Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
VIDA Y OBRA DE
GRANOS Y SEMILLAS
Autora: PATRICIA MORENO CASASOLA
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
C O M I T É D E S E L E C C I Ó N :
Coordinadora Fundadora:
Coordinadora:
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
V I D A Y O B R A D E G R A N O S Y S E M I L L A S
COMITÉ DE SELECCIÓN:
EDICIONES
I. HISTORIA NATURAL DE LAS SEMILLAS
II. PRINCIPIO Y FIN
III. ESTRUCTURA Y FORMACIÓN DE LAS SEMILLAS
IV. DESPERTANDO UNA VEZ MÁS
V. RECONOCIENDO EL MEDIO AMBIENTE
VI. ESCONDIDAS Y APARENTES: DÓNDE PODEMOS
....ENCONTRARLAS
VII. EDAD DE LAS SEMILLAS
VIII.TAMAÑOS Y FORMAS
IX. VIAJANDO POR EL MUNDO
X. ANIMALES Y SEMILLAS
XI. LAS SEMILLAS Y LA CIVILIZACION
XII EPÍLOGO
BIBLIOGRAFÍA
GLOSARIO
CONTRAPORTADA
E D I C I O N E S
La Ciencia para todos es proyecto y propiedad del Fondo de Cultura Económica, al que
pertenecen también sus derechos. Se publica con los auspicios de la Subsecretaría de
Educación e Investigación Científica de la SEP y del Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología.
ISBN 968-16-4369-0
Impreso en México
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
I . H I S T O R I A N A T U R A L D E L A S S E M I L L A S
Los agutís (Dassyprocta punctata) y otros roedores recuperan las semillas defecadas.
Roen algunas y entierran otras. Cuando encuentran un fruto entero se comen la pulpa
dulce y aceitosa y arrojan la semilla intacta. Los tapires (Tapirus bairdii) y los pécaris de
collar (Tayasu tajacu) se comen los frutos que no encontraron los otros tres
depredadores, consumen la pulpa y escupen la nuez. Algunas ardillas (Sciurus
variegatoides) se alimentan con las nueces.
Los insectos depredadores de semillas (brúquidos) ovipositan en las semillas que quedan
expuestas en el excremento de los proboscidios. Las larvas destruyen casi todas estas
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
nueces y si ovipositan antes de que los roedores se las lleven, llegan a matar aun a las
nueces que posteriormente quedaron enterradas.
Sobrevino una extinción masiva de estos grandes herbívoros y las palmas que
permanecieron en su hábitat, se quedaron sin dispersores. Los frutos se seguían
produciendo y en un mes se llegaban a acumular hasta 5 000 bajo una palma. Los
agutís, pécaris y otros animales se alimentan de los primeros frutos que caen, pero
pronto quedan saciados. La pulpa se pudre y los brúquidos ovipositan en todas las
nueces que han quedado expuestas. La mayoría de las semillas muere bajo la palma
progenitora. Aunque algunas semillas logren escapar de los depredadores, las plántulas
tienen bajas probabilidades de sobrevivir en la sombra, compitiendo con adultos
establecidos. Así, durante las siguientes decenas de años la distribución de la palma
cambió y se contrajo. En algunos miles de años la distribución de la población de palmas
alcanza un nuevo equilibrio, presentándose en menores densidades y en un menor
número de comunidades. Sólo crece en aquellos microhábitats en los cuales hay
reclutamiento de nuevos individuos (plántulas que logran establecerse) a pesar de una
dispersión mínima.
Hoy en día, cuando estudiamos la ecología de las semillas de esta especie, vemos que
muchas no se dispersan quedando bajo el árbol y que los roedores, agutís y pécaris son
los principales dispersores. En África hay una fuerte interacción entre los frutos de la
palma y los elefantes, quienes los dispersan.
Otro ejemplo de la historia de una semilla cuyas interacciones han sido más fuertes con
el medio ambiente físico que con el biológico (depredadores y dispersores) es el de
Chamaecrista chamaecristoides, un arbusto endémico de las dunas costeras de México.
Esta planta perenne pertenece a la familia de las leguminosas y habita las zonas más
móviles de las dunas costeras. Soporta tanto el enterramiento como el desenterramiento
causado por el movimiento de arena durante la época de nortes. Frecuentemente forma
manchones monoespecíficos que no incluyen a ninguna otra especie, pues pocas son las
capaces de tolerar estas condiciones.
Las semillas quedan en la superficie de la arena, donde están sujetas a cambios fuertes
de temperatura diariamente. En los días soleados la arena puede alcanzar más de 60°C
al mediodía, y en la noche baja hasta 20-25°C. Esto hace que las semillas estén sujetas
a fluctuaciones diarias de temperatura de más de 30 grados. Con el tiempo, estas
variaciones provocan escarificación de la testa, con lo cual las semillas van rompiendo
progresivamente la latencia y pueden germinar con las siguientes lluvias.
Las semillas que no germinaron inmediatamente son dispersadas por el viento. Durante
los meses de octubre a febrero se producen tormentas tropicales con vientos fuertes,
llamadas nortes. Estos vientos acarrean las semillas y las depositan sobre corredores
donde el propio viento se va encajonando. La forma y peso de las semillas hace que se
deslicen sobre la arena, por lo que muy pocas quedan enterradas. Al final de la época de
nortes los corredores presentan una densidad alta de semillas en la superficie del suelo.
Las lluvias que acompañan a los nortes provocan la germinación de una parte de la
población. Durante la época de secas hay pocas lluvias, por lo que casi no hay
germinación. Las semillas que hasta este momento no hayan germinado siguen sujetas a
fluctuaciones de temperatura. Con el inicio de la época de lluvias el resto de la población
ya no presenta latencia y germina. Así, a pesar de que la fructificación sólo se da
durante dos meses del año, la germinación se prolonga o espacia en tiempo, a lo largo
de seis a ocho meses. Las semillas tienen un mucílago que al hacer contacto con las
primeras lluvias les permite anclarse a la arena y acumular humedad para imbibirse y
germinar. Las plántulas sufren una mortalidad alta por desecación. La arena superficial
se seca rápidamente y sólo aquellas cuya raíz logre sobrepasar los primeros centímetros
podrán sobrevivir. Las reservas presentes en la semilla ayudan al crecimiento de la raíz
en esta primera fase.
fueron moldeadas y se han mantenido debido a una serie de interacciones complejas con
los factores físicos y la dinámica del sistema particular donde habitan las dunas costeras.
En los siguientes capítulos se explicará con más detalle las diferentes etapas en la
historia de una semilla, así como su interacción con el medio ambiente tanto físico como
biológico. Todo ello nos llevará a definir y comprender lo que es la ecología de las
semillas.
I I . P R I N C I P I O Y F I N
LAS semillas constituyen el mecanismo de perennización por el que las plantas perduran
generación tras generación. Son también la unidad móvil de la planta. Los vegetales, a
diferencia de los animales, no tienen capacidad para moverse y cambiar así de
ambiente. Donde se establece la plántula, permanecerá toda su vida. Las semillas son el
medio a través del cual, aun de manera pasiva, las plantas encuentran nuevos sitios y
microambientes.
son brotes de la raíz desarrollados en tallos y hojas y pueden formar nuevos individuos.
Unas cuantas plantas (como el género Kalanchoe) producen pequeñas plantulitas a lo
largo de todo el borde meristemático de la hoja; en otras, como el helecho Asplenium
rhizophyllum, se forman plantas nuevas en el extremo de las hojas cuando éstas tocan
el suelo. Varios de estos mecanismos se usan para reproducir las plantas ornamentales y
para el consumo que el hombre requiere. Al obtenerse individuos exactamente iguales a
los originales, se conservan y mantienen las combinaciones de características más
deseables.
Desde el punto de vista ecológico los nuevos individuos tendrán ligeras diferencias con
respecto a sus progenitores, las cuales se traducirán en una mayor variedad de
capacidades para enfrentarse al medio ambiente y sobrevivir. Esta variación es la
materia prima sobre la cual la evolución va moldeando a las especies.
Todas las plantas y animales que habitan la Tierra tienen que sobrevivir bajo esta
variabilidad y por lo tanto, es posible que las capacidades que algunos individuos poseen
en un momento dado, no sean las más adecuadas en otras condiciones. Por tanto,
cuando las poblaciones de una especie tienen cierto grado de variación genética, de
entrada se cuenta con más materia prima para hacer frente a esa heterogeneidad
ambiental. Ello incrementa las probabilidades de que entre la población se mantenga a
salvo cierto número de individuos y de que éstos se reproduzcan y dejen progenie. Esta
descendencia lleva una información genética que ya ha sido probada en el medio
ambiente en el que viven; de ahí la importancia de perpetuarla, manteniendo cierta
variación sobre ese modelo de información. Las semillas son el vehículo que trasmite ese
modelo básico de información, pero al mismo tiempo, debido a sus características, se
producen en suficiente número y frecuencia como para tener una gama de variabilidad.
Las funciones de las semillas y las plántulas, comenta el evolucionista Ledyard Stebbins,
más que cualquier otro tipo de caracteres que la planta posee, requieren una integración
precisa y una coordinación entre diferentes funciones para que la reproducción tenga
éxito. Es más, el valor adaptativo del tamaño de la semilla, del número de semillas
producido, de la naturaleza del embrión y del material alimenticio almacenado, pueden
entrar en conflicto entre sí, de tal modo que la eficiencia reproductiva en un hábitat
particular dependerá del compromiso logrado entre las diferentes demandas. El número
y diversidad de estos compromisos es responsable en alto grado de la diversidad de las
angiospermas existentes.
Daniel Janzen describe la semilla madura como una plántula que lleva su propia bolsa de
almuerzo. Como tal, es una nave que va en busca de nuevos sitios y que debe sobrevivir
a esta búsqueda (la dispersión); es también el foco de atención de muchos animales que
buscan comida de alta calidad, tanto en el tiempo ecológico (actual) como en el tiempo
evolutivo (a través de la existencia de la especie). La semilla, considerada como una
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Así, la semilla, considerada como una nave, tiene un doble compromiso; por un lado,
mientras más protegidos estén los descendientes, más probabilidad tienen de sobrevivir;
pero por el otro, mientras más protegidos, menor probabilidad tendrán de ser
dispersados, de percibir el medio ambiente y reaccionar cuando haya condiciones
favorables de germinación o de tener la máxima calidad de reservas alimenticias al
menor costo para la planta progenitora en cada cosecha. Por tanto, dados estos dos
conjuntos de estructuras, se entiende más fácilmente el por qué una misma molécula
puede funcionar para la defensa de la semilla y de la plántula y, también, como fuente
de nutrientes para esta última. Las semillas son la parte de la planta donde se encuentra
la mayor concentración de reservas, por lo tanto, su tamaño y forma estarán
correlacionados con la interacción que tengan con los animales, tanto dispersores como
depredadores.
La reproducción por semillas incluye tres procesos diferentes, que pueden estar
separados entre sí, tanto en el espacio como en el tiempo: desarrollo de las semillas,
dispersión y establecimiento de plántulas. La reproducción exitosa depende de cómo se
comprometen las demandas de estos distintos procesos.
Para conocer una semilla y saber cómo y cuándo germina, tenemos que conocer
aspectos sobre la estructura de sus partes y su fisiología o sea sobre aquellosvan a
procesos que se lle cabo en su interior; pero también sobre la relación entre estos
procesos y el medio ambiente en el que las semillas tienen que germinar, el cual se
extiende a través del tiempo y cambia en el espacio. Una semilla puede permanecer
enterrada en el suelo por muchos meses y aguantar el invierno con sus temperaturas
bajas o las sequías con escasez de agua hasta llegar el verano cuando la temperatura
sube y caen las lluvias. En este momento puede aflorar a la superficie del suelo, ser
acarreada por las aguas y desplazarse considerablemente. Por tanto, su fisiología
responderá a todas estas condiciones diferentes que la semilla tuvo que atravesar para
sobrevivir, antes de poder germinar y dar origen a un nuevo individuo.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
En los distintos capítulos de este libro iremos siguiendo las situaciones por las que
atraviesan las semillas, desde cómo se producen, qué mecanismos usan para
dispersarse, quiénes se las pueden comer, cómo es que pueden permanecer latentes,
cuánto tiempo pueden permanecer en ese estado, cuándo están listas para germinar y
qué requieren para hacerlo. Finalmente veremos algunos ejemplos de la importancia que
las semillas tienen en nuestra vida diaria.
I I I . E S T R U C T U R A Y F O R M A C I Ó N
D E L A S S E M I L L A S
LAS semillas constituyen una de las innovaciones más importantes de las plantas
vasculares que surgieron durante el curso de la evolución. Son uno de los factores
responsables del dominio actual de las plantas superiores en la flora de nuestro planeta
hoy en día. Cuando se examina una semilla inmadura, o sea un óvulo, se ve que tiene
una serie de tegumentos o capas que la protegen, así como una gran cantidad de
alimento almacenado. De este modo, el ovario no sólo protege del medio ambiente al
gametofito femenino, sino que también suministra alimento a la nueva plántula que
surge cuando la semilla germina. Este cuidado parental de la semilla permite la mejor
adaptación de las plantas vasculares al medio ambiente y hace que predominen sobre
otros grupos vegetales. La semilla, por lo tanto, es fundamental en la sobrevivencia de
las especies, como se vio en el capítulo anterior. La evolución de la semilla constituye un
mecanismo invaluable de adaptación a la vida en la Tierra. La cubierta de la semilla o
testa la protege de muchas de las inclemencias del medio ambiente. El embrión puede
permanecer latente durante mucho tiempo, hasta que haya las condiciones adecuadas
para germinar y la existencia de sustancias de reserva le brinda alimento hasta que la
planta pueda sobrevivir por sí misma (capítulos IV, V y VI).
Las semillas más antiguas que se conocen proceden del periodo Devónico (hace 350 000
000 de años). Éstos fósiles fueron encontrados en rocas de Pensilvania, EUA, pero no se
tienen plantas fósiles que nos permitan conocer cómo eran las plantas que las
produjeron. Entre las semillas más antiguas que se conocen está la Genemosperma, la
cual todavía no ha desarrollado una cubierta protectora completa, sino que está rodeada
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
como por ocho lóbulos. En las semillas más avanzadas estos lóbulos se han fusionado
formando un tegumento protector (Figura III.1). Durante los siguientes 50 000 000 de
años se desarrollaron diversas formas de semillas, algunas de las cuales estaban
adheridas a plantas parecidas a los helechos actuales. Pertenecían al grupo de las
gimnospermas y hoy en día están extintas. Se conocen con el nombre de
Pteridospermae que significa "helechos con semillas". En la figura aparece un dibujo de
este tipo de plantas. Una de ellas es muy parecida a un helecho y alcanzó los cinco
metros de altura.
Figura III.1. Dibujo de dos plantas fósiles, las llamadas "helechos con semillas", por su aspecto. En lugar de
esporas, ya tienen semillas. A) La especie Medullosa vivió en el Carbonífero Superior y el Pérmico;
la Caytonia (B), en el Triásico. C) Semilla de Genemosperma, del registro fósil, constituye una de las primeras
evidencias de la existencia de semillas. Tiene un anillo con 8 lóbulos separados, la primera etapa en la
evolución de los tegumentos. D) En la semilla de la Archeospermalos lóbulos se han fusionado parcialmente;
es una etapa más evolucionada del proceso de formación de las semillas. E) Semilla actual en la cual hay una
fusión completa de los lóbulos que forman una cubierta protectora a su alrededor (tomado de Thomas, 1981
y Gómez-Pompa y col. 1986).
A principios de la era Mesozoica, hace 230 000 000 de años, tuvo lugar una radiación de
los reptiles que puede correlacionarse con el incremento de las masas continentales y
por lo tanto, con una mayor gama de posibilidades y condiciones para los organismos
terrestres. Había animales pequeños, grandes como los dinosaurios, acuáticos, terrestres
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
y otros más que volaban. Entre las plantas predominaban las cicadales, gingkos y
coníferas.
Hacia fines del Mesozoico y principios del Cenozoico hubo muchos cambios. Aparecieron
las primeras angiospermas que probablemente vivían en regiones montañosas, mientras
que las coníferas y cicadales dominaban las planicies. La aparición de nuevas clases de
animales quizá fue el principal factor que dio la primera ventaja a las angióspermas o
plantas con flores. Estas son superiores a las gimnospermas pues poseen mecanismos
más eficientes de entrecruzamiento, dispersión y establecimiento de las semillas. Los
insectos y las aves son agentes mucho más efectivos para transportar polen y semillas
que el viento y el agua. Como ejemplo podríamos señalar que durante esta época, la
familia de las abejas estaba en plena evolución. Los escarabajos, abejas, mariposas,
aves y mamíferos primitivos debieron haber tenido una considerable influencia selectiva
en la evolución de las familias y géneros de estas plantas.
Actualmente las plantas con semillas están divididas en dos grandes grupos: las
gimnospermas y las angiospermas.
GIMNOSPERMAS
El término gimnosperma significa semilla desnuda y las plantas de este grupo reciben
este nombre porque los óvulos y semillas de todos sus miembros se forman expuestos
sobre la superficie del esporófilo. A las gimnospermas se les puede considerar como
diversas líneas de plantas con semillas, con características comunes entre ellas. A
continuación se mencionan las características más sobresalientes:
1. Coníferas
2. Cycadas
Es un conjunto de plantas parecidas a las palmas que habitan principalmente las zonas
tropicales y subtropicales del mundo. Actualmente existen sólo nueve géneros y
alrededor de 100 especies. Sin embargo, llegaron a ser tan comunes y numerosas
durante el Mesozoico, que con frecuencia se habla de la "era de las cycadas y de los
dinosaurios". Estas plantas presentan las hojas en la parte superior; al igual que las
palmas, y producen una especie de conos, donde se forman las semillas que están
localizados en la parte superior del tronco, en el centro del macizo de hojas. Existen
individuos masculinos que producen polen y otros femeninos que producen óvulos,
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
donde se forman las semillas (Figura III.2). Algunas especies llegan a alcanzar hasta 18
metros de altura.
3. Ginkgoales
4. Gnetinae
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
ANGIOSPERMAS
Las angiospermas o plantas con flores incluyen aproximadamente 300 000 especies,
siendo el grupo de plantas más numeroso que existe actualmente. Son muy diversas en
forma y estructura y dominan la superficie de nuestro planeta. Sus flores están
compuestas por cáliz y corona que rodean los órganos propiamente reproductores. Los
óvulos o células femeninas se encuentran cubiertos o protegidos por los llamados
carpelos u hojas modificadas que se cierran sobre sí mismas, protegiendo así las células
encargadas de la reproducción.
En las plantas con semillas las esporas femeninas, en vez de ser liberadas del
esporangio, quedan retenidas y protegidas en interior del mismo. En este sitio germina
la espora y produce un pequeño gametofito femenino, protegido por el tegumento que lo
envuelve completamente, excepto por una pequeña abertura en la parte superior, el
micrópilo. Posteriormente, el tegumento se desarrolla para formar la testa de las
semillas.
Los gametos o células sexuales femeninas y masculinas son haploides (1n) Los gametos
de sexo opuesto se fusionan para formar un cigoto (2n). En la figura III.3(a) se presenta
el ciclo de vida de una gimnosperma, donde se ve la alternancia de generaciones y la
producción y desarrollo de las semillas después de la fertilización. En la figura III.3(b) se
presenta la misma situación para una angiosperma.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Figura III.3. (a) Ciclo de vida de una gimnosperma (tomado de Raven y Johnson, 1989).
Figura III.3. (b) Ciclo de vida de una angiosperma (tomado de Raven y Johnson, 1989).
precursores de los futuros tejidos de la planta. Al mismo tiempo se van formando los
cotiledones.
Las semillas, como se vio en el apartado anterior, son óvulos maduros. Se forman en el
ovario, el cual se desarrolla para formar el fruto; sin embargo, hay ocasiones en que
participan otras estructuras además del ovario en la formación del fruto.
Figura III.4. A) Morfología de semillas de coco: Cocos nucifera (1), de frijol, Phaseolus vulgaris(2),
ricino, Ricinus communis (3) y pino, Pinus pinea (4). Muestran las distintas estructuras externas de la testa y
algunos aspectos de la morfología interna. B) Anatomía de la testa de tres especies (1) Melilotus
alba, (2) Sinapsis alba, mostaza y (3) Glycine max, soya. Se puede observar las diferentes capas que la
componen. Esto permite cierta complejidad y variación en las cualidades de la testa entre las distintas
especies (tomado de Hamly, 1932 y Vaughan, 1970).
Todas las semillas están rodeadas por una cubierta llamada testa (Figura III.4, a y b), la
cual puede tener muy distintas texturas y apariencias. Generalmente es dura y está
formada por una capa interna y una externa de cutícula y, una o más capas de tejido
grueso que sirve de protección. Estas características le confieren a la testa cierto grado
de impermeabilidad al agua y a los gases. Ello le permite ejercer una influencia
reguladora sobre el metabolismo y crecimiento de la semilla. Frecuentemente en la testa
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
se puede observar el micrópilo. En muchas ocasiones está asociado con una cicatriz
llamada hilio, que marca el punto donde la semilla se separó del tallo (funículo) por
medio del cual estaba adherido al fruto. En algunas semillas estas estructuras de la testa
están ausentes pero lo que en realidad sucede es que se está observando el pericarpio
de un fruto y no la testa, como por ejemplo en el caso de Helianthus annuus (el girasol,
que pertenece a la familia de las compuestas) y de la lechuga.
El endospermo tiene como función almacenar las reservas alimenticias de las semillas,
aunque no siempre está presente. Entre las semillas que tienen un endospermo bien
desarrollado están las gramíneas como el trigo, el maíz, la cebada y algunas
dicotiledóneas como Ricinus communis. En estos casos los cotiledones son relativamente
pequeños. El endospermo de las gramíneas y de otras especies se caracteriza por
presentar una capa externa o aleurona. Tienen paredes gruesas y en su interior se
desarrollan los llamados granos de aleurona. Estas células permanecen vivas, a
diferencia de las células del endospermo de otros cereales, las cuales se convierten en
células muertas empacadas con almidón y algo de proteínas.
El embrión es el origen de la raíz, hojas y tallo de la nueva planta, por lo que resulta de
interés entender con más detalle su funcionamiento. El embrión maduro de las plantas
que tienen flores consiste en un eje parecido a un tallo (eje embrionario) en cuyo
extremo están uno o dos cotiledones (Figura III.4(a)). Estos cotiledones frecuentemente
se conocen como las hojas de las semillas o las hojas cotiledonarias, debido a que son
las primeras hojas en aparecer, aunque tienen forma y función diferentes de las hojas
que aparecerán subsecuentemente durante la vida de la planta. En ambos extremos del
eje embrionario hay meristemos formados por células con gran capacidad de
reproducción, responsables del crecimiento. En el embrión, el meristemo apical del tallo
se localiza en la parte superior del eje embrionario, justo arriba de los cotiledones, y por
eso se le conoce como epicótilo —arriba de los cotiledones—. En algunos embriones el
epicótilo consta solamente del meristemo apical, mientras que en otros, presenta una o
más hojas jóvenes. En este último caso, el epicótilo, junto con las hojas jóvenes, se
denomina plúmula. La parte del eje embrionario entre el epicótilo y el ápice de la raíz se
llama hipocótilo, por encontrarse inmediatamente abajo de los cotiledones. Finalmente,
en el extremo se encuentra el ápice de la raíz o radícula.
Estas partes son mucho más fáciles de identificar en las dicotiledóneas que en las
monocotiledóneas. En las últimas, el cotiledón único se llama escutelo. La envoltura
basal del cotiledón se ha elongado para formar el coleoptilo y en algunas especies el
hipocótilo se ha modificado parcialmente. La coleorriza puede considerarse como la base
del hipocótilo que envuelve la radícula.
Sintetizando, diríamos que el embrión está formado básicamente por un eje hipocótilo-
raíz con uno o dos cotiledones (dependiendo si son mono o dicotiledóneas) y un
meristemo apical en los ápices de raíz y tallo.
Con el paso del tiempo los cotiledones disminuyen de tamaño, se van secando y
finalmente se desprenden. Todas las sustancias almacenadas en ellos ya han sido
utilizadas por la nueva plántula y por lo tanto sólo quedan restos de lo que eran. Para
este momento ya han transcurrido varios días y a veces hasta semanas, y la plántula,
que antes dependía de los cotiledones para obtener su alimento, ya es una planta capaz
de obtener del suelo y del Sol lo que necesita para sobrevivir. Absorbe elementos del
suelo y lleva a cabo la fotosíntesis activamente. En este momento ya se le considera una
planta independiente y establecida. El periodo de tiempo que transcurre entre el
momento en que la semilla germina y en el que la plántula se establece como un
organismo independiente constituye una de las fases decisivas y más delicadas en el
ciclo de vida de la planta. Es el momento en que el individuo es más susceptible a una
gran cantidad de daños, como enfermedades por hongos, depredación por insectos,
sequía, desenterramiento, etc. La mortandad en la etapa de plántula es enorme y sólo
unos cuantos individuos llegan a establecerse.
Como vemos, las plantas tienen varias estrategias para afrontar esta etapa de la vida.
Encontramos una gran diversidad de tamaños, formas, velocidades de respuesta, etc.,
que iremos considerando a lo largo de este libro.
Las semillas se pueden dividir en función del tipo de material que almacena reservas. En
algunas son principalmente los carbohidratos y en otras son los lípidos o grasas,
predominando estas últimas. Entre las especies en que los carbohidratos alcanzan
valores altos están el maíz (Zea mays con 50-70% de carbohidratos en la semilla secada
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
al aire contra 5% de lípidos), el chícharo (Pisum sativum, con 30-40 contra 2), el
castaño (Castanea vesca, con 42 contra 3) y el encino (Quercus pendunculata, con 47
contra 3). Por otro lado, entre las especies con un mayor porcentaje de lípidos en
materia secada al aire está el cacahuate (Arachis hypogaea, con cantidades entre 8-21%
de carbohidratos y 40-50% de lípidos), el girasol (Helianthus annuus, que no presenta
carbohidratos y en cambio tiene entre 4 y 50% de lípidos) y el ricino (Ricinus
communis, con 64% de lípidos y 0 carbohidratos).
Son pocos los casos en que las proteínas funcionan como reservas. Esto sucede en el
frijol de soya, por ejemplo, el cual tiene 40% de proteínas, 18% de lípidos y 7% de
carbohidratos.
Tabla III.1. Composición de las reservas alimenticias y su principal órgano de almacenamiento. P indica el
porcentaje de proteínas, L el de lípidos y Ch el de carbohidratos (modificado de Bewley y Black, 1982).
