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Huacho-Perú
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CONTENIDO
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CONTENIDO ............................................................................................................................ 3
RESUMEN................................................................................................................................. 4
CAPÍTULO I: JOHN MAYNARD KEYNES Y EL NACIMIENTO DE UN
PENSAMIENTO NEO-LIBERAL ................................................................................................. 6
I. INTRODUCCIÓN: ....................................................................................................... 6
2.1. La justificación del liberalismo económico propuesta por Adam Smith Adam ... 8
2.1.1. Del mal (según el moralista) surge el bien (según el economista) .................... 8
DE SAY .................................................................................................................................... 18
CONCLUSIONES ................................................................................................................... 20
BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................................... 23
ANEXOS ................................................................................................................................. 25
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RESUMEN
Atravesamos una profunda crisis económica, que, como era inevitable, se está convirtiendo en
una profunda crisis social y política que está afectando a la legitimidad del sistema vigente. En
esta tesitura de predominio de las ideas neoliberales y crisis moral, queremos volver la vista atrás
y considerar la aportación de John Maynard Keynes, porque fue el quien sentó las bases de la teoría
El desarrollo de las teorías económicas de Lord John Maynard Keynes, no sólo constituye un
tema de por sí apasionante, sino que de amplio interés para las actuales generaciones, inmersas en
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un mundo en el que predomina la economía neoliberal, de manera de poder enterarse de una forma
directa, completa y sobre todo, muy didáctica, del planteamiento económico tal vez, más
En la primera parte del artículo recordaré lo que me parece constituye las características
destacadas del liberalismo económico en general. En la segunda parte evocaré la justificación que
Adam Smith ha dado de dichas características, y que hoy por hoy me parece siempre estimulante.
en reacción a las grandes crisis económicas. Es necesario precisar que no analizo el vínculo entre
cuando utilice el término de liberalismo, será necesario entenderlo como una abreviatura de la
economía, deshomogenización.
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CAPÍTULO I: JOHN MAYNARD KEYNES Y EL NACIMIENTO DE UN
PENSAMIENTO MACROECONÓMICO
I. INTRODUCCIÓN:
Durante la Gran Depresión de los años treinta, la teoría económica del momento no pudo
explicar las causas del grave derrumbe económico mundial ni tampoco brindar una solución
John Maynard Keynes encabezó una revolución del pensamiento económico que descalificó la
idea entonces vigente de que el libre mercado automáticamente generaría pleno empleo, es decir,
que toda persona que buscara trabajo lo obtendría en tanto y en cuanto los trabajadores
que la demanda agregada —la sumatoria del gasto de los hogares, las empresas y el gobierno— es
el motor más importante de una economía. Keynes sostenía asimismo que el libre mercado carece
justifican la intervención del Estado mediante políticas públicas orientadas a lograr el pleno
La Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero (1936), del economista inglés John
Maynard Keynes, supuso un ataque frontal a la clásica Ley de Say, aceptada mayoritariamente por
sus antecesores estudiosos de la economía, que consideraban que la reversión de las crisis de los
ciclos económicos, en un mercado libre totalmente flexible, era automática porque los
subsiguientes ajustes en las tasas del interés y en los salarios eran suficientes para lograr el
equilibrio del ahorro e inversión y la plena ocupación. Sus tesis económicas, se basan en el análisis
del previsible comportamiento de los individuos que actúan conforme a pautas, cuyas expresiones
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cada momento, pero que se adaptan a situaciones futuras a tenor de las previsiones, simulando
funciones (líneas curvas) específicamente asentadas, cuya posición e inclinación (línea tangencial
en el punto de la curva) se corresponden a las circunstancias del momento observado, pero que son
desplazables (arriba, abajo, derecha, izquierda) sí cambian las previsiones futuras, ofreciendo así
una perspectiva de análisis dinámico, al comparar entre estados, inicial (ex– ante) y final (ex–
post).
