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10 Reflexiones de la Corporación Excelencia en la

Justicia (CEJ) sobre la crisis de la justicia


La situación que atraviesa el sistema judicial es grave, rechazamos con
contundencia y dolor los hechos denunciados. Los escándalos recientes
profundizan la desconfianza ciudadana que ha venido en aumento en los últimos
años1 y que está desencadenando una crisis de legitimidad generalizada que debe
superarse cuanto antes. Se necesitan medidas que vayan más allá de la coyuntura,
aprender de los errores y, sobre todo, tomar en serio la justicia como una condición
para una paz estable y un pilar de la democracia y del desarrollo.

Compartimos algunas reflexiones de la Corporación Excelencia en la Justicia (CEJ)


sobre esta crisis:

1. Las autoridades deben actuar y la sociedad civil exigir resultados. Es


necesario actuar con contundencia, a través de procesos garantistas y
oportunos. Dentro de estas investigaciones se deben identificar los
funcionarios que hacen parte de las redes de corrupción y que aún integran
la administración de justicia. Los actos individuales no deben confundirse con
las instituciones: los primeros deben sancionarse, las segundas, defenderse.

2. Evitar generalizaciones injustas y peligrosas. Es incuestionable que la


corrupción permeó la Rama Judicial, pero también que son miles los
funcionarios honestos y competentes que la integran.

Se debe avanzar, sin pausa, en la depuración de la Rama, lo que no solo


incluye a quienes cometen actos de corrupción, sino también a quienes
tienen un desempeño deficiente. Los buenos funcionarios deben ayudar a
liderar el cambio y desmarcarse de las prácticas que hoy empañan la
legitimidad de la justicia. Se necesitan nuevos líderes, abiertos al cambio y a
la crítica2.

1 En la última Encuesta Gallup la imagen desfavorable del sistema judicial fue del 83%, mientras
que hace 10 años no superaba el 50%.
http://images.etn.eltiempo.digital/uploads/files/2017/08/30/025917000010%20GALLUP%20POLL%
20-120.pdf
2 Estas personas deben abstraerse del corporativismo y de la simplificación de las propuestas de

solución a la exigencia de mayores recursos presupuestales, pues esta no será la forma de salir de
la crisis.
3. Reforma a la Justicia, tercer intento. Cada cierto tiempo surge la idea de
una reforma constitucional a la justicia3. A su vez, cada vez que aparece la
idea surgen las mismas críticas: que no hay un diagnóstico claro y que no se
puede hacer de espaldas a la Rama Judicial. Sobre lo primero, sí existe un
diagnóstico suficiente, si algo falta, ya es hora de que se complemente y se
adopte una posición sobre las distintas alternativas que existen. Respecto de
lo segundo, sería importante conocer cuál es la propuesta elaborada por la
propia Rama, que se ha anunciado en distintas oportunidades. Lograr
consensos sobre las alternativas de solución puede ser imposible, pero se
debe llegar a una reforma que permita mejorar la situación actual del sistema
judicial.

La reforma es una necesidad, pero justamente por eso tiene que asumirse
con seriedad. Incluirla a última hora en el paquete de proyectos del Fast
Track, presentarla en un momento preelectoral, con una agenda legislativa
abultada de temas prioritarios, y desconociendo las limitaciones que
estableció la Corte Constitucional cuando examinó el Acto Legislativo de
Equilibrio de Poderes, no parecen una salida adecuada.

4. Mientras se ventilan los escándalos, se está descuidando el proceso de


integración de una parte de la cúpula judicial. En las últimas semanas la
atención se ha centrado en los escándalos y los anuncios de nuevas
reformas a la justicia. Entretanto se están adoptando decisiones
fundamentales que no despiertan mayor interés en la ciudadanía y las
autoridades: la elección de los siete miembros de la Comisión de Disciplina
Judicial, la elección de un magistrado de la sala administrativa del Consejo
Superior de la Judicatura y la elección de los magistrados de la Jurisdicción
Especial para la Paz (JEP). El escrutinio a estas elecciones es fundamental
para lograr que solo los mejores puedan acceder a las altas magistraturas.