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
El almidón y la hemicelulosa son los dos tipos de carbohidratos que almacenan reservas.
Es común encontrar el primero de ellos en la mayor parte de los cereales y las
leguminosas. Además, las semillas contienen otros tipos de carbohidratos que no
cumplen una función de almacenamiento, como por ejemplo los mucílagos que recubren
la testa de algunas semillas y que posiblemente ayudan a la dispersión y fijación de la
semilla al sustrato. Los mucílagos se encuentran sobre la superficie de la testa o en
celulas especiales en la misma testa, como sucede en Brassica alba. Las hemicelulosas,
tanto el pentosano como el hexosano, están presentes en el endospermo de las palmas
y en los cotiledones de algunas leguminosas.
Los lípidos están presentes en forma de glicéridos de ácidos grasos. En realidad son un
grupo de sustancias químicas heterogéneas. La mayoría son del tipo no saturado y entre
los principales están el ácido oleico, el linoleico y el linolénico. El contenido de lípidos de
algunas semillas aparece en la tabla III.1. Los triglicéridos se localizan en forma de
organelos subcelulares que han recibido varios nombres (oleosomas, cuerpos de aceites,
etc.). Cuando las semillas tienen grandes depósitos de lípidos, estos cuerpos ocupan
todo el espacio, excepto el de los otros organelos.
Las semillas contienen muchas proteínas que metabólicamente están inactivas y que
funcionan como reservas, las cuales varían según la especie. También presentan
proteínas que metabólicamente son activas, como las enzimas proteicas. En el trigo, por
ejemplo, se han encontrado por lo menos cuatro tipos de proteínas: prolaminas,
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Éstas son sólo algunos ejemplos de la gran cantidad y variedad de sustancias presentes
en las semillas; sin embargo, es importante mencionar que la mayoría de los análisis se
ha hecho en semillas de interés comercial o farmacéutico, y que aún se sabe muy poco
sobre la composición de las semillas silvestres.
I V . D E S P E R T A N D O U N A V E Z M Á S
CUANDO se humedece una semilla, ésta absorbe agua y se inician en ella las actividades
metabólicas como la respiración y la síntesis de proteínas; después de cierto tiempo el
embrión emerge de la semilla. En este momento se dice que la semilla ha germinado.
Para que el proceso de germinación se lleve a cabo con éxito, es necesario que exista
humedad, oxígeno y una temperatura adecuada. No obstante, es frecuente que aun
cuando las semillas se encuentran bajo esas condiciones, no germinen. Esto se debe a
que existe un impedimento o bloqueo en alguna parte del proceso de germinación que
evita que se desarrollen los cambios necesarios en la semilla. Estos impedimentos
desaparecen al proporcionar a la semilla un estímulo del medio ambiente, como sería la
luz o la temperatura baja, o bien dejando que el tiempo transcurra para que se vayan
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Una vez que la semilla ha germinado, el crecimiento continúa y las reservas de los
cotiledones o del endospermo son transportadas hasta las partes nuevas de la plántula,
cuyas células están reproduciéndose y elongándose activamente. Este proceso, que
continúa hasta que la plántula, comienza a absorber agua y nutrientes del suelo e inicia
la actividad fotosintética convirtiéndose así en una planta joven, establecida e
independiente, no se detiene, excepto por la muerte.
AGUA
El primer paso para que se inicie la germinación es que la semilla entre en contacto con
el agua. Ésta es fundamental para que la semilla se rehidrate y exista un medio acuoso
donde los procesos enzimáticos puedan llevarse a cabo. La semilla requiere de una
pequeña cantidad de agua para rehidratarse, generalmente no más de 2 a 3 veces su
peso seco; sin embargo, la nueva plántula tiene requerimientos mayores para que sus
raíces y hojas puedan seguir desarrollándose. Son dos los factores que deben tomarse
en cuenta al analizar el proceso de absorción (llamado imbibición) de agua por parte de
la semilla: 1) las relaciones de la semilla con el agua, y 2) la relación entre la semilla y el
sustrato.
La cantidad de agua que absorbe y la velocidad con que lo hace están determinadas por
procesos físicos de difusión y por las propiedades de los coloides. El agua tiene que
atravesar una membrana permeable, la cual presenta una alta concentración de
sustancias en uno de los lados. Las moléculas del solvente penetran a la sustancia que
se está hinchando o imbibiendo, ocupando los espacios capilares e intermicelares del
coloide. Esto produce una presión de imbibición, de fuerza considerable, la cual llega a
alcanzar valores de cientos de atmósferas. Esta presión puede llevar al rompimiento de
la testa durante la germinación. En las semillas, el principal componente que se imbibe
de agua son las proteínas; también participan otros compuestos como los mucílagos y la
celulosa.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
La superficie de la semilla que está en contacto con el suelo también afecta la capacidad
de absorción de ésta. Mientras mayor es el contacto, más cantidad de agua puede ser
absorbida. Por lo tanto, el tamaño y la estructura de la cubierta de la semilla son
factores determinantes, al igual que la microtopografía del suelo. Desde la perspectiva
de una semilla, la estructura del suelo es sumamente heterogénea. Está lleno de
montículos, grietas, pendientes, etcétera, y éstos cambian con la textura del suelo. Así,
no todas las posiciones de una semilla harán buen contacto con las partículas del suelo,
ni tendrán acceso a suficiente humedad para germinar. La forma y tamaño de la semilla
también afectará, como se puede apreciar en la figura VIII.4 (capítulo VIII). Se ha visto
que conforme se incrementa el contacto de la semilla con el suelo, aumenta la velocidad
con que ésta se hidrata y por tanto la germinación se lleva a cabo más rápidamente.
GASES
TEMPERATURA
El efecto de la temperatura sobre las semillas secas, sin imbibir, es muy diferente. En el
primer caso, se ha comprobado que muchas especies, sobre todo las de testa dura, son
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Las semillas de cada especie pueden germinar dentro de un rango de temperaturas; sin
embargo existe un punto óptimo, arriba o por debajo del cual la germinación también se
lleva a cabo pero más lentamente. Así, la temperatura óptima es aquella bajo la cual se
obtiene el porcentaje más alto de germinación en el menor tiempo. Las temperaturas
máximas y mínimas de germinación son las temperaturas más altas y más bajas en las
cuales todavía se produce germinación (Figura IV.1(a)). En la gráfica, en el eje
horizontal o de las x aparecen los días a lo largo de los cuales se observó la germinación
y en el eje vertical o de las y se observa el porcentaje de germinación. La pendiente o
inclinación de la curva nos da la velocidad de germinación. Ésta varía en función de la
temperatura.
Figura IV.1. A) Gráficas de la germinación de especies anuales que colonizan las dunas costeras de Gran
Bretaña. Las de la izquierda muestran la germinación con dos periodos alternantes de temperatura (5-15°C,
10-20°C y 15-25°C); las de la derecha, los resultados obtenidos con temperaturas constantes (5°C, 10°C
15°C y 25°C). En ambos casos se usaron semillas colectadas hacía 4 meses. B) Gráficas de la pérdida de
sensibilidad a la temperatura conforme las semillas tienen mayor tiempo de haber sido colectadas. Muestran
como las semillas de Aira praecox, con la edad, presentan respuesta a un rango más amplio de condiciones
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
La temperatura y el rango en el cual las semillas germinan, está en función del origen de
las semillas, de sus características genéticas y de su edad. A continuación se presentan
algunos datos de temperaturas de germinación para varias especies:
Temperatura º C
Especie Mínima Óptima Máxima
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
cambio, cuando la alternancia abarca doce grados o más, casi todas las semillas
germinan.
LUZ
Existe una gran variedad de respuestas en la germinación de las semillas con respecto a
la luz. Entre las plantas cultivadas se ha visto que no requieren luz para germinar, pues
lo hacen de igual manera en la luz que en la oscuridad. En cambio, muchas semillas
silvestres tienen comportamientos diferenciales con respecto a la luz. Existen aquellas
que sólo germinan en la oscuridad, aquellas que sólo germinan bajo luz continua, otras
que requieren de un periodo breve de iluminación para germinar y otras más que son
indiferentes a la presencia de luz u oscuridad. Al igual que en el caso de las
temperaturas alternantes, las semillas encuentran en la naturaleza ambientes lumínicos
muy diversos: bajo la vegetación, en un hueco, bajo la hojarasca, bajo tierra, etcétera.
Algunas semillas sólo requieren luz para germinar cuando están recién colectadas,
mientras que en otras este efecto persiste hasta por un año y en otras más, se
desarrolla durante el almacenamiento. Por lo tanto, es un factor en el cual la edad de la
semilla también es determinante.
alrededor de los 750 nm (Figura IV.2). Se encontró que la luz roja rompe la latencia y
promueve la germinación, mientras que la luz azul y la roja lejana inhiben la
germinación. También se encontró que la alternancia de iluminaciones provoca una
reversión de la estimulación y la inhibición de la germinación. La germinación de las
semillas de lechuga es estimulada por la luz roja pero puede inhibirse si posteriormente
se iluminan con luz infrarroja. Si más tarde se iluminan con luz roja se vuelve a inducir
la germinación. La luz roja estimula la germinación y la luz infrarroja la inhibe. Se puede
repetir esta alternancia y obtener esta respuesta numerosas veces. La naturaleza de la
última iluminación será la que determine la respuesta germinativa.
Figura IV.2. Efecto de varias longitudes de onda en el rompimiento de la latencia de semillas de lechuga.
Éstas, que generalmente permanecían latentes en la oscuridad, fueron irradiadas con suficiente luz roja para
obtener una germinación potencial de 50% en el lote experimental. Después fueron sometidas a luz de
diferentes longitudes de onda y se pusieron a germinar en la oscuridad, contándose el número que germinó
después de un día. Se puede ver claramente que la luz naranja-roja (600-700 nm) rompe la latencia y
promueve la germinación, mientras que la luz infrarroja (720-780 nm) principalmente, pero también la azul
(420- 500 nm), inhiben la germinación reimponiendo la latencia (tomado de Bewley y Black, 1982).
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Igual que en otros muchos fenómenos en los que interviene la luz, el efecto depende
tanto de la intensidad como de la duración de la iluminación. La respuesta germinativa
—estimulación e inhibición— estará en función tanto de la intensidad de la luz como de
su duración, o sea de la energía total de irradiación. Sin embargo, las transformaciones
del fitocromo requieren muy poca energía e irradiaciones de unos cuantos segundos o
minutos pueden ser suficientes para romper la latencia y germinar. Algunas otras
requieren mucho más tiempo, dependiendo de las cubiertas de la testa que actúan como
un filtro.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Figura IV.3. A) Espectro de absorción del fitocromo en sus formas Fr y Frl. Puede verse que hay una
sobreposición entre ambos espectros. La forma Fr absorbe luz roja y se convierte a una forma activa que
rompe la latencia y a su vez absorbe luz roja lejana pasando a la forma Frl. B) Fotoequilibrio del fitocromo
resultado de la proporción total de Frl / Fr. Es producto de las transformaciones fitoquímicas que se dan, ya
que Fr y Frl absorben una cierta longitud de onda, ocurriendo transformaciones en ambos sentidos debido al
sobrelapamiento en las curvas de absorción de la figura (A) (tomado de Bewley y Black, 1982).
Este equilibrio es el que permite a la semilla detectar la calidad de la luz del medio
ambiente en que se encuentra, particularmente con respecto a la proporción rojo/rojo
lejano. De esta manera la germinación de la semilla se restringe a aquellos ambientes
que poseen cierta calidad de luz. Así, semillas que requieren un valor relativamente alto
de no germinarán cuando la luz haya sido filtrada por las hojas verdes del dosel, pues
es una luz rica en longitudes de onda rojo lejano, y la germinación se producirá en
ambientes más abiertos, más adecuados para el crecimiento de la plántula.
MOVILIZACIÓN DE RESERVAS
Se dice que una semilla ha germinado cuando aparecen las primeras señales de
crecimiento; en primer lugar emerge la radícula y después aparece el hipocótilo o
plúmula. La extensión del eje embrionario, o sea todo el embrión excepto los
cotiledones, se debe principalmente a la imbibición del agua y al inicio de acumulación
de nuevo tejido. Esta primera actividad de crecimiento se da aun antes de que emerja la
radícula; es resultado sobre todo de la elongación de las células y a veces también se
produce la división celular al mismo tiempo. Durante la imbibición se inicia un
metabolismo muy activo (respiración y síntesis de proteínas) que está asociado con la
hidratación de las enzimas. Todo este proceso comprende cambios químicos muy
complejos. Son de tres tipos básicamente: el rompimiento o degradación de ciertos
compuestos presentes en las semillas, el transporte de materiales de una parte de la
semilla a otra, principalmente del endospermo al embrión o de los cotiledones a las
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
partes en crecimiento, y por últimonb la síntesis de nuevos materiales a partir de los que
fueron degradados.
Figura IV.4. Diagrama del corte longitudinal de un grano de cebada que muestra la actividad que se
desarrolla en diferentes regiones de la semilla con respecto a las hormonas, enzimas y algunos de los
productos de la acción de las enzimas (Black, 1972). Véase texto para mayor explicación.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Este proceso es controlado por el embrión, que usa ácido giberélico, el cual fue
previamente sintetizado por el eje embrionario, para mandar señales a la capa de
aleurona. Veinticuatro horas después, el escutelo (proyección del eje embrionario en las
gramíneas) también empieza a sintetizarlo. En experimentos hechos con semillas a las
que se les ha quitado el embrión, no se desencadena este proceso, pero si a estas
semillas se agrega un poco de ácido giberélico diluido, la capa de aleuronas empieza a
secretar enzimas.
Las enzimas son sintetizadas por la propia capa de aleuronas en respuesta al ácido
giberélico, excepto la 1,3- glucanasa, aunque aún no se conoce el proceso con detalle.
En la figura IV.4 aparece una síntesis de algunas de las actividades metabólicas que
tienen lugar durante la germinación de la cebada. Los factores que controlan la
movilización de reservas en otras semillas que no sean cereales, son menos conocidas.
El destino del cotiledón es otro rasgo que distingue a las semillas germinadas de
diferentes especies. Desde esta perspectiva es posible dividir a las plántulas en dos
grupos:
i) Epigeas, en las cuales los cotiledones se levantan fuera del suelo y generalmente se
vuelven verdes y fotosintéticos (Figura IV.5(a)).
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Figura IV.5. A) Ejemplos de plántulas con germinación epígea: el primer esquema muestra la cebolla, Allium
cepa y al frijol, Phaseolus vulgaris. Se muestran los diferentes estadios desde semilla hasta plántula. B)
Algunos ejemplos de plántulas con germinación hipogea: Pisum sativum(chícharo) y Zea mays (maíz).
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Dentro de las dicotiledóneas, esta diferencia es clara en función de los distintos grados
de crecimiento o extensión del hipocótilo. En el primer caso el hipocótilo crece bastante,
levantando los cotiledones, y en el segundo caso permanece pequeño. Posteriormente,
cuando los cotiledones se separan, el epicótilo se elonga para que las dos primeras hojas
queden al aire y reciban la luz del Sol. En general, se acepta que el escutelo de las
gramíneas constituye un cotiledón modificado (al igual que el haustorio de otras
monocotiledóneas). Ninguno de éstos se eleva por encima del endospermo durante la
emergencia de la plántula.
Esta etapa de la vida de la planta es una de las más vulnerables. De ahí el esfuerzo de la
planta progenitora para que existan suficientes reservas que ayuden en el inicio, en lo
que la planta se desarrolla lo suficiente como para competir con otras y obtener agua y
sustancias nutritivas.
Forma de
Especie Mortalidad Tiempo crecimiento
Durante esta etapa del ciclo de vida el medio ambiente constituye un lugar muy riesgoso
donde pocos individuos pueden establecerse y sobrevivir. Sin embargo, para reemplazar
a la planta que dio origen a esas semillas y a esas nuevas plántulas sólo hace falta que
una sobreviva. En el caso de las plantas anuales (las dos primeras de la lista) es
fundamental que sobreviva cada año un número tal que garantice que la población va a
permanecer. Para estas especies, cada año hay un momento en que sólo están
representadas en el ambiente por sus semillas, pues la plántula ya fructificó, sus
semillas se dispersaron, se completó el ciclo y murió. De la germinación y
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
V . R E C O N O C I E N D O E L M E D I O A M B I E N T E
PARA que una semilla germine se requieren ciertas condiciones, como se vio en el
capítulo anterior. La primera de ellas es que se hidrate. Hay ocasiones en que una
semilla viable se imbibe y aun así, no puede germinar pues no todas las condiciones son
favorables, como por ejemplo, la temperatura. Pero en el momento en que se satisfagan
esas condiciones la semilla germinará; esta semilla se encontraba en estado quiescente
—condición que se define como el arresto o retraso del metabolismo y crecimiento
debido a que el medio ambiente no lo permite.
El mecanismo de la latencia permite a las semillas distinguir un buen sitio para germinar.
Por ejemplo, las semillas que requieren luz para germinar, no lo harán cuando estén
enterradas en el suelo o cuando haya plantas que les den sombra. Así, a través del
mecanismo de latencia las semillas perciben información de las condiciones ambientales
externas, ¡inclusive de la época del año! Hay especies cuyas semillas tienen que
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
¿Cuál es la naturaleza del bloqueo que evita la germinación de las semillas que están
latentes? En función de la forma en que se mantiene la latencia se distinguen dos tipos:
LATENCIA EMBRIONARIA
El caso más claro de este tipo de latencia se da cuando un embrión que se ha extraído
de la semilla es incapaz de germinar bajo las condiciones adecuadas. El control de este
tipo de latencia lo ejercen por un lado los cotiledones que inhiben el crecimiento del eje
embrionario, y por el otro, sustancias inhibidoras de la germinación como el ácido
abscísico. Se han realizado experimentos en donde se "lavan" las semillas quitándoles
estas sustancias y se ha comprobado la presencia de estos inhibidores, pues después de
ello sí pueden germinar. En ocasiones el embrión está anatómicamente inmaduro y
requiere de un tiempo mayor para completar su desarrollo, como en el caso del Fraxinus
excelsior (fresno) y del Pinus sylvestris (un tipo de pino).
En algunos casos, como el de Iris o Rosa, la testa contiene sustancias que inhiben la
germinación. Se puede provocar la germinación lavando las semillas con gran cantidad
de agua. A veces estos inhibidores están dentro de la semilla y la impermeabilidad de la
tésta evita que se escapen. Por ejemplo, en la avena la latencia se mantiene por las
cubiertas de la lemna y la palea. Cuando éstas se remueven y las semillas desnudas se
ponen en un medio húmedo, hay germinación.
La gran mayoría de las semillas que requieren luz para germinar presentan latencia
impuesta por la testa. Esta actúa como un filtro por el cual la luz tiene que atravesar. Se
debe recordar que las semillas que requieren luz para germinar se estimulan cuando se
establece cierta proporción del fitocromo activo y del inactivo, producto de la acción
combinada de luz roja y roja lejana. Las semillas tienen diferentes grosores de testa y
diferentes pigmentaciones, lo cual modifica la cantidad y calidad de luz que llega al
embrión. Por ejemplo, se ha visto en Chenopodium album que en las semillas con testa
gruesa (49-53 ) sólo germina el 27%, en las que miden 44-99 germina 47% y las
más delgadas (24-28 ) presentan una germinación de 62%, cuando se exponen
durante 15 minutos a la luz.
Finalmente, hay varios casos en los cuales una incisión o perforación de la testa
remueve la latencia y sin embargo no sucede nada de lo anterior. En estos casos se ha
pensado que las cubiertas externas, duras, ejercen una restricción mecánica al
crecimiento del embrión.
la segunda fase las semillas están viables y no presentan latencia, o sea que pueden
germinar, y dura sólo unos cuantos días. En la tercera fase están latentes y no pueden
germinar. La latencia se debe a la formación de una testa dura e impermeable. Este
fenómeno está controlado por factores genéticos pero también influyen los factores
ambientales modificando los tiempos.
La luz es otro agente que rompe la latencia. Así como hay semillas que requieren luz
para germinar, hay otras en que la luz inhibe la germinación. En otros casos afecta no
sólo el porcentaje total de semillas germinadas sino también la velocidad. En las semillas
del pasto Agrostis el porcentaje final de germinación está directamente relacionado con
la intensidad de la luz; a altas intensidades se requiere más tiempo para obtener
germinación máxima. Otro factor que rompe la latencia es la humedad, como en las
semillas de Cyperus inflexus.
Las semillas de cierto número de especies del banco de semillas (capítulo VIII)
atraviesan por ciclos anuales de latencia durante los cuales pasan periodos en estado
latente y periodos en que no están latentes. En experimentos hechos con la
gramínea Polygonum aviculare se enterraron en el campo semillas recién colectadas y se
monitoreó la germinación durante casi dos años y se encontró que las semillas
atraviesan por un ciclo muy regular. Hay un pico de germinación en marzo, seguido por
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
un periodo de latencia que abarca de mayo a octubre. Durante los meses de verano esta
latencia parece estar inducida por las altas temperaturas y se puede romper
artificialmente poniendo las semillas a una temperatura baja. Durante este tiempo las
semillas se tardan seis veces más en lograr un 50% de germinación que en el mes de
marzo.
La existencia de estos ciclos indica que el banco de semillas latentes está en un estado
de continuos cambios fisiológicos, que asegura que las condiciones de latencia de las
especies están en concordancia con las condiciones ambientales predominantes.
Se comprobó que las semillas de una misma especie (Lactuca sativa y Stellaria media)
producidas en momentos de temperatura baja presentaban una latencia más profunda
que las semillas producidas durante épocas más cálidas. Esto es también de gran
importancia para el banco de semillas, pues dentro de una especie existen semillas con
distintos requerimientos de germinación. Así, no importará en qué época del año haya
una perturbación que promueva la germinación de especies presentes en el banco de
semillas, pues siempre habrá semillas de las especies mencionadas que puedan
germinar. Por tanto, la variabilidad de respuesta permite a la especie hacer frente a un
medio ambiente cambiante y poco predecible.
La duración del día que experimenta la planta progenitora (especialmente durante los
últimos días de la maduración de las semillas) afecta la latencia de algunas especies. Se
ha observado que algunas especies del desierto presentan una correlación entre la
duración del día y la permeabilidad de la testa. Las condiciones de humedad ambiental
que experimenta la planta progenitora durante la maduración de las semillas también
determina el grado de impermeabilidad de la testa.
Sin embargo, existe poca información sobre las consecuencias ecológicas de esta
relación entre el progenitor y la progenie. Se desconoce el destino de muchas de estas
semillas en el campo y por tanto su grado de sobrevivencia y éxito reproductivo.
V I . E S C O N D I D A S Y A P A R E N T E S : D Ó N D E
P O D E M O S E N C O N T R A R L A S
EN LOS últimos años se ha acumulado una gran cantidad de información sobre los
procesos fisiológicos de latencia y germinación de las semillas,de gran cantidad de
especies, en distintos ambientes. Los estudios de la fisiología de la germinación han
demostrado que las plantas utilizan muchos mecanismos para reconocer aspectos
particulares del ambiente externo que rodea a la semilla y futura plántula, y así pueden
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Hay dos tipos de factores que las semillas tienen que evitar: físicos y bióticos. Desde el
punto de vista de los factores físicos existen épocas del año desfavorables para el
crecimiento debido a las temperaturas extremosas, escasez de agua (sequía) o exceso
(inundación) y baja cantidad de luz. Dependiendo del patrón temporal y de la
predicibilidad de estos factores, la planta habrá desarrollado respuestas, desde el punto
de vista evolutivo. El comportamiento de la planta en función de estas respuestas es
mucho más claro para los factores ambientales que son predecibles, o sea aquellos que
se repiten cada año, como por ejemplo la época de secas, el invierno, etc. Las plantas se
han adaptado, lo cual les permite sobrevivir a estos periodos desfavorables.
Las temperaturas altas y la escasez de agua son características del verano en muchos
sitios. Las semillas que habitan ahí cuando maduran a finales de la primavera o
principios del verano, frecuentemente presentan latencia innata, la cual les permite
germinar en el otoño, cuando hay condiciones más favorables. Otras requieren de una
baja en la temperatura para germinar o bien sólo lo hacen dentro de rangos estrechos
de temperatura, generalmente inferiores a los que predominan en el verano. Algunas
semillas de desiertos requieren fuertes lluvias para germinar, las cuales se presentan a
finales del otoño. Parecen tener inhibidores en la testa, los cuales se lavan con una
precipitación mayor de 25 milímetros.
Los factores bióticos pueden ser tan perjudiciales para las plántulas como un descenso
de temperatura. Un bosque sombreado puede evitar el establecimiento de plántulas ya
que no permite el paso de luz suficiente para que el nuevo individuo pueda
fotosintetizar; y las raíces bien desarrolladas de las plantas establecidas acaparan la
humedad y nutrientes, no dejando nada para la plántula.
Una forma en que la semilla evita estas condiciones es buscando sitios adecuados, como
lugares recién abiertos dentro del bosque por la caída de un árbol. Sin embargo, estos
sitios son efímeros y su distribución en el espacio y en el tiempo es impredecible. Las
capacidades de dispersión, latencia y longevidad de las semillas ayudan a incrementar la
probabilidad de que la semilla encuentre condiciones adecuadas para germinar.
Algunas especies viven en comunidades que periódicamente son arrasadas por el fuego
y en donde por lo tanto, de repente se abren grandes espacios para colonizar. Las
condiciones extremas de temperatura del fuego son un buen indicio de que
próximamente habrá espacios vacíos, donde no habrá competencia con otras plantas.
Muchas de las especies adaptadas a estas condiciones restringen la época de dispersión
al periodo inmediatamente posterior al fuego (los conos de los pinos se abren para
liberar las semillas) y sobreviene una germinación rápida. Otras especies tienen testas
duras que les permiten soportar las condiciones drásticas de temperatura.
Hay otro conjunto de especies adaptadas a un ambiente creado por el hombre: los
campos de cultivo. Un campo recién arado representa una excelente oportunidad para
establecerse sin la presencia de otras plantas que compitan por la luz o los nutrientes.
Sin embargo, conforme el cultivo madura se inicia la competencia y ésta se intensifica
cada vez más con el tiempo. Por lo general, estas especies germinan rápidamente bajo
el estímulo de la luz que se produce cuando el campo es arado, y son capaces de
permanecer viables en el banco de semillas durante mucho tiempo. Las plántulas crecen
y maduran rápidamente para producir semillas y para que así éstas se incorporen al
banco y estén listas para la siguiente estación.
