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TEMA Nro. 1.

- LA ÉTICA

1.1. Aspectos generales, teóricos y complementarios

La ética es considerada una de las ramas de la filosofía más importantes. Está ligada estrechamente con conceptos como la
moral la cual es considerada como su sinónimo, los valores y la cultura principalmente, y se destaca al momento de tomar
decisiones porque tiene que ver con el proceder de los hombres en relación a su conciencia y responsabilidad, además de su
comportamiento.

La moral está directamente relacionada con la ética. Los términos de ética y moral (ethos y mos moris), provienen de los griegos y
de los romanos, en donde ambos identificaban estas palabras con el sentido de la palabra costumbre y forman parte de las
ciencias deontológicas, las cuales estudian a los seres humanos como deben ser.

La ética es percibida por muchos autores de diversas maneras, su finalidad es encontrar el bien, estudiando los fundamentos,
causas y razones de lo bueno y lo malo de la conducta humana. Esto implica una reflexión de los actos morales y una revisión
crítica sobre la validez de dicha conducta.

Así se tiene que por ética se puede entender el uso de herramientas de la razón para generar reglas que guíen el juicio en
circunstancias tanto generales como particulares. Con ello se obtendrá una mayor visión y una amplia gama de alternativas a
escoger para poder encontrar el mejor camino hacia el bien personal y común.

Sin embargo para efectos de la presente materia, la definición de ética más adecuada y que es capaz de sintetizar las
definiciones anteriores, es aquella donde se dice que hablar de ética es hablar de justicia, de decidir entre lo que
está bien y lo que está mal, es definir cómo aplicar reglas que fomenten un comportamiento responsable tanto
individual como en grupo. Es también la esencia de cada persona y se encuentra muy en el fondo de nuestros
valores, los cuales afectan las decisiones de cada persona.

En resumen, existen reglas que son impuestas por la sociedad y son estos los que juzgan lo correcto, lo incorrecto y lo que
parece más justo. Igualmente, implementan leyes con la cuales se logra mantener el orden. Así, con este sistema, se ven
involucrados los intereses propios de la misma sociedad y el fin común.

Finalmente, aunque se tengan infinidad de libros y se discutan temas relacionados con la ética, todavía seguirá la pregunta en el
aire de ¿qué es lo correcto? y ¿cuál es la mejor opción?

1.2. La Ética como rama de la Filosofía

La ética es una rama de la filosofía que abarca el estudio de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir.

La ética estudia qué es lo moral, cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo se hade aplicar ésta posteriormente a
los distintos ámbitos de la vida social. En la vida cotidiana constituye una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones que
justifican la utilización de un sistema moral u otro.

1.2.1. La Ética General


Cuando se habla de la ética como ciencia normativa sobre la rectitud de los actos humanos según principios últimos y racionales,
se trata de una "ética general" que se mueve principalmente en el campo de la metafísica y la antropología filosófica, y que
intenta explicar cuestiones como la libertad, la naturaleza del bien y del mal, la virtud y la felicidad, entre otros.

Por otra parte, existe la "ética especial" o "ética aplicada" que pretende llevar a la práctica los fundamentos generales de la ética.
Sin embargo, la ética como tal es una sola y esta clasificación no obedece más que a fines didácticos. El terreno donde se
concretan estos principios es en el plano individual, familiar y social. A nivel social la ética puede subdividirse en diversas ramas,
como por ejemplo: "ética internacional", "ética económica" y "ética profesional", entre otras. En el caso de la ética profesional,
puede hablarse de "ética para ciencias de la salud", "ética para ciencias de la comunicación colectiva", "ética para educación",
etc.

1.2.1.1. Marco conceptual

La palabra "ética" proviene del griego y tiene dos significados. El primero procede del término éthos, que quiere decir hábito o
costumbre. Posteriormente se originó a partir de éste la expresión êthos, que significa modo de ser o carácter. Aristóteles
considera que ambos vocablos son inseparables, pues a partir de los hábitos y costumbres es que se desarrolla en el hombre un
modo de ser o personalidad.

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También es el primero en hablar de una ética como una rama específica de la filosofía y en escribir un tratado sistemático sobre
ella. Más tarde a través del latín se tradujo este concepto bajo la expresión mos, moris (de donde surge en castellano la palabra
"moral"), que equivale únicamente a hábito o costumbre.

1.2.1.2. Características

 Es teórica

 Proporciona descripciones y explicaciones generales sobre los problemas morales.

 Conjunto de reflexiones teóricas acerca de las obligaciones normativas basadas en la observación de los actos reales de la
conducta (no es especulativa).

 Su carácter práctico o normativo se deriva de su objeto de estudio, que es la moral.

 No juzga la naturaleza buena o mala de los actos humanos, ni impone un determinado sistema moral.

 Sólo aspira a un bajo nivel de objetividad en los juicios (de valor), pero su nivel de objetividad científica es riguroso, severo y
crítico.

1.2.1.3. Aplicación

Desde tiempos inmemorables la conducta humana ha sido objeto de estudio para poder normarla y de esta manera tener una
mejor convivencia. Incluso, se sostiene que el estudio de la conducta es una de las tres ramas generales de la filosofía; sin
embargo, la ética también se aborda desde el punto de vista de la teoría de la ciencia o epistemología, para explicar con mayor
rigor metodológico conductas y comportamientos que sólo la ciencia puede explicar.

Una visión general para entender la ética, partiendo desde su definición etimológica y enfoques con los que se aborda es que la
ética se ha considerado como principios generales, teoría, ciencia y parte de la filosofía; sin embargo, independientemente de
cuál sea el enfoque con que se estudia la ética se podría entender que es: Un cuerpo de conocimientos que aborda la naturaleza
de las acciones humanas en la vida social, desde la óptica de los conceptos morales (bondad, verdad,…) y los preceptos morales
(reciprocidad).

Sin embargo, no se puede olvidar el punto de vista que tiene Mario Bunge sobre la ética, vista desde la vertiente científica, al
expresar que es: La rama de la psicología social, la antropología, la sociología y la historia que estudia la aparición, el
mantenimiento, la reforma y la decadencia de las normas morales.

Qué mejor momento para asociar la visión ética científica de Bunge, cuando nos encontramos en un mundo convulsionado,
donde prevalece el fraude, la corrupción, la impunidad, el cinismo y la violación de toda norma de conducta moral y los
estándares de comportamiento, que son los paladines de la convivencia social.

Por tal razón es oportuno hacer un alto y voltear la vista para preguntarnos: ¿Qué ha pasado con la ética? ¿Por qué se han
olvidado los conceptos y preceptos morales? ¿Dónde estuvo nuestro error?

1.2.2. La Ética Forense


La ética forense es una ciencia de actitudes, como mirar el abigarrado sistema de actos, hechos, derechos y obligaciones
controversias, incertidumbres, que sin cesar se presentan en un bufete. Se trata de la mirada recta. Esto es conforme con lo
humano y lo profesional, en armonía con los valores superiores, mirada respetuosa al propio adversario que nunca pierde su
carácter de hombre y puede tener sino derecho a alguna razón.

1.2.2.1. Marco conceptual

Cuando se habla de ética forense, irremediablemente se está haciendo una alusión a la ética y, en especial, a la llamada ética
profesional. Se propone que, la ética profesional es esa ética aplicada, no normativa y no exigible, que propone motivaciones en
la actuación profesional, que se basa en la conciencia individual y que busca el bien de los individuos en el trabajo. La ética es,
por lo tanto, el horizonte, la configuradora del sentido y la motivación de la deontología.

Esta relación resulta sumamente estrecha, donde la deontología cuenta como punto de referencia y motivo de regulación, la ética
profesional. La primera no subsiste sin la segunda y, de igual modo, la segunda no cuenta con sentido práctico de regulación y
cumplimiento obligatorio, sin identificarse con un cuerpo normativo deontológico.

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1.2.2.2. Características

a) Competencia: como habilidad o capacidad para resolver y afrontar los problemas propios de una profesión.

b) Compromiso: entendido como acto personal en el que cada uno se implica en aquello que realiza, dotando a la acción de
una dimensión que va más allá de lo estrictamente estipulado.

c) Iniciativa: entendida como la aportación de novedades en aquello que se realiza de acuerdo con el compromiso personal,
estando en juego el trabajo ejercido y la mejora de quien lo realiza.

d) Dedicación: en el sentido de ofrecimiento, entrega o asignación. El profesional de hoy en día tiende más a la ocupación,
donde se invierten y se pierden muchas horas, que a la dedicación, que requiere compromiso por encima del mero
cumplimiento de un deber, que sólo es posible desde la libertad de quien actúa y no desde la imposición externa.

e) Responsabilidad: cualidad moral en sí misma. Resalta el carácter comunitario que acompaña el ejercicio de la profesión.
Supone una obligación asumida por el profesional, buscando mejorar la acción para que las consecuencias sean más
beneficiosas para uno mismo y para los demás. Desde la responsabilidad, el profesional se siente empujado a una
permanente y constante formación, que mejore su competencia, facilite la iniciativa, haga eficaz su dedicación y
consolide su compromiso.

1.2.2.3. Aplicación

En este sentido, se dice que la deontología es la ética aplicada al campo profesional v. gr.; abogacía, la que se concreta en
normas y códigos de conducta exigibles a los profesionales. Esta normativa esa aprobada por el colectivo de los profesionales,
donde se enumeran una serie de deberes y obligaciones mínimos para todos estos profesionales, regulando consecuencias de
carácter sancionador disciplinario.

1.3. La Ética y la Moral y su relación con la Oratoria

La relación existente entre ética, moral y oratoria, radica en el hecho del "deber ser" de la palabra, en sentido lato del concepto de
oratoria es la eficacia adecuada para deleitar, persuadir o conmover; y la elocuencia como la facultad de hablar o escribir de modo
efectivo para encantar, inquietar y convencer a los demás mediante el manejo dialéctico de argumentos lógicos, para que asuman
la conducta que se sugiere, de tal forma que no se sientan sometidos u obligados a hacer por la fuerza lo que se les dice, sino
que lo realicen por propia voluntad, porque realmente lo quieran hacer, puesto que están convencidos de que así debe de
hacerse.

La oratoria es persuasión, honradez y convicción. La manipulación mediante la palabra, el engaño y la intimidación, no es


oratoria, es charlatanería, es falacia, ya que se tiene que convencer con la verdad, se tiene que convencer con principios, con
ética con moral, por consiguiente el auténtico orador hace de la palabra un instrumento de la verdad. “Todo por la fuerza de la
razón; nada por la razón de la fuerza”.

La oratoria es el arte de hablar con elocuencia, es decir, de expresarse eficazmente mediante la palabra dialogada, ante
cualquier auditorio y en cualquier circunstancia.

La oratoria consiste en lograr que la gente se convenza por la fuerza de la razón y de la verdad, y se conmuevan por las
emociones y sentimientos, ya que la palabra es un importante medio de comunicación, pero además, es una fuerza incontenible
que puede conmover, conducir, orientar, convencer y educar.

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2. TEMA Nro. 2.- LA ÉTICA Y LA MORAL

2.1. Marco conceptual

No hay un criterio aceptado unánimemente para distinguir los términos ética y moral. En muchos casos se usan de forma
intercambiable. Lo que sí está unánimemente aceptado es que los términos Ética o Filosofía Moral son equivalentes y no tiene
como objeto evaluar la subjetividad de las personas, sino valorar la objetividad de las acciones humanas en la convivencia, a la
luz de los valores morales. En el lenguaje coloquial encontramos dos usos de la palabra ética, como sustantivo y como adjetivo.

Utilizada como sustantivo, "La Ética" o "La Moral", se entiende como saber específico dentro de las disciplinas humanas, teniendo
como objeto la fundamentación racional de lo que debe ser la responsabilidad del ser humano para alcanzar lo bueno o lo recto.

2.2. La Ética y la Moral, como aspectos axiológicos y deontológicos

El Aspecto axiológico (o valores) y deontológico se encuentran básicamente en la familia, en la empresa y en la sociedad y no


basta con tenerlos bien definidos, sino que resulta indispensable verlos convertidos en hábitos operativos arraigados en la gente.

Son la base en donde la actitud y la conducta son creadas y juegan un rol muy importante en las acciones del
comportamiento humano. Aunque “los valores cambian en la geografía y en la historia; hubo un tiempo en el cual los valores
estaban en relación directa con el pensamiento filosófico de la época”, es así como en teoría, reflejan las características
primordiales de adaptación en la sociedad.

Los valores al igual que la ética, son reflejados principalmente al momento de tomar una decisión porque describen cómo debería
comportarse una persona para poder relacionarse con otras con intereses en común. Cada persona se va creando valores a lo
largo de su vida y les da un orden dependiendo de la situación con la que se enfrente. Es decir, en una situación social en donde
los valores tienden a contradecirse entre sí, la persona debe ser capaz de decidir en ese momento a qué valor darle mayor
prioridad. Cuando los valores se combinan, forman sistemas de valores que se vuelven principios que guían a una persona en la
evaluación de la toma de decisiones ética o en casos específicos del comportamiento.

Los valores éticos no deben fundarse en mitos, rumores o imágenes, sino en conocimientos racionalmente fundamentados.
Muchas veces el hombre cree que piensa por el solo hecho de seguir los dictados de la mayoría y no se percata de que la
sociedad, aun antes de que nazca, ya le ha escogido sus valores. Pero si alguien es capaz de reexaminar esos valores, ya sea
para eliminarlos, fortalecerlos o formar otros nuevos, ello implica que también es capaz de pensar por sí mismo y de elaborar una
ética o filosofía moral.

Resumiendo, los valores tienen aspectos de conocimiento, afectivos y direccionales que cuando se integran, crean juicios,
preferencias y elecciones. Así, para poder crear una cultura basada en valores, se necesitan elaborar estrategias que permitan el
desarrollo humano y organizacional, ya que son el punto clave en la resolución de dilemas éticos y son factores esenciales al
momento de tomar cualquier decisión.

2.3. La Naturaleza de la Ética y de la Moral para el abogado

En la moral del abogado de lo que Ossorio nos habla es del criterio que debe tener un abogado. Y comienza: La abogacía no se
cimienta en la lucidez del ingenio, sino en la rectitud de la conciencia. Malo será que erremos y defendamos como moral lo que no
es; pero si nos hemos equivocado de buena fe, podemos estar tranquilos. Cita las palabras del novelista Collete Iver. “Nuestro
oficio ¿es hacer triunfar a la justicia o a nuestro cliente? ¿Iluminamos al Tribunal o procuramos cegarle?

