4g 113 domingo 29 de agosto de 2010

Domingo La imagen de la semana

FOTO: AP, Franklin Reyes

Espera el viento a favor
Una mujer vende plátanos dentro de su casa en La Habana, Cuba, después de que
el gobierno publicara un par de decretos de mercado libre que permite a inversio-
nistas extranjeros arrendar la tierra del gobierno hasta por 99 años.

Rostro Público Sarita Montiel

RETÍCULA
M
aría Antonia Abad Fernández (Sara Montiel) nació en Campo de Criptana,
Ciudad Real, el 10 de marzo de 1928.
(El espacio del Estudió interna en un convento de las dominicas y en el Colegio Jesús María
de Orihuela (Alicante).
diseñador) A los 15 años ganó un concurso de nuevas actrices, de la mano del productor
Vicente Casanova.
Seher One Debutó en el cine en 1944 con el seudónimo de María Alejandra, que luego cambió
su nuevo agente, Enrique Herreros, por el definitivo de Sara Montiel.
En 1950 partió hacia México, donde tuvo un tremendo éxito que la llevó hasta Ho-
llywood, donde interpretó solamente tres películas, junto a los más grandes actores
del momento. En 1956 se casó con Anthony Mann, de quien se divorciaría en 1961.

http://seherone.
blogspot.com

Ilustrador y
amante de las

Un primer
manifestaciones
ILUSTRACIÓN: CARLOS FERNÁNDEZ DE LARA

artísticas crea-
das para la urbe,
apasionado por

intento fallido
el color y las
formas bizarras,
Seher One cam-
bia los concep-
Mediante una exquisita el cilindro de papel cuyo conteni- Los primeros minutos han al hospital o a la morgue por el
tos del diseño narración, el autor do, al arder, provoca un especial sido una locura; llegué a trabajar riesgo de un infarto casi siempre
efecto de, digamos, placer. y lo primero que hice fue comprar prematuro o a la discapacidad
con una pro- navega en las decisiones Empezó como una travesura una buena cantidad de dulces, por un accidente vascular.

puesta agresiva que tiene que tomar para
dejar el vicio del cigarro
y penetrante.
luis nava
luisnava@hotmail.com
Después de poco menos de
En palabras... 50 años de fumar en forma des-
medida, intentar dejarlo consti-
tuye todo un reto, sobre todo, si
"Esto salió hoy día
se toma en cuenta que, posible-
de las entrañas de la
montaña, de lo más
mente, mi hábito tenga profun-
profundo de esta das raíces hereditarias, genéti-
mina, y es el mensaje cas y psicológicas (no recuerdo
de nuestros mineros, haber visto a mi padre sin su
que nos dicen que acostumbrado cigarro mañana,
a los 10 años con un amigo que
le robaba cigarritos sin filtro
(se llamaban Carmencitas) a su
abuela y debo confesar que des-
de la primera aspiración, aunque
me parecieron muy fuertes, me
agradó. Fue hasta la secunda-
ria, a los 12 años, cuando, por
sentirme más libre, más adulto,
más completo, empecé a gastar
el dinero que me daban en ciga-
rros sueltos que vendían en la
cafetería de enfrente del plantel.
Ingenuo de mí, llegué a creer que
en el acto de fumar estaban im-
plícitos elementos de poder, de
seducción, de magia…
Morir no me importaría, ya
paletas de todos sabores y colores
para tener la boca ocupada.
Llevo dos horas ya y ha sido
un verdadero suplicio.
Si sigo así me voy a poner
como tambor. Llevo apenas tres
horas sin fumar y me he em-
butido dos paletas de chocolate,
una paleta de caramelo compri-
mido, una dona, una torta, café y
refresco. He conseguido con esto
no tener la boca desocupada y
que no tenga el peculiar sabor-
cito que hace que los fumadores
sigamos en el vicio, el llamado
sabor a centavo.
El fumador, por lo menos yo,
informado plenamente de lo que
Amanecí con el interior de la
boca escaldado y con una breve
diarrea: no sé si por comer tan-
tos dulces o por la abstinencia.
La ausencia del inicial dolor de
cabeza de todas las mañanas me
abandonó. Por lo menos eran 30
o 40 minutos que las sienes me
molestaban al levantarme.
En el trabajo me apodaron El
Viejillo y, como todos los que me
conocen, saben de lo acendrado
de mi vicio. Y me llevo muy bien
con todos mis jóvenes compa-
ñeros. Yo no le he dicho a nadie
mis intenciones de dejarlo per-
manentemente, pero hoy uno de
ellos, Rubén, me reclamó que es-

”
están tarde y noche).
vivos. Hoy día Chile Estoy plenamente consciente
entero está feliz, lleno de las consecuencias indeseables
de emoción que produce el cigarro en el or-
ganismo y, aun así, me sumo a
Sebastián Piñera las filas de los que están dispues-
Presidente de Chile tos a padecer cualquier enferme-
dad, inclusive mortal, con tal de
seguir sintiendo entre los labios
lo dije. Me aterra la idea de vivir
con taras, víctima de un cirujano
que me mutile una extremidad o
pegado a un tanque de oxígeno.
Así que, ya sin pensarlo dos
veces, empecé el periodo de tra-
tar de dejarlo y eso seguramen-
te creará algunas experiencias
para compartir.
puede ocurrir con el consumo del
tabaco, declara abiertamente que
está dispuesto a pagar el precio
de una vida limitada: no poder
correr ni brincar, quedar con-
denado a no permitirse ningún
ejercicio deportivo por la merma
en su capacidad respiratoria,
que tarde o temprano lo llevará
taba “de más mal humor que de
costumbre”. Tratando de que me
entendiera le conté mis esfuerzos
por dejar de fumar y me comen-
tó, riéndose: No lo haga, Viejillo, se
nos va a morir.
Le agarré la palabra y comen-
cé a fumar de nuevo… Yo nací
para mi vicio y por él moriré.