Finalmente, hay un grupo de especies que germina en bosques o selvas bajo un dosel
cerrado y con una competencia fuerte por parte de los individuos establecidos. Muchas
de estas especies producen semillas grandes, con abundantes reservas, a veces con
testas duras y/o sustancias tóxicas para evitar la depredación. Germinan en condiciones
de baja intensidad luminosa y generalmente no presentan latencia. En comunidades
como la selva hay condiciones de temperatura y humedad adecuadas todo el año, por lo
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
que las semillas germinan apenas caen —siempre y cuando no requieran de luz para
ello—. En estos ambientes también proliferan microorganismos descomponedores —
hongos, bacterias— e insectos que causan la pudrición y muerte de la semilla. Muchas
de estas especies germinan apenas caen al suelo y las reservas le sirven a la plántula
para alcanzar una talla que le permita adquirir sus propios recursos, en un medio en el
que hay muchos individuos de su misma especie, así como de otras, con los que hay que
competir. Una vez que la plántula ha adquindo cierto tamaño, si no hay condiciones
adecuadas de luz, detiene su crecimiento y permanece latente hasta que las condiciones
sean óptimas. Carlos Vázquéz-Yanes y su grupo de trabajo han encontrado que algunas
especies de selva producen semillas que germinan diferencialmente: una parte de la
cosecha germina a los pocos días, otra parte en unas semanas y algunas semillas tardan
varios meses. Han visto que las semillas que presentan mayor contenido de humedad
germinan más rápidamente que aquellas que, en el momento de dispersión, tienen
menor contenido. Las semillas de una leguminosa arbórea, Pithecellobium
arboreum, germinan en el suelo de la selva pero, cuando caen en ambientes abiertos,
expuestos a la desecación, no pueden imbibir suficiente agua para germinar. Por tanto,
el microclima de la selva es fundamental en la germinación de muchas de las semillas de
especies de selva.
En contraste, las semillas de árboles y arbustos pioneros de la selva, que invaden los
huecos que se abren al caer un árbol o una rama, producen gran cantidad de semillas
pequeñas. Casi todas ellas requieren luz para germinar, y si este factor está presente,
como sucede en un claro de la selva donde no hay ramas que lo sombreen, germinan
inmediatamente.
Hasta aquí hemos visto los mecanismos fisiológicos que les permiten a las semillas
perdurar en el tiempo y el espacio. Cada especie ha desarrollado su propia estrategia
para hacer frente a las vicisitudes que el medio ambiente le plantea. La relación planta-
semilla y medio ambiente, debemos verla como algo dinámico y heterogéneo. Ambas
cambian en el tiempo y en el espacio. A través del tiempo los individuos y semillas
maduran y envejecen, modificándose su metabolismo y capacidades. Las comunidades
alteran su composición de flora y fauna, su estructura y las condiciones que crean en su
entorno. Los cambios pueden ser suaves o muy drásticos. En el espacio, como se vio en
capítulos anteriores, la heterogeneidad es enorme y se está formando constantemente:
un hueco producido por la caída de una rama, un animal muerto que se descompone y
libera nutrientes en el medio, una planta del sotobosque que sombrea, un nido de
hormigas que remueve la tierra y acumula restos de hojas, etcétera.
Veamos el ejemplo de las semillas de una leguminosa del género Acacia. Son semillas
grandes, de testa dura e impermeable que se producen en vainas duras, leñosas, de
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
sabor dulzón. Las vainas permanecen sin abrir durante mucho tiempo, colgando del
árbol. Por tanto, éste constituye un primer lugar de almacenamiento de las semillas. Ya
en este momento están maduras y si se escarifican pueden germinar. Con el tiempo
estas vainas se abren o caen enteras y las semillas se dispersan, o bien algún herbívoro
grande intenta comerlas, deja caer algunas semillas e ingiere otras. No se sabe si el
fuego puede abrir las vainas y liberar las semillas ya que varias especies de Acacia viven
en sabanas sujetas a fuegos. Las semillas frecuentemente están perforadas y dentro se
está desarrollando una larva de insecto. Las semillas que caen al suelo pueden
permanecer en él durante bastante tiempo ya que la testa impermeable y dura las
mantiene latentes y protegidas. En el laboratorio la testa dura se rompe mediante
escarificación mecánica, ácidos, abrasión, choques térmicos, efecto de microondas, etc.
Estando en el suelo la testa dura puede romperse por varios mecanismos. Por ejemplo,
uno de ellos es al pasar por el tracto digestivo de grandes herbívoros, como gacelas en
las sabanas africanas; otro es por medio de fluctuaciones de temperatura que se dan en
el suelo desnudo, las cuales durante la época de secas llegan a ser mayores de treinta
grados al día; otro mecanismo más es por medio del fuego, el cual produce un choque
térmico que rompe el estrofiolo, abriendo una entrada para el agua. Parece ser que
también los orificios que hacen los insectos permiten la entrada del agua y por tanto
rompen la latencia producida por la testa. Esto ocurre cuando el insecto no ha dañado el
embrión u otras partes fundamentales de la semilla. Recientemente, se descubrió qué un
gran número de semillas de una especie australiana son depredadas por insectos y así
se dispersan y caen al suelo; cuando hay fuego, los insectos son menos resistentes que
el embrión de la semilla y por lo tanto un gran número muere. Las semillas que
sobreviven están vivas con la testa fracturada y por lo tanto, listas para germinar con las
siguientes lluvias. Se encontró que había mayor germinación y sobrevivencia de las
plántulas provenientes de las semillas depredadas.
Este relato ilustra cuán compleja es la historia de las semillas y cómo cada especie se ha
ido adaptando a las condiciones que encuentra, logrando en muchas ocasiones,
sobrevivir exitosamente, que son los casos que estudiamos y registramos. Como los
fallidos no están, no pueden verse.
V I I . E D A D D E L A S S E M I L L A S
NINGUNA especie vive indefinidamente. Cada especie de plantas y animales vive sólo
durante un intervalo característico a esa especie y que puede alargarse hasta cierto
punto al prevenir y eliminar o curar enfermedades. Estos intervalos son muy variables,
tanto entre plantas como entre los animales. Por dar algunos ejemplos, se ha registrado
que, entre los reptiles, la iguana vive 25 años y el cocodrilo 50; entre las aves, el colibrí
vive 10 años, la gaviota 30, el águila 40, el perico 50 y el cóndor 60. Entre los
mamíferos las cifras son similares: el murciélago 20, el orangután 30-40, el camello
hasta 45, el delfín entre 25 y 50 según la especie; la ballena 50 y el elefante 60. El
mayor periodo de vida registrado con certeza fue el de un reptil, la tortuga negra de
Seychelles que vivió durante 152 años. Actualmente se le considera una especie extinta.
Entre las especies vegetales se han registrado edades hasta de varias centenas de años.
Así, entre los árboles de bosques templados, Acer rubrum alcanza los 110 años, Pinus
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
australis 225,Acer saccharum y Picea rubens 225, Tsuga canadensis 350, Abies
procera 400, Taxodium distichum 600, Sequoia sempervirens 1 000, Sequoiadendron
giganteum 2 500 y Pinus aristata 3 000 años.
La historia y los informes con que se cuenta de la vida del hombre en otras épocas
indican que el periodo medio de vida se fue incrementando muy lentamente. En la edad
media un hombre de 30-40 años ya tenía altas probabilidades de morir. Pocos individuos
sobrepasaban esa media. Los conocimientos médicos actuales y la prevención y cura de
enfermedades han permitido aumentar ese límite. Sin embargo, es en este siglo cuando
se da un brinco en el que la edad media de un ser humano oscila entre los 50-60 años.
En la naturaleza los intervalos de vida de los distintos organismos son muy variables.
A las semillas les sucede lo mismo. Sólo viven, y por lo tanto son capaces de germinar
(ser viables), durante un periodo determinado que varía para cada especie. Sin
embargo, tenemos que diferenciar entre la longevidad fisiológica y la ecológica, o sea
aquella que se da en condiciones naturales. Fisiológicamente es posible conservar los
tejidos y estructuras, así como las capacidades funcionales de los mismos bajo
condiciones artificiales controladas. Ello permite incrementar los intervalos de tiempo
durante los cuales las semillas permanecen viables. Para ello, el hombre ha desarrollado
técnicas para proteger a las semillas de los daños causados por patógenos y parásitos; y
disminuir así su metabolismo de modo que no haya casi actividad celular. Sin embargo,
en el momento en que las semillas interactúan con su medio ambiente natural, están
sujetas a ser parasitadas y depredadas, aunque por otro lado quizá encuentren las
condiciones que promuevan su germinación y por tanto su imbibición e iniciar una
intensa actividad metabólica.
Los organismos latentes, entre ellos las semillas y las esporas, son muy resistentes a las
condiciones ambientales adversas, tales como bajas temperaturas, ataques microbianos
y aun irradiación.
Las células de plantas y animales tienen un alto contenido de agua. En los seres vivos
este contenido de agua oscila entre 65 y 96% del contenido total de sustancias, o sea
que es el compuesto más abundante. Una de sus propiedades más importantes es la de
ser un solvente universal, lo cual significa que un alto numero de sustancias es capaz de
disolverse mejor en el agua que en cualquier otro líquido. Así, muchas de las reacciones
que tienen lugar en los organismos vivos se llevan a cabo en presencia del agua. Otra de
sus propiedades importantes es la de ser un compuesto relativamente estable, es decir,
que participa en muchas reacciones químicas intercelulares, sin alterarse ante la acción
de enzimas específicas.
Cuando los tejidos se van secando al perder agua, cambia el estado físico del agua
restante. Cuando hay agua libre presente, el citoplasma está en estado de solución, y la
difusión y actividad enzimática se desarrollan normalmente. Al perderse agua, los
coloides celulares entran en una fase de gel en la cual no existe la difusión ni el
transporte. Si se pierde aún más agua, sólo queda la que está físicamente adsorbida en
las sustancias coloidales. Por tanto, aunque haya agua presente, ésta se encuentra
inmóvil, firmemente unida a las macromoléculas, y por tanto es poco probable que se dé
la difusión. De esta manera desaparece la actividad enzimática y con ella el metabolismo
normal.
Una de las características más sobresalientes de las semillas es su capacidad para tolerar
la desecación. En general las semillas contienen una humedad mucho menor que la de
otras células de la planta (4-16% contra 65-90%). Además, muchas semillas toleran una
deshidratación aún mayor, lo cual ayuda a almacenarlas. Sin embargo, la mayoría de las
semillas de árboles tropicales no toleran la desecación, por lo cual resulta difícil su
almacenamiento.
Hay otros organismos que son capaces de tolerar fuertes desecaciones. Entre ellos está
el polen, las esporas y algunos miembros de los distintos grupos animales.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Se han recuperado muy distintos tipos de semillas de los antiguos sitios arqueológicos
en Egipto. En las pirámides asociadas a las tumbas de faraones importantes existen
numerosas historias e informes escritos acerca de la viabilidad de las semillas
encontradas. Entre las principales especies de semillas recuperadas está el trigo (de las
especies Triticum dicoccon y T. durum), la cebada y los chícharos. Se han encontrado
muestras que se considera provienen de 5 000 años a.C., hasta muestras de 100 años
d.C. Ninguna de ellas ha sido capaz de germinar. Estas semillas estuvieron sujetas a la
influencia de líquidos de embalsamar que posiblemente afectaron su viabilidad desde un
inicio; otras muestran signos de carbonización, lo cual es frecuente en muchos de los
restos. Probablemente eran sometidas a altas temperaturas antes de colocarlas en la
ofrenda. Las condiciones a las que estuvieron sujetas antes del "almacenamiento"
hicieron imposible su germinación.
Uno de los datos más interesantes acerca de la longevidad de las semillas corresponde al
caso de una semilla de Canna compacta (de la familia Cannaceae). Ésta se encontró
dentro de la cáscara de una nuez que servía como sonaja en un sitio prehispánico en el
noroeste de Argentina, en Santa Rosa de Tastil. El análisis de carbono 14 de la semilla
reveló una edad de 550 años; a su vez, la cáscara de nuez se analizó con el mismo
método, dando una edad de 1362 + 73 años. Por lo tanto, la semilla de Canna tenía una
edad de 600 años en el momento de germinar. La explicación a esta longevidad extrema
se debe a la aridez del sitio donde se preservó y a la extrema dureza de la testa.
Otros hallazgos importantes se han hecho en zonas árticas, donde las semillas han
quedado atrapadas y preservadas en el hielo. Semillas de otra leguminosa (Lupinus
arcticus) se recobraron en Canadá durante una operación minera, a una profundidad
entre 3 y 6 metros. Se encontraron, asociados a las semillas, restos de un lemming que
hoy en día ya no se encuentra en esa región. Desafortunadamente, las semillas no se
fecharon mediante radiocarbono 14, por lo que la edad tentativa de 10 000 años no
puede ser validada.
Otra fuente interesante para obtener semillas son los ejemplares de herbario. Cuando se
requiere saber a qué especie pertenece una planta se corta un pedazo con flores o
frutos, se seca entre hojas de papel y se deposita en un herbario, junto con su etiqueta
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
de colecta. En dicha etiqueta deberá aparecer, entre otros datos, la fecha en que se
colectó el ejemplar. Obviamente, esto limita la edad de los ejemplares al tiempo que
tienen de existir los herbarios; sin embargo, brindan información muy exacta sobre la
edad de semillas viables.
Finalmente, es interesante conocer los resultados que se están obteniendo con algunos
experimentos en los cuales se realizan pruebas de germinación periódicas con semillas
almacenadas. El experimento que más tiempo ha funcionado es el de W. J. Beal
realizado en Michigan, EUA. En 1879 enterró veinte botellas con semillas de veinte
especies de malas hierbas comunes en la zona. Las semillas estaban revueltas con arena
húmeda y los frascos fueron enterrados boca abajo en el suelo. Cada cinco años, y
actualmente cada diez años, se saca una muestra de las semillas y se pone a germinar.
Después de 50 años la cuarta parte de la muestra aún tenía semillas vivas; cien años
después sólo tres especies permanecieron viables.
Como puede verse, son pocos los datos comprobables acerca de la edad de las semillas
y su viabilidad. Sin embargo, revelan la gran capacidad que tienen algunas especies para
permanecer vivas, desde el punto de vista fisiológico. Sin embargo, desde el punto de
vista ecológico esta información no tiene mucho valor, ya que son casos aislados que se
mantuvieron bajo condiciones muy particulares, y en los cuales difícilmente se habría
establecido en forma espontánea la plántula.
Desde una perspectiva ecológica, aunque son importantes los datos aislados de
longevidad extrema encontrados en algunas semillas, resultan aún más interesantes los
datos de longevidad y comportamiento de semillas sometidas a las condiciones de
humedad, temperatura y composición de gases que se dan todos los días bajo
condiciones naturales de almacenamiento de las semillas, o sea en el suelo. El que una
semilla sea capaz de sobrevivir muchos años después de almacenada bajo determinadas
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Darwin llevó a cabo una de las primeras observaciones sobre la existencia de un banco
de semillas en 1859. Tomó un poco de lodo de una charca cercana y lo puso en una
taza. Al contar el número de plántulas que aparecieron durante seis meses obtuvo un
total de 537.
Para tener idea de la gran cantidad de semillas que están en el suelo, a continuación se
listan los datos de la cantidad de semillas por metro cuadrado encontradas en varios
tipos de comunidades:
¿Qué le sucede a una semilla cuando cae al suelo?, ¿cómo llega a formar parte del
banco de semillas? John Harper, uno de los investigadores ingleses que más han
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Figura VII.1. Esquema de la dinámica de las semillas presentes en el banco de semillas del suelo. A través de
la lluvia de semillas se produce una entrada al banco, en el cual las semillas permanecen latentes; también
puede ocurrir que, a través de un estímulo se promueva su germinación, desapareciendo entonces del banco.
Las semillas también pueden ser eliminadas por depredación, senectud o descomposición por ataque de
microorganismos (tomado de Harper, 1977).
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
No todas las especies tienen semillas que se incorporen al banco de semillas. En general,
las semillas de tamaño pequeño son las que forman bancos de semillas persistentes en
el suelo. Probablemente el tamaño pequeño les ayude a que se entierren, ya que pueden
caber y deslizarse más fácilmente en los diminutos resquebrajamientos del suelo. Entre
las especies que característicamente forman parte del banco de semillas están las malas
hierbas que acompañan a los cultivos. En cambio, las especies de árboles del bosque y
sobre todo de las selvas, rara vez forman bancos de semillas. Las semillas germinan
apenas caen y la plántula detiene su crecimiento y permanece latente hasta que
aparezcan condiciones que le permitan crecer y reproducirse.
Figura VII.2. Gráficas que muestran el destino de las semillas de Ranunculus repens (A) y deRanunculus
acris (B) a través del tiempo. De 100% de las semillas sembradas en el suelo se puede ver que cierto número
germina (G), otro se mantiene latente (LF), uno más presenta latencia secundaria (LS), otro se descompone
(L) y el resto depredado. El comportamiento de las dos especies difiere. En el primero las semillas estan
latentes y con el tiempo algunas germinan y de las restantes un alto número son depredadas y otras se
mantienen latentes. En la segunda especie, más de la mitad de la población sembrada germina en tres meses,
rompiendo la latencia que presentaba; aproximadamente una cuarta parte es depredada y otro tanto se
descompone (tomado de Sarukhán, 1974).
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Figura VII.3. Profundidad a la que se distribuyen las semillas que integran el banco. Puede verse que no
pasan de 10 cm (tomando de Chippindale y Milton, 1934).
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
creciendo físicamente las plantas progenitoras, sino también en los sitios donde se están
dispersando. Por ello, el banco de semillas de bosques y selvas tiene un alto contenido
de este tipo de semillas y no es una copia fiel de la vegetación que está creciendo a su
alrededor. El conocer su composición y dinámica nos permitirá valorar su participación e
influencia en la regeneración y restablecimiento de la comunidad, cuando ésta ha sido
dañada.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
serotina, P. attenuata, P. contorta), los cuales se abren y dejan caer las semillas después
de un fuego.
Los fuegos que incendian un bosque tienen diferentes características tanto de duración
como de intensidad. Esto depende, por un lado, de la cantidad (acumulación de material
muerto, contenido de humedad que presenta, estructura de la vegetación) y de la
composición (presencia de compuestos orgánicos secundarios) del material combustible.
Este material está formado por las plantas y restos de las mismas. La duración del fuego
depende también del clima (vientos y lluvias). La combinación de todo esto hace que el
fuego alcance distintas temperaturas. Los fuegos que no son muy intensos alcanzan
temperaturas que no llegan a calentar más abajo de la superficie del suelo. Todo aquello
que se encuentra en la superficie y uno o dos centímetros por debajo muere, pero lo que
está más abajo no se ve afectado. De esta manera, muchas semillas que forman parte
del banco no son dañadas y siguen siendo capaces de germinar. Ejemplos de estas
especies son Acacia spp., Lupinus luteus y Ceanothus sanguineus, entre otras.
Desde el punto de vista fisiológico, es posible buscar las condiciones más adecuadas
para que las semillas de cada especie duren en estado viable, o sea vivas, durante el
mayor tiempo posible. En este campo ha habido grandes mejoras debido a que el
hombre necesita almacenar granos, comercializarlos, exportarlos, etc. La creación de
bancos de germoplasma también ha requerido el desarrollo de técnicas que permitan
mantener vivas a las semillas el mayor tiempo posible. En el caso de los granos y
semillas que se van a usar para alimento, se busca mantenerlos en buen estado y
protegerlos del ataque de microorganismos y otros peligros. En el caso de que se vayan
a sembrar para producir nuevas plantas, aparte de lo anterior se requiere que
mantengan su capacidad de germinar y de producir una planta sana y vigorosa. Uno de
los requerimientos más importantes para conservar las semillas vivas es mantenerlas
con un contenido de humedad bajo y constante. Para ello hoy en día se secan
artificialmente, de preferencia a bajas temperaturas, y se colocan en recipientes sellados
herméticamente para evitar que se vuelvan a hidratar al entrar en contacto con la
humedad atmosférica. Otro requerimiento para mantener la viabilidad es almacenarlas a
bajas temperaturas y en ambientes pobres en oxígeno. Todo ello ayuda a evitar el
envejecimiento y la degeneración de los tejidos celulares.
a) La primera plantea que con el paso del tiempo se va acumulando una serie de
sustancias, resultado del metabolismo que el organismo desarrolla para mantener su
vida diaria. Se cree que estas sustancias inactivan enzimas al igual que ácidos nucleicos,
hacen que las membranas celulares ya no cumplan su función de intercambio (funcionar
como barreras selectivamente permeables) y producen la acumulación de materiales
metabólicamente inertes, así como de sustancias mutagénicas.
b) Una segunda teoría plantea que debido al uso constante, los organelos que están
dentro de las células, las propias células y los órganos se vuelven insuficientes.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
c) La tercera teoría plantea que el número de mutaciones aumenta con la edad. Con el
paso del tiempo, un organismo se vuelve más ineficiente al incrementarse el número de
mutaciones, muchas de las cuales hacen que se produzcan proteínas defectuosas y que
se afecte el ADN (ácido desoxirribonucleico).
Uno de los aspectos que más importan al agricultor y al tecnólogo en el manejo de las
semillas, es el vigor de la plántula que emerge de una semilla. Si restringimos nuestra
concepción del papel biológico de una semilla y lo consideramos desde un punto de vista
práctico como "el proteger y alimentar a las células del embrión hasta que la plántula se
establezca", entonces este proceso o papel se mide por la eficiencia con que una nueva
planta se establece y completa su ciclo de vida. A este desempeño de la planta se le
llama vigor.
Dentro del contexto económico, el vigor de las plantas es muy importante. Por ejemplo,
en un cultivo se sigue una serie de instrucciones relativas a la forma de sembrar y cuidar
las plantas, tales como la época del año en que se siembra, la preparación del campo, la
variedad de semilla, la distancia de siembra, la profundidad a la que se pone la semilla y
el número de éstas que se emplea, la frecuencia de riego, etc. Todo ello tiene como
objeto asegurar una alta germinación, producir plantas sanas y del mayor tamaño
posible, que maduren al mismo tiempo para que se facilite la cosecha. Sin embargo, esto
no siempre resulta y de ahí que se continúe trabajando para entender qué factores son
los que afectan el vigor de una planta.
Hoy en día se sabe que es posible almacenar y mantener viables muchas semillas si se
siguen ciertas reglas. En primer lugar debe disminuirse su contenido de humedad. En
general, para que una semilla sobreviva a la desecación a que se le somete, la pérdida
de humedad debe ser lenta y a temperaturas bajas. Cambios bruscos en el contenido de
humedad hacen que la membrana celular se rompa, liberando el citoplasma y
produciendo la muerte de la célula. Posteriormente debe almacenarse a bajas
temperaturas y evitar fluctuaciones del ambiente (temperatura y humedad) en que se
mantiene.
Muchas de las semillas que se almacenan por periodos extensos no son muy grandes y
al desprenderse de la planta progenitora ya tienen un bajo contenido de humedad
(menor de 20%). La testa o cubierta externa de la semilla, cuando permanece intacta
protege a la semilla de una posterior desecación y de los cambios diarios de humedad
que se producen en el medio ambiente. Sin embargo, para almacenarla, se hace que
este contenido de humedad se vaya disminuyendo lentamente hasta tener un valor
cercano al 4-6%. Esta baja cantidad de agua dentro de las semillas incrementa su
tolerancia a las temperaturas bajas, por lo que muchas de ellas pueden almacenarse a
cero grados. La baja cantidad de agua evita los daños que produciría la congelación y
formación de cristales de dicha agua.
Entre las semillas que pueden almacenarse están muchas de las que el hombre cultiva
para su alimentación, de plantas anuales, de árboles perennes de bosques templados y
de plantas provenientes de zonas secas. En general, en condiciones naturales las
semillas de estas especies no germinan inmediatamente después de dispersarse. Tienen
que permanecer latentes y sobrevivir durante cierto periodo antes de encontrar
condiciones adecuadas para germinar y establecerse.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Tiempo de
Abies concolor 7 62
Abies nobilis 16 33
Acer negundo 1.5 *
Alnus glutinosa 2 *
Cedrus libani 5 48
Cupressus goveniana 11-20 9-66
Cytisus albus 51 78
Eucalyptus globulus 20 2
Fraxinus excelsior 7 35
Juniperus monosperma 21 54
Larix decidua 3 60
Picea abies 10-15 *
Picea engelmannii 7 54
Pinus attenuata 11-20 71-87
Pinus caribaea 7 93
Pinus contorta 10-30 40
Pinus elliotti 15 88
Pinus lambertiana 17 25
Pinus patula 21 61
Pinus ponderosa 10 *
Pinus radiata 21 86
Pinus taeda 15 89
Populus balsamifera 2 70
Populus tremuloides 2 *
Pseudotsuga macrocarpa 4 *
Quercus borealis 3 *
Quercus lamellosa 0.5 *
Quercus petraea 3 *
Quercus velutina 0.3 100
Robinia pseudiacacia 20 31
Salix caprea 0.5 *
Salix urbaniana 1 60
Sequoia gigantea 8-24 *
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Sequoia sempervirens 11 7
Thuja plicata 7 34
Ulmus americana 15 75
Ulmus laevis 1 8
Como puede verse en la tabla anterior los valores de algunas especies de árboles
templados son altos. Algunos de ellos, bajo mejores condiciones de almacenamiento,
pueden aún superarse. Sin embargo, hay especies más difíciles de almacenar, como los
encinos.
Las semillas han sido clasificadas en dos grandes grupos, de acuerdo con su
comportamiento bajo condiciones de almacenamiento. Aquellas semillas cuya viabilidad
se prolonga cuando se disminuye el contenido de humedad para almacenarlas a bajas
temperaturas se denominan semillas ortodoxas. En cambio, aquellas que mueren cuando
el contenido de humedad se disminuye o cuando se baja la temperatura y que por lo
tanto no pueden almacenarse se conocen como semillas recalcitrantes.
Las semillas que pertenecen a este último tipo generalmente son grandes y presentan
altos contenidos de humedad al dispersarse. Tienden a germinar rápidamente. Esto hace
que la conservación de semillas en zonas tropicales sea problemática. Son propias de
plantas arbóreas de comunidades del trópico húmedo y de los bosques templados
caducifolios.