dada. Cuando se habla de mejorar el nivel de vida, se refiere a todos los estratos sociales y en
particular los más desamparados. Este punto merece destacarse dada la opinión ampliamente
aceptada según la cual el liberalismo es una ideología al servicio de la clase social menos
favorecida. Lo contrario es, en general, verdadero: los partidarios del liberalismo adoptan esta
posición porque piensan que este sistema ofrece las condiciones para mejorar la suerte de las clases
desfavorecidas de la sociedad. Así, yo hablé de economía de mercado, pero podría también hablar
que nunca se ha personificado históricamente. En los hechos, sólo hay economías de mercado que
eran también economías capitalistas. Los dos términos serán pues utilizados indistintamente. Se
hacen por la iniciativa descentralizada de los agentes económicos, principalmente por las
empresas, con el objetivo de obtener beneficios, bajo la señal del sistema de precios y en un
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privada anticipó correctamente las necesidades sociales, tal y como se manifiestan en una demanda
en los mercados.
2.1. La justificación del liberalismo económico propuesta por Adam Smith Adam
Smith sigue siendo hasta el día de hoy una referencia inevitable a la hora de tratar de fundar la
defensa del liberalismo económico. Dos líneas de argumentación ligadas entre sí están presentes
en sus escritos. La primera se encuentra en la Teoría de los sentimientos morales mientras que la
Uno de los placeres de leer la Teoría de los sentimientos morales es que Smith, para hacer pasar
sus puntos de vistas, utiliza a menudo parábolas, soberbiamente dichas por añadidura. La que nos
hecha hoy al capitalismo, poniendo en duda el carácter moral de la búsqueda del beneficio. Smith
la desactiva, pero no abogando por el sentido de responsabilidad social de los capitalistas ya que,
según él, el resorte último de la búsqueda del beneficio es el egoísmo y la vanidad. En otras
palabras, lejos de Smith está la voluntad de darle un estatuto moral a la búsqueda del beneficio. Su
defensa del sistema de libertad proviene de otro orden de ideas. Smith se pregunta ¿deseamos
nosotros un aumento de nivel de vida de la población, en particular de los más pobres? En caso
afirmativo, la vía es crear, dice Smith, un entorno económico en el cuál se deje en libertad la
Por muy interesante que sea, el razonamiento de Smith no es, en esta etapa del análisis, más
que una afirmación perentoria. Para que pueda provocar la adhesión, su validez debe ser
demostrada, tarea difícil que será esbozada por Smith en La riqueza de las naciones y que no está
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terminada en la actualidad ¿y podrá esa tarea ser terminada algún día? A pesar de ello, este
razonamiento encuentra un obstáculo enorme; suponiendo que sea correcto, es difícil de “vender”
porque está mal visto subrayar el lado positivo de los defectos de la personalidad que los moralistas
El defensor de la economía liberal debe explicar por qué un sistema, cuyas características
podría creerse que llevan a la anarquía, sería viable y eficaz. La respuesta en esencia no es
sorprendente. La anarquía es sólo aparente ya que existe un sistema de reglas, similares a las
leyes de la física newtoniana ―de ahí el nombre de leyes naturales― que restringirían el
los agentes, la cual es la encargada de traer la economía hacia un estado de equilibrio. La defensa
de Smith toma, por lo tanto, la forma de una teoría del valor, es decir, una teoría del equilibrio
del sistema. El concepto de precio de equilibrio juega el papel de pivote (Smith emplea el
2.1.3. En Síntesis:
El gran mérito de Adam Smith es haber expresado tales puntos de vistas en el momento en el
cual el capitalismo a penas se ponía en marcha. Él nunca se refiere a este término, utiliza más
bien la expresión “sistema de libertad natural”. Fatalmente, su discurso solo podía ser general y
alusivo; tampoco fue plenamente coherente. Así pues, mientras que el contenido central del
enfoque liberal se apoya en la afirmación que la clase capitalista es el agente activo del