Cuando un abogado acepta una defensa, es porque estima - aunque sea equivocadamente- que la pretensión de su tutelado es
justa, y en tal caso al triunfar el cliente triunfa la justicia, y nuestra obra no va encaminada a cegar sino a iluminar.

También da unos consejos a los abogados. Hay que ser refractario al alboroto. Soportar la amargura de una censura caprichosa e
injusta, es carga añeja a los honores profesionales. Debajo de la toga hay que llevar la coraza.
Abogado que sucumba al qué dirán debe tener su hoja de servicios manchada con la nota de cobardía. No digo que el juicio
público no sea digno de atención. Lo que quiero decir es que después de adoptada una resolución, vacilar ni retroceder por miedo
a la crítica, que es un monstruo de cien cabezas irresponsables y faltas de sindéresis.

Cuando se ha marcado la línea del deber hay que cumplirla a todo trance. El transeúnte que se detenga a escuchar los ladridos
de los perros, difícilmente llegará al término de su jornada.

En cuanto a la ética del abogado, se puede afirmar que es el comportamiento, la conducta, el actuar que tiene un hombre ante la
sociedad. En derecho todo abogado debe tener ética por lo que une el abogado debe tener presente que es un servidor de la
justicia y un colaborador de su administraciones deber profesional es defender, con estricta observancia de las normas jurídicas y
morales los derechos de su patrocinado.
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Debe mantener el honor y la dignidad profesional, ya que esto no solo es un derecho sino un deber, de combatir por todos los
medios lícitos y conductas moralmente censurables de jueces.

El abogado debe obrar con honradez con fe, no debe de aconsejar actos fraudulentos, afirmar o negar con falsedad, todo lo que
haga debe de ser legal.

2.4. Fines de la Ética y de la Moral dentro de la conducta profesional

en día en el mundo la atención se dirige al cumplimiento de reglas de ética en el comportamiento humano en todos los ámbitos.
Constantemente podemos apreciar el surgimiento de leyes y reglamentos acerca del proceder conforme reglas de ética, pues el
temor directo e inmediato a la corrupción intimida y obliga a tomar acciones en este campo. Sus consecuencias se encuentran en
todos los medios, desde la noticia que informa actos de corrupción en el orden político, hasta aquel acontecimiento contra la ética
que tiene vinculación con el mundo económico, el acontecer social y, sin lugar a dudas, el mismo deporte.

Esta posibilidad de atracción se identifica con actividades públicas y privadas, actos de trascendencia laboral así como
profesional, siempre en atención a acciones contrarias a reglas éticas y deontológicas. Cuando se habla de una conducta ética,
identificada dentro del ámbito jurídico, resulta no sólo exigencia de aquellos profesionales en derecho que se conducen dentro de
la administración pública sino también, y en forma racional, a los profesionales que ejercen liberalmente el derecho.
El efecto es universal y ningún campo del acontecer humano se encuentra exento de la exigencia de un proceder ético y alejado
de la corrupción. Resulta innegable la corrosiva y vertiginosa corrupción que se ha generado, desde el siglo pasado y hasta
nuestros días, en todas las profesiones liberales, de la cual no se ha librado la abogacía. Ello nos conduce a replantear los
esquemas iniciales, a revitalizar los colegios profesionales y, en forma inmediata, darle verdadera eficacia a las normas
deontológicas internas que regulan la conducta de los profesionales en derecho, donde se exige el proceder en cumplimiento de
reglas éticas, lo que brindará vigencia al principio de “probidad profesional”, hoy olvidado por muchos y, lamentablemente, visto
con indiferencia por la mayoría. La Deontología Jurídica no es un proyecto de futuro sino, una necesidad actual e inmediata.

Ello conduce a que los profesionales en derecho, en forma individual y colectiva, atiendan en forma inmediata el cumplimiento y
respeto profesional al Código de deberes jurídicos, morales y éticos del profesional en derecho.

2.5. La Deontología

La deontología no es más que la ética profesional aplicada, donde sus contenidos normativos son de acatamiento obligatorio para
todos los abogados a los cuales se dirigen. Existen muchos principios rectores de la Deontología Profesional, entre los más
importantes encontramos la justicia, la independencia profesional, la libertad profesional, la ciencia y conciencia, así como la
probidad profesional.

Estos principios brindan contenido y vigencia práctica a la Deontología Jurídica, desde su eminente carácter preventivo, el cual
algunas veces se muestra vulnerado por actuaciones indebidas de los abogados y surge, irremediablemente, la posibilidad
extrema de imponer sanciones disciplinarias a éstos.

2.5.1. Marco conceptual


(del griego δέον “debido” + λόγος “Tratado”; término introducido por Jeremy Bentham en su Deontology or the Science of
Morality/Deontologia o la ciencia de la moralidad, en 1889) hace referencia a la rama de la ética cuyo objeto de estudio son los
fundamentos del deber y las normas morales. Se refiere a un conjunto ordenado de deberes y obligaciones morales que tienen
los profesionales de una determinada materia. La deontologia es conocida también bajo el nombre de “teoria del deber” y, al lado
de la axiologia, es una de las dos ramas principales de la ética normativa.

Trata, pues, del espacio de la libertad del hombre sólo sujeto a la responsabilidad que le impone su conciencia. Asimismo,
Bentham considera que la base de la deontología se debe sustentar en los principios filosóficos de la libertad y el utilitarismo, lo
cual significa que los actos buenos o malos de los hombres sólo se explican en función de la felicidad o bienestar que puedan
proporcionar asuntos estos muy humanistas. Para Bentham la deontología se entiende a partir de sus fines (el mayor bienestar
posible para la mayoría, y de la mejor forma posible)

Los argumentos humanistas de libertad y utilitarismo fueron apropiados en la deontologia, con las exigencias ético-racionales que
influyeron de alguna manera en el constitucionalismo colombiano (como que fue amigo de Francisco de Paula Santander y
Miranda). Bentham coincide con Rousseau en su idea de que, hasta su tiempo, los sistemas morales y políticos están fundados
en el irracional histórico y deben ser sustituidos por una moral y un orden político naturales, es decir, racionales; lo cual fue
acogido por las nacientes repúblicas americanas.

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La Deontología Jurídica comprende las reglas del deber y, como tal, tiene la misión de regular el proceder correcto y apropiado
del abogado en su ejercicio profesional. Esta función la realiza desde el ámbito de los llamados códigos deontológicos que
regulan toda la actividad de la abogacía, los que, a su vez, se nutren, indiscutiblemente, de la Moral y la Ética.

2.5.2. Características y el Utilitarismo


Las características de la deontología se dividen en dos sentidos en sentido estricto y sentido amplio.

En sentido amplio: Son el conjunto de todas las normas legales, estatutarias y convencionales, además
de los principios y costumbre tenidos como de general aceptación en la profesión. Es decir, la
deontología engloba todas las normas. Entre los legales estarían los estatutos profesionales y los
convenios colectivos de trabajo.

En Sentido Estricto: Son el conjunto sistemático de normas, usos, principios y deberes que no van a
estar respaldados por ninguna sanción legal, sino por una aceptación voluntaria de unos profesionales.
Reglas del buen hacer profesional o normas que pueden someter a determinados profesionales.

2.6. La Deontología Profesional

Deontología profesional hace referencia al conjunto de principios y reglas éticas que regulan y guían una actividad profesional.
Estas normas determinan los deberes minimamente exigibles a los profesionales en el desempeño de su actividad. Por este
motivo, suele ser el propio colectivo profesional quién determina dichas normas y, a su vez, se encarga de recogerlas por escrito
en los códigos deontológicos. A día de hoy, prácticamente todas las profesiones han desarrollado sus propios códigos y, en este
sentido, puede hablarse de una deontología profesional periodística, de una deontología profesional médica, deontología
profesional de los abogados, etc.

Es importante no confundir deontología profesional con ética profesional. Cabe distinguir que la ética profesional es la disciplina
que estudia los contenidos normativos de un colectivo profesional, es decir, su objeto de estudio es la deontología profesional,
mientras que, tal como se apuntaba al comienzo del articulo, la deontología profesional es el conjunto de normas vinculantes para
un colectivo profesional.

2.6.1. Marco conceptual


La Deontología, desde su origen etimológico, expresa el deber (deon, deber en griego), lo que debe ser hecho. La forma de
comprender y aplicar las normas éticas puede ser de dos tipos; un tipo teleológico, dirigido al análisis de los fines, de las metas,
de las consecuencias, de la utilidad, de las repercusiones de la acción, o un tipo deontológico el que ahora nos interesa, donde se
brinda importancia a la cualidad intrínseca de obligación unida a la norma misma (v.gr.; ¡la ley es la ley!) .

La deontología es “aquella parte de la filosofía que trata del origen, la naturaleza y el fin del deber, en contraposición a la
ontología, que trata de naturaleza, el origen y el fin del ser”.

Por ello, los códigos deontológicos reglamentan de manera estricta los deberes de los miembros de una misma profesión. En el
caso concreto del ejercicio de la abogacía, existe por parte de los colegios profesionales de abogados, reglamentación acerca del
proceder correcto de estos profesionales, donde se requiere su estricto cumplimiento de lo preceptuado, de lo contrario, podría
generar responsabilidad disciplinaria, civil y, en algunos casos, penal.

La deontología profesional es el conjunto de las reglas y principios que rigen determinadas conductas del profesional (v. gr.;
abogado, médico, ingeniero, etc.) de carácter no técnico, ejercidas o vinculadas, de cualquier manera, al ejercicio de la profesión
y a la pertenencia al grupo profesional

2.6.2. Características
2.6.2.1. Autorregulación

La exigencia de la autorregulación tiene que ver con el principio de autonomía colegial que choca después, inevitablemente, con
el principio de legalidad. Los profesionales son creadores, sujetos y objetos de las normas deontológicas de su profesión
correspondiente.

Los profesionales tienen la responsabilidad permanente de autorregularse. La función autorreguladora implica una constante
actividad crítica y evaluadora. Es necesario que el público sepa de la existencia del sistema efectivo y responsable de

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autorregulación, y que adquiera confianza en él como recurso justo, honesto y objetivo para dirimir los conflictos relativos al
ejercicio profesional y a la atención recibidos por los clientes o pacientes.

2.6.2.2. Legalidad

Exigencia de constancia en un texto identificado como normas deontológicas.

La STC 93/92 señala que, en respeto del principio de legalidad, es conveniente que las normas deontológicas aparezcan no
dispersas, sino ordenadas en un sistema que ofrezca a todos seguridad jurídica, sistema al que ha de darse publicidad suficiente
para que todos puedan conocerlas.

La jurisprudencia del Constitucional presta a las normas deontológicas un fuerte respaldo de legalidad. En la STC 219/89 se
afirma que las normas deontológicas no son un catálogo de deberes morales, sino que tienen consecuencias de tipo disciplinario;
que establecen una serie de deberes de obligado cumplimiento, por lo que no pueden reducirse a consejos acerca de un
comportamiento deseable; y que, tanto en la tradición colegial como en la doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo, han sido
sancionadas, tienen cualidad de ley para los colegiados, de ley
de obligado cumplimiento.

2.6.2.3. Tipicidad

El principio de tipicidad se refiere a la ineludible necesidad de la predeterminación normativa de las conductas ilícitas y sanciones
correspondientes. El TC ha admitido la flexibilización del principio de tipicidad en la materia sancionadora en relación a los
colegios profesionales, al afirmar: “La utilización de conceptos jurídicos indeterminados es constitucionalmente lícita en materia
sancionadora cuando su concreción es razonablemente factible en virtud de criterios lógicos, técnicos, o de experiencia que
permitan ver con suficiente seguridad, la naturaleza o características esenciales de las conductas constitutivas de la infracción
tipificada; así como la flexibilidad en la tipificación de las infracciones y en la determinación de la sanción correspondiente,
especialmente en el ámbito de la supremacía especial, que caracteriza el derecho administrativo sancionador, sin que implique en
ningún caso discrecionalidad”.

2.6.2.4. Publicidad

Exigencia de difusión. La adecuada publicación de las distintas normas adoptadas por el colegio, en término que garantice su
conocimiento, su autenticidad y su constancia, y que además permita la impugnación en un proceso declarativo acerca de su
validez, deviene en un requisito imprescindible para hacer posible que su cumplimiento resulte sometido a sanciones.

2.6.3. Aplicación de la Deontología Profesional

2.6.3.1. Justicia
Es difícil brindar un concepto de la justicia, muchos autores ni siquiera se detienen a pensar en ello, como otros llegan a
confundirse en este trabajo de conceptualización. La abogacía ha sido diseñada para la Justicia. De igual forma, Couture, en su
exposición de los mandamiento del abogado, recoge como 3° el siguiente; “La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de
la justicia”. Efectivamente el profesional en derecho debe dirigir su atención al fortalecimiento y aplicación de la justicia, de lo
contrario, estaría incumpliendo su misión de ayuda al derecho y la misma sociedad.

Existen prácticas que se consideran contrarias a la justicia y que dirigen a pensar en la injusticia. Lamentablemente, en algunas
de estas prácticas participa el abogado, como artífice de conductas inapropiadas e indecorosas, las cuales justifica, sin razón
alguna, en el ánimo de ganar el pleito judicial para favorecer a su cliente.

Respecto a este tema, Couture expone su mandamiento 8: “Ten fe en el derecho, como el mejor instrumento para la convivencia
humana; en la justicia, como destino normal del derecho; en la paz, como sustitutivo bondadoso de la justicia; y sobre todo, ten fe
en la libertad, sin la cual no hay derecho justicia ni paz”.

2.6.3.2. Libertad profesional

El principio de libertad profesional tiene mucha afinidad con el principio de independencia profesional. La libertad profesional se
refiere al propio ejercicio de la función de abogado.

A pesar de la cercanía y conexión que pueda existir entre éste y el principio de independencia profesional, se diferencian en
cuanto el principio de libertad profesional se refiere a la libertad de autodeterminación del profesional en orden a su conducta en
el ejercicio de la profesión no sólo desde un punto de vista técnico, sino también con relación a los comportamientos que
complementan a los técnicos.
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2.6.3.3. Ciencia y conciencia
El principio deontológico, el cual tiene alcance universal, se refiere a “obrar según ciencia y conciencia”. Este principio arroja dos
conceptos que requieren una precisión inmediata para desentrañar el contenido del mismo:

a) Cuando se habla de “ciencia” hacemos referencia a la ciencia propia profesional; no solamente desde su aspecto teórico sino
también práctico.

La ciencia propia del abogado es, esencialmente, una ciencia jurídica comprensiva no sólo de la normativa en rigor, sino además
de su aplicación jurisprudencial y, comprende, el conocimiento de la doctrina y de los principios jurídico-filosóficos en que se basa
la doctrina.