Tiempo de
Especie almacenamiento Germinación
(días) (%)
Achras zapota 60 60
Andira jamaicensis 45 80
Astrocaryum tucuma 30 90
Bernoullia flammea 700 15
Brosimum alicastrum 30 0
Byrsonima crispa 30 0
Cedrela mexicana 700 10
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
PRUEBAS DE VIABILIDAD
Entre las pruebas más importantes que se han desarrollado y que tienen aplicación en la
ecología de las semillas están las pruebas de viabilidad. Frecuentemente, las semillas
que se colectan en el campo presentan algún tipo de latencia y no germinan aun estando
bajo condiciones adecuadas de luz, temperatura y humedad. Por tanto es necesario
recurrir a pruebas de viabilidad que permitan saber si la semilla está viva o no. Son dos
las pruebas más utilizadas:
1) Prueba de tetrazolio. Es una prueba bioquímica en la que las células vivas se tiñen al
entrar en contacto con el tetrazolio, ya que sobreviene la reducción de la tinción
presente (sales de tetrazolio u otros compuestos derivados). Las enzimas de la
deshidrogenasa presentes en las células vivas reducen el tetrazolio incoloro tornándolo
en un compuesto rojo insoluble en el agua. Cuando la semilla se tiñe completamente
está viva; cuando queda incolora, está muerta. Pero cuando solamente se tiñen algunas
partes se presentan problemas de interpretación, ya que cada especie tiene patrones
particulares.
COLECCIONES DE SEMILLAS
1) Colecciones de referencia
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
2) Bancos de germoplasma
Las colecciones de semillas aún están poco desarrolladas. Sería conveniente que cada
país contara con acervos que permitieran conocer más ese aspecto de las plantas y así
poder conservar el germoplasma de las especies nativas e importantes de la zona.
V I I I . T A M A Ñ O S Y F O R M A S
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
TAMAÑOS
Figura VIII.1. Esquema que muestra los rangos de variacion en el peso de las semillas (modificado de Harper
y colaboradores, 1970). A lo largo de la escala se indican los pesos de algunas especies particulares. El
asterisco indica semillas fósiles y gimnospermas.
La enorme variación en el tamaño de las semillas entre las distintas especies contrasta
con la estabilidad que muchas veces guardan entre sí las semillas de una misma especie.
Su tamaño en algunos casos ha sido tan estable que se llegó a usar como una medida de
peso en culturas antiguas, por ejemplo las semillas de Ceratonia siliqua (árbol del Carob)
y de la leguminosa Abrus precatorius. Sin embargo, para la mayoría de las especies, el
tamaño de sus semillas es variable. Generalmente se expresa mediante el peso, pues los
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Tomando como base una gran cantidad de registros de pesos de semillas de todo el
mundo se ha calculado que el peso promedio de las semillas de los árboles es de 328
mg, el de los arbustos de 69 mg y el de las hierbas de 7 mg. Como puede apreciarse,
hay una relación entre las formas de crecimiento (el tamaño y la forma de la especie) y
el peso de la semilla. Sin embargo, debe tenerse en mente que este valor es sólo un
promedio y que para cada forma de crecimiento hay muchas especies con valores
superiores y otras tantas con valores inferiores.
Estas diferencias de tamaño no son nuevas. Algunas de las primeras semillas producidas
por las Pteridospermas (véase el capítulo III) del Carbonífero tardío eran muy grandes.
Las especies que se enumeran a continuación poseían semillas de varios centímetros de
tamaño, las cuales se han medido de los registros fósiles encontrados:
Pachytesta incrassata 12 x 6 cm
Trigonocarpus parkinsonii 5 x 2 cm
Pachytesta illinoiensis 4.5 cm de largo
Algunas gimnospermas actuales también tienen semillas muy grandes. Por ejemplo, el
grupo de las cicadáceas, Cycas circinalis, tiene semillas que miden 5.5 X 4 cm. Otra
especie de conífera de América del Sur, Araucaria bidwilli, tiene semillas que miden 4.5
X 3.5 cm.
Entre las familias de las palmas hay especies con semillas muy grandes, como el coco
(Cocos nucifera), que mide hasta 30 cm. Otro ejemplo es Lodoicea maldivica, que tiene
las semillas más grandes que se conocen; miden 45cm de largo (Figura XI.7). Las
plantas con semillas grandes pertenecen a familias de plantas que habitan los trópicos y
subtrópicos, principalmente en selvas y zonas pantanosas. Ejemplo de ello es la
leguminosa Mora megistosperma, cuyas semillas pesan entre 400 y 900 g, que se
encuentra frecuentemente en la parte posterior de los manglares en Centroamérica.
En cambio, existen otras familias como las leguminosas, que tienen semillas de muchos
tamaños.
En general, se puede decir que la producción de una semilla grande tiene un costo
mayor. Aunque por un lado tal vez implique que el número de semillas producidas por
una planta sea menor, o que sea necesario un mayor intervalo de tiempo entre
cosechas, o que aumente la probabilidad de que sean encontradas por un animal y
depredadas, por el otro, tiene sus beneficios el producir semillas grandes, ya que la
plántula contará con más reservas que le permitirán depender por más tiempo del
alimento brindado por su progenitor antes de independizarse.
Por tanto, en la naturaleza no existe un tamaño y forma óptima para las semillas y
frutos. Éstos son el producto de varias fuerzas de selección, a veces opuestas.
El tamaño de la semilla está en función tanto del material almacenado como de los
tejidos o capas que lo envuelven. Estos últimos (capítulo III) tienen varias funciones,
tales como dispersión, protección, control de orientación cuando la semilla cae al suelo y
absorción de agua, principalmente. Así, el tamaño de la semilla dependerá de cómo es el
ambiente que la rodea y de cómo la semilla se ha adaptado a esas condiciones. Este
tamaño probablemente representa un compromiso entre los requerimientos de
dispersión (que favorecerían tamaños menores) y las necesidades de reservas que utiliza
la plántula para establecerse (que favorecerían tamaños mayores).
Las semillas más pequeñas que se conocen pertenecen a un grupo especial de plantas
que se caracteriza por obtener su alimento en formas particulares; son saprófitas o
parásitas.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Varios experimentos han demostrado que para una especie como el trébol, por ejemplo,
las semillas grandes producen plántulas de mayor tamaño, cuyos cotiledones también
tienen una superficie más grande en comparación con las que producen las semillas
pequeñas. En general se puede afirmar que las semillas que presentan mayor cantidad
de endospermo son capaces de producir plántulas cuyos tallos y raíces llevan ventaja
sobre plántulas más pequeñas provenientes de semillas chicas. Sin embargo, esta
ventaja es transitoria, pues con el tiempo el tamaño de ambas se hace semejante.
También se ha observado que dentro de una comunidad, las semillas grandes producen
plántulas que emergen a la superficie del suelo cuando están enterradas a mayores
profundidades que las semillas pequeñas. En ambientes de dunas costeras, tanto de
zonas templadas como tropicales, se ha visto que las semillas de mayor tamaño
germinan y emergen aun cuando están enterradas a dos o tres centímetros. En cambio
las pequeñas, aunque quizá germinen, no son capaces de salir a la superficie.
Entre las correlaciones interesantes que se han encontrado está el que las especies
habitan en zonas abiertas, que frecuentemente representan espacios transitorios
temporales, donde no hay restricciones de luz solar, ni abundancia de individuos ni
especies con quienes haya que competir por obtener recursos, por lo general presentan
semillas pequeñas. Estas semillas no requieren muchas reservas, pues no hay otras
plantas cercanas que estén usando los recursos que requieren, pero en cambio deben
ser capaces de dispersarse a otras zonas abiertas para así mantener un buen número de
individuos. Estas zonas abiertas rápidamente van siendo invadidas por vegetación,
primero hierbas, luego arbustos y árboles, modificando drásticamente las condiciones
(obstrucción de la luz, consumo de humedad y nutrientes en el suelo, competencia por
los recursos, etc.). Las especies cuyas plántulas se establecen a la sombra de otras
especies, bajo estas nuevas condiciones (como por ejemplo en el interior de un bosque)
tienden a tener semillas más grandes y por tanto con más reservas. En estas
condiciones la dispersión es menos importante que el contar con el tiempo suficiente
para que la nueva plántula tenga raíces y hojas bien desarrolladas en el momento de
independizarse para así empezar a competir con otras plantas (Figura VIII.2).
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Figura VIII.2. Gráficas que muestran el número total de especies con semillas que caen en un rango de
tamaño. Los datos abarcan 6 comunidades o habitats. Las dos inferiores corresponden a pastizales y
comunidades abiertas, sin un dosel de árboles; la tercera a un matorral y la cuarta a un bosque. Puede verse
que conforme se hace más compleja la estructura de la comunidad, se incrementa el tamaño de las semillas.
Las dos superiores corresponden respectivamente a arbustos y árboles. Se puede ver que estos últimos
presentan el rango de variación más amplio así como las semillas más grandes (datos de Salisbury, 1942, en
Fenner, 1985).
las semillas obtenidas se volvían a sembrar. En la segunda generación el peso medio por
semilla iba de 250 mg a más de 1000 mg. Durante las siguientes generaciones, las
nuevas semillas que producían las poblaciones con semillas grandes iban produciendo
semillas cada vez más pequeñas. Lo mismo ocurría con las semillas provenientes de
poblaciones de semillas pequeñas. Después de seis u ocho generaciones, el rango de
tamaño de las semillas iba de 350 mg a 600 mg. Esto indica que hay un tamaño óptimo
de semillas que está alrededor de esos pesos, por lo menos para las condiciones
ambientales de California, que es donde se realizó el experimento. Si el hombre deja de
seleccionar artificialmente ciertos tamaños, la población tiende a presentar el rango de
tamaños que garantiza mayor éxito reproductivo en ese medio ambiente.
Existe un punto más allá del cual el incremento en tamaño es ineficiente y por tanto
desventajoso para la especie. No siempre un tamaño grande y más reservas es lo mejor;
en ocasiones una semilla pequeña capta más agua para germinar, se acomoda mejor en
la microtopografía del suelo y por tanto germina antes que una semilla de mayor
tamaño, por lo que ocupa primero el espacio.
Desde el punto de vista de la dispersión, sobre todo la que depende de factores físicos
como el viento, las diferencias de tamaño entre especies y sobre todo dentro de la
misma especie, hacen que las semillas sean acarreadas a diferentes distancias y que por
lo tanto se abarque toda una gama de espacio y situaciones.
Numerosos animales depredan las semillas para usarlas como alimento, especialmente
los insectos, aves y mamíferos. Las semillas constituyen una fuente muy nutritiva, rica
en proteínas y grasas (capítulo X). La depredación actúa como una fuerza de selección
que produce cambios en el tamaño de las semillas. Una planta desarrolla mecanismos
para proteger su progenie y asegurar que la mayor parte germine y se establezca con
éxito; es así que los depredadores constituyen una fuerza de selección natural que
modificará las respuestas de la planta de dos maneras. Si una semilla se hace más
pequeña, el depredador no gasta energía en buscarla, pues la recompensa alimenticia es
mínima. Segundo, su tamaño no permite que ningún insecto pueda desarrollarse y
completar su ciclo dentro de ella. Al disminuir el tamaño de las semillas, la planta puede
incrementar el número de las mismas y así saciar a los depredadores. Por el otro lado, el
incremento en el tamaño de la semilla provee de más reservas a la plántula pero
también hace que el depredador la detecte mas fácilmente. Por tanto, la planta tiene que
proteger a las semillas grandes mediante diversos mecanismos, como la producción de
sustancias tóxicas para alejar al depredador, la protección física de las semillas (con
cubiertas duras para evitar que se rompan o sean acarreadas), el espaciamiento de la
fructificación entre una cosecha y otra con el fin de que la población de depredadores
disminuya y así no acabe con las semillas. Como consecuencia del aumento en el
tamaño de las semillas individuales su número disminuye. Cuando los recursos a que
tiene acceso una planta son limitados, se reduce el número de semillas producido y no el
tamaño de éstas.
un tamaño de semilla (o fruto) óptimo para una especie o población, más bien una
planta genera una serie de tamaños que le permite adecuarse lo mejor posible a las
características del medio ambiente.
La composición del material de reserva de una semilla varía enormemente entre una
especie y otra. En general, el contenido de energía es alto, pero éste también varía
según la especie. La energía se almacena sobre todo en forma de lípidos, pero también
se puede almacenar en forma de carbohidratos (azúcares y almidón) o proteínas. Un
ejemplo de esto son las semillas llamadas oleaginosas, las cuales se usan para extraer
aceites y grasa (capítulo XI). La cantidad de energía que se almacena en una semilla
depende de la forma en que "se guarde". Los lípidos contienen más energía por unidad
de peso que los almidones; sin embargo, los primeros son más difíciles de movilizar
cuando la plántula requiere de ellos. Así, los carbohidratos son más accesibles que los
almidones. Se podría especular que si el tamaño de la semilla está dado por otras
presiones de selección —como dispersión o depredación— sería posible que existiera una
selección en la forma de almacenar las reservas. Aunque con los lípidos se almacena la
mayor cantidad de energía posible en el menor espacio, si lo que se necesita es una
respuesta de movilización rápida para el crecimiento inicial, entonces serían más
adecuados los carbohidratos. Otro factor que habría que considerar en estas
especulaciones es el costo que implica para la planta progenitora la síntesis de cada una
de estas diferentes formas de almacenar energía en la semilla.
Por lo anterior, se comprende que el tamaño de las semillas de una especie y las
variaciones que presentan no se explican fácilmente. Son el resultado de un esquema
complejo en el que interviene la constitución genética de la especie, las condiciones
ambientales bajo las cuales se originó y sobrevivió, bajo las cuales vive y se reproduce
con éxito actualmente, de sus necesidades de dispersión y de los mecanismos que ha
desarrollado para evitar la depredación, de la inversión requerida para formar las
semillas y del número de las mismas, entre otros factores. El hombre realiza una
selección de los tamaños de las semillas que utiliza, al igual que la naturaleza lo está
haciendo constantemente con las especies silvestres. Sin embargo, todo lo expuesto en
este capítulo no debe llevarnos a pensar que el tamaño de la semilla siempre es el
resultado de una respuesta adaptativa de la planta.
FORMAS
Entre las semillas las formas son múltiples y complejas (Figura VIII.3). Gran parte de
esta variedad está relacionada con la dispersión. En la vida de la planta, la semilla es la
etapa más apropiada para la dispersión: no está enraizada, generalmente pesa poco,
requiere mínima energía para transportarse y es independiente de la planta progenitora.
Algunas de las formas de la semilla se relacionan con los mecanismos particulares
utilizados para la dispersión. Por ejemplo, la mayoría de las semillas que pasan por el
aparato bucal y el tracto digestivo de animales son esféricas u ovoides, para evitar que
las mastiquen y facilitar que resbalen. Las semillas que utilizan corrientes de agua para
dispersarse deben incrementar su volumen para mantenerse a flote sin que aumente su
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
peso. Esto se logra incluyendo dentro de la estructura bolsas de aire, tejidos esponjosos,
o simplemente aumentando su superficie a costa del grosor (capítulo IX). Las semillas
dispersadas por viento pueden presentar alas o pappus (Figuras IX.2 (a) y (b)), lo cual
les proporciona formas caprichosas y extrañas.
Algunas formas que tienen las semillas, como por ejemplo las gramíneas que son
pequeñas, alargadas y terminan en forma de punta, les permiten introducirse más
fácilmente en las ranuras del suelo. Lo mismo sucede con las semillas redondeadas de
tamaño pequeño. Por tanto, son especies que frecuentemente forman parte del banco de
semillas.
Las distintas formas de las semillas, sobre todo las de tamaño pequeño, brindan
diferentes oportunidades de acomodarse a la microtopografía del suelo, modificando las
oportunidades de establecimiento. Si una persona se redujera al tamaño de una semilla
pequeña, vería que el suelo es un medio muy heterogéneo que brinda muchas
condiciones diferentes. Hay suelos con granos más gruesos, donde el relieve es muy
accidentado, y también hay suelos de granos finos que presentan una superficie más
plana; los hay con grietas, con mayor capacidad para permanecer húmedos, etc. Dentro
de un mismo tipo de suelo hay áreas más protegidas del viento, otras con mayor
incidencia de luz y mayores cambios de temperatura a lo largo de un día, otras más
cercanas al recorrido habitual de un depredador, etc. Así, dependiendo de todo el
ambiente que rodea a la semilla, cada una de ellas encontrará una combinación de
condiciones particulares.
Harper y sus colaboradores (1964) realizaron una serie de experimentos muy ingeniosos
en los cuales crearon diferentes condiciones microtopográficas variando el tipo de suelo,
la textura (tamaño de las partículas, con lotes con pedazos de tierra hasta de 5 cm de
diámetro), brindando protección mediante un obstáculo colocado en la maceta con
diferentes orientaciones, compactación del suelo, entre otros. Pusieron semillas de varias
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Figura VIII.4. Curvas de germinación para tres especies de hierbas que habitan un pastizal, con semillas de
diferente tamaño y forma. Fueron sembradas bajo tres condiciones microtopográficas: 1, suelo plano; 2,
surcos de 10 mm; y 3, surcos de 20 mm (tomado de Oomes y Elberse, 1976). Puede verse que dos de las
especies germinan más en el tratamiento intermedio (surcos de 10 mm ). En las graficas aparece un dibujo
de la semilla y la línea indica un tamaño de 2 mm.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Figura VIII.5. Germinación de las semillas (aquenios) de Taraxacum officinale, diente de león, sembrados en
diferentes posiciones. Puede verse que la posición afecta de manera importante el porcentaje de
germinación, alcanzándose los valores más altos en la posición 4 y 9 (tomado de Sheldon, 1974).
Algunas semillas, debido a su forma, modifican su posición una vez que han caído al
suelo. Las aristas de Bromus madritensis hacen que la semilla se enrosque alrededor de
las partículas de suelo, mientras que las aristas extendidas de Bromus rigidus la ayudan
a clavarse en el suelo.
NÚMERO
El número de semillas que produce un individuo en un año puede ser muy variable con
respecto al de otro año. Es una característica muy flexible que permite a la planta hacer
un uso eficiente de los recursos disponibles. Como se mencionó en los otros apartados,
el tamaño de las mismas es producto de distintas fuerzas de selección, por lo que
permanece constante. Cuando la planta progenitora dispone de recursos limitados,
sacrifica el número de semillas producidas y no el tamaño. Entre los factores que
modifican este número está el vigor general de la planta, el número de flores formadas,
la eficiencia de la polinización, así como las condiciones fisiológicas y del medio ambiente
que existen durante la formación de las semillas.
POLIMORFISMO
Algunas especies forman dos o más tipos diferentes de semillas que pueden variar en su
forma, tamaño, estructura interna o respuesta fisiológica. Esta capacidad incrementa la
flexibilidad de adaptación de una especie a un entorno muy cambiante.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
especies de Cakile, que habitan en las playas. La parte superior del fruto, que contiene
una sola semilla, se desprende y es transportada por el viento o por corrientes marinas.
La parte inferior permanece adherida a la planta y cuando ésta muere al cumplir su ciclo
de vida anual y queda enterrada por el movimiento de arena característico de ambos
ambientes, la semilla también queda enterrada, ocupando un sitio que ya demostró ser
exitoso para el establecimiento de esa especie.
I X . V I A J A N D O P O R E L M U N D O
PARA que una planta se reproduzca con éxito, una vez formadas sus semillas, es
necesario que se distribuyan o dispersen a lugares donde puedan germinar y
establecerse. De este modo, una vez que la planta se establece, la información genética
de los progenitores queda en el ambiente. A su vez, cuando esa nueva planta forme
semillas, su información genética estará en las semillas que produzca y si logran
establecerse quedará en el ambiente. Así, las características genéticas de una planta,
que incluyen el color de las flores, la intensidad del aroma y su resistencia a plagas,
entre otras muchas, se irán transmitiendo de padres a hijos y estarán presentes en el
ambiente, pues siempre habrá plantas con esas características.
Cada especie tiene sus propios requerimientos de germinación (capítulo VI), por lo que
no cualquier sitio es adecuado. Las características idóneas varían según la especie. Los
diferentes modelos o estrategias de dispersión de las semillas quizá sean resultado de
las fuerzas que la selección natural ha ejercido sobre ciertas características de las
semillas, las cuales incrementan las probabilidades de que lleguen a un sitio adecuado
para germinar y establecerse.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Al analizar el modelo que sigue un individuo para depositar sus semillas (sombra de las
semillas), se observa que la mayoría está concentrada cerca de la planta que las
produjo, y conforme aumenta la distancia, va disminuyendo su número (Figura IX.1). La
distancia a la que se deposita el mayor número de semillas y la distancia máxima que
alcanzan con respecto a la planta adulta varía entre las especies. Por ejemplo, en el caso
de las semillas dispersadas por el viento, la distancia que alcanzan es mayor que en el
caso de las semillas dispersadas por un ratón.
Figura IX.1. Patrón de sombra de las semillas dispersadas. El número mayor de semillas cae alrededor de la
planta que las produce y conforme aumenta la distancia van dispersándose cada vez en menor número
(tomado de Poole y Cairns, 1940, Bakker, 1960 y Roe, 1967 en Harper, 1977). Es importante hacer notar las
diferentes distancias a las cuales las semillas se dispersan y que aparecen en el eje horizontal (eje X) de las
graficas.
llegara a los pequeños claros que existen dentro del propio bosque. En este ejemplo los
sitios adecuados están más o menos retirados de la planta progenitora, por lo que la
selección natural sobre el modelo de dispersión habrá favorecido el que pocas semillas
se mantengan cerca de la planta productora y que mas bien se dispersen abarcando una
distancia grande. En este caso también la selección natural habrá favorecido la
producción de numerosas semillas de tamaño pequeño que fácilmente puedan ser
transportadas por el viento y en suficiente número para alcanzar los claros dispersos
entre la vegetación.
AGENTES DE DISPERSIÓN
Dentro de esta categoría caen tanto las semillas muy pequeñas (menores a 0.05 mg,
como las semillas de orquídeas) como aquellas que tienen estructuras especiales que les
permiten usar las corrientes de viento para dispersarse.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Una de las familias cuyas semillas típicamente se dispersan por viento es la de las
compuestas. Presentan frutos de una sola semilla llamados aquenios que constituyen la
estructura que se dispersa. Frecuentemente tienen apéndices que les permiten ser
transportados por las corrientes de viento y que también actúan como una especie de
paracaídas que les permite depositarse en el suelo. A estas estructuras se les llama
pluma (pappus, vilano) y una semilla puede tener desde una hasta varias, lo cual le da
un aspecto peludo (Figura IX.2(a)). Estas semillas pueden transportarse a mayores
distancias que las semillas aladas. Comparando semillas sin ninguna estructura especial
de dispersión con semillas con apéndices tipo pluma, se encontró que las primeras se
separan sólo de uno a tres metros de la planta progenitora, mientras que las segundas
lo hacen entre 40 (Asclepias syriaca) y 80 metros (Apocynum sibiricum).
Figura IX.2. A) Semillas con los diferentes tipos de estructuras en forma de plumas (pappus o vilano) que
ayudan a las semillas a dispersarse con el viento. 1. Platanus occidentails, 2. Bellotia
mexicana, 3. Rhabdadenia biflora, 4. Tamarix parvifolia, 5. Asclepias curassavica, 6. Clematis spp.B) Semillas
con los tipos de alas que las ayudan a dispersarse usando el viento y a planear durante el descenso. 1. Fruto
y semilla de la Cedrela odorata, 2. Heteropteris macrostachya, 3. Hiraea affinis, 4. Thinovia
myriantha, 5. Urvillea almacea, 6. Petrea bracteata.
En ocasiones una testa o bien alguna cubierta del fruto, está separada y suelta de modo
que ayuda a formar una estructura globosa que permite la dispersión por viento. Se
encuentran frutos globosos por ejemplo en el género Cardiospermum de las sapindáceas
y en algunas rosáceas.
Ocasionalmente el fruto puede tener cierto control sobre la distancia a la que las semillas
se dispersan. En las umbelas de Daucus carota las semillas se encuentran en la punta de
los pedicelos que sirven de unión con la planta progenitora. Los frutos reaccionan a la
humedad relativa del aire extendiendo los pedicelos. Así, una umbela que responde
rápidamente a la humedad relativa, extiende o abre los pedicelos, y las semillas quedan
más expuestas y fácilmente pueden ser desprendidas y transportadas por un viento
suave, por lo que estas semillas se dispersan rápidamente y a distancias cercanas. En
cambio, una umbela que responde más lentamente, tiene las semillas menos expuestas
y requiere de un viento más intenso para desprenderlas por lo que se dispersarán a
distancias mayores.
Estos apéndices pueden tener formas muy variadas (Figura IX.2). Además de capacitar a
la semilla para flotar en el aire, pueden tener otras funciones como la de orientar a la
semilla durante su caída de modo que aterrize en el suelo en cierta posición específica
(como en el caso de pastos de las estepas de los géneros Stipa y Aristida), ahuyentar a
algún depredador o bien permitirle más movimiento ya estando en el suelo. A veces
también incrementan la superficie de la semilla permitiéndole flotar en corrientes de
agua (Bombax munguba).
Otro apéndice importante para la dispersión por viento son las alas (Figura IX.2(b)).
Ayudan tanto a la flotación de la semilla como a su orientación. Algunas alas son
enormes, como por ejemplo las de Dipterocarpus grandiflorus, cuyas semillas miden 6
cm de ancho y el ala 14 cm de largo; Macrozanonia macrocarpa, una cucurbitácea
trepadora de selvas, cuyas alas laterales se extienden a ambos lados de la semilla y
entre ambas abarcan 15 cm. Hay semillas con una sola ala llamadas samaras que
permiten una propulsión lateral, como las del Acer y las de algunas leguminosas
(Dalbergia, Pterocarpus). Este tipo de alas son muy comunes y también pueden llegar a
ser muy grandes como la de Centrolobium robustum, planta brasileña en que el ala mide
17 cm. Otras especies presentan varias alas, lo cual les permite rotar y cuando son
planas deslizarse en el aire. Entre las más llamativas están las de la bombacácea del
géneroCavanillesia del Amazonas, en la que las alas llegan a medir hasta 9 cm de ancho.
Existen especies en las cuales toda la planta o parte de la planta es lo que se dispersa.
Son especies como Agrostis hemialis que habitan en ambientes con vegetación abierta
donde corre el viento libremente, como en algunos desiertos o estepas, por ejemplo. En
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
estas especies la planta entera o una parte se desprende y rueda empujada por el
viento. Las distancias a las que se dispersan las semillas de estas plantas son mayores
(9 m) cuando las semillas permanecen adheridas al fruto y ruedan con toda la planta
que cuando caen directamente del fruto (2 m) antes de que la planta empiece a rodar.
Otra especie cuya infrutescencia también rueda es Spinifex squarrosus, que habita las
playas de la Isla de Java, al igual que otras especies de este mismo género que viven en
las estepas de Australia.
