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BRICS – Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica

Estos países cuentan con el 25% del PIB mundial; el 43% de la población de todo el
planeta y movilizan el 20% de la inversión en todo el mundo. Las cifras varían cada
año, pero con una tendencia ascendente.
En términos de comercio entre los BRICS, este representaba, en 2002, una cantidad de
21.000 millones de euros, cifra que en 2012 ya suponía 219.400 millones de euros.
ORIGEN
El término fue acuñado en el año 2001 por el economista de Goldman Sachs Jim O’Neil
para agrupar a los principales mercados emergentes (aunque los países no asumieron la
idea oficialmente hasta 2008). O’Neil creó este término bajo la base de que Brasil,
Rusia, India y China (el término nació como BRIC) serían los que dominarían la
economía en 2050. Años después, en 2011, estos cuatro países acordaron la inclusión de
Sudáfrica.
¿Por qué se eligió originariamente estos cuatros países? Entre otras razones por: una
gran población y gran territorio, sus recursos naturales, alto crecimiento del PIB,
atracción de la inversión extranjera…
En los últimos 10 años, se han producido 10 reuniones de Cúpula, con la presencia de
todos los líderes del mecanismo:
I Cumbre: Ecaterimburgo, Rusia, junio de 2009;
II Cumbre: Brasilia, Brasil, abril de 2010;
III Cumbre: Sanya, China, abril de 2011;
IV Cumbre: Nueva Delhi, India, marzo de 2012;
V Cumbre: Durban, Sudáfrica, marzo de 2013;
VI Cumbre: Fortaleza, Brasil, julio de 2014;
VII Cumbre: Ufá, Rusia, julio de 2015;
VIII Cumbre: Benaulim (Goa), India, octubre de 2016;
IX Cumbre: Xiamen, China, septiembre de 2017;
X Cumbre: Johannesburgo, Sudáfrica, julio de 2018; y
XI Cumbre: Brasilia, Brasil, noviembre de 2019.
La XI Cumbre se celebrará en Brasilia, el 13 y 14 de noviembre, en el Palacio
Itamaraty, bajo el lema "BRICS: crecimiento económico para un futuro innovador”
OBJETIVOS
En sus cumbres, estos países piden un mayor peso en el Fondo Monetario Internacional
y solicitan al Banco Mundial la promoción de relaciones de igualdad entre países.