desarrollo económico, se encuentra también en La riqueza de las naciones algunos párrafos que
van en sentido contrario.1 Finalmente, queda claro que numerosas objeciones pueden ir dirigidas
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humana, se puede impugnar el efecto de cascada alegado por Smith, podemos estar en
desacuerdo con su tratamiento del problema de la desigualdad, solo por mencionar algunos de
Keynes argumentaba que una demanda general inadecuada podría dar lugar a largos períodos
aumento de la demanda tiene que provenir de uno de esos cuatro componentes. Pero durante una
recesión, suelen intervenir fuerzas poderosas que deprimen la demanda al caer el gasto. Por
que reducen entonces sus gastos, especialmente en compras discrecionales como una casa o un
automóvil. Esa reducción del gasto de consumo puede llevar a las empresas a invertir menos, como
respuesta a una menor demanda de sus productos. Así, la tarea de hacer crecer el producto recae
en el Estado. Según la teoría keynesiana, la intervención estatal es necesaria para moderar los
auges y caídas de la actividad económica, es decir, el ciclo económico. Hay tres elementos
privadas. Las decisiones del sector privado pueden a veces generar resultados
macroeconómicos adversos, tales como la reducción del gasto de consumo durante una
recesión. Esas fallas del mercado a veces exigen que el gobierno aplique políticas
activas, tales como un paquete de estímulo fiscal. Por lo tanto, el keynesianismo apoya
una economía mixta guiada principalmente por el sector privado pero operada en parte
por el Estado.
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Los precios, y especialmente los salarios, responden lentamente a las variaciones de la
Los keynesianos creen que, como los precios son un tanto rígidos, las fluctuaciones de cualquier
componente del gasto —consumo, inversión o gasto público— hacen variar el producto. Si el gasto
público aumenta, por ejemplo, y todos los demás componentes se mantienen constantes, el
producto aumentará. Los modelos keynesianos de actividad económica también incluyen un efecto
multiplicador; es decir, el producto varía en algún múltiplo del aumento o disminución del gasto
que causó la variación. Si el multiplicador fiscal es mayor de uno, un dólar de aumento del gasto
La crisis económica de la posguerra y, sobre todo, la «Gran Depresión» de 1929, que desde
Estados Unidos se propagó por todo el mundo desarrollado, supuso una dura prueba para la
supervivencia del capitalismo liberal. Las revueltas sociales, las huelgas y el desencanto por el
sistema económico se generalizaron dando pábulo a la difusión de las tesis marxistas. El sistema
capitalista, que buscaba una salida para superar la crisis, encontró su tabla de salvación en La teoría
general de la ocupación, el interés y el dinero (1936) de Keynes que consiguió no sólo apuntalarlo,
sino revitalizarlo. La intervención estatal para dirigir la política económica, que, en realidad, nunca
había dejado de existir dentro de un marco cada vez más liberal y acorde con los postulados del
laissez faire, se había ido intensificado tanteando soluciones que remediaran las dramáticas
consecuencias del paro creciente. La acción política, eco de las necesidades sociales, casi siempre
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precede a las construcciones teóricas. La Teoría general de Keynes llegaba en el momento más
elevándolo a un alto rango desde la vileza en que había sido sumido desde los tiempos de Smith y
sin necesidad de romper con el liberalismo económico. Principalmente, Keynes ofrecía un modelo
que servía de guía para orientarse y salir del tenebroso abismo de las grandes depresiones
económicas por el que se iba a tientas: los remedios proporcionados por la teoría neoclásica
Casi todos los instrumentos analíticos usados por Keynes habían sido expuestos con
Uno de los pilares del modelo keynesiano, simple por lo demás, es el multiplicador del empleo
de Kahn (de 1931), sobre cuyos efectos ya había escrito Keynes en Medios para la prosperidad
(1933).
