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Noviembre | 47

SECRETOS DEL ALMA,


de Ely Zaretsky

Madrid, Siglo XXI, 2012.


introducidos por el freudismo, el importante rol del femenina y el papel de la madre en el desarrollo psí-
Juan Duarte psicoanálisis en Estados Unidos con el surgimiento quico son revisitados.
Lic. en Psicología, comité de redacción. del fordismo y las tensiones entre “integración y re- Así también son analizadas las vías en que la políti-
sistencia”; así como el “giro hacia la madre” con el ca y el Estado determinaron sus prácticas y la teoría
surgimiento de una generación de mujeres psicoa- misma. En Europa, la “destrucción” del psicoanálisis
nalistas y la “destrucción” del psicoanálisis europeo a manos del fascismo (y los –nefastos– intentos de
clásico a manos del fascismo. Finalmente, la tercera convivencia con el nazismo).
acentúa el papel del Estado de bienestar y el eje en En Estados Unidos, su adaptación. El autor señala la
la relación madre-niño en Inglaterra, la notable rela- importancia de psicoanálisis para el fordismo. Freud
ción del psicoanálisis norteamericano con el Estado habría creado un nuevo mito del “salvaje” (noble)
durante la “guerra fría” y la crisis del psicoanálisis apropiado para la sociedad de consumo, a partir del
de los 60, con el auge de las corrientes identitarias. cual “el psicoanálisis era el juego de manos del fordis-
Dentro de los méritos que le caben a este trabajo, se mo”. La transformación del psicoanálisis como instru-
podría destacar que trata de escapar a las críticas in- mento de “control social” también son analizadas, e
sustanciales, generalmente conservadoras, como las incluso su incorporación a una noción de ciencia posi-
Ely Zaretzky parte de señalar que hoy “se ha hecho centradas sólo en ciertos aspectos la vida de Freud, tivista durante el proceso de medicalización: “los idea-
posible contemplar el psicoanálisis en su conjunto, así como de las historias “celebratorias” que se de- les de ‘profesionalidad’ y ‘neutralidad psicoanalítica’
distinguiendo sus aspectos tanto represivos como li- dican a ensalzar al vienés y sus desarrollos de forma adquirieron un nuevo significado cuando los psicoa-
beradores. La clave consiste en verlo como la prime- acrítica. Asimismo, acierta en poner el acento en los nalistas se aliaron con el poder oficial”.
ra gran teoría y práctica de la vida personal”. Y lo hace cambios sociales, políticos y económicos que mar- En Inglaterra, se destaca el rol del psicoanálisis en la
desde una tesis original: “el psicoanálisis fue el ‘cal- caron el desarrollo del psicoanálisis, permitiendo re- maquinaria de guerra, y cómo este se adaptó a las ne-
vinismo’ de la segunda revolución industrial. Repre- saltar la relación de éste con el Estado burgués, en cesidades del estado de bienestar y de la política de
sentó un papel similar al que había representado el particular, norteamericano e inglés. Por otro lado, al unidad nacional (burguesa) del gobierno.
calvinismo en relación con el primitivo capitalismo y subrayar las cuestiones de género y sexualidad trae El aspecto más inconsistente del libro es el tratamien-
el metodismo con la industrialización”. Recorriendo a la luz y destaca importantes discusiones y elabora- to que hace de la revolución rusa, el bolchevismo y
-como secta carismática- el ciclo weberiano de idea- ciones que hoy están ausentes, imprescindibles para el marxismo. El análisis recae aquí en el leit motiv de
lización, rebelión, diseminación, institucionalización rescatar las potencialidades críticas del psicoanálisis la historiografía liberal que iguala bolchevismo y fas-
y rutinarización. Al modo de un Jano bifronte, el psi- en este terreno. Por último, respecto a la visión limi- cismo en tanto negación de la individualidad e “irra-
coanálisis por un lado habría sido utilizado para pro- tada geográfica e históricamente que tiende a primar cionalismo”. Presenta una versión caricaturizada del
fundizar en las “tres promesas emancipatorias de la en nuestro país (moldeada por el lacanismo desde fi- marxismo como negador de la “vida personal”, y en
modernidad” (autonomía, emancipación de las muje- nes de los ‘70), presenta el desarrollo del psicoanáli- particular de León Trotsky, a quien pone como ejem-
res, democracia), y por otro, se adaptó a una cultu- sis desde sus inicios en Europa, su pasaje a EE.UU. y plo. Justamente a quien combatió práctica, teórica y
ra conformista y a las ideologías materno-centristas recepción en el marco de la revolución rusa, e inclu- programáticamente el proceso de burocratización es-
del Estado de bienestar keynesiano, y “fue absorbido, so su expansión mundial de la mano del imperialismo talinista, e intentó tomar en cuenta los aportes del psi-
transfigurado y finalmente consumido por la sociolo- luego de la segunda guerra mundial. Todo pincelado coanálisis a la ciencia y al marxismo. Incluso la crítica
gía y cultura de la vida personal a la que originalmen- de ejemplos del impacto del psicoanálisis en la cultura de Vigotsky al psicoanálisis, acaso la más profunda
te dio expresión crítica.” a lo largo del siglo XX (Secretos del Alma, por cierto, que se haya desde el marxismo en términos estric-
Los tres proyectos que había implicado el psicoa- alude a la película que realizara G.W. Pabst, asesora- tamente psicológicos, es obviada. Zaretzky muestra
nálisis, “una práctica médica casi terapéutica, una do por los psicoanalistas Karl Abraham y Hans Sachs incluso que en los primeros años del estado obrero
teoría de la hermenéutica cultural, y una ética de la en 1926). soviético el psicoanálisis tuvo un lugar privilegiado,
exploración personal”, se escindieron, retrocediendo Así, el surgimiento de la idea freudiana de un incons- desde la edición y publicación popular de las obras psi-
fuertemente la primera frente a la medicalización y de- ciente individual y de una constelación individual de coanalíticas, fondos para instituciones terapéuticas, y
sarrollo de las neurociencias y la psicofarmacología. deseos personales resalta las características emanci- donde las tendencias “racionalizadoras” de la mano
El libro, de más de 500 páginas, está dividido en tres padoras del psicoanálisis al resquebrajar el código de de la medicalización menos se expresaron (de hecho
grandes secciones, cronológicamente ordenadas. La géneros de la cultura liberal del siglo XIX y su papel no se exigía titulación médica para ejercer el psicoa-
primera sección recorre el surgimiento del incons- opresivo, “complemento oscuro y olvidado de la ra- nálisis, que el autor toma como índice de ese proceso
ciente personal en relación con la sexualidad y los zón y el control masculinos”. Zaretzky transita insis- en EE.UU.). Un tratamiento pobre en este punto, in-
cambios en la vida personal, la dialéctica de absor- tentemente “la relación amor/odio de la mujeres con el cluso historiográficamente, manejándose con fuentes
ción y marginalidad que capturó al psicoanálisis y psicoanálisis, la cual surgió de la transformación de la secundarias –y sólo las de tradición liberal.
el surgimiento de una psicología del yo. La segun- familia”, y los cambios en relación al lugar de la mujer Más allá de esto, de conjunto el libro hace un impor-
da parte aborda la primera guerra mundial y la revo- en la misma. El proceso de “feminización” del círculo tante aporte para quien quiera conocer la compleja
lución rusa de 1917, y su relación con los cambios freudiano en los ‘20 y los debates sobre la sexualidad historia del psicoanálisis.

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