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RESEÑA CRÍTICA

“EL PROFESOR” FRANK McCOURT

MARIA CAMILA VARGAS PUERTA

HISTORIA, IMÁGENES Y CONCEPCIONES DE MAESTRO

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
“EL PROFESOR” FRANK McCOURT.

Ser profesor de secundaria durante treinta años en un entorno de alumnos desmotivados

puede amargar la vida de cualquiera; pero Frank McCourt no es un profesor cualquiera. En este

libro pone al descubierto su estrategia pedagógica, que siempre se ha basado en el relato de

historias, al tiempo que reconstruye para sus alumnos y para nosotros la narración de su propia y

agitada vida.

EL PROFESOR

En marzo de 1958 Frank McCourt entró a trabajar como profesor en el Instituto de

Formación Profesional y Técnico McKee en Nueva York. La bienvenida que recibió de unos

alumnos cuyas actitudes oscilaban entre la desgana y la delincuencia fue que le tiraran un

bocadillo de mortadela. Contra todo pronóstico, y al contrario que la mayoría de sus colegas, el

profesor McCourt no chilló, no castigó a nadie ni trató de imponer su autoridad (exponiéndose a

perderla), sino que lo recogió del suelo y terminó de comérselo. Ésta es sólo la primera anécdota

de las muchas que durante treinta años de docencia Frank McCourt ha ido recogiendo hasta

convertirlas en la materia prima de su libro. Treinta años en los que ha sustituido la enseñanza

basada en la memoria y la evaluación por el relato de historias que solían tener como

protagonista lo que Frank mejor conocía: su propia vida.

Unos relatos (su infancia en Irlanda, su padre alcohólico, el regreso a los Estados Unidos

trabajando como obrero y jornalero, los dos años que pasó en Alemania combatiendo en la

Segunda Guerra Mundial, sus estudios para ser profesor...) que se acompasan con el transcurrir

cotidiano de la actividad del centro y que, poco a poco, van logrando el propósito genuino que
debería guiar toda buena educación: avivar en los chicos la curiosidad y el amor al saber para

despertarlos de la atonía de una vida carente de metas (McCourt, 2005, p.2).

RESEÑA CRÍTICA.

Iniciaré este escrito con una fuerte aseveración, ésta novela es para mí la clara

personificación de la inspiración, es un texto voluble y complejo puesto que a medida que el

lector se adentra más y más en su proceso de lectura, tiene dos posibilidades de destino

aseguradas; puede, como en mi caso, ser ese faro que marca el más claro e iluminado camino

hacia la inequívoca decisión de que la docencia es en realidad aquello para lo que existes. Bajo la

otra perspectiva, este libro será el destructor de sueños puesto que es tan crudo y tan transparente

que demuestra que la realidad docente será tortuosa en el mejor de los escenarios, y que solo

aquellos que amen la mera idea de soportarlo, podrán llegar a ser y a disfrutar el ejercicio

docente.

Por otro lado esta novela tiene someramente una fuerte crítica a lo que es en realidad el

sistema educativo, que si bien el retratado dentro de la novela no es precisamente actual es aún

muy fiel a aquel que está en vigencia, ejemplifica de qué manera la administración se adentra y

cohíbe los procesos de enseñanza, todo esto desde un marco alejado del verdadero contacto

dentro del aula del cual el maestro recibe toda la responsabilidad, además del compromiso de

satisfacer las necesidades de todas las partes involucradas dentro del proceso de enseñanza-

aprendizaje.
Como ya lo dije, inicialmente el maestro es un mediador, con la ardua tarea de cumplir

las exigencias de todo el sistema educativo, sus componentes y sus participantes, lo más

resaltable de McCourt es que si bien el muestra todo el tiempo que su ideal era llegar a ser esa

clase de maestro, no logra hacerlo y no porque sea incapaz, sino porque adquiere una

responsabilidad diferente con su labor; es aquí a partir de donde se construye una correcta

definición de un maestro: maestro es aquel que es capaz de trascender la mera transmisión de

saberes específicos, es quién aunque tenga toda la preparación posible dentro de su profesión,

sabe cuándo debe ser completamente fiel a esa teoría y cuando por el contrario, todo aquello que

le enseñaron pierde utilidad y debe explorar diferentes posibilidades, un maestro es ése que deja

huella en sus chicos porque logra conectarse con ellos, porque no pretende ser superior a ellos, ni

juega a tener todas las respuestas a todas las verdades. El profesor es el que es tan humano como

sus estudiantes y no teme demostrarlo puesto que sabe que es por medio de ese hecho que se

ganara el respeto y el cariño de los mismos.

Podrá parecer imposible lograr ser ese maestro, incluso sonará poético, pero algo de lo

mágico que tiene esta novela, es precisamente demostrar que por difícil que se vea, es algo

posible y conseguible.

La lectura de este texto es amena, al ser una novela cumple perfectamente con las

cualidades que debe tener un escrito de ese tipo; tiene la capacidad de hacerte reír y llorar.
Además de facilitar el entendimiento de aspectos importantes como los hablados anteriormente

dentro de la labor docente.

Si alguien siente que la pedagogía es lo suyo pero tiene alguna duda, recomiendo

completamente darle una ardua y concienzuda lectura a este maravilloso libro, sin dudad disipara

cualquier duda existente.

“Una joven profesora suplente se sentó a mi lado en la cafetería. En septiembre comenzaba como

docente fija. ¿Tenía yo algún consejo para darle? Busca lo que amas y hazlo. A eso se reduce

todo. (…) Te veo luego. Busca lo que amas y hazlo” (McCourt, 2005, p.304).

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