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“Nuestra ley es, por definición, una codificación de la moral, en gran parte basada en la tradición.

 Ya que los sujetos actuamos de acuerdo a las experiencias o de lo que se nos ha impuesto
en casa, haciéndonos creer que es lo que moralmente se ve bien o mal para vivir en una
sociedad envuelta en la igualdad

“He dicho que vivimos en una sociedad plural, que no puedo imponer mis propios puntos de vista
religiosos en otro…”

 Actualmente vivimos en una sociedad en la que cada ser es independiente en su toma de


decisiones, por lo cual elige su forma de pensar de acuerdo a los valores éticos o morales
con los que ha crecido, por lo tanto, no se puede obligar a alguien a cambiar de
pensamiento sin justa razón o por obligación para el bienestar común.

“Los jueces no pueden, por supuesto, invocar su propia moralidad personal, ni los ideales y virtudes
de la moralidad en general. Los que tienen que ver como irrelevante. Igualmente, no pueden
invocar creencias religiosas o filosóficas sus u otras de las personas.”

 Las leyes actuales se han formado a través de experiencias en la historia, por lo cual, cada
una de las personas a las que se vaya a condenar o juzgar no puede ser dictaminada por
una persona la cual siga su moral o su ética, sino por aquellas personas que respetan lo
que está escrito y llegan a ser muy imparciales a la hora de tomar una decisión.

“Cuando se trataba de asuntos sociales y culturales, ellos también invocan el lenguaje de la


neutralidad. El gobierno no debe legislar la moralidad”

 Se debe ser imparcial a la hora de actuar en una sociedad llena de convicciones éticas y
morales generalmente distintas a las que se nos educa regularmente en casa, pues hay
personas que tienen una visión totalmente distinta frente a lo que está bien o mal

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