“El abogado debe ser, además, un humanista. Su ciencia no es una colección de principios abstractos y descarnados, sino
aplicables a conflictos personales y concretos. De aquí viene al abogado su vocación humanista. En el hombre confluyen todos
los saberes y todos ellos, como todo los humano, conciernen al jurista, aunque no con la misma intensidad y profundidad en todos
los casos”.

b) El concepto conciencia lo debemos vincular al calificativo profesional. Conforme lo anterior, prescindimos de las discusiones de
la conciencia a nivel de la filosofía, la psicología y la religión, pues su vinculación se realiza con la ética profesional.
La conciencia profesional se encuentra vinculada con el conocimiento y, en este sentido, con la autorresponsabilidad del
profesional. Este último “debe actuar no sólo con rigurosa atención a las normas técnicas, sino también con conocimiento de
todas las consecuencias que derivan de su aplicación, incluso hasta más allá de los límites de la relación profesional, teniendo en
cuenta el interés individual del cliente y el general de la colectividad en relación a la función social desarrollada por la profesión”.

En este sentido, Couture expone el mandamiento 2, según el cual; “El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando”.
Del enunciado de este mandamiento se recoge el conocimiento científico que el profesional en derecho debe tener de la ciencia
que aplica, pero, además, requiere realizar el ejercicio de su profesión con el pensamiento, con su conciencia.

2.6.3.4. Probidad profesional


La probidad es la honradez. Un profesional debe ser una persona honesta, donde su pauta de conducta sea su vida profesional y,
además, privada. La probidad es un concepto que tiene carácter universal y una inmediata relación con la deontología, por lo que
se aplica a todas la profesiones, incluida la abogacía.Se incorpora al concepto probidad el adjetivo profesional, que conduce a la
identificación de la acepción más común de la probidad, identificada con la naturaleza y función social de la profesión a que se
refiera, y de la que constituye un límite.

Debido al contenido amplio del concepto de probidad profesional, éste tiende a ampliarse al ámbito de la conducta privada del
abogado. Por ello, un proceder inadecuado en la vida privada del profesional, podría repercutir en la reputación personal de éste.
El impacto podría trascender del ámbito privado y particular del sujeto hasta el profesional, donde la reputación del abogado se
podría ver perjudicada y, en algunos casos, dar lugar a la aplicación del código deontológico particular.

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TEMA Nro. 3.- EL ESTILO FORENSE

3.1. La palabra y su marco conceptual

La palabra es un don, que muchos aun no hemos aprendido a utilizar; al mismo tiempo puede ser un arma, ya que si no la
utilizamos correctamente tanto otras personas como nosotros podemos salir heridos. Es cuestión de darle el uso correcto y
también del mérito respectivo, pues de no ser por ella muchos de nosotros seriamos salvajes, ateos sin motivo de existencia
alguna, ya que gracias a la palabra es que al pasar de los años se fueron difundiendo todas nuestras creencias, explicaciones de
existencia, se concretan negociaciones, etc.

En el Alma de la Toga, el autor se expresa sobre el uso de la palabra en la abogacía, dando a entender, que sobre todo debemos
utilizarla correctamente para la comodidad del juez. Puesto que nos dice que debemos ser breves, para que no se aburra porque
ya ha escuchado tantos argumentos a lo largo de subida que si es corto hay más posibilidades que falle a t favor; que hay que ser
claros para que hasta el portero nos entienda, además de que el juez esta fatigado y no quiere oír tantos adornos en las historias;
y así pues, no es que no esté de acuerdo con esto que acabo de mencionar, solo que me parece que no era necesario decir que
es para facilitarle la vida al juez, aunque así sea.

Y de igual forma parece que Ángel Osorio acierta mucho a la hora de explicarnos por decirlo de algún modo la clave para el buen
uso de la palabra. Porque si bien es cierto que tanto la cordialidad hacia las otras personas, ya sea el otro abogado, o el juez; el
uso correcto del léxico, mas no tan rebuscado pues lo que se intenta es que se entienda lo que queremos transmitir; y la
amenidad, pues es muchísimo más agradable escuchar a es apersona que nos habla con calidez y sencillez a la que nos habla
de manera tosca.

3.2. La palabra escrita y su estilo

Desde el momento en que el hombre escribe y expresa sus pensamientos en forma comprensible a los demás, se cumple el fin
del lenguaje transmitir lo pensado a lo escrito.

El uso del lenguaje es un fenómeno complejo en el cual si fácil no es hablar, tampoco lo es escribir con corrección. La vida, la
palabra y el pensamiento son inseparables; pensar y saber es querer decir y poder decir, porque lo que el hombre siente y piensa
lo incorpora al mundo de las palabras. El juicio, pieza nuclear del pensamiento lógico, sólo existe en el cerebro del hombre por su
traducción en frase.

Todos se han encontrado alguna vez con el problema de descifrar algo escrito por quien ignora lo más elemental del arte de
escribir, y se puede decir que no es por lo que escribe sino por el cómo lo escribe. El pensamiento más sencillo resulta
ininteligible en ciertas ocasiones. El estilo de la escritura añade precisión, elegancia, claridad y armonía al texto que se expone.

Toda persona necesita expresar sus pensamientos de forma escrita con corrección y elegancia. Es preciso emborronar muchas
cuartillas, tachar y corregir constantemente, la habilidad se adquiere a fuerza de tropezar con las dificultades. Algunos dicen que
escribir es un don del cielo, aunque es verdad que algo de este arte no se aprende; mucho depende del empeño y el trabajo.

El estudio de los manuscritos y de cada una de sus ediciones revela las numerosas correcciones que experimentan las obras
antes de ir, definitivamente, a la imprenta. Escribir es luchar con las palabras y las frases, corrigiéndolas una y otra vez. Este arte
lleva consigo la virtud de la paciencia. Cada uno podrá crear un estilo propio para expresar sus ideas y pensamientos.

3.3. La palabra oral y su estilo

Se puede decir que el estilo es la manera propia que cada uno tiene para expresar su pensamiento por medio de la escritura o de
la palabra o la manera que cada uno tiene de crear expresiones para comunicar los pensamientos.

Las cualidades principales del estilo oral son las siguientes:

Claridad.
Concisión.
Coherencia.
Sencillez.
Naturalidad.

Estas cualidades deben cumplirse porque para que el mensaje sea seguido y aprobado por los destinatarios, es necesario que
sea comprendido, ya que a un oyente no le es permitido hacer lo que hace el lector de volver sobre el mismo texto, cuantas veces
sea preciso.

3.4. El estilo forense y el abogado


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El estilo forense tiende a preservar los principios éticos a través de todo el proceso, con amplitud, prudencia y objetividad,
debiendo dejarse de lado las manifestaciones injuriosas. todo abogado debe respetar la dignidad de sus colegas y hacer que se
la respete no debiendo compartir la maledicencia respecto del que represente o patrocine a la contraparte.

Debe abstenerse de expresiones indebidas o injuriosas respecto de sus colegas que puedan resultar ofensivos o discriminatorios.
Los sentimientos hostiles que puedan existir entre los clientes no deben influir en la conducta y disposición de los abogados entre
si.
3.5. Qué aspectos debe tener en cuenta el abogado

Tradicionalmente, el abogado ha aprendido a escribir utilizando modelos que encuentra en algún archivo o computadora. Esto
trae como consecuencia mantener los errores clásicos de redacción y comunicación por lo que son famosos los abogados.

Es fundamental que el abogado desarrolle esta habilidad, por lo que debe analizar la importancia de la comunicación escrita para
el ejercicio profesional del derecho. Se debe estudiar y aprender a diferenciar entre el lenguaje escrito y el oral. Además hay otro
aspecto fundamental en la labor de un abogado: la organización.

3.6. Es la abogacía un arte?

La palabra abogacía proviene de abogado y esta se deriva de abogar, que es defender o luchar. En conclusión el abogado es
aquella persona que defiende los derechos jurídicos de una o varias personas.

Este es el punto al que quiero llegar, Angel Ossorio quiere que los abogados o estudiantes de derecho, aprendan a ejercer su
carrera, adquieran valores éticos, morales y sociales para que sirvan a la comunidad.

El abogado igual que el pintor, músico o poeta, tiene una herramienta artística y es la palabra. Pero la palabra bien hablada o
escrita, Ossorio denomina la palabra como “la más elevada y artística manifestación del pensamiento.

Para desarrollar de manera correcta esta herramienta, la única solución es leer. Sacar 15 minutos, media hora o una hora de
nuestro día para realizar esta actividad. El no leer produce una deficiencia intelectual y produce escases de vocabulario. Es por
esto que un buen abogado, debería tener libros o revistas jurídicas en su oficina o en la casa, ya que es su único instrumento
para poder ejercer correctamente su profesión, sin perder su estilo y respeto.

El abogado igual que el pintor, músico o poeta, tiene una herramienta artística y es la palabra. Pero la palabra bien hablada o
escrita, Ossorio denomina la palabra como la más elevada y artística manifestación del pensamiento.

Para desarrollar de manera correcta esta herramienta, la única solución es leer. Sacar 15 minutos, media hora o una hora de
nuestro día para realizar esta actividad. El no leer produce una deficiencia intelectual y produce escasez de vocabulario. Es por
esto que un buen abogado, debería tener libros o revistas jurídicas en su oficina o en la casa, ya que es su único instrumento
para poder ejercer correctamente su profesión, sin perder su estilo y respeto.

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TEMA Nro. 4.- LA ORATORIA

4.1. Antecedentes

La oratoria nació en Sicilia y se desarrolló fundamentalmente en Grecia, donde fue considerada un instrumento para alcanzar
prestigio y poder político. Había unos profesionales llamados logógrafos que se encargaban de redactar discursos para los
tribunales.

El más famoso de estos logógrafos fue Lisias. Sin embargo, Sócrates creó una afamada escuela de oratoria en Atenas que tenía
un concepto más amplio y patriótico de la misión del orador, que debía ser un hombre instruido y movido por altos ideales éticos a
fin de garantizar el progreso del estado. En este tipo de oratoria llegó a considerarse el mejor en su arte a Demóstenes.

De Grecia la oratoria pasó a la República Romana, donde Marco Tulio Cicerón lo perfeccionó. Sus discursos y tratados de
oratoria nos han llegado casi completos. Durante el imperio, sin embargo, la oratoria entró en crisis habida cuenta de su poca
utilidad política en un entorno dominado por el emperador, aunque todavía se encontraron grandes expertos en ese arte como
Marco Fabio Quintiliano; los doce libros de su Institutio oratoria se consideran la cumbre en cuanto a la teoría del género. Sin
embargo, como ha demostrado Ernst Robert Curtius en su Literatura europea y Edad Media, la Oratoria influyó en el campo de la
poesía y la literatura pasándole parte de sus recursos expresivos y retorizándola en exceso.

4.2. Marco conceptual y características

La oratoria es el conjunto de principios y técnicas que permiten expresarnos con claridad, desenvoltura y sin desconfianzas ante
un público, con la propósito de narrar un determinado mensaje.
Según la Real Academia Española: la oratoria es el Habilidad de hablar con elocuencia, de deleitar, convencer y conmover por
medio de la palabra.

Se llama oratoria al arte de hablar con elocuencia. La oratoria también es un género literario formado por el discurso,
la disertación, el sermón, el panegírico, entre otras varias

4.2.1 Características de la Oratoria:

Según el Orador:

 Conocimiento: tener el mayor conocimiento sobre el tema que escogerá para ser manifestado.
 Integridad: el orador debe ser íntegro.
 Confianza: el orador debe tener plena confianza de sí mismo.
 Destreza y Habilidad: un orador debe tener destreza y habilidad frente a su público.

Según el punto de vista físico:

 La voz: pues definitivamente debemos de hacer uso de un adecuado timbre de voz.


 El cuerpo del orador: tener una postura correcta, estar vestido adecuadamente y utilizar gestos y mímicas acorde con las
palabras que pronunciamos.

Según el punto de vista Intelectual y Emocional:

 Clara y Entendible: la oratoria se debe de manifestar de manera clara, entendible y precisa para un mayor éxito comunicativo.
 Impactante y fácil de recordar: la oratoria necesariamente debe ser impactante para captar la atención del público y de ésta
manera les sea fácil de recordar.
 Conmovedora y Persuasiva: debe ser conmovedora, transmitir al público la posición de tu tema tratado. Por otro lado
persuasiva, porque debes convencer al público de tus argumentos.
 Entretenida: no aburrir al auditorio.

4.3. Fines de la Oratoria

Los fines específicos de la oratoria han sido materia de debate desde los tiempos antiguos. Historiar la diversidad de
oportunidades sería crear una bizantina y fatigosa enumeración, pues en esencia coinciden casi todas ellas. La divergencia de
opinión en los cambios de la perspectiva de las distintas épocas, países u oradores.

Para Cicerón, la oratoria tiene la finalidad de:

 Instruir.
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 Deleitar.
 Defender.

Para Aristóteles, la oratoria tiene la finalidad de:

 Enseñar.
 Conmover.
 Agradar.

Para Fenelón, la oratoria tiene la finalidad de:

 Aprobar.
 Conmover.
 Persuadir.
 Enseñar.

Para André Sigfried, la oratoria tiene la finalidad de

 Conmover.
 Persuadir.
 Enseñar.
Las coincidencias son lógicas, todas tienen en cuenta las intenciones humanas y la aparente diferenciación no es más que un
desdoblamiento sutil de los conceptos.

4.4. Clases de Oratoria

 Oratoria Social
 Oratoria Pedagógica
 Oratoria forense
 Oratoria Política
 Oratoria Religiosa
 Oratoria Militar

4.5. Efectos que se busca lograr con la Oratoria

La oratoria puede ser una eficaz herramienta que se utiliza para propósitos tales como la información, persuasión, motivación,
influencia, traducción o simple entretenimiento. La Oratoria, es uno de los elementos básicos en la unión de criterios, y la
comprensión y el estímulo de multitudes.

Su intrínseca facultad de la oratoria, está inmerso en cada ser humano, aflorarlo y desarrollarlo es una de las metas de las
personas que buscan un bienestar.

4.6. El auditorio y su influencia sobre el orador

Un auditorio se refiere a uno o mas oyentes que son los receptores presentes o no de un discurso en un espacio y tiempo
variable; ya que existen diferentes tipos de auditorio y diferentes maneras de recibir la información de un discurso (radio, prensa,
televisión, entre otros.) Personaje colectivo que tiene sus propias características. No es una simple aglomeración o suma de
individuos. Es un personaje social totalmente nuevo. El hombre en multitud actúa y reacciona totalmente de manera diferente al
hombre considerado en forma individual.