Las semillas dispersadas por viento son distribuidas en el ambiente separadas entre sí,
ya que son transportadas "de una en una". Por tanto es poco probable que las plántulas
de la misma especie germinen cerca y compitan entre sí por recursos.
Abies 7 kilómetros
Pinus sylvestris 2 kilómetros
Betula 1.6 kilómetros
Acer 4 kilómetros
Tussilago 14 kilómetros
Populus 30 kilómetros
Hay distintos grados de relación entre las plantas y sus dispersores y distintos
mecanismos que a continuación se exponen:
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Las lorantáceas son plantas parásitas que viven sobre los árboles. Las raíces de estas
especies se adhieren a las ramas del hospedero y se alimentan de las sustancias
producidas por la planta a la que parasitan. Frecuentemente están cubiertas por una
sustancia pegajosa que les permite adherirse al plumaje de aves. Cuando los pájaros
descansan en las ramas, se limpian las plumas con el pico o se frotan contra la corteza,
depositando ahí las semillas. De esta manera, la dispersión es eficiente y la planta se
asegura de que por lo menos parte de sus semillas quedarán sobre las ramas de árboles
hospederos. La eficiencia de la dispersión dependerá de la distancia a la que el ave
transporte la semilla. Algunos ejemplos de estas semillas
son Arceuthobium yPhoradendron.
Uno de los casos más llamativos es el de las semillas de Pisonia, árbol tropical de la
familia de las nictagináceas, cuyas semillas son tan pegajosas que pueden llegar a cubrir
casi por completo a un ave, afectando su capacidad de movimiento. Entre los animales
que transportan semillas en el lodo de las patas están las aves, el ganado y los animales
que se acercan a charcas de agua y se embarran el pelo de lodo. El hombre también
desempeña este papel y transporta a las semillas tanto a cortas como a largas
distancias. En general, este mecanismo de transporte es poco específico en relación con
qué especie vegetal es acarreada por qué especie animal.
Figura IX.3. A) Semillas con ganchos que se adhieren a la ropa así como al pelaje de los animales. Bidens
1, Xanthium 2, Cenchrus 3, Harpagophytum 4, Proboscidea 5. B) Ganchos que les permiten anclarse al
sustrato: Trapanatans 1, Trapella sinensis 2, Blyxa echinosperma 3, Ceratophyllum demersum 4, Zoostera
marina 5 (tomado de Van der Pijl, 1976). C) Estructuras que les permiten desplazarse y modificar su posicion
una vez sobre el suelo. 1 Centaurea cyanus, 2 Trifolium squarrosum, 3 Aegilops ovata.
Frecuentemente, las semillas tienen estructuras especiales para atraer a las hormigas. El
elaiosoma es una protuberancia de tejido nutritivo, con un importante contenido de
aceites (y a veces almidones), que atrae a las hormigas por ser una fuente de alimento.
Cuando la hormiga encuentra la semilla la acarrea al nido, remueve el elaiosoma y
abandona la semilla en una vieja galería o en un montón donde se acumulan los
desperdicios. Por lo general estos ambientes son adecuados para el establecimiento de
plántulas, ya que poseen más materia orgánica y nutrientes que el suelo de los
alrededores. La plántula que inicia su crecimiento ahí tiene ventaja sobre otras plántulas,
ya que tiene acceso a una mayor cantidad de elementos nutritivos que le permiten
crecer rápidamente.
Para que las hormigas puedan transportar las semillas, éstas no deben sobrepasar cierto
tamaño; algunas formas ayudan más que otras. La elaboración del elaiosoma no implica
un gran costo energético para la planta. Esta estructura, según la especie, tiene orígenes
muy diversos: a veces es un engrosamiento del funículo o de la carúncula, otras veces
es una parte específica del endospermo, del fruto, etc. Lo interesante es que, por medio
de caminos muy variados, diversos grupos de plantas han elaborado estructuras
atrayentes para las hormigas, usándolas como su principal mecanismo de dispersión de
semillas.
En la naturaleza existen relaciones asombrosas entre las plantas y las hormigas. Como
ejemplo está el caso del arbusto parásito Pachycentria tuberosa que crece y se alimenta
de otra planta, Hydnophytum formicarium. Las hormigas viven dentro de los tallos
engrosados de esta última, y colectan semillas del arbusto parásito, transportándolas a
sus nidos dentro de los tallos. Aquí las semillas germinan y las raíces se ramifican entre
un depósito y otro, y las hojas emergen por los agujeros que presentan las ramas del
hospedero.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Otro ejemplo es el de las hormigas que forman sus nidos en los árboles y que establecen
los llamados "jardines de hormigas", plantando las semillas del árbol hospedero en sus
nidos, los cuales parecen ser buenos sitios para la germinación y el establecimiento.
Entre las especies cuyas semillas son dispersadas por hormigas están: Turnera ulmifolia,
Datura discolor, Dischidia gaudichaudii, Calathea spp., etcétera.
Hay hormigas que más que dispersoras son depredadoras, ya que recogen muy diversos
tipos de materiales, almacenan aquellos que son comestibles y los ingieren después de
que se han fermentado. Frecuentemente acarrean cualquier tipo de semilla, la cual es
abandonada con los otros materiales, pero no es capaz de germinar en esas condiciones
(capítulo X).
Todo este proceso mencionado en los párrafos anteriores significa una serie de costos
para la planta: tejidos ricos en nutrientes, tamaño más bien grande, testas duras,
sustancias químicas, producción de gran número de frutos para asegurarse de que
algunos sobrevivan a la depredación, etc. A pesar de ello, gran cantidad de especies
presentan frutos que son ingeridos por animales y algunos de ellos son dispersados, lo
cual hace pensar que los beneficios de este tipo de dispersión son mayores que los
costos.
En los ejemplos que se presentan a continuación se aprecia cómo los animales ingieren y
dispersan los frutos de una manera más direccional. Esto significa que debido a los
hábitos y comportamientos particulares de los animales, hay más seguridad en cuanto al
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Entre los principales dispersores animales están ciertos mamíferos como murciélagos,
caballos, monos y emúcs, numerosas especies de aves, tortugas, algunos peces y
también las lombrices.
No todos los animales que ingieren frutos o semillas son agentes dispersores. Muchas
veces es difícil distinguir si un animal es un dispersor o un depredador porque puede
desempeñar ambos papeles. Sólo se considera que un animal es un dispersor si las
semillas salen del tracto digestivo del animal sin haber sufrido daños. Si mantienen su
capacidad germinativa, el animal que las ingirió es realmente un agente dispersor. El
análisis de heces fecales de mandriles en Ghana demostró que 59 especies pudieron
atravesar el tracto digestivo y germinar. El análisis del guano de aves en Australia reveló
un total de 70 especies.
1) Los animales que se comen y digieren la mayoría de las semillas pero algunas logran
no ser dañadas. Los siguientes datos reflejan la importancia de las pocas semillas que
logran sobrevivir. En África se alimentó a herbívoros (impalas) con frutos de Acacia. En
el caso de esta especie la pared de las semillas frecuentemente es digerida junto con la
vaina que forma el fruto. Se encontró que sólo 4.8% de las semillas sobrevivieron el
paso por el tracto digestivo. Sin embargo, conociendo la densidad de ambas especies, se
calculó que esta tasa baja de sobrevivencia representaba más de 1 000 semillas intactas
dispersadas diariamente por kilómetro cuadrado, durante los dos o tres meses que la
especie está fructificando.
2) Los animales que almacenan semillas pero dejan algunas abandonadas. Ejemplo de
este caso es un cuervo (scatterhoarding jays) que entierra bellotas en la tierra para
comérselas más adelante. En un censo realizado sobre las bellotas producidas en un
año, se encontró que 54% de la producción había sido tomado por estas aves. Se calculó
que cada ave entierra 4 600 bellotas al año y que una proporción de éstas no es comida
debido al exceso de bellotas almacenadas, a la muerte del ave o simplemente por olvido.
Lo mismo se ha visto que sucede con roedores o ardillas. Las semillas son enterradas
superficialmente, con frecuencia en sitios adecuados para germinar, donde las plántulas
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
de encinos se establecen. Se ha visto que por lo menos la mitad de las plántulas que se
producen en un año nace de las semillas enterradas por estas aves.
He aquí algunos ejemplos de animales que ingieren semillas y las dispersan, y que
difieren tanto en los hábitos y comunidades en las que viven, como en su taxonomía:
Lombrices. Estos pequeños invertebrados ingieren semillas pequeñas, las cuales defecan
bajo tierra; de esta manera contribuyen a su distribución y enterramiento en el suelo. En
su interior se han encontrado semillas de diversas especies, lo cual prueba que las
comen. En Europa hay registros de plántulas de orquídeas que han germinado en
túneles de las lombrices.
Peces. Existen muchas especies de peces cuyo alimento principal son partes vegetales,
entre ellas frutos y semillas. Existen casos en que las semillas se usan como carnada,
como por ejemplo la leguminosa Pithecellobium microcarpum en Borneo.
Los peces ingieren semillas de plantas que viven a la orilla de ríos y pantanos (el
higoFicus, la leguminosa Inga, las palmas Arecastrum y Geonoma, la anona Guatteria).
Estudios realizados en peces del Amazonas demostraron que varios de ellos ingerían
regularmente en su dieta frutos y semillas. Se registraron 33 especies vegetales en sus
estómagos; de éstas, 16 germinaron.
Reptiles. Entre los reptiles actuales sólo las tortugas y algunas lagartijas tienen hábitos
vegetarianos. Existen algunos ejemplos bien documentados sobre la dispersión de
semillas por reptiles, como el de una variedad local de tomate (Lycopersicon
esculentumvar. minor) en las Galápagos, el cual sólo germina después de atravesar el
tracto digestivo de las tortugas. Las semillas tardan entre doce y veinte días para ser
defecadas y las que tardan menos tiempo presentan menor germinación. En estas
mismas islas las tortugas ayudan a la dispersión de las semillas de cactos.
Varias especies del género Gopherus comen y dispersan semillas de Asimina y del
cactoOpuntia a lo largo del sureste de EUA y noreste de México.
Aves. Las aves se encuentran entre los principales animales que dispersan frutos y
semillas. Por lo general lo hacen de manera accidental, cuando realizan sus actividades
alimenticias (depredación). Por ejemplo, cuando toman los frutos de la rama para
comérselos, dejan caer algunas semillas; o también cuando transportan semillas a los
nidos para almacenar una parte del alimento que comerán posteriormente y ya no
vuelven por él. Los roedores igualmente ayudan a bajar al suelo estas semillas de
losalmacenes arbóreos, donde a su vez, cuando son olvidadas, pueden germinar. Estos
casos parecen totalmente accidentales, pero cuando ocurren con suficiente regularidad
para asegurar la dispersión y sobrevivencia de un pequeño número de semillas
constituyen un mecanismo de dispersión. Uno de los ejemplos más conocidos es el de las
aves del género Nucifraga, que se alimentan de nueces de Fagus, Quercus, Juglans,
Castanea, entre otras. Se ha visto a diversas especies de charas (Garrulus) enterrar
nueces y bellotas. Experimentos hechos en Europa demostraron que un ave transporta
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Muchas aves ingieren semillas de manera casual junto con el follaje y para muchas
especies vegetales esto se ha convertido en un mecanismo de dispersión. Esto es
especialmente importante para plantas de la familia de las ciperáceas, como Nymphaea,
Nuphar y Pontederia, lo cual les permite dispersarse a grandes distancias.
Las semillas ornitócoras son aquellas que están realmente adaptadas para ser ingeridas
por aves sin sufrir daños.
En general, los frutos pequeños más carnosos están adaptados a la dispersión por aves.
La relación entre las plantas y las aves brinda ventajas a ambas partes y se ha
desarrollado a través de miles de años. Por un lado, la planta invierte recursos en rodear
a la semilla de una cubierta carnosa y nutritiva, atractiva para las aves y a cambio de
ello el ave ingiere gran cantidad de estos frutos, digiere la pulpa y arroja la semilla a
cierta distancia de la planta progenitora, ayudando de esta manera a su dispersión. Se
puede decir que es un caso de coevolución, pues tanto las plantas como las aves —por lo
menos las frugívoras más especializadas— se han modificado mutuamente durante el
curso de su evolución. En este sentido, el tamaño, forma y contenido nutritivo de los
frutos de distintas plantas hace que estos sean conspicuos, atractivos y físicamente
accesibles para ciertos tipos de aves. Las semillas deben estar protegidas de modo que
sean capaces de resistir las situaciones que atraviesan antes de ser regurgitadas o
defecadas. A su vez, los picos de las aves frugívoras, su sistema digestivo y otras
características, se han adaptado para detectar, cortar, ingerir y digerir eficientemente los
frutos.
Dentro de las aves frugívoras hay toda una gama que abarca desde las aves
especialistas, las cuales dependen básicamente de los frutos para obtener proteínas,
lípidos, carbohidratos y agua, hasta las aves oportunistas que sólo usan los frutos para
obtener agua y carbohidratos y que tienen otras fuentes que les proporcionan lípidos y
proteínas. Esto es un reflejo de lo que algunos autores llaman la calidad de la
dispersión.Los especialistas son dispersores de alta calidad pues dependen de frutos
particulares, lo que asegura que estarán presentes durante la fructificación y que
ingerirán los frutos, además de que su sistema digestivo especializado les permite
regurgitar gran cantidad de semillas sin que éstas sufran daños. El costo que tiene que
pagar la planta por esta dispersión de alta calidad es la producción de una pulpa muy
nutritiva. Ejemplos notables de ello son las familias de las palmas, las lauráceas y las
burseráceas.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
En cambio, las plantas cuyos frutos sólo son utilizados de manera oportunista por un alto
rango de frugívoros casuales, brindan mucha menor recompensa a las aves. La planta
equilibra la dispersión de baja calidad con la producción de un mayor número de semillas
de menor tamaño, asegurando así que algunas de ellas sobrevivan a la depredación y
sean dispersadas.
Los frutos también son alimentos importantes para muchas aves que migran entre zonas
templadas y tropicales. Aves como el vireo ojirrojo norteño (Vireo olivaceus), el chipe
peregrino (Vermivora peregrina), el zorzalito de Swainson (Catharus ustulatus) y el
papamoscas copetón viajero (Myiarchus crinitus) habitan en el norte de América y
durante el invierno migran al trópico. Se ha visto que entre estas cuatro especies se
consume el 60% de las semillas del árbol tropical Guarea glabra. Curiosamente, muchas
de las aves migratorias son insectívoras en sus zonas de origen y cuando migran al
trópico se tornan frugívoras: el tirano dorsinegro (Tyrannus tyrannus) consume gran
cantidad de frutos de Didymopanax morototoni cuando viaja de Sudamérica hacia el
norte. Durante estos viajes las semillas son dispersadas a mayores distancias que con
las aves residentes.
Existe una correlación entre las épocas de fructificación de las plantas de algunas zonas
geográficas y la época del paso de las aves migratorias. Así, en el este de Norteamérica
los frutos carnosos maduran entre agosto y principios de octubre. Las aves migratorias
cruzan esta zona entre fines de agosto y mediados de octubre, coincidiendo con la época
de mayor fructificación de especies ornitócoras. Algunos ejemplos son el chipe
grupidorado gorjiblanco (Dendroica cioronata), que se alimenta y dispersa extensamente
las bayas de la hiedra venenosa Rhus rhadicans y el zorzalito colirrufo (Catharus
guttatus) que ingiere frutos de varias especies de Smilax.
Los frutos que requieren de aves para su dispersión han desarrollado una serie de
características que los distinguen como semillas con síndrome ornitócoro. El desarrollo
de estas características les ha permitido establecer una estrecha relación con las aves en
la cual los frutos y semillas atraen al ave y le brindan alguna recompensa en forma de
alimento, por lo cual el ave los busca con asiduidad y participa activamente en su
dispersión. Las aves han desarrollado muy poco el sentido del olfato y utilizan
principalmente la vista, por lo que las características que las semillas ornitócoras
presentan son:
Los colores más frecuentes son el rojo, el azul y el negro. Esta coloración conspicua
aparece sola o en combinación. Los colores, además de atraer al ave, indican la madurez
del fruto y por tanto son señal de que la semilla ha completado su desarrollo y que ya
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Algunas semillas no comestibles presentan colores parecidos a los de otras especies que
sí lo son. A veces las aves se confunden y las ingieren. No se sabe si esto promueve la
germinación. Este mimetismo en semillas es frecuente sobre todo en la familia de las
leguminosas: Abrus precatorius, Adenanthera pavonina, Cassia costata, Pithecellobium
clypearia, P. lusorium, Erythrina spp., etcétera.
El tamaño de los frutos ingeridos por aves varía, pero no es muy grande. Se considera
que el límite está en frutos de unos 4 X 7 cm, los cuales sólo pueden ser ingeridos por
aves grandes, como los tucanes.
Las aves frugívoras emplean tres mecanismos para dispersar las semillas. El primero
consiste en expulsar a la semilla del fruto cuando el ave se está comiendo la pulpa. En
estos casos, las semillas caen muy cerca del árbol que produjo los frutos. En el segundo
caso el ave se traga el fruto entero, incluyendo las semillas. Éstas pueden tener dos
destinos: ser regurgitadas o atravesar el tracto digestivo y ser defecadas. En el primer
caso las semillas son depositadas cerca de la planta progenitora pues el proceso es
mucho más rápido, a veces de sólo unos cuantos minutos. Cuando las semillas son
defecadas, ya ha transcurrido un lapso mayor (de una a varias horas) y por lo tanto el
ave se encuentra más lejos de la fuente de frutos.
Como ejemplo de la actividad de las aves veamos lo que sucede con una mora silvestre
(Rubus fruticosus), muy abundante en Inglaterra (Snow y Snow, 1988). Florece en junio
y los frutos maduran entre agosto y octubre. Los frutos carnosos son pequeños, entre 12
y 15 mm. Se registraron ocho especies de aves dispersoras que varían mucho en
importancia. El tordo, Turdus merula, realizó 138 visitas (121 de ellas en septiembre); el
estornino, Sturnus vulgaris, ocupó el primer lugar pues realizó 335 visitas (227 en
octubre y 108 en noviembre). Las otras seis especies de aves sólo hicieron 42 visitas
entre todas. Estos datos muestran un conjunto diferente de aves que hace uso de un
recurso y que además lo divide en el tiempo. Sólo se observaron tres aves
depredadoras.
Mamíferos. (ungulados, primates, roedores, etc.). Al igual que en el caso de las aves, la
dispersión por mamíferos es un fenómeno más común en los trópicos que en las zonas
templadas. Entre los principales mamíferos frugívoros están los roedores, los
murciélagos, los changos, los osos y los ungulados.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
De nuevo, al igual que en el caso de las aves, muchos roedores son depredadores que
de manera accidental dispersan las semillas. Ardillas, ratas y hámsters se alimentan de
las semillas de encinos, pinos y cereales, pero también las transportan y almacenan,
donde en ocasiones las olvidan y éstas germinan. Esto se ha documentado con detalle
en lo que se refiere a las ratas canguro (Dipodomys), que se alimentan de las semillas
de mezquite (Prosopis) y las almacenan, contribuyendo a su regeneración. En bosques
templados las ardillas (Sciurus) las entierran en forma aislada o en pequeños grupos;
estas semillas son de nogales (Juglans y Carya), encinos (Quercus), castaño (Castanea)
y arce (Acer). Algunas de estas semillas logran germinar y establecerse.
Entre las características que exhiben las semillas dispersadas por mamíferos están:
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Al igual que en el caso de las aves, mientras más tiempo pasen las semillas dentro del
animal, mayor será la distancia a que serán dispersadas. Semillas de guanacaste
(Enterolobium cyclocarpum) ofrecidas a un tapir fueron defecadas en pequeñas
cantidades durante un lapso de 23 días, aunque ello aumenta el riesgo de que sufran
daños. Del total ingerido, sólo 22% permaneció intacto. Para muchos animales, mientras
más grande sea la semilla, mayor es el periodo de retención dentro del tracto digestivo.
Existe una relación interesante entre las leguminosas y los rumiantes. Estos últimos no
sólo se alimentan de pastos sino también de frutos que constituyen una parte esencial
de su dieta alimenticia. Digieren las vainas leñosas de muchas de las leguminosas de la
sabana, como es el caso de la relación entre los antílopes y los frutos
de Adansonia. Entre los árboles más comunes en la sabana están los pertenecientes al
género Acacia. Estas especies se han especializado en usar a los grandes herbívoros
como mecanismo de dispersión; sus frutos son vainas nutritivas, duras, que en
ocasiones permanecen en los árboles o bien caen al suelo. Las semillas son
extremadamente duras y muy lisas, lo cual dificulta que sean trituradas por los molares
del animal. Entre los géneros cuyas especies son dispersadas por rumiantes
están: Cassia, Acacia, Prosopis, Ceratonia, etcétera.
La reintroducción de otros herbívoros de mediano tamaño como las vacas y los caballos
ha remplazado en parte a los herbívoros desaparecidos. Cuando se les deja pastar
libremente ingieren grandes cantidades de algunos frutos como los de Crescentia alata y
los del guanacaste (Enterolobium cyclocarpum). El primero de ellos, que es el árbol
productor de las jícaras, crece formando manchones aislados de 3 a 4 metros en los
pastizales. Los frutos esféricos (6 a 15 cm de diámetro) contienen entre 200 y 800
semillas inmersas en una pulpa fibrosa. Los frutos caen al suelo sin abrirse, donde
terminan de madurar. En este momento son relativamente dulces y la pulpa se vuelve
negra y olorosa. Los caballos pueden romper la cubierta dura externa de los frutos con
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
los incisivos y comerse la pulpa sin tener la necesidad de masticarla demasiado. Para
tener una idea de la capacidad de dispersión que los caballos representan para esta
especie, el mencionado autor da los siguientes datos: un grupo de 17 caballos se comió
666 frutos en un periodo de 24 horas.
Otros mamíferos importantes son los tapires. En la zona del Amazonas entierran semillas
de Araucaria angustifolia, muchas de las cuales después germinan. Gatos del
géneroParadoxurus suben a los árboles y consumen distintos tipos de frutos y semillas.
Un fruto muy apetecido por distintos mamíferos es el de Durio zibethinus. El fruto es
grande y espinoso. Las semillas no tienen ninguna protección, pero cuando el fruto está
verde, son tóxicas. Se necesita cierta fuerza y habilidad para abrir el fruto y liberar la
semilla junto con una especie de arilo con alto contenido de aceites. Entre los animales
que gustan de este arilo están los orangutanes, rinocerontes, tapires, osos, elefantes y
ocasionalmente carnívoros como las panteras.
Murciélagos. Dentro de este grupo de mamíferos hay numerosas especies cuyo alimento
principal son frutos. Generalmente no ingieren las semillas y sólo consumen la pulpa
jugosa de los frutos; cuando las semillas son muy pequeñas y están inmersas dentro de
la carne del fruto, lo ingieren todo y luego regurgitan o defecan las semillas, como en el
caso del Ficus (higos), Piper y Cecropia. Los murciélagos son de hábitos nocturnos e
incapaces de percibir colores; tienen un agudo sentido del olfato. La dispersión no la
realizan a grandes distancias. Frecuentemente, después de ingerir algunos frutos van a
su lugar de reposo, donde regurgitan los restos de alimento, incluyendo las semillas.
Estas distancias son de unos pocos cientos de metros.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Figura IX.4. Especies dispersadas por murciélagos a lo largo del año en los Tuxtlas, Veracruz. Hay especies
que producen frutos todo el año, otras son muy estacionales. La dieta de los murciélagos, y su actividad como
dispersores de semillas se produce en los doce meses. Los asteriscos indican el porcentaje de cada especie
del total de detritus recolectado: menos de 1% (*); 1- 5%(* *); 5- 20% (* * *); 20- 50% (* * * *); 50- 80%
(* * * * *), y más de 80% (* * * * * *) (tomado de Vázquez-Yanez y colaboradores, 1975).
Los murciélagos varían de tamaño. Los más grandes, como los Pteropus, son capaces de
transportar frutos de mango, aunque la mayoría son más pequeños, y por lo tanto el
tamaño del fruto constituye una limitante. Se orientan con el sonar, por lo que se les
dificulta cruzar follajes densos. Prefieren frutos que no estén inmersos dentro de la copa
de los árboles.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
La posición de los frutos en el árbol muchas veces les confiere una forma o estructura
llamativa. Por ejemplo, Terminalia catappa tiene una ramificación en forma de estratos,
en el extremo de los cuales cuelgan los frutos y se balancean en algunas especies de
higueras (Ficus), Artocarpus, Lansium, etc. En otras especies los frutos salen
directamente del tronco.
Entre las familias más visitadas por los murciélagos están: palmas, moráceas,
crisobalanáceas, anonáceas, sapotáceas y anacardiáceas.
a) Dispersión por lluvia. Algunas semillas utilizan la lluvia para dispersarse. Las hay
desde poco especializadas, que simplemente abren sus frutos y exponen las semillas de
modo que cuando llueve, éstas caen del fruto y el agua de lluvia que escurre las aleja
unos metros más. A veces los frutos están orientados horizontalmente, de modo que la
superficie que recibe el impacto de las gotas de lluvia es mayor y las semillas son
lanzadas a mayores distancias, como la Thlaspi alpestre (Crucífera), en la cual las
semillas alcanzan una distancia de 80 centímetros.
b) Dispersión por corrientes. Las semillas que son dispersadas por corrientes de agua
tienen la necesidad de flotar, de modo que puedan recorrer cierta distancia. Gunn y
Dennis (1976) han encontrado diversas características que les permiten a las semillas
flotar tanto en agua dulce como marina y las han conjuntado en cinco grupos (Figura
IX.5):
Grupo 1. La capacidad de flotar se debe a una cavidad dentro de la semilla, que a veces
existe entre los cotiledones (por ejemplo en el caso de varias especies
de Entada eIpomoea), o cuando el endospermo o el embrión no ocupan todo el espacio
de la semilla (especies de Aleurites y de Caesalpinia). Cuando la unidad se dispersa en
un fruto, puede haber cavidades o espacios dentro de la pared del fruto (especies
de Juglans o nogal), o bien existir una cavidad central (en el caso de las palmas).
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Figura IX.5. Semillas que se dispersan mediante las corrientes marinas, y que muestran diferentes
mecanismos de flotación. Forman los grupos: Entada phaseoloides 1, Omphalea diandra 2, Canarium
decumanum 3 y Sacaglottis amazonica 4. El segundo Dioclea reflexa (5 y 6); el tercero la Cerbera manghas 7,
el cuarto Peltophorum inerme 8 y el quinto Grias cauliflora 9 y Barringtonia asiatica 10 (tomado de Gunn y
Dennis, 1976).
