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La tesis que guía el desarrollo del texto se enmarca en que el sistema judicial del derecho
estatal solo se encarga de una pequeña parte de los conflictos que se dan en el territorio
colombiano, y que por lo tanto el derecho del Estado no basta para explicar la realidad
colombiana. Ya que, por fuera de los alcances del derecho del Estado, de su frontera judicial,
se encuentran numerosas formas de administración de justicia que corresponde en parte a una
pluriculturalidad y a la ineficacia del derecho estatal; que a su vez responden a una
conflictividad ajenas a las regulaciones a manos del Estado. Con motivo del desarrollo de
esta idea el autor propone el siguiente desarrollo del texto: una primera parte en la cual se
precisarán postulados para luego en la segunda y tercera parte introducir los conceptos que
serán la herramienta para comprender el manejo de conflictos a manos del Estado.
Finalmente se hace una aplicación de esta teorización a las diferentes formas de
administración de justicia presentes en el país.
Las formas entonces de entender la capacidad del derecho estatal son tres, denominadas áreas
de orden: el orden estatal, el caos, y el orden no estatal. Siendo el orden estatal aquel en el
cual se da la presencia del Estado y su población se siente vinculada a este como ciudadanos;
hay una seguridad jurídica proporcionada por el Estado y una legitimidad para con el orden
establecido. Por otro lado, en el caos hay una incesante lucha para ver quien ostenta el poder
y quien impone sus normas; aquí no hay una vinculación con la población porque los órdenes
que se imponen son provisionales y muchas veces transgresores con lo que vendría siendo la
población. Finalmente tenemos los ordenes estatales, en los que hay una vinculación por
parte de la población, pero una vinculación de comunidad. En estos ordenes estatales son las
instituciones autóctonas las que garantizan la seguridad jurídica de su población. Aunque este
territorio se encuentre bajo una posesión teórica, el choque de intereses entre sistemas
judiciales o el desconocimiento de el mecanismo autóctono hace que se presenten conflictos
entre la comunidad y el sistema judicial nacional.
Estos mecanismos judiciales de las comunidades, no todas las veces son producto de una
cultura ancestral, sino que también pueden ser producto de acuerdos. Estos acuerdos de
comunidades emergentes se pueden dar a través de dos factores y como respuesta frente: la
marginalidad y el contexto de guerra.
En este punto, se vuelca toda la atención sobre el área de orden correspondiente al caos y su
manifestación en la realidad colombiana a través del conflicto armado que ha azotado al país
históricamente. Para esto entonces se hace útil el recurso de las guerrillas, como explicación
de esta situación de caos, entendido de manera progresiva lineal y no un efecto inmediato
relacionado con su aparición. Aquí entonces, un análisis del surgimiento de guerrillas y su
interacción con las comunidades a las cuales se integraban. La guerrilla comenzó con unos
objetivos diferentes, que marcaron el inicio de sus prácticas, al principio en las comunidades
en las que se establecían, actuaban como mediadores de los conflictos de la población la cual
ahora se encontraba bajo sus manos. Para ese entonces era un orden no estatal. En el cual la
gente se veía regulada, sometida de algún modo, pero no transgredida. Con el paso del tiempo
la guerrilla empezó entonces a cambiar y torcer sus ideales, ahora el propósito era más de
dominación territorial, más allá de una razón fuertemente política y social. De esa manera
empiezan a ser un régimen de terror para llegar a poseer y dominar tácitamente aquellos
lugares del territorio nacional. Es aquí cuando se empiezan a ganar un repudio por la casi
totalidad de la población, dado que el orden ahora que establecían donde llegaban era ahora
un orden arbitrario en el cual la gente obedecía por un extremo miedo y por ende una
incapacidad para resistirse. Es ente momento de la historia cuando en manos del expresidente
Álvaro Uribe, que aparecen los paramilitares, que no hicieron más que apoderarse de los
recursos municipales y torcerse como lo hizo la guerrilla, torcerse en el sentido que
empezaron a manejar rutas de narcotráfico y cambiar su propósito. Empiezan a someter
mediante el miedo a la población, violaban mujeres, niños, niñas; asesinaban entre otras
muchas cosas. Así se mantuvieron las dinámicas de caos, con enfrentamiento entre guerrillas,
paramilitares y Bacrim. Transgrediendo todos los derechos de la población a la cual le
quitaban la administración de su territorio y de su justicia.