El objetivo al que se dirige el discurso y el árbitro decisivo del éxito o el fracaso del orador. Condiciona en gran medida el
discurso.

4.7. Influencia del orador sobre el auditorio

Entre orador y auditorio se establece un nexo espiritual. El orador debe conocer quienes están dentro de su auditorio.

El que únicamente razona con lógica y solidez será filósofo, pero no orador; el que lo deleita con bellas expresiones, será poeta,
pero no orador; el que sacude su sistema nervioso con emociones superficiales, será prestidigitador, pero no orador.

4.8. Actuar de acuerdo al auditorio


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El fin del orador es que sea entendido en sus anchas todo lo que desea otorgar al auditorio, para tal cometido los términos usados
deben ser de interés de todos los reunidos en dicha oportunidad, debe imperar un ambiente participativo y leal.

A raíz de esto, es necesario que el orador conozca a quienes tiene en frente, por tal motivo, a razón de ejemplo, debe interrogarse
¿Cómo es mi auditorio?, ¿El tema qué deseo serles partícipes, llegará a ellos y Cómo lograr esto?, dichas interrogantes deben
ser respondidas por él mismo realizando una investigación cuidadosa al respecto, pero no debiendo caer en una preocupación
desmedida al respecto.

4.9. La Retórica, su práctica y empleo

La retórica es la disciplina que estudia y sistematiza el lenguaje utilizado en los diferentes campos de conocimiento (como las
ciencias naturales, la narratología, la ciencias políticas y las ciencias de la educación), permitiendo que la comunicación en cada
ámbito consiga los objetivos que se plantea, tanto comunicativos como estéticos.

Se dice que la retórica es “el arte del bien decir” o también “la habilidad técnica para expresarse de la forma adecuada” ya que
cuenta con un sistema de recursos que sirve para la construcción discursiva y el enriquecimiento del mensaje. Los elementos
utilizados en el discurso, a su vez, se encuentra estrechamente relacionados entre sí.

13
TEMA Nro. 5.- EL ORADOR

5.1. Marco conceptual y sus características

En términos generales un orador es la persona que ejerce la oratoria. En sentido absoluto, persona que por su naturaleza y
estudio está capacitado para la oratoria. El fin del orador es que sea entendido en sus anchas todo lo que desea otorgar al
auditorio, para tal cometido los términos usados deben ser de interés de todos los reunidos en dicha oportunidad, debe imperar
un ambiente participativo y leal.

Además de las características que debe tener una presentación oral, el expositor también debe considerar algunos aspectos muy
importantes para desarrollar una presentación.

5.2. Diversas cualidades que debe ostentar el orador

A) Presencia

La presencia de un buen orador se ve afectada positivamente por la seguridad del mismo; ésta se logra cuando existe una
preparación integral, dominio del tema y recursos de apoyo que lo sustenten. El orador debe vestir adecuadamente según la
ocasión y el público al que se dirige, mostrando así respeto por su audiencia y logrando un ambiente de respeto y confianza. La
movilidad es importante durante una presentación oral; el desplazarse muestra el entusiasmo del expositor, además de variar el
estímulo a la audiencia y evitar que aparezcan malos hábitos durante la presentación. La postura que se adopte al iniciar una
exposición oral es decisiva, ya que marca desde la credibilidad hasta la atención del público.

Se recomienda entrar con paso firme y decidido, con los hombros hacia atrás y la barbilla levemente hacia arriba, esto ayuda a
mostrar seguridad y dominio del tema.
B) Conocimiento y credibilidad.

Entre más se conozca de un tema, más herramientas se tienen para brindar al público una exposición amena e interesante.

La preparación y dominio sobre el tema apoya la seguridad, la honestidad y el entusiasmo del orador, lo que logra mantener por
más tiempo la atención de la audiencia, además de contener un mensaje coherente, lógico y estructurado. Para lograr credibilidad
ante un grupo de personas es necesario mostrar honestidad, es mejor reconocer nuestras limitaciones ante el público que
“inventar” respuestas, no olvidemos que al ser honestos nos estamos ganando credibilidad.

C) Dinamismo.

Un buen orador debe ir a la vanguardia, utilizando tecnología que permita mostrar de manera dinámica el contenido. Es
importante apoyar la presentación en técnicas y recursos innovadores que logren captar la atención de la audiencia, lograr un
mayor procesamiento de la información y variar el estímulo proveído al público. Se recomienda al comenzar “prender” a la
audiencia compartiendo el entusiasmo inicial y manteniéndolo durante la exposición.

D) Comunicación verbal.

Es importante cuidar el lenguaje que se utiliza en la presentación oral, éste debe estar al nivel de la audiencia, así se logrará un
mensaje claro y una mejor conexión con los asistentes. El buen orador siempre se dirige al público de una manera considerada,
respetando sus ideas y opiniones, al mismo tiempo que muestra asertividad para defender las suyas. Cuidar la dicción mejora la
claridad de nuestras palabras. Las pausas al hablar pueden ayudar a hacer cambios de material de apoyo, descansar la garganta,
así como crear intriga o expectación en el público.

E) Comunicación no verbal.

La comunicación no verbal es aquella que se integra de mensajes no hablados, como el volumen, tono y ritmo. Se recomienda
variar el volumen de la voz para acaparar la atención del oyente, ayudando a evitar el tedio.

El ritmo es determinado por la naturaleza del tema, entre mayor sea su complejidad menor debe ser el ritmo. Los movimientos
faciales deben ir de acuerdo a la naturaleza del tema, así se apoya la comunicación verbal con la no verbal. Se debe tener
cuidado al utilizar las manos, ya que éstas pueden ser un distractor; lo ideal al hablar en público es no traer ningún objeto en ellas
con la finalidad de tener mayor libertad de movimiento y evitar desvíos de atención. Es importante establecer contacto visual con
el auditorio, esto logrará mayor integración y atención hacia la presentación. El medio ambiente debe ser agradable para el orador
y el público, un lugar bien iluminado, ventilado y confortable ayuda a que el estado de ánimo de las personas sea adecuado para
una mayor receptividad.

5.3. Secretos del buen orador


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1. Conocer los objetivos, los recursos y el público

Si el propósito es informar al auditorio, hay que darle información nueva y útil. Si, además, se desea persuadir, entonces hay que
hacer que los oyentes crean en el mensaje o participen de él. Se debe ser muy claro acerca de los objetivos. En otras palabras,
hay que tener claro cómo terminará el discurso y también: ¿quiénes compondrán el auditorio?, ¿compañeros de profesión o
clientes potenciales o…?, ¿por qué asistirán?, ¿cuál es su actitud respecto a su objetivo?, ¿qué conocimientos tienen y qué
necesitan saber? Dar cierta información a un auditorio indebido limita los posibilidades de alcanzar los objetivos.

Conocer los recursos que están a su alcance también es importante. ¿Forma parte de un equipo o panel?, ¿de qué hablarán los
demás?, ¿cuántos oyentes habrá?, ¿qué recursos audiovisuales hay disponibles?, ¿cuánto tiempo se tiene para hablar?, ¿a qué
hora del día será el discurso? La respuesta a estas preguntas son factores cruciales para ayudar a confeccionar el mensaje.

2. Prepararse adecuadamente

Una vez clarificado el objetivo, llega el momento de preparar el discurso. El primer paso es recoger toda la información necesaria,
aunque no es cuestión de abrumar al auditorio. El material pertinente hay que organizarlo de modo que haya una progresión
lógica de las ideas. El mensaje tiene que ser fácil de captar.
Primero se debe preparar el contenido del discurso, su “cuerpo” y dejar la introducción y la conclusión para lo último, La
introducción que sea impactante, haciendo hincapié en los “beneficios” que reportará la escucha; la conclusión final debe ir
“cargada de fuerza” y ser memorable.

3. Hacer un borrador

Este borrador final debe ser un resumen en el que, con distintos colores, aparezca la información esencial para el auditorio.

Siempre se debe dejar una copia del borrador en casa o en el despacho, así podrá mandarse por fax en caso de una emergencia.
O mejor todavía, tenerla también en el disco duro del ordenador.

4. Practicar, practicar, practicar

Se aconseja hacerlo al menos unas tres veces, leyéndolo en voz alta y cada vez con un tono distinto para no perder la
espontaneidad. Nunca intentar aprenderlo de memoria; la memoria falla y más en situaciones de estrés. ¡Retener ideas, no
palabras o frases! Decir el discurso cambiando las palabras no las ideas. Así mismo ayuda practicar delante de alguien. El ideal:
grabarse en vídeo.

5. Llegar con antelación

Asegurarse de que todo en la sala está en orden: micrófono, proyectores,… En cualquier caso hay que llevar alternativas: plan A
con ayudas; plan B sin ayudas.

6. Usar las “tres uVes” comunicativas

Visuales, Verbales y de Voz (tono de voz). A pesar de que las tres son importantes, para algunos de los oyentes lo que se diga no
será tan importante como la manera como se dice; habrá otros que se dejarán influenciar más por la imagen o por los
expresiones faciales o corporales. La credibilidad como orador está determinada por el buen manejo de “las tres uVes”.

Las técnicas visuales

Lo primero que percibe el público es la imagen del orador. Antes de abrir la boca algunos ya le habrán juzgado. El lenguaje
corporal es un elemento de comunicación que el público percibe. El contacto visual con el público es imprescindible; quien no
mira al público es imposible que perciba cómo éste percibe los mensajes que se le dan. Por eso lo mejor, no leer y sí hablar como
si de una conversación personal se tratara.

Las técnicas de voz

Un tono de voz monótono se presta a no atender al mensaje. También es importante hablar claro. Si se habla aceleradamente o
con voz baja, los oyentes tendrán que esforzarse demasiado para escuchar. Variar el tono y velocidad, y adaptarla a lo que se
dice es muy conveniente.
Las técnicas verbales

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Hay tres cosas que conviene recordar acerca de la comunicación verbal: usar un lenguaje descriptivo y sencillo, frases cortas y
evitar palabras demasiado técnicas. Además, hablar despacio; para hablar despacio nada mejor que estar tranquilo y relajado en
el cuerpo y selectivo en la mente: pocas ideas, pero bien expresadas.

7. Prepararse para responder a preguntas

Si se ha preparado el discurso, se está listo para contestar a preguntas. Preferible siempre hacerlo de manera breve y concisa. Es
mejor parafrasear la pregunta antes de contestarla. Esto le ayudará a que le quede claro y a entender lo que le preguntan. Si no
se tiene respuesta, nunca inventarla… No olvide que usted es el único dueño de sus respuestas.

Saber cómo elaborar y comunicar discursos aumenta la habilidad para dar una imagen positiva. Estos secretos son el primer
eslabón para ayudar a conseguir un buen nivel como orador.

5.4. Obstáculos que debe vencer el orador

El gran enemigo del orador es el temor o miedo al público; éste paraliza la lengua, seca la boca y la garganta, produce
transpiración, engendra movimientos torpes del cuerpo (brazos y piernas), traba la articulación, la voz y lo que es peor obnubila la
mente. El miedo se origina en un estado físico de nerviosidad patológica; es un complejo de inferioridad permanente o transitorio,
es un sobrestimación excesiva del propio yo, que lo torna sumamente celoso e intolerante con el mínimo fracaso.

El miedo se origina básicamente por la falta de confianza y seguridad personal, en la falta de preparación académica o en la
reacción que experimenta toda persona al internarse en un situación inhabitual.
5.5. Acciones del orador para vencer los obstáculos

Para vencer los obstáculos es necesaria una actitud positiva, pensar que se va a servir y no a pedir.

1. Investiguemos sobre el tema que vamos a exponer de manera cuidadosa y luego delimitémoslo.

2. Evitemos aprendernos de memoria el tema.

3. Es importante tener un buen apoyo de medios audiovisuales.

4. Con el tema delimitado, los conceptos claros en la mente y con un buen apoyo audiovisual, ahora solo nos falta practicar,
practicar y practicar.

5. Conozcamos al público.

6. Mantengamos el control sobre las preocupaciones.

5.6. El pánico escénico

El miedo escénico es un tipo de trastorno por ansiedad social (una especie de fobia social muy específica). En estos trastornos
predomina el miedo a la evaluación por parte de los demás. Cuando la persona siente el miedo, este es incapacitante en la
medida en que la persona evita las situaciones o que afecta a su rendimiento, reduce la efectividad de la comunicación y la
persona acaba por expresarse peor.

El pánico escénico se presenta por el concepto y la evaluación que la persona hace de sí misma, esto hace referencia a
autocrítica y autojuicios donde la persona se descalifica y se desvaloriza ante sí misma, y con ello lo único que puede esperar del
medio o de su público es que también le den una valoración negativa de como actúa o se desempeña.

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TEMA Nro. 6.- EL ARTE DE LA ORATORIA

6.1. Marco conceptual y características de la Oratoria

La oratoria es el arte de hablar en público informando respecto a un determinado tema, entreteniendo y conmoviendo.

6.2. El conocimiento del tema, elemento fundamental

Entre más se conozca de un tema, más herramientas se tienen para brindar al público una exposición amena e interesante.

La preparación y dominio sobre el tema apoya la seguridad, la honestidad y el entusiasmo del orador, lo que logra mantener por
más tiempo la atención de la audiencia, además de contener un mensaje coherente, lógico y estructurado. Para lograr credibilidad
ante un grupo de personas es necesario mostrar honestidad, es mejor reconocer nuestras limitaciones ante el público que
“inventar” respuestas, no olvidemos que al ser honestos nos estamos ganando credibilidad.

Estas cualidades están relacionadas con la facultad para conocer, comprender y razonar; implican un conjunto de características
inherentes que todo orador debe desarrollar y utilizar con eficacia. Estas cualidades propias de la actividad mental, están al
alcance de todos y sólo requieren de decisión para aplicarlas.

El orador ha de poseer una inteligencia clara y penetrante para ahondar en los asuntos trascendentales; su agudeza de ingenio le
permite ver en visión panorámica todos los aspectos de un tema para poder desarrollarlos en toda su amplitud para que cuantas
veces se le solicite la aclaración de una duda pueda hacerlo con erudición y clarividencia. Ayuda mucho al orador tener
imaginación para encarar con imágenes sensibles ideas totalmente abstractas; es pintar con pinceladas magistrales conceptos
espirituales propio de un maestro, lo cual no es fácil, pues requiere una destreza intelectual extraordinaria, capacidad de retención
para recordad todos los datos que son necesarios para exponer con fluidez un tema.