Grupo 2. Las semillas flotan debido a que el tejido de los cotiledones es muy ligero,
como sucede en varias leguminosas de los géneros Erythrina (colorín), Dioclea (ojo de
venado) y Canavalia (frijol de playa).
Grupo 3. Las semillas tienen una pared de tejido semejante al corcho, o bien de
consistencia fibrosa; a veces aparecen ambas características juntas. Este patrón se
presenta en las semillas de Terminalia (almendro) y de Hippomane mancinella (árbol de
manzanilla).
Grupo 4. Las semillas son tan delgadas que son capaces de flotar, como en el caso del
mangle blanco, Avicennia germinans.
Grupo 5. Una combinación de los factores arriba mencionados permite a las semillas
flotar (Barringtonia asiatica, Cocos nucifera, coco).
b.1) Dispersión por corrientes de agua dulce. Muchas plantas acuáticas o que viven
en las orillas, presentan semillas pesadas que requieren incrementar su superficie para
poder flotar y ser transportadas pbr el agua. Algunas presentan pelos (Nymphoides
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Otras semillas flotan debido a que tienen un peso específico bajo, el cual logran por
medio de espacios llenos de aire, cotiledones muy ligeros o tejidos especiales tipo
corcho: Grias cauliflora, especies de Combretum y de Nelumbo.
Muchas semillas son arrastradas hasta la orilla del mar y después dispersadas por
corrientes marinas. Algunas cuantas permanecen a flote, por lo que frecuentemente
llegan a playas localizadas en lugares muy alejados de donde viven las plantas que las
produjeron. A pesar de que se conservan en buen estado y que la testa permanece
intacta, muchas de ellas no están viables. El embrión ya ha muerto y son incapaces de
germinar. En estos casos, a pesar de que haya un flujo constante de semillas de una
especie a otras playas, no germinarán y no habrá plántulas que sobrevivan para crear
poblaciones permanentes en esas nuevas playas.
Existen autores, como Gunn y Dennis (1976), que han recorrido muchísimas playas
buscando semillas arrojadas por el mar. Consideran que menos de 1% de las plantas
tropicales producen semillas capaces de flotar, ya sea en agua dulce o marina por
periodos de un mes.
A pesar de que en algunas playas es frecuente encontrar semillas, pocas veces éstas han
sido observadas flotando en el mar, lejos de una costa. Muestras de plancton tomadas
de la superficie del mar, no incluyen semillas. Estos mismos autores analizaron muestras
de arena provenientes del fondo marino de zonas del Caribe, Golfo de Panamá y Golfo
de Guinea, en África. Encontraron semillas de aproximadamente 20 especies de plantas
tropicales. Entre las especies encontradas en estas muestras están la leguminosa
(Pterocarpus officinalis), el coco (Cocos nucifera), el almendro (Terminalia catappa), el
ciruelo silvestre (Spondias mombin), el mango (Mangifera indica), el mangle rojo
(Rhizophora mangle), y el mangle blanco (Avicennia germinans). En general, el conjunto
no es tan diferente del que se encuentra en las playas.
tiempo que permanecen flotando puede ser bastante largo, por lo que necesitan
estructuras y protecciones más complejas que las plantas que se dispersan por
corrientes de agua dulce. Entre las plantas cuyas semillas son dispersadas por corrientes
marinas están Caesalpinia bonduc, Cakile maritima, Canavalia rosea, Ipomoea pes-
caprae, Hippomane mancinella, Cocos nucifera, Wedelia biflora, entre otras.
4) Autocoria
Dentro de este grupo se encuentran las especies en las que la propia planta es la
encargada de la dispersión de las semillas y participa de manera más activa en el propio
proceso. Los frutos de este grupo caen, explotan, y lanzan las semillas; se les denomina
balócoras (ballo—aventar).
Existen frutos en los que el tejido cambia su tensión debido a cambios higroscópicos. Al
disminuir la humedad en el entorno, los tejidos comienzan a perder agua,
incrementándose la tensión en algunos puntos, hasta que se produce una ruptura
violenta. Este mecanismo se presenta principalmente en hierbas y arbustos (es
frecuente en leguminosas como Crotalaria incana y Chamaecrista chamaecristoides),
pero también en algunos árboles como Hevea spp. y Hura crepitans.
A veces se requiere de un agente externo que procure la energía necesaria para que se
lleve a cabo la ruptura y expulsión de las semillas. Frecuentemente es un animal que al
pasar roza el fruto y hace que se abra. Otras veces es la lluvia y otras más es el viento.
5) Barocoria
En esta categoría se colocan las especies con semillas grandes y pesadas que caen por
su propio peso. Sin embargo, es una categoría poco clara; se ha comprobado que
muchas especies se consideraban barócoras debido a que no se conocía el mecanismo
de dispersión. Ejemplos de especies que se consideran dentro de esta clase son Aesculus
hippocastanum y Mora excelsa.
DISPERSIÓN SECUNDARIA
Una vez que las semillas han sido dispersadas y se han alejado de la planta progenitora,
pueden ser dispersadas de nuevo por el mismo agente o por otro distinto. Esto les
permite alejarse aún más, o bien incrementar la posibilidad de encontrar sitios
adecuados para la germinación y establecimiento. Algunas semillas son totalmente
pasivas, mientras que otras son más activas en este sentido. Así, hay semillas que
presentan pelos o ganchos sensibles a cambios de humedad del ambiente, los cuales se
mueven a través de un proceso de hidratación y deshidratación, desplazándose o
enterrando parcialmente la semilla (Figura IX.3(c)). Por ejemplo, en las gramíneas de los
géneros Stipa, Avena y Erodium se ha visto que este movimiento y anclaje o
enterramiento favorece la germinación y el establecimiento exitoso de las plántulas.
En las dunas costeras existe una leguminosa endémica del Golfo de México
(Chamaecrista chamaecristoides). Produce una vaina que explota y arroja las semillas
alrededor del arbusto que las produjo. Durante la época de nortes, los vientos arrastran
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
estas semillas y las distribuyen sobre la arena desnuda, sobre todo en las pendientes de
barlovento. Cuando vienen las lluvias, germinan e inician la colonización y fijación en las
arenas móviles.
Otro ejemplo más son las semillas enterradas por la propia planta, donde el fruto en
desarrollo se encuentra en el extremo de un pedicelo que se alarga, dobla y entierra,
como en el caso del cacahuate (Arachis) y de una planta que habita las playas del Golfo
de México (Okenia hypogea). Este mecanismo se ha registrado principalmente en
ambientes áridos, aunque no es exclusivo de ellos. Se podría considerar como un caso
opuesto a la dispersión, pues la planta progenitora asegura que las nuevas plántulas
crezcan cerca, en un ambiente adecuado debido a que ya hay un adulto reproductivo de
esa especie.
DISPERSIÓN EN LA COMUNIDAD
Entre la vegetación que coloniza un área abierta tiende a predominar la dispersión por
viento (anemócora), ya que las semillas de una especie deben ser las primeras en llegar
a un sitio abierto, libre de la competencia de otras plantas, si desean germinar y
establecerse. En cambio, en bosques o selvas donde además existen numerosos
animales, se incrementa notablemente la dispersión por aves y mamíferos y por tanto
coexisten muy variados mecanismos de dispersión.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Figura IX.6. Porcentaje de semillas de árboles, arbustos y lianas dispersadas por cada uno de los mecanismos
de dispersión (viento, aves, mamíferos y otros no identificados) en tres comunidades de selva y establecidas
en ambientes con diferente grado de humedad. La selva baja caducifolia (1) se localiza en el parque Santa
Rosa en Costa Rica, la selva mediana en Barro Colorado, Panamá y la selva alta perennnifolia en Río
Palenque, Ecuador (tomado de Gentry, 1982).
estacionalidad es mucho menos marcada. Abundan las aves y mamíferos durante todo el
año y las plantas los utilizan para dispersarse.
A las islas constantemente arriban organismos, pero igual que llegan, desaparecen. Sin
embargo, unos cuantos logran establecerse y aunque esas llegadas sean poco
frecuentes, el resultado es exitoso. Se ha calculado que la actual flora de Galápagos
pudiera ser el resultado de una llegada y colonización exitosa cada 7 900 años; para las
islas de Hawai se ha calculado en 20 000 a 30 000 años.
Las islas son pequeños puntos de tierra (ambientes favorables para plantas y animales
terrestres) rodeados de inmensas extensiones de agua que constituyen barreras físicas
para los que quieren llegar a ellas. Algunas especies se diseminan por el agua y otras
por el aire, pero en ambos casos son pocas las posibilidades de que lleguen a tierra. Por
tanto, la probabilidad de que las semillas lleguen a una isla depende de varios aspectos:
La colonización exitosa dependerá del medio físico que presente la isla y de lo adecuado
que sea para que la semilla germine y la plántula se establezca y desarrolle.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Figura IX.7. Principales mecanismos de dispersión (viento, aves —interno y externo— y corrientes marinas)
responsables de la colonización de islas del Pacífico (modificado de Carlquist, 1967). 1. San Clemente, 2.
Islas de Revillagigedo, 3. Galápagos, 4. Juan Fernández, 5. Isla de Pascua, 6. Oeno, 7. Marquesas, 8.
Rarotonga , 9. Samoa, 10. Hawai. La columna A indica el porcentaje de semillas dispersadas por aves
(transporte externo), la B por aves (transporte interno), la C por viento y la D por corrientes de agua.
Otro posible mecanismo de introducción de especies a las islas son las tortugas. Se
considera que introducen varias especies en los atolones de Aldabra, en el Océano
Índico. Una tortuga necesita cinco días para viajar de Madagascar a Aldabra, lo cual es
mucho menos del tiempo que requiere para defecar la última comida (hasta 50 días).
En general, las aves es el grupo animal que más se encuentra en las islas, en contraste
con el bajo número de mamíferos y reptiles (en Cuba, por ejemplo, sólo existen dos
especies de víboras y en cambio las aves son muy numerosas; estos valores son
semejantes en otras islas).
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Datos de otro autor (Sugden, 1982) indican la existencia de 126 especies de plantas
vasculares en Colombia, en la Serranía Macuira, con una altura de 865 m/nm. La flora
de esta región tiene un origen reciente y no ha estado unida a otras zonas de alta
montaña. Este investigador encontró que 41% de las especies presentaba dispersión
endozoocora, 39% anemócora (viento), 5% ectozoocora y el resto era desconocida.
Aunque no coincide totalmente con los resultados del Sudán, en ambos casos las aves
desempeñaron un papel fundamental.
Actualmente, la tala y destrucción tan extensa que ha hecho el hombre de las selvas y
bosques ha creado paisajes en donde la vegetación natural forma "islas", grandes
espacios rodeados de campos agrícolas, ganaderos o bajo algún sistema de uso. Por
tanto, para conservar estas "islas" con todas sus especies se necesitan mecanismos de
dispersión que lleven las semillas a mayores distancias que hasta hace algunos años.
Asimismo, se requieren organismos animales capaces de viajar entre islas, de cruzar
otros medios ambientes distintos de la vegetación original. En la zona de Los Tuxtlas, en
el sur de Veracruz, Sergio Guevara y sus colaboradores han demostrado que existe un
intenso tránsito de aves ornitócoras entre los distintos manchones de selva (corredores a
lo largo de ríos, cercas vivas, remanentes de selvas, etc.). Estas aves son muy
importantes en el transporte de semillas y por lo tanto en la regeneración de numerosas
especies arbóreas de la selva.
A este mismo problema se han venido enfrentando las reservas naturales. Y aunque
éstas muchas veces tienen un tamaño suficiente para que las poblaciones vegetales
puedan dispersarse y establecerse con éxito dentro del área delimitada artificialmente
como reserva, no siempre es éste el caso. Frecuentemente, los parques y monumentos
sólo cubren pequeñas extensiones.
X . A N I M A L E S Y S E M I L L A S
LAS semillas y frutos constituyen una importante fuente de recursos para muchos
animales. Como se ha visto en capítulos anteriores, su calidad nutricional es muy
superior a la de otras partes de la planta. Por ello, gran cantidad de frutos (y semillas)
se pierden por depredación de multitud de organismos, frecuentemente aun antes de
que maduren.
primer grupo ataca a las semillas antes de que éstas maduren y sean dispersadas; el
segundo viene después, y frecuentemente se mezcla con la dispersión misma.
Los insectos son los principales depredadores de frutos y semillas de este primer grupo.
Algunas especies ovipositan en las flores, de modo que la larva se desarrolla dentro de la
semilla en formación y se alimenta de ella. Éstas son larvas sedentarias y el animal
adulto es el que tiene que localizar la flor y ovipositar en alguna. Otro tipo de daño lo
producen los insectos móviles que recorren diferentes partes de la planta; o también
diferentes plantas que se dañan entre sí de manera directa.
Louda (1982) realizó unos experimentos en California en los que usó una hierba de la
familia de las compuestas (Haplopappus squarrosus); gracias a ellos demostró y
cuantificó la importancia de la depredación de las semillas por parte de los insectos y el
efecto que esto tenía en el establecimiento de plántulas. Comparando ciertas plantas
tratadas con insecticidas contra otras cuyos depredadores no habían sido eliminados,
encontró que en las primeras se reducía la pérdida de semillas de 94 a 41 por ciento.
Existen varios mecanismos por medio de los cuales las plantas disminuyen la pérdida de
semillas por depredadores (principalmente insectos) antes de la fase de dispersión,
cuando constituyen un recurso alimenticio concentrado y también después de la
dispersión, mientras se lleva a cabo la germinación. Entre los principales están: la
protección por medios químicos, por lo general de compuestos secundarios, la protección
mecánica de frutos y semillas, la disminución del tamaño de las flores y semillas e
incremento en su número, el escape temporal, el escape especial y los animales
defensores.
PROTECCIÓN QUÍMICA
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Durante el proceso de maduración la pulpa del fruto tiene que convertirse, de un tejido
bien protegido y no degustable, en uno atractivo, de sabor agradable y nutritivo, por lo
menos para un grupo particular de herbívoros. A través de un proceso bioquímico que
comprende un incremento en la respiración, los almidones y otros carbohidratos se
vuelven más dulces y de más fácil digestión. Por tanto, un fruto maduro contiene, por un
lado, las sustancias nutritivas y los compuestos secundarios que atraen a cierto conjunto
de animales y por el otro, los compuestos secundarios y las estructuras de protección
que alejan a otro conjunto de animales. Esto explica en parte por qué no todos los frutos
maduros tienen el mismo color, olor, contenido de sustancias, forma, etc. Janzen (1983)
explica que es justamente por medio de estas características interespecíficas que los
frutos compiten por sus dispersores, adecuan sus semillas a un conjunto particular de
animales, evitan a los dispersores no eficientes, influyen en la tasa de paso a través del
tracto digestivo de los animales, evitan a los depredadores, etcétera.
Los compuestos que contiene una semilla son: de una a tres moléculas pequeñas de
alguna toxina (numerosos alcaloides y aminoácidos poco comunes, selenio, saponinas,
glicósidos cianogénicos, etc.), de una a tres moléculas grandes de inhibidores de la
digestión (taninos, inhibidores de proteasa, etc.), además de proteínas, aminoácidos,
lípidos y carbohidratos. Algunos de estos compuestos son tóxicos, además, el mismo
arreglo y disposición de los compuestos que forman las reservas también puede llegar a
ser dañino, como en dos especies de brúquidos, los heteropolisacáridos del frijol
Phaseolus vulgaris. En las semillas de Gingko biloba y de Sterculia foetida hay lípidos
tóxicos que ayudan a proteger a las semillas y que son metabolizados durante la
germinación y crecimiento de la plántula. Algunos de estos compuestos secundarios
hacen que las plantas sean más difíciles de digerir, como es el caso de los taninos, los
cuales también abundan en las bellotas de encinos.
Además de la semilla, la testa puede tener compuestos secundarios. Por ejemplo, los
frijoles de la leguminosa Erythrina tienen sustancias sumamente tóxicas, en la testa de
la semilla, capaces de matar a las larvas de los brúquidos (Callosobructus) que fueron
ovipositados en las flores. El cedro blanco (Thuja canadensis) tiene la testa moteada,
con pequeñas manchas con altos contenidos de thujona y pinona, dos compuestos
tóxicos; los roedores se comen selectivamente las semillas, evitando estas manchas.
Hay sustancias que aunque son tóxicas para la mayoría de los animales, no lo son para
un organismo en particular. Hay insectos especialistas, como algunas especies de
brúquidos, que se alimentan de estos compuestos ya que han desarrollado resistencia a
los mismos y han llegado a constituir depredadores muy importantes de las
leguminosas. Otra especie vegetal cuyas semillas son tóxicas es la jojoba Simmondsia
chinensis. Estos compuestos evitan que muchos roedores e insectos se alimenten de
ella; sin embargo, una especie de ratón (Perognathus baileyi) las come sin sufrir ningún
daño, al igual que algunos insectos.
PROTECCIÓN MECÁNICA
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
EVASIÓN EN EL TIEMPO
El escape en el tiempo puede darse en una escala estacional o anual. En el primer caso
la depredación constituye una fuerza de selección importante que desplaza la época de
reproducción y maduración de semillas. Las vainas de Astragalus cibarius y Astragalus
utahensis sufren una destrucción de 44 y 27% respectivamente para mediados de junio.
Sin embargo, para mediados de julio la depredación aumenta a 99 y 73%
respectivamente. Ambas especies florecen, forman semillas y las dispersan antes que el
resto de las especies con las cuales conviven, aunque a veces haya mortandad por las
heladas tardías. Esto hace suponer que la depredación es un factor importante que hace
que la época de reproducción para estas dos especies se mantenga a principios de año.
Se ha visto que numerosos árboles producen durante un año una gran cantidad de frutos
y luego pasan dos o tres años en que no fructifican (Figura X.1). Esto hace que en un
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
año los insectos tengan abundante alimento y se sacien, dejando un porcentaje de las
semillas sin depredar, y que en los siguientes dos o tres años mueran por inanición. A la
siguiente temporada de fructificación, el ciclo se inicia con una población pequeña de
insectos que no crece lo suficientemente rápido como para hacer uso de todos los frutos
presentes. Para algunas especies de árboles como Pinus albicaulis se considera que la
regeneración de la población, o sea el establecimiento de nuevos individuos de pino, sólo
se produce en los años en que hay una producción alta de semillas. Los años en que no
hay fructificación o es escasa también le permiten al árbol acumular recursos para el año
de cosecha grande. Éste es un mecanismo frecuente en árboles de zonas templadas.
Figura X.1. Fructificación de diez especies de árboles de Australia durante un periodo de 10 años. El tamaño
del círculo indica el porcentaje de frutos producidos con respecto al valor obtenido en la mejor cosecha.
Puede verse que sólo la Eremophila fraseri mantuvo siempre alta producción; el resto tiene un
comportamiento heterogéneo que permite espaciar las cosechas y que va desde la producción de una baja
cantidad de frutos hasta la ausencia total (tomado de Davies, 1976).
ESCAPE EN EL ESPACIO
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
éste se concentra, por lo que una semilla que se aleje del resto tendrá mayores
probabilidades de escapar a la depredación.
Las hormigas frecuentemente defienden a las plantas de los herbívoros. Siempre están
reunidas en gran número (por ser colonias) y son agresivas. Las plantas las atraen
produciendo estructuras alimenticias o simplemente néctar. Su presencia incrementa la
producción de semillas. Este fenómeno se ha observado en distintas especies
comoCostus woodsoni, Mentzelia nuda, Helianthella quinquenervis, entre otras.
1) Las semillas de los frutos ricos en agua y azúcares (relativamente alta proporción del
volumen pulpa-semilla) con frecuencia son dispersadas por animales para los cuales
constituyen una parte importante de la dieta diaria o anual, la cual es complementada
con otros aportes, como por ejemplo insectos. Sin embargo, los frutos constituyen la
principal fuente de carbohidratos (piña, durazno, zarzamora, moras azules, etc.). Las
semillas por lo general pasan por el tracto digestivo, raramente son masticadas o
digeridas y su protección estriba en que son relativamente pequeñas y duras. Entre los
animales que se alimentan de estos frutos están ciertas aves pequeñas, monos, ardillas,
osos, murciélagos y marsupiales principalmente. Entre las plantas en que predomina
este tipo de frutos están los miembros de las siguientes familias:
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Rubiaceae Moraceae
Melastomataceae Vitaceae
Leguminosae Phytolaccaceae
Annonaceae Loranthaceae
Boraginaceae Sapindaceae
Cactaceae Passifloraceae, etcétera.
2) Las semillas de los frutos más secos, ricos en proteínas y lípidos, frecuentemente son
dispersadas por aves básicamente frugívoras, como las palomas frugívoras, los tucanes,
los manakines (Pipridae), las cotingas (Cotingidae), entre otros. Los frutos tienen una
relación de volumen pulpa-semilla relativamente pequeña y generalmente contienen una
sola semilla grande. El color de los frutos varía y las semillas frecuentemente son
regurgitadas una vez que se han separado de la pulpa. Las semillas son de sabor
amargo y la testa no es muy dura. La mayoría de estos frutos pertenecen a plantas
tropicales y entre las principales familias están:
Lauraceae Myriticaceae
Apocynaceae Sterculiaceae
Palmae Flacourtiaceae
Burseraceae Simaroubaceae, etcétera.
3) El tercer grupo está formado por frutos duros, a veces leñosos, indehiscentes que
caen al suelo, donde son recogidos por mamíferos terrestres. Generalmente hay varias
semillas duras en un fruto, la pulpa es rica en proteínas y carbohidratos y en los colores
predominan tonos naranja a café. Cierto número de semillas sobreviven a la masticación
y digestión química.
4) Un cuarto tipo está formado por los árboles productores de nueces, que son semillas
secas, sin fruto carnoso. Sirven de alimento a roedores y a algunas aves. La dispersión
exitosa depende de que sean abandonadas algunas de las semillas almacenadas o
enterradas. En este caso, en la composición química de la semilla debe existir un
equilibrio entre la protección que brinda ante los animales que sólo son depredadores y
la facilidad que da a los depredadores que también son dispersores. Entre las plantas de
este tipo están: Pinaceae, Fagaceae, Juglandaceae y Palmae.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Como se mencionó en el capítulo II, las semillas traen consigo un paquete de almuerzo
muy nutritivo. El límite tan delicado que existe en la interacción depredación-dispersión,
o sea entre el uso de los animales como dispersores y la recompensa alimenticia que las
plantas les brindan, hace que constituya uno de los aspectos más atrayentes en la
ecología de las semillas.
X I . L A S S E M I L L A S Y L A C I V I L I Z A C I O N
UNO de los aspectos fundamentales en el desarrollo del ser humano y de las diferentes
culturas que ha formado está íntimamente ligado a las semillas. Por ello, en la primera
parte de este capítulo deseo presentar un resumen de la historia del desarrollo de la
civilización humana, particularmente en lo que respecta a su relación con la
domesticación de las plantas, tomando como ejemplo el trigo.
Una de las preguntas más interesantes que nos podemos plantear es cuál fue la causa o
razón que disparó la velocidad de desarrollo del hombre. Si repasamos nuestra historia
nos damos cuenta de que hace 20 000 años el hombre vivía de la caza de animales
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
salvajes y de la recolección de frutos, raíces, granos, etc. Este tipo de vida lo obligaba a
mantenerse cerca del alimento: donde éste iba había que seguirlo. Si la manada
avanzaba, era necesario ir tras ella; si el invierno venía y desaparecían partes vegetales
comestibles, había que ir a zonas más cálidas o protegidas donde aún existieran. Los
pequeños grupos de seres humanos llevaban una vida nómada, cuya ruta dependía del
alimento.
Sin embargo, hace aproximadamente 10 000 años, la vida empezó a cambiar en algunos
lugares, cuando los hombres iniciaron la domesticación de algunas plantas y animales.
Este hecho, que nos parece hoy en día como algo que siempre hubiera existido junto al
hombre, fue una de las más grandes conquistas que tuvo sobre la naturaleza, la cual le
permitió, por un lado, un desarrollo cultural impresionante, que aunque sea muy diverso
le es particular a su especie. Por otro lado, dio inicio a una explotación de recursos
naturales en beneficio de una sola especie que traería con el tiempo una enorme
modificación del medio que nos rodea. A pesar de que siempre una especie depende de
otras para obtener su alimento o protegerse, nunca antes tantas especies habían sido
utilizadas o habían beneficiado a una sola especie. Esto ha hecho que la repercusión del
hombre no tenga precedentes en la historia de la vida en la Tierra.
Con este desarrollo cultural del hombre vino una transformación social que le dio una
estructura y organización que a su vez le brindaron la fuerza necesaria para que siendo
un animal relativamente débil, en comparación con otras especies, pudiera dominar y
hacer uso del resto de ellas para su beneficio y el de su grupo social. Esta capacidad
trajo consigo un cambio en los hábitos de vida: el hombre nómada se volvió sedentario.
Así, el tiempo y esfuerzo empleados en seguir una manada a través de valles, montañas
escarpadas, ríos, etc., los pudo dedicar a otros tipos de actividades, entre ellas
simplemente pensar y tener el tiempo para desarrollar instrumentos de trabajo,
probarlos, crear patrones culturales más complejos, sectorizar las funciones y
actividades del hombre dentro del grupo social, entre otras cosas (Bronowski, 1977).
Hoy en día todavía tenemos ejemplos de tribus nómadas, como los bakhtiari en Persia,
los tuaregs en el desierto del Sahara, los bosquímanos del desierto del Kalahari, los
lapones en Escandinavia, entre otros. Bronowski (1977) nos describe la vida de los
bakhtiari. Se consideran a sí mismos como una familia, descendientes del mismo padre,
un pastor nómada "que tuvo hijos tan numerosos como rocas en la montaña y cuya
gente prosperó". A diferencia de las primeras tribus nómadas, que seguían las
migraciones naturales de las manadas salvajes, los nómadas actuales guían rebaños
domesticados de un campo a otro, con el objeto de proporcionarles pastura. La vida de
hombres y mujeres se centra alrededor del rebaño. Las mujeres ordeñan los animales,
cocinan e hilan para remendar la ropa que usan; los hombres cuidan las manadas. Sólo
poseen tecnologías muy sencillas que pueden llevar consigo día tras día, de un lugar a
otro. Lo superfluo significa una carga y un mayor esfuerzo, por tanto debe reducirse al
mínimo: sus pertenencias deben ser fáciles de transportar, de montar y de usar, fáciles
de arreglar o sustituir. Algunos instrumentos los obtienen de otros grupos, como por
ejemplo algunas ollas, utensilios, etc. Cada año este grupo cruza seis cordilleras de
montañas de ida y seis de regreso, durante todas las estaciones del año. Los campos
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
producen pocos pastos, por lo que el ganado no puede permanecer muchos días en uno
solo. Constantemente hay que buscar nuevos campos.
