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EXPROPIACIÓN DE TALARA

En 1963 ganó las elecciones presidenciales el arquitecto Fernando Belaúnde Terry,


una de cuyas promesas de su campaña electoral fue la solución del enojoso pleito de
La Brea y Pariñas. Como primer paso envió al Congreso un proyecto para declarar
nulo el Laudo de París y solicitó que los campos de La Brea y Pariñas pasaran a poder
de la Empresa Petrolera Fiscal (entidad estatal). Atendiendo a este pedido, el
Congreso dio la Ley Nº 14.696, que declaraba nulo ipso jure el Laudo, pero no se
pronunció sobre el segundo punto. El Poder Ejecutivo promulgó la ley el 4 de
noviembre de 1963, quedando así autorizado para buscar una solución al viejo
problema. Finalmente, por Ley 16.674 del 26 de julio de 1967, se autorizó al gobierno
la reivindicación de los yacimientos e instalaciones de la IPC contra los adeudos.
En julio de 1968 el gobierno inició tratos con la IPC. El 13 de agosto del mismo año
ambas partes firmaron el Acta de Talara por el cual todos los campos petroleros
pasaban a poder de la Empresa Petrolera Fiscal (EPF) a cuenta de los adeudos de la
IPC, pero esta conservaba la refinería de Talara, el sistema de distribución nacional del
combustible y el condominio en las llamadas Concesiones Lima. La IPC se obligaba a
comprar todo el petróleo que la EPF le quisiera vender, para procesarla en su refinería
de Talara. Todo lo cual iba contra las expectativas creadas por la Ley 16.674, que
exigía la entrega de todas las instalaciones de la IPC por sus adeudos, pero por el
momento el gobierno supo explotar el acuerdo como un gran éxito de su gestión.
El Acta fue firmada por el presidente Belaúnde, por el Presidente del Senado Carlos
Manuel Cox, por el Presidente de la Cámara de Diputados Andrés Townsend Ezcurra y
por los altos funcionarios de la IPC. Toda la prensa se hizo eco de este suceso y
publicaron en primera plana el fin del "Problema de la Brea y Pariñas", contentando
así a la opinión pública.

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