6.3. La dicción, la voz y la vocalización

Nuestra voz es la materia prima de la comunicación oral y puede ser nuestra mejor herramienta o nuestro peor enemigo, por lo
tanto, con ella tenemos que trabajar para que el impacto de nuestro mensaje sea el que queremos y para ello tendremos que
empezar por conocerla, saber cómo suena y dominarla como cualquier otra herramienta de trabajo.

Nuestro primer objetivo es simple: hacernos oír, conseguir que nuestra voz llegue a la audiencia y que atrape su atención. Parece
fácil, pero para hacer esto sin gritar hay que conocer el mecanismo vocal: la respiración, fonación, articulación y proyección de la
voz. Esta primera parte de cualquier entrenamiento vocal básico, pasa por aprender a utilizar la respiración de forma correcta, es
decir, utilizar la respiración diafragmática, porque si decíamos que la voz era la materia prima de la comunicación oral, el aire es la
herramienta principal y para usarlo correctamente hay que controlarlo. Este entrenamiento es sencillo y a las pocas semanas
nuestro cuerpo habrá mecanizado el proceso y podremos dar este objetivo por cumplido para poder dar un pasito más y trabajar
la articulación y por lo tanto, aportar expresividad a nuestro discurso oral mediante el dominio de la prosodia.

Pero vayamos por partes, y seamos claros, que es justamente lo que pretendemos con una buena articulación: pronunciar
sonidos claros y precisos. Si unimos la buena colocación y proyección de la voz que nos ofrece la respiración diafragmática y una
articulación correcta tendremos ya la oportunidad, según nuestro entrenamiento, de conseguir un mensaje oral correcto, claro,
natural, fluido y con cierta seguridad vocal.

6.4. La postura, la mímica y la expresión corporal del orador

Las señales y la postura del auditorio pueden servir, también de índice acerca de la actitud de los receptores. Un público donde
hay muchas personas recostadas excesivamente en sus sillas, es una mala señal.

6.5. El dominio escénico y el tiempo

Se puede definir el dominio escénico como el desenvolvimiento natural y seguro del orador ante su auditorio. El dominio escénico
de un lector se evidencia a través de la serenidad, la vista y los ademanes.

6.6. Lo que no debe hacer el orador

Sabemos que hablar en público no es nada sencillo, encontrar la forma adecuada para transmitir un mensaje de manera eficiente
y, a su vez, .atrapar al público y mantener su atención, es todo un reto. Mucho hemos hablado sobre cuáles son los .puntos
focales en un discurso o ponencia, así como los factores que deben tomar en cuenta los oradores ante las nuevas exigencias
generacionales y tecnológicas, sin embargo, hoy hablaremos de los errores de la oratoria que nadie debe cometer.

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6.6.1. Pérdida del contacto visual

El contacto visual es tan importante en la comunicación no verbal que, cuando hablas en público, si lo omites, dirás sin palabras
“estoy nervioso” y además la audiencia dejará de ponerte atención, pues sentirán que no les estás hablando a ellos.

6.6.2. Evitar el miedo

El origen de tu miedo es este: no saber qué pasará cuando estés enfrente de la gente, dando tu discurso o haciendo tu
presentación. El miedo no es porque no conozcas de lo que hablas, es que no sabes qué pasará cuando pises el estrado.

El miedo a ser juzgado, de cometer un error, de no estar a la altura, de lastimarte ya se mental o físicamente; todo esto puede
llevarte a no realizar una buena presentación (discurso, seminario, presentación de ventas, etc.). Recuerda que la gente de la
audiencia realmente quiere que tú tengas éxito. Nadie está ahí esperando que seas aburrido o malo. Si tienes un material
auténtico y cubres todos los puntos con claridad, ya llevas ganado ¾ de tu batalla contra el miedo.

6.6.3. Pérdida del interés del auditorio en la exposición y otros

Hablar en público no se limita a tomar a palabra y "soltar" un discurso; hablar en público consiste en lograr establecer una
comunicación efectiva con el mismo, en la que uno sea capaz de transmitir sus ideas. Un grupo más o menos numeroso de
personas estará escuchando al orador, quien tiene una ocasión única para transmitir sus ideas, para tratar de convencerlos.

Por ello, las intervenciones hay que prepararlas a conciencia, lo que implica no limitarse a elaborar el discurso, sino que hay que
ensayar la forma en la que se va a exponer: El orador tiene que conseguir que el público se interese por lo que les va a decir y
esto exige dominar las técnicas de la comunicación.

Una cosa es conocer una materia y otra muy distinta es saber hablar de la misma. Conocer el tema es una condición necesaria
pero no suficiente: hay que saber exponerlo de una manera atractiva, conseguir captar la atención del público y no aburrirles. El
orador tiene que resultar interesante, sugerente, convincente, etc.

Cuando se va a hablar sobre un tema lo primero que el orador tendrá que hacer es dominarlo. En el momento en el que tome la
palabra deberá tener un conocimiento sobre el mismo muy superior del que tiene el público. El orador tiene que tener algo
interesante que transmitir. Uno debe evitar a toda costa hablar sobre un tema que apenas domine ya que correría el riego de
hacer el ridículo.

6.7. Los diversos tipos de Oratoria y su empleo

A) Oratoria Social:

Llamada también oratoria sentimental, ceremonial o augural. Es la que tiene por ámbito propio, las múltiples ceremonias en las
que le toca participar al ser humano en general; sean estas en el hogar, comunidad o a nivel institucional, académico o laboral.

B) Oratoria Pedagógica:

Es el arte de transmitir conocimientos y cultura general a través de la palabra hablada. Llamada también didáctica o académica.
Su objeto específico es enseñar, informar y/o transmitir conocimientos. Usada por los profesores, catedráticos y educadores.

C) Oratoria Forense:

Es la que tiene lugar en el ejercicio de la ciencia jurídica. Se le conoce también como Oratoria Judicial y es utilizada en exclusiva,
en el ámbito de la jurisprudencia para exponer con claridad y precisión los informes orales de jueces, fiscales y abogados.

D) Oratoria Política:

Su esencia es exponer o debatir todas las cuestiones relacionadas con el gobierno de la actividad pública, pero partiendo de los
principios e ideas políticas que ostenta el orador. Es utilizada en épocas electorales para persuadir y convencer a los votantes.

E) Oratoria Religiosa:

Denominada "homilía" u oratoria "sacra”. Es el arte de elaborar y disertar sermones a partir de la palabra de Dios, plasmada en la
Biblia u otros libros religiosos. Trata sobre asuntos de fe y religión. Usada por los predicadores, curas, pastores y misioneros.
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F) Oratoria Militar:

Es la oratoria que tiene por objeto instruir la defensa y el amor por la patria y estimular las virtudes heroicas en los soldados. Los
discursos en este tipo de oratoria son casi siempre leídos, pocas veces son espontáneos.

G) Oratoria Artística:

Su objeto es producir placer estético. Involucra crear belleza con la voz, de modo que regocije el espíritu de los oyentes. Es usado
por cantantes y artistas: teatrales, cineastas y televisivos. Asimismo lo utilizan los animadores, maestros de ceremonia y locutores
radiales.

H) Oratoria Empresarial:

Llamada "Management Speaking"; es usada por los hombres de negocios; empresarios, gerentes, vendedores y relacionistas
públicos. Su esencia lo constituyen las relaciones humanas y la persuasión, para lograr el cumplimiento de los fines y objetivos
empresariales.

6.8. El discurso y su práctica durante la exposición

Es el nexo entre el orador y el auditorio. Es el mensaje, tema, código, etc.

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TEMA Nro. 7.- LA ORATORIA FORENSE U ORATORIA JURÍDICA

7.1. Marco conceptual y características

Es la exigida o practicada ante los tribunales de justica, en las vistas o audiencias en que, lista para sentencia la causa, las
partes, o con mayor frecuencia sus letrados, resumen ante el juez o los magistrados los hechos, las pruebas y los fundamentos
de derecho que apoyan su tesis y su petición de condena o absolutoria.

7.2. La Oratoria Forense o Jurídica en la antigüedad

La oratoria forense o judicial no aparece en la antigüedad. Como no había leyes escritas ni se reconoce a los súbditos de
derecho, la elocuencia no tenia papel, porque las sentencias solo dependían de la voluntad y el criterio del soberano.
Gracia y luego roma son los primeros estados donde floreció la oratoria forense. El mas antiguo de los oradores de Grecia fue
Antifón.

En Roma, la legisladora del mundo supero a Grecia en la oratorio forense. Sus mas ilustres cultivadores fueron Caton de Utica,
Craso, Hortensio y Quintiliano.

Los discursos de de Cicerón que han llegado a nosotros son cincuenta y ocho, teniendo fragmentos de unos veinte y el titulo de
treinta y cinco. La totalidad de la obras de Cicerón fueron publicada por T. Pomponio Atico

7.3. La Oratoria Forense o Jurídica en la actualidad

Requiere de los conocimientos de la legislación, las inclinaciones de los jueces, las costumbres y pasiones de su tiempo.

La ORATORIA, es uno de los mas importantes frutos de la cultura. Nacida para la defensa de los derechos civiles dentro de los
Estados de Derecho y para el debate y aclaraciones de las mejores decisiones comunes. Su florecimiento coincidió siempre con
el ejercicio de las libertades democráticas. Sus objetivos son ENSEÑAR, PERSUADIR y MOVER A LA ACCIÒN. De ahí que su
interés haya despertado con renovador valor en la sociedad de nuestros días.

Es necesidad de exponer en la mejor forma oral las exigencias de la justicia en los conflictos sociales y de hacer brillar la verdad
de las leyes.

La ORATORIA JURÌDICA, se hace aún mas notoria en los juicios orales. Podemos decir que tanto el magistrado, el fiscal y los
abogados, toman el JUICIO ORAL como un que hacer cotidiano, en la que, desde distintas posiciones, las mas contrapuestas,
contribuyen a plasmarla, conscientes de que en esencia, se trata de hechos formales que han sido creados para juzgar a una
persona.

7.4. Necesidad de la Oratoria Forense o Jurídica

La necesidad de la oratoria forense radica en el hecho de que tiene por objeto específico hacer triunfar la justicia. Tiene como fin
persuadir a los jueces y exige el decoro la prudencia y saber acorde con la gravedad de la instancia.

Se recomienda usar con prudencia los vocablos. El discurso jurídico pide argumentos lógicos y persuasivos, verdaderos y
verosímiles y exige brevedad. El buen discurso jurídico lo será por la unidad de su contenido, la sencillez, el decoro, la cortesía
del orador de palabra parsimoniosa y breve.

La oratoria jurídica tiene dos aspectos relevantes:


a) Discurso forense
b) La clase oral

El estilo jurídico, definido como el modo de expresión del derecho conforme a la ley, sus fuentes históricas, el medio que se
ejerce, el sentimiento de equidad y las reglas de la gramática. Lo que resulta contraria a la verborrea y la improvisación.

7.5. El orador forense y sus cualidades

PRESENCIA: Una vestimenta cómoda y acorde a la ocasión ayuda a la hora de hacer una presentación.

CONOCIMIENTO Y CREDIBILIDAD: El orador debe elegir temas por los cuales se sienta convencido. Si dominas el tema
controlas los nervios. El dominio del tema imprime seguridad a la exposición y retiene la atención del público y si también
reconocemos nuestras limitaciones, podemos evitar respuestas improvisadas que puedan poner en tela de juicio nuestra
credibilidad.

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DINAMISMO: El uso de modernas técnicas audiovisuales contribuye a que la audiencia procese, de manera fácil y rápida, la
información siempre y cuando se presenten datos claros que puedan entenderse a primera vista.

COMUNICACIÓN VERBAL: El lenguaje debe estar al nivel de la audiencia para que el mensaje llegue de forma clara. La dicción
es también una herramienta muy útil para el orador. Es importante mostrar respeto por las ideas y opiniones de la audiencia, aún
cuando no coincidan con las del orador.

COMUNICACIÓN NO VERBAL: Variar el volumen de la voz acapara la atención de la audiencia y evita el tedio. Establecer
contacto visual con el público hace que éste se sienta integrado. Actitud mental positiva que le permita al orador mostrar
entusiasmo y optimismo con el fin de contagiar a la audiencia.

PUNTUALIDAD: El tiempo del público debe respetarse para ello el orador debe ser diligente al practicar esta cualidad.

El orador jurídico debe ser, además, un buen actor que debe convencer al auditorio con sus alegatos y argumentaciones,
mostrando su conocimiento de las leyes y jurisprudencias, tener una visión integral y profunda del caso, cuidar cada detalle de
forma tal que a la hora de exponerlo el oyente pueda cambiar de parecer obteniendo su cooperación voluntaria.

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TEMA Nro. 8.- LA ORATORIA FORENSE Y SU PREPARACIÓN

8.1 Cuestiones preliminares

Uno de los problemas más recurrentes en un alto porcentaje de oradores es la ansiedad que sienten en los minutos iniciales de
su exposición. He aquí algunas recomendaciones:

 Procura tener un sueño reparador.


 No consumas alimentos flatulentos.
 Llega con antelación para reconocer el lugar y sus accesos.
 Dedica al menos 10 minutos a relajarte y alongar tu cuerpo, especialmente en zonas proclives a acumular tensión, tales como
cuello y zona lumbar.
 Chequea que tus complementos estén en las condiciones debidas (audio, powerpoint, objetos, etcétera).
 Ejercita tu garganta y tu respiración a través de un texto cualquiera.
 Ten un vaso de agua a la mano.

Probablemente para quien te escucha no haga demasiada diferencia, pero SÍ lo hará para ti.

8.2 La especialización

Entre más se conozca de un tema, más herramientas se tienen para brindar al público una exposición amena e interesante.

La preparación y dominio sobre el tema apoya la seguridad, la honestidad y el entusiasmo del orador, lo que logra mantener por
más tiempo la atención de la audiencia, además de contener un mensaje coherente, lógico y estructurado. Para lograr credibilidad
ante un grupo de personas es necesario mostrar honestidad, es mejor reconocer nuestras limitaciones ante el público que
“inventar” respuestas, no olvidemos que al ser honestos nos estamos ganando credibilidad.

8.3 Las citas doctrinales

El orador puede exponer los hechos de la materia de litis, sin descender a menudencias inútiles, y al mismo tiempo debe de
animar su exposición haciendo uso de figuras o imágenes sencillas y valiéndose de periodos cortos. No olvidar que las cuestiones
en el foro se fundan ordinariamente en hechos que conviene exponer con exactitud y recordando las circunstancias
fundamentales, al hacer mención de las pruebas de la otra parte debe efectuarse con verdad pues las consecuencias don
desastrosas cuando se descubre el engaño sino ya en toda la exposición forense. El Orador ante los jueces debe hablar,
repetirnos, con la verdad. Apoyarse en el manejo sistemático de las citas.

