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El código de conducta es como el manual para poder llevar a cabo el ejercicio profesional

frente a una actividad en particular, el Profesional en contabilidad debe tener un claro


conocimiento de dicho código así como también del decreto 2496 del 2015 en su totalidad,
empezado por las amenazas y salvaguardas y terminando con los intereses o incentivos que
dicha actividad tenga implícita.

Las amenazas se pueden presentar de diferentes orígenes o situaciones, que puedan afectar
al profesional en su parte práctica y cumplimiento de sus labores, existen diferentes tipos de
amenazas como la de interés propio, cuando no se puede tener juicio y comportamiento, de
autorrevisión cuando no se haga una evaluación concisa de ejercicios anteriores, abogacía,
familiaridad, intimidación; dichas amenazas que afectan su ejercicio como profesionales.

Pero a su vez nos encontramos con una parte del decreto que salvaguarda dichas amenazas,
que como bien lo indica su nombre, sirven para contrarrestar lo nombrado anteriormente.
Se encuentran divididas en dos partes: instituidas por la profesión a nivel legal y
reglamentario y las del entorno del trabajo; las primeras involucran la parte de formación,
práctica y experiencia, y el segundo grupo son ya las instituidas por las entidades o
empresas que dan empleo.

Dentro del ejercicio Profesional ante cualquier área siempre se deben seguir y practicar
unos principios fundamentales, pero en nuestro caso particular como Contadores públicos
en formación, es necesario conocerlos y profundizarlos teóricamente para luego llevarlos
como parte necesaria por no decir obligatoria en nuestra actividad Profesional.

Uno de los Principios fundamentales del profesional de la contabilidad es la integridad, a


esto se refiere ser honesto, transparente en todo su ser personal como profesional, en sus
relaciones empresariales y el entorno donde se mueva como Contador público, algo que
debe ser parte de este principio es la justicia y el trato con sinceridad integralmente.

Hace parte de este principio en el ejercicio práctico que la información contable no debe ser
replicada cuando a su juicio considere que exista falsedad, errores, omisión, o considera
que fue manejada irresponsablemente, como se encuentra en el decreto 2496 “deberá tomar
las medidas necesarias para desvincularse de la misma.” (Apartado 110.2, c).
Como segundo principio fundamental se encuentra la Objetividad, lo que implica dejar de
lado los prejuicios, intereses particulares o permitir una predisposición de terceros que
afecten o ataquen su juicio profesional.

Otro principio es la Competencia y diligencia profesionales, es importante mantenerse


actualizado, informado y con conocimientos sólidos del ejercicio para poder brindar una
tranquilidad y seguridad al cliente del cual se vale de los servicios profesionales en
contabilidad.

Ser competente en la actualidad se basa en estar a la vanguardia de la información, de los


avances legislativos y contables y así mantenerse activo en el mercado.

La Confidencialidad es un principio que no puede faltar, pues se basa en el respeto tanto del
cliente como de su firma, la confidencialidad debe manejarse dentro y fuera del entorno
laboral, esto mientras no exista algún motivo legal por el cual deba revelar algún tipo de
información.

Y por último el Comportamiento profesional, para finalizar con los principios


fundamentales es necesario que se cumpla con la parte legal, vivir y practicar los
reglamentos que hagan parte del ejercicio de un profesional en contabilidad con el fin de
mantener su criterio y reconocimiento profesional.

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