Está en la página 1de 4

1.

Principios de derecho contractual: Definición de contrato/requisitos de


perfeccionamiento (artículo 1.141): Consentimiento, objeto y causa /requisitos de validez
(artículo 1.142): Capacidad y ausencia de vicios( error, dolo y violencia). ¿diferencia entre la
ausencia de un requisito de perfeccionamiento y un requisito de validez

2. Requisitos de validez (continuación): Recuerden que la incapacidad No ES UN VICIO


(reflexión ética: ¿Uds. piensan que ser menor de edad o tener limitaciones mentales es un
vicio?) La incapacidad es un requisito de validez distinto a la ausencia de vicios. Ambos
implican que el contrato puede ser anulado; por lo tanto se perfecciona y produce efectos
hasta tanto un juez declare su nulidad; pero pregunto ¿puede un juez declarar de oficio la
nulidad de un acto que es anulable? ¿Diferencia entre nulidad absoluta y relativa? Las
acciones de nulidad: artículos 1.346 al 1.353 del Código Civil). Rescisión por lesión ¿pregunta,
se puede solicitar la rescisión de cualquier contrato por el solo hecho de que las prestaciones
son desequilibradas? ¿Qué es la rescisión por lesión? ¿procede por el solo hecho de que hay
desequilibrio en las prestaciones? ¿Qué dice el artículo 1.350 del Código Civil en materia de
lesión?

3. La formación del consentimiento: Oferta y aceptación/oferta simple y firme/aceptación


expresa y tácita/la contraoferta (artículo 1.137 del Código Civil y 110 al 115 del Código de
Comercio-contratos mercantiles-para aquello no desarrollado en la materia por el Código de
Comercio, rige supletoriamente el Código Civil. Recuerden, aplicar una norma supletoriamente
no es analogía implica ausencia de norma-artículo 4 del Código Civil).

4. Contratos solemnes y contratos reales.

5. Requisitos de oponibiidad. Principio o regla general: Los contratos son oponibles por el
solo hecho de su perfeccionamiento (sean contratos consensuales, solemnes o
reales)/Excepcionalmente, la ley exige requisitos de oponibilidad.

6. Diferencia entre formalidad como requisito de perfeccionamiento y la formalidad como


requisito de oponibilidad.

7. Principio de intangibilidad de los contratos (artículo 1.159 del Código Civil)/Efecto reflejo
de los contratos 1.163 del Código Civil y principio de relatividad de los contratos (artículo 1.166
del Código Civil)/estipulación a favor de un tercero (artículo 1.164 del Código Civil) y promesa
del hecho de un tercero (artículo 1.165 del Código Civil).

8. Principios generales sobre la terminación de los contratos:

a) la acción de resolución de los contratos (artículo 1.167 del Código Civil). Solo aplica para los
contratos bilaterales. El artículo 1.167 del Código Civil consagra además la acción de
cumplimiento y la posibilidad de solicitar con ambas los daños y perjuicios (si es que se han
producido, alegado y probado). Excepcionalmente el daño se presume en el caso de las
obligaciones pecuniarias, si hay cláusula penal o si se incumple una obligación de no hacer
(artículo 1.266 del Código Civil; independientemente del derecho adicional de solicitar que se
destruya o se deshaga lo que se hizo en contravención de la obligación de no hacer-artículo
1.268 del Código Civil)-obsérvese que en el caso del 1.268 esa destrucción hay que solicitarla,
no procede de pleno derecho-no confundir el 1.268 con el 1.266 aunque ambos se refieren al
incumplimiento de obligaciones de no hacer; pero ambos artículos consagran dos derechos
distintos a favor del acreedor, víctima del incumplimiento.
b) la resolución de pleno derecho: es excepcional. Solo procede en casos y en los supuestos
señalados en la ley; a manera de ejemplo: artículo 1.531 del Código Civil (en materia de
compraventa de bienes muebles y solo se consagra a favor del vendedor y solo si se dan los
supuestos de la norma), en el caso del artículo 141 del Código de Comercio en materia de
compraventa, si se dan los supuestos de la norma: observen que en el caso del 141 del Código
de Comercio, la resolución de pleno derecho es en favor de cualquiera de las partes,
comprador o vendedor. Otro ejemplo; en materia de arrendamiento cuando hay pérdida total
de la cosa arrendada