8.4 Estudio de los modelos y su aplicación

El abogado debe tener un conocimiento profundo de su profesión. Ninguna otra cosa es de tanta importancia para èl ni merece
tanto un estudio serio y fundamental. Por sobresaliente que sea en la oratoria, si pasa por superficial en el conocimiento de las
leyes y de las jurisprudencias, habrá pocos que quieran confiarle la defensa de sus intereses Además debe tener una visión
integral y profunda del caso que se le encomienda y para lo cual cuidara que cuando el cliente le cuente su caso , no haya
testigos de dicha conversación a los fines de que dicho cliente hable con toda libertad y no oculte nada que pueda ser de alguna
utilidad para la defensa del caso. Al respecto habría que tener en cuenta lo que CICERON recomendaba:

1.- Objetar el relato del cliente como si fuera la parte contraria para que así pudiera verse mejor la fuerza de los argumentos a
esgrimirse.

2.- Sopesar todos los hechos conforme a su criterio, como el juez podría plantearlo y como lo defendería el abogado contrario
sólo así se forjaba un amplio y verdadero conocimiento de la materia de litis

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TEMA Nro. 9.- LA ORATORIA FORENSE U ORATORIA JURÍDICA

9.1. El discurso en la Oratoria Forense

Es un acto de habla, y por tanto consta de los elementos de todo acto de habla: en primer lugar, un acto locutivo o locucionario,
es decir, el acto de decir un dicho (texto) con sentido y referencia; en segundo lugar, un acto ilocutivo o ilocucionario, o el conjunto
de actos convencionalmente asociados al acto locutivo; finalmente, un acto perlocutivo o perlocucionario, o sea, los efectos en
pensamientos, creencias, sentimientos o acciones del interlocutor (oyente).

En el uso un discurso es un mensaje oral de dirigirse a un público. Su principal función ha sido desde sus orígenes comunicar o
exponer pero con el objetivo principal de persuadir.

También podemos decir que un discurso El discurso es el razonamiento extenso dirigido por una persona a otra u otras, es la
exposición oral de alguna extensión hecha generalmente con el fin de persuadir, y que ella como dijimos se encuentra
conformada por tres aspectos que son: Tema o contenido del discurso, Orador y Auditorio.

9.2. Las partes básicas que deberán ser consideradas

El discurso, según el ámbito en que toque disertarlo o el grupo al que está dirigido, obedece a diferentes esquemas o partes,
pero, para efectos de un discurso de corte genérico podemos decir que consta de tres partes bien definidas, cada una de ellas
con sus propias características y ligadas intrínsecamente la una con la otra para lograr el cometido esperado.

9.2.1. El exordio o introducción

Introducción

Es el inicio del discurso, sirve para motivar la atención del público hacia las palabras del orador y para dar a conocer, brevemente,
en que consistirá el tema a tratarse y los objetivos que se esperan alcanzar. Pueden utilizarse hasta cinco formas diferentes de
introducción, cada una de ellas según el público y la ocasión en que toque pronunciarlas:

 Fraseológico:

Puede iniciarse mencionando una frase célebre, un poema, las letras de una canción o un pasaje bíblico que tenga relación con el
tema a tratarse. Por ejemplo, para un discurso sobre "El éxito" se puede iniciar diciendo: Señores, como decía el Dr. Cristian
Barnard, "El éxito comienza con la voluntad del hombre... piensa que puedes y podrás,… todo está en el estado mental del
hombre".

 Anecdótico:

El público es un grupo de personas que siempre muestran curiosidad por conocer algo peculiar sobre el expositor o sobre el tema
que se está presentando. Contar una anécdota de nuestra vida o sobre otra persona suele cautivar la atención de los oyentes.
Por ejemplo: “Amigos, quiero contarles lo que me ocurrió la noche en que, en vez de besar a mi esposa bese a su hermana
gemela, ese día yo estaba…”

 Humorístico:

También es válido contar un chiste u ocurrencia graciosa que tenga relación con el tema. No siempre los discursos tienen que ser
serios o aburridos, la jocosidad le pone la chispa de vida a la exposición y evita que el público se canse o se aburra. Ejemplo:
"¿Mamá, las pasas vuelan?" No hijito, ¿porque? "¡Ah... entonces me comí una mosca!"

 Interrogativo:

Esta introducción consiste en hacer preguntas al público sobre el tema a abordarse, pero nunca esperar una respuesta pues las
preguntas son sólo de tipo referencial. El hacer preguntas sirve para demostrar al público que nosotros sabemos algo que ellos no
saben y que estamos ahí para instruirlos. Ejemplo: ¿Sabían ustedes que don José de San Martín era “drogadicto”? ¿Sabían
ustedes que Ramón Castilla nunca liberó a ningún negro?

 Teatralizado:

Es una forma efectiva de llamar la atención del público y comunicarle el tema que vamos a exponer. Se hace uso de la mímica,
expresividad corporal y mucho ingenio. Por ejemplo, salir al frente y soltar un vaso de vidrio al suelo; éste se hará añicos pero nos

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dará pie para hablar, por ejemplo, de la Ley de la gravedad, sobre la destrucción del mundo o sobre cualquier otro tema
relacionado.

9.2.2. La narración y descripción de los hechos

Desarrollo

Es la parte medular del discurso, en ella el orador desarrolla su idea central de forma clara y detallada. En el desarrollo se
explican los argumentos en los que se basa nuestra teoría o hipótesis, también sirve para refutar las ideas, ejemplificar una
demostración y adoptar una posición académica especifica. Algunas recomendaciones dignas de tenerse en cuenta en el
desarrollo del discurso son las siguientes:

 Documentarse ampliamente sobre el tema a exponerse.


 Cerciorarse de la veracidad de los datos a exponerse, no sea que nos retruquen y nos hagan pasar un mal momento.
 Elaborar un pequeño esquema de las ideas a presentarse.
 Citar ejemplos, anécdotas, cifras y/o casos reales relacionados con el tema para hacerlo más didáctico.
 Y sobre todo, hacer un discurso ameno y no muy extenso.
Otras recomendaciones que nos brindan los especialistas son las siguientes:
 Considerando el carácter inconstante de la atención, un discurso largo puede resultar fastidioso, no debe durar más de 45
minutos.
 Si el esquema del discurso es complicado y los pasos a seguirse no son claros, puede perturbar la atención de los oyentes.
 La exposición de la parte central de nuestro discurso debe poseer un atractivo interés para los oyentes.
 El auditorio debe mantenerse atento; concentrado en nuestra charla, esto se logra por medio de preguntas adecuadas,
dinámicas grupales y dejándolo participar.

9.2.3. La prueba de los hechos

9.2.4. La argumentación

Es conveniente mostrar siempre algún grado de calor en defensa de la causa. El abogado representa a su cliente y habla en
nombre de éste. Por consiguiente no debe mostrarse frío o indiferente al defender intereses que se han confiado a su capacidad y
su talento. Pero esto debe hacerse con cierta dignidad, con cierta prudencia económica, con discreta oportunidad y según lo
reclame la naturaleza de la causa que se defiende.

Las pasiones en el orador se dirigen a convencer o a mover las voluntades. Las Primeras son mas moderadas y las segundas
son mas vehementes. Cuando examinamos una verdad, sentimos un vivo placer en descubrirla y en comunicarla a los demás,
nos apasionamos de ella, y pretendemos que los que nos oyen se penetren íntimamente de la misma. Si a esto se agrega la
gloria del triunfo sobre el entendimiento de los demás nuestro interés se aumenta y se aviva nuestro deseo de comunicar nuestro
convencimiento a los que nos oyen o a quienes nos dirigen.

En consecuencia, hay sentimientos que nacen de la convicción o instrucción, y que son de agrado si se consigue nuestro deseo y
de desagrado, si se conoce y sufre la privación de ella. En dicho sentimiento no es reprochable que el orador en el foro al
momento de su exposición, muestre cierto grado de animación y calor o emoción.

9.2.5. La refutación

En el mundo social, concebido de una manera participativa y democrática, siempre está presente la necesidad de debatir,
argumentar y dialogar, de sostener y defender nuestras ideas, de controvertir las que otros exponen para acercarnos a la verdad,
llegar a acuerdos o tomar mejores decisiones. En los campos de la política, de la ética, del derecho, de la comunicación, etc., se
debate, se argumenta y se controvierte lo que se piensa u otros piensan. En la familia, en el mundo laboral, en las relaciones
cotidianas entre amigos, vecinos o compañeros de cualquier actividad, se discuten ideas, valores, actitudes, proyectos, que no
siempre son asumidos de manera pasiva; al contrario, son resistidos de acuerdo con la particular concepción del mundo de cada
uno.

El debate oral no debe ser entendido en sentido negativo como discordia, al contrario lo entendemos en sentido positivo, de
manera constructiva, como camino dinámico de diálogo racional para llegar a la justicia. En la controversia se exponen hipótesis
opuestas que son objeto de una libre discusión, que permite que surja a la luz la verdad, la duda se supere y el problema sea
resuelto.
La oralidad tiene la ventaja de que pone a las partes frente a frente para que le hablen directamente al juez sin intermediarios.
Este a su vez inmedia la práctica de la prueba, observa y escucha con análisis crítico las intervenciones opuestas de las partes.

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La controversia es útil para las dos partes, por cuanto permite conocer otros puntos de vista y así si es necesario rectificar los
propios pensamientos.

9.2.6. La conclusión o el epílogo

La conclusión es la parte final del discurso, en ella el orador hace un breve resumen de lo tratado, mencionando los puntos más
importantes de la exposición o realizando recomendaciones que se desprenden del tema central. La conclusión es un elemento
estratégico pues lo que se dice queda sonando en los oídos del público y tiene mayor probabilidad de quedar en la memoria. Para
efectos de conclusión y/o despedida, recomendamos las siguientes 05 formulas:

 Fraseológico:

Se puede culminar mencionando una frase célebre o algunas palabras impactantes o motivadoras. Por ejemplo: “Y ya para
terminar permítanme decirles que, ‘el éxito está compuesto de 1 % de inspiración y de 99 % de transpiración’, Muchas gracias."

 Con Vivas o Hurras:

Esta es una forma de conclusión que tiene por objeto dejar motivados a los oyentes a través de su participación activa y
“cantada”. Por ejemplo: _ "Y ya para terminar, queridos amigos: ¡Viva la oratoria!” _ ¡Viva! -contesta el público. _ “¡Viva el éxito!”
_¡Viva! –vuelven a contestar los oyentes.

 Por Respuesta del Público:

En esta modalidad el orador hace una serie de preguntas al auditorio para que le contesten a través de un “Si” o un “No”. Las
preguntas deben ser siempre de corte positivo. Por ejemplo: _ Señores, ¡¿somos los mejores?! _ ¡Sí! -responde el público.
¡¿Somos triunfadores?! _ ¡Sí! -vuelve a contestar el auditorio.

 Por agradecimiento:

El orador culmina su exposición agradeciendo a los organizadores, auspiciadores, público presente y algunas veces a los
oradores que lo antecedieron. Ejemplo: _ "Y para culminar quiero expresar mi agradecimiento a la Cámara de Comercio por haber
permitido mi presencia esta noche... Hasta pronto"

 Mixto:

Es una forma que combina indistintamente los diferentes tipos de conclusiones existentes. Pueden mezclarse una forma
fraseológica con una de agradecimiento. Ejemplo: “Para despedirme quiero expresar mi agradecimiento a la Universidad Nacional
de Trujillo por haberme permitido estar con ustedes y sobre todo reiterarles aquellas palabras cristianas que dicen: ¡Sed firmes
hasta el fin y recibiréis la corona de gloria…Hasta siempre.”

9.3. El auditorio forense

Un auditorio se refiere a uno o mas oyentes que son los receptores presentes o no de un discurso en un espacio y tiempo
variable; ya que existen diferentes tipos de auditorio y diferentes maneras de recibir la información de un discurso (radio , prensa
televisión, entre otros.) Personaje colectivo que tiene sus propias características. No es una simple aglomeración o suma de
individuos. Es un personaje social totalmente nuevo. El hombre en multitud actúa y reacciona totalmente de manera diferente al
hombre considerado en forma individual.

El objetivo al que se dirige el discurso y el árbitro decisivo del éxito o el fracaso del orador

Condiciona en gran medida el discurso. Entre orador y auditorio se establece un nexo espiritual. El orador debe conocer quienes
están dentro de su auditorio.

El que únicamente razona con lógica y solidez será filósofo, pero no orador; el que lo deleita con bellas expresiones, será poeta,
pero no orador; el que sacude su sistema nervioso con emociones superficiales, será prestidigitador, pero no orador.

El fin del orador es que sea entendido en sus anchas todo lo que desea otorgar al auditorio, para tal cometido los términos usados
deben ser de interés de todos los reunidos en dicha oportunidad, debe imperar un ambiente participativo y leal.

A raíz de esto, es necesario que el orador conozca a quienes tiene en frente, por tal motivo, a razón de ejemplo, debe interrogarse
¿Cómo es mi auditorio?, ¿El tema qué deseo serles partícipes, llegará a ellos y Cómo lograr esto?, dichas interrogantes deben
ser respondidas por él mismo realizando una investigación cuidadosa al respecto, pero no debiendo caer en una preocupación
desmedida al respecto.

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9.4. Los diversos procesos jurídicos orales, civiles, penales, otros

En la actualidad en Bolivia se manejan hasta tres tipos de procesos orales, el proceso ordinario, abreviado y el inmediato.

9.5. El Sistema Jurídico Procesal en Bolivia

El sistema Jurídico Procesal en Bolivia en la actualidad se caracteriza por la oralidad.