En algún momento de la historia apareció un trigo híbrido en alguna parte del Asia
Menor. Posiblemente pobló muchos lugares de esta área geográfica, siendo uno de ellos
la región del oasis de Jericó. Sus antiguos habitantes hicieron uso de este trigo híbrido y
lo cosecharon como alimento, aun antes de saber cómo plantarlo. Se han encontrado
utensilios que así lo demuestran, como es una hoz tallada en secciones de pedernal que
probablemente estaba montada en un pedazo de cuerno o de hueso. Se han encontrado
navajas de pedernal que tal vez sirvieron para segar o cortar cereales silvestres y que se
considera fueron hechas hace unos 12 000 años.
Antes del año 8 000 a.C., el trigo era más parecido a un pasto común y corriente que al
que hoy conocemos. Se dieron las condiciones para que este antecesor del trigo se
cruzara con otro pasto silvestre del género Aegilops (denominado goat grass), dando
como resultado un híbrido fértil, capaz de reproducirse y dar origen a semillas viables
capaces de germinar y formar plantas, frutos, semillas y así, hacer que esas
características perduraran en la naturaleza. De esta manera se juntaron los catorce
cromosomas del antecesor del trigo con los catorce cromosomas del pasto silvestre,
produciendo un híbrido conocido como Emmer con 28 cromosomas (Figura XI.2). Este
híbrido tenía semillas mucho más llenas, adheridas a las cubiertas papiráceas, lo cual le
daba posibilidades de dispersarse con el viento. Esta nueva planta se cruzó a su vez con
otro pasto, dando lugar a un híbrido con semillas aún más llenas, con 42 cromosomas.
Este es el trigo del cual elaboramos nuestro pan.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Figura XI.2. Evolución de la domesticación del trigo (tomado del Mangelsdorf, 1953). Trigo Einkor, diploide
con 14 cromosomas. 2. Pastos silvestres. 3. Trigo Emmer, duro tetraploide con 28 cromosomas. 4. Trigo
comúnmente usado para pan, hexaploide con 42 cromosomas.
Actualmente se sabe que existen tres grupos de especies de trigo, todas ellas
pertenecientes al género Triticum, que varían en el número de cromosomas que
presentan. Todas ellas forman una serie poliploide que tiene como base un número de
siete cromosomas.
El primer grupo está formado por los trigos diploides, o sea aquellos que tienen 14
cromosomas (Figura XI.2). Se reconoce hoy en día una especie silvestre
llamada Triticum boeoticum, el cual actualmente crece silvestre en el Cercano Oriente.
Se le llama comúnmente wild einkorn. Asimismo existe otra especie cultivada que recibe
el nombre de Triticum monococcum, que es muy parecido al anterior pero presenta
granos más grandes y un raquis menos quebradizo, lo cual impide que se desprendan
rápidamerite de la infrutescencia. Actualmente se cultiva en bajas cantidades en el
Cercano Oriente y en el sureste de Europa. En general es de baja productividad. Es el
más antiguo integrantedel trigo actual y su conjunto cromosómico se ha denominado AA.
El segundo grupo está formado por las especies tetraploides de trigo, o sea aquellas que
presentan 28 cromosomas. Incluye varias especies. Una de las especies silvestres
esTriticum dicoccoides llamado wild emmer, el cual tiene los granos cubiertos, lo cual
constituye una característica de los pastos silvestres. Dentro del mismo grupo se
encuentra una especie cultivada Triticum dicoccum (emmer cultivado), que se cultiva
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Por tanto, puede verse que coexistió la recolección de trigos silvestres y el inicio del
cultivo del trigo, pues frecuentemente se han encontrado juntos einkorn y emmer; el
trigo del pan (T. aestivum) es posterior. El Cercano Oriente constituye la región donde
se encuentran los primeros registros y por tanto se le considera como la cuna del trigo
actual. Sin embargo, rápidamente se distribuyó primero a las zonas cercanas, luego al
resto de Europa, llegando hasta India y China. Así, en Egipto predominó el trigo
tetraploide, mientras que en Europa, India y China predominó el hexaploide.
Entre los diversos grupos de plantas que viven sobre la Tierra —algas, musgos,
helechos, gimnospermas, angiospermas— este último le ha proporcionado al hombre la
mayoría de las plantas que usa como base para su alimento, vestido, vivienda, etcétera.
Se calcula que la Tierra está habitada por un gran número de plantas. Los números son
cálculos aproximados y se distribuyen asi:
26 000
algas
especies
23 000
musgos
especies
12 000
helechos
especies
700
gimnospermas
especies
285 000
angiospermas
especies
Como puede verse, estas últimas incluyen casi las dos terceras partes de las plantas de
la Tierra. Así, las angiospermas, también conocidas como plantas con flores, no sólo
dominan por su número sino que además son las únicas (junto con las gimnospermas)
que producen frutos y semillas, los cuales han constituido un alimento vital para el
hombre.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
A pesar del gran número de gimnospermas que hay sobre la Tierra sólo unas 3 000 han
sido usadas por el hombre de alguna manera; la mayoría son silvestres y las partes que
el hombre necesita son recolectadas de los ambientes donde surgen de manera natural.
Por tanto, actualmente la recolección sigue desempeñando un papel fundamental en la
vida de muchos pueblos. Sólo unas 200 especies han sido realmente domesticadas en
mayor o menor grado, y de éstas sólo 12 o 13 se han vuelto realmente importantes por
su uso extensivo o intensivo. De estas últimas, cuatro de las principales especies, que
son además la base de la civilización del hombre, pertenecen a las gramíneas o familia
de los pastos. Éstas son el trigo, el maíz, el arroz y la caña de azucar. De las tres
primeras se usan principalmente las semillas y de la última el tallo de la planta.
Las semillas han desempeñado un papel tan importante en la alimentación del hombre
que vale la pena analizarlo con más detalle. Por un lado, han servido como medio de
propagación de los cultivos que el hombre requiere. Una vez domesticada una planta, en
la mayoría de los casos se recogen las semillas para volverlas a sembrar y tener una
producción de esa planta. Un caso especial es la caña de azúcar, la cual se reproduce
vegetativamente y el hombre cosecha, quema los restos vegetales que quedaron en la
superficie para añadir abono y limpiar el campo y deja que vuelva a rebrotar. Sin
embargo, en la mayoría de las plantas que el hombre utiliza para su alimento se usan
semillas como en el caso del trigo, maíz, arroz, soya, frijol, lenteja, café, coco, etc. Esto
ha creado la necesidad de cosechar y preservar las semillas en buen estado hasta el
momento en que se siembren.
Una de las facetas más agradables de un viaje es el probar las distintas comidas que
cada pueblo o región tiene. Muchas veces sólo cambia el sazón o la forma de preparar
un mismo alimento, pero en otras ocasiones se tiene la oportunidad de probar plantas y
ammales que no imaginábamos que supieran tan sabrosos. Estas tradiciones culinarias
están fuertemente arraigadas en la cultura de cada pueblo y el conocimiento de cómo
preparar los alimentos se pasa de generación en generación. Desafortunadamente, la
rápida extensión de la cultura occidental y los avances técnicos que conlleva están
haciendo que muchas tradiciones desaparezcan rápidamente. Hoy en día, en las grandes
ciudades de México sólo en pocas casas se prepara salsa picosa en molcajete;
generalmente, si bien nos va, se hace en la licuadora o lo más común es que se abra
una lata o frasco y se sirva al instante.
La colonización cultural no sólo implica una modificación de sabores, sazones, sino lo que
es más importante, muchas veces los ingredientes básicos cambian. La tradición
alimenticia de EUA y Europa Occidental se basa en un alto porcentaje de alimentos de
origen animal (carne, lácteos, etc.). Según datos proporcionados por la FAO, la
contribución porcentual de proteína diaria per capita de productos vegetales es de
41.4%, mientras que la de productos animales es de 58.6%. En cambio, en la mayoría
de los países del resto de América, Asia y África las dietas se basan en productos de
origen vegetal. Así, este organismo da los siguientes datos para países asiáticos: entre
79.3 y 85.4% de proteínas proviene de productos vegetales y sólo entre 14.6 y 20.7%
de productos de origen animal. Como puede verse, el predominio cada vez mayor de la
cultura occidental está afectando también el tipo de alimentación de los pueblos, ya que
se han inclinado los gustos y modas por una dieta con mayor número de productos
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Las semillas y los productos derivados de las mismas son componentes fundamentales
de la dieta del hombre. En todo el mundo los cereales contribuyen, según datos de la
FAO, aproximadamente con 50% del consumo de energía per capita. Las leguminosas,
nueces y oleaginosas contribuyen con 5%, mientras que otras partes vegetales como
raíces, tubérculos, azúcares, etc., lo hacen con 28%. En general, los productos vegetales
aportan poco más de 82%, mientras que los productos animales aportan sólo un poco
más de 17%. El mayor consumo de cereales se produce en las regiones asiáticas, en
donde más de 65% del abastecimiento total de energía para el hombre proviene
únicamente de los cereales; en general, la energía proporcionada por los productos
vegetales llega a alcanzar casi un 94%. En contraste, en países de economías
desarrolladas como EUA y los de Europa Occidental, sólo obtienen 25% de dicha energía
de cereales (66.6% de productos vegetales) y 33.4% de productos animales. Sin
embargo, el ganado y los demás animales domesticados, que sustituyen a los alimentos
vegetales en estas regiones, se alimentan con cantidades variables de semillas, con un
complemento de concentrados de proteínas derivados de las oleaginosas. Por tanto,
existe un consumo indirecto de semillas en estas economías, y su valor es mayor que el
que aquí se presenta.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Figura XI.3. Composición química de las semillas de los principales granos usados en la alimentación del
hombre (tomado parcialmente de Duffus y Slaugther, 1980).
LOS CEREALES
En este momento vale la pena analizar las propiedades alimenticias de las semillas, las
cuales se ha visto que son fundamentales en la alimentación de los pueblos.
Las semillas de los cereales tienen un solo cotiledón, por lo que pertenecen al grupo de
las monocotiledóneas. La semilla de un cereal presenta una testa que se ha fundido con
el pericarpio (Figura III.4), por lo que el grano es en realidad un fruto de una sola
semilla, el cual se conoce con el nombre de cariópside; es seco e indehiscente. El grano
se ha desarrollado a partir de un solo ovario en la flor, por tanto es un fruto y contiene
una sola semilla. En su interior tiene gran cantidad de reservas alimenticias almacenadas
en el endospermo (Figura III.4), formadas principalmente por almidón, el cual constituye
una fuente rica en carbohidratos para el hombre y otros animales. El almidón le
proporciona energía a la semilla que está germinando, para que el embrión pueda
crecer. El embrión, también conocido como germen, contiene proteínas y aceites (Figura
XI.4); también tiene pequeñas cantidades de minerales y vitaminas. Por lo tanto, las
semillas de gramíneas son un buen alimento para el que las consume, aunque es
necesario complementar con otros alimentos, ya que ellas no contienen todos los
aminoácidos esenciales que el hombre requiere en su dieta. Los cereales también son
deficientes en calcio, en vitamina A (excepto el maíz amarillo) y en vitamina C.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Figura XI.4. Dibujo de la flor y el fruto (semilla) del trigo. A) Espiga compuesta de numerosas espiguillas. B)
Espiguilla mostrando las flores con sus cubiertas. C) Partes que componen una flor. D) Grano en proceso de
maduración. E) Semilla o grano maduro rodeado por las brácteas.
Entre las ventajas que tienen los cereales es que son productivos y por lo tanto en una
cosecha se obtiene gran cantidad de granos, son fáciles de colectar y se pueden guardar
sin grandes dificultades y sin que sufran pérdidas considerables. Esto ha hecho que
continúen siendo uno de los alimentos favoritos de la humanidad y que hoy en día cerca
de 70% de la tierra cultivada esté cubierta por cereales.
El trigo y la cebada han constituido la base alimenticia de las primeras civilizaciones del
Cercano Oriente. Actualmente, también la civilización occidental se basa en estos
cereales para su alimentación, junto con la avena y el centeno. A continuación aparecen
algunos datos interesantes sobre estos cereales.
Después de la recolección y la trilla que separa la paja del grano, éste se lava y se
empapa en agua para que el núcleo se rompa, se desmenuza y se muele con rodillos de
diversos tamaños para que todas las partículas queden bien trituradas. La operación se
repite hasta conseguir una harina blanca que posee un índice de aprovechamiento medio
de 72% respecto de la cantidad inicial del grano. Cuando el porcentaje global extraído
supera esta cifra se obtienen las harinas denominadas integrales y oscuras, las cuales
contienen la cáscara del grano además del meollo. El grano es redondeado y pierde sus
capas exteriores durante la trilla, es decir, algo de la cubierta, de la capa de aleurona; el
gluten o mezcla de proteínas (endospermo) se usa para elaborar la harina para pan
(Figura XI.4).
La mayor parte del trigo se usa para consumo humano. También se utiliza para obtener
almidones, féculas, pastas, dextrosas, alcoholes, alimento para el ganado, etcétera.
Hay muchas variedades de maíz. El aspecto y color del grano cambian según la
variedad. Así, el llamado maíz duro (Zea mays indura) presenta granos grandes,
redondeados y duros; el maíz blando (Zea mays amylacea) es de granos harinosos; el
maíz dulce (Zea mays sacharata) tiene la superficie rugosa y los granos translúcidos. El
grano tiene un elevado contenido de almidones y otros azúcares (hasta 70%), si bien el
valor nutritivo de sus proteínas es menor que el de otros cereales. La harina de maíz se
emplea para hacer tortillas, empanadas, etc., o bien se mezcla a partes iguales con
harina de trigo para elaborar pan. Se puede tratar el grano para separar el germen y la
cáscara y obtener sémolas para elaborar pastas y jarabes. A partir del germen prensado
se obtienen aceites y margarinas para cocinar, resinas plásticas, glicerina y distintos
tipos de aceites industriales. Del endospermo se obtienen almidones que se usan en el
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Después del trigo el centeno es el cereal más usado en la elaboración de pan. El centeno
crece bien en suelos pobres y climas fríos y aun en zonas montañosas; se cultiva
extensamente en el norte y este de Europa. Los principales productores son la
Comunidad de Estados Independientes (antes URSS, con 33% de la producción
mundial), Polonia (20%), Alemania (18%), Canadá (3%), etc. Es una planta anual, de
aspecto parecido al trigo aunque el tallo es más delgado y largo. Se usa en la producción
de harina para pan y como forraje en la alimentación de animales. Se emplea junto con
la cebada para elaborar bebidas alcohólicas como el whisky y la ginebra.
La cebada se cultiva en todo el mundo, desde el círculo polar ártico hasta las regiones
templadas del hemisferio austral. En el Tíbet se cultiva a una altitud superior a los 5 000
msnm y es común en las altiplanicies de Perú y Bolivia. Los principales productores son
la Comunidad de Estados Independientes (antes URSS, con 28% de la producción
mundial), China (12%), EUA, Inglaterra, Francia y Canadá (cada una con 7, 7, 7 y 6%
respectivamente), entre otros. Es una planta anual de rápido crecimiento y resistente
tanto a la sequedad como a las heladas. Existen distintas variedades que se usan
principalmente como alimento humano en la elaboración de pan, el cual constituyó el
alimento básico de Europa hasta el siglo XV; en la industria cervecera (variedades ricas
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
La avena crece mejor en climas fríos y húmedos y se usa como alimento del hombre y
de animales. Se suele sembrar en terrenos que ya han sido utilizados anteriormente
para el cultivo de la papa, el trigo o la remolacha. Los países del mundo que suelen
alcanzar una mayor producción son la Comunidad de Estados Independientes, EUA,
Canadá, China, Polonia, Alemania, Francia y Argentina.
El sorgo crece en climas secos y calientes y se cultiva en las zonas más áridas de África,
India, China, EUA, Australia y Sudáfrica, aunque su presencia en el mercado mundial de
cereales es muy reducida. Es una planta herbácea que alcanza hasta los tres metros de
altura y su aspecto es parecido al del maíz. Los granos pueden ser rojizos, amarillos o
blanquecinos y surgen agrupados en el extremo de un tallo, en una infrutescencia
llamada panícula. Son de menor valor nutritivo que el maíz y tienen un 10% de
carbohidratos y de proteínas y poco más de 3% de grasas. Se utilizan como alimento del
hombre en la fabricación de harinas y como forraje para ganado. En África se usa para
elaborar diversas bebidas fermentadas llamadas dolo, tala, tialva, etc., según los países.
Finalmente están los milos o mijos, los cuales incluyen varias especies de cereales de
grano pequeño que sirven de alimento al hombre en África y algunas áreas de Asia y
Latinoamérica. El mijo es una planta herbácea perenne que alcanza alrededor de un
metro de altura.
La mayoría de los cereales mencionados son originarios del Viejo Mundo. La excepción
es el maíz, el cual es originario de América, donde se domesticó. Los otros cereales
también se han cultivado desde épocas muy remotas y tienen una larga historia al lado
del hombre. Así, ya en el tercer milenio antes de la era cristiana se cultivaba el arroz en
China y la India; de ahí se extendió a otras partes del mundo. La cebada se conocía en
China varios milenios antes de Cristo y se piensa que se originó en el Asia central, desde
donde se extendió también hacia el oeste hasta alcanzar el Mediterráneo. El origen del
centeno se sitúa en la edad de bronce en Asia Menor. La avena es un cereal cuyo cultivo
se remonta a tiempos inmemoriales. Existen vestigios arqueológicos en poblados
prehistóricos y aldeas lacustres del centro de Europa y oeste de Asia. Por otro lado, el
mijo es originario de África y el sorgo es un cereal utilizado desde la más remota
antigüedad en África.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Las gramíneas tienen otros usos sumamente importantes para el hombre. Así, la caña de
azúcar provee 60% del azúcar que se usa en el mundo. Los cereales han sido usados en
la producción de bebidas alcohólicas. Entre los más importantes está la cebada para la
obtención de la cerveza, el maíz para fabricar bourbon, la caña de azúcar para la
elaboración de ron y el arroz para obtener el sake.
Tanto los granos como las hojas y tallos de muchas gramíneas se usan frecuentemente
para alimentar al ganado y animales domésticos. Los pastizales de zonas templadas y
tropicales se emplean para la cría de ganado, con el cual se obtiene carne y leche, así
como para el mantenimiento de manadas salvajes que el hombre cazó durante miles de
años.
Las leguminosas pertenecen al grupo de las dicotiledóneas, o sea aquellas plantas cuya
semilla tiene dos cotiledones (Figura III.4 y IV.5(a)). Las semillas se desarrollan dentro
de frutos llamados vainas, los cuales pueden contener una o más semillas. Entre las más
conocidas están las leguminosas comestibles o legumbres como el frijol (Phaseolus
vulgaris), las habas (Vicia faba), el chícharo (Pisum sativum), el garbanzo (Cicer
arietinum), la soya (Glycine max), el cacahuate (Arachis hypogaea), la lenteja (Lens
esculenta).
Una característica importante de las leguminosas, que las distingue de los cereales, es
su capacidad para utilizar el nitrógeno atmosférico e incorporarlo a sus tejidos. Este
proceso es posible debido a la asociación de las plantas con una bacteria (Rhizobium)
que forma nódulos en las raíces. Estas bacterias utilizan el nitrógeno atmosférico en su
propio metabolismo y lo convierten en sustancias que contienen nitrógeno, las cuales
son usadas por las leguminosas para hacer proteínas y ácidos nucleicos que necesitan
para su crecimiento. El nitrógeno es uno de los elementos esenciales en la nutrición de
las plantas. Tiene como efecto indirecto la producción de semillas de alto contenido
proteico. Cuando las leguminosas mueren y sus tejidos se descomponen liberan
compuestos con nitrógeno que son utilizados por otras plantas.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
El cultivo del frijol se ha generalizado como consecuencia del elevado valor nutritivo de
sus frutos, muy ricos en proteínas, y de su capacidad de adaptación a diferentes
condiciones ambientales. El grupo de los frijoles está formado por gran cantidad de
variedades que van, desde arbustivas o enanas que no requieren ningún tipo de sostén y
que maduran pronto, hasta las variedades trepadoras que sí requieren de un sostén y
tardan más en madurar. Las dos especies más utilizadas son Phaseolus
coccineus yPhaseolus vulgaris.
El fruto es una vaina que por lo general, presenta dos semillas separadas por un ligero
estrangulamiento. Las semillas contienen elevados porcentajes de grasas, proteínas y
vitaminas del grupo B. Se consumen como aperitivo, saladas o tostadas, en repostería y
como mantequilla o pasta de cacahuate. De esta leguminosa se obtiene aceite,
margarina y glicerina; el residuo se aprovecha como alimento para el ganado. Es una
planta originaria de Latinoamérica y crece espontáneamente en México, Brasil y
Paraguay, aunque actualmente los principales productores son la India, China, EUA,
Nigeria y Senegal.
La soya es una planta oleaginosa, herbácea, con un ciclo de vida anual; fue cultivada por
los chinos desde hace cinco milenios para fines alimentarios y medicinales. Sus semillas
presentan un elevado porcentaje de proteínas (hasta 50%) y de grasas (20%) y son de
difícil digestión. Por ello constituye una de las fuentes proteicas más ricas y más baratas.
Es uno de los componentes fundamentales de la margarina. Los productos residuales se
usan para la alimentación animal.
Crecen en las áreas frías de regiones templadas. Se consumen tanto frescas como secas.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Es una planta herbácea, anual, semitrepadora que alcanza entre 20 y 45 cm. Crece en
suelos ligeros y secos, incluso pobres y con cierto contenido de cal. El fruto es una vaina
corta y aplanada con dos semillas grisáceas, ricas en proteínas, vitamina B, hierro y
fósforo. Se cultiva desde el Medievo en la región mediterránea y en Europa central y
occidental. Su origen se desconoce. Actualmente es muy utilizada en Asia y norte de
África.
Es una planta anual, muy ramificada, que alcanza los 60 cm de altura. Los frutos son
vainas cortas con una o dos semillas redondeadas y rugosas. Tiene una elevada
proporción de proteínas. Es una legumbre muy apreciada en los países mediterráneos,
en ciertas regiones de Asia y en América; alcanzó gran difusión desde la época de los
romanos. Al parecer es originaria de Asia, y su principal productor es la India. Es una
planta resistente a la sequía.
La palma de aceite se cultiva en tierras tropicales. Presenta un solo tallo erecto que
alcanza hasta 21 metros de altura. En la parte superior se localiza un penacho con 20-25
hojas. Las palmas cultivadas empiezan a producir frutos después de cuatro años de
sembradas y alcanzan la mayor producción entre los 12 y 15 años, la cual continúa
hasta los 40 o 50 años. Los frutos se encuentran agrupados en grandes racimos. La
semilla mide entre 2 y 5 cm. La pulpa exterior del fruto es la fuente del aceite de palma
y la semilla produce el aceite de semilla. Son utilizadas en la elaboración de margarinas
y de grasas para la cocina.
Se cultiva comúnmente en las costas de los trópicos y subtrópicos. Es una palma (familia
Palmae) que alcanza los 24 m. Empieza a producir frutos después de los 6 o 7 años y
continúa hasta los 60 años o más. El fruto fibroso es grande y llega a pesar hasta 2
kilos. La epidermis del fruto es verdosa al principio y rojiza cuando madura. La zona
central del coco o mesocarpo es fibrosa y envuelve a la semilla rodeada por una cáscara
leñosa muy dura. La semilla es comestible. La pulpa de la semilla se seca para producir
la copra, de la que se extrae posteriormente el aceite. La fibra del mesocarpo es la
llamada fibra de coco, que alcanza hasta 25 cm de largo y se usa para elaborar
cordelería y cestería. En las culturas del sudeste asiático y de África, al igual que en
algunas zonas de América, el coco también se usa como alimento. El agua de coco se
usa para cocer el arroz, y la pulpa se emplea en numerosos guisados. Las hojas, tronco
y corteza también son muy usadas.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Es una especie muy adaptable que crece tanto en zonas tropicales como templadas,
cuyo cultivo se ha expandido notablemente. Es una planta herbácea anual, de la familia
de las compuestas, que alcanza hasta cuatro metros de altura. Se le conoce como
girasol por suponer que su flor se vuelve en dirección al Sol. Es una planta originaria de
México. Las semillas se consumen tostadas y de ellas se extrae aceite de cocina.
Es una hierba anual de la familia de las amarantáceas, que gusta mucho en México.
Estudios recientes han comprobado que la semilla se compara favorablemente con los
cereales en su contenido de carbohidratos, y es superior a éstos en el contenido de
proteínas y grasas. Además presenta un buen equilibrio de aminoácidos. Las semillas
fueron usadas desde épocas prehispánicas para preparar atole y tamales que
antiguamente se comían en honor del dios del fuego. Actualmente se usa para
confeccionar un dulce con piloncillo llamado alegría.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Hacia el año 1500 a.C. esta planta se cultivaba en la India, aunque su utilización por el
hombre se remonta a tiempos aún más lejanos. Su uso también estuvo extendido en
Egipto y China. Durante la conquista de España, los fenicios y los árabes la introdujeron
en Europa. Los españoles, al penetrar en América, encontraron que se cultivaban
distintas variedades de la planta en este continente.
Existen otras muchas semillas que tienen usos locales. Entre ellas están varias palmas
como la tagua (Pheytelephas macrocarpa), especie mesoamericana de la que procede
una de las clases del llamado marfil vegetal, derivado del hueso blanco y duro de su
fruto; la areca (Areca catechu) de la región Indomalaya, que produce frutos llamados
nueces de betel y catecú, sustancia rica en taninos que se emplea para curtir y teñir; la
semilla del aguacate (Persea americana) se raspa para formar un polvo y se usa como
condimento en distintos guisos; la Pimienta dioica que se usa para condimentar guisos,
etcétera.
mejor que el propio trigo y cebada, por lo que empezaron a ser sembradas
intencionalmente y eventualmente fueron domesticadas. En el caso de la linaza se han
desarrollado malas hierbas con semillas del mismo tamaño que las del cultivo, de modo
que en el momento de la cosecha ambas semillas son recolectadas y dispersadas.