En la resolución de pleno derecho, la parte que la hace valer ha de notificarla a la otra parte,
quien tiene derecho a alegar (y probar) que los supuestos de la norma no se han dado y por lo
tanto, demandar el cumplimiento del contrato conforme con el artículo 1.167 del Código Civil;
por lo que es falso lo dicho por el tsj (sala constitucional en otra más de sus barbáricas
sentencias en la que sostiene que la resolución de pleno derecho, al menos la consagrada
contractualmente, conduce a una usurpación de funciones y a indefensión de la parte frente a
la que se hace valer-triste sentencia caso Imel). Comentario sencillo, para que mediten sobre
lo equivocado de la sentencia: primero: de acuerdo con el Código Civil, artículos 1.133
(definición de contrato) y 1.159 (el glorioso principio, no solo legal y sino moral: Pacta sunt
servanda o si no quieren decirlo en latín-no se suben puntos por escribir en lenguas
extranjeras-los contratos son para ser cumplidos y las partes solo pueden salirse de ellos (el
gran Código Civil, aunque viejo, no deja de ser un gran Código Civil) por mutuo acuerdo o
cuando la ley (la ley, la que solo puede crear la Asamblea Nacional, no la otra asamblea, ni la
doctrina ni el tsj, sea quien sea el juez). De nuevo ver el 1.159.

De modo que si las partes han pactado la resolución convencional de pleno derecho, no viola
ningún derecho a la defensa, ni hay ninguna usurpación de funciones; pues al igual que en el
caso de la resolución de pleno de derecho, si la parte frente a la que se quiere hacer valer la
resolución convencional de pleno derecho, estima y tiene pruebas que efectivamente no se
dan los supuestos contractualmente establecidos, puede demandar judicialmente para que se
siga cumpliendo el contrato.

Finalmente, aun en los casos de procedencia de la resolución de pleno derecho sea legalmente
o convencionalmente consagrada (dejando a salvo lo dicho en el caso Imel) solo da derecho a
que se de por terminado el contrato; pero si el acreedor que la hace valer, ha padecido un
daño, tiene que demandar judicialmente (incluyendo en vía arbitral si existe una cláusula de
arbitraje que cumpla con la Ley de Arbitraje Comercial) y probar el daño (salvo lo dicho en los
casos excepcionales de presunción de daño). Recuerden que la cláusula arbitral en Venezuela
es un supuesto de contrato solemne. De modo que no admite ninguna otra prueba que la
cláusula misma (artículo 6 de la Ley de Arbitraje Comercial, Artículo 1.352 del Código Civil y
126 del Código de Comercio). No puede haber acuerdo de arbitraje por voluntad presunta. En
los contratos solemnes, lo que no esté expresamente establecido en ellos NO EXISTE.

c. Terminación por voluntad unilateral. Es igualmente excepcional; pues solo procede


cuando la ley la consagra o en los supuestos que se acepta su pacto (siempre que no viole la
prohibición de la condición suspensiva meramente potestativa-artículo 1.202 del Código Civil).
Recuerden terminación por voluntad unilateral y resolución de pleno derecho no son, no son,
no son y NO SON LO MISMO.

En la terminación por voluntad unilateral (cuando procede según se explicó arriba y se les ha
desarrollado en clase), la parte que la hace valer no tiene que justificar la causa y la otra parte
no se puede oponer. La otra parte sin embargo tiene derecho a las contraprestaciones e
indemnizaciones debidas de acuerdo con la ley y el propio contrato, pero reitero una vea más,
en la terminación por voluntad unilateral, la parte frente a la que se hace valer, no puede
oponerse a la terminación en sí. Ejemplos artículo 1.639 (contrato de obras y servicios),
revocación y renuncia del contrato de mandato (recuerden que hay un supuesto en que el
mandato es irrevocable artículo 1.705 del Código Civil). Otro ejemplo de terminación por
voluntad unilateral está en la sociedad civil a tiempo indeterminado o indefinido (artículo
1.677 del Código Civil). El arrendador no puede dar por terminado unilateralmente el contrato
de arrendamiento a tiempo indeterminado si este se rige por alguna de las leyes o Decretos
Leyes especiales (Arrendamientos Inmobiliarios de 1999, Vivienda 2011 y Uso Comercial
2014). Más allá de que en lo personal sigo el criterio de quienes sostienen que en materia de
vivienda y de uso comercial, como en ambos textos normativos se establece que el mínimo es
un año, no puede haber contratos a tiempo indeterminado. En el Decreto Ley de 1999
(Arrendamientos inmobiliarios no hay norma que establezca plazo mínimo y el propio Decreto
Ley de 1999 reconoce la existencia del arrendamiento a tiempo indeterminado). En cambio, el
arrendatario si puede dar por terminado unilateralmente el contrato a tiempo indeterminado,
con arreglo al artículo 1.615 del Código Civil).