La elección del último magistrado de la Corte Constitucional esta semana es


un ejemplo de este desinterés: la cobertura en medios fue ínfima y la
audiencia pública a los candidatos contó con una escasa participación e

3Hemos transitado los últimos años por dos intentos fallidos: el de 2012, contaminado por “micos”
que llevaron a una objeción presidencial sui generis antes de su entrada en vigencia; y el de 2015
(Reforma al “Equilibrio de poderes”) que fue declarado inexequible en dos de sus aspectos
neurálgicos: el reemplazo de la Comisión de Investigación y Acusación y la reforma a la Sala
Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura.
interés en el Senado. Lo mismo ocurre con los integrantes de las ternas a la
Comisión de Disciplina Judicial, sobre los que poco se ha discutido.

5. Se debe poner fin a las interinidades y provisionalidades en la Rama


Judicial. Por diversas causas, que incluyen fricciones internas en las Cortes
y feudos de poder, se han registrado largos periodos de interinidad en los
altos cargos de la justicia. En 20164 y 20135, por ejemplo, el alto número de
vacantes puso en riesgo de parálisis a la Corte Suprema. Por su parte, la
última terna para la vacante de la Corte Constitucional solo se logró tras 9
meses de discusiones y 4 de interinidad. Aún está pendiente la elección de
la vacante de un magistrado de la Sala Civil cuya lista de candidatos fue
enviada a la Corte en junio de 20166.

En cuanto a la carrera judicial, se requiere agilizar los concursos de méritos


que actualmente duran años y permiten muchas vacantes sean ocupadas en
provisionalidad, sin que haya claridad sobre los criterios de escogencia. El
Consejo Superior de la Judicatura reportó un total de 14.202 cargos en
provisionalidad, un 42% de la planta7; mientras que en la Fiscalía están
pendientes varios concursos de méritos para proveer miles de cargos.

6. La rendición de cuentas no es enemiga de la autonomía judicial.


Defendemos con vehemencia la autonomía de la Rama Judicial como
elemento fundamental para la independencia del juez, pero no como blindaje
a la rendición de cuentas y la transparencia. Los ciudadanos tenemos
derecho a conocer quiénes son y de dónde vienen nuestros jueces y fiscales,
cuál es su productividad y en qué se gastan los recursos de la administración
de justicia. El acceso a esta información no solo debe ser posible, sino
sencillo. Acudir a derechos de petición para obtener información de carácter
público y general que podría divulgarse a través de sitios web, no solo es un
desgaste para el ciudadano, sino también para los funcionarios de la Rama
que deben darles respuesta.

4 Revista Semana. ¿Se destraba la Justicia? En: http://www.semana.com/nacion/articulo/eleccion-


de-fiscal-corte-suprema-nombra-siete-nuevos-magistrados/465064
5 La Silla Vacía. Ruth Marina Díaz, La gran ganadora con los nuevos magistrados de la Corte. En:

http://lasillavacia.com/queridodiario/ruth-marina-diaz-la-gran-ganadora-con-los-nuevos-
magistrados-de-la-corte-45580
6

http://eleccionvisible.com/doc/csdj/02062016_CSDJ_Magistrado_Sala_Casaci%C3%B3n_Civil.pdf
7 Corte al 31 de julio de 2017. Respuesta a derecho de petición enviado por la CEJ.
La CEJ está trabajando con el Consejo de Estado en un plan de
transparencia activa y rendición de cuentas, que sin necesidad de ninguna
reforma legal puede contribuir a este propósito.

7. Mejorar la formación de abogados y jueces, una tarea inaplazable.


Ningún código procesal, sistema de información o palacio de justicia dotado
y moderno será suficiente para mejorar la justicia si no se fortalece la calidad
de los abogados; tema sobre el cual han insistido distintos actores8, pero que
no parece tener eco en las autoridades9.