En México, al igual que en otros países donde existen grupos indígenas con una larga
tradición agrícola y de uso de los recursos naturales de su medio ambiente, hay un gran
conocimiento de las plantas y animales que ahí existen, de cómo usarlos y de cómo
conservarlos. Javier Caballero, etnobotánico mexicano dedicado al estudio del
conocimiento que estos grupos indígenas tienen del medio ambiente, indica que los
tarahumaras de Chihuahua reconocen, nombran y utilizan 398 especies de las 1 000
especies registradas para la zona. En el caso de los seri de Sonora, conocen 516 de un
total de 2 703; para los nahuas de Veracruz las cifras ascienden a 1597 de 8 500; para
los purépechas de Michoacán, el conocimiento cubre casi la mitad, 230 de 500 especies;
entre los mayas de Yucatán, se conocen y usan 909 de las 1 936 especies de la región y
los tzeltales de Chiapas usan 1 040 de las 10 000 que ahí se han registrado.
Estos datos hablan de la gran cantidad de especies vegetales que existe en las regiones
donde habitan estos grupos indígenas, así como del conocimiento que tienen de sus
recursos. Si se recuerda que han sido sólo unas cuantas especies las que el hombre ha
podido domesticar y hacer producir granos en suficiente cantidad para que sirvan de
alimento y fundamento a las distintas culturas del hombre, los datos arriba presentados
dan una idea de la diversidad de recursos que el hombre puede aprovechar si sabe
conservar su ambiente. Estos recursos no sólo son una fuente potencial de nuevos
alimentos y productos, pues también desempeñan un papel importante en la diversidad
de facetas que el hombre requiere para vivir.
Aquí valdría la pena hacer un paréntesis para considerar la importancia que la diversidad
tiene para el ser humano y el papel que desempeña dentro de su desarrollo. Hacia donde
veamos, el hombre siempre busca la variedad en todo lo que le rodea. Así, en aspectos
materiales, varía la comida del desayuno, almuerzo y cena, y rara vez nos gusta comer
lo mismo dos días seguidos. Vamos a un restorán a probar platillos o ingredientes
nuevos. Buscamos vestirnos con algo a la moda, pero diferente de nuestro vecino; la
casa la arreglamos a nuestro gusto particular. Las diversiones son variadas y cada
semana buscamos hacer algo distinto. Las vacaciones también: a veces una ciudad,
otras la playa o la montaña. Para mascotas nos gustan diferentes animales y así se han
desarrollado una infinidad de razas de perros y gatos. Uno de los problemas de nuestra
sociedad industrializada son las repercusiones en la salud mental que trae consigo un
trabajo rutinario. En fin, que la diversidad, incluyendo la biológica, es una necesidad del
ser humano. Como ejemplo de ello vale la pena sumergirse en la diversidad cultural de
México que ilustra la novela de Sara Sefchovich Demasiado amor.
Volviendo a nuestro tema, en los huertos familiares y campos aledaños de la zona rural
de México se cultiva gran cantidad de plantas, con numerosos usos domésticos, y entre
ellas se han registrado más de cien especies cuyas semillas son usadas frecuentemente.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Están múltiples especies de leguminosas, familia cuyas especies silvestres producen gran
cantidad de semillas que el hombre utiliza. Entre los géneros más importantes que
producen semillas comestibles están Caesalpinia, Canavalia, Crotalaria, Enterolobium,
Inga, Leucaena, Lysiloma, Phaseolus, Pithecellobium, Prosopis, Senna, Vigna, etc.
Dentro de otras familias también existen géneros que producen semillas comestibles o
con algún otro tipo de uso (Amaranthus, Chenopodium, Plantago, Brosimum,
Momordica, Charantia, Simondsia, Setaria, Brassica, Pachycereus, Guazuma,
Hibiscus, etc.). Estas especies no se cultivan propiamente; muchas de ellas crecen
silvestres y simplemente se dejan crecer para luego recolectar las semillas o partes de la
planta que se vayan a usar. Algunas veces el hombre ayuda a su crecimiento pues limpia
los alrededores, los riega en un principio o los desparasita.
Verduras 51 32 14
Frutas 17 21 17
Raíces y tubérculos 8 5 1
Granos y semillas 13 2 3
Bebidas 2 3
Condimentos 3 3 1
Las semillas provenientes de este tipo de plantas forman parte de la dieta de muchas
zonas de México, añadiendo variedad a los productos alimenticios. Esto se ve claramente
en los datos de J. Caballero que se muestran en la tabla XI.1, donde aparece el número
de especies de plantas silvestres y semicultivadas utilizadas en la alimentación
tradicional de tres poblaciones indígenas de México. El número de especies varía por
región, así como el peso que tienen las distintas partes de las plantas. Sin embargo, lo
más interesante es la diversidad de alimentos que se usan. Gracias a los complementos,
la dieta es más rica en sustancias que el cuerpo requiere, además de que permite que se
aprovechen estacionalmente los recursos disponibles. Es interesante el cuadro
alimenticio que encontraron Viveros y Casas en un trabajo desarrollado en la Montaña de
Guerrero (Figura XI.5). Ahí la recolección de plantas silvestres y semicultivadas
constituye un complemento dietético del maíz, frijol, chile y calabaza principalmente. Los
productos de origen animal son muy limitados durante todo el año. Durante la época de
lluvias se colectan abundantes quelites, frutos y condimentos, los cuales se
complementan con la caza y la pesca. En cambio, durante el resto del año las raíces y
semillas desempeñan un papel importante como complemento dietético.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Figura XI.5. Disponibilidad temporal de los recursos vegetales usados para la alimentación entre los indios
mixtecos de Guerrero, México. Los números representan 1. Maíz, 2. Frijol, 3. Chile, 4. Calabaza, 5. Huevo, 6.
Carne, 7. Quelites, 8. Frutos, 9. Raíces, 10. Semillas, 11. Condimentos y 12 caza y pesca. Algunos recursos
están presentes todo el año mientras que otros son temporales (tomado de Viveros y Casas, 1985).
En esta sección se presentarán otros usos e historias locales sobre distintas semillas,
que no por ello tienen menos interés.
Algunas especies tienen semillas que mantienen un peso tan específico que se usaban
como una unidad primitiva de peso. Así la semilla del árbol del Carob (Ceratonia siliqua)
se utilizaba como una medida del peso del oro. El término quilates que actualmente
usamos para aquilatar este metal, es un vocablo proveniente del griego que
significa"pequeño cuerno, fruto del árbol del Carob". La semilla de la leguminosa Abrus
precatoriustambién fue usada como medida de peso por joyeros y farmacéuticos. En
Mesoamérica, los granos de cacao se utilizaron como moneda. Esta especie era tan
apreciada que los aztecas creían que el dios Quetzalcóatl había enseñado su cultivo a sus
antepasados.
Las semillas también han desempeñado un papel importante dentro del folkor y las
creencias de los pueblos. Así, en Inglaterra las semillas acorazonadas de Entada gigas se
regalaban a los niños que iban al mar, para brindarles buena suerte, ya que las semillas
habían sido arrojadas por el viento en buen estado.
En las islas Hébridas las semillas de Caesalpinia bonduc se usaban como amuleto para
evitar el mal de ojo. Se suponía que las semillas se tornaban de color negro cuando
alguien intentaba dañar al dueño.
En estas mismas islas, al igual que en Irlanda y las islas Shetland, la semilla más
apreciada es el llamado frijol de María o frijol de la crucifixión (Merremia
discoidesperma), debido a que una de sus caras presenta el dibujo de una cruz. Los
creyentes que encontraban estas semillas en la playa pensaban que como habían
sobrevivido los embates del océano, podrían brindarles protección. En las Hébridas se
cree que una mujer que está dando a luz tendrá un parto sencillo y sin complicaciones si
mantiene una de estas semillas dentro de su puño durante la labor. Las semillas eran
pasadas de madres a hijas.
Una de las semillas que llegó a ser más codiciada es la del coco doble o coco de mar
(Lodoicea maldivica). Esta enorme semilla sólo habita actualmente dos islas de las
Seychelles (la isla Praslin y la isla Curieuse). Se le atribuían propiedades medicinales y
se pensaba que su endospermo servía como antídoto contra venenos y como afrodisiaco.
Se suponía que curaba las inflamaciones del cuerpo y prevenía los cólicos, apoplejía,
epilepsia y parálisis. Se pensaba que la testa tenía propiedades antisépticas, por lo que
se labraban hermosas vasijas y tazas para usarlas como contenedores de agua (Figura
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
XI.6). Antes de descubrir el lugar donde existían estas plantas, los únicos frutos que se
tenían eran los que llegaban con las corrientes marinas. Esta escasez hizo que
alcanzaran grandes precios. Durante el siglo XVIII, en la India, un fruto se vendía a los
europeos por el equivalente a un barco cargado de mercancías.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Figura XI.6. Figuras talladas de la semilla de Lodoicea maldivia y de Cocos nucifera; aretes elaborados con
pedazos de Cocos nucifera y llavero con la semilla de una palma; frutos usados como jarra chocolatera en la
que se han formado lóbulos al cinchar el fruto durante su crecimiento, matera con borde decorado para tomar
el mate en Argentina, Uruguay y Paraguay y fruto decorado; fruto que funciona como tlachique para extraer
el pulque y "palo de lluvia" que al girar permite el deslizamiento de las semillas en su interior produciendo un
sonido simulando la lluvia.
Muchas semillas se han tallado simplemente como objetos decorativos. Entre ellas están
las semillas de Lodoicea maldivica y las de Cocos nucifera (Figura XI.6).
Las semillas grises y redondas de Caesalpinia crista han sido usadas como canicas en las
Antillas, al igual que como botones y cajas de rapé.
X I I E P Í L O G O
La biología y ecología de las semillas es un campo cuyas perspectivas son enormes. Las
plantas y semillas tienen múltiples usos en la alimentación, la farmacia, la industria, la
decoración, la reforestación y la conservación, por sólo mencionar algunas de las áreas.
¡Y son tan pocas las plantas que usamos habiendo en el mundo alrededor de 300 000
especies que podemos conocer y utilizar!
Espero que a través de este libro el lector no sólo conozca la importancia de las semillas
en una tortilla o en un pan recién cocidos, sino que también haya penetrado y disfrutado
una fase de la historia de la vida de las plantas, llena de percances y aventuras.
B I B L I O G R A F Í A
En el texto se dan las fuentes de algunos de los datos particulares en que se basa la
presentación. Muchos de los textos, libros y artículos no fueron citados a lo largo del
texto para hacer su lectura más fluida. Las referencias completas aparecen en esta
sección.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Black, J. N. 1957. "Seed Size as a Factor in the Growth of Subterranean Clover (Trifolium
subterraneum L.) Under Spaced aud Sward Conditions", Aust. J. Agric. Res., núm. 8, pp.
335-351.
Bronowski, J. 1977. The Ascent of Man, British Broadcasting Corporation, Londres, 448
pp.
Chippindale, H. G., y W. E. J. Milton. 1934. "On the Viable Seeds Present in the Soil
Beneath Pastures", J. Ecol.,, núm. 22, pp. 508-531.
Davies, S.J. J. F. 1976. "Studies of Flowering aud Fruit Production of Some Arid Zone
Shrubs and Trees in Western Australia", J. Ecol., núm. 64, pp. 665-687.
Duffus, C., y C. Slaughter. 1980. Las semillas y sus usos,, AGT Editor, Mexico, 188 pp.
Fenner, M. 1985. Seed Ecology, Chapman and Hall, Londres, 151 pp.
Foster, S. A. 1986. "On the Adaptive Value of Large Seeds for Tropical Moist Forest
Trees: A Review and Synthesis", Bot. Review, núm. 52, pp. 260-299.
Gentry, A. H. 1982. "Patterns of Neotropical Species Diversity", Ecol. Biol., núm. 15, pp.
1-84.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Guevara, S., S. E. Purata y E. van der Maarel. 1986. "The Role of Remnant Forest Trees
in Tropical Secondary Succession" Vegetatio, núm. 66, pp. 77-84.
—, y J. V. Dennis. 1976. World Guide to Tropical Drift Seeds and Fruits, Demeter Press
Book, Nueva York, 240 pp.
Hamly, D. H. 1932. "Softening of the Seeds of Melilotus alba", Bot. Gaz., núm. xciii, pp.
345-375.
Harper, J. L. 1977. Population Biology of Plants, Academic Press, Nueva York, 892 pp.
—, P.H. Lovell y K. G. Moore. 1970. "The Shapes and Sizes of Seeds", Ann. Rev. Ecol.
Syst., núm. 1, pp. 327-356.
Heiser, Ch. B. 1973. Seed to Civilization. The Story of Man's Food, W. H. Freeman, San
Francisco, 242 pp.
—.1979. "Origins of Some Cultivated New World Plants", Ann. Rev. Ecol. Syst, núm. 10,
pp. 309-326.
Howe, H. F., y J. Smallwood. 1982. "Ecology of Seed Dispersal", Ann. Rev. Ecol.
Syst,núm. 13, pp. 201-228.
Janzen, D. H. 1971. "Seed Predation by Animals", Ann. Rev. Ecol. Syst, núm. 2, pp. 465-
492.
—.1982. "Differential Seed Survival and Passage Rates in Cows and Horses, Surrogate
Pleistocene Dispersal Agents", OIKOS, núm. 38, páginas 150-156.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Kendig, F., y R. Hutton. 1979. Life Spans or How Long Things Last, Holt, Rinehart and
Winston, Nueva York, 264 pp.
Mayer, A. M., y A. Poljakoff. 1963. The Germination of Seeds, Pergamon Press, Oxford,
192 pp.
Priestley, D. A. 1986. Seed Aging. Implications for Seed Storage and Persistence in the
Soil, Comstock Publishing Associates, Ithaca, 304 pp.
Raven, P. H., y R. F. Evert. 1971. Biology of Plants, Worth Publishers, Nueva York, 685
pp.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Rick, Ch. M., y R. I. Bowman. 1961. "Galapagos Tomatoes and Tortoises", Evolution,
núm. 15, pp. 407-417.
Rolston, M. P. 1978. "Water Impermeable Seed Dormancy", Bot. Review, núm. 44 (3),
pp. 365-396.
Sabiiti, E. N., y. R. W. Wein. 1987. "Fire and Acacia Seeds: A Hypothesis of Colonization
Success", J. Ecol., núm. 74, pp. 937-946.
Sagan, C. 1977. The Dragons of Eden, Ballantine Books, Nueva York, 270 pp.
Sheldon, J.C. 1974. "The Behaviour of Seeds in the Soil. III. The Influence of Seed
Morphology and the Behaviour of Seedlings on the Establishment of Plants from Surface
Lying Seeds", J. Ecol., núm. 62, pp. 47-66.
Snow, B., y D. Snow. 1988. Birds and Berries, T & AD Poyser Ltd., Staffordshire, 268 pp.
Sousa, W. P. 1984. "The Role of Disturbance in Natural Communities", Ann. Rev. Ecol.
Syst, núm. 15,pp. 353-391.
Stone, E. C., y G. Juhren. 1951. "The Effect of Fire on the Germination of the Seed
of Rhus ovata Wats", Am. J. Bot., núm. 38, pp. 368-372.
Thomas, B. 1981. The Evolution of Plants and Flowers, Peter Lowe, Madrid, 116 pp.
Van der Pijl, L. 1972. Principles of Dispersal in Higher Plants, Springer Verlag, Nueva
York, 161 pp.
Van der Valk, A. G., y R. L. Pederson. 1989. "Seed Banks and the Management and
Restoration of Natural Vegetation", en M. A. Leck y col. (compiladores), Ecology of Soil
Seed Banks, Academic Press, Nueva York, 329-346.
Vaughan, J. G. 1970. Structure and Utilization of Oilseeds, Chapman and Hall, Londres.
Forest Plants. Man and the Biosphere Series, The Parthenon Publishing Group, París, vol.
7, pp. 247-259.
Went, F. W. 1949. "Ecology of Desert Plants. II. The Effect of Rain and Temperature on
Germination and Growth", Ecology, núm. 30, pp. 1-13.
Wesson, G., y P. F. Wareing. 1969. "The Induction of Light Sensitivity in Weed Seeds by
Burial", J. Exp. Bot., núm. 20 (63), pp. 414-425.
Willson, M. F. 1983. Plant Reproductive Ecology, J. Wiley & sons, Nueva York, 277 pp.
G L O S A R I O
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
alada. Extensiones en forma de alas como las que presentan algunas semillas.
anual. Planta que completa su ciclo de vida (germina, crece vegetativamente, produce
flores y semillas) en un solo año o estación de crecimiento.
ápice. Punta, extremo o parte terminal del tallo o raíz que presenta el meristemo apical.
aquenio. Fruto indehiscente (o sea que se mantiene cerrado cuando madura), sencillo,
seco, con una sola semilla; la cubierta de la semilla o testa no está adherida al pericarpio
o pared del fruto.
arbusto. Planta perenne, leñosa, que generalmente presenta varios tallos emergiendo
del suelo o cerca de éste.
autocoria. Mecanismo de dispersión que incluye las especies en las que la propia planta
es la encargada de dispersar las semillas.
autótrofo. Organismo que elabora su propio alimento y obtiene la energía del Sol y los
materiales a partir de compuestos inorgánicos, como sucede en las plantas con clorofila
y en algunas bacterias.
cápsula. Fruto dehiscente, seco, derivado de un ovario compuesto formado por dos o
más carpelos (en las angiospermas las estructuras donde están los óvulos).
cariópside. Frito indehiscente, seco, con una sola semilla, derivado de un ovario súpero
con un solo lóculo o cavidad en el que la semilla está unida al pericarpio (pared del
fruto); se presenta en los granos de algunas gramíneas como el trigo y el maíz.
carúncula. Crecimiento del integumento en o cerca del hilio de algunas semillas como el
aceite de ricino.
célula. Unidad de la estructura vegetal y animal que consiste en una pared celular y el
protoplasma (que incluye al núcleo).
chalaza. Región basal del óvulo donde se une al funículo; es la región de la semilla
opuesta al micrópilo.
cigoto. Célula diploide (2n) que se forma por la fusión de los gametos masculinos y
femeninos (huevo y esperma); huevo fecundado. A través de las divisiones mitóticas
que se producen posteriormente se forma el embrión.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
coleorriza. Estructura protectora del tejido en forma de funda que cubre a la radícula
en el embrión de las gramíneas.
coloide. Suspensión (las partículas de una sustancia están dispersas pero no disueltas
en un fluido) permanente de partículas finas.
cutícula. Capa formada por una hilera de células de material graso que se localiza sobre
las células de la epidermis.
deciduo. Caída de partes como hojas o flores, al final del periodo de crecimiento.
dehiscente. Fruto que al madurar se abre a lo largo de líneas o suturas definidas para
permitir la liberación de las semillas. Lo contrario es indehiscente.
dicotiledónea. Constituye uno de los dos grupos en los que se dividen las angiospermas
y se caracteriza por presentar semillas con dos cotiledones, partes florales en número de
cuatro o cinco (o múltiplos de estos), hojas con una venación en forma de red y sistema
de raíces con un eje principal. Véase monocotiledónea.
dioico. Especies que tiene los órganos femeninos y los masculinos en plantas o
individuos diferentes, por lo tanto las flores son de un solo sexo. Véase monoico.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
dispersión. Acción de diseminar o esparcir, por ejemplo las semillas, polen, esporas,
etcétera.
endocarpio. Capa interna, diferenciada del pericarpio (pared del fruto); por ejemplo el
hueso de un durazno.
enzima. Proteína catalítica compleja que se produce en las células vivas; que funciona
aun en concentraciones muy bajas acelerando la tasa de ciertas reacciones químicas. No
se consume durante la reacción.
epicótilo. Porción del eje de un embrión o plántula por arriba del punto de inserción de
los cotiledones.
escarificación. Cualquier tipo de proceso (mecánico, químico, biológico, etc.) que haga
que la testa o cubierta dura de una semilla se vuelva permeable al agua y a los gases.
escutelo. Cotiledón único del embrión de los pastos o gramíneas (entre ellas los
cereales), el cual está especializado en la absorción de alimento del endospermo.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
evolución. Cambio que se da en los organismos a través del tiempo y que queda fijado
genéticamente.
fenología. Periodicidad de los organismos en relación con eventos climáticos tales como
floración, latencia, elongación de tallos y raíces, etcétera.
forma de crecimiento. Hábito o forma que tiene una planta al crecer (árbol, arbusto,
hierba, trepadora, etc.); generalmente es una característica constante aunque puede
modificarse en función de las condiciones del medio ambiente en que se desarrolla.
fruto seco. Fruto formado por un ovario cuyas paredes están secas cuando maduran.
gameto. Célula o núcleo reproductivo maduro, haploide, que se une con otro gameto
para formar un cigoto durante la reproducción sexual.
gametofito. Fase haploide en la que se producen los gametos durante el ciclo de vida
de las plantas.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
gimnosperma. Planta vascular que produce semillas desnudas, o sea que no están
encerradas en el tejido carpelar u ovario. Incluye a las coníferas.
glucosa. Azúcar muy común formada por seis carbones; es la forma principal en que los
carbohidratos son transportados de una célula a otra en las plantas.
grasas. Compuestos orgánicos que contienen carbón, hidrógeno y oxígeno, al igual que
los carbohidratos; en este caso la proporción de oxígeno con respecto al carbono es
mucho menor que en los carbohidratos. Cuando son líquidos se les llama aceites.
haploide. Núcleo, célula u organismo que sólo presenta un miembro (en número
reducidon) de cada conjunto de cromosomas homólogos presentes; número de
cromosomas característico de un gameto maduro. Véase diploide.
hidrocoria. Mecanismo de dispersión de las semillas que utiliza como agente dispersor
el agua.
hierba. Planta no leñosa, con un ciclo de vida anual, bianual o perenne, cuya parte
aérea generalmente muere cada año, al terminar la época de crecimiento.
hilio. Cicatriz en la semilla que muestra el punto en el que estaba adherida al funículo.
hipocótilo. Porción del embrión o de la plántula que está localizada por abajo de los
cotiledones y por encima de la radícula (aunque algunas veces la incluye); tallo
embrionario en la semilla.
hipogeo. Que crece o se desarrolla debajo de la superficie del suelo; cuando por
ejemplo los cotiledones permanecen encerrados durante la germinación y crecimiento de
la plántula.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
latencia. Periodo de inactividad de las semillas (esporas, bulbos, yemas u otros órganos
de la planta) durante el cual se ha detenido el crecimiento activo.
lípido. Término general que se refiere a los compuestos que contienen grasas, como los
aceites, las grasas, las ceras, los fosfolípidos, los esteroles, etc.; no son solubles en agua
pero sí en solventes orgánicos como el alcohol y el éter.
mitosis. División nuclear en la cual los cromosomas se duplican y dividen para formar
dos núcleos hijos, que son genéticamente idénticos al núcleo original.
monoico. Planta que tiene tanto las estructuras reproductivas masculinas como las
fememnias.
núcleo. Organelo presente en todas las células eucariontes (organismos con núcleo
verdadero, bien definido), encerrado en una membrana nuclear; contiene a los
cromosomas, nucléolo y nucleoplasma.
nuez. Fruto indehiscente, seco, con una sola semilla, con un pericarpio (pared del fruto
maduro que proviene de la pared del ovario) duro, derivado de un ovario simple o
compuesto y característicamente rico en aceites.
nutrientes. Cualquier sustancia que provee energía para los procesos fisiológicos y
promueve el crecimiento.
ornitocoria. Mecanismo de dispersión de las semillas en el cual las aves son el agente
dispersor.
pappus. Modificación externa de las envolturas florales (cáliz o corola) que se presenta
en la familia de las compuestas, y que surge de la sección superior del ovario; está
compuesta de pelos, escamas, cerdas, etcétera.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
pécari. Mamífero americano, equivalente a los cerdos salvajes europeos o jabalíes; tiene
los colmillos superiores encorvados hacia abajo.
pericarpio. Pared de un fruto maduro que se desarrolla a partir de la pared del ovario y
que frecuentemente se divide en tres capas: exocarpio, mesocarpio y endocarpio.
perturbación. Evento que altera o modifica los acontecimientos normales. Entre los
agentes de perturbación en su sentido más amplio están la depredación, el fuego, los
temblores, la sequía, etcétera.
pigmento. Molécula que absorbe luz, generalmente de manera selectiva (sólo ciertas
longitudes de onda del espectro de luz), como la clorofila que opera durante la
fotosíntesis.
plántula. Planta joven que se desarrolla a partir de una semilla que está germinando.
plúmula. Sección del eje embrionario por arriba de los cotiledones; primera yema del
embrión.
posmaduración. Cambios metabólicos que deben ocurrir en una semilla latente antes
de que pueda germinar.
rafe. Cresta que se presenta en la testa de una semilla, formada por una porción del
funículo que está unido al óvulo.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
samara. Fruto indehiscente, seco, con una o dos semillas y con extensiones en forma de
alas que le permiten dispersarse usando corrientes de viento.
sombra de semillas. Patrón con el que un individuo deposita (dispersa) sus semillas.
tapir. Mamífero ungulado que habita los bosques tropicales americanos (tres especies) y
asiáticos (una especie); tiene el hocico prolongado en forma de una trompa corta muy
movible.
testa. Capa externa de la semilla que sirve de protección; se desarrolla a partir de los
tejidos que recubren al óvulo (integumentos).
tetrazolio (prueba del). Método bioquímico que se utiliza para determinar si las semillas
están vivas o no. Las semillas que han sido remojadas en una solución de 2,3,5 cloruro
de trifeniltetrazolio presentan el tejido vivo teñido en rojo, mientras que el tejido muerto
no se tiñe.
C O N T R A P O R T A D A
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA
Por medio de datos y de ejemplos se hace el análisis de los rangos de vida de las
semillas del trópico y de las zonas templadas y bajo qué condiciones pueden
conservarse. Al respecto se informa acerca de los hallazgos más importantes de semillas
antiguas, como las del trigo egipcio Lupinus o Nelumbo que han sido descubiertas en
sitios arqueológicos y que se han conservado gracias a otro fenómeno que aquí se
estudia: el de la latencia, que permite a la semilla reconocer en cierta forma que se
encuentra en el medio adecuado para germinar.
"La germinación —dice la autora — constituye el paso a otra etapa de vida más activa en
la que se da competencia por el espacio y el alimento." Algunas semillas germinan de
inmediato y otras se toman tiempo. Dentro de esta lucha desconocida por la
sobrevivencia, que la doctora Moreno procede a revelarnos, se ve cómo las semillas
disponen de sus medios de dispersión, ya propios o a través del viento y otros animales
o aves, corrientes marinas, etc. Finalmente, se estudia la importancia vital de las
semillas para el hombre, que incluye la alimentación, los ritos religiosos, su empleo
como monedas y su importancia económica.
Respeto a los derechos de autor original: Este documento es propiedad intelectual de PATRICIA MORENO CASASOLA