El principio del multiplicador consiste en que un nuevo gasto del Gobierno (no un gasto
sustitutivo) que promueva empleo adicional genera más empleo multiplicativamente, induciéndolo
por la cadena de gastos que los nuevos salarios originan. Los gastos y el empleo no pueden crecer
ilimitadamente debido a las filtraciones que se desvían, en cada eslabón de la cadena de gastos,
hacia el ahorro, el aumento de precios, los beneficios, las importaciones, la recaudación fiscal, etc.
Keynes estimó el multiplicador entre 1,5 y 2, de suerte que un nuevo gasto del gobierno que diera
empleo directo a 2 hombres podría inducir empleo indirecto, al menos, para otro hombre más, así
el aumento total del empleo sería 3= 1,5x2 (Lekachman, 1966, pp. 81 y 82).
ventajas, ya que gran parte de su financiación se recuperaría a través del ahorro en los subsidios
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de paro y la mayor recaudación fiscal sobre el incremento de las rentas. Obviamente, la promoción
del empleo mediante los gastos públicos moviliza los recursos ociosos y logra un mayor nivel de
Los salarios nominales son rígidos a la baja. Por consiguiente, a corto plazo: W = Wo
El consumo es una función estable de la renta real (Y). Generalmente, toda la renta
no suele ser consumida: una parte se ahorra. Así, a corto plazo, la renta, que se identifica
consumo: C = χ(Y).
(y = PY) y del tipo de interés (i). Siendo Y la renta real y P el índice general de precios,
Keynes parte de una situación económica con desempleo, pero no supone que ello
totalmente posible la igualación de la oferta global con la demanda global, o sea, estar en situación
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de equilibrio, sin que se alcanzara el pleno empleo de los factores: cualquier nivel de empleo podría
Podemos interpretar que para Keynes si existía desempleo la causa era, a corto plazo, la
insuficiencia de la demanda global (consumo más inversión). O sea, las previsiones de consumo e
inversión no retiraban toda la producción proyectada. Sin embargo, al final del período las
de la inversión. Se trata de una inversión no deseada, pero a efectos contables este hecho es
irrelevante; el resultado ex post es que contablemente el ahorro y la inversión son iguales; sin
siguiente: Keynes supuso, a corto plazo, dados la técnica, los recursos y el costo de los
Definió la oferta global [o renta, Y] como “la producción resultante del empleo de N
hombres”, por lo tanto, Y = Φ(N) (ibídem, p. 33). La demanda global [D] es el importe
Los empresarios maximizan sus ganancias cuando la oferta global y la demanda global son
iguales, porque si para un determinado empleo N, “el importe que se espera recibir [...] D, es
mayor que el valor de la oferta global [Y...] los empresarios tendrán un estímulo para aumentar
la ocupación por encima de N [...]. Así, el volumen de ocupación está determinado por la
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punto donde las expectativas de ganancia del empresario alcanzan el máximo” (ibídem, p. 33). Es
psicología de ésta es tal, que cuando el ingreso real aumenta, el consumo total crece, pero no
tanto como el ingreso” (ibídem, p. 35). "El consumo dependerá del nivel del ingreso global y, por
tanto, del nivel de ocupación N” (ibídem, p. 36). O sea, C = χ(N). Además, el ahorro es el exceso
del ingreso sobre los gastos de consumo (ibídem, pp. 62 y 75); o sea: S = Y – C: Esta función del
“Para justificar cualquier cantidad dada de ocupación, debe existir cierto volumen de
inversión que baste para absorber el excedente de la producción total sobre lo que la comunidad
decide consumir cuando la ocupación se encuentra en dicho nivel; porque a menos de que exista
este volumen de inversión, los ingresos de los empresarios serán menores que los requeridos para
inducirles a ofrecer la cantidad de ocupación de que se trate" (ibídem, p. 35). Esto significa que
“Así, dada la propensión a consumir y la tasa de nueva inversión [que] depende de la relación