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TEMA Nro. 10.- REGLAS PARA LA ORATORIA JURÍDICA

10.1. Descripción de las reglas

Regla 1: El tema debe ser definido con la mayor claridad posible y ser aceptado por las partes como tal.
Regla 2: Todas las partes pueden plantear diferentes perspectivas o contextos del tema, de acuerdo a sus valores, así como la
manera de entender los conceptos envueltos y sus relaciones.
Regla 3: Todas las partes pueden presentar puntos de vista o ponerlos en duda, siempre que sean pertinentes o relevantes al
tema de discusión.
Regla 4: En su argumentación, todo participante sólo puede usar argumentos que sean razonables, o que puedan ser aceptados
como razonables haciendo explícitas una o más premisas implícitas.
Regla 5: Todo participante que afirme algún enunciado o argumento, deberá también afirmarlo en todas las situaciones que sean
iguales en todos los aspectos relevantes.
Comentario: Podríamos denominar a esta regla como "coherencia mínima" puesto que tiene una estrecha relación con la
razonabilidad de los enunciados o argumentos. Cualquier afirmación nueva que genere sospecha de violación de la regla
obligaría al participante a sostener que la situación es en alguna forma diferente, esto es, obligaría a justificar la nueva afirmación
con un argumento razonable diferente.
Regla 6: Ningún participante puede contradecirse, excepto que pueda presentar una argumentación que explique el cambio de su
punto de vista.
Regla 7: Todo participante sólo afirmará aquello en lo que él mismo cree.
Comentario: No es necesaria una excepción como la de la regla anterior pues aquí el tema es el de la sinceridad y no el de las
contradicciones lógicas ya contempladas en la regla 6. Hay que destacar el problema de que la sinceridad no puede ser verificada
de forma directa, por ello, aunque ésta es una condición deseable, no es fácil detectar al que hace trampa en un discurso
concreto. Sin embargo, es necesario incluirla en las reglas por ser un supuesto importante de toda discusión razonable, puesto
que nadie puede afirmar coherentemente que la sinceridad no importa.
Por supuesto, puede haber deliberación sin sinceridad, pero entonces ya no sería una buena deliberación y sus resultados se
alejarían de la justicia, lo imparcial y lo razonable. Los casos de violación a la regla de sinceridad se relacionan estrechamente
con situaciones que están claramente alejadas de la ética, como el chantaje, el abuso, la ironía y el intercambio de favores
políticos y económicos.
Regla 8: Una parte que presenta un punto de vista está obligada a defenderlo si la otra parte le solicita hacerlo.
Regla 9: El ataque de una parte a un punto de vista debe referirse realmente al punto de vista que ha sido presentado por la otra
parte.
Regla 10: Una parte sólo puede defender su punto de vista presentando una argumentación que esté relacionada con ese punto
de vista.
Regla 11: Todo participante que ha aducido un argumento sólo está obligado a dar más argumentos en caso de contrargumentos.
Regla 12: Una parte no puede presentar algo falsamente como si fuera una premisa que ha sido dejada implícita por la otra parte,
ni puede negar una premisa que ella misma ha dejado implícita.
Regla 13: Una parte no puede presentar falsamente una premisa como si ya hubiera sido aceptada, ni negar una premisa que ya
ha sido aceptada.
Regla 14: Una parte no puede considerar un punto de vista como si hubiera sido concluyentemente defendido, si la defensa no ha
tenido lugar por medio de un esquema argumentativo adecuado, que haya sido aplicado correctamente.
Regla 15: Una defensa fallida de un punto de vista debe tener como resultado el que la parte que lo presentó se retracte de él y
una defensa concluyente debe tener como resultado el que la otra parte se retracte de sus dudas acerca del punto de vista.
Regla 16: Una parte no debe usar formulaciones que no sean suficientemente claras o que sean confusamente ambiguas y debe
interpretar las formulaciones de la parte contraria tan cuidadosa y tan exactamente como sea posible, en función del tiempo y
conocimiento disponibles.
Regla 17: Todos los participantes pueden expresar sus opiniones, deseos y necesidades, incluyendo la intensidad con que los
sienten, siempre que sean pertinentes o relevantes al tema de discusión.
Regla 18: Todo participante que pretende tratar a una persona A de manera diferente que a una persona B, está obligado a
fundamentarlo con un argumento razonable.
Regla 19: Quien afirma una proposición normativa (juicio de valor o de deber) que propone como parte de un argumento
razonable, debe poder aceptar las consecuencias de tal proposición normativa también en el caso hipotético de que afectara sus
propios intereses.
Regla 20: Todas las aseveraciones, puntos de vista y argumentos deben poder difundirse en forma abierta y general.
Regla 21: Los resultados de la discusión deben respetar los límites de lo que es realizable o factible.

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TEMA Nro. 11.- LAS TÉCNICAS PARA UNA BUENA DICCIÓN

11.1. Dominio de los diversos signos de puntuación en el discurso

El poseer un vocabulario rico y amplio es una gran ventaja para comunicar. Los matices, la sinonimia, los énfasis, sólo pueden
construirse en la medida de contar con un vocabulario vasto y apropiado.

11.2. Importancia de este aspecto

Haz un uso adecuado de tu voz. Cualquiera sea tu fortaleza en este aspecto, sácale el partido que merece. Un volumen elevado
de la voz, genera respeto por su “imposición” en el ambiente. Una buena dicción permite ser comprendido íntegramente. Una
inflexión consciente y compenetrada con tu relato permite generar matices y crear imágenes en la mente de los asistentes.

INVESTIGACION AQUÍ

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Escuela de Altos Estudios Jurídicos
EGACAL
Principales aportaciones retóricas derivadas de la formulación conceptuable la poliacroasis

La realidad de la poliacroasis conduce necesariamente a la ruptura con la concepción del discurso como una mera sucesión de
frases y contribuye a resaltar el carácter de simultaneidad con que operan las operaciones retóricas en el enunciado verbal,
atendiendo simultáneamente a la doble perspectiva productivo-receptiva de toda comunicación lingüística. La formulación
conceptual de la poliacroasis contribuye de modo decisivo al enriquecimiento de la pragmática lingüística que, como es sabido, se
integra como componente de la Retórica general, dado el carácter pragmático de la totalidad del conjunto que forman las
operaciones retóricas, con una configuración semiótica que engloba también la sintaxis y la semántica. La poliacroasis subraya la
naturaleza semiótica y esencialmente pragmática de la comunicación retórica, y fortalece los vínculos existentes entre los
diferentes ámbitos semióticos. La poliacroasis contribuye a poner de relieve el principio del decorum “como soporte de una
auténtica coherencia semiótica en el ámbito de la retórica”, en términos de Tomás Albaladejo; el decorumexige que el orador
atienda al principio de coherenciaque ha de estar presente en todo texto como resultado lógico-comunicativo queimplica que haya
no sólo una coherencia sintáctica en el texto sino también unacoherencia semántica (que se da entre el texto y el referente) y la
coherenciapragmática (que afecta al orador, al público, etc.).La poliacroasis contribuye a la explicación de la oralidad en el
discurso retórico y enel hecho retórico en cada una de las operaciones retóricas, tanto en las operaciones constituyentes de d
iscurso (inventio, dispositio y elocutio) como en las operacionesno constituyentes de discurso (memoria y actio o pronuntiatio).
Las operaciones retóricas más directamente relacionadas con la oralidad del discurso retórico son lasoperaciones no
constituyentes de discurso, la memoria y la actio o pronuntiatio, porser éstas las que mantienen una relación más estrecha con la
emisión del discurso y con su recepción por parte del auditorio; de ahí que estos niveles retóricos hayan deser tenidos en cuenta
por el orador; ambas operaciones permanecen estrechamenteasociadas al esquema semiótico de la comunicación retórica y, muy
especialmente,al ámbito pragmático de éste. Mediante la operación de memoria, el orador retienementalmente el discurso con el
fin de poderlo transmitir con fluidez al auditorio; ladisposición ordenada, la moderación en los contenidos transmitidos, la
capacidadmemorística personal, etc. son factores que influyen decisivamente en la repercusiónque el discurso retórico tiene en el
auditorio, y, por lo tanto, factores que afectandirectamente a la poliacroasis. La operación retórica más directamente
relacionadacon la oralidad del discurso retórico es la
actio o pronuntiatio, pronunciación deldiscurso como actuación retórica. La poliacroasis como realidad presente en todoacto
comunicativo necesita, por tanto, una pragmática que sea capaz de hacerapropiado el acto verbal discursivo, para lo cual el
orador ha de superar el ámbitoestrictamente textual y poner en ejercicio no sólo la voz sino también el gesto y elmovimiento del
cuerpo.

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Oratoria Forense y Redacción Jurídica
En el marco de la oralidad, la audición es un factor importante que todo orador debe tener en cuenta: es a través del oído como
se pueden interpretar y valorar los rasgos que definen la materialidad acústica del lenguaje oral (la presencia de acentos
intensivos, la entonación, las pausas y vacilaciones, el ritmo, los cambios que dentro de una misma voz reflejan los estados de
ánimo), y es a través de la audición como el orador comparte un contexto común con el público, y como es capaz de controlar el
efecto que su discurso produce en el auditorio, etc.. El orador también ha de atender de un modo especial a la operación retórica
dela intellectio, operación retórica no constituyente del discurso; como es sabido, la intellectio es la operación retórica mediante la
cual el orador examina la causa y el conjunto del hecho retórico en el que está situado para, a partir del conocimiento de estos,
organizar su actividad retórica en la inventio, en la dispositio, en la elocutio e incluso en la actio.

El orador necesita no sólo disponer de la fuente del material, sino que también requiere la adaptación del material a la intención
que persigue a través de su discurso; a través de esta operación retórica el orador ha de tener preséntela realidad de la
poliacroasis, con el fin de poder examinar las reacciones de los diversos oyentes de su discurso y reconducir sobre la marcha la
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pronunciación de su discurso. No debemos olvidar que es en la operación de intellectio donde se halla el germen de los
propósitos pragmático-comunicativos del texto que han motivado la construcción del discurso por parte del orador con el fin de
lograr la consecución de sus objetivos tras la recepción del mismo. El orador atiende a través de la intellectio a las necesidades
del auditorio múltiple que recibe su discurso, de ahí que la haga actuar pre-operativamente sobre el conjunto del proceso
comunicativo textual, como ha señalado Francisco Chico Rico. La poliacroasis está presente en la elocutio, no sólo por ser la
operación encargada de producir el nivel textual en el cual entran en contacto comunicativo el orador y los oyentes, sino también
por la raíz oral que poseen muchos de los recursos de expresividad lingüística, fundamentados en la constitución fónica, como la
aliteración, o en la linealidad del significante como la anáfora. Vinculada a la linealidad de la oralidad se encuentra la operación de
dispositio, encargada de la sucesión de las partes del discurso, de ahí que la poliacroasis afecte también a esta operación
retórica; es en esta operación donde comienza el orden con conciencia de estructura y donde se puede hablar con propiedad,
como ha señalado David Pujante, de la existencia de un orden retórico, de una operación retórica diseñadora del significado que
el texto posee, como fruto de la ordenación interpretativa de los elementos aportados por la inventio y que precisa ya de unos
conocimientos técnicos. La elección de un determinado tipo deordo (ordonaturalis/ordo arti ficialis), es decir, la elección de una
estructura dispositiva macro estructural determinada viene dada por la libre elección por parte del orador de las ideas sintáctico-
semánticas extensionales de la estructura de conjunto referencial, de acuerdo con la idea de modelo de mundo elegido; como ha
señalado Francisco Chico Rico, la organización de los discursos dependerá de la voluntad pragmático-comunicativa del orador,
dela imagen que éste tenga de su receptor, del tipo de contexto comunicativo en que se halle, etc.

Teniendo en cuenta no sólo las divergencias ideológicas, sociales, estéticas, etc., del auditorio sino también el hecho derivado de
que algunos oyentes puedan tomar decisiones y otros no, se pone de relieve el hecho de que los fines del discurso varíen
dependiendo de los distintos oyentes, y que sobre la dispositio recaiga de un modo especialísimo gran parte de la dimensión
pragmática del texto. El orador ha de conocer para captar la atención de su auditorio múltiple y variado los esquemas de
manipulación textual derivadas de un buen empleo de la dispositio, así como las estrategias derivadas del ordo artificialis, dotadas
de gran carga expresiva y de una finalidad persuasiva clara. En relación con ello es importante la conciencia de la oralidad que el
orador tiene. La noción de poliacroasis constituye una aportación que contribuye adecuadamente la explicación de la complejidad
de la comunicación retórica. La formulación conceptual de la poliacroasis que ha emprendido Tomás Albaladejo enriquece
considerablemente la reflexión teórica en torno al hecho retórico y a la construccióntextual retórica y también literaria.
2. TIPOLOGÍA DE PARTICIPANTES
En toda reunión oratoria encontraremos diferentes tipos de participantes: habránpersonas alegres, complacientes, burlonas, con

ictivas y hasta indiferentes.Debemos conocer las acciones que suelen realizar cada una de estas personas y lamanera de
tratarlos para salir airosos de cualquier lance oratorio. A continuación, describiremos “zoológicamente” los diferentes tipos de
público quesolemos hallar en una reunión oratoria

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TEMA Nro. 12.- LAS LOCUCIONES LATINAS Y SU EMPLEO

12.1. Conveniencia o inconveniencia de su empleo

Muchas locuciones y frases latinas expresan principios generales del Derecho y, la utilización de estas unidades se justifica
porque encierran gran precisión jurídica y concisión (principio de economía del lenguaje) y evitan, o por lo menos no facilitan, que
diferentes letrados, jueces o magistrados tengan diversas interpretaciones.

Pedir a los abogados que renuncien a ellas sería tanto como aconsejar a otros profesionales a desprenderse de la terminología
propia de sus especialidades.

12.2. Consideración del auditorio en este aspecto

En el caso de su uso frente a un auditorio lo aconsejable sería usarlas con mesura, por cuanto no todos están empapados del
significado de estas alocuciones

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TEMA Nro. 11.- LA ORATORIA Y EL LIDERAZGO

Principios básicos de oratoria y liderazgo

Lo primero que se debe tener en cuenta es lo que se quiere comunicar a las personas, al público, a la audiencia, al jurado o
tribunal. Uno no puede hablar por hablar y demostrar liderazgo. Todo debe tener un buen propósito. ¿Quieres dar una
enseñanza? ¿Quieres dar una nueva y mejor propuesta? ¿Quieres criticar? ¿Quieres halagar?

Se puede tener toda una hoja entera de lo que se va a hablar, se puede tener todo un discurso bien preparado pero si es que no
se tiene un buen fin, no servirá de mucho.

Muchas veces se ha dicho que el lenguaje no verbal es mucho más importante que las palabras en sí. Esto es muy cierto,
muchos jóvenes al salir en público dicen cosas muy incongruentes, se nota desde un principio que lo que dicen es forzado, que
no están muy de acuerdo en lo que dicen, pero lo hacen para quedar bien ante los demás.

Se dice que los políticos practican muchas horas frente al espejo creyéndose sus mentiras. También qué si pasas mucho tiempo
creyéndote tus mentiras llegarás a ser tan bueno como ellos pero, obviamente, eso no es aconsejable.

Se debe tener en cuenta el poder de la mirada. Se dice que la mirada era lo más importante al momento de hablar en público.
Eso refuerza mucho el poder de oratoria y liderazgo.

