Las palabras "prueba" y "medida", como se usan en psicología, son engañosas debido a la similitud

implícita con las mediciones científicas y las pruebas médicas. Pruebas psicológicas
convencionales.

Es bastante diferente de las medidas científicas en las ciencias naturales. Lo que se logra mediante
la aplicación de la medición psicológica es una estimación de un constructo psicológico. Las
pruebas psicológicas y las mediciones de la personalidad, la inteligencia, la actitud y la motivación
son fundamentalmente diferentes de las mediciones cuantitativas en las ciencias físicas, como la
altura, el peso y la urea en sangre. Paul Kline, uno de los principales exponentes de la teoría
psicométrica, aclara el problema de la siguiente manera: "No hay unidades de medición
[psicológica] ni ceros verdaderos. Cualquiera que sea la medida psicológica, no es una medida
científica tal como se define en las ciencias naturales ... Si consideramos qué se entiende por
inteligencia o extraversión, solo por ejemplo, no está claro de ninguna manera qué unidades de
medida se pueden usar o cuáles son las verdaderas. cero puede significar Este problema se aplica
a la mayoría de los conceptos y variables psicológicos "(Kline, 2000).

Además, a menudo se cree erróneamente que las pruebas psicológicas son "objetivas", lo que
significa que sus hallazgos y puntuaciones reflejan una existencia externa (en lugar de ser
subjetiva) y son reales o, al menos, aproximadas a ellas, como en las pruebas de laboratorio, por
ejemplo. ejemplo.

El término objetividad tiene un significado completamente diferente cuando se aplica a pruebas o

mediciones psicológicas. Se refiere a las formas estándar en que se administran, graban e
interpretan. Esta diferencia semántica debe tenerse en cuenta al utilizar los resultados de las
pruebas psicológicas. Las pruebas psicológicas, entonces, no son pruebas de estructuras o
entidades mentales como pruebas físicas, ni son objetivas en términos de existencia física o real;
son pruebas de construcciones psicológicas y son útiles en la medida en que la construcción
teórica subyacente y las pruebas utilizadas Para medirlos son válidos (Michell, 1997). Es
importante tener en cuenta estas advertencias al leer la siguiente explicación de las mediciones
psicológicas.

Sin embargo, el término "medición psicológica" parece capturar los hallazgos de las pruebas
psicológicas mejor que cualquier otro. Los términos medición y prueba se usan indistintamente en
este libro. La frase frecuentemente citada de Thorndike "Lo que exista, existe en cierta cantidad"
juntamente con el dicho, se puede decir que "todo lo que existe en la cantidad puede medirse"
forma la base de la ciencia de la medición de los factores mentales o psicológicos, que se conoce
como psicometría.

A pesar de las dificultades en la cuantificación de las características psicológicas mencionadas

anteriormente, el campo de la psicometría es una empresa próspera y, de hecho, la capacidad de
"medir" los atributos psicológicos humanos se considera uno de los principales avances en
psicología.

¿Qué son las pruebas psicológicas?

La definición de una prueba psicológica proporcionada por Anastasi (1982) no se puede mejorar:
una prueba psicológica es esencialmente una medida objetiva y estandarizada de una muestra de
comportamiento. La objetividad y la estandarización en este contexto significa que la
administración, el puntaje y la interpretación se llevan a cabo de manera uniforme y estándar. Por
ejemplo, en el uso de pruebas de CI, la misma prueba se administra de la misma manera a todos
los sujetos que usan el mismo material. Se califica e interpreta de acuerdo con las estrictas reglas
establecidas en el manual para que el procedimiento sea siempre coherente. La aplicación de la
prueba y su interpretación no implican el juicio subjetivo del examinador. Lo que finalmente se
mide con las pruebas es el comportamiento.

Cabe señalar que el comportamiento, como se describe aquí, a veces involucra sentimientos,
motivos, intereses y otros aspectos del funcionamiento mental. Las pruebas están diseñadas para
capturar una muestra representativa de comportamiento que sea de interés. El constructor de
pruebas se enfrenta a la responsabilidad de diseñar una serie de elementos de prueba que
muestren adecuadamente el universo del dominio que se encuentra bajo escrutinio. La
información o los datos obtenidos por las pruebas se convierten en información cuantitativa o
puntajes de las pruebas.

Normalmente, las pruebas psicológicas se han utilizado en tres áreas diferentes: (1) en entornos
ocupacionales, las pruebas se emplean en la selección de personal y la orientación profesional; (2)
en educación son útiles para la selección a través de exámenes e identificación de dificultades de
aprendizaje; y (3) en el trabajo clínico, las pruebas psicológicas se utilizan como adjuntos a la toma
de decisiones clínicas. Este capítulo se ocupa de las aplicaciones clínicas y lo que sigue es un
resumen de los distintos tipos de pruebas y su utilidad en entornos clínicos.