entre la curva de eficiencia marginal del capital (e) y el complejo de las tasas de interés para
préstamos de diversos plazos y riegos” [esto equivale a que I=i(e), cuya función se ha
representado en la Figura] “sólo puede existir un nivel de ocupación compatible con el equilibrio,
ya que cualquier otro produciría una desigualdad entre el [valor] de la oferta global de la
producción en conjunto y el [valor] de su demanda global. Este nivel no puede ser mayor que el
de la ocupación plena, es decir, el salario real no puede ser menor que la desutilidad marginal
del trabajo; pero no existe razón, en lo general, para esperar que sea igual a la ocupación plena”
(ib, pp. 35 y 36). “Para cada valor de N hay una productividad marginal correspondiente de la
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mano de obra [...] que determina el salario real” (ibídem, p. 37). Es decir (siendo el salario real
marginal de la mano de obra la derivada de la renta respecto del empleo en la función de oferta
Esta función se encuentra en la Figura didáctica del sistema keynesiano, bajo la representación
de la función de oferta global. A este sistema descrito por Keynes podemos añadirle una nueva
función implícita en su modelo. Se trata de la definición del salario nominal en función del real:
(W/P)·
P= W0, cuya representación gráfica es una hipérbola rectangular que permite hallar el nivel de
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Claramente se puede concluir que en el caso de tipo de cambio libre, la política monetaria es
efectiva y con tipo de cambio fijo no lo es. La efectividad es medida a través de los cambios en
Modelo LM:
i = 1/h [ k Y - M / P ]
Modelo IS:
Modelo IS - LM:
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Despejando Y, simplificando los términos y resolviendo la ecuación, obtenemos el
[1/1-c(1-t)+bk/h+ß]
El multiplicador de gasto en una economía abierta, señala el impacto que habrá en el producto
menor que el de economía cerrada. Esto se debe a que las medidas de política se diluyen hacia
afuera, es decir parte del efecto que buscamos lo estamos dando a otros mercados.
En los años veinte del siglo pasado, John Maynard Keynes (1883-1946) ya era un destacado
economista, catedrático en Cambridge, autor de una obra sobre probabilidades y de varios ensayos
polémicos sobre temas de interés público. Durante años enseñó la ideología de "la mano invisible",
dominante durante siglo y medio en Gran Bretaña, mientras en Francia la misma había sido
adoptada por los fisiócratas con la consigna "Laisser faire, laisser passer", doctrina dogmatizada
LA LEY DE SAY
En primer lugar, Keynes consideraba que la economía clásica descansaba en dos postulados:
Keynes aceptó el primer postulado. Este proviene simplemente de la condición de primer orden
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que, en consecuencia, toman como dados precios y salarios y maximizan, sujetas a una restricción
tecnológica (dada por la función de producción). Esta historia de empresas atomísticas que toman
los precios como dados, claramente no es cierta, al menos en la gran mayoría de los mercados.
Pero Keynes, por razones que creo entender, decidió no meterse con este postulado aunque con
seguridad sabía muy bien que la competencia perfecta no era una buena descripción de la situación
que prevalece en los mercados de bienes, con excepción de algunos de ellos. El artículo de Sraffa
de 1926, la tesis de licenciatura de Kahn a principios de los años 1930 y el libro de Joan Robinson
de 1933 versaba sobre la teoría de la competencia imperfecta. Creo por ello, que la decisión de
Keynes de aceptar el primer postulado fue una decisión estratégica: le permitió concentrarse en el
Proviene de las condiciones de primer orden del programa de maximización de la utilidad por
parte de hogares trabajadores. Estos hogares maximizan su utilidad, que depende positivamente
del consumo y negativamente del trabajo, y, sujetos a una restricción de presupuesto y nada más,
maximizan tomando precios y salarios como dados (ya que también son atomísticos).
