto Guatemalteco de Seguridad Social: en primer lugar, las infecciones respiratorias agudas;
en segundo, las enfermedades infecciosas y parasitarias; y en tercero, las enfermedades referidas
al aparato digestivo, así como a problemas de desnutrición (cabe mencionar que menores y
mujeres son los pacientes más frecuentes por causa de anemias).
Existe, pues, una consistencia apreciable entre principales motivos de consulta y causas de
muerte, si bien invirtiendo ligeramente el orden entre las enfermedades infecciosas y parasitarias
y las infecciones respiratorias agudas.