PRUEBAS DE REFERENCIA (CLAVE) Y PRUEBAS DE REFERENCIA NORMAL

Antes de analizar las características de las buenas pruebas psicológicas, es importante distinguir
entre dos tipos de pruebas: pruebas de referencia de criterio y pruebas de referencia de norma. El
método de construcción y el análisis estadístico de los dos tipos son bastante diferentes. Las
pruebas que comparan el desempeño de un individuo con los criterios externos acordados se
denominan pruebas basadas en criterios. La prueba de manejo es un buen ejemplo. Una prueba
de manejo realizada correctamente permite llegar a una conclusión tal como "el solicitante ha
demostrado dominar el 75% de las habilidades de manejo necesarias para dominar el manejo". Las
habilidades que se consideren necesarias Se seleccionan con el propósito explícito de discriminar
entre dos grupos:

los que están en condiciones de conducir en carretera y los que no. Por lo tanto, las pruebas con
criterios de referencia dividen a los sujetos en dos grupos: los que cumplen con los criterios
preestablecidos y los que no. Estas pruebas se usan con mayor frecuencia en entornos educativos,
vocacionales y clínicos donde el propósito de las pruebas es claro, como pasar un examen, la
selección de un trabajo o la clasificación en grupos de diagnóstico. Los contenidos de la prueba no
tienen otro significado que su

utilizar. Los sistemas de diagnóstico psiquiátrico que usan DSM-IV o ICD-10 (criterios de
investigación) son esencialmente pruebas basadas en criterios donde se hace explícito que un
número específico de síntomas y signos esté presente antes de hacer un diagnóstico de una
condición particular. Aquellos que cumplen con los criterios se consideran "casos" y aquellos que
no cumplen con los criterios se consideran "no casos". Por lo tanto, las pruebas con criterio de
referencia, arrojan respuestas de todo o nada que indican si el sujeto

Ha o no cumplido los criterios definidos. Muchas personas han criticado las pruebas de referencia
de criterio por la falta de significado psicológico en sus escalas y elementos y por la arbitrariedad
de sus puntos de corte.

La mayoría de las pruebas utilizadas en la práctica psicológica clínica están basadas en normas, es
decir, las puntuaciones de las pruebas de los sujetos se evalúan según las puntuaciones de
pruebas típicas de un grupo representativo de individuos (normas). Esto implica la aplicación de la
prueba a un grupo apropiado de sujetos y la construcción de datos normativos. Se asume que
dichos puntajes están distribuidos normalmente y el sujeto

La puntuación se interpreta contra las normas del grupo. Los datos normativos son suministrados
por el fabricante de la prueba y están disponibles en el manual de la prueba. Por lo tanto, las
conclusiones de las pruebas basadas en normas son comparativas (no hay un criterio establecido).
En el ejemplo de la prueba de manejo, una prueba con referencia a la norma concluiría de la
siguiente manera: "el examinado ha obtenido mejores resultados que el 65% de todos los
candidatos que tomaron la prueba". El proceso de configuración de los datos normativos se
denomina prueba de estandarización.

Normas y estandarización.

El informe numérico del desempeño de una persona en una prueba o escala referida a la norma
("puntajes sin procesar"), es de poca importancia por sí mismo. La interpretación de los resultados
de los exámenes es significativa solo cuando los resultados se comparan con los de un grupo de
individuos de edad, sexo, clase social y otras variables importantes similares. La estandarización de
una prueba implica probar una gran muestra de población, para la cual está diseñada la prueba,
con el fin de obtener un conjunto de normas contra las cuales se pueden comparar las
puntuaciones individuales.

Para ser significativo al interpretar los puntajes de las pruebas, el procedimiento de

estandarización debe tener en cuenta dos factores importantes:

1. Tamaño de la muestra de estandarización. La muestra debe ser lo suficientemente grande para

reducir el error estándar de medición. Al estudiar las variaciones individuales, como la
personalidad y la inteligencia, se requieren grandes muestras, un factor que hace que el
procedimiento sea tedioso y costoso.

2. Representatividad de la muestra. Solo se pueden hacer comparaciones adecuadas si existe

similitud entre el grupo o el individuo que se está evaluando y la muestra de estandarización, que,
por lo tanto, debe ser representativa de la población a la que se destina la prueba. Por ejemplo, si
una prueba está diseñada para personas de 70 años, la muestra normativa o de estandarización
debe consistir en una muestra de personas de 70 años o más.

Por lo tanto, la estandarización implica primero definir la población para la cual se diseñó la
prueba y extraer una muestra de la población de manera que sea representativa de esa población.
Inevitablemente, también implica la estratificación de las muestras en grupos homogéneos por
variables como la edad, el sexo, la clase social, el nivel de alfabetización, etc. Cada subgrupo
necesita un número suficiente de sujetos, generalmente un mínimo de 300, para formar una
muestra adecuada. Por lo tanto, para un estudio de población general de, digamos, inteligencia,
un gran número de sujetos

Se requieren, en el orden de varios miles. La muestra de estandarización para WAIS-III fue de 2450
personas estratificadas según la edad (se crearon trece grupos de edad), sexo, etnia, región
geográfica y nivel educativo.