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Fig. 1. Los protones poseen una carga positiva.

Al igual que la Tierra, están constantemente girando alrededor


de un eje y tienen su propio campo magnético.

Ahora debe recordar usted de su física escolar que una corriente eléctrica induce o
produce una fuerza magnética, es decir, un campo magnético. De aquí que donde hay una
corriente eléctrica hay también un campo magnético.

Esto puede demostrarse muy fácilmente. Tome un clavo oxidado y aproxímelo a un


enchufe de la corriente eléctrica: Notará cómo es repelido por la fuerza del campo magnético;
pero no lo introduzca dentro del enchufe.

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REVISEMOS LO QUE HEMOS LEIDO.

Un protón tiene spin y, por tanto, su carga eléctrica se mueve. Una carga eléctrica en
movimiento es una corriente eléctrica y ésta se acompaña de un campo magnético. Por ello,
el protón tiene su propio campo magnético y podemos considerarlo como un pequeño imán
(Fig. 1c).

¿QUE LES PASA A LOS PROTONES CUANDO LOS COLOCAMOS EN UN


CAMPO MAGNETICO EXTERNO?
Los protones – al ser pequeños imanes - se alinean en él campo magnético externo, al
igual que una brújula en el campo magnético de la Tierra. Sin embargo, hay una diferencia
importante. Para la brújula solamente existe una forma de alinearse en el campo magnético;
para los protones, sin embargo hay dos, (Fig. 2). Los protones pueden alinearse con sus
polos Norte y Sur en la dirección del campo externo, paralelo a él, pueden orientarse
exactamente en dirección completamente opuesta, en antiparalelo. Estos tipos de alineación
están a diferentes niveles de energía, necesitan diferentes cantidades de energía.

Fig. 2. Normalmente los protones se alinean de una manera aleatoria. Sin embargo, cambian cuando se los
expone a un intenso campo magnético externo. Entonces se alinean de dos formas: bien en paralelo o en
antiparalelo al campo magnético externo.

Para explicar esto, imagínese a un hombre alineado en paralelo con el campo


magnético de la Tierra caminando sobre sus pies, y a otro alineado en sentido completamente
opuesto, en antiparalelo. Ambos estados están a diferentes niveles de energía, es decir,
necesitan cantidades de energía diferentes.

Caminar sobre los pies es sin duda menos cansado y requiere menos energía que el
hacerlo sobre las manos. (En las figuras, esto se ilustrará como orientado hacia arriba o hacia
abajo; véase la Fig. 2).
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Naturalmente, el estado preferido de alineación es aquel que necesita menos energía.


Por ello, hay más protones en el nivel de menor energía, paralelos al campo magnético
externo (caminando sobre los pies).

La diferencia en el número es, sin embargo, muy pequeña, y depende de la intensidad


del campo magnético aplicado. Para hacernos una idea grosera: por cada diez millones de
protones “caminando sobre las manos” hay aproximadamente 10.000.007 “caminando sobre
los pies” (ésta diferencia de “007” probablemente sea fácil de recordar).

Parece obvio, ya en este momento, que para la IRM son importantes los protones
móviles (los cuales son una parte de todos los protones que hay en el cuerpo).

Fig. 3. Cuando existen dos estados posibles de alineación, el que requiere menos energía y se encuentra a un
nivel más bajo es el preferido.

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OBSERVEMOS MAS DE CERCA A ESTOS PROTONES

Veremos que los protones no solamente están alineados en paralelo o antiparalelo a


las líneas del campo magnético, sino que se mueven alrededor de él de una cierta manera.
Este tipo de movimiento se llama precesión. (Fig. 4)

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