Así, el hogar decide trabajar hasta el punto en que el salario que el trabajador recibe (medido
en términos de los bienes que consume) le compensa exactamente por la desutilidad marginal del
trabajo. Ni una hora más ni una menos. El resto del tiempo lo dedica al ocio.3
Keynes, en los años veinte y treinta del siglo pasado, observaba que, con mucha frecuencia y a
veces masivamente, los hogares trabajadores no podían decidir cuánto trabajar, sobre todo cuando
estaban desempleados. Es por ello que rechazó el segundo postulado de la economía clásica y en
su lugar supuso que el hogar, además de la restricción de presupuesto, enfrentaba una restricción
de cantidad respecto al monto de trabajo que podía vender en el mercado.4 En suma, lo que Keynes
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supuso es que los trabajadores no están siempre en sus curvas de oferta de trabajo deseadas; es
CONCLUSIONES
1. Parece claro, por tanto, que el fundador de las teorías liberales de la economía y la sociedad
pueden aportar reflexiones que hagan posible y necesario superar la estrecha visión de la
economía, de la sociedad y del ser humano que está presente en las actuales ideologías
neoliberales. Basta con establecer un vínculo entre el Smith de la Teoría de los Sentimientos
morales y el Smith del ensayo sobre la riqueza de las naciones. Aunque no llegó él mismo
a desarrollar con precisión el vínculo estrecho entre ambos saberes, la filosofía moral y la
ciencia económica, en el fondo lo tenía muy claro. Lo que sí hizo fue dejar bien asentadas
las claves para poder completar esa tarea. Por un lado, la simpatía como sentimiento básico
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2. Tradicionalmente se supone que Smith fue un defensor a ultranza del laissez faire. Sin
embargo, un análisis minucioso de sus planteamientos nos indica que para él la competencia
3. Adam Smith ha convertido en causas del sistema Capitalista (económico liberal), lo que en
realidad son efectos de dicho sistema. En efecto, el fin de la economía, el orden y las leyes
económico, cuando en realidad es ese sistema el que explica y justifica que se asigne ese fin
a la economía, que se defiendan ese orden y esas leyes y que el hombre se comporte de esa
manera.
ideológica que es inherente a estos. De ello dependerá la determinación también del valor
riqueza, y no se plantea la posibilidad de que ésta se ponga al servicio de otros fines, como
el que todos los seres humanos dispongan de los bienes necesarios para vivir decentemente
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exige que se plantee como único o principal objetivo la producción ilimitada de riqueza.
7. “El esfuerzo natural de todo individuo para mejorar su propia condición, cuando se
ejercita con libertad y seguridad, es un principio tan poderoso que, por si solo y sin ayuda
sino a superar el centenar de obstrucciones impertinentes con que la locura de las leyes
8. En La riqueza de las naciones cuando trataba de explicar la conducta económica de los seres
libertad, los intereses egoístas de los individuos producen beneficios para el conjunto de la
sociedad. Es más, el funcionamiento correcto del mercado no depende sólo de que se le deje
actuar libremente, sino de que los que concurren a él lo hagan movidos por la búsqueda del
propio interés: “No hemos de esperar que nuestra comida provenga de la benevolencia del
9. «Sólo los ricos eligen, de entre la masa común, lo más delicioso y lo más raro. Apenas
peón el producto del trabajo que ellos mandan hacer. Una mano invisible parece forzarles
a participar en la misma distribución de las cosas necesarias para la vida, que hubiera
tenido lugar si la tierra hubiera sido dada en igual proporción a cada uno de sus
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habitantes; y, de esta manera, sin tener la intención de hacerlo, sin ni siquiera saberlo, el
10. De acuerdo con estos planteamientos, Adam Smith acepta la existencia de un orden moral
natural en la sociedad que se manifiesta en las inclinaciones naturales de los seres humanos.
Según explica en la Teoría de los sentimientos morales, la conducta humana está movida,
en primer lugar, por la búsqueda del propio interés, aunque otra inclinación natural, la
simpatía hacia los otros seres humanos, contribuye a moderar el egoísmo de cada uno.
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ANEXOS
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