Una persona que lee su discurso todo el tiempo va a aburrir al público, también si desvía la mirada constantemente.

13.1. La Oratoria como medio para las Relaciones Humanas en el ejercicio del derecho
Una de las habilidades que debe poseer un abogado a la hora de ejercer su profesión es la oratoria, una demostración de
seguridad, liderazgo y formación. Los profesionales de la abogacía deben ser capaces de persuadir, callar, escuchar, liderar y
trabajar en equipo, cualidades todas ellas dignas de un buen orador.
Actualmente, en un abogado no se buscan ya tan solo conocimientos legales, sino otras características como empatía,
accesibilidad y capacidad de comunicación. Las relaciones entre contratado y cliente se estrechan cada vez más, proporcionando
una mayor confianza en los servicios.

Las nuevas expectativas han provocado que la demanda de formación en oratoria se generalice en los estudiantes de derecho y
también para aquellos profesionales que ya ejercen y que pretenden mejorar su actividad laboral ofreciendo este plus a sus
clientes.
No es posible obviar que la abogacía requiere aprender a comunicar. De hecho, los expertos definen la abogacía como un debate
en un ámbito jurídico en el que se busca defender unos argumentos, con un discurso que consiga convencer al juez.
La oratoria pretende dar a los abogados los recursos necesarios para conseguir demostrar una mejor capacidad de expresión, un
lenguaje más rico, con reflejos a la hora de argumentar, y con la capacidad de adaptar el registro o la seguridad en el habla. En
definitiva, se puede decir que aporta fortaleza y seguridad al abogado, tanto en un juicio como en reuniones de empresa.
De igual manera, hay que señalar que la oratoria también es positiva a la hora de ganar clientes, que van a decidirse en un 80%
por un abogado teniendo como principal valor el cómo hable y cómo se exprese.
Por otro lado, la oratoria aporta inteligencia emocional, que mejora la comunicación con el cliente, creando entorno a éste una
relación emocional que le permita confiar en sus juicios y en su talento.
13.2. Marco conceptual en cuanto al líder y al liderazgo
Primero comenzaremos definiendo lo que es líder y liderazgo, según el Diccionario
de la Real Academia Española (DRAE):
Líder: “Persona a la que un grupo sigue reconociéndola como jefe u orientadora.”
Liderazgo: (liderato) “Ejercicio de actividades de líder.”
Relación entre líder y liderazgo.- “El liderazgo supone e implica a una específica colectividad, la cual ha confiado a un individuo la
conducción de una aspiración social o los propósitos de alguna organización, lo cual supone la articulación e integración
supeditada del individuo con su colectividad, grupo u organización. Se podría afirmar que el liderazgo es el producto de relaciones
entre el individuo y su grupo social de referencia.”1 Es decir que líder y liderazgo se ven relacionados desde su definición pues el
liderazgo no es más que el ejercicio del líder o la persona que se encarga de orientar a un grupo.
Básicamente la relación entre líder y el liderazgo, es que el liderazgo permite al líder desarrollar nuevas características que lo
lleven a asumir ciertos compromisos, y tomar la iniciativa para hacer lo correcto y guiar a la comunidad hacia el camino del éxito
relativo, ya que la sociedad no tiene la necesidad de un fracaso, pues el líder tiene la evidente función de liderazgo, que consiste
en ayudar a esta a comprender las verdaderas causas del fracaso, y en mostrar caminos para superarlos.
Profundizando un poco más sobre lo que es un líder, “un líder: es triunfador, exitoso, agresivo, dinámico. La mayoría de las
personas sabemos perfectamente que los líderes son visionarios; tienen una elevada capacidad para resolver problemas; saben
motivar, trabajan en equipo, son fuertes de carácter, asumen riesgos, etc.”2

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Por lo que el personaje del líder debe ser alguien que tenga la capacidad de representar al grupo en este caso estudiantil, pero
que no se quede con eso, sino también sepa trabajar en grupo y sobre todo sepa organizar y motivar a ese grupo para el logro de
la metas que se quieran, “debemos Suponer que el líder tiene la capacidad para controlar los resultados, independientemente de
los protagonistas, las circunstancias y la naturaleza del espacio social de su poder
Es decir que aunque el líder sea una parte fundamental en una organización no es el total responsable del logro de metas sino
que en sus manos nada más esta la responsabilidad de promover y motivar pero los verdaderos responsables de los logros es la
comunidad que sigue al líder, pues en pocas palabras un solo hombre o una cúpula de hombres no puede hacer un verdadero
cambio en la comunidad, en este caso la universitaria, sino que todo el grupo en general es el responsable de que se cumplan
estas metas y cambios pues por medio de la organización y el trabajo grupal es que se puede realizar una mejora pues el
individualismo del líder solo traería fracaso. Lo que nos llevaría a que un líder debe ser un humilde pues
“La humildad no es apocamiento, sino estímulo y acicate de superación. Sólo si nos sabemos menos, pretenderemos ser más”4,
por lo que podemos decir que un líder humilde promovería y motivara a la comunidad, y además un líder con humildad no
pretendería hacerlo todo solo lo que sería un grave error sino que al saberse igual que el resto de la comunidad trabajara en
conjunto para la superación y así alcanzar los logros que se desean para la mejora de la comunidad estudiantil, lo que sería algo
reciproco pues todas estas características le darían más poder al líder que es en realidad lo que él busca para realizar un
verdadero cambio en medio de la comunidad a la que lidera.
13.3. Análisis del liderazgo para la solución de problemas
El liderazgo se puede definir como la capacidad que tiene un individuo para influir sobre la conducta de personas o grupos.
El liderazgo esta matizado por factores internos y eternos. El líder debe tener la habilidad para potencializar los factores
existentes en una determinada circunstancia.
El estilo de liderazgo más apropiado depende de si la situación general es favorable o desfavorable a la interacción con los
miembros del equipo u organización. Es decir, aceptación del líder, estructura del trabajo y posición de poder del líder.
Los elementos básicos del liderazgo son:
- Visión a largo plazo: implica adelantarse a los acontecimientos, anticipar y detectar oportunidades antes que los
demás.
- Persistencia para alcanzarlos objetivos y ofrecer los resultados.
- Capacidad para tomar decisiones, sobre todo bajo presión.
- Dirección que contagie entusiasmo de forma que su equipo perciba las metas planteadas por el líder como propias.
- Buen comunicador capacidad para vender su visión, dar a conocer sus planes de manera convincente.
- Autoconfianza tolerancia a la frustración y pensamiento positivo.
- Capacidad de mando y de utilizar su autoridad cuando las circunstancias lo ameriten.
- Cabal que genera confianza, es coherente, honesto, comprometido, integro.
QUE ES UN CONFLICTO
Es una situación en la que dos o más personas con intereses contrapuestos, entran en confrontación, o emprenden acciones
mutuamente antagónicas con el fin de neutralizar, dañar o eliminar la parte rival.
Perspectivas del conflicto
Tradicional Racionalista: asume el conflicto como algo negativo, resultado de un organigrama confuso, de una comunicación
deficiente, o de la incapacidad de los protagonistas.
Interpretativa: considera que el conflicto es algo natural de los grupos y las organizaciones. De acuerdo a esta interpretación el
conflicto es causado por problemas de precepción individual y/o una deficiente comunicación interpersonal.
Socio-critica: acepta el conflicto como algo inherente a la empresa. Desde esta perspectiva se considera que contribuye a evitar
la apatía de la organización y por tanto constituye un elemento necesario para el progreso organizativo y el desarrollo de sus
miembros.
Factores del conflicto
• Factores culturales
• Factores estructurales
• Factores de comportamiento
Causas que provocan el conflicto
• Conflictos de relación y comunicación.
• Conflictos de información.
• Conflictos de intereses
• Conflictos de valores
• Conflictos de roles.
Escala del conflicto
• Incomodidad
• Insatisfacción
• Incidente
• Malentendidos
• Tensión
• Crisis
Resolución de conflictos
La toma de decisiones como base para la resolución de conflictos es conjunto de actividades desarrolladas por una persona con
responsabilidad de decisión en una organización cuando debe seleccionarse una opción frente a un problema determinado.
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El elemento más importante a este respecto es definir el problema y sus factores críticos. Desde un esquema autocrático el jefe
pone de manifiesto su poder, el líder debe poner de manifiesto sus conocimientos y habilidades para resolver el problema de
forma satisfactoria. El líder siempre debe persuadir tomando en consideración las opiniones de los demás.
El líder de una organización debe saber diagnosticar un conflicto, hacer un pronóstico, tomar las medidas pertinentes hasta que el
problema desaparezca. El líder debe saber interpretar los signos que el día a día le aporta para descubrir donde hay conflictos o
donde se puede o donde se pueden generar.
En esta fase las habilidades básicas son:
Capacidad de observación.
Capacidad de interpretación
Capacidad de intuición.
Un líder debe interpretar lo que ve y sobre todo lo que no ve, de forma tal que tenga un dominio de realidad de la organización de
la que es responsable. En definitiva, la comunicación efectiva en una herramienta fundamental que el líder debe tener a su
alcance para enfrentar cualquier situación conflictiva que se presente en entorno organizativo. De modo pues que la astucia, la
autoridad, el don de gente, el don de mando, la comprensión, la actitud de escucha son cualidades fundamentales para la
resolución de conflictos.

13.4. El Liderazgo dentro del aspecto forense

Para nadie es un secreto que el abogado, magistrado o defensor, no siempre ha gozado de prestigio moral; menos aún en la
actualidad, caracterizada por una generalizada lasitud ética y corrupción que corroe a los niveles altos y bajos de la sociedad.
Recordemos algunos antecedentes que son evidencia de la desconfianza hacia el abogado: bajo el terror, los revolucionarios
franceses suprimieron el ejercicio abogadil (1793); también se decidió tal supresión durante el absolutismo, por mandato de
Federico de Prusia; posteriormente, durante el presente siglo, ocurrió lo mismo en Rusia y Hungría. Lo curioso de estos hechos
es que los ejecutores de esta decisión fueron abogados como Robespierre y Lenin. El abogado en la Colonia también debió
soportar el descrédito de la comunidad: fue acusado de provocar pleitos sin más provecho que el propio. Fue por eso que los
Reyes Católicos restringieron el ejercicio abogadil en las colonias por decretos dados en 1516 y 1528. En alguna otra ocasión se
prohibió el ingreso de ciertos abogados a una ciudad, el considerando sostenía que la presencia de letrados es peligrosa porque
siempre que aparecen “(…) no faltan pleitos, trampas y marañas y otras disensiones en que resultaron a los pobres vecinos y
moradores des inquietudes, gastos y pérdidas de hacienda”. (1)
Estos antecedentes y los hechos presentes de la conducta del abogado nos empujan a una inevitable, y seguramente valiente,
reflexión sobre cómo es realmente el abogado (SER) y cómo debería ser (DEBER SER). Por ahora, sólo nos ocuparemos sobre
lo que podemos ser, sin perder de vista lo que somos y lo que la sociedad cree que somos. En primer lugar, tenemos que tomar
conciencia de que el destino inevitable de la humanidad es la construcción de una civilización en continuo progreso, significando
este progreso la unión de los pueblos y el bienestar general (distribución equitativa de los beneficios)(2); y seguidamente,
debemos descubrir los pilares capaces de sostener ese continuo progreso.
Un presupuesto indispensable para alcanzar la unión con los demás es la justicia. Sin justicia la unidad de los pueblos no se
profundiza y en consecuencia está lejos el progreso. La falta de bienestar general origina resentimientos, consolida el
antagonismo y el avance histórico se estanca; es posible que retornemos a los niveles inferiores de barbarie: reinado de los que
ocupan la cúspide de la cadena alimenticia sobre los restos de los débiles.
Luchar por la justicia es la lucha interna del Derecho, decía GHERING, dejando en claro que el Derecho no es sino un medio que
sirve para garantizar los intereses de la vida, ayudar a sus necesidades, realizar sus fines. Para que el Derecho cumpla a
cabalidad con este propósito, no es suficiente que sus operadores alcancen la excelencia intelectual, cerebral, racional; también
es necesario que se adornen de virtudes, cualidades o capacidades espirituales o éticas (MARIO BUNGE sostiene que
necesitamos de una ética normativa entendida como ciencia de la conducta deseable o -si no nos avergüenza emplear un término
antiguo y sencillo- como ciencia de la virtud)(3). Hemos avanzado bastante en el plano científico y tecnológico, pero las
herramientas obtenidas a su merced, se han mostrado insuficientes para resolver los diversos problemas que aquejan al hombre.
El erudito GROVER FOLEY señalaba que el hombre actual es tecnológicamente un gigante, moralmente un enano (4).
Estamos hablando de la necesidad de desarrollar una forma de liderazgo moral. Los hombres de Derecho no reclamamos
ninguna superioridad en los roles que nos toca desempeñar al interior de la sociedad; pero, por nuestra estrecha relación con la
justicia y siendo ella la meta suprema que hará posible la unificación humana, el papel que nos toca es necesariamente de
liderazgo. Históricamente, el Derecho ha forjado hombres que han liderado las transformaciones sociales; ahora que la crisis es
más moral que científica o tecnológica, es nuestra obligación liderar también en este plano.

TEMA 12 LA ARGUMENTACION JURIDICA

Contextualización
La argumentación jurídica permite llegar a conclusiones por medio de afirmaciones lógicas que están fundamentadas en razones
aceptadas desde el punto de vista jurisprudencial o del campo de aplicación de los textos normativos.
Estas afirmaciones son regularmente utilizadas por las personas que tienen la misión de impartir justicia en el momento de tomar
decisiones jurídicas sobre hechos concretos o controversiales.
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Las afirmaciones vertidas por los jueces o juristas regularmente descansan en la jurisprudencia, las disciplinas sociales, las
ciencias exactas o cualquier otra fuente de argumentación que sea susceptible de aportar elementos para la resolución de hechos
o controversias vertidas en el ámbito de la aplicación de la ley.
INTERPRETACIÓN Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA
Introducción: Concepto de Argumentación Jurídica.
Las teorías de la argumentación se hacen presentes durante los debates de aplicaciones de la ley, sobre todo en términos de la
resolución de controversias de ley o constitucionales, una vez que la norma ha sido previamente interpretada.
Estas argumentaciones puestas en consejos o tribunales son necesarias para llegar a conclusiones y acuerdos aceptables para la
resolución de un hecho. En este sentido, la argumentación demanda de los juristas el estudio de las técnicas retóricas más
importantes, pues regularmente los argumentos se deberán poner en la mesa de debates civiles y penales, en donde la lógica, la
hermenéutica y los elementos dialécticos y de persuasión son indispensables.

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