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LOS PATRIARCAS I
(Génesis 12 a 23)
Dios habló a Abram y le ordenó dejar su tierra para irse a una tierra que El le señalaría.
Le prometió hacerlo padre de una gran nación y le dijo a Abram que en él serían bendecidas
todas las razas de la tierra.
2. ¿Qué hizo Abram?
Gen.12,5:
Abram tomó a su esposa Saray y a Lot, hijo de su hermano, con toda la fortuna que había
acumulado y el personal que había adquirido en Jarán, y se pusieron en marcha hacia la tierra de Canaán.
(Gn. 12, 5.)
Sin la menor duda o cuestionamiento y de manera inmediata
obedeció la orden de Dios. Tomó a su esposa Sarai, a su sobrino
Lot y todos sus sirvientes y se pusieron en marcha en dirección sur
hacia la tierra de Canaán.
3. ¿Cómo podemos imitar a Abram?
Podemos imitar a Abram en su fe y confianza en Dios.
También en su prontitud en responder al llamado de Dios.
Abram estaba en su tierra de origen y Dios lo llama. De
inmediato deja todo y se pone en camino hacia una tierra que no
sabe dónde queda, que no conoce ni su nombre y no sabe cuándo
va a llegar. Pero Dios se lo ha pedido y Dios lo guía. Eso le basta.
Abram no tuvo dudas sobre Dios. Nosotros no debemos distraernos en duda sobre
Dios o contra Dios, ni en dudas sobre la Fe y contra la Fe, ni tampoco en dudas sobre la
Iglesia y contra la Iglesia.
Hay muchas informaciones que nos llegan por TV, Internet, etc. que no vienen de Dios
y que ponen en peligro nuestra creencia en Dios y nuestra obediencia a lo que nos pide. No
hay que ponerse en el riesgo de creer estas cosas que suelen ser falsas y están dirigidas a que
le demos la espalda a Dios.
Abram obedeció de manera inmediata. Cuando Dios nos pide algo hay que
responderle enseguida, sin dudas y sin vacilaciones.
4. Abram y Lot eran muy ricos: tenían muchos rebaños, ganado y camellos, además de plata
y oro. Pero no había suficiente pasto en la tierra donde estaban. Y comenzaron discusiones y
diferencias entre la gente de uno y de otro.
Para evitar peleas entre parientes (tío y sobrino), Abraham ordenó que se separaran y
dejó que Lot escogiera qué parte de la tierra quería
para él. (Gn 13, 7-9)
Lot escogió el valle del Jordán, donde estaban las
ciudades de Sodoma y Gomorra y se instaló en
Sodoma. Pero “los habitantes de Sodoma eran malos y
pecadores ante Yavé” (Gn. 13, 10-13).
¿Qué enseñanza podemos tomar de la actitud de
Abram?
Abram era mayor que Lot, era su tío. Además Dios
le había prometido toda la Tierra. Pero en aras a la
paz, dejó que su sobrino escogiera la zona que él quisiera. Abram prefirió perder algo, pero
evitó un conflicto innecesario.
Debemos imitar a Abram al preferir la paz a los pleitos. “Bienaventurados los pacíficos”,
no dirá luego Jesús en el Sermón de la Montaña,“porque ellos serán llamados hijos de Dios”. (Mt. 5, 9)
14. Pero entre el anuncio que hace Dios de la concepción de Isaac y el nacimiento de éste,
sucede un hecho muy importante e impresionante: la destrucción de las ciudades Sodoma y
Gomorra.
Yavé le dijo a Abraham que el pecado de Sodoma y Gomorra era muy grande. Y en este
momento Abraham intercede ante Dios por los habitantes de esas dos ciudades. Dios estaba
dispuesto a no castigar a estas ciudades si conseguía algunas personas justas. El regateo de
Abraham con Yavé bajó desde 50 hasta las 10 personas justas. Pero no se encontraban allí ni
siquiera 10 personas que vivían de acuerdo a la Ley de Dios.
15. ¿Cuál era el pecado más grave y resaltante de esta gente?
Muchos eran sus pecados, pero resaltaban los de impureza sexual, especialmente la
práctica de las relaciones homosexuales.
16. ¿Qué enseñanzas podemos sacar de este pasaje de las dos ciudades?
La primera enseñanza es la de la gravedad de los pecados de sexo desordenado e ilícito.
Los pecados de lujuria pueden llevar a una vida de vicio y de más pecados.
17. Sigamos con Abraham. Cuando ya todo parecía estabilizarse con el nacimiento y la
maduración de Isaac, el hijo de la promesa, Dios le pide algo insólito a Abraham: le pide que le
ofrezca a su hijo Isaac en sacrificio de holocausto (la víctima debía ser muerta y luego quemada
totalmente) y que esto sería en un lugar que Dios le indicaría.
Abraham vuelve a responder sin titubeos. De inmediato, toma la leña, el cuchillo, el
burro, dos acompañantes y el muchacho, y comienza el viaje.
20. Fíjense que lo que Dios proveyó para el sacrificio no fue un cordero, sino un carnero.
¿Cuándo proveyó Dios el Cordero?
El Cordero de Dios es el mismo Jesucristo, el Hijo Único del Padre, que murió por
nosotros en la Cruz.
21. ¿Quién anunció que Jesús era el Cordero de Dios?
San Juan Bautista después del Bautismo de Jesús en el Jordán:
MEMORIZACION: Jn. 1, 29.
“He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”
ORACION
Señor, Dios Padre Todopoderoso,
queremos imitar a Abraham, nuestro padre en la fe:
Su fe fue muy grande y muy firme.
Queremos creer todo lo que nos has revelado, Señor Dios nuestro,
y todo lo que tu Iglesia nos enseña.