Mientras que en 2007 había 7210 programas de derecho, actualmente la cifra


asciende a 18811, de los cuales solo 39 cuenta con acreditación de alta
calidad. Como consecuencia, el número de abogados ha crecido de forma
sustancial en los últimos años: mientras en 2006 se inscribieron en el
Registro Nacional de Abogados 9.532 personas, en 2016 lo hicieron 17.233,
un aumento del 81%. Este comportamiento no es negativo en sí mismo, pero
debe ir acompañado de estándares de calidad, pues lo que está en juego son
los derechos de los ciudadanos. El mejoramiento del abogado debe tener la
ética como eje esencial del cambio.

8. La necesidad de un plan anticorrupción. Desde 2008 la CEJ ha insistido


en la necesidad de contar con un plan anticorrupción. En 2015, la ley del Plan
Nacional de Desarrollo estableció la obligación de la Rama Judicial de
elaborar uno, con una evaluación de resultados cada dos años; sin embargo,
a la fecha este Plan no se ha elaborado; y si existe no se conoce ni se ha
apropiado por los funcionarios. Los hechos recientes vuelven a poner de

8 Entre ellos: Juan Carlos Forero Ramírez (Decano de Jurisprudencia la Universidad del Rosario),
José Fernando Reyes (Nuevo Magistrado de la Corte Constitucional), Mauricio García Villegas
(Investigador de Dejusticia), José Manuel Acevedo (Subdirector de RCN y columnista de Semana).
9 Entre 2015 y 2016 el Ministerio de Justicia y el Ministerio de Educación trabajaron en una propuesta

para hacer más exigentes los requisitos para obtener el registro calificado de los programas de
derecho, sin embargo, no se conoce en qué terminó esta iniciativa.
http://www.minjusticia.gov.co/Noticias/TabId/157/ArtMID/1271/ArticleID/2296/En-Colombia-tres-de-
cada-10-abogados-se-forman-en-programas-acad233micos-con-acreditaci243n-de-alta-
calidad.aspx
10 Mauricio García Villegas. El Espectador. Colombia Tierra de Abogados. En:
http://www.elespectador.com/impreso/nacional/articuloimpreso201004-colombia-tierra-de-abogados
11 Fuente: Sistema Nacional de Educación Superior
https://snies.mineducacion.gov.co/consultasnies/programa . Cálculo: CEJ.
presente esta necesidad, que debe ir más allá de la elaboración de un
documento que nadie lee o apropia.

9. Somos parte del problema y de la solución. Además de señalar qué falló


en la administración de justicia, también debemos cuestionarnos sobre
nuestro papel como sociedad civil. La CEJ ha trabajado para mejorar el
sistema de justicia, con logros de los cuales nos sentimos orgullosos. Pero
los hechos que se han conocido nos obligan a hacer una reflexión sobre
nuestras prioridades y las estrategias que debemos realizar para aumentar
el impacto de nuestras intervenciones. Todos los ciudadanos debemos
contribuir a superar esta crisis, pues solo con señalarla no vamos a salir de
ella.

10. La justicia en las campañas presidenciales. En las próximas elecciones


presidenciales, la justicia debería ocupar un lugar central en los debates. Es
necesario conocer la opinión de los candidatos respecto de temas como el
juzgamiento de aforados, las facultades electorales de las Cortes, el futuro
del Consejo Superior de la Judicatura, la formación de abogados, la posible
unificación de las cortes, los mayores requisitos para ser magistrado, la oferta
de justicia local (comisarías, inspecciones, etc.), entre otros.

Para contribuir a estos debates, la CEJ seguirá profundizando y discutiendo


con autoridades y académicos la Agenda Estratégica de Justicia 2017-
203712, que contiene el diagnóstico general de la justicia formal y un banco
de propuestas para superar los problemas identificados.

12 http://cej.org.co/files/2016/Premio_ANIF_2016.pdf

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