En cambio, como se dijo, la resolución de pleno derecho no es, no es, no es, NO ES UNA
TERMINACIÓN por voluntad unilateral; pues no basta que el acreedor manifieste su voluntad
de dar por terminado el contrato; sino que se tienen que dar los supuestos de hecho,
independientes de la voluntad de la parte que la desea hacer valer, para que esta parte ejerza
el derecho, mediante la declaración a la otra de que se dan esos supuestos y la otra, como ya
se explicó puede demostrar que no se han dado dichos supuestos y oponerse a la resolución, e
incluso, demandar para que el juez declare, con base con lo alegado y probado que no se dan
los supuestos de la resolución de pleno derecho, según ya habíamos explicado.

Lo único, ÚNICO, que tienen en común la terminación por voluntad unilateral y la resolución
de pleno derecho es que son mecanismos EXCEPCIONALES de terminación de los contratos
que SOLO, SOLO,SOLO, procede cuando la ley lo autoriza o cuando las partes lo pactan. De lo
contrario, los contratos solo se pueden terminar de acuerdo con los prescripciones de la ley
(no del tsj, ni de la doctrina, ni porque lo digan los profesores de contrato, incluyéndome).
Recuerden, oído al tambor: en materia de resolución la regla general es que ha de demandarse
en vía judicial articulo 1.167 del Código Civil y con respecto a la terminación por voluntad
unilateral también es excepcional; porque la regla es LOS CONTRATOS HAY QUE RESPETARLOS
TAL COMO FUERON PACTADOS-si les gusta el latín, aunque sea una lengua muerta: PACTA
SUNT SERVANDA-PRINCIPIO LEGAL Y MORAL. EL LEGISLADOR NO QUIERE QUE LAS PARTES,
DESPUÉS QUE EL CONTRATO SE PERFECCIONÓ, ESTÉN PRETENDIENDO NO CUMPLIR O
TERMINARLO PORQUE YA NO LES CONVIENE, O PORQUE LAS COSAS NO LE SALIERON COMO
EL QUERIA, O PORQUE ES MUY CARO, O MUY BARATO, O NO GANA LO QUE ESPERABA.

De modo que el cambio de circunstancias por si solo no basta para alegar la teoría de la
imprevisión: esta procede SI Y SOLO SI, en un contrato de ejecución continuada o de duración
(sea de tracto sucesivo o no); después que el contrato se perfeccionó se produce una
circunstancia sobrevenida que haga más oneroso el contrato siempre que ese hecho
sobrevenido NO HAYA PODIDO SER RAZONABLEMENTE PREVISIBLE PARA CUALQUIER BUEN
PADRE DE FAMILIA EN EL MOMENTO DE PERFECCIONARSE EL CONTRATO (NO PARA LAS
PARTES EN CONCRETO; SINO CUALQUIER BUEN PADRE DE FAMILIA, EN LAS MISMAS
CIRCUNSTANCIAS NO PUDO PREVER).

DE MODO QUE QUIEN CONTRATA A PRECIO FIJO, SIN CLAÚSULA DE AJUSTE, NO PUEDE EXIGIR
QUE LE REAJUSTEN EL PRECIO PORQUE HAY INFLACIÓN. QUIEN CONTRATA EXCLUSIVAMENTE
EN BOLIVARES, NO PUEDE EXIGIR QUE LE PAGUEN EN DIVISAS, PORQUE SUS PROVEEDORES LE
COBRAN DOLARES. NADA DE ESO ES IMPREVISIBLE POR UN BUEN PADRE DE FAMILIA.
CUANDO DIGO NO PUEDE ES QUE NO PUEDE, NO PUEDE NO PUEDE: EL CONTRATO HA DE SER
CUMPLIDO COMO SE PACTÓ/PACTA SUNT SERVANDA_TODO LO DEMÁS ES PROMOVER Y
AUPAR EL INCUMPLIMIENTO DE LA LEY DE LOS CONTRATOS Y DE LA FALTA DE ETICA AL
CONTRATAR.

LA TEORIA DE LA IMPREVISION ES EXCEPCIONAL Y LO EXCEPCIONAL ES DE


DERECHO ESTRICTO.SI NO SE DAN TODAS LAS CONDICIONES DE PROCEDENCIA, NO SE PUEDE
APLICAR.

Profesor; ¿pero si las circunstancias cambian, pueden las partes renegociar?: Respuesta: SI;
pero se requiere el mutuo acuerdo. No se puede imponer la renegociación. DE NUEVO: PACTA
SUNT SERVANDA ES LA REGLA. ES EL PRINCIPIO LEGAL Y ÉTICO.

También podría gustarte