09 ENERO 2017 06:00


ODEBRECHT
Todo empezó a lo 'Breaking Bad', con una humilde investigación en un túnel de lavado
por blanqueo de dinero. Y eso que cuando fue detenido Marcelo Odebrecht en junio de
2015, por entonces presidente heredero de la empresa, se negó rotundamente a entrar en
el sistema de acusaciones a cambio de rebajas de penas, que ha sido la clave para ir
tirando de la manta y aportar luz sobre el escándalo. “Para que alguien delate, tiene que
tener algo que delatar"
Expansión y caída de la empresa
A sus 48 años, Marcelo Odebrecht tuvo que dejar la presidencia de la empresa y otros
cargos que tenía. Pero es en América Latina donde por ahora se están desvelando la
mayoría de sobornos. En Argentina, la compañía reconoció pagos ilegales que llegan a
un total de 35 millones de dólares a funcionarios argentinos entre los años 2007 y 2014,
según la declaración de la empresa reproducida por la agencia Reuters.
En Panamá, por cada 100 dólares que el Estado pagó a Odebrecht por una obra pública,
34 se fueron desviados de manera ilegal a funcionarios públicos, según ha informado la
Televisora Nacional de Panamá. En Guatemala la cantidad asciende a 53 de cada
cien dólares y en República Dominicana 56.
En México se estima que Odebrecht pagó 105 millones de dólares en sobornos.
También se le investiga en Colombia, Ecuador y otros países.
Se calcula que de los 42.000 millones de reales (13.000 millones de dólares) que desvió
Petrobras, 662 millones (206 millones de dólares) han sido restituidos gracias a la
investigación. Además de Odebrecht y Petrobras, otros grandes contratistas implicados
son Queiroz Galvão, Andrade Gutiérrez, OAS o Engevix. Por lo que parece, Odebrecht
fue la abeja reina del entramado.
Odebrecht en el Perú: conoce la historia de la constructora
La gigante brasileña arribó al país en 1979, durante el gobierno militar de Francisco
Morales Bermúdez y opera aquí durante 36 años. En 1988, en el primer gobierno
de Alan García, Odebrecht se hizo cargo de la construcción del proyecto Chavimochic,
ese sistema que transporta agua a través de 276 kilómetros de túneles y canales para
regar 144 mil hectáreas.
Si las investigaciones fiscales y parlamentarias del caso Lava Jato consideraran 1990
como punto de partida, advertirían que el monto de contratos públicos obtenidos
por Odebrecht supera los 35 mil millones de soles. En los diez años de Alberto
Fujimori, la subsidiaria de la brasileña, Constructora Norberto Odebrecht Sucursal
Trujillo, se adjudicó proyectos por US$ 449’874,662, que para la época era un monto de
gran tonelaje. En el gobierno de Alejando Toledo, entre el 2001 y el
2006, Odebrecht obtuvo contratos por S/. 3,987’503,372. Fue allí que empezaron las
obras emblemáticas que ahora son auscultadas por quienes investigan Lava Jato en el
país. Ese monto casi se duplicó a S/. 6,797’984,583 en el quinquenio siguiente, en el
segundo gobierno de Alan García. Apenas unas semanas antes de concluir su segundo
mandato, Alan García recibió de Odebrecht el regalo del Cristo de Chorrillos. Días
después, la brasileña se adjudicaría el segundo tramo de la Línea 1 del Metro de Lima.
Pero sin duda el mayor monto contratado en los últimos años por la brasileña fue el
obtenido durante el gobierno de Ollanta Humala, en el que consiguió nada menos que
S/. 24,409’599,441 en obras, entre las que destacan la mega obra Gasoducto Sur
Peruano, la tercera etapa del Proyecto Chavimochic, el tramo de la carretera Ramiro
Prialé y la Vía Costa Verde en su tramo del Callao.
La cifra pudo ser bastante menor si no fuera porque Odebrecht logró que el Estado
peruano firmara numerosas adendas por adicionales de obra. El caso más evidente es el
de la carretera Interoceánica, que en el 2005 estaba valorizada en US$ 800 millones,
pero que diez años después se había disparado a US$ 2 mil millones. Odebrecht no solo
contrató con el gobierno central, también lo hizo con las administraciones regionales
que tuvieron a su disposición presupuestos anchos, como el de César Álvarez, el hoy
preso presidente regional de Áncash. Álvarez le encargó a la firma carioca la
construcción de la carretera Chacas – San Luis, y el resultado fue una obra cuestionada,
inconclusa y con un sobrecosto de S/. 150 millones. Buena parte de la infraestructura
construida en los últimos 36 años en el Perú, sea por contratos o concesiones, lleva
estampada la marca de Odebrecht, y según se investiga, en no pocos casos también la
mancha de la coima.
INDUSTRIALIZACIÓN
Lamentablemente existe todavía en nuestro país una serie de trabas que impiden el
desarrollo empresarial en general y el de la industria en particular.
En materia laboral las empresas son objeto de una serie de normativas, inspecciones y
fiscalizaciones que no se realizan en el aparato estatal. En este campo el Estado sale a
ver las pajas en los ojos del sector privado, pero no ve las enormes vigas en los propios.
El número de trámites para instalar una empresa industrial asciende a 74 en Perú.
Mientras tanto en Finlandia solo se requiere de cuatro pasos y en Estados Unidos tres.
En China, en ciertos sectores, por cada dólar exportado, las empresas reciben un pay
back de 10%. Esto significa que una empresa china puede darse el lujo de vender a 9 lo
que cuesta 10.
El burocratismo y la corrupción estatal no generan un ápice de valor a las empresas.
Ciertamente no todo está mal en el sector público. El Ministerio de la
Producción impulsa una interesante iniciativa como es el Plan Nacional de la
Diversificación Productiva, que tiene entre sus objetivos el contribuir a la
industrialización del país. Asimismo, el reciente lanzamiento del Instituto Nacional de
Calidad (INACAL) permite evidenciar que hay una predisposición para que el sector
público se encuentre con el privado y se logre la mejora radical de la competitividad en
base a la innovación, I&D y calidad, que son hoy por hoy los "drivers" de los
mercados.

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